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Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad: orientaciones para


famialiares y docentes

Research · August 2015


DOI: 10.13140/RG.2.1.1214.4483

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Isorna Manuel
University of Vigo
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Trastorno por Déficit de Atención
con Hiperactividad (TDAH)
Concepto, comorbilidad, diagnóstico, tratamiento
y orientaciones para familiares y educadores
Manuel Isorna Folgar
Primera edición, junio 2015

© del autor: Manuel Isorna Folgar

Maquetación: Natalia Susavila Moares

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación


de esta obra sólo puede ser realizada con autorización de los titulares, salvo excepción
prevista por la ley.
Dirigirse a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si precisan
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ISBN: 978-84-8408-818-9
Impresión: Tórculo Comunicación Gráfica, S.A.
Depósito legal: C 879-2015
Impreso en España
Índice / 3

PRÓLOGO DE ÁNGEL CARRACEDO ÁLVAREZ........................................................... 5


1. Cuestiones conceptuales y descriptivas.................................................................. 7

2. Concepto del Trastorno por Déficit de Atención e


Hiperactividad (TDAH) a través de la historia....................................................... 11

3. Definición y descripción de los síntomas............................................................... 17


3.1. El diagnóstico diferencial......................................................................................... 23
3.2. Diferencias de género................................................................................................ 24

4. La importancia de un diagnóstico precoz.............................................................. 27


4.1. El diagnóstico............................................................................................................ 28
4.2. Trastorno por déficit de atención con hiperactividad: ¿Infra o
sobrediagnosticado? ¿Infra o sobremedicalizado?....................................................... 29

5. Modelos explicativos............................................................................................... 35
5.1. Modelos que relacionan la atención, funciones ejecutivas y TDAH................... 35
5.2. Modelos neuropsicológicos del TDAH.................................................................... 44
5.3. Genética del TDAH.................................................................................................... 50
5.4. Modelo psicopatológico del desarrollo del TDAH................................................. 53

6. Aspectos evolutivos................................................................................................. 59
6.1. Niños/as hiperactivos/as versus inquietos/as........................................................ 59
6.2. La forma de presentación del TDAH en un/a niño/a............................................ 60
6.3. La forma de presentación del TDAH en un/a adolescente................................... 61
6.4. La forma de presentación del TDAH en adultos.................................................... 61

7. Falta de respuesta profesional.


La necesidad de una formación e intervención multicomponente........................... 65

8. El/la niño/niña hiperactivo/a y las polémicas en torno


al diagnóstico y tratamiento del TDAH.................................................................. 67
8.1. Psicofarmacologización de la vida cotidiana: presión de la “bigpharma”........ 70
4 / Índice

9. TDAH y comorbilidad.............................................................................................. 75
9.1. Depresión y otros trastornos afectivos: problemas de afectividad..................... 76
9.2. TDAH y consumo de drogas.................................................................................... 77
9.3. Trastornos del lenguaje y de la comunicación.
Problemas para el aprendizaje: fracaso escolar............................................................ 81
9.4. Problemas en la conducción de vehículos............................................................. 83
9.5. Tics crónicos o síndrome de Gilles de la Tourette................................................. 84
9.6. Impulsividad/agresividad: actitud oposicional desafiante................................... 85
9.7. TDAH y trastornos de ansiedad............................................................................... 86
9.8. TDAH y dislexia......................................................................................................... 87
9.9. TDAH y trastorno bipolar......................................................................................... 87
9.10. Comportamiento antisocial.................................................................................... 88

10. El estilo de crianza parental y su relación con la hiperactividad....................... 91


10.1. Cambios y características de nuestro contexto social y familiar...................... 92
10.2. Niños/as adoptados/as y TDAH............................................................................. 95

11. Profesionales que intervienen en el tratamiento del TDAH:


la multidisciplinariedad......................................................................................... 97

12. El tratamiento........................................................................................................ 101


12.1. El tratamiento sistémico: la alianza terapéutica................................................. 102
12.2. Tratamiento farmacológico.................................................................................... 110
12.3. Tratamiento psicológico/psicopedagógico:
planteamiento desde la modificación de conducta...................................................... 124

13. Padres/madres como co-terapeutas...................................................................... 157


13.1. Un hijo/a, un alumno/a con TDAH y motivación escolar ................................ 157
13.2. Orientaciones para padres/madres........................................................................ 159

14. Los profesores/as como co-terapeutas................................................................. 181


14.1. El papel del profesorado: cómo podemos ayudar el profesor/a ....................... 183
14.2. Actividades antihiperactividad ............................................................................. 205

BIBLIOGRAFÍA............................................................................................................. 207
GUÍAS UTILIZADAS PARA LAS ORIENTACIONES PARA
PADRES, MADRES Y PROFESORADO......................................................................... 233
ANEXOS........................................................................................................................ 235
Prólogo

Conocí a Manuel Isorna, el autor de esta educativos en otras no lo sea o el problema sea
obra por su admirable actividad con los niños menor. Y estas dinámicas cambian con los años
en el Concello de Catoira y no me podía ni incluso en el mismo grupo cultural.
imaginar que le quedase tiempo para escribir
este trabajo sobre TDAH tan completo y que En este libro los interesados encontrarán
me ha concedido el honor de prologar. un análisis muy detallado del TDAH desde
su concepto e historia, hasta el enfoque tera-
En Medicina las definiciones de un tras- péutico-que se trata extensamente- pasando
torno son difíciles y en psiquiatría lo son aún por la descripción de hipótesis explicativas y
más. Normalmente cada trastorno es un con- evolutivas.
junto de múltiples problemas agrupados por
unos síntomas predominantes del que ape- Estoy seguro que disfrutarán de esta obra,
nas conocemos las causas pero que, a pesar que no solo está hecha con profesionalidad
de ello conseguimos muchas veces tratar de sino que desprende el cariño que Manuel
forma satisfactoria, aunque no siempre, lo Isorna tiene a los niños y adolescentes y
que es un reflejo de su complejidad. refleja lo que le preocupa todo aquello que
puede dificultar su desarrollo y educación.
EL TDAH no es un problema nuevo ni una
invención. Es un trastorno bastante frecuente
que siempre ha existido aunque su clasificación D. Ángel Carracedo Álvarez
y definición ha ido variando pero en el que se Catedrático de Medicina Legal
van logrando enfoques terapéuticos que tienen Director de la Fundación Pública
con frecuencia éxito. Pero los trastornos psico- Galega de Xenómica
lógicos y psiquiátricos tienen una connotación Coordinador del Centro Nacional
de la que carecen otros problemas médicos y de Genotipado (CeGen-ISCIII)
es que están tremendamente condicionados
por conceptos y dinámicas socio-culturales Presidente del Instituto
Gallego del TDAH (INGADA)
que hacen que lo que puede ser un problema
en algunas culturas, grupos sociales o sistemas
Cuestiones conceptuales y descriptivas 1
La condición del trastorno por déficit de aten- adultos, tiene dificultades para permanecer
ción con hiperactividad (TDAH) muestra hoy sentado, responde precipitadamente antes de
un interés relevante en el campo científico y que se haya formulado la pregunta, etc. Estas
ocupa un lugar destacado tanto en la clínica conductas pueden conllevar problemas de:
como en el ámbito de las neurociencias. En las • Relación social con sus propios compa-
últimas décadas, el diagnóstico de los diferen- ñeros/as, porque interrumpen su juego y
tes subtipos clínicos y neuro-psicológicos, así molestan.
como el tratamiento de este trastorno con sus • Disciplina.
diversos modelos terapéuticos, han estado en • Fracaso escolar.
constante revisión, de ahí la importancia de • Déficit de autoestima.
conocer los últimos avances y descubrimien-
tos científicos relacionados con el TDAH. Todo ello constituye un factor de riesgo
para la posterior aparición de otros trastornos
La hiperactividad es un problema muy como, por ejemplo, trastornos de conducta o
importante dentro del ámbito de los trastor- problemas emocionales (Maciá, 2012). Se tra-
nos de la conducta en el/la niño/a/adoles- ta, además, de un trastorno complejo sobre
cente, no sólo por ser una de las categorías el que existe una alta discrepancia entre los
diagnósticas que aparece con más frecuencia distintos autores, con respecto a la relevan-
en la población clínica de edad escolar, sino cia de los síntomas que constituyen el núcleo
porque, considerada en términos de morbi- del trastorno y sobre todo al tratamiento que
lidad y disfuncionalidad, es uno de los tras- se aplique. Es una alteración psicopatológica
tornos psicológicos en edad escolar que más de diagnóstico controvertido. Esto se debe,
problemas de adaptación y conflictos acadé- en parte, a que algunas de sus características
micos, familiares e interpersonales genera. clínicas frecuentemente se superponen con
Un niño/a con un TDAH es distraído/a, des- las conductas propias del desarrollo normal
ordenado/a, inquieto/a, no presta atención, (Martel y Nigg, 2006).
es descuidado/a, cambia continuamente de
actividad, tiene dificultades para jugar con Un ejemplo de esta complejidad es la nue-
tranquilidad, es impaciente, no escucha las va clasificación que el DSM5 otorga al TDAH
órdenes de los demás, interrumpe las tareas ya que pasa a considerarlo como un trastorno
o actividades de sus compañeros o de los del neurodesarrollo (TND) caracterizándolo por
8 / Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) Manuel Isorna Folgar

una alteración o variación en el crecimiento cuestiones metodológicas que con variacio-


y desarrollo del cerebro, asociadas a una dis- nes reales geográficas, lo que apoya la idea
función cognitiva, neurológica o psiquiátrica. de que el TDAH es un trastorno global in-
Atendiendo a la definición expuesta, el TDAH dependiente de la cultura o la localización
se puede incluir en los llamados trastornos geográfica (Polanczyk, et al., 2007).
mentales complejos: discapacidad intelectual,
autismo, esquizofrenia, trastorno bipolar, dis- Estamos, pues, ante un problema complejo
lexia, el trastorno del lenguaje, el trastorno del que genera discrepancias no sólo en cuanto a
habla, el trastorno de la comunicación social, su origen y formas de manifestación, sino tam-
el trastorno específico del aprendizaje, el tras- bién respecto al concepto mismo de hiperacti-
torno del espectro autista (TEA), el trastorno vidad e incluso en la denominación misma del
del desarrollo de la comunicación, el trastorno trastorno. Esta falta de acuerdo en la termino-
de movimientos estereotipados y los diversos logía con que los distintos autores se refieren
trastornos de tics (American PsychiatricAsso- a la hiperactividad es reflejo de las discrepan-
ciation, 2013) cias existentes entre los especialistas acerca del
concepto, su origen y sus más importantes ma-
Al mismo tiempo, desde el contexto de nifestaciones. Así, mientras que la CIE-10 con-
la educación escolar, la hiperactividad es un sidera síntomas básicos el déficit de atención,
trastorno cuyo conocimiento por progenito- la hiperactividad y la impulsividad, el DSM5
res y profesores podemos considerarlo fun- plantea la posibilidad de diagnosticar tres tipos
damental y necesario, ya que es uno de los de TDAH: combinado (TDAH-C) que requiere
más frecuentes en niños/as de edad escolar la presencia de síntomas de desatención e hi-
(González, 1996; Wicks y Alien, 1997). A peractividad-impulsividad; con predominio del
todo esto hay que añadir que el término “hi- déficit de atención (TDAH-DA), requiere la pre-
peractividad” se utiliza frecuentemente por sencia de síntomas de desatención, pero no de
padres/madres y educadores de manera in- hiperactividad-impulsividad, y con predominio
apropiada, para calificar el comportamiento hiperactivo-impulsivo (TDAH-HI), en el que
de un/a niño/a en el que, comparativamente predominan los síntomas de hiperactividad-
con otros/as niños/as de su entorno, existe un impulsividad, pero no los de desatención.
nivel más alto de movilidad y actividad mo-
tora, valoración que muchas veces está distor- En esta línea, algunos instrumentos miden
sionada y mediatizada por las características la hiperactividad atendiendo a la impulsividad
de los propios adultos, especialmente por su e hiperactividad como elementos más desta-
grado de “tolerancia-intolerancia” o “rigidez” cados, mientras que los problemas de aten-
hacia los comportamientos infantiles. ción se miden mediante escalas diferenciadas,
como es el caso del Sistema de Evaluación de
Otra controversia latente es la creencia la Conducta de Niños y Adolescentes (BASC),
popular de que el TDAH es un trastorno es- donde se define la hiperactividad como “ten-
pecífico de sociedades occidentalizadas e in- dencia a ser excesivamente activo, a ejecutar
dustrializadas, lo cual es ciertamente falso, precipitadamente los trabajos y actividades y
ya que se ha descrito que las diferencias en a actuar sin pensar” (Reynolds y Kamphaus,
las cifras de prevalencia obtenidas en distin- 2004). Esto, obviamente, representa un obs-
tos estudios guardan una mayor relación con táculo tanto para el conocimiento como para
2
Concepto del Trastorno por Déficit
de Atención e Hiperactividad
(TDAH) a través de la historia

Ya en 1845 el psiquiatra Dr. Heinrich Hoff- una concepción articular de la infancia, se


mann publicó un libro de 10 cuentos infantiles pensó que los niños con esas características
“Struwwelpeter” (Pedro el Melenas) en el que se experimentaban una desviación social.
describían diversos problemas psiquiátricos de En 1902 el Dr. George Still (1902) reportó en
la infancia y adolescencia, entre los que desta- la revista Lancet a un grupo de 43 niños, ma-
can dos casos de TDAH. En uno de ellos titu- yormente varones con dificultades para focalizar
lado The Story of Fidgety Phil, se reflejaba el la atención, sobreactivos, “apasionados, rencoro-
caso de un niño “Felipe
el inquieto” que presen-
taba todas las caracte-
rísticas de un TDAH de
predominio hiperactivo-
impulsivo. Otro poema
de ese mismo libro, titu-
lado The Story of Johny
Head-in-Air, relataba el
caso de un niño que te-
nía el comportamiento
propio de un paciente
con TDAH de predomi-
nio inatento.
Los niños con TDAH
se han descrito desde el
siglo XIX jerarquizan-
do aspectos diferentes “Phil, para, deja de actuar como un gusano, la mesa no es un
e interpretándolos de lugar para retorcerse”. Así habla el padre a su hijo, lo dice en
diversas maneras. En tono severo, no es broma. La madre frunce el ceño y mira a otro
la Inglaterra del siglo lado, sin embargo, no dice nada. Pero Phil no sigue el consejo,
XIX, con grandes cam- él hará lo que quiera a cualquier precio. Él se dobla y se tira, se
bios económicos, polí- mece y se ríe, aquí y allá sobre la silla, “Phil, estos retortijones,
ticos y sociales y con yo no los puedo aguantar”. (Hoffman,1854, p. 64).
12 / Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) Manuel Isorna Folgar

sos, sin ley, ni inhibición voluntaria”, catalogán- los que tenían hiperactividad eran de causa neu-
dolos como portadores de un “defecto mórbido rológica y la alteración de la atención se encon-
del control moral”. Still especulaba acerca de la traba en la atención sostenida. Se consideró que
existencia de una susceptibilidad biológica sub- los que no tenían hiperactividad tenían afectada
yacente a esta “corrupción moral”, marcando así la atención selectiva y eran de causa afectiva.
una diferencia fundamental con las visiones pre- A pesar de que la existencia del subtipo
valentes en su tiempo, que atribuían esta clase TDAH– fue validada por algunos investigadores
de dificultades a problemas de mala crianza y (Carlson, 1986), la polémica desatada hizo que
proponían el castigo físico como “tratamiento” el DSM-III-R (1987) eliminara el concepto de
necesario. En los siguientes cuarenta o cincuenta distinción con o sin hiperactividad. La concep-
años, los mayores conocimientos en neurocien- tualización quedaba como la conocemos hoy,
cia y la experiencia adquirida en heridos en la “trastorno de déficit de atención/hiperactividad”.
II guerra mundial cambiaron la interpretación y Este cambio eliminó la posibilidad de identifi-
se jerarquizó la hiperactividad como el síntoma car niños/as con “déficit atencional puro” (sin
dominante. Esto se produjo sobre todo con la pu- hiperactividad) y niños/as con “hiperactividad/
blicación del libro de Strauss et al. (1955). La falta impulsividad pura” (sin déficit atencional). Una
de pruebas de la existencia de una lesión dio ori- categoría adicional llamada “trastorno de déficit
gen a la lesión cerebral mínima y a la Disfunción atencional no diferenciado” permitía incluir los
Cerebral Mínima, que tuvo mayor éxito. trastornos de atención sin hiperactividad, aun-
La primera edición, del Manual Diagnósti- que dentro de una categoría marginal.
coy Estadístico de los trastornos mentalesDSM-I El DSM-IV (1994) mantuvo la misma ter-
(1952) incluía tan sólo dos categorías diagnósti- minología “trastorno de déficit de atención/
cas infantiles, ninguna hacía referencia al TDAH. hiperactividad” e introdujo nuevamente los
En el DSM-II (1968) apareció la “reacción hiper- subtipos. La categoría sin hiperactividad del
cinética de la infancia (o adolescencia)” como DSM-III reapareció. Esta nueva propuesta per-
un trastorno conductual de la infancia y la ado- mite diagnosticar el TDAH en niños/as con y sin
lescencia. Se caracterizaba por exceso de acti- hiperactividad y con y sin déficit atencional. En
vidad, inquietud, distracción y lapso atencional la última revisión, DSM-IV-TR (2000), se man-
corto, especialmente en niños/as pequeños/as. tuvieron los mismos criterios y subtipos que en
Esta conducta disminuía en la adolescencia. Sin el DSM-IV. Se aceptaba que los subtipos TDAH-
embargo, en 1980, la tercera revisión del Ma- HI y TDAH-D podían evolucionar a TDAH-C y
nual diagnóstico y estadístico de los trastornos viceversa (Capdevila, Artigas y Obiols, 2006).
mentales (DSM-III) jerarquizó el trastorno de la El recién editado DSM5 (2013), los cambios
atención sobre los demás, reflejando y prevale- introducidos al trastorno por déficit de atención
ciendo claramente la influencia de los trabajos con hiperactividad son mayúsculos, aunque el
de Douglas (1972) sobre el déficit atencional. El listado de los síntomas no se modifique.
énfasis ya no se ponía en la hiperactividad, sino Por un lado, en la nosografía el TDAH deja de
en el déficit atencional, que podía diagnosticarse ser un trastorno de la conducta para englobarse
con hiperactividad (TDAH+) o sin hiperactividad dentro de los “trastornos del neurodesarrollo”,
(TDAH–); la hiperactividad pasó a un segundo en la misma categoría que la discapacidad inte-
plano; tanto que se clasificaron los/as niños/as lectual, los trastornos del espectro del autismo,
con déficit de atención en los que tenían hiperac- los de la comunicación o los del lenguaje. Esto
tividad y los que no la tenían, y se consideró que va a implicar un agravamiento de la impresión
Definición y descripción
de los síntomas 3
El trastorno por déficit de atención con hipe- El TDAH sigue una trayectoria de desarrollo
ractividad (TDAH) es un síndrome conductual caracterizada por una marcada heterogeneidad
con bases neurobiológicas. Se define, según de los síntomas de inatención, impulsividad e
los criterios diagnósticos DSM5, por la presen- hiperactividad. La desatención se manifiesta
cia continuada de diversos síntomas de déficit como dificultad para prestar atención a los de-
de atención y/o hiperactividad, síntomas que talles, cometer errores por descuido en las ta-
deben haber estado presentes durante más de reas escolares o en el trabajo, problemas para
seis meses (tabla 1) (APA, 2002). persistir en las tareas que requieren mantener
la atención, no escuchar lo que se le dice, no
El diagnóstico supone no sólo la presen- acabar las tareas y distraerse fácilmente por
cia de los síntomas (evaluados por medio de estímulos externos o internos. La hiperacti-
los criterios normalizados del DSM5 o de la vidad se caracteriza por una actividad y mo-
CIE-10), sino además, y como consecuen- vimiento exagerados, inquietud, incapacidad
cia de ellos, una perturbación significativa para permanecer sentado en situaciones en las
en áreas importantes para la persona, como que es necesario hacerlo, verborrea y dificul-
las relaciones familiares, las académicas, las tad para jugar tranquilamente. La impulsivi-
laborales y las recreativas (Quintero et al. dad se expresa, a menudo, como dificultades
2006; Willcutt, 2012). para guardar turno, responder antes de oír
completamente las preguntas o instrucciones,
El trastorno por déficit de atención con falta de paciencia e interrupción frecuente de
hiperactividad (TDAH) es una alteración psi- los demás. (APA, 2013).
copatológica de diagnóstico controvertido.
Esto se debe, en parte, a que algunas de sus La quinta edición del Manual diagnósti-
características clínicas frecuentemente se co y estadístico de los trastornos mentales
superponen con las conductas propias del (DSM-5, APA, 2013, ver Tabla 1) diferencia
desarrollo normal (Martel yNigg, 2006). Este tres tipos de TDAH:
trastorno es uno de los más comunes en la • Combinado (TDAH-C) que requiere la
infancia con una prevalencia aproximada presencia de síntomas de desatención e
del 3% al 5% (Willcutt, 2012) y del 2.5% al hiperactividad-impulsividad;
3.4% en la edad adulta (Simon, Czobor, Bá- • Con predominio del déficit de aten-
lint, Mészáros yBitter, 2009). ción (TDAH-DA), requiere la presencia de
18 / Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) Manuel Isorna Folgar

síntomas de desatención, pero no de hipe- ción implicados y en los circuitos cerebrales


ractividad-impulsividad, y asociados (Barkley, 1997; Diamond, 2005).
• Con predominio hiperactivo-impulsi-
vo (TDAH-HI), en el que predominan los Los primeros síntomas del TDAH se pue-
síntomas de hiperactividad-impulsividad, den observar temprano en la infancia, du-
pero no los de desatención. rante los años preescolares, incluso antes de
los 3 años. Algunos de sus síntomas como la
Algunos autores consideran que el TDAH- desatención y la impulsividad persisten fre-
DA es un trastorno diferente del TDAH-C ya cuentemente hasta la adolescencia y la edad
que difieren en el tipo de los procesos de aten- adulta (Amador y Edith, 2013).

Un patrón persistente de falta de atención y / o de hiperactividad-impulsividad que inter-


fiere con el funcionamiento o el desarrollo, tal como se caracteriza por (1) y/o (2)

A. (1) o (2)
(1). Seis (o más) de los siguientes síntomas de desatención han persistido por lo menos du-
rante 6 meses con una frecuencia e intensidad que es incompatible con el nivel de desarrollo y
que tienen un impacto directo en las actividades sociales y académicas/profesionales.

Nota: Los síntomas no son únicamente una manifestación de la conducta de


oposición, desafío, hostilidad o falta de comprensión de las tareas o instruc-
ciones. Para adolescentes mayores y adultos (17 años o más) se requieren, al
menos, cinco síntomas.

Desatención
A. A menudo no presta atención suficiente a los detalles o incurre en errores por descuido
en las tareas escolares, en el trabajo o en otras actividades (por ejemplo: pasa por alto o
no se fija en los detalles, el trabajo es incorrecto o está equivocado)
B. A menudo tiene dificultades para mantener la atención en tareas o en actividades lúdicas
(por ejemplo: tiene dificultades para mantener la atención durante las clases, conversa-
ciones, o para leer escritos largos)
C. A menudo parece no escuchar cuando se le habla directamente (por ejemplo: su mente
parece estar en otro lugar, incluso en la ausencia de cualquier distracción evidente)
D. A menudo no sigue instrucciones y no finaliza tareas escolares, encargos, u obligaciones
en el centro de trabajo (por ejemplo: comienza tareas pero pierde rápidamente el foco y
se distrae fácilmente)
E. A menudo tiene dificultades para organizar tareas y actividades (por ejemplo: dificultad
para realizar las tareas una tras otra, de manera secuencial; dificultad para mantener los
materiales y objetos en orden; los trabajos están desordenados y poco organizados; mala
gestión del tiempo; no cumple los plazos)
La importancia de
un diagnóstico precoz 4
Tanto en niños, adolescentes y en adultos, el personas que le rodean, por lo que suelen ser
diagnóstico del TDAH se basa en la identifi- mal sobrellevadas por el profesorado, compa-
cación de los síntomas y signos clínicos que ñeros/as y por sus propios padres y madres y
lo caracterizan, sin que exista ninguna prueba hermanos/as, repercutiendo en las relaciones
complementaria que pueda sustituir a la valo- sociales entre éstos y el/la niño/a hiperactivo/
ración clínica, si bien el uso de cuestionarios a. Todas estas circunstancias, sin duda, con-
y pruebas neuropsicológicos pueden ayudar tribuyen a que estos/as niños/as sean objeto
en el screening, apoyar el diagnóstico, o valo- de una alta demanda de consulta por progeni-
rar la evolución y la respuesta al tratamiento tores y educadores durante el período escolar
(Benito, 2008). El Cuestionario de conducta de y a que la mayor parte de las investigaciones
CONNERS para profesores y Padres o el Adult y estudios epidemiológicos con niños/as hi-
ADHD Self-Report Scale Symptom Checklist peractivos/as se hayan hecho con niños/as de
(Kessler, et al. 2005) (ASRS-v1.1) son instru- edad escolar (González, 1996).
mentos útiles para la detección de pacientes
que sufren TDAH (véase anexo). Ahora bien, el hecho de que la sintomato-
logía de la hiperactividad se manifieste con
El padre y la madre o profesor/a que tenga mayor intensidad y claridad en el inicio de la
un TDAH en casa o clase, respectivamente, se escolarización, no supone que el trastorno no
encuentra frente a un/a niño/a que infringe exista antes o no pueda diagnosticarse más
constantemente las normas escolares, moles- precozmente durante los años preescolares.
ta a los/as demás niños/as, no atiende a las Lo que ocurre es que un patrón de conducta
tareas escolares, cambia continuamente de semejante al de la hiperactividad en menores
actividad y de sitio y, en definitiva, ante un de seis años, se puede considerar “normal” ya
niño/adolescente cuyo comportamiento tie- que dichas conductas son propias de ese esta-
ne unas consecuencias muy negativas sobre dio del desarrollo, tendiendo a evolucionar y
su rendimiento escolar, en cuanto que no es desaparecer en edades posteriores (Campbell,
capaz de llevar a cabo actividades que requie- 1985), pero no así los que padecen TDAH. Esta
ran un mínimo de atención y organización. semejanza entre las conductas de hiperactivi-
Por otra parte, estas conductas son altamente dad y las conductas propias de edades prees-
disruptivas del orden en el aula y en su pro- colares, ha contribuido a que la hiperactividad
pio hogar, resultando muy estresantes para las como trastorno haya pasado desapercibida
28 / Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) Manuel Isorna Folgar

en el/la niño/a pequeño/a y solamente se la en diferentes ámbitos. La tercera cuestión es si


haya considerado como problemática cuando hay otra patología que justifique el cuadro clí-
sus consecuencias han estado asociadas con nico mejor que el TDAH. Su contestación lleva
problemas de “fracaso escolar” y/o otras con- directamente a la última pregunta: Para los su-
ductas disruptivas tanto en el aula como fue- jetos que cumplen los criterios diagnósticos de
ra de ella. En este sentido, es muy frecuente TDAH, ¿hay alguna evidencia de que existan
comprobar que muchos padres, aunque reco- condiciones comórbidas?
nocen que sus hijos han sido extremadamente
activos y mostraban una considerable falta de Para poder realizar un diagnóstico de
atención desde edades muy tempranas, no los TDAH es fundamental saber qué síntomas
han remitido para tratamiento hasta que en- son propios del trastorno y cuáles son de-
tran en la escuela debido, en parte, a que el bidos a otra patología comórbida sobre todo
problema se ha hecho más evidente y sobre en adolescentes y adultos (Biederman y Fa-
todo porque el fracaso escolar que conlleva, raone, 2005). Si podemos responder a estas
ocupa un lugar preferente entre las preocu- cuatro cuestiones planteadas se podrá reali-
paciones de los padres y madres en nuestra zar un diagnóstico de TDAH con una elevada
sociedad actual (González, 1996). sensibilidad y especificidad.

En el proceso diagnóstico y en el se-


4.1 EL DIAGNÓSTICO guimiento de la evolución, debe emplearse
información aportada por el colegio inclu-
Es fundamentalmente clínico y no se dispone yendo un Test de Conners como también es
de pruebas diagnósticas específicas, pese al útil el empleo de encuestas para los padres.
conocimiento creciente de sus bases biológi- Los exámenes complementarios, cuando
cas. Las pruebas de neuroimagen aportan co- proceden, incluyen: Un psicodiagnóstico (del
nocimientos importantes pero no tienen aún área emocional y/o de las funciones neurop-
validez diagnóstica. La realización de baterías sicológicas), electroencefalograma, pruebas
neuropsicológicas y psicométricas puede ser tiroideas, audiometría, evaluación de agude-
un apoyo importante al diagnóstico clínico za visual.
(Rossi, 2009; Navarro y Meléndez, 2010).
La evaluación de los adultos con sínto-
Tal y como recoge Ramos et al. (2006) y mas de TDAH requiere un esfuerzo por inte-
siguiendo las recomendaciones de Murphy y grar todos los datos clínicos disponibles que
Gordon (1998), para realizar una evaluación ayudarán en la realización del diagnóstico.
del TDAH, se tendrían que contestar cuatro Un protocolo estandarizado debería incluir
preguntas relevantes. La primera evalúa si una historia clínica completa del paciente,
existen evidencias acerca de la relación entre cuestionarios autoadministrados de sínto-
los síntomas de TDAH en la infancia y un de- mas, rendimiento neuropsicológico y eva-
terioro posterior significativo y crónico en di- luación de comorbilidad psicopatológica.
ferentes ámbitos. La segunda cuestión aporta En la tabla 3 se detallan los instrumentos
información respecto a si existe, de forma creí- de evaluación que están traducidos y/o va-
ble, una relación entre los síntomas de TDAH lidados en español (Rodríguez et al., 2001;
actuales y un deterioro sustancial y consistente Ramos et al., 2006).
Modelos explicativos 5
Existe hoy un importante cuerpo de co- inalcanzable debido a la complejidad de las
nocimiento proveniente de estudios epide- disciplinas, las metodologías involucradas y
miológicos, clínicos, de genética molecular, las dificultades en la interpretación de los re-
neuropsicología, neurociencias cognitivas, sultados de las investigaciones. Por lo tanto
neuroimagenología, neurofarmacología, la revisión que presentamos a continuación
que fundamenta las alteraciones neurobio- no pretende ser exhaustiva, sino ofrecer una
lógicas de una o varias redes que resultan visión actualizada y sobre todo que muestre
en las manifestaciones de TDAH. La inte- las diferentes perspectivas.
gración de este cuerpo de información para
generar modelos coherentes ha sido, y será
en los próximos años, un arduo y comple- 5.1. MODELOS QUE RELACIONAN LA
jo trabajo que demanda la integración de ATENCIÓN, FUNCIONES EJECUTIVAS Y
científicos básicos y clínicos. El TDAH es TDAH
una condición de alta heredabilidad y exis-
ten varios genes implicados en su etiología. Hace muchos años que la atención se ha
Los estudios neuropsicológicos muestran a considerado una función independiente e,
menudo disfunción ejecutiva, sugiriéndo- incluso, una función psicológica superior.
se alteraciones en el funcionamiento de la Previamente existía dificultad en separarla
corteza prefrontal (CPF) y sus conexiones de otras funciones, en especial de las percep-
con el cuerpo estriado (striatum) y cerebelo. ciones. Al considerar que tanto la atención
La CPF ha sido una de las regiones que ha como la memoria son propiedades de los
concitado mayor interés por ser crítica para sistemas funcionales, revive aquel concepto
la regulación de las emociones, el compor- previo. De esta manera, considera que los fi-
tamiento y la atención. Igual importancia nes de la atención son:
ha tenido el estudio de los sistemas dopa- 1) La percepción precisa de los objetos y la
minérgico y noradrenérgico, blancos de los ejecución precisa de acciones particula-
tratamientos farmacológicos (López, Rodillo res, especialmente si hay otros objetos o
y Kleinsteuber, 2008). acciones disponibles;
2) Aumentar la velocidad de las percepciones
Revisar toda la información disponible ac- y acciones para preparar el sistema que
tualmente en TDAH, representa un reto casi las procesa;
36 / Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) Manuel Isorna Folgar

3) Sostener la atención en la percepción o rentes componentes de los diversos autores,


acción todo el tiempo que sea necesario. tendríamos según recoge Pistoia et al. (2004):
• Noción de arousal: se caracteriza en
Sin embargo, no podemos hablar de la preparar al sujeto psicológicamente para
atención, sino de las atenciones, y procurar percibir el estímulo del ambiente (estado
que todas ellas entren en la definición acep- de alerta).
tada. Por lo tanto, lo primero es saber qué • Respuesta de orientación (voluntaria
se considera “atención”. Luria (1984b) afir- o involuntaria): sería un precursor de la
ma que la atención es el factor responsable noción de sostenimiento de la atención,
de extraer los elementos esenciales para la permitiendo sostener la vigilancia para
actividad mental, el proceso que mantiene un eficiente procesamiento de la infor-
una estrecha vigilancia sobre el curso pre- mación.
ciso y organizado de la actividad mental. De • Atención selectiva: otro componente de
esta manera, se jerarquizan la selectividad y la atención que conlleva la inhibición de
la permanencia. Por otro lado, William Ja- estímulos irrelevantes.
mes destaca la selectividad al decir que es • Atención adaptativa: posibilita los cam-
la toma de posesión por la mente en forma bios adaptativos de la función de aten-
clara y vívida de uno entre varios objetos o ción con relación al contexto.
pensamientos que pueden aparecer simultá-
neamente (Rebollo y Montiel, 2006). La corteza prefrontal (véase figura 1) es
No existe una definición sobre el concepto esencial para el desempeño de la Función
de atención. Si pudiéramos describir los dife- ejecutiva que consiste en una serie de ope-

Figura 1. Anatomía de las tres redes atencionales: alerta, orientación y ejecutiva. Modificado de Posner y Rothbart
2007. Extraído de Alelú (2008).
Aspectos evolutivos 6
6.1. NIÑOS/AS HIPERACTIVOS/AS La gran mayoría de estos niños/as tienen
VERSUS INQUIETOS/AS dificultades en la interacción con sus com-
pañeros/as, tanto si presentan problemas de
Los/as menores hiperactivos/as, emocional- conducta como si sólo muestran una sintoma-
mente se muestran con un desarrollo más in- tología hiperactiva. Suelen ser rechazados por
maduro que sus compañeros/as de edad. Se sus compañeros a pesar de que pueden ser muy
desmoralizan con facilidad, cambian frecuen- sociables. Digamos que no son capaces de pre-
temente de estado de ánimo, no toleran la frus- decir las consecuencias sociales de sus conduc-
tración, les cuesta aceptar sus errores y culpan tas. Les interesa la satisfacción inmediata, no
con frecuencia a los demás, les cuesta ponerse pueden pensar en que las consecuencias de sus
en el lugar del otro y tener en cuenta sus de- acciones les pueden limitar sus relaciones so-
seos y sentimientos, se muestran tercos y mal- ciales futuras. Los/as niños/as con TDAH sufren
humorados con frecuencia y parecen tener una más accidentes como peatones o conductores
autoestima muy baja o falsamente inflada. de bicicleta. La gravedad de los accidentes es
mayor en niños/as con TDAH que en un grupo
Los/as niños/as hiperactivos/as con dé- control (Artigas, 2006).
ficit de atención suelen ser descritos por sus
familiares y educadores como menores que se El ingreso en unidades de urgencias o en
comportan de forma infantil, inestable y con hospitales es sensiblemente mayor en niños/
frecuentes cambios de humor: “lento”, “olvida- as con TDAH que en niños/as sin TDAH (81%
dizo”, “soñoliento”, “apático”, “con tendencia por 74% y 26% por 18% respectivamente).
a soñar despierto”, “perdido en sus pensa- En el aspecto económico cabe destacar que el
mientos’, “desmotivado”, “en las nubes”, “con- coste sanitario de los/as niños/as con TDAH
fundido”, etc. Tras la desobediencia de éstos, es más del doble que los/as que no presentan
muchas veces, se esconde el deseo de llamar la TDAH (Leibson et al., 2001).
atención en los adultos, aunque sea a costa de
un castigo o una regañina. Saber entender este Un estudio de Barkley muestra que el 56%
aspecto e identificar los signos neurológicos de niños/as con TDAH requiere ayuda especial
leves (NSS) resulta de vital importancia para en la escuela; que el 30% repite por lo me-
conseguir cambios en la conducta del menor nos un curso y que entre el 30-40% requiere
hiperactivo/a (Patankar et al. 2012). programas de educación especial. Además, el
60 / Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) Manuel Isorna Folgar

46% ha sufrido expulsiones escolares, en tan- propias acciones. Estas conductas, a las que
to que el 10-35% debe abandonar definitiva- nos hemos referido: dificultades de atención,
mente la escuela (Barkley et al., 1990). actividad motora excesiva e impulsividad o
falta de autocontrol, nos permiten identificar
el problema y, sobre todo, diferenciarlo de
6.2. LA FORMA DE PRESENTACIÓN DEL comportamientos infantiles en los que única-
TDAH EN UN/A NIÑO/A mente hay una sobreactividad o una exube-
rancia motora que, aunque sobrepase la de los
Debemos preocuparnos y prestar especial in- otros/as niños/as de su edad, no constituye un
terés cuando el/la niño/a no cumple los pará- criterio suficiente para que hablemos de un
metros esperados del desarrollo: construcción trastorno de hiperactividad. En este sentido,
de frases antes de los dos años, inicio de la sólo podemos considerar hiperactivo al que,
lectura en primer curso de primaria, contacto además de manifestar una “actividad motora
e interacción social en la guardería como los excesiva” en relación con la edad y el contex-
demás niños/as, interés por el entorno, reci- to en el que se lleva a cabo, presenta “défi-
procidad con la madre, capacidad para com- cits atencionales” importantes que dificultan
partir un foco de interés, conducta adaptada la realización de tareas que exigen centrar y
al entorno. Ante un problema del neurodesa- mantener la atención y su comportamiento es
rrollo, los primeros en detectarlo y preocupar- “impulsivo”, actuando de manera distraída y
se son los padres (habitualmente las madres). sin autocontrol de las propias acciones. Todas
estas conductas, junto con otros síntomas me-
Entonces surgen preguntas, preguntas y nos específicos que suelen acompañar al “sín-
preguntas que no hallan una respuesta con- drome hiperactivo”, le impiden hacer frente a
vincente. La respuesta suele ser: “ya andará”, las exigencias que le plantea el entorno esco-
“es un vago”, “no te preocupes, ya madura- lar, tanto a nivel de interacción con los demás
rá”, “todos los niños son distintos”, “te lo como en la realización de las diversas tareas
miras demasiado”, “está muy mimado”, “tie- escolares (González, 1996).
ne celos”, “no quiere hablar”, “tiene mucho
carácter”, etc. Las consecuencias de los patrones de con-
ducta incluidos en el TDAH son muy nega-
La manifestación de este trastorno pre- tivas para los/as niños/as que lo padecen,
ferentemente en la etapa de escolarización ya que si no se trata correctamente puede
infantil, se debe en gran medida a que los producir una disminución del rendimiento
síntomas que constituyen el “núcleo” del académico y fracaso escolar a medio o largo
problema: dificultades de atención, actividad plazo. Además, se ve afectado el desarrollo
motora excesiva e impulsividad o falta de au- social y emocional debido a los problemas
tocontrol, se hacen más evidentes en el inicio con sus compañeros, familiares, etc., causa-
de esta etapa en la que se le exige al niño dos por su impulsividad o excesiva actividad,
de manera sistemática mantener la atención lo que puede desembocar en otros problemas
hacia actividades y tareas escolares, perma- posteriores como depresión, comportamien-
necer quieto y sentado durante un tiempo y tos negativistas, problemas de conducta,
asumir cierto control sobre su conducta, res- abuso de sustancias o problemas laborales
ponsabilizándose de las consecuencias de sus (Miranda et al., 2005).
7
Falta de respuesta profesional.
La necesidad de una formación e
intervención multicomponente

La formación sobre el TDAH que se imparte to desolador. Sólo en los últimos años se han
en nuestras universidades es precaria, efímera visto proliferar en nuestro país jornadas, cursos
y mal orientada. En los programas MIR/PIR y simposios orientados hacia este tipo de pato-
apenas se examina esta patología. En la ma- logía. En los congresos de psiquiatría infanto-
yoría de protocolos de seguimiento del niño/a juvenil y neuropediatría están adquiriendo un
sano/a ni siquiera aparece. Entre los psiquia- peso los problemas de aprendizaje y conducta
tras infantiles ni siquiera existe un consenso contemplados desde una vertiente neurobioló-
sobre la validez de tal diagnóstico. Los neu- gica. Están apareciendo nuevas alternativas al
ropediatras, en su mayoría, han considerado tratamiento farmacológico que permiten una
durante muchos años el TDAH como una pa- mayor versatilidad al abordaje terapéutico. Los
tología menor, a la cual le han prestado poco medios de comunicación, aunque tímidamente,
interés. Muchos psicólogos tienden a explicar y con cierta desorientación, reflejan la existen-
los trastornos del neurodesarrollo (TDAH, au- cia del problema. Por todo ello no cabe ninguna
tismo, tics, ansiedad, etc.) como problemas duda de que en los próximos años el conoci-
derivados de una pésima educación por parte miento del TDAH irá penetrando en los esta-
de sus progenitores “mala educación/crian- mentos que le corresponden (Artigas, 2006).
za”, o traumas infantiles. La casi totalidad del
profesorado de infantil/primaria y mucho me- Pero ciertamente la descoordinación entre
nos los/as licenciados/as (en física, filología, profesionales es manifiesta, las investigaciones
matemáticas, etc.) que luego impartirán do- que estudiaron las creencias de los psicólogos
cencia en la Educación Secundaria Obligato- sobre este trastorno han señalado que lo con-
ria (ESO) no han recibido ninguna formación sideraban una enfermedad con un alto compo-
ni información sobre el TDAH, siendo escasa nente psicosocial, susceptible de ser modificada
la formación que reciben los propios psico- con medidas ambientales (Victoria et al., 2011).
pedagogos, que al fin y al cabo, llevarán las En este sentido, cabe señalar que sólo el 44.1%
riendas de estos casos a nivel escolar. de los profesores expresaron que el tratamien-
to ideal es el combinado y 55.6% señalaron
Son pocos los hospitales que están dota- que los medicamentos sirven como apoyo al
dos de unidades específicamente orientadas a tratamiento psicológico o pedagógico. Lo an-
los problemas neurocognitivos. El panorama, terior sugiere una falta de información sobre
contemplado en su globalidad, resulta por tan- el sustrato neurobiológico de este trastorno y
66 / Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) Manuel Isorna Folgar

la necesidad del tratamiento farmacológico, las mismas estructuras, hacen que el proceso
como se ha visto en otros países (Al-Sharba- de construcción cognitiva quede incomple-
ti, et al., 2012; Lien, et al., 2007). Además de to. Podemos imaginarnos estas estructuras
esto, es importante hacer notar que aunque la como tres engranajes, conectados entre sí.
mayor parte de los profesores encuestados se Los alumnos pasarían como en una correa
consideraban capaces de manejar a un niño/a de transmisión de uno a otro engranaje.
con TDAH en el aula, pocos consideraban la
posibilidad de incluir un manejo conjunto con
los padres y profesionales de la salud, lo que
también apunta a la necesidad de formar a los SISTEMA
DE SALUD
profesores acerca de su papel dentro de un es-
quema de manejo multimodal.

Tal y como sugieren Palacios et al., (2013) en SISTEMA


sus conclusiones en un estudio con profesores de FAMILIAR
niños y adolescentes en tres países latinoameri-
canos (México, República Dominicana y Bolivia) SISTEMA
es recomendable mejorar la comunicación entre ESCOLAR
los profesionales de la salud y los maestros, ya
que estos últimos identificaron al TDAH como
una enfermedad, aunque no claramente su com-
ponente neurobiológico y por consiguiente la no Son muchos los relatos de madres/padres
necesidad de un tratamiento farmacológico. Por que descubren en “propia carne” como este en-
lo tanto creemos que estas recomendaciones granaje no funciona en multitud de ocasiones.
deben ser tomadas en cuenta también en Espa- La vida de un niño/a con TDAH está llena de
ña en el momento de diseñar los programas de frustraciones. Siente que hace todo mal: o llega
formación del profesorado, profesionales de la tarde a clase, o ha hecho tres ejercicios que no
psicoeducación y atención al TDAH. eran los que debía, o no puede controlar la emo-
ción que trae del partido de fútbol y empuja en
Solo si conseguimos coordinar, que se po- la fila, o cree que va a tener un ocho pero saca
tencien y que funcionen sincronizadamente un tres, o molesta, o se entromete, o se equivoca,
las tres estructuras que forman parte de la o se anticipa, o pisa todos los charcos sin con-
educación del niño/a con TDAH de tal ma- trol, sin querer y sin medir las consecuencias.
nera que cada una hace una parte del traba- Es muy común escuchar testimonios de madres/
jo educativo en cadena. En el caso español, padres con hijos con TDAH indicando que “Mi
por el contrario, no se coordinan, estas tres hijo/a se ha pasado su vida en los pasillos. Los
estructuras están desincronizadas, y en oca- compañeros se metían con él/ella, también los
siones se bloquean entre ellas. A lo largo del otros padres, y los profesores lo/a castigaban sin
día los alumnos/as con TDAH pasan de una recreo y sin excursiones. Cambiar de colegio en
de estas estructuras a las otras. En cada una varias ocasiones, y lo único que buscan era que
de estas estructuras deben llevarse a térmi- alguien advirtiera que su hijo/a no era un ca-
no parte de determinadas funciones que, si fre ni un maleducado. Sólo buscan un poco de
por alguna razón no se producen dentro de comprensión para un niño/a con dificultades”.
8
El/la niño/niña hiperactivo/a y las
polémicas en torno al diagnóstico
y tratamiento del TDAH

El diagnóstico del TDAH parte del modelo Este trastorno es el más frecuentemente
fisiopatológico (predominante en los EE.UU.) diagnosticado en niños/as en edad escolar
que postula que la falta de atención, la im- (Miranda et al., 2006), por lo que se estima
pulsividad y la hiperactividad constituyen que entre un 3 y un 7% de éstos podrían
una enfermedad. Ahora bien, el concepto diagnosticarse como hiperactivos y que el
del trastorno es substancialmente distinto si trastorno se da más en niños que en niñas,
se considera según el modelo psicopatológi- con una razón que oscila entre 2:1 y 9:1
co, que contempla el funcionamiento psíqui- (Root y Resnick, 2003). La falta de acuerdo
co y neurofisiológico como una estructura en la terminología con que distintos autores
(un todo organizado), en el que tanto una se refieren a la hiperactividad es reflejo de las
alteración orgánica como un conflicto psí- discrepancias existentes entre los especialis-
quico provocan un reajuste general del cere- tas acerca del concepto, su origen y sus más
bro para mantener en lo posible la unidad y importantes manifestaciones. Así, mientras
la cohesión del organismo, su adaptación y que la CIE-10 considera síntomas básicos el
su reproducción (León, 2008). déficit de atención, la hiperactividad y la im-
pulsividad, el DSM-IV plantea la posibilidad
En los últimos años, diversas investiga- de diagnosticar un TDAH con predominio del
ciones destacan la importancia de diversos déficit de atención y un TDAH con predo-
factores relacionados en la aparición del minio hiperactivo/impulsivo (Miranda et al.,
TDAH en la infancia, especialmente las al- 2005). En esta línea, algunos instrumentos
teraciones de la dinámica familiar, ya sea miden la hiperactividad atendiendo a la im-
por enfermedad o ausencia de los padres, o pulsividad e hiperactividad como elementos
por los cambios sociales y culturales que no más destacados, mientras que los problemas
ayudan a sostener el deseo de maternidad ni de atención se miden mediante escalas di-
protegen la relación madre-bebé. Hoy día, ferenciadas, como es el caso del Sistema de
muchos progenitores se encuentran insegu- Evaluación de la Conducta de Niños y Ado-
ros con respecto a su papel en la crianza de lescentes (BASC), donde se define la hiperac-
los/as hijos/as y con frecuencia no consiguen tividad como “tendencia a ser excesivamente
sostener la vida emocional del bebé, dar cal- activo, a ejecutar precipitadamente los tra-
ma y sentido a sus expresiones de malestar bajos y actividades y a actuar sin pensar”
(Manzano, 2007; Sammartino, 2007). (Reynold y Kamphaus, 2004).
68 / Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) Manuel Isorna Folgar

Las consecuencias de los patrones de con- 1. Los que piensan y trabajan mediante la
ducta incluidos en el TDAH son muy nega- aplicación de medidas biológicas priori-
tivas para los/as niños/as que lo padecen, tariamente el uso de estimulantes del Sis-
ya que si no se trata correctamente puede tema Nervioso Central (ICSI, 2005; Reiff y
producir una disminución del rendimiento Tippins, 2004).
académico y fracaso escolar a medio o largo 2. Los que consideran que hay que aplicar
plazo. Además, se ve afectado el desarrollo fundamentalmente medidas psicológicas
social y emocional del niño/a debido a los en el ámbito del niño/a, de la familia y/o
problemas con sus compañeros/as, familia- de ambos (Lasa, 2001).
res, etc., causados por su impulsividad o ex-
cesiva actividad, lo que puede desembocar en Las guías clínicas disponibles plantean
otros problemas posteriores como depresión, cuatro alternativas diferenciadas, que se po-
comportamientos negativistas, problemas de drían clasificar en cuatro grandes grupos (Ti-
conducta, abuso de sustancias o problemas zón, 2006):
laborales (Miranda et al., 2005). a) Tratamiento farmacológico único de entra-
da para la mayoría de estos/as niños/as.
Como en todos los temas de salud men- b) Tratamiento multimodal desde el inicio:
tal controvertidos, también en este hay una combinación de medidas farmacológicas,
gran disparidad sobre los factores de riesgo psicológicas y psicosociales.
que pueden estar implicados en su etiología. c) Soporte psicopedagógico y psicosocial (fa-
En general, se aglutinan en los siguientes miliar o individual) y tratamiento farma-
(Tizón, 2006): cológico en segunda instancia.
a) Familiares y Genéticos: hasta un 80% tie- d) Intervenciones psicológicas, psicopedagó-
nen, al menos, un familiar de primer grado gicas y psicosociales (individuales y fami-
con esta sintomatología; liares) recurriendo a los estimulantes del
b) Pre y Perinatales: maternidad a edad SNC sólo en excepciones extremas.
temprana, mala salud materna durante
el embarazo, eclampsia, exposición fetal Si nos basamos en los datos de publi-
in útero a tóxicos como el plomo, el ta- caciones y estudios realizados es evidente
baco, el alcohol, la cocaína o la heroína, que los dos primeros modelos son los más
deficiencias nutricionales, prematuridad seguidos y con mayor apoyo (Jensen y Co-
extrema, hidrocefalia, y hemorragias in- oper, 2002; Reiff y Tippins, 2004). Esto vie-
terventriculares. ne a significar, en la práctica, que cada vez
c) Ambientales: dinámica familiar altera- se realiza un mayor número de tratamien-
da, dificultades en la familia como siste- tos farmacológicos como principal fuente
ma, dificultades en el medio escolar o de de “curación”. Sin embargo, tanto en los
amistades y relaciones. países mediterráneos como en Estados uni-
dos, cada vez son más los profesionales que
Como era de esperar, estas diferentes cau- se resisten a esta “ola biológica” y apoyan
sas etiológicas generan discrepancias entre como principal soporte el psicopedagógico
los profesionales en cuanto al tratamiento y psicosocial seguido del tratamiento far-
más eficaz. Así nos encontramos con dos macológico como segunda opción o como
tendencias terapéuticas diferentes: complemento (Tizón, 2006).
TDAH y comorbilidad 9
El TDAH se complica no sólo por la varie- tratamientos similares, aunque podrían tener
dad de alteraciones cognitivas y de conducta diferentes etiologías, factores de riesgo y re-
presentes sino también por la llamada co- sultados. También de forma muy frecuente
morbilidad; o sea, la concurrencia de otros es comórbido, con una amplia variedad de
diagnósticos psiquiátricos que se presenta en otros trastornos psiquiátricos, muchos de los
la mayoría de los sujetos en más del 50% de cuales serían parte del mismo espectro (Szer-
los afectados (Jensen, 1997; Szerman, 2008). man, 2008).
La presencia de trastornos comórbidos debe
explorarse sistemáticamente. Los más comu- Como podemos anticipar, se trata de un
nes en adolescentes y adultos son trastornos reto profesional realizar un buen diagnóstico
afectivos bipolares, trastornos por ansiedad, diferencial ya que muchos cuadros psicopa-
patología dual (con conductas adictivas), tológicos presentan síntomas de hiperactivi-
trastornos de aprendizaje, trastornos de con- dad, problemas de atención e impulsividad
ducta (antisocial) y trastorno límite de la per- o, desde una perspectiva cognitivista, alte-
sonalidad. La comorbilidad en este trastorno raciones en la función ejecutiva. El riesgo de
dificulta el diagnóstico, ya que los síntomas un diagnóstico erróneo es aún mayor cuando
del trastorno comórbido se solapan y enmas- abordamos esta tarea desde una compren-
caran al propio TDAH. El pronóstico empeo- sión de la clínica basada en la objetivación
ra ya que el TDAH tiende a cronificarse y su de conductas, verificación de criterios y una
tratamiento es más complejo. evaluación transversal que puede producir
una visión fragmentada de lo que le pasa
Diversas explicaciones han sido formula- al niño/a y dejar fuera del proceso síntomas
das en este sentido; Biederman (1992) plan- que pueden ser claves (Álvarez, 2008).
tea que el trastorno podría ser un nombre
para “un grupo de condiciones con diferen- Otra forma de plantear este desafío es
tes etiologías y factores de riesgo, con dife- como lo hace Brown (2006): “En lugar de
rentes resultados, antes que una homogénea considerar que el TDAH es solo un trastorno
entidad clínica”; se podría decir que TDAH independiente de los demás, este síndrome
es un espectro de diferentes alteraciones en podría considerarse un grupo de deterioros
la función cognitiva ejecutiva, que a menu- que se cruzan con otras categorías diagnós-
do aparecen juntas y a menudo responden a ticas… Dicho de otro modo, las funciones
76 / Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) Manuel Isorna Folgar

ejecutivas son básicas y esenciales para el • Depresión y otros trastornos afectivos: Problemas
funcionamiento integrado de muchas activi- de afectividad
dades de la mente, en consecuencia, los suje- • Consumo de drogas
tos que tienen una debilidad en el desarrollo
de sus funciones ejecutivas son, probable- • Trastornos del desarrollo de la coordinación
mente, más vulnerables a muchos otros tipos • Trastornos del lenguaje y de la comunicación.
Problemas para el aprendizaje: fracaso escolar: Dis-
de deterioros psiquiátricos, igual que cual-
lexia, Discalculia y Disgrafía
quier otra persona que tenga los huesos débi- • Síndrome de Tourette / Trastorno obsesivo com-
les es más vulnerable a las fracturas y que un
pulsivo
sujeto con un sistema inmunitario debilitado
• Trastornos de la conducta
es más vulnerable a sufrir una ampliada va-
riedad de infecciones” (pág. 237 -238). • Trastornos de ansiedad
• Problemas para la conducción de vehículos
Sólo algunos trastornos comórbidos se
• Retraso mental
ven durante la infancia. Éstos pueden ser
los de menos repercusión sobre la vida del • Trastorno de Asperger
propio paciente, sobre la familia y sobre la • Trastornos generalizados del desarrollo
sociedad. La comorbididad más trascenden- • Síndrome de Tourette / Trastorno obsesivo com-
te y de efectos más dañinos, tanto para los pulsivo
pacientes como para el entorno, son los que • Trastornos de la conducta
tienen lugar o los que persisten en la adoles-
• Impulsividad/Agresividad: Actitud oposicional
cencia y en la edad adulta (Pascual, 2002).
desafiante

Tabla 7. Trastornos que muestran comorbilidad con el


9.1. DEPRESIÓN Y OTROS TRASTOR- TDAH (adaptado de Artigas, 2003).
NOS AFECTIVOS: PROBLEMAS DE
AFECTIVIDAD nos/as, sin asumir ninguna responsabilidad
en los cuidados de los más pequeños (ellos
Una característica común a los sujetos con siempre asumen el papel del más pequeño
TDAH es su egocentrismo. Ello queda expre- y reclaman todos los mimos y atenciones).
sado desde las primeras edades hasta los últi- Cuando no tienen hermanos/as, su compor-
mos años de vida. Desde los primeros años de tamiento es interpretado como “síndrome del
vida, estos/as niños/as comienzan a manifes- hijo único”. El hecho real es que se comportan
tar su egocentrismo y sus deseos de tener a igual cuando son dos, tres o más hermanos/
todo el mundo a su servicio y a sus órdenes. as: ellos precisan todas las atenciones y los
Es muy típico de estos/as niños/as el tener demás “no existen”. Siempre intentan sacar
al padre y a la madre pendientes de él/ella el mayor provecho y poner el menor esfuerzo
cuando le dan la comida con frases que se en cualquier faceta que emprendan o en el
repiten alternativamente en forma de “aho- entorno familiar; casi siempre lo consiguen,
ra quiero que me lo dé mamá” para pasar a y nunca están contentos porque estiman
decir, al instante, “ahora quiero que me lo dé que deberían haber obtenido más, es decir,
papá”. Desde los primeros años muestran in- todo el afecto, atenciones, obsequios, benefi-
diferencia o grandes celos hacia sus herma- cios económicos, etc. Dado que el problema
El estilo de crianza parental y
su relación con la hiperactividad 10
En lo referente a su etiología, un cuarto de • Muerte de un familiar o amigo muy querido.
los/as niños/as diagnosticados con hiperac- • Madre con trastorno mental.
tividad tienen también progenitores con el • Familia numerosa.
mismo diagnóstico, lo que sugiere un fuerte • Padre alcohólico, drogadicto, delincuente o en
componente genético (Barkley, 1998), aunque paro.
• Peleas de los padres.
algunos estudios sitúan la causa de los proble- • Clase social baja con ambiente poco afectuoso.
mas infantiles en la influencia que ejercen so- • Vivir en un barrio conflictivo.
bre el estilo educativo parental los problemas • Vivir fuera del hogar y sin afecto.
psiquiátricos de los progenitores (Vostanis et • Cambio brusco de mejor a peor nivel económico
al., 2006). También el contacto o consumo de y social.
determinadas sustancias o alimentos pueden
suponer factores de riesgo para la aparición Tabla 8. Factores familiares y ambientales que origi-
nan un cuadro similar al TDAH (Pascual-Castroviejo,
en los/as hijos/as del TDAH (Biederman et al., 2008).
1995; Goldstein y Goldstein, 1998).
la posible sintomatología existente y con tanta
No obstante, deben tenerse en cuenta mayor probabilidad solicitarán la intervención
siempre los criterios diagnósticos mostrados del especialista. Esa tolerancia de los padres
en la Tabla 1 ya que hay circunstancias pun- está determinada, en parte, por su propio equi-
tuales que pueden desestabilizar emocional- librio emocional, es decir, por su “nivel de salud
mente a los individuos y manifestar signos mental”, nivel asociado a muchos otros facto-
(Tabla 8) que pueden recordar a los que tie- res, como por ejemplo al grado de conflictivi-
nen los sujetos con TDAH. dad conyugal. A mayor conflictividad, menor
tolerancia ante las características negativas (o
Ahora bien, debemos tener presente, tal y interpretadas así) del hijo/a (aunque los pro-
como recoge Toro (2006) que “La mayor parte blemas del hijo/a pueden influir en la conflicti-
de las consultas en psiquiatría infanto-juvenil vidad conyugal y en el equilibrio emocional de
están determinadas tanto por la gravedad del los padres, etc.).” (pag. 825-826).
trastorno como por la tolerancia de los padres
a los síntomas que manifiesta su hijo/a. En Los padres de hoy, al igual que sus hijos/
consecuencia, cuantos menos tolerantes sean as, están inmersos en una sociedad de ritmo
aquellos, tanto más fácilmente sobrevalorarán rápido, de la inmediatez, de lo instantáneo…
92 / Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) Manuel Isorna Folgar

de la hiperactividad. Vivimos en una socie- ducidas recientemente cuyo impacto sobre


dad en que las cosas que duran, que necesi- las familias constatamos son:
tan tiempo, aburren y cansan. Ser lento suele • Cambios sociales rápidos (igualdad de
ser sinónimo de torpe, improductivo e inútil. derechos constitucionalmente estableci-
Vivimos en una sociedad en la cual debemos dos, regulación voluntaria de la natalidad,
tener un calificativo para todo, en el que re- ley de divorcio e incorporación laboral de
sulta más fácil otorgar un calificativo cate- las mujeres) son los más relevantes que
górico (“tienes TDAH”) que preguntarnos las han dado lugar a una amplia variedad de
causas, los motivos, el por qué ocurren los familias en las que crecen niños. La in-
acontecimientos (¿Qué le pasará a este niño/ corporación de la mujer al mercado labo-
a? ¿Por qué se comportará así? Creemos im- ral y la igualdad ante la ley de hombres
portante dejar claro aquí y ahora algunas y mujeres modifica los antiguos patrones
cuestiones que, aunque sabidas, no está de- de funcionamiento del hogar. Se produce
más destacar en el siguiente apartado y que una nueva distribución de tiempo, poder y
pueden estar influyendo en más de un factor trabajo dentro de la familia que afecta es-
predisponente de niños/as con TDAH. pecialmente a las mujeres y que significa
generalmente una sobrecarga de trabajo
para ellas. La madre no tiene que dedicar-
10.1. CAMBIOS Y CARACTERÍSTICAS se exclusivamente al cuidado de los hijos/
DE NUESTRO CONTEXTO SOCIAL Y FA- as y del hogar. El padre puede además de
MILIAR generar recursos, implicarse muy activa-
mente en el cuidado y educación de los
Estamos en un período de transición en el hijos/as y en las tareas domésticas. Esta
que las pautas “de siempre” parece que no diversidad que caracteriza la tipología fa-
valen y las “de ahora” están haciéndose y miliar actual conlleva complejidad. Los
por consolidar. Se dan cambios en los pa- roles de la familia tradicional compuesta
trones (mandatos, normas, funciones de cada de padre, madre e hijo/a(s) se modifican
miembro, funciones del sistema) y cambios necesariamente, precisando una nueva
en los subsistemas conyugal y parental; los definición de la organización familiar y
sistemas educativos tradicionales tipo “auto- de las funciones y tareas de los adultos
ritario” son sustituidos en gran medida por responsables de la crianza. Incluso en las
el sobreprotector o negligente y además no familias con dos progenitores las funcio-
tenemos muy claro que significa, y mucho nes instrumentales a cargo del padre y
menos como se educa, en el asertivo/demo- las expresivas asumidas por las madres se
crático. Lo antiguo y lo nuevo conviven. modifican. Ambos adultos participan en
Vemos como los “antiguos padres” tratan de la provisión de bienes materiales y ambos
comprender o rechazan las novedades de la son soporte emocional y educadores de
sociedad actual conviviendo con los “nuevos los hijos/as. Este aspecto es de nuevo en-
padres” que se esfuerzan en actuar con nue- riquecedor y a la par exigente de una or-
vos modos de supervivencia. ganización no aprendida culturalmente.
• Cambios en la dimensión de las fami-
Tal y como recogen Rodríguez y Rípodas lias, reduciéndose el número de integran-
(2008) algunas de las transformaciones pro- tes y la red de familia extensa, a veces
11
Profesionales que intervienen
en el tratamiento del TDAH:
la multidisciplinariedad

El TDAH ha levantado un gran interés durante gias de evaluación e intervención y los “nue-
esta última década tanto entre los profesionales vos terapeutas” que diseñan y ponen a prueba
como en la opinión pública en general. Prueba nuevas estrategias tratando de dar respuesta a
de ello son el gran número de artículos, libros y las nuevas demandas que las familias con hijos
protocolos escritos sobre este tema durante este menores de edad plantean. A todo ello hay que
tiempo además de reportajes escritos en perió- añadir que en medicina, psicología y en gene-
dicos y revistas no científicas (Álvarez, 2008). ral en todas las ciencias existen una diversidad
El gran interés que el TDAH está despertando, de paradigmas existentes para explicar todos
como en otros casos que han estado en algún los procesos y en el caso del concepto “salud-
momento de actualidad, genera que tanto des- enfermedad” es todavía mayor.
de el campo profesional como desde la opinión
pública se sostengan posiciones muy diversas En España la atención a la infancia, la ado-
e incluso enfrentadas. Grupos de profesionales lescencia y la familia está a cargo de diversos
piensan que se está infra-diagnosticando mien- sectores: salud, educación, servicios sociales,
tras otros creen que hay un hiper-diagnóstico justicia,… y no existe una definición clara del
e incluso existen profesionales que niegan su papel de cada sector ni dentro de alguno de
existencia. los sectores, del rol de los diferentes profesio-
Desde la opinión pública no especializa- nales implicados en esta atención Todo esto
da, hay opiniones muy divergentes frente a conduce, en muchas ocasiones, a posiciones
este trastorno. Hay ciertos grupos de presión encontradas que dificultan la comunicación
como son los familiares de niños/as afecta- entre los diversos profesionales de los dife-
dos por TDAH quienes piensan que hay un rentes sectores con sus diversas maneras de
desconocimiento de este problema y que los entender la salud y la enfermedad. Con ello se
recursos que se le dedican son insuficientes; crean situaciones de asimetría donde los ac-
otros grupos creen que los profesionales que tores no se escuchan, se desvalorizan mutua-
atienden a la infancia están psiquiatrizando, mente y la única posición valida es la propia,
psicologizando y medicalizando la vida de impidiendo un intercambio fructífero donde
los niños/as (Álvarez, 2008). los diversos profesionales y modelos de salud
se puedan complementar y enriquecer mutua-
No olvidemos que esto ocurre en un terreno mente para mejorar la atención de este sector
donde los defensores de las antiguas estrate- de la población (Álvarez, 2008).
98 / Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) Manuel Isorna Folgar

Los progenitores de los niños/as afecta- de problemas. En el caso de sospecha de co-


dos por el TDAH se encuentran, en muchas morbilidad o mínimas dudas diagnósticas, lo
ocasiones, perdidos sin saber que hacer entre cual ocurre en la mayoría de casos, se im-
las diversas opiniones de diferentes profesio- pone la necesidad de una valoración psico-
nales que pueden llegar a ser contrapuestas. métrica que debe incluir como mínimo: una
Esto plantea un reto: la coordinación multi- escala de inteligencia (WISC IV o K-ABC), un
disciplinar (intra e intersectorial). despistaje de trastornos del aprendizaje (dis-
lexia, discalculia, trastorno del aprendizaje
Todo lo descrito anteriormente nos lleva no verbal) y un despistaje de problemas psi-
a que la oferta asistencial para el TDAH es quiátricos comórbidos. Puesto que los cen-
muy diversa en función de la formación y el tros de asistencia básica no suelen disponer
interés que puedan tener por dicho problema de psicólogo, de forma precaria, se podría
las distintas unidades de psiquiatría infan- solventar esta deficiencia si se consigue una
til o neuropediatría. Esta situación compor- colaboración entre el pediatra y los equipos
ta muchas dificultades para establecer un escolares de orientación psicopedagógica.
protocolo asistencial que defina los flujos
que deberían regular la atención al TDAH, Por último nos parece interesante desta-
si bien es cierto que en la actualidad se han car que la información sobre el TDAH llega
dado pasos importantes en esta dirección. a los ciudadanos a través de los medios de
La necesidad del “tiempo” es evidente si se comunicación, siendo esencial, para que sea
toma en consideración la trascendencia de fidedigna que se estructure sobre un lengua-
un diagnóstico de TDAH. Un tiempo mínimo je preciso, exento de sesgos que más bien
para una primera visita con fines diagnósti- desinforman. En este debate cabe destacar
cos no debería ser inferior a una hora para el escaso número de publicaciones dedicadas
un profesional con experiencia en este tipo a los aspectos psicosociales y tratamientos

Figura 10. Ilustración de los flujos que describen el posible circuito asistencial para los niños con TDAH.
El tratamiento 12
La finalidad del tratamiento será mejorar los inducen a planteamientos especialmente con
síntomas del TDAH, reducir y eliminar sínto- el grupo de “TDAH + Problemas Académi-
mas asociados y mejorar las consecuencias cos”, que la validez de las intervenciones se
(aprendizaje, lenguaje, escritura, relación so- deben centrar sólo en la recuperación de los
cial, actitudes…). déficits académicos, pasando por alto que
son niños/as, adolescentes y adultos con una
En la actualidad, la literatura científica experiencia y bagaje personal, algunos de
habla de los beneficios asociados a los abor- muchos años, con experiencias personales de
dajes multimodales. El informe del National fracaso, decepción, frustración, indefensión,
Institute of Mental Health (NIMH) asigna a baja autoestima, etc. que no desaparecen con
los tratamientos combinados un papel esen- una “pastilla” (por muy maravillosa que sea),
cial. La experiencia clínica del TDAH muestra ni con una agenda escolar bien cubierta por
que la intervención multimodal ofrece resul-
tados favorables en la población afectada.
Este tipo de abordaje debe considerar, dentro tratamiento del
de sus objetivos generales, no sólo el aspec- TDAH
to farmacológico, sino también el contexto
psicosocial del niño/a y su familia desde un
modelo integral. Medicamentos que deben
conseguir tiempos de
Lo adecuado es una intervención de tipo atención sostenida
triangular consistente en medicamentos, que
deben conseguir tiempos de atención soste-
Programas de atención
nida, programas de atención a la familia e a la familia
intervenciones de tipo psicopedagógico.

Pero sin duda una de las mayores sorpre-


Intervenciones de tipo
sas que acabas descubriendo realizando la psicopedagógico
revisión bibliográfica para escribir este libro
es que prácticamente la totalidad de los artí-
culos hallados para la presente investigación Figura 11. Formas del tratamiento del TDAH.
102 / Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) Manuel Isorna Folgar

su parte. Creemos que la intervención psi- de participar e intervenir en las discusiones,


cológica con estos niños/as, adolescentes y juegos, o tareas que se realizan durante y en-
adultos debe contemplar “de forma comple- tre sesiones.
mentaria” un planteamiento cognitivo-con-
ductual para conseguir modificar y cambiar Pueden considerarse cuatro dimensiones
las posibles ideas y pensamientos irracionales diferenciadas para crear alianza terapéutica
que llegan a tener de si mismos/as. No debe- en la terapia familiar (Friedlander, Escudero
mos olvidar que estos sujetos han sufrido a y Heatherington, 2006; Escudero y Friedlan-
lo largo de su vida “fracaso tras fracaso”, es der, 2003):
decir, esperan éxitos que nunca (o casi nun- 1. Buena conexión emocional entre el tera-
ca) obtienen y, además, fracasan más que sus peuta y el niño/a y sus progenitores, lo
compañeros/as, lo que sin duda contribuye que en el caso de un niño/a implica que este
a una sensación de malestar personal y que, ha de sentir que al terapeuta le importa lo
tal y como sugiere Orjales (2012), aparecen que le pasa y que le interesa su persona más
en los sujetos con TDAH dos síntomas emo- allá del problema que se esté tratando.
cionales negativos: 2. Un sentido de seguridad en el sistema te-
• La baja Tolerancia a la frustración: rapéutico, lo que supone que un niño/a
Cualquier pequeño fracaso les solivianta, tiene que sentirse suficientemente seguro
cabrea, desborda y les “baja la moral”. en la terapia para explorar temas dolo-
• La baja tolerancia al esfuerzo: se resis- rosos y conflictos, sentir que su partici-
ten cada vez más a enfrentarse a tareas pación no le va a acarrear repercusiones
en las que perciben que no tendrán éxito negativas ni dentro ni fuera de la sesión;
inmediato/seguro. si un niño/a no se siente protegido por el
terapeuta se mostrará nervioso/a y ansio-
Por ello y antes de las medidas farmaco- so/a y difícilmente va a poder recibir y
lógicas y psicopedagógicas ofreceremos una asimilar nueva información.
visión de un tratamiento más sistémico, don- 3. Un sentido de compartir el propósito de
de la familia juega un papel determinante en “la terapia en la familia”, que se refle-
su “recuperación” psicológica. jará en que el niño/a esté convencido de
que la terapia es “para todos” y que todos
tienen un nivel e protagonismo y bene-
12.1. EL TRATAMIENTO SISTÉMICO: LA ficio, tanto en la definición de metas de
ALIANZA TERAPÉUTICA la terapia como en el proceso de trabajo;
el terapeuta ha de propiciar esta idea de
Cuando el/la niño/a, generalmente acompa- forma que los niños puedan ver que to-
ñado de su madre -y en menor número de dos los miembros de la familiar valoran
ocasiones de padres y/o ambos progenitores- su participación a pesar de que no sea un
, acude a un profesional ha de sentirse segu- adulto; la expresión más común de falta
ro y emocionalmente entendido. El propiciar de alianza entre los miembros de la fami-
una participación activa del niño/a con lia se da cuando los hijos son obligados
TDAH en la terapia requiere un esfuerzo y un (o se sienten presionados) a venir por los
trabajo inicial intenso para crear las condi- padres y no creen que tengan ningún pro-
ciones en las que un niño/a pueda ser capaz blema, o bien cuando los padres traen a
Padres/madres como co-terapeutas 13
13.1. UN HIJO/A, UN ALUMNO/A CON les reporta alguna recompensa (por ejemplo,
TDAH Y MOTIVACIÓN ESCOLAR aprobación social, notas o premios), o cuan-
do han evitado con ello castigos (Miranda et
Aunque en las últimas décadas se ha con- al., 2009).
ceptualizado el TDAH como un trastorno de
las funciones ejecutivas, autores como Ba- El estilo motivacional de los estudian-
naschewski et al., (2005), señalan que este tes con TDAH se ha definido también como
trastorno podría estar más relacionado con aversivo porque ante todo se preocupan por
anormalidades motivacionales, desorganiza- evitar el fracaso, más que por lograr el éxito.
ción motriz y descontrol temporal. El modelo Temen cometer errores por falta de seguri-
de Sonuga-Barke (2005) -expuesto anterior- dad en sí mismos y, en consecuencia, suelen
mente- ve en la motivación un aspecto esen- evitar tareas que supongan retos; tienden
cial para explicar y comprender el TDAH. a frustrarse excesivamente cuando come-
ten fallos y abandonan rápidamente ante el
Uno de los procesos que puede explicar la fracaso. En definitiva, adoptan un estilo de
disparidad entre conocimiento y comporta- respuesta típico de la indefensión tratando
miento que muestran los niños/as con TDAH a toda costa de terminar tan pronto como
es la motivación. En este sentido los estudios sea posible su exposición a experiencias es-
que se focalizan sobre el sistema de creen- tresantes o negativas (Hoza et al., 2001). Por
cias cognitivo-motivacional sugieren que tanto, una persona que es incapaz de enfren-
los niños/as con TDAH muestran un estilo tarse a la frustración, no estará preparada
motivacional extrínseco (Carlson, Mann y para manejar la tensión que comporta situa-
Alexander, 2000). En general son hijos/as- ciones relacionadas con el rendimiento y por
alumnos/as que dependen mucho más de ello intentará evitar el problema (Miranda et
los profesores para realizar sus actividades al., 2009).
académicas; tienden a emprender tareas más
cortas y más fáciles y sienten poca satisfac- Otro aspecto de la motivación que está
ción en aprender cosas nuevas y dominar- afectado negativamente en los hijos/as-estu-
las; no se alegran cuando hacen algo por el diantes con TDAH es el estilo atribucional,
simple placer de hacerlo, sino que les gusta esto es, la manera en la que interpretan los
el trabajo sólo cuando lo han terminado y resultados de sus actuaciones, ya sean estos
158 / Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) Manuel Isorna Folgar

resultados positivos o negativos. Los hallaz- tres grupos estudiados. Aunque ambas inves-
gos al respecto señalan que los niños/as y tigaciones son valiosas, sólo han estudiado un
adolescentes con TDAH suelen desperso- componente de la motivación, el estilo atri-
nalizar los éxitos, atribuyéndolos a causas bucional, obviando que la motivación es un
externas e incontrolables, como la suerte constructo complejo.
(Niederhofer, 2008). Es obvio que esta clase
de interpretaciones no ayudan precisamente Pero el hijo/a-alumno/a también está ro-
a potenciar el autoconcepto. Por el contrario, deado de sus respectivos padres y profesores,
justifican los fracasos con explicaciones ba- los cuales y de forma general presentan unas
sadas en factores internos e incontrolables, percepciones a nivel motivacional más nega-
como la inteligencia (Hoza et al., 1993), que tiva del grupo de niños con TDAH+Problemas
pueden incluso provocar indefensión. En Académicos. En general, ambos informantes
los últimos años el estudio de las implica- consideran que los niños/as con TDAH son
ciones de los problemas asociados al TDAH menos capaces de plantearse metas realistas
ha suscitado el interés de los investigado- y flexibles, muestran una menor capacidad
res, destacando especialmente los problemas de perseverar ante las dificultades que surgen
académicos por su alta tasa de prevalencia. en sus actividades, y son menos conscientes
Varias investigaciones han constatado que de sus fortalezas y debilidades para afrontar
los niños/as y adolescentes con TDAH que las tareas. Las discrepancias existentes entre
tienen más riesgo de repetir curso y presen- las percepciones de autocompetencia de los
tan bajo rendimiento académico y dificulta- niños/as y las percepciones de padres y de
des en el aprendizaje experimentan un déficit profesores podrían deberse a que los sesgos
más severo en el funcionamiento ejecutivo ilusorios positivos típicos de los niños con
(Miranda, Meliá y Marco, 2009). Además, los TDAH en general, sean más fuertes cuando
problemas académicos tienen una influencia el trastorno se asocia con los problemas del
negativa en la evolución del trastorno a lar- aprendizaje y con más fallos en el funciona-
go plazo (Faraone et al., 2001). miento ejecutivo. El grupo con problemas de
aprendizaje se encuentra en una situación de
Según recoge Miranda et al. (2009) solo mayor riesgo, que puede obedecer a que ex-
dos trabajos han analizado las posibles im- perimentan niveles de frustración más eleva-
plicaciones de la asociación del TDAH y los dos por las situaciones estresantes que viven
problemas de aprendizaje en el sistema cogni- cada día en la escuela.
tivo-motivacional. En el primero de ellos Ta-
bassam y Grainger (2002) encontraron que los Por tanto y siguiendo las recomendacio-
niños/as con TDAH tenían estilos explicativos nes de Miranda el al. (2009), los padres/ma-
significativamente más pesimistas que los es- dres y profesores/as de niños/as con TDAH
tudiantes con un desarrollo más normalizado. deben plantearse objetivos realistas para
En el segundo trabajo Smulsky yGobbo (2007) contrarrestar el estilo motivacional aversi-
analizaron las respuestas de niños/as con Pro- vo que les caracteriza. Las metas deben de
blemas Académicos, niños/as con TDAH y ni- ir dirigidas a lograr el éxito, en lugar de a
ños/as con TDAH+Problemas Académicos a evitar el fracaso y debe explicarse al niño/a
un cuestionario que medía atribuciones no la diferencia entre las dos perspectivas y las
encontrando tampoco diferencias entre los ventajas de centrarse en los logros. También
Los profesores/as
como co-terapeutas 14
Si bien los niños/as con TDAH no están • Se suele experimentar un decrecimiento
abocados necesariamente al fracaso escolar, en las notas, especialmente si se compa-
aunque conforme avanzan hacia la educa- ran con las obtenidas en el sexto curso.
ción secundaria (ESO), el riesgo de tener un • Se producen cambios en las relaciones
rendimiento inadecuado y un rendimiento sociales (compañeros nuevos, conserjes, co-
insuficiente va en aumento (Orjales, 2012). cineros, conductores de autocar, etc.) como
De hecho, se ha estimado que únicamente producto del paso de una institución a otra.
un 5% de los individuos con TDAH con- • Cambio del clima institucional, relacio-
siguen acabar los estudios universitarios, nado con aspectos de tamaño de la insti-
frente al 35% de los controles (Barkley y tución, tipo de relaciones, mecanismos de
Gordon, 2002). regulación y autocontrol.
• La alta capacidad cognitiva que emerge
La transición de educación primaria (EPO) en los adolescentes, no se relaciona con
a secundaria es una etapa de grandes cam- las estrategias de aprendizaje que utilizan
bios y puede llegar a ser muy determinante los profesores, caracterizadas por ser de
en los alumnos/as con TDAH. Existen una baja demanda cognitiva.
serie de estudios (Castro et al., 2009; Gairín, • Cambio de la metodología didáctica:
2005) que reúnen los cambios derivados del en ESO tienen mayor peso las exposicio-
paso de la educación primaria a la secun- nes del profesor/a, el libro de texto y el
daria, que son comunes a todos los países y aprendizaje memorístico, predomina un
que son manifiestamente más impactantes y sistema de trabajo donde el grupo realiza
con mayores repercusiones en los alumnos/ la misma actividad a la vez, los profesores
as con TDAH: se muestran más distantes.
• Normalmente tienen mayor distancia • La relación con los profesores cambia
del hogar al centro educativo. debido al aumento de las materias del cu-
• Mayor tendencia a la disminución del rrículo y la estructura misma del sistema
autoconcepto en el alumno/a debido pre- de la ESO, el cual exige en cierta medi-
cisamente a que pasa de tener un estatus da que los estudiantes sean valorados de
superior en el sexto curso (los mayores de acuerdo a sus destrezas.
la escuela) a uno inferior en primero de la • Los contenidos se intensifican al igual que
ESO (son los menores del Instituto). el número de materias y con ello la cantidad
182 / Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) Manuel Isorna Folgar

de horas que los estudiantes deben invertir control que pueden desestabilizar el alumnado
para rendir con las tareas asignadas. dificultando este proceso de transición y gene-
• La metodología que se utiliza en las rando factores de riesgo para un grupo de ese
aulas, refleja un abordaje poco integrado alumnado (Marchesi y Pérez, 2003; Monarca
y muy separado de las materias, lo cual y Rincón, 2010); a todo ello hay que añadirle
provoca que el estudiante se desmotive. además el aumento en la carga de trabajo, una
• Además disminuye el interés por las ac- mayor demanda de autonomía e independen-
tividades académicas y aumenta el interés cia al trabajar en el aula y fuera de ella, el cam-
por las no académicas como por ejemplo: bio a formas de evaluación más exigentes y la
los deportes, música, redes sociales. falta de apoyos para responder a estos cam-
bios (Flores y Gómez, 2010). Estas situaciones
Estos cambios, tal y señala Gimeno (1996), pueden generar cierta desorientación si se dan
se deben en gran medida a las diferencias que de forma rápida y antes de que puedan ser in-
existen ente la cultura de la EPO y de la ESO teriorizados los cambios y de que se puedan
tal y como se expresa en la tabla 18. generar recursos personales para adaptarse a
las nuevas exigencias, constituyéndose en una
Por otra parte, hay unos cambios en el situación de riesgo. Este riesgo puede traducir-
proceso de enseñanza-aprendizaje: nuevo se en el ámbito individual en una pérdida de
programa de estudios, varias metodologías los niveles de rendimiento escolar, pérdida de
de enseñanza, diversos estilos de enseñan- seguridad y autoestima, al tiempo que desde el
za-aprendizaje, diferentes pautas de relación punto de vista de la socialización puede com-
con el profesorado, formas de evaluación y de portar dificultades en la relación con la nueva

Educación Primaria Educación Secundaria


Currículo más integrado. Currículo más especializado, específico.
Modelo de organización comunitario. Modelo de organización burocrático.
Generalmente los alumnos tienen entre 1 y 4 pro- Aumenta el número de docentes, de acuerdo con las
fesores. materias del currículo aproximadamente 12-13.
Tareas asignadas y desarrolladas en el propio centro Tareas para el hogar menos específicas “estudiad el
con seguimiento por parte del docente. tema…”, mayor número de trabajos en grupo.
El clima de relación personal alumno-profesor en el aula
Clima escolar más personal debido a que el docente es más distante. El número de estudiantes que atiende un
tiene menos cantidad de alumnos por aula. profesor de ESO puede alcanzar entre los 200-400 por curso
académico.
Disminuye el contacto con los padres de familia y se le
Mayor contacto entre los padres y profesores.
asigna esa labor al tutor o al orientador del centro.
Seguimiento más directo por parte del profesor so-
Necesidad de mayor autocontrol por parte del estudiante.
bre el estudiante.
Círculo de amistades controlado por los padres y Círculo de amistades más cerrado. Dependencia “afecti-
ligados al centro con el objetivo de jugar. va” mayor del grupo.
Mayor cercanía del centro a su hogar. Menor carga Mayor distancia desde el centro a su hogar, más carga
horaria. horaria y más tiempo fuera de casa.

Tabla 18. Diferencias entre la EPO y la ESO (Isorna, Felpeto y Navia, 2013).
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Pediatr Aten Primaria, 8(4):115-133. 27: 336-41.
Artigas, J. (2009). Modelos cognitivos en el Barkley, R. (1997). Attention-deficit/hyperacti-
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ractividad. Rev Neurol, 49(11): 587-593. toward a more comprehensive theory. J
August, G. y Garfinkel, B. (1990). Comorbi- Dev Behav Pediatr, 18(4):271-9.
dity of ADHD and reading disability Barkley, R. (1997). Behavioral inhibition, sus-
among clinic-referred children. J Ab- tained attention and executive func-
nor Child Psychol;18:29-45. tions: Constructing a unifying theory
Guías utilizadas para las orientaciones para
padres, madres y profesorado

GUÍA PRÁCTICA CON RECOMENDACIO- GUÍA DE AACTUACIÓN EN LA ESCUELA


NES DE ACTUACIÓN PARA LOS CEN- ANTE EL ALUMNO CON TDAH.
TROS EDUCATIVOS EN LOS CASOS DE http://www.cece.gva.es/ocd/areacd/docs/
ALUMNOS CON TDAH. esp/GuiaTDAH_Profesores.pdf
Trastorno por Déficit de Atención con o
sin Hiperactividad. Federación Espanyola WEBS DE INTERÉS
de Asociaciones Para la ayuda al Déficit de • http://www.uterra.com/juegos/torre_hanoi.htm
Atención e Hiperactividad. Ed. STILL. Aso- • http://neurosinu20121.wikispaces.com/TDAH
ciación Balear de Padres de niños con TDAH. • Asociación Elisabeth d´Ornano para el
Disponible: http://usuarios.discapnet.es/am- Trastorno por Déficit de Atención e Hiperac-
padahi/Maribel/guia%20practica%20Baleare tividad. www.elisabethornano.org.
s.pdf. Consultado 02/02/2012. • Federación española de TDAH. Federación
española de asociaciones de ayuda al déficit
GUÍA PARA PADRES Y EDUCADORES. de atención e Hiperactividad. E-mail: adahi-
TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN murcia@hotmail.com. Teléfono: 650 968
CON HIPERACTIVIDAD (2009). 834. http://www.feaadah.org/es/
Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil. • http://www.tdahytu.es/
Hospital Universitario Reina Sofía. Córdoba. • http://www.trastornohiperactividad.com
Universidad de Córdoba. Editorial Glosa, S.L. • http://www.fundacioncadah.org
http://www.amanda.org.es/index.php/ique-
GUIA BREVE PARA PROFESORES. es-el-tdah/articulos/62-principios-para-los-
Asociación Elisabeth d´Ornano para el padres-de-adolescentes-con-tdah-.html
Trastorno por Déficit de Atención e Hiperac-
tividad. www.elisabethornano.org.
Anexos

CUESTIONARIO DE CONDUCTA DE CONNERS PARA PROFESORES


(C.C.E.; Teacher`s Questionnaire, C. Keith Conners). Forma abreviada

ÍNDICE DE HIPERACTIVIDAD PARA SER VALORADO POR LOS PROFESORES


Nada Poco Bastante Mucho
1. Tiene excesiva inquietud motora.
2. Tiene explosiones impredecibles de mal genio.
3. Se distrae fácilmente, tiene escasa atención.
4. Molesta frecuentemente a otros niños.
5. Tiene aspecto enfadado, huraño.
6. Cambia bruscamente sus estados de ánimo.
7. Intranquilo, siempre en movimiento.
8. Es impulsivo e irritable.
9. No termina las tareas que empieza.
10. Sus esfuerzos se frustran fácilmente.
Total………………

Instrucciones:
Asigne puntos a cada respuesta del modo siguiente:
NADA= 0 PUNTOS.
POCO= 1 PUNTO.
BASTANTE= 2 PUNTOS.
MUCHO= 3 PUNTOS
Para obtener el Índice de Déficit de Atención con Hiperactividad sume las puntuaciones ob-
tenidas.
Puntuación:
• Para los NIÑOS entre los 6 – 11 años: una puntuación >17 es sospecha de DÉFICIT DE
ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD.
• Para las NIÑAS entre los 6 – 11 años: una puntuación >12 en Hiperactividad significa sos-
pecha de DÉFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD.
236 / Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) Manuel Isorna Folgar

CUESTIONARIO DE CONDUCTA DE CONNERS PARA PADRES


(C.C.I.; Parent`s Questionnaire, C. Keith Conners). Forma abreviada.

ÍNDICE DE HIPERACTIVIDAD PARA SER VALORADO POR LOS PADRES


Nada Poco Bastante Mucho
1. Es impulsivo, irritable.
2. Es llorón/a.
3. Es más movido de lo normal.
4. No puede estarse quieto/a.
5. Es destructor (ropas, juguetes, otros objetos).
6. No acaba las cosas que empieza
7. Se distrae fácilmente, tiene escasa atención.
8. Cambia bruscamente sus estados de ánimo.
9. Sus esfuerzos se frustran fácilmente.
10. Suele molestar frecuentemente a otros niños.
Total…………………

Instrucciones:
Asigne puntos a cada respuesta del modo siguiente:
NADA= 0 PUNTOS.
POCO = 1 PUNTO.
BASTANTE= 2 PUNTOS.
MUCHO = 3 PUNTOS
Para obtener el Índice de Déficit de Atención con Hiperactividad sume las puntuaciones ob-
tenidas.
Puntuación:
• Para los NIÑOS entre los 6 – 11 años: una puntuación >16 es sospecha de DÉFICIT DE
ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD.
• Para las NIÑAS entre los 6 – 11 años: una puntuación >12 en Hiperactividad significa sos-
pecha de DÉFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD.
242 / Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) Manuel Isorna Folgar

CRITERIOS EN LA EDAD ADULTA

A. La presencia en la edad adulta de las características 1 y 2 (que el paciente observa en sí mismo,


o que el paciente dice que otros observan en él), junto con dos de las caracterís­ticas 3 a 7.
1. Hiperactividad motora persistente. Se manifiesta por el carácter incansable, incapaz de re-
lajarse, de apariencia “nerviosa” (en el sentido de ser incapaz de permanecer sentado, no en el
sentido de tener ansiedad anticipatoria), incapacidad para aguantar actividades sedentarias (por
ejemplo ver películas hasta el final, contemplar la Tv, leer el periódico, terminar un libro), estando
siempre en marcha, y mostrándose disfórico cuando está obligado a permanecer inactivo.
2. Dificultades atencionales. Se manifiestan por una incapacidad para mantener la mente
enfocada en la conversación; distraibilidad (percatándose de otros estímulos a pesar de los
intentos por filtrarlos y mantenerlos al margen); dificultad para mantener el interés en la
lectura o en la tarea; olvidadizo, a menudo extravía o no recuerda dónde colocó los objetos
como las llaves del coche o el bolso, llegando a olvidar citas y compromisos. “Parece que a
menudo tiene la mente en otra cosa”.
3. Labilidad afectiva. Se manifiesta en oscilaciones desde el humor normal a la depre­sión (la
cual es descrita como “sentirse bajo de ánimo”, aburrido, descontento), o hacia la excitación
y una ligera euforia. Las oscilaciones del humor habitualmente duran horas, o como mucho
unos pocos días, y se presentan sin las alteraciones vege­tativas características de los trastor-
nos afectivos; pueden ocurrir espontáneamente o ser reactivas.
4. Desorganización, inhabilidad para completar tareas. El sujeto se queja de dificultad para
organizarse en el trabajo, ordenar el hogar, o realizar las tareas escolares; las obligaciones
a menudo se quedan a medio hacer: el sujeto cambia de una actividad a otra de modo aza-
roso; desorganización de las actividades, dificultad para orientar la resolución de problemas
secuenciales, problemas con la administración del tiempo, tozudez y encono.
5. Explosiones de ira y temperamento irascible. El sujeto refiere que tiene frecuentes pér-
didas súbitas y breves del autocontrol, de las que él mismo se sorprende; es fá­cilmente pro-
vocable o está continuamente irritado. Sus problemas de temperamento irascible interfieren
con su vida social y sentimental.
6. Impulsividad. Sus manifestaciones más leves incluyen hablar antes de pensar las co­sas,
interrumpir la conversación o la explicación de otros, precipitar la respuesta antes de que la
pregunta haya sido formulada, impaciencia, intolerancia a la espera (por ejemplo al conducir
o guardar cola); compras impulsivas… Las manifestaciones más graves pueden parecerse a
las de la manía o el trastorno antisocial de personalidad, e incluyen en diversos grados el
pobre desempeño laboral, los inicios y terminaciones abruptas de las relaciones (múltiples
matrimonios, separaciones y divorcios); conduc­tas antisociales como el hurto; la implicación
excesiva en actividades placenteras sin reconocer los riesgos o las consecuencias dolorosas
(compras absurdas, inversiones económicas alocadas, conducción temeraria). El sujeto toma
decisiones rápidamente sin reflexión, a menudo basándose en una in formación insuficiente,
lo que conlleva su propio perjuicio; también la dificultad para iniciar una tarea sin experi-
mentar malestar por ello.
7. Hiperreactividad emocional. El sujeto no puede canalizar el estrés ordinario y reaccio­
na en exceso o inapropiadamente con depresión, confusión, incertidumbre, ansiedad o ira.
Anexos / 243

Las respuestas emocionales interfieren con la cabal resolución de problemas. El sujeto expe-
rimenta crisis repetidas al intentar afrontar los estresantes de la vida cotidiana. Se describe a
sí mismo como “embrollado” o “sobrepasado”.

B. Ausencia de los siguientes trastornos:


1. Trastorno antisocial de la personalidad.
2. Trastorno afectivo mayor.

C. Ausencia de signos y de síntomas de los siguientes trastornos:


1. Esquizofrenia.
2. Trastorno esquizoafectivo.

D. Ausencia de Trastornos Esquizotípico o Borderline de personalidad, o de rasgos.

E. Aspectos asociados: inestabilidad marital; menor éxito académico y vocacional que el espera-
do por la inteligencia y la educación recibida; abuso de alcohol y de otras drogas; respuestas
paradójicas a la medicación psicoactiva; historia familiar de TDAH en la infan­cia, alcoholis-
mo y abuso de drogas, personalidad antisocial y síndrome de Briquet.

F. Cuestionario del Temperamento Infantil (Conners Abreviated Rating). Aunque no es necesario


para el diagnóstico, una puntuación de 12 o más asignada por la madre del paciente es de
ayuda para el diagnóstico, y puede predecir la respuesta al tratamiento.
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