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ESCUELA DE CONTABILIDAD
CÁTEDRA: CONTABILIDAD COMPUTARIZADA
GUÍA DE ESTUDIO – CONTABILIDAD IV – UNIDAD I
Maracaibo, Mayo
Operaciones con Moneda Extranjera.
Una transacción en moneda extranjera debe contabilizarse en moneda nacional en los registros
financieros de una entidad nacional, excepto por lo dispuesto en la norma, aplicando al
importe en moneda extranjera el tipo de cambio histórico.
A la fecha de cada balance general, las partidas monetarias en moneda extranjera que
provienen de las operaciones de la entidad deben presentarse al tipo de cambio vigente al
cierre con excepción de lo establecido en la norma.
Una diferencia en cambio proveniente de una partida monetaria ínter compañías, ya sea a
corto o a largo plazo, no puede eliminarse en la consolidación. Si la partida representa el
compromiso de convertir una moneda en otra, existe el riesgo de tener una ganancia o pérdida
como resultado de las fluctuaciones de la moneda, por lo que la diferencia en cambio
resultante es una ganancia o pérdida que debe ser considerada como tal en los resultados
financieros consolidados o combinados. Por el contrario, si la diferencia en cambio de una
partida monetaria ínter compañías representa una ampliación o disminución de la inversión
neta de la matriz en una entidad extranjera, tal diferencia debe mostrarse formando parte del
patrimonio en el balance general consolidado o combinado de la matriz.
Cuando se celebra un contrato de cambio a futuro, para establecer los importes en moneda
nacional cuya disponibilidad se requiere en las fechas de liquidación de las operaciones, la
diferencia entre el tipo de cambio a futuro y el tipo "spot" a la iniciación del contrato debe
reconocerse en los resultados de cada ejercicio durante la vigencia del contrato.
Moneda Extranjera.
Concepto.
La moneda extranjera, o más conocida como divisa, se refiere a la moneda de los países
extranjeros, sea cual sea su denominación. Será cualquier letra de cambio, cheque, carta de
crédito, orden de pago, pagaré o giro, así como cualquier otro documento en el cual conste la
obligación del pago en una moneda extranjera o una moneda no nacional.
Por norma general, se suele utilizar el tipo de cambio de la fecha en la que se entregue
efectivamente la cantidad de dinero. Por su parte, también se podrá utilizar un tipo de cambio
medio de un periodo (como máximo un mes) para todas las transacciones que se lleven a cabo
en moneda extranjera siempre que no haya variaciones significativas.
Para llevar a cabo la valoración posterior tendremos que tener en cuenta la diferenciación
entre estas partidas monetarias y no monetarias.
Las diferencias de cambio que se produzcan, ya sean negativas o positivas, así como aquellas
que se produzcan al liquidar los elementos patrimoniales, serán reconocidas en la cuenta de
pérdidas y ganancias del ejercicio.
Las importaciones que hacen los comerciantes se pueden pagar al contado riguroso a crédito.
Importación a crédito.
El problema, contablemente, se presenta en las importaciones a crédito, debido a que, entre
la fecha de recepción de las mercancías y la fecha en que se paga su importe-época futura-, el
tipo de cambio de la moneda extranjera pudo ser variado, por lo que, al adquirirla para
liquidar la operación, habrá de hacerse una erogación mayor o menor que el precio al que se
fue adquirida la mercancía; de ahí que la diferencia restante redunde en utilidad o pérdida
financiera según favorezca o perjudique al importador.
Por otra par aun no liquidadas, su importe en moneda extranjera deberá convertirse en
moneda nacional, tomando como base, no el tipo de cambio al que se haya concertado la
operación, sino tipo del día del balance, y considerando la diferencia que resulte, como
producto o gasto financiero, según beneficie o perjudique al importador. Posteriormente, se
verá que la utilidades por cambios que se tengan, al liquidar las importaciones a crédito o al
practicar balance, es preferente abonarlas a la cuenta de reservas para fluctuaciones de
cambios, en lugar de hacerlo a la de gastos y productos financiero.
Opciones/ Métodos y Procedimiento.
Procedimiento de registro: existen varios procedimientos para registrar las operaciones con las
compras efectuadas en mercados extranjeros, y son los principales:
Tipo Variable.
Tipo Fijo.
Tipo De Remesas Previa De Fondos
Tipo De Compra.
Tipo Variable.
Este procedimiento consiste en registrar las operaciones en moneda extranjera- compras,
gastos de compra, devoluciones sobre compra, remesas de dinero, etc.- al tipo de cambio del
día en que se hayan efectuado dichas operaciones.
Las operaciones efectuadas con proveedores del extranjero no se deben registrar en la misma
cuenta en donde se anotan las transacciones celebradas con proveedores nacionales, sino en
una cuenta colectiva denominada “proveedores extranjeros”, cuyo movimiento es preciso que
se lleve, tanto en moneda extranjera, como en nacional.
Tipo Fijo.
El procedimiento de tipo fijo tiene tres variantes, que son:
Tipo fijo con cuenta complementaria de resultados.
Tipo fijo con cuenta complementaria de balance.
Tipo fijo con cuenta complementaria de balance al 1 x 1.
El procedimiento de tipo fijo, en la odas sus variantes, consiste en abonar o cargar la cuenta
de Proveedores extranjeros a un tipo fijo arbitrario, previamente establecido, y en registrar la
diferencia entre los tipos fijo y real en una cuenta complementaria.
El procedimiento de tipo fijo es conveniente implementarlo cuando las variaciones o
fluctuaciones no sean fuertes o bruscas ni frecuentes, o sea cuando la moneda extranjera
guarda con relación a la moneda nacional cierta estabilidad.
El tipo fijo que se establece, para hacer los bonos y cargos a la cuenta de proveedores
extranjeros, por las compras, remesas de dinero, devoluciones sobre compras, etc., debe ser
una cantidad cerrada, con objeto de facilitar el cálculo de las equivalencias; y, lo más apegada
posible al tipo real, con el fin de que el saldo de la cuenta de proveedores extranjeros
coincida, en gran parte, con el pasivo real.
Tipo fijo
Como ya se indicó en un principio, la diferencia entre los tiempos de cambio fijo y real se debe
registrar en una cuenta complementaria de resultados, o en una cuenta complementaria de
balance, según el procedimiento que se siga.
Saldo deudor de la
Saldo de la cuenta
cuenta proveedores complementaria de Pasivo en
extranjeros – proveedores = libros
La utilidad por cambios la debe adsorber la cuenta de reserva para flotaciones de cambios y
cargar en la de complementaria de proveedores extranjeros.
La perdida por cambios la debe adsorber la cuenta de reserva para fluctuaciones de cambios;
en caso de que esta no exista, se debe cargar a la de gastos y productos financieros y abonar a
la de complementaria de proveedores extranjeras.
La ventaja que tiene este procedimiento, con respecto al de tipo fijo con cuenta
complementaria de resultados, es que al iniciarse el nuevo ejercicio, no es necesario revertir
el asiento de ajuste.
El tipo fijo con cuenta complementaria de balance al 1 x 1 tiene la ventaja de que, para
determinar e pasivo en moneda extranjera, no es necesario hacer ninguna operación aritmética
debido a que dicho pasivo aparece como saldo en la cuenta de Proveedores extranjeros; por
tanto, basta con sólo ver el saldo de esta cuenta, para conocer el pasivo en moneda
extranjera.
El procedimiento de tipo de remesas previa de fondos consiste en valuar, tanto las mercancías
importadas, como los gastos que por las mismas haya efectuado el proveedor, por cuenta
nuestra, al mismo tipo de cambio al que se haya hecho el anticipo de dinero.
Este procedimiento tiene la ventaja de disminuir la utilidades y perdidas por cambios, debido a
que la factura y documentos de embargue se registran al mismo tiempo de cambio de la
remesa previa de fondos, y no al del día en que se reciben, por lo que las variaciones en los
tipos de cambios efectuaran únicamente al saldo de la cuenta de proveedores extranjeros.
Tipo de Compra.
En este procedimiento los pagos efectuados al proveedor con posterioridad a la fecha de
recepción de las mercancías se calcula al tipo de cambio en que se hace dicha remesa, pero la
cuenta de proveedores extranjeros se deberán cargarse por el equivalente en moneda nacional
que resulte de aplicar al importe de la remesa en moneda extranjera al tipo de base que se
tomó previamente para dar entrada a las mercancías en el almacén, es decir, el costo de las
mercancías se calcula al tipo de cambio a la fecha de recepción, la remesa que se envíen con
posterioridad se calcularán al tipo de cambio que se envíen dichos fondos, determinando en
ese momento las diferencias con respecto al tipo de compra de las mercancías y pasando las
diferencias a la cuenta de gastos y productos financieros.
Para elaborar el balance, el saldo en moneda extranjera de la cuenta de proveedores
extranjeros se convertirá al tipo de cambio de ese día igual que en los procedimientos
anteriores aplicando a la diferencia que se obtenga en este, con el saldo en moneda nacional a
la cuenta de gastos y productos financieros.
Según esta norma, una transacción en moneda extranjera es aquélla cuyo importe se
denomina o exige su liquidación en una moneda distinta de la funcional, entendiéndose ésta
como la moneda del entorno económico principal en el que opera la empresa, que en caso de
las empresas domiciliadas.
Valoración Inicial.
Para la aplicación de la referida NRV, esta clasifica los elementos patrimoniales
diferenciándolos, según su consideración, en:
Partidas monetarias: son el efectivo y activos y pasivos que se vayan a recibir o pagar con
una cantidad determinada o determinable de unidades monetarias. Se incluyen, entre
otros, los préstamos y partidas a cobrar, los débitos y partidas a pagar y las inversiones en
valores representativos de deuda que cumplan los requisitos anteriores.
Partidas no monetarias: son los activos y pasivos que no se consideren partidas monetarias.
Se incluyen, entre otros, los inmovilizados materiales, inversiones inmobiliarias, el fondo de
comercio y otros inmovilizados intangibles, las existencias, las inversiones en el patrimonio
de otras empresas que cumplan los requisitos anteriores, los anticipos a cuenta de compras
o ventas, así como los pasivos a liquidar mediante la entrega de un activo no monetario.
Como es frecuente en las NRV, se distingue entre valoración inicial de una transacción y su
valoración posterior. Así, en su valoración inicial toda transacción en moneda extranjera se
convertirá a moneda funcional, es decir, a euros en nuestro caso, mediante la aplicación al
importe pactado en moneda extranjera, del tipo de cambio de contado, es decir, del tipo de
cambio utilizado en las transacciones con entrega inmediata, entre ambas monedas, en la
fecha de la transacción que es aquella en la que se cumplen los requisitos para su
reconocimiento contable, de acuerdo con los criterios de registro del Marco Conceptual de la
Contabilidad de la Primera parte del PGC.
Valoración Posterior.
La norma establece una distinción que no se hacía necesaria en la valoración inicial que hace
referencia a la clasificación entre partidas monetarias y partidas no monetarias.
Con carácter general, las partidas monetarias se valorarán, al cierre del ejercicio, aplicando
el tipo de cambio existente en el momento del cierre, entendido éste como el tipo de cambio
medio de contado, existente en esa fecha. Las diferencias de cambio, tanto positivas como
negativas que se originen en este proceso así como las que se produzcan al liquidar estos
elementos patrimoniales, se reconocerán en la cuenta de pérdidas y ganancias del ejercicio en
el que surjan.
Existe un caso particular: el de los activos financieros de carácter monetario clasificados como
disponibles para la venta. Lo que pretende la norma es separar los cambios de valor de dichos
activos financieros que provengan de las variaciones en su valor razonable de aquellos otros
cuyo origen se produzca por las diferencias de cambio entre monedas.
El reflejo de estas últimas diferencias, positivas o negativas, se llevará a pérdidas y ganancias
mientras que los otros cambios en el importe en libros de estos activos financieros se
reconocerán directamente en el patrimonio neto de acuerdo con lo dispuesto en la NRV 9ª,
relativa a instrumentos financieros.
Para realizar estos cálculos, la determinación de las diferencias de cambio producidas por la
variación del tipo de cambio entre la fecha de la transacción y la fecha del cierre del
ejercicio, se realizará como si los activos se valorasen al coste amortizado en la moneda
extranjera.
Partidas no Monetarias.
Las partidas no monetarias valoradas a coste histórico se valorarán aplicando el tipo de
cambio de la fecha de la transacción. Cuando un activo denominado en moneda extranjera se
amortice, las dotaciones a la amortización se calcularán sobre el importe en moneda funcional
aplicando el tipo de cambio de la fecha en que fue registrado inicialmente.
La valoración así obtenida no podrá exceder, en cada cierre posterior, del importe
recuperable en ese momento, aplicando a este valor, si fuera necesario, el tipo de cambio de
cierre; es decir, de la fecha a la que se refieren las cuentas anuales.
En este orden de ideas, se puede decir que la adopción de la NIC 21 en las empresas del sector
químico del municipio San Diego del estado Carabobo, genera mucha polémica y controversias,
por cuanto en nuestro país existe control de cambio desde febrero 2003. Al 31 de diciembre de
2014, existían tres tasas de cambio oficiales en Venezuela que calificarían como tasa de
cambio spot y que podían ser utilizadas para traducción de acuerdo con la NIC 21: la tasa de
cambio oficial fija conocida como Centro Nacional de Comercio Exterior CENCOEX disponible
para ciertos sectores considerados prioritarios, y las tasas de cambio del Sistema
Complementario de Asignación de Divisas SICAD-I y SICAD-II, lo cual constituye un mecanismo
adicional que consiste en un sistema de subastas a través del Banco Central de Venezuela
(BCV) que permite a empresas en sectores específicos adquirir divisas para la importación, no
se refiere a una subasta totalmente libre y cada una de ellas puede tener reglas y participantes
diferentes.
Frente a esta realidad venezolana, sin duda las organizaciones se encuentran ante una
problemática al momento de aplicar la NIC 21, donde los principales inconvenientes que se
presentan en la conversión son la tasa de cambio o tasas de cambio a utilizar, así como la
manera de informar sobre los efectos de las variaciones de las mismas en la elaboración y
presentación de los estados financieros. Todos los pasivos que tienen las empresas en moneda
extranjera y que se registraron a la tasa de cambio oficial emitida por el BCV que estén
pendientes de pago a la fecha de los estados financieros, y que además exista incertidumbre
en cuanto a la tasa de liquidación del pasivo registrado a la tasa oficial, bajo NIC 21 deben
registrarse a los flujos de efectivo que se esperan liquidar y llevar la diferencia contra
resultado.
Al momento de adoptar NIIF en Venezuela (transición PCGA- VEN NIF) , para efectos de cifras
comparativos se tuvo que reconstruir hasta 3 años los estados financieros, lo que originó una
revaluación de los activos y pasivos en moneda extranjera al aplicar NIC 21, que se tradujo en
importantes cambios en las utilidades no distribuidas de las empresas y en un aumento
significativo de los pasivos en moneda extranjero frente a un estancamiento de los activos, ya
que de estos últimos los que sean realizables a través de BVC si deben registrarse a tasa de
cambio oficial (CENCOEX).
Ganancias o Pérdidas en cambio en cuentas por pagar y por cobrar en moneda extranjera.
Las empresas deben seguir los principios de contabilidad generalmente aceptados en la
contabilización de las ganancias y las pérdidas de cambio de divisas extranjeras. El tipo más
común de intercambio de ganancias y pérdidas se produce cuando una empresa completa las
transacciones en moneda extranjera.
Por ejemplo, supongamos que un banco español otorga un crédito en dólares. Si la divisa
estadounidense pierde valor frente al Euro/Dólar, se reducirá el importe del principal del
préstamo al convertirlo a la moneda europea. Por lo tanto, se produce una pérdida cambiaria
para el prestamista. Esto lo explicaremos mejor con un ejemplo en las siguientes líneas.
Por ejemplo, este sería el caso del Banco XZ -con sede en Portugal- que extendió un
financiamiento de US$ 2.000 en febrero. Al aprobar la operación, el tipo de cambio era de US$
1,1 por euro. Es decir, el valor de la deuda era de € 1.818,18 euros (2.000/1,1).
Luego de tres meses, cuando vence la primera cuota del crédito, imaginemos que el precio del
euro sube a US$ 1,12. Por consiguiente, el valor del principal caerá a € 1.785,71(2.000/1,12),
produciéndose una pérdida cambiaria que se calcula de la siguiente manera:
(2.000/1,1)-(2.000/1,12)= – € 32,47
Dicha pérdida cambiaria del prestamista representaría una ganancia cambiaria para el deudor.
Vale acotar que si expresamos el tipo de cambio como la cantidad de moneda nacional
necesaria para comparar una unidad de moneda extranjera, lo explicado anteriormente ocurre
a la inversa. En otras palabras, es cuando cae el tipo de cambio que el acreedor sufre una
pérdida. Para comprobarlo, usaremos los datos del ejemplo presentado líneas arriba.
Por ejemplo, supongamos que una empresa peruana consigna una compra a crédito a un
proveedor de EE.UU por US$ 1.500. El día de la adquisición, el tipo de cambio es de S/ 3,2
(soles peruanos) por dólar. Entonces, el valor de la transacción sería:
1.500 x 3,2= S/ 4.800
Asumiendo que el Impuesto General a las Ventas o IGV (Equivalente al IVA) es 16%, se
registrará el siguiente asiento contable:
*Los tributos desembolsados se deducirán en la cuenta IGV por pagar, donde se calcula lo que
debe cancelarse al fisco.
Posteriormente, el día del pago (que es en una única cuota), consideremos que el tipo de
cambio sube a S/ 3,32 por dólar. Por ende, el valor de la deuda en la moneda peruana se
incrementa:
1.500 x 3,32= 4.980
Así, se genera una pérdida cambiaria para el prestatario:
4.980-4.800= 180
El asiento contable por el pago sería el siguiente:
En el presente trabajo hablaremos del crédito en moneda extranjera y todo lo que el mismo
conlleva; como lo son los riesgos asociados, cuáles son sus ventajas y desventajas, a qué tipo de
personas está dirigido este crédito y algunas recomendaciones para reducir las probabilidades de
riesgo.
Un incremento en la tasa de interés seducirá a los inversionistas a invertir dentro del mercado
causando de esta manera demanda de una moneda para que aumente. En la medida que la
demanda aumente, los activos se vuelven más escasos y por lo tanto más valiosos.
Por tanto, este tipo de asiento se debe realizar al final del ejercicio, siempre que la empresa
haya realizado durante ese ejercicio operaciones con moneda extranjera.
La finalidad del asiento es regularizar las cuentas con el tipo de cambio al final del ejercicio,
de tal forma que si al aplicar el tipo de cambio al final del ejercicio aparecen diferencias
(tanto positivas como negativas) habrá que realizar un asiento de ajuste.
Las entradas de divisas en la empresa pueden originarse por compras de moneda extranjera o
por cobros de créditos extranjeros. En el primer caso, se utilizarán las cuentas:
Caja, moneda extranjera (571)
Banco c/c (572)
Ejemplo:
Si se compran al contado 500 dólares a 0.90 €/dólar (a través de un banco) se registrará del
modo siguiente:
Pagos de Deudas.
Según las normas de valoración del Plan General de Contabilidad, las deudas deben
contabilizarse en moneda nacional (euros) convirtiéndolos al tipo de cambio vigente en la
fecha de la operación.
Ejemplo:
Compra de mercaderías por 1.000 dólares a 0,90 euros/dólar.
Ejemplo:
Al pagar la deuda anterior el dólar ha subido a 0.94 euros/dólar, de tal forma que tenemos que
pagar 940 euros. El asiento será:
900 Proveedores monedaa
extranjera (4004) Diferencias
40 negativas del Banco c/c 940
cambio
Ejemplo:
Al final del ejercicio tenemos una deuda con un proveedor ruso de 1.000 rublos contabilizada
en la cuenta “Proveedores, moneda extranjera” por 300 € (0.30 €/rublo). El tipo de cambio
vigente en este momento es de 0.40 €/rublo. Se produce una diferencia negativa pues la deuda
aumenta al ser mayor el valor del rublo. El asiento de corrección será:
Ejemplo:
Si seguimos el ejemplo expuesto en la compra de moneda extranjera, la empresa había
comprado 500 dólares a 0.90 euros/dólar. Si a continuación la empresa decide vender los 500 €
a una cambio de 0.80 €/dólar, cobrando el efectivo, será necesario realizar el siguiente
asiento:
Ejemplo:
En la cuenta “Caja, moneda extranjera” tenemos 100 dólares valorados en 90 € y al final del
año el tipo de cambio es 0.96 €/ dólar. El asiento de ajuste será:
1. Valoración Inicial.
Toda transacción en moneda extranjera se convertirá a moneda funcional, mediante la
aplicación al importe en moneda extranjera, del tipo de cambio de contado, es decir, del
tipo de cambio utilizado en las transacciones con entrega inmediata, entre ambas monedas,
en la fecha de la transacción, entendida como aquella en la que se cumplan los requisitos
para su reconocimiento.
Se podrá utilizar un tipo de cambio medio de un período (como máximo mensual) para
todas las transacciones de ese periodo siempre que no haya variaciones significativas
durante el mismo.
2. Valoración posterior
Para la valoración posterior se ha de distinguir entre partidas monetarias y no monetarias.
Cuando lo que se convierte es el conjunto de datos que integra un juego de estados contables,
se habla de conversión de estados contables.
Objetivo de la conversión.
Fowler Newton establece que las conversiones de datos aislados son imprescindibles cuando en
una contabilidad llevada en una moneda deben reconocerse los efectos de compras, ventas,
pagos y cobranzas en otras monedas; y los efectos de los cambios en los valores de activos y
pasivos en esas monedas. También es necesaria la conversión cuando se desea llevar la
contabilidad en más de una moneda.
Con respecto a estados contables, la conversión de los mismos a otra moneda puede obedecer
los siguientes propósitos:
a. obtener información para la toma de decisiones en una moneda distinta de la local;
b. brindar información a accionistas del exterior que se sienten más cómodos usando datos
expresados en la moneda de su propio país o en otra de uso universal;
c. para que una sociedad que prepara estados contables en otra moneda y posee acciones del
emisor de los estados contables pueda consolidar o combinar los estados contables de la
emisora o aplicar el método del Valor Patrimonial Proporcional.
Por lo tanto es preciso combinar las conversiones con los ajustes por inflación, para lo cual se
han propuesto dos enfoques básicos:
A. Convertir / Ajustar:
I. reemplazar la medición en moneda de origen por otra en moneda de conversión,
utilizando el tipo de cambio que corresponda;
II. ajustar por inflación la medición en moneda de conversión, considerando los cambios
en el poder adquisitivo de ésta;
B. Ajustar / Convertir:
I. primero se ajustan las mediciones en moneda de origen para que queden en moneda
de la fecha del informa contable a preparar;
II. los importes ajustados se convierten luego a moneda de conversión utilizando un tipo
de cambio de la fecha del informe contable.
Por otra parte, el tipo de cambio a emplear debería ser el de la fecha en cuyo poder
adquisitivo está expresada la medición en moneda de origen, pues la conversión solo debería
apuntar al cambio de unidad de medida. Por lo tanto, antes de cualquier conversión deberían
excluirse los efectos de los ajustes por inflación que hayan incidido sobre las mediciones en
moneda de origen a convertir.
Como en el ajuste por inflación, debe tenerse un cuidado especial con las partidas en moneda
de origen que resultan de comparar dos o más mediciones expresadas en distinto poder
adquisitivo definido, como las correspondientes a los resultados de tenencia (financieros y
otros). En estos casos, lo que debe hacerse es: a) convertir cada una de las mediciones
comparadas; b) volver a efectuar la comparación utilizando las mediciones convertidas.
Estas situaciones provocan dudas sobre la aptitud de las cotizaciones de mercado como base
para las conversiones de saldos a largo plazo. Cabe estudiar estos posibles enfoques:
- Si hay un mercado oficial y otro paralelo, basar las valuaciones contables en las
cotizaciones del segundo;
- No utilizar ninguna cotización sino alguna paridad de equilibrio o alguna paridad teórica ;
- Aplicar el criterio contable tradicional de emplear los tipos de cambio del mercado (oficial
o libre, según el caso).
a. Cotizaciones paralelas: su empleo no ha tenido aceptación, en parte porque pueden no ser
representativas ya que el mercado funciona en la clandestinidad y a su vez, por el volumen
de divisas negociado (a veces muy bajo).
b. Paridades de equilibrio: implica la utilización de un tipo de cambio convencional, que se
aparte del tipo de cambio oficial de cotización al cierre.
c. Paridades teóricas.
Su utilización es de difícil defensa, entre otras cosas porque:
– Los cálculos dependen del momento elegido como base;
– Las deudas se pagan y los créditos se cobran de acuerdo con los tipos de cambio reales
vigentes a la fecha de su cancelación;
– La evolución de los tipos de cambio reales no depende exclusivamente de las inflaciones
(local y extranjera) que constituyen la base de cálculo de las paridades teóricas.
Ellos son:
1. Método del tipo de cambio de cierre: donde todas las cuentas se conviertían a tipo de
cambio de cierre, sin distinguir si eran corrientes o no corrientes.
2. Método de lo corriente y lo no corriente: se originó en el pronunciamiento americano ARB
43, por el cual todas las cuentas corrientes se convertían al tipo de cambio de cierre y las
no corrientes se traducían a moneda extranjera en función del tipo de cambio de origen. La
mayoría de los items del Estado de Resultados se traducen al tipo de cambio promedio del
período, excepto la depreciación, que se traduce al tipo de cambio de origen, a efectos de
mantener la coherencia con la partida no corriente que la origina. Este método se utilizó
hasta 1975.
3. Método de lo monetario y no monetario: representa un avance respecto al método
anterior, porque ya no desagrega en función de la clasificación de la cuenta , sino del
carácter de la misma, en monetaria y no monetaria. Las cuentas monetarias que muestran
poder adquisitivo de cierre, se convierten al tipo de cambio de cierre y las no monetarias al
tipo de cambio de origen. El tratamiento para las cuentas del Estado de Resultados es
idéntico al método anterior. El principal obstáculo para este método es la utilización de
Valores Corrientes, ya que cuentas no monetarias también estarían a poder adquisitivo de
cierre.
4. FAS 8: donde a partir de 1976 se adopta el Método Temporal, que desarrollaremos más
adelante.
5. FAS 52: sustituye al FAS 8, a partir de 1981,y considerando dos Métodos de Conversión: el
Método Temporal y el Método de Traslación. Las principales críticas que se le hacían al FAS
8 eran: que el Resultado por Conversión siempre se veía reflejado en el Estado de
Resultados; los cambios al convertir las cuentas, podrían confundir respecto a la
performance operativa, mostrando pérdidas operativas, incluso durante ejercicios
rentables; produce varias oscilaciones en los resultados sobre los cuales no tienen control
los gerentes.
6. NIC 21: elaborada por el IASC, que sigue en líneas generales al FAS 52, pero incorpora una
variante en el caso de las economías hiperinflacionarias.
7. SSAP 20: elaborado por el ASB, parte integrante del FRC (Financial Reporting Council) de
Inglaterra y Gales, que en líneas generales adopta las soluciones del FAS 52 y la NIC 21.
b) El Método Temporal:
1. Concepto de Conversión:
Consiste en convertir los Estados Contables de moneda de un país a otro, como si todas las
operaciones ocurridas en moneda original, hubieran ocurrido en la moneda de conversión,
en el país de origen. Por lo que mantiene los Principios de Contabilidad Generalmente
Aceptados con que fueron preparados los Estados Contables en moneda de origen.
Lo que propone este método es una reexpresión de los Estados Contables, es una
“remedición” en moneda extranjera (estamos cambiando la unidad de medida), y consiste
en el replanteo de los Estados Contables en la moneda extranjera.
Lo que busca es medir la situación patrimonial y los resultados en moneda extranjera, en
consecuencia, los Estados Contables deben ser aquellos que se obtendrían si la contabilidad
se llevara en esa moneda extranjera a la que se quiere convertir.
¿Cómo se logra esta reexpresión? Hay dos posibilidades, la primera es llevar una
contabilidad paralela en la moneda extranjera, y la segunda, es aplicar el Método
Temporal.
2. Conceptos Fundamentales:
Método de Conversión:
Aplicar el Método Temporal implica convertir los Estados Contables en moneda local, de
acuerdo a las siguientes pautas:
a. Las cuentas llevadas a precios de intercambio del pasado, son convertidas empleando los
tipos de cambio históricos, correspondientes a los momentos en que se fijaron los
respectivos precios (fecha de la operación).
b. Las cuentas llevadas a precios de operaciones de compra o venta corriente o de
intercambios futuros, deben ser convertidas al tipo de cambio corriente (a fecha de
cierre).
c. En forma complementaria, se debe aplicar la Regla de Costo – Mercado el menor, a las
cuentas convertidas.
d. Lo anteriormente expuesto implica:
e. Convertir los rubros monetarios al tipo de cambio de cierre.
f. Convertir los rubros no monetarios dependiendo del criterio de valuación:
I. Si son valuados al costo, utilizando los tipos de cambio históricos, o lo que es lo
mismo, el tipo de cambio del momento en que el bien ingresó a la empresa.
II. Si son valuados a valores corrientes, se debe utilizar el tipo de cambio de cierre o
el que corresponde a la fecha en que se determinó ese valor.
g. Las cuentas de resultados, se convierten al tipo de cambio de cada transacción, excepto
aquellas que deriven de cuentas de activos (por ej.: costo de ventas, depreciaciones,
etc.) que deberán seguir el mismo tratamiento que el activo que les dio origen, a
efectos de mantener la coherencia del método de ajuste.
3. El Proceso de Conversión:
Para convertir Estados Contables a Moneda Extranjera, aplicando el Método Temporal, se
deben seguir los siguientes pasos:
a. Convertir los Estados Contables al inicio, reexpresando los activos y pasivos al tipo de
cambio correspondiente, tal como se explicó en el punto anterior. Se reexpresan los
aportes efectuados por los socios, al tipo de cambio de la fecha del aporte, y por
diferencia, se determinan los resultados acumulados en moneda extranjera al inicio.
b. Convertir los Estados Contables al cierre, reexpresando los activos y pasivos aplicando la
misma metodología aplicada para los Estados Contables al inicio. A los aportes
efectuados por los socios, previo a este ejercicio económico, ya reexpresados al tipo de
cambio del aporte, se le suman los nuevos aportes (sólo se consideran los aportes
reales). A los Resultados Acumulados ya reexpresados al inicio, se le restan las
distribuciones reales efectuadas, y por diferencia, se determina el Resultado del
Ejercicio.
c. Las cuentas de resultados, se reexpresan al tipo de cambio de la transacción, excepto
aquellas que deriven de cuentas de activos, que seguirán el mismo tratamiento que el
activo que les dio origen. Y por diferencia, obtenemos el Resultado por Conversión.
d. Verificar el Resultado por Conversión obtenido por diferencia, el cual se verifica de
forma similar que el RDM del ajuste por inflación.
e. En el Método Temporal, el Resultado por Conversión es un resultado generado por la
tenencia de activos y pasivos monetarios en moneda local ante la variación de la
cotización de la moneda de conversión.
En este método, la Diferencia de Cambio una vez convertidos los Estados Contables, es la
generada por la tenencia de una tercera moneda (que no sea la moneda local ni la de
conversión.) No puede generarse diferencia de cambio por tenencia de la moneda de
conversión.
b) Método de Conversión:
Aplicar el Método de Traslación, implica cumplir los siguientes pasos:
a. Determinar la moneda funcional de la inversión en el extranjero.
b. “Remedir” los Estados Contables de la moneda en la que se preparan los mismos
(generalmente en moneda local) a moneda funcional. – Método Temporal.
c. Convertir los Estados Contables de la moneda funcional a la moneda de conversión
(moneda de la matriz).
Método de Traslación.
El 1er paso, ya lo hemos desarrollado al definir el concepto de Moneda Funcional y los
factores económicos que deben considerarse para su determinación.
El 2° paso (según el FAS 52), se debe realizar como si todas y cada una de las
operaciones de la empresa se efectuaron en moneda funcional, esto es lo que definimos
anteriormente como Método Temporal.
En el caso que la moneda local coincida con la moneda funcional, este paso debemos
obviarlo.
El 3er paso, es aplicar el Método de Traslación, que es una combinación del Método
Temporal con el Método del Tipo de Cambio de Cierre. Con este método debemos
aplicar las siguientes pautas:
Los Activos y Pasivos se convierten al tipo de cambio de la fecha de la conversión
(normalmente, es el tipo de cambio de cierre).
En el Patrimonio, los aportes efectuados por los socios (al igual que en el Método
Temporal), se convierten al tipo de cambio de la fecha de los aportes, con la
intención de tener presente el monto que aportó la matriz en su moneda, y mantener
fijo dicho importe invertido. Concomitantemente nos aparecerá otra cuenta, llamada
Ajuste por Traslación, que recibe el tratamiento de una reserva, no se considera un
resultado, porque el objetivo del Método de Traslación, es medir los resultados de la
inversión en el extranjero, en función del efecto que tenga sobre los flujos de fondos
de la inversora, es decir aquellos resultados que afecten la capacidad de girar fondos
o dividendos a la matriz. El Ajuste por Traslación es consecuencia de poseer una
inversión en una moneda que no es la moneda de la matriz y eso no es un resultado
que se pueda girar a la matriz (la inversión es la empresa, no se refiere a la tenencia
de activos y pasivos en otras monedas). Este resultado podrá distribuirse en
oportunidad de la liquidación parcial o total de la empresa que traduce los estados
contables según este modelo. En ese momento, será una pérdida o ganancia para la
empresa inversora, ya que tendrán efecto sobre los flujos de fondos, y es cuando la
empresa inversora recibe el resultado de su inversión.
3. El Proceso de Conversión
Para aplicar el Método de Traslación (pasar de moneda funcional a moneda de conversión),
debemos aplicar los siguientes pasos:
1. Trasladar los Estados Contables al inicio en moneda funcional a moneda de conversión,
para ello se convierten los activos y pasivos al inicio, al tipo de cambio inicial (que es el
tipo de cambio de cierre del ejercicio anterior). Los aportes efectuados por los socios, al
tipo de cambio histórico, y por diferencia determinamos los resultados acumulados en
moneda de conversión al inicio; estos resultados acumulados se componen de:
Resultados Acumulados más Ajustes por Traslación de ejercicios anteriores (incluído el
que corresponde al Estado contable que tomamos como inicial para aplicar el método).
2. Trasladar los Estados Contables al cierre en moneda funcional a moneda de conversión,
para ello se convierten los activos y pasivos al cierre, al tipo de cambio de cierre. Los
aportes efectuados por los socios serán los mismos que se convirtieron al inicio más
algún aporte realizado en el ejercicio, convertido al tipo de cambio del día del aporte.
Los resultados acumulados serán los mismos que al inicio, menos las distribuciones
reales, convertidas al tipo de cambio de la fecha de la distribución. Pasamos al Estado
de Resultados, donde convertimos todos los resultados al tipo de cambio de la fecha de
devengamiento de los mismos, y calculamos el Resultado del Ejercicio. Calculado el
mismo, volvemos al Estado de Situación Patrimonial y lo colocamos en el Patrimonio
convertido, y por diferencia se obtiene el Ajuste por Traslación, el cual es considerado
como Patrimonio y no como Resultado.
3. Verificamos el Ajuste por Traslación.
El método utilizado para convertir Estados Contables con propósitos de consolidación, debe
reflejar las relaciones financieras y operativas que existan entre la compañía inversora y sus
subsidiarias (párrafo 13). Además, deben revelarse en Notas a los Estados Contables, los
métodos de conversión y, las ganancias y pérdidas netas de la variación del tipo de cambio que
se generen, identificando separadamente el monto que se llevó a reservas y el monto neto
llevado a resultados.
La compañía que invierte está más interesada en el flujo de efectivo que en la inversión neta,
esto es así hasta que el negocio es liquidado o dejado de lado.
En este método, los montos en los balances de una entidad extranjera, deben ser convertidos a
la moneda de reporte utilizando el tipo de cambio de cierre.
Las pérdidas y ganancias deben ser convertidas a tipo de cambio de cierre o a tipo de cambio
promedio del período. El uso de ambos métodos es permitido, pero dicha utilización se debe
realizar en forma consistente de un período a otro. Cuando el tipo de cambio promedio
utilizado, difiere del tipo de cambio de cierre, la diferencia que surge debe ser llevada a una
cuenta de reservas dentro del patrimonio.
Método Temporal: En los casos en que la relación de una empresa extranjera (subsidiaria) está
tan unida con la inversora, que sus resultados deben ser mirados como una extensión de la
compañía inversora. Los Estados Contables de la subsidiaria deben ser incluídos en los Estados
Contables consolidados como si todas las operaciones hubieran sido llevadas a cabo por la
compañía inversora en su propia moneda. Esto es el Método Temporal.
Para determinar cuándo la moneda de la compañía inversora, es la dominante en el ambiente
económico en que opera la subsidiaria, se deben tener en cuenta los siguientes factores:
Las operaciones de la subsidiaria tienen un impacto sobre los flujos de caja de la compañía
inversora.
La operativa de la subsidiaria depende directamente de la compañía inversora.
La mayoría de las transacciones realizadas por la subsidiaria están expresadas en la moneda
de la compañía inversora.
La estructura financiera de la subsidiaria está principalmente en moneda de la compañía
inversora.
Las sucursales en el exterior deben convertirse según la naturaleza de las operaciones del
negocio, o sea, según uno de los dos métodos descriptos anteriormente.
Si estamos convirtiendo los Estados Contables de una subsidiaria, con el objetivo de consolidar,
y sabiendo que para consolidar debemos expresar todo en una unidad de medida homogénea,
aplicamos el Método Temporal, ya que es el método que respeta la unidad de medida.
El Método Temporal, supone que sólo están expuestos a la devaluación los activos y pasivos
monetarios, y reconoce como un Resultado realizado el efecto de tener dichos rubros
(Resultado por Conversión).
El Método de Traslación supone que toda la inversión (activos menos pasivos) está expuesta a
la devaluación, y reconoce el efecto de la devaluación sobre el total de la inversión; este
efecto, se debe a la tenencia de una inversión en una moneda diferente a la del reporte, que
no genera un flujo de fondos y no es un Resultado realizado, sino una diferencia en la
valuación de la inversión, que se incluye en el Patrimonio (Ajuste por Traslación). Este ajuste
será un resultado realizado, en el momento que la matriz venda la subsidiaria.
Conversión de estados financieros de operaciones en moneda extranjera integrada.
Para tratar el tema de conversión de estados financieros, es necesario decir que se aplica
cuando se tienen negocios en el extranjero con un alto nivel de participación de tal manera
que exista un control sobre esa entidad que amerite la consolidación de estados financieros de
acuerdo con las normas de contabilidad de general aceptación del país donde funcione la
matriz o internacional, según las circunstancias, y por tanto, hacer la correspondiente
conversión respectiva a moneda nacional.
Este tipo de entidades en el extranjero se dan por razones estratégicas como crecimiento,
expansión de mercados, facilidad para obtener tecnología y materia prima, mejor relación con
proveedores y clientes. Cada día es más relevante el establecimiento de entidades en el
extranjero por causa de la globalización de los mercados, la internacionalización de la
economía y el comercio electrónico.
Un caso especial de conversión de estados financieros, se dio en Ecuador en el año 2000, para
efectos de aplicar el esquema de dolarización, donde se observa el procedimiento establecido
para llevar a cabo la conversión a dólares de los Estados Unidos de América, de acuerdo con el
borrador de la propuesta del Instituto de Investigaciones Contables de ese país:
“Conversión de estados financieros a dólares de los Estados Unidos de América: 18. Los saldos
de los estados a la fecha de transición, expresados en sucres y ajustados por: a) ajuste integral
por inflación por el periodo comprendido entre el 1 de enero de 2000 y la fecha de transición y
b) el índice especial de corrección de brecha hasta la fecha de transición, se dividirán para
S/.25.000, con lo cual se obtendrán los saldos de los estados financieros convertidos a dólares
de los Estados Unidos de América. Estos saldos serán la base para iniciar la contabilidad en
dólares. 19. Esta norma no incluye el tratamiento tributario de las partidas que surjan como
consecuencia del procedimiento de conversión. Para tales efectos, los contribuyentes deben
considerar las resoluciones que emita o haya emitido el Servicio de Rentas Internas. 20. Se
deben hacer las siguientes revelaciones: a) La ganancia o pérdida neta resultante de la
corrección monetaria imputada al patrimonio y/o a los resultados del periodo debe estar
revelado en los estados financieros o en notas. La ganancia o pérdida que de acuerdo con esta
norma debe aplicarse a los resultados, se debe revelar como parte de los resultados
financieros; b) Los saldos de las cuentas reserva por revalorización del patrimonio y
reexpresión monetaria deben revelarse como parte de la cuenta patrimonial “capital
adicional”; c) En las notas a los estados financieros se debe incluir una descripción del método
utilizado para la conversión de las partidas monetarias y las partidas no monetarias, incluyendo
un resumen de los índices utilizados y su fuente. Esta norma tiene vigencia para los estados
financieros que cubren los periodos que empiezan en o después de enero 1 de 2000”.
Para llevar a cabo el proceso de conversión de estados financieros se debe t3ner en cuenta el
tipo de operaciones que la matriz realice con la subordinada en el extranjero teniendo en
cuenta lo expresado en el objetivo de la NIC 21 que contempla: “La empresa puede llevar a
cabo actividades en el extranjero de dos diferentes maneras: 1) realizar transacciones en
moneda extranjera o, 2) tener operaciones en el extranjero. En estos casos, con el fin de
incluir las transacciones en moneda extranjera y las cuentas de las operaciones en el
extranjero, dentro de los estados financieros de la empresa, las operaciones deben ser
expresadas en la moneda habitualmente utilizada para establecer sus cuentas, y los estados
financieros de las operaciones en el extranjero deben ser convertidos a la moneda que
corresponda a los estados financieros publicados por la empresa. Los principales problemas con
los que se enfrenta la contabilidad, son los de decidir que tasa de cambio debe utilizar para la
conversión y como proceder al reconocimiento, en los estados financieros, de los efectos de las
diferencias en cambio en moneda extranjera”.
Por su parte para el caso colombiano se prescribe en la norma nacional en el artículo 50 del
Decreto 2649 de 1993, al referirse a la Moneda Funcional, determina que “las transacciones
realizadas en otras unidades de medida deben ser reconocidas en moneda funcional, utilizando
la tasa de conversión aplicable en la fecha de su ocurrencia” que para el caso Colombiano
equivale a la tasa representativa del mercado (TRM).
Y agrega “sin embargo, normas especiales pueden autorizar o exigir el registro o la
presentación de información c0ontable en otras unidades de medida, siempre que estas puedan
convertirse en cualquier momento a la moneda funcional”.
Lo anterior indica que si la matriz se encuentra en Colombia, antes de consolidar los estados
financieros, se deben convertir a moneda funcional utilizando la tasa de cambio a la fecha de
cierre en forma directa o utilizando la moneda patrón que para el caso es el dólar de los
Estados Unidos de América.
“Al convertir los estados financieros de una entidad extranjera, para incorporarlos a sus
propios estados financieros, la empresa que informa debe utilizar los siguientes
procedimientos:
a. Los activos y pasivos de la entidad extranjera, ya sean de tipo monetario o no
monetario, deben ser convertidos según la tasa al cierre.
b. Las partidas de gastos e ingresos de la entidad extranjera deben ser convertidos a las
tasas de cambio existentes en las fechas de las correspondientes transacciones, salvo
cuando la entidad extranjera informa en términos de una moneda que pertenece a una
economía hiperinflacionaria, en cuyo caso los gastos e ingresos deben ser convertidos
utilizando la tasa al cierre; y
c. Todas las diferencias de cambio resultantes del proceso deben clasificarse como
componentes del patrimonio neto, hasta la desaparición de la inversión neta”. Cuando
sus actividades normales no forman parte integrante de las de la matriz o controladora,
para la conversión se utiliza el tipo de cambio (TRM) a la fecha de cierre utilizando los
siguientes pasos:
FERNANDEZ, para el caso Español, los estados financieros para su consolidación serán
convertidas a pesetas aplicando uno de los métodos siguientes: a) método del tipo de
cambio de cierre y b) método monetario – no monetario. El procedimiento aplicado es
concordante con la norma internacional. La conversión de las partidas del balance las
clasifica en: método circulante / no circulante, monetario no monetario, temporal, y del
tipo de cambio de cierre
En el ejemplo que se da a continuación el proceso de conversión se efectúa a través de
una moneda patrón, en este caso el dólar de los Estados Unidos de América y utilizando
la tasa de cierre.
Por lo anterior, resulta más apropiado incorporar cada una de las partidas individuales de los
estados financieros en moneda extranjera a los estados de la casa matriz, de tal forma que el
efecto sea el mismo que se hubiera obtenido si ésta hubiese efectuado directamente en
moneda extranjera las transacciones realizadas por su parte relacionada en el extranjero.
La norma internacional relacionándose con el tema Operaciones en el extranjero que son parte
integral de la empresa que informa, contempla: “Los estados financieros de las operaciones en
el extranjero, que son parte integrante de las operaciones de la empresa que informa, deben
ser convertidos utilizando las normas y procedimientos descritos en los párrafos 8 a 22, como si
las transacciones de las operaciones en el extranjero en cuestión hubieran sido efectuadas por
la empresa que informa”.
La información en los estados financieros posteriores en cada fecha del balance, se clasifica en
monetarias y no monetarias, así:
a. “a) Las partidas monetarias en moneda extranjera deben ser valoradas utilizando la tasa al
cierre.
b. Las partidas no monetarias establecidas originalmente en moneda extranjera, que se
contabilizan al costo histórico, deben ser valoradas utilizando la tasa de cambio en el
momento en que fue realizada la transacción; y
c. Las partidas no monetarias establecidas originalmente en moneda extranjera, que se
contabilicen por su valor razonable, deben ser valoradas utilizando las tasas de cambio
existentes en el momento en que se determinó tal valor razonable”.
En tal sentido el procedimiento para la conversión de los estados financieros de las entidades
que forman parte integrante de las operaciones de la casa matriz es:
1. Las partidas monetarias se convierten al tipo de cambio a la fecha de cierre, excepto, en el
caso de existir un convenio para manejar un tipo de cambio a futuro (forward), caso en el
cual se toma dicho tipo de cambio.
2. Las partidas no monetarias se convierten al tipo de cambio vigente en la fecha de
adquisición o a la fecha que ocurrió la operación relativa.
3. Las partidas no monetarias objeto de Revaluación en los estados financieros en moneda
extranjera se convierten al tipo de cambio vigente en la fecha de revaluación.
4. Las partidas del estado de resultados se convierten al tipo de cambio vigente en la fecha en
que ocurrió la transacción que le dio origen (para el ejemplo se toma el tipo de cambio
promedio). Las diferencias entre cambios resultantes se aplican a los resultados del periodo
objeto de la operación.
5. Al igual que el caso uno, entidad extrajera, si son afectadas por inflación, se deben ajustar
las partidas previas a la conversión.
El método de conversión de las propiedades debe ser con la del tipo de cambio a la fecha de
adquisición que era de 3.60 por dólar. Este tipo de conversión más conservador que el anterior,
genera una pérdida entre cambios en el caso de que la moneda extranjera se devalúa con
respecto a la moneda nacional, y en caso contrario una utilidad. En ambos casos el resultado
por conversión debe ser aplicado al estado de resultados del ejercicio.
Las revelaciones que se deben hacer con respecto a la conversión de los estados financieros de
operaciones en el extranjero entre otras son las siguientes:
1. El método que se uso
2. La diferencia neta en cambios en el periodo, que afectó el capital contable como
resultado de la aplicación.
3. La diferencia en cambios en el periodo, que se llevó a resultados.
4. El procedimiento aplicado del tipo de cambio (al cierre o promedio) para convertir el
estado de resultados de entidades extrajeras.
La NIF B-15 se emite con la intención de converger con las Normas Internacionales de IN4
Información Financiera (NIIF) vigentes, e incorporar los conceptos establecidos por la serie NIF
A, Marco Conceptual.
Por lo tanto, adecua y actualiza lo establecido por el anterior Boletín B-15. La presente Norma
de Información Financiera (NIF B-15) provee normas para el reconocimiento de las
transacciones en moneda extranjera y la conversión de los estados financieros de una
operación extranjera a la moneda de informe, incluyendo la conversión de la información
financiera de cualquier entidad cuya moneda de informe es distinta a su moneda funcional.
Esta Norma de Información Financiera (NIF) tiene como objetivo establecer las normas para el
reconocimiento de las transacciones en moneda extranjera y de las operaciones extranjeras en
los estados financieros de la entidad informante y la conversión de su información financiera a
una moneda de informe diferente a su moneda de registro o a su moneda funcional. Asimismo,
se establecen normas de presentación y revelación. La NIF B-15 fue aprobada por unanimidad
para su emisión por el Consejo Emisor del CINIF en noviembre de 2007 para su publicación y
entrada en vigor a partir del 1º de enero de 2008.
Según la NIF A-1 se define como la acción de divulgar en estados financieros y sus notas, toda
aquella información que amplíe el origen y significación de los elementos que se presentan en
dichos estados, proporcionando información acerca de las políticas contables, así como del
entorno en el que se desenvuelve la entidad.
La conversión tiene como objetivo, expresar los estados financieros en términos de la moneda
que utiliza la casa matriz para efecto de la consolidación y su proceso busca expresar los
estados financieros medidos en una unidad monetaria en términos de otra unidad monetaria.
Es necesario, que cada ente económico convierta sus estados financieros de moneda extranjera
a moneda local cuando están enviando información a la casa matriz en la cual el ente
económico es subordinado o filial.
La crítica fundamental que merece este método, es que la clasificación de una partida
como corriente o no corriente tiene que ver con un hecho futuro y no es un indicador útil para
definir qué tipo de cambio es razonable emplear para su conversión. Esto último, es
consecuencia de la naturaleza de las partidas y de sus bases de valuación (lo que tiene que ver
con el pasado y el presente).
Según el método de lo monetario, los rubros monetarios se convierten de acuerdo con los tipos
de cambio de cierre y los restantes con base en los tipos de cambio vigentes, en los momentos
en que las transacciones que originaron los distintos saldos ocurrieron.
Método corriente.
El método corriente se emplea para convertir estados financieros de entidades extranjeras
independientes.
Método histórico.
De conformidad con este método, en la primera conversión, el proceso es el mismo que para el
método corriente de entidades independientes, es decir, se obtiene por diferencia el resultado
por conversión, a excepción de que no se determina la remedición de las partidas no
monetarias, al tipo de cierre.
Métodos de conversión.
Según la superfinanciera, en la circular externa 041 de diciembre del 2006, en la conversión de
los estados financieros se deben tener en cuenta los siguientes aspectos:
1. Deberán consolidar las instituciones vigiladas que sean propietarias, directa o
indirectamente del cincuenta por ciento (50%) o más de los derechos sociales o aportes en
circulación con derecho a voto de otra institución vigilada, nacional o extranjera.
2. También habrá lugar a consolidación cuando se presuma que la entidad inversionista ejerce
influencia dominante en la subordinada, para lo cual se tienen en cuenta algunos supuestos.
3. En los casos en que se deban preparar estados financieros combinados, la combinación se
presentará sobre la misma base de la consolidación de estados financieros para las
entidades vigiladas, procediendo a sumar las cifras de los estados financieros de las
entidades a combinar y efectuando los ajustes y las eliminaciones pertinentes.
4. También habrá lugar a consolidación cuando exista entre las entidades vigiladas unidad de
propósito y de dirección.