Análisis Antígona

“Antígona” se trata de una tragedia griega que pertenece al género dramático del cual forman parte
las obras cuyo fin es la representación.
Su autor es Sófocles, fue escrita en el siglo V a.C y no solo refleja temas de la sociedad de aquella
época sino que también tiene vigencia en la actualidad.

Creón es el nuevo rey de Tebas y ha decretado que su sobrino Etéocles, que según su criterio muere
defendiendo a Tebas, va a ser enterrado con todos los honores. En cambio su otro sobrino Polinices,
que nuevamente según criterio del rey muere atacando a Tebas, es considerado un traidor a la patria
y por lo tanto no le va a dar enterramiento ni le otorgará las honras fúnebres.
Antígona viola el decreto del rey, es apresada, la llevan frente a Creón y luego de que el guardia
explica cómo la encontraron, el rey se dirige a ella por primera vez:
“Tú, Tú que inclinas la cara al suelo...”: aquí hay una acotación escénica incluida en las palabras del
rey, esto quiere decir que quien esté interpretando a Antígona deberá respetar estas indicaciones, en
este caso: mirar hacia el suelo.
Imaginamos a Antígona mirando al suelo pero no de frente al rey como signo de sumisión ni de
arrepentimiento, sino que dirige su mirada hacia un costado porque no le interesan las palabras del
rey, ella está en su mundo con su dolor por la muerte de su hermano al cual no le pudo terminar las
honras fúnebres, además está segura de lo que hizo y asume la responsabilidad, esto se mantiene
durante toda la obra, Antígona no se arrepiente en ningún momento de lo que hizo.

“Afirmo que lo he hecho y no lo niego.”: el sociedad griega del siglo V a.C, aparece la
responsabilidad individual generando un cambio en la tragedia griega que pasa de la tragedia
familiar donde un individuo era castigado no por algo que cometió sino por transmisión o herencia
de un acto cometido por alguien más. Como en el caso de Edipo donde es castigado por una falta
que cometió su padre, a diferencia de Antígona que siendo consciente de las consecuencias decide
realizarle las honras fúnebres a su hermano de igual manera.

En este momento el rey despide al Guardia y quedan solos Creón y Antígona, aumentando la
tensión en el público debido al enfrentamiento de las dos partes en conflicto, Creón estableciendo
un decreto que viola leyes divinas y Antígona violando ese decreto.
El rey cuestiona a Antígona, anteriormente también insiste interrogando al guardia, esto se debe a
que Creón no puede creer que una mujer se atreviera a violar su decreto y lo expresa varias veces a
lo largo de la obra :
“¿Quién es el hombre que se ha atrevido a tal cosa?”-Episodio Primero, página 99.
“No sería yo el hombre sino ella, si tanta audacia quedara impune. “-Episodio Segundo, página 107.
Si ya es impensado que un hombre se atreva a cuestionar al rey, que lo haga una mujer que además
forma parte de su familia es inaceptable. Esto refleja el machismo en la cultura griega de la época
donde vemos el rol de la mujer que no podía participar de las cosas importantes ya sea la política,el
teatro, etc. El ideal de la mujer de aquella época era todo lo contrario a Antígona, ella es rebelde y
contestataria, podemos compararla con Ismena que sí cumplía con los estereotipos de mujer de la
época, es obediente, equilibrada, prudente. Sin embargo, más adelante Ismena está dispuesta a morir
junto a su hermana por lo que demuestra valentía.

“No era Zeus quién me imponía tales leyes, ni Diké...”: Antígona menciona a dos dioses, Zeus el
dios más poderoso y a Diké, diosa que representa a la justicia reparadora, repara al equilibrio que se
ha roto, quien ha roto el equilibrio ha sido Creón, su decreto es un exceso y Antígona al realizar las
honras fúnebres lo que hace es repáralo.
“...leyes inmutables y no escritas de los dioses; que no son de hoy ni son de ayer, sino que viven en
todos los tiempos y nadie sabe cuándo aparecieron.”
Lo que le dice Antígona al rey es que hay leyes que están por encima de su decreto y describe en
este parlamento las leyes divinas.
Si nosotros traemos la obra a nuestro tiempo las leyes divinas se refieren a los Derechos Humanos,
este es el tema de la obra. El conflicto entre el decreto de Creón y las leyes divinas que hoy
llamamos Derechos Humanos. Negar la identidad o dejar sin sepultura a un ser humano va en
contra de los Derechos Humanos.
“...por temor a los caprichos de un hombre.”: Haciendo énfasis en la palabra capricho, para
Antígona el decreto del rey es un capricho porque no estaba obligado a dejar a polinices sin
sepultura, si bien por ley los traidores a la patria no se los podía enterrar en Tebas, Creón podía y
debía entregar el cuerpo a su esposa, hija del rey de Argos, para que lo sepultasen allí. El no hacerlo
es una forma que tiene Creón de seguir castigando a Polinices por haber traicionado a la patria, lo
que está haciendo el rey no es un acto de Justicia sino de venganza.

“Y si te parece que es locura lo que hago, quizá parezco loca, a quien es loco.” :
Antígona se refiere al Hibris, ambos han cometido un exceso, Antígona violando el decreto del rey
al tratar de realizar las honras fúnebres a su hermano por amor a este y respeto a las leyes divinas, y
Creón al no otorgarle sepultura a su sobrino no solo viola las leyes divinas, también las de la
familia. Al rey lo mueve el odio y la venganza, a Antígona el amor.
El rey está en el pasado y solo se enfoca en que Polinices es un traidor, en cambio Antígona plantea
que no es necesario seguir castigándolo, porque ya está muerto, Antígona piensa en el presente.

Ambos comparten características del héroe trágico, son soberbios y actúan en soledad. “Antígona”
significa rebelde y “Creón” significa regla o norma, es una persona inflexible, su palabra es la que
vale y no se puede discutir.
Como ambos han cometido excesos y la tragedia tiene un fin didáctico, deberán ser castigados,
Antígona decide cómo morir, muere acompañada y segura de lo que hizo, muere con dignidad en
cambio Creón queda vivo pero solo, su hijo se suicida delante de él, y su esposa al enterarse lo que
había sucedido con su hijo también lo hace, Creón queda solo y arrepentido, pero ya no puede hacer
nada.