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Alimentación saludable
y sostenible
Módulo 3
Diplomado Vida Saludable
Módulo 3 Alimentación saludable y sostenible. Cuaderno de actividades
Coordinación general
Erika Lucía Argándar Carranza
Coordinación académica
Norma Sherezada Sosa Sánchez y Juan Carlos Martínez Jardón
Contenidos
La redacción de contenidos estuvo a cargo del equipo de nutrición del Fondo de las Nacionales Unidas para la
Infancia en México, por Fiorella Espinosa, Delhi Trejo, e Isabel Ferré
Revisión pedagógica
Norma Sherezada Sosa Sánchez, Yared Figueroa Ríos y Juan Carlos Martínez Jardón
El presente Módulo fue desarrollado con la asesoría y revisión técnica de la Secretaría de Salud, a través del Instituto
Nacional de Salud Pública por Gabriela Argumedo García, Carlos Alfredo Cruz Casarrubias, Alejandra Contreras
Manzano y Simón Barquera Cervera
Agradecemos las observaciones y recomendaciones de mejora de las maestras y los maestros de educación
preescolar, primaria y secundaria que participaron en la revisión de los materiales de este Diplomado.
Apoyo editorial
Irving Alegría Ramírez, Arely Hernández Ávila y Patricia Flores Espinoza
Primera edición Diplomado Vida Saludable 2021. Módulo 3 Alimentación saludable y sostenible. Cuaderno de
actividades
D.R. © 2021. Secretaría de Educación Pública. Avenida Universidad no. 1200 Col. Xoco, 03330, Alcaldía Benito
Juárez, Ciudad de México
Objetivo
Que las maestras y los maestros generen estrategias para incorporar prácticas de
alimentación saludable y sostenible en su vida cotidiana, a partir de considerar la
disponibilidad de alimentos, sus posibilidades y la cultura alimentaria familiar.
Duración: 30 horas.
Fase de
Organizador Contenido Actividades
aprendizaje
3 horas
3. Conocer
más para 6. ¿Qué es una alimentación Saber para profundizar la
alimentarse Identificación de conceptos saludable y sostenible? concientización
clave sobre alimentación.
mejor
5. Empezar
con lo posible: Planificación de una
oportunidades para 13. Hacia una alimentación Diseñar herramientas y
estrategia para una saludable y sostenible estrategias para el
hacer cambios alimentación saludable y logro de metas
sostenible.
5 horas
9 horas
Actividades - Módulo 3. Alimentación saludable y sostenible 2
1. Mi alimentación y mi entorno
Los hábitos de alimentación e hidratación se asocian con los conocimientos que tenemos y
con la dimensión social y su expresión cultural. Esto es relevante, sobre todo en un país
como México (Barros & Buenrostro, 2016), con gran arraigo a la comida tradicional. A lo
anterior se suman los cambios recientes como el impacto de la urbanización en la
disminución del tiempo destinado a preparar nuestra comida (Rivera Dommarco et al., 2018),
así como el efecto de la publicidad de alimentos y bebidas prácticamente presente en donde
quiera que estemos, que genera una asociación entre el consumo de productos empacados
y los vínculos de lealtad con las marcas y productos, particularmente en niñas, niños y
adolescentes (WHO, 2012).
Otros rasgos asociados con nuestros hábitos son los alimentos industrializados. Estos
productos están formulados o preparados para gustarnos mucho y no para nutrirnos,
provocando que se desarrolle una preferencia “irresistible”, así como la necesidad de
consumirlos en grandes cantidades sin tener la sensación de llenado que experimentamos
cuando comemos alimentos “de verdad”.
Así que hablar de alimentación obliga a pensar más allá de si un alimento es saludable o no,
por ello, te invitamos a realizar una exploración personal para revisar cómo es tu
alimentación en este momento y cómo se han ido construyendo tus hábitos.
Galletas, mentas.
Dulces, frituras.
Para seguir, te invitamos a hacer un registro de los alimentos y bebidas que sueles comer en
la calle o que compras para llevar a casa o al trabajo. Te compartimos un ejemplo y en la
parte inferior de la tabla puedes colocar tu información.
Pizza
Quesadillas
Pescado empanizado
Tamales Enchiladas de queso
Carne guisada Huevos con salchicha
Seviche de callo Cereal
Calabacitas con queso Hamburguesa
Agua de garrafón.
Agua 1 vaso 9:00 am Agua hervida con café,
café 1 tasa 9:30 am leche y azúcar.
Se ingieren alimentos saludables, sim embargo de igual manera también alimentos chatarras.
De acuerdo con lo que hasta ahora sabes sobre alimentación, ¿hay algo de la forma en que
te alimentas que consideres que no es benéfico para tu salud?, ¿por qué?
En este momento, ¿te gustaría modificar el consumo de alguno de los alimentos o bebidas
que mencionaste?, ¿por qué?
Conocer tu alimentación es una forma de conocerte mejor. Por ello, a partir de preguntas
como las anteriores te invitamos a reflexionar sobre algunas acciones que identificas como
poco saludables, pero aun así las practicas. Por ejemplo, se nos ha mencionado en múltiples
ocasiones que las botanas fritas no son buenas para nuestra salud, sin embargo, es un
alimento que consumimos con frecuencia. Puede ser que las sigas teniendo en la alacena,
ya sea porque representan una opción fácil de botana o colación, estaban en oferta o porque
siempre hay una ocasión para consumirlas: viendo una película, en reuniones con
amistades, mientras trabajas, etc.
Coloquialmente se dice “eres lo que comes” para hacer notar que hay una relación entre lo
que comemos y nuestro estado de salud. Aunque no se pueden hacer relaciones causales a
la ligera. Se sabe, por ejemplo, que a partir de los años 80´s, la población mexicana
comenzó a tener mayor acceso a los alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas hasta
llegar al punto en el que ocupa uno de los principales consumidores en América Latina
(Organización Panamericana de la Salud, 2015). Al mismo tiempo, el sobrepeso, la obesidad
y otras enfermedades crónico-degenerativas han ido en aumento (Rivera Dommarco et al.,
2018).
Para comenzar a identificar los efectos que tu alimentación puede estar teniendo en tu salud,
te invitamos a familiarizarte con el Sistema NOVA, que es una nueva clasificación de
alimentos para conocer cuáles son saludables y cuáles perjudican el cuerpo, la mente y el
planeta.
Conocer la clasificación de los alimentos es solo el inicio, ahora es el turno de identificar los
posibles riesgos a la salud asociados al consumo de alimentos o productos ultraprocesados
(PUP), incluyendo a las bebidas azucaradas (BA).
La revisión que acabas de hacer muestra que sí importa el tipo de alimentos que consumes
ya que pueden ser un factor desencadenante de enfermedades que podrías prevenir con una
mejor alimentación. Al respecto, ¿la información mencionada es nueva para ti? ¿Cuál o
cuáles fueron los efectos a la salud del consumo de PUP que más te sorprendieron?
La alimentación es una de las actividades humanas con un mayor impacto ambiental. Las
elecciones personales sobre lo que se come, dónde se compra o lo que se desecha forma
parte del sistema alimentario, el cual integra todas las actividades y elementos asociados con
procesos desde la producción, procesamiento, distribución, preparación, hasta el consumo
de alimentos (Comisión EAT-Lancet, 2019). Estas actividades provocan pérdidas de
ecosistemas y de biodiversidad, representando una amenaza a la estabilidad climática del
planeta y la degradación medioambiental; además, generan un impacto negativo en el
ambiente a través de la emisión de gases de efecto invernadero (GEI), que son aquellas
sustancias que se acumulan en la atmósfera terrestre, capaces de absorber la radiación
infrarroja del sol, aumentando y reteniendo el calor en esta.
Fuente: Puigdueta, I. & Sanz, A. (2020). ¿Podemos mejorar el planeta desde la alimentación? The conversation.
https://theconversation.com/podemos-mejorar-el-planeta-desde-la-alimentacion-144439
Como puedes ver, las decisiones que tomas sobre tu alimentación tienen un impacto en lo
social, en lo económico y, principalmente, en el medio ambiente. Una de las acciones que
permite disminuir estos efectos es elegir una alimentación sostenible que involucre una dieta
sana, con alimentos de temporada y cercanía, con un consumo consciente y responsable
que evite el desperdicio alimentario.
La alimentación es, en apariencia, resultado de las elecciones personales, sin embargo, esto
no es así del todo ya que está influida por aspectos complejos y externos a la persona.
Conocerlos es una forma de abrir la posibilidad para tomar decisiones para emprender
cambios individuales, sin olvidar la influencia del entorno.
Para iniciar este ejercicio, trata de recordar un momento de tu infancia o juventud para
reconstruir cómo era la alimentación en tu familia contestando las siguientes preguntas:
¿Cómo eran las comidas en tu casa? ¿Qué comían? ¿Qué bebían? ¿Había horarios para
comer? ¿En dónde comían?
¿Qué frases relacionadas con la comida se utilizaban? Por ejemplo: “no dejes nada en el
plato”, “hay niños sin comer en otra parte del mundo y tú no quieres tus verduras”, “no te
levantas de la mesa hasta que termines”.
Utilizar el chantaje con mis hijos para que se coman lo que no les gusta.
Comer brócoli.
Comer lentejas.
Los hábitos alimentarios son un conjunto de conductas adquiridas por una persona, por la
repetición de actos en cuanto a la selección, preparación y consumo de alimentos
(Bonvecchio et al, 2015). Estos están determinados, entre otros factores, por el ambiente
alimentario (Rivera Dommarco et al, 2018), el cual se define como el entorno físico,
económico, político y sociocultural, las oportunidades y las condiciones que influyen en las
opciones de alimentos y bebidas y el estado nutricional de las personas (Swinburn et al,
2013).
Comienza por tomarte un día completo para poner atención a tu forma de alimentarte,
registra el tiempo que destinas al desayuno, la comida y la cena y trata de identificar si
disfrutas tus comidas al convivir en familia o con tus amistades, ¿te parece suficiente?,
¿sería mejor que fuera mayor o menor?, ¿qué actividades te impiden dedicar tiempo a tu
alimentación?, ¿por qué?, ¿lo puedes modificar?
Vayamos un paso más adelante para identificar los detalles de lo que comes y así explorar a
qué se debe.
Además del entorno alimentario, las emociones y el manejo que tengamos de las mismas
tienen un rol importante en nuestra alimentación. La teoría del comer emocional sugiere que
las emociones negativas pueden inducirnos a comer, pues ello tiene la capacidad de reducir
la intensidad de estas emociones (Macht & Simons, 2010). Por ejemplo, en la presencia de
estados de ánimo negativos como enojo, apatía, frustraciones, ansiedad, estrés o
aburrimiento, presentes en situaciones de alto estrés percibido, tendemos a consumir lo que
de manera errónea se ha llamado “alimentos reconfortantes” que generalmente son altos en
azúcares y grasas, como chocolates, pastelillos, panes, frituras, helados (Palomino-Pérez,
2020).
Pero ¿qué es el comer emocional?, este concepto se refiere a usar los alimentos como un
medio para regular las emociones en lugar de que sean un recurso para calmar el hambre
(Domínguez Rodríguez, 2020). El comer emocional puede tener un papel importante en el
aumento de peso (Lazarevich et al, 2016), y se ha demostrado que tiene una correlación
importante con la obesidad y los síntomas de depresión. Otra conducta común que se la
asocia es la distracción por evitación, es decir, cuando en lugar de afrontar lo que nos
produce ansiedad o preocupación, como un conflicto laboral o familiar, tenemos una ingesta
descontrolada de alimentos (Domínguez Rodríguez, 2020).
Ahora, te invitamos a explorar por qué las emociones están asociadas a nuestra
alimentación. Identifica dos alimentos y/o bebidas que tiendas a consumir en exceso cuando
experimentas alguna emoción o cuando tus emociones se desbordan, y regístralo en el
siguiente cuadro. Te proporcionamos un ejemplo. Abajo se anexa una tabla con la
clasificación y definición de las emociones según Paul Ekman (2013) que te puede ayudar a
nombrar lo que sentiste.
Una de las medidas con mayor efectividad para contrarrestar el comer emocional, es
reflexionar y hacer conciencia de las emociones que experimentamos en deter-minado
momento y los detonantes de las mismas, a fin de actuar en consecuencia (Domínguez
Rodríguez, 2020).
Otras acciones que puedes llevar a cabo (Martínez Castro, 2020), son las siguientes:
Una dieta sostenible se alinea no solamente con las necesidades de salud de las personas,
sino también con las del medio ambiente en México y el mundo.
Los alimentos que se encuentran dentro del mismo grupo son equivalentes, es de-cir,
aportan los mismos nutrimentos, por lo que son intercambiables, y conocerlos le da variedad
a la dieta, mientras que los que se encuentran en diferentes grupos son complementarios y
conocerlos permite aumentar el valor nutrimental de la dieta. Se recomienda limitar el
consumo de azúcares y grasas, o de alimentos y productos que las contengan en cantidades
excesivas (Bonvecchio et al., 2015).
Las dietas saludables sostenibles son patrones alimentarios que promueven todas las dimensiones de
la salud y el bienestar de las personas; tienen una baja presión e impacto ambiental; son accesibles,
asequibles, seguras y equitativas; y son culturalmente aceptables.
Con base a las guías de alimentación y actividad física para la población mexicana
(Bonvecchio et al., 2015) y las recomendaciones más actualizadas a nivel internacional
(Comisión EAT-Lancet, 2020; FAO & OMS, 2019), se plantean las siguientes
recomendaciones para lograr una dieta saludable y sostenible:
La comida familiar ejerce una fuerte influencia en la alimentación. Se sabe que comer en
familia es uno de los factores del entorno que influyen en el consumo de frutas y verduras de
niñas y niños (Vidhyashree, 2015). De igual forma, los estudios empiezan a señalar una
posible relación entre la frecuencia de las comidas en familia con el mantenimiento de un
peso corporal saludable (Beltrán de Miguel & Cuadrado Vives, 2014.).
Aunado a lo anterior, las comidas familiares favorecen el desarrollo del lenguaje y las
habilidades de comunicación en niñas, niños y adolescentes, ya que estas
Asimismo, las investigaciones demuestran que las madres y los padres de familia cuyo
trabajo les impide comer con la familia manifiestan una mayor insatisfacción laboral y con su
futuro profesional. La satisfacción laboral se relaciona con el tener tiempo para llegar a casa
y participar en las comidas familiares, lo que les ayuda a estrechar lazos (Jacob et al., 2008
citado en Beltrán de Miguel & Cuadrado Vives, 2014).
Como pudiste ver, son múltiples los beneficios de disfrutar y fomentar las comidas en familia
y con amistades. Con el fin de que lleves a cabo está práctica la mayor cantidad de veces
posible, ponemos a tu consideración las siguientes acciones (Bonvecchio et al., 2015):
● Dividir las tareas, de forma que no sea sólo una persona la responsable de
preparar la comida, servirla, recoger la mesa y lavar los platos.
● Comer sentados/as y charlar. En la conversación, evitar temas que puedan
avergonzar a alguien o causar una discusión para que la comida sea un espacio
de disfrute.
Con base en lo que acabas de leer, platica con tu familia y/o tus amistades, para que
seleccionen tres sugerencias que estén dispuestas/os a llevar a cabo, y definan qué harían
para lograrlo, cómo se organizarían y qué recursos necesitarían para incorporar o
incrementar las comidas que disfrutarán en conjunto.
Después de los primeros 6 meses, las niñas y los niños pueden empezar a recibir alimentos
complementarios idealmente hasta los 2 años o más, sin abandonar la lactancia (OMS,
2013). Para este proceso llamado alimentación complementaria, es ideal comenzar con
verduras (por su sabor más neutro), seguidas de frutas, alimentos de origen animal, cereales
como maíz y leguminosas y evitando agregar sal, aceite o azúcar para que su paladar no se
condicione a esos sabores.
La lactancia materna debe de ser a libre demanda, es decir, se debe amamantar al bebé las
veces que quiera tanto de día, como de noche (OMS, 2013). Brinda muchos beneficios para
la/el bebé (OMS, 2013; UNICEF, s.f.) y la madre (González de Cosío & Cordero, 2016), por
ejemplo:
Para la madre:
De igual forma, la lactancia materna tiene beneficios para la sociedad, ya que contribuye al
desarrollo de los países pues ayuda a disminuir costos para atender enfermedades como
diabetes, cáncer, hipertensión, entre otras. En México, se estima que el costo asociado a la
salud de la niña o el niño por una mala práctica de lactancia materna va de $745.6 millones a
$2,416.5 millones anuales, y de estas cifras el costo de la fórmula infantil representa del 11 al
38% (UNICEF, s.f.).
Además, la lactancia materna ayuda en el cuidado del medio ambiente pues no produce
desechos ya que evita el uso de materiales contaminantes para publicidad, envasado y
transporte (UNICEF, s.f.).
Te invitamos a leer el siguiente texto para conocer más sobre cómo proteger la lactancia
materna:
Las verduras y frutas son alimentos mucho más benéficos de lo que nos han contado. Por su
naturaleza, son bajas en densidad de energía (pocas calorías) y de alta calidad nutrimental
debido a su alta densidad de nutrimentos saludables, en especial porque contienen vitaminas
y minerales, como vitamina A y C, potasio, cobre, flúor, fósforo, magnesio y zinc (Bonvecchio
et al., 2015). Además, tienen un alto contenido de fibra dietética, que acompaña azúcares
naturales y por lo general no tienen grasas de forma natural (excepto el coco). Otra
característica que los hace especiales es que también son fuente importante de
antioxidantes y otros fitoquímicos o fitonutrientes que, aunque no se consideran
indispensables, sí brindan múltiples beneficios y protección a la salud.
Diversos estudios han demostrado que el consumo de verduras y frutas está asociado con
una disminución en el riesgo de padecer afecciones crónicas no transmisibles como
enfermedad cardiovascular, así como ciertos tipos de cáncer (Bonvecchio et al., 2015).
Todas las personas deberíamos consumir mínimo al menos 3 porciones de verdura al día y 2
de fruta; sin embargo, 65% de las y los adolescentes y la mitad de las personas adultas
apenas consumen alguna porción diariamente (Shamah-Levy et al., 2020).
Lo ideal es consumir las verduras y frutas en forma cruda, aunque algunos componentes,
como el licopeno del jitomate, se activan con la cocción. Se recomienda también preferir la
fruta y verdura entera o en trozos y con cáscara cuando sea posible, ya que así contienen
mayor cantidad de fibra. Las verduras y frutas de temporada son más accesibles, hay más
variedad, tienen menor costo, mejor sabor y valor nutrimental (Bonvecchio et al., 2015).
Cada verdura y fruta tiene diferentes contenidos nutrimentales y, por lo tanto, beneficios para
la salud. Por ello, mientras más variedad es mejor, y una forma de conseguirlo es seleccionar
verduras y frutas de diferentes colores. Un ejercicio
Otra razón para aumentar nuestro consumo de verduras y frutas es que en general su cultivo
genera menos emisión de gases con efecto de invernadero (como dióxido de carbono,
metano y óxido nitroso), así como menos erosión del suelo, contaminación del aire y el agua,
y transferencia de la resistencia a los antibióticos a través de los alimentos de origen animal,
entre otros.
Ahora que conoces los beneficios del consumo de verduras y frutas, puedes empezar a
introducirlas en tu dieta diaria. Vamos a hacerlo.
Retomando las sugerencias anteriores y poniendo manos a la obra, investiga o crea una
receta que pueda gustarte donde las verduras y/o las frutas sean las protagonistas, utiliza
recetas que contemplen preparaciones saludables: guisadas, a la plancha, al vapor, asadas,
horneadas o en ensalada, y evita en la medida de lo posible las que sean fritas, capeadas,
empanizadas o endulzadas. Dale nombre, anota los ingredientes y la forma de preparación.
¡Compártela con tus familiares, amistades o las personas con quienes vives, y pónganse
manos a la obra!
Lechuga tipo romana (Hojas)8 Preparáramos primero los picatostes caseros. Para
Queso Parmesano al gusto ello calentamos el horno a 180º. Mientras se calienta,
frotamos el pan con un diente de ajo y lo cortamos en
Vinagre de manzana
dados. Aliñamos el pan con un poco de aceite de oliva y los
1cucharada sopera
horneamos durante 5 minutos hasta que estén dorados.
Salsa Perrins 1 cucharada Para hacer el aliño o salsa César, hacemos puré el diente de
sopera ajo que habíamos usado para frotar el pan y lo mezclamos
Aceite de oliva virgen con el aceite, la salsa Perrins, el zumo de limón, una
extra60 ml cucharada de vinagre y la yema de huevo. Batimos bien
Zumo de limón 1 cucharada hasta emulsionar y lo reservamos. Como podéis ver, en la
sopera salsa original, no se utilizan anchoas, pero sí en la salsa de
Picatostes (pan en tacos frito o la ensalada César moderna con pollo.
asado en el horno) al gusto Lavamos y secamos las hojas de lechuga romana y las
salpimentamos con esmero. Después echamos el aliño o
Yema de huevo
salsa César por encima de las barcas u hojas de lechuga
Diente de ajo romana. Completamos rellenando las hojas con algunos
picatostes y rallamos en el momento el queso
parmesano por encima para que sea bien visible.
¿Cómo te fue? Investiga o prepara más recetas para ti o en familia. Recuerda que el
consumo de frutas y verduras está relacionado con la disminución del riesgo de padecer
enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer. Tu salud y la de tu familia se
beneficiarán con estos cambios. ¡Buen provecho!
El agua es esencial para la vida. Las personas obtenemos agua de dos fuentes principales:
la que bebemos (70-80%) y la que es parte de los alimentos que comemos (20-30%). Es
importante tomar agua durante el día, para mantener un correcto estado de hidratación en
nuestro organismo, ya que de no hacerlo pueden ocurrir efectos negativos para la salud.
La hidratación del cuerpo no sólo depende de la cantidad de líquidos que ingerimos, también
es importante considerar la calidad de estos, ya que el consumo diario de agua potable
purificada es esencial para el buen funcionamiento de nuestro
El consumo de bebidas azucaradas comienza desde edades muy tempranas. Los tipos que
contribuyen con el mayor aporte energético en la población son: refrescos (carbonatados y
no carbonatados), bebidas elaboradas con jugos de fruta (con o sin azúcar) que se toman
como jugos naturales, aguas frescas, jugos elaborados con 100% de fruta, y leches
saborizadas (Rodríguez-Ramírez et al., 2016).
En fechas recientes el azúcar de caña, cultivo importante en México, ha sido sustituido por
jarabes de alta fructosa (incluidos la miel de agave y el jarabe de maíz de alta fructosa) por
ser más baratos, y estos han sido reconocidos como dañinos para la salud ya que aumentan
el riesgo de diabetes, hígado graso no alcohólico y enfermedades cardiovasculares (infarto
de miocardio, presión alta, etcétera).
Algunas sugerencias para incrementar el consumo de agua simple (Bonvecchio et al., 2015)
son las siguientes:
Para conocer más sobre la importancia de hidratarse con agua simple, te presentamos el
siguiente video:
Ahora te invitamos a reflexionar sobre las siguientes preguntas: ¿cuál es tu principal fuente
de hidratación en el día a día?, ¿cuántas bebidas azucaradas estás consumiendo al día?
Anota las bebidas azucaradas que consumes y que podrías sustituir por agua potable
purificada o bebidas sin azúcar, y escribe una acción que llevarás a cabo para lograrlo.
Te proporcionamos un ejemplo:
Son raras las veces que las ingiero, pero se pueden sustituir
Bebidas por agua o jugos naturales
alcohólicas
Se le llama carne roja a toda la carne muscular de los mamíferos, incluyendo la de res,
ternera, cerdo, cordero, caballo y cabra. Por otra parte, la carne procesada (embutidos) se
refiere a la que ha sido transformada por medio de diversos procesos como la salazón, el
curado, la fermentación, el ahumado u otros para mejorar su sabor o su conservación,
regularmente contienen carne de cerdo o de res, pero también pueden contener otras carnes
rojas, aves, menudencias o subproductos cárnicos como la sangre. Las salchichas, el jamón,
la carne en conserva, la cecina, la carne seca, la carne en lata y las preparaciones y salsas a
base de carne son consideradas como carne procesada (OMS, 2015).
Esta recomendación no solo beneficia nuestra salud, sino que también al medio ambiente ya
que las carnes rojas son los alimentos que más agua y extensión de tierra necesitan para su
producción, además de ser los que generan mayor cantidad de gases con efecto invernadero
que dañan al planeta.
Algunas estrategias (U.S. Department of Health and Human Services & U.S. Department of
Agriculture, 2015; Greenpeace, 2018) para disminuir el consumo de carnes rojas y
procesadas son:
Ahora, elige un día a la semana en el que implementarás estos platillos, conforme pase el
tiempo, puedes aumentar a dos o tres días a la semana, verás que comer rico y saludable no
está peleado y que puedes hacerlo al mismo tiempo que procuras tu salud.
El nuevo etiquetado nutrimental es una herramienta para identificar fácilmente los productos
ultraprocesados y así evitarlos. Se compone de sellos negros octogonales y leyendas
rectangulares, los cuales indican cuando un alimento o bebida empacada, al que se le han
añadido ingredientes como azúcares, grasas y sodio o sales, los contienen en cantidad
excesiva independientemente de su tamaño de porción.
Imagina que hay productos en los que 50% de su peso son azúcares. En este caso, aunque
la porción sea pequeña, sigue siendo un producto no recomendable para consumo cotidiano
y el nuevo etiquetado ayuda a identificar cuando esto ocurre de modo que podamos elegir la
versión de los productos que tenga menor cantidad de sellos, o ninguno de preferencia .
Sin duda, lo mejor es que nuestra alimentación se base en alimentos sin sellos como las
verduras, frutas, semillas, granos enteros, leguminosas y algunos alimentos de origen
animal.
Nota: Si deseas obtener más información, puedes revisar el Curso avanzado “NOM-
51. Etiquetado de advertencia”, el cual consta de 14 módulos y se encuentra en el siguiente
enlace: https://www.youtube.com/watch?v=DwEM7ir2d3g. Puedes encontrar el material de
cada módulo en el siguiente enlace: https://bit.ly/30pPqsl
Ahora bien, como ya se ha mencionado, el azúcar que se consume en exceso suele provenir
de los productos ultraprocesados, a los que se les han agregado azúcares durante su
fabricación o preparación. Aunque en México la mayoría (casi 70%) de los azúcares
añadidos en la dieta proviene de las bebidas azucaradas, también el pan dulce, las galletas y
los pastelillos, son una fuente de azúcar común. El azúcar que se agrega a los alimentos
sólo proporciona calorías y cuando se consume en exceso es dañina para la salud y
aumenta el riesgo de padecer diabetes y otras enfermedades cardiovasculares (Bonvecchio
et al, 2015). Los alimentos y bebidas que contienen azúcar agregada por lo regular no
contienen naturalmente vitaminas y minerales ni elementos protectores como los
antioxidantes.
Los azúcares naturales son diferentes de los añadidos, pues a diferencia de estos últimos,
están presentes en la fruta y la leche, y no tienen los mismos efectos negativos a la salud; de
hecho, las frutas están acompañadas de fibra y otras vitaminas, minerales y fitoquímicos
(Bonvecchio et al, 2015).
Para saber más sobre el consumo real de azúcar, además de identificar las cucharadas que
le agregas a las bebidas, habría que indagar en los productos empaquetados que llevamos a
casa. La información del etiquetado frontal y de la tabla nutrimental son herramientas útiles
para evitar o sustituir alimentos para mantener un adecuado nivel de sodio en tu
alimentación.
Ahora, te invitamos a que retomes la actividad 1 en la que identificaste los alimentos que
tienes disponibles en casa. De estos, revisa e identifica aquellos
Además del sello de “Exceso de azúcares”, ¿los productos que elegiste tienen más sellos?,
¿cuáles son? A continuación, investiga si existe una versión de los 3 o más productos que
elegiste que no tengan este sello o que tenga menor cantidad de azúcares añadidos
declarados en la tabla nutrimental. Evalúa, ¿imaginabas que esos productos tendrían el sello
“Exceso de azúcares”? ¿Los productos con menor cantidad de azúcares añadidos están
libres de sellos o qué otros sellos tienen? Concluye si puedes sustituir los productos con
sellos por versiones más saludables, es decir, con menos sellos o sin el sello de “Exceso de
azúcares” o si puedes sustituirlos por alimentos preparados en casa en los que añadas
pequeñas cantidades del nutriente.
Alternativas saludables
Ingredientes:
● ½ plátano maduro
● 1 huevo
● 2 cucharadas de yogurt griego o natural
● 1 cucharada de miel
● ¼ de taza de hojuelas de avena
● 1 cucharadita de polvo para hornear
● 1 cucharadita de extracto de vainilla
● 1 cucharadita de canela en polvo
Muele el plátano en un tazón con tenedor. Añade el huevo e integra el resto de los
ingredientes. Si lo deseas, puedes moler la avena. Mezcla muy bien y verifica que no ocupe
más de la mitad del recipiente y si lo hace cámbialo a otro, y luego mételo al microondas por
2 a 4 minutos. ¡A probarlo!
Recuerda que comer sano no tiene que ser angustiante, alimentarse es una experiencia
sensorial que debe ser disfrutada, y comer saludablemente es una acción de autocuidado
que te beneficiará en todos los aspectos.
● Prepara caldo con verduras para usarlo como base para otros platillos.
● Sustituye el consumo de alimentos procesados por alimentos frescos y naturales
(leguminosas, verduras, frutas y cereales integrales).
● Elige alimentos sin el sello de advertencia “Exceso sodio” que viene en el
etiquetado de los productos.
A continuación, te presentamos algunas opciones de alimentos con los que puedes sustituir
la sal en la preparación de tus comidas. ¿Se te ocurre cómo hacerlo? Escribe dos ideas y
ponlas a prueba en tu casa.
Molido Molido
Rebanado Rebanado
Molido Molido
Rebanado Rebanado
Molido Molido
Rebanado Rebanado
En México, el principal alimento del grupo de cereales y tubérculos que con sumimos es la
tortilla de maíz. Esta se considera un cereal integral cuando se elabora a partir del grano de
maíz molido, que es nixtamalizado para tener una mejor calidad nutrimental. Sin embargo,
también incluimos en nuestra dieta alimentos hechos con harinas refinadas como tortillas
de harina, pan dulce, galletas, pastelillos, sopas de pasta refinada, arroz blanco.
La información anterior sirve para comprender que se recomiende que, por lo menos, la
mitad de los cereales que se coman en un día sean integrales y/o enteros (Bonvecchio et al,
2015). Por ahora te pedimos que tengas presente los siguientes cereales enteros o
integrales:
Trata de recordar si en lo que comiste los últimos tres días hubo cereales. De ser así,
identifica cuántos de ellos son integrales y piensa en qué podrías hacer para incrementar
su consumo. Coloca tus respuestas a continuación.
Las leguminosas tienen un alto contenido de proteína, hidratos de carbono, fibra, vitaminas y
minerales como hierro, cobre, calcio, carotenoides, vitamina B1, niacina y folatos. Además,
por naturaleza son bajas en grasa, azúcar o sal. Son económicas, rendidoras y llenadoras,
por lo que hacen platillos accesibles para la población y sostenibles para el planeta
(Bonvecchio et al., 2015).
¡Imítame!
Para tener una alimentación sostenible que reduzca el impacto ambiental y contribuya a una
vida saludable, puedes emprender acciones que favorezcan el consumo local, reduzcan el
uso de plásticos y eviten el desperdicio de alimentos.
Como ya sabes, el impacto de la alimentación sobre el medio ambiente está relacionado con
la producción y transporte de los alimentos, que propician una mayor emisión de gases de
efecto invernadero, por lo que es importante consumir alimentos frescos y producidos
localmente en la medida de lo posible (Ritchie, 2020).
● Solidaridad
● Renovarse o morir
Fuente: Procuraduría Federal del Consumidor. (14 de septiembre de 2020). Consume local, respalda a tu barrio.
https://www.gob.mx/profeco/articulos/consume-local-respalda-a-tu-barrio?
Ahora que identificas los alimentos que se producen en tu localidad, reflexiona si los
consumes o no, ¿por qué? ¿Identificas algo que te limite a consumirlos? La distancia, por
ejemplo.
Ahora bien, ¿cuántos de los alimentos y bebidas que llevas a tu casa están en empaques,
botellas o bolsas de plásticos? El plástico es tan común en nuestras vidas que ya no lo
notamos: es práctico, barato y omnipresente. Más del 70% del plástico que usamos no se
recicla, y gran parte de esta basura es arrastrada a nuestros océanos desde las playas o
acaba en los ríos a partir de nuestras calles (FAO, 2019).
Para conocer más de cómo el uso de plásticos impacta tu salud y en el medio ambiente, te
invitamos a ver el siguiente video.
Antes de iniciar un cambio de hábitos es importante que primero tengas claro qué te motiva a
hacerlo, por lo que te invitamos a reflexionar sobre las razones que tienes para mejorar tu
alimentación. Recuerda que las motivaciones son personales y quizá este Módulo ayudó a
que tomes más conciencia de la importancia de tu alimentación, pero seguramente existen
otros factores importantes para ti. Te sugerimos no solo enfocarte en una motivación a corto
plazo, sino ahondar un poco más sobre los beneficios más amplios que obtendrás con ese
cambio como “sentirme cómoda/o con mi cuerpo”, “evitar o controlar una enfermedad”,
“sentirme más ágil”, entre otros.
Transcribe estos motivos en una hoja de papel y pégala en un lugar visible, por ejemplo, en
la puerta del refrigerador, de forma que siempre tengas presente por qué es importante para
ti hacer estos cambios.
Ahora, a partir del análisis realizado a lo largo de este Módulo, elige 2 recomendaciones que
consideres necesitas y puedes incorporar en tu vida y anótalas en la columna
correspondiente. Después escribe en la siguiente columna qué área de oportunidad
identificas para esa recomendación y posteriormente, qué quieres lograr y cómo lo vas a
hacer.
Una vez que estableciste las recomendaciones que atenderás, lo que quieres hacer y qué
harás para lograrlo, define esto último redactando una meta para cada una.
Mi meta es:
Específica Ingerir alimentos que no me gustan, pero mi cuerpo ocupa los nutrimentos.
Ya que tienes tus metas establecidas, te proponemos diseñar una estrategia para lograrlas.
Lo primero es planear con anticipación los alimentos. Lo puedes hacer tomando en cuenta
las recomendaciones revisadas en este Módulo para mejorar tu alimentación.
Recuerda que los cambios en el estilo de vida son graduales, por ello no olvides reconocer tu
progreso, por pequeño que parezca. Para acompañarte en esto, te dejamos sellos de
afirmación con leyendas sobre logros y avances. Úsalos con la frecuencia que lo decidas.
Recuerda que los pequeños cambios pueden traer grandes beneficios a tu salud y a tu
bienestar general.
Organiza una sesión para presentar la información. Puede ser en Consejo Técnico Escolar,
en junta técnica o en clase, o en otro tipo de evento, dependiendo de tu función. Ya que se
trata de una reunión de sensibilización, organízala para que haya disponibilidad y consumo
de frutas, verduras, cereales integrales, leguminosas y agua potable purificada.
Con base en esta sensibilización, invita al grupo a reflexionar sobre sus hábitos de
alimentación, en cómo estos impactan al interior del grupo/colectivo, y en cómo podrían
poner en práctica una alimentación saludable en las actividades escolares y laborales, en las
celebraciones y en la reunión de trabajo. Impulsa a que definan acciones concretas y
realistas que puedan ser implementadas por el grupo/colectivo para empezar a mejorar su
alimentación, y recuérdales que estas pueden llevarse a cabo tanto en modalidad presencial
como en línea.
Si eres docente, realiza las adecuaciones necesarias a la actividad, con apego al Plan y
Programa vigente, tomando en cuenta el nivel educativo en el que impartes clases, la etapa
del desarrollo del alumnado, el contexto, las características y necesidades de la población
con que trabajas, recuerda que la participación activa de las familias del alumnado enriquece
el trabajo colaborativo, por lo que es importante involucrarles en el desarrollo de la actividad.
¡Nadie conoce mejor que tú a la comunidad escolar con la que laboras!
Comunidad de aprendizaje
Una alternativa para llegar a más personas es a través de la Sala de Maestras y Maestros,
espacio creado para ti por la Dirección General de Formación Docente a Docentes y
Directivos. ¿Te imaginas que tus productos se publiquen en este portal y que sean conocidos
a nivel nacional?
Para obtener la constancia de este Módulo, te pedimos envíes los productos de la Actividad
14 a la cuenta de correo que te indicará el responsable de Formación Continua de tu entidad:
1) Material de apoyo y 2) Video corto.
Recuerda que, al completar los diez productos elaborados a lo largo de los módulos,
obtendrás tu constancia de acreditación del Diplomado Vida Saludable.
Zubirán.
● Department of Health and Human Services & U.S. Department of Agriculture. (2015).
2015–2020 Dietary Guidelines for Americans. 8th Edition.
http://health.gov/dietaryguidelines/2015/guidelines/
● Freeman, R. (2014). Moderate evidence support a relationship between sugar intake and
dental caries. Evidence-based dentistry, 15(4).
● Lazarevich, I., Irigoyen Camacho, M.E., Velázquez-Alva, M.C. & Zepeda Zepeda, M.(2016).
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https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0195666316
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● Montaña Blasco, M. (2020, 11 de febrero). Cada vez hay más niños obesos por culpa de los
anuncios. The Conversation. https://theconversation.com/cada-vez-hay-mas-ninos-
obesos-por-culpa-de-los-anuncios-129817
● Moreno Villares, J.M. & Galiano Segovia, M.J. (2006, 26 de julio). La comida en familia: algo
más que comer juntos. Acta Pediatr Esp., 64(11).
https://www.actapediatrica.com/index.php/secciones/nutricion-infantil/689-la-
comida-en-familia-algo-m%C3%A1s-que-comer-juntos#. YJ3PtpNKhm8
● Puigdueta, I. & Sanz, A. (2020). ¿Podemos mejorar el planeta desde la alimentación? The
conversation. https://theconversation.com/podemos-mejorar-el-planeta-desde-la-
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● Soto, J. (2020, 13 de julio) ¿Por qué es mejor consumir local que en supermercados?
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que-en-supermercados/
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