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Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales

Magister en Derecho –Talca.

El ACCESO A LA PRUEBA PERICIAL POR PARTE DE TRABAJADORES, A LA


LUZ DEL PRINCIPIO DE GRATUIDAD Y LA EVENTUAL VULNERACIÓN A
LOS PRINCIPIOS DEL PROCESO LABORAL Y OTRAS GARANTÍAS
CONSTITUCIONALES
.

Profesor : Dr. Cristian Contreras Rojas


Alumno : Nicolás Riesco Suárez
Módulo : Derecho Procesal Laboral

Santiago, 20 de junio de 2022.


ÍNDICE.
I. Introducción .......................................................................................................... 2
II. La prueba en general y la prueba pericial como objeto de convicción jurídica ..... 3
III. Orden público laboral. la igualdad de armas y el principio de gratuidad dentro del
proceso laboral. ............................................................................................................. 5
IV. La prueba pericial en materia laboral a la luz de la igualdad de armas y el
principio de gratuidad. Problemática y soluciones. ......................................................... 6
V. Conclusiones finales. ............................................................................................. 8
Bibliografía ................................................................................................................. 10

1
El ACCESO A LA PRUEBA PERICIAL POR PARTE DE TRABAJADORES, A LA
LUZ DEL PRINCIPIO DE GRATUIDAD Y LA EVENTUAL VULNERACIÓN A
LOS PRINCIPIOS DEL PROCESO LABORAL Y OTRAS GARANTÍAS
CONSTITUCIONALES

I. Introducción

En un mundo donde los avances tecnológicos y la complejidad de los problemas crecen de


forma exponencial, los conflictos jurídicos también exigen estar a la altura para poder dar
soluciones correspondientes. En ese sentido, las pruebas periciales, donde quedan plasmadas
opiniones expertas de cada arte, oficio o área tomarán cada día, mayor preponderancia, sobre
todo como ya señalamos, en conflictos de alta complejidad técnica y donde se necesiten
opiniones multidisciplinarias para poder revelar las verdades jurídicas con un alto estándar
de justicia.
Viendo las distintas sedes de solución de conflictos, la prueba pericial en materia laboral no
tiene un gran desarrollo normativo y ello ha significado que su acceso sea más bien escueto
en los procesos, siendo que estos, en muchos casos, si requieren de opiniones o dictámenes
de expertos para poder solucionarlos. ¿Dónde creemos que se encuentra esta brecha de
acceso? principalmente obedece, en opinión de este autor, a cuestiones de índole económicas,
las cuales se encuentran intrínsecamente relacionadas con la clase de conflictos que el
derecho laboral busca solucionar. En ese sentido, el Derecho del Trabajo nace como una
respuesta a la asimetría natural entre trabajadores y empleadores, buscando a través de un
compendio de normas de orden público, poner coto a esta diferencia existente entre partes
contratantes. El asunto es que dicha búsqueda de igualdad debe precisamente primar todo el
camino, el cual incluye la intervención jurisdiccional por medio de los procedimientos
laborales. Si bien la reforma procesal laboral fue un tremendo avance en dicha materia,
siguen vigentes las palabras del profesor Tavolari: “no se discute, en nuestros días, que los
económicamente carenciados experimentan una desigualdad que la mejor norma
procedimental es incapaz de paliar” (Tavolari Olivos, 1994, 91) en ese sentido, creemos que
aún hay cosas posibles por hacer -de lege ferenda-, en este caso, respecto del acceso y
producción de buena prueba para la solución de un litigio, como pueden ser las pruebas
periciales, donde actualmente, no existen herramientas estatales para que los trabajadores
puedan costear la creación de informes de peritos.
Por otro lado, en otras sedes legales, el costo de la prueba pericial si tiene solución, como es
en el caso de materias de familia y penal, donde por distintos caminos, formas e instituciones,
los usuarios de la justicia pueden producir prueba pericial a bajo o nulo costo. Lo anterior
tiene claras conexiones con garantías constitucionales, como el acceso a la justicia y el debido
proceso, precisamente, a través del derecho a defensa y la igualdad de armas.
Creemos que a través de este trabajo, podemos exponer una problemática que reiteramos,
para ser solucionada quizás implique la necesidad de creación de nuevas instituciones,
necesidad de recursos a departamentos públicos ya constreñidos patrimonialmente o incluso
aumentar cargas laborales a hombros ya sobrepasados, pero el desafío está ahí, en entender
que existe un problema latente, desafiándonos a buscar formas eficientes de solución.

2
II. La prueba en general y la prueba pericial como objeto de convicción
jurídica

Para introducirnos en el análisis de este medio probatorio y su relación con el proceso laboral,
es necesario conceptualizar desde lo que la prueba y que han dicho los grandes tratadistas en
la materia, en ese sentido, en primer lugar, para Couture la prueba “es un medio de
verificación de las proposiciones que los litigantes formulan en el juicio” (Couture, 1958,
227) por su parte, Chiovenda señala que “Probar significa formar el convencimiento del juez
acerca de la existencia o no existencia de hechos de importancia en el proceso” (Chiovenda,
1925, 281). Entonces, viendo que la prueba es un medio para generar convencimiento sobre
la existencia o no de un hecho, como concepto general, existen a su vez medios de prueba en
particular, donde dentro de esos, existe los informes periciales, prueba de peritos o prueba
pericial.
Sobre la prueba pericial, y en concreto los peritos, Chiovenda señala que: “son personas
llamadas a exponer al juez no solo sus observaciones materiales y sus impresiones
personales acerca de los hechos observados, sino las inducciones que deben derivarse
objetivamente de los hechos observados o tenidos como existentes. Esto supone que los
peritos deben poseer determinados conocimientos teóricos o prácticos o aptitudes en
especiales esferas, de tal índole que no deben ser necesariamente poseídos en igual grado
por toda persona culta (perito médico legal, perito tasador, perito agrimensor, perito
calígrafo, etc.)” (Chiovenda, 1925, 322). Ya en nuestro país, Casarino respecto de los
informes de peritos señala lo siguiente: “consiste en la presentación al juicio de un dictamen
u opinión sobre hechos controvertidos en él, para cuya adecuada apreciación se requieren
conocimientos especiales de alguna ciencia o arte” (Casarino Viterbo, 2007, 111).
Definido la prueba pericial y teniendo en cuenta que su valoración es conforme a las reglas
de la sana crítica en todo el espectro legal donde proceda dicha prueba 1, y más allá de la
discusión doctrinaria respecto a su naturaleza como medio de prueba o mecanismo auxiliar
del juez y el peso como tal, discordancia la cual no nos haremos cargo en el presente trabajo,
sí podemos concluir de todas formas, que los informes periciales gozan de un peso específico
para el juez a la hora de tomar decisiones jurisdiccionales, sobre todo litigios de alta
complejidad, en donde se discuten materia de un nivel de expertiz de áreas que evidentemente
los jueces no tienen porqué conocer.
Teniendo un panorama general respecto de la prueba pericial, su procedencia y valoración,
nos toca entrar de lleno en el objeto central del trabajo, y es ver respecto de como en otras
materias, la prueba pericial puede llegar a ser de cargo fiscal y por tanto gratuita para una de
las partes, cuestión que en materia laboral no aplica y cómo dicha no correlación afectaría al
debido proceso y los principios fundantes del ramo.
Veamos el tratamiento comparado respecto de la prueba pericial y específicamente su costo
en otras áreas del derecho.

1
Incluso en el procedimiento civil, en donde predomina la valoración legal o tasada en los procedimientos,
respecto de los dictámenes de peritos el articulo 425º del Código de Procedimiento Civil señala que “Los
tribunales apreciarán la fuerza probatoria del dictamen de peritos en conformidad a las reglas de la sana
crítica.

3
Derecho Civil: La rama que regula las relaciones entre privados tiene por supuesto dentro de
sus medios de prueba en particular lo que define como “informe de peritos” 2. Este medio de
prueba en sede civil si tiene interesantes cuestiones que vale la pena mencionar y es que si
bien el impulso procesal es de partes, existen casos en que la ley faculta al juez para solicitar
estas pruebas e incluso hay casos en que se encuentra obligado a decretarlo. Lo anterior la
doctrina ha categorizado como casos “obligatorios” y casos “facultativos” (Rodriguez Papic,
2017, 144). En lo que respecta a los costos de estos, si ha sido solicitado por una de las partes
del juicio, esta soportará el pago, salvo que el tribunal estime necesaria la medida para el
esclarecimiento del asunto como lo señala la norma facultativa del artículo 411 Nº 2 del
Código de Procedimiento Civil, donde se soportará por partes iguales. Mismo ocurre si es el
juez quien ha determinado la necesidad de un informe pericial. Finalmente, y que denota la
diferencia objeto de este trabajo, para el caso en que el peritaje es obligatorio legalmente,
este debe ser pagado por las partes en partes iguales, es decir, quien quiera resolver un litigio
en el cual el procedimiento obliga a que exista una prueba pericial, las partes deben de
antemano saber que deberán asumir ese costo, sin perjuicio de lo resuelto respecto de las
costas.
Derecho penal: El artículo 314 del Código procesal penal regula la procedencia de la prueba
pericial, estableciendo también este carácter de obligatorio o facultativo (Maturana Miquel
& Montero López, 2010, 1033). respecto de los costos, opera también esta suerte de regla
general de la prueba pericial y es que los honorarios y demás gastos derivados de la
intervención de los peritos corresponderá a la parte que los presentare (Maturana Miquel &
Montero López, 2010, op. cit. 1043) sin embargo, si en el proceso penal gran parte de los
peritajes los presenta el ministerio público, y dichos informes son elaborados por las policías,
pudiendo también el querellante y el imputado hacer propia la prueba del fiscal en la
audiencia preparatoria, finalmente esos informes son de cargo fiscal al menos indirectamente
para su elaboración. Por otra parte, el tribunal podrá relevar a la parte, total o parcialmente,
del pago de la remuneración del perito, cuando considerare que ella no cuenta con medios
suficientes para solventarlo o cuando, tratándose del imputado, la no realización de la
diligencia pudiere importar un notorio desequilibrio en sus posibilidades de defensa. En este
último caso, el tribunal regulará prudencialmente la remuneración del perito, teniendo
presente los honorarios habituales en la plaza y el total o la parte de la remuneración que no
fuere asumida por el solicitante será de cargo fiscal (Maturana Miquel & Montero López,
2010, op. cit. 1043). Importante este punto señalado por los profesores Maturana y Montero,
toda vez que tenemos una mención expresa a una posibilidad de desequilibrio de
posibilidades de defensa, en ese sentido, un guiño claro a la igualdad de armas en el debido
proceso.
Derecho de Familia: En esta sede, el numeral tercero del párrafo 3 del título III de la Ley
19.968 que crea los tribunales de familia 3 regula la prueba pericial en esta materia. En lo
pertinente nos remitimos a lo señalado por Eduardo Jara Castro en su manual de Derecho
procesal de Familia, donde al respecto ve una mejora sideral en relación a la prueba pericial
en materia civil y del antiguo sistema penal. En la misma línea, destaca que los peritajes
normalmente se llevan a cabo por asistentes sociales, sicólogos y siquiatras de instituciones

2
Artículo 341 del Código de Procedimiento civil. Ley 1552 Código de Procedimiento Civil, publicado en el
diario oficial el 30 de agosto de 1902.
3
Artículos 45 a 49 ley 19.968 Crea los Tribunales de Familia, publicada en el diario oficial el 30 de agosto de
2004

4
como el Servicio Médico Legal y por otro lado, que la misma ley crea el Consejo Técnico,
órgano asesor del juez, donde se encuentran también profesionales de los oficios citados, por
lo que cualquier prueba pericial acompañada podrá ser vista con la ayuda del consejo, es
decir, tendrá un perito que pueda asesorar al juez (Jara Castro, 2011, 208). Respecto del costo
de un informe, si bien el artículo 47 establece la regla general sobre el pago será soportado
por la parte que lo solicita, si el informe es emitido por una institución pública por orden del
juez, el costo lo asume el estado, sin perjuicio de la resolución en costas (Jara Castro, 2011,
op. cit. 212). Tenemos nuevamente un ejemplo en el cual, las partes pueden al menos producir
la prueba pericial sin costo ex ante.

III. Orden público laboral. la igualdad de armas y el principio de gratuidad


dentro del proceso laboral.

La doctrina nacional iuslaboralista mayoritaria es congruente en establecer que el Derecho


del Trabajo posee normas de orden público, al punto de hablar de un “orden público laboral”.
Thayer y Novoa señalan que el derecho del trabajo es un derecho de orden público “toda vez
que busca impedir los abusos derivados de la disparidad de poder socioeconomico entre
cada trabajador y su empleador” (Thayer y Novoa, en Gamonal Contreras, 2008, 17). Se ha
señalado, además, que el derecho laboral es de orden público tanto por tutela el interés
general de la sociedad como por la irrenunciabilidad de sus derechos (Gamonal Contreras,
2008, op. cit. 17).
Por otro lado, debemos conectar entonces que las normas laborales -y procesales en concreto-
con las garantías constitucionales, en primer lugar, con la igualdad ante la ley y la igualdad
de armas. En este caso, como señala Iván Hunter en su publicación respecto de “La iniciativa
probatoria del juez y la igualdad de armas en el proyecto de código procesal civil” el
principio de igualdad procesal es una proyección en el ámbito infraconstitucional del
principio general de igualdad ante la ley, reconocido en la Constitución (Art. 19 N° 2 de la
Constitución Política de la República), y que forma parte de la cláusula del justo y racional
procedimiento, o como señala, la fórmula nacional del debido proceso (Hunter Ampuero,
2011, 55). En el mismo trabajo, y citando a Andolina y Vignera, es posible entender la
igualdad de armas como “la obligación del legislador de colocar a las partes del proceso en
una posición de paridad, asegurándole un mismo tratamiento normativo y la titularidad de
poderes, deberes y facultades simétricamente iguales y mutuamente relacionadas” (Hunter
Ampuero, 2011, op. cit.). Si entendemos entonces que el legislador debe buscar poner a las
partes en una posición de paridad, simétricamente iguales, al verse enfrentados en estrados
para obtener una respuesta jurisdiccional, esa igualdad debe ser también para al menos,
acceder a los medios de prueba.
Por otro lado, tenemos entonces los principios del proceso laboral, los cuales están
consagrados legalmente en el Código del Trabajo, específicamente en el libro V, capítulo II,
párrafo 14 del cuerpo legal. Estos son: inmediación, impulso procesal de oficio, celeridad,
buena fe, bilateralidad de la audiencia y gratuidad 5.

4
Código del Trabajo, DFL 1 “Fija El Texto Refundido, Coordinado Y Sistematizado Del Código Del Trabajo”,
16 de enero de 2003
5
Articulo 425, Código del Trabajo.

5
Nos enfocaremos principalmente en el principio de gratuidad, toda vez que a opinión de este
autor, la gratuidad, o su opuesto que sería “lo oneroso” es precisamente una de las barreras
que los trabajadores tienen respecto del acceso a la prueba -y por tanto a una defensa de
calidad- y que se busca dejar de manifiesto y buscar soluciones.
El artículo 431 del Código del Trabajo es la norma que establece dicho principio,
consagrándolo en 2 esferas: una gratuidad de las actuaciones procesales -inciso primero- y
luego, la gratuidad respecto de acceder a defensa letrada. -inciso segundo- será esta parte a
la cual pondremos foco. El inciso segundo de la norma citada señala lo siguiente: “Las partes
que gocen de privilegio de pobreza tendrán derecho a defensa letrada gratuita por parte de
las respectivas Corporaciones de Asistencia Judicial o, en su defecto, por un abogado de
turno, o del sistema de defensa gratuita que disponga la ley. Asimismo, tendrán derecho, a
que todas las actuaciones en que deban intervenir auxiliares de la administración de justicia
se cumplan oportuna y gratuitamente”.
Durante la discusión de la ley del nuevo proceso laboral, y el principio en particular, se señaló
que “la justicia laboral y de seguridad social debe ser gratuita para los trabajadores que
carezcan de recursos para litigar. Asimismo, los jueces deben velar para que las actuaciones
que corresponde hacer en aquellas causas en las que los trabajadores gocen del privilegio
de gratuidad, se realicen en la oportunidad y conforme al principio de celeridad”6. Esta
responsabilidad recae en la Corporación de asistencia judicial a través de la defensoría
laboral.
La verdad que el desarrollo del principio de gratuidad en todo el catálogo de normas
atingentes es bien acotado y no se ahonda más, donde solo quedan los conceptos generales
por la norma, pero no un catálogo de deberes, estándar o mínimos respecto de “la defensa
letrada” de hecho, no hay ni siquiera norma respecto de responsabilidad, por lo que menos
podremos encontrar algo respecto la producción de pruebas.

IV. La prueba pericial en materia laboral a la luz de la igualdad de armas y el


principio de gratuidad. Problemática y soluciones.

Visto someramente el tratamiento de la prueba pericial y sus costos en otras materias, además
de el contexto en que se desempeña el Derecho del Trabajo y las garantías constitucionales
relativas al tema que nos interesa poner en boga, revisaremos que se señala respecto de la
prueba pericial en materia laboral, esto, con objeto de que cerrar el círculo respecto el cual
levantamos esta visión crítica, toda vez que existe imposibilidad material de acceder a la
producción de dicha prueba por cuestiones económicas, lo que creemos que es una
vulneración efectiva, tantos a estos principios procesales como también a garantías
fundamentales y principios del derecho del trabajo sustantivo.
La prueba pericial en materia laboral: teniendo en consideración el marco en el cual creemos
se desenvuelve la problemática planteada, la prueba pericial en materia laboral no tiene un
gran desarrollo, más bien, podríamos hablar de un escueto planteamiento. Respecto de la
prueba, la norma que abre la puerta a los medios de prueba, es la establecida en el artículo
453 Nº 4 la cual señala lo siguiente: “El juez resolverá fundadamente en el acto sobre la

6
FORO para la Reforma de la Justicia Laboral y provisional. Sesión plenaria de 6 y 7 de diciembre de 2001.
(En línea) http://www.cejamericas.org/doc/documentos/bases_fundamentales.doc p. 22.

6
pertinencia de la prueba ofrecida por las partes, pudiendo valerse de todas aquellas
reguladas en la ley.” Luego, en el numeral 8) inciso quinto del mismo artículo, encontramos
la única mención expresa respecto de la prueba pericial en materia laboral, la cual señala lo
siguiente: “Cuando se rinda prueba pericial, el informe respectivo deberá ser puesto a
disposición de las partes en el tribunal al menos tres días antes de la celebración de la
audiencia de juicios. El juez podrá, con acuerdo de las partes, eximir al perito de la
obligación de concurrir a prestar declaración, admitiendo en dicho caso el informe pericial
como prueba. La declaración de los peritos se desarrollará de acuerdo a las normas
establecidas para los testigos”.
Cualquier otra materia no regulada por el acápite recién citado, debemos dirigirnos a la norma
de reenvío de aplicación supletoria del Código de Procedimiento Civil, en este caso, a lo
señalado en el art. 432 del Código del Trabajo.
Para resolver respecto de los costos de una prueba pericial, no existe norma expresa que
resuelva el asunto, por tanto, debemos remitirnos a lo establecido en materia civil, vale decir,
la prueba pericial será costeada por las partes.
Dicho lo anterior, ¿cómo podría, un trabajador común, usuario de la defensoría laboral, a la
cual asiste precisamente porque no es capaz de solventar una defensa privada por carecer de
recursos, acceder a una prueba pericial? la verdad que la respuesta es de la realidad más
cruda, deberá costearla de forma particular. Esto es en esencia, un tremendo portazo primero,
al principio de gratuidad, el cual al parecer se agota con la posibilidad de acceder a un
abogado, es decir, una garantía de mínimos, pero no nos hacemos cargo respecto de la calidad
de esta. Por otro lado, y más allá de la gratuidad propiamente tal, se trata de una vulneración
a la igualdad de armas, parte de la igualdad ante la ley y el debido proceso, toda vez que
incluso contra principios del proceso -la gratuidad- ya que es en esencia, un servicio oneroso
y que la ley no da alternativas o excepciones como en los casos del derecho Penal y de Familia
es una clara manifestación de que no es posible ejercer dichos derechos de forma plena.
Dicho lo anterior, veremos que muchos trabajadores, para casos complejos, no pueden
acceder a buena producción de prueba; esa trabajadora accidentada no podría tener un peritaje
alternativo médico, ese trabajador vulnerado por acoso laboral, a un peritaje psicológico, o
un grupo de trabajadores, imposibilitados de acceder a conocer en detalle el complejo sistema
de comisiones de una empresa, poder acceder a un peritaje contable, los casos pueden ser
cientos, y podrían crecer aún más, teniendo en cuenta los avances tecnológicos y
complejización de los procesos industriales - empresariales.
Incluso, podemos encontrar otro tipo de problemas; por ejemplo, que un juez, con el más alto
fin de diligencia profesional, con objeto de dar un resultado jurisdiccional de calidad, a través
del principio de impulso de oficio 7, solicita un peritaje, con el fin de conocer respecto de una

7
Existe jurisprudencia respecto del impulso de oficio y la posibilidad de solicitud de prueba, al respecto el
considerando de la sentencia RUC 08-4-0001348 del Juzgado de Letras del Trabajo de Copiapó: “así en otros
pronunciamientos, se señaló como un avance significativo introducido por el nuevo sistema procesal laboral
el establecimiento de un sistema adversarial, donde el juez tendría un gran impulso protector y probatorio. Lo
anterior, requiere de una aclaración, ya que en doctrina un sistema adversarial, responde a un modelo en el
cual el juez tiene un rol pasivo, lo que es precisamente lo contrario al modelo vigente de la reforma laboral. A
partir de lo anterior, es preciso puntualizar que al inicio de nuestro nuevo proceso laboral rige el principio
dispositivo, donde son las partes las que dan el impulso inicial e introducen al proceso los hechos, luego de
ello, sin duda el principio rector es el de impulso procesal de oficio, el cual se traduce en el principio de
investigación de oficio con miras al establecimiento de la verdad material y donde el juez puede decretar
pruebas para alcanzar su convicción, sin perjuicio de aquellas que puedan aportar las partes”

7
materia de alta complejidad como las señaladas. Independiente del resultado de las costas,
¿quién paga ese peritaje para su realización, teniendo en cuenta las reglas supletorias del
Código de Procedimiento Civil? ¿Será materialmente practicable para un trabajador si debe
ser costeado por las partes y este no cuente con medios? la verdad que la norma nada señala
al respecto.
Finalmente, creemos que esta problemática tiene que tener una vuelta de tuerca más, y al ser
una cuestión de interés público, debe ser desde un trabajo tanto del estado y las empresas y
los trabajadores. En primer lugar, debemos entender que si bien se trata de una problemática
excepcional, creemos que será cada vez más común, en ese sentido, desde el legislador, se
debería reformar el artículo 453 Nº 8 del Código del Trabajo respecto del informe de peritos,
expresando que para aquellos casos en que, sea necesaria la producción de prueba pericial
para el esclarecimiento de los hechos, podrá ser costeada por el estado en casos calificados -
privilegio de pobreza básicamente-, independiente del resultado de las costas, como es en
materia penal o familia.
Luego, desde la organización del estado, creemos que es posible robustecer instituciones
claves, como sería en este caso, la defensoría laboral, y como ejemplo debemos mirar quizás
una institución como la Defensoría Penal Pública, institución la cual es un: “servicio público,
descentralizado funcionalmente y desconcentrado territorialmente, denominado Defensoría
Penal Pública, en adelante "la Defensoría" o "el Servicio", dotado de personalidad jurídica
y patrimonio propio, sometido a la supervigilancia del Presidente de la República a través
del Ministerio de Justicia” 8. Por supuesto de que debe ser ajustada al volumen de causas y
demás costos que implica, pero el foco va en su independencia, desconcentración y
patrimonio propio que le permitiría, tener una glosa destinada a costear este tipo de pruebas.
En la misma línea, un fortalecimiento de la Dirección del Trabajo, con objeto de que pueda
ampliar su abanico de informes, no solo respecto de sus materias de fiscalización durante la
relación laboral, sino que posterior para fines probatorios, como en el caso de los informes
de unidad económica, es quizás otra posibilidad, entregando informes periciales en materias
específicas. Las multas de beneficio fiscal que cursa la Inspección podrían tener una fracción
destinada al financiamiento de este eventual nuevo departamento.
Fuera del estado, los sindicatos podrían también crear fondos destinados para costear
pericias, buscando mecanismos de financiamiento sostenible en el tiempo y con relación al
objeto: parte de la cuota sindical, porcentajes de las condenaciones en costas que obtienen
los socios, entre otros. Las soluciones son diversas y quizás de largo debate, pero si no somos
capaces de verlo, finalmente serán nuevamente aquellos más débiles, los trabajadores, los
perjudicados de verse imposibilitados de tener un acceso a la justicia integral de calidad.

V. Conclusiones finales.

Es innegable el aporte que puede significar una prueba pericial en materias como; la
determinación de un accidente del trabajo, el grado de discapacidad producidas, las
afecciones psicológicas producto de conductas de acoso laboral u otro tipo de vulneración de
derechos fundamentales, el análisis contable respecto de horas extras, comisiones, rentas
variables, semana corrida y otros temas matemáticos, y así podemos sumar más y más

8
Artículo 1º Ley 19718, que crea la Defensoría Penal Pública, publicada en el diario oficial el 10 de marzo de
2001

8
ejemplos donde es posible llegar a esclarecer de mejor forma hechos controvertidos. El
problema es que todas esas prestaciones profesionales hoy en día se encuentran muy alejadas
del común de los usuarios de los tribunales del trabajo. Sin tener claridad en la norma, la cual
solamente hace mención a su valor probatorio e incorporación de forma general, para
encontrar algo más al respecto, tenemos que seguir la norma de reenvío al Código de
Procedimiento Civil, la prueba pericial en materia laboral es más bien una ilusión para los
trabajadores carentes de recursos.
Creemos que ello no solo es lamentable, sino que se trata de una infracción a los principios
del derecho del trabajo en primer lugar, el cual busca equilibrar fuerzas naturalmente
asimétricas, y, por otro lado, una vulneración a los principios del proceso laboral, en
específico al principio de gratuidad y garantías constitucionales del debido proceso, el
derecho a defensa y la igualdad de armas en concreto. El hecho de que sean los trabajadores
que incluso, para casos calificados deban costear altos honorarios que generalmente cuestan
las pericias, tiene como consecuencia directa que no puedan acceder a buena calidad de
prueba, quedando en indefensión respecto de su contraparte, el empleador, detentor del
capital y quien por regla general posee poder adquisitivo para hacer frente a un conflicto de
relevancia jurídica, toda vez que será la prueba propiamente tal, lo esencial para acreditar las
peticiones.
Desde la inexistencia de una defensoría laboral robusta al estilo de la Defensoría Penal
Pública o de distintos centros especializados como es en el caso de los tribunales de familia,
donde está Centro de Atención de Asuntos de la Familia (CAAF), es difícil pensar de
modelos equivalentes en el corto plazo en materia laboral, donde se pueda mediante estos,
acceder a pericias de cargo fiscal.
Una solución de lege ferenda podría ser como señalamos, que la misma norma se haga cargo
de establecer casos excepcionales, pero expresos, que pueda ser de cargo fiscal los honorarios
de los peritos. Por otro lado, el robustecer y separar de la Corporación de Asistencia Judicial
a la Defensoría Laboral, o la creación de unidades por materias para ciertos peritajes a cargo
de la Inspección del Trabajo, como en el caso de los informes de unidad económica.
Para el caso de accidentes del trabajo y los peritajes médicos, o peritajes psicológicos para
los casos de tutela, pueden recaer en las mutualidades con cargo a las cotizaciones que se
cancelan respecto de dichos seguros. Finalmente, y una solución no desde el estado, sino que
de iniciativa privada es la promoción de que los sindicatos sean quienes solventen los costos
de las pruebas periciales, el problema radica en que la sindicalización en nuestro país es
reducida y la existencia de sindicatos fuertes, con poder económico para poder asumir dichos
costos, son aún menos.
Estas medidas podrían materializar una aplicación más integral del principio de gratuidad y
por consiguiente del debido proceso y el derecho a defensa de los trabajadores, cerrando
brechas haciendo una justicia donde realmente exista una igualdad de armas, pudiendo
realmente acceder a un medio de prueba cada vez más contigente, como son las pruebas
periciales.

9
Bibliografía
1. Couture, E. (1958). Fundamentos del Derecho Procesal Civil. Roque De Palma.
2. Chiovenda, G. (1925). Principios de Derecho Procesal Civil (Vol. 2). (J. Casais y
Santaló, Trad.) Editorial Reus S.A.
3. Casarino Viterbo, M. (2007). Manual de derecho procesal: derecho procesal
orgánico (sexta edición ed., Vol. IV). Editorial Juriidica de Chile.
4. Rodriguez Papic, I. (2017). Procedimiento Civil. Juicio Ordinario de Mayor Cuantía
(8va. edición ed.). Editorial Jurídica de Chile.
5. Maturana Miquel, C., & Montero López, R. (2010). Derecho procesal penal.
AbeledoPerrot Legal Publishing.
6. Jara Castro, E. (2011). Derecho procesal de familia: principios formativos, reglas
generales, procedimiento ordinario (1ra. ed., Vol. 1). Editorial Jurídica de Chile.
7. Tavolari Olivos, R. (1994). Comentarios Procesales (1ra. ed.). Edival.
8. Gamonal Contreras, S. (2008). Fundamentos de derecho laboral (3ra ed.).
LexisNexis.
9. Hunter Ampuero, I. (2011). "La iniciativa probatoria del juez y la igualdad de armas
en el proyecto de código procesal civil". Ius et Praxis, 17(2), 53-76.

Normas jurídicas citadas

1. Código del Trabajo, DFL 1 Fija El Texto Refundido, Coordinado Y Sistematizado


Del Código Del Trabajo, Ministerio Del Trabajo Y Previsión Social, publicado en el
diario oficial el 16 de enero de 2003
2. Código de Procedimiento civil. Ley 1552 Código de Procedimiento Civil, Ministerio
de Justicia, publicado en el diario oficial el 30 de agosto de 1902
3. Ley 19.968, Crea los Tribunales de Familia, Ministerio de Justicia, publicada en el
diario oficial el 30 de agosto de 2004
4. Ley 19.718, que crea la Defensoría Penal Pública, Ministerio de Justicia, publicada
en el diario oficial el 10 de marzo de 2001

Jurisprudencia citada

1. Sentencia del Juzgado de Letras del Trabajo de Copiapó RUC 08-4-0001348

Otras fuentes citadas

1. FORO para la Reforma de la Justicia Laboral y provisional. Sesión plenaria de 6 y 7


de diciembre de 2001. (En línea)
http://www.cejamericas.org/doc/documentos/bases_fundamentales.doc p. 22.
(visitado el 17 de junio de 2022)

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