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La historia del mundo de las hormonas

La historia de las hormonas se basa en la experimentación, el tratamiento analítico

y la deconstrucción de las sustancias de los organismos, su descubrimiento data
de 1730. La influencia de la vida del cantante de ópera, Farinelli, fue fundamental
para la extracción de las hormonas, ya que al ser castrado para que mantuviera su
voz por más tiempo del que normalmente sucedía para llegar a las notas más
altas, fue objeto de sorpresa y de estudio para la ciencia.

Esta relación que pareciera inexistente entre las hormonas y el mundo de la

ópera sirvió para comprender cómo funcionaba la articulación entre la voz y los
órganos genitales, por lo que se siguieron realizando experimentos con aves, cuya
castración provocaba que fueran sumisas, para el siglo XIX, se realizaron estas
investigaciones que continuarían a lo largo de los años venideros.

Las indagaciones realizadas por Berthold, sirvieron para continuar

avanzando en el conocimiento sobre las glándulas y las hormonas (Wong y
Álvarez, 2013), pero aquí se encuentra la primera situación adversa, por falta de
conocimiento e investigación profunda. Ya que, se difundió que una mezcla entre
sangre y semen podía funcionar como un elixir de la juventud, dando fortaleza y
energía a los hombres que la tomaran, situación que evidentemente resultó ser
falsa. La diferencia entre la investigación científica y la magia, en algunos
momentos parece no ser tan grande, pero con estudios más profundos se van
explicando los fenómenos de forma más precisa, que permiten tener una vida con
más calidad para los seres humanos. La información en manos equivocadas
puede llegar a ser fatales, incluso han provocado la muerte de algunas personas
por ingerir alguna sustancia inadecuada.

Por otra parte, el estudio del páncreas de perros permitió que se pudieran
encontrar otras características importantes para el conocimiento de las hormonas.
Así como los trastornos fisiológicos comunes dentro de diversas épocas de la
historia de la humanidad. Durante el siglo XX se dio un aprendizaje considerable y
vertiginoso al respecto de las sustancias que contiene el páncreas. El inicio de la
Endocrinología permitió conocer la prolactina, una hormona cuyas funciones son
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de estimulaciones de ciertas estructuras accesorias sexuales, como su efecto en

las glándulas mamarias, a partir de la lactancia (Sandoval, 2013).

Dicha hormona fue descubierta gracias a la experimentación y el análisis

del organismo de los conejos, y posteriormente fue aislada y encontrada en todos
los organismos animales como una forma de inmunoregulación con funciones
pleiotrópicas, se produce dentro de la hipófisis, y apoya en la producción de
células del sistema inmune, tales como linfocitos, monocitos y células dendríticas.

Gracias al estudio de enfermedades como la diabetes se comenzó a utilizar

la hormona insulina como forma de recuperación, que, de nueva cuenta, al
principio fue considerada como magia. La ciencia fue criticada constantemente y
desechada por muchas personas que finalmente terminaban muriendo, aunado a
ello, se siguieron presentando varios productos que prometían salvar a las
personas de forma mágica, que terminaron por hacer mucho más mal que bien.

En conclusión, las hormonas sirven para mejorar los procesos fisiológicos,

funcionan como mensajeros bioquímicos en el organismo, afectan tanto el
crecimiento, como el metabolismo, la función sexual, reproducción e incluso el
estado de ánimo (MedlinePlus, 2019). Por lo que ha sido fundamental su
conocimiento para mejorar la calidad de vida, aunque en ese proceso, se hayan
dado unos cuantos fraudes que costaron vidas humanas.

Referencias

Dooley, C. (2017). El prodigioso mundo de las hormonas – Documental [Video].

Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=4yBiY7AkvjU&t=2598s
MedlinePlus. (2019). Las hormonas. Bethesda (MD): Biblioteca Nacional de
Medicina https://medlineplus.gov/spanish/heartattack.html
Sandoval, G. (2013). La prolactina, una molécula transdisciplinaria. Universidad
Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco
Wong, A. y Álvarez, M. (2013). Hormonas, cerebro y conducta. Notas para la
práctica de la Psicología en la Endocrinología. Revista Cubana de
Endocrinología, 24(1).