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Isorna Manuel
University of Vigo
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ISBN: 978-84-8408-818-9
Impresión: Tórculo Comunicación Gráfica, S.A.
Depósito legal: C 879-2015
Impreso en España
Índice / 3
5. Modelos explicativos............................................................................................... 35
5.1. Modelos que relacionan la atención, funciones ejecutivas y TDAH................... 35
5.2. Modelos neuropsicológicos del TDAH.................................................................... 44
5.3. Genética del TDAH.................................................................................................... 50
5.4. Modelo psicopatológico del desarrollo del TDAH................................................. 53
6. Aspectos evolutivos................................................................................................. 59
6.1. Niños/as hiperactivos/as versus inquietos/as........................................................ 59
6.2. La forma de presentación del TDAH en un/a niño/a............................................ 60
6.3. La forma de presentación del TDAH en un/a adolescente................................... 61
6.4. La forma de presentación del TDAH en adultos.................................................... 61
9. TDAH y comorbilidad.............................................................................................. 75
9.1. Depresión y otros trastornos afectivos: problemas de afectividad..................... 76
9.2. TDAH y consumo de drogas.................................................................................... 77
9.3. Trastornos del lenguaje y de la comunicación.
Problemas para el aprendizaje: fracaso escolar............................................................ 81
9.4. Problemas en la conducción de vehículos............................................................. 83
9.5. Tics crónicos o síndrome de Gilles de la Tourette................................................. 84
9.6. Impulsividad/agresividad: actitud oposicional desafiante................................... 85
9.7. TDAH y trastornos de ansiedad............................................................................... 86
9.8. TDAH y dislexia......................................................................................................... 87
9.9. TDAH y trastorno bipolar......................................................................................... 87
9.10. Comportamiento antisocial.................................................................................... 88
BIBLIOGRAFÍA............................................................................................................. 207
GUÍAS UTILIZADAS PARA LAS ORIENTACIONES PARA
PADRES, MADRES Y PROFESORADO......................................................................... 233
ANEXOS........................................................................................................................ 235
Prólogo
Conocí a Manuel Isorna, el autor de esta educativos en otras no lo sea o el problema sea
obra por su admirable actividad con los niños menor. Y estas dinámicas cambian con los años
en el Concello de Catoira y no me podía ni incluso en el mismo grupo cultural.
imaginar que le quedase tiempo para escribir
este trabajo sobre TDAH tan completo y que En este libro los interesados encontrarán
me ha concedido el honor de prologar. un análisis muy detallado del TDAH desde
su concepto e historia, hasta el enfoque tera-
En Medicina las definiciones de un tras- péutico-que se trata extensamente- pasando
torno son difíciles y en psiquiatría lo son aún por la descripción de hipótesis explicativas y
más. Normalmente cada trastorno es un con- evolutivas.
junto de múltiples problemas agrupados por
unos síntomas predominantes del que ape- Estoy seguro que disfrutarán de esta obra,
nas conocemos las causas pero que, a pesar que no solo está hecha con profesionalidad
de ello conseguimos muchas veces tratar de sino que desprende el cariño que Manuel
forma satisfactoria, aunque no siempre, lo Isorna tiene a los niños y adolescentes y
que es un reflejo de su complejidad. refleja lo que le preocupa todo aquello que
puede dificultar su desarrollo y educación.
EL TDAH no es un problema nuevo ni una
invención. Es un trastorno bastante frecuente
que siempre ha existido aunque su clasificación D. Ángel Carracedo Álvarez
y definición ha ido variando pero en el que se Catedrático de Medicina Legal
van logrando enfoques terapéuticos que tienen Director de la Fundación Pública
con frecuencia éxito. Pero los trastornos psico- Galega de Xenómica
lógicos y psiquiátricos tienen una connotación Coordinador del Centro Nacional
de la que carecen otros problemas médicos y de Genotipado (CeGen-ISCIII)
es que están tremendamente condicionados
por conceptos y dinámicas socio-culturales Presidente del Instituto
Gallego del TDAH (INGADA)
que hacen que lo que puede ser un problema
en algunas culturas, grupos sociales o sistemas
Cuestiones conceptuales y descriptivas 1
La condición del trastorno por déficit de aten- adultos, tiene dificultades para permanecer
ción con hiperactividad (TDAH) muestra hoy sentado, responde precipitadamente antes de
un interés relevante en el campo científico y que se haya formulado la pregunta, etc. Estas
ocupa un lugar destacado tanto en la clínica conductas pueden conllevar problemas de:
como en el ámbito de las neurociencias. En las • Relación social con sus propios compa-
últimas décadas, el diagnóstico de los diferen- ñeros/as, porque interrumpen su juego y
tes subtipos clínicos y neuro-psicológicos, así molestan.
como el tratamiento de este trastorno con sus • Disciplina.
diversos modelos terapéuticos, han estado en • Fracaso escolar.
constante revisión, de ahí la importancia de • Déficit de autoestima.
conocer los últimos avances y descubrimien-
tos científicos relacionados con el TDAH. Todo ello constituye un factor de riesgo
para la posterior aparición de otros trastornos
La hiperactividad es un problema muy como, por ejemplo, trastornos de conducta o
importante dentro del ámbito de los trastor- problemas emocionales (Maciá, 2012). Se tra-
nos de la conducta en el/la niño/a/adoles- ta, además, de un trastorno complejo sobre
cente, no sólo por ser una de las categorías el que existe una alta discrepancia entre los
diagnósticas que aparece con más frecuencia distintos autores, con respecto a la relevan-
en la población clínica de edad escolar, sino cia de los síntomas que constituyen el núcleo
porque, considerada en términos de morbi- del trastorno y sobre todo al tratamiento que
lidad y disfuncionalidad, es uno de los tras- se aplique. Es una alteración psicopatológica
tornos psicológicos en edad escolar que más de diagnóstico controvertido. Esto se debe,
problemas de adaptación y conflictos acadé- en parte, a que algunas de sus características
micos, familiares e interpersonales genera. clínicas frecuentemente se superponen con
Un niño/a con un TDAH es distraído/a, des- las conductas propias del desarrollo normal
ordenado/a, inquieto/a, no presta atención, (Martel y Nigg, 2006).
es descuidado/a, cambia continuamente de
actividad, tiene dificultades para jugar con Un ejemplo de esta complejidad es la nue-
tranquilidad, es impaciente, no escucha las va clasificación que el DSM5 otorga al TDAH
órdenes de los demás, interrumpe las tareas ya que pasa a considerarlo como un trastorno
o actividades de sus compañeros o de los del neurodesarrollo (TND) caracterizándolo por
8 / Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) Manuel Isorna Folgar
sos, sin ley, ni inhibición voluntaria”, catalogán- los que tenían hiperactividad eran de causa neu-
dolos como portadores de un “defecto mórbido rológica y la alteración de la atención se encon-
del control moral”. Still especulaba acerca de la traba en la atención sostenida. Se consideró que
existencia de una susceptibilidad biológica sub- los que no tenían hiperactividad tenían afectada
yacente a esta “corrupción moral”, marcando así la atención selectiva y eran de causa afectiva.
una diferencia fundamental con las visiones pre- A pesar de que la existencia del subtipo
valentes en su tiempo, que atribuían esta clase TDAH– fue validada por algunos investigadores
de dificultades a problemas de mala crianza y (Carlson, 1986), la polémica desatada hizo que
proponían el castigo físico como “tratamiento” el DSM-III-R (1987) eliminara el concepto de
necesario. En los siguientes cuarenta o cincuenta distinción con o sin hiperactividad. La concep-
años, los mayores conocimientos en neurocien- tualización quedaba como la conocemos hoy,
cia y la experiencia adquirida en heridos en la “trastorno de déficit de atención/hiperactividad”.
II guerra mundial cambiaron la interpretación y Este cambio eliminó la posibilidad de identifi-
se jerarquizó la hiperactividad como el síntoma car niños/as con “déficit atencional puro” (sin
dominante. Esto se produjo sobre todo con la pu- hiperactividad) y niños/as con “hiperactividad/
blicación del libro de Strauss et al. (1955). La falta impulsividad pura” (sin déficit atencional). Una
de pruebas de la existencia de una lesión dio ori- categoría adicional llamada “trastorno de déficit
gen a la lesión cerebral mínima y a la Disfunción atencional no diferenciado” permitía incluir los
Cerebral Mínima, que tuvo mayor éxito. trastornos de atención sin hiperactividad, aun-
La primera edición, del Manual Diagnósti- que dentro de una categoría marginal.
coy Estadístico de los trastornos mentalesDSM-I El DSM-IV (1994) mantuvo la misma ter-
(1952) incluía tan sólo dos categorías diagnósti- minología “trastorno de déficit de atención/
cas infantiles, ninguna hacía referencia al TDAH. hiperactividad” e introdujo nuevamente los
En el DSM-II (1968) apareció la “reacción hiper- subtipos. La categoría sin hiperactividad del
cinética de la infancia (o adolescencia)” como DSM-III reapareció. Esta nueva propuesta per-
un trastorno conductual de la infancia y la ado- mite diagnosticar el TDAH en niños/as con y sin
lescencia. Se caracterizaba por exceso de acti- hiperactividad y con y sin déficit atencional. En
vidad, inquietud, distracción y lapso atencional la última revisión, DSM-IV-TR (2000), se man-
corto, especialmente en niños/as pequeños/as. tuvieron los mismos criterios y subtipos que en
Esta conducta disminuía en la adolescencia. Sin el DSM-IV. Se aceptaba que los subtipos TDAH-
embargo, en 1980, la tercera revisión del Ma- HI y TDAH-D podían evolucionar a TDAH-C y
nual diagnóstico y estadístico de los trastornos viceversa (Capdevila, Artigas y Obiols, 2006).
mentales (DSM-III) jerarquizó el trastorno de la El recién editado DSM5 (2013), los cambios
atención sobre los demás, reflejando y prevale- introducidos al trastorno por déficit de atención
ciendo claramente la influencia de los trabajos con hiperactividad son mayúsculos, aunque el
de Douglas (1972) sobre el déficit atencional. El listado de los síntomas no se modifique.
énfasis ya no se ponía en la hiperactividad, sino Por un lado, en la nosografía el TDAH deja de
en el déficit atencional, que podía diagnosticarse ser un trastorno de la conducta para englobarse
con hiperactividad (TDAH+) o sin hiperactividad dentro de los “trastornos del neurodesarrollo”,
(TDAH–); la hiperactividad pasó a un segundo en la misma categoría que la discapacidad inte-
plano; tanto que se clasificaron los/as niños/as lectual, los trastornos del espectro del autismo,
con déficit de atención en los que tenían hiperac- los de la comunicación o los del lenguaje. Esto
tividad y los que no la tenían, y se consideró que va a implicar un agravamiento de la impresión
Definición y descripción
de los síntomas 3
El trastorno por déficit de atención con hipe- El TDAH sigue una trayectoria de desarrollo
ractividad (TDAH) es un síndrome conductual caracterizada por una marcada heterogeneidad
con bases neurobiológicas. Se define, según de los síntomas de inatención, impulsividad e
los criterios diagnósticos DSM5, por la presen- hiperactividad. La desatención se manifiesta
cia continuada de diversos síntomas de déficit como dificultad para prestar atención a los de-
de atención y/o hiperactividad, síntomas que talles, cometer errores por descuido en las ta-
deben haber estado presentes durante más de reas escolares o en el trabajo, problemas para
seis meses (tabla 1) (APA, 2002). persistir en las tareas que requieren mantener
la atención, no escuchar lo que se le dice, no
El diagnóstico supone no sólo la presen- acabar las tareas y distraerse fácilmente por
cia de los síntomas (evaluados por medio de estímulos externos o internos. La hiperacti-
los criterios normalizados del DSM5 o de la vidad se caracteriza por una actividad y mo-
CIE-10), sino además, y como consecuen- vimiento exagerados, inquietud, incapacidad
cia de ellos, una perturbación significativa para permanecer sentado en situaciones en las
en áreas importantes para la persona, como que es necesario hacerlo, verborrea y dificul-
las relaciones familiares, las académicas, las tad para jugar tranquilamente. La impulsivi-
laborales y las recreativas (Quintero et al. dad se expresa, a menudo, como dificultades
2006; Willcutt, 2012). para guardar turno, responder antes de oír
completamente las preguntas o instrucciones,
El trastorno por déficit de atención con falta de paciencia e interrupción frecuente de
hiperactividad (TDAH) es una alteración psi- los demás. (APA, 2013).
copatológica de diagnóstico controvertido.
Esto se debe, en parte, a que algunas de sus La quinta edición del Manual diagnósti-
características clínicas frecuentemente se co y estadístico de los trastornos mentales
superponen con las conductas propias del (DSM-5, APA, 2013, ver Tabla 1) diferencia
desarrollo normal (Martel yNigg, 2006). Este tres tipos de TDAH:
trastorno es uno de los más comunes en la • Combinado (TDAH-C) que requiere la
infancia con una prevalencia aproximada presencia de síntomas de desatención e
del 3% al 5% (Willcutt, 2012) y del 2.5% al hiperactividad-impulsividad;
3.4% en la edad adulta (Simon, Czobor, Bá- • Con predominio del déficit de aten-
lint, Mészáros yBitter, 2009). ción (TDAH-DA), requiere la presencia de
18 / Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) Manuel Isorna Folgar
A. (1) o (2)
(1). Seis (o más) de los siguientes síntomas de desatención han persistido por lo menos du-
rante 6 meses con una frecuencia e intensidad que es incompatible con el nivel de desarrollo y
que tienen un impacto directo en las actividades sociales y académicas/profesionales.
Desatención
A. A menudo no presta atención suficiente a los detalles o incurre en errores por descuido
en las tareas escolares, en el trabajo o en otras actividades (por ejemplo: pasa por alto o
no se fija en los detalles, el trabajo es incorrecto o está equivocado)
B. A menudo tiene dificultades para mantener la atención en tareas o en actividades lúdicas
(por ejemplo: tiene dificultades para mantener la atención durante las clases, conversa-
ciones, o para leer escritos largos)
C. A menudo parece no escuchar cuando se le habla directamente (por ejemplo: su mente
parece estar en otro lugar, incluso en la ausencia de cualquier distracción evidente)
D. A menudo no sigue instrucciones y no finaliza tareas escolares, encargos, u obligaciones
en el centro de trabajo (por ejemplo: comienza tareas pero pierde rápidamente el foco y
se distrae fácilmente)
E. A menudo tiene dificultades para organizar tareas y actividades (por ejemplo: dificultad
para realizar las tareas una tras otra, de manera secuencial; dificultad para mantener los
materiales y objetos en orden; los trabajos están desordenados y poco organizados; mala
gestión del tiempo; no cumple los plazos)
La importancia de
un diagnóstico precoz 4
Tanto en niños, adolescentes y en adultos, el personas que le rodean, por lo que suelen ser
diagnóstico del TDAH se basa en la identifi- mal sobrellevadas por el profesorado, compa-
cación de los síntomas y signos clínicos que ñeros/as y por sus propios padres y madres y
lo caracterizan, sin que exista ninguna prueba hermanos/as, repercutiendo en las relaciones
complementaria que pueda sustituir a la valo- sociales entre éstos y el/la niño/a hiperactivo/
ración clínica, si bien el uso de cuestionarios a. Todas estas circunstancias, sin duda, con-
y pruebas neuropsicológicos pueden ayudar tribuyen a que estos/as niños/as sean objeto
en el screening, apoyar el diagnóstico, o valo- de una alta demanda de consulta por progeni-
rar la evolución y la respuesta al tratamiento tores y educadores durante el período escolar
(Benito, 2008). El Cuestionario de conducta de y a que la mayor parte de las investigaciones
CONNERS para profesores y Padres o el Adult y estudios epidemiológicos con niños/as hi-
ADHD Self-Report Scale Symptom Checklist peractivos/as se hayan hecho con niños/as de
(Kessler, et al. 2005) (ASRS-v1.1) son instru- edad escolar (González, 1996).
mentos útiles para la detección de pacientes
que sufren TDAH (véase anexo). Ahora bien, el hecho de que la sintomato-
logía de la hiperactividad se manifieste con
El padre y la madre o profesor/a que tenga mayor intensidad y claridad en el inicio de la
un TDAH en casa o clase, respectivamente, se escolarización, no supone que el trastorno no
encuentra frente a un/a niño/a que infringe exista antes o no pueda diagnosticarse más
constantemente las normas escolares, moles- precozmente durante los años preescolares.
ta a los/as demás niños/as, no atiende a las Lo que ocurre es que un patrón de conducta
tareas escolares, cambia continuamente de semejante al de la hiperactividad en menores
actividad y de sitio y, en definitiva, ante un de seis años, se puede considerar “normal” ya
niño/adolescente cuyo comportamiento tie- que dichas conductas son propias de ese esta-
ne unas consecuencias muy negativas sobre dio del desarrollo, tendiendo a evolucionar y
su rendimiento escolar, en cuanto que no es desaparecer en edades posteriores (Campbell,
capaz de llevar a cabo actividades que requie- 1985), pero no así los que padecen TDAH. Esta
ran un mínimo de atención y organización. semejanza entre las conductas de hiperactivi-
Por otra parte, estas conductas son altamente dad y las conductas propias de edades prees-
disruptivas del orden en el aula y en su pro- colares, ha contribuido a que la hiperactividad
pio hogar, resultando muy estresantes para las como trastorno haya pasado desapercibida
28 / Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) Manuel Isorna Folgar
Figura 1. Anatomía de las tres redes atencionales: alerta, orientación y ejecutiva. Modificado de Posner y Rothbart
2007. Extraído de Alelú (2008).
Aspectos evolutivos 6
6.1. NIÑOS/AS HIPERACTIVOS/AS La gran mayoría de estos niños/as tienen
VERSUS INQUIETOS/AS dificultades en la interacción con sus com-
pañeros/as, tanto si presentan problemas de
Los/as menores hiperactivos/as, emocional- conducta como si sólo muestran una sintoma-
mente se muestran con un desarrollo más in- tología hiperactiva. Suelen ser rechazados por
maduro que sus compañeros/as de edad. Se sus compañeros a pesar de que pueden ser muy
desmoralizan con facilidad, cambian frecuen- sociables. Digamos que no son capaces de pre-
temente de estado de ánimo, no toleran la frus- decir las consecuencias sociales de sus conduc-
tración, les cuesta aceptar sus errores y culpan tas. Les interesa la satisfacción inmediata, no
con frecuencia a los demás, les cuesta ponerse pueden pensar en que las consecuencias de sus
en el lugar del otro y tener en cuenta sus de- acciones les pueden limitar sus relaciones so-
seos y sentimientos, se muestran tercos y mal- ciales futuras. Los/as niños/as con TDAH sufren
humorados con frecuencia y parecen tener una más accidentes como peatones o conductores
autoestima muy baja o falsamente inflada. de bicicleta. La gravedad de los accidentes es
mayor en niños/as con TDAH que en un grupo
Los/as niños/as hiperactivos/as con dé- control (Artigas, 2006).
ficit de atención suelen ser descritos por sus
familiares y educadores como menores que se El ingreso en unidades de urgencias o en
comportan de forma infantil, inestable y con hospitales es sensiblemente mayor en niños/
frecuentes cambios de humor: “lento”, “olvida- as con TDAH que en niños/as sin TDAH (81%
dizo”, “soñoliento”, “apático”, “con tendencia por 74% y 26% por 18% respectivamente).
a soñar despierto”, “perdido en sus pensa- En el aspecto económico cabe destacar que el
mientos’, “desmotivado”, “en las nubes”, “con- coste sanitario de los/as niños/as con TDAH
fundido”, etc. Tras la desobediencia de éstos, es más del doble que los/as que no presentan
muchas veces, se esconde el deseo de llamar la TDAH (Leibson et al., 2001).
atención en los adultos, aunque sea a costa de
un castigo o una regañina. Saber entender este Un estudio de Barkley muestra que el 56%
aspecto e identificar los signos neurológicos de niños/as con TDAH requiere ayuda especial
leves (NSS) resulta de vital importancia para en la escuela; que el 30% repite por lo me-
conseguir cambios en la conducta del menor nos un curso y que entre el 30-40% requiere
hiperactivo/a (Patankar et al. 2012). programas de educación especial. Además, el
60 / Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) Manuel Isorna Folgar
46% ha sufrido expulsiones escolares, en tan- propias acciones. Estas conductas, a las que
to que el 10-35% debe abandonar definitiva- nos hemos referido: dificultades de atención,
mente la escuela (Barkley et al., 1990). actividad motora excesiva e impulsividad o
falta de autocontrol, nos permiten identificar
el problema y, sobre todo, diferenciarlo de
6.2. LA FORMA DE PRESENTACIÓN DEL comportamientos infantiles en los que única-
TDAH EN UN/A NIÑO/A mente hay una sobreactividad o una exube-
rancia motora que, aunque sobrepase la de los
Debemos preocuparnos y prestar especial in- otros/as niños/as de su edad, no constituye un
terés cuando el/la niño/a no cumple los pará- criterio suficiente para que hablemos de un
metros esperados del desarrollo: construcción trastorno de hiperactividad. En este sentido,
de frases antes de los dos años, inicio de la sólo podemos considerar hiperactivo al que,
lectura en primer curso de primaria, contacto además de manifestar una “actividad motora
e interacción social en la guardería como los excesiva” en relación con la edad y el contex-
demás niños/as, interés por el entorno, reci- to en el que se lleva a cabo, presenta “défi-
procidad con la madre, capacidad para com- cits atencionales” importantes que dificultan
partir un foco de interés, conducta adaptada la realización de tareas que exigen centrar y
al entorno. Ante un problema del neurodesa- mantener la atención y su comportamiento es
rrollo, los primeros en detectarlo y preocupar- “impulsivo”, actuando de manera distraída y
se son los padres (habitualmente las madres). sin autocontrol de las propias acciones. Todas
estas conductas, junto con otros síntomas me-
Entonces surgen preguntas, preguntas y nos específicos que suelen acompañar al “sín-
preguntas que no hallan una respuesta con- drome hiperactivo”, le impiden hacer frente a
vincente. La respuesta suele ser: “ya andará”, las exigencias que le plantea el entorno esco-
“es un vago”, “no te preocupes, ya madura- lar, tanto a nivel de interacción con los demás
rá”, “todos los niños son distintos”, “te lo como en la realización de las diversas tareas
miras demasiado”, “está muy mimado”, “tie- escolares (González, 1996).
ne celos”, “no quiere hablar”, “tiene mucho
carácter”, etc. Las consecuencias de los patrones de con-
ducta incluidos en el TDAH son muy nega-
La manifestación de este trastorno pre- tivas para los/as niños/as que lo padecen,
ferentemente en la etapa de escolarización ya que si no se trata correctamente puede
infantil, se debe en gran medida a que los producir una disminución del rendimiento
síntomas que constituyen el “núcleo” del académico y fracaso escolar a medio o largo
problema: dificultades de atención, actividad plazo. Además, se ve afectado el desarrollo
motora excesiva e impulsividad o falta de au- social y emocional debido a los problemas
tocontrol, se hacen más evidentes en el inicio con sus compañeros, familiares, etc., causa-
de esta etapa en la que se le exige al niño dos por su impulsividad o excesiva actividad,
de manera sistemática mantener la atención lo que puede desembocar en otros problemas
hacia actividades y tareas escolares, perma- posteriores como depresión, comportamien-
necer quieto y sentado durante un tiempo y tos negativistas, problemas de conducta,
asumir cierto control sobre su conducta, res- abuso de sustancias o problemas laborales
ponsabilizándose de las consecuencias de sus (Miranda et al., 2005).
7
Falta de respuesta profesional.
La necesidad de una formación e
intervención multicomponente
La formación sobre el TDAH que se imparte to desolador. Sólo en los últimos años se han
en nuestras universidades es precaria, efímera visto proliferar en nuestro país jornadas, cursos
y mal orientada. En los programas MIR/PIR y simposios orientados hacia este tipo de pato-
apenas se examina esta patología. En la ma- logía. En los congresos de psiquiatría infanto-
yoría de protocolos de seguimiento del niño/a juvenil y neuropediatría están adquiriendo un
sano/a ni siquiera aparece. Entre los psiquia- peso los problemas de aprendizaje y conducta
tras infantiles ni siquiera existe un consenso contemplados desde una vertiente neurobioló-
sobre la validez de tal diagnóstico. Los neu- gica. Están apareciendo nuevas alternativas al
ropediatras, en su mayoría, han considerado tratamiento farmacológico que permiten una
durante muchos años el TDAH como una pa- mayor versatilidad al abordaje terapéutico. Los
tología menor, a la cual le han prestado poco medios de comunicación, aunque tímidamente,
interés. Muchos psicólogos tienden a explicar y con cierta desorientación, reflejan la existen-
los trastornos del neurodesarrollo (TDAH, au- cia del problema. Por todo ello no cabe ninguna
tismo, tics, ansiedad, etc.) como problemas duda de que en los próximos años el conoci-
derivados de una pésima educación por parte miento del TDAH irá penetrando en los esta-
de sus progenitores “mala educación/crian- mentos que le corresponden (Artigas, 2006).
za”, o traumas infantiles. La casi totalidad del
profesorado de infantil/primaria y mucho me- Pero ciertamente la descoordinación entre
nos los/as licenciados/as (en física, filología, profesionales es manifiesta, las investigaciones
matemáticas, etc.) que luego impartirán do- que estudiaron las creencias de los psicólogos
cencia en la Educación Secundaria Obligato- sobre este trastorno han señalado que lo con-
ria (ESO) no han recibido ninguna formación sideraban una enfermedad con un alto compo-
ni información sobre el TDAH, siendo escasa nente psicosocial, susceptible de ser modificada
la formación que reciben los propios psico- con medidas ambientales (Victoria et al., 2011).
pedagogos, que al fin y al cabo, llevarán las En este sentido, cabe señalar que sólo el 44.1%
riendas de estos casos a nivel escolar. de los profesores expresaron que el tratamien-
to ideal es el combinado y 55.6% señalaron
Son pocos los hospitales que están dota- que los medicamentos sirven como apoyo al
dos de unidades específicamente orientadas a tratamiento psicológico o pedagógico. Lo an-
los problemas neurocognitivos. El panorama, terior sugiere una falta de información sobre
contemplado en su globalidad, resulta por tan- el sustrato neurobiológico de este trastorno y
66 / Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) Manuel Isorna Folgar
la necesidad del tratamiento farmacológico, las mismas estructuras, hacen que el proceso
como se ha visto en otros países (Al-Sharba- de construcción cognitiva quede incomple-
ti, et al., 2012; Lien, et al., 2007). Además de to. Podemos imaginarnos estas estructuras
esto, es importante hacer notar que aunque la como tres engranajes, conectados entre sí.
mayor parte de los profesores encuestados se Los alumnos pasarían como en una correa
consideraban capaces de manejar a un niño/a de transmisión de uno a otro engranaje.
con TDAH en el aula, pocos consideraban la
posibilidad de incluir un manejo conjunto con
los padres y profesionales de la salud, lo que
también apunta a la necesidad de formar a los SISTEMA
DE SALUD
profesores acerca de su papel dentro de un es-
quema de manejo multimodal.
El diagnóstico del TDAH parte del modelo Este trastorno es el más frecuentemente
fisiopatológico (predominante en los EE.UU.) diagnosticado en niños/as en edad escolar
que postula que la falta de atención, la im- (Miranda et al., 2006), por lo que se estima
pulsividad y la hiperactividad constituyen que entre un 3 y un 7% de éstos podrían
una enfermedad. Ahora bien, el concepto diagnosticarse como hiperactivos y que el
del trastorno es substancialmente distinto si trastorno se da más en niños que en niñas,
se considera según el modelo psicopatológi- con una razón que oscila entre 2:1 y 9:1
co, que contempla el funcionamiento psíqui- (Root y Resnick, 2003). La falta de acuerdo
co y neurofisiológico como una estructura en la terminología con que distintos autores
(un todo organizado), en el que tanto una se refieren a la hiperactividad es reflejo de las
alteración orgánica como un conflicto psí- discrepancias existentes entre los especialis-
quico provocan un reajuste general del cere- tas acerca del concepto, su origen y sus más
bro para mantener en lo posible la unidad y importantes manifestaciones. Así, mientras
la cohesión del organismo, su adaptación y que la CIE-10 considera síntomas básicos el
su reproducción (León, 2008). déficit de atención, la hiperactividad y la im-
pulsividad, el DSM-IV plantea la posibilidad
En los últimos años, diversas investiga- de diagnosticar un TDAH con predominio del
ciones destacan la importancia de diversos déficit de atención y un TDAH con predo-
factores relacionados en la aparición del minio hiperactivo/impulsivo (Miranda et al.,
TDAH en la infancia, especialmente las al- 2005). En esta línea, algunos instrumentos
teraciones de la dinámica familiar, ya sea miden la hiperactividad atendiendo a la im-
por enfermedad o ausencia de los padres, o pulsividad e hiperactividad como elementos
por los cambios sociales y culturales que no más destacados, mientras que los problemas
ayudan a sostener el deseo de maternidad ni de atención se miden mediante escalas di-
protegen la relación madre-bebé. Hoy día, ferenciadas, como es el caso del Sistema de
muchos progenitores se encuentran insegu- Evaluación de la Conducta de Niños y Ado-
ros con respecto a su papel en la crianza de lescentes (BASC), donde se define la hiperac-
los/as hijos/as y con frecuencia no consiguen tividad como “tendencia a ser excesivamente
sostener la vida emocional del bebé, dar cal- activo, a ejecutar precipitadamente los tra-
ma y sentido a sus expresiones de malestar bajos y actividades y a actuar sin pensar”
(Manzano, 2007; Sammartino, 2007). (Reynold y Kamphaus, 2004).
68 / Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) Manuel Isorna Folgar
Las consecuencias de los patrones de con- 1. Los que piensan y trabajan mediante la
ducta incluidos en el TDAH son muy nega- aplicación de medidas biológicas priori-
tivas para los/as niños/as que lo padecen, tariamente el uso de estimulantes del Sis-
ya que si no se trata correctamente puede tema Nervioso Central (ICSI, 2005; Reiff y
producir una disminución del rendimiento Tippins, 2004).
académico y fracaso escolar a medio o largo 2. Los que consideran que hay que aplicar
plazo. Además, se ve afectado el desarrollo fundamentalmente medidas psicológicas
social y emocional del niño/a debido a los en el ámbito del niño/a, de la familia y/o
problemas con sus compañeros/as, familia- de ambos (Lasa, 2001).
res, etc., causados por su impulsividad o ex-
cesiva actividad, lo que puede desembocar en Las guías clínicas disponibles plantean
otros problemas posteriores como depresión, cuatro alternativas diferenciadas, que se po-
comportamientos negativistas, problemas de drían clasificar en cuatro grandes grupos (Ti-
conducta, abuso de sustancias o problemas zón, 2006):
laborales (Miranda et al., 2005). a) Tratamiento farmacológico único de entra-
da para la mayoría de estos/as niños/as.
Como en todos los temas de salud men- b) Tratamiento multimodal desde el inicio:
tal controvertidos, también en este hay una combinación de medidas farmacológicas,
gran disparidad sobre los factores de riesgo psicológicas y psicosociales.
que pueden estar implicados en su etiología. c) Soporte psicopedagógico y psicosocial (fa-
En general, se aglutinan en los siguientes miliar o individual) y tratamiento farma-
(Tizón, 2006): cológico en segunda instancia.
a) Familiares y Genéticos: hasta un 80% tie- d) Intervenciones psicológicas, psicopedagó-
nen, al menos, un familiar de primer grado gicas y psicosociales (individuales y fami-
con esta sintomatología; liares) recurriendo a los estimulantes del
b) Pre y Perinatales: maternidad a edad SNC sólo en excepciones extremas.
temprana, mala salud materna durante
el embarazo, eclampsia, exposición fetal Si nos basamos en los datos de publi-
in útero a tóxicos como el plomo, el ta- caciones y estudios realizados es evidente
baco, el alcohol, la cocaína o la heroína, que los dos primeros modelos son los más
deficiencias nutricionales, prematuridad seguidos y con mayor apoyo (Jensen y Co-
extrema, hidrocefalia, y hemorragias in- oper, 2002; Reiff y Tippins, 2004). Esto vie-
terventriculares. ne a significar, en la práctica, que cada vez
c) Ambientales: dinámica familiar altera- se realiza un mayor número de tratamien-
da, dificultades en la familia como siste- tos farmacológicos como principal fuente
ma, dificultades en el medio escolar o de de “curación”. Sin embargo, tanto en los
amistades y relaciones. países mediterráneos como en Estados uni-
dos, cada vez son más los profesionales que
Como era de esperar, estas diferentes cau- se resisten a esta “ola biológica” y apoyan
sas etiológicas generan discrepancias entre como principal soporte el psicopedagógico
los profesionales en cuanto al tratamiento y psicosocial seguido del tratamiento far-
más eficaz. Así nos encontramos con dos macológico como segunda opción o como
tendencias terapéuticas diferentes: complemento (Tizón, 2006).
TDAH y comorbilidad 9
El TDAH se complica no sólo por la varie- tratamientos similares, aunque podrían tener
dad de alteraciones cognitivas y de conducta diferentes etiologías, factores de riesgo y re-
presentes sino también por la llamada co- sultados. También de forma muy frecuente
morbilidad; o sea, la concurrencia de otros es comórbido, con una amplia variedad de
diagnósticos psiquiátricos que se presenta en otros trastornos psiquiátricos, muchos de los
la mayoría de los sujetos en más del 50% de cuales serían parte del mismo espectro (Szer-
los afectados (Jensen, 1997; Szerman, 2008). man, 2008).
La presencia de trastornos comórbidos debe
explorarse sistemáticamente. Los más comu- Como podemos anticipar, se trata de un
nes en adolescentes y adultos son trastornos reto profesional realizar un buen diagnóstico
afectivos bipolares, trastornos por ansiedad, diferencial ya que muchos cuadros psicopa-
patología dual (con conductas adictivas), tológicos presentan síntomas de hiperactivi-
trastornos de aprendizaje, trastornos de con- dad, problemas de atención e impulsividad
ducta (antisocial) y trastorno límite de la per- o, desde una perspectiva cognitivista, alte-
sonalidad. La comorbilidad en este trastorno raciones en la función ejecutiva. El riesgo de
dificulta el diagnóstico, ya que los síntomas un diagnóstico erróneo es aún mayor cuando
del trastorno comórbido se solapan y enmas- abordamos esta tarea desde una compren-
caran al propio TDAH. El pronóstico empeo- sión de la clínica basada en la objetivación
ra ya que el TDAH tiende a cronificarse y su de conductas, verificación de criterios y una
tratamiento es más complejo. evaluación transversal que puede producir
una visión fragmentada de lo que le pasa
Diversas explicaciones han sido formula- al niño/a y dejar fuera del proceso síntomas
das en este sentido; Biederman (1992) plan- que pueden ser claves (Álvarez, 2008).
tea que el trastorno podría ser un nombre
para “un grupo de condiciones con diferen- Otra forma de plantear este desafío es
tes etiologías y factores de riesgo, con dife- como lo hace Brown (2006): “En lugar de
rentes resultados, antes que una homogénea considerar que el TDAH es solo un trastorno
entidad clínica”; se podría decir que TDAH independiente de los demás, este síndrome
es un espectro de diferentes alteraciones en podría considerarse un grupo de deterioros
la función cognitiva ejecutiva, que a menu- que se cruzan con otras categorías diagnós-
do aparecen juntas y a menudo responden a ticas… Dicho de otro modo, las funciones
76 / Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) Manuel Isorna Folgar
ejecutivas son básicas y esenciales para el • Depresión y otros trastornos afectivos: Problemas
funcionamiento integrado de muchas activi- de afectividad
dades de la mente, en consecuencia, los suje- • Consumo de drogas
tos que tienen una debilidad en el desarrollo
de sus funciones ejecutivas son, probable- • Trastornos del desarrollo de la coordinación
mente, más vulnerables a muchos otros tipos • Trastornos del lenguaje y de la comunicación.
Problemas para el aprendizaje: fracaso escolar: Dis-
de deterioros psiquiátricos, igual que cual-
lexia, Discalculia y Disgrafía
quier otra persona que tenga los huesos débi- • Síndrome de Tourette / Trastorno obsesivo com-
les es más vulnerable a las fracturas y que un
pulsivo
sujeto con un sistema inmunitario debilitado
• Trastornos de la conducta
es más vulnerable a sufrir una ampliada va-
riedad de infecciones” (pág. 237 -238). • Trastornos de ansiedad
• Problemas para la conducción de vehículos
Sólo algunos trastornos comórbidos se
• Retraso mental
ven durante la infancia. Éstos pueden ser
los de menos repercusión sobre la vida del • Trastorno de Asperger
propio paciente, sobre la familia y sobre la • Trastornos generalizados del desarrollo
sociedad. La comorbididad más trascenden- • Síndrome de Tourette / Trastorno obsesivo com-
te y de efectos más dañinos, tanto para los pulsivo
pacientes como para el entorno, son los que • Trastornos de la conducta
tienen lugar o los que persisten en la adoles-
• Impulsividad/Agresividad: Actitud oposicional
cencia y en la edad adulta (Pascual, 2002).
desafiante
El TDAH ha levantado un gran interés durante gias de evaluación e intervención y los “nue-
esta última década tanto entre los profesionales vos terapeutas” que diseñan y ponen a prueba
como en la opinión pública en general. Prueba nuevas estrategias tratando de dar respuesta a
de ello son el gran número de artículos, libros y las nuevas demandas que las familias con hijos
protocolos escritos sobre este tema durante este menores de edad plantean. A todo ello hay que
tiempo además de reportajes escritos en perió- añadir que en medicina, psicología y en gene-
dicos y revistas no científicas (Álvarez, 2008). ral en todas las ciencias existen una diversidad
El gran interés que el TDAH está despertando, de paradigmas existentes para explicar todos
como en otros casos que han estado en algún los procesos y en el caso del concepto “salud-
momento de actualidad, genera que tanto des- enfermedad” es todavía mayor.
de el campo profesional como desde la opinión
pública se sostengan posiciones muy diversas En España la atención a la infancia, la ado-
e incluso enfrentadas. Grupos de profesionales lescencia y la familia está a cargo de diversos
piensan que se está infra-diagnosticando mien- sectores: salud, educación, servicios sociales,
tras otros creen que hay un hiper-diagnóstico justicia,… y no existe una definición clara del
e incluso existen profesionales que niegan su papel de cada sector ni dentro de alguno de
existencia. los sectores, del rol de los diferentes profesio-
Desde la opinión pública no especializa- nales implicados en esta atención Todo esto
da, hay opiniones muy divergentes frente a conduce, en muchas ocasiones, a posiciones
este trastorno. Hay ciertos grupos de presión encontradas que dificultan la comunicación
como son los familiares de niños/as afecta- entre los diversos profesionales de los dife-
dos por TDAH quienes piensan que hay un rentes sectores con sus diversas maneras de
desconocimiento de este problema y que los entender la salud y la enfermedad. Con ello se
recursos que se le dedican son insuficientes; crean situaciones de asimetría donde los ac-
otros grupos creen que los profesionales que tores no se escuchan, se desvalorizan mutua-
atienden a la infancia están psiquiatrizando, mente y la única posición valida es la propia,
psicologizando y medicalizando la vida de impidiendo un intercambio fructífero donde
los niños/as (Álvarez, 2008). los diversos profesionales y modelos de salud
se puedan complementar y enriquecer mutua-
No olvidemos que esto ocurre en un terreno mente para mejorar la atención de este sector
donde los defensores de las antiguas estrate- de la población (Álvarez, 2008).
98 / Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) Manuel Isorna Folgar
Figura 10. Ilustración de los flujos que describen el posible circuito asistencial para los niños con TDAH.
El tratamiento 12
La finalidad del tratamiento será mejorar los inducen a planteamientos especialmente con
síntomas del TDAH, reducir y eliminar sínto- el grupo de “TDAH + Problemas Académi-
mas asociados y mejorar las consecuencias cos”, que la validez de las intervenciones se
(aprendizaje, lenguaje, escritura, relación so- deben centrar sólo en la recuperación de los
cial, actitudes…). déficits académicos, pasando por alto que
son niños/as, adolescentes y adultos con una
En la actualidad, la literatura científica experiencia y bagaje personal, algunos de
habla de los beneficios asociados a los abor- muchos años, con experiencias personales de
dajes multimodales. El informe del National fracaso, decepción, frustración, indefensión,
Institute of Mental Health (NIMH) asigna a baja autoestima, etc. que no desaparecen con
los tratamientos combinados un papel esen- una “pastilla” (por muy maravillosa que sea),
cial. La experiencia clínica del TDAH muestra ni con una agenda escolar bien cubierta por
que la intervención multimodal ofrece resul-
tados favorables en la población afectada.
Este tipo de abordaje debe considerar, dentro tratamiento del
de sus objetivos generales, no sólo el aspec- TDAH
to farmacológico, sino también el contexto
psicosocial del niño/a y su familia desde un
modelo integral. Medicamentos que deben
conseguir tiempos de
Lo adecuado es una intervención de tipo atención sostenida
triangular consistente en medicamentos, que
deben conseguir tiempos de atención soste-
Programas de atención
nida, programas de atención a la familia e a la familia
intervenciones de tipo psicopedagógico.
resultados positivos o negativos. Los hallaz- tres grupos estudiados. Aunque ambas inves-
gos al respecto señalan que los niños/as y tigaciones son valiosas, sólo han estudiado un
adolescentes con TDAH suelen desperso- componente de la motivación, el estilo atri-
nalizar los éxitos, atribuyéndolos a causas bucional, obviando que la motivación es un
externas e incontrolables, como la suerte constructo complejo.
(Niederhofer, 2008). Es obvio que esta clase
de interpretaciones no ayudan precisamente Pero el hijo/a-alumno/a también está ro-
a potenciar el autoconcepto. Por el contrario, deado de sus respectivos padres y profesores,
justifican los fracasos con explicaciones ba- los cuales y de forma general presentan unas
sadas en factores internos e incontrolables, percepciones a nivel motivacional más nega-
como la inteligencia (Hoza et al., 1993), que tiva del grupo de niños con TDAH+Problemas
pueden incluso provocar indefensión. En Académicos. En general, ambos informantes
los últimos años el estudio de las implica- consideran que los niños/as con TDAH son
ciones de los problemas asociados al TDAH menos capaces de plantearse metas realistas
ha suscitado el interés de los investigado- y flexibles, muestran una menor capacidad
res, destacando especialmente los problemas de perseverar ante las dificultades que surgen
académicos por su alta tasa de prevalencia. en sus actividades, y son menos conscientes
Varias investigaciones han constatado que de sus fortalezas y debilidades para afrontar
los niños/as y adolescentes con TDAH que las tareas. Las discrepancias existentes entre
tienen más riesgo de repetir curso y presen- las percepciones de autocompetencia de los
tan bajo rendimiento académico y dificulta- niños/as y las percepciones de padres y de
des en el aprendizaje experimentan un déficit profesores podrían deberse a que los sesgos
más severo en el funcionamiento ejecutivo ilusorios positivos típicos de los niños con
(Miranda, Meliá y Marco, 2009). Además, los TDAH en general, sean más fuertes cuando
problemas académicos tienen una influencia el trastorno se asocia con los problemas del
negativa en la evolución del trastorno a lar- aprendizaje y con más fallos en el funciona-
go plazo (Faraone et al., 2001). miento ejecutivo. El grupo con problemas de
aprendizaje se encuentra en una situación de
Según recoge Miranda et al. (2009) solo mayor riesgo, que puede obedecer a que ex-
dos trabajos han analizado las posibles im- perimentan niveles de frustración más eleva-
plicaciones de la asociación del TDAH y los dos por las situaciones estresantes que viven
problemas de aprendizaje en el sistema cogni- cada día en la escuela.
tivo-motivacional. En el primero de ellos Ta-
bassam y Grainger (2002) encontraron que los Por tanto y siguiendo las recomendacio-
niños/as con TDAH tenían estilos explicativos nes de Miranda el al. (2009), los padres/ma-
significativamente más pesimistas que los es- dres y profesores/as de niños/as con TDAH
tudiantes con un desarrollo más normalizado. deben plantearse objetivos realistas para
En el segundo trabajo Smulsky yGobbo (2007) contrarrestar el estilo motivacional aversi-
analizaron las respuestas de niños/as con Pro- vo que les caracteriza. Las metas deben de
blemas Académicos, niños/as con TDAH y ni- ir dirigidas a lograr el éxito, en lugar de a
ños/as con TDAH+Problemas Académicos a evitar el fracaso y debe explicarse al niño/a
un cuestionario que medía atribuciones no la diferencia entre las dos perspectivas y las
encontrando tampoco diferencias entre los ventajas de centrarse en los logros. También
Los profesores/as
como co-terapeutas 14
Si bien los niños/as con TDAH no están • Se suele experimentar un decrecimiento
abocados necesariamente al fracaso escolar, en las notas, especialmente si se compa-
aunque conforme avanzan hacia la educa- ran con las obtenidas en el sexto curso.
ción secundaria (ESO), el riesgo de tener un • Se producen cambios en las relaciones
rendimiento inadecuado y un rendimiento sociales (compañeros nuevos, conserjes, co-
insuficiente va en aumento (Orjales, 2012). cineros, conductores de autocar, etc.) como
De hecho, se ha estimado que únicamente producto del paso de una institución a otra.
un 5% de los individuos con TDAH con- • Cambio del clima institucional, relacio-
siguen acabar los estudios universitarios, nado con aspectos de tamaño de la insti-
frente al 35% de los controles (Barkley y tución, tipo de relaciones, mecanismos de
Gordon, 2002). regulación y autocontrol.
• La alta capacidad cognitiva que emerge
La transición de educación primaria (EPO) en los adolescentes, no se relaciona con
a secundaria es una etapa de grandes cam- las estrategias de aprendizaje que utilizan
bios y puede llegar a ser muy determinante los profesores, caracterizadas por ser de
en los alumnos/as con TDAH. Existen una baja demanda cognitiva.
serie de estudios (Castro et al., 2009; Gairín, • Cambio de la metodología didáctica:
2005) que reúnen los cambios derivados del en ESO tienen mayor peso las exposicio-
paso de la educación primaria a la secun- nes del profesor/a, el libro de texto y el
daria, que son comunes a todos los países y aprendizaje memorístico, predomina un
que son manifiestamente más impactantes y sistema de trabajo donde el grupo realiza
con mayores repercusiones en los alumnos/ la misma actividad a la vez, los profesores
as con TDAH: se muestran más distantes.
• Normalmente tienen mayor distancia • La relación con los profesores cambia
del hogar al centro educativo. debido al aumento de las materias del cu-
• Mayor tendencia a la disminución del rrículo y la estructura misma del sistema
autoconcepto en el alumno/a debido pre- de la ESO, el cual exige en cierta medi-
cisamente a que pasa de tener un estatus da que los estudiantes sean valorados de
superior en el sexto curso (los mayores de acuerdo a sus destrezas.
la escuela) a uno inferior en primero de la • Los contenidos se intensifican al igual que
ESO (son los menores del Instituto). el número de materias y con ello la cantidad
182 / Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) Manuel Isorna Folgar
de horas que los estudiantes deben invertir control que pueden desestabilizar el alumnado
para rendir con las tareas asignadas. dificultando este proceso de transición y gene-
• La metodología que se utiliza en las rando factores de riesgo para un grupo de ese
aulas, refleja un abordaje poco integrado alumnado (Marchesi y Pérez, 2003; Monarca
y muy separado de las materias, lo cual y Rincón, 2010); a todo ello hay que añadirle
provoca que el estudiante se desmotive. además el aumento en la carga de trabajo, una
• Además disminuye el interés por las ac- mayor demanda de autonomía e independen-
tividades académicas y aumenta el interés cia al trabajar en el aula y fuera de ella, el cam-
por las no académicas como por ejemplo: bio a formas de evaluación más exigentes y la
los deportes, música, redes sociales. falta de apoyos para responder a estos cam-
bios (Flores y Gómez, 2010). Estas situaciones
Estos cambios, tal y señala Gimeno (1996), pueden generar cierta desorientación si se dan
se deben en gran medida a las diferencias que de forma rápida y antes de que puedan ser in-
existen ente la cultura de la EPO y de la ESO teriorizados los cambios y de que se puedan
tal y como se expresa en la tabla 18. generar recursos personales para adaptarse a
las nuevas exigencias, constituyéndose en una
Por otra parte, hay unos cambios en el situación de riesgo. Este riesgo puede traducir-
proceso de enseñanza-aprendizaje: nuevo se en el ámbito individual en una pérdida de
programa de estudios, varias metodologías los niveles de rendimiento escolar, pérdida de
de enseñanza, diversos estilos de enseñan- seguridad y autoestima, al tiempo que desde el
za-aprendizaje, diferentes pautas de relación punto de vista de la socialización puede com-
con el profesorado, formas de evaluación y de portar dificultades en la relación con la nueva
Tabla 18. Diferencias entre la EPO y la ESO (Isorna, Felpeto y Navia, 2013).
Bibliografía
Instrucciones:
Asigne puntos a cada respuesta del modo siguiente:
NADA= 0 PUNTOS.
POCO= 1 PUNTO.
BASTANTE= 2 PUNTOS.
MUCHO= 3 PUNTOS
Para obtener el Índice de Déficit de Atención con Hiperactividad sume las puntuaciones ob-
tenidas.
Puntuación:
• Para los NIÑOS entre los 6 – 11 años: una puntuación >17 es sospecha de DÉFICIT DE
ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD.
• Para las NIÑAS entre los 6 – 11 años: una puntuación >12 en Hiperactividad significa sos-
pecha de DÉFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD.
236 / Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) Manuel Isorna Folgar
Instrucciones:
Asigne puntos a cada respuesta del modo siguiente:
NADA= 0 PUNTOS.
POCO = 1 PUNTO.
BASTANTE= 2 PUNTOS.
MUCHO = 3 PUNTOS
Para obtener el Índice de Déficit de Atención con Hiperactividad sume las puntuaciones ob-
tenidas.
Puntuación:
• Para los NIÑOS entre los 6 – 11 años: una puntuación >16 es sospecha de DÉFICIT DE
ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD.
• Para las NIÑAS entre los 6 – 11 años: una puntuación >12 en Hiperactividad significa sos-
pecha de DÉFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD.
242 / Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) Manuel Isorna Folgar
Las respuestas emocionales interfieren con la cabal resolución de problemas. El sujeto expe-
rimenta crisis repetidas al intentar afrontar los estresantes de la vida cotidiana. Se describe a
sí mismo como “embrollado” o “sobrepasado”.
E. Aspectos asociados: inestabilidad marital; menor éxito académico y vocacional que el espera-
do por la inteligencia y la educación recibida; abuso de alcohol y de otras drogas; respuestas
paradójicas a la medicación psicoactiva; historia familiar de TDAH en la infancia, alcoholis-
mo y abuso de drogas, personalidad antisocial y síndrome de Briquet.