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El artículo 253 del Código dispone que todo juicio ordinario comienza por demanda del actor,
"sin perjuicio de lo dispuesto en el Título IV de este Libro". El Título IV al que hace referencia el
artículo 253, se refiere a las Medidas Prejudiciales, de lo que se deduce que antes de la
demanda con la que comienza el juicio, puede haber existido una medida prejudicial.
La demanda es el medio legal que tiene el demandante para deducir una acción, siendo ésta la
forma de hacer valer el derecho que se reclama. Es "el acto procesal por el cual el actor ejercita
una acción solicitando del tribunal la protección, declaración o constitución de una situación
jurídica."
Importancia de la demanda
La demanda es la base del juicio y, en gran parte, depende del planteamiento que el
actor formule en ella para determinar si tendrá éxito o fracaso en el litigio;
En la demanda se concretan las pretensiones del actor y se limitan los poderes del juez
a su respecto, ya que la sentencia debe limitarse al mérito del proceso; y
En base a la demanda y su contestación será la prueba que debe rendirse en el juicio. El
juez, en su oportunidad, examina personalmente éstos escritos.
Requisitos de la demanda
La demanda debe contener los requisitos comunes a todo escrito y, además, requisitos
especiales.
Los requisitos especiales se encuentran señalados en el artículo 254 del Código, y son:
Si se omiten los requisitos de los números 1°, 2° y 3°, el juez puede, de oficio, no dar
curso a la demanda. (Art. 256)
El demandado puede oponer la excepción dilatoria de ineptitud del libelo del N° 4 del
artículo 303 en relación con el numeral respectivo del artículo 254.
Si no se designa domicilio en la forma que ordena el artículo 49, las resoluciones que
deben notificarse por cédula, conforme al artículo 48, se notificarán por el estado diario.
La notificación por estado diario es aquella que se practica mediante la inclusión, con las
formalidades legales, en un estado que se forma en cada juzgado, diariamente, del número de
resoluciones que se dictan en el proceso dicho día. Luego de la entrada en vigencia de la Ley
sobre tramitación electrónica de los procedimientos judiciales, dicho estado se forma
electrónicamente y está disponible diariamente en la página web del Poder Judicial.
El artículo 261 del Código de Procedimiento Civil señala: "Notificada la demanda a cualquiera
de los demandados y antes de la contestación, podrá el demandante hacer en ella las
ampliaciones o rectificaciones que estime convenientes Estas modificaciones se considerarán
como una demanda nueva para los efectos de su notificación, y solo desde la fecha en que esta
diligencia se practique correrá el término para contestar la primitiva demanda."
Efectos de la demanda
Queda abierta la instancia y el juez está obligado a conocer las peticiones que formula
el actor y a tramitar la causa;
Por su interposición, se entiende que al actor manifiesta su intención de prorrogar
tácitamente la competencia, en el evento que él haya presentado la demanda ante un
tribunal relativamente incompetente; y
En algunos casos, se entiende que el derecho que se reclama en ella existe desde la
presentación de la demanda y no desde su notificación.
La prórroga de competencia es el acto por el cual las partes, expresa o tácitamente, convienen
en someter el conocimiento de un negocio a un tribunal relativamente incompetente.
El emplazamiento
Desde que se notifica la demanda en forma legal al demandado y la resolución que ha recaído
en ella, se produce la relación procesal de las partes entre sí y con el tribunal.
El emplazamiento se regula en los artículos 258 a 261 del Código de Procedimiento Civil en
relación con el juicio ordinario. Se trata de una institución de índole procesal que consiste en la
notificación que se le hace a la parte para que dentro de un determinado plazo haga valer sus
derechos en juicio.
Son aquellas que se refieren a la corrección del procedimiento sin afectar el fondo de la acción
deducida y mediante el ejercicio de ellas se difiere la entrada al juicio para evitar vicios de
procedimiento. Se encuentran enumeradas en el artículo 303 el que contiene una enumeración
que no es taxativa, pues su N° 6 señala: "en general...".
Luego, el artículo 303 del Código de Procedimiento Civil dispone: "Solo son admisibles como
excepciones dilatorias:"
Esta excepción es de efectos transitorios porque una vez saneados estos vicios el juicio puede
continuar ante el tribunal que entró a conocer de la demanda que formuló el actor.
N° 3. La litis pendencia.
Esta excepción es de efectos permanentes pues obsta a la continuación del juicio y ella supone
la existencia previa, ante otro tribunal o ante él mismo, de un pleito pendiente y sin resolver
entre las mismas partes y con el mismo objeto del juicio. La excepción requiere de (a)
Existencia de juicios pendientes; (b) Existencia de identidad de personas; (c) Identidad de causa
de pedir; y (d) Identidad del objeto pedido. Acogida la excepción, se paraliza el nuevo juicio
hasta que se falle el primero y quede ejecutoriada la sentencia que en él se dicte.
N° 4. La ineptitud del libelo por razón de falta de algún requisito legal en el modo de
proponer la demanda.
Esta excepción es de efectos transitorios pues subsanados los defectos de la demanda el juicio
puede continuar. La excepción se relaciona con los requisitos de la demanda y la omisión de
cualquiera de ellos autoriza al demandado para oponer esta excepción, a menos que la omisión
tenga asignada una sanción especial, como por ejemplo, cuando el juez se encuentra facultado
para no dar curso a la demanda por faltarle a ella alguna de las exigencias legales. (Art. 256)
N° 5. El beneficio de excusión.
El beneficio de excusión es el que concede la ley al fiador para pedir al acreedor que se dirija
primeramente contra el deudor principal. (Artículos 2355 y 2357 del Código Civil)
N° 6. En general las que se refieran a la corrección del procedimiento sin afectar al fondo de
la acción deducida.
Este numeral demuestra que el artículo 303 no es de carácter taxativo y que cada vez que se
pretenda corregir el procedimiento la excepción será procedente. Por ejemplo, hacer uso del
derecho señalado en el artículo 21 del Código, en orden a pedir que la demanda se ponga en
conocimiento de los que no han concurrido a entablarla, debe hacerse valer basándose en esta
excepción.
Por regla general, las excepciones dilatorias deben oponerse todas en un mismo escrito, dentro
del término de emplazamiento y antes de contestar la demanda. (Art. 305) Por excepción, las
excepciones de incompetencia del tribunal y de litis pendencia, pueden oponerse en segunda
instancia y se tramitan como incidentes.
Las excepciones dilatorias se tramitan como incidentes. (Art. 307) El artículo 306 del Código
dispone que todas las excepciones propuestas conjuntamente, se fallarán a la vez, pero si entre
ellas figura la de incompetencia y el tribunal la acepta, debe abstenerse de pronunciarse sobre
las demás, lo cual se entiende sin perjuicio de las facultades otorgadas a las Cortes de
Apelaciones las que pueden fallar las cuestiones ventiladas en primera instancia y sobre las
cuales no se haya pronunciado la sentencia apelada por ser incompatibles con lo resuelto en
ella, sin que se requiera nuevo pronunciamiento del tribunal inferior. (Art. 208)
La sentencia que se pronuncia sobre las excepciones dilatorias opuestas puede ser de dos
tipos:
En este caso, el actor debe corregir los defectos o vicios que sirvieron de fundamento a la
excepción siempre que ésta no sea de efectos permanentes. Para efectuar tal corrección, el
demandante no tiene plazo debiendo, eso sí, no perder de vista la situación del abandono del
procedimiento. Posteriormente, es decir, efectuadas las correcciones por el demandante, el
demandado tiene el plazo de 10 días para contestar la demanda, cualquiera que sea el lugar
donde haya sido notificado. (Art. 308)
En este caso, el demandado tiene, también, el plazo de 10 días para contestar la demanda
cualquiera que sea el lugar donde ella se le notificó. (Art. 308) La resolución que desecha las
excepciones dilatorias es apelable en el solo efecto devolutivo, según lo dispone el artículo 307
inciso segundo del Código, y si se considera que la resolución que resuelve las excepciones
dilatorias tiene la naturaleza jurídica de una sentencia interlocutoria que establece derechos
permanentes en favor de las partes, la resolución que acoge una excepción dilatoria también es
apelable en el solo efecto devolutivo, aplicando la regla general del artículo 194 N° 2.
2. Aceptar la demanda
El artículo 313 del Código preceptúa: “Si el demandado acepta llanamente las peticiones del
demandante, o si en sus escritos no contradice en materia substancial y pertinente los liechos
sobre que versa el juicio, el tribunal mandará citar a las partes para oír sentencia definitiva, una
vez evacuado el traslado de la réplica. Igual citación se dispondrá cuando las partes pidan que
se falle el pleito sin más trámite". Cuando el demandado acepta llanamente la demanda, se
habla de "allanarse" a la misma y debe comprender tanto los hechos como el derecho. El
allanamiento es "el acto por el cual el demandado admite, más que la exactitud de los hechos,
la legitimidad de las pretensiones del actor."
Es preciso destacar, desde luego, que la citación para oír sentencia se produce en los siguientes
casos:
La pasividad del demandado da lugar a la llamada rebeldía, que es el derecho que la ley
concede a una parte para pedir se dé curso progresivo a los autos cuando un trámite, que debió
ser cumplido por la contraria dentro de un término legal, no ha sido cumplido. La rebeldía se
refiere solamente al trámite que el litigante no ha cumplido en el plazo judicial o legal que se le
concede, pero no tiene el carácter de general para todo el juicio.
El artículo 78 del Código del Procedimiento Civil dispone: "Vencido un plazo judicial para la
realización de un acto procesal sin que éste se haya practicado por la parte respectiva, el
tribunal, de oficio o a petición de parte, declarará evacuado dicho trámite en su rebeldía y
proveerá lo que convenga para la prosecución del juicio, sin certificado previo del secretario".
4. Defenderse
Esta es la actitud del demandado por la que él se defiende de las peticiones de la demanda. En
doctrina, se distingue entre alegaciones y defensas y excepciones. Las alegaciones o defensas
desconocen la existencia del derecho objeto de la acción deducida, niegan el derecho
reclamado. Las excepciones, por su parte, suponen que el derecho ha existido y solo tienden a
establecer que por un hecho independiente de la constitución y existencia de él, éste ha
caducado.
El Código no reconoce esta distinción, sino que para él, excepción o defensa son términos
sinónimos. Puede afirmarse que el concepto de defensa es más amplio que el de excepción, en
el entendido que toda excepción es una defensa, y que entre ambas nociones existe una
relación de género a especie.
Clases de excepciones
Sin perjuicio de las excepciones dilatorias, existen también excepciones perentorias y mixtas.
De inmediato pasamos de revisar ambos mecanismos de defensa judicial.
Excepciones perentorias
Las excepciones perentorias tienen por objeto enervar la acción deducida y se dirigen al fondo
del asunto debatido. Según la doctrina ellas son múltiples, porque dependen de los derechos
que se deduzcan, toda vez que por cada acción, se contempla como regla general, una
excepción y de ahí que se estime que serían innumerables los medios que el demandado puede
oponer para obtener el rechazo de la demanda. Estas excepciones, normalmente, están
constituidas por los modos de extinguir las obligaciones.
El artículo 82 del CPC dispone que los incidentes procesales son toda cuestión accesoria de un
juicio que requiera pronunciamiento especial con audiencia de las partes.
Excepciones mixtas
Estas excepciones son aquellas que por su naturaleza son perentorias, pero que la ley faculta al
demandado para oponerlas como dilatorias. De allí que este tipo de excepciones perentorias se
denominan excepciones mixtas o anómalas, porque teniendo el carácter de perentorias, se les
puede hacer valer como dilatorias. El artículo 304 así lo dispone y señala, al efecto, las
excepciones de cosa juzgada y de transacción.
La contestación de la demanda
Es el acto procesal que corresponde cumplir al demandado y que realiza, expresa o
tácitamente, para enfrentarse a la demanda deducida en su contra por el actor. Con la
contestación queda integrada la relación procesal y quedan fijados los hechos sobre los cuales
van a recaer la prueba y la sentencia definitiva.
Al igual que la demanda, la contestación de ella produce efectos jurídicos, tales son:
Reconvención
Si bien para efectos de estudio hablamos de la quinta actitud que puede tener el demandado
luego de notificado de la demanda, debe tenerse presente que la reconvención debe deducirse
en el mismo escrito en que se contesta la demanda. Así las cosas, esta actitud deberíamos
denominarla "defenderse y reconvenir", pero, como ya estudiamos la defensa, nos
dedicaremos a la reconvención.
Requisitos de la reconvención
a) Que el juez ante el cual se sigue el juicio sea competente para conocer de la reconvención
estimada como demanda o bien cuando sea admisible la prórroga de competencia. (Art. 315)
Cuando el tribunal ante quien entabla la demanda tenga competencia para conocer de
la reconvención estimada como demanda;
Cuando sea admisible la prórroga de competencia, y
Cuando, aún por su cuantía, deba conocer de la reconvención un juez inferior.
Para estimar la competencia, se considerará el monto de los valores reclamados por vía de
reconvención separadamente de los que son materia de la demanda. (Art. 315 inciso segundo)
c) Debe estar sujeta al mismo procedimiento que la demanda, pues la reconvención se tramita
y falla conjuntamente con la demanda principal.
Réplica y dúplica
El escrito de réplica es aquel que tiene por objeto ampliar, adicionar o modificar las acciones
que haya formulado el demandante en la demanda, pero sin que pueda alterar las acciones que
sean objeto principal del juicio.
El escrito de dúplica, a su turno, es aquel que tiene por objeto ampliar, adicionar o modificar las
excepciones que haya formulado el demandado en la contestación de la demanda, pero sin que
pueda alterar las excepciones que sean objeto principal del juicio. (Art. 312)
El artículo 312, señala como limitación de los escritos de réplica y dúplica, el que en ellos no se
puede alterar las acciones y excepciones, respectivamente, que sean objeto principal del pleito.
Puede sostenerse que se altera una acción o una excepción, cuando se cambia una por otra,
por lo que es preciso, por ende, abandonar la primera por haberla sustituido por la nueva.
En cambio, no existe esa alteración cuando se mantienen ambas acciones o excepciones, pero
contemplándose la segunda como subsidiaria, y teniendo una y otra el mismo objeto, por
derivarse de actos o hechos iguales o congruentes.
Con el escrito de dúplica queda terminado el período de discusión del juicio, debiendo
recordarse que si en el juicio ordinario se ha interpuesto reconvención, de la réplica de ella, se
debe conceder traslado por 6 días al demandante principal y demandado reconvencional para
la dúplica en la reconvención. (Art. 316 inciso segundo)
La conciliación
El artículo 262 del Código dispone que, salvo las excepciones que indica, una vez agotados los
trámites de discusión y siempre que hayan hechos substanciales, pertinentes y controvertidos,
el juez llamará a las partes a conciliación y les propondrá personalmente bases de arreglo.
Por regla general, la conciliación tiene lugar en todo juicio civil en que sea admisible
legalmente la transacción, con las siguientes excepciones:
En todo caso, éstas excepciones no son las únicas, pues existen otros juicios en que el llamado
a conciliación tampoco es admisible, como es el caso de los juicios sobre estado civil de las
personas y juicio de separación de bienes, los que no solo interesan a las partes, sino que, está
comprometido el interés de la sociedad.
El juicio de hacienda es aquel procedimiento judicial en que tiene interés el Fisco y cuyo
conocimiento corresponde a los tribunales ordinarios de justicia. Que tenga interés el Fisco,
implica que él sea parte en el juicio.
Los requisitos que la ley precisa para que el juez pueda llamar a conciliación son:
4°. Que no se trate de los casos mencionados en el artículo 313, esto es:
Oportunidad de la conciliación
La oportunidad establecida por el legislador para que el juez llame a conciliación, es una vez
agotados los trámites de discusión. Sin perjuicio de lo anterior, el inciso final del articulo 262
preceptúa que: "El precedente llamado a conciliación no obsta a que el juez pueda, en cualquier
estado de la causa, efectuar la misma convocatoria, una vez evacuado el trámite de
contestación de la demanda."
Tramitación de la conciliación
El juez debe llamar a conciliación a las partes una vez agotados los trámites de discusión, pero
bien puede hacerlo antes, desde que se evacúe el trámite de contestación de la demanda. Para
ese fin, debe citar a una audiencia a las partes, no antes de 5 días ni más allá de 15 días,
contados desde la fecha en que se notifica tal resolución. En todo caso, si en el procedimiento
correspondiente se contempla mía audiencia para la contestación de la demanda, se efectuará
también en ella la diligencia de conciliación, una vez evacuada la contestación.
Esta resolución se notifica por cédula porque ordena la comparecencia personal de las partes al
tribunal. Notificada a las partes, ellas deben concurrir por sí o por apoderados a esta audiencia.
Con todo el juez puede exigir la comparecencia personal de las partes; sin perjuicio de que
concurran los respectivos abogados o los mandatarios. (Art. 264)
Esta audiencia puede suspenderse por solicitud de las partes hasta por media hora para
deliberar. Incluso, si el tribunal lo estima necesario puede postergar la audiencia hasta dentro
de tercero día, a menos que las partes acuerden un plazo mayor de lo cual se deja constancia y
a ese comparendo las partes concurren sin nueva citación. (Art. 265)
El juez de oficio ordena agregar aquellos antecedentes y medios probatorios que estime
pertinentes. (Art. 266) El artículo 263 señala que el juez obra como amigable componedor y
trata de obtener un avenimiento total o parcial en el litigio y las opiniones que pueda emitir no
lo inhabilitan para seguir conociendo de la causa si la conciliación no prospera.
La conciliación a que pueden llegar las partes puede ser total o parcial, según que ellas
convengan arreglar la totalidad del litigio o solo una parte de él. De esta conciliación se levanta
acta, en la que se consignan, únicamente, las especificaciones del arreglo y será firmada por el
juez, las partes que lo deseen y el secretario y se estima como sentencia ejecutoriada para
todos los efectos legales. (Art. 267)
Solo pueden fijarse como puntos de prueba los hechos substanciales controvertidos en los
escritos anteriores a la resolución que ordena recibirla. (Art. 318) Esta resolución es conocida,
comúnmente, como "autos para el 318", aludiendo al artículo en que se consigna la obligación
del tribunal.
La recepción de la causa a prueba es un acto jurídico procesal complejo emanado del tribunal
competente, que determina la existencia de controversia sobre algún hecho sustancial y
pertinente en el juicio.
Requisitos
Para que sea procedente la recepción de la causa a prueba es preciso reunir ciertos requisitos,
estos son:
La resolución que recibe la causa a prueba es una sentencia interlocutoria de aquéllas que
resuelven un trámite que va a servir de base para el pronunciamiento de otra sentencia. Esta
resolución, denominada "auto de prueba", se notifica por cédula a todas las partes que figuran
en el proceso. (Art. 48)
La notificación por cédula es aquella que se efectúa entregando en el domicilio del notificado,
con las formalidades legales, una cédula que contiene copia íntegra de la resolución y los datos
necesarios para su acertada inteligencia.
Sin embargo, por excepción, tratándose de la resolución que recibe la causa a prueba, que es
una sentencia interlocutoria, las partes pueden pedir reposición de ella dentro de tercero día.
(Art. 319) El recurso, entonces, es excepcional pues procede en contra de una sentencia
interlocutoria y por cuanto su plazo es de 3 días.
En virtud de la reposición, la parte que la interpone puede pedir:
Recurso de apelación. Este recurso presenta la particularidad, en este caso, en que solo puede
interponerse en el carácter de subsidiario de la reposición pedida, para el caso que ella no fuera
acogida por el juez.
El plazo, como es obvio, es de 3 días, lo que hace excepción al plazo normal para apelar de las
sentencias interlocutorias que es de 5 días. Si se rechaza la reposición y el tribunal concede esta
apelación subsidiaria, lo hace en el solo efecto devolutivo. (Art. 319) En este caso, la causa
seguirá su tramitación y el tribunal de alzada conocerá, en su oportunidad, del recurso de
apelación.
Ahora bien, lo más frecuente es que cuando la Corte de Apelaciones conozca del recurso de
apelación subsidiario el término probatorio haya vencido y podría ocurrir que el tribunal de
alzada acoja el recurso.
En este caso, el inciso final del artículo 339 del Código proporciona la solución: "Deberá
concederse un término especial de prueba por el número de días que fije prudencialmente el
tribunal, y que no podrá exceder de ocho, cuando tenga que rendirse nueva prueba, de acuerdo
con la resolución que dicte el tribunal de alzada, acogiendo la apelación subsidiaria a que se
refiere el artículo 319. Para hacer uso de este derecho no se necesita la reclamación ordenada
en el inciso anterior. La prueba ya producida y que no esté afectada por la resolución del
tribunal de alzada tendrá pleno valor."
Por otra parte, la resolución en que explícita o implícitamente se niegue el trámite de recepción
de la causa a prueba, salvo que las partes pidan que se falle la causa sin más trámite, es
apelable. (Art. 326) Esta situación ocurrirá, en forma explícita, cuando el tribunal, luego de
estudiar el proceso una vez terminado el período de la discusión y sin que se haya producido
conciliación, cuando proceda, señale expresamente que no existen hechos substanciales,
pertinentes y controvertidos y, posteriormente, cita a las partes para oír sentencia.
Así, luego del análisis que ordena el artículo 318, el tribunal dirá: "No existiendo hechos
substanciales, pertinentes o controvertidos, cítese a las partes para oír sentencia." También
podría decir: "No existiendo hechos substanciales, pertinentes o controvertidos, no se recibe la
causa a prueba. Cítese a las partes para oír sentencia." O bien: "Tratándose la discusión sobre
un punto de derecho, no se recibe la causa a prueba, y cítese a las partes para oír sentencia."
En forma implícita, sucede cuando el tribunal, en lugar de recibir la causa a prueba, cita a las
partes para oír sentencia, con lo cual está dando a entender que no habrá lugar a la prueba. En
este caso, luego del análisis del artículo 318, el tribunal dice: "Cítese a las partes para oír
sentencia."
Ahora bien, la norma del artículo 326 a que se ha hecho referencia, se debe relacionar con el
artículo 432 del Código que preceptúa: "Vencido el plazo a que se refiere el artículo 430
(observaciones a la prueba), se hayan o no presentado escritos y existan o no diligencias
pendientes, el tribunal citará para oír sentencia. En contra de esta resolución solo podrá
interponerse recurso de reposición, el que deberá fundarse en error de hecho y deducirse
dentro de tercero día. La resolución que resuelva la reposición será inapelable."
En efecto, tenemos, por un lado, que el artículo 432 dispone que la resolución que cita a las
partes para oír sentencia, únicamente, es susceptible del recurso de reposición fundado en un
error de hecho como sería, por ejemplo, el que no hubiese transcurrido íntegramente el plazo
de 10 días para hacer observaciones a la prueba y, por ende, no procedía citar para oír
sentencia; y, por otra parte, que el artículo 326 dispone que la resolución en que explícita o
implícitamente niega el trámite de la recepción de la causa a prueba, es apelable.
De este modo, si el tribunal resuelve citar a las partes para oír sentencia, implicará que no
recibirá la causa a prueba y, en consecuencia, se podrá apelar de su decisión. En este caso, no
se estará apelando de la resolución que cita para oír sentencia, pues ella es inapelable, sino
que, se apelará en cuanto el tribunal al decidirlo de ese modo, explícitamente está negando la
recepción de la causa a prueba.
Por ejemplo, si el tribunal dice "cítese a las partes para oír sentencia", la parte interesada puede
apelar, pero no de esa resolución, sino que, por cuanto al dictarla el tribunal está señalando,
implícitamente, que no recibirá la causa a prueba. La apelación, en consecuencia, se
fundamentará en la circunstancia de no haberse recibido la causa a prueba.
Ampliación de la prueba
En conformidad al artículo 318 inciso final, solo pueden fijarse como puntos de prueba los
hechos substanciales y controvertidos en los escritos anteriores a la resolución que ordena
recibirla.
La parte que desee rendir prueba testimonial, debe presentar una lista de los testigos de que se
valdrá, debidamente individualizados, y una minuta de los puntos sobre que piensa rendir
prueba de testigos, enumerados y especificados con claridad y precisión.
Cabe señalar que la ley no limita el número de testigos que se pueden señalar en la lista de
testigos, sin perjuicio de que, como se verá, no todos podrán declarar. Incluso, es conveniente
señalar a varios testigos por si, cuando corresponde, ellos son inhabilitados debiendo
advertirse que, por regla general, solo se examinarán a los testigos que figuren en la lista
respectiva.
El artículo 374 del Código dispone: "Opuesta la tacha y antes de declarar el testigo, podrá la
parte que lo presenta pedir que se omita su declaración y que se reemplace por la de otro
testigo hábil de los que figuran en la nómina respectiva".
A pesar que el artículo 320 del Código señala que se debe acompañar una nómina de puntos de
prueba, como él no establece sanción para el caso en que la minuta no se acompañe, la
jurisprudencia ha señalado que se entenderá que los testigos solo declararan al tenor de los
hechos controvertidos que fijó el juez.
Oportunidad de lista de testigos y minuta de puntos de prueba
Como dijimos, cada parte debe presentar una minuta de los puntos sobre que piense rendir
prueba de testigos, enumerados y especificados con claridad y precisión y debe, también,
acompañar una nómina de los testigos de que piensa valerse, con expresión del nombre y
apellido, domicilio profesión u oficio. La indicación del domicilio debe contener los datos
necesarios a juicio del juzgado, para establecer la identificación del testigo.
Término probatorio
Es el plazo concedido por la ley, el juez o las partes para rendir la prueba que resulte pertinente
para acreditar sus hechos.
Plazos o términos procesales son los espacios de tiempo fijados por la ley, el juez o las partes
para el ejercicio de una facultad o la realización de un acto jurídico procesal dentro del proceso.
Características
El término probatorio en juicio ordinario, presenta la siguientes características:
Es un término fatal para rendir la prueba de testigos. En efecto, esta prueba solo puede
practicarse dentro del término probatorio. (Art. 340)
Es un plazo que puede ser legal, judicial o convencional, pues está establecido por la ley,
sin perjuicio de lo cual puede, en ciertos casos, ser precisado por el juez y en otros,
acordado por las partes.
Es un plazo común, pues empieza a correr para todas las partes desde la última
notificación de la resolución que recibe la causa a prueba a las partes. (Art. 327)
Es improrrogable.
Es susceptible de reducirse por acuerdo unánime de las partes. (Art. 328)
No se suspende encaso alguno, salvo que todas las partes lo pidan. (Art. 339)
Dentro del término probatorio debe solicitarse toda diligencia probatoria que no se
haya solicitado con anterioridad a su iniciación. (Art. 327).
Cualquier incidente que se formule dentro de este término, debe substanciarse en
cuaderno separado si se relaciona con la prueba, ello, para evitar la posible suspensión
del término probatorio por la vía incidental.
El término probatorio en juicio ordinario es el período o espacio de tiempo que la ley señala a
las partes para rendir prueba en el proceso y, particularmente, para rendir la prueba
testimonial, como para ofrecer las pruebas si no hubieren sido pedidas con anterioridad a su
iniciación.
Es aquel que tiene una duración de 20 días y en el cuál, necesariamente, debe rendirse la
prueba testimonial. (Art. 328) Este término puede reducirse por acuerdo unánime de las partes,
en cuyo caso estaremos en presencia de un término convencional.
Resulta conveniente destacar que durante este término se puede rendir prueba en cualquier
punto de la República o fuera de ella pues existe la creencia errónea de que solamente durante
el término extraordinario se puede rendir prueba en otro punto del país o fuera de él. Así, el
artículo 334 dispone: "Se puede, durante el término ordinario, rendir prueba en cualquier parte
de la República y fuera de ella."
Es aquél que la ley concede para el caso que haya que rendirse prueba en otro territorio
jurisdiccional o fuera de la República y consiste en el aumento del término ordinario por un
número de días igual al aumento del emplazamiento. (Art. 329) Por ende, este término se
encuentra compuesto por el término ordinario más el número de días que señale la tabla de
emplazamiento.
De acuerdo a lo que indica el artículo 335, vencido el término ordinario solo puede rendirse
prueba en aquellos lugares para los cuales se haya otorgado el aumento extraordinario del
término, el que empieza a correr una vez que se extingue el término ordinario y dura para cada
localidad solamente el número de días que señala la respectiva tabla de emplazamiento. (Art.
333)
El término extraordinario debe pedirse antes del vencimiento del término ordinario y
determinando el lugar en que la prueba debe rendirse. (Art. 332) En algunos libros o
publicaciones suele indicarse que existen dos Términos Extraordinarios, o bien, que él puede
ser de dos clases.
Por último, tratándose del Término Extraordinario para rendir prueba dentro de la República,
no se exige caución alguna. En cambio, cuando se solicita aumento extraordinario para rendir
prueba fuera de la República, el tribunal exigirá, para dar curso a la solicitud, que se deposite en
la cuenta corriente del tribunal una cantidad cuyo monto no puede fijarse en menos de medio
sueldo vital ni en más de dos sueldos vitales, cantidad que se manda aplicar al Fisco si resulta
establecida en el proceso alguna de las circunstancias siguientes:
Sanción común
El artículo 337 del Código dispone: "La parte que haya obtenido aumento extraordinario del
término para rendir prueba dentro o fuera de la República, y no la rinda, o solo rinda una
impertinente, será obligada a pagar a la otra parte los gastos que ésta haya hecho para
presenciar las diligencias pedidas, sea personalmente, sea por medio de mandatarios. Esta
condenación se impondrá en la sentencia definitiva y podrá el tribunal exonerar de ella a la
parte que acredite no haberla rendido por motivos justificados".
Por último, los incidentes a que dé lugar la concesión de este aumento extraordinario, dentro o
fuera de la República, se tramitan en pieza separada y no suspenden el término probatorio,
pero no se cuentan en el aumento extraordinario los días que transcurran mientras dura el
incidente sobre concesión de aumento extraordinario. (Art. 336 inciso tercero)
Es aquel que se concede cada vez que durante el término probatorio ocurra algún
entorpecimiento, es decir, cuando sucede algún hecho o sobrevenga cualquier situación en el
proceso que impida real y legítimamente la recepción de la prueba.
El Código dispone, en el inciso 2° del artículo 339: "Si durante él ocurren entorpecimientos que
imposibiliten la recepción de la prueba, sea absolutamente, sea respecto de algún lugar
determinado, podrá otorgarse por el tribunal un nuevo término especial por el número de días
que haya durado el entorpecimiento y para rendir prueba solo en el lugar a que dicho
entorpecimiento se refiera" y en el inciso tercero de la misma norma, que "No podrá usarse de
este derecho si no se reclama del obstáculo que impide la prueba en el momento de
presentarse o dentro de los tres días siguientes."
Ahora bien, existen situaciones en que el Código contempla el entorpecimiento que hace
procedente la concesión de un término especial, pero, no son los únicos casos, ya que cada vez
que ocurra un entorpecimiento puede solicitarse este tipo de término.
Algunos términos especiales a que alude el Código
Debe concederse un término especial de prueba por el número de días que fije
prudencialmente el tribunal, y que no podrá exceder de 8, cuando tenga que rendirse
nueva prueba, de acuerdo con la resolución que dicte el tribunal de alzada, acogiendo la
apelación subsidiaria a que se refiere el artículo 319, es decir, aquella deducida en
subsidio de la reposición en contra del auto de prueba; (Art. 339 inciso final)
Las diligencias iniciadas en tiempo hábil y no concluidas en él por impedimento cuya
remoción no haya dependido de la parte interesada, podrán practicarse dentro de un
breve término que el tribunal señalará, por una sola vez, para este objeto. Este derecho
no podrá reclamarse sino dentro del término probatorio o de los tres días siguientes a
su vencimiento; y (Art. 340)
Siempre que el entorpecimiento que imposibilite la recepción de la prueba sea la
inasistencia del juez de la causa, deberá el secretario, a petición verbal de cualquiera de
las partes, certificar el hecho en el proceso y con el mérito de este certificado fijará el
tribunal nuevo día para la recepción de la prueba. (Art. 340)
Concepto de prueba
Lo que se denomina carga de la prueba obedece a saber quién prueba. El inciso 1° del artículo
1698 del Código Civil señala: "Incumbe probar las obligaciones o su extinción al que alega
aquéllas o ésta". Esta norma tiene algunas excepciones cuando la ley invierte el peso de la
prueba para determinadas situaciones.
Valorar la prueba, por su parte, consiste en determinar la eficacia que tienen los medios de
prueba que establece la ley. "El tema se centra en la facultad que se le confiere al juez para la
valoración de la prueba producida y, por consiguiente, las limitaciones que de ella se formulen
por vía Legislativa".
El inciso segundo del citado artículo, como asimismo, el artículo 341 del Código de
Procedimiento Civil, señalan cuales son los medios de prueba, surgiendo, así, la llamada
disponibilidad o indisponibilidad de la prueba y que consiste en determinar si esos medios de
prueba que indica la ley pueden o no ampliarse con otros.
Nosotros agregamos que tales normas deben complementarse, para apreciar los diversos
medios de prueba, con las disposiciones que tengan las leyes especiales, en cuyo caso habrá
que dar preferencia al medio de prueba que ordene la ley; y, con la normativa relativa a las
presunciones.
El Sistema de Prueba Legal o Tasada es aquel en el cual la ley señala el grado de eficacia que
tiene cada medio probatorio.
En Chile, algunos artículos aluden al valor de los medios de prueba. Así, los artículos 1700 a
1707 del Código Civil, aluden al valor probatorio de los instrumentos; el artículo 384 del Código
de Procedimiento Civil, se refiere a la fuerza probatoria de los testigos; los artículos 398 a 401
contemplan el valor de la confesión; el artículo 408, se refiere al valor de la inspección personal
del tribunal y los artículos 426 y 427, a las presunciones.
El artículo 1708 del Código Civil y el artículo 402 del Código de Procedimiento Civil, por su
parte, son algunas de las normas especiales que da la ley respecto a pruebas prohibidas. En
todo caso, debe tenerse en cuenta que cuando la ley confiere facultades al juez para apreciar
los medios de prueba, no estamos en presencia de prueba reglada.
El Sistema de Prueba Libre o Libre Convicción, enseña Couture, es "aquel modo de razonar
que no se apoya necesariamente en la prueba que el proceso exhibe al juez, ni en medios de
información que pueden ser fiscalizados por las partes". Y agrega: "Dentro de ese método el
magistrado adquiere el convencimiento de la verdad con la prueba de autos, fuera de la prueba
de autos y aun contra la prueba de autos".
El Sistema de la Sana Crítica, por último, es aquel "del correcto entendimiento humano".
Couture nos dice: "Las reglas de la sana crítica son, ante todo, las reglas del correcto
entendimiento humano. En ellas interfieren las reglas de la lógica, con las reglas de la
experiencia del juez. Unas y otras contribuyen de igual manera a que el magistrado pueda
analizar la prueba (ya sea de testigos, de peritos, de inspección judicial, de confesión en los
casos en que no es lisa y llana) con arreglo a la sana razón y a un conocimiento experimental de
las cosas". Y enseña: "El juez que debe decidir con arreglo a la sana crítica, no es libre de
razonar a voluntad, discrecionalmente, arbitrariamente. Esta manera de actuar no sería sana
crítica, sino libre convicción. La sana crítica es la unión de la lógica y de la experiencia, sin
excesivas abstracciones de orden intelectual, pero también sin olvidar esos preceptos que los
filósofos llaman de higiene mental, tendientes a asegurar el más certero y eficaz
razonamiento".
Hemos visto que si bien es cierto que la prueba no constituye una obligación porque nadie
puede ser obligado a probar, no lo es menos que el litigante que quiera obtener en el juicio se
encuentra en la necesidad de probar los hechos que alega.
De allí que se diga que la prueba impone al litigante que debe rendirla una carga que es lo que
se conoce como onus probandi. El Código no contiene disposición alguna de carácter general
sobre esta materia, pero, el artículo 1698 inciso 1° del Código Civil, establece que incumbe
probar las obligaciones o su extinción al que alega aquéllas o ésta.
De allí fluye que la necesidad de probar está impuesta por la ley al que alega un hecho contrario
al estado normal de las cosas o al que alega un hecho que modifica una situación adquirida. Por
ende, será generalmente el actor a quien corresponda acreditar los hechos que alega, ya que es
él el que pretende que el demandado está obligado para con él, o bien, que existe una situación
jurídica determinada en su favor.
Por otra parte, si al probar la existencia de una obligación el demandado expresa que ella se ha
extinguido por alguno de los medios legales, le corresponde a él probar ese modo de extinción.
Las presunciones legales. La parte favorecida con una presunción queda liberada del
peso de la prueba, lo que no impide que la contraria pueda destruir los fundamentos de
la presunción.
Pacto de las partes. A través de éste, las partes pueden convenir en alterar el onus
probandi, como lo han resuelto nuestros tribunales de justicia.
Prueba instrumental
Instrumentos públicos
Ellos, están señalados en el artículo 342 del Código de Procedimiento Civil, norma que dispone:
1° Los documentos originales: estos documentos son aquellos en que consta el acto mismo o
aquellos en que se ha suscrito el acto mismo y pueden tener o no matriz.
2° Las copias dadas con los requisitos que las leyes prescriban para que hagan fe respecto de
toda persona, o, a lo menos, respecto de aquella contra quien se hacen valer: se refiere a las
copias que se han obtenido de los originales y para que éstas tengan valor, deben cumplir con
los requisitos que la propia ley indica para este fin.
3° Las copias que, obtenidas sin estos requisitos, no sean objetadas como inexactas por la
parte contraria dentro de los 3 días siguientes a aquel en que se le dio conocimiento de ellas:
alude a las llamadas copias simples que son aquéllas que se han otorgado sin haberse cumplido
en su dación los requisitos señalados por la ley y para que ellas puedan ser consideradas como
instrumentos públicos en juicio, es menester que la parte contraria no las objete dentro de
tercero día contado desde la notificación de la resolución que las tuvo por acompañadas a los
autos.
4° Las copias que, objetadas en el caso del número anterior, sean cotejadas y halladas
conforme con sus originales o con otras copias que hagan fe respecto de la parte contraria:
este número se refiere al caso en que la parte, haciendo uso del derecho de objetar las copias
dadas sin haber cumplido los requisitos legales las objeta, pero cotejadas, han sido halladas
conformes con sus originales o con otras copias que hacen fe respecto de la parte contraria.
Cobra importancia, en esta materia, la institución del cotejo, que es la diligencia que consiste
en comparar un documento con otro, o bien, una letra, una firma con otra. El cotejo puede ser
tanto de instrumento como de letra.
El cotejo de instrumentos, se lleva a cabo por el funcionario que haya autorizado la copia
presentada enjuicio o bien por el secretario del tribunal o por otro ministro de fe que designe el
tribunal. En tanto que el cotejo de letra se lleva a cabo por peritos;
5° Los testimonios que el tribunal mande agregar durante el juicio, autorizados por su
secretario u otro funcionario competente y sacados de los originales o de copias que reúnan las
condiciones indicadas en el número anterior: estos testimonios que el tribunal puede mandar
agregar durante el juicio, se ordenan con citación de las partes, y puede constituir una medida
para mejor resolver; y
La Ley 19.799, sobre firma electrónica, publicada el 12 de abril de 2002, señala en su artículo 2°
que para los efectos de esa ley, se entiende por: g) Firma electrónica avanzada: aquella
certificada por un prestador acreditado, que ha sido creada usando medios que el titular
mantiene bajo su exclusivo control, de manera que se vincule únicamente al mismo y a los
datos a los que se refiere, permitiendo la detección posterior de cualquier modificación,
verificando la identidad del titular e impidiendo que desconozca la integridad del documento y
su autoría.
Iniciativa para la producción de la prueba instrumental
La regla general, es que la prueba instrumental se produce a iniciativa de las partes y, por
excepción, es de iniciativa del tribunal como medida para mejor resolver. (Art. 159 N° 1)
La parte que desee rendir prueba instrumental de acompañar el instrumento respectivo, si está
en su poder, o pedir que la parte contraria o un tercero exhiba aquellos documentos que obren
en poder de ellos.
Documentos que la parte tiene en su poder y que los desea presentar en el juicio. Los
instrumentos públicos se acompañan con citación, por lo cual la contraparte tiene el plazo de 3
días para objetarlos. Cuando se trata de documentos que se acompañan con la demanda el
plazo para objetarlos, sean públicos o privados, es el término de emplazamiento. Cuando se
agrega un instrumento extendido en lengua extranjera cuya traducción se acompaña al juicio,
la parte contraria puede pedir dentro de 6 días que esa traducción sea revisada por un perito.
(Art. 347)
Documentos electrónicos
La Ley define documento electrónico como toda representación de un hecho, imagen o idea
que sea creada, enviada, comunicada o recibida por medios electrónicos y almacenada de un
modo idóneo para permitir su uso posterior (Artículo 2 letra d de la LFE)
1.- Los instrumentos públicos con firma electrónica avanzada, harán plena prueba de acuerdo
con las reglas generales, y
2. Los que posean la calidad de instrumento privado, en cuanto hayan sido suscritos con firma
electrónica avanzada, tendrán el mismo valor probatorio señalado en el número anterior. Sin
embargo, no harán fe respecto de su fecha, a menos que ésta conste a través de un fechado
electrónico otorgado por un prestador acreditado.
Presentación de documentos.
Los documentos electrónicos se presentarán a través del sistema de tramitación electrónica
del Poder Judicial o, en caso de requerirlo así las circunstancias, se acompañarán en el tribunal
a través de la entrega de algún dispositivo de almacenamiento de datos electrónicos.
En casos excepcionales, cuando se haya autorizado a una persona para presentar escritos
materialmente por carecer de los medios tecnológicos, no será necesario acompañar copias
digitales. En este caso, los documentos y títulos ejecutivos presentados en formato que no sea
electrónico serán digitalizados e ingresados inmediatamente por el tribunal a la carpeta
electrónica. (Art. 6 Ley 20.886 sobre Tramitación Electrónica)
En caso que el documento sea objetado, en conformidad con las reglas generales, el tribunal
puede ordenar una prueba complementaria de autenticidad, a costa de la parte que formula la
impugnación, sin perjuicio de lo que se resuelva sobre pago de costas. El resultado de la prueba
complementaria de autenticidad será suficiente para tener por reconocido o por objetado el
instrumento, según corresponda.
En el caso de documentos electrónicos privados, para los efectos del artículo 346, N°3, se
entenderá que han sido puestos en conocimiento de la parte contraria en la audiencia de
percepción.
En el caso que los documentos electrónicos acompañados puedan ser percibidos directamente
en la carpeta electrónica, el tribunal podrá omitir la citación a audiencia de percepción,
debiéndose entender que han sido puestos en conocimiento de la parte contraria desde que se
notifica la resolución que los tiene por acompañados bajo el apercibimiento correspondiente.
Del hecho de haberse otorgado por las personas y de la manera que en ellos se expresa;
De su fecha;
Del hecho de haberse efectuado las declaraciones que en ellos se consignan; y
Respecto de las declaraciones dispositivas.
Las declaraciones dispositivas son aquellas que se hacen con el fin de expresar el
consentimiento. Otro tipo de declaraciones, son las enunciativas, que son aquellas que se
refieren a los hechos. Estas declaraciones, por regla general, no hacen plena fe, salvo que
tengan relación directa con lo dispositivo del acto, en cuyo caso, también hacen plena fe entre
las partes. Ejemplo, las características de un inmueble en una compraventa. (Arts. 1700 a 1706
del Código Civil).
Frente a terceros.
En este caso, los instrumentos públicos hacen plena fe o plena prueba acerca de:
De su fecha;
Del hecho de haberse otorgado;
Del hecho de haberse efectuado las declaraciones que en ellos aparecen; y
De las declaraciones dispositivas.
Respecto de las declaraciones enunciativas, la parte que las formula no puede invocarlas en
contra del tercero, pero éste, si puede hacerlo y valen como confesión extrajudicial.
Pese a este valor probatorio casi absoluto que la ley le confiere a estos instrumentos públicos
estos pueden impugnarse por:
Por excepción, tratándose de escrituras públicas, el artículo 429 del Código estable ciertas
exigencias, que son:
Además, en este caso, la prueba testimonial es apreciada por el tribunal según las reglas de la
sana crítica.
b) Por nulidad: los instrumentos públicos se impugnan por nulidad cuando se acredita que el
instrumento público no ha cumplido con las formalidades y requisitos exigidos por la ley para
su validez según su naturaleza, o bien, cuando se sostiene que el funcionario otorgante era
incompetente para actuar en el territorio jurisdiccional en que autorizó el acto.
Por ejemplo, una escritura pública debe ser otorgada por notario competente con las
solemnidades legales e incorporada a su protocolo o registro público. Si se omite cualquiera de
esos requisitos, el instrumento es nulo. La nulidad debe ser declarada por resolución judicial, y
mientras ello no ocurra, el instrumento público produce sus efectos.
c) Por falta de verdad de las declaraciones efectuadas en él: este tipo de objeción no es
propiamente una impugnación del instrumento, sino que, dice relación con las declaraciones
que en él se contienen, en el sentido que ellas no corresponden a la realidad ya sea por error,
dolo o simulación. Ahora bien, no es una objeción propiamente tal, pues ella se refiere al
mérito probatorio del instrumento y, por lo tanto, cuando se impugna por esta razón, no se
genera un incidente, sino que, el juez se pronuncia en la sentencia.
Esta impugnación puede ser formulada por terceros y, al efecto, se puede probar con cualquier
medio. Las partes mismas, también pueden alegar la falsedad de las declaraciones, a pesar que
el instrumento, en esta parte, hace plena prueba en contra de ellas, pues, es posible aportar
otros medios probatorios de una naturaleza tal que sean capaces de desvirtuar esa plena
prueba mediante otra plena prueba.
Instrumentos privados
Es todo escrito, otorgado por particulares, que deja constancia de un hecho. Nuestra
legislación no le reconoce valor probatorio al instrumento privado, mientras no haya sido
reconocido por la parte contra quien se hace valer o mandado tener por reconocido.
El artículo 346 del Código dispone que los instrumentos privados se tendrán por reconocidos:
Si emanan de un tercero, se acompañan con citación de la contraparte para que ella haga valer,
en el término de 3 días, los alcances que el documento le merezca y, además, se debe citar al
tercero al juicio como testigo para que los ratifique. (Arts. 348 inciso segundo, 795 N° 4 y 800
N° 3)
Cuando se trata de documentos que se acompañan con la demanda el plazo para objetarlos,
sean públicos o privados, es el término de emplazamiento.
Presentado un documento electrónico, el Tribunal citará para el 6° día a todas las partes a una
audiencia de percepción documental. En caso de no contar con los medios técnicos
electrónicos necesarios para su adecuada percepción, apercibirá a la parte que presentó el
documento con tenerlo por no presentado de no concurrir a la audiencia con dichos medios.
En el caso que los documentos electrónicos acompañados puedan ser percibidos directamente
en la carpeta electrónica, el tribunal podrá omitir la citación a audiencia de percepción,
debiéndose entender que han sido puestos en conocimiento de la parte contraria desde que se
notifica la resolución que los tiene por acompañados bajo el apercibimiento correspondiente.
Causales de impugnación
Los instrumentos privados solamente pueden ser objetados por falsedad, es decir, por no
haber sido otorgados en la forma y por la persona que se señala como otorgante; y por falta de
integridad, o sea, por no ser completos. Cualquier causal distinta de objeción no genera un
incidente ni requiere pronunciamiento especial del tribunal, sino que, éste determinará su
veracidad al valorar la pruebas rendidas.
Valor probatorio
b) Respecto de terceros: en este caso el documento adquiere fecha cierta en alguno de los
siguientes momentos:
La sola circunstancia de que un notario aparezca autorizando la firma del otorgante del
documento, en general, no produce otro efecto que el de contar con un testigo abonado para
efectos de probar la autenticidad del instrumento.
No obstante lo anterior, en algunos casos la ley da efectos especiales a la firma autorizada por
un notario, como es el caso, de los instrumentos mercantiles los que pasan a tener mérito
ejecutivo.
Cotejo de letras
Prueba testimonial
La prueba testimonial es un medio de prueba que consiste en la declaración que bajo
juramento y en las condiciones que señala la ley hacen o formulan en el juicio las personas que
tienen conocimiento de los hechos controvertidos en el pleito. Los testigos son personas
extrañas al pleito que exponen sobre hechos controvertidos y sus testimonios son actos
procesales por los cuales una persona informa a un juez sobre lo que sabe de ciertos hechos.
El Código Civil, en sus artículos 1708,1709 y 1711, alude a la prueba de testigos. El Código de
Procedimiento Civil, a su tumo, señala las condiciones que deben reunir las personas que van a
concurrir a deponer, así como la forma o manera en que deben prestar su declaración.
Entre las diversas clasificaciones de los testigos puede citarse a las siguientes:
Testigos presenciales o de vista: son aquellos que relatan los hechos percibidos por sus
propios sentidos.
Testigos de oídas: son aquellos que narran hechos conocidos por el dicho de otras
personas.
Testigos instrumentales: aquellos que han concurrido al otorgamiento de un
instrumento público o privado.
Testigos singulares: son los que coinciden en el hecho fundamental sobre el cual
deponen difiriendo en las circunstancias accesorias del mismo.
Testigos contestes: son aquellos cuyas declaraciones coinciden plenamente en su
objeto y en los antecedentes que los rodean o acceden a él. Están de acuerdo en el
hecho y en las circunstancias accidentales.
Oportunidad para rendir esta prueba
Esta prueba puede ser producida en primera instancia y, únicamente, dentro del término
probatorio.
Esta prueba procede de oficio cuando el tribunal la decreta como medida para mejor resolver.
(Art. 159)
Para testificar enjuicio es capaz toda persona que la ley no declare inhabilitada. La regla
general es la habilidad para declarar en juicio y la excepción la inhabilidad entendiéndose por
tal, el impedimento que obsta total o parcialmente para que una persona declare como testigo.
Inhabilidades absolutas.
Estas inhabilidades son absolutas pues la persona afectada por ellas no pueden declarar en
ningún juicio. Las inhabilidades absolutas pueden tener su origen en razón de faltar la
capacidad física o intelectual para captar el hecho controvertido, como los casos de los N°s. 1 a
5 del artículo 357 o pueden fundarse en razón de carencia de probidad, causales señaladas en
los N°s. 6 al 9 del mismo precepto.
Inhabilidades relativas
Al parentesco. (N°s. 1 y 2)
A la amistad: la amistad o enemistad deberán ser manifestadas por hechos graves que
el tribunal calificará según las circunstancias. (N° 7)
A un vínculo de dependencia. (N°s. 4 y 5)
A la existencia de tutela o cúratela. (N° 3); y
A la existencia de un interés directo o indirecto en el juicio. (N° 6)
De acuerdo al artículo 372, pueden declarar solamente hasta 6 testigos por cada parte y sobre
cada uno de los hechos que deban acreditarse. Se examinan, únicamente, a aquellos testigos
que figuran en la lista que ha presentado la parte respectiva. Sin embargo puede admitirse la
declaración de otros testigos en casos muy calificados y jurando que no tuvo conocimiento de
ello al tiempo de formar la nómina de testigos.
Cabe destacar, que son seis testigos en total, sino que, solo se admite seis testigos por cada
punto de prueba, por lo que, por ejemplo, si son cinco puntos de prueba pueden declarar hasta
30 testigos. Es preciso recordar, también, que en la lista de testigos puede presentarse el
número d testigos que cada parte desee y será ella la que decida sobre qué punto va a declarar
el testigo, el que puede hacerlo por más de un punto.
Ante quien se rinde testimonial
Los testigos son interrogados personalmente por el juez y si el tribunal es colegiado, por uno
de los ministros en presencia de las 'partes y de sus abogados, si concurren al acto. (Art. 365)
Las tachas
Son los medios que establece la ley para hacer efectivas las inhabilidades que ella señala. Las
tachas deben oponerse antes de que preste declaración el testigo y se deben fundar en alguna
de las inhabilidades que indica la ley y deben expresarse con la claridad y especificación
necesaria para que puedan ser fácilmente comprendidas.
Cuando un testigo es tachado, él puede ser reemplazado por otro que la parte haya presentado
y que figure en la lista de testigos. Hay que tener en cuenta que las tachas no impiden el
examen del testigo, pero el tribunal puede repeler de oficio aquellos que notoriamente
aparezcan comprendidos en algunas de las causales del artículo 357. Por último, la legalidad de
las tachas y su comprobación las aprecia y resuelve el juez en la sentencia definitiva.
Testigos de oídas.
Los testigos de oídas son aquellos que relatan hechos que no han percibido por sus propios
sentidos y que solo conocen por el dicho de otras personas. El testimonio de estos testigos,
únicamente, podrán estimarse como base de una presunción judicial. Sin embargo, es válido el
testimonio de oídas cuando el testigo se refiere a lo que oyó decir a alguna de las partes, en
cuanto de este modo se explica o esclarece el hecho de que se trata. (Art. 383)
Testigos presenciales.
Los tribunales apreciarán la fuerza probatoria de las declaraciones de los testigos conforme a
las reglas siguientes:
La confesión es el reconocimiento que uno de los litigantes hace de la verdad de un hecho que
puede producir en su contra consecuencias jurídicas. Por medio de la confesión, una de las
partes reconoce o declara sobre la efectividad de un hecho que sirve de fundamento a las
peticiones de la contraria.
Existen, también, otras formas de obtener una confesión, como sucede cuando ella se solicita
en el carácter de una medida prejudicial. (Art. 273 N° 1) y, asimismo, puede investir la forma de
una medida para mejor resolver, donde la confesión es provocada por el tribunal y no por la
otra parte. (Art. 159 N° 2)
Admisibilidad de la confesión
La regla general es que la confesión procede en todo caso salvo las excepciones que señala la
ley.
Así, por ejemplo, no es admisible la prueba confesional en aquellos casos en que se exige, por
vía de solemnidad, un instrumento público. Así lo ordenan los artículos 1701 y 1703 del Código
Civil.
Requisitos de la confesión
Para que la confesión pueda tener eficacia se requiere la concurrencia de los siguientes
requisitos:
Clasificaciones de la confesión
Confesión judicial: en términos generales, es la que se presta ante el tribunal que esta
conociendo de la causa. La confesión judicial puede ser espontánea o provocada y ésta, a su
vez, puede ser expresa o tácita.
Confesión extrajudicial: es aquella que se efectúa fuera de todo juicio en presencia de la parte
que la invoca o de un tercero, como también aquella que se presta ante un tribunal
incompetente. La confesión extrajudicial puede ser verbal o escrita.
Confesión calificada: es aquella que se produce cuando el confesante reconoce el hecho pero
le agrega ciertas modalidades o circunstancias que alteran su esencia o naturaleza jurídica y lo
transforman en un hecho diverso desde el punto de vista legal. Por ejemplo: diga cómo es
efectivo que usted recibió dinero en préstamo; y se confiesa: recibí el dinero, pero en donación.
Así se enseña, pero lo cierto es que, en este caso, el confesante no reconoce el hecho. En el
ejemplo, le preguntan si recibió un préstamo y dice que recibió el dinero pero en donación,
¿Dónde está la confesión?
Confesión compleja: es aquella que se produce cuando el confesante reconoce el hecho, pero
le agrega otro u otros hechos nuevos destinados a destruir los efectos del hecho confesado.
Por ejemplo: diga cómo es efectivo que usted recibió dinero en préstamo; y se confiesa: lo
recibí, pero esa suma se compensó con otra obligación.
Confesión judicial
Para que estemos en presencia de ella, es menester que se preste ante el tribunal que conoce
de la causa. La confesión que se presta ante un tribunal incompetente o diferente es una
confesión extrajudicial. También es confesión judicial aquélla que se presta ante otro tribunal
por delegación de competencia si el litigante que llega a confesar se encuentra fuera del
territorio jurisdiccional del tribunal que conoce de la causa. (Arts. 388 inciso final y 397 inciso
segundo) Por último, es confesión judicial aquélla que se presta ante el respectivo agente
consular chileno, si la parte cuya confesión se pretende, ha salido del territorio de la república.
(Art. 397)
Fuera de los casos expresamente previstos por la ley, todo litigante está obligado a declarar
bajo juramento, contestada que sea la demanda, sobre hechos pertenecientes al mismo juicio,
cuando lo exija el contendor o lo decrete el tribunal como medida para mejor resolver.
La diligencia se puede solicitar en cualquier estado del juicio y sin suspender por ella el
procedimiento, hasta el vencimiento del término probatorio en primera instancia, y hasta
antes de la vista de la causa en segunda.
El derecho solo lo pueden ejercer las partes hasta por dos veces en primera instancia y una vez
en segunda; pero, si se alegan hechos nuevos durante el juicio, podrá exigirse una vez más.
(Art. 385)
Forma de expresar los hechos sobre los que confesar
Los hechos acerca de los cuales se exige la confesión, pueden expresarse en forma asertiva o
en forma interrogativa, pero siempre en términos claros y precisos, de manera que puedan ser
entendidos sin dificultad. (Art. 386)
Un hecho expresado en forma asertiva, implica que la parte que requiere la confesión, afirma
ese hecho para que sea confesado. Por ejemplo, diga cómo es efectivo que a usted el
demandante le prestó $100.000. El mismo hecho, planteado en forma interrogativa, dirá, ¿es
efectivo que a usted el demandante le prestó $100.000? La forma en que se expresan los
hechos a confesar, tiene una importancia fundamental para el caso que el absolvente no
concurra, como se verá.
Si el tribunal no comete al secretario o a otro ministro de fe la diligencia, mandará citar para día
y hora determinados al litigante que ha de prestar la declaración. Siempre que alguna de las
partes lo pida, debe el tribunal recibir por sí mismo la declaración del litigante.
Si el litigante se encuentra fuera del territorio del tribunal que conoce de la causa, su
declaración será tomada por el tribunal competente, quien procederá en conformidad a lo
expuesto precedentemente. (Art. 388)
Existen personas que están exentas de comparecer ante el tribunal a confesar. Ejemplo: El
Presidente de la República, los Ministros de Estado, los Senadores y Diputados, etc.
Si el litigante citado ante el tribunal para prestar declaración no comparece, se le volverá a citar
bajo los apercibimientos que se expresarán. (Art. 393)
Si los hechos están categóricamente afirmados y el litigante no comparece al segundo
llamado, o si, compareciendo, se niega a declarar o da respuestas evasivas: se le da por
confeso, a petición de parte, en todos aquellos hechos que estén categóricamente
afirmados en el escrito en que se pidió la declaración. En este caso, se produce la
confesión judicial provocada tácita.
Si no están categóricamente afirmados los hechos: los tribunales pueden imponer al
litigante rebelde una multa que no baje de medio sueldo vital ni exceda de un sueldo
vital, o arrestos hasta por 30 días sin perjuicio de exigirle la declaración. Si la otra parte
lo solicita, podrá también suspenderse el pronunciamiento de la sentencia hasta que la
confesión se preste.
Cuando el interrogado solicite un plazo razonable para consultar sus documentos antes de
responder, podrá otorgársele, siempre que haya fundamento plausible para pedirlo y el
tribunal lo estime indispensable, o consienta en ello el contendor. La resolución del tribunal
que conceda plazo será inapelable. (Art. 394)
Como se indicó anteriormente, la forma de redactar las preguntas cobra capital importancia
para el caso que el absolvente no comparezca. En el primer caso señalado, se trata de hechos
formulados en forma asertiva; y, en el segundo, de hechos planteados en forma interrogativa.
Las declaraciones se consignarán por escrito, conservándose en cuanto sea posible las
expresiones de que se haya valido el confesante, reducidas al menor número de palabras.
Después de leídas las declaraciones por el receptor, en alta voz y ratificadas por el absolvente,
serán firmadas por el juez, el declarante, si sabe, y las partes, si también saben y se hallan
presentes, autorizándolas un receptor, que servirá también como actuario en las incidencias
que ocurran durante la audiencia de prueba. (Art. 395>370)
Confesión extrajudicial
Es aquella que se presta fuera del juicio que actualmente se tramita. Según se desprende del
artículo 398, tiene este carácter la confesión que se presta fuera de todo juicio; la que se presta
ante tribunal incompetente pero que ejerce jurisdicción y la que se presta en otro juicio diverso.
Extrajudicial. La confesión extrajudicial es solo base o indicio de una presunción judicial. (Art.
398) Si esta confesión es verbal, ella solo se acepta en los casos en que se admite la prueba de
testigos y la persona que escuchó la confesión deberá declarar como testigo, por lo que será un
testigo de oídas. Si es escrita y ella se ha prestado en presencia de la parte que la invoca o ante
un juez incompetente, se estima siempre como presunción grave para acreditar los hechos
confesados.
La confesión judicial, sea expresa o tácita, cuando se refiere a hechos personales del
confesante, se haya prestado por éste o por medio de apoderado especial o representante
legal, produce plena prueba, de acuerdo al artículo 1713 del Código Civil, salvo que se trate de
actos o contratos que solo pueden probarse por su solemnidad u otros casos expresamente
exceptuados por la ley, como cuando se trata de derechos irrenunciables o asuntos de estado
civil. (Art. 1701 C. C.)
Si se trata de confesión sobre hechos no personales del confesante, también produce plena
prueba, de acuerdo al artículo 399 inciso segundo del Código, el que llenó un vacío del artículo
1713, que no contempla esa posibilidad de que la confesión verse sobre hechos no personales
del confesante.
Importancia de la distinción.
Revocabilidad de la confesión
Por excepción, aun tratándose de hechos personales, se recibe prueba en contrario. Se trata de
la revocabilidad de la confesión. En efecto, una vez prestada la confesión, ella es irrevocable, lo
que significa que no se admite prueba alguna contra los hechos personales claramente
confesados por el litigante en el juicio, como se dijo.
Ahora bien, no obstante dicha regla general, puede admitirse prueba en contrario e incluso
abrirse un término especial de prueba, en la medida que el tribunal lo estime necesario y ha
expirado el término probatorio de la causa, cuando el confesante alega para revocar su
confesión que ha padecido de error de hecho y ofrezca justificar esa circunstancia.
En este caso, primero se reciben las pruebas encaminadas a establecer la efectividad que la
confesión se prestó por error de hecho, y una vez establecida la efectividad de ello, se pueden
rendir las pruebas contrarias a lo confesado.
La misma norma se aplica a la confesión relativa a hechos no personales, sin perjuicio que esa
confesión puede desvirtuarse con otras pruebas sin alegar error de hecho.
Por regla general, la confesión no puede fraccionarse en perjuicio del confesante, por lo que, la
parte contraria debe aceptar este medio de prueba tanto en lo que la favorece como en lo que
la perjudica. Esta, es la característica de la indivisibilidad de la confesión a que se refiere el
artículo 401.
La confesión pura y simple: por su naturaleza es indivisible, ya que se trata de un solo hecho.
A esta confesión se refieren las excepciones del artículo 401, según el cual puede dividirse la
confesión.
En efecto, cuando la confesión compleja comprende dos hechos totalmente desligados entre sí
(confesión compleja de primera clase), esos hechos se dividen por sí solos, pues se trata de dos
confesiones prestadas en el mismo acto.
Por ejemplo, se confiesa deber $100.000 y el día de su recepción no se celebró otro contrato.
Aquí, se está confesando un hecho y, además, se está negando un hecho diferente.
Por ejemplo, Juan confiesa que recibió de José la suma de $100.000, pero, agrega que pagó esa
cantidad y nada adeuda. En este caso, José puede probar que no ha existido ese pago y la
confesión se dividirá en su beneficio, es decir, se tendrá por cierto que Juan recibió el dinero y
que no lo pagó, lo que aprovechará a José.
El artículo 401 del Código dispone: "En general el mérito de la confesión no puede dividirse en
perjuicio del confesante.
1°. Siempre que comprenda hechos diversos enteramente desligados entre sí; y
2°. Cuando, comprendiendo varios hechos ligados entre sí o que se modifiquen los unos a los
otros, el contendor justifique con algún medio legal de prueba la falsedad de las circunstancias
que, según el confesante, modifican o alteran el hecho confesado".
Es aquel medio probatorio que consiste en el examen que realiza el tribunal por sí mismo de
hechos o circunstancias materiales controvertidas en el proceso para adquirir la convicción
acerca de su verdad.
De oficio: el tribunal debe disponer la práctica de esta diligencia de oficio en todos aquellos
casos en que la ley expresamente lo ordena. Ejemplo, denuncia de obra ruinosa. También el
tribunal debe disponerlo, en aquellos casos en que lo estime necesario para un mejor
esclarecimiento de los hechos.
Valor probatorio
Prueba pericial
Es el medio de prueba que consiste en oír el dictamen de personas que tienen conocimientos
especiales en determinadas materias y que dicen relación con el asunto controvertido que se
litiga. El Código trata de este medio de prueba en los artículos 409 a 425.
Clasificación
Peritaje Obligatorio.
Se oirá informe de peritos en todos aquellos casos en que la ley así lo disponga, ya sea
que se valga de estas expresiones o de otras que indiquen la necesidad de consultar
opiniones periciales. (Art. 409)
Cuando la ley ordene que se resuelva un asunto en juicio práctico o previo informe de
peritos. (Art. 410)
Peritaje Facultativo.
Oportunidad
El reconocimiento de peritos puede decretarse, de oficio, en cualquier estado del juicio. Las
partes solo podrán solicitarlo dentro del término probatorio.
1. Una vez que se ha accedido a la práctica del peritaje, se cita a las partes a una audiencia,
fijando el día y hora de ella, la que se realiza con solo la parte que asista. La resolución se
notifica por cédula. Si alguna de las partes apela, el recurso se lleva adelante solo después que
se haya efectuado la designación.
2. La audiencia tiene por objeto que las partes se pongan de acuerdo en los siguientes puntos:
Designar al o a los peritos que deben nombrarse y determinar el número de peritos que
deban nombrarse.
La calidad, aptitudes y títulos que deban tener.
El punto o puntos materia del informe estará a ello.
3. Si las partes no se ponen de acuerdo sobre la designación de las personas de los peritos el
nombramiento lo hace el tribunal, el que no puede nombrar a ninguna de las dos primeras
personas que hayan sido propuestas por cada parte. Se presume que no están de acuerdo las
partes cuando no concurran todas a la audiencia a la cual fueron citadas. (Art. 415)
5. Las listas de peritos referidas precedentemente son propuestas cada 2 años por la Corte de
Apelaciones respectiva, previa determinación del número de peritos que en su concepto deban
figurar en cada especialidad.
En el mes de octubre del final del bienio correspondiente, se elevan estas nóminas a la Corte
Suprema, la cual forma las definitivas, pudiendo suprimir o agregar nombres sin expresar
causa.
Para formar las listas, cada Corte de Apelaciones convoca a concurso público, al que pueden
postular quienes posean y acrediten conocimientos especiales de alguna ciencia, arte o
especialidad, para lo cual tendrán especialmente en cuenta la vinculación de los candidatos con
la docencia y la investigación universitarias. El procedimiento para los concursos, su publicidad
y la formación de las nóminas de peritos serán regulados mediante un Auto Acordado de la
Corte Suprema, que se publicará en el Diario Oficial.
6. Posteriormente, el perito debe ser notificado de su designación y aceptar el cargo y jurar que
lo va desempeñar fielmente.
De esta declaración, que habrá de hacerse por escrito dentro de los tres días siguientes a la
notificación, presencialmente o por vía remota mediante videoconferencia ante un ministro de
fe del tribunal, se dejará testimonio en los autos a través del sistema de tramitación electrónica
del Poder Judicial. (Art. 417 CPC)
Valor probatorio
El juez aprecia la fuerza probatoria del dictamen de peritos de acuerdo a las reglas de la sana
crítica, esto es, conforme a las normas de la lógica y de las máximas de experiencia. (Art. 425)
Debe recordarse, asimismo, que cuando no resulta acuerdo entre el nuevo perito designado
con los anteriores, el tribunal aprecia libremente la opinión de cada uno de ellos tomando en
cuenta para este fin los demás elementos del juicio. (Art. 422)
Presunciones
Son las consecuencias jurídicas que la ley o el tribunal infiere de ciertos antecedentes o de
hechos conocidos para llegar a establecer un hecho desconocido y controvertido en el proceso.
Clasificación de presunciones
Atendiendo a quien las establece las presunciones pueden ser presunciones legales y
presunciones judiciales.
a) Presunciones Legales: son aquellas en las cuales la ley partiendo de un hecho conocido
deduce un hecho desconocido que pasa a ser el hecho presumido.
b) Presunciones Judiciales: son aquellos hechos desconocidos que el juez deduce de ciertos
antecedentes que constan en el proceso y que constituyen bases o indicios.
Presunciones legales.
a) Presunciones de Derecho son aquellas en las que la ley, partiendo de un hecho conocido,
deduce otro hecho desconocido no admitiendo prueba en contrario. En estas presunciones, es
preciso rendir prueba para establecer la base o premisa, y acreditado ello, se da por establecido
el hecho que la ley deduce de dicha premisa.
Presunciones judiciales.
La ley confunde el término "indicio" con la voz "presunción". Los indicios son ciertos
antecedentes o circunstancias conocidas o probadas y que por sí solos no permiten establecer
el hecho controvertido, sino que, requieren que el juez, a través de un razonamiento lógico,
deduzca de ellos la forma como ocurrió un hecho, es decir, presuma lo que ocurrió.
Los indicios o bases de presunciones judiciales emanan de otras pruebas rendidas en la causa
que no dan una convicción del hecho en forma inmediata, sino que, para ello es necesario que
el juez realice un proceso o razonamiento lógico.
Las bases o indicios las deduce el juez de cualquier otro medio de prueba producido en el
proceso, pero, hay casos en que la ley establece esas bases o indicios, como por ejemplo,
tratándose de un testigo de oídas o la confesión extrajudicial.
Valor probatorio
El artículo 426 dispone que las presunciones como medios probatorios, se rigen por las
disposiciones del artículo 1712 del Código Civil. Como la ley confunde los indicios con las
presunciones, el artículo 1712 del Código Civil exige que las presunciones sean graves, precisas
y concordantes, en circunstancias que debió haber señalado que los indicios o bases eran los
que debían reunir tales características para que de ellos pudiera derivarse una presunción
judicial.
Que los indicios sean graves implica que debe ser ostensible de tal forma que el hecho
presumido sea la consecuencia lógica del indicio. Que sean precisos, significa que los indicios
no deben ser vagos o difusos o susceptibles de llevar a conclusiones diferentes. Concordantes,
quiere decir que los indicios que llevan al establecimiento de una presunción judicial no deben
ser contradictorios entre sí. A estos requisitos cabría agregar el de ser múltiples, pues la ley al
señalar las otras exigencias habla en plural.
Sin perjuicio de lo señalado, el Código de Procedimiento Civil, en el inciso 2° del artículo 426
introdujo una innovación al Código Civil ya que dispone: "Una sola presunción puede constituir
plena prueba cuando, a juicio del tribunal, tenga caracteres de gravedad y precisión suficientes
para formar su convencimiento".
Ahora bien, como en un proceso pueden rendirse numerosas pruebas, si todas tienen el mismo
valor probatorio para un hecho controvertido, no existirán problemas.
La situación se complica cuando dos o más medios de prueba, que tienen el mismo valor
probatorio, son contradictorios entre sí. Por ejemplo, con la confesión se acredita que se debe
una suma de dinero, pero se presentó un instrumento público que dice que esa cantidad se
pagó. Para solucionar este problema, el Código establece la apreciación comparativa de los
medios de prueba que, en definitiva, resuelve como actúa el juez en presencia de pruebas
contradictorias. (Art. 428)
Si la ley contempla alguna disposición legal especial que solucione el conflicto, dando
preferencia a alguna prueba sobre las otras, el juez debe estarse a ello. Por ejemplo, si
se contradice la prueba testimonial con la prueba confesional sobre hechos personales,
el juez debe preferir a ésta última, pues en contra de la confesión no se admite prueba
alguna. (Art. 402)
Entre dos o más pruebas contradictorias y no existiendo ley que resuelva el conflicto,
los tribunales deben preferir la que crean más conforme con la verdad. En este caso, el
juez tiene la facultad de determinar la prueba que prefiere, pero en su sentencia, debe
señalar las razones por las cuales considera que las pruebas que está prefiriendo las
estima más conforme a la verdad. Ello sucederá, por ejemplo, cuando el juez de
encuentra frente a dos instrumentos públicos contradictorios.
Por último, y aun cuando el Código no lo señala expresamente, resulta obvio que el juez
también debe considerar la existencia de alguna presunción de derecho pues, si ésta
existe, no puede aceptar prueba en contrario.
Los trámites posteriores a la etapa probatorio del juicio ordinario son: observaciones a la
prueba, citación para oír sentencia y medidas para mejor resolver.
Observaciones a la prueba
Vencido el término de prueba, cualquiera que él sea, y dentro de los 10 días siguientes, las
partes pueden hacer por escrito las observaciones que el examen de la prueba les sugiera. (Art.
430) Este plazo tiene importancia pues durante él puede agregarse al proceso la prueba
rendida fuera del territorio jurisdiccional del tribunal y pueden rendirse las pruebas confesional,
pericial y la inspección personal si ellas han sido solicitadas antes del vencimiento del término
probatorio. Las pruebas instrumental y testimonial, en cambio, no pueden rendirse en esta
etapa por prohibición de los artículos 340 y 348 del Código.
En primer término, debe destacarse que el Código dispone que no es motivo para suspender el
curso del juicio ni es obstáculo para la dictación del fallo el hecho de no haberse devuelto la
prueba rendida fuera del tribunal, o el de no haberse practicado alguna otra diligencia de
prueba pendiente, a menos que el tribunal, por resolución fundada, la estime estrictamente
necesaria para la acertada resolución de la causa, en cuyo caso, la reiterará como medida para
mejor resolver y se estará a lo establecido en el artículo 159, que establece las medidas para
mejor resolver.
Por otra parte, si dicha prueba se recibe por el tribunal una vez dictada la sentencia, ella se
agregará al expediente para que sea considerada en segunda instancia, si hubiere lugar a ésta.
(Art. 431)
Precisadas estas circunstancias, el Código dispone que, vencido el plazo para efectuar
observaciones a la prueba, se hayan o no presentado escritos y existan o no diligencias
pendientes, el tribunal citará para oír sentencia.
En contra de esta resolución solo puede interponerse recurso de reposición, el que debe
fundarse en error de hecho y deducirse dentro de tercero día. A su vez, la resolución que
resuelva la reposición es inapelable. (Art. 432)
2°. Si el demandado no contradice en materia substancial y pertinente los hechos sobre que
versa el juicio;
3°. Si las partes piden que se falle el pleito sin más trámite; y
4°. Vencido el plazo para efectuar observaciones a la prueba. (Art. 432 inciso primero); y
Resulta, entonces, que el artículo 432 dispone que la resolución que cita a las partes para oír
sentencia, únicamente, es susceptible del recurso de reposición fundado en un error de hecho;
y, por otra parte, que el artículo 326 dispone que la resolución en que explícita o implícitamente
niega el trámite de la recepción de la causa a prueba, es apelable.
De este modo, si el tribunal resuelve citar a las partes para oír sentencia, implicará que no
recibirá la causa a prueba y, en consecuencia, se podrá apelar de su decisión. En este caso, no
se estará apelando de la resolución que cita para oír sentencia, pues ella es inapelable, sino
que, se apelará en cuanto el tribunal al decidirlo de ese modo, explícitamente está negando la
recepción de la causa a prueba.
En primer lugar, una vez que se ha notificado por el estado diario la resolución que cita a las
partes para oír sentencia, el proceso queda en estado de fallo y el juez debe dictar sentencia
definitiva dentro del término de 60 días. (Art. 162 inciso tercero); y
Citadas las partes para oír sentencia, no se admitirán escritos ni pruebas de ningún género.
(Art. 433)
Excepciones. El mismo artículo 433 señala algunas excepciones al hecho de que citadas las
partes para oír sentencia no se admiten escritos ni pruebas de ningún género y que, por ende,
son actuaciones que se van a poder realizar.
La citación para oír sentencia constituye un trámite esencial del proceso, de acuerdo al N° 7 del
artículo 795 del Código, y, por ende, su omisión faculta para interponer el recurso de casación
en la forma por la causal del N° 9 del artículo 768, esto es, haberse faltado a un trámite
declarado esencial por la ley.
Son actos de instrucción realizados por iniciativa del órgano jurisdiccional para que éste pueda
formar su propia convicción sobre el material del proceso.
Oportunidad para decretar las medidas. Los tribunales, solo dentro del plazo para dictar
sentencia, pueden dictar, de oficio, medidas para mejor resolver. Las que se dicten fuera de
este plazo se tendrán por no decretadas. (Art. 159) Cabe señalar que si el plazo para dictar
sentencia se encuentra vencido y el juez no las ha dictado, no puede decretar alguna de las
medidas, y si lo hace, ellas se tendrán por no decretadas.
Clases de Medidas Para Mejor Resolver. Sin perjuicio de lo establecido en el inciso primero
del artículo 431 los Tribunales pueden dictar alguna o algunas de las medidas que se indicarán.
El inciso primero del artículo 431 preceptúa que no es motivo para suspender el curso del juicio
ni será obstáculo para la dictación del fallo el hecho de no haberse devuelto la prueba rendida
fuera del tribunal, o el de no haberse practicado alguna otra diligencia de prueba pendiente, a
menos que el tribunal, por resolución fundada, la estime estrictamente necesaria para la
acertada resolución de la causa, en cuyo caso, la reiterará como medida para mejor resolver y
se estará a lo establecido en el artículo 159.
Los tres primeros requisitos integran la parte expositiva; los requisitos de los N°s. 4 y 5 forman
la parte considerativa; y el N° 6, la parte resolutiva. Por último, cabe señalar que si a la
sentencia definitiva le faltan algunos de estos requisitos especiales, ella es susceptible del
recurso de casación en la forma, con arreglo al artículo 768 del Código de Procedimiento Civil,
norma que contempla, como 5a causal de procedencia de este recurso: "En haber sido
pronunciada con omisión de malquiera de los requisitos enumerados en el artículo 170."
Es posible que el juicio termine en primera instancia sin necesidad que el juez emita un
pronunciamiento sobre el asunto controvertido lo que puede deberse a actitudes positivas o
negativas de las partes y que son las siguientes: desistimiento de la demanda; abandono del
procedimiento; la celebración de un contrato de transacción; la celebración de un contrato de
compromiso; la conciliación; y el avenimiento.