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II.

Herramientas de la etnometodología
2.1 Indicación.
Se parte de la creencia de que la vida social se construye a través de la utilización del
lenguaje y del significado de una palabra o expresión en el marco de un contexto en
particular. Es necesario estudiar cuándo se utilizan las palabras y expresiones para
comprender la dimensión exacta de lo que se está diciendo. Expresiones indicativas
como "esto, yo, usted, aquí, ella, allá, etc." están rodeadas de una situación y de un
contexto lingüístico. Es decir, aunque una palabra o expresión pudiera tener un
significado transituacional, también podría tener uno diferente en cada contexto
particular. Por ello se afirma que la combinación de palabras y contexto es lo que da
sentido a una expresión.
2.2 Reflexividad.
Este concepto destaca el hecho de que el lenguaje no solo se utiliza para referirse a algo,
sino también, y principalmente, para hacer algo; es decir, no se limita a representar el
mundo, sino que interviene en ese mundo de una manera práctica. la reflexividad
destaca el hecho de que una descripción es una referencia a algo y, al mismo tiempo,
forma parte de su construcción.
2.3 Descripciones.
Para la etnometodología, toda la acción social es descriptible, manifiesto, relatable y
analizable. Por ello, el concepto de discurso no se limita al uso lingüístico, sino que se
refiere a toda la acción social. Es como hacer visible el mundo y hacer comprensible la
acción al describirla, ya que el sentido de la acción social se revela en el marco de los
procedimientos que se emplean para expresarla.
2.4 Miembro.
Para los etnometodólogos, convertirse en miembro de un grupo o de una organización
no supone solo adaptarse, sino también participar activamente en la construcción de
este. El miembro no adopta pasivamente las reglas del grupo, sino que es
corresponsable de su construcción cuando participa en él. Los grupos, organizaciones o
instituciones se crean y se recrean en la práctica cotidiana de sus miembros. El miembro
es una persona dotada de un conjunto de procedimientos, métodos y actividades que la
hacen capaz de inventar dispositivos de adaptación para dar sentido al mundo que la
rodea.

III. Estilos o tendencias de investigación etnometodológica


3.1 El primer estilo es de los estudios sobre las prácticas de trabajo efectuadas por
Garfinkel y sus estudiantes de Los Angeles
Son los que se encuentran E. Bittner, D. Zimmerman, D.L. Wieder o H. Schwartz. A
este grupo podemos sumar el formado por A.V. Cicourel en Santa Bárbara hasta su
separación definitiva de Garfinkel en el la Sympusium de Boston de 1974, con M.
Pollner, H. Elliot, H. Mehan, M. Shumsky o H. Wood. En general son estudios sobre
actividades ocupacionales ordinarias, aunque Garfinkel se interesó concretamente en las
actividades de físicos y matemáticos. La idea surgió al comprobar que muchos estudios
sociológicos trataban "sobre" las ocupaciones y no directamente "las" ocupaciones. Así,
se abordaban cuestiones como los ingresos, etnicidad, clase social, relaciones entre
"roles", etc. y no se informaba sobre las actividades fundamentales que constituían y
daban sentido a dichas ocupaciones. Para este tipo de intervención Garfinkel exige la
"adecuación única", lo que quiere decir que el investigador ha de ser competente, ha de
dominar las actividades que se están investigando. Sólo el haber tenido la experiencia de
lo que se quiere describir garantiza el objetivo de la investigación que no es otro que el
mayor nivel de precisión y especificidad posible de los detalles constitutivos de la
actividad ocupacional en cuestión.
3.2 El segundo estilo trata sobre los estudios de la conversación.
Se originaron con los trabajos conjuntos de Garfinkel, Sacks y Schegloff. Estos estudios
examinan los trazos organizacionales del lenguaje natural en las interacciones
cotidianas, como por ejemplo las conversaciones telefónicas, los saludos, las
producciones de historias y de informes o las bromas en el contexto de su enunciación.
Los volumenes editados por Sudnow (1972), Schenkein (1978), Psathas (1979) o
Watson y Heritage (1985) ofrecen una buena muestra de ello.
Los conversacionalistas han reforzado el rigor en el estudio de la interacción social
introduciendo nuevos conceptos analíticos para su estudio como el de "par adyacente".
Esta estructura muestra cómo algunas interacciones como saludos, despedidas,
preguntas y respuestas, se organizan en pares de manera que la producción de un primer
elemento exige que se produzca una segunda acción complementaria por parte del
receptor. La elaboración de este concepto concretó aspectos importantes de la
"explicabilidad inherente" de la acción y se ha aplicado posteriormente a un número
cada vez mayor de actividades interactivas (mirada, movimiento corporal, etc.). La
importancia de la contribución a la ciencia social de los análisis de conversaciones hace
preveer su rápido crecimiento y evolución.
3.3 La tercera forma de trabajo surgida de la etnometodología es la sociología
cognitiva
A partir de 1974, Cicourel acuñó el término "sociología cognitiva" (1974;1980) y
emprendió un tipo particular de investigación. Su principal continuador ha sido Mehan
(1985).
Cicourel y Mehan, que trabajaban en el campo de la educación, comprendieron que el
estudio de la adquisición y de la competencia del lenguaje era uno de los problemas
básicos de la sociología. Estudiaron lenguajes esotéricos como el de los mudos o los
ciegos de nacimiento, se adentraron en el campo de la psicolingüística y el lenguaje de
los niños y abordaron situaciones más complejas como la interacción maestro-alumno
dentro del aula. Estos trabajos constituyen un puente entre la etnometodología y sus
disciplinas más cercanas como la psicología cognitiva, la antropología y la linguística.
3.4 La cuarta tendencia, denominada el grupo "análisis", está encabezada por P.
McHugh y A. Blum.
Podríamos justificar la presencia de este grupo como una disidencia del movimiento
etnometodológico, pero su mención aquí se debe fundamentalmente a su desarrollo de
las implicaciones del problema de la reflexividad.
El principal problema al que se enfrenta la etnometodología es que aunque sea el grupo
el que crea las reglas de la vida en grupo y no al revés, son los propios actores los que
consideran que son las reglas las que determinan la vida del grupo, la propia sociología
presupone la realidad social como constituida. Ahora bien, si la etnometodología quiere
estudiar los procesos de constitución de la realidad y el orden social debe incluir, al
menos como recurso implícito, la referencia a lo que es su propia labor de descripción e
interacción. Caso de no hacerlo, sería un simple estudio formal de las interacciones y
caso de hacerlo se encuentra ante un problema de regresión infinita puesto que cada
intento de explicitar su acción se convierte en una nueva que también debe explicitarse.
IV. METODOS BASICOS DE OBTENER INFORMACION
4.1 OBSERVACIÓN
Es un método básico de métodos para la obtención de información y tiene sus inicios
desde que tenemos conocimiento de la existencia del ser humano, la observación ha sido
la piedra angular del conocimiento. Incluso durante el desarrollo ele la persona, desde
que el niño tiene uso de la vista, inicia su relación y su conocimiento del mundo a través
ele la observación.
Un recuento de la observación formal nos trae, entre las primeras, las observaciones
botánicas de Aristóteles en la isla de Lesbos, así corno las crónicas derivadas de la
observación de Heródoto sobre las guerras greco-persa.
Augusto Comte, el fundador de la sociología, señalaba que la observación era uno de los
cuatro métodos medulares de investigación sociológica (junto con la comparación, el
análisis histórico y la experimentación). Todos hacemos uso de la observación
cotidianamente, lo cual da lugar al sentido· común y al conocimiento cultural. La
diferencia entre la observación cotidiana y la que tiene fines científicos radica en que
esta última es sistemática y propositiva.
En The American Heritage Dictionary of the English Language se define la observación
como “el acto de notar un fenómeno, a menudo con instrumentos, y registrándolo con
fines científicos”.
La observación no implica únicamente obtener datos visuales; de hecho, participan
todos los sentidos. Al respecto, Patricia y Peter Adler señalan que «la observación
consiste en obtener impresiones del mundo circundante por medio de todas las
facultades humanas relevantes. Esto suele requerir contacto directo con el (los) sujeto(s)
aunque puede realizarse observación remota registrando a los sujetos en fotografía,
grabación sonora, o videograbación y estudiándola posteriormente» [1998, p. 80].
La observación puede transformarse en una poderosa técnica de investigación social en
la medida en que se:
1. Orienta a un objetivo de investigación formulado previamente
2. Planifica sistemáticamente en fases, aspectos, lugares y personas.
3. Controla y relaciona con proposiciones generales en vez de ser como una serie
de curiosidades interesantes
4. Somete a comprobaciones de fiabilidad y validez.
La observación entendida en sentido amplio, según Sierra Bravo (1985:2000), engloba
todos los procedimientos utilizados en las ciencias sociales no sólo para examinar las
fuentes donde se encuentran los hechos y datos objeto de estudio, sino también para
obtenerlos y registrarlos con el fin de que nos faciliten el conocimiento de la realidad.
La observación proporciona al investigador la materia de trabajo que será objeto
después de tratamiento definitivo, mediante la clasificación, tabulación, análisis y
explicación.
La técnica de la observación comprende las siguientes fases:
1. Definición de objetivos: planteamiento, observación y registro de los
comportamientos observados y, por último, análisis y recomendaciones.
2. Concreción en el tema objeto de observación.
3. Delimitación precisa del problema a estudiar
4. Encuadrarse en las coordenadas de lugar (proceso de observación), tiempo
(calendario a seguir) y situación (constancia, variabilidad y simple complejidad de la
misma).
5. Las personas a observar no deben sospechar la intención del observador con el fin de
que el comportamiento que se manifieste sea natural y espontáneo.
6. Se deben planificar todos los pasos y fases necesarios para llevar a cavo la
observación, especificando todos los puntos a tener en cuenta, y presentar posibles
alternativas de planteamiento.
7. Elección y definición de las unidades de observación en función del nivel de
sistematización y especificidad de la situación.
8. Criterios de categorización a seguir en el estudio.
9. Definición de forma precisa y correcta de las categorías que vamos a utilizar en el
trabajo.
10. Tipos de registros a utilizar en el período de la recogida de datos.
11. Lista de comportamiento y guías que orienten al trabajo del observador
12. Muestreo convencional que fije los fragmentos de flujo continúo de conducta a
seleccionar (cuantitativa y cualitativamente) para ser observados.
13. Un hecho aislado sólo tendrá valor cuando se relacione con otros que lo corroboren.
14. El observador debe registrar inmediatamente lo que ha observado y no fiarlo a la
memoria, que puede traicionar.
15. A medida que se van observando muchos hechos e incidentes, durante los diversos
períodos de observación, surgen patrones consistentes de comportamiento.
16. Conviene representar los datos de forma gráfica, de acuerdo con la naturaleza de los
mismos.
17. Analizar los datos, en función del objetivo de la investigación, en busca de la
posible existencia de patrones de conducta, análisis de tendencias, etc.
18. Averiguar las posibilidades de generalización
19. Valorar e interpretar los resultados de acuerdo con el objetivo propuesto
20. Realizar una autocrítica metodológica.
21. Sugerir nuevas investigaciones o campos de trabajo a partir de los resultados del
estudio.
Tradicionalmente se ha hablado, desde el paradigma cuantitativo, de dos tipos de
observación: la no participante y la participante. La ilusión positivista de que el
investigador podía separarse por completo y lograr la objetividad no se acepta en la
investigación cualitativa. Incluso si se observa un video y el investigador no tiene
contacto con las personas observadas, su interpretación de lo que observa lo convierte
en participante. De esta manera, en los textos cualitativos sólo se habla de la
observación participante, por lo que parece mucho más adecuada la subdivisión de los
tipos de observador que Bufford Junker [1960] propone:
4.1.1 Observación no participante
Observador completo
Esta función se da en casos en que los participantes no ven ni notan al observador. En la
época actual, esto resulta factible por grabaciones de video o audio y por fotografías.
Constituye el método de más similitud con la observación no participante, y a la vez es
la más lejana de la observación naturalista.
Observador como participante
Se refiere al investigador que cumple la función de observador durante periodos cortos,
pues generalmente a esto le siguen las observaciones de entrevistas estructuradas. Este
tipo de observación también se aleja de la naturalista.
4.1.2 Observación participante
Participante como observador
Este papel resulta mucho más naturalista y consiste en que el investigador se vincule
más con la situación que observa; incluso, puede adquirir responsabilidades en las
actividades del grupo que observa. Sin embargo, no se convierte completamente en un
miembro del grupo ni comparte la totalidad de los valores ni de las metas del grupo. Un
ejemplo de este tipo de observación es un estudio en el que Junker observó el
comportamiento de deportistas colegiales y el propio investigador se convirtió en
asistente del entrenador del equipo de baloncesto; además de realizar la observación, el
investigador asesoraba a los jóvenes en su desempeño académico y en las opciones
vocacionales.
Participante completo
Este papel de investigación implica que el investigador es ya un miembro del grupo a
estudiar o en el curso de la investigación se vuelve un miembro con plenos.

BIBLIOGRAFIA
Rodriguez,F.,(1995). Etnometodología:Deconstruyendo el sentido común, San
Sebastián, Iralka
Garfinkel,H.,(1967).Studies in Ethnomethodology, Englewood Clifs, Prentice Hall.
(1984: Cambridge, Polity Press).
Alvares, Juan, Jurgenson, Gayou. (2003). Como hacer investigación cualitativa –
Fundamentos y metodología. (1ra). Paidós Mexicana. México
WEBGRAFIAS
https://webs.ucm.es/info/eurotheo/diccionario/E/etnometodologia.htm

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