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t I presente texto

colaborador, Eliseo
siguió un cursillo e

ACTO 1
Local recientemente alquilado uncional de la ciuda

niitad hacia arriba. La calle Aribau también sirve. Y todas las para
is y meridianas del Ensanche, excepto Entenza para evitar molestas -,
y siempre inoportunas referencias a que obligaría el enclave carce-
lario que se halla en el primer tercio de la calle.
El despacho consta de una sola pieza que ha sido dividida en dos
'por una mampara de cristal esmerilado. Mesas y sillas de madera,
como alquiladas en un ropavejero. No sirve el tipo de despachos, casi
covachas, que habían sido alquilados en la Ronda de San Pedro, Ronda
-'e la Universidad y Ronda de San Antonio para negocios de contratas
egales de trabajadores. El despacho ha de dar impresión de fun-
cional y de provisional al mismo tiempo, pero no mucho. No se trata
de un negocio totalmente ilegal, pero el espectad2r ha de formarse
la idea, desde el primer momento, de que sus impulsores pueden
acabar en el Juzgado de Guardia para ser almacenados por un tiempo
en La Modelo.
De pie, detrás de una mesa y delante de una pizarra, se sitúa el
DIRECTOR COMERCIAL, que no es otra cosa que el socio del CAPI-
TALISTA PRECARIO. Sentados en las sillas, una veintena de ASPI-
RANTES A VENDEDORES DE PARCELAS. Los aspirantes van bien ves-
tidos, con traje y corbata. Zapatos limpios. Si los espectadores se
fijan atentamente en ellos podrán observar que los trajes no son nue-
vos. Resisten decorosamente el paso del tiempo y recuerdan mejores
Bpocas anteriores. El público comprobará también que los aspirantes
a vendedores se toman mucho interés en seguir la lección del DIREC-
TOR COMERCIAL: toman notas, apuntes, levantan la mano y piden
explicaciones sobre algún concepto no suficientemente desmenuzado.
Si se les contempla más detenidamente, se verá una cierta desazón
en sus rostros, un característico cansancio y un marcado escepticismo.
No es la primera vez que asisten a un cursillo de formación de este
tipo. Algún espectador vulgar podría apostillar que estos vendedores
tienen ya el culo pelado de arrastrarse por sillas y salas parecidas.
Y, en efecto, la mayoría de ellos aprenden a vender parcelas después
B haberse dedicado a la venta de electrodom6sticos, a la representa-
,rÓn por cuenta ajena de productos de importación, a la venta de auto-
móviles y de productos alimenticios. Algunos de ellos son titulados;
no sólo de grados medios. No todos son jóvenes, aunque todos aparer
tan serlo. Algunos se toman un esfuerzo que resulta entre trágico
cómico, por aparentar menos edad de la que realmente tienen. Los ei
verdad jóvenes, aunque optan denodadamente al empleo, no puedei
evitar ligerísimas y casi imperceptibles muestras o explosiones de ca
chondeo. Tienen mucha vida por delante y el empleo es sólo una esta
ción de paso o de empalme hacia mejores ocupaciones. Se podríi
deducir que el empleo, a cuyo cursillo de formación asisten, les pei
mitirá desarrollar efímeramente una vida de bohemia y de picardía
Pero veamos que los que intentan disimular la avanzada decrepitui
de su esqueleto se delatan por un ligerísimo temblor facial. Alguno:
ocultan las canas embadurnándolas con tinte, se han mandado teje
un casciuete capilar - c o n los últimos ahorros- v Drocuran no alza
la voz, n i ser generosos en la risa para que no sé descubra el vacíi
que dejaron las muelas y los incisivos diez inviernos atrás. Para ellos
el empleo no es estación de paso, sino tabla de asir en la últimi
zozobra de su vida. Como fruta madura y caída ya en tierra aguanta!
los tirones de millares de hormigas, los himenópteros de las deuda!
acumuladas, los plazos vencidos, las facturas del colegio, las hipoteca!
y los fardos más ominosos de la vida familiar.
Ya no hay bohemia sino miseria.
Los más jóvenes -téngalo presente el director de escena- se reirá!
de los trucos pícaros que se les enseñe para atrapar. a los clientes
Incautos. En el acto tercero no actuarán con mala leche. Con regodeo,
sí. En cambio, los veteranos del fracaso afilarán la espada para cla-
varla bien clavada en el hígado de los clientes. Por ello, los veteranos
resultarán siempre actores consumados, eficaces alumnos de la tram.
pa. A la mayoría de ellos no les gusta el oficio pues se sienten
iguales o gemelos de sus víctimas. Pero no pueden elegir otro papel
del reparto. Si hablamos con ellos nos dirán que preferirían tener
otro empleo, igual al que desempeñaron hasta que el cierre de la
empresa, la reestructuración de la plantilla, la automatización de los
servicios y el ingente alud de titulados los, desplazaron de la que
habfa sido su actividad y su seguridad durante más de veinte años
La acción puede comenzar unos minutos antes de la hora anunciada.
Aunque los espectadores se pierdan una parte de los diálogos, ser-
virá para que los actores se adentren mejor en sus papeles. Por
ejemplo, la acción visible para el público podría empezar cuando e
DiRECTOR COMERCIAL dice:
DIRECTOR COMERCIAL.-Esta es nuestra décima lecci6n. Usteder
ya han sido. seleccionados para formar nuestra plantilla de vende
dores y mañana, domingo, tendrán ocasión de lidiar a los primeros
clientes. Recuerden todo lo que han escuchado aquC durante los días
anteriores y les aseguro que merecerán éxito. Dedicaremos la sesión
de hoy a recordar y recalcar los puntos más importantes del programa.
(Pausa.) El director comercial baraja un montón de cartas apiladas
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sobre su mesa y, hechas un mazo, golpea con ellas la mesa como s i
se tratara de un fajo de billetes de Banco. Movimientos semejantes
s hemos visto en el cine cuando el gangster de pacotilla da por
~ncluidoun buen golpe. Acto seguido se vuelve hacia la pizarra y
boja el plano interior de un autobús. Plano de autobús. Es visible
colocación de los asientos. Algunos están marcados con una X.
tra vez de cara hacia los alumnos, dice:
Si mañana el tiempo nos acompaña con un día espléndido de sol
(retórico) es seguro que no se producirá ninguna baja de las solici-
tudes recibidas. De cara al programa de mañana, hemos enviado qui-
nientas cartas personales que han correspondido esta vez a los pro-
fesionales y a los tenderos del distrito Décimo. De acuerdo con nues-
tras previsiones estadísticas ha contestado el doce por ciento de
los destinatarios, lo que supone el, dígame, Rodríguez, jcuánto su-
pone el doce por ciento de quinientos?

RECTOR COMERCIAL.-Respuesta sencilla para pregunta fácil.


en. Hemos confeccionado una ficha para cada uno de nuestros se-
!nta invitados. No hemos podido obtener muchos datos y una de las
isiones de ustedes consistirá en sondearles mañana para confirmar
ofesión y ocupación, ingresos medios mensuales, standard de vida,
imero de familiares a su cargo, inversiones realizadas e interés
eferente por la vida campestre: Hemos señalado con una equis azul
S fichas de nuestros invitados cuyos nombres han salido en el bo-
tín informativo de efectos impagados. No hay que ser muy quisqui-
~ s o scon esta particularidad. ¿Quién no ha salida ya en el rai?
Como todas las semanas, es muy posible que mañana se cuelen tam-
L'én los clásicos gorrones, los que pretenden venir a beberse nuestro
iampán y a comerse el bocallido (ladino). Es cierto que no somos
muy generosos, pero no podemos permitir, en interés también de us-
tenes, que nos tomen el pelo. Por ello, he seleccionado a dos de
ustedes, Joaniquet y Santfeliu (los citados levantan el brazo y asien-
ten con la cabeza. Son dos veteranos, dos tiburones de oficio, que en
ocasiones habían servido de camareros o porteros de wboites- noc-
turnos) para que ya desde el primer momento, cuando los clientes
suban al autobús, identifiquen a los ucarasn. Joaniquet y Santfeliu
tienen tela marinera (satisfacción de los aludidos) para descubrirlos
en un abrir y cerrar de ojos. Muchos ídem. pues, al asunto y, tan
pronto como los localicen, hagan una contrasetia a los jefes de grupo.
Fstos no se andarán con contemplaciones y los arrojarán del autobús
i el momento oportuno. El momento oportuno es, recuérdenlo, en
autopista, en medio de dos salidas, para que los .caras. se vean
ligados a andar un buen trecho. Así se les quitarán las ganas de
lrronear. entendido? Bien. Pasemos ahora a recordar las obliaa-
mes de &da uno de ustedes. Empecemos por el .Jefe de, autocab.
lelante. ;rp$.JLS :jv>p.gh.j.JaO->- , *
7 - 2..
FE DE AUTOCAR. (Un veterano bien traieado. Conoce su oficio
,.-rede ser un amigo del Director ~ o m e r c i a l . ~otra
~ n época fue directór
de una agencia de viajes. Recita mecánicamente su papell. - El Jefe
de Autocar no tiene obligaciones de recepción. Es decir, no trata
djrectamente con los cilentes, pero se encarga de la realización com-
eta del programa. Lleva y administra las pastillas antimareo. No es
udente hacer alusión a estas provisiones antes de empezar el viaje,
pues podría resultar nociva para el éxito de la excursión. Es sabido
que el mareo obedece a causas sicológicas y el simple hecho de
indicar que se posee pastillas para evitarlo podría provocar una reac-
-;5n en contra. Especialmente algunas esposas, reacias a realizar una
iersión, disuadirían a su marido para que no efectuara la excursión
con el pretexto de su inclinación a los mareos. En cambio, el jefe
de autocar, servidor, se inclinará rápidamente hacia cualquier cliente
le, una vez en ruta, experimente náuseas o molestias. Esta aten-
jn, en cambio, nos granjeará las simpatías de la esposa.
ia de las obligaciones del jefe de autocar, servidor, es conocer la
ta. Mañana nos dirigiremos a .Mirador de la Sierra y del Mar..
tá prevista una pérdida de tiempo para disimular la distancia real
la urbanización. Los clientes se darán cuenta de que nos hemos
uivocado y habrá que reprender suavemente al conductor por su
luivocación. El jefe de autocar, servidor, ha de pagar el peaje de la
topista y de dar una propina al conductor. También, el jefe de auto-
r, servidor, ha de informar del estado del mismo: aseo, limpieza
! ceniceros, etc.

RECTOR COMERCIAL.- Magnífico. Pasemos ahora a otro punto im-


portante. Hemos dicho muchas veces que la venta no empieza cuando
los clientes están sobre el terreno, sino cuando suben al autocar.
!ro no han de darse cuenta de que la batalla ha comenzado. Ustedes
n soldados de la venta, cazadores del cliente y cualquier acción
caminada al logro de su objetivo les está no sólo permitida sino
impuesta.
Nuestras azafatas, a través de la conversación que sostuvieron con
los clientes que habían confirmado su deseo de acudir a la excursión.
han realizado ya una preselección. Algunos .caras. fueron descubier-
tos y se quedaron con las ganas de gorronear. El resto es material
bruto y de ese material bruto han de conseguir ustedes los clientes.
Recuerden todas las técnicas indagatorias que han aprendido para
conocer la capacidad y los deseos adquisitivos de los posibles clien-
tes. No se olviden de remover insistentemente, pero con cautela, el
anzuelo que los ha atraído a la excursión. Un sorteo de cincuenta mil
pesetas entre sesenta personas ha sido siempre tentador. Recalquen
ustedes la efectividad y seguridad del premio, pero oculten siste-
máticamente la forma de pagarlo.

Si siguen al pie de la letra las lecciones aprendidas aquí podrán des-


cubrir en pocos minutos a los compradores seguros. Para ello será
preciso que se esfuercen en conocer la mayor cantidad de datos
posibles. No recurran al interrogatorio fácil. Con él difícilmente obten-
drían resultados positivos. Gánense la confianza de los clientes. diri-
jan la conversación en tono amistoso y casi familiar. Hagan alusión
a las dificultades de la vida, al alza creciente de los precios y pón-
ganse ustedes como ejemplo de lucha y de espíritu de superación.
Hablar de las dificultades de la vida y de los innumerables problemas
de cada día, podría asustarles y disuadirles de realizar una inversión.
Pero el ejemplo de ustedes ha de animarles a arriesgarse. Precisa-
mente porque el dinero vale cada vez menos se impone la necesidad
de invertir.
Por favor, Valverde, resuma para sus compañc!ros la mejor argume~ta-
ción en pro de una buena acción inversora.
VALVERDE. (Joven -agresivos, tal como se exige en los anuncios para
la recluta de vendedores de parcelas. A través de los ya innumera.'
bles cursillos a los que ha asistido, el joven se ha recubierfo de un
caparazón de frases hechas y de mentiras comerciales. Ha sido sepul-
tado por tanta palabrería que resultaría imposible identificar el núcleo
de su autenticidad. Habla mecánicamente, como una cinta magneto-
fónica. y se diría que n i siquiera entiende el significado real de las
palabras que salen de su organismo como un simple sudor.)
Conseguir algo propio es la meta que han de trazarse todas las fa-
milias. El dinero ha de concretarse en la adquisición de un bien in-
mueble. El dinero no invertido se quema, desaparece. Si usted tiene
ingresos considerables o aun discretos que le permiten hacer frente
a los gastos del mes y ahorrar el excedente, perderá dinero. ¿Qué
ha de hacer? Invertir. Pero no es tan sencillo. La inversión es la
solución de nuestros tiempos y por eso observamos el crecimiento
de tantas campañas para fomentarla. Hay que saber colocar al dinero.
Si lo deposita en un Banco o en una Caja de Ahorros, los intereses
no le compensarán de la continua erosión de la moneda.

DIRECTOR COMERCIAL (interrumpiéndole). - Muy bien. Pongan ejem-


plos concretos. El dinero en el Banco se escapa de nuestro control,
no lo vemos. Añadan que si invertimos en la Bolsa o lo colocamos
en fondos de inversión, dependeremos del capricho y de las maniobras
de los grandes capitalistas. 'Pongan el ejemplo del crack del 29.
Refiéranse a los escándalos que han coronado la actividad de algunos
fondos de inversión. Y, por ser todavía muy reciente, recuerden lo
que ocurrió con la Caja de Ahorros y Crédito Popular de Cataluña;
hagan saber cómo muchos modestos impositores perdieron su dinero
por haber confiado en las Cajas de Ahorro. Siga, Valverde.
VALVERDE (satisfecho de sí mismo).-Tampoco es conveniente in-
vertir en joyas. Las joyas pueden perderse o pueden ser robadas con
suma facilidad. ¿Qué es, pues. lo seguro, lo que no puede perderse,
lo que no puede ser robado? El terreno, el suelo. Ese es el secreto.
¿Por qué son tan caros los pisos? Porque cada vez escasea más el
terreno. Ustedes han tenido la oportunidad de conocer el secreto.
Fíjense, queridos amigos, en que sólo el diez por ciento de las fami-
lias poseen terrenos. Y algo más importante. La población de España
crece y crece. En cambio, seguimos teniendo el mismo suelo. ¿Qué
quiere decir esto? Que dentro de unos años ya no habrá terrenos
disponíbles. Estamos ante la última oportunidad. Observen que hace
años, cuando empezaron las urbanizaciones cercanas a Barcelona, no
tuvieron mucho éxito. Y hoy ya no se puede comprar un palmo de
terreno a menos de cuarenta quilómetros de la ciudad. Pues, en ca-
torce años se duplicará la población de Cataluña que ahora es de
seis millones. ::<,..'; ;>p!;-,!;Fs:.;@"Y~
:;,.,., -r!,,!~,.i;l. .srw.@fi
:S.\,&$:;; ,JZ;.:$[g$jgL.$
(Pausa para encender un crgarrrl?o.)
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."a
6, ,3!?3.
Y están las catástrofes y las guerras. Muchos de ustedes recuerdan
desgraciadamente nuestra postguerra. Si ustedes vivían en la ciudad
sabrán por propia experiencia lo que es aguantar la escacez, el racio-
namleiito y el hambre en ella. ¿Hay comida en la ciudad? No. El as-
falto no produce alimentos; los árboles son sólo de adorno. Y ustedes
recuerdan cómo cientos y miles de personas salían al campo a com-
prar, o incluso a robar por la noche, patatas y garbanzos. ¿Hubo algún
payés muerto de hambre en la guerra o en la postguerra? No. Evi.
dentemente, no. La tierra es, pues, el único bien seguro. Da más
de lo que pide. Y siempre puede ser convertida en dinero. Y hay más.
Ustedes pueden realizar una buena Inversión ahora. Su dinero slem-
pre estará enterrado y creciendo en su parcela. Inversión y disfrute
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son compatioies. no lo necesita, puede disfrutar de favoreciendo asi la idea d ente es
su parcela, cultivarla. respirar el oxígeno limpio todas las semanas. objeto privilegiado de una confidencia.
acercarse a la verdadera vida. Y si un día, Dios no lo quiera, le sobre-
viene alguna dificultad, podrá recuperar su ,dinero con creces ven- Para evitar la monotonía en que pudiera caer la conversación, un
diendo a cincuenta lo que compró a diez. ~$$??~F@z@$?i 5xh2i;$7$kzk;$c&&~$$23&+~j ,~~$$?@~>~~%? vendedor ya designado por sus dotes humorísticas intercalará chistes,
comentarios y guasas, bien dosificadas, para crear un clima de armo-
Y , por último, recuerde usted que el terreno es tan importante que nía y de amistad en el autocar. Los clientes no se conocen entre sí
se -necesita hasta para morir. g;pisc%gyq;yF>,,:$;jF ;.:<,; ;y-(; ;:~,;j;T;~~+.': y han de evitarse las susceptibilidades. Pero, al propio tiempo, los
(Aplausos.] ;i~.z3;~~;~;i:~;~~~~;~~;~
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:.,,; :t:,!G: ::??,d:; vendedores evitarán que los clientes entablen conversación entre sí.

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~&5 ~:4&tc*<~.*?,$?."-~ti@, Los clientes se acomodan en el autocar. Sin que ellos se den cuenta,
DIRECTOR COAA ' E R C I A ~ . : H ~estado usted soberbio. Valverde. Pero. van siendo colocados de acuerdo con las previsiones del jefe de la
a continuación, no se olviden de intranquilizar a los clientes. Háblen- expedición. Cada jefe de grupo se encarga de atender a no más de
les como si fueran sus amigos. Díganles, por ejemplo, que en las cinco personas. El cerco empieza suavemente. Primeros tanteos anodi.
condiciones actuales el trabajo del vendedor es fácil y que ustedes nos. En un momento determinado surge la primera pregunta inquie-
no tienen ninguna angustia por colocar los terrenos. Digan asimismo tante de algún comprador: .Pero esta Urbanización se encuentra le-
que el domingo pasado se vendió el palmo a diez pesetas, mientras jos de Barcelona. ¿No es verdad? ¿A cuántos quilómetros, realmente?.
hoy ha subido ya a doce. Probablemente, la semana próxima estará El jefe de grupo acude al quite. Existen respuestas para todo y ésta
a quince. A ustedes les ha caído bien su cliente, díganselo. Con las ha sido ensayada innumerables veces. Por lo tanto el jefe de grupo
personas ocurre eso. Tienes amigos de toda la vida, pero, de pronto, dirá:
conoces a una persona y t e sientes inclinado a favorecerle, a ser su
amigo. Bien. Creo que hemos afinado los puntos más importantes. JEFE DE GRUPO.-¿A qué llama usted distancia, amigo mío? Los
Si no tienen ninguna pregunta más, daremos por terminada nuestra habitantes de las ciudades, desgraciadamente, hemos aprendido en
última lección. (Un veterano levanta la mano.) nuestra carne la famosa teoría de la relatividad. Usted, por ejemplo,
vive en Pueblo Nuevo -¿no es cierto?- y trabaja en la Seat (estu-
VETERANO.- Por favor, hablemos ahora de nosotros. ¿Quiere repetir por del cliente al comprobar que sus datos son conocidos]. ¿Y cuán.
las condiciones económicas de nuestro trabajo tos quilómetros hay de Pueblo Nuevo a la Seat? No más de cinco.
Y usted necesita una hora para llegar al trabajo. Existe una relación
DIRECTOR COMERCIAL.-El anuncio por el que ustedes fueron re- tiempo-quilómetro. Y hay más. Una urbanización en Castelldefels no
clutados les prometía unos ingresos de veite mil pesetas al mes por dista más de quince quilómetros del centro de la ciudad, pero usted
tres horas de trabajo a la semana. Depende de ustedes alcanzarlos. necesitará dos horas, los sábados por la tarde, para llegar a ella.
Fíjense ustedes en el ejemplo de sus compañeros llamados el .equipo En cambio, nosotros tomaremos ahora la autopista y no tardaremos
de los mil duros.. Cada semana los ganan porque son emprendedo- más de treinta minutos para recorrer cincuenta quilómetros. Sin aglo-
res, aagresivos., duros y eficaces. Aprendan de ellos e imítenlos. meraciones. Sin tráfico irritante. ¿Lo ve usted? Señor mío, en nues-
Cada equipo consta de cinco vendedores. Todos ellos se benefician tros tiempos, la distancia no importa. Lo que importa es el tiempo
de las ventas realizadas en común o individualmente. Ustedes per- que invirtamos en llegar a nuestro lugar de reposo. Además, ya es-
cibirán el cuatro por ciento de la venta de la parcela. El dos y medio tamos abocados a la inminencia de un futuro que creíamos lejano.
por ciento se reserva al vendedor que haya materializado la opera- Las ciudades gigantescas como Barcelona están condenadas a ser sólo
ción y el resto se reparte entre los compañeros. Procuren cada uno lugares de trabajo. Las ciudades-dormitorio llegan ya hasta Mataró y
de ustedes ser los primeros Y no se limiten a esaerar las miaaias dentro de poco estarán en la Costa Brava. El que se quede en la
del compañero. No sería justo y, al final, redundarí'a en perjuicG 'de ciudad, habrá de resignarse a vivir en un infierno de humos y de
todos ustedes. Percibirán su comisión en el momento en aue el com- ruidos.
prador ha pagado el cuarenta por-ciento de la parcela. b e ustedes
depende amarrarlo bien para las mejores condiciones de pago. Movimientos aprobatorios de los clientes. Nada atrae tantas adhesio-
nes como el canto del progreso. Activados por los jefes de grupo,
Esto es todo por hoy. Y no olviden que mañana, a las ocho treinta, los excursionistas empiezan a desmenuzar la alcachofa del progreso.
nuestro autocar pasará delante de la fábrica de cementos de Mont- El autocar está enfilando ya la salida de la ciudad. El microclima de
cada. En ese mismo momento quiero ver a todos nuestras clientes Barcelona, con su perenne neblina matutina, regala ocasión para ex-
meneando la cabeza afirmativamente. Todos a la vez, como un solo tenderse sobre los peligros de la contaminación. Nada envanece tanto
cuerpo. Ahí empezará su primer éxito. al hombre de ciudad como el lamentarse de las terribles condiciones
ecológicas en que vive. Los VENDEDORES DE PARCELAS se guiñan e/
ojo. Dentro de unos minutos el autocar pasará delante de la fábrica
ACTO 11 de cemento de Montcada. Palabra tras palabra se va conduciendo a
los escursionistas a la victoria final. Mientras, según los papeles re-
(Las ocho de la mañana de un domingo soleado en Barcelona. Apar- partidos ciertos vendedores acariciarán a los niños, otros bromearán
cado en el chaflán, un autocar. Los autocares devuelven la inversión con las señoras más feas y dirán frases como esta: .Usted me en-
hecha en ellos por su utilización para las más diversas actividades. gaña, señora. Por primera vez he visto a una mujer que se divierte
Transportan niños a los colegios, realizan excursiones aara obreros poniéndose más años encima. Que no, señora, que no lo creo. Usted
y empleados, se alquilan para recoger a los soldados que disfrutan no ha pasado de los treinta y dice que ha cumplido ya los cuarenta
un pase de sábado a lunes y sirven eficazmente para el negocio de y cinco.. Insistencia sobre la degradación ecológica. Climax. A pocos
las urbanizaciones. El DIRECTOR COMERCIAL ha hablado brevemente centenares de metros se divisa ya la fábrica de cemento. El Jefe de
con el Jefe de Autocar, han repasado las últimas consignas y a bordo Grupo dice:
de su "1.430" emprende el camino de la Urbanización "Mirador de la
Sierra y del Mar". Los VENDEDORES DE PARCELAS, con el mismo JEFE DE GRUPO.-Es cierto y bien cierto que estamos envenanán-
traje que vestian en el acto primero, forman corrillos junto al auto- donos. ¿Saben ustedes cuántas toneladas de polvo están suspendidas
car. Los espectadores pueden escuchar frases como éstas, si se hallan sobre nuestra ciudad? Y no sólo polvo, sino gases, productos tóxicos
en las primeras filas de la platea: " A ver qué pelmazos nos caerán y abrasivos. La contaminación mata la vegetación, arruina nuestros
hoy". "Mucho cuidado con las tias gordas y feas. Son capaces de pulmones y corroe las estructuras metálicas. Hay que huir de la ciu-
reventar la operación". "Los críos, otro peligro. Son respondones y dad. Vean, por ejemplo, la fábrica de cemento. (Los excursionistas
no se tragan ningún camelo. Con los crios no sirve ningún cuento': vuelven la cabeza en la dirección indicada.] Miren ustedes qué ver-
"Hay que concentrar la atención sobre los más tímidos. A éstos hay güenza. Día y noche arrojando toneladas de polvo. Fíjense cómo cubre
que ponerles el pie en la garganta". "Ya llegan. Cuidado, que no nos las casas y destruye los árboles. El viento traslada esta masa de
oigan-. Y en efecto, al chaflán, punto de cita para la excursión, polvo a la ciudad y todos nosotros la devoramos cada día. ¿Verdad
empiezan a acudir grupos familiares. El matrimonio y un niño. El ma- que la contaminación está matándonos? ¿Verdad que ya no se puede
trimonio y una cuñada. Dos solteronas. Unos ancianos. Una pareja vivir en las ciudades? (Los excursionistas mueven la cabeza afirmati-
de novios. La mayoría viste prendas deportivas. Algunos hombres se vamente. Suena la campana del primer round. Los vendedores se ta-
cubren la cabeza con un sombrerito de paja o de lona. Máquinas de pan fugazmente la boca para esconder una sonrisa. Los comentarios
fotografiar en bandolera. Muestran en la mano la tarjeta de invitación se desatan. El jefe de autocar aprovecha el momento para decir en
y se acercan a los grupos de vendedores con modestia y amabilidad, voz baja a un jefe de grupo:)
agradecidos de la atención de que han sido objeto. Los vendedores
recomponen su actitud y van a su encuentro con frases como estas: JEFE DE AUTOCAR.-Fíjate bien en aquella pareja. La del vestido
"Bonito día tendremos". "Hoy será un día inolvidable para muchos de amarillo, sí. Son dos gorrones. Les he cazado una frase y no se
ustedes". "De mañana se empiezan las buenas obras". Hay un bar reirán de nosotros. Además, me parecen peligrosos y pueden conta:
cerca del lugar y los vendedores les invitarán a tomar un café "mien- giar al resto. Le diré al chófer que pare a repostar. Aproveche la
tras se calienta el motor del autocar". Mientras, el jefe de la expe- ocasión para hacer que bajen esos dos con cualquier pretexto y los
dición repasa con el encargado recepcionista las consignas de la dejaremos plantados en la gasolinera. Tendrás que subir al autobús
marcha. en marcha. Yo me encargaré de explicar al resto por qué los hemos
abandonado. Esta vez no recurriremos al truco del buscón que quiere
ENCARGADO RECEPCIONISTA.-Cinco puntos son importantes. Pri- ligar. Les diremos que se trata de un carterista especializado en
mero, que no quede un espacio vacío. Segundo, la colocación se hace concentraciones, cuya ficha nos pasó la policía.
de delante hacia atrás. Tercero, los jefes de grupo han de situarse de
frente al cliente. Cuarto, no se sentará a su lado. Quinto, el diálogo JEFE DE GRUPO.- Macho, eres un águila.
10
- - - La situación es verdaderamente privilegiada y no se puede pedir más
I Un monte a ochenta ouilómetros de Barcelona. Los treinta minutos
por tan poco dinero. Pero es que, sabe usted, no'han venido mis
hijos y quisiera consultarles ...
que según la publicidad separan la urbanización del centro de la ciu-
dad se han convertido en dos horas. Probablemente se podría llegar (En este momento, el vendedor, joven agresivo o veterano. a la des-
en treinta minutos si el comprador tuviera un bólido deportivo y-si bandada, se cruzará de brazos, estallará en la risa sarcástica más
se trasladara a la parcela cualquier día menos el sábado por la tarde. fiera, y a punto de agarrar por la solapa al tímido, bramará lo. que
Pero si tuviera un bólido deportivo y acabara su semana de trabajo sigue. El Director de escena no se asustará de poner en boca de un
los viernes al mediodía, no habria acudido a la ganga. Por lo tanto, actor el parlamento transcrito abajo, pues ha sido extraído, como todo
ha de salir los sábados al mediodía en su "850" o en su "R-6" con lo que antecede, de la realidad.)
toda la familia, cargando la estufa y la televisión, a la misma hora
en que lo hacen millares de parcelistas modestos. Estos son los que VENDEDOR. (Con ira y desprecio, teñido de paternalismo.) - ¿Que
sufren los embotellamientos y no los ricos y tradicionales disfruta- tiene usted que consultar a los hijos? ¿Y qué tipo de hombre es usted
dores del chalet. Los jefes de grupo han encontrado explicaciones que necesita el consejo de los hijos? El cabeza de familia se valora
convincentes para justificar el retraso. siempre por su actitud enérgica. Lo que usted decide es bueno para
ellos y tendrán que aceptarlo así. ¿O no es cierto todo lo que ha
La urbanización que, también según la publicidad se asentaba a po- pensado usted ahora? ¿No se había convencido por si mismo? ¿Y qué
cos metros del mar, se halla en realidad a cinco quilómetros en línea caso le harán sus hijos el día de mañana si observan que necesita
recta. A ocho, siguiendo la carretera ceñida a los accidentes natu- pedirles consejo a cada paso? Vamos, usted ni es hombre ni es nada.
rales. Hasta hace unos meses la parcela era una viña o ladera de trigo. iY para eso me ha hecho perder el tiempo!
El SOCIO CAPITALISTA es uno de esos hombres de profesión iniden-
tificada, siempre bien vestidos, perfumados y brillantes, que llenan Hasta el momento no se ha conocido que reacción semejante del
los bares de moda a las once de la mañana. Toman whiskys y aperi- vendedor haya merecido réplica adversa del comprador. La víctima
tivos. No se explica qué hacen alli. Brevemente, sus negocios pueden ha sido bien elegida. El hombre tartamudeará y se disculpará ante el
ser estos. Leen los rincones del Boletin Oficial de la provincia donde vendedor. Uno al bote. No será necesario advertir aue la iniciativa
se anuncian subastas de fincas rústicas y acuden todas las mañanas pertenece siempre a los vendedores y que así ha de ser por las con-
a los vestibulos de los juzgados para enterarse de los edictos por los diciones sociolóaicas v asicolóaicas de este tiao de ventas. Los com-
que se lanzan también a subasta los bienes de los quebrados y de los pradores modestos sábhn hasta dónde llegan 'sus posibilidades y se
morosos. Acuden a ellas organizados y logran un monopolio completo. creen transparentes en presencia de los iendedores. Reacciones pa-
Si el director de la comedia lo cree oportuno podrán aparecer en recidas sucederán en el bar próximo a la urbanización donde los com-
escena disfrazados de cuervos con lo que se obtendrá un brillante pradores serán obsequiados. con el simulacro de almuerzo. Allí se
aunque no original efecto escénico. ¿Y para qué quieren comprar las efectuará el sorteo. Si un excursionista timido tiene la desdicha de
fincas rústicas que no son otra cosa que eriales o pedregales? Esta ser agraciado- con el premio de las cincuenta mil pesetas, se verá
particularidad no trasciende. Veamos lo que se puede hacer con un forzado a comprar. El premio, obviamente, no se concede en metá.
erial o un pedregal. Sirven generalmente para hinchar con artificio los lico sino que supone una reducción por igual cantidad del precio de
bienes de una sociedad. Con ellas se puede hacer un negocio rápido, la parcela. Es posible que el agraciado exprese su disconformidad.
y aquí entran en escena otros señores que frecuentan los mismos Entonces, podrá ser atacado de la siguiente guisa por parte de un
bares. Tienen compañias de prospección de aguas, construyen pozos loven vendedor agresivo.
y convierten teóricamente en tierras de regadio el erial. Se plantan
frutales que no resistirán más de unas semanas, el tiempo suficiente JOVEN VENDEDOR AGRESIVO (en voz alta, para que le oigan todos
para que la finca respalde la petición de un préstamo bancario por los concurrentes).-¿Y ahora se niega usted a comprar? Es bien
varios millones de pesetas. cierto el refrán, siempre da Dios pañuelos a quien no tiene narices.
Usted, precisamente usted ha de ser el .agraciado. Y seguro que aquí
Pero, en esta ocasión, la viña o el erial han servido para levantar una hay personas que lo necesitan más que usted. Familias que se some-
urbanización. El socio capitalista, generalmente, no dispone del dinero ten a un gran sacrificio para ahorrar e invertir. Y usted, hombre sin
que ha prometido pagar al dueño del terreno. Se ha comprometido, escrúpulos, rechaza su buena suerte. Usted. usted no tiene derecho
Dor e i e m ~ l o .a abonar tres millones de Desetas. cifra altamente ten- a respirar ...
tadora que 'nunca esperaba obtener el 'campesino. El capitalista le
entrega a cuenta un millón de pesetas. E/ resto, a pagar en un año. Con su parlamento. el joven vendedor agresivo se granjea las sim-
Necesita, pues, vender a toda prisa la urbanización a~ coste patías de los excursionistas y el afortunado se ve forzado a comprar.
y con mayor margen de beneficio. ya es sabido que de Situaciones parecidas conducen al final del tercer acto. Se desmantela
cada se vende aproximadamente una terceraparte la escena. LOS excursionistas, escoltados por 10s vendedores. se di-
en los primeros meses. El resto o queda inservible o va vendiéndose rigen al autocar. Allí son colocados de distinta manera que a la ida.
después si la urbanización tiene éxito. Colocados 10s primeros lotes, LOS que han comprado se sitúan delante, en los primeros asientos.
el socio capitalista abandona la urbanización y se larga en busca de LOS otros, 10s renuentes, regresarán de misericordia. Ni siquiera se
otros terrenos. Esta no se refiere al timo de la parcela, por les dirigirá la palabra. Como si no existieran. Y serán vigilados para
lo que el director de escena podrá olvidarse de estos textos. En cam- que no hablen con los primeros. Hay que evitar el contagio. Los ven-
bio, prestará mucha atención a la colocación de 10s personajes de la dedores anotan en una libretita el porcentaje que les pertenece por
farsa en la escena. Tendrá que cuidarse- de muchos y complicados la labor del día.
detalles. Por ejemplo, ha de hacer ver al espectador que el almuerzo E. B.
prometido en los boletines de publicidad y servido en un bar próximo
a la urbanización, es una grotesca caricatura. El champán es de pésima
calidad -su precio en las bodegas no pasa de las trece pesetas la
botella-, el pan con tomate es una hoja seca de barra y el jamón
no es, obviamente serrano, sino dulce y adulterado. Por ello, los ven-
dedores se esforzarán en redoblar la parte humorística de su "show".
Antes, los probables compradores han empezado la excursión por el
monte. Cada familia o cada grupo reducido de clientes es conducido
por un vendedor. Comienza el asalto. Los vendedores tienen pocos
minutos para tumbar a los compradores. Se refieren al sorteo que
tendrá efecto en el bar una hora después y esgrimen el señuelo de
las cincuenta mil pesetas como si cada uno de los interlocutores las
tuvieran ya en su bolsíllo.
Los clientes no lo advertirán, pero los vendedores se comunicarán

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