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Unidad I:
Contexto Histórico.
Familia Bolívar Palacios.
Primer Viaje a Europa.
Segundo Viaje a Europa.
Tercer Viaje a Europa.
AUTOR:
BR: ALEJANDRO NAZARETH MOLINA MORENO
C.I: V- 28.086.651
CARRERA: INGENIERÍA ELECTRÓNICA
Venezuela estuvo muchas décadas gobernada por el virreinato de Nueva Granada (hoy
Colombia) luego el 8 de septiembre de 1777 se expidió por orden del rey Carlos III la Real cédula
de creación de la Capitanía General de Venezuela, agregándole las provincias circunvecinas a su
jurisdicción en lo gubernativo y militar. Años más tarde surgieron movimientos emancipadores
muy importantes encabezados por grandes patriotas (como lo fueron José Leonardo Chirinos,
Gual y España) en contra de la corona española que oprimía al pueblo venezolano, así como
también a muchos pueblos de América. Estos movimientos inspiraron al joven Simón José
Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios Ponte y Blanco, quien nació en Caracas -
Venezuela el 24 de julio de 1783, estuvo a cargo de su tío Carlos Palacios después de ser huérfano
totalmente de padre y de madre. Bolívar recibió su educación por los grandes profesores como
lo fueron Simón Rodríguez y Andrés Bello. Durante su juventud realizó tres viajes a Europa donde
terminó de formarse y prepararse para la gran hazaña que haría en toda su vida, que fue darles
la libertad a todos los pueblos de América.
La Capitanía General
Capitanía General de Venezuela fue una entidad administrativa, integrante del Imperio
español, establecida por la Corona española durante su periodo de dominio americano, que
abarcaba un territorio similar al de la actual Venezuela. Su autoridad era el Capitán General y
algunas Funciones eran:
Venezuela estuvo muchas décadas gobernada por el virreinato de Nueva Granada (hoy
Colombia) luego el 8 de septiembre de 1777 se expidió por orden del rey Carlos III la Real cédula
de creación de la Capitanía General de Venezuela, agregándole las provincias circunvecinas a su
jurisdicción en lo gubernativo y militar. El mando de esta capitanía le sería asignado a Unzaga,
quien permanecería en el cargo hasta 1782. Las provincias de Cumaná, Maracaibo, Guayana,
Trinidad y Margarita son separadas del virreinato de Nueva Granada en lo gubernativo y militar
y unidas con la de Venezuela. Además, las de Maracaibo y Guayana pasan de la jurisdicción de la
Audiencia de Bogotá a la de Santo Domingo, a la cual ya pertenecen las otras.
El motivo por el cual se establece esta separación se refleja en la mencionada Real Cedula de
fecha 8 de septiembre de 1777. El Rey Carlos III expone lo siguiente:
“El Rey.- Por cuanto teniendo presente lo que me han representado el actual Virrey, Gobernador
y Capitán del Nuevo Reino del Granada, y los Gobernadores de las Provincias de Guayana y
Maracaibo acerca de los inconvenientes que produce el que las indicadas Provincias, tanto como
las de Cumaná e islas de Margarita y Trinidad, sigan unidas como al presente lo están al
Virreinato, y Capitanía General del indicado Nuevo Reino de Granada, por la distancia que se
hallan de su capital Santa Fe, siguiéndose por consecuencia el retardo en las providencias con
graves perjuicios de mi real servicio. Por tanto, para evitar estos y los mayores que se
ocasionarían en caso de una invasión; he tenido a bien resolver la absoluta separación de las
mencionadas Provincias de Cumaná, Guayana y Maracaibo, e islas de Trinidad y Margarita, del
Virreinato y Capitanía General del Nuevo Reino de Granada, y agregarlas en lo gubernativo y
militar a la Capitanía General de Venezuela, del mismo modo que lo están, por lo respectivo al
manejo de mi Real Hacienda, a la nueva Intendencia erigida en dicha Provincia, y ciudad de
Caracas, su capital. Así mismo he resuelto separar en lo jurídico de la Audiencia de Santa Fe, y
agregar a la primitiva de Santo Domingo, las dos expresadas Provincias de Maracaibo y Guayana,
como lo está la de Cumaná y las islas de Margarita y Trinidad, para que, hallándose estos
territorios en una misma Audiencia, un Capitán General y un Intendente inmediatos, sean mejor
regidos, y gobernados con mayor utilidad de mi Real Servicio. Y en su consecuencia mando al
Virrey, y Audiencia de Santa Fe, se hayan por inhibidos y se abstengan del conocimiento de los
respectivos asuntos que les tocaba antes de la separación que va insinuada, y a los Gobernadores
de las Provincias de Cumaná, Guayana y Maracaibo, e islas de Margarita y Trinidad, que
obedezcan, como a su Capitán General al que hoy es y en adelante lo fuere de la Provincia de
Venezuela, y cumplan las órdenes que en asuntos de mi Real Servicio les comunicare en todo lo
gubernativo y militar y que así mismo den cumplimiento los Gobernadores de las Provincias de
Maracaibo, y Guayana a las Provisiones que en lo sucesivo despachare mi Real Audiencia de Santo
Domingo, admitiendo para ante ella las apelaciones que se interpusieren según y en la forma que
lo han hecho, o debido hacer por ante la de Santa Fe, que así es mi voluntad. Dada en San
Ildefonso a ocho de septiembre de mil setecientos setenta y siete. - Yo el Rey. - Joseph de Gálvez.”
Durante el siglo XVIII la preocupación militar pasó a un primer plano, revalorizando el oficio de
capitán general. Así, en España, el oficio adquirió un carácter esencialmente político, situándolo
por encima de los otros oficios como los de administración de justicia, gobierno y hacienda,
aunque sin perder su contenido militar tradicional. Considerando esta evolución experimentada
en la Península Ibérica, García Gallo estimaba que la creación de este cargo en Venezuela por real
cédula, de 1777, no sólo poseía un contenido militar sino también político: no estaba solamente
por encima de los restantes gobernadores en lo militar, sino que tenía la "superior jurisdicción
gubernativa" sobre las demás provincias (Trinidad, Cumaná, Margarita, Guayana y Maracaibo).
Otros autores, como Mario Briseño, Guillermo Morón y Antonio Muro Orejón, señalan que la real
cédula de 1777 supuso únicamente la sumisión de las distintas provincias en lo militar, por lo que
Venezuela no habría sido, gubernativamente, una capitanía general.
• En 1786 fue creada la Real Audiencia de Caracas con las provincias de Margarita, Venezuela,
Nueva Andalucía, Trinidad, Guayana, La Grita-Mérida-Maracaibo y Barinas, siendo su primer
presidente Juan Guillelmi.
• En 1793 fue creado el Real Consulado. Entre el 19 de abril de 1810 y el 30 de julio de 1812, los
revolucionarios venezolanos mantienen juntas de gobierno en Caracas y en las provincias de
Cumaná, Margarita, Barinas, Barcelona, Trujillo y Mérida, en tanto que Maracaibo, Coro y
Guayana permanecen fieles a la Regencia que gobernaba en España. Las primeras declaran la
independencia el 5 de julio de 1811. El 25 de julio de 1812 las fuerzas independentistas de
Miranda capitularon.
Las provincias que estuvieron bajo su jurisdicción tras su creación y organización fueron:
La autoridad de la Capitanía General abarcaba los asuntos de índole política, militar y económica,
de todas las anteriormente señaladas provincias; sin embargo, las mismas continuaron
dependiendo judicialmente de la Real Audiencia de Santo Domingo, y sus gobernadores eran
nombrados directamente por la Corona Española.
Movimientos Emancipadores.
La emancipación era el acto de liberación se refiere a toda aquella acción que permite a una
persona o a un grupo de personas acceder a un estado de autonomía por cese de la sujeción a
alguna autoridad o potestad.
El proceso de emancipación en Venezuela se desarrolla a todo lo largo del siglo XVIII. Motines,
asonadas, rebeldías, insurrecciones de carácter individual o colectivo se suceden en ese período.
Casi todas eran manifestaciones del descontento de los criollos, de los indios y de los esclavos
por causas económicas y sociales, más que políticas; eran casi toda una repetida protesta contra
las contribuciones, impuestos, gravámenes, injusticias, abusos y exacciones a que eran sometidos
por las autoridades españolas.
Estas primeras insurrecciones no tenían un ideal definido y es sólo en las cinco últimas décadas
del siglo XVIII, es cuando verdaderamente se inicia el período de la emancipación.
Durante el siglo XVIII mejoraron considerablemente las condiciones del país. La economía recibió
un impulso más dinámico, hasta el punto que en 1793 se llegó a la creación de un Tribunal
Comercial en Caracas.
La revolución francesa es una ventana entre los movimientos de emancipación para el siglo XVIII,
aunque no haya sido en el suelo venezolano esta implico una inspiración para los próceres de
Venezuela Gual y España. Estos a su vez fueron cabecillas de la revolución que estallo en 1797
considerada como el primer brote de la guerra de independencia, iniciado en el puerto de La
Guaira se extendió rápidamente a Caracas inspirada en su homónima francesa.
El 10 de mayo de 1795 José Leonardo Chirino acaudilló con los negros de Coro un movimiento
que ha sido considerado como génesis de la Independencia americana. La insurrección se originó
a raíz de un baile en Macanillas en el Valle de Curimagua, de donde era nativo Chirino. De aquí
pasaron a la de El Socorro, Después irían a tomar Coro, cuyos vecinos ya estaban preparando la
defensa, de modo que los insurrectos fueron vencidos fácilmente.Habiendo fracasado en el
intento, Chirino trata de reorganizarse. Escribe al cacique y a los indios de Pecaya, pidiéndoles
incorporación a la lucha. Sin embargo, la suerte estaba echada. La persecución que desató el
Teniente de Justicia Ramírez Valderrain tuvo todas las características de una cacería humana.
Chirino fue apresado, condenado a muerte, trasladado a Caracas, donde fue ejecutado el 10 de
diciembre de 1796.
Aunque la Conspiración de Gual y España fracasó como movimiento revolucionario, los textos
que se difundieron durante la misma tuvieron una considerable influencia en el movimiento
emancipador de Hispanoamérica.
En 1813 se levantó en Cumaná Santiago Mariño, con algunos jóvenes patriotas, y logró algunos
éxitos, secundado por los sublevados de la isla Margarita y por Bolívar, que organizó una
expedición en Nueva Granada, ocupó a Mérida y Trujillo y entró triunfalmente en Caracas, el 7
de agosto de 1813.
Familia Bolívar Palacios: Nacimiento de Simón Bolívar, Bautizo, Niñez, Estudios Civiles y
Militares
Nacimiento
Su Bautizo
Fue bautizado el 30 de julio de 1783 en la catedral de Caracas con los nombres de Simón José
Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Ponte y Palacios Blanco por el doctor Juan Félix Jerez de
Aristeguieta, su primo hermano quien, de acuerdo con Juan Vicente, padre del niño, le puso el
nombre de Simón. El segundo nombre de Simón Bolívar (Santísima Trinidad) viene de la capilla
en la que fue bautizado, que tiene ese mismo nombre, capilla que además era propiedad de la
familia Bolívar y Palacios.
Niñez
En la Caracas, Simón Bolívar creció como todos los niños de su rango social en los brazos de
una esclava negra llamada Hipólita. Bolívar perdió a sus padres a muy temprana edad, su padre
Juan Vicente Bolívar y Ponce, murió el 19 de enero de 1.786, a la edad de 60 años, y su madre
María de la Concepción Palacios de Bolívar, falleció después el 6 de Julio de 1.792, a la temprana
edad de 34 años. Los hermanos Bolívar pasaron entonces a la custodia de su abuelo, Feliciano
Palacios, que cuando asumió el papel de tutor se sentía tan enfermo que empezó a preparar
también su testamento para designar un sustituto como tutor de sus nietos y decidió pedir
opinión a estos para respetar su voluntad.
Simón fue confiado a Esteban Palacios y Blanco, uno de sus tíos maternos, pero como este se
encontraba en España permaneció bajo la custodia de Carlos Palacios y Blanco, otro de sus tíos,
que por lo visto era un hombre con el que no se llevaba bien y que era tosco, de carácter duro,
mentalidad estrecha, que se ausentaba frecuentemente de Caracas para atender sus
propiedades y que por lo tanto solía dejar a su sobrino atendido por la servidumbre y asistiendo
por su cuenta a la Escuela Pública de Caracas.
La formación educativa de Bolívar fue bastante informal, considerando que no fue un alumno
regular que cursara estudios desde la educación elemental hasta la universidad.
Al igual que otros muchos ricos y bien educados criollos, él recibió instrucción de tutores
privados en su propia casa. Solamente durante cuatro periodos en su niñez asistió a una escuela
pública y v¡vió en la casa de su preceptor Simón Rodríguez.
El Libertador afirmó en una carta enviada al General Santander que no era verdad que su
educación fuese descuidada, pues su madre y toda su familia hicieron lo posible para que tuviese
la formación apropiada y para ello contrataron los mejores maestros del país. En esta misma
carta, el agrega que Simón Rodríguez, le enseñó a leer y a escribir, que Andrés Bello le instruyó
en el arte de la composición y en geografía, y el padre Andujar un intelectual admirado por
Humboldt le enseñó matemática en una academia diseñada especialmente. Después dice Bolívar,
fue enviado a Europa a estudiar idiomas extranjeros y a asistir a la Academia de San Fernando,
en Madrid, para mejorar su aprendizaje de matemática.
Simón Bolívar, durante su infancia y juventud, tuvo la mejor educación por parte de los
maestros más destacados en el siglo XVII y que influyeron en la vida del Libertador como Don
Simón Rodríguez y Andrés Bello.
La educación humanista que tuvo el Libertador fue la base de lo que fue su desempeño a lo
largo de la vida. Sin embargo, Bolívar también contó con otros profesores que existían para esa
época y que ayudaron en su formación educativa. Entre ellos podemos mencionar a aquellos
catedráticos y mentores como el Licenciado Sanz, el Padre Andújar, Guillermo Pelgrón, Carrasco
y Vides, el Padre José Antonio Negrete, entre otros. El joven Bolívar además de la educación que
recibía de sus tutores antes mencionados, también que se dice que fue impulsado por sus
maestros.
Esto más adelante, cuando estuvo en Europa se interesó por la política y los libros clásicos de los
autores de la antiguedad, griegos y romanos: Homero, Polibio, Plutarco, César, Virgilio. Asimismo,
los clásicos modernos de España, Francia, Italia e Inglaterra lo introdujeron en este tipo de
lecturas; así como, los más diversos sectores intelectuales: desde filósofos y políticos como
Hobbes, hasta poetas como Tasso y Camoens, pasando por naturalistas como Buffon,
astrónomos como Lalande y economistas como Adam Smith. En sus cartas pueden hallarse
muchos nombres recomendados por sus maestros, entre los que detacan los enciclopedistas y
planificadores de la Revolución Francesa como Montesquieu, Rousseau, D`Alembert, Condillac y
Voltaire.
Formación militar
Su formación militar fue básica, y su instrucción teórica no pasó los límites de las nociones de
disciplina y jerarquía. Su paso por las formaciones militares coloniales de Venezuela fue breve, y
se ha comprobado que nunca estuvo en L'École de Sorèze, ni en ningún otro instituto militar de
ninguna clase. Sin embargo, la forma en que desarrolló sus diversas campañas militares y la
terminología utilizada en su correspondencia sugieren que sus éxitos no pudieron deberse a
casualidades afortunadas, y que poseía conocimientos de estrategia militar más avanzados de
los que debía tener por su formación. Mediante el análisis de sus hazañas bélicas se aprecia que
Bolívar utilizaba los fundamentos de la Planificación y Estrategia para elaborar sus operaciones y
en determinadas acciones demostró tener conocimientos de clásicos del arte de la guerra
aplicando tácticas como la del orden oblicuo del rey Federico II de Prusia, formaciones romanas
descritas por Tito Livio, puso en práctica los principios militares de Maquiavelo, era consciente
de la importancia de la economía de fuerzas, hacía análisis del terreno y del adversario y
consideraba fundamental el uso de la Logística. Dentro de la literatura militar se sabe que Bolívar
leyó Historias de Polibio y la Guerra de las Galias de Julio César pero además existen indicios
suficientes para creer que manejó los textos militares de Mauricio de Sajonia y del Conde de
Guibert. Sin embargo, se sabe casi con seguridad que no conoció las obras de Montecuccoli hasta
1824, ni los estudios sobre Napoleón hasta cuando casi terminó sus campañas militares. Todo
esto da como resultado un balance militar favorable a Bolívar ya que, a pesar de una supuesta
escasa formación militar puesta en entredicho, ha demostrado ser un auténtico líder que dio la
talla como estratega dotado de audacia e imaginación.
Primer Viaje a Europa: Estudios, noviazgo, matrimonio, relaciones con la sociedad madrileña.
Regreso a Venezuela- Fallecimiento de Esposa
Estudios.
En 1799 se embarca el adolescente Simón Bolívar en su primer viaje a Europa, una época de
su vida crucial. Don Gerónimo de Uztáriz, segundo marqués de Uztáriz, paisano suyo, quien le
brindará protección en Madrid y será su indiscutible primer maestro, más allá de la mitología
robinsoniana tejida alrededor de Simón Rodríguez.
Este primer viaje de Simón Bolívar a Europa representa, en buena medida, la formación de un
joven indiano en la metrópoli, educación acaso urgente, pues la provincia venezolana y en
específico Caracas, carecía de una gran infraestructura adecuada para la formación sistemática
desde la infancia hasta la adolescencia.
Vale mencionar que Andrés Bello, padre de las letras de América, se formó en el Convento de
la Merced bajo la tutela del gran latinista y sacerdote, Cristóbal Quesada. Aunque la labor de los
Capuchinos en Venezuela radicaba exclusivamente en la misional, no es posible olvidar al padre
Francisco de Andújar, capuchino quien inmortaliza su nombre por haber sido el que abriera en
1795 la cátedra de Matemáticas casi exclusivamente para el niño Simón Bolívar, en casa de su tío
materno y tutor encargado, Carlos Palacios.
Su permanencia en esta escuela fue muy nutritiva para la formación de aquel alumno. Allí,
según refiere el padre Andújar, estudiaba aritmética, álgebra, geometría, geografía y dibujo.
Hubo cuatro maestros para la enseñanza de Bolívar en su niñez oficialmente designados por
su madre Doña Concepción y su abuelo Don Feliciano:
De apellido “Carrasco” el uno y llamados los otros “Fernando Vides”, José Antonio Negrete y
Guillermo Pelgrón: Carrasco y Vides para letras, escritura y aritmética. Negrete para historia y
religión; Pelgrón para latín. Pero se hace constar que por los días primeros de septiembre de 1795
fue retirado de la escuela el niño Simón Bolívar.
De su experiencia escolar, de su desempeño como alumno, puede decirse que fue muy
irregular, su permanencia en la escuela estuvo marcada por la brevedad.
En la formación escolar de Bolívar hay que señalar también la militar. Ella se inicia a principios
de 1797, en ese año ingresa en el Batallón de Infantería de Blancos de los Valles de Aragua. Su
actuación castrense fue evaluada por sus superiores como notable.
Noviazgo y matrimonio.
El 19 de enero de 1779 fue un gran día en la vida de Bolívar, se embarcó en el navío San
Ildefonso" ubicado en el puerto de la Guaira, cual tenía como rumbo a España, tras unas larga
travesía que lo llevo primero a Veracruz (México), la cual aprovecharía para visitar la capital
virreinal y luego de una corta estancia en la Habana, llega al puerto de Santoña (España) el 31 de
mayo de 1779.
Al llegar donde el tío Esteban quien lo recibió con grandes muestras de cariño se desvivía por
enseñarle todo a la vez, ya acoplado un mejor al mundo europeo y a las tantas reuniones de sus
tíos, conocerá la Corte y a los personajes decadentes que rodean a Carlos IV, la vida aristocrática,
y sobre todo se dedicara a estudiar y a leer alterna las matemáticas con la esgrima y el baile. Por
consiguiente en una de las tantas reuniones en casa del Marqués, que conoció a una linda y
delicada madrileña cual trato con la más fina cortesía, de acuerdo con las reglas que le había
enseñado el sabio marqués Ustáriz, quien era su verdadero tutor intelectual en Madrid.
Bolívar se enamora profundamente de una prima, María Teresa del Toro, tenía 17 años y era
normal que don Bernardo, padre de Teresa, le dijera esperar un poco que el invierno europeo
temperara su ardor criollo, y que la barba le creciera al mentón juvenil. Supo esperar, en Madrid
primero, luego en Bilbao En enero de 1802, dirige a Francia por Bayona y Burdeos para descubrir
a la ciudad luz, puesto que su matrimonio estaba casi fijado, enterrara allí su vida de soltero Y la
enterró a fuerza de champaña en los numerosos cafés y cabarets de las arcadas del Palais Royal,
centro palpitante del París sensual y mundano.
María Teresa tenía solo 20 años y Bolívar 19, todavía sin cumplir, dos jóvenes sueltos en
Madrid, así como un par de pajarillos que se le han abierto las puertas de una jaula.
Lamentablemente el amor entre ambos se vio perjudicado un tiempo después, la esa felicidad
entre ambos no podía ser eternas no duro mucho ya que María Teresa empezó a sentirse mal. La
fiebre amarilla le ataco el delicado organismo y por más que hizo lo humanamente posible para
salvarla, no resistió la fiebre del trópico.
Se apagó la vela que iluminaba a Bolívar de día y de noche y le daba calor, así el 22 de enero
de 1803, María Teresa murió a tan solo 8 meses de estar casados no pudo encontrar nada que lo
consolara Esto marcaría a Bolívar de por vida jurando nunca más casarse, juramento que cumplió.
Bolívar llegó a Madrid, asistiéndose en la casa de su tío Esteban Palacio. Más tarde se
trasladaría a la calle de Atocha (muy cerca de la actual Estación de Ferrocarril. Frecuentaba
entonces a algunos amigos y compatriotas, entre ellos Luís de Eraso, Esteban Escobar, el Coronel
Freites, Mariano Montilia y Manuel Manllo. Este último, se decía, era muy amigo de la Reina
María Luisa. También existe el rumor, de que Bolívar era "amigo íntimo" de la soberana.
La vida en Madrid no le gustó. Y con esto me refiero más bien al ambiente noble de aquella
sociedad. Ambiente de corrupción y decadencia. Ambiente que no iba nada de acuerdo con él,
quien con su espíritu soñador volaba más alto que los otros. El ver ese espectáculo, para él tan
deprimente, en la corte de Carlos IV y la dictadura que se imponía en su América le hacían arder
en deseos de volver a su tierra tan querida y tan ansiosa de libertad e independencia. Bolívar
piensa en su regreso, pero antes debería de trasladarse a otro lugar: París.
En esos días, conoció a María Teresa Rodríguez del Toro y Alaiza, una joven española de quien
se enamoró. Pensó inmediatamente en fundar una familia, tener descendencia y regresar a
Venezuela para disfrutar de sus bienes. Pero su tío pensó que era un poco precipitado y le
aconsejó viajar algún tiempo. Sería tiempo de pensar en el matrimonio un poco más tarde.
En la primavera de 1801, viajó a Bilbao donde permaneció el resto del año. Después fue a Francia,
a París y Amiens. El país, su cultura, las gentes lo encantaron. En el mes de mayo de 1802, estaba
de nuevo en Madrid donde se casó, el 26, con María Teresa. Los dos jóvenes esposos viajaron a
Venezuela, pasando momentos felices hasta enero de 1803.
Regreso a Venezuela.
Fallecimiento de esposa.
En el tiempo que estuvo en España, conoció a una joven llamada María Teresa del Toro, de 20
años de edad, española, mujer bien educada y culta de su época, de ojos color café, complejidad
pálida y de naturaleza tímida y carácter amable. De quién a los 17 años se enamoró perdidamente
Bolívar a pesar que ella era algo mayor que él. Con pasión se acogió a Bolívar a esta felicidad la
primera que pudo alcanzar y anhelaba partir en seguida a vivir con aquella niña, un idilio
romántico en la tierra de sus mayores.
María Teresa fue sin duda, delicada, pálida y bella, con la represión de esas almas precoces
cuya mirada melancólica parece presagiar el breve tiempo que han de vivir. Pocas veces la
historia presenta en sus héroes sucesos tan fantásticos, de tan fabulosas realizaciones, como los
de Bolívar, un alma en que se sigan tan de continuo la felicidad y la depresión, un alma tan
escéptica entre todas las conquistas, con tantas dudas respecto a sus propias inclinaciones y sin
embargo, tan temeraria siempre en un incesante designio de vencer al destino.
Cuando hubo vuelto de su estadía en París, pide como oficial del Rey permiso para casarse.
Durante algunos meses vivió los etéreos sentimientos, el amor juvenil que se basta a si mismo.
En los valles de Aragua, en la residencia campestre de sus padres, dejaron correr los días.
Bolívar de 18 años y María Teresa de 21, el 26 de mayo de1802, día miércoles, cumple Bolívar
su promesa. La boda se celebra en el Teatrillo del Palacio del Duque de Frías, donde funcionaba
la primitiva Iglesia Parroquial de San José, en Madrid, después de obtener permiso del Rey para
hacerlo y de lograr la dispensa de amonestaciones. Al cabo de unos 20 días que la pareja empleó
en despedirse de los suyos y trasladarse a La Coruña.
El 22 de enero de 1803 muere en Caracas María Teresa del Toro y Alayza, esposa de Simón
Bolívar. El matrimonio duró escasamente ocho meses. El joven Bolívar quiso tanto a su mujer,
que al morir ésta, víctima de la fiebre amarilla, se dedicó a viajar, transido de dolor, para mitigar
la pena que le causó la ausencia de su María Teresa.
Es en este estado de ánimo cuando jura que no volverá a casarse jamás. Y esto, a pesar de sus
muchos amores y amoríos, lo cumplió fielmente, como sus otros juramentos.
Bolívar vio hundirse el cielo y parece que en el paroxismo del dolor sólo su hermano pudo
rescatarlo, fue entonces cuando Bolívar a los 20 años confió a su hermano la administración de
sus bienes y se embarcó de nuevo hacía el viejo continente, esta vez sin compañía; lo agitaban
los sentimientos de desilusión y esperanza. En Europa asistió a la coronación de Napoleón,
observó el debilitamiento de España a raíz de la invasión francesa y juró en el Monte Sacro en
Roma (1805) que iba a dedicar el resto de su vida a liberar su país del yugo español.
En una carta dirigida a un amigo que vivía en Francia, Bolívar expresó sus sentimientos después
de la muerte de su esposa: "La he perdido; y con ella la vida de dulzura que alegraba mi tierno
pecho... El dolor no me deja un solo instante de sosiego". Era una emoción profunda y sincera,
expresada con mucho romanticismo.
El joven viudo regresó a Europa a fin de ese mismo año, pasando por Cádiz y Madrid, y se
instaló en París en la primavera de 1804.
Segundo Viaje a Europa: Encuentro con Simón Rodríguez y Humboltd. Coronación de Napoleón.
Viaje a Roma. Juramento en el Monte Sacro. Regreso a Venezuela. 19 de Abril de 1810.
Bolívar y Humboldt son dos nombres cuyos epítetos no tienen sentido sin una referencia al
territorio de Hispanoamérica. El Libertador y “el descubridor científico de América” se conocieron
en Europa, a fines del año 1804 o principios de 1805. Humboldt estaba recién llegado de su viaje
de cinco años por América, y Bolívar estaba realizando entonces su famoso segundo viaje a
Europa. Si en su primer viaje se había dedicado a derrochar la fortuna familiar en una vida de
placeres, fue en este segundo viaje (1803-1806), luego de la muerte de su esposa, que Bolívar
encontró su inspiración militar y libertadora, bajo la influencia de Simón Rodríguez y de la
impactante escena de coronación de Napoleón que presenció a sus veintidós años
En 1801 Simón Rodríguez se halla en Bayona (Francia), de donde pasa a París y allí traduce,
ese mismo año, la Atalade Chateuabriand. En esta ciudad se encuentra de nuevo con Simón
Bolívar en, convirtiéndose a partir de este momento en una figura decisiva en el rumbo que
tomará la vida del futuro Libertador de América. En tal sentido, juntos parten en abril de 1805.
Hicieron parte del recorrido a pie, al cruzar los Alpes. En Roma, un día de agosto de 1805,
subieron a la cima del Monte Sacro. Tras una visita a Nápoles, Bolívar regresa a París donde a
comienzos de 1806 se afilia por breve tiempo a la masonería. A fines de ese mismo año se
embarca en Hamburgo en un buque neutral que toca Charleston en enero de 1807; recorre una
parte de los Estados Unidos, y regresa a Venezuela a mediados del mismo año. Durante su
permanencia en la República del Norte - según lo declaró más tarde - vio por primera vez en su
vida el ejercicio de la "libertad racional". En Milán presencian la coronación de Napoleón
Bonaparte como rey de Italia.
Finalmente, la gira culmina en Roma, donde el 15 de agosto del mismo año, Bolívar, junto a
Rodríguez y Fernando Toro, jura dedicarse por completo a la causa de independencia de
Hispanoamérica.
Humbolfd
Alexander Von Humboldt fue el gran viajero, geógrafo y naturalista alemán, estudió la flora, la
fauna, geología y arqueología de muchos países sudamericanos. Humboldt finalizó su viaje al
continente americano en Estados Unidos, donde fue recibido por el presidente Thomas Jefferson,
un aficionado a los estudios geográficos.
El polifacético científico almacenó para siempre importantes datos sobre el clima, los recursos
naturales, la orografía, fauna y flora de la región y a partir de 1804, cuando llegó a París, volcó
todo ello en una obra de 34 tomos: Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente.
Necesitó sin embargo casi 30 años para sacar las conclusiones de sus investigaciones.
A finales de 1803 Bolívar desembarcó en Cádiz y de allí se dirigió a Madrid. Para los primeros
días de mayo de 1804 se traslada a París, donde coincidió con el viajero Alejandro Von Humboldt
donde se conocieron. Desde entonces el Libertador solía decir que el alemán era "el descubridor
científico del Nuevo Mundo, cuyo estudio ha dado a América algo mejor que todos los
conquistadores juntos".
A Cuba legó sus estudios valiosos acerca de la Isla, además de su afán por apreciar los grandes
valores de su geografía, flora y fauna que a las actuales generaciones de cubanos nos toca
preservar.
Coronación de Napoleón
Con la esperanza de consolidar su puesto, Fouché le sugirió a Bonaparte que la mejor forma
de apaciguar conspiraciones sería transformar el consulado vitalicio en un imperio hereditario, el
cual, dado que tendría un heredero, quitaría toda esperanza de cambiar el régimen por asesinato.
Bonaparte acoge la sugerencia y en 28 de mayo 1804 se proclama el imperio.
Bolívar regresó a Venezuela en 1807 después de una breve visita a los Estados Unidos. En 1808
Napoleón instaló a su hermano, José, como Rey de España. Esto instigó una gran revolución
popular en España conocida como la Guerra Peninsular. En América, como en España, juntas
regionales se formaron para luchar contra el nuevo rey. A diferencia de las juntas españolas, las
juntas americanas lucharon contra el poder del rey, no solo la persona de José Bonaparte
Viaje a Roma
El segundo viaje llega por propósito la distracción de la viudez temprana dura 3 años en los
cuales disipa una cuantiosa fortuna material en su segundo viaje también se observa una faceta
diferente a la del primer viaje; aquí el interés era evidentemente político, le atrae el dominio en
el manejo de los bienes del estado y el bienestar de su patria. Puso especial atención a la relación
de influjo y veneración que había logrado Napoleón con el pueblo Francés en esos días de gloria,
de Francia, Bolívar pasó a Italia, y en Roma rodeado de los recuerdos de la época republicana se
consolidó su convicción plena de que debía lucha por la libertad de los pueblos americanos y de
que esa tarea a ejecutar de ahí en adelante. Esto culmina en el Monte Sacro y en el juramento
definitivo: Es el viaje de aprendizaje con Rodríguez visita España Inglaterra, Francia, Portugal,
Italia y parte de Australia y Alemania a su regreso desembarca en los Estados Unidos. El tercer
viaje a Europa, va de diplomático a la Gran Bretaña, como intérprete de una de las primeras
embajadas venezolanas. Bolívar tiene ocasión de gusta calmadamente la vida Inglesa, siente una
admiración extraordinaria por el pueblo inglés y también estabilidad respeto, dignidad, sensatez,
sentido práctico, le produce la más alta y viva impresión.
Afiliado a la masonería y empapado de las ideas liberales, ya en 1805 juró en Roma que no
descansaría hasta liberar a su país de la dominación española. Y, aunque carecía de formación
militar, Simón Bolívar llegó a convertirse en el principal dirigente de la guerra por la
independencia de las colonias hispanoamericanas. Además, le proporcionó al movimiento una
base ideológica mediante sus propios escritos y discursos.
Con Bolívar estaban sus amigos entre ellos se encontraba Simón Rodríguez, quien contaba
entonces unos 36 años y había sido su maestro en Caracas, y Fernando Rodríguez del Toro, de
32. Habían salido de París el 6 de abril anterior, y por la vía de Lyon, Chambéry, Turín, Milán,
donde vieron a Napoleón coronarse como Rey de Italia, Montichiari, Venecia y Florencia, llegaron
hacia el mes de julio a Roma. Ahí, según la tradición, se alojaron en una posada de la plaza España,
cerca de la imponente escalinata que conduce al templo de Santa Trinitá dei Monti.
Durante varias semanas recorrieron la ciudad, visitando sus monumentos y sus ruinas llenas
de evocaciones históricas, testimonios de la grandeza y la decadencia de los imperios. El 15 de
agosto se dirigieron los 3 al llamado Monte Sacro, situado entonces fuera del recinto de la ciudad,
a orilla del río Anio. Ese lugar era célebre en la historia de la antigua Roma, que los 3 venezolanos
conocían bien, porque allí se habían retirado los plebeyos en sus desavenencias con los patricios
en la época de la República.
Es muy probable, como lo insinuó el mismo Bolívar años más tarde, que al dirigirse al Monte
Sacro tanto él como sus compañeros tuvieran el propósito de realizar un gesto simbólico, como
venezolanos que deseaban la independencia de la patria nativa y de toda la América entonces
dominada por España. Ascienden por las laderas de la colina, y en la cima conversan sobre la
sucesión de las civilizaciones, su apogeo y su declinación a través de los siglos. Son hombres
penetrados por el espíritu de la Ilustración racionalista, que creen en el progreso indefinido del
género humano, influenciados también por el nacionalismo y el romanticismo presentes ya en la
Europa de aquellos años.
Simón Bolívar es un joven madurado por el infortunio: la aún reciente muerte de su esposa; la
presencia de su antiguo maestro, convertido ahora en consejero y amigo, es un poderoso
estímulo intelectual. Simón Rodríguez Bolívar llamará más tarde «El Sócrates de Caracas», usa un
método similar al de este filósofo de la Grecia antigua, basado en preguntas que poco a poco
conducen a su interlocutor a descubrir las realidades. Es cuando Bolívar pronuncia a viva voz lo
siguiente:
¡Juro delante de usted; juro por el Dios de mis padres; juro por ellos; juro por mi honor, y juro
por mi Patria, que no daré descanso a mi brazo, ni reposo a mi alma, ¡hasta que haya roto las
cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español!
Juramento hecho por Simón Bolívar en Roma el 15 de agosto de 1805, cuando era un joven de
22 años de edad.
Regreso a Venezuela
Bolívar regresó a Caracas convencido de la misión que decidió atribuirse. Miranda no tardaría
en seguirlo; su figura era algo mítica entre los criollos, tanto por el largo tiempo que pasó en el
exterior como por su participación en la Independencia de Norteamérica y en la Revolución
Francesa. Casi nadie lo conocía, pero Bolívar, convencido de la utilidad de este hombre para la
empresa que se iniciaba, lo introdujo en la Sociedad Patriótica de Agricultura y Economía (creada
en agosto de 1810). Ganados ambos a la idea de proclamar una Independencia absoluta para
Venezuela, instaron a los miembros de la Sociedad a pronunciarse a favor de ello ante el Congreso
Constituyente de Venezuela, reunido el 2 de marzo de 1811. Fue a propósito de ello que Bolívar
dictó su primer discurso memorable: "Pongamos sin temor la piedra fundamental de la libertad
suramericana. Vacilar es perdernos". El 5 de julio de 1811 el Congreso declaró la Independencia
de Venezuela y se aprobó la Constitución Federal para los estados de Venezuela.
La primera República se perdió como consecuencia de las diferencias de criterios entre los
criollos, de los resentimientos entre castas y clases sociales, y de las incursiones de Domingo
Monteverde, capitán de fragata del ejército realista, en Coro, Siquisique, Carora, Trujillo,
Barquisimeto, Valencia y, finalmente, Caracas. Estaba claro que una guerra civil iba a desatarse
de inmediato, pues la empresa en cuestión era todo menos monolítico. Bolívar tomaría
conciencia del carácter clasista de la guerra y reflexionaría sobre ello a lo largo de todas sus
proclamas políticas. En esta oportunidad, sin embargo, le tocó defender la República desde
Puerto Cabello. A pesar de su excelente labor política y militar en defensa del castillo, todo fue
inútil; las fuerzas del otro bando eran superiores, y a ello se le sumaba la ruina causada por los
terremotos ocurridos en marzo de 1812. El 25 de julio se produjo la capitulación del generalísimo
Francisco de Miranda; si bien necesaria en su opinión, esta acción llenó de ira a Bolívar, quien, al
enterarse de los planes de Miranda de abandonar el territorio, participó en su arresto en el
puerto de La Guaira: "Yo no lo arresté para servir al rey sino para castigar a un traidor".
La estrategia de Bolívar fue entonces huir hacia Curazao, desde donde partió a Cartagena. Su
intención, arropada en el manto de un discurso deslumbrante, era encontrar apoyo en las fuerzas
neogranadinas para emprender en Venezuela la reconquista de la República. "Yo soy, granadinos,
un hijo de la infeliz Caracas, escapado prodigiosamente de en medio de sus ruinas físicas, y
políticas": con estas palabras prosiguió el Manifiesto de Cartagena, carta de presentación de
Bolívar ante el Soberano Congreso, en el cual hace un diagnóstico de la derrota al tiempo que
ofrece sus servicios al ejército de esa región. Los vecinos lo acogieron otorgándole el rango de
Capitán de Barrancas.
Bolívar libró unas cuantas batallas, incluso desobedeciendo órdenes, y bajo el mismo
procedimiento emprendió su arremetida hacia Venezuela. Se inició en mayo de 1813 la Campaña
Admirable, gesta que consistió en la reconquista de los territorios del occidente del país y en
forma simultánea los de Oriente a cargo de Santiago Mariño hasta entrar triunfalmente en
Caracas en agosto del mismo año. ¡Vuelve la República! A su paso por Mérida le llamaban "el
Libertador", y con ese nombre fue ratificado por la municipalidad de Caracas, que le nombró,
además, capitán general de los ejércitos de Venezuela.
19 de abril de 1810
Tercer Viaje a Europa: Misión diplomática a Londres. Entrevista con Miranda. Regreso a
Venezuela. Ingreso en Junta Patriótica. Declaración de la Independencia de Venezuela.
El nuevo sistema de gobierno empezó a crear nuevas perspectivas en todos los sentidos. Las
noticias de lo sucedido en Caracas llegaron hasta el almirante Alexander Cochrane, comandante
de las Fuerzas Navales británicas del Caribe, que procedió a despachar noticias de lo sucedido a
Londres y poner a disposición de la Junta de Caracas la corbeta Wellington para que llevara hasta
Londres una delegación si así lo querían.
Así, Bolívar fue enviado a Inglaterra con el grado de coronel junto con Andrés Bello y Luis López
Méndez en una misión diplomática con instrucciones de solicitar apoyo británico a la Junta en
nombre del rey Fernando VII de España aprovechando la circunstancia de que España y Gran
Bretaña eran ahora naciones aliadas que habían dejado de lado sus históricas diferencias ante el
peligro común que representaba Napoleón.
La misión diplomática llegó a Londres en un momento político delicado ya que entonces Gran
Bretaña estaba dando una costosa ayuda militar a España y la negativa venezolana de aceptar la
autoridad del Consejo de Regencia español resultaba inconveniente en esos momentos.
Así Bolívar logró la secreta connivencia inglesa, la apertura del comercio, y la posibilidad de
que Inglaterra ejerciera presiones sobre España para favorecer los intereses venezolanos.
Es en este viaje donde tendrá su primer encuentro con Francisco de Miranda. Bolívar lo
persuade de regresar a su tierra, la cual había dejado hacía más de cuarenta años. De regreso en
Venezuela, ambos forman parte de la Sociedad Patriótica, organización que se convierte en una
de las principales difusoras del ideal republicano para la época.
El 3 de julio de 1811 pronuncia su primer discurso político. Forma parte de las fuerzas que
lidera el general Miranda y cuando ocurre el terremoto de 1812 proclama una de las tantas frases
que llevarían su fama a la posteridad: “Si la naturaleza se opone, lucharemos contra ella y
haremos que nos obedezca”. Con el objeto de contener la avanzada del capitán de fragata realista
Domingo de Monteverde, Bolívar es designado como coronel encargado de defender la plaza de
Puerto Cabello. La fortaleza se pierde irremediablemente y con ella la Primera República (1810-
1812). En tanto que el Generalísimo Francisco de Miranda capitula, Bolívar parte a Curazao el 27
de agosto de 1812.
Regreso a Venezuela
Una vez en Venezuela, empezó a hacer gestiones para promover el regreso de Miranda, que
como resultado de estas gestiones, llegó a Venezuela en el bergantín inglés Avon el 10 de
diciembre de 1810 ante una fría recepción oficial por parte de la Junta Suprema, que poco
después lo nombró Teniente General.
Conclusión
Simón bolívar a pesar de crecer en el ceno de una familia criolla adinerada, tuvo una infancia
dura debido al fallecimiento de su padre y de su madre, aunque estuvo bajo la tutoría de su tío
Carlos Palacios, su relación con su tío con fue muy amigable.
Durante su niñez y juventud Bolívar fue muy curioso, dote que aprovechó el profesor Simón
Rodríguez y Andrés Bello para impartirle su Educación que estuvo lleno de conocimientos y
saberes que fueron la base fundamental para muchas de las grandes cosas que realizó Bolívar a
lo largo de su vida.
Así como también sus viajes a Europa, que sirvieron para empaparse de la cultura economía
y política de países como España, Inglaterra, Francia, Italia, entre otros; dándole una mejor visión
del mundo y de cómo su país Venezuela estaba envuelto en la miseria de la opresión del yugo
español, donde se vio en la necesidad de hacer algo al respecto y darle inicio a la libertad.