Se trata de un principio que es sinónimo de justicia y el
cual se alcanza a través de la capacidad contributiva, principio éste que en 1776 Adam Smith lo denominaba “capacidad de pago”..
La equidad en términos de capacidad contributiva: es
considerada generalmente en dos sentidos:
Horizontal Vertical Concepto Horizontal:
El concepto “horizontal” supone que quienes están en
igual situación, en términos de capacidad contributiva, deben tributar el mismo monto de impuesto.
Concepto Vertical:
El término “vertical” significa que quienes se encuentren
en diferente nivel en términos de capacidad contributiva, deben tributar importes distintos. Para ello es fundamental el uso de tasas progresivas en donde la alícuota aumenta más que proporcionalmente con el incremento de la base imponible. Capacidad Contributiva:
La posición tradicional o clásica la podríamos resumir expresando
que la capacidad contributiva significa la capacidad económica que se posee para hacer frente a las obligaciones tributarias, tomando en consideración la situación personal del contribuyente.
Existen ciertos indicadores que permiten calificar en términos
económicos la situación personal del contribuyente, los cuales ponen de manifiesto la capacidad contributiva en las personas físicas.
Los más utilizados son básicamente:
a) La “renta” que se obtiene b) El “capital” o patrimonio que se posee. Conclusión:
El concepto de “capacidad contributiva” y
por consiguiente el de “equidad”, serían aplicables exclusivamente a las personas físicas o al grupo familiar en los impuestos de carácter personal y global a la renta o al patrimonio, pero en cambio no se aplicaría a las personas jurídicas. Igualdad:
La igualdad constituye un principio en el cual lo
determinante es que los individuos son iguales ante la ley.
Por consiguiente en el área de la tributación
ello implicaría la igualdad ante las cargas fiscales, ello significa la prohibición de imponer por vía legal un tratamiento discriminatorio o desigual entre aquellos que son iguales. Impuesto a la Renta:
En el impuesto a la renta personal de carácter global,
la posición tradicional y generalmente predominante, entiende que dicha “capacidad” está referida a las personas físicas ya que es en ellas que es posible considerar algunos indicadores entre los cuales se pueden mencionar: los vinculados con el ingreso mínimo para subsistir, gastos de enfermedad y de educación, así como las erogaciones necesarias para mantener a personas que están a cargo del contribuyente y que carecen de ingresos suficientes. Impuesto a la Renta:
El impuesto a la renta es un tributo que se
determina anualmente, tiene vigencia del 01 de enero al 31 de diciembre.
Si eres persona natural el impuesto se aplica a
los ingresos que provienen del arrendamiento u otro tipo de cesión de bienes muebles o inmuebles, acciones u otros valores mobiliarios. También del trabajo realizado de forma dependiente o independiente, siempre que no se realices actividad empresarial. Tipos de rentas que puedes generar: (persona natural)
• 1ra Categoría: por el arrendamiento,
subarrendamiento o cualquier tipo de cesión de bienes muebles o inmuebles. El pago debes hacerlo tú mismo y corresponde al 6.25% sobre la renta neta (equivalente al 5% sobre la renta bruta).
• 2da Categoría: Corresponde a venta de acciones o
valores mobiliarios, intereses por colocación de capitales, regalías, patentes, rentas vitalicias, y otros. • 4ta Categoría: Las rentas de Cuarta Categoría: corresponden a servicios prestados de manera independiente de cualquier profesión, ciencia, arte u oficio. También, están aquí los trabajadores del Estado con contrato CAS, los directores, consejeros regionales y regidores municipales. Si estos ingresos se complementan con actividades empresariales o viceversa, el total de la renta que se obtenga se considerará como renta de Tercera Categoría es decir una renta empresarial. • 5ta Categoría: son los ingresos obtenidos por el trabajo personal prestado en relación de dependencia (planilla), incluidos cargos públicos, tales como sueldos, salarios, asignaciones, gratificaciones, bonificaciones, aguinaldos, comisiones, compensaciones en dinero o en especie, gastos de representación y, en general, toda retribución por servicios personales.
El impuesto se aplicará con tasas progresivas
acumulativas de 8%, 14%, 17%, 20% y 30%. Es decir, a mayor ingreso en el año, se pagará más.