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DEFINICIÓN DEPREHISTORIA

La prehistoria es el periodo de la vida humana anterior a los documentos escritos. Dicha época se conoce por
vestigios como los instrumentos, las construcciones, las pinturas rupestres o los huesos. El término también se utiliza para
nombrar al estudio de dicho periodo y a la obra que versa acerca de la época.

La prehistoria, por lo tanto, abarca desde la aparición del primer ser humano hasta la invención de la escritura (alrededor
del año 3.000 a.C.). Sus límites no son exactos (la escritura no se desarrolló al mismo tiempo en todas las regiones del
planeta, por ejemplo), mientras que algunos historiadores sostienen que la historia debe abarcar todo el acontecer humano
y, por lo tanto, no puede existir la prehistoria tal como suele mencionarse.
Según el continente de que se trate, nos encontramos con unas diferencias en cuanto a la hora de clasificar la Prehistoria. Así,
por ejemplo, en Europa se establece que aquella está conformada por dos grandes grupos: la Edad de Piedra y la Edad de los
Metales. Esta última por su parte se divide en Calcolítico, Edad del Bronce y Edad de Hierro.

En el caso de América, por su parte, esa clasificación se establece en cuatro etapas claramente delimitadas que serían el
Periodo Lítico, el Periodo Arcaico, el Periodo Formativo y finalmente el umbral.

No obstante, de manera general se considera que la Prehistoria está conformada por tres periodos:

Paleolítico (2.500.000 años – 6.000 años). De este tiempo lo más significativo es que el ser humano utilizaba para sus tareas
piedras talladas así como palos y huesos. Fue aquí donde se llegó a descubrir el fuego y también hay que subrayar el hecho de
que el hombre ejercía no sólo como recolector sino también como cazador.

Neolítico (hace 5.000 años). Es en esta fase cuando aparecen los primeros asentamientos ya que el hombre deja de ser
nómada. El motivo para que esto se produjera es que descubre lo que es la agricultura y la ganadería. Ya empieza a realizar el
pulimiento de piedras, cerámica e incluso prendas textiles.

Edad de los Metales. Tres son las fases que a su vez se produjeron dentro de este periodo: Edad del Cobre, Edad del Bronce y
Edad del Hierro, que llevan su nombre en base al material que el hombre fue utilizando en mayor medida.

En general, suele considerarse que el final de la prehistoria y el comienzo de la historia está marcado por diversos procesos
que incluyen la modificación del hábitat, el surgimiento del poder administrativo, el avance de la socialización y la
intensificación de los intercambios comerciales.

La arqueología, especialidad que estudia las sociedades a través de sus restos materiales, es la ciencia que se encarga de
lo referente a la prehistoria. Cuenta con el apoyo de ciencias auxiliares como la antropología y la etnografía.
Prehistoria también se utiliza para nombrar al periodo en que se incuba un determinado movimiento cultural, científico,
político, etc. (“La década de 1960 fue la prehistoria de Internet”) y al periodo que antecede a un momento de especial
significación (“La prehistoria de la NBA se encuentra en los míticos partidos de la ABA”).
DEFINICIÓN DE CLÁSICO
El término latino classĭcus llegó al castellano como clásico, un adjetivo que tiene diferentes acepciones. La primera acepción
mencionada por el diccionario de la Real Academia Española (RAE) alude al periodo temporal en el cual un pueblo,
una cultura o una expresión artística alcanzan su máximo grado de desarrollo.
Se conoce como Antigüedad clásica, en este sentido, al periodo
greco-romano donde se registraron grandes avances. Por lo general se
considera que se inicia en el siglo V antes de Cristo y se extiende
hasta el siglo II d.C., abarcando esta parte de la historia de
la Antigua Grecia y la Antigua Roma.
Puede decirse, a nivel general, que lo clásico es digno de admiración y
de imitación. Forma parte de una clase que se considera superior y
que, por lo tanto, sirve como modelo.
En el terreno artístico, un creador o una obra pueden recibir el calificativo de clásico por su alta calidad o por
su popularidad. Por ejemplo: “Las novelas de Agatha Christie son un clásico de la literatura policial”, “James Cameron es
el director de varios de los clásicos más importantes del cine contemporáneo”, “El Álbum Blanco es un clásico de Los
Beatles”.
En los ejemplos anteriores podemos apreciar diferentes matices en el uso del término “clásico”: por un lado tenemos aquellas
obras que fueron lanzadas al mercado hace muchos años y que, debido a su gran éxito, se han convertido en artículos dignos
de ser recordados más allá de su época; pero también están las creaciones que cautivan al público de manera inmediata y
reciben este calificativo incluso al poco tiempo de haber sido presentadas.
En este caso podemos hablar de clásico instantáneo, un concepto muy usado en el ámbito del cine, los videojuegos, la
música y la literatura. Dada la naturaleza subjetiva del arte, por otro lado, esta etiqueta honorífica no es garantía de calidad
para todos los consumidores; de hecho, muchas veces se otorga por conveniencia, por ciertos intereses económicos, con lo
cual carece absolutamente de peso.
Aquello que respeta las normas establecidas y las tradiciones o que resulta típico también se califica como clásico: “Me
gusta usar ropa clásica, nada estrafalario”, “Decidimos vender los muebles clásicos y comprar piezas vanguardistas”.
Los productos clásicos poseen un estilo que no rompe con la moda, que no llama la atención sino que se acomoda
perfectamente y cumple su función sin generar cambios. Esto puede ser considerado un factor positivo para las personas más
conservadoras, pero negativo para aquéllas que siempre buscan nuevas experiencias en la vida.

Sobra decir que el estilo clásico no es inherentemente positivo o negativo,


sino que simplemente es uno más, que cualquier persona debería ser libre de escoger o rechazar sin que esto le acarrease
críticas o desprecio. Sin embargo, en la realidad de muchos ámbitos elitistas (y algunos, no tanto) siempre se mira con mayor
estima que la vanguardia.
La música clásica, por ejemplo, es un concepto muy particular. En primer lugar, suele usarse para hacer referencia a la
“música académica”, para contrastarla con la “popular”; esto quiere decir que no se trata necesariamente de las obras que
fueron compuestas durante el clasicismo musical, sino de las piezas que deben ser interpretadas por orquestas sinfónicas,
pianos y cantantes líricos.
A pesar de que una obra clásica no posee un valor inherente, la gente suele respetar la música clásica más que la
contemporánea, olvidando que en un punto de la historia también fue contemporánea y popular.
En varios países, clásico es un partido o un evento deportivo de mucha trascendencia, que suele enfrentar a
competidores de gran rivalidad: “Boca Juniors y River Plate serán protagonistas mañana de una nueva edición del clásico
del fútbol argentino”.

DEFINICIÓN DE ANTIGÜEDAD
El término latino antiquĭtas llegó al castellano como antigüedad. El concepto hace referencia a la condición o la
propiedad de antiguo: que tuvo lugar en un tiempo pasado y lejano o que pertenece a él.
La noción puede utilizarse para nombrar a dicho tiempo pretérito. Por
ejemplo: “En la antigüedad, la gente solía reunirse alrededor de la radio
para escuchar el relato de los eventos deportivos más importantes”, “Esas
cosas ocurrían en la antigüedad, ahora es distinto”, “No entiendo cómo en la
antigüedad podían vivir sin teléfonos ni Internet”.
La historia denomina Edad Antigua a la época en la cual surgieron y se
desarrollaron las primeras civilizaciones. De manera convencional, se suele
usar la invención de la escritura como punto de referencia para estudiar el
comienzo de la historia antigua.
Se conoce con el nombre de antigüedad clásica al período greco-romano perteneciente a la Edad Antigua, el cual duró
mucho tiempo y se ubica entre la alta y la baja antigüedad. Más específicamente, se trata del momento en el cual la antigua
Roma y la antigua Grecia llevaron a cabo el desarrollo de la civilización greco-romana, también conocida como el mundo
grecorromano.
Los objetos cuyo valor radica en el paso del tiempo también se denominan antigüedades: “Todos los domingos se organiza
una feria de antigüedades en la plaza del centro”, “Para mi cumpleaños, mi madre me regaló una preciosa antigüedad
china que he ubicado en el salón de mi casa”, “Tengo varias antigüedades para vender”.
La importancia de este tipo de antigüedades radica en que se trata de elementos que caracterizan a un período pasado y que
en la actualidad ya no se utilizan. Las máquinas de escribir pueden ser consideradas como antigüedades debido a que
las computadoras (ordenadores) las han reemplazado.
Resulta difícil describir las sensaciones que una antigüedad puede despertar en las personas más sensibles al paso del tiempo
y al desarrollo de la cultura. Un objeto creado hace siglos, o incluso décadas, puede significar un hallazgo incomparable
para un investigador al punto de cambiarle la vida. Sin embargo, esto mismo puede ser absolutamente inútil ante los ojos de
otro individuo.
El valor de una antigüedad es, por lo tanto, relativo al observador. En
el ámbito de la música académica, por ejemplo, hay quienes dedican gran parte de su tiempo a la búsqueda de obras que
hayan quedado en el olvido. Cada vez que se cruzan con una partitura centenaria que lleve siglos en la oscuridad, viven una
alegría insuperable; para una persona que no sabe leer música, esto puede no ser más que un libro extranjero que jamás
leerán y que quizás venderían por unas monedas en un mercado de pulgas.
La cantidad de meses o años que una persona lleva en un puesto de trabajo o en un cargo también se conoce como
antigüedad: “Tenía veinticinco años de antigüedad en la empresa cuando me echaron por una reestructuración”, “Cuando
cumplas un año de antigüedad, podrás elegir en qué turno prefieres trabajar”, “No creo que sea saludable que un alcalde
tenga una antigüedad de más de una década en el cargo”.
Del mismo modo que los objetos denominados antigüedades suelen tener un valor incalculable para ciertas personas, cuanto
más tiempo permanecemos en un puesto de trabajo más importantes nos volvemos para el empleador. La antigüedad en
una empresa es una variable determinante en cuestiones tales como el salario, las vacaciones y los permisos especiales.
Cabe señalar que la antigüedad en un puesto de trabajo puede convertirse en un obstáculo si el empleado comienza a
demandar ciertos privilegios que la compañía no está dispuesta a darle, ya sea por no considerarlos razonables o bien por
no contar con los recursos necesarios. En estos casos, no es raro que la situación acabe en un despido por razones poco
claras, como resultado de un silencioso complot por parte del empleador para conseguir que el trabajador cometa un error
imperdonable.

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