Angela Maria Alarcón Molina

Hechos a la imagen de Dios

El autor habla de la imagen de Dios, que somos hechos por Dios, a su imagen y
semejanza, y explica como deberíamos ser y no somos, ya que Dios es perfecto y
nosotros también deberíamos ser perfectos, Dios nos hizo seres racionales, nos
dio la capacidad de gobernar todo lo que nos rodea y adicional a esto nos hizo
libres. Adán tenía una plena comunicación con Dios (Gen 39-12). pero ¿que nos
pasó? ¿En que momento dejamos de reflejar la imagen de Dios? Algo hemos
perdido, ya que somos tan imperfectos.

El hombre es la creación mas especial de Dios, ya que fue la ultima y no existe

otra después de esa, tiene cualidades morales, intelectuales, religiosas que lo
hacen completamente único, Dios le dio al hombre dominio sobre toda cosa
creada. Somos criaturas de Dios, por lo tanto, somos parecidos a él, y aun
conservamos algunas de sus características especiales como la forma de castigar,
proteger y bendecir a la humanidad.

También nos muestra unos ejemplos de lo que dicen algunos teólogos acerca de
la imagen de Dios:

La iglesia católica enseña que la imagen se entiende en términos de capacidad

moral, el hombre fue creado neutro, ni bueno ni malo, inocente, sin pecado, pero
con concupiscencias que podían conducirle a pecar. Dios le dio al hombre un
donum supernaturalis (don sobrenatural) al cual podía recurrir cuando necesitara
fuerza para vivir como le correspondía. El pecado es una consecuencia de la
condición de debilidad del hombre quien rechazo la influencia y la gracia divina
para vivir sometido y controlado por los apetitos carnales; la muerte de Jesús
figura solamente como la base para el perdón, y nada más. Las buenas obras
junto con la gracia expedida por la iglesia contribuyen a su salvación.

El movimiento ambientalista ve como mínimo el amplio sentido bíblico de lo que es

la imagen de Dios en nosotros, convirtiéndolo solo en un deber, una obra, una
responsabilidad y no propiedades de nuestra personalidad que reflejan al ser
divino.

Martin Lutero explica que cuando el hombre fue creado recibió virtudes morales
excelentes como las de Dios, las cuales representan la imagen de Dios, pero al
pecar perdió la cualidad de excelencia moral y su entendimiento fue entenebrecido
inclinándose mas al pecado que a la santidad. El pecador al venir a Cristo Jesús
recupera la imagen de excelencia moral perdida.

Los evangélicos explican que tanto Dios como el hombre tienen características
que les distinguen de todo aquello que no poseen. Dios es omnipotente,
omnisciente, omnipresente y su existencia es inmutable (no cambia)

Les Thompson, “Hechos a la imagen de Dios”, en La persona que soy, (Miami: florida 1991) 41-49
Angela Maria Alarcón Molina

El hombre se parece a Dios en lo interno, no en el cuerpo. Ambos son seres

racionales, con libertad moral, habilidad para amar y sentimientos.

Les Thompson indica que la interpretación de Lutero y la de los evangélicos son

las que mas le llaman la atención ya que Dios no solo es un ser personal, sino que
también es un ser moral y estos aspectos no se pueden dividir. El autor cree
como Lutero en el nuevo nacimiento como el comienzo de ese proceso de
restauración de la imagen perdida que la biblia llama santificación.

Aprendo de este texto que somos criaturas de Dios, creados a su imagen y

semejanza, con raciocinio y libertad la cual nos llevo a escoger lo que queríamos
hacer y de ahí partió el mayor error cometido por el hombre al desobedecer a Dios
y perder esa maravillosa imagen de él, que nos convertía en esos seres tan
perfectos, amorosos, cuidadores, que dominaban todo lo que existe y gozaban de
todos los beneficios, para pasar al lado no tan agradable de tener que ser
expulsados de ese maravilloso lugar que había sido creado especialmente para
ellos.

El pecado nos separo de Dios, creo un abismo entre los dos, antes del pecado
dios y el hombre tenían una comunicación directa, ahora somos solo una idea de
esa verdadera imagen que Dios había creado en el primer hombre. Pero también
encontramos que hay un nuevo nacimiento que nos lleva a restaurar lo que paso y
nos acerca de nuevo a esa imagen y semejanza de Dios, que nos lleva a la
santificación.

Pensar en la creación de Dios y en esa culminación de la misma que fue el

hombre es maravilloso. Por que es como si fuera la cereza del pastel, lo que
indicaba que la obra estaba terminada, con un ser creado a su imagen y
semejanza casi perfecto, que poseía muchas de las características de su creador;
pero ver como un error tan grande arruino esa obra maravillosa me hace pensar
en lo que podríamos haber sido y perdimos, pero que ahora tenemos la
responsabilidad como cristianos que decimos ser y la posibilidad de acercarnos a
cristo y ser santificados en él y a través de esa santificación recuperar esa imagen
de Dios en nuestra vida.

Es relevante porque me lleva a pensar en algo que ignoraba como lo es la imagen

de Dios creada en el hombre, nunca había pensado en esto y me parece muy
importante conocer la realidad a fondo de esta creación maravillosa y también me
abre las puertas para reconocer los errores y las fallas que he cometido y como
puedo acercarme a Dios y ser restaurada.

Les Thompson, “Hechos a la imagen de Dios”, en La persona que soy, (Miami: florida 1991) 41-49