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PRERROGATIVAS PROCESALES DE LA NACIÓN

PRERROGATIVAS PROCESALES DE LA NACIÓN SON APLICABLES A PDVSA


Para decidir, esta Sala observa:
De los términos en que quedó formulada la denuncia, se desprende que la misma está
referida a la falta de aplicación de las prerrogativas procesales de la República a la empresa
demandada, por ser una empresa del Estado, toda vez que la misma fue declarada confesa
por no haber dado contestación a la demanda.
Al respecto, el juzgador de la recurrida señaló:
(…) siendo la sociedad mercantil demandada una empresa del Estado Venezolano, y de cuya
demanda en su contra fue notificado (sic) en su oportunidad legal la Procuraduría General de
la República, cumpliéndose así con lo ordenado por el artículo 94 de la Ley Orgánica que la
rige, al suspenderse el procedimiento por noventa (90) días continuos, y considerando esta
superioridad, que por tales motivos, a la parte demandada no le son aplicables los privilegios
procesales de que goza la República Bolivariana de Venezuela, en cuanto a que no puede
incurrir en confesión ficta por no asistir al acto de contestación de la demanda y no puede ser
condenada en costas al ser vencida totalmente en la litis, forzoso es concluir, que la no
comparecencia de la empresa PALMAVEN C.A., filial de Petróleos de Venezuela, al acto de
contestación de la demanda, la hizo incurrir en la confesión y admisión de los hechos
esgrimidos por el actor en su escrito libelar (…) (Subrayado añadido).
En efecto, de la revisión de las actas procesales se evidencia que la empresa accionada no
compareció a contestar la demanda (f. 187 de la 1ª pieza del expediente); no obstante, visto
que se trata de Palmaven, S.A., empresa del Estado, es preciso determinar si, a pesar de la
falta de contestación, debe entenderse contradicha la demanda, en aplicación de las
prerrogativas de la República.
En este orden de ideas, el artículo 6 de la Ley Orgánica de la Hacienda Pública Nacional,
dispone:
Cuando los apoderados o mandatarios de la Nación no asistan al acto de la contestación de
demandas intentadas contra ella, o de excepciones que hayan sido opuestas, se tendrán unas
y otras como contradichas en todas sus partes, sin perjuicio de la responsabilidad que la
omisión apareja al representante del Fisco.
Asimismo, el artículo 68 del Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley de Reforma Parcial del
Decreto con Fuerza de Ley Orgánica de la Procuraduría General de la República, establece:
Cuando el Procurador o Procuradora General de la República, o los abogados que ejerzan la
representación de la República, no asistan a los actos de contestación de demandas
intentadas contra ésta, o de las cuestiones previas que les hayan sido opuestas, las mismas
se tienen como contradichas en todas sus partes, sin perjuicio de la responsabilidad personal
del funcionario por los daños causados a los derechos, bienes e intereses patrimoniales de la
República.
Como se observa, cuando la República sea parte en un proceso como sujeto pasivo de la
pretensión, y no conteste la demanda, la misma debe entenderse como contradicha, por gozar
legalmente de tal prerrogativa procesal.
Conteste con la jurisprudencia de esta Sala, los privilegios y prerrogativas de la República son
igualmente aplicables a PDVSA; en este sentido, en sentencia N° 1.471 del 2 de octubre de
2008 (caso: Víctor Julio Morantes contra PDVSA Petróleo y Gas S.A.) se sostuvo:
En efecto, constituye un hecho notorio, que las actividades de Petróleos de Venezuela, S.A.,
juegan un papel preponderante en la economía nacional, y que la eventual afectación de su
patrimonio en definitiva incide en el patrimonio de la Nación. Según los estatutos publicados
en Gaceta Oficial Nº 37.588 de fecha 10 de diciembre de 2002, Decreto Nº 2.184, dicha
empresa se encarga de la exploración, producción, manufactura, transporte y mercadeo de
hidrocarburos, actividades declaradas de utilidad pública y de interés social, mediante el
Decreto con fuerza de Ley Orgánica de Hidrocarburos, publicada en Gaceta Oficial Nº 37.323,
de fecha 13 de noviembre de 2001. Por razones de soberanía económica, política y de
estrategia nacional, el artículo 303 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, reserva la totalidad de acciones de Pdvsa S.A., al Estado venezolano.
Asimismo, los hidrocarburos son reconocidos como bienes de dominio público, por el artículo
12 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y los ingresos obtenidos en
razón de éstos están destinados a financiar la educación, la salud, la formación de fondos de
estabilización macroeconómica y a la inversión productiva, con miras a “una apropiada
vinculación del petróleo con la economía nacional”, en los términos establecidos en el artículo
5 del Decreto con fuerza de Ley Orgánica de Hidrocarburos.
Tales enunciados normativos ratifican, que las actividades de Pdvsa S.A. son de vital
importancia para el interés general, por lo que ante la magnitud de tales implicaciones, se
considera necesario garantizarle la posibilidad de defenderse y ejercer acciones en igualdad
de condiciones a las concedidas a la República, y en ese sentido, le resulta extensible la
prerrogativa establecida en los artículos 66 del Decreto con fuerza de Ley Orgánica de la
Procuraduría General de la República, y 6 de la Ley Orgánica de Hacienda Pública Nacional.
Asimismo, en decisión N° 1.247 del 3 de agosto de 2009 (caso: Carlos Alberto Solórzano
contra Servicios Quijada, C.A. y otra), esta Sala de Casación Social reiteró que a PDVSA le
son aplicables los privilegios de la República y por tanto debe entenderse contradicha la
demanda no obstante la falta de consignación del escrito de contestación, al señalar: “La
empresa codemandada PDVSA Petróleo, S.A., no presentó por sí mismo, ni por medio de
apoderado judicial escrito de contestación a la demanda, sin embargo, con fundamento en el
privilegio procesal del cual goza la referida empresa al tratarse de una estatal petrolera, se
tiene la demanda por contradicha en todas y cada una de sus partes (…)”.
Por lo tanto, se concluye que el juzgador de la recurrida incurrió en la infracción, por falta de
aplicación, de los artículos 6 de la Ley Orgánica de la Hacienda Pública Nacional y 68 de la
Ley Orgánica de la Procuraduría General de la República, al negar la aplicación de los
privilegios y prerrogativas de la República a la empresa demandada en el caso de autos, filial
de Petróleos de Venezuela, S.A., razón por la cual se declara con lugar el recurso de casación
interpuesto; en consecuencia, se declara la nulidad del fallo recurrido y se ordena al tribunal
de alzada decidir nuevamente el recurso de apelación, sin incurrir en el vicio evidenciado. Así
se decide. Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los
dieciséis (16) días del mes de junio de dos mil once. R.C. N° AA60-S-2009-000695

PRIVILEGIOS Y PRERROGATIVAS PROCESALES

Sala Constitucional N° 624 / 15-5-2012.

“Sin embargo esta Sala ya ha señalado, que los privilegios y prerrogativas de las que goza la
Administración Pública en sus distintas manifestaciones (centralizada, descentralizada, nacional, estadal
o municipal, funcional, etc.), son taxativos y deben ser interpretadas de manera restrictiva ya que de
hacer una interpretación amplia o aplicar analogía de dichas normas, se atentaría contra el derecho a la
igualdad y justicia social que se consagra como principio fundamental en la Constitución, así como
tampoco son extensibles como lo sería el caso de las empresas de la Administración Pública (Vid.
sentencias N° 1331/17.12.2010 y N° 1453/10.08.2011). Por ello, de los únicos privilegios que gozan los
Institutos Autónomos son: 1) el antejuicio administrativo (artículos 56 al 62 de la Ley Orgánica de la
Procuraduría General de la República); 2) que no opera la confesión ficta (artículo 68 eiusdem); 3) no
pueden ser condenadas en costas (artículo 76 ibidem); 4) no se les puede exigir caución (artículo 71
eiusdem); 5) no están sujetas a medidas preventivas o ejecutivas (artículo 75 ibidem), recordando sobre
este punto lo ya dicho por esta Sala en sentencia N° 1104/23.05.2006; 6) que tienen consulta obligatoria
ante una sentencia definitiva desfavorable (artículo 72 eiusdem); 7) que se requiere autorización para
transar, convenir, desistir, comprometer en árbitros y conciliar (artículo 70 ibidem); 8) que poseen un
régimen especial de citaciones y notificaciones (artículos 66, 81, 82, 83, 85 y 86 eiusdem); 9) que las
autoridades y representantes de los entes públicos no están obligados a absolver posiciones juradas ni
prestar juramento decisorio (artículo 78 ibidem); 10) tienen un régimen especial de ejecución de
sentencias condenatorias (artículo 87 al 89 eiusdem)”.

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