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Decreto 67: es un decreto del 2018, en este decreto se aprueban y establecen las normas mínimas
nacionales sobre evaluación calificación y promoción, es importante este decreto porque el vino a
resolver ciertos problemas que habían respecto de la evaluación con los decretos exentos 511 de
1997, N° 112 de 1999 y N° 83 de 2001 todos del Ministerio de Educación (Mineduc).
Evaluación: es el conjunto de acciones liderados por los profesionales de la educación para que
tanto ellos como los alumnos y las alumnas puedan obtener e interpretar la información sobre el
aprendizaje con el objeto de adoptar decisiones que permitan mover el progreso del aprendizaje a
no alimentar los procesos de enseñanza.
La distinción que hace este decreto entre evaluación y planificación, se entienden como las
instancias separadas que pueden estar juntas pero que no hay una necesidad específica de ello.
No toda evaluación debe conducir a una calificación y en ese sentido la evaluación que propone
el decreto tiene que ver con el acompañamiento.
Evaluación de Aula
La evaluación en aula tiene la distinción o la característica del uso formativo y el uso sumativo.
Uso formativo: tiene que ver con el monitoreo y el acompañamiento del aprendizaje. El nuevo
concepto que introduce el decreto tiene que ver con la evidencia del desempeño, la evidencia del
aprendizaje que implica ir mirando en el proceso formativo ir acompañando a esta evidencia ir
analizando e ir a interpretando.
Evaluación sumativa: tiene como objeto certificar y calificar los aprendizajes de los estudiantes.
Existe una relación entre la representación del logro de aprendizaje con la certificación y
con la calificación.
La nota viene a ser como un lenguaje que se comparte con los estudiantes y con la
comunidad completa. (si yo me saco un 7 tengo una idea de que soy un buen estudiante y
si yo me saco un 4 tengo una idea de que soy un estudiante regular) .
Artículo 4.- el proceso de evaluación como es una parte intrínseca del proceso de la enseñanza por
lo tanto puede usarse formativa o sumativamente (no excluye la evaluación sumativa y además
insiste o propende al uso formativo de la evaluación).
Articulo 18.- tiene que ver con las disposiciones que se expliciten las estrategias que use que se
utilizarán para potenciar la evaluación formativa.
Evaluación formativa: tiene que ver con una práctica donde se conforma un camino pedagógico
que recorremos con los/las estudiantes. (la idea de acompañamiento siempre está presente en el
decreto y siempre está presente también en la evaluación formativa)
¿Hacia donde
¿Donde estoy?
voy?
La evaluación formativa hay que pensarla también como una ruta que tiene sentidos compartidos
entre docentes y estudiantes, justamente el decreto lo que hace es abrazar este camino y
acompañar los procesos pedagógicos que son es necesario para poder ir acompañando y
observando el aprendizaje de las estudiantes.
Generar Hacer
espacios de preguntas,
evaluación, buenas
coevaluación.
Prácticas preguntas...
formativas
de aula
Actividades
Definir
desafiantes,
instancias de
autenticas,
retroalimenta
alcanables y
ción
diversas
Aula: Cualquier espacio de aprendizaje en el que hay interacción entre docentes y estudiantes, por
tanto, no solo se refiere a la sala de clases.
Evidencia: se refiere a todo aquello que las y las estudiantes hacen decir dicen y escriben etcétera
que demuestra su aprendizaje.
Interpretar: en este contexto, se entiende como una inferencia que deriva en un juicio evaluativo
sobre el aprendizaje, juicio construido a partir e la evidencia del aprendizaje de los/las estudiantes
en relación con los objetivos de aprendizaje.
“Esta cultura (…) es construida por cada actor en lo individual y en lo colectivo, ya que cada
persona crea y recrea a través de interpretaciones de situaciones especificas y a través de su
comportamiento, el mundo en el que vive”. (Schein, 1992; en Valenzuela, Ramirez y Alfaro, 2011)
“En el enfoque evaluativo que enmarca este decreto, centrado en el aprendizaje, se debe procurar
que la o el estudiante tenga una participación activa en los procesos de evaluación. Esto se
promueve, por una parte, creando instancias en que los y las estudiantes puedan involucrarse de
forma más directa en la evaluación, por ejemplo, al elegir temas sobre los cuales les interese
realizar una actividad de evaluación o sugerir la forma en que presentaran a otros un producto;
y, por otra, generando experiencias de auto y coevaluación que permitan a los y las estudiantes
desarrollar su capacidad para reflexionar sobre sus procesos, progresos y logros de aprendizaje”.
(Principio i, p.54)