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La mala misión
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Ferrater, Gabriel, «La mala misión», Las mujeres y los días , Barcelona, Edicions 62 («MOLC», 21), 1979, p. Itinerario poético Gabriel
50; Las mujeres y los días , edición definitiva, Barcelona, Edicions 62 («el bolsillo»), 2017, p. 64; Las mujeres y Ferrater
los días , edición crítica de Jordi Cornudella, Barcelona, Edicions 62, 2018, p. 70. (https://www.gabrielferrater.cat/2022/
poetic-gabriel-ferrater-4/)
Para mí Las mujeres y los días es una vieja ciudad inglesa, una urbe postindustrial en el cambio de milenio, Grupo de lectura Las mujeres
que es el lugar y el momento en que lo leí. En concreto, en un amarillento ejemplar de la «molque» de la y los días: a cargo de Teresa
biblioteca de la universidad donde hacía de lector y en la cámara de la red-brick donde vivía con mi futura Colom y Oriol Izquierdo
mujer, con esa luz del color del libro y ese papel pintado que , cuando ella entraba, tan blanca y algo pelo (https://www.gabrielferrater.cat/2022/
roja, parecía el fondo de un cuadro prerrafaelita. de-lectura-les-dones-i-els-dies-
a-carrec-de-teresa-colom-i-
Dadas esas circunstancias, la poesía de Ferrater fue sobre todo un vínculo con mi patria; esto es, la oriol-izquierdo/)
lengua catalana, que entonces necesitaba mantener latiendo mientras enseñaba español en aquella
universidad y oía hablar casi en todas partes aquella versión húmeda y corroída del Queen's English . Los poetas después de
Ferrater: Francesc Parcerisas
Y también fue un estado de ánimo: el que rezumaba tanto de la larga carta de un suicida como del diario (https://www.gabrielferrater.cat/2022/
de su viuda, que se había marchado a Inglaterra huyendo del dolor. Ambos protagonizaban y narraban la poetes-despres-de-ferrater-
novela que entonces yo escribía, mi primera novela. Y esa atmósfera sentimental e intelectual se adhiere francesc-parcerisas/)
a rabiar con mi situación anímica y topográfica. Porque si nos habíamos ido a vivir a «la fértil, rica y
deliciosa isla de Inglaterra» que decía el clásico, era porque me había quedado en paro y quería escribir: Los poetas de Ferrater: Jordi
tener el tiempo y la falta de incentivos exteriores para entregarme a esta tarea a la que me he dedicado, Ibáñez nos hablará de Bertolt
desde entonces, casi en exclusiva. Brecht
(https://www.gabrielferrater.cat/2022/
Cuando leí allí, por primera vez, «La mala misión», pensé que la imagen que mejor describía mi situación poetes-de-ferrater-jordi-
mental no era la del escritor encerrado en su torre de marfil (más bien), sino en un pozo en medio de un ibanez-ens-parlara-de-bertolt-
jardín abandonado al que hemos llegado en la mitad del camino de nuestra vida, como decía otro clásico. brecht/)
Un agujero húmedo y oscuro en una selva oscura donde has ido a andar cuando, «Atorrillado, has
perdido los caminos» (v. 19). Porque entonces, allí, con tantos meses de estancia por delante e incluso la Amistad del brazo – Enric Bou
posibilidad de permanecer varios años, parecía imposible que algún día pudiera salir. (https://www.gabrielferrater.cat/2022/
del-brac-enric-bou/)
Entonces acababa de cumplir treinta años, y recuerdo que me trataba de convencer de que pasarían diez,
quince, veinte, y todo lo que me resultaba insoportable se habría convertido en el recuerdo de una
pesadilla, una reminiscencia endulzada por el peso de la edad y por el resto de golpes que, sin duda, me
Comentaris recents
esperaban en mi tierra. Y, en efecto, ahora que ya he pasado el medio siglo y he recibido unos cuantos
que me han hecho tambalear, veo que tenía toda la razón…
Arxius
De hecho, pronto me di cuenta de que la vuelta a casa era imposible, a pesar de haber regresado al
terminar aquel curso académico: de aquella red-brick con jardín, de ese pozo, nunca he salido, porque, de
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un lugar así, a partir de cierta edad descubrimos que no se sale, que nunca estuvimos fuera.
Simplemente mirábamos arriba y veíamos sólo las estrellas: el límite de nuestros deseos, de nuestra
ambición, como si esas paredes suyas, viscosas y empapadas, y aquella vegetación luxuriante y oleosa,
Categories
en plena podredumbre, no existieran.
Apadrina un poema
Ahora, sin embargo, ya sabes que aquellos versos solapados son unos escalones por los que, cuando (https://www.gabrielferrater.cat/blog/
bajas y sales, en realidad subes y, sin embargo, al revés que a la salida del Infierno de la Comedia , estás un-poema/)
entrando. Por eso «no entrarás» ahora que los lees, tantos años después, porque ya estabas dentro y,
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como decías antes, «has perdido los caminos / y no tienes ánimo» (v. 19-20). Y entonces «Te sientas, y
EspailasPoètic
Te enviaremos próximas actividades y noticias
recuerdas / que te hablaron de un pozo, no de caminos» (v. 20-21), y quizá resignado, es decir, lúcido y publicadas en la web.
(https://www.gabrielferrater.cat/blog/
triste, con esa media sonrisa de quien se ve en el pasado, llegas a la conclusión de que, a la postre, vale
poetic/)
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más una mala misión que no haber tenido nunca ninguna.
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25/06/2022 | Categorías: Apadrina un poema (https://www.gabrielferrater.cat/blog/apadrina-un-poema/) | Tags: Apadrina un
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