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UNIVERSIDAD JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI

FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS EMPRESARIALES


PEDAGOGICAS.
ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

MONOGRAFIA UNIVERSITARIA
REQUISITOS PARA EL EJERCICIO DE LA FACULTAD EXCEPCIONAL DEL JUEZ
LABORAL DE INCORPORAR MEDIOS DE PRUEBA DE OFICIO

SEMESTRE : VII.
CURSO : DERECHOS HUMANOS.PROCESAL
LABORAL
DOCENTE : Mg. JORGE ERIK BUSTINZA ORIHUELA
.
PRESENTADO POR :

 DAVID ZAPATA HUMPIRE


 MARCO ANTONIO QUISPE PARICAHUA
 MARITZA HUMPIRI FUENTES
 LUIS ANIBAL IDME HUARACALLO
 PAMELA CASTRO PACORI
 FABIO VIDAL PACORI LÓPEZ

2022
ÍNDICE

PRESENTACIÓN............................................................................................................3
CAPITULO I: EL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN.............................................4
1.1. Descripción de la Realidad Problemática.......................................................4
1.2 Interrogantes de la Investigación....................................................................5
1.2.1 Interrogante General....................................................................................5
1.2.2 Interrogantes Especificas.............................................................................5
CAPITULO II: OBJETIVOS DE LA INVESTIGACION...........................................6
2.1 Objetivo General..............................................................................................6
2.2 Objetivos Específicos........................................................................................6
CAPITULO III: MARCO TEÓRICO....................................................................7
3.1 Antecedentes de la investigación.....................................................................7
3.2 Bases teóricas....................................................................................................7
3.2.1 LA FACULTAD DEL JUEZ LABORAL DE INTERVENIR INCORPORANDO
PRUEBAS EN UN PROCESO......................................................................................7
3.2.2 PRUEBA DE OFICIO EN LA LEGISLACIÓN...................................................9
3.2.3 LA INSUFICIENCIA PROBATORIA COMO REQUISITO PARA ACTUAR
PRUEBA DE OFICIO.................................................................................................11
3.2.4 LA MENCIÓN A LA FUENTE DE LA PRUEBA POR LAS PARTES EN EL
PROCESO COMO REQUISITO PARA ACTUAR PRUEBA DE OFICIO................13
3.2.5 LA MOTIVACIÓN COMO REQUISITO PARA ACTUAR PRUEBA DE
OFICIO........................................................................................................................15
3.3 Marco conceptual...........................................................................................16
CONCLUSIONES..........................................................................................................17
BIBLIOGRAFIA............................................................................................................18
PRESENTACIÓN.

Las normas procesales peruanas no solo le dan al juez de trabajo la facultad de


actuar pruebas de oficio, sino que lo invocan a ejercer tal facultad en su calidad de
director absoluto del proceso; pero únicamente en ciertos casos en donde su
intervención resulta indispensable, y siempre que se cumplan determinados
requisitos. En el presente artículo, intentamos explicar con claridad cuál es el
supuesto en el que el juez debe intervenir en la actividad probatoria, y cuáles son
los requisitos para que lo haga.

El derecho de probar no sólo implica que todo sujeto de derechos pueda ejércelo
dentro de un proceso judicial, sino que constituye un elemento esencial del
ordenamiento jurídico. La problemática surge durante el procedimiento que deben
realizar las partes intervinientes durante el proceso judicial. El Juez Laboral, quién
es el responsable de incorporar la prueba de oficio debe estar limitada solo actuar
dicha prueba a: hechos controvertidos o discutidos por las partes (no introducir
hechos); La resolución que ordena la actuación de pruebas de oficio debe ser
adecuadamente motivada. Y por último, la facultad de ordenar pruebas de oficio
no puede ser ejercida por los jueces de la Corte Suprema.
CAPITULO I: EL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN

1.1. Descripción de la Realidad Problemática.

Los procesos judiciales tienen que ser resueltos con el cabal respeto del derecho a
la defensa y al debido proceso. Estos derechos (el derecho a la defensa y al debido
proceso) son garantías básicas y esenciales con las cuales los administradores de
justicia deben tratar de encontrar la verdad sobre los hechos que conciernen a un
asunto litigioso, emitiendo un pronunciamiento que procure la paz social, sin
excederse con el uso de sus facultades especiales en perjuicio de cualquiera de las
partes de la controversia.

Sobre el derecho a la defensa, Gómez señala que «consiste en la posibilidad


jurídica y material de ejercer la defensa de los derechos e intereses de la persona,
de tal manera que se asegure la realización efectiva de los principios de igualdad
de las partes y de contradicción» (2020, p. 152).

Por otro lado, sobre el derecho al debido proceso, Castillo indica que este estaría
llamado a proteger «toda la secuencia de etapas procesales a partir de que se ha
accedido al órgano que administra justicia y hasta la dación de la sentencia en
instancia final» (2013, p. 60).

Como se puede observar, el derecho a la defensa y el derecho al debido proceso


son derechos continentes, esto quiere decir que son un derecho en sí mismos, pero
a su vez en ellos radican varios otros derechos, como son, por ejemplo, el derecho
a la prueba, el derecho a la debida motivación de resoluciones, el derecho a la
doble instancia. Asimismo, no es posible que se garanticen estos derechos si nos
encontramos ante un juez que ejerza sus funciones parcializándose en beneficio de
alguna de las partes.

Por otro lado, el derecho procesal del trabajo es una rama especializada que se ha
desarrollado en atención a las particularidades del derecho del trabajo, como lo es
su rol tuitivo.

En ese sentido, la norma procesal laboral tiene que ser creada y llevada a la
práctica con una clara tendencia a proteger al trabajador de modo suficiente,
tomando en cuenta las situaciones especiales que lo ponen en desventaja en un
proceso judicial (por ejemplo, la dificultad para la obtención de medios de prueba,
las posibles limitaciones para pagar costos y costas, etc.).

El juez Burgos señala que el derecho procesal social (entiéndase derecho procesal
del trabajo) «tiene como fundamento el principio de igualdad por compensación,
también conocido como el principio de justicia social, mediante el cual el
legislador trata de nivelar la desigualdad que existe en la vida real entre el
empleado y el empleador» (2014, p. 63), lo que consideramos es del todo cierto.

Así las cosas, dentro de estas dos nociones básicas expuestas (la imparcialidad con
la que debe actuar un juez y la garantía de equidad entre las partes que requieren
los procesos judiciales laborales), existirán ciertas situaciones que pongan a los
administradores de justicia en una fina línea para atender cada una de estas
situaciones especiales sin afectar a la otra. Una de estas delgadas líneas que podría
conflictuar a un juez es la actuación de pruebas de oficio.

La prueba de oficio es aquel medio de prueba que es traído al proceso, actuado


por decisión unilateral del juzgador y valorado por él mismo; siendo esto así,
¿cómo podría garantizarse que la decisión de quien dirime una controversia sea
imparcial, si es que necesariamente su iniciativa de intervenir en la actividad
probatoria tendrá por finalidad beneficiar a alguna de las partes?

La pregunta formulada será la que procuraremos responder en el desarrollo de este


artículo.

Los jueces imparten justicia, "dan a cada uno lo suyo", como señala
posteriormente Ulpiano, y, para ello, deben no sólo aplicar las leyes de forma
justa, sino también demostrar una dignidad profesional y personal coherente con
sus postulados. La Nueva Ley Procesal del Trabajo - Ley N° 29497, en el proceso
ordinario labora, donde existen controversia en la actuación de la prueba de oficio,
entre otros aspectos, al momento de la etapa de juzgamiento. (Normas Legales,
2010) En esta circunstancia surgen estas interrogantes: si la prueba de oficio es
ordenada por el juzgador, ¿debe prescindirse de su oralización?, ¿el juez debe
oralizar la prueba ordenada por él mismo?, ¿debe la parte, a favor de quien se
solicita la prueba, oralizarla?, ¿o deben ambas partes pronunciarse sobre su
actuación? La Ley Procesal del Trabajo establece las pautas sobre la actuación de
la prueba ofrecida por las partes (artículo 46°).

1.2 Interrogantes de la Investigación.

1.2.1 Interrogante General.

¿Cuáles son los requisitos para el ejercicio de la facultad excepcional del juez
laboral de incorporar medios de prueba de oficio?

1.2.2 Interrogantes Específicas.

¿Qué facultad tiene el juez laboral para intervenir incorporando pruebas en un


proceso?

¿Cómo influye la prueba de oficio en la legislación?

¿Cómo influye la mención a la fuente de la prueba por las partes en el proceso


como requisito para actuar prueba de oficio?

¿Cómo influye la motivación para actuar como prueba de oficio?

CAPITULO II: OBJETIVOS DE LA INVESTIGACION

2.1 Objetivo General.

determinar los requisitos para el ejercicio de la facultad excepcional del juez


laboral de incorporar medios de prueba de oficio.

2.2 Objetivos Específicos.

Averiguar la facultad que tiene el juez laboral para intervenir incorporando


pruebas en un proceso.

Evaluar la influencia de la prueba de oficio en la legislación.

Determinar la influencia de la mención de la fuente de la prueba por las partes en


el proceso como requisito para actuar prueba de oficio.

Describir la motivación para actuar como prueba de oficio.


CAPITULO III: MARCO TEÓRICO

3.1 Antecedentes de la investigación.

2.1.1. Internacionales.

Lobos H, Paulina. (2017). En su tesis: Facultad del Juez Laboral de decretar


prueba de oficio a la luz del principio de igualdad procesal. Hace referencia a:
(…) Sólo podríamos justificar una intervención del juez en la dirección formal del
proceso (control de la regularidad formal o técnica de los actos procesales y de
impulsar el procesamiento), pero en ningún caso podrían justificar la intervención
estatal destinada a determinar el contenido de la sentencia. El artículo 429 del
código del trabajo señala que “el tribunal, una vez reclamada su intervención en
forma legal, actuará de oficio. Decretará las pruebas que estime necesarias, aun
cuando no las hayan ofrecido las partes y rechazará mediante resolución fundada
aquellas que considere inconducentes. De esta resolución se podrá deducir recurso
de reposición en la misma audiencia. Adoptará, asimismo, las medidas tendientes
a evitar la paralización del proceso o su prolongación indebida y, en consecuencia,
no será aplicable el abandono del procedimiento”. El legislador entregó al juez
laboral amplias facultades, permitiendo no sólo rechazar las pruebas que las partes
ofrecen cuando le parezcan inconducentes, sino también la facultad de decretar
prueba de oficio. De esta forma, claramente el legislador se aleja del principio
dispositivo.(…) (Lobos H, Paulina, 2017)

2.1.2. Nacionales.

Benites R. Greisy. (2019). En su tesis: La actuación judicial respecto al


ofrecimiento de medios probatorios extemporáneos en el proceso laboral peruano.
Hace referencia a: (…) Los jueces laborales en cuanto se refieren a los medios
probatorios extemporáneos incorporados como prueba de oficio en su mayoría no
los valoran, en tanto que los que sí realizan valoración se distingue un grupo
reducido que realiza una valoración de todos estos medios y, otro grupo que, solo
valoran algunos.
Los jueces laborales incorporan como prueba de oficio los medios probatorios que
no califican como extemporáneos sin que se valore dichas pruebas, resolviendo la
controversia con las pruebas de las partes. El uso de la facultad probatoria del juez
para incorporar prueba debe obedecer a la imposibilidad de las partes para
obtenerla, lo cual implica que ante el ofrecimiento de medios probatorios
extemporáneos que no proceden admitirlos como tal, y que estuvieron al alcance
de las partes para ser ofrecidos en los actos postulatorios, no deban ser admitidos
como prueba de oficio, pues esta figura jurídica no debe ser utilizada para suplir la
carga probatoria de las partes. La admisión de medios de prueba ya sea como
extemporáneo, si cumple con los supuestos de procedencia, o como prueba de
oficio, debe hacerse previo control de los requisitos de pertinencia, utilidad,
licitud y conducencia. (…) (Benites R. Greisy, 2019)

Riviera M. Rocío (2016). En su tesis: Influencia de la decisión de los jueces


laborales orales de prueba de oficio, de medios de prueba extemporáneos
rechazados, en el derecho al debido proceso. Hace referencia: (…) Se determinó
que si existe una afectación del derecho al debido proceso en aplicación de la
prueba de oficio (artículo 22° de la NLPT-Ley N°29497-); mediante la decisión de
los jueces laborales Orales del Distrito Judicial de La Libertad- Provincia de
Trujillo, entre el periodo Julio 2012- Julio 2015, al rechazar la prueba
extemporánea (extraordinaria) ofrecida por las partes en audiencia de actividad
probatoria, y posteriormente disponer su incorporación como prueba de oficio,
vulnerándose de esta forma del derecho al debido proceso, y por ende a un
conjunto específico de garantías que este comprende. Tanto la prueba de oficio
como la prueba extemporánea son dos valiosas armas con las que cuenta el actual
proceso laboral; sin embargo, en atención a las especiales características que cada
una de ellas detenta, son instituciones jurídicas que no deben confundirse en el
ejercicio; así, mientras en la prueba extemporánea hay una iniciativa de las partes
para incorporar material probatorio, en la prueba de oficio la iniciativa no es de las
partes sino del juez, el cual hace uso de esta facultad en tanto sea necesario o no
incorporar medios probatorios, los cuales deberán ser complementarios a los
aportados por las partes. (…) (Riviera M. Rocio, 2016)
Celis, G. Delgado. (2017). En su tesis: La influencia de las pruebas de oficio en el
nuevo proceso laboral para demostración de las horas extras: Lambayeque 2010-
2017. Hace referencia a: (…) En el proceso laboral muchas veces el empleador
oculta documentación de horas extras del trabajador, por lo que es necesario que
de oficio el Juez pida las pruebas al empleador a fin de no causar perjuicio al
trabajador.(…) (Celis, G. Delgado, 2017)

3.2 Bases teóricas.

3.2.1 LA FACULTAD DEL JUEZ LABORAL DE INTERVENIR


INCORPORANDO PRUEBAS EN UN PROCESO.

En primer término, la facultad de que un juez pueda intervenir aportando


pruebas en un proceso es un asunto de larga discusión, y sobre la cual existen
posiciones a favor y en contra, las cuales Bonet (2009, p. 7) resume
explicando que responden a razones ideológicas sobre las atribuciones que
debe tener un administrador de justicia.
Bonet, citando a Montero Aroca, J., señala lo siguiente:
la posición caracterizada por la atribución al juez de un deber de alcanzar la
que se llama «verdad material» es propia del sistema inquisitivo que [...]
puede también denominarse autoritario y de oficialidad. Por el contrario, el
sistema dispositivo […] se caracterizaría en que un juez independiente e
imparcial se encuentra en situación de superioridad, de modo que son las
partes las que asumen la carga de la prueba con las consecuencias de su falta.
En este caso, el juez decide no solamente conforme a los hechos alegados por
las partes sino también con los medios de prueba propuestos por ésta y por él
admitidos, y siempre con sujeción al principio de legalidad. La cuestión así
no sería en realidad técnica sino estrictamente ideológica. Las concepciones
sobre los poderes del juez en los diversos regímenes, liberal, comunista, nazi,
fascista... eran políticas y no se ocultaban bajo «capa técnica alguna», y, en
definitiva, aumentar los poderes del juez en materia probatoria sería propio
del sistema inquisitivo, autoritario o fascista (2009, p. 7).
Más adelante, en este mismo artículo de Bonet, el autor advierte:
Lo científico es atender asépticamente a las ventajas e inconvenientes que
ofrezca cada posición a los efectos de una tutela judicial de mayor calidad y a
una protección superior de los derechos de las personas. Ciertamente la
ausencia de facultades judiciales en materia probatoria ofrece al menos una
apariencia de imparcialidad; pero asimismo su atribución también favorece
alcanzar resoluciones de mayor calidad en cuanto reduce las decisiones
consecuencia de insuficiencia o inexistencia de material probatorio. (2009, p.
9).

Ahora bien, sea que las facultades del juzgador hayan sido reguladas por
consideraciones ideológicas o por cuestiones estrictamente técnicas, lo cierto
es que las normas del proceso laboral peruano otorgan a los jueces de trabajo
la facultad de actuar pruebas de oficio, y no solo eso, sino que les dan un rol
fundamental como directores absolutos del proceso laboral.

La facultad de actuar pruebas de oficio de los jueces de trabajo se encuentra


regulada en el artículo 22 de la Nueva Ley Procesal del Trabajo, Ley Nº
29497 (en adelante NLPT) (Congreso de la República, 2010). En el referido
artículo se señala lo siguiente: «Artículo 22.- Prueba de oficio.
Excepcionalmente, el juez puede ordenar la práctica de alguna prueba
adicional».

Sobre el rol del juez de trabajo en los procesos laborales, Leopoldo Gamarra
anota lo siguiente:

Parte de unos de los cambios más importantes de la NLPT que tiene que ver
con el redimensionamiento del juez como director absoluto del proceso
laboral […] supone que el Juez no sea solo promotor sino actor y árbitro de
las relaciones laborales, de manera que debe equilibrar o compensar las
desigualdades reales con desigualdades jurídicas a favor de los trabajadores
en el proceso laboral según la NLPT (2014, p. 171).

En el mismo sentido, Mario Pasco, uno de los autores de nuestra norma


procesal especial, señaló:

En todo proceso laboral los jueces deben evitar que la desigualdad entre las
partes afecte el desarrollo o resultado del proceso, para cuyo efecto procuran
alcanzar la igualdad real de las partes, privilegian el fondo sobre la forma,
interpretan los requisitos y presupuestos procesales en sentido favorable a la
continuidad del proceso, observan el debido proceso, la tutela jurisdiccional y
el principio de razonabilidad (2010, p. 22).

No existe ninguna duda de que el juez de trabajo peruano tiene todas las
facultades para tener una participación activa en el proceso, participación que
incluye la incorporación facultativa de medios probatorios en los casos
excepcionales que aquel determine; pero ¿existirá una limitación para el
ejercicio de su facultad de intervenir incorporando pruebas?

Sí existe, y es que, como dijimos al comienzo, el juez tiene que ponderar su


rol como administrador de justicia, que busca la verdad material, con su deber
de imparcialidad. Así, Hurtado recuerda que «El juez no debe convertirse
nunca en un juez defensor de la posición de una de las partes, debe
mantenerse siempre como tercero imparcial, y debe hacer uso de los poderes
probatorios oficiosos que le concede la disposición procesal, siempre que se
presenten todos los elementos que ahora se han perfilado en el contenido del
artículo 194o del CPC» (2016, p. 436).

3.2.2 PRUEBA DE OFICIO EN LA LEGISLACIÓN.

Como ya se indicó en el acápite anterior, la actuación de la prueba de oficio


en los procesos laborales se encuentra regulada en el artículo 22 de la NLPT.
El texto completo de la norma glosada señala lo siguiente:
Artículo 22.- Prueba de oficio.
Excepcionalmente, el juez puede ordenar la práctica de alguna prueba
adicional, en cuyo caso dispone lo conveniente para su realización,
procediendo a suspender la audiencia en la que se actúan las pruebas por un
lapso adecuado no mayor a treinta (30) días hábiles, y a citar, en el mismo
acto, fecha y hora para su continuación. Esta decisión es inimpugnable. Esta
facultad no puede ser invocada encontrándose el proceso en casación. La
omisión de esta facultad no acarrea la nulidad de la sentencia.
Como puede verse, está expresamente establecido en nuestra norma especial
que la prueba de oficio es excepcional y facultativa. Sin embargo, no se
encuentran establecidos los supuestos en los cuales debe ejercerse esta
facultad.
Al no ser un aspecto regulado, tal y como lo prevé la primera disposición
complementaria de la NLPT, corresponde que esta norma sea aplicada de
manera concordada con lo dispuesto en el artículo 194 del Código Procesal
Civil, el cual fue modificado por la Ley Nº 30293, que modifica diversos
artículos del Código Procesal Civil, a fin de promover la modernidad y la
celeridad procesal, y cuyo texto actualizado establece lo siguiente:
Pruebas de oficio.
Artículo 194.- Excepcionalmente, cuando los medios probatorios ofrecidos
por las partes sean insuficientes para formar convicción el Juez de Primera o
de Segunda Instancia, ordenará la actuación de los medios probatorios
adicionales y pertinentes que considere necesarios para formar convicción y
resolver la controversia, siempre que la fuente de prueba haya sido citada por
las partes en el proceso.
Con esta actuación probatoria el Juez cuidará de no reemplazar a las partes en
su carga probatoria, y deberá asegurarles el derecho de contradicción de la
prueba.
La resolución que ordena las pruebas de oficio debe estar debidamente
motivada, bajo sanción de nulidad, siendo esta resolución inimpugnable,
siempre que se ajuste a los límites establecidos en este artículo.
En ninguna instancia o grado se declarará la nulidad de la sentencia por no
haberse ordenado la actuación de las pruebas de oficio.
El Juez puede ordenar de manera excepcional la comparecencia de un menor
de edad con discernimiento a la audiencia de pruebas o a una especial
(Congreso de la República, 2014, artículo 2).
Como puede verse, la norma procesal civil, de aplicación supletoria a la
norma procesal laboral, sí regula los supuestos necesarios para la aplicación
de la prueba de oficio.
Para efectos del breve análisis del presente artículo, queremos centrarnos en
los requisitos impuestos por el Código Procesal Civil para que el juez de
trabajo pueda actuar pruebas de oficio. Estos requisitos son:
1. El juez debe actuarlas cuando los medios probatorios ofrecidos por las
partes sean insuficientes para formar convicción.
2. Puede ejecutarse siempre que la fuente de la prueba haya sido citada por las
partes en el proceso.
3. La resolución que ordena las pruebas de oficio debe estar adecuadamente
motivada.
A continuación, desarrollamos algunas ideas sobre cada uno de estos
requisitos.

3.2.3 LA INSUFICIENCIA PROBATORIA COMO REQUISITO PARA


ACTUAR PRUEBA DE OFICIO.

Podríamos definir la insuficiencia probatoria como la situación en la cual los


medios probatorios que han sido admitidos y actuados en un proceso no crean
convicción al juzgador respecto a un punto que ha sido fijado como materia
de controversia.
Por evidente que parezca, nos parece necesario hacer énfasis en que un
magistrado no podría pretender actuar una prueba de oficio sobre un hecho
que sea ajeno a lo estrictamente discutido en un proceso, toda vez que ello
implicaría darle un poder demasiado amplio en cuanto a la posibilidad de
arribar a conclusiones con incidencia en asuntos no puestos en discusión en
una demanda, afectando de ese modo el derecho al debido proceso.
Así, por poner un ejemplo, en una demanda sobre daño moral cuya
fundamentación haya sido que el perjuicio originado por la empresa consiste
en la incapacidad para atender necesidades familiares, no podría ordenarse
una pericia psicológica al demandante. En ejemplos como el expuesto es
donde la actuación del juez linda con la sustitución de la función del abogado,
quien es el llamado a plantear la demanda y a establecer sus pretensiones y
sus fundamentos.
Una vez establecidas las pretensiones y fundamentos de una demanda, y los
fundamentos de una contestación de demanda, la insuficiencia probatoria
siempre será responsabilidad de una de las partes. Dicho de otro modo, no
hay forma de que la insuficiencia probatoria se deba a razones no imputables
a las partes.
La norma procesal laboral es muy clara en señalar la carga de la prueba que le
corresponde al demandante y al demandado en el proceso judicial,
estableciéndose situaciones especiales de inversión de carga de la prueba en
circunstancias particulares previstas legalmente, en atención a la dificultad
que usualmente tiene el demandante para recabar información (por ejemplo,
el pago de sus beneficios sociales, la razón del despido por causa de
embarazo, la existencia de una relación de trabajo cuando se encuentra
acreditada la prestación personal de servicios).
En consecuencia, el deber de intervenir en un proceso con la actuación de
prueba de oficio de un juez no opera cuando, a su criterio, la demanda pudo
ser planteada de modo diferente o cuando, de comprobarse algún hecho que
no ha sido discutido, le daría la razón a una de las partes. No. El deber de
intervenir en un proceso operará cuando las partes hayan ejercido una defensa
técnica manifiestamente ineficaz.
Aquí, es pertinente citar la reflexión de Gómez, quien señala que:
El derecho de defensa eficaz forma parte del contenido
constitucionalmente protegido del derecho de defensa, pues a contrario
sensu una defensa manifiestamente ineficaz, en lugar de defender los
derechos del justiciable, los vulnera; una actuación así no tiene sentido
y es como si no hubiera existido defensa. La defensa manifiestamente
ineficaz se puede realizar por la mala preparación del abogado, el
desinterés o por la colusión de este (2020, p. 136).
A lo que agregamos que, solo en este supuesto (defensa técnica
manifiestamente ineficaz), cobra sentido la intervención en la actividad
probatoria por parte del juez, ya que en caso contrario se estaría vulnerando el
derecho a la defensa.
Finalmente, debemos destacar que nos llama poderosamente la atención cómo
la norma prevé el deber de actuar del juez cuando se da por cumplido este
requisito, ya que, siendo que un juez no podría disponer una prueba de oficio
en el caso de que no existiera insuficiencia probatoria, de comprobar que
existiera, no solo se encontraría facultado a actuar una prueba de oficio, sino
que la norma lo invoca a introducirla.
Refiriéndose al artículo 194 del Código Procesal Civil, Rolando Martel anota
lo siguiente: «el término ordenará es de carácter imperativo, y si
consideramos el sistema procesal publicístico al que está adscrito nuestro
Código, nos parece que el Juez ahora tiene el deber de ordenar pruebas de
oficio cuando los medios probatorios ofrecidos y aportados por las partes no
le causan convicción» (2016, p. 259).

3.2.4 LA MENCIÓN A LA FUENTE DE LA PRUEBA POR LAS PARTES EN


EL PROCESO COMO REQUISITO PARA ACTUAR PRUEBA DE
OFICIO.

En la misma obra citada en el párrafo precedente, en la que Martel comenta el


artículo 194 del Código Procesal Civil, el autor agrega que, para que el juez
pueda ordenar pruebas de oficio, las partes debieron haber citado la fuente de
la prueba. En efecto, señala:
Si la fuente de la prueba ha sido citada en el proceso por lo menos por una de
las partes, sin haberla ofrecido como medio de prueba, el Juez sí está
autorizado a ordenar su actuación de oficio tal como ahora lo prevé el artículo
194. Fuera de esta opción, el Juez debería abstenerse de actuar pruebas de
oficio, pues de acudir a la fuente de prueba que pertenece a las partes, sin que
ellas la hayan citado, podría terminar haciendo por las partes lo que les
correspondía como carga probatoria, eso es, podría terminar reemplazándolas,
lo que afecta el principio de imparcialidad (2016, pp. 259-260).
Por otra parte, Hurtado cita a los autores Ortells y Trionfetti para establecer la
diferencia entre fuente de prueba y medio de prueba; así, glosa lo siguiente:
Fuentes de prueba -sostiene Ortells- son los elementos que existen en la
realidad, y que son aptos para producir convicción sobre datos de hecho.
Existen como fuente de prueba, aunque no se pongan en relación con el
proceso, ni ideal, ni prácticamente. Medio de prueba es, en cambio, la
actividad procesal de las partes y del juez para incorporar al proceso las
fuentes de prueba y obtener de las mismas los correspondientes resultados.
[…]
Los medios de prueba -afirma Trionfetti- son los que nos permiten extraer el
conocimiento de las fuentes para el proceso. Los medios de prueba son,
entonces, una serie de instrumentos y actividades destinadas a hurgar en las
fuentes probatorias a través de diversos métodos, para extraer de ellas el
conocimiento de los hechos que hacen al proceso. Esta extracción podrá ser
mayor o menor, mejor o peor, según el medio utilizado, el avance científico,
las posibilidades económicas, la complejidad de la fuente, etc. (2016, p. 419).
Por nuestra parte, definamos fuente de prueba y medio de prueba como sigue:
Fuente de prueba es todo elemento que tiene la potencialidad para producir
medios de prueba. Por ejemplo, el testigo de un hecho podría producir como
medios probatorios una declaración jurada (prueba documental) o su propia
manifestación ante un juez, sujetándose a un interrogatorio y
contrainterrogatorio (prueba testimonial). La decisión de aportar uno u otro
medio de prueba de una fuente de prueba es un aspecto que incumbe única y
exclusivamente a los abogados, en atención a la estrategia que planteen.
Medio de prueba, en cambio, es todo instrumento o actividad que haya sido
invocada por una de las partes en la oportunidad legal para hacerlo y que
tenga por finalidad persuadir al juez de que sus afirmaciones son verdad.
Tras observar con atención la diferencia entre fuente y medio, es importante
advertir que el juez tiene entonces una potestad bastante amplia para elegir
cuál medio de prueba incorporar de oficio al proceso, porque no es necesario
que ninguna de las partes lo invoque. El juez está habilitado por ley a traer a
un proceso judicial cualquier medio de prueba, siempre que cualquiera de las
partes se haya referido a la fuente.
Este poder, ya bastante amplio, tiene que ser aplicado discrecionalmente por
el juez con un alto grado de responsabilidad, ya que, en algunos escenarios,
las diferencias pueden ser sutiles pero determinantes para incurrir en una
arbitrariedad.
Por ejemplo, podríamos referirnos a un caso en el que sea necesario
establecer cómo ocurrió un accidente de trabajo mortal. En un caso como el
descrito, sería fuente de prueba el lugar donde ocurrieron los hechos, respecto
del cual podrían presentarse como medio de prueba fotografías o una
filmación del lugar; pero, la declaración testimonial de una persona
responsable del sistema de Seguridad y Salud Ocupacional de la empresa no
es un medio de prueba de la misma fuente, y el juez no podría incorporar este
medio de prueba al proceso sin que, previamente, alguna de las partes haya
hecho referencia a la persona responsable del sistema de Seguridad y Salud
Ocupacional de la empresa.
Así las cosas, por muy evidente que le resulte a un magistrado que con una
prueba diferente a las actuadas podría formar convicción de los hechos, con la
finalidad de no afectar el principio de imparcialidad, el juez no tiene que traer
al proceso ningún medio probatorio que no derive de una fuente de prueba
que haya sido citada por las partes en el proceso.

3.2.5 LA MOTIVACIÓN COMO REQUISITO PARA ACTUAR PRUEBA DE


OFICIO.

La motivación de las resoluciones judiciales es un derecho fundamental


contenido en los derechos a la defensa y al debido proceso, como indicamos
en el acápite introductorio.
Sobre el derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales, el
Tribunal Constitucional ha establecido en la STC Nº 1230- 2002-HC/TC que
esta exigencia «garantiza que los jueces, cualquiera sea la instancia a la que
pertenezcan, expresen el proceso mental que los ha llevado a decidir una
controversia, asegurando que el ejercicio de la potestad de administrar justicia
se haga con sujeción a la Constitución y a la Ley; pero también con la
finalidad de facilitar un adecuado ejercicio del derecho de defensa de los
justiciables» (2002, fundamento 11).
Lo particular del derecho a la motivación en su aplicación a la oportunidad en
la que el juez incorpora una prueba de oficio es que no puede ser invocado en
la impugnación de las partes a la decisión, ya que se encuentra expresamente
prohibido que la decisión de incorporar un medio de prueba de oficio sea
impugnada, tanto en la norma procesal laboral como en la norma procesal
civil.
Ahora bien, es importante advertir que la imposibilidad de impugnación de la
decisión de incorporar al proceso una prueba de oficio no se extiende al
cuestionamiento probatorio del medio introducido, así como tampoco a la
impugnación de la decisión sobre el cuestionamiento probatorio.
Por otro lado, estando a que el proceso laboral es un sistema escrito con
preeminencia de actuaciones orales, no podría considerarse atentatorio del
derecho a la motivación el hecho de que la decisión del juzgado no se motive
por escrito. Lo que, sin ninguna duda, sí es atentatorio contra el derecho de
las partes es la transgresión al ordenamiento legal y constitucional que se da
cuando el juez pretende incorporar un medio de prueba de oficio sin dar
cuenta del cumplimiento de los requisitos y de las razones de su modo de
proceder.
En resumidas cuentas, al emitirse la decisión del juez de incorporar una
prueba de oficio, es indispensable que este determine con claridad, cuando
menos:
a) Dónde se encuentra la insuficiencia probatoria que motiva que intervenga
en la actividad probatoria del proceso.
b) Cuál es la fuente de prueba que ha sido mencionada en el proceso de la
cual se extraerá el medio probatorio incorporado de oficio.

3.3 Marco conceptual.

3.3.1 La prueba de Oficio desde una visión doctrinal.

La etapa probatoria del sistema procesal, ha buscado que el juez se desligue del
tradicional rol de ente pasivo y, se convierta en un actor involucrado en el
desarrollo del proceso, cuando ello fuere necesario.

Argumentan que el uso de esta facultad del juez es pertinente para llevar a cabo un
buen análisis, se están aprovechando capacidades del juez, que ahondan tanto su
experiencia como su conocimiento. (Parra Quijano, J, 2007) Este nuevo actor
activo en el proceso, al poder decretar de oficio pruebas que considere pertinentes
para el esclarecimiento de hechos, está buscando tener las herramientas necesarias
para el análisis de las pretensiones y de su posterior decisión, basada en una
verdad probada. (Parra Quijano, J, 2007) La igualdad de las partes procesales al
momento de acceder a la justicia, frente a la etapa probatoria, es otro tema objeto
de debate. En la práctica, se puede observar cómo una de las partes posee mayor
conocimiento del derecho o tiene un apoderado con mayor experiencia en el
ámbito del litigio, mientras que la otra puede tener un menor conocimiento legal y
menores recursos para conseguir un profesional en derecho experimentado. De
esta forma, el juez al hacer uso de su facultad de decretar pruebas de oficio, logra
que las desigualdades que se presentan en el proceso se mitiguen. Como resultado,
el triunfo no será de aquella parte procesal que tiene mejores medios, sino de la
justicia y la verdad, principales objetivos del proceso judicial. (Alvarado Velloso,
A, 2004). Respecto a la imparcialidad, esta posición de la doctrina argumenta que
el decreto y práctica de las pruebas de oficio, no irrumpen el principio de
neutralidad del juez. En el camino de la búsqueda de la verdad, así parezca
beneficiar a una de las partes, no significa que se esté faltando al deber de
imparcialidad, pues la finalidad de su actuación es encontrar la verdad material, y
para llegar a ésta, es necesario, en algunas ocasiones, desligarse del impulso
procesal de las partes y dirigir el proceso v.gr. decretando pruebas de oficio.

La otra posición de la doctrina, hace una importante critica acerca del sistema,
donde el juez es el director del proceso, argumentando que este a su vez no puede
convertirse en dictador, pues esto estaría contribuyendo a la pérdida de
imparcialidad del funcionario judicial respecto a las partes, e iría en contravía del
derecho fundamental al debido proceso. (Alvarado Velloso, A, 2004). La prueba
de oficio que afecta el debido proceso, se fundamenta a partir de que cualquier
elemento que irrumpa la estructura del procedimiento, la oportunidad de defensa o
induzca a error, podría configurarse como violatorio al debido proceso. (Alvarado
Velloso, A, 2004) De esta forma, la garantía al debido proceso y que todo
ciudadano sea juzgado imparcialmente por un juez y sin actitudes paternalistas de
éste con las partes. Luego, la prueba de oficio en estos términos no sería
pertinente puesto que podría convertirse en violatoria del debido proceso,
específicamente del derecho a la defensa.

3.3.2. La Prueba de Oficio en el Proceso Laboral Peruano.

En el marco jurídico peruano, la prueba de oficio está regulada en diversos


cuerpos normativos procesales; pero para fines de nuestra investigación sólo
haremos referencia a lo establecido en la legislación procesal civil y laboral. En el
Código Procesal Civil, la prueba de oficio se encuentra prescrita en el artículo
194°, en los siguientes términos: “Artículo 194.- Excepcionalmente, cuando los
medios probatorios ofrecidos por las partes sean insuficientes para formar
convicción el Juez de Primera o de Segunda Instancia, ordenará la actuación de
los medios probatorios adicionales y pertinentes que considere necesarios para
formar convicción y resolver la controversia, siempre que la fuente de prueba
haya sido citada por las partes en el proceso. Con esta actuación probatoria el Juez
cuidará de no reemplazar a las partes en su carga probatoria, y deberá asegurarles
el derecho de contradicción de la prueba. La resolución que ordena las pruebas de
oficio debe estar debidamente motivada, bajo sanción de nulidad, siendo esta
resolución inimpugnable, siempre que se ajuste a los límites establecidos en este
artículo. En ninguna instancia o grado se declarará la nulidad de la sentencia por
no haberse ordenado la actuación de las pruebas de oficio. El Juez puede ordenar
de manera excepcional la comparecencia de un menor de edad con discernimiento
a la audiencia de pruebas o a una especial”. (Normas Legales, 2010) En la Ley
Procesal de Trabajo (Ley N° 29497) se encuentra establecida en el artículo 22°, en
los siguientes términos: Excepcionalmente, el juez puede ordenar la práctica de
alguna prueba adicional, en cuyo caso dispone lo conveniente para su realización,
procediendo a suspender la audiencia en la que se actúan las pruebas por un lapso
adecuado no mayor a treinta (30) días hábiles, y a citar, en el mismo acto, fecha y
hora para su continuación. Esta decisión es inimpugnable. Esta facultad no puede
ser invocada encontrándose el proceso en casación. La omisión de esta facultad no
acarrea la nulidad de la sentencia”. (Normas Legales, 2010) En relación a lo
anterior, resaltan diversos elementos importantes, en cuanto a la iniciativa
probatoria del juez no es de naturaleza supletoria, sino que actúa de forma
complementaria a las partes; lo que deriva en que la actuación de la prueba de
oficio por parte del juez sólo debe contemplarse cuando los medios probatorios
presentados por las partes se muestren insuficientes para generar el grado de
convicción adecuado; partiendo del hecho que el juez es un ente imparcial al que
las partes mediante los recursos presentados deben convencer sobre la veracidad
de las alegaciones desarrolladas. Se establece que la decisión del juez para ordenar
la presentación de los medios probatorios debe estar altamente respaldada y
detallada, donde se refleje de forma clara, precisa y pertinente los supuestos con
los cuales motiva el ingreso de las pruebas de oficio y la finalidad de estos medios
probatorios en un determinado proceso; para evitar así cometer una arbitrariedad.
Así como también, se instituye que la decisión del juez de actuar la prueba de
oficio es de carácter inapelable, atendiendo al derecho a la prueba que prevalece
como un derecho fundamental, y una vez que se ingresa al proceso, forma parte de
él, no se apega a ninguna de las partes involucradas. De igual manera se aclara
que la actuación de la prueba de oficio por parte del juez, no representa un deber
obligatorio, sino que es una facultad que éste puede decidir si la aplica o no. Es
decir, está supeditada a la a la facultad discrecional del juez, y su aplicación o no,
no representa en un futuro la nulidad de sentencias. Se deja por sentado, que el
juez al decretar el uso de la prueba de oficio pretende subsanar la insuficiencia
probatoria en el proceso, por efectos de los medios presentados por las partes, y
constituye como un recurso contribuyente hacia la toma decisión fundada en
derecho.

2.2.2.6.4. Oportunidad del Ofrecimiento de los Medios Probatorios en el


Proceso Laboral.

Los medios Probatorios deben ser ofrecidos por las partes: • Únicamente en la
demanda y en la contestación. • Extraordinariamente, pueden ser ofrecidos hasta
el momento previo a la actuación probatoria, siempre y cuando: Estén referidos a
hechos nuevos; o hubiesen sido conocidos u obtenidos con posterioridad a la
actuación probatoria. • La presentación extemporánea de medios probatorios no
acarrea la nulidad de la sentencia apelada. Estos medios probatorios no pueden
servir de fundamento de la sentencia. (Sin perjuicio de la facultad del juez de
actuar pruebas de oficio).

2.2.2.6.5. Obligaciones de las partes respecto de la actividad Probatoria.

Las partes concurren a la audiencia en la que se actúan las pruebas: Con sus
testigos, con sus peritos, con los documentos que, en dicho momento, 28
corresponda ofrecer, exhibir o se pretenda hacer valer con relación a las
cuestiones probatorias. La actividad de las partes se desarrolla bajo su
responsabilidad y costo, sin necesidad de citación del juzgado y sin perjuicio de
que el juez los admita o rechace en el momento. La inasistencia de los testigos o
peritos, así como la falta de presentación de documentos, no impide al juez
pronunciar sentencia. Presupuesto para sentenciar: sobre la base de la prueba
actuada, los hechos necesitados de prueba han quedado acreditados. Surge la
Excepción: En caso el juez no cuente con convicción para sentenciar, puede
ordenar prueba adicional de oficio.

2.2.2.6.6. Los poderes del Juez con relación a la Prueba.

En los procesos civiles existe la figura de dos principios importantes: el principio


dispositivo y el de aportación de partes, en el dispositivo las partes pueden
disponer de sus intereses privados y decidir cuándo accionarlos en sentido
jurídico. Por lo que es necesario diferenciar dos de los principios que presentan
los actuales procesos civiles; el principio dispositivo y el de aportación de parte,
ya que este último será el que se vea afectado, en cierta forma, por la iniciativa
probatoria del juez; en relación a que prescribe en virtud del principio dispositivo,
el hecho donde las partes son absolutamente libres para disponer de sus intereses
privados y decidir accionarlos o no, judicialmente; justificado por la doctrina
mayoritaria, en la medida de la estructura del modelo 29 económico y jurídico del
ordenamiento nacional que se adopta; mientras que el principio de aportación de
partes, se relaciona con la presentación de pruebas en el proceso de material fático
y aparece, como manifestaciones de este principio, el que los litigantes deben
alegar los datos o elementos fácticos de la realidad discutida en el proceso, así
como proponer la prueba de tales datos o elemento. (Pico I. Joan, 2005) Con base
a los argumentos anteriores, el autor revela parte de las consecuencias más
importantes de este proceso es la existencia de un carácter dudoso en referencia al
principio de aportación de partes, y las funciones entre el juez y los litigantes, y al
incremento de facultades probatorias del órgano jurisdiccional, indicándose que si
bien los litigantes son libres de disponer de los intereses deducidos en juicio, no lo
son respecto del proceso ya que es competencia del Estado y la jurisdicción
dedicada a ello en el caso particular. Es por ello, se justifica en la medida en que si
se piensa en un buen juez, capaz de ejercer correctamente y racionalmente sus
poderes, no hay razón de temer que él se vuelva parcial, e incapaz de valorar las
pruebas, por el sólo hecho de haber dispuesto o sugerido su adquisición. Los
poderes de control en el proceso del civil se fundamentan desde dos perspectivas:
dirección formal del proceso, y poderes instructores en sentido propio, , el cual
refleja que estos poderes supeditan al juez con el proceso para el desarrollo de sus
funciones en búsqueda del cumplimiento del mismo, pretendiendo siempre a la
corrección y aplicación de los instrumentos y directrices acordes en el juicio, para
de forma adecuada dictar sentencia apegada a la normativa. (Ramírez C. Diana,
2014) 30 Por ello resulta pertinente tener conocimiento que en un Estado social de
derecho los poderes de dirección formal y material que se le otorgan al juez, por
medio de las normas constitucionales y legales, no están enmarcados bajo un
presupuesto autoritario sino más bien debe concebirse como un proceso dialógico
que debe apegarse a la realidad planteada. Se hace necesario enfatizar la idea tal
como lo refiere el autor, asumiendo una catalogación de los poderes del juez: los
poderes de dirección formal, estimulan el avance de las diversas etapas procesales,
el control de las audiencias y la vigilancia de las garantías legales del proceso; los
poderes de dirección material se refiere a aquellos que dan las directrices para
admitir la prueba para contemplar la toma de decisiones en el proceso,
considerando la relevancia, utilidad, pertenencia y la ordenación, con el fin de
aclarar las dudas producto de insuficiencia de la actividad probatoria de partes,
siempre que sean dudas determinantes para la decisión y que no se haya alcanzado
el estándar de prueba de ley. Resulta evidente que es importante que el juez tenga
la responsabilidad de controlar la admisión de los medios de prueba ofrecidos y
solicitados por las partes, porque le permite establecer con suficientes argumentos
la utilidad de la prueba, la conducencia y la pertinencia.

2.2.2.6.7. La función del Juez en el Proceso Laboral.

Bajo la nueva perspectiva aportada por la nueva ley procesal del trabajo en el
Estado Peruano, el juez está formado y avalado por los entes gubernamentales
para para aplicar y ejercer la ley en todo su conocimiento y resolver problemas de
naturaleza jurídica, aplicando los principios del ejercicio 31 de su jurisdicción y
las diversas formalidades y procedimientos, donde emerge como carácter
preponderante la oralidad. De modo que la inmediación y la oralidad se
constituyen en el marco más adecuado para mediatizar, absolver y redefinir el
proceso laboral. En ese sentido, los atributos de la oralidad que encierra cierto
grado de sencillez y concentración, contribuyen a que el manejo del proceso
resulte más eficiente y satisfactorio para llegar a la verdad real. De modo que hay
una gran vinculación entre la inmediación y la oralidad, ya que para que la
decisión en el proceso sea real se necesita que los jueces examinen directamente la
prueba, contando con la participación de las partes involucradas. (Gamarra V.
Leopoldo, 2010) Por otro lado, el mismo autor refiere que en la nueva ley se
establecen las directrices desde el principio de la oralidad y la función del juez,
como el principal medio para la obtención de la verdad real, ya que adicional a
que debe dirigir y controlar el proceso, le competen nuevas facultades donde
puede interrogar a las partes, abogados y tercer en cualquier momento; gozando
de amplios poderes discrecionales; tanto de dirección, para la conducción
adecuada y garantista del proceso, como los poderes materiales que posee
respecto de la prueba de oficio.
CONCLUSIONES.

1. Los requisitos que impone la ley para que un juez pueda actuar pruebas de
oficio son: (i) que alguna de las partes haya incurrido en una defensa
manifiestamente ineficaz; (ii) que la fuente de la prueba de donde extraerá
el medio de prueba haya sido citada por las partes en el proceso, y (iii)
que motive su decisión.
2. . El juez laboral no solo tiene la facultad de disponer el actuado de
pruebas de oficio, sino que la norma procesal especial lo convierte en
protagonista del proceso para evitar la desigualdad entre las partes.
3. . El deber del juez de velar por el cumplimiento de los requisitos que
impone la ley para ejercer la facultad de incorporar medios probatorios de
oficio radica en su obligación de actuar con imparcialidad.
4. En los casos en los que el juez considere que los medios probatorios
ofrecidos por las partes son insuficientes para formar convicción, él está
en el deber de ordenar la actuación de pruebas de oficio.
5. La motivación de las resoluciones judiciales es un derecho fundamental
contenido en los derechos a la defensa y al debido proceso, la motivación
en su aplicación a la oportunidad en la que el juez incorpora una prueba
de oficio es que no puede ser invocado en la impugnación de las partes a
la decisión.
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