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ANTOLOGIA

LITZY FERNANDA CRUZ


HUITRON
GRADO:1 GRUPO:V
TALLER DE LECTURA Y
REDACCION
INDICE
1- 5 CUENTOS………
LOS TRES CERDITOS
EL PATITO FEO
PINOCHO
BLANCA NIEVES
EL NIÑO Y LOS CLAVOS
2- 5 FABULAS
EL CABALLO Y EL ASNO
EL CONGRESO DE LOS RATONES
LA LECHERA
LA CIGARRA Y LA HORMIGA
EL LOBO CON PIEL DE OVEJA
3- 5 LEYENDAS
LA LEYENDA DEL MAIZ
LA LEYENDA DE LA LLORONA
LEYENDA DE LA LLERBA MATE
LEYENDA DEL SOL Y LA LUNA
LEYENDA DE LAS 5 AGUILAS
4- 5 MITOS
LA CAJA DE PANDORA
EL NACIMIENTO DE AFROITA
EL ORIGEN DE MEDUSA
MITO DE SISIFO
LA CALAVERA
5- NOVELA
LAS GITANAS

6- 2 HISTORIETAS
EL BUENO Y EL VIEJO
CUIDA TU MEDIO AMBIENTE

7- CHISTES
8- REFRANES
9- CANCIONES
MI CREDO
AMOR DE CINE
EL MALO

10- ADIVINANZAS
LOS TRES CERDITOS En un pueblito no muy lejano, vivía una mamá cerdita junto con sus tres
cerditos

Todos eran muy felices hasta que un día la mamá cerdita les dijo:
—Hijitos, ustedes ya han crecido, es tiempo de que sean cerditos adultos y vivan por sí mismos.
Antes de dejarlos ir, les dijo:
—En el mundo nada llega fácil, por lo tanto, deben aprender a trabajar para lograr sus sueños.
Mamá cerdita se despidió con un besito en la mejilla y los tres cerditos se fueron a vivir en el mundo.
El cerdito menor, que era muy, pero muy perezoso, no prestó atención a las palabras de mamá
cerdita y decidió construir una casita de paja para terminar temprano y acostarse a descansar.
El cerdito del medio, que era medio perezoso, medio prestó atención a las palabras de mamá cerdita
y construyó una casita de palos. La casita le quedó chueca porque como era medio perezoso no
quiso leer las instrucciones para construirla.
La cerdita mayor, que era la más aplicada de todos, prestó mucha atención a las palabras de mamá
cerdita y quiso construir una casita de ladrillos. La construcción de su casita le tomaría mucho más
tiempo. Pero esto no le importó; su nuevo hogar la albergaría del frío y también del temible lobo
feroz...
Y hablando del temible lobo feroz, este se encontraba merodeando por el bosque cuando vio al
cerdito menor durmiendo tranquilamente a través de su ventana. Al lobo le entró un enorme apetito y
pensó que el cerdito sería un muy delicioso bocadillo, así que tocó a la puerta y dijo:
—Cerdito, cerdito, déjame entrar.
El cerdito menor se despertó asustado y respondió:
—¡No, no y no!, nunca te dejaré entrar.
El lobo feroz se enfureció y dijo:
Soplaré y resoplaré y tu casa derribaré.
El lobo sopló y resopló con todas sus fuerzas y la casita de paja se vino al piso. Afortunadamente, el
cerdito menor había escapado hacia la casa del cerdito del medio mientras el lobo seguía soplando.
El lobo feroz sintiéndose engañado, se dirigió a la casa del cerdito del medio y al tocar la puerta dijo:
—Cerdito, cerdito, déjame entrar.
El cerdito del medio respondió:
— ¡No, no y no!, nunca te dejaré entrar.
El lobo hambriento se enfureció y dijo:
—Soplaré y resoplaré y tu casa derribaré.
El lobo sopló y resopló con todas sus fuerzas y la casita de palo se vino abajo. Por suerte, los dos
cerditos habían corrido hacia la casa de la cerdita mayor mientras que el lobo feroz seguía soplando
y resoplando. Los dos hermanos, casi sin respiración le contaron toda la historia.
—Hermanitos, hace mucho frío y ustedes la han pasado muy mal, así que disfrutemos la noche al
calor de la fogata —dijo la cerdita mayor y encendió la chimenea. Justo en ese momento, los tres
cerditos escucharon que tocaban la puerta.
—Cerdita, cerdita, déjame entrar —dijo el lobo feroz.
La cerdita respondió:
— ¡No, no y no!, nunca te dejaré entrar.
El lobo hambriento se enfureció y dijo:
—Soplaré y soplaré y tu casa derribaré.
El lobo sopló y resopló con todas sus fuerzas, pero la casita de ladrillos resistía sus soplidos y
resoplidos. Más enfurecido y hambriento que nunca decidió trepar el techo para meterse por la
chimenea. Al bajar la chimenea, el lobo se quemó la cola con la fogata.
—¡AY! —gritó el lobo.
Y salió corriendo por el bosque para nunca más ser visto.
Un día cualquiera, mamá cerdita fue a visitar a sus queridos cerditos y descubrió que todos tres
habían construido casitas de ladrillos. Los tres cerditos habían aprendido la lección:
“En el mundo nada llega fácil, por lo tanto, debemos trabajar para lograr nuestros sueños”.

EL PATITO FEO
En la granja había un gran alboroto: los polluelos de Mamá Pata estaban rompiendo el
cascarón.
Uno a uno, comenzaron a salir. Mamá Pata estaba tan emocionada con sus adorables
patitos que no notó que uno de sus huevos, el más grande de todos, permanecía intacto.
A las pocas horas, el último huevo comenzó a romperse. Mamá Pata, todos los polluelos y
los animales de la granja, se encontraban a la expectativa de conocer al pequeño que
tardaba en nacer. De repente, del cascarón salió un patito muy alegre. Cuando todos lo
vieron se quedaron sorprendidos, este patito no era pequeño ni amarillo y tampoco estaba
cubierto de suaves plumas. Este patito era grande, gris y en vez del esperado graznido,
cada vez que hablaba sonaba como una corneta vieja.
Aunque nadie dijo nada, todos pensaron lo mismo: “Este patito es demasiado feo”.
Pasaron los días y todos los animales de la granja se burlaban de él. El patito feo se sintió
muy triste y una noche escapó de la granja para buscar un nuevo hogar.
El patito feo recorrió la profundidad del bosque y cuando estaba a punto de darse por
vencido, encontró el hogar de una humilde anciana que vivía con una gata y una gallina. El
patito se quedó con ellos durante un tiempo, pero como no estaba contento, pronto se fue.
Al llegar el invierno, el pobre patito feo casi se congela. Afortunadamente, un campesino lo
llevó a su casa a vivir con su esposa e hijos. Pero el patito estaba aterrado de los niños,
quienes gritaban y brincaban todo el tiempo y nuevamente escapó, pasando el invierno en
un estanque pantanoso.
Finalmente, llegó la primavera. El patito feo vio a una familia de cisnes nadando en el
estanque y quiso acercárseles. Pero recordó cómo todos se burlaban de él y agachó la
cabeza avergonzado. Cuando miró su reflejo en el agua se quedó asombrado. Él no era un
patito feo, sino un apuesto y joven cisne. Ahora sabía por qué se veía tan diferente a sus
hermanos y hermanas. ¡Ellos eran patitos, pero él era un cisne! Feliz, nadó hacia su
familia.

PINOCHO
Érase una vez un anciano carpintero llamado Gepeto que era muy feliz haciendo juguetes de madera
para los niños de su pueblo.
Un día, hizo una marioneta de una madera de pino muy especial y decidió llamarla Pinocho. En la
noche, un hada azul llegó al taller del anciano carpintero:
—Buen Gepeto —dijo mientras el anciano dormía—, has hecho a los demás tan felices, que mereces
que tu deseo de ser padre se haga realidad. Sonriendo, el hada azul tocó la marioneta con su varita
mágica:

—¡Despierta, pequeña marioneta hecha de pino… despierta! ¡El regalo de la vida es tuyo!

Y en un abrir y cerrar de ojos, el hada azul dio vida a Pinocho.


—Pinocho, si eres valiente, sincero y desinteresado, algún día serás un niño de verdad —dijo el hada
azul—. Luego se volvió hacia un grillo llamado Pepe Grillo, que vivía en la alacena de Gepeto.
—Pepe Grillo — dijo el hada azul—, debes ayudar a Pinocho. Serás su conciencia y guardián del
conocimiento del bien y del mal.
Al día siguiente, Gepeto envió con orgullo a su pequeño niño de madera a la escuela, pero como era
tan pobre, tuvo que vender su abrigo para comprar los libros escolares:
—Pinocho, Pepe Grillo te mostrará el camino —dijo Gepeto—. Por favor, no te distraigas y llega a la
escuela a tiempo.
Pinocho salió de casa, pero nunca llegó a la escuela. En cambio, decidió ignorar los consejos de
Pepe Grillo y vender los libros para comprar un tiquete para el teatro de marionetas. Cuando Pinocho
comenzó a bailar con las marionetas, el titiritero sorprendido con las habilidades del niño de madera,
le preguntó si quería unirse a su espectáculo de marionetas. Pinocho aceptó alegremente.
Sin embargo, las intenciones del malvado titiritero eran muy diferentes; su plan era hacerse rico con
la única marioneta con vida en el mundo. De inmediato, encerró a Pinocho y a Pepe Grillo en una
jaula. Fue entonces que Pinocho reconoció su error y comenzó a llorar. El hada azul apareció de la
nada.
Aunque el hada azul conocía las razones por las cuales Pinocho se encontraba atrapado, aun así, le
preguntó:
—Pinocho, ¿por qué estás en esta jaula?
Pero Pinocho no quiso contarle la verdad, entonces algo extraño sucedió. Su nariz comenzó a crecer
más y más. Cuanto más hablaba, más crecía.
—Cada vez que digas una mentira, tu nariz crecerá — dijo el hada azul.
—Por favor, haz que se detenga—dijo Pinocho—, prometo no mentir de nuevo.
Al día siguiente, camino a la escuela, Pinocho conoció a un niño:
—Ven conmigo al País de los Juguetes. ¡En este lugar todos los días son vacaciones! —dijo el niño
con emoción—. Hay juguetes y golosinas y lo mejor de todo, ¡no tienes que ir a la escuela!
Olvidando nuevamente los consejos del hada azul y Pepe Grillo, Pinocho salió corriendo con el niño
al País de los Juguetes. Al llegar, se divirtió muchísimo jugando y comiendo golosinas.
De pronto, las orejas de Pinocho y los otros niños del País de los Juguetes comenzaron a hacerse
muy largas. Por no querer ir a la escuela, ¡se estaban convirtiendo en burros!
Convertidos en burros, Pinocho y los niños llegaron a un circo. El maestro de ceremonias hizo que
Pinocho trabajara para el circo sin descanso. Allí, Pinocho se lastimó la pierna mientras hacía trucos.
Enojado, el maestro de ceremonias lo tiró al mar junto con Pepe Grillo.
En el agua, el hechizo se rompió y Pinocho volvió a su forma de marioneta, pero una ballena que
nadaba cerca abrió su enorme boca y se lo tragó entero. En la oscuridad del estómago de la ballena,
Pinocho lloró mientras que Pepe Grillo intentaba consolarlo. Fue en ese momento que vio a Gepeto
en su bote:
—Hijo mío, te estaba buscando por tierra y mar cuando la ballena me tragó. ¡Estoy tan contento de
haberte encontrado! —dijo Gepeto.
Los dos se abrazaron encantados.
—De ahora en adelante seré bueno y responsable—, prometió Pinocho entre lágrimas.
Aprovechando que la ballena dormía, Gepeto, Pinocho y Pepe Grillo prendieron una fogata dentro de
ella y saltaron de su enorme boca cuando el fuego la hizo estornudar. Luego, navegaron hasta llegar
a casa. Pero Gepeto cayó enfermo, Pinocho lo alimentó y cuidó con mucho esmero y dedicación.
—Papá, iré a la escuela y trabajaré mucho para llenarte de orgullo— dijo Pinocho.
Cumpliendo su promesa, Pinocho estudió mucho en la escuela. Entonces un día sucedió algo
maravilloso. El hada azul apareció y le dijo:
BLANCA NIEVES Érase una vez una joven y bella princesa llamada Blancanieves
que vivía en un reino muy lejano con su padre y madrastra.
Su madrastra, la reina, era también muy hermosa, pero arrogante y orgullosa. Se pasaba todo el día
contemplándose frente al espejo. El espejo era mágico y cuando se paraba frente a él, le preguntaba:
—Espejito, espejito, ¿quién es la más hermosa del reino?
Entonces el espejo respondía:
— Tú eres la más hermosa de todas las mujeres.
La reina quedaba satisfecha, pues sabía que su espejo siempre decía la verdad. Sin embargo, con el
pasar de los años, la belleza y bondad de Blancanieves se hacían más evidentes. Por todas sus
buenas cualidades, superaba mucho la belleza física de la reina. Y llegó al fin un día en que la reina
preguntó de nuevo:
—Espejito, espejito, ¿quién es la más hermosa del reino?
El espejo contestó:
—Blancanieves, a quien su bondad la hace ser aún más bella que tú.
La reina se llenó de ira y ordenó la presencia del cazador y le dijo:
—Llévate a la joven princesa al bosque y asegúrate de que las bestias salvajes se encarguen de ella.
Con engaños, el cazador llevó a Blancanieves al bosque, pero cuando estaba a punto de cumplir las
órdenes de la reina, se apiadó de la bella joven y dijo:
—Corre, vete lejos, pobre muchacha. Busca un lugar seguro donde vivir.
Encontrándose sola en el gran bosque, Blancanieves corrió tan lejos como pudo hasta la llegada del
anochecer. Entonces divisó una pequeña cabaña y entró en ella para dormir. Todo lo que había en la
cabaña era pequeño. Había una mesa con un mantel blanco y siete platos pequeños, y con cada
plato una cucharita. También, había siete pequeños cuchillos y tenedores, y siete jarritas llenas de
agua. Contra la pared se hallaban siete pequeñas camas, una junto a la otra, cubiertas con colchas
tan blancas como la nieve.
Blancanieves estaba tan hambrienta y sedienta que comió un poquito de vegetales y pan de cada
platito y bebió una gota de cada jarrita. Luego, quiso acostarse en una de las camas, pero ninguna
era de su medida, hasta que finalmente pudo acomodarse en la séptima.
Cuando ya había oscurecido, regresaron los dueños de la cabaña. Eran siete enanos que cavaban y
extraían oro y piedras preciosas en las montañas. Ellos encendieron sus siete linternas, y observaron
que alguien había estado en la cabaña, pues las cosas no se encontraban en el mismo lugar.
El primero dijo: —¿Quién se ha sentado en mi silla?
El segundo dijo: —¿Quién comió de mi plato?
El tercero dijo: —¿Quién mordió parte de mi pan?
El cuarto dijo: —¿Quién tomó parte de mis vegetales?
El quinto dijo: —¿Quién usó mi tenedor?
El sexto dijo: —¿Quién usó mi cuchillo?
El séptimo dijo: —¿Quién bebió de mi jarra?
Entonces el primero observó una arruga en su cama y dijo: —Alguien se ha metido en mi cama.
Y los demás fueron a revisar sus camas, diciendo: —Alguien ha estado en nuestras camas también.
Pero cuando el séptimo miró su cama, encontró a Blancanieves durmiendo plácidamente y llamó a
los demás:
—¡Oh, cielos! —susurraron—. Qué encantadora muchacha

manzana y tomó la apariencia de una anciana.

EL NIÑO Y LOS CLAVOS

Había un niño que tenía muy, pero que muy mal carácter. Un día, su padre le dio una bolsa con

clavos y le dijo que cada vez que perdiera la calma, que él clavase un clavo en la cerca de detrás

de la casa.

El primer día, el niño clavó 37 clavos en la cerca. Al día siguiente, menos, y así con los días

posteriores. Él niño se iba dando cuenta que era más fácil controlar su genio y su mal

carácter, que clavar los clavos en la cerca.

Finalmente llegó el día en que el niño no perdió la calma ni una sola vez y se lo dijo a su padre

que no tenía que clavar ni un clavo en la cerca. Él había conseguido, por fin, controlar su mal

temperamento.

Su padre, muy contento y satisfecho, sugirió entonces a su hijo que por cada día que controlase

su carácter, sacase un clavo de la cerca. Los días se pasaron y el niño pudo finalmente decir a su

padre que ya había sacado todos los clavos de la cerca. Entonces el padre llevó a su hijo, de la

mano, hasta la cerca de detrás de la casa y le dijo:

- Mira, hijo, has trabajo duro para clavar y quitar los clavos de esta cerca, pero fíjate en todos

los agujeros que quedaron en la cerca. ¡Jamás será la misma!

Lo que quiero decir es que cuando dices o haces cosas con mal genio, enfado y mal carácter,

dejas una cicatriz, como estos agujeros en la cerca. Ya no importa tanto que pidas perdón. La

herida estará siempre allí. Y una herida física es igual que una herida verbal.

Los amigos, así como los padres y toda la familia, son verdaderas joyas a quienes hay que

valorar. Ellos te sonríen y te animan a mejorar. Te escuchan, comparten una palabra de aliento y

siempre tienen su corazón abierto para recibirte.

Las palabras de su padre, así como la experiencia vivida con los clavos, hicieron que el niño

reflexionase sobre las consecuencias de su carácter. Y colorín colorado,


EL CABALLO Y EL ASNOUn hombre tenía un caballo y
un asno. Un día que ambos iban camino a la ciudad, el asno,
sintiéndose cansado, le dijo al caballo: - Toma una parte de mi
carga si te interesa mi vida. El caballo haciéndose el sordo no
dijo nada y el asno cayó víctima de la fatiga, y murió allí mismo.

EL CONGRESO DE LOS RATONES


El congreso de los ratones es una fábula corta, escrita por
Samaniego, que enseña a los niños que es muy fácil tener y
proponer ideas pero no siempre es igual de fácil realizarlas, es
decir, las buenas ideas no son nada hasta que no se llevan a la
práctica

LA LECHERA

La lechera comenzó a menear la cabeza para decir que no, y


entonces el cubo de leche cayó al suelo, y la tierra se tiñó de
blanco. Así que la lechera se quedó sin nada: sin vestido, sin
pollitos, sin huevos, sin mantequilla, sin nata y, sobre todo, sin
leche: sin la blanca leche que le había incitado a soñar
LA CIGARRA Y LA HORMIGA
La cigarra, no contenta con cantar y jugar, decidió burlarse de
la hormiga y le dijo: —¡Qué aburrida eres!, deja de trabajar y
dedícate a disfrutar. La hormiga, que siempre veía a
la cigarra descansando, respondió: —Estoy guardando
provisiones para cuando llegue el invierno, te aconsejo que
hagas lo mismo.

EL lobo con piel de oveja


El lobo estaba feliz, pues finalmente iba a poder comerse a unas
cuantas ovejas; estaba a punto de llevar a cabo su plan, cuando
entró el pastor al corral: tenía que procurar carne para su familia
y venía a escoger una oveja para sacrificar. Escogió al lobo y lo
sacrificó al instante, sin darse cuenta de nada.
LA LEYENDA DEL MAIZ
Los indios aztecas veneraban al dios Quetzalcóatl, que significa Serpiente
Emplumada.

Antes de la llegada de ese dios, los aztecas se alimentaban de raíces y animales


que cazaban, pero no podían comer maíz porque estaba escondido detrás de las
montañas.

Los antiguos dioses habían intentado tiempo atrás separar estas altas montañas
utilizando su fuerza, pero no lo consiguieron, así que los aztecas pidieron ayuda al
dios Quetzalcóatl.

Quezalcóatl no quiso emplear la fuerza, sino la inteligencia y la astucia, y se


transformó en una hormiga negra. Decidió dirigirse a las montañas acompañado de
una hormiga roja, dispuesto a conseguir el maíz para su pueblo. Tras mucho
esfuerzo y sin perder el ánimo, Quezalcóatl subió las montañas y cuando llegó a su
destino, cogió entre sus mandíbulas un grano maduro de maíz e inició el duro
regreso. Entregó el grano a los aztecas que plantaron la semilla, y desde entonces,
tuvieron maíz para alimentarse.

Los indios indígenas se convirtieron en un pueblo próspero y feliz para siempre y


desde entonces fueron fieles al dios Quetzalcóatl, al que jamás dejaron de adorar
por haberles ayudado cuando más lo necesitaban.

LA LEYENDA DE LA LLORONA

Hace muchos, muchísimos años, en una ciudad mexicana llamada “Xochimilco”, la


gente decía escuchar los lamentos de una extraña mujer: “¡Dónde están mis hijos!
¡Dónde están mis hijooooos!”…decía una y otra vez.
Aquellos lamentos eran muy extraños y quitaban el sueño a los habitantes de la zona,
hasta el punto de que cuando sonaban, preferían encerrarse en sus casas y no salir
hasta el día siguiente:
• ¡No podemos ya con estos gritos! ¡No podemos dormir!- Gritaba un vecino una
mañana al encontrarse con otro vecino.
• No eres el único, yo estoy igual, y dicen que todo el mundo se encierra a cal y
canto cuando comienzan a sonar sus llantos.-Respondió el otro.
Como los rumores en los pueblos y las ciudades eran muy habituales antaño, se decía
que aquellos lamentos tan terribles pertenecían a una señora que iba vestida de
blanco y que tenía los cabellos muy largos y oscuros. Otros iban más allá y se atrevían
a asegurar que la misteriosa mujer no caminaba, sino que sus ropajes blancos (más
parecidos a un antiquísimo camisón) sin duda parecían volar. Pero no solo eso, porque
algunos vecinos también decían que al gritar agitaba los brazos, como en señal de
queja o angustia, y así hasta que desaparecía durante un breve espacio de tiempo.
El recorrido de la extraña mujer casi siempre era el mismo: iba muy lentamente por las
plazas y las calles de los pueblos, después se encaminaba hacia un río, y tras esto se
adentraba profundamente en la oscuridad hasta el día siguiente , como si se derritiera
en el agua.

LEYENDA DE LA YERBA MATE


-Disculpe señora no suelo andar por estos lares, el paisaje me atrajo por demás
y entre la espesura del monte divisé su hogar- ¿Le gustaría compartir estos
buñuelos Cuenta la leyenda, que en la espesura del monte vivía una humilde y solitaria viuda,
agobiada por la tristeza que le había dejado la partida de su marido. Pasaba sus días en lo
profundo del monte en soledad.

Cierto día llamó a la puerta un extraño hombre. La mujer atendió y se sorprendió al verlo. ¿Qué
desea?, preguntó. Vengo a ofrecerle una infusión mágica, que sirve para unir a la gente. Basta
con poner agua calentar, y logrará colmar de gente su hogar.

A la mujer le dio curiosidad y decidió hacer la prueba. Hizo pasar al hombre, y puso una gran
pava de agua al fuego. El hombre sacó de su bolso unas hojas y las coloco dentro de una
calabaza hueca, junto con una cañita.

Cuando el agua comenzó a hervir, exaltado el hombre exclamó ¡Mujer que no hierva el agua,
que de esa forma no podrá suceder la magia! La mujer sonrojada apagó el fuego e
inmediatamente pasó la pava al hombre, quien con una sonrisa grande entre sus dientes le dijo
– La magia será instantánea no se asuste- y ante la expectativa de la mujer dio una probada
de la infusión.

¡Delicioso!, comentó, «Si tuviera algo dulce para acompañar sería perfecto».

Repentinamente alguien llamó a la puerta. La mujer que no salía de su asombro, corrió a abrir
la puerta. Era una mujer de edad, que con una sonrisa exclamó:

dulces que hice para la merienda? La mujer no podía creer, el entusiasmo y la alegría eran tan
grandes que no dudo en hacerla pasar rápidamente.

El hombre continuó cebando la infusión y susurro -Tal vez un poco de música ayudaría- agregó
el hombre y bebió un poco más.

En la puerta se escuchó un gran barullo, la sorpresa de la mujer fue aún más grande, un grupo
de música se encontraba afuera y muy amablemente se dirigieron a ella:

– Buen día Señora ¿Sería tan amable de convidarnos un poco de agua y dejarnos descansar
aquí? La mujer desbordada de felicidad, no pudo responder. ¡Claro si no es mucha molestia, a
cambio podríamos regalarle unas dulces coplas!
La mujer exaltada exclamó ¡Adelante! con mucho gusto pasen, pasen.

Mientras tanto, el hombre y a la señora de edad compartían la infusión llenos de alegría, se


acompañaban de los dulces buñuelos. La humilde casa desbordaba alegría con la música de un
festivo Chámame.

Los habitantes del pueblo, atraídos por la música se acercaban trayendo algo para compartir. Todos
reunidos alrededor de una fogata, cantaban mientras compartían aquella infusión que los había reunido.

LEYENDA DEL SOL Y LA LUNA

Cuenta la leyenda que cuando la tierra estaba en la oscuridad, era siempre de noche.
Los más poderosos, que vivían en el cielo, se reunieron para crear el Sol y que hubiera
luz en la Tierra. Se citaron en Teotihuacán, una ciudad que había en el cielo. Bajo ella,
como un reflejo, estaba la ciudad mexicana del mismo nombre.

Se dice que en esa ciudad celeste de Teotihuacán, encendieron una enorme hoguera.
Aquel poderoso que quisiera convertirse en el Sol, debía saltar esta hoguera para
resurgir como el Sol.

Se presentaron dos candidatos para ser el Sol: el Primero era grande, fuerte, hermoso
y rico y además, estaba vestido con ropas de lujo y adornado con piedras preciosas.
Este ofrecía a sus compañeros oro y joyas como muestra de su orgullo.

Por otro lado, el Segundo era pequeño, débil, feo y pobre; su piel estaba cubierta de
llagas, y estaba vestido con su ropa de trabajo. Como el Segundo era un ser muy
pobre, sólo podía ofrecer la sangre de su corazón, sus buenos
y humildes sentimientos. Cuando llegó la hora de saltar la enorme hoguera, el grande
y rico no se atrevió, tuvo miedo y salió corriendo, sin embargo, el Segundo, que era
muy valiente, dio un salto enorme sobre la hoguera y salió convertido en el Sol.

El Primer candidato al verlo convertido en sol, sintió vergüenza y sin pensarlo mucho
tomó carrerilla y saltó la hoguera. Y en el cielo apareció un segundo Sol. Los demás
Poderosos estuvieron de acuerdo de que no podían existir dos soles en el firmamento,
así que decidieron apagar al Segundo, para eso, tomaron un Conejo por las patas y con
mucha fuerza lo lanzaron contra el segundo Sol. El brillo de este disminuyó
rápidamente y tras poco tiempo, se convirtió en la Luna.
Si te fijas bien, durante los días de luna llena, puedes ver la figura de un conejo, que
es el que acabó con el segundo solo dio vida a la luna.

LEYENDA DE LAS 5 AGULAS BLANCAS


Cinco águilas blancas volaban un día por el azul del firmamento; cinco águilas
blancas enormes, cuyos cuerpos resplandecientes producían sombras errantes sobre
los cerros y montañas.

¿Venían del Norte? ¿Venían del Sur? La tradición indígena sólo dice que las cinco
águilas blancas vinieron del cielo estrellado en una época muy remota.

Eran aquellos los días de Caribay, el genio de los bosques aromáticos, primera mujer
entre los indios Mirripuyes, habitantes de los Andes empinados.

Era la hija del ardiente Zuhé y la pálida Chía; remedaba el canto de los pájaros, corría
ligera sobre el césped como el agua cristalina, y jugaba como el viento con las flores
y los árboles.

Caribay vio volar por el cielo las enormes águilas blancas, cuyas plumas brillaban a
la luz del sol como láminas de plata, y quiso adornar su coraza con tan raro y
espléndido plumaje. Corrió sin descanso tras las sombras errantes que las aves
dibujaban en el suelo; salvó los profundos valles; subió a un monte y otro monte;
llegó, al fin, fatigada a la cumbre solitaria de las montañas andinas. Las pampas,
lejanas e inmensas, se divisaban por un lado; y por el otro, una escala ciclópea,
jaspeaba de gris y esmeralda, la escala que formaban los montes, iba por la onda azul
del Coquivacoa.

Las águilas blancas se levantaron, perpendicularmente sobre aquella altura hasta


perderse en el espacio. No se dibujaron más sus sombras sobre la tierra.

Entonces Caribay pasó de un risco a otro por las escarpadas sierras, regando el suelo
con sus lágrimas. Invocó a Zuhé, el astro rey, y el viento se llevó sus voces. Las águilas
se habían perdido de vista, y el sol se hundía ya en el Ocaso.

Aterida de frío, volvió sus ojos al Oriente, e invocó a Chía, la pálida luna; y al punto
detúvose el viento para hacer silencio. Brillaron las estrellas, y un vago resplandor en
forma de semicírculo se dibujó en el horizonte.
MITO LA CAJA DE PANDORA
Según los mitos cortos griegos, fue Zeus quien le ordenó a Hefesto crear a la primera
mujer mortal del mundo, una joven llamada Pandora, que recibió distintos dones otorgados
por los dioses.

Pero Zeus tenía un propósito distinto, quería castigar al titán Prometeo por robar el fuego
de Hefesto para dárselo a los hombres y, al mismo tiempo, reprender a estos últimos por
recibirlo.

Así que envío a Pandora a casarse con Epimeteo, el hermano de Prometeo, pero además
le dio a la joven una caja como segundo obsequio para el titán, bajo la orden de no abrirla
jamás.

Sin embargo, un día Pandora se dejó llevar por la curiosidad y abrió la caja, liberando así,
todos los males que existen en este mundo: enfermedades, guerras, ira, hambre,
sufrimiento y muchas calamidades más, dejando adentro solo la esperanza, lo único que
alcanzó a contener cuando cerró la tapa.

Por ello, el relato indica que los hombres solo cuentan con la esperanza para poder hacerle
frente a todos esos males liberados de la caja de Pandora.

MITO EL NACIMIENTO DE AFRODITA


Afrodita era la diosa del amor, la belleza, el dulce encanto, las seducciones, las caricias,
las ternuras, las sonrisas y las entrevistas de las vírgenes. En la teogonía de Hesíodo, su
nacimiento se remonta mucho antes de los dioses olímpicos, cuando Cronos mutiló
los genitales de Urano, su propio padre, y los arrojó al mar.

Se dice que las partes cercenadas flotaron bastante tiempo sobre las olas agitadas, pero
un día, de ellas brotó una blanca espuma de la cual surgió Afrodita.

MITO EL ORIGEN DE MEDUSA


origen de Medusa, es la del poeta romano Ovidio, a través de su obra, Las
Metamorfosis, donde se explica que anteriormente era una hermosa
sacerdotisa del templo de Atenea, pero Poseidón, cautivado por su
belleza, la violó en ese mismo lugar.

Tras lo sucedido, Atenea se enfureció y descargó toda su furia sobre la


doncella, convirtiendo su cabello en serpientes, además de hacer que su
mirada convirtiera en piedra a quien la viera.

Fue así como se transformó en uno de los monstruos más terroríficos del
inframundo, con enormes colmillos y un cuerpo con características similares a las
de una serpiente. Murió decapitada a manos del héroe Perseo.

MITO DEL SISIFO


Sísifo era el rey de Corinto, un lugar fundado por él mismo. El relato lo describe
como un ser ambicioso, cruel y, sobre todo, astuto.

Con su astucia logró engañar a los dioses y causar su ira. Primero, le dijo a
Asopo, el Dios de los ríos, que fue Zeus quien raptó a su hija, claro está, a cambió
de un favor, crear una fuente de agua dulce en Corinto.

Cuando el rey del Olimpo se enteró, mandó al Dios de la muerte, Tánatos, para
acabar con él, pero Sísifo lo engañó y lo encerró en una celda.

Gracias a eso, nadie murió por un tiempo y Hades, Dios del inframundo, también
se molestó. Así que Zeus envío a Ares, el Dios de la guerra, para asesinarlo.

Sin embargo, una vez en el inframundo, Sísifo se las arregló para volver al mundo
mortal, engañando al mismísimo Hades. De allí que este último, junto a Zeus, le
impusieron el castigo de empujar una enorme piedra hasta lo más alto de
una montaña, solo para que cayera nuevamente y la volviera a empujar una y
otra vez, durante la eternidad.

EL MITO DE LA CAVERNA
en realidad se trata de una de las alegorías escritas por el filósofo
griego, Platón, sin embargo, la popularidad de este escrito le hace merecedor de
estar en esta lista.

A través de esta obra, el autor describe una caverna dentro de la cual se halla
un muro y, del lado interno del mismo está un grupo de prisioneros, cautivos
desde su infancia, donde solo veían las sombras producidas por una fogata detrás
de la pared.

Un día, uno de ellos escapó, conoció el mundo y luego volvió a liberar a sus
compañeros, pero éstos creyeron que había enloquecido, considerando como
única realidad, las figuras creadas con el resplandor de la hoguera, por ello, no lo
escucharon ni lo siguieron.

De hecho, Platón afirma que podrían llegar a matar al personaje del relato, si
intentara liberarlos. Se trata de una metáfora acerca del camino hacia el
conocimiento y la comodidad de la ignorancia.
1-¿Qué se necesita para encender una vela?
Que esté apagada.
2-¿Qué le dice un jaguar a otro jaguar?
Jaguar you
3-¿Qué le dijo un mosquito a un grupo de niños?

“No aplaudan que todavía no es mi cumpleaños”.


4-¿Por qué un huevo fue al banco a pedir dinero
prestado?
Porque estaba quebrado
5-¿Qué le dice una taza a otra?
¿Qué taza ciendo?
6-¿Qué le dice un semáforo a otro?
¡No me mires que me estoy cambiando!
7-¿Por qué una señora lleva pegamento al
restaurante?
En caso de romper la dieta
8-¿Qué le dice el mar a la ola?
¡(H)ola!
9-¿Qué bebe el hombre invisible a la hora de
almuerzo?
Leche evaporada
10-¿Qué le dice una pared a otra pared?
Nos vemos en la esquina.
¿Por qué lloraba el libro de matemáticas?
¡Porque tenía muchos problemas!
• 'Haz el bien sin mirar a
quién' ...
• 'La avaricia rompe el saco'

...
• 'Más vale prevenir que

curar' ...
• 'No es oro todo lo que

reluce' ...
• 'No hay mal que por bien

no venga' ...
• 'Al mal tiempo buena cara'

...
• 'Quien tiene un amigo tiene
un tesoro' ...
• 'No dejes para mañana lo

que puedas hacer hoy'


‘Quien no arriesga no gana
‘Hoy por ti, mañana por mí’
Por donde vayas iré
Con una venda en los ojos
Lo que decidas haré
El amor cuando es verdad
Es uno solo

No me preguntes por qué


He sido bueno contigo
Solo sé que eres, mi religión
Qué me importa si le llaman Fanatismo

Sin ti yo no soy el mismo


Eres mi credo
Pedazo de cielo
Abrázame fuerte
Mi trébol de buena suerte
Prefiero morir junto a ti
A no verte

Oye mija
Por donde quiera que vayas iré
Con una venda en los ojos
Porque te amo
Te amo
Te amo
K-Paz de la Sierra

No me preguntes por qué


He sido bueno contigo
Solo sé que eres mi religión
Qué me importa si le llaman Fanatismo

Sin ti yo no soy el mismo


Eres mi credo
Pedazo de cielo
Abrázame fuerte
Mi trébol de buena suerte
Prefiero morir junto a ti
A no verte

Sin ti yo no soy el mismo


Eres mi credo
Pedazo de cielo
Abrázame fuerte
Mi trébol de buena suerte
Prefiero morir junto a ti
A no verte
el nervio me puse a temblar
No me esperaba esto, es difícil de olvidar
Y no me quejo de que me hables a las tres
Yo encantado de poderte atender
Amarrado en tus besos y en tu piel
Encantado por todo ese poder
Y ay, mi amor, por favor dime
Cuál es la receta para hacerte el amor
Que nunca olvides
Que volver a vernos sea algo tentador
Amor de cine
Eres como el agua en un día de calor
Ay, mi amor, ya no estés triste
Yo te doy el tiempo que tú necesites
Sean horas, cientos, miles
A tu honor preparo mil desfiles
Pero para ti no existe
Contigo no hay canciones tristes
Gasolina pa' mi motor
Somos uno y somos dos
Somos dos Y si fueras mía
Te llenaría todo el día de sonrisas
Hasta en mis sueños tu boca presumiría
Quién diría
A dónde llegaría
Y porque fueras mía
Mi alma al diablo yo seguro vendería
Diez mil kilómetros descalzo correría
Todo daría
Porque fueras mía
Y ay, mi amor, por favor dime
Cuál es la receta para hacerte el amor
Que nunca olvides
Que volver a vernos sea algo tentador
Amor de cine
Eres como el agua en un día de calor
Ay, mi amor, ya no estés triste
Yo te doy el tiempo que tú necesites
Sean horas, cientos, miles
A tu honor preparo mil desfiles
Pero para ti no existe
Contigo no hay canciones tristes
Gasolina pa' mi motor
Somos uno y somos dos
Él te da su amor, tú duermes con dudas
Ahora ves que la costumbre no es lo que aparenta ser
Es tan sincero, contrario a mis defectos
Pero sigo siendo el malo, que no dejas de querer

Tú serás la Cinderella, él, el tonto que da pena


Y aunque yo no sea un príncipe azul
Soy tu amor y tu dilema
Y al igual que en las novelas, soy el malo con una virtud

Él no entiende el procedimiento, cuándo y cómo darte un beso


Yo en cambio encuentro el punto débil que te eleva hasta el exceso
Ni siquiera se imagina de ese pacto misterioso, con tu alma y tu cerebro
Tendrías que volver a nacer
Para ver si en otra vida te enamoras de él

No tiene la táctica adecuada pa' arrancarme de tu pecho


Yo que te fallé a ti mil veces, sigo siendo tu dueño

Que me pregunte, ¿cómo te conquisté?


Que anote mis truquitos en papel
No bastan los modales y ser fiel
Si tú deliras por el malo que te eriza la piel

Oye
Escucha las palabras
De Romeo

So nasty
Yes, sir Tú serás la Cinderella, él, el tonto que da pena
Y aunque yo no sea un príncipe azul
Soy tu amor y tu dilema
Y al igual que en la novelas, soy el malo con una virtud
1. Tengo agujas pero no sé coser, tengo números pero no sé leer,
las horas te doy, ¿Sabes quién soy?
Respuesta: El reloj.
2. Blanca por dentro, verde por fuera. Si no sabes, espera. ¿Qué es?
Respuesta: La pera.
3. Antes huevecito, después capullito y más tarde volaré como
un pajarito. ¿Sabes quién soy?
Respuesta: La mariposa
4. Soy bonito por delante y algo feo por detrás, me transformo a
cada instante ya que imito a los demás. ¿Sabes quién soy?
Respuesta: El espejo.
5. Oro parece, plata no es. Abran las cortinas y verán lo que es.
Respuesta: El plátano.
6. Sal al campo por las noches si me quieres conocer, soy señor de
grandes ojos, cara seria y gran saber. ¿Quién soy?
Respuesta: El búho.
7. Cabeza de hierro, cuerpo de madera, si te piso un dedo, ¡menudo
grito pegas! ¿Qué es?
Respuesta: El martillo.
8. Canto en la orilla, vivo en el agua, no soy pescado y tampoco
cigarra.
Respuesta: La rana.
9. Me llegan las cartas y no sé leer y, aunque me las trago, no
mancho el papel. ¿Qué es?
Respuesta: El buzón.
10. En tus manos limpio, en tus ventanas sucio. Si sucio, me ponen
limpio, y si limpio, me ponen sucio. ¿Qué es?
Respuesta: El pañuelo.
NOVELA: GITANAS
La telenovela cuenta la historia de María Salomé (Ana de la Reguera), una
joven y bella gitana, quien se enamora de un hombre no gitano, Sebastián
(Manolo Cardona). Desde el momento en que se encuentran en el pueblo
pesquero de malarribo Topolobampo en Sinaloa es amor a primera vista.
Sin embargo, su amor es prohibido por la condición de gitana de ella y
juzgado por el racismo que existe contra la cultura de María Salomé.
Otros personajes importantes son el abuelo de Salomé, el Patriarca Vanya
(Marco Antonio Treviño) y su madre, Jovanka (Dolores Heredia), Rafael
Domínguez (Carlos Torres Torija), antiguo amor de Jovanka, y la madre de
éste, Doña Victoria Lambert (Saby Kamalich), Mamá Pasca, hermana de
Vanya (Luisa Huertas), Jonás (Erick Elías) y su padre Drago (Arturo Ríos),
el padre Juan Domínguez (Saúl Lisazo) que a pesar de ser sacerdote se
enamora de Jovanka, y las hermanas de María Salomé, María Sashenka
(Mariana Gajá) y María Magdalena (Karina Mora), así como la imagen
icónica de la patrona de los gitanos, Santa Sara. Salomé, una bella gitana,
se enamora de Sebastián, un joven gayó o no gitano. Los dos luchan contra
el racismo y el odio, mientras sus padres, Jovanka y Rafael, reviven su
pasado en medio de heridas abiertas y rivalidades, intolerancia y rechazo.

Último episodio: 26 de marzo de 2005


Primer episodio: 27 de julio de 2004 (Estados Unidos)
Autores: Laura Sosa, Perla Farías, Sergio Bravo, Basilio
Álvarez, Daniel Farías
Horario: Lunes a viernes 9pm/8c
Lugar(es) de producción: México
N.º de episodios: 162

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