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“Dignidad Humana Perspectiva Jurisprudencial”

Dr. Sergio Arellano Rábiela.

Maria Guadalupe Servin Sanchez.


La dignidad de la persona sólo se refiere al ser humano, no a las personas morales
o jurídicas, y por ende constituye el fundamento de la libertad, la igualdad de los
derechos.

La dignidad fundamenta la obligatoriedad moral y jurídica de respetar los bienes que


consisten los derechos humanos. La dignidad de la persona tiene un contenido
integrador de los vacíos o lagunas existentes en el ordenamiento jurídico y en la
propia Constitución, de reconocimiento de derechos implícitos.

La dignidad de la persona es un elemento de la naturaleza del ser humano;


corresponde a todos por igual, a diferencia de la honra o prestigio de las personas
o de la dignidad de las funciones que la persona desarrolla, que son bienes que
pueden aumentar, disminuir o incluso desaparecer, dependiendo de cada persona
y de las circunstancias concretas.

Son esta dignidad y los derechos esenciales que se desprenden de ella, los que
deben ser protegidos, garantizados, efectivizados y promovidos, a través de
mecanismos eficaces en el ámbito nacional o internacional o supra nacional. Sin
embargo, la persona humana no es una abstracción ni un individuo aislado; la
persona es un ser social; convive con las demás personas en sociedad y actúa en
el complejo mundo del a vida social y política. Asimismo, los derechos que se
fundamentan en la dignidad de la persona humana deben ser examinados no en
forma aislada, sino formando parte del complejo sistema de derecho, los que se
interrelacionan y se limitan recíprocamente.

Décima Época Núm. de Registro: 2012363


Instancia: Primera Sala REITERACIÓN
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Materia(s): Jurisprudencia (Constitucional)
Tesis: 1a./J. 37/2016 (10a.)

DIGNIDAD HUMANA. CONSTITUYE UNA NORMA JURÍDICA QUE CONSAGRA


UN DERECHO FUNDAMENTAL A FAVOR DE LAS PERSONAS Y NO UNA
SIMPLE DECLARACIÓN ÉTICA.
“La dignidad humana no se identifica ni se confunde con un precepto meramente moral,
sino que se proyecta en nuestro ordenamiento como un bien jurídico circunstancial al ser
humano, merecedor de la más amplia protección jurídica, reconocido actualmente en los
artículos 1o., último párrafo; 2o., apartado A, fracción II; 3o., fracción II, inciso c); y 25 de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.”

“En efecto, el Pleno de esta Suprema Corte ha sostenido que la dignidad humana funge
como un principio jurídico que permea en todo el ordenamiento, pero también como un
derecho fundamental que debe ser respetado en todo caso, cuya importancia resalta al
ser la base y condición para el disfrute de los demás derechos y el desarrollo integral de
la personalidad. Así las cosas, la dignidad humana no es una simple declaración ética,
sino que se trata de una norma jurídica que consagra un derecho fundamental a favor de
la persona y por el cual se establece el mandato constitucional a todas las autoridades, e
incluso particulares, de respetar y proteger la dignidad de todo individuo, entendida ésta -
en su núcleo más esencial- como el interés inherente a toda persona, por el mero hecho
de serlo, a ser tratada como tal y no como un objeto, a no ser humillada, degradada,
envilecida o cosificada.”

Podemos decir así entonces que la dignidad humana, que es connatural a toda
persona física. Esto, ya que dicho concepto tutela el derecho a ser reconocido y a
vivir en y con la dignidad de la persona humana, y del cual se desprenden todos los
demás derechos necesarios para que los individuos desarrollen integralmente su
personalidad, dentro de los que se encuentran, entre otros, los relativos a: la vida,
la integridad física y psíquica, al honor, a la privacidad, al nombre, a la propia
imagen, al libre desarrollo de la personalidad, al estado civil y el propio derecho a la
dignidad personal.

La recta razón natural es mas bien la que nos permite discernir los verdaderos
derechos humanos, su alcance y jerarquía, pero no es el fundamento de los
derechos humanos. Sino que, como yo he resaltado, la base de los mismos se
encuentra en la naturaleza humana por lo cual estos son para todos los hombres,
como consecuencia, ser la dignidad de la naturaleza humana, su fundamento.

La naturaleza humana otorga titularidad a estos derechos universales, inviolables


e irrenunciables; por lo tanto, al encontrar allí su fundamentación, deducimos que
no pertenecen al hombre por una disposición estatal, sino que le pertenecen por el
solo hecho de ser persona humana.

 Estos derechos deben ser:


 Reconocidos: en todos los hombres por igual, este reconocimiento debe ser
real y fundamental. Deben ser reconocidos para poder ser defendidos.
 Respetados: para poder efectivamente proteger la dignidad humana y para
hacer que su realización sea posible. El derecho es el respeto, es la
propuesta social del respeto.
 Tutelados: una vez reconocidos y respetados, debo protegerlos, la tutela
corresponde a cada hombre, al estado ya la comunidad internacional.
 Promovidos: deben ser constantemente promovidos, esto es, que deben
darse a conocer y ser elevados en todo sentido, para evitar que sean
violados.

Podemos añadir que los derechos humanos, en cuanto a derechos subjetivos, se


encuentran en dependencia con la ley natural. Llamamos ley natural a aquellas
proposiciones universales del entendimiento práctico que la razón humana formula
a partir del conocimiento del orden inmanente en la realidad de las cosas.

De acuerdo con el criterio de la Suprema Corte de Justicia mexicana, la dignidad


humana es el valor constitucional supremo del ordenamiento legal. A pesar de ello,
existe un desarrollo primario en la legislación mexicana y en los precedentes
jurídicos. Aun así, la dignidad humana ha sido reconocida en varias de las últimas
decisiones de la Suprema Corte a fin de maximizar el contenido esencial de los
derechos humanos.

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