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Nombre del alumno: Marisela Alejandro Martínez

Matrícula: 155472

Grupo: P093

Materia: Planeación Estratégica

Docente: Mtro. Edgar Ortiz Zarate

1.- Estratega

Paraíso, Tabasco a 10 de Octubre 2022


El Estratega

Introducción

El presente trabajo tiene como objetivo analizar la responsabilidad del estratega a través
del planteamiento presentado por Henry Mintzberg: “El trabajo de la administración,
fantasías y realidades”. Las ideas plasmadas en este ensayo exponen situaciones
relacionadas con la lectura número 2 de esta unidad en base a mi experiencia profesional.

Actualmente laboro para la empresa Cotemar y a manera de introducción puedo decir que
la empresa enfoca sus esfuerzos de optimización y desempeño en el cumplimiento cabal
de la disciplina y coordinación operativa, la ejecución de la estrategia, y la maximización
del valor económico agregado de la empresa.

Referente a la lectura en la cual se describe la función del administrador y se aborda el


perfil del administrador como planeador, organizador, coordinador y contralor se nos dice
que su función administrativa va mas allá y debe ser más sustentable y se convierte en
fantasía cuando solo se le enfoca en los 4 perfil citados y se debe intentar lograr una
mayor eficiencia administrativa.
Desarrollo:
Análisis de la responsabilidad del estratega a través del planteamiento
por Henry Mintzberg: “El trabajo de la administración, fantasías y
realidades”.
La tarea del administrador está relacionada como primera información a planear,
organizar, coordinar y controlar. Estas palabras han sido introducidas desde 1916 en el
vocabulario administrativo desde que el industrial francés Henri Fayol las enuncio. Y lo
que se busca es crear una descripción más sustentable y útil de la descripción del trabajo
administrativo.

Dentro del desarrollo de este ensayo daré respuesta a distinto planteamientos como lo
sugiere la actividad de esta unidad. Antes de dar respuesta a las preguntas me gustaría
iniciar con las definiciones básicas que permitirán tener una idea más clara del tema.

"Los buenos administradores no participan en política" ¿Cuál es tu opinión acerca de la


anterior afirmación?
¿Cuál es tu opinión acerca del mito del administrador bien preparado?
Desde tu punto de vista, ¿qué es lo que en realidad deben aprender los administradores?
¿Las "fantasías y realidades" que plantea Mintzberg son congruentes con tu contexto?

Objetivo:
Analizar la responsabilidad del estratega a través del planteamiento presentado por Henry
Mintzberg: "El trabajo de la administración, fantasías y realidades”. 

Tipo de actividad:
Ensayo (Actividad de aprendizaje 1)

Instrucciones:
Realiza un ensayo con base a tu experiencia profesional donde expongas sobre la realidad o
falsedad de las situaciones que presenta Henry Mintzberg en la lectura base no. 02 de ésta
unidad.
Considera que la elaboración del ensayo debe contener la estructura básica: introducción,
desarrollo y conclusión. Para el desarrollo del ensayo, considera responder las siguientes
cuestiones:

1. "Los buenos administradores no participan en política" ¿Cuál es tu opinión acerca de la anterior


afirmación?
2. ¿Cuál es tu opinión acerca del mito del administrador bien preparado?
3. Desde tu punto de vista, ¿qué es lo que en realidad deben aprender los administradores?
4. ¿Las "fantasías y realidades" que plantea Mintzberg son congruentes con tu contexto?

Introducción
Excelente
El tema se delimita con claridad y precisión, se pone en contexto al lector, al tiempo que se
anticipa el tratamiento que se dará al tema, así como la tesis

Argumentación
Excelente
En el desarrollo se identifica un mínimo de tres argumentos que sustentan la tesis. Cada
argumento se respalda en al menos una cita de fuentes válidas y pertinentes.

Cohesión del texto


Excelente
La redacción sigue una secuencia coherente y cada cita utilizada se integra apropiadamente
en el texto, lo que facilita la comprensión.

Conclusión
Excelente
La conclusión se desprende de los argumentos del desarrollo y retoma la tesis planteada.

Introducción

De quien tomare la investigación

De que hablare

Desarrollo:

Debe tener un sustento del porque si o porque no

Tener citas/ y estar ligados a la bibliografías

Parafraseo

Estrategia se refiere a un plan ideado para lograr un determinado fin, plan general que se
establece en un momento determinado para conseguir un objetivo.
Táctica son las acciones concretas que se van a desarrollar para lograr la estrategia planificada son
los métodos y acciones especficas que se aplican de acuerdo a las circuntancias para cumplir de
forma efectiva el plan estratégico.

Pero todo depende de los objetivos

Planeación estratégica: El Estratega

Por: M.P.O. Juan Ignacio Pulido Escobar

Las funciones del estratega, concebido por Mintzberg bajo una conceptualización general
de “Administrador” han sido tradicional e históricamente definidas en una forma ideal, más
no real, ni precisa; y que toma como base los postulados de Fayol en 1916 y en los cuales
señala básicamente las funciones de planeación, organización, dirección y control como
las acciones cotidianamente aplicadas en forma ordenada por los administradores.

Sin embargo la teoría dista ampliamente de la práctica,  y esta ha propiciado hasta cierto
punto que se hayan desarrollado mitos acerca de los planificadores y su capacidad de
crear estrategias, por lo que no es infrecuente que como expresa Lip (2005), exista la
creencia de que el estratega  “tiene un conjunto de estrategias entre las cuales escogerá
para recetar la más conveniente en una situación dada que atraviesa la organización.
Esta perspectiva no corresponde al mundo real, al menos en relación con los estrategas
exitosos”.

Por tanto, es importante señalar que aunque ni el administrador, ni la organización en su


conjunto sabe lo suficiente como para poder resolver todas las situaciones con
anticipación, el administrador precisa trazar “grandes líneas”  que orienten las acciones de
su organización, pero tampoco se debe dejar todo al azar y a conductas de reacción
espontánea; antes bien, el administrador debe desarrollar un aprendizaje estratégico que
implique estrategias premeditadas y  estrategias emergentes, al mismo tiempo que
desarrolla apertura mental que favorezca la armonía entre el pensamiento y la acción.

Al analizar las funciones del administrador, Mintzberg (1993) señala que: “Tres de las
funciones de un administrador emanan directamente de su autoridad formal e implican
tres relaciones interpersonales básicas”; y menciona específicamente que el
administrador funciona como “cabeza guía”, como “líder” y como “enlace”, haciendo notar
que este conjunto de actividades funcionales de relaciones tanto externas como internas a
la organización, consumen la mayor parte del tiempo dedicado a su gestión dentro de la
empresa; y aunque algunas veces son rutinarias y pueden dar lugar a escasa
comunicación seria y a toma de decisiones poco relevantes, son fundamentales para el
funcionamiento apropiado de la organización.

Y finalmente, Minzberg nos ofrece su perspectiva del liderazgo proactivo, el cuál define a
través de conceptos que a su juicio lo caracterizan; hace alusión directa a la pasión en
primer término, al entusiasmo, y la energía como características indispensables en el
administrador que pretende implantar nuevos modelos, o proyectos en la organización.
Mintzberg (1993) señala que “La creencia apasionada de que la habilidad dominante no
tiene rival, se encuentra en el alma del éxito de los negocios” (p. 912); pero también nos
muestra que este liderazgo proactivo debe estar influido por una gran pasión del líder que
gusta de lo que hace, pero esta pasión  a su vez, debe estar “canalizada de algún modo
hacia la búsqueda de la generación y de la conservación de habilidades distintivas”

 “Los buenos administradores no participan en política”


La política entendida en su acepción conceptual es el conjunto de acciones encaminadas
a gobernar una empresa y que implica la habilidad o diplomacia de las personas que la
ejercitan, para conseguir un determinado fin.

Si consideramos esta descripción para tratar de definir  la participación del administrador


en política la respuesta puede ser unívocamente afirmativa, porque se precisa de
relaciones interpersonales frecuentes para generar resultados y alcanzar objetivos, lo cual
es una prioridad para el administrador.

Pero si concretamente particularizamos de política como un concepto general a uno más


particular como el de “políticas” del entorno organizacional y entendido como conjuntos
normativos reguladores del accionar de los integrantes de la organización, entonces la
respuesta es opuesta en gran medida, porque estas por su sola naturaleza limitarían la
libertad no solo de acción y pasión, sino inclusive de pensamiento y estrategia creativa en
el administrador, llevándolo en sentido opuesto a su verdadera razón de ser y
convirtiéndole solo en un elaborador de planes y programas en su mayoría limitantes para
la organización.

Más que hablar de participación en política, el buen administrador debe considerar el uso
de la misma a fin de desarrollar cinco talentos o habilidades indispensables  para una
gestión apropiada en la organización; siendo el primero de estos y quizás la base del uso
de los demás, la creación de canales de múltiples de información que le permitan saber lo
que ocurre en las diferentes áreas y niveles de la organización. Esto supone un contacto
permanente y directo con el nivel operativo de la organización, a fin de no planificar
posteriormente en forma abstracta y alejada de la realidad organizacional.

Es importante que el administrador también sepa enfocar su tiempo y sus energías,


ocupándose de un limitado número de asuntos de importancia, porque de acuerdo con
Mintzberg (1993) “Al saber que puede hacer uso de sus talentos propios en un número
limitado de asuntos, escogerá aquellos asuntos de los que considera van a tener, dentro
de la compañía un impacto significativo a mediano y largo plazo, asuntos en los que sus
habilidades rendirán los mejores frutos” (p.47).

Jugar el juego de poder es otra de las habilidades indispensables por desarrollar en el


administrador, implicando en esta su capacidad de determinar apropiadamente
programas, ideas o actividades a las que debe dar impulso y la intensidad del mismo.
Mintzberg (1993) considera muy importante la noción del tiempo y su manejo apropiado a
fin de evitar la indiferencia o intolerancia de la organización hacia las mismas; pero
también es importante mencionar que el administrador debe tener en cuenta las
propuestas y las ideas  generadas por los demás integrantes de la organización y usando
el conocimiento derivado de los llamados “globos sonda” debe determinar la forma
apropiada de hacer modificaciones a esas propuestas e ideas, para posteriormente
relacionar unos con otros e implementar programas e ideas combinadas usando su
capacidad de ver lo que los demás no pueden.

Por otra parte, el administrador debe utilizar el arte de la imprecisión  ofreciendo objetivos
amplios que le permitan un margen de movilidad hacia  la modificación de las metas
cuando esto sea necesario. Es importante que el administrador sepa otorgar a la
organización de una direccionalidad, pero sin que establezca limitantes por objetivos muy
definidos que solo provocarían buscar metas específicas y aseguradas, dejando de lado
la posibilidad de hacer cambios cuando los tiempos o condiciones del entorno así lo
exijan, además de que con esto se perderían muchas ideas y acciones de la organización
que podrían favorecer el alcance de metas modificadas en el curso de la acción.

Entonces, visto en forma sencilla, el administrador “juega a la política” formando alianzas


o uniéndose a ellas, crean redes de obligación mutua con los demás administradores de
la organización; y una vez hecho esto las utilizan para obtener consensos y apoyo
generalizado para todo aquello que el ofrezca como propuestas y/o decisiones en torno a
las actividades de la organización.

  

¿Qué es lo que en realidad deben aprender los administradores?

Considerando que “la administración es un arte altamente individualizado” (Mintzberg,


1993, p.918), lo que realmente debe aprender un administrador, es a conocerse a sí
mismo, determinando sus habilidades y las características particulares de su personalidad
y actuar en consecuencia y en congruencia a esto para desarrollar un estilo personal muy
propio y que posea la flexibilidad suficiente para generar los cambios en sí mismo ante
situaciones y problemáticas distintas. Esto significa que debe desarrollar características
de versatilidad muy particulares.

La perspectiva de Mintzberg y la personal es entonces compartida en el sentido mismo de


que señala: “Lo que todos los administradores necesitan aprender es que para tener éxito
deben conducirse de la manera que sea consistente con sus personalidades”.

No obstante decir que esto es lo único que deben aprender sería en extremo limitante, por
lo que también se debe considerar el desarrollo de características de empatía emocional
para con las personas del entorno organizacional, porque esto le permitirá saber manejar
apropiadamente las respuestas emocionales de los demás y emplearlas reorientándolas
hacia la adhesión a su liderazgo en forma incondicional y asegurando el accionar hacia
las metas de las cuales ha dado indicios a la organización.

Paul (1967) señala que “Muchas personas que cuentan con una inteligencia abstracta más que

suficiente para aprender las técnicas y los métodos administrativos, fracasan  debido a que su

afinidad con otras personas es casi exclusivamente de orden intelectual o cognocitivo (sic). Puede

que posean una “empatía intelectual” pero que no sean capaces de percibir o identificar los

sentimientos no expresados de manera verbal que influyen decisivamente en el comportamiento

humano” (citado por Mintzberg, 1993, p. 923).

Por último pero no menos importante, el administrador debe aprender el arte de la


comunicación y las relaciones interpersonales, porque decididamente su labor en la
organización depende de la calidad de información con que cuente y esta a su vez
dependerá de lo eficaces y productivas que sus relaciones con los demás sean. El
administrador debe ejercitar constantemente y a todos los niveles de la organización su
interacción social tanto formal como informal para proveerse de la información necesaria
para gestionar sus funciones y los resultados de la organización.
Congruencia con el contexto personal de las fantasías y realidades que plantea
Mintzberg

Las fantasías y realidades planteadas por Mintzberg, tienen mayormente congruencia con
el contexto personal, pero también ciertas discrepancias; si se consideran cada uno de los
planteamientos en forma rigurosa y de acuerdo con las exigencias de algunas
organizaciones hacia el administrador.

Puede decirse que aunque el administrador lleva un ritmo de trabajo orientado hacia la
acción y que se caracteriza por la brevedad, variación y discontinuidad de actividades,
también es cierto que en muchas organizaciones se les exige aterrizar ideas, proyectos y
propuestas poniéndolas por escrito y obligándoles a trabajo de oficina e incrementando
obviamente más la carga de trabajo que ya tienen, y a lo cual se añade la responsabilidad
delegada de ejercer los controles necesarios para su concreción total.

Por otra parte, aunque su trabajo se basa mayormente en las comunicaciones verbales,
una cierta cantidad de las decisiones tomadas, sobre todo las que son trascendentes por
las pérdidas que a la organización podrían ocasionar, requieren del apoyo no solo de
información verbal, sino también de “sistemas de información” que respalden y
establezcan la congruencia y racionalidad de la decisión  que se toma.

Y finalmente, la consideración de la administración como ciencia, aunque en la


perspectiva de Mintzberg está lejos de ser una realidad, lo cierto es que el conocimiento
generado en esta área del saber humano ofrece la formación básica como cualquier otra
ciencia, pero que para su aplicación al igual que las demás requiere del talento, la
posesión y/o desarrollo de habilidades y competencias personales, así como la capacidad
de transformar esos elementos técnicos en un soporte de un estilo personal. En el
supuesto caso de que pudiéramos colocar en los libros y teorías los programas que 
“permanecen encerrados en las cajas fuertes de sus cerebros”, no lograríamos mucho
debido a que como ya se mencionó con anterioridad, cada administrador es diferente y
debe enfocarse a desarrollar su propio estilo personal basado en las características
particulares de su personalidad.
En conclusión, la administración como proceso y visto desde la experiencia personal
aporta utilidad en sus principios básicos de planeación, organización, dirección y control,
pero esta es limitada, no por obsoleta o errada, sino más bien por la naturaleza del trabajo
administrativo que es de índole funcional más que de diseño programático.

Planear estratégicamente implica más que conocimientos teóricos  sobre cómo


administrar, pues en este proceso de acción se involucran una amplia gama de factores
dinámicos, cambiantes e incluso impredecibles que no son considerados en la teoría
administrativa; por lo tanto el desarrollo e implementación de planes a cargo del
administrador requieren de una flexibilidad muy particular para cada organización y
también de características de la personalidad y desarrollo de habilidades no
contempladas en las teorías existentes; por lo que un administrador se forma no en el
ambiente teórico, sino en el campo de acción y en el ejercicio cotidiano y constante de sus
funciones.

Sin embargo, la administración aporta la posibilidad de ofrecer una orientación (no


dirección) a la planeación estratégica  a fin de que esta se mantenga orientada a los
objetivos generales de la organización y le permita el logro de su misión.

La planeación estratégica bien utilizada por un administrador hábil servirá pues, para
incursionar en espacios, modelos y metas  que de otra forma difícilmente se
contemplarían en la organización negándole la posibilidad de tener una expansión que la
haga diferente de las demás. 

Bibliografía:

Mintzberg, H., Brian, J., Voyer, J. (1993). El proceso Estratégico: Conceptos, contextos y casos.
México: Pearson Prentice Hall.

ITESCAM. (s/f). Funciones y características de los roles del administrador. Recuperado el 06 de


septiembre de 2013 de http://www.itescam.edu.mx/principal/sylabus/fpdb/recursos/r76242.PDF
Lip, César. (2005). La planificación estratégica como aprendizaje. Revista Médica Herediana.
Volumen 16. Número 1. Recuperado el 04 de septiembre de 2013 de
http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1018-130X2005000100008

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