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“Jugar para aprender”

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Enseñar a jugar
El juego debe conducir todo el trabajo preparatorio de los jugadores.
De él deben extraerse las situaciones que se desean enseñar y entrenar.
La técnica puede y debe ser enseñada a través del juego, con intención, con énfasis en lo
técnico, pero siempre a través del juego. El Voleibol es una disciplina abierta porque el
ambiente externo está en continuo cambio. Por años se lo ha enseñado como si fuera una
disciplina cerrada donde el ambiente externo es casi siempre constante, como por ejemplo en
atletismo. Incluso el método, el criterio de enseñanza ha sido siempre el de las disciplinas
cerradas como en gimnasia deportiva, técnicas que inician y terminan en sí mismas.
En los deportes de oposición la técnica es condicionada permanentemente por el adversario, por
el tipo de balón etc...

Muchos profesores todavía piensan que para enseñar el vóley es necesario partir de las técnicas
de base y después uniendo estas técnicas se llega al juego, pero esta no es la realidad de ningún
jugador, ni siquiera de uno de mini vóley.

La realidad es que ellos parten del juego y nosotros deberíamos hacer lo mismo.

Muchas veces entrenamos a los jugadores para hacer bien el ejercicio, no para jugar bien, tal
vez todos hacemos el mismo ejercicio pero la diferencia es que ponemos el acento sobre el
hacer bien el ejercicio y no sobre el ejercicio como un instrumento para aprender a jugar. Esto
sucede porque el ejercicio se ve como un objetivo en sí mismo, siendo en definitiva muy
diferente a la realidad del juego.
Y no es solamente una forma de organizar el discurso, es un concepto preciso que está en la
base de la idea y que después se transfiere a los ejercitaciones, a la forma de hablar con los
alumnos, en el por qué una cosa es necesario saberla hacer, en el hacer referencia constante a
cuando se usa eso que estás enseñando.
¿Para ganar un partido que se necesita?, realizar correctamente la triangulación y eso significa:
uno que recibe, uno que levanta y uno que ataca. Entonces el ejercicio principal del
entrenamiento deberá ser el de recepción, armado y ataque. Y este problema debe ser atacado
en forma global porque se sabe que la memoria está muy vinculada al contexto de lo que
queremos recordar, cuando entrenamos deberemos reproducir situaciones para que, después
durante el juego el alumno las reconozca y pueda actuar según lo que ha entrenado, si en
cambio el gesto está dividido analíticamente la memoria es más débil y no las reconoce tan
fácilmente.

Si no se puede hacer porque hay problemas técnicos (como en divisiones inferiores), me


pregunto, ¿qué necesito para recibir?, ¿cuál es la cosa más importante de la recepción?, ¿el
desplazamiento?, ¿el golpe? etc.
Es necesario enseñarlo, corregirlo, se trabajará incluso ejercicios súper – analíticos de
corrección, (ejemplo: golpe de manos bajas contra la pared) pero el problema no es hacerlos o
no hacerlos, ser más o menos analítico en el trabajo, el verdadero problema, es que jerarquía
ocupan en la metodología, teniendo siempre presente que lo hacemos solamente para poder
ejecutar correctamente la triangulación.
A veces extraemos algunas cosas y las entrenamos aparte, porque se necesita que toda la
atención del jugador sea puesta en ese problema, pero después de haberla trabajado se la debe
reinsertar rápidamente en el contexto del juego.

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El punto crucial es este, nosotros extraemos una cosa y la entrenamos aparte o tenemos la idea
de que muchas cosas solas al final sumándolas, nos dan el juego, son dos maneras
completamente diversas de ver las cosas.

Este concepto es muy diferente respecto al otro que dice yo hago toque de arriba, toque de
arriba, toque de arriba, golpe de abajo, golpe de abajo, golpe de abajo, y cuando sale bien, lo
junto, lo meto en el juego y que se arreglen solos.

Lógicamente las técnicas se deben realizar para mejorar estas acciones, pero no es el contrario,
no realizas estas cosas como una simple suma de técnicas de base, que además es como siempre
se ha enseñado el Voleibol, con el resultado que es muy poco motivante para los jugadores.

Hay dos problemas por los que los profesores cometíamos este error, uno porque sabíamos que
necesitábamos mucha cantidad de repeticiones para progresar entonces lo hacíamos analítico,
golpe en parejas, porque así tocan mucho la pelota y no sabíamos cómo garantizar repeticiones
sin eso, segundo problema, es mucho más fácil para mi dirigir un grupo si todos están haciendo
lo mismo, yo me pongo y miro las piernas, ahora los brazos todos igual, si en cambio uno
golpea de abajo, el otro levanta y el otro ataca para mi es mucho más complicado porque tengo
que ver tres cosas a la vez, pero esto que para mí es muy difícil y por lo tanto no lo hago, es la
realidad del juego, entonces fíjense como es el mecanismo, nosotros esto no lo hacíamos porque
era complicado pero se lo dejábamos a nuestros alumnos, o sea, nos organizábamos el
entrenamiento para que sea fácil y la cosa complicada que era hacer tres cosas juntas se lo
dejábamos a ellos y esto va en contra de cualquier criterio pedagógico. Somos nosotros los que
nos tenemos que ocupar del problema.

Cuando digo esto a veces se interpreta que no enseñamos más técnica, le damos la pelota y que
jueguen, no, no se trata de si enseño o no técnica individual, sino de cómo la enseño. Si la
técnica que tengo que enseñar es muy compleja la tendré que practicar separada del contexto,
pero durante el menor tiempo posible y no la idea de que empiezo por una cosa chiquita y al
final de este largo camino juegan, además porque mientras hacemos esto lo que sucede es que
los chicos juegan por su cuenta, no es como históricamente se pretendió que el profesor enseña
todas las técnicas y al final del año cuando “estén preparados” entramos a la cancha.

Creo que esto nace de una idea que teníamos los profesores, donde lo esencial eran las técnicas,
cuanto más técnicas aprende mejor es la enseñanza que yo le di, si en cambio invierto el
concepto y digo cuanto más rápido juega, aún con pocas técnicas mejor es, porque después
las técnicas las puede ir aprendiendo mientras juega, quizás cambiaría la cosa,

Lo importante entonces es que juegue y entienda el juego, con pocas cosas bien hechas y no
muchas hechas mal, porque además es mucho más motivacional, porque un chico que hace de
todo y todo mal termina frustrándose.

Es una cosa para pensar porque muy buena intención hemos tenido al tratar de darles de todo un
poco como base para el futuro, pero desde el punto de vista didáctico formativo hoy me lo
cuestiono, porque de esta manera es muy difícil enseñar a jugar

Acá aparece entonces el terror de los profesores que dicen: ¡si juegan cometiendo errores
técnicos fijan esos errores! y esto es un tema caro a la educación física, pero entonces ¿cómo
hacemos para hacer jugar a los chicos que todavía no tienen consolidadas las técnicas sin que
fijen el error? porque estas son las cosas que se dicen en los libros y en la práctica nadie las
sabe resolver, ¿qué no los hago jugar? o los vuelvo locos desde afuera; “no hagas esto, no
hagas lo otro”, ellos están tratando de que la pelota no caiga y el profesor vive en otro mundo,
porque mientras los pibes tienen la preocupación de jugar, él tiene otra preocupación que no

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tiene nada que ver con jugar sino con hacer las cosas bien y entonces se produce lo que yo llamo
un “diálogo de sordos”, el profesor dice una cosa y los alumnos hacen otra, porque no hay
comunicación y entonces aparece un conflicto de intereses, porque yo no estoy dando lo que el
jugador me pide, yo hablo de otro problema, pienso en la perfección porque tengo este miedo
cuando los alumnos son chicos de cara al futuro.

Esto es un problema en el caso del vóley, en otros deportes es más fácil jugar, como el fútbol.
¿Por qué en el fútbol no sucede esto?, porque el modelo es muy claro, porque los chicos están
continuamente bombardeados de imágenes por televisión y ellos se van aproximando a ese
modelo solos.
En realidad nadie fija el error si el modelo motor es correcto, sino todavía le estaríamos pegando
de puntín a la pelota.

Según el método tradicional en el que se practicaban los gestos por separado, después lo
juntábamos todo y jugaban, en realidad, no enseñábamos a jugar, enseñábamos los instrumentos
y además estos son efectivos según el contexto en que se aplican, es ese contexto el que
nosotros tenemos que enseñar.

Porque si no, otra vez el instrumento, la técnica se transforma en lo principal y en cambio es


necesario desarrollar con ellas otros aspectos del juego que son mucho más importantes, como
es la relación con el adversario, ¡tengo que hacer esto para lograr el punto y tengo que impedir
que me hagan esto otro!, que además es la parte más creativa y de lo que se tratan todos los
juegos deportivos, debo comprender que el adversario es un compañero con el que siempre me
tengo que relacionar para poder jugar.

Esto es muy formativo además de divertido y por eso los juegos deportivos son los que más se
desarrollan con respecto a los deportes individuales, más físicos.

Pero no solo es un problema de motivación, es un problema de velocidad de aprendizaje,


enseñamos la técnica o enseñamos a jugar, es lógico que para enseñar a jugar necesitamos la
técnica, pero desde otra perspectiva respecto a quien piensa que se tiene que enseñar la técnica
primero y después los jugadores juegan solos.

En esta última no existe el concepto de enseñar a jugar, las explicaciones y los concejos que se
dan a menudo son exquisitamente técnicos y no aceleran el proceso de aprendizaje.

Prof. Julio Velasco

Minivoley para principiantes

MODULO DE JUEGO 3 vs. 3

En el sector infantil, el equipo con el mejor ataque es el que tiene mayores probabilidades
de victoria. Armar un equipo con una idea muy clara de esta teoría es tener un equipo que
principalmente reciba, arme y remate, el resto de las cosas se las alcanzará con el tiempo, pero
estas tres cosas las tienen que hacer muy bien, porque si las hacen estarán jugando al vóley.
Después los puntos vendrán porque erra el adversario, tomarán al principio pocas pelotas en
defensa y las irán mejorando de a poco, pero solo con estas tres cosas pueden salir adelante.

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La triangulación, simple hasta ahora, ya que se podía realizar solo hacia una dirección, se
complejiza con la posibilidad de realizarla hacia dos frentes de ataque.
Esto aumenta el abanico ofensivo y disminuye el tiempo defensivo de reacción por la mayor
cantidad de elementos a considerar. En función de esto se deberá enseñar el golpe de arriba
hacia atrás como un nuevo argumento para los armadores.

Las funciones específicas de recepción, armado y bloqueo se realizarán a turno, es decir todos
pasarán por ellas en determinado momento, favoreciendo la multilateralidad en la formación y
evitando una especialización temprana.

El perfeccionamiento de la recepción y el armado se dará naturalmente por la satisfacción que


para los chicos significa rematar. Es precisamente por esto que este fundamento debe ser
incluido lo más rápidamente posible (es el motor de todo lo demás). Sin embargo su abordaje se
dará en forma global (sin entrar todavía en un tratamiento analítico) insistiendo sí, en la
problemática más importante que posee el remate como es el tomar la pelota a tiempo, a la
mayor altura posible.

Cuando se empieza a golpear la pelota por arriba de la red es necesario bajar la altura de la
misma, ya que ahora a diferencia de la etapa anterior habrá que favorecer las trayectorias más
descendentes. No teniendo entonces la preocupación de la red alta para cruzar la pelota los
chicos se divertirán más.
La necesidad de introducir la pelota en un campo de juego todavía pequeño favorecerá la
utilización del golpe de muñeca y el toque de dedos como armas de ataque principales, haciendo
prevalecer la acción inteligente por sobre la dureza del golpe. De este modo todos probarán
diversos tipos de golpe y tomarán conciencia de un número elevado de nociones técnicas de
ataque naturalmente.

Tareas tácticas en función del equipo:

De ataque: ¿Cuál es mi rol específico: armador o atacante?

De defensa: ¿Cuál es mi rol específico: bloqueador o defensor?

El rol de armador

Aparece ahora un primer rol específico (aunque no especializado, ya que


todos los alumnos lo tendrán que realizar), que será el de constructor del
ataque. Además este jugador será el único bloqueador del equipo (técnica que
también desarrollaremos es sus aspectos básicos). Esta tarea demanda mucha
concentración por lo que al jugador que le toque realizarla (el que ocupe
circunstancialmente posición 3) prácticamente se lo eximirá de otras
responsabilidades (recibir, defender, atacar).

Es muy importante enseñarle a este jugador el cambiar rápidamente la


motricidad necesaria para bloquear (cuando el balón esté en el campo
contrario) a la necesaria para armar (cuando la pelota pase a nuestro campo)
insistiendo en que apenas tome contacto con el suelo (después del bloqueo)
gire hacia su propio campo intentando visualizar rápidamente la pelota.

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Técnicas

Golpe de arriba para atrás

Es importante no modificar el punto de encuentro con el balón que debe ser exactamente igual
que para el pase frontal. En el contacto, las muñecas se flexionarán hacia atrás, seguidas por la
extensión de los codos, mientras se inclina la cabeza y se extiende la cadera. Los pulgares tienen
una participación importante en el impulso del balón hacia atrás.

Claves:
 Los pulgares elevan la pelota

 Lanzar el mentón hacia atrás.

La dificultad en la realización de
este golpe radica en la
imposibilidad de ubicar al
receptor dentro del campo visual
del pasador, debiendo realizar su
observación con anterioridad al
toque de pelota, por lo tanto esta
es fundamentalmente de tipo
perceptivo y no mecánica.

El remate

La aproximación a esta técnica continuará en forma global, con tareas abiertas que permitan
adecuar el programa motor en cada repetición.

El remate es esencialmente una acción de golpeo por lo que la concentración recaerá ahora en el

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desarrollo de la manualidad (capacidad de dirigir la pelota a voluntad golpeándola con la
palma de la mano).

Importancia de la manualidad: (para sacar y rematar) si no se posee una buena manualidad es


imposible entrenar al equipo porque la intervención del entrenador es necesaria solo en ciertas
circunstancias, la mayoría de las acciones se realizan entre compañeros y si no tienen precisión
en el ataque es imposible entrenar todo el resto.

Jugar al mucho al “pica pared” de a dos: golpear la


pelota de manera que pique en el piso, luego en la
pared y volviéndola a golpear antes de que caiga,
alternativamente hasta que uno pierda.

El bloqueo

Con la aparición del remate se hace necesario ir incorporando (como idea) el gesto del bloqueo
que permitirá amortiguar la pelota y así facilitar la defensa.

¿Cómo se debe hacer?: todos los alumnos deben realizar un solo tipo de bloqueo, con las
manos partiendo a la altura de los hombros o al lado de la cabeza y en extensión alcanzar el
punto más alto posible.

Claves:
 Sellar la red y penetrar el campo contrario

 Mantener una distancia de seguridad

 Abrir las manos aumentando la pantalla

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Paso añadido

Para posicionarnos delante del atacante utilizaremos el paso añadido que es un desplazamiento
de dos apoyos en el que, primero se mueve un pie lateralmente y luego se añade el otro
(siempre debe haber un pie apoyado en el piso) sin perder el frente de la red.

Formaciones

A partir de este momento se procederá al análisis de 2 sistemas de juego que evolucionaran


tácticamente en la misma medida que evolucionen los jugadores, ellos son:

 Sistema de recepción del saque

 Sistema de defensa

Sistema de recepción del saque:

Aparece el nuevo rol de armador que será ejecutado a turno 22


en posición 2, se deberá ubicar en centro de la cancha (con
respecto a las líneas laterales) y a un brazo de la red. Para
facilitar su trabajo se lo liberará de la función de receptor.
Los otros dos jugadores adoptarán el rol de receptores
atacantes, esta situación ya ha sido contemplada en el juego
2 vs. 2. 33 11

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Sistema defensivo:

El levantador a turno cumple con la función de bloqueador cuando el equipo rival ataca.

Los aspectos básicos que deben conocer en esta etapa los


bloqueadores son:

 Posición de espera cerca de la red (diferente a cuando 22


se cumple el rol de armador)
 Lectura de la recepción y la levantada del rival para
determinar la necesidad o no de bloquear 3
 Desplazamiento lateral tratando de llegar al lugar del
ataque antes que la pelota
 Saltar a tapar el ataque rival colocando las manos en
la trayectoria de la pelota 11

El defensor del lado que se produjo el ataque defiende la línea


final y el otro los ataques en diagonal (hacia la línea lateral), ambos deben colaborar en la
recuperación de las pelotas cortas.

Ideas para la organización de la clase:

Jugar en tríos contra el profesor que saca desde el campo contrario, si los alumnos pueden
realizar la triangulación con éxito recibe un segundo saque y así hasta que pierdan, en ese
momento entra otro trio y los que perdieron pasa a abastecer de pelotas al profesor.

Prof.

Nuevos aspectos reglamentarios:

 Está prohibido tocar la red o pisar la línea central (hasta aprender a


verticalizar el salto, evitando así que se produzcan lesiones)

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 Cambios a turno en el momento que se llega al saque (en caso de
haber suplentes).

Minivoley para avanzados


Recursos metodológicos

No es lo mismo gestionar un equipo de inferiores que uno de adultos, como no es igual


manejar un equipo de club que un grupo escolar.
Sin embargo la similitud radica en que la relación con los equipos de jóvenes debe ser en
ambos casos muy afectiva, el clima a crear debe ser distinto a la obligación que implica
ir al colegio, ellos deben querer formar parte de esta actividad.
Para esto, uno de los puntos importantes es que en la competencia, cuando armamos
equipos en la clase, la participación de los jóvenes debe ser regulada de manera que sus
fuerzas se equivalgan.

Una cosa que no es buena es que algunos chicos pierdan siempre mal, esto no es educativo,
sobre todo si la diferencia de nivel es muy grande, ya que esto no los ayudará a mejorar desde
el punto de vista técnico, ni del carácter, porque seguramente los hará sentir inferiores. Es muy
importante que todos los alumnos se sientan útiles y para esto es necesario brindarles una
perspectiva que los invite a seguir trabajando para mejorar, tratándolos a todos por igual.
Cuando entrenas minivoley te encuentras con chicos de doce años, que ya han hecho un año
contigo y saben jugar, y llegan los nuevos que no saben hacerlo, será conveniente entonces
comenzar un poco antes con los nuevos, para cuando lleguen los otros, mesclar uno de los
nuevos con uno de los viejos.
Este método te permitirá mejorar porque todos estarán dentro de la metodología.
Hay que tratar de hacerlos jugar a todos, no es normal tener a un chico en el banco y no
hacerlo entrar ni un punto, porque de esta manera es lógico que sus padres se preocupen. Esto
es válido solo para los equipos de inferiores, luego en la medida que crezcan la pirámide de
rendimiento se ira estrechando naturalmente.

MODULO DE JUEGO 4 vs. 4

La característica de esta etapa es el aumento progresivo de las acciones


de ataque y la implementación de los sistemas defensivos necesarios para
poder contrarrestarlas.

El juego en la red variará mediante el enfrentamiento continuo entre el


ataque y el bloqueo individual. Los atacantes se verán obligados a tomar
decisiones tácticas para adaptarse con éxito a las distintas situaciones del
juego. Pronto aprenderán que es más eficaz un ataque sensato y seguro
que simplemente pegarle fuerte a la pelota. Mientras los remates no tengan dureza el bloqueo
será utilizado en forma global, sin entrar en un detallado análisis en su realización, sin embargo
será necesario enseñar un salto vertical que pueda ser realizado sin tocar la red, con la sola
intención de detener el ataque del rival. Se necesitará dedicar más tiempo a la práctica
combinada de las fases de juego, sobre todo con ejercicios globales, de manera que la

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transición de la defensa al ataque (uno de los elementos más difíciles de entender por parte de
los alumnos) fluya naturalmente.

No se permitirá todavía ningún tipo de cambio posicional y menos aún la especialización en un


puesto, propias del voleibol avanzado (armadores, rematadores, etc.) por el contrario se
favorecerá la formación técnica táctica de todos los aspectos de juego jugando con funciones a
turno.

Tareas tácticas en función del juego

De ataque: ¿puedo rematar o entrego la pelota al rival?

De defensa: ¿tengo que bloquear o gritar una pelota “fácil”

Técnicas
Remate

El remate es la combinación de dos habilidades fundamentales, carrera - salto y golpeo. En una


ejecución eficiente el salto debe facilitar las condiciones del golpeo y la carrera debe adaptarse
al salto. Por tanto, hemos propuestos prestar atención en primer lugar a las claves de ejecución
del golpeo y ahora sobre éstas a las del impulso para elevarse.

Esa interacción justifica que los ejercicios de apren-


dizaje siempre respeten el movimiento en su con-
junto. Del mismo modo, el vuelo del balón, exige
ajustes en cadena desde la carrera hasta el movi-
miento de los brazos. Por lo que la estrategia de
práctica global incluye necesariamente un balón vo-
lando en el ejercicio. Conforme mejora la anticipa-
ción coincidente con el balón habrá que animar al jo-
ven a realizar un movimiento más amplio, una ma-
yor carrera de impulso que otorgando más velocidad
aumente la altura del salto.

Si bien la idea no es todavía la de brindar una instrucción analítica, será


conveniente sugerir para el impulso, un ritmo de apoyo sucesivo, derecho -
izquierdo, para los diestros, con la sola intención de evitar que se creen
automatismos erróneos que actúen después negativamente en la futura enseñanza
técnica del remate.

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Bloqueo

La aproximación a este gesto se hará con pocas instrucciones con la idea de que el alumno vaya
experimentando los desplazamientos, la ubicación correcta y cuál es su tiempo de salto
adecuado. Son muy frecuentes las dificultades para aprender un ritmo de impulso y una
localización ajustadas al ataque.

El momento de saltar o timing, es uno de los aspectos críticos para el rendimiento en esta ac-
ción.

Observamos como en situaciones de alto nivel a veces resulta un problema, a pesar de ser un
elemento que debe desarrollarse en las primeras etapas de formación del bloqueador.

Con respecto al lugar del salto, si el objetivo es llegar a tiempo, cuanto antes se salga, mejor.
Sin embargo, si se llega antes y se salta, cuando el ataque se produzca, el bloqueador/a estará
cayendo y retirando los brazos. Si espera, debe desacelerar, pierde salto y pierde capacidad de
penetrar.

La capacidad de penetrar en el otro campo es un indicador de la capacidad del bloqueador de li-


mitar e intimidar al atacante en el alto rendimiento. El alcance del salto mejora la capacidad de
penetrar y la aceleración del impulso mejora el salto.

Pongamos este objetivo al final del proceso y demos tiempo de exploración a los alumnos
para ayudarlos a construir una acción global más eficiente. Más adelante, sobre esa base, com-
pletemos el resto de las claves en forma más analítica.

Defensa

La defensa se realizará en lo posible de parado en la posición, favorecidos aún por las


dimensiones reducidas del terreno o precedida por un pequeño desplazamiento.

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Si bien las caídas no son para esta etapa un contenido significativo, será muy conveniente
comenzar con su enseñanza (apenas los chicos demuestren tener la fuerza necesaria en el tren
superior como para absorber su propio peso) ya que el poseer el centro de gravedad más bajo
hace que no le tengan miedo al piso, como suele suceder en una edad avanzada cuando son más
altos.

Hay que recordar que mientras los


gestos de ataque demandan solo una
actuación asimétrica del tren
superior (mano hábil) los defensivos
requieren de una intervención
bilateral por lo que deberán der
aprendidos hacia ambos lados y con
la utilización de los dos miembros
superiores.

Formaciones

Sistema de recepción del saque:


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Tres receptores principales en semicírculo, un levantador
a turno (en posición 3).

Aparece la figura del jugador zaguero por primera vez,


cuyas únicas limitaciones reglamentarias serán
únicamente las de no poder saltar a rematar ni a bloquear 4 22
en la zona delantera.

Sistema defensivo

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La aparición del remate trae como consecuencia lógica mayores posibilidades de éxito para el
ataque. El aumento del ancho de la cancha, dificulta el accionar defensivo del bloqueador por lo
que habrá que enseñarle a tratar de anticipar el ataque y los desplazamientos necesarios para
llegar con tiempo al lugar en donde este se producirá.

Más allá de las formaciones defensivas con bloqueo, es importante enseñar cuando no será
necesario bloquear, si el adversario está en una situación desfavorable para atacar. Habrá que
reconocer esta situación, gritando pelota “fácil”, en este caso el bloqueador abandonará su rol y
se concentrará solo en el siguiente armado.

La posición preventiva es la disposición geográfica que adopta el equipo en defensa, en el


momento en que el adversario está preparando su ataque, sin haber definido todavía el lugar por
donde lo concretará.
En esta etapa y para no llenar a los chicos de información utilizaremos la misma disposición que
para recibir el saque.

En el momento en que el armador adversario define a


cuál de sus compañeros enviará la pelota para atacar, el
comportamiento del equipo defensor será el siguiente: 3

El armador bloqueador intentará ubicarse delante del atacante


con la intención de interceptar o por lo menos frenar el remate
por sobre la red.
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El defensor del lado que se produce el ataque avanzará a 2 2
espaldas del bloqueador y será el responsable de tomar los
toques cortos que sobre él se produzcan (dentro de la zona de 1
sombra).

El defensor opuesto al rematador deberá y orientar el cuerpo en dirección al atacante y será el


encargado de defender los remates cruzados (hacia la línea lateral).

El zaguero deberá barrer toda la línea final y será el responsable de los envíos de largo
recorrido. Como esta línea es muy amplia habrá que organizar la relación entre el bloqueo y la
defensa del zaguero sugiriendo aquella imagen observada en los tiros libres del fútbol donde la
barrera (bloqueo) intenta tapar el primer palo y el arquero (defensor) el segundo.

Ideas para la organización de las clases

Jugar a un punto, entrando y saliendo de cada lado, cada equipo ira sumando sus tantos hasta
arribar al puntaje establecido como meta. El equipo que entra saca por lo que deberá tener
preparada una pelota para darle continuidad al juego.

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Nuevos aspectos reglamentarios

 Diferenciación de las atribuciones propias de delanteros y zagueros.

 No se permitirá todavía el bloqueo doble.

Los ejercicios en esta etapa

Los ejercicios deben ser fáciles de seguir


Es importantísimo que el profesor no proponga ejercicios muy complicados para las
posibilidades de sus alumnos. Podría inhibir la capacidad de aprendizaje veloz y complicar la
adquisición de una mentalidad constructiva de trabajo y de juego.
Si son difíciles de comprender no deben ser utilizados porque lo importante es enseñarles a
jugar y no a hacer ejercicios.

Deben ser pocos y permitir progresar en variabilidad y dificultad


Es necesario además que la dificultad de los ejercicios sea progresiva y constantemente gradual.
No se debe esperar a que el alumno domine una técnica para combinarla con otras, muy por el
contrario, cuanto antes lo hagamos mejor, ya que solo de esta manera él podrá comprender para
que sirve lo que está aprendiendo.

Deben ser cortos, desafiantes y divertidos


Para mantener el interés de los alumnos los ejercicios no deben durar más de diez minutos sin
que algún elemento cambie. Es necesario agregar variaciones para mantener a los participantes
frescos y continuamente atentos. Cuando se les pregunta, ellos generalmente prefieren un juego
competitivo a un ejercicio, argumentando que el desafío resulta más divertido y excitante. Pero
hacerlo todo competitivo no resuelve el problema de la fijación de nuevas habilidades ya que el
entusiasmo por ganar hace que se refuercen aquellos fundamentos con los que el alumno se
siente seguro retrasando la incorporación de los nuevos contenidos.

Y deben provocar una retroalimentación positiva para aumentar la


confianza
Es necesario establecer un método didáctico que nos permita, apenas se produzca un cambio
positivo, recibir un feedback inmediato para aumentar la confianza. Tener una meta

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cuantificable permite que los alumnos puedan medir su rendimiento. Con la introducción de
objetivos alcanzables se llega más frecuentemente a experiencias exitosas y se mantiene el
interés por la práctica. Cuando la tarea es muy fácil no motiva, pero si resulta demasiado difícil
tiende a favorecer al abandono. Los fracasos como resultado de altas exigencias retardan el
proceso de aprendizaje.

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