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Matrícula: 155472
Grupo: P093
1.- Estratega
Introducción
El presente trabajo tiene como objetivo analizar la responsabilidad del estratega a través
del planteamiento presentado por Henry Mintzberg: “El trabajo de la administración,
fantasías y realidades”. Las ideas plasmadas en este ensayo exponen situaciones
relacionadas con la lectura número 2 de esta unidad en base a mi experiencia profesional.
Actualmente laboro para la empresa Cotemar y a manera de introducción puedo decir que
la empresa enfoca sus esfuerzos de optimización y desempeño en el cumplimiento cabal
de la disciplina y coordinación operativa, la ejecución de la estrategia, y la maximización
del valor económico agregado de la empresa.
Dentro del desarrollo de este ensayo daré respuesta a distinto planteamientos como lo
sugiere la actividad de esta unidad. Antes de dar respuesta a las preguntas me gustaría
iniciar con las definiciones básicas que permitirán tener una idea más clara del tema.
Objetivo:
Analizar la responsabilidad del estratega a través del planteamiento presentado por Henry
Mintzberg: "El trabajo de la administración, fantasías y realidades”.
Tipo de actividad:
Ensayo (Actividad de aprendizaje 1)
Instrucciones:
Realiza un ensayo con base a tu experiencia profesional donde expongas sobre la realidad o
falsedad de las situaciones que presenta Henry Mintzberg en la lectura base no. 02 de ésta
unidad.
Considera que la elaboración del ensayo debe contener la estructura básica: introducción,
desarrollo y conclusión. Para el desarrollo del ensayo, considera responder las siguientes
cuestiones:
Introducción
Excelente
El tema se delimita con claridad y precisión, se pone en contexto al lector, al tiempo que se
anticipa el tratamiento que se dará al tema, así como la tesis
Argumentación
Excelente
En el desarrollo se identifica un mínimo de tres argumentos que sustentan la tesis. Cada
argumento se respalda en al menos una cita de fuentes válidas y pertinentes.
Conclusión
Excelente
La conclusión se desprende de los argumentos del desarrollo y retoma la tesis planteada.
Introducción
De que hablare
Desarrollo:
Parafraseo
Estrategia se refiere a un plan ideado para lograr un determinado fin, plan general que se
establece en un momento determinado para conseguir un objetivo.
Táctica son las acciones concretas que se van a desarrollar para lograr la estrategia planificada son
los métodos y acciones especficas que se aplican de acuerdo a las circuntancias para cumplir de
forma efectiva el plan estratégico.
Las funciones del estratega, concebido por Mintzberg bajo una conceptualización general
de “Administrador” han sido tradicional e históricamente definidas en una forma ideal, más
no real, ni precisa; y que toma como base los postulados de Fayol en 1916 y en los cuales
señala básicamente las funciones de planeación, organización, dirección y control como
las acciones cotidianamente aplicadas en forma ordenada por los administradores.
Sin embargo la teoría dista ampliamente de la práctica, y esta ha propiciado hasta cierto
punto que se hayan desarrollado mitos acerca de los planificadores y su capacidad de
crear estrategias, por lo que no es infrecuente que como expresa Lip (2005), exista la
creencia de que el estratega “tiene un conjunto de estrategias entre las cuales escogerá
para recetar la más conveniente en una situación dada que atraviesa la organización.
Esta perspectiva no corresponde al mundo real, al menos en relación con los estrategas
exitosos”.
Al analizar las funciones del administrador, Mintzberg (1993) señala que: “Tres de las
funciones de un administrador emanan directamente de su autoridad formal e implican
tres relaciones interpersonales básicas”; y menciona específicamente que el
administrador funciona como “cabeza guía”, como “líder” y como “enlace”, haciendo notar
que este conjunto de actividades funcionales de relaciones tanto externas como internas a
la organización, consumen la mayor parte del tiempo dedicado a su gestión dentro de la
empresa; y aunque algunas veces son rutinarias y pueden dar lugar a escasa
comunicación seria y a toma de decisiones poco relevantes, son fundamentales para el
funcionamiento apropiado de la organización.
Y finalmente, Minzberg nos ofrece su perspectiva del liderazgo proactivo, el cuál define a
través de conceptos que a su juicio lo caracterizan; hace alusión directa a la pasión en
primer término, al entusiasmo, y la energía como características indispensables en el
administrador que pretende implantar nuevos modelos, o proyectos en la organización.
Mintzberg (1993) señala que “La creencia apasionada de que la habilidad dominante no
tiene rival, se encuentra en el alma del éxito de los negocios” (p. 912); pero también nos
muestra que este liderazgo proactivo debe estar influido por una gran pasión del líder que
gusta de lo que hace, pero esta pasión a su vez, debe estar “canalizada de algún modo
hacia la búsqueda de la generación y de la conservación de habilidades distintivas”
Más que hablar de participación en política, el buen administrador debe considerar el uso
de la misma a fin de desarrollar cinco talentos o habilidades indispensables para una
gestión apropiada en la organización; siendo el primero de estos y quizás la base del uso
de los demás, la creación de canales de múltiples de información que le permitan saber lo
que ocurre en las diferentes áreas y niveles de la organización. Esto supone un contacto
permanente y directo con el nivel operativo de la organización, a fin de no planificar
posteriormente en forma abstracta y alejada de la realidad organizacional.
Por otra parte, el administrador debe utilizar el arte de la imprecisión ofreciendo objetivos
amplios que le permitan un margen de movilidad hacia la modificación de las metas
cuando esto sea necesario. Es importante que el administrador sepa otorgar a la
organización de una direccionalidad, pero sin que establezca limitantes por objetivos muy
definidos que solo provocarían buscar metas específicas y aseguradas, dejando de lado
la posibilidad de hacer cambios cuando los tiempos o condiciones del entorno así lo
exijan, además de que con esto se perderían muchas ideas y acciones de la organización
que podrían favorecer el alcance de metas modificadas en el curso de la acción.
No obstante decir que esto es lo único que deben aprender sería en extremo limitante, por
lo que también se debe considerar el desarrollo de características de empatía emocional
para con las personas del entorno organizacional, porque esto le permitirá saber manejar
apropiadamente las respuestas emocionales de los demás y emplearlas reorientándolas
hacia la adhesión a su liderazgo en forma incondicional y asegurando el accionar hacia
las metas de las cuales ha dado indicios a la organización.
Paul (1967) señala que “Muchas personas que cuentan con una inteligencia abstracta más que
suficiente para aprender las técnicas y los métodos administrativos, fracasan debido a que su
afinidad con otras personas es casi exclusivamente de orden intelectual o cognocitivo (sic). Puede
que posean una “empatía intelectual” pero que no sean capaces de percibir o identificar los
Las fantasías y realidades planteadas por Mintzberg, tienen mayormente congruencia con
el contexto personal, pero también ciertas discrepancias; si se consideran cada uno de los
planteamientos en forma rigurosa y de acuerdo con las exigencias de algunas
organizaciones hacia el administrador.
Puede decirse que aunque el administrador lleva un ritmo de trabajo orientado hacia la
acción y que se caracteriza por la brevedad, variación y discontinuidad de actividades,
también es cierto que en muchas organizaciones se les exige aterrizar ideas, proyectos y
propuestas poniéndolas por escrito y obligándoles a trabajo de oficina e incrementando
obviamente más la carga de trabajo que ya tienen, y a lo cual se añade la responsabilidad
delegada de ejercer los controles necesarios para su concreción total.
Por otra parte, aunque su trabajo se basa mayormente en las comunicaciones verbales,
una cierta cantidad de las decisiones tomadas, sobre todo las que son trascendentes por
las pérdidas que a la organización podrían ocasionar, requieren del apoyo no solo de
información verbal, sino también de “sistemas de información” que respalden y
establezcan la congruencia y racionalidad de la decisión que se toma.
La planeación estratégica bien utilizada por un administrador hábil servirá pues, para
incursionar en espacios, modelos y metas que de otra forma difícilmente se
contemplarían en la organización negándole la posibilidad de tener una expansión que la
haga diferente de las demás.
Bibliografía:
Mintzberg, H., Brian, J., Voyer, J. (1993). El proceso Estratégico: Conceptos, contextos y casos.
México: Pearson Prentice Hall.