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AGUSTÍN
ALUMNA:
FUENTES LLAMOCA, KATHERINE MILAGROS
AREQUIPA-PERU
2022
DEDICATORIA
El presente trabajo de investigación, está dedicado a mis padres, al docente del
área, el cual me encomendó esta tarea, a mis compañeros de clase y para todos
aquellos que formaron parte del proceso.
INDICE
INTRODUCCION...........................................................................................................04
1. BIOGRAFIA.............................................................................................................05
2. OBRAS......................................................................................................................06
2.1 EL PRINCIPE......................................................................................................07
2.2 DEL ARTE DE LA GUERRA............................................................................08
2.3 DISCURSO SOBRE LA PRIMERA DECADA DE TITO LIVIO....................09
2.4 MANDRAGORA................................................................................................10
3. RESUMEN DE LOS CAPITULOS DE LA OBRA EL PRINCIPE.........................11
4. ANALISIS CRITICO DE LA OBRA EL PRINCIPE...............................................13
5. CONTEXTO HISTORICO DE LA EPOCA.............................................................15
6. CONCLUSIONES.....................................................................................................18
7. BIBLIOGRAFIA.......................................................................................................19
1)
INTRODUCCIÓN
En el presente documento se desarrolla la manera de pensar de Nicolas Maquiavelo,
para iniciar debemos recordar que, desde el inicio de los tiempos con las primeras
civilizaciones, en los hombres ha nacido el gran deseo de poseer el poder, este término
esta infinitamente relacionado con la política. Para toda sociedad civilizada es necesaria
una estructura política que genere consolidar a la sociedad en todos los aspectos. A lo
largo de la historia esa estructura se ha ido perfeccionando de acuerdo al tipo de
sociedad que el hombre quiere construir; diversas han sido las ideologías que las
sustentan y los nombres que han recibido estas organizaciones; que tienen como factor
común la obtención del poder.
Nicolás Maquiavelo está consagrado como el creador de las ciencias políticas, porque
en su texto transmite las acciones que debe ejecutar un verdadero líder político para
implantarse en el poder y para mantenerlo. Todo Estado debe estar unificado y esto
debe ser producto de la manera de manejar el poder por parte de gobernante.
Su idea de gobierno incluye que el dirigente realice acciones que sean astutas,
maliciosas, inmorales, estas mismas para ser respetado, pero aun así temido por su
pueblo. Dichas consagraciones maquiavélicas han generado corrientes totalmente
opuestas, creadas por pensadores como Voltaire, el cual estuvo inclinado a la creación
de un gobierno en donde el poder no estuviera en una sola persona o grupo, sino que
este estuviera dividido en instituciones que entre ellas mismas generen un equilibrio y
que ninguna sea más que las otras.
La idea de Maquiavelo, es adelantar que su visión del poder se producía por la sociedad
que lo rodeaba, es decir, en la Italia luchaba por su territorio; por lo que es entendible
que ofreciera la concepción de un gobierno con una sola cabeza. Pero que dicha cabeza
debía de gobernar para el pueblo. Su anhelo fue únicamente vivir en una sociedad como
la antigua república romana, ya que era unida y fuerte como Estado.
Esta obra escrita hace varios siglos fue concebida por quién vivió en una sociedad
dividida por las constantes luchas territoriales, organizadas en monarquías en busca de
su consolidación, sufrió a título personal la represión del Estado y que alejado de la vida
política italiana plasma su pensamiento sobre la figura del gobernante capaz de detentar
el poder y mantenerlo, describiéndolo como un sujeto capaz de tomar acciones para
lograr su finalidad justificando el medio empleado aún fuera de los linderos de la ética,
astuto, enérgico, capaz de movilizar a su pueblo en defensa de su principado.
Es la obra más importante del autor; al igual que se trata de la clave para poder entender
su pensamiento político. El príncipe fue escrito durante su periodo de exilio en 1513 y
está inspirada en César Borgia.
Una de las finalidades de El príncipe es la descripción de una teoría que ofrece una idea
de cómo sería el gobernante ideal. Para ello, el diplomático enumera una serie de rasgos
esenciales que caracterizan a un buen político, entre ellos destacan:
Manipulación, haciendo uso de los medios necesarios para alcanzar los fines.
Tenacidad y astucia para esquivar obstáculos.
Inmoralidad, debe estar por encima del bien y el mal.
Ingenio, carencia de escrúpulos.
Experto en el engaño.
A lo largo de los siete capítulos en los que está dividido, se van afrontando y
desgranando de forma homogénea aspectos como el del reclutamiento, la relación
infantería-caballería y la instrucción y adiestramiento de los soldados, el orden de
combate, la moral del combatiente, el reconocimiento y la observación del campo
enemigo, el acuartelamiento y el régimen disciplinario y, por último, los sistemas de
fortificación y defensa.
2.3 DISCURSO SOBRE LA PRIMERA DECADA DE TITO LIVIO (1531)
Publicados póstumamente, los Discursos sobre la primera década de Tito Livio no son
solo la obra de teoría política más ambiciosa de Nicolás Maquiavelo, sino también un
libro combativo y militante que, escrito entre 1513 y 1520 en el ostracismo político,
alienta el propósito de servir de instrumento para edificar el futuro inmediato, con la
perspectiva de una república italiana con centro en Florencia.
Sin entrar en contradicción con El príncipe, que se ocupa de la formación de los estados
o de su reforma en situaciones de crisis, esta obra de madurez defiende la superioridad
de la república en relación con valores tales como la libertad, el bien común, la
igualdad, el respeto a la ley o el patriotismo.
2.4 MANDRAGORA
Los primeros capítulos de la obra están dedicados a explicar las distintas clases de
principados que hay y las maneras en que estos pueden adquirirse. Comenta que los
Estados pueden ser repúblicas o principados, y que pueden ser hereditarios, cuando se
trasmiten a través del linaje, o nuevos, cuando se obtienen por herencia o conquista,
mediante las armas propias o las ajenas, por fortuna o por virtud.
Expone que los principados hereditarios, así como los nuevos, precisan políticas de
continuidad en lugar de cambios radicales que puedan trastornar la vida y costumbres de
la población.
En cambio, aquellos que denomina mixtos (que son nuevos, pero que se anexan a un
principado antiguo), implican tratos diferentes, acordes con las circunstancias políticas
que intervinieron en su adquisición.
Aconseja optar, de ser posible, por la primera de las opciones: detentar el poder
absoluto, pues con la segunda, el príncipe ostentará una menor autoridad y deberá
sofocar frecuentemente rebeliones internas.
Advierte que, sin embargo, este tipo de Estados o ciudades tienen un gran orgullo por su
libertad, razón por la cual siempre estarán dispuestos a levantarse para reconquistarla.
Así, pues, la única opción segura que tiene el príncipe para mantener el poder es
arrasarlo y dispersar a la población.
Según Maquiavelo existen dos formas de adquirir los principados: con las armas propias
y con virtud, o con las armas y la fortuna de otros.
En el primer caso, señala que, si bien estos principados son más difíciles de adquirir,
son, a la larga, más fáciles de mantener, siempre y cuando se disponga de las suficientes
fuerzas.
En el segundo, explica que los principados adquiridos con las armas y la fortuna de
otros aunque resultan muy fáciles de obtener, son, al contrario, difíciles de mantener,
pues se depende de un conjunto de factores que lo condicionan.
Maquiavelo también advierte sobre el uso de la crueldad y la forma en que esta debe ser
aplicada. Sostiene que es bien usada si se cometen todos los crímenes al principio, lo
que permite que luego, poco a poco, se pueda empezar a otorgar beneficios a los
súbditos, para hacerlos olvidar las ofensas recibidas previamente.
La crueldad es mal usada cuando no son cometidas todas en un inicio, lo que fuerza a
que deban seguir cometiéndose en lo sucesivo, lo que le atrae la enemistad del pueblo y
conduce al príncipe al fracaso.
Son también referidos otros tipos de principados, como lo son el civil y el eclesiástico.
El primero, el civil, se obtiene con el favor de los ciudadanos (de los poderosos o del
pueblo); para él se requiere sobre todo de astucia política, principalmente para mantener
al pueblo del lado del príncipe.
Maquiavelo explica la forma en que han de ser medidas las fuerzas en los diferentes
principados. En este sentido, lo principal, comenta, es si el príncipe es capaz de valerse
por sí mismo o no.
9. Sobre el ejército
Con relación al ejército y los soldados que el príncipe debe tener a su disposición,
Maquiavelo afirma que estos pueden ser de tres tipos: propio, auxiliar y mixto. Advierte
sobre los soldados mercenarios, que luchan por dinero y no por lealtad.
Desaconseja los soldados auxiliares, que pertenecen a otro príncipe, al cual deben su
fidelidad. E indica que lo idóneo será tener un ejército propio, que solo al príncipe deba
lealtad.
En este sentido, aconseja Maquiavelo ser amado y temido simultáneamente, pero afirma
que, puestos a elegir, lo mejor es ser temido que amado, pues el pueblo —explica—
siempre puede olvidar el amor, pero nunca el temor, y gracias a esto disminuyen las
posibilidades de ser destronado.
Maquiavelo, con relación a la forma de conducirse en los asuntos del Estado, aconseja
poseer la fuerza y la cautela al mismo tiempo. Lo ilustra empleando la alegoría del león
y el zorro. El león no sabe evitar las trampas, mientras que el zorro no sabe cómo
defenderse de los lobos, por ello, el príncipe debe ser capaz de evitar las trampas, como
el zorro, pero también de aterrorizar a los lobos, como el león.
Sobre la importancia de las virtudes en el ejercicio del poder, advierte que poseerlas es
bueno, pero que es más importante aparentarlas. De hecho, afirma que no toda virtud es
buena para el poder y que, en todo caso, la mayoría de la gente solo juzga por las
apariencias y los resultados, de allí que se atribuya a Maquiavelo la frase “el fin justifica
los medios”, aunque no la exprese con estas mismas palabras.
Advierte que los únicos defectos que deben evitarse son el ser menospreciado y odiado,
pues son estos los defectos que pueden llevar a que el pueblo, los nobles o los soldados
puedan ir contra su propio príncipe.
Maquiavelo explica que el príncipe debe conducirse de cierta manera para ser estimado
y admirado por su pueblo, los nobles y el ejército. Para ello, aconseja el acometimiento
de grandes empresas, el manejo adecuado de la política interna y realizar premiaciones
o castigos que sirvan de ejemplo para sus súbditos.
Advierte Maquiavelo sobre los criterios que debe seguir el príncipe a la hora de elegir a
sus secretarios o ministros, que serán el cuerpo de ayudantes y consejeros más cercanos
y que, por lo mismo, han de ser los más fieles, los que pongan por encima de su interés
personal al príncipe y el Estado. En esa misma línea, recomienda, más adelante, huir de
los aduladores, porque no dicen la verdad.
En los capítulos finales, Maquiavelo hace un balance sobre las causas por la cuales los
príncipes de Italia han perdido sus Estados, y enumera, entre ellas, carencia de ejércitos,
mala relación con el pueblo, así como falta de previsión y de decisión al actuar.
Por todo lo anterior, cierra la obra exhortando al príncipe, en este caso, Lorenzo de
Médici, a quien va dirigida la obra, a liderar Italia y liberarla de los bárbaros, es decir,
de los extranjeros.
Nicolás Maquiavelo vivió en la época del Renacimiento, esta época se originó en Italia,
principalmente en Florencia, y luego llega a aplicarse a todo el mundo occidental. La
Edad Media fue la propulsora de que se llegue al Renacimiento, por lo que no se puede
hablar de que haya sido una época oscura, de hecho, fue una época en donde se
conservaron los ideales de la antigüedad clásica.
La obra se crea puramente renacentista ya que sigue dos novedades aportadas por el
Renacimiento, que son “el dato experimental como punto de arranque de la inducción
científica, y la independización de las ciencias con respecto a aquella unidad teológica y
filosófica que preside el pensamiento de la Edad Media (Garzón y Juaneda, 2004, p. 6)”.
Es importante señalar el ideal de Maquiavelo de crear una política que esté libre de
principios antiguos, lo que la guía son motivaciones, tales como: el valor, la virtud, la
astucia, entre otros.
Además, otro punto a resaltar es que Maquiavelo no se basa en puras ideas, es decir, en
realidades imaginarias, ya que él toma a la historia como base fundamental de su
trabajo, lo cual hace más creíble sus argumentos. Porque incluso se detalla en la obra lo
que el hombre hace realmente, y si es un error o no, lo justifica con argumentos y
ejemplos de lideres pasados, sean lideres políticos o de la Iglesia misma.
Otro aspecto a mencionar, relacionado con que el sentir que con las ideas, es que
Maquiavelo continuamente da una visión del ser humano como un ser principalmente
malo, egoístas y materialistas, que piensa como última instancia en los valores y en la
solidaridad, en pocas palabras, cree que los hombres se inclinan por el mal antes que por
el bien; este pensar puede crear un desacuerdo con el lector dependiendo de cuales sean
las causas de dichas características negativas del hombre, ya que normalmente se aplica
el generalizado pensar socrático que nos dice que el hombre nace bueno pero que la
sociedad crean en su interior corrupción. En este sentir, al autor se puede atribuir
traiciones, problemas y al exilio que vivió en cierta parte de su vida.
5. CONCLUSION
De Maquiavelo puede extraerse una ciencia y técnica del poder que tiene como
finalidad la formación política del príncipe partiendo de una construcción de su rol, del
que dependerán las consecuencias que hablen de su éxito o de su ruina. Con Maquiavelo
nos damos cuenta de que el príncipe es un artificio estético, un modo y un estilo de lo
humano, una figura elaborada, para conquistar, sostener y aumentar a través de acciones
calculadas, su poder. Una ajustada combinación de historia, ciencia y estética, que da
como resultado una ética para la vida. El príncipe puede ser leído desde otro ángulo, con
otra mirada, pues: ¿Qué es lo que hace ser al príncipe?, o ¿Qué es lo que hace un
hombre consigo mismo para adquirir y mantener la condición de príncipe para elevarse
por encima de los otros? ¿Cuáles son las prácticas que componen la figura del personaje
magnífico, del conquistador, del destructor, del dueño del fuego y de la voluntad de los
otros? Maquiavelo nos muestra que no es suficiente serlo de derecho, que éste no pone a
distancia los riesgos o que no detiene los vaivenes del azar político, que lo propio es
serlo de hecho. En fin, el problema no está en ser príncipe, sino en actuar como tal. Si
serlo fuera una cuestión de meros títulos o investiduras legales, para Maquiavelo la
política se debe vivir como una estética de la existencia.
Aunque Maquiavelo nunca lo dijo, se le atribuye la frase «el fin justifica los medios»,
ya que resume sus ideas. Se considera a Maquiavelo como uno de los teóricos políticos
más notables del Renacimiento, pues con su aporte se abre camino a la modernidad en
su concepción política y a la reestructuración social. Tradicionalmente, se ha encontrado
una paradoja en el pensamiento maquiaveliano como consecuencia de la difícil
conciliación de sus dos obras principales, los Discursos sobre la primera década de Tito
Livio y El Príncipe.
6. BIBLIOGRAFIA
Favale, (2006). Maquiavelo y El Príncipe.
GARZÓN y JUANEDA, (2004). MAQUIAVELO- EL PRÍNCIPE.
Maquiavelo, N (2003). El Príncipe. ARCIS