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Contenido

Dedicar tiempo suficiente a la redacción ....................................................................................... 3

Establecer y seguir la secuencia del texto ..................................................................................... 3

Definir conceptos ............................................................................................................................................. 4

Redactar primero la introducción ........................................................................................................ 5

Escribir rápido ..................................................................................................................................................... 5

Escribir lento ........................................................................................................................................................ 5

Consultar diccionarios y manuales de ortografía y gramática ....................................... 6

Utilizar marcadores textuales .................................................................................................................. 6

Utilizar un estilo impersonal ..................................................................................................................... 7

Pensar en las personas que leerán tu texto .................................................................................. 8

Señalar las ideas tomadas de otros autores ................................................................................. 8


Dedicar tiempo suficiente a la redacción
Esta estrategia favorece la cohesión y coherencia porque su objetivo es escribir
ideas completas sin detenerse. Cuando estás redactando un texto breve, lo más
idóneo es acabarlo en una sesión.

A los textos cuya extensión te requiere varias sesiones de trabajo dedícales el tiempo
necesario para terminar apartados o subapartados. Evita dejarlos a medias antes de
suspender la actividad.

Una técnica que puede ayudarte a esto es llevar una agenda en la que programes
el tiempo para tus actividades.

Establecer y seguir la secuencia del texto


Comenzar la redacción supone que has organizado tus ideas. De acuerdo con tal
organización y considerando el tipo de texto, establece la secuencia que les darás y
guíate por ella durante la redacción.

Una técnica útil es elaborar un esquema textual. Se trata de una lista tipo índice, en
donde se especifica el orden de los tópicos generales y más específicos que te
propones desarrollar. He aquí un ejemplo:

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Tema: El currículo en la práctica escolar

1. Acercamiento al concepto y evolución del currículo


1.1 Implicaciones culturales, políticas y sociales
1.2 Teorías curriculares

2. Inicios del diseño y planificación curricular


2.1 Fuentes del currículo
2.2 Modelos de diseño curricular
2.2.1 Por objetivos
2.2.2 Por procesos
2.3 Tipos de currículo
2.4 Relación entre plan y programa de estudios

3. Etapas metodológicas de diseño curricular


3.1 Diagnóstico de necesidades
3.2 Fundamentación del currículo
3.3. Perfil de egreso
3.4 Organización y estructuración curricular

4. Evaluación del currículo


4.1 El currículo en el aula
4.2 Adaptación curricular

5. Conclusiones

Definir conceptos
Para que tu texto sea coherente, es necesario que haya consistencia en el manejo
de los conceptos principales. En este sentido, definirlos es útil para recordar el
significado o sentido con el cual los presentarás.

Una técnica para ello es hacer un glosario a partir de tus lecturas, resúmenes y
apuntes.

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Redactar primero la introducción
Por lo regular, se aconseja dejar la introducción al final. Esto es funcional en
textos muy extensos. Sin embargo, en los más breves puede ser estratégico
empezar con ésta.

Al iniciar así concretas en prosa el orden que definiste para desarrollar tus ideas
y esto sirve como guía para redactar el desarrollo, lo cual favorece la cohesión
del texto.

Escribir rápido
Si eres una persona muy práctica, escribir rápido te permitirá obtener una primera
versión de tu texto con un desarrollo completo de las ideas sin tener que tomar en
cuenta reglas gramaticales ni ortográficas. Al menos no de manera consciente.

La estrategia consiste, pues, en redactar las ideas en el orden que hayas establecido
sin detenerte en minucias del lenguaje ni en ninguna otra regla textual.

De esta forma, es posible obtener un texto bien estructurado, pero con múltiples
faltas. No te preocupes por eso si esta estrategia se adapta a tu forma de escribir,
ya que al terminar tu primer borrador es necesario editarlo.

Escribir lento
Si eres una persona minuciosa, perfeccionista y con tendencia a fijarte mucho en
los detalles, escribir lento es una estrategia que te permite lograr un texto más
pulido.

Consiste en tomarse el tiempo para elegir con cuidado cada palabra y frase
mientras escribes, así como en hacer correcciones conforme avanzas.

Aunque el resultado será un borrador con menos errores que en una escritura
rápida, es necesario editarlo después.

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Consultar diccionarios y manuales de ortografía y
gramática
El objetivo de esta estrategia es redactar un texto con el menor número posible de
faltas de ortografía y errores gramaticales.

Además, favorece la cohesión y la coherencia. La primera porque permite utilizar


los recursos gramaticales adecuados para articular las palabras y frases de manera
pertinente con nuestro propósito. La segunda porque ayuda a evitar confusiones
en la escritura de las palabras cuya ortografía determina su significado.

Por lo tanto, te aconsejamos tener ubicados sitios o materiales de consulta para


solventar las dudas de este tipo. Si tu redacción es en español, la página web de la
Real Academia Española (RAE) es básica y accesible para cualquier persona con
conexión a internet.

Cabe mencionar que esta estrategia es útil especialmente cuando te inclinas por
escribir lento.

Utilizar marcadores textuales


Esta estrategia favorece la cohesión del texto porque los marcadores textuales son
palabras que señalan la relación entre las ideas. Para los lectores, son muy útiles
porque guían su lectura. Estos son algunos de los más frecuentes en textos
académicos:

Función Ejemplos

En este sentido, todo lo anterior, con base en,


Conectores según se ha visto, según se ha dicho, significa
entonces.
Iniciar un tema En el siguiente punto, a continuación, al respecto,
nuevo en cuanto a, en este apartado.

Primero, segundo, de inicio, en primer lugar, para


Indicar orden empezar, después, luego, enseguida, para
continuar, al final, para terminar.

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Función Ejemplos

De igual forma, de la misma manera, en


Comparar comparación con, en la misma situación, tanto…
como.

Relación temporal En la actualidad, ahora, antes, hoy en día, en ese


momento, posteriormente, en el pasado.

Agregar ideas Además, en suma, adicionalmente, a su vez,


asimismo, cabe agregar, incluso, también.

Oposición Sin embargo, por el contrario, a pesar de, no


obstante, aunque, en cambio.

Ejemplificar Por ejemplo, para ilustrar, como se muestra, como


se observa.

Relaciones Así, del mismo modo, de manera que, de esta


forma, de suerte que.

Indicar causa Por lo tanto, por consiguiente, debido a, ya que,


por ello, por eso, porque, pues, a causa de.

Énfasis Es importante resaltar, recordemos, subrayamos,


cabe señalar, de gran importancia, de hecho.

Conclusión En conclusión, por último.

Utilizar un estilo impersonal

De manera especícifica, en textos explicativos lo indicado es utilizar un estilo


impersonal. Por ejemplo:

 Yo pienso…
✓ Se piensa…

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En general, este estilo le da formalidad a los textos académicos. Sin embargo, es
preciso considerar tanto el tipo de texto como el contexto.

Pensar en las personas que leerán tu texto

El objetivo de esta estrategia es que el texto cumpla con su función comunicativa,


de acuerdo con nuestro propósito.

En términos llanos, solemos buscar que nuestro escrito deje una buena impresión
en quien lo lea. Lograrlo implica pensar en esa persona durante la redacción. Una
técnica para esto es considerar estas cuestiones mientras escribes:

¿Qué te preguntaría?

¿Qué ideas te pediría ampliar?

¿Qué estilo y tono espera de tu texto?

¿Qué conocimientos o referentes comunes con esa persona puedes utilizar


para transmitir tus ideas?

Al hacer esto, es posible elegir el estilo de la redacción, tono, palabras y frases


pertinentes para la comunicación que establecemos con nuestro destinatario a
través del texto.

Señalar las ideas tomadas de otros autores


Si optas por escribir rápido, es probable que omitas las fuentes de donde tomaste
las ideas textuales o parafraseadas de otros autores. En estos casos, una estrategia
para recordar que dejamos ese pendiente es utilizar algún color o marca para
señalar las ideas que no son nuestras.

De esta forma, al editar el texto, evitamos el riesgo de olvidar las referencias que
correspondan a cada idea recuperada de otros autores.

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