Está en la página 1de 73

Módulo IV: La metodología de marco lógico aplicada a

la evaluación de programas gubernamentales

¡Bienvenido!
Te invitamos a revisar el segundo módulo del curso Implementación de sistemas
de seguimiento, evaluación y control, el cual se propone identificar los pasos de
la metodología de marco lógico para indicar su implicancia en la evaluación de
programas.
Para ello, debes:

Revisar la introducción, en la cual se exponen conceptos fundamentales para la


mejor comprensión del módulo.

Examinar cada uno de los contenidos del módulo.

Realizar las actividades de aprendizaje que te prepararán para la evaluación


final del módulo.

Profundizar los contenidos a través de los documentos descargables.

Resolver la evaluación parcial del módulo, la cual tiene una ponderación del
15% en la aprobación del curso.

¡Comencemos esta nueva experiencia de aprendizaje!


Introducción

Metodología de Marco Lógico

Indicadores de desempeño

Marco lógico y evaluaciones de programas

Evaluación de Programas con MML en Chile

Bibliografía
Sección 1 de 6

Introducción
Comencemos revisando nuestra ruta de aprendizaje.

En el cuarto módulo de este curso se pretende dentificar los pasos de

la metodología de marco lógico para indicar su implicancia en la

evaluación de programas.
Para ello, en las siguientes lecciones conoceremos aspectos
fundamentales sobre la metodología del marco lógico, la evaluación
de programas y la matriz del marco lógico y sus observaciones.

Pero antes, para reforzar tus conocimientos, te invitamos a descargar

el glosario que recopila los principales conceptos de este módulo, los

que podrás revisar cada vez que tengas dudas.

Glosario4.pdf
121.1 KB
Sección 2 de 6

Metodología de Marco Lógico

La Metodología de Marco Lógico es una herramienta que se


utiliza para definir, resumir y organizar acuerdos entre partes
interesadas respecto de la definición y el diseño de los
componentes principales de un programa o proyecto.

La MML también permite establecer definiciones respecto del tipo de


evaluación que se aplicará una vez que ha sido implementado, tornándose
de este modo en un instrumento efectivo y versátil que puede aplicarse
transversalmente tanto en diferentes tipos de proyectos, como en sus
distintas etapas: diseño, gestión y evaluación.
La aplicación del marco lógico tiene su origen en el desarrollo de técnicas
de administración por objetivos en la década de 1960. A principios de los
años 70, la USAID (Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo
Internacional) comenzó a utilizar el método en la planeación de sus
proyectos públicos.

Su propósito fue evitar problemas frecuentes, tales como:


Tras la aplicación inicial de la MML en el ámbito de los proyectos, se
empezó a extender al terreno de los programas que adolecían de los mismos
problemas.

Desde su implementación en la USAID, la metodología ha sido adoptada


por otras agencias e instituciones. Una de las primeras fue la agencia
internacional GTZ, quien la utilizó como parte de su método “Planeación de
proyectos orientada a objetivos” (ZOPP, Ziel Orientierte Project Planung).

Desde los años 70-80 en adelante, la MML comenzó a ser utilizada por
muchos países latinoamericanos como metodología de diseño de programas
y de evaluación de resultados.
Al decir de la propia USAID la metodología contribuye a una buena
administración de los programas puesto que permite:

Focalizar la atención en la información más importante.

Fomentar el consenso para definir los objetivos.

Generar un lenguaje común que facilita la comunicación entre los


involucrados.
La popularidad que ha alcanzado el uso de la MML se debe, en parte, a esta
versatilidad, ya que permite presentar en forma resumida y estructurada
cualquier iniciativa de intervención. Además, contribuye a una buena
gestión del ciclo de vida de los proyectos y programas destacando que
sienta una base para evaluar la ejecución del programa y sus resultados e
impactos.

El empleo de la metodología de marco lógico en el ciclo de vida de los


proyectos se presenta en el siguiente esquema:
Fuente: Ortegón (2015). Metodología del marco lógico para la planificación, el seguimiento y la
evaluación de proyectos y programas

El producto de esta metodología analítica es la Matriz (el marco lógico), la


que resume lo que el proyecto pretende hacer y cómo, cuáles son los
supuestos claves y cómo los insumos y productos del proyecto serán
monitoreados y evaluados.

La Matriz de Marco Lógico que se elabora para efectos de la evaluación


debe reflejar lo que el programa es en la actualidad. Si bien muchos
programas no han sido diseñados con la MML, se debe realizar un ejercicio
de reconstrucción de los distintos niveles de objetivos del programa (fin,
propósito, componentes) con sus respectivos indicadores.
Aldunate (2011) plantea que desarrollar la

MML considera un esquema de desarrollo que

implica la realización de los siguientes 10 pasos

principales:

Dentro de los pasos iniciales es fundamental la definición del problema,


instancia en la que se genera un proceso analítico descomponiendo de la
forma más detallada posible los factores que estarían explicando un
determinado problema social o de desarrollo. Luego, los siguientes pasos
van conduciendo a la estructuración de la matriz de marco lógico, en que se
representa la organización de un programa o proyecto, considerando sus
fines últimos, sus propósitos u objetivos, sus componentes y actividades.
Además, la metodología incluye una definición de indicadores y medios de
verificación como elementos centrales para el monitoreo de las diferentes
instancias y etapas del proyecto. Para finalizar se considera una columna de
supuestos, a partir de la cual se busca prever potenciales riesgos que atenten
contra el logro de los objetivos.
 Es fundamental considerar la totalidad de los pasos y
actividades, pues, ello garantiza que pueda llevarse a cabo
un proceso completo y no se restringa únicamente a armar
una simple matriz.

Adicionalmente y también respecto de la evaluación, si en algún instante


durante la fase de operación se desea analizar los resultados que ha
generado o está generando el programa, la MML proveerá indicaciones
respecto a qué debemos observar y cómo hacerlo.

Asegurar la evaluabilidad de un proyecto es una responsabilidad de los que


lo formulan y, al mismo tiempo, de los que lo analizan y lo aprueban. En
este sentido Ortegón (2015) plantea que un proyecto es evaluable en la
medida en que permite entender la lógica de intervención, sus principales
hipótesis y marco temporal y permite identificar las partes interesadas y los
datos clave que se deberán tomar en consideración al momento de realizar
las actividades de monitoreo y evaluación.

La evaluabilidad también depende en buena medida de la definición de los


objetivos, los que debieran cumplir con algunos atributos básicos:
Sección 3 de 6

Indicadores de desempeño

Un indicador es un pilar fundamental para administrar un proyecto o


programa, ya que permite saber en qué punto se está entre la situación
inicial y la situación deseada, y en este sentido De la Fuente (2004) sugiere
que puede definirse como:

Un instrumento que sirve para mostrar o indicar algo.

Una cinta (metro) que sirve para medir en cualquier momento


histórico sin importar si el resultado de la medición es bueno o
malo para el proyecto o programa.
Una herramienta que establece una relación entre dos variables o
más, donde normalmente una se refiere al proyecto y la otra sirve
como referencia para comparar el desempeño del programa.

Una medida que permite comparar desempeños entre períodos o


entornos geográficos o sociales.

Un cuantificador, entendido como un procedimiento que permite


cuantificar alguna dimensión conceptual y que, cuando se aplica,
produce un número.

Un cuantificador, entendido como un procedimiento que permite cuantificar


alguna dimensión conceptual y que, cuando se aplica, produce un número.

Si bien se pueden definir muchos indicadores para medir la situación en la


que se encuentra un determinado objetivo, se recomienda elegir la menor
cantidad posible privilegiando su utilidad. Se plantea que idealmente un
indicador debe tener las siguientes características:
En el siguiente cuadro de detallan los tipos de indicadores y su uso en la
medición de objetivos de la Metodología de Marco Lógico:

Fuente: De la Fuente (2004). ¿Qué es la Metodología de Marco Lógico y para qué sirve?
A continuación, podemos ver en detalle los distintos tipos
de indicadores
Es importante tener presente que es lo que se está midiendo a nivel de
componentes de la MML (fin, propósito, componentes y actividades) y su
correspondencia a nivel de impactos, resultados, productos y procesos. El
siguiente cuadro presenta el detalle de lo que medimos en cada uno de los
casos y cuáles son los tipos de indicadores que corresponde emplear.

Puede haber varios indicadores para cada componente, como


también para el propósito y el fin.
Como regla general se debe usar el mínimo de indicadores
requeridos para especificar adecuadamente un objetivo.

Requieren acuerdo con los beneficiarios y otros involucrados en el


proyecto, con el propósito de evitar conflictos posteriores.

Deben ser suficientes como para ser utilizados en diferentes


momentos no sólo al final.

Se sostiene que cuando se formula un indicador, el papel que juega, ya que


no sólo es de definir operacionalmente el objetivo, sino que además
contribuye en el monitoreo y evaluación, permitiendo con ello mostrar
logros y determinar los avances.

Adicionalmente permite también realizar actividades de difusión del


programa o proyecto, pues los encargados, pueden promocionar una
iniciativa o solicitar apoyo para la implementación o funcionamiento de un
proyecto en base a los logros alcanzados.

Respecto del papel del Indicador podemos ver el detalle de su importancia


en el siguiente cuadro:
Otro concepto clave dentro del marco de la evaluación en base a la MML
corresponde al de las metas, las que constituyen una expresión concreta y
cuantificable de los logros que se planea alcanzar en un determinado
período de tiempo con relación a los objetivos previamente definidos.
Según plantea Ortegón (2015):

El uso de metas permite conocer cómo se está avanzando hacia la


meta o indicador final.

Esto nos puede indicar atrasos o desviaciones y la necesidad de


tomar acciones correctivas.
Al conocer la línea base, y realizando la medición del indicador en un
tiempo determinado, recién se puede emitir un juicio sobre el avance o
retroceso respecto a la meta propuesta.

Respecto de la definición de las metas podemos ver un ejemplo en el


siguiente recuadro:

Fuente: De la Fuente (2004). ¿Qué es la Metodología de Marco Lógico y para qué sirve?
Como se observa la meta se puede desglosar en metas parciales, las que
frecuentemente son acumulativas. En el ejemplo, el acumulado en año 1 es
lo que se espera lograr durante ese año, el acumulativo en el año 2 es la
suma de lo acumulado en ambos años y así sucesivamente. El total sería lo
que corresponde a la meta final definida para el período.

Finalmente es necesario hacer referencia a los medios de verificación,

los que corresponden a los métodos utilizados para obtener

información sobre los indicadores e indican dónde y en qué forma se

obtienen las informaciones sobe la realización de los objetivos y

resultados.

Los medios de verificación permiten comprobar la veracidad de los


resultados obtenidos si al momento de definir los medios de verificación no
se cuenta con la información necesaria, se deberían considerar las siguientes
opciones:

Buscar dicha información en otras instituciones.

Buscar un indicador indirecto (Proxy) que cuente con información


disponible.

Generar la información necesaria en la medida que el beneficio


sea mayor al costo de obtener dicha información.

De la Fuente (2004) recalca que no se debe olvidar que las actividades de


monitoreo y evaluación se implementan en paralelo a las actividades de
intervención, que son las que le dan el "sentido de ser" al programa o
proyecto. Es por esto que la captura de información y las mediciones deben
ser simples para no quitar tiempo a las actividades de intervención.
¡Es hora de poner en práctica lo aprendido!

Los indicadores como hemos visto son un componente clave dentro del

esquema evaluativo que propone la MML. En los siguientes casos se

requiere identificar de manera adecuada el concepto, las características e

importancia que tienen los indicadores.

1. Respecto del concepto de indicadores, es correcto señalar que:

Permite cuantificar y/o cualificar una situación o dimensión conceptual.


Es un componente fundamental de la MML, como parte de la estructura
vertical que incorpora fin, propósito, componente y actividades.

Corresponde al concepto de metas, permitiendo medir el avance en la


implementación de un programa/proyecto.

Un instrumento que permite cuantificar, comparando entre períodos,


entornos o bien entre dos o más variables.

SUBMIT

2. A nivel de las características que deben tener los indicadores, es posible

sostener que en su formulación deben ser:

Numerosos, detallados y amplios, permitiendo cubrir adecuadamente


las distintas dimensiones de una intervención.

Objetivos, medibles, relevantes, específicos prácticos y acotados en el


tiempo.

Parciales, graduales y acumulativos, permitiendo que se pueda medir el


logro final establecido.
Centrados exclusivamente en productos y procesos facilitando las
labores de monitoreo y seguimiento de la intervención.

SUBMIT
Sección 4 de 6

Marco lógico y evaluaciones de programas

La MML es aplicada en todo el proceso de implementación de los


programas o proyectos, siendo relevante en el diseño, monitoreo y
evaluación.

En el diseño estima previamente los factores que influyen en el


cumplimiento de los objetivos y que no son controlables.

En el monitoreo estima el nivel de alcance de tales objetivos.

En la evaluación presenta información para tomar decisiones


respecto a los resultados efectivamente alcanzados.
Hoy en día, los responsables de programas y/o proyectos deben desarrollar
actividades de monitoreo y evaluación de tal manera que puedan analizar
las contribuciones de los distintos factores al logro de un determinado
efecto de desarrollo y mejorar así estrategias y actividades, siempre
teniendo el objetivo de reducir la diferencia entre la planificación o
formulación de los proyectos y la realidad, es decir su implementación y
resultados.

Como hemos visto, tras la aplicación del método en el ámbito de los


proyectos, poco a poco la MML empezó a extender sus conceptos básicos al
terreno de los programas, que, en general, adolecían de los mismos
problemas que los proyectos.

De acuerdo a este esquema un programa está constituido por:


Acciones repetitivas similares.

Acciones relativamente estandarizadas.

Acciones destinadas a un gran conjunto de personas físicas o


jurídicas.

Acciones con el común interés de ayudar a resolver necesidades


similares.

Teniendo como referencia los distintos conceptos de la MML, es posible


establecer como se abordan diferenciadamente los proyectos y programas
en el contexto del empleo del enfoque, detallando estas distinciones en el
siguiente cuadro:
Como hemos visto en materia de medición y análisis del alcance de los
productos, procesos, impactos se suelen diferenciar los conceptos de
seguimiento o monitoreo y el de evaluación.

El seguimiento o monitoreo, se efectúa durante la etapa de ejecución de un


proyecto y no en otras etapas del ciclo del proyecto. Es un procedimiento
sistemático empleado para comprobar la eficiencia y efectividad del proceso
de ejecución de un proyecto para identificar los logros y debilidades y
recomendar medidas correctivas para optimizar los resultados deseados.
También el seguimiento tiene que ver con el análisis de la eficiencia y
efectividad del desempeño del proyecto, programado en la Matriz de Marco
Lógico:

El análisis de eficiencia indica en qué medida se han realizado las


actividades a tiempo y al menor costo para producir los
componentes.
El análisis de efectividad indica en qué medida se produjeron los
componentes y si se está logrando el propósito del proyecto.

El monitoreo implica identificar logros y debilidades del proyecto a tiempo


para tomar las acciones correctivas recomendadas y la agencia ejecutora
tiene la responsabilidad primaria de realizarlo. Se busca identificar los
problemas de ejecución lo más temprano posible para que la solución pueda
tener mayor efectividad y no seguir adelante arrastrando errores que
finalmente podrían impedir que se cumpla con los plazos u objetivos del
proyecto.

A diferencia del seguimiento que se centra en lo operacional y en la gestión,


la evaluación es una valoración y reflexión sistemática sobre el diseño, la
ejecución, la eficiencia, la efectividad, los procesos y los resultados de un
proyecto en ejecución o completado.
La evaluación se efectúa durante todas las etapas del ciclo del proyecto,
incluyendo varios años después de completada la ejecución, en el caso de
evaluaciones de impacto y/o sustentabilidad.
Para ser efectiva, la evaluación tiene que ser sistemática, igual que el

monitoreo y por ello requiere asignar tiempo para un trabajo especial y

normalmente involucra la participación de profesionales especializados no

asignados al proyecto.

En función de su objetivo principal, existen dos tipos de evaluación:

FORMATIVA

Establece medios que permiten el aprendizaje y realizar


modificaciones durante el ciclo del proyecto.

Tiene impacto en el proyecto en estudio o en la ejecución. La


evaluación formativa se lleva a cabo para guiar el mejoramiento
del proyecto.

El énfasis es la retroalimentación para mejorar el producto final.


Ejemplos: análisis de factibilidad durante

la etapa de diseño, evaluaciones anuales e

intermedias que se llevan a cabo durante la

ejecución, etc.

SUMATIVA

Se lleva a cabo en general al concluir la ejecución o varios años


después si es una evaluación ex post o de impacto.

Se utiliza para recibir conclusiones sobre un proyecto y/o para


mejorar futuros programas o proyectos.

Se lleva a cabo para emitir juicios sumarios sobre aspectos


críticos.

Se puede efectuar durante la ejecución de un proyecto, pero no son


frecuentes.
Ejemplo: evaluar un aspecto del proyecto

en ejecución para usar en otro proyecto,

evaluar para dar por terminado un

proyecto.

En asociación con el ciclo de vida del proyecto, en cada fase se observan


diferentes tipos de evaluación que tienen por objeto básicamente:

1 Medir la conveniencia de asignar recursos.

2 Tomar la decisión de continuar, de modificar, de terminar un


programa o proyecto.

3 Reconocer lecciones aprendidas respecto al proyecto objeto de la


evaluación.

La tipología que propone Ortegón (2015) contempla cuatro momentos de


evaluación en los que se cumplen objetivos de evaluación distintos.
Como se observa, el monitoreo y la evaluación se relacionan y
complementan de modo directo, a la vez que se diferencian claramente.

El monitoreo es un proceso continuo y permanente (todos los días, semanas,


meses en la ejecución del proyecto), mientras que la evaluación se realiza
en periodos establecidos, entre lapsos de tiempo más largos.

El monitoreo es un proceso continuo de análisis, observación y sugerencias


de ajustes para asegurar que el proyecto esté encarrilado a alcanzar su
objetivo, en tanto que la evaluación permite la formulación de conclusiones
acerca de lo que se observa a una escala mayor, aspectos tales como el
diseño del proyecto y sus impactos, tanto los previstos como los no
previstos.

Existen múltiples razones para llevar a cabo el monitoreo y evaluación,


tanto el aprendizaje, como el sentido de pertenencia de los beneficiarios
respecto del proyecto. En esta línea Ortegón (2015) plantea un conjunto de
ventajas que se asocian al correcto empleo de los procedimientos de
seguimiento y evaluación:

Oportunidades de aprendizaje

Posibilidad de ver cuidadosamente, en forma sistemática y periódica, lo
que se está haciendo para aprender de dicha experiencia.

El sentido de pertenencia

Permite que varios involucrados acepten responsabilidad compartida, lo
que se logra con difusión de los resultados hacia quienes son los
beneficiarios y autoridades relacionados en algún grado con el proyecto.

Transparencia

Generan confianza evitando que las definiciones sean secretas o no se
divulgan los resultados, creando suspicacia respecto del
proyecto/programa.

Corresponsabilidad

Se fomenta que los ejecutores y responsables tengan que responder por su
desempeño.

Reconocimiento

Se logra a partir del esfuerzo de los ejecutores al demostrar los logros de un
proyecto, como también a la capacidad de identificar problemas y generar
soluciones oportunamente.

Como hemos visto son numerosas las ventajas que aporta el seguimiento y
la evaluación a la correcta ejecución de los programas/proyectos, pero no
están exentos de limitaciones y/o dificultades, las que deben tener en cuenta
los responsables de la implementación del proyecto o programa.
    

Por ejemplo, una matriz de marco lógico deficiente, con objetivos que no son claros, o indicadores para los cuales no existe
una línea de base o no son independientes.

No tener personal adecuado, no tener medios de transporte, no tener personal entrenado, etc, limita las posibilidades de
efectuar monitoreo y evaluación.

•Puede resultar de la falta de información o de la calidad de la información.

•La desagregación puede ser muy costosa y muchas veces existen fuentes secundarias que pueden dar suficiente información
para llegar a una conclusión, aunque no tan precisas como a uno le gustaría.
•Mayor desagregación implica muchas veces mayores costos para el proyecto.

Por ejemplo a nivel de: tamaño o selección de una muestra que la hacen no representativa, no aleatoria; personas que recogen
información o evaluadores que ya tienen opiniones formadas; personas que quieren ver ciertos resultados tanto, que ejercen
influencia sobre la recolección o interpretación de la información.

Resistencia al cambio que implique no aceptar información del monitoreo y evaluación o resultados que indiquen que es
necesario hacer cambios.

Como hemos visto, la MML es una herramienta que se organiza bajo una
estructura racional de encadenamiento de causas y consecuencias. Se
sostiene en la identificación y proyección de relaciones de causa-efecto,
tanto para la identificación del problema como para su solución y además,
utiliza el mismo razonamiento para la evaluación, especificando qué
información se requiere producir o considerar para monitorear el avance y
resultados de la intervención, a través de los indicadores.

A nivel de la matriz de marco lógico se observa que está organizada de


manera tal que pueda asegurarse que, si se desarrollan determinadas
acciones y se monitorean y controlan, además de otros fenómenos que se
dan en paralelo a ellas, es posible esperar que se alcancen los propósitos u
objetivos definidos para el programa.

Arancibia (2015) junto con destacar el valor que tiene la simplicidad del
sistema, observa que en este mismo atributo radica una potencial debilidad,
pues se corre el riesgo de un análisis excesivamente simplificado de la
realidad social. La hipótesis de fondo es que, frente a determinados
insumos, de manera incuestionable debieran lograrse determinados
resultados, planteamiento que se hace especialmente débil en escenarios
sociales complejos.

La MML se ve enfrentada permanentemente con la dinámica social y las

demandas de la ciudadanía. La complejidad de la realidad social se inserta

en contextos poco predecibles, con usuarios con diferentes dinámicas,

características y necesidades, con múltiples actores e instituciones

involucrados, que están en permanente interacción, lo cual dificulta la

aplicación de un pensamiento lineal propuesto por el marco lógico.


Según sostiene Arancibia (2015) la MML permite establecer soluciones
frente a diversas problemáticas sociales, pero pese a ello existe un conjunto
de limitaciones relacionadas con su uso para la evaluación de programas o
proyectos sociales. Dentro de las limitaciones que se plantean podemos
observar las siguientes:
Sección 5 de 6

Evaluación de Programas con MML en Chile

La incorporación de la metodología de marco lógico data de los años 90 en el

marco de las políticas de modernización del estado. Su empleo se consolida y

extiende dentro de la primera década de este siglo.


En materia específica de evaluación, se plantea que la MML es una
herramienta de trabajo con la cual un evaluador puede examinar el
desempeño de un programa en todas sus etapas, permitiendo:

Presentar de forma sistemática y lógica los objetivos de un


programa.

Evaluar si se han alcanzado los objetivos.

Definir los factores externos al programa que pueden influir en su


consecución.

La evaluación de programas e instituciones es una parte importante del


Sistema de Evaluación y Control de Gestión (SECG) de la DIPRES, puesto
que entrega información de desempeño de los programas evaluados para
que sirva de insumo en el ciclo presupuestario.

De acuerdo a lo que plantea Darville (2017) el sistema de evaluación

implementado tiene su origen en el año 1997, año en que se dio inició al

Programa de Evaluación de Programas Gubernamentales (EPG) en su fase

piloto. Dicha iniciativa respondió a una serie de compromisos establecidos

en el marco de la aprobación de la Ley de Presupuestos de ese año,

tendientes a una mayor evaluación y transparencia de la gestión pública.

La EPG Corresponde a la línea más antigua de evaluación y nace en el año


1997 y su objetivo es disponer de información que apoye la gestión de los
programas públicos y el análisis de resultados en el proceso de asignación
de recursos.

La EPG se basa en el uso del método “Juicio de Expertos”. En ella, la


DIPRES constituye un panel normalmente integrado por tres expertos en el
tema o problema abordado por el Programa Público a evaluar. El trabajo
evaluativo de los consultores se centra en exponer la justificación del
programa, el grado de cumplimiento de su fin y propósito, la producción de
bienes y servicios, la cobertura y focalización, la satisfacción de los
usuarios, las fuentes de financiamiento y el gasto, la eficiencia del gasto, y
recomendaciones.

La información que recogen los expertos es aportada por el propio


programa evaluado, el organismo público que alberga al programa o la
misma DIPRES, aunque también existe la posibilidad de efectuar estudios
complementarios o recabar información adicional.

Dentro de las exigencias que plantea la DIPRES a los organismos públicos


responsables de los programas a evaluar en el marco de la EPG, se destacan
entre otros:

 

 

 

06

Participar en todas aquellas reuniones que solicite el panel evaluador y el Ministerio de Hacienda para analizar aspectos
específicos del proceso de evaluación.

01

Proveer de un conjunto de información del programa para su entrega al panel evaluador, al inicio del proceso, y de cualquier
otra información disponible y necesaria durante la evaluación

02

Elaborar la matriz de marco lógico preliminar, para su entrega como insumo base.

03

Analizar y emitir comentarios a las recomendaciones, además de participar en el proceso de establecimiento de compromisos
institucionales en torno al mejoramiento de los programas.

04

Participar en todas aquellas reuniones que solicite el panel evaluador y el Ministerio de Hacienda para analizar aspectos
específicos del proceso de evaluación.

05

Analizar y emitir comentarios a los informes de evaluación entregados por el panel de evaluación, a través de la Dirección de
Presupuestos del Ministerio de Hacienda.
Guzmán (2005) indica que la evaluación se inicia con la elaboración de la

matriz de marco lógico, que comprende los diferentes niveles de objetivos

del programa a través de la identificación de su fi y propósito (objetivo

general), los objetivos específicos de cada uno de sus componentes, sus

principales actividades y sus correspondientes indicadores de desempeño y

supuestos tal como se presenta a continuación.


Teniendo como base estos antecedentes se desarrolla la evaluación
considerando los focos o ámbitos que a continuación se señalan:

Se analiza el diagnóstico o
problema que dio origen al
programa y que éste espera
resolver (o contribuir a
solucionar).
1 of 4

Análisis del ordenamiento y


consistencia del programa
considerando sus definiciones
de fin y propósito (objetivos),
sus componentes y
actividades para responder a
ellos y los supuestos bajo los
cuales se elaboraron las

2 of 4

Análisis de los principales


aspectos institucionales
dentro de los cuales opera el
programa, y de los
principales procesos,
instancias de coordinación e
instrumentos de que éste
dispone para desarrollar sus

3 of 4
El análisis se centra en la
evaluación de la eficacia,
eficiencia y economía.

4 of 4

Adicionalmente, si es pertinente, la evaluación incorpora un juicio respecto


a la sostenibilidad y continuidad del programa, considerando las
capacidades institucionales y la evolución del diagnóstico inicial con que
fue creado el programa analizado. Finalmente, sobre la base de todo lo
anterior, la evaluación entrega un conjunto de recomendaciones para
corregir problemas detectados y/o mejorar sus resultados. La duración de
estas evaluaciones es de 6 a 7 meses.
Darville (2019) plantea que como parte del proceso de EPG se genera una

clasificación se basa en el juicio evaluativo que realiza el panel de expertos

en 4 ámbitos del desempeño: diseño, implementación, eficiencia y

resultados.
Cada programa es analizado en cada ámbito, y en base a la evidencia
proporcionada durante la evaluación, se genera un juicio evaluativo (que
puede ser considerado como suficiente; insuficiente; no concluyente). Las
opciones de calificación final posible de emitir se presentan en el siguiente
cuadro:
El programa presenta un buen
diseño y buenos resultados a
nivel intermedio y final; además
de una buena evaluación en los
ámbitos de implementación y/o
eficiencia.

1 of 4

El programa presenta una buena


evaluación en alguno de los
ámbitos de diseño,
implementación, eficiencia y/o
resultados a nivel intermedio y
final.

2 of 4

El programa presenta resultados


a nivel intermedio y final no
concluyentes o insuficientes y se
advierten debilidades en algunos
de los ámbitos de diseño,
implementación y/o eficiencia.

3 of 4

El programa presenta resultados


a nivel intermedio y final
insuficientes y/o muestra
debilidades significativas en el
diseño, implementación y/o
eficiencia.

4 of 4

Si bien estas diferencias influyen en el modo en que perciben el programa,


en el juicio que se forman acerca de su funcionamiento y en el informe de
evaluación que presentan, el mismo Olavarría (2015) reconoce que, aunque
es necesario tener presente sus limitaciones, la evaluación de expertos es
una opción recomendable por la premura con que se requiere disponer de
una “opinión” acerca del programa, la baja disponibilidad de presupuesto
para la evaluación u otras restricciones.
Esta valoración positiva es respaldada por el banco Mundial, quién en 2005
efectúo un estudio de impacto que incluyo el análisis del EPG. Dentro de
las conclusiones se destaca que cumple a cabalidad con cada uno de los
objetivos para los cuales fue creado y mejora la gestión de los programas
mediante los compromisos institucionales y el seguimiento a los mismos. A
nivel del uso de la MML se determina que “ha sido sumamente valiosa para
lograr evaluaciones objetivas y sistemáticas de un gran número de
programas año tras año”.
Te invitamos a descargar el siguiente documento donde podrás observar

una síntesis evaluativa de un Programa, lo que ilustra los resultados

de una evaluación que forma parte de la línea EPG.

Sintesis evaluativa de un programa1.pdf


449.1 KB
Sección 6 de 6

Bibliografía

Bibliografía
Para conocer la bibliografía del módulo, te invitamos a

descargar el siguiente PDF.

Bibliografía4.pdf
106.2 KB

También podría gustarte