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y la jurisprudencia
electorales en
derecho comparado
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Dieter Nohlen
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V. La jurisdicción electoral
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Bibliografía
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Selección de fallos de la Cámara
Nacional Electoral Argentina
(2001-2004)
Alberto Ricardo DALLA VÍA*
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Alberto Ricardo Dalla Vía
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Argentina
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Alberto Ricardo Dalla Vía
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llos: 307:2384, considerando 2 y sus citas entre muchos otros) (cfr. Fallos
322:528). De ahí que la existencia de causa presupone la de “parte”, esto
es, la de quien reclama o se defiende, y por ende, la de quien se beneficia
o perjudica con la resolución dictada finalmente en el proceso “La parte
debe demostrar la existencia de un interés especial, directo, o sustan-
cial, sea que los agravios alegados tengan suficiente concreción o inme-
diatez para poder procurar tal proceso (Fallos: 322:528)” (cf. Fallos
324:2388).
Circunstancia que —como se dijo— no se da en la especie, toda vez
que no se desprende de las presentaciones efectuadas por el recurrente,
cuál sería la pretensión concreta que motiva su requerimiento de que se
invalide la norma que cuestiona. Tampoco entonces, cuáles serían los
efectos —sino su anulación con alcance erga omnes— de prescindir de
dicha previsión legal...”.
Sin embargo, el rigorismo formal evidenciado en las causas referi-
das “ut supra” se ha limitado a los casos en que se debatían cuestiones
institucionales de relevancia. Por el contrario, la Cámara ha mantenido
posturas más permeables o “aperturistas” de la legitimación toda vez que
han visto involucrados derechos fundamentales de participación política.
En tal sentido, la jurisprudencia registra la amplitud de legitimación en
los casos de “cuota de género” o “cupo femenino” receptando su cumpli-
miento para los cargos electivos al momento de oficializarse las candida-
turas. Asimismo viene admitiendo la participación de terceros en el
proceso como “amigos del tribunal” (amicus curiae).
De ese modo, en el caso “Mignone, Emilio Fermín” del año 2000 se
hizo lugar a un amparo promovido por un Organismo No Gubernamen-
tal, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) para declarar la
inconstitucionalidad de un artículo del Código Electoral Nacional que
excluía del sufragio activo a quienes se encontraban privados de liber-
tad sin condena en distintos establecimientos carcelarios del país. De
ese modo, se hizo valer el inciso 2º del artículo 23 de la Convención
Americana de Derechos Humanos que expresamente limita la potestad
de reglamentación legal de los derechos de participación política “…ex-
clusivamente por razones de edad, nacionalidad, residencia, idioma,
instrucción, capacidad civil o mental, o condena por juez competente en
proceso penal”.
Pero la misma sentencia otorgó legitimación activa a una asocia-
ción representativa de intereses de incidencia colectiva en general, con-
forme las califica el artículo 43 de la Constitución Nacional al consagrar
el llamado amparo colectivo.
Finalmente, cabe señalar que al ser la Cámara Nacional Electoral
un tribunal federal especializado dentro del Poder Judicial de la Nacional,
sus decisiones son revisables por la Corte Suprema de Justicia de la
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Alberto Ricardo Dalla Vía
Fallo N° 3010/2002
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Fallo N° 3339/04
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Fallo 3275/03
Distrito: CORRIENTES
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Fallo N° 3142/03
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Alberto Ricardo Dalla Vía
3. Candidaturas y campañas
Fallo N° 3054/2002
Fallo N° 3181/03
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Fallo N° 3103/03
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Fallo N° 3033/2002
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FALLO Nº 2984/2001
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Justicia electoral a nivel federal
en Canadá: un enfoque mixto
Jean-Pierre KINGSLEY*
I. Introducción
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Canadá
1. El contexto amplio
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Canadá
2 Para una revisión sobre la historia del cargo de Funcionario Electoral en Jefe y
una descripción de las funciones del cargo, ver J.-P. Kingsley, “The Administration of
Canada’s Independent, Non-Partisan Approach”, (2004) 3 Revista de Legislación
Electoral 406.
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Jean-Pierre Kingsley
B. Secretarios técnicos
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Canadá
3 Elections Canada Strives to Ensure the Full and Fair Participation of all Canadians
in an Equitable Electoral Process: Report of the Chief Electoral Officer on the 38th
General Election [Elecciones Canadá se Esfuerza por Asegurar la Participación Plena
y Justa de todos los canadienses en un Proceso Electoral Equitativo: Reporte del
Funcionario Electoral en Jefe en la Trigésimo Octava Elección General] (2004) en la
página 39. Disponible en el sitio en la red de Elecciones Canadá: http://
www.elections.ca/gen/rep/re2/stat2004_e.pdf.
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D. El arbitro de transmisión
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Canadá
1. Comisiones fronterizas
4 Para la mayor parte, dicha solicitud no sería una apelación total, sino que trataría
del un tema más reducido de si el actor previsto en la ley actuó legalmente.
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Canadá
aceptar las objeciones o no. Una vez que todos los reportes de la comisión
están completos, se emite una Orden de Representación que reproduce
el contenido de dichos reportes. Las nuevas fronteras entran en vigor
para la primera elección general que ocurra un año después de que se
emita la Orden de Representación.
El proceso de reajuste de las fronteras electorales no permite al
Parlamento tener la última palabra en materia de las fronteras electora-
les. En cambio, las comisiones determinan las fronteras definitivas, se-
gún lo informado por lo que aporten el público y el Parlamento.
De este modo, la legislación canadiense intenta tratar las controver-
sias potenciales al definir las fronteras electorales, teniendo un proceso
administrativo abierto arbitrado por organismos que son independientes del
gobierno. Al público, a los abogados de partidos en particular, y a los mismos
Miembros del Parlamento, se las da la oportunidad de hacer ver sus puntos
de vista a las comisiones. No obstante, al final, no es el partido gobernante,
el Parlamento, o un organismo que es percibido como bajo el control del
gobierno o el Parlamento el que toma la decisión acerca de fronteras electo-
rales. Con ello se preserva la confianza en la integridad del sistema.
También es de notar que la Ley de Reajuste a las Fronteras Electo-
rales contiene calendarios estrictos que señalan los periodos en los que
deben completarse las diversas etapas del proceso de redistribución. Esto
proporciona un control sobre aquellos que intenten dilatar el proceso para
evitar cambios en las fronteras, y asegura que las fronteras sean cam-
biadas en forma oportuna para responder a cambios en la población.
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Canadá
camente una vez que presente al Funcionario Electoral en Jefe una de-
claración completa de gastos. Además, el subsidio público trimestral de
un partido sólo se paga una vez que el partido está al corriente en su
presentación financiera. De manera similar, los candidatos que todavía
no han presentado su declaración financiera no pueden ser sujetos de
reembolso de sus gastos electorales o de auditoria, o de la devolución del
depósito pagado al convertirse en candidato. Además, una persona que
ha ganado las elecciones como Miembro del parlamento no tiene permi-
tido sentarse o votar en el parlamento si no ha cumplido sus obligaciones
de reportar.
Para entidades en marcha, (es decir, partidos y asociaciones de
distritos electorales) Elecciones Canadá dispone de la sanción adminis-
trativa adicional consistente en retirar del registro a la entidad. El reti-
rar del registro significa la cancelación de los beneficios financieros
relevantes derivados del mismo. Adicionalmente, se reconoce pública-
mente cuando un partido o asociación retirado del registro ha incumplido
sus obligaciones legales — una situación embarazosa para una organiza-
ción que intenta elegir candidatos a un órgano legislativo.
El retiro del registro únicamente puede seguir un proceso ordenado
legalmente que le otorgue tiempo al partido para dar cumplimiento a sus
obligaciones o, de lo contrario, para explicar la falta de cumplimiento a sus
obligaciones. Si el partido no da cumplimiento una vez que haya concluido
el periodo establecido para ello, el Funcionario Electoral en Jefe tiene la
facultad discrecional de retirar el registro al partido. El retiro del registro
no impide al partido volver a solicitar una renovación del registro.
Las obligaciones de registro y financieras se hacen valer usando
una combinación de sanciones administrativas y penales. El uso de dos
sistemas paralelos asegura que las sanciones adecuadas para diferentes
tipos de entidades estén disponibles para quienes tienen a su cargo el
hacer valer la ley. Algunas entidades pueden responder a la vergüenza
que implica tener un procedimiento penal entablado en su contra, pero
otras entidades pueden no preocuparse ante la amenaza de una sanción
penal. Sin embargo, la mayoría de los partidos políticos se inclinarán a
dar cumplimiento si se retiene el fondeo público. La amenaza del retiro
del registro brinda una manera de dar término al abuso del sistema.
B. Transmisión
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C. Conclusión
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5 La Sección 65 señala:
65. Las siguientes personas no son elegibles para ser candidato:
(a) una persona que no esté calificada como elector en la fecha en la que se presente
su documento de nominación;
(b) una persona que carezca del derecho según el párrafo 502(3)(a) mientras carezca
del mismo;
(c) un miembro de la legislatura de una provincia, el Concejo del Territorio Yukon,
el Concejo de los Territorios del Noroeste o la Asamblea Legislativa de Nunavut;
(d) un alguacil, secretario de paz o Abogado de la Corona [Crown Attorney] del
condado en cualquiera de las provincias;
(e) una persona que no tenga derecho a votar según la sección 4;
(f) un juez nombrado por el Gobernador en Consejo [Governor in Council], que no
sea un juez de ciudadanía nombrado según la Ley de Ciudadanía;
(g) una persona que esté encarcelada en una institución correccional;
(h) un funcionario electoral; e
(i) una persona que fue candidato en una elección previa y para la cual no se haya
entregado una declaración, reporte o documento en términos de la sub-sección 451(1),
si ha expirado el tiempo para su entrega y cualquier prórroga al respecto.
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A. Recuentos judiciales
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elector cuando se alegue que hubo un error en la tabulación del voto por
el secretario técnico o un prosecretario técnico.
La solicitud de recuento judicial se hace a un juez de la suprema
corte de la provincia que contiene el distrito electoral en cuestión. El
recuento en si mismo debe tener lugar cuatro días después de que se
hace la solicitud. Un juez de la misma corte realiza el recuento, ayudado
por personal a su cargo. Cada uno de los candidatos y tres de sus repre-
sentantes pueden estar presentes durante todo el tiempo que dure el
recuento.
El secretario técnico que es responsable del distrito electoral com-
parece en el lugar seleccionado por el juez para el recuento (generalmen-
te una sala de la corte o la oficina del secretario técnico), con las boletas
selladas en las urnas electorales adecuadas, y los informes sobre la vota-
ción hechos por los funcionarios electorales en la noche de la elección.
El recuento procede con el juez supervisando o realizando el conteo
de las boletas o simplemente sumando los informes de la votación. Los
representantes del candidato están facultados para atestiguar el conteo y
objetar cualesquier boletas que ellos consideren que deben ser rechaza-
das. El juez tiene la última palabra para determinar la validez de cual-
quier boleta.
Un recuento judicial generalmente se lleva entre 3 y 5 días para
ser concluido. No existe un proceso para apelar el resultado al que llegue
el juez en el recuento, no obstante, como por lo que se refiere a todas las
decisiones tomadas de conformidad con una ley en Canadá, la decisión
está sujeta a revisión judicial por errores legales o de hecho al realizar el
recuento.
B. Elecciones debatidas
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7. Conclusión
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votar son el Funcionario Electoral en Jefe y el Suplente del Funcionario Electoral en Jefe.
11 [2002] 3 SCR 519.
12 (2002) 331 A.R. 111 (Q.B.), aff’d (2004) 348 A.R. 113 (C.A.).
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que a los votos de otros electores – algo que la corte canadiense ha deno-
minado “el derecho a una representación efectiva”.
En el caso de Referencia re: Fronteras Electorales Provinciales (Sask.),13
[Reference re: Provincial Electoral Boundaries] la Suprema Corte de Canadá
consideró una objeción a los distritos electorales usados en la provincia
de Saskatchewan para las elecciones provinciales. La mayoría de los dis-
tritos electorales tenían permitido variar el tamaño de su población has-
ta en un 25% del promedio.14 Los solicitantes argumentaron que su
derecho de voto se violaría por la diferencias en el tamaño del distrito
electoral, porque esto daría como resultado la “dilución” de su voto en
comparación con electores en distritos electorales con menor población.
Al hacer su reclamación, los solicitantes revisaron la jurisprudencia
americana que sostiene que la Constitución de Estados Unidos obliga a
que los distritos para el congreso de Estados Unidos dentro del mismo
estado tengan esencialmente la misma población.15
La Suprema Corte de Canadá señaló que el derecho de voto en la
sección 3 de la Carta no garantiza que los distritos deban ser absoluta-
mente iguales en cuanto a su población. En cambio, el derecho de voto
protege el derecho de los electores a una “representación efectiva”. La
corte declaró que la representación efectiva se logra cuando una persona
tiene “una voz en las deliberaciones del gobierno”, y la facultad de pre-
sentar sus preocupaciones ante un representante.16
Una parte relativa a la facultad de votar es el factor de “importancia
primordial” al determinar si un mapa electoral en particular protegió el
derecho a una representación efectiva, pero el alejarse de la paridad po-
dría estar justificado si ello brinda una representación más efectiva a los
electores. La Corte específicamente señaló:
Dicha relativa paridad como sea posible de alcanzar puede resultar
ser indeseable por tener el efecto de apartarse de la meta principal
de la representación efectiva. Los factores como la geografía, la
historia de la comunidad, los intereses de la comunidad y la repre-
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21 Ibid.
22 La Suprema Corte en Libman vs. Québec raised la posibilidad de que los límites
de gastos a los partidos políticos o candidatos podrían ser tan restrictivos como para
violar el derecho a un voto informado. No obstante, dichos limites de gastos
probablemente serían analizados bajo la rúbrica de la garantía de la libertad de expresión
en la Carta.
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26 (1998), 43 O.R. (3d) 728 (Gen. Divs.). Este caso después fue apelado ante la
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similar por la Corte de Apelación de Ontario al caso Figueroa vs. Canadá (2000), 50
O.R. (3d) 161 (C.A.).
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candidato garantizado por la sección 3 no fue más allá del derecho a ha-
cer que el nombre se encuentre en una boleta.
En el caso Figueroa, los solicitantes objetaron disposiciones de la Ley
Electoral de Canadá que otorgaban beneficios sólo a los partidos que postu-
laran por lo menos 50 candidatos en una elección general. En ese momen-
to, cualquier partido que no postulara 50 candidatos no podía quedar
registrado, o perdía su estatus de partido registrado. Una vez registrados,
los partidos se volvían elegibles para una serie de beneficios en términos
de la Ley Electoral de Canadá. Estos beneficios incluyen:
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Por lo tanto, el gasto independiente debe ser controlado para asegurar que la
promoción de una de las opciones no se beneficie de recursos financieros mucho
mayores. El límite al gasto independiente también debe ser más estricto que el impuesto
a los comités nacionales. Ya que no puede asumirse que cada opción se beneficiará del
mismo monto de gasto independiente a su favor, dicho gasto debe estar restringido a
preservar el equilibrio en la promoción de las opciones y favorecer el ejercicio informado
y verdaderamente libre del derecho de voto.
42 [2004] 1 S.C.R. 827.
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d. Conclusión
48 La corte se enfocó en el hecho de que los electores en las provincias del oeste
sólo podían tener a su disposición los resultados de 32 de los 308 distritos electorales.
49 R.S.C. 1970 (1st. Supp.) c. 14.
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D. Conclusión
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A. Fronteras electorales
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Las cortes también han comentado sobre los métodos mediante los
cuales se pone en práctica el derecho de voto. Por ejemplo, en la referen-
cia Hoogburin y el Procurador General de Columbia Británica [Re: Hoogbruin
and Attorney General of British Columbia],61 los solicitantes argumentaron
que el hecho de que el gobierno de la provincia de Columbia Británica no
les había brindado la oportunidad de votar por correo cuando se encontra-
ban fuera de la jurisdicción durante la elección violaba su derecho de
voto. La Corte de Apelación de Columbia Británica de acuerdo, señalando
que una violación al derecho de voto mediante una “omisión” legal era
tan inconstitucional como una violación entablada en virtud de una limi-
tación legal expresa. La Corte expresó que la mayoría de las jurisdiccio-
nes en Canadá tenían un sistema para votación de ausentes mediante
correo o apoderado, y concluyó que la limitación al derecho de voto origi-
nada por la falta de dicho sistema violó la sección 3 y no era salvado por la
sección 1.
Si el resultado de la decisión en el caso Hoogbruin se siguiera por
otras cortes, podría obligar a las jurisdicciones canadienses a alcanzar
un cierto nivel de servicio para los electores en su jurisdicción que sea
por lo menos equivalente a las prácticas usadas en otras jurisdicciones.
A nivel federal, actualmente existen reglas de votación especiales para
electores que trabajan en las Fuerzas Armadas Canadienses, para pri-
sioneros, para canadienses que se encuentran fuera del país el día de la
elección, y para cualquiera que se encuentre dentro del país que desee
votar por correo. Las elecciones federales también prevén tres días de
votación anticipada en los días cercanos al día de la votación.
A pesar de ello, la decisión reciente de la Suprema Corte de Canadá
en el caso Sauvé vs. Canadá puede sugerir que el Parlamento y las legis-
laturas tienen un poco de margen al imponer restricciones a los métodos
utilizados para implementar el derecho de voto. En ese caso, la corte re-
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Canadá
nombrados por diferentes partidos, pero el secretario técnico ejerce el control final
sobre la decisión eventual de a quién se contratará de entre esos trabajadores.
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65 Ver por ejemplo, Modernizing the Electoral Process: Recommendations from the
Chief Electoral Officer of Canada Following the 37th General Election [Modernizando
el Proceso Electoral: Recomendaciones del Funcionario Electoral en Jefe de Canadá A
partir de la Trigésimo Séptima Elección General] (Noviembre 27, 2001), Recomendación
71., p. 109.
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El contencioso y la jurisprudencia
electorales en Colombia
Antonio José LIZARAZO OCAMPO*
I. Introducción
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1. La Organización Electoral
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de Justicia, pero se mencionan aquí en general los de las altas Cortes por cuanto el
artículo 232 C.P. establece para ellos los mismos requisitos y resulta más ilustrativa la
comparación. Igual ocurre con el régimen de inhabilidades, incompatibilidades y
derechos.
18 La jurisdicción de lo contencioso administrativo forma parte de la administración
de justicia, la cual se encuentra centralizada en cabeza del Estado y se realiza a través
de la Rama Judicial —constituida por las jurisdicciones ordinaria, contencioso
administrativa, constitucional y las jurisdicciones especiales de las comunidades
indígenas y de paz—.
19 El Consejo de Estado, desde el punto de vista territorial, es un órgano centralizado,
en cuanto tribunal supremo de lo contencioso administrativo con sede en la capital de
la República y con jurisdicción en todo el territorio nacional. Sin embargo, desde el
punto de vista funcional, es un órgano desconcentrado, en la medida en que los
asuntos electorales cuyo conocimiento le atribuyen la Constitución y la ley han sido
asignados por la Sala de lo Contencioso Administrativo a una de sus secciones (Sección
V), la cual actúa, en materia electoral, como tribunal supremo de lo contencioso
administrativo, con autonomía en la toma de sus decisiones.
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del poder público en Ramas y se señala que además de los órganos que las
integran, existen otros autónomos e independientes, para el cumplimiento
de las demás funciones del Estado. El Consejo Nacional Electoral es uno
de esos órganos, de conformidad con los artículos 120 y 264 de la Consti-
tución, que integran la administración pública,26 en cuanto ejercen fun-
ciones de naturaleza administrativa, pero no forman parte de la Rama
Ejecutiva ni de ninguna otra Rama del Poder Público.27 El Consejo de
Estado, por su parte, forma parte de la Rama Judicial y, por lo mismo, goza
de los atributos de autonomía e independencia que el ordenamiento jurí-
dico reconoce a tales órganos.28
En materia de competencias normativas, el ámbito de acción es
muy restringido para la Organización Electoral y para las demás autori-
dades administrativas, por cuanto nuestra Constitución reserva a la ley
estatutaria la regulación de las funciones electorales (Artículo 152-c), ley
que según doctrina de la Corte Constitucional debe ser de contenido de-
tallado.29 Cuestión distinta es la facultad que tienen tanto el Consejo
Electoral como el Consejo de Estado para darse su propio reglamento. El
Consejo Nacional Electoral, por su parte, como autoridad administrativa
que es, dispone de la facultad general de reglamentar los aspectos técni-
cos y operativos estrictamente necesarios para el cumplimiento de sus
competencias, pero ello con sujeción a la ley estatutaria y a los decretos
reglamentarios que de ella dicte el Presidente de la República.30
En cuanto a los mecanismos de designación y régimen de respon-
sabilidad de sus integrantes, existe una diferencia sustancial entre los
26 Ley 489 de 1998, Artículo 39: “La Administración Pública se integra por los
organismos que conforman la Rama Ejecutiva del Poder Público y por todos los demás
organismos y entidades de naturaleza pública que de manera permanente tienen a su
cargo el ejercicio de las actividades y funciones administrativas o la prestación de
servicios públicos del Estado colombiano.”
27 Constitución Política, Artículo 113: Son Ramas del Poder Público, la legislativa,
la ejecutiva, y la judicial. Además de los órganos que las integran existen otros,
autónomos e independientes, para el cumplimiento de las demás funciones del Estado.
Los diferentes órganos del Estado tienen funciones separadas pero colaboran
armónicamente para la realización de sus fines.
28 Dice el artículo 5 de la Ley 270 de 1996 (Estatuto de la Administración de
Justicia) que la Rama Judicial es independiente y autónoma en el ejercicio de su
función constitucional y legal de administrar justicia. Y agrega que Ningún superior
jerárquico en el orden administrativo o jurisdiccional podrá insinuar, exigir, determinar
o aconsejar a un funcionario judicial para imponerle las decisiones o criterios que
deba adoptar en sus providencias.
29 Sentencia C-145/94: “(….) esta concepción amplia de la reserva de ley estatutaria
en materia de funciones electorales encuentra una sólida justificación democrática y
constitucional cuando se analiza el sentido de las reglas electorales en el
funcionamiento del principio democrático”.
30 En ejercicio de la potestad reglamentaria que le asigna el artículo 189-11 de la C.P.
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A. Causales de Reclamación
De los artículos 122 y 192 del Código Electoral se derivan las si-
guientes causales de reclamación:33
33 Cabe señalar que estas causales son la mismas que se pueden alegar en los
escrutinios municipales, distritales y departamentales.
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Causales que dan lugar a excluir del cómputo las actas de escrutinio de
las mesas o puestos de votación o de las de una determinada circunscripción:
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Causales que dan lugar a excluir del cómputo los votos depositados
por una determinada lista o candidato:
B. Legitimación
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C. Requisitos
D. Oportunidad
E. Trámite
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y las agregará a los pliegos electorales para que sean decididas por los Delegados del
Consejo Nacional Electoral; contra las resoluciones de éstos habrá apelación en el efecto
suspensivo ante el Consejo Nacional Electoral.
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F. Pruebas
G. Forma de la decisión
H. Apelaciones
Las decisiones que adopten los delegados del Consejo Nacional Elec-
toral al resolver las reclamaciones, son apelables ante esta corporación.
De los artículos 180 y 192 del Código Electoral se deduce el requisito de
que la apelación debe presentarse por escrito antes de que termine la
diligencia de los escrutinios y allí mismo deberá concederse el recurso
en el efecto suspensivo.
ha aceptado que son partes en dicha audiencia los candidatos y testigos que tengan
interés legítimo en oponerse a las reclamaciones apeladas.
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I. Notificaciones
2. La Vía Jurisdiccional
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A. Causales de Nulidad
B. Legitimación
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C. Requisitos
D. Oportunidad
E. Trámite
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• Que se notifique por edicto que se fijará durante cinco (5) días.
• Que se notifique personalmente al Ministerio Público.
• Que se fije en lista por tres (3) días una vez cumplido el térmi-
no de la notificación, con la prevención de que en este térmi-
no se podrá contestar la demanda y solicitar pruebas.
• Si por virtud de la declaración de nulidad hubiere de practicarse
nuevo escrutinio, como ya se dijo, se entenderán demandados
todos los ciudadanos declarados elegidos por los actos cuya nu-
lidad se pretende. En este caso se les notificará mediante edic-
to que durará fijado cinco (5) días en la Secretaría y se publicará
por una sola vez en dos (2) periódicos de amplia circulación en
la respectiva circunscripción electoral. Si el demandante no
comprueba la publicación en la prensa dentro de los veinte (20)
días siguientes a la notificación al Ministerio Público del auto
que la ordena, se declarará terminado el proceso por abandono
y se ordenará archivar el expediente.
• Cuando se pida la suspensión provisional del acto acusado, ésta
se resolverá en el auto que admita la demanda, el cual debe
ser proferido por la Sala o Sección. Contra este auto sólo proce-
de, en los procesos de única instancia, el recurso de reposición
y, en los de primera instancia, el de apelación.
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F. Régimen Probatorio
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H. Recursos
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I. Notificación
1. Fundamentación jurídica
43 Art. 230 C.P.: “La equidad, la jurisprudencia, los principios generales del derecho
y la doctrina son criterios auxiliares de la actividad judicial.”
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2. Jurisprudencia Relevante
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los 1º, 3º, 40, 258 y 260 de la Constitución y 128 del Código
Electoral”.
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El Código Electoral fue adoptado por el Gobierno mediante Decreto 2241 de 1986, en
ejercicio de las facultades extraordinarias que le confirió la Ley 96 de 1985.
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Antonio José Lizarazo Ocampo
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El contencioso y la jurisprudencia
electorales en Costa Rica
Luis Antonio SOBRADO GONZÁLEZ*
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Luis Antonio Sobrado González
1 Las leyes y reglamentos que contienen todas las normas electorales citadas a lo
largo del presente trabajo pueden ser examinados en el sitio web del TSE
(www.tse.go.crg).
2 “Artículo 104.- Bajo la dependencia exclusiva del Tribunal Supremo de Elecciones
está el Registro Civil, cuyas funciones son: 1) Llevar el Registro Central del Estado
Civil y formar las listas de electores; 2) Resolver las solicitudes para adquirir y recuperar
la calidad de costarricense, así como los casos de pérdida de nacionalidad; ejecutar las
sentencias judiciales que suspendan la ciudadanía y resolver las gestiones para
recobrarla. Las resoluciones que dicte el Registro Civil de conformidad con las
atribuciones a que se refiere este inciso, son apelables ante el Tribunal Supremo de
Elecciones; 3) Expedir las cédulas de identidad; 4) Las demás atribuciones que le
señalen esta Constitución y las leyes”.
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Las sesiones del TSE son, en principio, privadas. Sin embargo, aque-
llas “en que se verifiquen escrutinios sólo los fiscales de los partidos que
hubieren participado en la elección cuya documentación se escruta, tie-
nen derecho a asistir. Podrán también asistir fiscales o interesados a las
sesiones, cuando el Tribunal así lo acuerde a solicitud de parte interesa-
da” (art. 10 de la Ley Orgánica).
El quórum requerido para sesionar lo es la mayoría de sus miem-
bros, salvo para dictar los actos indicados en el artículo 7 de la Ley Orgá-
nica, caso en que se exige la presencia de todos sus integrantes. 5 Por
su naturaleza, también resulta preceptivo ese quórum totalitario para
poder adoptar cualquier resolución expresiva de la potestad jurisdiccio-
nal del TSE.
Las decisiones del TSE deben ser apoyadas por la mayoría simple de
los magistrados presentes. Si no resultare mayoría de votos conformes de
toda conformidad, se hará una nueva votación en la cual participarán dos
magistrados suplentes. Si aún así no hubiere resolución de mayoría, el
magistrado cuyo voto fuere único, deberá adherirse forzosamente a cual-
quiera de los otros votos, con el fin de formar mayoría, sin que esta adhe-
sión forzada pueda acarrearle ninguna responsabilidad (art. 8 de la Ley
Orgánica).
El Tribunal cuenta con las oficinas de apoyo que indica su Ley Or-
gánica (Secretaría, Inspección Electoral, Contraloría Electoral, Contadu-
ría y Proveeduría), otras leyes (Auditoría Interna, por ejemplo) y los
reglamentos autónomos que ha dictado (Coordinación de Programas Elec-
torales, Dirección Ejecutiva, etc.). Sus funcionarios son nombrados por
concurso y gozan de estabilidad en el empleo público, salvo algunos pocos
casos declarados como “cargos de confianza” (letrados y choferes de los
magistrados y el Coordinador de Programas Electorales).
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9 En resolución n.º 4 de las 9:25 horas del 3 de enero de 1996, el TSE ha indicado:
“El sufragio, entonces, no comprende cualquier tipo de votación, sino tan solo aquella
que se relaciona directamente con el derecho ciudadano a elegir y ser electo para un
cargo público de elección popular … Por obvio que resulte, es preciso dejar claro que al
decir la Constitución Política “actos relativos al sufragio”, dentro de la competencia
atribuida al Tribunal, no sólo se comprenden los propios de la emisión del voto, sino
todos aquellos descritos por la propia Constitución o en las leyes electorales y que,
directa o indirectamente se relacionen con todo el proceso electoral”. Mediante sentencia
n.º 38 de las 9 horas del 10 del mismo mes y año, el TSE precisaba que integra esa
“materia electoral” lo relacionado con la cancelación de credenciales de funcionarios
de elección popular: “… aunque la elección del diputado proviene de la voluntad
popular a través del sufragio, es al Tribunal a quien la Constitución atribuye la facultad
exclusiva e inapelable de confirmar jurídicamente esa voluntad. Tanto es así que de
existir impedimento o incompatibilidad para que el elegido pueda ejercer el cargo, … el
Tribunal no podría declararlo electo ni entregarle su credencial por más que, por un
error grave, haya figurado como candidato y electo por la voluntad popular, en virtud
de que tal elección contiene un vicio de nulidad insubsanable … Por estas razones, la
credencial, que no es otra cosa que el signo objetivo de la decisión exclusiva e inapelable
del Tribunal que declara electo al diputado, tiene rango constitucional y con ese mismo
rango, legitima al ejercicio del cargo …”. Por su parte, la Sala Constitucional apuntó
que “… la jurisprudencia constitucional ha ido definiendo en forma casuística lo que
se entiende es actividad electoral, asuntos en los que — la mayoría de las veces— se ha
declarado incompetente para conocerlos por considerar que debían ser tramitados ante
ese tribunal constitucional especializado (Tribunal Supremo de Elecciones). De esta
suerte, ha indicado que la actividad electoral comprende las de organizar, dirigir y
fiscalizar todos los actos relativos con el proceso de elecciones nacionales (sentencia
número 0653-98), la cual se desarrolla en actividades tales como las siguientes: la
regulación de las normas que rigen la deuda política, así como el control que sobre esta
materia tiene el Tribunal Supremo de Elecciones (0980-91, 3666-93, 0515-94, 0428-
98); el control de las regulaciones estatutarias relativas al derecho de elegir y ser
elegido en los procesos internos de los partidos políticos (sentencia número 3294-92);
la integración del Concejo Municipal, la declaratoria de la elección y las posteriores
sustituciones por pérdidas de credenciales de los regidores y síndicos municipales
(sentencia número 2430-94); la tramitación del proceso contencioso electoral para
conocer de la cancelación o anulación de credenciales de regidores municipales
(sentencia número 0034-98); el cierre de negocios comerciales en los que se expenda
licor y que se encuentran ubicados en el centro de la ciudad de San José a consecuencia
de la realización de las plazas públicas que celebran los partidos políticos (sentencia
número 0466-98); y la determinación por parte del Tribunal Supremo de Elecciones de
donde realizará la celebración solemne el día de las elecciones, para el conteo inicial
de los resultados de las elecciones nacionales (0563-98)” (resolución n.º 2000-6326).
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Luis Antonio Sobrado González
10 El texto de esta resolución, así como el de las demás que se citan en este trabajo,
puede ser consultado en la página web del TSE (www.tse.go.cr); el de las sentencias
de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, en el respectivo sitio en
internet (www.poder-judicial.go.cr/sala4/).
11 Como se verá, únicamente tratándose del recurso de amparo electoral se exime
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Costa Rica
1. La demanda de nulidad
Está regulada en los artículos 142 a 148 del Código Electoral y sirve
de cauce procedimental para impugnar la validez de los siguientes actos
vinculados con los resultados electorales:
12 Art. 3.º del “Reglamento sobre la fiscalización del escrutinio”, decretado por el
TSE el 7 de noviembre del 2002 bajo el n.º 13-2002.
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ral estipula que, con ocasión de éste, servirá como “plena prueba” el in-
forme rendido por los delegados del TSE presentes en la respectiva asam-
blea partidaria.
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17 Aún y cuando la casi totalidad de los recursos de amparo han sido enderezados,
bajo la anterior lógica, contra decisiones de las autoridades partidarias cuando lesionen
el derecho de participación política de sus miembros, excepcionalmente se han admitido
amparos dirigidos contra actos u omisiones de otros sujetos que tengan el mismo
efecto, dada la ausencia de procedimiento idóneo para su fiscalización.
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6. La acción de nulidad
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1. Fundamentación jurídica
23 Sobre esta última posibilidad y mediante resolución n.º 1748 de las 15:30 horas
del treinta y uno de agosto de mil novecientos noventa y nueve, el TSE estableció que
éste “… puede percibir la exigencia de interpretar o integrar el ordenamiento electoral
cuando sus disposiciones no sean claras o suficientes, cuando su entendimiento literal
conduzca a la desaplicación o distorsión de sus principios rectores o a una contradicción
con mandatos constitucionales o cuando las previsiones requieran de una posterior
complementación práctica para que surtan efectos. Ante supuestos como esos, el Tribunal
Supremo de Elecciones puede acudir a su potestad de interpretación oficiosa, contemplada
en el artículo del Código Electoral arriba trascrito, cuando la necesidad de una mayor
concreción del sentido normativo de la disposición favorezca la efectiva y eficiente
organización, dirección y vigilancia de los actos relativos al sufragio, que es la función
que define constitucionalmente a este Tribunal (art. 99 de la Carta Política)”.
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31 Así, la sentencia n.º 919 de las 9 horas del 22 de abril de 1999, señalaba que si
los partidos deben responder a valores democráticos y participativos, “… necesariamente
se debe garantizar desde las bases, la legitimidad de quienes potencialmente puedan
asumir la titularidad de los órganos estatales, como depositarios de la soberanía de la
comunidad política. Para lograr ese cometido, la estructura y organización de las
diferentes Asambleas, deben forzosamente facilitar la deliberación, el pluralismo y la
participación, lo que evidentemente se logra a través de la concentración de sus
adherentes, en el caso de las distritales y de sus delegados en las subsiguientes y no
a través de un poder, que sin duda, contravendría lo expuesto”.
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32 “En el marco del ordenamiento jurídico vigente, los partidos políticos tienen el
monopolio en la nominación de los candidatos a diputados. La legitimación exclusiva
de los partidos políticos para presentar candidaturas encuentra su referente normativo
principalmente en el artículo 74 del Código Electoral. En sentencia 303-E-2000, este
Tribunal hizo referencia al tema calificando a los partidos políticos como los “ineludibles
intermediarios entre el gobierno y los gobernados —a tal punto que en nuestro régimen
legal vigente detentan un monopolio en la nominación de los candidatos a los distintos
puestos de elección popular—”. Pero una vez que el ciudadano resulta electo como diputado,
la Constitución Política garantiza su libertad e independencia de criterio por diversos
medios. Así, por ejemplo, su numeral 110 lo libra de toda responsabilidad por las opiniones
que emita en la Asamblea Legislativa y lo protege con el régimen de inmunidad. El
mismo rol garantista lo evidencia el que su cargo no se ponga en juego con su eventual
desvinculación con el partido que lo nominó, dado que —como insistiremos luego— no
actúa en su representación sino ejerciendo un mandato nacional”.
33 “En nuestro ordenamiento jurídico, este derecho fundamental muestra dos facetas:
por un lado el derecho positivo de asociarse para cualquier finalidad y por otro el
derecho negativo, es decir, la libertad de dejar de pertenecer a una organización. En
este sentido, el artículo 25 constitucional señala claramente que: “ Los habitantes de
la República tienen derecho de asociarse para fines lícitos. Nadie podrá se obligado a
formar parte de asociación alguna”. Supeditar el cargo del legislador a su permanencia
dentro de las estructuras partidarias que promovieron su candidatura violentaría, como
se dijo, el derecho a la libertad de asociación, en su manifestación negativa”.
34 “… en Costa Rica la representación política adopta la forma de “mandato
representativo” y no de “mandato imperativo”. Esto es, el conjunto de diputados representa
a la nación; los representantes no están ligados por un mandato preciso recibido de sus
electores ni del partido que los agrupa, puesto que los verdaderos mandantes no son
éstos, sino la nación. Ésta, al ser un ser colectivo incapaz de expresarse, no puede dar
instrucciones a sus representantes; solamente les da el mandato de representarla, es
decir, de expresarla. Así, los diputados son libres en cuanto a sus actos y a sus decisiones,
que son la expresión de la nación. Esto a diferencia del “mandato imperativo”, en que,
trasladando exactamente al derecho público el concepto de mandato de derecho privado,
la designación de los diputados es un mandato dado por los electores a los elegidos para
actuar en lugar suyo. En este supuesto, el mandatario debe adaptarse estrictamente a las
instrucciones de su mandante. Recibe de él un mandato “imperativo”. Entendido en
forma absoluta, el mandato imperativo no implica solamente que el elegido deba ajustarse
a las instrucciones de sus electores, sino que éstos dispongan también de una sanción
si el elegido no cumple su mandato; es el principio de la revocabilidad de los elegidos.
Siendo que la Constitución Política costarricense no establece esta forma de mandato
imperativo en relación con los diputados, no podría, por vía jurisprudencial, reformarse
este aspecto fundamental del sistema político de nuestro país. Para ello sería necesaria
una reforma constitucional”.
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Sobre lo contencioso electoral
y la jurisprudencia electoral en Chile
Carmen Gloria VALLADARES*
Está integrado por cinco Ministros. De los cuales cuatro deben ser
actualmente Ministros de la Excma. Corte Suprema de Justicia, desig-
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Carmen Gloria Valladares
B. Funciones
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Chile
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Chile
A. Integración
B. Funcionamiento
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C. Servicio Electoral
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Chile
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Carmen Gloria Valladares
D. Juntas Electorales
E. Juntas Inscriptoras
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Carmen Gloria Valladares
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Chile
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Carmen Gloria Valladares
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Chile
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El contencioso y la jurisprudencia
electoral en el derecho electoral
ecuatoriano
Carlos J. AGUINAGA A.
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Carlos J. Aguinaga A.
Constitución Política de la República, Quito, 2001, p. 58. Esta norma tiene concordancia
con el artículo 130 numeral 11 de la Carta Política.
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6 Ob. Cit., “Para ser elegido Vocal del Tribunal Supremo Electoral se necesita ser
ecuatoriano por nacimiento, tener por lo menos treinta años de edad, saber leer y
escribir y encontrarse en ejercicio de los derechos políticos”, art. 19, pag. 4. Las
prohibiciones son que no pueden formar parte de las directivas de los partidos ni
intervenir en ninguna contienda electoral, art. 175.
7 El Tribunal Supremo Electoral constituido para el período 1998 - 2003, sólo un
Vocal era Abogado y Doctor en Jurisprudencia, el autor de este estudio. En el siguiente
período 2003 – 2007, sólo dos teníamos esta formación académica. En el actual Tribunal
nominado recientemente — 25/11/2004— para completar el período, luego que fue
cesado inconstitucionalmente el elegido para terminar su período el 15 de enero del
2007, sólo 3 Vocales son Abogados o Doctores en Jurisprudencia.
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fuero conoce causas penales en contra de los Vocales del Tribunal Supremo Electoral.
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del mandato del artículo 103 al 113, inclusive. No se ha dictado aún la Ley que regule
estos procesos, sin embargo se han producido 5 consultas populares provinciales, por
iniciativa de organismos seccionales.
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El contencioso y la jurisprudencia
electoral en El Salvador
Álvaro Artiga-González
I. Introducción
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a) Que sean propuestos por los tres partidos políticos que hubie-
sen obtenido el mayor número de votos en la última elección
presidencial,
b) Ser salvadoreño,
c) Mayor de treinta años,
d) Del estado seglar,
e) De notoria instrucción y honradez, y
f) Estar en el ejercicio de los derechos de ciudadano y haberlo
estado en los cinco años anteriores a su elección.
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Álvaro Artiga González
Característica Descripción
Naturaleza jurídica Jurisdiccional- Administrativa
Carácter Permanente
Integración Mixta
Designación Política
Mandato 5 años
5 magistrados propietarios
Número de miembros
y 5 suplentes
Iniciativa de ley No
Autonomía presu puestaria No
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El Salvador
“toda resolución o acuerdo emanado del Tribunal será adoptado por ma-
yoría de los Magistrados Propietarios o de los que funjan como tales, salvo
lo contemplado en esta ley”.
En términos organizativos el TSE cuenta con las siguientes depen-
dencias: Secretaría General, Gerencia Administrativa, Gerencia Finan-
ciera, Unidad de Procesamiento de Datos; Auditoría General, Asesoría
Jurídica, Unidad de Planificación, Unidad de Capacitación Electoral, Uni-
dad del Proyecto Electoral y Registro Electoral. A éstas pueden agregarse
las dependencias que coyunturalmente el TSE considere necesarias es-
pecialmente en época electoral. Como resulta lógico, la Unidad de Aseso-
ría Jurídica apoya al TSE en materia del contencioso y la jurisprudencia
electoral (CE, Art.95, núm. 5).
La formación en materia de derecho electoral que tengan los miem-
bros de la Unidad de Asesoría Jurídica —la cual está a cargo de un aboga-
do y notario— puede resultar clave en algunos casos para las resoluciones
que adopte el TSE ya que no todos los magistrados son especialistas ni
están obligados jurídicamente a serlo. De acuerdo con el artículo 60 del
Código Electoral, al menos los tres magistrados que provienen de los par-
tidos políticos podrían tener una formación profesional distinta al dere-
cho. Y en el caso de los magistrados provenientes de las propuestas de la
Corte Suprema de Justicia, aunque deben cumplir con los requisitos que
se le exige a cualquier otro magistrado de las cámaras de segunda ins-
tancia, tampoco está obligado a tener una formación previa en derecho
electoral.
Por otra parte, hay que destacar que no existe un procedimiento
especializado que rija al TSE en cuanto a la determinación de los proce-
sos de selección, formación, ascenso y suspensión o separación de los
cargos de sus funcionarios o empleados, por lo que se les aplican las dis-
posiciones generales relativas al nombramiento y cesación de los funcio-
narios públicos en general. Ello permite afirmar que el grado de
profesionalización del personal puede no ser el adecuado, dada la caren-
cia de un sistema formalizado de selección, formación, ascenso y san-
ción. Es decir, la inexistencia una carrera electoral como servicio público.
El Código Electoral, establece únicamente que les corresponde a los ma-
gistrados miembros el nombramiento, suspensión y sanción del resto del
personal, con un mínimo grado de especificación. (Art. 80 núms. 3 y 13).
De hecho, en el caso de los funcionarios de “segundo nivel o jerarquía” se
les establecen dentro del Código requisitos mínimos para su acceso a los
cargos dentro del TSE, como lo puede ser a manera de ejemplo, el cargo de
la gerencia administrativa, que para acceder al mismo, se requiere: ser
salvadoreño, mayor de 25 años, graduado en profesión idónea, con expe-
riencia para el cargo, y no tener parentesco con determinados funciona-
rios (CE, Art. 88).
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Álvaro Artiga González
electoral, el CE (Art.126, núm.5) sólo establece que las JRV tienen, entre
otras atribuciones, la de velar por el cumplimiento de la ley y todas las
disposiciones relativas al proceso electoral.
A los organismos mencionados hasta aquí —TSE, Sala de lo Consti-
tucional, Juntas Electorales y JRV— hay que agregar dos entidades más
que también participan del contencioso y la jurisprudencia electoral: la
Junta de Vigilancia Electoral y el Fiscal Electoral.
Todo partido político o coalición legalmente inscrita tiene derecho
a vigilar temporalmente el proceso electoral. Si se trata de partidos o
coaliciones contendientes pueden hacerlo desde la convocatoria hasta la
declaratoria en firme de los resultados electorales. En caso contrario solo
tienen el derecho de vigilancia hasta el cierre de inscripción de candida-
tos. A esta vigilancia temporal, el código electoral añade el derecho de los
partidos a acreditar ante el Tribunal un representante Propietario y uno
Suplente para efectos de vigilancia permanente (CE, Art.138). Estos re-
presentantes constituyen la Junta de Vigilancia Electoral (JVE) que tie-
ne a su cargo “fiscalizar las actividades y funcionamiento de las
dependencias del Tribunal, y de los organismos electorales temporales”
(CE, Art.139) y entre sus atribuciones tiene la de “vigilar el cumplimien-
to estricto de las disposiciones legales durante todo el proceso electoral”
(CE, Art.143, núm.7). El TSE está obligado a convocar a la JVE, con carác-
ter consultivo o de verificación, para realizar proyectos de trascendencia
en materia electoral e incluso debe incluir en su presupuesto anual, el
presupuesto de la JVE (CE, Arts. 141 y 144).
El artículo 333 del Código Electoral establece la existencia de un
Fiscal Electoral, dependiente de la Fiscalía General de la República, inte-
grante del Ministerio Público. Aunque el Fiscal electoral no resuelve sí
puede interponer los recursos —revocatoria, revisión, apelación y nuli-
dad— que el Código Electoral contempla (Arts. 308 a 324).
En resumen, si por contencioso se entienden los controles,
impugnaciones, juicios, recursos, reclamaciones contra cualquier acto
del proceso electoral, la naturaleza del contencioso salvadoreño es mixta:
administrativa y jurisdiccional. La máxima autoridad en materia electo-
ral (el TSE) es de naturaleza jurídica administrativa y jurisdiccional. Esto
quiere decir que tiene atribuciones administrativas y jurisdiccionales.
Y, de acuerdo con el Código Electoral, es un organismo con plena autono-
mía jurisdiccional, administrativa y financiera en materia electoral, no
supeditado a organismo alguno del Estado. Ahora bien, la integración par-
tidista no sólo del TSE sino de todos los demás organismos electorales
(JED, JEM y JRV) hace que en el cumplimiento de sus obligaciones, ade-
más de los criterios jurídicos, intervengan los criterios político partidis-
tas. Este fenómeno es permitido, en parte, por el carácter vago de la
regulación del contencioso, genérico en el plano constitucional, además
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1.- Revocatoria,
2.- Revisión,
3.- Apelación y
4.- Nulidad.
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2. El recurso de revocatoria
3. El recurso de revisión
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4. El recurso de apelación
5. Nulidades
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1. Autoridad competente
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sulta popular, Inter. alia— y que responde a las nuevas realidades y exi-
gencias que la comunidad jurídicamente organizada plantea, en las que
el ciudadano quiere algo más que ser bien gobernado, ya que quiere to-
mar parte directamente en el gobierno. De ahí que paulatinamente se
han ido ampliando las intervenciones del sufragio en las diversas esfe-
ras de la actividad estatal. Ya no se trata sólo de una técnica o procedi-
miento para la elección de los representantes, sino de una partición directa
en el proceso de elaboración de las políticas nacionales” (Sentencia de
inconstitucionalidad de 8/IV/2003. Ref. 28/2002).
Sobre la naturaleza jurídica del sufragio ha afirmado que “las dis-
tintas concepciones, simplificando sus variantes y sus enlaces se redu-
cen a considerar al sufragio como derecho, función o deber. (...) En el
ordenamiento constitucional salvadoreño el sufragio comparte una na-
turaleza dual: es un derecho subjetivo de participación política y un deber
de los ciudadanos —Cn, Arts. 72 y 73 ord 1°. El que el sufragio se constitu-
ya simultáneamente en deber u obligación constitucional no implica la
negación del contenido de tal derecho, sino que tal circunstancia atiende
a valoraciones que hizo el poder constituyente en cuanto a que el sufra-
gio no responde sólo a intereses del titular, sino también al interés co-
munitario que exige la protección del mismo. En este contexto, para
armonizar la naturaleza del derecho con el deber que tiene el sufragio,
puede entenderse que la persona tiene primeramente el derecho subje-
tivo de sufragar consagrado en la Constitución; sin embargo, el titular no
puede optar entre ejercerlo o no ejercerlo, pues tal derecho se convierte
en deber constitucional; lo que el titular puede decidir es la forma o grado
en que lo va a ejercer. En otras palabras, el carácter de derecho de la
mencionada categoría jurídica le permite a su titular la posibilidad de
decidir la opción política por la cual votará, pero no la posibilidad jurídica
de optar entre votar o no votar, pues el sufragar es un deber. En conso-
nancia con lo expuesto en los párrafos que anteceden puede afirmarse
que el sufragio es un derecho subjetivo de participación y un deber de los
ciudadanos que, objetivamente se traduce en el medio de expresión polí-
tica y que, desde el punto de vista orgánico, permite establecer la compo-
sición de los órganos del Estado”.
Asimismo, y como características esenciales del sufragio pueden
señalarse: “En primer lugar, el sufragio constituye un derecho exclusiva-
mente individual, reconocido únicamente a las personas naturales o fí-
sicas. Ni las personas jurídicas ni los partidos políticos pueden ser titulares
del mismo. Por otra parte, es un derecho exclusivamente político, ya que
se depende del mismo para la formación de la voluntad colectiva. Es de-
cir, el sufragio constituye una manifestación de la soberanía popular a
través de la cual se canaliza el proceso de autodeterminación política de
la comunidad. También el sufragio es un derecho de ejercicio personal y
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a. El sistema electoral
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riesgo que sus decisiones tiendan a favorecer a los partidos políticos que
hayan sacado mayor número de votos en las últimas elecciones presi-
denciales y, por ello, el contrapeso de los técnicos es sano para la confor-
mación autónoma y cristalina de la voluntad de la máxima autoridad en
materia electoral; (b) en segundo lugar, porque la exclusión o reducción
—a la más mínima expresión posible— de influencias partidarias se con-
sigue, también a través de la diversidad cualitativa de sus magistrados;
(c) en tercer lugar, porque la mayoría calificada necesaria para la elec-
ción de los magistrados técnicos —los que surgen de las ternas propuestas
por la Corte Suprema de Justicia— tiene como propósito o finalidad que
éstos sean personas cuyas cualidades sean reconocidas, aceptadas y, lo
más importante, ratificadas calificadamente por una amplia gama de
partidos políticos, pues difícilmente un mismo partido político tendrá re-
presentación en el seno de la Asamblea Legislativa, igual o superior a los
dos tercios del total de diputados; y (d) en cuarto lugar, porque la indepen-
dencia del Tribunal Supremo Electoral, posibilitada por las razones ante-
riores, es necesaria por las propias categorías jurídicas subjetivas
protegibles en su jurisdicción —derecho al sufragio, derecho a optar a
cargos públicos, entre otras— y por la magnitud de las consecuencias
surgidas a raíz de los procesos electorales: la delegación del poder público
—que constitucionalmente está en manos del pueblo— a determinadas
personas integrantes de determinados partidos políticos”. (Sentencia de
amparo de 4/XI/1997. Ref. 44-C-96).
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ben provenir de los tres más votados. En este caso, uno de los magistra-
dos partidistas representa al cuarto partido. Y una de las primeras deci-
siones de mayor importancia de este nuevo TSE tenía que ver con la
cancelación de los partidos que en la mencionada elección no alcanzaron
el 3% de los votos válidos (CE, Art.182).
En las elecciones de 2004 compitieron 5 partidos —dos de los cua-
les lo hicieron en coalición. Tres de esos cinco partidos no alcanzaron el
umbral establecido y debía ser cancelada su inscripción en el registro
que lleva el TSE. Dos de los partidos que debían ser cancelados —uno de
los cuales tiene el magistrado que ha sido cuestionado— interpusieron
una demanda de amparo ante la Sala de lo Constitucional de la Corte
Suprema de Justicia para impedir su cancelación. La Sala de lo Consti-
tucional resolvió con 4 votos que procedía el amparo por no haber motiva-
do el TSE la resolución que ordenaba la cancelación, debiendo dictarse
una nueva cumpliendo el requisito omitido. El TSE fue quien finalmente
decidió que no procedía la cancelación de los partidos retractándose del
trámite que él mismo había iniciado —aunque no sus mismos integran-
tes puesto que las elecciones de 2004 implicaron una nueva conforma-
ción del TSE. La nueva resolución del TSE fue aprobada por 3 votos contra
2. Una decisión que también ha sido cuestionada incluso por los dos ma-
gistrados que votaron en contra porque, según ellos, violenta lo dispuesto
en su reglamento para este tipo de decisiones que deberían ser aproba-
dos por al menos 4 votos.
Esta manera de sobreponer los intereses partidistas a los criterios
jurídicos también se ha puesto de manifiesto a raíz de otra resolución de
la Sala de lo Constitucional declarando inconstitucional el artículo 13 del
Código Electoral. Este artículo se refiere a la forma de asignación de los
escaños legislativos a las distintas circunscripciones electorales. Tal re-
solución fue emitida poco tiempo después de realizadas las elecciones de
diputados en 2003 y todavía no ha sido reformado el mencionado artículo.
Desde el punto de vista del desarrollo de la jurisprudencia electoral,
los problemas mencionados en los párrafos anteriores han sido favora-
bles. En especial mediante la intervención de la Sala de lo Constitucio-
nal independientemente de lo atinada o no, prontas o no, que hayan sido
sus resoluciones y si fueron acatadas o no. Las resoluciones emitidas por
el TSE han estado influidas más por los criterios partidistas que por lo
estrictamente jurídico. Excepción hay que hacer de la labor desarrollada
para formular los cuatro proyectos de ley presentados por el TSE a la Asam-
blea Legislativa, pero al no ser aprobados el esfuerzo habría sido vano y el
desarrollo de la jurisprudencia electoral se habría visto frustrada una
vez más por criterios partidistas.
Si bien el TSE goza del reconocimiento jurídico de su autonomía
ello no significa que esté por encima del marco legal. Los miembros del
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El Salvador
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Álvaro Artiga González
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El Salvador
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Álvaro Artiga González
opinaba que serían limpias y el resto (22.3%) no sabía. Al final del año el
IUDOP realizó otra encuesta de opinión. Esta vez para examinar cómo
evaluaban los salvadoreños la situación del país. En dicha encuesta se
incluyó una pregunta sobre la confianza que los encuestados tenían so-
bre distintas instituciones nacionales, entre ellas el TSE. La encuesta
mostró que el TSE era una de las instituciones que menos confianza
suscitaban entre la población (IUDOP, 2004b).
La poca confianza ciudadana en el TSE y la persistencia en la per-
cepción de la existencia de fraude en los comicios —pese a que ninguno
de los partidos contendientes lo haya reclamado hasta la fecha— se ha
traducido en la ausencia el día de las votaciones. Los niveles de absten-
ción electoral en El Salvador son de los más bajos en América Latina. En
Centroamérica sólo es superado por Guatemala. Con excepción de la últi-
ma elección presidencial donde se registró una participación cercana al
60 por ciento, los niveles habían rondado los 40 puntos porcentuales. La
participación más baja se registró en 1999 con apenas 35 por ciento del
electorado habilitado para ejercer el sufragio. Las encuestas de opinión
más serias siempre fueron reiterativas en mostrar dos razones vincula-
das con estos bajos niveles de participación. Por un lado, el sentimiento
de los ciudadanos de no sentirse representados por los partidos políticos.
Por otro lado, la percepción que se cometería fraude. Esta última percep-
ción podría servir de indicador para evaluar la confianza que los salvado-
reños y salvadoreñas tienen en la justicia electoral.
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El Salvador
Referencias bibliográficas
Documentos:
219
Estados Unidos de América:
Descripción de su justicia electoral
Manuel GONZÁLEZ OROPEZA*
221
Manuel González Oropeza
1 Martin v. Mott 25 US 19 (1827) que versó sobre la exclusiva facultad del Presidente
de los Estados Unidos para decidir cuándo había una situación de emergencia que
ameritaba el envío de la movilización del Ejército, y Foster v. Nielson 27 US 253 (1829)
donde el Tratado de Límites con España fue incluido en el ámbito de las cuestiones
políticas, pues la determinación de las fronteras corresponde igualmente al Presidente.
2 Marbury v. Madison 5 US 170 (1803)
3 Robert Lowry Clinton. Marbury v. Madison and Judicial Review. University Press
222
Estados Unidos de América
4 Alexander Hamilton, James Madison y John Jay. The Federalist Papers. New
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Manuel González Oropeza
Taiwan para celebrar otro Tratado con China, algunos miembros del Congreso
sometieron su controversia ante la Suprema Corte, ya que en su consideración, los
Tratados al ser ratificados en su formación por el Senado e implementados por ley del
Congreso, el Presidente debería igualmente respetar esta participación del Congreso
ante la denuncia del Tratado. Goldwater v. Carter 444 US 996 (1979)
14 Colegrove v. Greene 328 US 553 (1946)
224
Estados Unidos de América
15 Murray’s Lessee v. Hoboken Land & Improvement 18 How. 272 (1856): Los
Tribunales “Legislativos” son creados mediante una ley del Congreso, a diferencia de
los tribunales judiciales, que son denominados “constitucionales” pues son derivados
directamente del artículo III de la Constitución de los Estados Unidos, que establece el
Poder Judicial Federal.
225
Manuel González Oropeza
16 Materias como migración, impuestos, tierras del dominio público, salud pública,
correos, pensiones y régimen de veteranos de guerra, son algunas de las materias
sometidas a la jurisdicción de estos tribunales. En algunos casos se restringió la
revisión de los tribunales ordinarios sobre las decisiones de los tribunales
congresionales. Heckler v. Chaney 470 US 821 (1985) and United States v. Erika Inc.
456 US 201 (1982).
17 Aún en los procesos penales se reconoce esta renuncia a un tribunal con jurado,
lo cual es una renuncia muy común, conocida con el nombre de “negociación de la
pena”, donde a cambio de reconocerse culpable ante un juez, previamente al juicio, se
le otorga una condena menor y evita la aplicación de la pena de muerte en aquellas
jurisdicciones donde existe. Duncan v. Louisiana 391 US 145 (1968) and Boykin v.
Alabama 395 US 238 (1969)
18 Youngjin Jung & Shik Hwang. “Where does inequality come from? An analysis
of the Korea-US Status of Forces Agreement”. 18 American University of International
Law Review 1129. 2003
19 The Federalist Papers. Op. Cit. p. 471
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26 “El Congreso no debe aprobar leyes que... restrinjan... el derecho del pueblo a
asociarse pacíficamente...”
27 David K. Ryden (editor). The U.S. Supreme Court and the Electoral Process.
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36 Esta organización tiene su origen desde 1888 y tiene entre sus objetivos agrupar
el voto de individuos de raza blanca en torno al Partido Demócrata y excluir a los
votantes negros que apoyan al Partido Republicano.
37 Lowenstein. Op. Cit. p. 297-298
38 Que paradójicamente era dirigido por un violador de derechos humanos, como lo
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Estados Unidos de América
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V. Bush v. Gore
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Estados Unidos de América
45 El Condado de Broward tuvo distintos criterios para evaluar las boletas dudosas,
de manera distinta a la de otros condados, como el de Miami-Dade.
46 Jamón B. Raskin. Overruling Democracy. The Supreme Court vs. The American
People. Routledge. Nueva York. 2003. p. 13
47 Jimmy Carter, Gerald R. Ford, Lloyd N. Cutler y Robert H. Michel. Report of the
National Commission on Federal Election Reform. To assure pride and confidence in
the electoral process. Brookings Institution Press. Washington. 2002. 358 p.
48 Robert F. Bauer y Jason C. Rylander. “ Recounts and Contests ”. Op. Ult. Cit.
p. 343-353
239
Reino Unido de la Gran Bretaña
e Irlanda del Norte:*
Orígenes y justicia electoral
Manuel GONZÁLEZ OROPEZA**
* Inglaterra y Gales fue el nombre originario de este país a partir del siglo XIII, pero
con la unión de Escocia en el siglo XVII, se convierte en la Gran Bretaña; posteriormente
se anexa Irlanda en 1801, que se separa en parte en 1922, por lo que oficialmente el
nombre de este país a partir de este último año es Reino Unido de la Gran Bretaña e
Irlanda del Norte.
* Investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional
Autónoma de México.
1 Ludwig Riess. The History of the English Electoral Law in the Middle Ages.
241
Manuel González Oropeza
del siglo XIX. Siempre estuvieron bajo la autoridad del sheriff del condado respectivo.
5 Los señoríos (manors) florecieron de los siglos XI al XVI y quedaron extintos en el
siglo XX.
242
Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte
to de ley ante ese Parlamento reunido en Enero de 1301, iniciado con ello
las facultades legislativas de ese cuerpo representativo.6
Eduardo I convocó ocho Parlamentos en el tiempo de su Reinado,
mientras que Eduardo II organizó 18 Parlamentos. La continuidad de los
Parlamentos se previó por Eduardo II quien, alrededor de 1312 dictó la
siguiente provisión:
Debido a que muchas personas son abusadas por los ministros del
Rey7 y que sin un Parlamento común no puede haber solución a esas
quejas, por lo tanto ordenamos que debe haber Parlamento una o dos ve-
ces por año.8
Las elecciones nacen con el Parlamento y la necesidad de elegir a
los representantes acreditados ante esa Asamblea. La convocatoria a elec-
ciones contemplaba un plazo mediante el cual se tendrían que celebrar
las elecciones y además, prever el tiempo necesario para trasladarse al
lugar del Parlamento; en un principio, Eduardo I determinó un plazo mí-
nimo de 40 días para celebrarlas, pero este plazo se extendió con sus
sucesores, como en el caso de la convocatoria del 26 de septiembre de
1300 en la que se previeron 116 días para llevarse a cabo.9
Aunque las sesiones del Parlamento no tenían una duración fija, se
organizaban nuevas elecciones cada vez que se convocaba un nuevo Par-
lamento. Originalmente, los distritos electorales fueron 37 que coincidían
con los condados ya delimitados desde la época de los Anglosajones, sin
importar tamaño o población. Por ello, los sheriffs fueron instrumentos de
la organización electoral en esta época. Para esta empresa, eran ayudados
por los alguaciles (bailiffs) que regían en las circunscripciones (hundreds)
y, a su vez, éstos se ayudaban por las autoridades de las aldeas.
No obstante, la discrecionalidad del sheriff comenzaba con la selec-
ción de circunscripciones y aldeas a las que convocaba para que eligie-
ran representantes, pues no todas eran llamadas a votar. Algunas liberties
lo fueron, sólo si comprobaban un returnum brevium o una administración
propia e independiente.10
El sufragio para elegir estos representantes no conoció de limita-
ciones; sin embargo, en la primera Ley de Elecciones Generales de 1430,
se introdujo el voto censitario, donde los electores sólo podían votar si
demostraban su propiedad e ingresos por 40 chelines (shillings), dada la
243
Manuel González Oropeza
experiencia donde gente “sin valor” pretendía tener la misma voz que los
más dignos caballeros del Reino, según expresión de Enrique VI.11
Las elecciones se hacían localmente en las plazas de los condados
con la presencia de las autoridades y jueces del condado y por unanimi-
dad de los votantes.12 La regulación de las elecciones provenía de los re-
yes y una directiva a los condados se emitió en 1439 por Enrique VI,
ordenando que ninguna persona armada se presentara para llevar a cabo
la elección.13
Hay evidencias desde fines del siglo XIV y principios del XV de que,
siendo el sheriff el encargado de llevar a cabo elecciones, éste designaba
como representante a otra persona distinta a la que había resultado elec-
ta, el paralelismo que toman estos episodios con el jefe político del México
decimonónico es sorprendente. Esta infracción sólo implicaba que el fun-
cionario era llamado a explicar y, en su caso, a rectificar el resultado de
la elección, sin un verdadero procedimiento contencioso.14
Los candidatos elegibles tenían algunas restricciones por razón de
un cargo ocupado, como los sheriffs, o profesión, como los abogados por
conflicto de interés. Una vez electo el representante, éste no era libre
para no presentarse ante el Parlamento o de renunciar a su cargo y, en
su caso, se tenía que obtener la autorización del Rey para liberarse de su
mandato.
11 J.R. Pole. Political Representation in England and the Origins of the American
Republic. University of California Press. Berkeley. 1971. p. 398 Ann M. Burkhart.
“The constitutional underpinnings of homelesness”. 40 Houston Law Review 230-
231. Verano 2003
12 Riess. Op. Cit. p. 42-45
13 Idem. p. 46
14 Idem. p. 57-59
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Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte
22 Bradley Stewart Chilton. “Star Trek and stare decisis: legal reasoning and
information technology”. Journal of Criminal Justice and Popular Culture. Volumen
8. Numero 1. 2001. p. 25
23 Ejemplo de la auto restricción ejercida por los tribunales ingleses, está la expresión
de Lord Wilberforce en la sentencia del caso Royal College of Nursing of the United
Kingdom v. Department of Health and Social Security (1981) 1 All ER 565: “Hay un
camino en el cual los tribunales no deben transitar, el colmar las lagunas de la ley (y)
tratar de suministrar una respuesta, si ésta no está prevista en la ley”.
24 En esta decisión unánime, Lord Nicholls, ponente de la sentencia, manifestó:
“En los casos apropiados, la Corte debe, al desahogar sus facultades interpretativas,
agregar palabras u omitirlas o sustituirlas”, para remediar errores obvios en la legislación.
Derek Auchie. “The indignified death of the casus omissus rule”. Statute Law Review.
Febrero 2004.
25 Rob R. Jerrard. “Recent judicial decisions: no public element hended in private
breach of peace”. Police Journal. Diciembre 2001
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32 Paul Silk. How Parliament Works. Longman. Londres. 4a. Reimpresión. 1993. p. 9.
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37 Este caso es discutido por el mismo Peter Jepson, quien litigó su caso en la
Gran Bretaña, en el artículo “The need for more women members of Parliament”. New
Law Journal. 7 de abril de 2000.
38 Lo cual en opinión de algunos autores requeriría una reforma específica a las
leyes electorales, precisamente por los argumentos del Partido Laborista que determina
que un cargo de elección popular no es un empleo.
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39 Lita Surmava. “Positive Action in the European Community and the Member
States”. Stockholm University. Master of European Law. p. 11. www.juridicum.su.se/
jurweb/utbildning/master/ec_eommercial_law/assignments/Lita%Surmava.pdf
40 Y así se ha interpretado en varios precedentes de la Corte Europea de Justicia:
Caso C-450/93 Eckhard Kalanke v. Freie Hamertadt Bremen.
41 Lori A. Ringhand. “Concepts of equality in British Election Financing Reform
Proposals”. Oxford Journal of Legal Studies. Agosto 2002.
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42 Heather Lardy. “Is there a right not to vote?”. Oxford Journal of Legal Studies.
Junio de 2004.
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45 Philip N.S. Rumney. “The British experience of Racist Hate Speech Regulation.
A liaison for First Amendment absolutists?”. Common Law World Review. Abril de
2003.
46 Piers Coleman. “Is it always the Returning Officer´s fault?”. New Law Journal.
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Manuel González Oropeza
260
Contencioso electoral en Guatemala
Jorge Mario GARCÍA LAGUARDIA*
mexicano 1916-1996”, Justicia Electoral , Revista del Tribunal Federal Electoral, Vol.
V, No. 8 (1966) o.5.
261
Jorge Mario García Laguardia
por el Derecho Electoral mexicano” Justicia Electoral, Revista del Tribunal Electoral
del Poder Judicial de la Federación, No. 9 (1977), pp. 104 y 105.
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Jorge Mario García Laguardia
Buenos Aires: ediciones Macchi, 1981,p.303. Jorge Mario García Laguardia, Derechos
políticos, sufragio y democracia, Guatemala: Cuadernos de Derechos Humanos,
Procuraduría de Derechos Humanos, 1990, Passim.
268
Guatemala
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270
Guatemala
1. Conflictos Preelectorales:
271
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Jorge Mario García Laguardia
V. La jurisprudencia electoral
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Guatemala
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Jorge Mario García Laguardia
B. E n l a m a t e r i a e l e c t o r a l p r o p i a m e n t e s e h a n r e s u e l t o
impugnaciones sobre diversas materias,15 entre ellas:
278
Guatemala
VI. Evaluación
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Jorge Mario García Laguardia
Bibliografía
280
Guatemala
281
Estudio de Derecho Comparado
sobre lo Contencioso y la
Jurisprudencia Electoral
Italia
Leoncio LARA SÁENZ*
283
Leoncio Lara Sáenz
A. El Poder Legislativo
sentido amplio a que se refiere la voz: JUSTICIA ELECTORAL, del Diccionario Electoral
preparado por el Instituto Interamericano de Derechos Humanos, CAPEL, México,
UNAM- IIJ, TEPJF, IFE, T.-II , PP.753,755 y ss.
2 Cfr. Costituzione della Repubblica Italiana, Artículos 13, 29, 35 y 48.
3 Artículos 55 a 69 de la Constitución.
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B. El Poder Ejecutivo
5 Artículo 94 de la Constitución.
6 Cfr. Artículo 95 Constitucional.
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C. El Poder Judicial
7 Artículo 94 Constitucional.
8 Cfr. Arts. 101 a 113 de la Constitución Italiana.
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3. El sistema electoral
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C. El sistema electoral
15 Sobre los Partidos Políticos Italianos V. Aguirre, Pedro (Coordinador) op. cit.
sección III; y Sturlese, Laura. Los efectos de la Nueva Ley Electoral en el sistema
político y de partidos en Italia, en Boletín mexicano de Derecho Comparado, nueva
serie, Año XXIII, No. 68, mayo-agosto de 1990, pp. 436 y ss.
16 Cfr. Artículo 49 de la Constitución y V. Aguilera Prat. Cesareo R. de. Ambigüedades
de la Transición Italiana en Revista de Estudios Políticos (Nueva Epoca), pp. 94 y ss.
17 cfr. Arts.56 y 57 de la Constitución.
18 Se refiere el texto a las Leyes No. 277 del 4 de agosto de 1993 para las elecciones
de Diputados, llamada mayormente Ley Mattarella, por el Diputado que presidió la
Comisión redactora; Ley No. 276 del 4 de agosto de 1993 para las elecciones en el
Senado y la tercera ley Electoral para la elección de los Consejos Comunales ( municipales)
y provinciales N. 81 del 25 de marzo de 1993.
19 Sobre este tema V: Mor, Gianfranco. La reforma Electoral en Italia, en Justicia
Electoral No. 4, Vol. III, 1994, pp. 27 y ss. Y Roccella, Alberto. La reforma del sistema
electoral regional italiano: una primera lectura, en Justicia Electoral, México, TEPJF,
No. 9, 1997, pp. 109 a 119.
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go aquellos que tienen derecho a ser electores. Para este efecto la Comu-
na expide un certificado de elector, en cada elección, a los inscritos en las
listas. En este certificado se señala la circunscripción y la sección elec-
toral en la que se debe votar.
Las Listas Electorales de la Nación constituyen el Registro Nacio-
nal de Electores que funciona con una Comisión revisora y las Comisio-
nes Electorales de Circunscripción. Las listas de electores se utilizan en
las elecciones nacionales políticas y en las elecciones administrativas,
comunales, provinciales y regionales.
El procedimiento electoral preparatorio20 se inicia con un Decreto
del Presidente de la República previa deliberación del Consejo de Minis-
tros, mismo que debe ser publicado en la Gaceta Oficial de la República.
Los Síndicos de las Comunas (Municipios) están obligados a dar a conocer
a los habitantes dicho decreto a través de Avisos y Bandos, de tal manera
que las elecciones se llevan a cabo dentro de los cuarenta y cinco días
posteriores a la emisión de la Convocatoria.
Después de la Convocatoria se establece ante la Corte de Casación
la Oficina Electoral Central y Nacional dependiente del Ministerio del Inte-
rior del Gobierno, la cual se integra con Presidente designado oficial-
mente y cuatro consejeros seleccionados por el Primer Presidente. Ante
la Corte de Apelación o ante el Tribunal Administrativo cuya Jurisdic-
ción se encuentra en una Comuna se instala una Oficina Circunscripcional
Central, la cual se integra por tres Consejeros, uno de los cuales es desig-
nado Presidente por el Presidente de la Corte de Apelación o por el del
Tribunal, los cuales deberán recibir las listas electorales o constituir los
Colegios Uninominales o Listas Uninominales, en su caso, para los dife-
rentes tipos de candidaturas y para realizar sobre ellas los cálculos de la
votación.
Para efectos electorales el territorio nacional italiano está dividi-
do en 26 Circunscripciones, así como el Valle de Aosta que constituye
una circunscripción y desde luego, según los datos del último Censo
Nacional y en base a su población, a cada circunscripción se le otorga el
número de escaños que le esperarían, toda vez que en cada una de las
mismas el 75% corresponde a los votos de mayoría y dentro de la misma
se constituye, como quedó dicho, un colegio uninominal para el otorga-
miento de los cálculos de proporcionalidad. En el país se instalan 475
colegios uninominales.
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21 Para las elecciones Comunales en las listas de los candidatos, ninguno de los
sexos puede ser, por norma, representado en medida superior a los dos tercios, sin
embargo esta norma no tiene más que un carácter enunciativo. El mecanismo previsto
para los diputados prevé que en las listas presentadas para el reparto proporcional de
¼ de las curules se deben contener de manera alternada hombres y mujeres. Con
mayores explicaciones V.Gianfranco, Mor, op.cit. pp. 45 y ss.
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obtenidos por cada candidato en cada sección, utilizando para este efecto
las actas levantadas en las casillas y se realiza la proclamación de ven-
cedor al candidato que ha obtenido el mayor número de votos en cada
colegio uninominal.
En caso de empate se declara vencedor al más anciano; de esta
proclamación el presidente de la Oficina envía un comunicado al Sena-
dor proclamado y se envía la noticia a la Secretaria del Senado así como a
los síndicos de la región para que por su conducto se dé a conocer a los
electores. Finalmente la oficina manda oficio de proclamación y resulta-
dos del Senador Electo a la Oficina Electoral Regional, con copia a la Corte
de Apelación y al Tribunal Administrativo.
Una vez que las oficinas electorales circunscripcionales de la Re-
gión han rendido sus comunicaciones y actas, proceden a asignar los
escaños proporcionales no asignados por los colegios uninominales, lo
cual hacen con la presencia de los delegados de los grupos de candidatos,
para que se proceda a la definición de la cifra electoral obtenida por cada
grupo y la de los candidatos individuales los cuales no resultaron electos,
o teniendo por cocientes residuales y por número de orden los senadores
restantes, hecho lo cual se comunica al candidato electo, a la Secretaria
del Senado y a los síndicos de las comunas de la Región, marcando copia
a la Corte de Apelación o al tribunal sede de la oficina electoral regional.
Los escaños que se reparten proporcionalmente se distribuyen te-
niendo en cuenta los votos en la región de cada grupo político, los cuales
resultan de la suma de los votos obtenidos por los candidatos individuales
en los colegios uninominales de la región que concurran bajo las mismas
siglas, a los que deben restarse los votos de los candidatos ya proclama-
dos electos. A este total o resultado se le aplica la fórmula llamada D´Hondt,
según la cual dentro de cada lista los escaños se reparten según las ci-
fras individuales de votos obtenidos por cada candidato, estas cifras re-
sultan de multiplicar por cien el número de votos válidos obtenidos por
cada candidato y dividir el producto por el total de votos válidos emitidos
en los colegios.22
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4. Elecciones Administrativas
23 Sobre este tema V. Pietro Barrera, La nouva llegge elettorale per i comuni e le
province. La Sfida della democracia locale. Edizione delle autonomie, Roma, 1993, y
Vittorio Italia y Mario Basan (editores), L´elezione directa del sindaco (e del presidente
della provincia): commento alla Legge, 25 marzo 1993, Núm. 81. Giuffre, Milan, 1993.
24 Cfr. Arts 5, 6 y 8 de la Ley 81 de 1993 (citada en texto).
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cial que haya obtenido una mayoría relativa de votos en el primer caso, y
la mayoría absoluta, para síndico o presidente.
Una característica acusada de la personalización de las elecciones
administrativas en cuestión se advierte claramente en las comunas
menores a 15 mil habitantes, que se asemeja a un procedimiento plebis-
citario mayormente, sobre todo porque en estas elecciones de esta di-
mensión el voto de los electores para el consejo comunal está ligado al
voto al cargo de alcalde y el premio de mayoría llega a su máximo, puesto
que se refieren a los dos tercios de los consejeros del Consejo comunal,
es decir quien vota por el alcalde en estas elecciones, prácticamente
está votando por el consejo comunal.
Un aspecto interesante de estas votaciones administrativas lo cons-
tituye el asunto de género, puesto que se establece que en las listas de
candidatos ni hombres ni mujeres no pueden dejar de estar representa-
dos en cantidades mayores a los dos tercios de candidatos, y ordena que
los Estatutos de las Comunas y el de las Provincias deberán establecer
reglas que aseguren la igualdad de oportunidad para ambos sexos en las
elecciones. Los casos concretos no están regulados, por lo que la decisión
queda en manos de las autoridades judiciales cuando actos de inequidad
son denunciados.
La presentación de las candidaturas requiere de apoyo de firmas de
electores, cuyos números siguen los de la elección parlamentaria, es
decir en comunas de más de 1 millón de habitantes se deberá tener en-
tre 2 mil y 3 mil firmas, y en las comunas pequeñas que tengan entre 2
mil y 20 mil habitantes se deberán reunir al menos 200 firmas.
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1. La Justicia Electoral
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31 cfr. Lara Sáenz, Leoncio. El nuevo sistema electoral mexicano, México, UNAM–
IIJ, Centro de Estudios Constitucionales México-Centro América, 1992, p.18.
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32 Cfr. Ley 361 del 30 de marzo de 1957 sobre las elecciones de Diputados y
modificada sucesivamente hasta 1993, en especial Art. 71.
33 Cfr. Artículo 66 Constitucional : Cada Cámara resuelve sobre la legitimidad y
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nación sino que debe alegar y acompañar la prueba adecuada a los he-
chos sobre los cuales funda, así como la motivación sobre los mismos.
Esta legislación administrativa desde anteriores leyes, por ejemplo
la Ley No. 1147 del 23 de diciembre de 1966, estableció las acciones po-
pulares y las impugnaciones permitidas a cualquier ciudadano elector
de las comunas, en lo que se refiere a todas las actividades del proceso
eleccionario, así como a los electores provinciales y por lo tanto se ejer-
cen contra el consejo comunal y los consejos provinciales, los cuales es-
tán obligados a la devolución cuando se instaura la acción equivocadamente.
El Consejo de Estado es un órgano auxiliar del gobierno para el ejer-
cicio del asesoramiento y de la administración de justicia administrati-
va,34 y su jurisdicción es la de tutelar los intereses legítimos y los derechos
subjetivos, entre otras materias los relativos a las elecciones regionales,
en las cuales ejerce el carácter de tribunal definitivo de apelación de
segunda instancia, salvo en materia de jurisdicción en la que puede plan-
tearse todavía la resolución al Tribunal Constitucional, el cual exclusi-
vamente decide en definitiva este tipo de conflictos.
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42 Toda vez que la evaluación del sistema tendrá que ser referencial, es conveniente
analizar las siguientes obras de donde se han tomado algunas de las consideraciones
evaluatorias sobre el sistema electoral italiano: Mor, Gianfranco. La reforma Electoral
en Italia, en Justicia Electoral número 4, vol VIII, 1994, pp. 27 y ss.; Pappalardo,
Adriano. La Nueva ley electoral en Italia, en Revista de Estudios Políticos (Nueva
Epoca), Núm. 89, julio-septiembre, 1995, pp. 61 y ss.; Cicconetti, Sistema Elettorali e
Sistema dei partiti, pp. 992 y ss.; y Presno Linera, M.A. La Reforma Electoral en Italia,
cit, passim.
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Bibliografía
Bin, Roberto. Riforma elettorale e nuovo ruolo delle Regioni nel quadro
delle riforme costituzionali, QUADERNI REGIONALI, Anno XII, No.
2-3, Aprile-Settembre, 1993, Napoli, Italia.
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Leoncio Lara Sáenz
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Italia
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Leoncio Lara Sáenz
Ley No. 64 del 7 de febrero de 1958 y Ley No. 276, 4 de agosto de 1993
Ley Para la Elección de los Senadores
Ley N. 21 del 4 de abril de 1956, Ley que regula las campañas electorales.
Ley No. 61 del 24 de marzo de 2004, nueva Ley que establece normas en
materia de derecho penal electoral.
Nuevas Normas para la elección de los Consejos de las regiones con Esta-
tuto Ordinario.
Nuove Norme per la elezione dei Consigli dekelle región a statuto ordinario.
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El sistema mexicano contencioso
electoral y criterios jurisprudenciales
relevantes
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menos ocho votos (de los once miembros que la integran), se podrá decla-
rar la invalidez de las normas impugnadas, acarreando que las mismas
sean expulsadas del sistema jurídico. Como un indicador de la trascen-
dencia de esta vía de control jurisdiccional de la constitucionalidad de las
leyes, es pertinente precisar que la mayoría de las 222 acciones de
inconstitucionalidad promovidas hasta diciembre de 2004 versaron pre-
cisamente sobre la materia electoral, dando lugar a un importante cú-
mulo de criterios en beneficio de la justicia constitucional electoral.
Así, uno de los rasgos principales de la citada reforma constitu-
cional de 1996, en el ámbito de la justicia electoral, fue el estableci-
miento de instrumentos procesales de control judicial de la
constitucionalidad de leyes y actos electorales (incluida la calificación
de la elección presidencial), con lo que se modificó una tendencia de
más de un siglo que había propiciado que tanto las leyes como los pro-
cedimientos comiciales en nuestro país estuvieran sustraídos a dicho
control jurisdiccional, en el entendido de que, si bien desde 1987 se
estableció el primer tribunal electoral, éste y los sucesivos sólo ejer-
cían un control de la legalidad y no fue sino a partir del actual Tribunal
Electoral del Poder Judicial de la Federación que se le confieren atri-
buciones para ejercer también un control jurisdiccional de la
constitucionalidad de los actos electorales.1
En efecto, la referida reforma constitucional y la consecuente legal
se caracterizaron, entre otros aspectos, por el establecimiento de un sis-
tema contencioso electoral plenamente judicial, en cuya cúspide se en-
cuentra la Suprema Corte de Justicia de la Nación y en el que el Tribunal
Electoral del Poder Judicial de la Federación, en tanto máxima autoridad
jurisdiccional en la materia —con la salvedad de la acción de
inconstitucionalidad contra leyes electorales bajo la competencia de la
citada Suprema Corte— y órgano terminal en cuanto al control de la
constitucionalidad de actos y resoluciones en materia electoral, ocupa
un lugar central; al respecto, se crearon diversos instrumentos procesa-
les para el control judicial de la constitucionalidad de leyes y actos o reso-
luciones electorales federales y locales, es decir, se incorporaron
auténticas garantías constitucionales electorales.2
1 Vid., Carlos Arenas Bátiz, Raúl Ávila Ortiz, J. Jesús Orozco Henríquez y Juan
Carlos Silva Adaya, El sistema mexicano de justicia electoral, México, Tribunal Electoral
del Poder Judicial de la Federación, 2000, pp. 25-80.
2 Vid., Héctor Fix-Zamudio, Justicia constitucional , Ombudsman y derechos
humanos, México, Comisión Nacional de Derechos Humanos, 2001, 2ª ed., pp. 259-
261 y 341-346; ídem y Salvador Valencia Carmona, Derecho constitucional mexicano
y comparado, México, Editorial Porrúa, 3ª ed., 2003; Hans Kelsen, “La garantía
jurisdiccional de la Constitución (La justicia constitucional)”, trad. Rolando Tamayo y
Salmorán, en Anuario Jurídico, núm. I, México, IIJ-UNAM, 1974, pp. 489-500.
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ral3 tiene por objeto garantizar que todos los actos y resoluciones elec-
torales se ajusten invariablemente a los principios de constitucionalidad
y legalidad, así como asegurar la protección de los derechos fundamen-
tales político-electorales de los ciudadanos de votar y ser votados, al
igual que los de asociación y afiliación en dicho ámbito.
En este sentido, el sistema mexicano contencioso electoral (confor-
mado por el conjunto de medios de impugnación en esta materia) tiene
por objeto garantizar la vigencia del Estado constitucional democrático de
derecho, el cual exige la celebración de elecciones libres, auténticas y
periódicas, estrictamente apegadas a la Constitución y la ley.
3 La ley reglamentaria del citado sistema federal es la Ley General del Sistema de
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sino, incluso, propio pero diverso a los intereses que orientan al derecho
electoral, la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación establece
diecisiete ejemplos de causas que, al actualizarse respecto de un caso
concreto, motivan que el magistrado electoral se encuentre impedido para
conocer del asunto; entre esas causas están las siguientes: Tener paren-
tesco, por afinidad o consanguinidad, o amistad o enemistad manifiesta, o
ser deudor o acreedor, respecto de alguno de los interesados o de su repre-
sentante; tener interés personal en el asunto o tenerlo su cónyuge o sus
parientes; haber aceptado presentes, servicios o convites costeados por los
interesados o sus representantes, así como haber hecho promesas que im-
pliquen parcialidad en favor o en contra de alguno de los interesados.
Finalmente, para garantizar que los juzgadores electorales conser-
ven la independencia necesaria durante el desempeño de su cargo, en la
ley se prevén diversos medios jurídicos orientados a evitar que puedan
ser presionados con sanciones, represalias o, incluso, aparentes recom-
pensas por parte de quienes obtengan sentencias judiciales contrarias
o, en su caso, coincidentes con sus intereses. Entre tales salvaguardas
jurídicas están las siguientes:
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rechos que tutela. El Tribunal Electoral tiene jurisdicción plena para ga-
rantizar la vigencia del derecho electoral, pudiendo revocar o modificar
todo acto o resolución jurídicamente irregular, ya sea por ilegal —esto es,
contrario a la ley electoral— o por inconstitucional —contrario o desape-
gado a la Constitución—, e incluso puede dictar un nuevo fallo que ven-
ga a sustituir al que hubiere revocado, aunque esto implique que, para
este solo efecto, se sustituya a la autoridad responsable —federal o local,
administrativa o jurisdiccional, o bien, en su caso y de manera excepcio-
nal, partido político— que lo emitió.
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4 Sin desconocer las significativas contribuciones de las Salas Regionales del citado
Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y de los tribunales electorales de
las diversas entidades federativas e, incluso, de diversos órganos del Instituto Federal
Electoral e institutos electorales locales, muchos de cuyos criterios la Sala Superior del
referido órgano jurisdiccional —cuando ha conocido de impugnaciones respecto de sus
actos o resoluciones— se ha concretado a confirmarlos y hacerlos suyos.
5 El texto de la jurisprudencia puede consultarse bajo el rubro: AGRAVIOS. PARA
TENERLOS POR DEBIDAMENTE CONFIGURADOS ES SUFICIENTE CON EXPRESAR
LA CAUSA DE PEDIR, en Jurisprudencia y tesis relevantes 1997-2005, Compilación
Oficial, volumen Jurisprudencia, México, TEPJF, 2005, pp. 21-22.
6 Vid., tesis de jurisprudencia: AGRAVIOS. PUEDEN ENCONTRARSE EN CUALQUIER
PARTE DEL ESCRITO INICIAL, en Jurisprudencia ..., ibidem, pp. 22-23.
7 V i d., tesis de jurisprudencia: MEDIOS DE IMPUGNACIÓN EN MATERIA
ELECTORAL. EL RESOLUTOR DEBE INTERPRETAR EL OCURSO QUE LOS CONTENGA
PARA DETERMINAR LA VERDADERA INTENCIÓN DEL ACTOR, en Jurisprudencia
..., ibidem, pp. 182-183.
8 Vid., tesis de jurisprudencia: MEDIO DE IMPUGNACIÓN. EL ERROR EN LA
ELECCIÓN O DESIGNACIÓN DE LA VÍA NO DETERMINA NECESARIAMENTE SU
IMPROCEDENCIA, en Jurisprudencia ..., ibidem, pp. 171-172.
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tensivo para cubrir no sólo los casos en que los actores equivoquen la vía
idónea de entre los distintos juicios o recursos previstos en la ley adjetiva
federal sino también aquellos en que el error sea producto de la confusión
derivada de intentar un medio impugnativo federal cuando lo correcto hu-
biese sido incoar uno de los previstos en las leyes locales respectivas.9
iii) Reiteradamente se han realizado interpretaciones amplias para
facilitar el cumplimiento de requisitos procesales por parte de los ciuda-
danos, partidos políticos y agrupaciones de ciudadanos, a fin de favorecer
el acceso a la administración de justicia (interpretaciones favor acti). Esta
labor se ha complementado al considerar que las causas de improceden-
cia (tanto para desechar como para sobreseer algún medio de impugna-
ción) deben aplicarse de manera estricta y estar plenamente acreditadas.
iv) En la mayoría de los medios de impugnación electoral, se con-
templa legalmente la institución de la suplencia de la deficiencia en la
argumentación de los agravios, siempre que éstos puedan deducirse cla-
ramente de los hechos expuestos en la demanda, en beneficio del acceso
a la justicia y la tutela judicial efectiva, en el entendido de que cabría
ponderar si sería conveniente que dicha institución se ampliara a la to-
talidad de los respectivos medios de impugnación, teniendo en cuenta
que su objetivo es salvaguardar los principios de constitucionalidad y le-
galidad de los actos y resoluciones electorales, así como la naturaleza de
orden público de las normas que tutela.
v) Los partidos políticos tienen la capacidad para actuar en los me-
dios de impugnación no sólo para la defensa de su acervo jurídico propio
sino, por su naturaleza de entidades de interés público, tienen derecho a
ejercer cierto tipo de acciones procesales que gozan de las características
de las de interés público o colectivas, por las cuales se tutelan los intere-
ses difusos de comunidades indeterminadas o amorfas, y se ejercen en
favor de los integrantes de cierto grupo, clase (como la ciudadanía) o socie-
dad.10 Incluso, dada su naturaleza de entidades de interés público, así como
la legitimación procesal y las funciones que el orden jurídico les confiere,
algunos magistrados de la Sala Superior han estimado que los partidos
políticos cuentan con un interés en beneficio de la ley, con el objeto de
garantizar, a través de los medios de impugnación que tienen derecho a
promover, que los actos y resoluciones de las autoridades electorales se
ajusten invariablemente a los principios de constitucionalidad y legalidad.
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ciudadanos,19 al igual que de todo acuerdo con efectos generales del Ins-
tituto Federal Electoral.20 Asimismo, es necesario notificar de manera
personal ciertos actos de los órganos legislativos locales que estén referi-
dos a una comunidad en concreto o de las respectivas autoridades electo-
rales dirigidos a alguna(s) persona(s) específica(s), a pesar de que hubieren
sido publicados en el periódico oficial del Estado.
xv) El ejercicio prudente y frecuente de facultades directivas por par-
te del Tribunal Electoral, a través de la práctica de diligencias para mejor
proveer, como los casos de apertura de paquetes electorales con el objeto
de esclarecer la verdad material y establecer si se actualiza o no alguna
causa de nulidad de la votación recibida en cierta casilla o, en su caso,
verificar un nuevo escrutinio y cómputo de la votación respectiva, tam-
bién ha contribuido a asegurar una justicia electoral completa y efectiva.
xvi) Los actos de designación de los integrantes del órgano superior
de dirección responsable de la organización de las elecciones en cada en-
tidad federativa, así como de los integrantes de los tribunales electorales
locales, por parte de las legislaturas locales o, en su caso, por los tribunales
superiores de justicia estatales, son actos materialmente administrativos
de organización o calificación de los comicios locales, razón por la cual son
impugnables ante la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judi-
cial de la Federación.21 Cabe precisar que, entre otros, los tres partidos
políticos con mayor fuerza electoral en el país han impugnado ante la Sala
Superior la designación de consejeros electorales y/o magistrados electo-
rales cuando, en su opinión, tales designaciones no se realizan de acuerdo
con la normativa aplicable, habiendo obtenido todos y cada uno de ellos
sentencia estimatoria en los casos en que les ha asistido la razón.
xvii) La Sala Superior del Tribunal Electoral ha establecido que, con
base en el principio de plena ejecución de las sentencias, recogido en el
tercer párrafo del artículo 17 de la Constitución federal, tiene facultades
para exigir el cumplimiento de todas sus resoluciones,22 así como para
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23 V i d. , t e s i s r e l e v a n t e : E J E C U C I Ó N D E S E N T E N C I A . L A T U T E L A
JURISDICCIONAL EFECTIVA COMPRENDE LA REMOCIÓN DE TODOS LOS
OBSTÁCULOS QUE LA IMPIDAN, en Jurisprudencia ..., op. cit., volumen Tesis
Relevantes, p. 519.
24 Vid., tesis de jurisprudencia: EJECUCIÓN DE SENTENCIAS ELECTORALES.
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generen el derecho exclusivo para usarlos frente a otros, dado que el uso
de esos elementos en el emblema de dos o más partidos no conduce, por
sí solo, al incumplimiento del objeto para el que están previstos (caracte-
rizar y diferenciar a cada partido político), lo cual sólo se puede dar en el
caso de que su combinación produzca unidades o productos similares o
semejantes que puedan confundir a quien los aprecie u observe, impi-
diéndole distinguir con facilidad a cuál partido político pertenece uno y
otro, razón por la cual existe plena libertad para registrar los signos de
identidad compuestos con uno o varios de esos elementos, aunque otros
también los usen en los propios, siempre con la previsión de que la uni-
dad que formen no pueda generar confusión con la de otro partido.38
iv) Al confirmar la negativa de registro como candidato independien-
te a un ciudadano en la elección para gobernador del Estado de Michoacán,
la mayoría de la Sala Superior estableció el criterio de que el derecho polí-
tico-electoral fundamental de ser votado es de base constitucional y confi-
guración legal, por lo que no tiene un carácter absoluto, y si bien la
Constitución federal no prevé el monopolio de los partidos políticos para la
postulación de candidatos, razón por la cual el legislador ordinario tiene
atribuciones para establecer la posibilidad de candidaturas independien-
tes o no partidarias (como ocurre, por ejemplo, con las candidaturas para
presidencias municipales auxiliares de Tlaxcala), igualmente, no es ne-
cesariamente inconstitucional ni violatorio de los instrumentos interna-
cionales de derechos humanos que el legislador ordinario (federal o local)
prevea que los partidos políticos son los únicos que pueden presentar soli-
citudes para registrar candidatos, en ejercicio de su potestad de regular
legalmente las calidades, requisitos, circunstancias y condiciones para el
ejercicio del citado derecho en aras del interés general y en atención a las
particularidades del desarrollo político y social de la respectiva entidad
federativa, salvaguardando el sistema plural de partidos políticos y los de-
más derechos, fines, principios y valores constitucionales involucrados,
máxime que resulta accesible a la ciudadanía formar un nuevo partido
político local en el Estado de Michoacán pues, al efecto, entre otros requisi-
tos razonables, basta la voluntad de tan sólo el 0.45% del padrón electoral.39
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vii) Los topes a los gastos de campaña se deben fijar para todos los parti-
dos políticos respecto de cada elección, mas no de manera individual a cada
uno de los partidos políticos contendientes. Ello implica que el límite a las
erogaciones de los partidos políticos, coaliciones y sus candidatos se debe en-
tender en función del total de lo que éstos pueden gastar en cada tipo de
elección, independientemente del financiamiento público que cada uno reci-
ba, el cual se determina en buena medida según la fuerza electoral que po-
sea. En este sentido, el tope de gastos de campaña, además de estar fijado en
función de cada elección, lo equitativo y legal es que el mismo sea determina-
do con base en elementos objetivos y en forma igualitaria para todos los parti-
dos políticos contendientes, para que así se cumpla con la finalidad de propiciar
transparencia e igualdad de oportunidades en la contienda electoral. 42
viii) La pérdida del registro de un partido político no implica la des-
aparición de las obligaciones adquiridas durante su vigencia, como la
relativa a la presentación de sus informes sobre el origen y monto de los
recursos que haya recibido por cualquier modalidad de financiamiento.43
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enero de 2002.
83 Vid., tesis relevante: SUSPENSIÓN DE PUBLICIDAD DE PROGRAMAS Y
ACCIONES GUBERNAMENTALES DURANTE LOS TREINTA DÍAS PREVIOS A LA
JORNADA ELECTORAL. COMPRENDE LA ENTREGA INJUSTIFICADA DE BENEFICIOS
(Legislación de Yucatán), en Jurisprudencia ..., op. cit. , volumen Tesis Relevantes,
pp. 941-942.
84 Vid., tesis relevante: CAMPAÑAS ELECTORALES. EL CONSEJO GENERAL DEL
INSTITUTO ELECTORAL VERACRUZANO TIENE ATRIBUCIONES PARA HACERLAS
CESAR O MODIFICARLAS, SI CON ELLAS SE VIOLAN LOS PRINCIPIOS DE
LEGALIDAD O IGUALDAD EN LA CONTIENDA, en Jurisprudencia ..., ibidem, pp.
376-378.
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junio de 2002.
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que dio lugar a la tesis relevante: CONFLICTO ENTRE UNA DISPOSICIÓN LEGAL
LOCAL Y LA CONSTITUCIÓN DE LA RESPECTIVA ENTIDAD FEDERATIVA. EN EL
ÁMBITO NACIONAL, SU SOLUCIÓN CONSTITUYE CONTROL DE LA LEGALIDAD Y
NO DE LA CONSTITUCIONALIDAD, en Jurisprudencia ..., op. cit. , volumen Tesis
Relevantes, pp. 449-451.
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electorales en Nicaragua
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2 Arto. 11 Cn se leerá así: “Arto. 11.- Son órganos del Gobierno: El Poder Legislativo,
el Poder Ejecutivo, el Poder Judicial y el Poder Electoral.”
3 Arto. 9: Serán Poderes del Estado: La Junta de Gobierno de Reconstrucción
Nacional, el Consejo de Estado, la Corte Suprema de Justicia y el Consejo Supremo
Electoral.”
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4 Arto. 16 L. E.
5 Arto. 22 L. E.
6 Arto. 16 L. E.
7 Arto. 174 Cn y Arto. 10 L. E.
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3. Quórum
El quórum del CSE se forma con cinco de sus miembros y las deci-
siones se toman con el voto favorable de al menos cuatro de los mismos.
Requieren voto favorable de cinco de sus miembros, decisiones
taxativamente señaladas en la Ley Electoral: La elección del Presidente
y Vicepresidente del Consejo Supremo Electoral; el nombramiento y des-
titución de los miembros de los Consejos Electorales Departamentales,
Regionales y Municipales; la aprobación del presupuesto anual del CSE y
órganos subordinados y, el otorgamiento, la suspensión o cancelación de
la personalidad jurídica a un partido político.8
El quórum de los Consejos Electorales se forma con la mayoría de
sus miembros. Las decisiones se toman con la concurrencia de dos de
sus miembros. En caso de empate el Presidente tiene doble voto.9 En las
sesiones de los Consejos Electorales pueden participar sin derecho a voto
los fiscales de las organizaciones políticas nombrados para actuar ante
los mismos, cuando así lo solicite cualquiera de los miembros del Conse-
jo. Arto. 20 L. E.
El quórum de las Juntas Receptoras de Votos se forma con la mayo-
ría —dos— de sus miembros. Las decisiones se toman con la concurren-
cia de dos de sus miembros. En caso de empate, debe citarse de inmediato
al suplente del miembro del partido que falte, de no concurrir el Presiden-
te tendrá doble voto. Si la ausencia es del Presidente actuará como tal el
Primer Miembro. 10
La resolución de los temas a conocer y resolver se toma por mayo-
ría calificada o mayoría simple según sea el tipo de caso a tratarse, en
caso de empate el Presidente del organismo electoral correspondiente
tienen doble voto.
8 Arto. 12 L. E.
9 Arto. 20 L. E.
10 Arto. 26 L. E.
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11 Arto. 33 L. E.
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De las actas sumatorias de los CEM o CED, los fiscales podrán in-
terponer recursos que serán resueltos en un plazo no mayor de 3 días. De
las resoluciones de los recursos de impugnación habrá apelación sólo
ante el CSE. Arto 132 L. E.
La Ley Electoral prevé los errores aritméticos de las JRV y los erro-
res que pueden identificarse de forma notoria y evidente, los cuales de-
ben ser corregidos por el respectivo CER o CED, de oficio, por indicación
del CEM o por los fiscales acreditados ante ese Consejo Electoral durante
el proceso de revisión, debiendo notificar la corrección aritmética que
corresponda al CSE. (Arto. 161 L. E.)
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9. Delitos electorales
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y fecha del escrito, firma del o los peticionarios. Y que se debe de acompa-
ñar al escrito de interposición, copia del documento que acredite la re-
presentación legal según el caso.
Estas normas señalan que los actores pueden ser el representante
legal del partido o alianza de partidos políticos, el representante de una agru-
pación de partido político, —los que deben demostrar su representación jurí-
dica— el ciudadano afectado, que demuestra su condición con el número de
su cédula de identidad, el militante de un partido político que considere se le
están lesionando sus derechos en su organización política, que debe demos-
trar su afiliación política o cargo dentro de la junta directiva.
En determinados casos puede la propia autoridad electoral actuar
de oficio, sin necesitar impulso de las partes.
La Ley Electoral es muy amplia sobre el tipo de presentación de
pruebas a presentarse en los diferentes asuntos interpuestos ante la
autoridad electoral, en consecuencia se puede aceptar todo tipo de prue-
bas que coadyuven a la resolución del conflicto o litis planteada: docu-
mentales, deposición de testigos, declaraciones juradas, periciales,
etcétera.
Lo que sí establece la Ley Electoral y las normas de procedimiento
complementarias que dicta el CSE son los tiempos para la presentación
de la solicitud, demanda, queja o recursos, el período para la presenta-
ción de pruebas y alegatos y para que la autoridad electoral resuelva lo
que corresponda y los respectivos tiempos para la interposición de recur-
sos correspondientes en contra de las resoluciones que dicten las autori-
dades de las instancias pertinentes.
11. Notificaciones
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12 Arto. 179 L. E.
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El caso del Sr. Robelo González tiene la relevancia de que utilizó los
diferentes recursos a su alcance ante las instancias nacionales —el ór-
gano electoral, judicial, policial, migración y extranjería— y supra nacio-
nales —Corte Centroamericana de Justicia y Comisión Interamericana
de los Derechos Humanos—. Sus recursos fueron atendidos en todos los
casos, en cuanto que hubo tramitación y resolución a los mismos. Es
decir funcionó el sistema de justicia electoral y judicial, aunque en su
petición de fondo no le fueron favorables.
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3. Comentarios
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Granada.
15 Arto. 162. “Serán nulas las votaciones en cualquier Junta Receptora de Votos. …
4) Cuando la documentación electoral se haya alterado o esté incompleta, de conformidad
a lo que se establezca reglamentariamente.”
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FSLN, quien sacó una copia de acta de escrutinio en blanco la que entre-
gó al fiscal del FSLN”.
Adjuntaron de nuevo una copia del Recurso de Apelación presenta-
do ante el CSE, sobre este caso con fecha 13 de noviembre y un pliego de
firmas de los votantes de dicha Junta que en su encabezado manifiestan
y corroboran que su voluntad sea respetada.
El Representante Legal del APRE pidió también, que en consecuen-
cia le fuere acreditado los votos correspondientes a su representada y se
rectifique la publicación definitiva de los resultados electorales munici-
pales del 2004 en el municipio de Granada y se declare como ganador de
esa alcaldía al Partido Alianza por la República.
5. Comentarios
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Bibliografía
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depende de ninguno de los otros Órganos del Estado, lo cual incluye ade-
más la independencia económica.
En tal sentido, el Código Electoral, a partir de las reformas electora-
les del 2004, estableció en su artículo 118, que en virtud de la autonomía
que le otorga el artículo 142 de la Constitución Política, el Tribunal Elec-
toral está autorizado para establecer el costo de los servicios que presta y
para administrar, tanto los fondos que recauda como los que el Órgano
Ejecutivo deba poner a su disposición, de acuerdo con la Ley de Presu-
puesto General del Estado. Por otro lado, con las recientes reformas apro-
badas a la Constitución, se logró incorporar finalmente a nuestra carta
magna, que, durante el año inmediatamente anterior a las elecciones
generales y hasta el cierre del período electoral, el Tribunal Electoral
solamente sea fiscalizado por la Contraloría General de la República,
mediante el control posterior, lo cual garantiza que se cuenten con los
fondos necesarios para gastos urgentes durante el proceso electoral y
que el mismo no se vea afectado por los trámites ordinarios de contrata-
ción pública tales como licitaciones y concursos de precios.
Cabe indicar que en materia de contratación de personal, se viene
incluyendo desde hace diez años en la Ley de Presupuesto de la Nación,
una norma que garantiza que durante el Proceso Electoral, el Tribunal
Electoral no requiera de la aprobación del Ministerio de Economía y Fi-
nanzas para ejecutar sus nombramientos, los cuales quedan sujetos úni-
camente al control posterior de la Contraloría General de la República.
Con las últimas reformas constitucionales se logró incluir la facul-
tad que tiene el Tribunal Electoral de formular su presupuesto y remitirlo
al Órgano Ejecutivo para su inclusión en el proyecto de Presupuesto Ge-
neral del Estado. Por otro lado, el Tribunal Electoral puede sustentar, en
todas las etapas, su proyecto de presupuesto, el cual una vez aprobado
debe procurar garantizarle los fondos necesarios para el cumplimiento de
sus fines. En dicho presupuesto se incorporarán los gastos de funciona-
miento del Tribunal Electoral y de la Fiscalía General Electoral, las inver-
siones y los gastos necesarios para realizar los procesos electorales y las
demás consultas populares, así como los subsidios a los partidos políticos
y a los candidatos independientes a los puestos de elección popular.
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300 y 600 electores, y con pocos electores se decide una elección. Esta
situación ha inducido a muchos candidatos a trasladar electores de otras
comunidades, lo cual es detectado por los candidatos y denunciado ante
el Tribunal Electoral a través de una impugnación en el período corres-
pondiente.
La parte afectada o responsable del acto impugnado, en caso de un
cambio de residencia, es el ciudadano que aparece inscrito en el Padrón
Electoral y por tanto, al mismo se le pone en conocimiento de la impugna-
ción por medio de avisos que se publican en un periódico de circulación
nacional, además del Boletín Electoral. Las publicaciones en los diarios
corren a costa de los impugnantes. Para mayor difusión de la impugna-
ción, los avisos se fijan en los corregimientos y distritos respectivos, a fin
de que los interesados puedan hacer valer sus derechos. Si la persona
impugnada no comparece al proceso, el Tribunal Electoral le nombra un
defensor de oficio para garantizar su defensa.
La impugnación al Padrón Electoral puede hacerse en dos momen-
tos procesales, según lo que se pretende impugnar. El primero se inicia
cuando se publica y distribuye el Padrón Preliminar. Ese período está fija-
do en el Código Electoral, señalando que entre el 1 de junio y el 15 de julio
del año anterior a las elecciones, es decir durante un mes y medio aproxi-
madamente, se pueden impugnar para que sean anulados los siguientes
actos:
419
Eduardo Valdés Escoffery
Durante ese mismo período podrán reclamar, por haber sido omiti-
das, las personas que hayan tramitado inclusión entre el 1 de mayo y el
15 de octubre del año anterior a las elecciones y que no hayan aparecido
en las inclusiones que debe publicar el Tribunal Electoral el 30 de octu-
bre, precisamente para informar las adiciones que le ha introducido al
padrón preliminar.
Como en estos procesos es necesario realizar una audiencia, los
Magistrados del Tribunal Electoral han optado por trasladarse a las dis-
tintas circunscripciones impugnadas, a fin de poder contar con la mayor
cantidad de pruebas, las cuales se constituyen principalmente en las
declaraciones de los residentes de cada corregimiento. En estas audien-
cias prevalece entonces el principio de inmediación, lo que permite una
visión más clara para el juzgador y por ende, un resultado más justo. Al
final, todos salen ganando pues el Padrón Electoral que se usa en las
elecciones es cada vez más exacto.
420
Panamá
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424
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Antes que nada es importante indicar que el artículo 316 del Código
Electoral señala que el Tribunal Electoral, sólo puede entregar a los can-
didatos ganadores sus respectivas credenciales, cuando haya decidido
todas las demandas de nulidad que puedan afectar el derecho del candi-
dato proclamado.
Luego de que son entregadas las credenciales, el Tribunal Electoral
debe publicar un aviso, a fin de que cualquier candidato o partido que se
considere afectado por la entrega de las credenciales, pueda interponer
un recurso de impugnación, dentro de los dos días siguientes a la publi-
cación del mismo.
Esta impugnación procede solamente en caso de que se haya en-
tregado la credencial a un candidato distinto al proclamado o que la cre-
dencial se entregue antes de tiempo, por ejemplo cuando esté pendiente
de resolverse un recurso de impugnación de la elección, lo cual es poco
probable que ocurra, dado el procedimiento establecido para la entrega de
credenciales.
425
Eduardo Valdés Escoffery
1 Fallo dictado por el Tribunal Electoral con fecha 23 de marzo de 1992, con
salvamento de voto del Magistrado Guillermo Márquez, con fecha 20 de marzo de 1992
— ambos — dentro del Expediente 18-92, sobre una impugnación en contra de la
Inscripción del Partido Misión de Unidad Nacional, a la fecha extinguido.
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Panamá
“Con respecto a los actos que pueden ser impugnados por esta
vía, el Pleno se ha pronunciado en reiteradas ocasiones en el
sentido antes expuesto y más recientemente mediante reso-
lución de fecha 3 de diciembre de 1997, en razón de demanda
de inconstitucionalidad contra el artículo 104 de los estatutos
del mismo partido Papa Egoró; la Corte se pronunció de la si-
guiente manera:
Considera este Tribunal Colegiado que en la demanda de
inconstitucionalidad no debe ser admitida, en virtud de que
la norma acusada forma parte de un documento de carácter
privado, como lo es el Estatuto del Partido PAPA EGORÓ (…).
El artículo 2550 del Código Judicial es enfático al prever, que
sólo pueden impugnarse ante el Pleno de la Corte las leyes,
decretos de gabinete, decretos leyes, decretos, acuerdos, re-
soluciones y demás actos provenientes de autoridad que se
consideren inconstitucionales y el acto atacado no reúne es-
tas características, pues no es un acto dictado o expedido por
autoridad pública.
Mediante Resolución de fecha 23 de agosto de 1990 también
se trata el tema cuando en virtud de demanda de
inconstitucionalidad contra el artículo 109 de los Estatutos
del Partido Laborista y la Resolución Nº 862 de 4 de septiem-
bre dictada por el Tribunal Electoral, la corte se INHIBE de
conocer dicha demanda, fundamentada principalmente en los
argumentos que a continuación se señalan:
Lo primero que interesa establecer es la naturaleza particu-
lar o pública de los actos que son objeto de censura por su
aparente inconstitucionalidad.
Como viene dicho, se impugnan aspectos de las estructura
normativa de un partido político, organismo que es el resulta-
do de la manifestación de voluntada de un número plural de
ciudadanos, tal manifestación se inscribe, desde sus oríge-
nes, en la esfera de la actividad privada, y se explica por la
necesidad que tienen esas personas de perfeccionar el ejer-
cicio de sus derechos políticos por la vía electoral. La tutela
que brinda el Estado al ejercicio de este derecho no es distin-
ta a la que expresa en amparo del interés de quienes se orga-
nizan en asociaciones civiles para el cumplimiento de fines
benéficos o sociales de naturaleza no lucrativa. En ambos
439
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440
Panamá
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Fuentes de Información
444
El contencioso y la jurisprudencia
electorales en el Paraguay
Alberto RAMÍREZ ZAMBONINI
I. Breve Introducción
445
Alberto Ramírez Zambonini
446
Paraguay
447
Alberto Ramírez Zambonini
taciones, datos, documentación, etc. Las Juntas Cívicas, por su parte, son
organismos auxiliares conformados con cinco miembros, sesenta días
antes de los comicios, y que se extinguen treinta días después, cuya fun-
ción principal radica en la organización de las mesas de votación de sus
distritos y parroquias.
La estructura administrativa de la Justicia Electoral está dividida
en Direcciones y Departamentos que cubren las áreas clásicas como fi-
nanzas, comunicación, RR.PP., personal, transporte, etc., y la capacita-
ción cívica y educación política permanente.
448
Paraguay
Decía Ortega y Gasset que “La salud de las democracias ... depende
de un mísero detalle técnico: el procedimiento electoral. Sin el apoyo del au-
téntico sufragio las instituciones democráticas están en el aire”. Y este proce-
dimiento está fundamentalmente sostenido por la justicia electoral,
institución sobre la que se depositan tanto las esperanzas de un proceso
recto cuanto las miradas inquisitorias de la ciudadanía cuando las cosas
no salen como ella espera.
La labor de los magistrados electorales paraguayos comienza desde
mucho antes de los comicios y a menudo acaba bastante después. Su
intervención en el período previo consiste principalmente en la atención
a las solicitudes de inclusión en el padrón y de exclusión, de admisión y
de impugnación de candidaturas (tachas y reclamos) y de solicitud de
inscripción de nuevos movimientos. La labor posterior se concentra casi
totalmente en las solicitudes de nulidad o impugnación de resultados.
449
Alberto Ramírez Zambonini
1. La impugnación de candidaturas
450
Paraguay
2. La impugnación de elecciones
451
Alberto Ramírez Zambonini
452
Paraguay
sideradas y el Estado, de tal suerte que las más típicas serían las polí-
ticas, las gremiales, las asociaciones civiles y ciertos grupos de opi-
nión o de presión con estructura siquiera mínima. Para este tipo de
organización rigen pues las mismas disposiciones legales aplicables
a las cuestiones internas de los partidos, movimientos y alianzas
políticas.
7. Inconstitucionalidad
8. Juicio de Amparo
453
Alberto Ramírez Zambonini
9. Procedimiento
454
Paraguay
455
Alberto Ramírez Zambonini
ACUERDOS Y SENTENCIAS
Departamentos 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004
Concepción 1 1 1 6
Cnel. Oviedo 2 3 2 1 3 9
Ñeembucú 1
Itapúa 1 1 1 2 2
Guairá/Caazapá 13 13 1 2 3
2
Amambay 1
Alto Paraná 2 2 4
Misiones 2
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Paraguay
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Paraguay
5 En este proceso fue electo Presidente Raúl Cubas Grau, quien renunciara siete
meses después.
459
Alberto Ramírez Zambonini
460
Paraguay
para las votaciones o los escrutinios: Brasil, país pionero que las utiliza
desde el año de 1996, Venezuela, que usa máquinas solamente para el
escrutinio; Paraguay y recientemente Colombia.
Para las elecciones generales del 27 de abril de 2003 ampliamos la
cobertura del uso de máquinas de votación electrónica hasta un 46% del
electorado del padrón nacional, distribuidos en 33 de los 250 distritos elec-
torales que tiene el país. Este proceso fue nuevamente mediante un sis-
tema de cooperación técnica horizontal con el TSE del Brasil, a través de
la OEA, que previamente había firmado un convenio con ese organismo.
El apoyo del TSE brasileño, fue fundamental y se expresó en un préstamo
gratuito de seis mil urnas electrónicas, en la adecuación del software a
la legislación electoral paraguaya y a las determinaciones tomadas por el
Tribunal Superior de Justicia Electoral, y en el apoyo en el área de capa-
citación técnica referida al uso de los sistemas de contingencia que se
aplicarían el día de elecciones.
Muchas personas nos han preguntado sobre los costos de esa ac-
tualización del software y habitualmente respondo que se trató de una
inestimable colaboración de la Justicia Electoral del Brasil, de la OEA y
de nuestros técnicos. El costo económico fue cero. Estos auxilios están
previstos en el Convenio de Cooperación Horizontal entre organismos
electorales que viene promoviendo la OEA, la que a su vez consiguió la
financiación para transporte y seguro de las urnas desde el Brasil hasta
Paraguay y su retorno. La Justicia Electoral paraguaya solamente asu-
mió los gastos regulares internos.
Los resultados electorales con las urnas electrónicas ratificaron
plenamente lo experimentado en el plan piloto, en el sentido del estímulo
al incremento de la participación ciudadana respecto al sistema de vota-
ción tradicional, facilitando la tarea a los miembros de mesa al no tener
que realizar los procedimientos manuales del escrutinio, agilizando la
entrega de la información preliminar y facilitando los escrutinios oficia-
les al reducir drásticamente las impugnaciones de las actas por errores
en su diligenciamiento o por sumas erradas.
461
Alberto Ramírez Zambonini
Votos Nulos:
Sistema tradicional: 2. ¿ %
Con votación electrónica: 0
A favor 89.6%
En contra 7.1%
Ns / nr 3.1%
¿Piensa que será fácil o será difícil votar con urna electrónica?
Fácil 91.3%
Difícil 5.2%
Ns / nr 3.5%
462
Paraguay
463
Alberto Ramírez Zambonini
BIBLIOGRAFÍA BÁSICA
464
Estudio sobre lo contencioso y la
jurisprudencia electoral en derecho
comparado Perú
José Luis Echevarría Escribens
465
José Luis Echevarría Escribens
466
Perú
467
José Luis Echevarría Escribens
468
Perú
SISTEMA ELECTORAL
JEE ODPE
469
José Luis Echevarría Escribens
8 Arenas Bátiz, Carlos Emilio, Garantías del Sistema Mexicano de Justicia Electoral,
en: Seminario Internacional sobre Resolución de Conflictos Electorales - Perspectiva
Comparada en Centro América, México y la República Dominicana, Edición del Tribunal
Electoral del Poder Judicial de la Federación, México D.F., 2000, pág. 270.
9 Ley Orgánica del Jurado Nacional de Elecciones Nº 26486, artículo 35º.
470
Perú
471
José Luis Echevarría Escribens
Medio
Acto Impugnado Órgano que resuelve Instancias
Impugnatorio
Designación de Miembros de Jurado Electoral Especial
Tacha Única
Mesa de Sufragio (JEE)
Designación de Miembros de
Tacha Mesa de Sufragio del Oficina Consular Ú n ica
correspondiente
extranjero
Inscripción de Listas de
candidatos a Alcaldes y
Regidores de Concejos Jurado Electoral Especial
Tacha Única
Municipales Distritales (JEE)
(excepto los de Lima
Metropolitana)
Inscripción de fórmulas de
candidatos a la Presidencia y Jurado Nacional de
Tacha Única
Vicepresidencias de la Elecciones (JNE)
República
Recurso de Diseño de la cédula de Jurado Nacional de
Única
Impugnación sufragio Elecciones (JNE)
Recurso de Jurado Nacional de
Elecciones Única
nulidad Elecciones (JNE)
472
Perú
473
José Luis Echevarría Escribens
En Lima, a los 6 días del mes de abril de 2004, la Sala Primera del
Tribunal Constitucional, con asistencia de los señores magistrados
Alva Orlandini, Gonzales Ojeda y García Toma, pronuncia la siguiente
sentencia.
ASUNTO
ANTECEDENTES
474
Perú
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José Luis Echevarría Escribens
FUNDAMENTOS
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479
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FALLO
Ha resuelto
Publíquese y notifíquese.
SS.
ALVA ORLANDINI
GONZALES OJEDA
GARCÍA TOMA
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Perú
Publicación de Encuestas
Publicidad Estatal
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15 Ibid, Pág.2
487
José Luis Echevarría Escribens
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Perú
Inducción al voto
Portar armas
491
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492
Perú
Este dispositivo debe concordarse con aquel que dispone que desde
48 horas antes de las cero horas del día de la votación no es permitido el
expendio de bebidas alcohólicas. Su finalidad es la misma que la de la
prohibición de portar armas: asegurar un desarrollo apacible de los comicios.
493
José Luis Echevarría Escribens
494
Perú
RESOLUCIÓN Nº 157-2004-JNE
Pub. 21-08-2004
VISTO:
CONSIDERANDO:
495
José Luis Echevarría Escribens
RESUELVE:
RESOLUCIÓN Nº 105-2003-JNE
Pub. 12-04-2003
496
Perú
RESUELVE:
497
José Luis Echevarría Escribens
RESOLUCIÓN Nº 106-2003-JNE
Pub. 12-04-2003
CONSIDERANDO:
RESUELVE:
498
Perú
RESOLUCIÓN Nº 114-2003-JNE
VISTO:
CONSIDERANDO:
499
José Luis Echevarría Escribens
RESUELVE:
500
Perú
RESOLUCION N° 007-2004-OROP/JNE
Pub. 05-04-2004
VISTO:
CONSIDERANDO:
501
José Luis Echevarría Escribens
502
Perú
RESUELVE:
503
José Luis Echevarría Escribens
RESOLUCION N° 066-2004-JNE
Pub. 25-04-2004
CONSIDERANDO:
504
Perú
RESUELVE:
505
José Luis Echevarría Escribens
RESOLUCIÓN Nº 138-2003-JNE
Pub. 18-07-2003
CONSIDERANDO:
506
Perú
RESUELVE:
507
José Luis Echevarría Escribens
CONSIDERANDO:
RESUELVE:
508
Perú
RESOLUCIÓN Nº 095-2003-JNE
Pub. 03-04-2003
CONSIDERANDO:
509
José Luis Echevarría Escribens
RESUELVE:
RESOLUCIÓN N° 121-2004-JNE
Pub. 28-06-2004
CONSIDERANDO:
510
Perú
RESUELVE:
RESOLUCIÓN Nº 108-2003-JNE
Pub. 20-04-2003
VISTO:
511
José Luis Echevarría Escribens
CONSIDERANDO:
512
Perú
RESOLUCIÓN Nº 135-2003-JNE
Pub. 25-06-2003
Expediente Nº 731-2003
CONSIDERANDO:
513
José Luis Echevarría Escribens
RESUELVE:
RESOLUCION N° 112-2004-JNE
Pub. 10-07-2004
Expediente Nº 466-2004
VISTA
CONSIDERANDO:
514
Perú
RESUELVE:
515
José Luis Echevarría Escribens
RESOLUCIÓN Nº 462-2000-JNE
Pub. 08-04-2000
CONSIDERANDO:
RESUELVE:
516
Perú
RESOLUCIÓN Nº 147-2003-JNE
Pub. 06-08-23003
EXP. Nº 827-2003
CONSIDERANDO:
517
José Luis Echevarría Escribens
RESUELVE:
d) Otras relevantes
RESOLUCIÓN N° 141-2003-JNE
Pub. 29-07-2003
518
Perú
riores, recibido con fecha 17 de julio del presente año, solicitando se con-
sidere la posibilidad de extender dispensa de sufragio de las Elecciones
Generales llevadas a cabo en el año 2001, para los connacionales que se
encuentran en la República Bolivariana de Venezuela;
CONSIDERANDO:
RESUELVE:
519
José Luis Echevarría Escribens
RESOLUCIÓN Nº 119-2003-JNE
Pub. 11-05-2003
CONSIDERANDO:
520
Perú
RESUELVE:
RESOLUCIÓN Nº 090-2003-P/JNE
CONSIDERANDO:
521
José Luis Echevarría Escribens
SE RESUELVE:
522
Perú
523
José Luis Echevarría Escribens
BIBLIOGRAFÍA
524
La justicia electoral en Portugal
Jorge Manuel FERREIRA MIGUÉIS*
1. Nota preliminar
Dos breves notas previas son, desde nuestro punto de vista, nece-
sarias para poder tener una visión de conjunto del sistema electoral por-
tugués en su nivel estructural:
525
Jorge Manuel Ferreira Miguéis
526
Portugal
220 en el extranjero) y por cada dos integrantes de las Juntas de Parroquia, se puede
integrar 1 miembro por cada partido político representado en la Asamblea de la República
y/o en la Asamblea de Parroquia, incluyendo las agrupaciones de ciudadanos
independientes.
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Jorge Manuel Ferreira Miguéis
528
Portugal
529
Jorge Manuel Ferreira Miguéis
3. Principales características
530
Portugal
dos y pueda ser rebatida ante el propio órgano o tribunal, u objeto de re-
curso ante el Tribunal Constitucional;
La existencia —por formulación jurisprudencial del Tribunal
Constitucional— del principio de adquisición progresiva (o sucesiva) de
los actos del proceso electoral, o principio de preclusión (o, aun más
p r o s a i c a m e n t e , “principio de cascada”), determinado por la
calendarización rigurosa y cerrada que no admite adiciones teniendo en
consideración la imposibilidad de alteración del día fijado para la elección.
Dicho de otro modo, todos los actos de los procedimientos electorales
son impugnables y, en el proceso electoral, no es posible pasar de una fase
a otra (sucesiva) sin que la primera quede definitivamente concluida.
Así, en consecuencia, en el caso de los actos correspondientes a
una determinada fase del proceso sean objeto de recurso, efectuado en el
plazo legal o no habiendo sido declarada su invalidez o irregularidad o
habiéndose decidido un recurso sea en el sentido que fuese, no pueden
ser contestados en el transcurso del resto del proceso electoral (ver, por
ejemplo, el Acuerdo del Tribunal Constitucional n° 527/89, del 10 de no-
viembre);
Exceptuando el contencioso relativo al empadronamiento electoral,
el factor “dependencia de tiempo” es relevante, en el sentido de un con-
tencioso estacional, esto es, sólo se manifiesta en periodos delimitados
de los procesos electorales o referendarios; lo que determina, por otro
lado, su carácter urgente y la exigüidad de sus plazos, y en consecuen-
cia, además de lo que se refirió en cuanto al “principio de cascada”;
Las irregularidades ocurridas en el curso de la votación y del
cómputo apenas sean susceptibles de apreciación en el recurso de-
ben haber sido objeto de reclamación o protesto formal (escrito) pre-
sentado en el momento en que se hayan verificado (ver, por ejemplo,
el artículo 117° de la Ley n°14/79 –Ley Electoral de la Asamblea de la
República);
- La votación en cualquier asamblea de voto (o cualquier circuns-
cripción electoral) debe ser juzgada nula, implicando la repetición de la
votación, cuando las irregularidades puedan influir en el resultado
general de la elección (ver artículo 119° de la ley antes citada);
La prevalencia de los elementos objetivos sobre los subjetivos,
no siendo los recursos procesos de partes, como refieren JORGE MIRAN-
DA y MANUEL FREIRE BARROS; 6
La consideración del contencioso electoral como proceso de plena
jurisdicción “porque, independientemente de la anulación o declaración
6 Ver de Jorge Miranda la obra citada, en la nota 5, página 193, y de Manuel Freire
Barros la obra “Concepto y naturaleza del recurso contencioso electoral”, página 142 y
siguientes.
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Jorge Manuel Ferreira Miguéis
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Portugal
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Portugal
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Jorge Manuel Ferreira Miguéis
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Portugal
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Jorge Manuel Ferreira Miguéis
BIBLIOGRAFIA
544
Normativa contenciosa
en la República Dominicana
José SILIÉ GATÓN*
I. Introducción
545
José Silié Gatón
546
República Dominicana
547
José Silié Gatón
II. Regulaciones
548
República Dominicana
549
José Silié Gatón
550
República Dominicana
551
José Silié Gatón
552
República Dominicana
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José Silié Gatón
a) Introducción de la instancia;
b) Admisión;
c) Aporte de pruebas;
d) Conocimiento en audiencia pública; y
e) Fallo o decisión.
5. De las sesiones
554
República Dominicana
6. De las citaciones
555
José Silié Gatón
7. Los debates
8. Decisiones
9. La Magistratura
556
República Dominicana
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José Silié Gatón
558
República Dominicana
559
José Silié Gatón
560
República Dominicana
V. Apreciaciones particulares
561
José Silié Gatón
562
República Dominicana
563
José Silié Gatón
Bibliografía
Legislación:
Publicaciones periodísticas:
Autores:
564
El contencioso y la jurisprudencia
electorales en la República Oriental
del Uruguay
Carlos URRUTY NAVATTA
I. La justicia electoral
1. Visión de conjunto
2. Historia
565
Carlos Alberto Urruty Navatta
3. Naturaleza jurídica
566
Uruguay
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Carlos Alberto Urruty Navatta
568
Uruguay
569
Carlos Alberto Urruty Navatta
570
Uruguay
571
Carlos Alberto Urruty Navatta
572
Uruguay
6. Integración
573
Carlos Alberto Urruty Navatta
574
Uruguay
C. Órganos administrativos
575
Carlos Alberto Urruty Navatta
1. La regulación legal
576
Uruguay
577
Carlos Alberto Urruty Navatta
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Uruguay
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Carlos Alberto Urruty Navatta
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Uruguay
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Carlos Alberto Urruty Navatta
582
Uruguay
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Carlos Alberto Urruty Navatta
584
Uruguay
2. La regulación constitucional
585
Carlos Alberto Urruty Navatta
586
Uruguay
3. La jurisdicción anulatoria
587
Carlos Alberto Urruty Navatta
obra citada, pág. 43). Esta distinción nos permite, con referencia a las
nulidades y dada la forma elegida en la legislación uruguaya para la emi-
sión del voto, distinguir, a su vez, entre la anulación de la hoja de vota-
ción, la anulación del voto y la anulación parcial o total de la elección.
En Uruguay, el sufragio se emite encerrando en un sobre de vota-
ción, que se deposita en una urna, la o las hojas de votación que contie-
nen las listas de candidatos que desea apoyar el votante.
Si el voto no es observado, una vez clausurada la votación la Comi-
sión Receptora está obligada a escrutarlo, abriendo el sobre de votación.
Puede encontrar, entonces, que su contenido es nulo, lo que ocurre si el
elector ha marcado de manera singular la hoja de votación, violando de
este modo el secreto del voto, o ha encerrado en el sobre de votación hojas
de distinto partido, lo que impide desentrañar cuál es su verdadera mani-
festación de voluntad. En tal caso, la ley determina que deben anularse
las hojas de votación contenidas en el sobre de votación. No se trata de
una hipótesis de anulación del voto. No existen normas que atribuyan a
la Comisión Receptora de Votos la facultad de anular sufragios. Las dispo-
siciones legales que rigen el escrutinio le permiten anular hojas de vota-
ción, pero no votos. El resultado práctico puede ser el mismo, pero la
diferencia, desde el punto de vista jurídico, es sustancial.
Las Juntas Electorales tienen, en cambio, expresamente reconoci-
da la facultad de anular votos, pero limitada exclusivamente a aquellos
que hubieran sido observados ante las Comisiones Receptoras de Votos.
El artículo 128 de la Ley de Elecciones, que constituye, a mi juicio, uno de
los pilares en que reposa la pureza del acto eleccionario, le prohíbe a las
Juntas Electorales desechar las actas y escrutinios revestidos de las for-
malidades legales y decretar la anulación de votos que no hubiesen sido
observados ante las comisiones receptoras.
La anulación total o parcial de la elección es una facultad reserva-
da exclusivamente a la Corte Electoral. No puede ser ejercida por ningu-
no de los órganos que le están subordinados. Aunque no le estuviera
expresamente reconocida por la Constitución y la ley, estaría implícita
en su condición de juez de las elecciones que le otorga el literal c) del
artículo 322. Quien reviste la condición de juez de la elección tiene, im-
plícitamente, la facultad de decidir si ésta ha sido válida o nula, aunque
expresamente no le sea atribuida. El único sentido, por tanto, que tiene
la mención expresa de esa competencia que hace el constituyente es el
exigir, para ese único caso, un quórum distinto y mayor que para el resto
de las resoluciones que puede adoptar el órgano. Para que pueda anular
total o parcialmente una elección, la Constitución requiere el voto con-
forme de seis de sus miembros de los cuales, tres por lo menos, deben ser
de los miembros elegidos por dos tercios de votos de la Asamblea General.
En tal caso la Constitución ordena convocar a nueva elección, total o
588
Uruguay
589
Carlos Alberto Urruty Navatta
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Uruguay
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Carlos Alberto Urruty Navatta
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Uruguay
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Carlos Alberto Urruty Navatta
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Las instituciones electorales en el
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I. Introducción
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y estudio preliminar de Carlos Ruíz del Castillo, Editorial REUS, Madrid, 1927, pág.
387.
7 Ibidem. Pág. 387. Siendo el maestro de la teoría institucionalista, es normal que
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Política”10 (en adelante LOSYPP) que contiene casi todas las institucio-
nes de democracia directa (referéndum) que ahora estableció la CRBV y a
cuyo amparo se convocó el Referendo consultivo que permitiría convocar
la Asamblea Nacional Constituyente que redactó la Constitución.
Lo cierto es que, al menos formalmente, el constituyente venezola-
no de 1999, estableció un diseño institucional compuesto por cinco pode-
res: Legislativo, Ejecutivo, Judicial, Ciudadano y Electoral. El profesor
LINARES BENZO asegura que ni el Poder Ciudadano ni el Poder Electoral
tienen una sustancia verdadera, y refiriéndose a este último, considera
que ejecuta las mismas competencias de los organismos electorales del pasa-
do y tiene los mismos controles judiciales.11 Por su parte, la profesora
RONDÓN DE SANSÓ, basándose en la lectura de las actas de la Asamblea
Nacional Constituyente, acusa la ausencia de discusión sobre cómo y por
qué se debía incluir este “nuevo” Poder Electoral en la Constitución, y
concluye que la labor, en virtud de la cual se modifica el sistema tradicional
de la división de poderes y de las funciones, no tuvo un respaldo teórico y
menos aún, estuvo fundamentado en razones técnicas, sino que surgió como
una exacerbación del principio de democracia participativa.12 En cualquier
caso, se trata de un nuevo diseño que ya está impactando en la vida políti-
ca, más allá de las previsiones que hayan podido imaginar sus proyectistas.
1999, Ad imis fundamentis, Editorial Ex Libris, Caracas, 2000, pág. 224. También,
sobre la inclusión del Poder Electoral en el debate constituyente, vid. NJAIM, Humberto:
“El Poder Electoral” en El Nuevo Derecho Constitucional Venezolano, ponencias en
homenaje al doctor Humberto J. La Roche, Jesús María Casal y Alma Chacón Hanson
(coordinadores), Universidad Católica “Andrés Bello”, Caracas, 2000, págs. 640-655.
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ral reglamentar las leyes electorales y resolver las dudas y vicios que éstas
susciten o contengan. Esta capacidad reglamentaria implica un refuerzo
institucional importante. Consideramos acertada la opinión de H. RONDÓN
DE SANSÓ cuando dice que esta potestad reglamentaria del CNE sobre
leyes de contenido electoral, elimina, en esta materia, la facultad de re-
glamentar leyes que posee el Presidente de la República (236, ord. 10).13
En nuestra opinión, si ambos pudiesen dictar normas reglamentarias de
leyes de contenido electoral, tendríamos nuevamente el problema de sa-
ber cuál reglamento sería el aplicable, ya que en virtud del principio je-
rárquico se tratarían de actos administrativos de rango sublegal, mientras
que en atención al principio de competencia, tanto el Presidente de la
República como el CNE son órganos constitucionales dotados de la referi-
da capacidad normativa.
También el ordinal 5º establece: la organización, administración, di-
rección y vigilancia de todos los actos relativos a la elección de los cargos de
representación popular de los poderes públicos, así como los referendos. Así,
el CNE dictó, el 25 de septiembre de 2003, la Resolución Nº 030925-465
con las Normas para regular los procesos de referendos revocatorios de
mandatos de cargo de elección popular.14
El ordinal 4º y 5º del 293 de la CRBV, en consonancia con la natura-
leza de este Poder, le asigna la función de coordinar todos los procesos
electorales (ord. 5), incluso los comicios de los sindicatos, gremios profe-
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sionales y partidos (ord. 6); declara la nulidad parcial o total de las eleccio-
nes (ord. 4). Asimismo, el Poder electoral lleva todo lo atinente al registro
electoral (ordinales 7 y 8) y lo relativo al financiamiento y control del
gasto de las organizaciones con fines políticos.
Todos los actos del Poder Electoral son de rango sublegal, es decir
que son susceptibles de ser recurridos como actos administrativos ante
la jurisdicción contencioso electoral. Los actos emanados de estos órga-
nos que resuelven contenciosos se entienden como formando parte de la
llamada vía administrativa, la cual, en ocasiones, debe ser agotada para
acceder a la jurisdicción contencioso electoral. Un ejemplo de esta justi-
cia administrativa es la posibilidad del CNE para declarar la nulidad de
unos comicios u ordenar su repetición (art. 33, ord. 26 LOPE).
Por otra parte, y también en un intento de fortalecer la autonomía
del Poder Electoral, se le permite formular su presupuesto y tramitarlo
directamente ante la Asamblea Nacional (ord. 2 del 293 CRBV).
Los principios que deben ser garantizados por el Poder Electoral son:
la igualdad, confiabilidad, imparcialidad, transparencia, y eficacia de los
procesos electorales, así como la aplicación de la personalización del sufra-
gio y la representación proporcional (único aparte del 293 CRBV).
El CNE, a tenor del artículo 296 de la CRBV, en concordancia con el
artículo 8 de la Ley Orgánica del Poder Electoral (en adelante LOPE),15
está constituido por cinco miembros denominados “rectores electorales”.
Éstos son elegidos por la Asamblea Nacional (máximo órgano del Poder
Legislativo) a través de una votación calificada de dos terceras parte de
los diputados que la integran (296 CRBV), y para un período de siete años,
susceptibles de ser reelegidos hasta por dos períodos más. Salta a la vista
que esta posibilidad resulta exagerada.
La no-elección de los rectores electorales, constituye una omisión
que puede obstaculizar el normal desenvolvimiento de las instituciones,
y hasta ser la causa de flagrantes violaciones de derechos fundamenta-
les, en este caso de carácter político. En efecto, la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia, al constatar que la Asamblea Nacional no
daba cumplimiento a su deber de nombrar a los rectores electorales y sus
suplentes, declaró la inconstitucionalidad por omisión, conforme al artículo
336.7 de la CRBV, en sentencia 5 de agosto de 2003. Aquí, la Sala Consti-
tucional del Tribunal Supremo de Justicia reconoce la importancia del
CNE como ente rector del Poder Electoral, al considerar que para que el
Régimen constitucional se desarrolle, es necesario que los cinco poderes, en-
tre ellos el Electoral, se encuentren constituidos.16
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17 Ibidem. Nº VI.
18 Ibidem. Nº 6 de la parte dispositiva.
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V. La jurisdicción contencioso-electoral
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02-2000.
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31 El artículo 64 de la CRBV dice así: Son electores o electoras todos los venezolanos
y venezolanas que hayan cumplido dieciocho años de edad y que no estén sujetos a
interdicción civil o inhabilitación política.
El voto para las elecciones municipales y parroquiales y estadales se hará extensivo
a los extranjeros o extranjeras que hayan cumplido dieciocho años de edad, con más
de diez años de residencia en el país, con las limitaciones establecidas en esta
Constitución y en la ley, y que estén sujetos a interdicción civil o inhabilitación política.
32 El artículo 67 de la CRBV establece: Todos los ciudadanos y ciudadanas tienen
el derecho de asociarse con fines políticos, mediante métodos democráticos de
organización, funcionamiento y dirección. Sus organismos de dirección y sus candidatos
o candidatas a cargos de elección popular serán seleccionados o seleccionadas en elecciones
internas con la participación de sus integrantes. No se permitirá el financiamiento de las
asociaciones con fines políticos con fondos provenientes del Estado.
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¿Está usted de acuerdo con dejar sin efecto el mandato popular, otorgado mediante
elecciones democráticas legítimas al ciudadano Hugo Rafael Chávez Frías, como
presidente de la República Bolivariana de Venezuela para el actual periodo presidencial?
De este modo, parecía que era un mal ciudadano aquél que optaba por la respuesta
afirmativa, toda vez que se trataba de retirarle el mandato a un presidente legítimamente
electo. Obviamente, el constituyente siempre se refirió a un cargo de elección popular
legítimo, ya que de ser un poder en razón de una usurpación ésta no sería la figura a
utilizar. Pero, al final así fue la pregunta que tuvieron que responder.
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tes lógicos de este trabajo. Nos conformamos con afirmar que si bien no
se puede conocer la verdadera institucionalización de este Poder hasta
que la situación de Venezuela sea de verdadera normalidad, tampoco de-
bemos negar que la CRBV sí ha sido un medio institucional para tratar de
controlar los excesos del Poder.
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