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ESTUDIANTES :

LUISA FERNANDA SUAREZ 


JOHAN ANDRES JIMENEZ PEÑUELA
JAMES RODRIGUEZ

PROFESOR:
ORLANDO ALBARRACIN 

UNIVERSIDAD MILITAR NUEVA GRANADA 


FACULTAD DERECHO 
BOGOTÁ D.C 
2022-2
CASO MAPIRIPAN
SP 7135-2014, MP Eugenio Fernández Carlier
5 Junio 2014

El caso se refiere a la responsabilidad internacional del Estado por la muerte, lesiones y


abusos cometidos en contra de pobladores de la localidad de Mapiripán por parte de
agentes paramilitares, así como la falta de investigación y sanción de los responsables en
este entorno se logra evidenciar una vulneración clara de los siguientes derechos de la
convención interamericana de los derechos humanos - Artículo 1 (Obligación de respetar
derechos) - Artículo 4 (Derecho a la vida) - Artículo 5 (Derecho a la integridad personal) -
Artículo 7 (Derecho a la libertad personal) - Artículo 8 (Garantías judiciales) - Artículo 25
(Protección Judicial) también de otros tratados como Artículos 1, 2, 6 y 8 (Convención
Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura también podemos evidenciar los otros
instrumentos internacionales citados como lo fue Principios Rectores de los
Desplazamientos Internos - Convenios de Ginebra de 1949 - Protocolo adicional I a los
Convenios de Ginebra - Convención sobre los Derechos del Niño - Manual de las Naciones
Unidas sobre la Prevención e Investigación Efectiva de Ejecuciones Extrajudiciales,
Arbitrarias y Sumarias
En el presente escrito se va a realizar un breve recuento de los hechos de los cuales fueron
participes, distintos miembros de las fuerzas militares como es el caso de Brigadier General
del Ejército JAIME HUMBERTO USCÁTEGUI RAMÍREZ de los delitos de homicidio
agravado en concurso homogéneo y sucesivo, concurriendo los de secuestro agravado en la
misma modalidad, mientras que lo condenó como autor del ilícito de falsedad material de
servidor oficial en documento público, de los cuales resulto absuelto de todo tipo de delito
en su contra otro de los principales ejecutores de este caso en concreto fue —, Hernán
Orozco Castro como autor, por omisión impropia, del concurso homogéneo y heterogéneo
de los punibles de homicidio agravado y secuestro agravado y como coautor de falsedad
material de servidor público en documento público.
Ahora bien vamos a ir mencionando, los hechos que fueron claves dentro de este
suceso como que El 12 de julio de 1997 arribaron al aeropuerto de San José del Guaviare
dos aeronaves provenientes de los municipios de Apartadó y Necoclí, localizados en el
Urabá Antioqueño, transportando aproximadamente treinta integrantes de las Autodefensas
Unidas de Colombia, hecho que es bastante importante para este caso ya que no hay
ninguna justificación clara para este especie de operación que fue ejecutada con éxito, sin
embargo Posteriormente los hombres se dirigieron por vía terrestre hacia el sitio conocido
como «Trocha Ganadera» para reunirse con otros miembros de esa agrupación que
operaban en los Llanos Orientales, trasladándose así un número aproximado de ciento
cincuenta sujetos por vía fluvial y terrestre hacia el municipio de Mapiripán (Meta), lugar al
que llegaron en la madrugada del 15 de julio sobre las 5 de la mañana como era de
suponerse en ese sitio empezaron una incursión armada, así como en el corregimiento
aledaño denominado La Cooperativa, allí impidieron la libertad de locomoción y
comunicación de los habitantes, clausuraron las vías de acceso terrestres y fluviales,
cerraron oficinas públicas, retuvieron y ultimaron a varios de sus pobladores tras señalarlos
de ser auxiliadores de la guerrilla, desmembraron sus cuerpos y luego los lanzaron al río
Guaviare. Pese a que desde el 15 de julio de 1997 el Comandante (E) del Batallón de
Infantería «Joaquín París», Mayor Hernán Orozco Castro, había sido informado de la
situación por comunicación telefónica sostenida con el Juez Municipal, Leonardo Iván
Cortés Novoa, y que aquél ese mismo día llamara también por teléfono al Comandante de
la Séptima Brigada, Brigadier General JAIME HUMBERTO USCÁTEGUI RAMÍREZ, —
quien le solicitó pasarle por escrito tal reporte, que se materializó mediante oficio 2919 del
15 de julio, recibido vía fax al otro día—, el sometimiento de la población se prolongó
hasta el 20 de julio de la anualidad en cita, en tanto que el Ejército Nacional hizo presencia
sólo el 21 de julio, cuando los miembros de las Autodefensas ya se habían marchado.
En un entorno donde se supone que las fuerzas militares deben salvaguardar el buen
funcionamiento de un entorno y la seguridad los hechos objeto de investigación no guardan
relación alguna con el servicio, circunstancia que confidencialmente también deja sin
efectos el fuero penal militar, pues conforme al citado artículo 221 de la Carta el mismo
sólo cobija a los uniformados que se juzguen por hechos acaecidos en relación con el
servicio, por lo cual tanto el General como el hoy Coronel de que aquí se habla deben ser
definitivamente juzgados por la justicia ordinaria, regla general de competencia.
Mirando un poco la cita doctrinal y jurisprudencial se logra evidenciar que explica que en
la resolución de acusación se dijo expresamente que el reproche penal se le hacía por no
haber actuado en defensa de los pobladores de Mapiripán, estando en el deber jurídico de
hacerlo, toda vez que tenía el mando operacional sobre el Batallón «Joaquín París» y, por
contera, la posición de garante sobre esa localidad.
El cargo primero establece la falta de individualización de los delitos por los que se profirió
condena. Indeterminación del número de víctimas de los delitos de secuestro y homicidio,
así como su identificación, por lo que “no” es posible proferir fallo de condena.
● Individualización: (identificación) Cuando se dan atentados continuados o de
masa, contra varios BJT personalísimos, no se deben agrupar, pues por cada
transgresión, hay un delito. No es solo una conducta, si se dan varios al mismo
tiempo. Es por esto que, en ese caso, cada delito/bien jurídico afectado, debe ser
analizado separadamente. Integridad personal, vida, libertad, libertad sexual, honor.
● Cuantificación: Es diferente de la individualización (número total).

Para efectos de la absolución mediante el fallo, resulta carente de importancia, la


individualización y cuantificación de todas las víctimas, ya que, para fijar la pena, resulta
necesario contar con el conocimiento de por lo menos una de las víctimas, en las
condiciones de tiempo, modo y lugar descritas sobre el punible. Para el Tribunal, el número
de homicidios no fue un factor tenido en cuenta, que la circunstancia de desconocimiento
de la individualización de todas las víctimas, no implica la indeterminación de los hechos
que se le atribuyen al procesado, como para que se configure una causal de nulidad, por
transgresión del debido proceso, pues la imputación fáctica corresponde a varios delitos de
homicidio y secuestro agravados, la mayoría de cuyas víctimas se encuentran identificadas.
Respecto al segundo cargo de falta de consonancia entre la acusación y la sentencia, como
el tópico a abordar tiene relación con la participación omisiva en delitos de resultado, la
Sala se referirá previamente a la figura de la posición de garante, toda vez que el
demandante denuncia que su asistido fue acusado en tal calidad (por omisión), de los
delitos de homicidio y secuestro agravados, pero condenado en segundo grado, finalmente
como coautor (por acción).
Falta de congruencia. Al respecto, el casacionista denuncia que se acusó a un sujeto
procesal en calidad en omisión, por los delitos de homicidio y secuestro agravados, pero
condenado por el ad quem como coautor (acción), cambiando la imputación fáctica y la
dimensión jurídica de la acusación.
 Nexo de evitación: La conducta esperada, que de haber sido realizada, el sujeto
habría interrumpido o evitado el resultado, y a fin de equiparar la causación de este
y la relación del omitente con el bien protegido, y su función de protección y
vigilancia.
 Posición de garante: Es el deber jurídico que tiene el autor de evitar un resultado
típico, ubicación que le imprime el obrar para impedir que éste se produzca cuando
es evitable. = Garante de la evitación del resultado. Garantenstellugen. Obligaciones
normativamente específicas para los servidores públicos, que, como agentes
estatales de atender los fines esenciales del Estado y velar por la conservación de los
BJT. (art. 2, C.Pol.).
 Cláusula de equivalencia: La omisión se equipara a la acción, cuando no se impide
o evita conscientemente el resultado. No evitarlo, equivale a producirlo.

Sobre este cargo, la Corte estipula analizar profundamente si la existencia de tal desarmonía
jurídica, y si ello genera efectos desfavorables para los sujetos procesados, o, reforma la
pena para los atores determinadores. En caso de que de tal desarmonía no dimanen cambios
sustanciales al resultado fáctico, por haberse ceñido fielmente a los hechos objeto del
proceso, no se considera que se incurrió en ningún vicio. Para el caso de la omisión y la
acción, el resultado punitivo no varía, pues resultan idénticas a las inicialmente pactadas,
aunque se desarrollen otros aspectos para su consideración.
La congruencia, según la sala, debe predicarse de la imputación fáctica y la adecuación
típica, no de la conducta formulada en la resolución de acusación y/o argumentación
dogmática respecto de la teoría del caso asumida. Por lo tanto, habrá incongruencia cuando:
 se condena por hechos o delitos distintos a los contemplados en la acusación
 por un delito no mencionado fáctica ni jurídicamente en el pliego de cargos;
 por delito imputado pero incluyendo alguna circunstancia genérica o específica que
implique una pena mayor, o suprimiendo una genérica o específica de menor
punibilidad que si fue tenida en cuenta en la acusación.
Es menester determinar la competencia del sujeto, es decir analizar si le correspondian los
deberes de seguridad en el tráfico o de protección frente a estos bienes jurídicos para lograr
evidenciar si el resultado era evitable.
Respecto del tercer cargo respecto a la violación indirecta de la ley sustancial frente a la
carencia de mando operacional sobre la tropa llamada a repeler la incursión paramilitar y de
cuya se pretende modificar la condena proferida en contra del Brigadier General Uscategui
Ramirez, se debe hacer especial énfasis en que el deber de evitar un resultado le
corresponderá a quien tiene que garantizar su evitación, en este caso un militar debe
proteger y defender el bien jurídico contra todas las formas que puedan lesionarlo para
garantizar la indemnidad del mismo, aquí para cumplir con su deber de protección a la
población de Mapiripán, Uscátegui, aunque no tuviera el poder operacional, debía: (i)
informar de esa delicada situación a su comandante superior o (ii) trasladar esa información
al Comandante de la Brigada Móvil Nº 2 a fin de que tomara las acciones pertinentes, toda
vez que Hernán Orozco nunca se dirigió a esa brigada móvil para informar lo que estaba
sucediendo. Ningún miembro de la F.P. puede mantenerse estático alegando que no era su
jurisdicción, mucho menos un brigadier general.
Esta injustificada omisión de no informar a quien sí tenia mando operacional, para que
desplegara acciones le correspondía un accionar administrativo de información y
comunicación entre los altos mandos, desde su posición de garante. Tanto el mando
operacional como administrativo convergen, cuando es necesario, pues aunque sean
divergentes una de la otra, se coadyuvan entre sí.
La Corte hace enfasis que la responsabilidad de Uscategui deriva en que tuvo oportuno y
especial conocimiento de los graves acontecimientos que estaban ocurriendo, pero que sin
embargo guardo silencio al punto de omitir cualquier informacion a sus subalternos,
compañeros o superiores, omitiendo un comportamiento que pudiera repeler la masacre a
los ciudadanos para que acudieran tropas en la zona y evitar mas daño en aras de proteger a
la comunidad. Es por ello que tanto en la acusación como en la condena se determina la
falta de actuación, en incumplimiento de su deber.
Se descarta la alianza de Uscategui con el grupo de autodefensa que ejecuto la masacre,
precluyendo la investigacion por el delito de concierto para delinquir,y dejando claro que
su grado de participación lo es a titulo de autor de un delito de omisión impropia.
El fallador de segundo grado destacó la actuación de los miembros de las Fuerzas Militares
para la realizacion del hecho criminal ejecutado por las autodefensas como coautores
impropios por acción, concluyendo que hicieron parte de una arbitraria y dolosa actuación,
desanparando la población de Mapiripan. Su interveción además atiende a un
comportamiento de comisión por omisión, al fijarse su posición de garantes.
Es por ello que se determina que no hubo error de prohibición en la conducta del
procesado: al pensar que como no era su jurisdicción, su omisión no era contraria a
derecho, en virtud de su limitado mando. En el marco de la posición de garante, no vale la
máxima “ante la duda, abstente”: Por el contrario, surge, que ante la duda, se verifique,
proteja, prevenga, constate, a fin de no omitir los deberes constitucionales, propio de un
Estado Social de Derecho.
El Art 28 del Estatuto de Roma, en lo que respecta a la responsabilidad de un jefe militar
establece que será penalmente responsable en razón de no haber ejercido un control
apropiado cuando:
“ No hubiere adoptado todas las medidas necesarias y razonables a su alcance para
prevenir o reprimir su comisión o para poner el asunto en conocimiento de las
autoridades”.

Finalmente, al revelarse en el aludido oficio se narraba minuciosamente no sólo el número


de sujetos provenientes de otro lugar del país, la clase de armas, la posibilidad que su jefe
estuviera allí, sino también las acciones que iniciaron, como el cerco de la población, los
allanamientos a las viviendas y con lista en mano se llevaban a varios de sus habitantes,
acciones que para la Corte aún careciendo de dicho mando operacional, a fin de cumplir
con su posición de garante el procesado no debía agotar una actividad de inteligencia y
luego sí reproducir la información al comandante que él considerara competente para
desarrollar la operación militar, pues su actuación debía ser inmediata y no condicionarse a
que los datos suministrados por el Mayor Orozco Castro fueran confirmados a través de un
procedimiento de verificación que podría demandar tiempo valioso en momentos en que era
urgente una respuesta de las tropas ante el auxilio requerido por la población.
En suma a todo lo ya mencionado la Corte decide que no prospera dicho cargo, y hace
especial énfasis en que los servidores públicos son responsables no sólo por infringir la
Constitución y las leyes, sino por omisión o extralimitación en el ejercicio de sus funciones,
esa total indiferencia frente a tan delicada información recibida, lo hace responsable en este
proceso, porque una vez fue avisado del hecho, solicitándole que prestara el apoyo
necesario, bajo la posición de garante, no hizo el menor esfuerzo por realizar alguna acción
de salvamento de las inminentes víctimas, incumpliendo así su misión institucional
garantizando una eficaz y oportuna intervención, con mayor razón frente a graves
violaciones de derechos humanos.
Finalmente, se resuelve NO CASAR la sentencia por razón de las censuras formuladas en
la demanda presentada por el defensor de JAIME HUMBERTO USCÁTEGUI RAMÍREZ,
contra la sentencia de 23 de noviembre de 2009 del Tribunal Superior de Bogotá. 2.-
PRECISAR que la condena impuesta al Brigadier General JAIME HUMBERTO
USCÁTEGUI RAMÍREZ y el entonces Mayor –hoy Teniente Coronel en retiro–, Hernán
Orozco Castro, en relación con los delitos de homicidio agravado en concurso homogéneo
sucesivo, en concurso heterogéneo con los de secuestro agravado es a título de autores
(comisión por omisión), dado que ostentaban la posición de garantes de la población de
Mapiripán, surgida de la competencia institucional, como miembros de la fuerza pública.
3.- EXCLUIR como víctimas a Manuel Arévalo, Hugo Fernando Martínez Contreras,
Diego Armando Martínez Contreras y Gustavo Caicedo Rodríguez. Contra esta decisión no
procede recurso alguno.

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