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“AÑO DEL BICENTENARIO Y LA SOBERANÍA

NACIONAL”

TEMA:
AREA: FISICA GENERAL
PROFESOR: EDGAR EDWIN ZUBILETA RIVERA
ALUMNAS:
 XIOMARA MARCELO ASTUÑAUPA
 MIRLIT MARGOT MALPARTIDA PALMA

CARRERA: AGRONOMIA TROPICAL


SIGLO: II
AGRADECIMIENTOS

Primeramente, damos gracias a Dios por ser nuestro guía y


estar con nosotros en cada etapa de nuestras vidas, nos ha
cuidado y bendecido más de lo que nos hemos imaginado, nos
ha provisto de sabiduría e inteligencia, lo cual nos ha
permitido llegar hasta aquí, nos ha dado las fuerzas para
vencer los obstáculos y no rendirnos ante ellos, y más que
todo nos ha enseñado a confiar y depender sólo de él. Mi
DIOS es todo para nosotros.
A toda nuestra FAMILIA, damos gracias a ellos ya que, por sus
constantes muestras de confianza hacia nosotros, sobre todo
a cada uno de nosotros como integrantes del grupo con
nuestra familia hemos vivido con cada uno de ellos
momentos de triunfos y ayudándonos a salir adelante para
tener un futuro positivo en nuestras vidas.

RESUMEN
Hecha una pequeña introducción, y vistos los orígenes, las variedades y las zonas de
producción, tanto a nivel Mundial como en España, pasamos a conocer más de cerca
las fases por las que pasa el cítrico durante el año, así como los principales procesos
o trabajos necesarios para su cultivo.
Las fases por las que pasa el Naranjo durante el año la comenzamos con la
Brotación, paso previo a la Floración. Una vez el árbol está en flor, algunas flores
pasan a fruto, produciendo el Cuajado, y posterior Desarrollo del Fruto. Las fases
finalizan con la Maduración y la Recolección. También haremos una mención al
Manipulado Post-Cosecha, manipulado que se hace por los grandes comercios para
mantener la fruta en buenas condiciones durante semanas o meses, el cual en Huerto
Sinisterra obviamos, ya que nuestra fruta madura en el árbol y en cuestión de horas
llega al consumidor final.
Como procesos o trabajos que requiere su cultivo durante el año, hablaremos del
Riego, la Fertiirrigación, la Poda y su posterior Triturado y del Control de Plagas.
Para terminar, haremos una mención al Injerto, parte fundamental de la citricultura.
Para ello, debemos esforzarnos diariamente en cada eslabón de la cadena productiva,
obviamente en el cultivo, en la recolección, el encajado y la expedición, mimando la
fruta y seleccionando solo aquella que cumpla los requisitos de calidad óptimos para
su consumo.
Con este artículo iniciamos una serie divulgativa para nuestros amigos en la que nos
proponemos explicar de manera sencilla y con un lenguaje llano, paso a paso, como
se cultivan los huertos de cítricos cuya fruta es finalmente enviada a sus hogares.
Inicio del proceso - el cultivo de los árboles.
DEDICATORIA

Dedicatoria esta investigación a mis padres, por estar


conmigo, por enseñarme a crecer y a que si caigo debo
levantarme, por apoyarme y guiarme, por ser las bases
que me ayudaron a llegar hasta aquí.

El presente trabajo es dedicado a mi familia, a mi


esposa y a mis hijos quienes han sido parte
fundamental para escribir este libro, ellos son quienes
me dieron grandes enseñanzas y los principales
protagonistas de este “sueño alcanzado”.
CONTENIDO
I. INTRODUCCIÓN........................................................................5
II. EL RIEGO....................................................................................5
III. CONSIDERACIONES BÁSICAS.............................................5
3.1. El Planeamiento......................................................................5
3.2. Aprovisionamiento adecuado del agua...................................7
3.3. Aplicación...............................................................................9
3.4. Distribución...........................................................................10
3.5. Aprovechamiento de excedentes...........................................10
IV. FACTORES PARA EL PLANTEAMIENTO..........................10
4.1. Suelos....................................................................................10
4.2. Grados de absorción..............................................................11
4.3. Capacidad de retención del agua...........................................12
4.4. Profundidad y Espesor de las Capas.....................................13
4.5. Desagüe.................................................................................14
4.6. Condiciones salinas o alcalinas.............................................14
4.7. Topografía.............................................................................15
4.8. Cantidad................................................................................18
4.9. Calidad..................................................................................19
4.10. Cultivos...............................................................................19
V. DISEÑO AGRONOMICO.......................................................19
VI. PLAN DE OPERACIÓN Y MANTENIMIENTO...................29
INTRODUCCION AL RIEGO TECNIFICADO EN
CITRICOS

I. INTRODUCCIÓN

En el Perú el cultivo de los cítricos se desarrolla en las regiones de Costa y


Selva. Donde la estacionalidad de la producción varía de acuerdo a las
variedades. A nivel Mundial se produce cítricos, bajo diferentes condiciones
ambientales y agronómicas en más de 80 Países.
Las numerosas especies del genero Citrus, provienen de las zonas Tropicales
y Sub Tropicales del Asia, desde allí se distribuyeron a otras regiones. Como
las Cidras; limas; limones; Naranja dulce, Naranja Agria; Pomelos,
Mandarinas e híbridos, etc.
La producción citrícola Mundial lo lideran los Países Estados Unidos y
Brasil. La demanda de Mandarinas, Clementinas, Tangerinas, que el Perú
Produce, pero se ve restringido, debido a los problemas fitosanitarios. La
mayor demanda se concentra en el Mercado Europeo, entre los países
productores de Naranja y mandarina destacan España, Italia, Israel, Egipto,
Brasil, Argentina, Australia.
Actualmente se están introduciendo patrones que son tolerantes y responden
a las necesidades de suelo y de clima de la costa ya que con una variedad de
patrones certificados se obtendrán mejores rendimientos y calidad de fruta. El
riego en cítricos involucra una serie de procesos que es necesario manejar e
incorporar.

Entre los principales factores que se deben considerar está el conocimiento


adecuado de la demanda de agua del frutal, en base a su desarrollo y el
periodo de la estación de riego, tomando como base al manejo del agua. La
tecnificación de riego en cítricos debe considerar la metodología de
aplicación, la cantidad de agua aplicada, la localización de la aplicación, la
frecuencia de riego y la prevención de la contaminación del suelo y del
acuífero, e incorporar los costos asociados a su implementación y operación.
II. EL RIEGO
El riego es una manera
artificial de aplicar el
agua a un cultivo no
nativo, a la fecha se
han
desarrollado diversos
métodos de
aplicación tales como:
Riego por gravedad ,
riego a presión (goteo y
aspersión), en
ambos casos debemos procurar la tecnificación , considerando que el
riego por gravedad en la costa del Perú constituye entre el 90 a 92% de
la superficie cultivada bajo riego.

III. CONSIDERACIONES BÁSICAS

3.1. El Planeamiento

El planeamiento adecuado facilita la conservación mediante el riego. La


conservación del riego consiste en el uso de las curvas de regadío y el agua
de riego de modo que asegure un alto rendimiento sin malgastar ésta ni
aquellas. Esto implica el empleo de métodos de cosecha, riego y cultivo
que mantengan la tierra en explotación permanente. Para el encargado del
riego, la conservación se traduce en economía de agua, control de la erosión
mayores rendimientos en las cosechas, menos costo de producción y
prolongación de la productividad de las tierras de regadío.

Uno de los factores principales en la conservación mediante el riego consiste


en seleccionar un método apropiado para cada caso específico. Un sistema
de conservación del riego consiste en todas las instalaciones de
abastecimiento y aplicación necesarias para distribuir eficazmente el agua a
todas las tierras asignadas al propio sistema.
Un sistema de riego se compone de tres partes: abastecimiento, aplicación y
eliminación del agua. El abastecimiento consiste en las instalaciones
necesarias para llevar el agua de riego de la frente de suministro a los
diversos terrenos de cultivo; comprende acequias y tuberías de suministro,
bocas de agua, válvulas, cañerías dispositivos de medición, compuertas
derivadas y diques. Para la aplicación y distribución del agua en un terreno,
deben considerarse las acequias principales, tubería de distribución
(superficiales o en el subsuelo) válvulas, bocas de agua, tubería con
compuertas, tubos de sifón, líneas de aspersión detuvo o de boquilla, y
equipo agrícola. En cuanto a la eliminación, pozos y toda clase de elementos
para conducir, utilizar con facilidad o recuperar para próximos riesgos, las
aguas de desecho.

Lo que debe saber el encargado del riego

El encargado del riego debe conocer las posibilidades de las tierras que riega.
Debe poseer la experiencia administrativa necesaria para establecer buenas
condiciones de labranza y fertilidad.
Debe estar dispuesto a emplear las variedades de semillas mejor adaptadas y
la intensidad de siembra adecuada para obtener el rendimiento máximo,
además de emplear un sistema apropiado para combatir las enfermedades de
las plantas y las plagas. Debe conocer los aspectos administrativos más
eficientes en el manejo del agua para riego y adaptarse a ellos.

El encargado de riego debe poseer conocimientos suficientes sobre los


principios básicos de la conservación del riego, así como tener una idea
general de cómo el agua se mantiene en el terreno para alimentar las plantas
y la capacidad de captación de aquél. Debe estar en condiciones de resolver
cuando y en qué cantidad ha de aplicar el agua.

Debe tener conocimientos básicos sobre las características de penetración del


terreno, así como de las adaptaciones que convenga hacer a la afluencia de la
corriente y el tiempo de regadío en relación con las características de
penetración de sus tierras.

3.2. Aprovisionamiento adecuado del agua

Si no existen medios adecuados


de abastecimiento ni posibilidades
de adaptarlos, sería inútil para el
proyectista y el agricultor
continuar la planeación del riego.
El riego eficaz no es factible sin
contar con una fuente de
aprovisionamiento de agua
adecuando a los cultivos que van a emprenderse.
Localícense los puntos elevados del terreno para determinar la trayectoria del
riego y el desagüe. Determínese los límites, la rotación probable de los
cultivos y la posibilidad de nivelación de las tierras. Fíjense los límites del
terreno y los caminos adoptarse el sitio más adecuado para la captación del
agua.
Procedimientos para el planteamiento

Una vez que se haya concluido un esquema preliminar y que se haya


estudiado y discutido con el agricultor, podrán prepararse proyectos
detallados para determinar área. En primer término, habrá que determinar el
método de aplicación del agua para cada lote y preparar el croquis. A
continuación, deberán delinearse las instalaciones existentes para la
captación, aplicación y eliminación del agua, así como la red de caminos de
acceso.

Selección del método


Determinase el método para el aprovechamiento del agua que sean más
adecuados para determinada área o lote. En algunos terrenos pueden
emplearse diversos métodos de aplicación y, en otros, solamente uno. Si
pueden emplearse distintos métodos, deberá estudiarse y evaluarse cada uno
de ellos en cuanto a la aplicación eficiente del agua y las demás instalaciones
necesarias para las unidades de riego. En esta forma podrá seleccionarse el
método más adaptable al terreno, los cultivos y los deseos del agricultor.

El siguiente paso es preparar un esquema general para la subdivisión y riego


de un área en unidades de dimensiones apropiadas. Las áreas que se
proporcionan una base firme para escoger el mejor acondicionamiento del
terreno y la localización de zanjas.

Deben estudiarse varios esquemas, ya que resultan más costosos que


otros y algunos son más adaptables. Ciertos esquemas convenientes, aunque
costosos, pueden no justificarse, dados los recursos del agricultor o por el
escaso de algunas de las cosechas que formen parte de la empresa agrícola.
3.3. Aplicación
Puede determinarse el volumen de
agua que deba aplicarse en un riego
normal, el tiempo en que se llevará a
cabo la operación y la proporción a la
cual puede aplicarse, con base en la
guía local de riego. En seguida,
determínese el caudal de agua que
deberá
aplicarse a un terreno determinado y planéese su nivelación en caso
necesario. Localice y diséñese la acequia o tubería principal que se adapten al
sistema de riego escogido. Ubíquese y diséñese las acequias, tuberías, diques
de encauzamiento y demás estructuras necesarias para la aplicación del agua,
en el terreno, en el volumen y proporción requeridos por los cultivos y el
suelo.
3.4. Distribución
Deberán plantearse las facilidades de distribución para que esta
pueda realizarse en los diferentes campos
de cultivo en el volumen y proporción que
requiera el método de aplicación
previamente escogido. Selecciónese y
diséñese el método de conducción ya sea
mediante zanjas o tuberías. Localícense y
diséñese todas las estructuras de control y
distribución, incluyendo aparatos de
medición.

3.5. Aprovechamiento de excedentes

Estúdiese la forma de eliminar el agua de


riego sobrante y la de las lluvias copiosas,
en forma rápida y segura. Considérese la
recuperación de agua sobrante, a fin de
utilizarla nuevamente; para ello, tómese en
cuenta los medios de captación, tales como
acequias, tubería, baldosas, estructuras y
bombeo.

IV. FACTORES PARA EL PLANTEAMIENTO

4.1. Suelos

El suelo es el cimiento sobre el cual


habrá de construirse el sistema de
conservación de riego. Debe ser regable,
es decir, capaz de producir rendimientos
suficientemente
elevados que permiten cubrir el costo de
expansión, además del que
implica el trabajo en sí y el mantenimiento.
El agricultor debe ser capaz de obtener utilidad con el riego sin
deterioro de los suelos.
Para plantear el riego es esencial
hacer un reconocimiento edafológico.
Es la base, para determinar si estos
son regables, y sirve, además para
que el proyectista adopte el sistema
más adecuado. La ubicación y
extensión de suelos que tienen
condiciones apreciablemente
diferentes deben tomarse en cuenta al
resolver como conviene subdividirse una
superficie, en caso necesario, y
determinar los métodos de aplicación más
adecuados, así como los volúmenes de
agua
requeridos. La característica más importante de cualquier suelo es su
capacidad de absorción y retención del agua.

También deben tomarse en cuenta otras condiciones del suelo que influyen
en la planeación del riego, tales como: alta capacidad de abastecimiento
restricciones para el desagüe de erosión, capas duras áreas compactas y un
alto contenido salino.
Para evaluar las características del suelo es necesario también conocer sus
propiedades físicas y en qué forma éstas afectan el diseño y la operación del
sistema de riego.

4.2. Grados de absorción

Debe conocerse la velocidad con el que el agua penetra en los suelos en


distintos terrenos, así como las condiciones de los cultivos que puedan ocurrir
durante el periodo de aplicación del agua de riego. La cobertura de la
superficie, compactación, salinidad del suelo y del agua, sedimentos en el
agua de riego, erosión, nivelación de la superficie, procedimientos de
labranza y otros factores afectan el índice de la absorción de cualquier suelo.
Uno a varios de estos factores pueden presentarse y deben evaluarse para
eliminar el grado de penetración en el diseño.
La absorción de
los suelos
incluye en el
suelo de
aplicación, la
longitud del
recorrido y el
tiempo de
aplicación,
todo el cual afecta a su vez el costo del sistema. Debe conocerse la velocidad
a la que el agua recorre el terreno para evaluar las posibilidades de
sedimentación y avenamiento del subsuelo. Para determinar y diseñar
cualquier método de aplicación del agua, también debe tomarse en
consideración la relación del movimiento lateral de la humedad y su
desplazamiento hacia abajo.

4.3. Capacidad de retención del agua

Debe conocerse el volumen de agua que el


suelo puede conservar en provecho de los
plantíos. La capacidad de retención del agua
limita el caudal que debe aplicarse en un
riego determinado. En ciertos cultivos para
los cuales el suelo tiene baja capacidad de
retención se requieren riegos de menor
volumen, pero más frecuentes, que en un
suelo que tiene alto grado de retención.

Este es un factor que determina el número


de días disponibles para aplicar el agua de
riego y constituye, en consecuencia, la
base para diseñar la capacidad y el tipo
del equipo.
El sistema de riego debe diseñarse en forma tal que el agua pueda aplicarse
sobre la superficie total antes de que toda la humedad almacenada en algunos
sectores del terreno sea utilizada en un cultivo. Los cítricos consumen en
promedio entre 4,000 y 5000 m3/ha por campaña.

4.4. Profundidad y Espesor de las Capas

El suelo que permite el desarrollo normal de la raíz y la penetración,


proporciona el almacenamiento máximo del
agua. Las capas resistentes, tales como la roca,
capas muy compactas, tierras arenosas o altos
niveles freáticos, afectan la capacidad de
humedad almacenada.

Para el diseño son importantes la profundidad y


espesor de las capas cuando éstas tienen
características diversas en su textura o
estructura. La textura está íntimamente asociada
con la facilidad y posibilidad de construir obras
de tierras en un suelo, tales como acequias y
diques. La permeabilidad del suelo es
importante para localizar y construir canales y
depósitos.
El material impermeable o de lenta permeabilidad influye en los costos de
construcción y en el tipo que debe seleccionarse. La compactación, deben
considerarse para estimar los ajustes que se hagan necesarios a fin de
compensar los cortes y rellenos al hacer la nivelación y seleccionar el
material para las estructuras que puedan requerirse para soportar pesos o
bien para restringir el movimiento del agua.
Es de gran importancia, en la nivelación de tierras, conocer las condiciones
del perfil del suelo y los cortes máximos que pueden hacerse sin que se afecte
seriamente la producción agrícola. Si la nivelación deja expuestas áreas
importantes del subsuelo improductivo, quizá no sea aconsejable llevar a
cabo la nivelación, ya que podrá sustituirse mediante métodos de aplicación
superficial del agua y con rociadores.
Si se expone solo una pequeña porción de subsuelo improductivo en
pequeñas áreas, generalmente es aceptable llevar a cabo la nivelación,
especialmente si de ello depende el mejoramiento de todo el terreno. Debe
considerarse la posibilidad de rehabilitar subsuelos que quedan expuestos,
relacionándola con un nivel de productividad económica.

4.5. Desagüe

Un buen desagüe, ya sea superficial o en el subsuelo, es esencial para un


riego eficiente. Si el terreno no tiene drenaje apropiado, deberá construirse
artificialmente con anterioridad o al hacerse la instalación del sistema de
riego; por lo tanto para proyectar un sistema satisfactorio debe tenerse
alguna experiencia en materia de desagües.

4.6. Condiciones salinas o alcalinas

Los suelos alcalinos o salinos requieren planeación especial de riego y, para


su cultivo, deben tomarse en cuenta los tipos de sembradío, los elementos de
fertilización y la necesidad de reducir la sedimentación y mejorar el terreno.
Quizá se presenten limitaciones para el uso de los métodos que pueden
aplicarse.
Los suelos salinos a alcalinos se encuentran generalmente en regiones áridas
donde no hay suficientes lluvias para eliminar las sales. Pero en las áreas
donde se emplean agua salobre para el riego, los suelos también pueden
mostrar signo de acumulación salina.
Ordinariamente, los suelos salinos son un poco alcalinos en su reacción (pH
7.0 s 0.5), pero tienen muy poco sodio de absorción. Con frecuencia,
pueden reconocerse estas tierras por las costras blancas salitrosas que
aparecen en la superficie; porque este muestra un aspecto aceitoso sin
vegetación por pequeñas plantas que varían considerablemente en tamaño y
tienen un follaje azul verde, o bien, porque las hojas muestran una especie de
quemadura en las orillas. Sin embargo, para determinar la salinidad de los
suelos deben hacerse mediciones químicas y de conductividad eléctrica.
Los suelos salitrosos pueden mejorarse mediante la lixiviación aplicando
agua en mayores cantidades para que esta penetre profundamente en el suelo,
expulsando las sales, también los suelos alcalinos pueden mejorarse
agregando agentes químicos tales como yeso agrícola o azufre.

4.7. Topografía
La topografía es un factor de la mayor importancia para determinar la
posibilidad del riego, seleccionar el método, estimar el número y el tipo de
estructuras de control del agua que se requieren y determinar la necesidad de
nivelación del suelo.

La relativa elevación del medio de aprovisionamiento del agua, las


características de la superficie entre el manantial y el área que va a regarse,
sus diferentes secciones y las salinas o desagües, son los factores
topográficos importantes que deben tomarse en cuenta para proyectar un
sistema apropiado de conservación del riego agrícola.

Todo esto puede determinarse mediante una simple inspección del terreno o
quizá sea necesario llevar a cabo un reconocimiento detallado para diseñar un
sistema.

La información topográfica requerida para plantear la mayoría de los


sistemas de riego y sus métodos de aplicación incluye, como mínimo. Lo
siguiente:

1. Procedencia y elevación de la provisión de agua para el área que va a


trabajarse.
2. Determinación de las características del terreno, tales como bardas,
edificios, caminos y bajas protectoras que influyan en el croquis y en el
diseño del sistema.
3. Los límites actuales del terreno.
4. Tipo de desagüe del terreno, incluyendo desembocaduras.

Riego por goteo


Su objetivo es realizar pequeñas aportaciones de agua, de manera continua y
frecuente, en un lugar próximo a la planta, humedeciendo
sólo parte del volumen del suelo. Aunque existen diversos sistemas de riego
localizado (cintas de exudación, riego subterráneo…), el ejemplo más típico
es el conocido como riego por goteo.
En el riego por goteo el agua se distribuye por tuberías de polietileno a baja
presión, en las que a intervalos regulares están colocados los emisores,
denominados goteros, responsables de regular la salida del agua. Existen
goteros tipo vortex, helicoidales, de laberinto, autocompensantes, etc.

Cada gotero está caracterizado por su caudal nominal (expresado en litros por
hora) y su rango de presiones de trabajo. Excepto para los goteros
autocompensantes, que permiten cierta variabilidad, a cada presión de trabajo
le corresponde un caudal. Por eso, para poder planificar los riegos y manejar
de forma adecuada una instalación es imprescindible conocer y respetar estos
valores. Desde el punto de vista hídrico, las principales ventajas del riego
localizado son:

 Posibilitar el control total sobre el suministro de agua de riego a las


plantas. Esto permite provocar estrés o garantizar una humedad óptima
en los momentos del ciclo del cultivo que se desee.
 Ahorrar agua respecto a otros sistemas de riego posible ahorro deriva
de dos aspectos, el primero es la eliminación de pérdidas durante el
transporte del agua, al llegar ésta mediante tuberías hasta la propia
planta, y el segundo es la reducción de la evaporación directa del suelo
al mojarse sólo una parte del terreno.
 Las instalaciones de riego por goteo bien diseñadas permiten lograr las
mayores uniformidades y eficiencias de riego. Sin duda alguna, hoy en
día el riego por goteo es considerado como
el mejor sistema para regar cultivos leñosos y para cultivos hortícolas de
alto valor.

Riego por aspersión

Para proyectar un sistema de riego por


aspersión, generalmente se necesita también
la información topográfica siguiente:

1. Dirección de la pendiente del suelo


para localizar laterales y líneas principales.

2. Cambios de elevación sobre las bases de


las líneas laterales a fin de diseñar un
sistema que controle las variantes en la
descarga de rociador.

3. Diferentes máximas en la elevación sobre


la línea principal y entre el área regara y
el punto de aprovisionamientos del agua.

Riego superficial

Para el riego superficial que no


requiere nivelar el terreno, una
inspección menos detallada será
suficiente. Como regla general,
todo lo que se requiere es conocer
la elevación de escollo naturales,
depresiones y otras características
que puedan influir en la
localización de las
acequias de contorno y las de suministro al campo y de desagüe.
Si el agua va a aplicarse mediante bordes en declive, acequias u otros
métodos que requieren nivelación del terreno, será necesario hacer un
deslinde topográfico completo. Este deberá nivelaciones, así como la
dirección del riego.
Líneas de abastecimiento

Si el agua va a ser conducida


desde el sitio de
aprovisionamiento hasta las
acequias del campo mediante
conductos abiertos o tuberías
subterráneas de carácter
permanente, habrá que fijar la
ubicación de estas mediante una
inspección ordinaria de
ruta. Será necesario también determinar el perfil de cada línea central del
proyecto y una sección transversal para computar la excavación necesaria.

Sistemas de conservación

Si va a seguirse el método de terrazas con rociadores o surcos de contorno,


convendrá recabar suficiente información topográfica para proyectar las
terrazas y establecer los puntos de salida. Si se tiene el propósito de nivelar
los bancales en contorno para reducir el grado de desnivel en terrenos con
declives pronunciados que dificulten y hagan problemático el riego, será
indispensable consultar información topográfica detallada.

4.8. Cantidad

La cantidad de agua de riego que se requiera para determinado periodo debe


igualar o exceder el total de las necesidades de agua de riego para dicho
periodo. A este volumen deberá agregarse el agua que se requiera para
deslaves y control de la temperatura o de las heladas.
4.9. Calidad

La calidad es un factor importante para evaluar el suministro de agua de


riego.
A menos que la calidad del agua haya sido determinada con anterioridad,
debe practicarse un análisis previo antes de decidir el tipo de agua que deba
emplearse para el riego. Generalmente, las impurezas disueltas determinan la
calidad del agua, pero las que se encuentran en suspensión pueden producir
efectos importantes en ella. La calidad que hace al agua utilizable depende de
condiciones locales, como el clima, los suelos, los cultivos y la
profundidad a la que va a ser aplicada.

4.10. Cultivos

Hay cultivos que necesitan más agua


que otros para obtener altos
rendimientos. Algunos requieren aún
más agua (índice máximo) cuando se
inicia la estación de desarrollo y, otros,
cuando el ciclo está más adelantado.
Los cultivos que llegan a su madurez
durante el principio de la estación de
crecimiento requieren,
generalmente, un menor consumo que
los que maduran al finalizar la misma.
Las formas de extracción de humedad
en cultivos de raíz poco profunda o de
raíz profunda varían
considerablemente y esto
afecta, por razón natural, el volumen de agua que deba aplicarse en cada
riego y su frecuencia.

V. DISEÑO AGRONOMICO
A la hora de diseñar una instalación de riego localizado es necesario un
trabajo previo en campo que permitirá evaluar las necesidades máximas del
cultivo, y con ello las dotaciones de agua que tiene que
abastecer la instalación. Es la parte fundamental de todo tipo de proyección,
ya que si se cometen errores en el diseño agronómico, estos repercutirán
posteriormente en el diseño hidráulico.

La capacidad de la instalación está basada en la predicción de la


evapotranspiración máxima de la plantación a regar. El
requerimiento de agua se determina en función de diferentes parámetros,
entre los que debemos siempre considerar los siguientes:

a) Condiciones climáticas:
Las necesidades de agua del cultivo dependen de la
evapotranspiración de referencia (ETo), parámetro que
cuantifica la demanda evaporativa de la atmósfera. Para
el cálculo de la ETo se necesitan parámetros climáticos
tales como temperatura, radiación solar, humedad
relativa del aire, velocidad del viento.
En una determinada zona la ETo está sujeta a una
variabilidad interanual relativamente
baja para una determinada época del año, y
en especial para el verano, época de máximas
necesidades, por lo que el empleo de valores
medios interanuales puede ser suficiente para
el diseño de la instalación.

b) Características de la plantación.
De ellas dependen en gran parte las necesidades de agua del cultivo. El
coeficiente de cultivo cuantifica la influencia del cultivo a regar.

c) Ciclo del cultivo.


Teniendo en cuenta que vamos a regar, en este caso, un cultivo perenne, hay
que establecer los momentos críticos donde no se permite un déficit hídrico.
d) Cuantificación de las lluvias efectivas y su distribución anual
Teniendo en cuenta que solamente una fracción del agua de lluvia es
almacenada en el suelo durante la estación lluviosa, fracción que puede ser
programada para cubrir las necesidades del cultivo durante la estación seca.
Es fundamental definir los momentos en los que la pluviometría es
superior.
e) Cálculo de la capacidad de almacenamiento de agua en el suelo

Para ello hay que conocer en primer


lugar cual es la profundidad útil del
suelo y l textura de éste (capacidad
de retención de agua), para poder así
establecer su capacidad
máxima de
almacenamiento, así como la
cantidad de agua que podría ser
utilizada por la planta sin que se
afecte su producción. La textura del suelo y su profundidad van a imponer el
número de goteros a instalar por planta, así como la frecuencia de
los riegos, por ejemplo, en un suelo arenoso y poco profundo, en el que las
raíces están muy superficiales, y en que además la capacidad de
almacenamiento es muy reducida, debemos diseñar una instalación en la que
el número de goteros por planta debe ser elevado (aumento del volumen de
suelo mojado) y la frecuencia de riegos alta. En suelos arcillosos y profundos
podríamos reducir el número de emisores por árbol y reducir asimismo el
número de riegos semanales, aplicándose en este caso riegos de larga
duración, con lo que probablemente mejoraríamos la eficiencia del agua
aplicada.

f) Eficiencia de la aplicación

Que nos indica la cantidad de agua, sobre el volumen total aplicado, que es
aprovechada por el cultivo. Este concepto de eficiencia de la aplicación
engloba por un lado la uniformidad de riego conseguida en el conjunto
de emisores que componen la instalación, y por otro las pérdidas de
agua que se producen, por no quedar está a disposición de los árboles
percolación profunda por ejemplo).
En este parámetro, que puede ser evaluado directamente en campo una vez
realizada la instalación, cuantifica en realidad la uniformidad de la
aplicación, es decir las variaciones en la cantidad de agua a todos y cada
uno de los árboles de la plantación, y depende de:

 La calidad, tipo y número de emisores empleados, de lo que


depende en gran medida una determinada uniformidad de distribución.

 Diseño hidráulico de la instalación que garantice disponer de


una adecuada presión (dentro del campo de trabajo recomendado por el
fabricante del gotero) en todos las emisores.
 Manejo que se haga de la instalación de riego procurando que
la cantidad de agua aportada quede siempre en la zona explorada por
las raíces activas de los árboles.

Una vez que se han determinado las necesidades del cultivo para el período
de máxima demanda, hay que fijar la eficiencia de aplicación que se
desea conseguir con la instalación, de tal manera que la cantidad de agua a
aplicar a cada planta en dicho período sea el adecuado, asegurando así que
todos los árboles de la plantación reciban la dosis de agua que se ha
fijado como adecuada. La cantidad de agua de riego a aplicar viene dada por
la expresión:

Necesidades brutas (m3 / ha)  100  necesidades netas (m / ha)


3

eficiencia de la aplicación (%)


En riego localizado debemos proyectar una instalación que permita siempre
conseguir una eficiencia superior al 90 %.

g) Necesidad de lavado.

Cuando se utilice agua con alto contenido en sales, es necesario


aumentar la cantidad de agua a aportar con el riego para evitar así que se
alcance una alta concentración salina dentro de los bulbos. Este incremento
se denomina necesidades de lavado (fracción de lavado), y en el riego
localizado con agua de mala calidad es práctica habitual aportar en cada riego
esta cantidad extra de agua. La fracción de lavado va a depender de la
textura del suelo (cuando más arenoso sea el terreno mejor será el drenaje y
por tanto mejor será el lavado), de la calidad del agua (cuando menos salina
sea mejor será la necesidad de lavado) y de la variedad que vamos a regar, ya
que existen variedades que toleran mejor la salinidad que otras. La cantidad
de agua de riego a aplicar viene por la expresión:

Número de emisores a Instalar por planta

La decisión del tipo de riego que vamos a instalar se hará teniendo en


cuenta que debemos mojar una adecuada superficie de suelo. En
cultivos leñosos dicha superficie mojada debe expresarse como porcentaje de
suelo sombreado por la copa del árbol.

Necesidades brutas (m 3 / ha) 


100  necesidades netas (m 3 / ha)
eficiencia de la aplicación (%)  1  fracción de lavado (%)

Cuando nos decidamos por instalar riego por goteo, el tipo de gotero
(caudal suministrado en una hora) y el número de goteros a instalar por
árbol depende de la naturaleza del suelo, fundamentalmente de su textura, ya
que un determinado emisor puede mojar una superficie bastante diferente en
un suelo arenoso y en un suelo arcilloso.
Para un correcto diseño de la instalación es absolutamente necesario
que en los diferentes tipos de suelo de la parcela hagamos unos ensayos con
los posibles goteros o emisores a utilizar, lo que permitirá determinar con
mayor exactitud las dimensiones reales de los bulbos:
 Diámetro medio de la superficie de suelo mojada por el gotero
inmediatamente después de dar la dosis de riego.
 Diámetro medio del bulbo a 30 cm de profundidad.

Tabla: Diámetro de los bulbos y superficie media por cada gotero en función
de la textura del suelo y el caudal unitario de los goteros.

Diámetro del bulbo a 30 cm Superficie a 30 cm


Textura del suelo de profundidad (cm) De profundidad (m2)*
Gotero 4 l/ h Gotero 8 l/ h Gotero 4 l/ h Gotero 8 l/ h
Arenoso 75 100 0.44 0.78
Arenoso-franco 85 120 0.57 1.13
Franco-arenoso 95 130 0.70 1.33
Franco 110 140 0.95 1.86
Franco-limoso 120 150 1.13 1.77
Franco-arcilloso 130 160 1.33 2.01
Franco-limoso 135 170 1.43 2.25
Arcilloso 145 180 1.65 2.54

(*) Superficie mojada =   D2/ 4


Deberíamos procurar que el sistema llegue a mojar (a 30 cm de profundidad)
al menos el 25 % de la superficie sombreada por la copa de la planta, por lo
que el número mínimo de goteros a instalar debería ser el siguiente:


0,25  Sc m2 / citrico 
Número de gotero / citrico
 
Sg m / gotero 
Estamos ya en condiciones de empezar a diseñar el dispositivo de riego. Si
por ejemplo pretendiéramos regar un cultivo con una densidad de
plantación de 100 plantas/ ha, y tenemos en cuenta que esta planta cuando
llegue a su óptima capacidad de producción podría alcanzar un volumen de
copa de 9.000 m3/ ha (diámetro medio de la copa D = 6,1 m), en esta
situación la superficie cubierta por la copa de la planta (Sc) vendrá
dada por la expresión:

  D2
Sc  3,14  29,21 / citrico
4 
6,102
4 m2

Por lo que la superficie que debe mojarse será:

Superficie mojada = 25  29,21 m2/ cítrico/ 100 = 7,3 m2/ cítrico


Si quisiéramos regar en un suelo de textura arcilloso-limosa, y
pretendemos instalar emisores de 4 l/ hora, conociendo que cada uno de
ellos mojaría 1, 43 m2 de suelo a 30 cm de profundidad (ver tabla), el
número de goteros que deberíamos instalar por planta sería:


0,25  29,21 m2 / citrico 
Número de gotero / citrico  5,1  6 goteros / citrico
 
1,43 m /
gotero

Si se pretendiera regar con emisores de 8 l/ hora, en este caso (ver tabla),


conociendo que cada uno de ellos mojaría 2,25 m2 de suelo a 30 cm de
profundidad, el número de goteros que deberíamos instalar por planta sería:

0,25  29,21 m2 / citrico 
Número de gotero / citrico  3,2  4 goteros / citrico
 
2,25 m /
gotero 

Si en lugar de regar en un suelo arcilloso-limoso tuviésemos que regar


un suelo poco profundo, conociendo que cada uno de ellos mojaría 0,44
m3 de suelo a 30 cm de profundidad, el número de goteros de 4 l/ hora que
deberíamos instalar por planta sería:


0,25  29,21 m2 / citrico 
Número de gotero / citrico  16,6  17 goteros / citrico
 
0,44 m /
gotero 

RIEGO EN CITRICOS
Ciclo de desarrollo del cultivo de los cítricos
Para comprender el comportamiento de un cítrico a lo largo de un ciclo
de su cultivo resulta de gran ayuda diferenciar los diferentes estados
fenológicos de la planta. Un ciclo modelo, teniendo en cuenta la variabilidad
dependiendo del cultivo de que se trate, podría resumirse como:

 Brotación: Los cítricos suelen tener varias brotaciones a lo largo del


año, siendo las de primavera y verano las más importantes en cuanto a
su repercusión en la cosecha. La primera de ellas porque es la
portadora de las flores que posteriormente serán frutos, y la segunda
porque son la base del crecimiento vegetativo y la formación del
árbol. El inicio y desarrollo de la brotación depende de la temperatura
del suelo y las condiciones de hidratación y nutrición en las que se
encuentre el árbol, de ahí la importancia de esta fase en la
programación del riego.

 Floración: En la mayoría de variedades solo se produce una a lo largo


del año, en primavera, condicionando la cosecha que tendrán en esa
campaña. Es importantísimo, por tanto, favorecer al máximo el éxito
de la floración en los cítricos.
 Cuajado de frutos: Es un momento crítico en el ciclo de los cítricos, ya
que después de conseguir una floración adecuada, es imprescindible
tener un buen cuaje que afiance la cosecha.
 Desarrollo de fruto: Se produce durante todo el verano y parte del
otoño antes de iniciar la parada invernal. Es la fase de mayores
necesidades hídricas de todo el ciclo, siendo el riego deficiente un
factor limitante del tamaño y calidad de los frutos.
 Maduración; Es el conjunto de cambios que el fruto experimenta
cuando ha terminado su desarrollo. Normalmente se realiza en otoño-
invierno, por lo que en nuestro clima se ve poco influenciado por el
riego aunque sí por la fertilización que hayamos realizado durante todo
el ciclo vegetativo.
 Reposos invernal: es la fase en la cual no se produce desarrollo de
brotación alguna y que coincide con la época de menores temperaturas
durante los meses de enero y febrero. En realidad en la mayoría de
las zonas de cultivo de los cítricos no se llega a producir reposo
invernal, ya que las temperaturas no son extremas , siguiendo durante
esta época la maduración del fruto.

Necesidades de agua en el ciclo de los cítricos


Los cítricos se adaptan muy bien al clima y a la gran diversidad de suelos de
las comarcas donde se cultivan. Solamente en temporadas excepcionales de
fríos extremos pueden sufrir las plantaciones daños críticos que puedan hacer
peligrar la plantación. Respecto a los requerimientos hídricos, los cítricos son
capaces de economizar agua y superar periodos prolongados de sequías,
debido a tres factores principales:

 Raíces de baja conductividad hídrica.


 Pelos absorbentes poco desarrollados en comparación con otros
vegetales.
 Hojas bien adaptadas para conservar el agua por tener la cutícula
cerosa y unos estomas activos.

 Existen casos de plantaciones de cítricos en suelo con poca capacidad


de retención de agua, que soportan hasta dos años seguidos sin recibir
ningún riego y, una vez restablecida la
normalidad, volver a recuperar su productividad anterior. Mientras,
otros cultivos habrían sucumbido en ausencia de riego durante una sola
campaña.
Para el cálculo de las necesidades de agua se puede seguir la metodología
clásica, basada en la evapotranspiración del cultivo de referencia y recogida
en apartados anteriores, aplicando la fórmula:

Dada la enorme casuística que se puede dar, la Kc ofrece una enorme


variabilidad. En la cantidad de agua final a aportar influye, además de la
variedad cultivada, otros parámetros como el marco de plantación, tipo de
árbol y sistema de riego. A modo orientativo se puede estimar un volumen
aproximado de 15 l/árbol adulto x mm de evaporación, lo que equivale a
6000 m3/ha. Este volumen debe reducirse en proporción a la superficie foliar
que tengan los plantones que se pretendan regar.

Dentro de los cítricos hay que distinguir entre mandarinos y naranjos,


limoneros, híbridos y pomelos, siendo los primeros mucho más resistentes a
la sequía que los demás por las defensas que muestran sus hojas adaptadas a
periodos de estrés. Éstas se abarquillan rápidamente cuando detectan escasez
de agua o sequedad en el ambiente, limitando la superficie de evaporación y,
por tanto, la pérdida de agua del árbol.

Durante el ciclo vegetativo de los cítricos existen momentos críticos en los


que es necesario adecuar el riego para mantener bien hidratado el árbol o,
por el contrario, ajustarlo para regular la actividad fisiológica del mismo:
 En las fases directamente relacionadas con el fruto, como son cuajado
y maduración es conveniente mantener niveles adecuados pero
discretos de agua a disposición del árbol para evitar un desarrollo
vegetativo contrario a un mayor cuaje y a una correcta maduración.
 Por el contrario, en las fases relacionadas con la actividad vegetativa,
durante la brotación, floración y desarrollo del fruto,
es imprescindible que no falte agua en el suelo a disposición de la
planta, para asegurar un desarrollo óptimo de estos nuevos órganos.

VI. PLAN DE OPERACIÓN Y MANTENIMIENTO


Condiciones Básicas para un buen Mantenimiento:
 Conocimiento de las obras que constituyen los sistemas de riego
presurizado
 Prevención de los mantenimientos
 Planificación del mantenimiento programación del
mantenimiento
 Directivas para ejecución de las actividades
 Comunicación
 Organización
 Seguimiento

Tipos de Mantenimiento

a) Mantenimiento Regular

El mantenimiento Regular (preventivo),


llamado también rutinario o normal, se
refiere a todos los trabajos de rutina que se
efectúan, para prevenir daños y mantener la
infraestructura en óptimas condiciones para
su óptimo funcionamiento.

Estos trabajos se suelen realizar


durante el año.
Estos trabajos se suelen realizar
durante el Mantenimiento
Sistemático.
b) Mantenimiento Sistemático o Periódico

Es el que se realiza para que las


obras afectadas recuperen su
capacidad y estándar de
funcionamiento original.

Incluye modificaciones en la red


de tuberías y agrupamiento de
turnos, para adecuarse a
cambios
importantes, como el cambio de cédula de cultivos.

De acuerdo a la magnitud de los trabajos a realizar se determinará la


conveniencia de suspender el servicio en alguna época estratégica del año.
(Agoste del cultivo

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