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INTRODUCCION ..............................................................................................................
2. JUSTIFICACION..................................................................................................
5. METODOLOGIA.........................................................................................................
Los profesionales de la salud que están en contacto directo con estos pacientes desempeñan
un papel importante en su seguridad, contribuyendo con la reducción de las tasas de caídas en
este ámbito. Entre los profesionales, el equipo de enfermería, por estar presentes en todo el
período de internamiento, son parte fundamental en ese proceso dado que muchas de las
medidas preventivas son realizadas por ellos.
Los pacientes desde el ingreso a una institución de salud son susceptibles a eventos adversos
derivados de la atención en salud, éstos van inmersos desde aquellos procedimientos que
requieren un mínimo contacto con el paciente, hasta los invasivos; es por esto por lo que
siempre existirá un margen de riesgo. Por esto se evidencia claramente la importancia de
vincularnos de manera más profunda sobre la aplicación de intervenciones que realiza el
personal asistencial de enfermería en los pacientes hospitalizados, para minimizar la incidencia
del riesgo de caída.
La Organización Mundial de la Salud, en adelante OMS, define el término de caída como, “la
consecuencia de cualquier acontecimiento que precipite al individuo al suelo en contra de su
voluntad” (OMS, 2012). Según la NANDA, en el dominio 11 Seguridad/Protección. Que se debe
tener en cuenta ante el cuidado que se brinda a los pacientes hospitalizados enseñando la
Clase de lesión física, incluyendo un importante diagnóstico “Riesgo de caídas” (00155) cuya
definición es Aumento de la susceptibilidad de las caídas que pueden causar daño físico.
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
De acuerdo a las recomendaciones realizadas por Casas & Cerro (2012), mediante la
aprobación del Protocolo Revisión (2012), se identifican las siguientes intervenciones: Colocar
los objetos al alcance del paciente sin que tenga que hacer esfuerzos, utilizar barandas
laterales de longitud y altura adecuadas para evitar caídas de la cama o camilla, si es necesario,
poner la cama en la posición más baja, proporcionar al paciente dependiente medios de
solicitud de ayuda (timbre) cuando el cuidador esté ausente, responder a la luz de llamada
inmediatamente, evitar la presencia de objetos desordenados en la superficie del suelo,
mantener los dispositivos de ayuda en buen estado, mantener las barandas de la cama en
posición elevada cuando el cuidador no esté presente, colocar señales que alerten al personal
de que el paciente tiene alto riesgo de caídas, proporcionar dispositivos de ayuda para
conseguir una deambulación estable, instruir al paciente que lleve las gafas (u otros
dispositivos) prescritos, sugerir calzado seguro, bloquear las ruedas de las sillas, camas u otros
dispositivos en la transferencia del paciente, disponer sillas de altura adecuada, con respaldo y
apoyabrazos para un traslado más sencillo, utilizar la técnica adecuada para colocar y levantar
al paciente de la silla de ruedas, cama, baño, etc. (camillas).
JUSTIFICACION
Para obtener un ambiente libre de riesgos deben considerarse acciones preventivas para
minimizar los factores riesgosos, los cuales pueden ser intrínsecos o extrínsecos. Los primeros
comprenden las características propias de la persona y los segundos se refieren al entorno
hospitalario.
• Factores intrínsecos.
Los factores inherentes al paciente que intervienen para sufrir una caída en el ambiente
hospitalario son diversos (Cuadro 1); sin embargo, existen algunos que se presentan con mayor
frecuencia. En cuanto al estado clínico, las alteraciones neurológicas, cardiacas, respiratorias,
metabólicas y mentales, fueron los factores intrínsecos que más incidieron en las caídas de los
pacientes (25.9%). Algunos estudios sugieren que los pacientes con el diagnóstico de
insuficiencia cardiaca congestiva, o bien, de una enfermedad de medicina general, neoplasia o
accidente cerebrovascular, pueden tener un mayor riesgo de caerse. Los pacientes con estado
emocional alterado tienen un riesgo potencial de sufrir caídas, tal y como sucede con la
ansiedad, la excitación, la desvalorización, las tendencias suicidas, la depresión, la presencia de
somnolencia, el sopor, el estupor, las alteraciones de la memoria o la conducta, la incapacidad
para comprender o cumplir las indicaciones y con los pacientes renuentes a solicitar ayuda. La
alteración del estado cognitivo es el factor más comúnmente identificado en pacientes
hospitalizados que sufren caídas; esta situación se ha descrito como confusión o
desorientación, pero la memoria limitada o la incomprensión también pueden aumentar el
riesgo de caída en un paciente. Otro factor que está fuertemente asociado con las caídas
intrahospitalarias es la deambulación; diversas investigaciones muestran que los problemas en
la movilidad y la deambulación fueron las causas que propiciaron 74 y 65% de las caídas,
respectivamente. Existen también patrones de marcha característicos de determinados
procesos patológicos que influyen en la incidencia de este accidente, como en la enfermedad
de Parkinson, el accidente cerebro vascular, las mielopatías, entre otros. Por otra parte, existe
una correlación directa entre el número de fármacos ingeridos y la predisposición a caer, de tal
forma que a partir de cuatro fármacos el riesgo se incrementa. Los hipotensores, diuréticos,
antiarrítmicos y los psicofármacos son los más frecuentemente encontrados como
responsables. Las benzodiazepinas, fundamentalmente las de vida media larga, son también
factores predisponentes. Los neurolépticos, principalmente los clásicos, pueden condicionar
caídas por la producción de parkinsonismo farmacológico, efectos anticolinérgicos
cardiovasculares o sedación excesiva. Los antidepresivos tricíclicos pueden también presentar
efectos secundarios anticolinérgicos y ser causa predisponente de caídas.
• Factores extrínsecos
Las intervenciones dirigidas a eliminar las amenazas del entorno incluyen una serie de acciones
encaminadas a detectar los riesgos de caída, tanto físico, mental y farmacológico, así como
registrar el riesgo de caída en el reporte de enfermería. Explicar la razón del uso de los
barandales para evitar la hostilidad del paciente y la familia, comprobar que el timbre esté al
alcance del paciente, mostrar el lugar del timbre de emergencia en el baño, aconsejar sobre el
uso del banco de altura y mobiliario de la unidad, acudir rápidamente al llamado del paciente,
especialmente en caso de pacientes que necesitan ayuda para ir al sanitario, acompañarlo
hasta el baño no dejarle solo y regresarlo a su cama, acercarle los objetos de uso personal
como lentes, pañuelos desechables, vaso con agua, tener disponibles para su uso el cómodo y
el orinal, el personal de enfermería debe eliminar el desorden en las unidades de los pacientes
y evitar el uso de muebles que aumenten el peligro, con el objetivo de reducir el riesgo de
caída, recomendar al paciente que se levante de la cama o de la silla lentamente para evitar el
mareo relacionado con la hipotensión postural. Son algunas de las medidas de seguridad que
el personal de salud debe llevar a cabo para evitar las caídas.
Para lograr la calidad de atención a la salud en un centro hospitalario, se toman en cuenta los
siguientes aspectos: estructura, proceso y resultado; la estructura incorpora el
comportamiento normativo, las normas, ética y valores de la sociedad, lo que determina la
organización y el desarrollo de recursos humanos y materiales; el proceso es la serie de
actividades que se realizan por y entre profesionales y pacientes, conlleva una evaluación por
medio de la observación directa o a través de la revisión de información registrada, que
permite una reproducción precisa de cómo están las cosas; el resultado se define como un
cambio actual en el bienestar del paciente, así como los conocimientos que adquiere en el
ámbito hospitalario para mejorar su salud, la satisfacción del paciente es de fundamental
importancia, como medida de la calidad de atención, porque proporciona una información
sobre el éxito del proveedor en alcanzar los valores y expectativas del paciente. La garantía de
la calidad en la atención de enfermería consiste en asegurar la calidad del servicio, que la
persona pueda comprarlo y utilizarlo, con confianza y satisfacción, dicha atención se encuentra
enmarcada en los principios de responsabilidad moral, ética y jurídica; mediante la auditoría,
evaluación y monitoreo de los procedimientos y procesos de atención, se pretende mejorar y
alcanzar el más alto nivel de eficiencia en el cuidado prestado. Bajo estos preceptos se hace
necesaria la prevención de caídas en el ámbito hospitalario.
Es en la valoración inicial donde identificamos todos los factores de riesgo relacionados con
caídas. Una estrategia para minimizar su incidencia es el uso de escalas de valoración que
identifiquen los pacientes con riesgo de caídas. Pero debemos tener en cuenta que ninguna
escala contempla todos los posibles factores de riesgo. La escala de J.H. Downton ha sido
elegida en este procedimiento para unificar criterios de cribado y transferencia de información
entre los diferentes ámbitos de actuación. Dicha escala recoge algunos de los factores con
mayor incidencia en el riesgo de caídas, siendo una escala validada, de fácil uso y aplicabilidad
en los diferentes ámbitos asistenciales. Su cumplimentación se realizará con los datos
obtenidos de la valoración inicial, sin olvidar otros factores de riesgo valorados, no incluidos en
la escala, que sean susceptibles de provocar una caída, a los cuales se aplicarán las
intervenciones necesarias. El punto de corte en la escala de J.H. Downton se sitúa en 3 o más,
que indica alto riesgo de caídas.
MARCO METODOLOGICO
Se desarrolló una investigación descriptiva, transversal con enfoque cualitativo, con el objetivo
de indagar el conocimiento del personal de Enfermería sobre prevención de caídas en adulto
mayor.
La población de estudio fue constituida por todo el personal de enfermería que trabaja en la
unidad de terapia intensiva en el período de investigación. En total, fueron 30 enfermeras/os.
Los datos serán recolectados de agosto a diciembre del 2022, mediante una entrevista
realizada en el lugar de trabajo. Para la recolección de los datos se elaboró un cuestionario
basado en la literatura científica existente sobre prevención de caídas y en modelos
encontrados en la literatura sobre conocimiento, actitudes y prácticas.
Las variables independientes del estudio son el conocimiento y las actitudes. El conocimiento
fue clasificado como "suficiente" e "insuficiente". Fue estipulado con conocimiento
"suficiente" para aquella enfermera que: a) respondió "frecuente" o "muy frecuente" a la
pregunta "¿Es la caída de los pacientes en los hospitales un evento..."; mencionó tres factores
de riesgo correctos en la pregunta "¿Los factores que influyen en la ocurrencia de caídas de los
adultos mayores en los hospitales son...?"; c) citó tres consecuencias de las caídas en la
pregunta "¿Son consecuencias de las caídas en los hospitales...?"; d) respondió "sí" a la
pregunta "¿Hay formas de prevenir las caídas del adulto mayor en el hospital?", y e) mencionó
tres formas correctas de prevenir las caídas en los hospitales.