TRABAJO: EXPOSICIÓN NON FINITO

Aitana Romeo Ramia.

Para la asignatura de Pensamiento y estética, Grupo 4.

Joaquín Sorolla Bastida. Retrato de Mabel Rick (1920). Señora Pérez de Ayala ©
Madrid, Museo Sorolla.

A lo largo de la exposición temporal que encontramos en el edificio Caixaforum de

Zaragoza hasta el 29 de mayo de 2022 encontramos reunidas 94 obras de artes de
procedencia museística o colecciones tanto públicas como privadas de España,
Reino Unido y otros tantos países. Hay una multiplicidad de obras de diversos
artistas y épocas, clásicas y modernas, con un punto en común: se encuentran
inconclusas.

La presente obra se trata nada más que el último cuadro del artista Joaquín Sorolla.
Es un retrato de Mabel Rick, la esposa del escritor Ramón Pérez de Ayala, una obra
inconclusa debido a que el artista sufrió mientras estaba pintando un ataque en el
jardín de su casa que le impidió volver a realizar este tipo de actividad. Tres años
después el artista murió dejando para la posteridad a esta como la obra que
contiene sus últimas pinceladas.

En la obra, al haber sido interrumpida, podemos apreciar la mente de Sorolla en

pleno proceso creativo, vemos sus distintas maneras de trabajar con el lienzo. Este
hecho puede ayudarnos a percibir una posible búsqueda de la experiencia estética
por parte del autor, en los trazos percibimos la rapidez con la que Sorolla trabaja sus
obras ya que las realizaba al aire libre y con modelos al natural, las cuales
necesitan de una rapidez y fijación en el trabajo admirable. Podríamos decir que
para conseguir la rapidez y la captación de los espacios, Joaquín Sorolla, como
sujeto, necesitaba fundirse con el objeto de su obra, introducirse de alguna manera
en el cuadro, llevando propiamente a una experiencia estética. Como espectador, es
patente que hay una inmersión estética en la obra, a pesar de encontrarse
inacabada, además de que su historia refuerza la teoría, ya que en un principio el
artista se negó a dejar de pintar hasta que comprendió que no podría continuar más
con la actividad.

En el caso de la obra que se nos presenta la forma y contenido (idea) van unidos, la
idea que encontramos de parte del artista (la cual no podría considerarse muy
profunda o con segundos significados) es la representación del retrato de Mabel
Rick y en este caso es inseparable de la forma que se nos presenta, por lo tanto
encontramos un tratamiento formalista kantiano, la idea es fundamental pero no
puede transmitirse de otra manera que no sea la materialización.

Ahora bien, dejando de lado las circunstancias que provocaron que la obra se
encuentre inconclusa, pensada como fragmento (decimos que está fragmentada ya
que faltarían fases pictóricas e incluso la firma del propio autor) podría evocar una
totalidad irrepresentable que una obra concluida o terminada no puede reproducir.
Con esto quiero decir que es una obra, como muchas otras, que no necesita ser
finalizada para expresar o ser coronada como una obra. Podríamos decir que esta
es de las obras más importantes de Sorolla, no por sus colores o composición,
tampoco por innovar, sino que es el hecho de marcar el final de el ciclo artístico del
pintor lo que la convierte en una totalidad. En esta pintura es visible la evolución del
autor a lo largo de los años culminando en lo que sería esta última obra, la cual
representa el fin de la producción artística y el desenlace en su carrera como pintor.

El artista de la obra ha plasmado en la esta una realidad exterior aparentemente

objetiva, tal como se vería desde una fotografía. Sin embargo, la mirada que plasma
Sorolla en sus cuadros siempre denota una cierta subjetividad. Su forma de recrear
las luces y sombras, los colores y otra serie de formas de trabajar hacen que su
obra sea reconocible ya que su forma de plasmar la realidad en el lienzo es
inigualable a la de otros artistas impresionistas contemporáneos a él. Por otro lado,
no se podría decir que es una obra expresionista ya que no vemos con totalidad el
mundo interior del artista plasmado en la obra, ni una escena que este enraizada
con la religión del periodo romantico, tampoco es una pintura de denuncia, no trata
de desvelar nada que esta oculto.