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Juicio Ordinario

El Libro II del Código de Procedimiento Civil está dedicado al Juicio


Ordinario y comprende los artículos 253 al 433.

Juicio Ordinario
El juicio ordinario aparece ordenado en el Libro II del Código de
Procedimiento Civil y comprende los artículos 253 al 433. Se trata de un
procedimiento declarativo, pues a través de él se persigue la declaración de
un derecho; es un procedimiento común, porque se aplica "siempre que la
kley no señale un procedimiento especial para un determinado asunto";
asimismo, es un procedimiento de carácter supletorio, pues no sólo se
aplica a los asuntos que carezcan de un procedimiento especial, sino que,
también se aplica a un procedimiento cualquiera que no reglamente
específicamente una materia.

Tabla de Contenido

Concepto de juicio ordinario

El juicio ordinario es un procedimiento judicial de carácter declarativo,


común y supletorio; cuyo objeto es la resolución de un litigio de naturaleza
civil; que se aplica cuando la cuantía del asunto discutido excede de 500
unidades tributarias mensuales, siempre que no tengan una
reglamentación especial dada por la ley, o en aquellos asuntos litigiosos
que el legislador considera de cuantía indeterminada.

Actuaciones del juicio ordinario


En el juicio ordinario pueden apreciarse las siguientes actuaciones:

Un período de discusión que comprende la demanda, la contestación de la


demanda, la réplica y la dúplica, luego de las cuales figura el trámite de la
conciliación;
Un período de prueba que se inicia con la dictación de la resolución que
recibe la causa a prueba la que, una vez notificada legalmente, da inicio al
término probatorio. Vencido el término probatorio de que se trate,
encontramos el trámite de las observaciones a la prueba, y
Finalmente, se encuentra el período de sentencia, que se inicia con la
resolución del juez por la cual cita a las partes para oír sentencia y concluye
con la dictación de la respectiva sentencia.

Forma de iniciar el juicio ordinario


El artículo 253 del Código dispone que todo juicio ordinario comienza por
demanda del actor, "sin perjuicio de lo dispuesto en el Título IV de este
Libro". El Título IV al que hace referencia el artículo 253, se refiere a las
Medidas Prejudiciales, de lo que se deduce que antes de la demanda con la
que comienza el juicio, puede haber existido una medida prejudicial.
Las medidas prejudiciales consisten en ciertas diligencias o actuaciones
judiciales que pueden practicarse antes de la iniciación del juicio, con el fin
de prepararlo o para asegurar que el actor no quede frustrado en sus
derechos.

Demanda
La demanda es el medio legal que tiene el demandante para deducir una
acción, siendo ésta la forma de hacer valer el derecho que se reclama. Es "el
acto procesal por el cual el actor ejercita una acción solicitando del tribunal la
protección, declaración o constitución de una situación jurídica."

Importancia de la demanda
La demanda es la base del juicio y, en gran parte, depende del planteamiento
que el actor formule en ella para determinar si tendrá éxito o fracaso en el
litigio;
En la demanda se concretan las pretensiones del actor y se limitan los
poderes del juez a su respecto, ya que la sentencia debe limitarse al mérito
del proceso; y
En base a la demanda y su contestación será la prueba que debe rendirse en
el juicio. El juez, en su oportunidad, examina personalmente éstos escritos.

Requisitos de la demanda
La demanda debe contener los requisitos comunes a todo escrito y, además,
requisitos especiales.
Requisitos comunes a todo escrito.
Debe encabezarse con la suma; (Art. 30)
Debe cumplir con las obligaciones de ser patrocinada por abogado habilitado
y contener el poder, es decir, el mandato judicial conferido a alguna de las
personas que la ley señala; y
Debe presentarse por vía electrónica conforme se dispone en los artículos 5°
y 6°, respectivamente, de la Ley General sobre Tramitación Electrónica de los
Procedimientos Judiciales.
Requisitos especiales de la demanda.

Los requisitos especiales se encuentran señalados en el artículo 254 del


Código, y son:

La designación del tribunal ante quien se entabla. Se cumple determinando el


grado o jerarquía del tribunal y presupone que el tribunal es competente.
Así, si la demanda se presenta ante un juez de letras, se indica S. J. L. Civil o
Arbitro, etc.
El nombre, domicilio y profesión u oficio del demandante y de las personas
que lo representen, y la naturaleza de la representación: si el demandante
actúa representado, se deben señalar los mismos datos respecto de él como,
asimismo, la naturaleza de la representación, como por ejemplo, si es legal o
judicial.
El nombre, domicilio y profesión u oficio del demandado. Este requisito,
junto con el anterior, tiene por objeto individualizar a las partes litigantes
porque las sentencias tienen un efecto relativo, es decir, afectan a las partes
y no a terceros. Además, a través de ellos se sabe a quien deben notificarse
las resoluciones que se dictan en el juicio. En cuanto a la obligación de
señalar domicilio, a que se alude en esos requisitos, es el domicilio civil del
artículo 61 del Código Civil.
La exposición clara de los hechos y fundamentos de derecho en que se
apoya. Este requisito permite precisar los motivos del juicio y la demanda es
inepta si no consigna la causa de pedir y la cosa pedida, pues estos dos
aspectos son la única forma de caracterizar la acción y definir concretamente
el derecho invocado; y
La enunciación precisa y clara, consignada en la conclusión de las peticiones
que se sometan al fallo del tribunal. Corresponde a la parte petitoria de la
demanda.

Omisión de los requisitos de la demanda


Si se omiten estos requisitos el legislador contempla las siguientes
situaciones:

Si se omiten los requisitos de los números 1°, 2° y 3°, el juez puede, de oficio,
no dar curso a la demanda. (Art. 256)
El demandado puede oponer la excepción dilatoria de ineptitud del libelo del
N° 4 del artículo 303 en relación con el numeral respectivo del artículo 254.
Si no se designa domicilio en la forma que ordena el artículo 49, las
resoluciones que deben notificarse por cédula, conforme al artículo 48, se
notificarán por el estado diario.
La notificación por estado diario es aquella que se practica mediante la
inclusión, con las formalidades legales, en un estado que se forma en cada
juzgado, diariamente, del número de resoluciones que se dictan en el
proceso dicho día. Luego de la entrada en vigencia de la Ley sobre
tramitación electrónica de los procedimientos judiciales, dicho estado se
forma electrónicamente y está disponible diariamente en la página web del
Poder Judicial.
Documentos que se acompañan a la demanda
Junto con la demanda deben acompañarse algunos documentos y, otros,
pueden acompañarse.
Documentos que deben acompañarse a la demanda. Son aquellos que se
llaman documentos habilitantes, pues la ley dispone que el que comparezca
en juicio a nombre de otro, en desempeño de un mandato o en ejercicio de
un cargo que requiera especial nombramiento, deberá exhibir el título que
acredite su representación. Por lo tanto, necesariamente, deben
acompañarse tales documentos a la demanda so pena que el demandado
quede facultado para reclamar por medio de una excepción dilatoria la falta
de personería o representación. (Art. 6°)
Documentos que pueden acompañarse a la demanda. Se trata de los
documentos fundantes de la demanda y pueden acompañarse con ella o en
cualquier estado del juicio, como lo dispone el artículo 348 del Código, hasta
el vencimiento del término probatorio en primera instancia y hasta la vista de
la causa en segunda instancia.
Resolución que recae en la demanda
La demanda se presenta ante el tribunal que sea competente para conocer
del asunto y si cumple con los requisitos señalados, la resolución que recae
en ella es "traslado". El traslado es el acto por el cual se pone en
conocimiento de una de las partes la petición formulada por la contraria para
que, a su vez, efectúe sus alegaciones. En el caso de la demanda, para hacer
saber al demandado las pretensiones del demandante. Por otra parte, la
resolución del tribunal proveyendo la demanda, además, provee el o los
otrosíes de la misma. El otrosí, es una petición accesoria que se contiene en
el escrito y sobre la cual el tribunal también debe emitir resolución. En este
punto, la demanda y la resolución que recae en ella son los actos jurídicos
procesales que dan inicio a la carpeta electrónica, por ende, el sistema
informativo del Poder Judicial asigna de forma automática un número de rol
a la causa.

Forma de notificación de la demanda


La demanda se notifica al demandante por el estado diario y al demandado
se le notifica personalmente, si es la primera notificación, o en alguna de las
otras formas de notificación establecidas por el legislador procesal.

Situaciones que se pueden producir una vez presentada la demanda


Que la demanda no se haya notificado al demandado: en este caso, el actor
puede retirarla sin trámite alguno y se tiene por no presentada. (Art. 148)
Que la demanda se haya notificado al demandado: el demandante puede
desistirse de la misma en cualquier estado del juicio. (Art. 148)
Que la demanda se haya notificado al demandado y antes de que éste
conteste: el demandante pude hacer en ella las ampliaciones o
rectificaciones que estime convenientes, las que se consideran como una
demanda nueva para los efectos de su notificación y solo desde la fecha en
que esa diligencia se practique corre el término para contestar la primitiva
demanda.
El artículo 261 del Código de Procedimiento Civil señala: "Notificada la
demanda a cualquiera de los demandados y antes de la contestación, podrá
el demandante hacer en ella las ampliaciones o rectificaciones que estime
convenientes Estas modificaciones se considerarán como una demanda
nueva para los efectos de su notificación, y solo desde la fecha en que esta
diligencia se practique correrá el término para contestar la primitiva
demanda."

Efectos de la demanda
Una vez que la demanda se ha entablado genera algunos efectos:

Queda abierta la instancia y el juez está obligado a conocer las peticiones que
formula el actor y a tramitar la causa;
Por su interposición, se entiende que al actor manifiesta su intención de
prorrogar tácitamente la competencia, en el evento que él haya presentado
la demanda ante un tribunal relativamente incompetente; y
En algunos casos, se entiende que el derecho que se reclama en ella existe
desde la presentación de la demanda y no desde su notificación.
La prórroga de competencia es el acto por el cual las partes, expresa o
tácitamente, convienen en someter el conocimiento de un negocio a un
tribunal relativamente incompetente.

El emplazamiento
El emplazamiento es el llamamiento que se efectúa a una persona con el fin
de que comparezca en juicio a defenderse o a hacer uso de sus derechos. El
emplazamiento no es lo mismo que la citación, la que consiste en el acto por
el cual se dispone la comparecencia de una persona ante el juez en un
momento determinado con el fin de practicar o presenciar una diligencia. Así,
una parte puede ser citada para que confiese a petición de la contraria; se
cita a los testigos para que declaren ante el tribunal, etc.

Elementos del emplazamiento


El emplazamiento consta de dos elementos fundamentales:

La notificación practicada en forma legal al demandado de la demanda y de la


resolución recaída en ella, y
El transcurso del plazo que la ley concede al demandado para que concurra a
defenderse.
Efectos del emplazamiento
Desde que se notifica la demanda en forma legal al demandado y la
resolución que ha recaído en ella, se produce la relación procesal de las
partes entre sí y con el tribunal.

Además, se producen otros efectos:

Crea la carga para el demandado de comparecer ante el juez y de tomar


intervención en el juicio promovido. Es una carga, y no una obligación,
porque la ley no contempla ninguna sanción ni medio para hacer efectivo el
llamamiento a defenderse, sino que, el juicio se seguirá en rebeldía del
demandado el cual puede comparecer después respetando lo obrado.
El demandante no puede proceder al simple retiro de la demanda, sino que,
solamente puede desistirse de ella.
El juicio queda radicado ante el tribunal en que se presentó la demanda y,
por ende, no puede el demandante iniciar un nuevo juicio en que ejercite la
misma acción ante otro tribunal diferente y en contra el mismo demandado.
Los efectos de la sentencia que se dicta en el juicio se retrotraen a la época
de la notificación de la demanda, es decir, los derechos que se declaren en
ese fallo se reputan que existen desde que la demanda fue notificada
legalmente al demandado.
Plazo del emplazamiento
Este plazo que la ley le asigna al demandado para comparecer a defenderse
no tiene el carácter de uniforme, sino que, varía dependiendo del lugar en
que funcione el tribunal que conoce de la causa y el lugar en que ha sido
notificado el demandado.

Si el demandado es notificado en la comuna donde funciona el tribunal. El


plazo para contestar la demanda es de 15 días hábiles. (Art. 258) Cabe
destacar que cuando la ley en alguna norma utiliza la expresión "término de
emplazamiento", sin más agregado, se entiende que se refiere a este
término.
Si el demandado es notificado en el mismo territorio jurisdiccional pero fuera
de los límites de la comuna que sirve se asiento al tribunal. El plazo es de 18
días hábiles, pues el plazo de 15 días se aumenta en 3 días más. (Art. 258)
Si el demandado es notificado en otro territorio jurisdiccional o fuera del
territorio de la República. El plazo para contestar la demanda es de 18 días
hábiles más el aumento que corresponda al lugar en que el demandado fue
notificado. (Art. 259) Este aumento es determinado en conformidad a una
tabla que cada 5 años forma la Corte Suprema con tal objeto, tomando en
consideración las distancias y las facilidades o dificultades que existan para
las comunicaciones. Esta tabla se forma en el mes de noviembre del año que
preceda al del vencimiento de los 5 años indicados, para que se ponga en
vigor en toda la República desde el 1 de marzo siguiente; se publica en el
"Diario Oficial", y se fija a lo menos, dos meses antes de su vigencia, en el
portal de internet del Poder Judicial y en los oficios de todos los secretarios
de Cortes y Juzgados de Letras.
Si existe pluralidad de demandantes. En los casos en que proceda la
pluralidad de demandantes, de acuerdo al artículo 18, el plazo para contestar
la demanda, determinado en la forma señalada, se aumenta en 1 día por
cada tres demandantes sobre diez que existan en el proceso, no pudiendo
exceder de 30 días. (Art. 260 inciso segundo)
Si existe pluralidad de demandados. Sea que obren separada o
conjuntamente, el término para contestar la demanda corre para todos a la
vez y se contará hasta que expire el último término parcial que corresponda a
los notificados. (Art. 260 inciso primero) En este caso, el término de
emplazamiento participa de los caracteres de los plazos individuales en
cuanto a su inicio, porque se cuenta para cada uno de los notificados desde la
respectiva notificación; pero en cuanto a su terminación se prolonga hasta la
expiración del último término parcial, lo que es propio de los términos
comunes.
El emplazamiento se regula en los artículos 258 a 261 del Código de
Procedimiento Civil en relación con el juicio ordinario. Se trata de una
institución de índole procesal que consiste en la notificación que se le hace a
la parte para que dentro de un determinado plazo haga valer sus derechos en
juicio.
Actitudes del demandado luego de notificada la demanda
Oponer excepciones dilatorias;
Aceptar la demanda;
Permanecer inactivo en el proceso, es decir, no hacer nada;
Defenderse, o
Reconvenir.
Oponer excepciones dilatorias
Son aquellas que se refieren a la corrección del procedimiento sin afectar el
fondo de la acción deducida y mediante el ejercicio de ellas se difiere la
entrada al juicio para evitar vicios de procedimiento. Se encuentran
enumeradas en el artículo 303 el que contiene una enumeración que no es
taxativa, pues su N° 6 señala: "en general...".

Luego, el artículo 303 del Código de Procedimiento Civil dispone: "Solo son
admisibles como excepciones dilatorias:"

N° 1. La incompetencia del tribunal ante quien se haya presentado la


demanda.

Es una excepción dilatoria de efectos permanentes, porque si se acoge, el


tribunal no puede seguir conociendo del mismo asunto. La excepción
comprende la incompetencia absoluta como la relativa. La incompetencia
absoluta puede ser alegada en cualquier estado del juicio dado que ella es
irrenunciable por ser de orden público. La excepción de incompetencia
relativa debe alegarse dentro del término de emplazamiento y antes de
contestar la demanda so pena de prorrogar tácitamente la competencia.
N° 2. La falta de capacidad del demandante, o de personería o
representación legal del que comparece en su nombre.

Esta excepción es de efectos transitorios porque una vez saneados estos


vicios el juicio puede continuar ante el tribunal que entró a conocer de la
demanda que formuló el actor.

La excepción, comprende tres situaciones:

La falta de capacidad del demandante. Es decir, la aptitud legal para


comparecer en juicio por sí mismo.
La falta de personería de la persona que obra en nombre del actor. El artículo
6°, inciso primero del Código, dispone que "El que comparezca en juicio a
nombre de otro, en desempeño de un mandato o en ejercicio de un cargo
que requiera especial nombramiento, deberá exhibir el título que acredite su
representación".
La falta de representación legal.
N° 3. La litis pendencia.

Esta excepción es de efectos permanentes pues obsta a la continuación del


juicio y ella supone la existencia previa, ante otro tribunal o ante él mismo,
de un pleito pendiente y sin resolver entre las mismas partes y con el mismo
objeto del juicio. La excepción requiere de (a) Existencia de juicios
pendientes; (b) Existencia de identidad de personas; (c) Identidad de causa
de pedir; y (d) Identidad del objeto pedido. Acogida la excepción, se paraliza
el nuevo juicio hasta que se falle el primero y quede ejecutoriada la sentencia
que en él se dicte.
N° 4. La ineptitud del libelo por razón de falta de algún requisito legal en el
modo de proponer la demanda.

Esta excepción es de efectos transitorios pues subsanados los defectos de la


demanda el juicio puede continuar. La excepción se relaciona con los
requisitos de la demanda y la omisión de cualquiera de ellos autoriza al
demandado para oponer esta excepción, a menos que la omisión tenga
asignada una sanción especial, como por ejemplo, cuando el juez se
encuentra facultado para no dar curso a la demanda por faltarle a ella alguna
de las exigencias legales. (Art. 256)

N° 5. El beneficio de excusión.

El beneficio de excusión es el que concede la ley al fiador para pedir al


acreedor que se dirija primeramente contra el deudor principal. (Artículos
2355 y 2357 del Código Civil)

N° 6. En general las que se refieran a la corrección del procedimiento sin


afectar al fondo de la acción deducida.

Este numeral demuestra que el artículo 303 no es de carácter taxativo y que


cada vez que se pretenda corregir el procedimiento la excepción será
procedente. Por ejemplo, hacer uso del derecho señalado en el artículo 21
del Código, en orden a pedir que la demanda se ponga en conocimiento de
los que no han concurrido a entablarla, debe hacerse valer basándose en esta
excepción.

Oportunidad para interponer las excepciones dilatorias


Por regla general, las excepciones dilatorias deben oponerse todas en un
mismo escrito, dentro del término de emplazamiento y antes de contestar la
demanda. (Art. 305) Por excepción, las excepciones de incompetencia del
tribunal y de litis pendencia, pueden oponerse en segunda instancia y se
tramitan como incidentes.

Si las excepciones dilatorias no se hacen valer en la oportunidad señalada,


solo se podrán oponer en el transcurso del juicio por vía de alegación o
defensa, más no como dilatorias, aplicándose, al respecto, los artículos 85 y
86 relativos a la oportunidad de oponer los incidentes. Aun cuando la norma
no lo señala, resulta obvio que las excepciones dilatorias deben hacerse valer
antes de contestar la demanda, precisamente, porque tienen por objeto
corregir vicios del procedimiento.

Tramitación de las excepciones dilatorias


Las excepciones dilatorias se tramitan como incidentes. (Art. 307) El artículo
306 del Código dispone que todas las excepciones propuestas
conjuntamente, se fallarán a la vez, pero si entre ellas figura la de
incompetencia y el tribunal la acepta, debe abstenerse de pronunciarse sobre
las demás, lo cual se entiende sin perjuicio de las facultades otorgadas a las
Cortes de Apelaciones las que pueden fallar las cuestiones ventiladas en
primera instancia y sobre las cuales no se haya pronunciado la sentencia
apelada por ser incompatibles con lo resuelto en ella, sin que se requiera
nuevo pronunciamiento del tribunal inferior. (Art. 208)

La sentencia que se pronuncia sobre las excepciones dilatorias opuestas


puede ser de dos tipos:

1°. Que acoja las excepciones dilatorias.


En este caso, el actor debe corregir los defectos o vicios que sirvieron de
fundamento a la excepción siempre que ésta no sea de efectos permanentes.
Para efectuar tal corrección, el demandante no tiene plazo debiendo, eso sí,
no perder de vista la situación del abandono del procedimiento.
Posteriormente, es decir, efectuadas las correcciones por el demandante, el
demandado tiene el plazo de 10 días para contestar la demanda, cualquiera
que sea el lugar donde haya sido notificado. (Art. 308)

2°. Que rechace las excepciones dilatorias.

En este caso, el demandado tiene, también, el plazo de 10 días para


contestar la demanda cualquiera que sea el lugar donde ella se le notificó.
(Art. 308) La resolución que desecha las excepciones dilatorias es apelable en
el solo efecto devolutivo, según lo dispone el artículo 307 inciso segundo del
Código, y si se considera que la resolución que resuelve las excepciones
dilatorias tiene la naturaleza jurídica de una sentencia interlocutoria que
establece derechos permanentes en favor de las partes, la resolución que
acoge una excepción dilatoria también es apelable en el solo efecto
devolutivo, aplicando la regla general del artículo 194 N° 2.

Aceptar la demanda
El artículo 313 del Código preceptúa: “Si el demandado acepta llanamente las
peticiones del demandante, o si en sus escritos no contradice en materia
substancial y pertinente los liechos sobre que versa el juicio, el tribunal
mandará citar a las partes para oír sentencia definitiva, una vez evacuado el
traslado de la réplica. Igual citación se dispondrá cuando las partes pidan que
se falle el pleito sin más trámite". Cuando el demandado acepta llanamente
la demanda, se habla de "allanarse" a la misma y debe comprender tanto los
hechos como el derecho. El allanamiento es "el acto por el cual el
demandado admite, más que la exactitud de los hechos, la legitimidad de las
pretensiones del actor."
El artículo 313 asimila el allanamiento a la demanda a la situación en que el
demandado no contradice en materia substancial y pertinente los hechos
sobre que versa el juicio. La no contradicción en materia substancial y
pertinente solo alude a los hechos e importa una verdadera confesión del
demandado y produce los mismos efectos que el allanamiento.

El allanamiento puede ser expreso, cuando el demandado reconoce


categóricamente los hechos y el derecho de la demanda; o tácito, cuando se
da cumplimiento voluntariamente a lo pedido en la demanda. Los efectos
que produce el allanamiento a la demanda consisten en que el tribunal da
traslado de la réplica el demandante para la dúplica y, luego, el tribunal cita a
las partes para oír sentencia definitiva. Lo mismo sucede, cuando las partes
piden que se falle el pleito sin más trámite.

Es preciso destacar, desde luego, que la citación para oír sentencia se


produce en los siguientes casos:

Si el demandado acepta llanamente las peticiones del demandante;


Si el demandado no contradice en materia substancial y pertinente los
hechos sobre que versa el juicio;
Si las partes piden que se falle el pleito sin más trámite, y
Vencido el plazo para efectuar observaciones a la prueba. (Art. 432 inciso
primero)
Permanecer inactivo en el proceso: rebeldía
El hecho que el demandado, legalmente notificado, no conteste la demanda
o no haga gestión alguna en el pleito no significa que acepta las pretensiones
del actor, por lo que éste igualmente deberá probarlas.
La pasividad del demandado da lugar a la llamada rebeldía, que es el derecho
que la ley concede a una parte para pedir se dé curso progresivo a los autos
cuando un trámite, que debió ser cumplido por la contraria dentro de un
término legal, no ha sido cumplido. La rebeldía se refiere solamente al
trámite que el litigante no ha cumplido en el plazo judicial o legal que se le
concede, pero no tiene el carácter de general para todo el juicio.

El artículo 78 del Código del Procedimiento Civil dispone: "Vencido un plazo


judicial para la realización de un acto procesal sin que éste se haya practicado
por la parte respectiva, el tribunal, de oficio o a petición de parte, declarará
evacuado dicho trámite en su rebeldía y proveerá lo que convenga para la
prosecución del juicio, sin certificado previo del secretario".

Defenderse
Esta es la actitud del demandado por la que él se defiende de las peticiones
de la demanda. En doctrina, se distingue entre alegaciones y defensas y
excepciones. Las alegaciones o defensas desconocen la existencia del
derecho objeto de la acción deducida, niegan el derecho reclamado. Las
excepciones, por su parte, suponen que el derecho ha existido y solo tienden
a establecer que por un hecho independiente de la constitución y existencia
de él, éste ha caducado.

El Código no reconoce esta distinción, sino que para él, excepción o defensa
son términos sinónimos. Puede afirmarse que el concepto de defensa es más
amplio que el de excepción, en el entendido que toda excepción es una
defensa, y que entre ambas nociones existe una relación de género a
especie.

Clases de excepciones
Sin perjuicio de las excepciones dilatorias, existen también excepciones
perentorias y mixtas. De inmediato pasamos de revisar ambos mecanismos
de defensa judicial.

Las excepciones perentorias se disponen en los artículos 309 y 310 del Código
de Procedimiento Civil, a propósito de las reglas del procedimiento ordinario.
Se trata de una especie de defensa que tiene el demandado contra el actor
para oponerse a sus pretensiones jurídicas.
Excepciones perentorias
Las excepciones perentorias tienen por objeto enervar la acción deducida y
se dirigen al fondo del asunto debatido. Según la doctrina ellas son múltiples,
porque dependen de los derechos que se deduzcan, toda vez que por cada
acción, se contempla como regla general, una excepción y de ahí que se
estime que serían innumerables los medios que el demandado puede oponer
para obtener el rechazo de la demanda. Estas excepciones, normalmente,
están constituidas por los modos de extinguir las obligaciones.

Oportunidad en que pueden oponerse


La regla general es que las excepciones perentorias deben oponerse en el
escrito de contestación de la demanda, como lo indica el N° 3 del artículo
309. Por excepción, algunas excepciones perentorias pueden oponerse en
cualquier estado del juicio antes de la citación para oír sentencia, en primera
instancia, y de la vista de la causa, en segunda instancia. (Art. 310)

Estas excepciones perentorias, denominadas anómalas, son las siguientes:

Excepción de prescripción;
Excepción de cosa juzgada;
Excepción de transacción, y
Excepción de pago efectivo de la deuda cuando ésta se funde en un
antecedente escrito.
Tramitación de excepciones perentorias
Si estas excepciones se formulan en primera instancia, después de recibida la
causa a prueba, se tramitan como incidentes que puede recibirse a prueba, si
el tribunal lo estima necesario, y se reserva su resolución para la sentencia
definitiva.
Si se formulan antes de recibida la causa a prueba, también se tramitan
incidentalmente y la prueba que es menester recibir, se va a rendir junto con
la prueba del asunto principal, dejando su resolución para la sentencia
definitiva.
Si estas excepciones se hacen valer en segunda instancia, igual van a tener
tramitación incidental, pero el tribunal de alzada se pronuncia sobre ellas en
única instancia en su sentencia definitiva. (Art. 310)
El artículo 82 del Código de Procedimiento Civil dispone que los incidentes
procesales son toda cuestión accesoria de un juicio que requiera
pronunciamiento especial con audiencia de las partes.
Excepciones mixtas
Estas excepciones son aquellas que por su naturaleza son perentorias, pero
que la ley faculta al demandado para oponerlas como dilatorias. De allí que
este tipo de excepciones perentorias se denominan excepciones mixtas o
anómalas, porque teniendo el carácter de perentorias, se les puede hacer
valer como dilatorias. El artículo 304 así lo dispone y señala, al efecto, las
excepciones de cosa juzgada y de transacción.

Tramitación de excepciones mixtas


Estas excepciones perentorias se tramitan del mismo modo que las dilatorias,
es decir, se someten al procedimiento incidental; pero, si son de lato
conocimiento, es decir, si precisan de un examen más detenido de las
cuestiones de hecho en que ellas se fundan, se tramitan y, luego, su fallo se
reserva para la sentencia definitiva y se ordenará que, entre tanto, se
conteste la demanda.

La contestación de la demanda
Es el acto procesal que corresponde cumplir al demandado y que realiza,
expresa o tácitamente, para enfrentarse a la demanda deducida en su contra
por el actor. Con la contestación queda integrada la relación procesal y
quedan fijados los hechos sobre los cuales van a recaer la prueba y la
sentencia definitiva.

La contestación de la demanda puede ser expresa o tácita. Es expresa,


cuando el demandado realiza efectivamente el trámite presentando el
escrito respectivo. Por el contrario, es tácita, cuando la contestación se tiene
por evacuada en rebeldía del demandado al no contestarla dentro del
término legal.

Requisitos de la contestación de la demanda


La contestación de la demanda tiene los requisitos comunes a todo escrito y,
además, requisitos especiales.

Requisitos comunes a todo escrito.

Debe encabezarse con la suma; (Art. 30)


Debe cumplir con las obligaciones de ser patrocinada por abogado habilitado
y contener el poder, es decir, el mandato judicial conferido a alguna de las
personas que la ley señala; y
Debe presentarse por vía electrónica conforme se dispone en los artículos 5°
y 6°, respectivamente, de la Ley General sobre Tramitación Electrónica de los
Procedimientos Judiciales.
Requisitos especiales de la contestación de la demanda.

En conformidad al artículo 309 la contestación a la demanda debe contener:

La designación del tribunal ante quien se presente;


El nombre, domicilio y profesión u oficio del demandado;
Las excepciones que se oponen a la demanda y la exposición clara de los
hechos y fundamentos de derecho en que se apoyan, y
La enunciación precisa y clara, consignada en la conclusión, de las peticiones
que se sometan al fallo del tribunal.
Efectos de la contestación de la demanda
Al igual que la demanda, la contestación de ella produce efectos jurídicos,
tales son:

Queda integrada la relación procesal.


Queda delimitada la cuestión controvertida y esta cuestión controvertida
está constituida por las acciones hechas valer por el demandante en su
demanda y por las excepciones opuestas por el demandado en la
contestación de la demanda. El tribunal solo debe pronunciarse en su
sentencia definitiva respecto de las acciones y excepciones deducidas
oportunamente, sin poderla extender a otros puntos que los litigantes no
hayan sometido a su conocimiento.
Se produce la prórroga tácita de la competencia si el demandado no reclama
la incompetencia.
Contestada la demanda, el demandado no puede oponer excepciones
dilatorias salvo, que lo sean en el carácter de alegaciones o defensas en el
curso del juicio, y con la excepción que en segunda instancia es posible
interponer las excepciones dilatorias de incompetencia absoluta y de litis
pendencia, en la medida que no se hayan hecho valer en primera instancia.
(Art. 305)
Reconvención
Si bien para efectos de estudio hablamos de la quinta actitud que puede
tener el demandado luego de notificado de la demanda, debe tenerse
presente que la reconvención debe deducirse en el mismo escrito en que se
contesta la demanda. Así las cosas, esta actitud deberíamos denominarla
"defenderse y reconvenir", pero, como ya estudiamos la defensa, nos
dedicaremos a la reconvención.

La reconvención es la demanda que el demandado deduce contra el actor en


el escrito de contestación de la demanda ejercitando cualquier acción que
tenga en su contra. Es decir, es una contra demanda que el demandado
formula contra el actor en el escrito de contestación.

Cuando se formula la reconvención, en realidad se trata de acciones


diferentes, donde el sujeto pasivo de una se convierte en sujeto activo de la
otra. Ahora bien, para que el demandado pueda hacer uso de esta facultad
que le confiere el legislador, debe ajustarse a ciertos requisitos establecidos
por la ley.

Requisitos de la reconvención
a) Que el juez ante el cual se sigue el juicio sea competente para conocer de
la reconvención estimada como demanda o bien cuando sea admisible la
prórroga de competencia. (Art. 315)

Por ende, el demandado solo va a poder deducir reconvención:


Cuando el tribunal ante quien entabla la demanda tenga competencia para
conocer de la reconvención estimada como demanda;
Cuando sea admisible la prórroga de competencia, y
Cuando, aún por su cuantía, deba conocer de la reconvención un juez
inferior.
Para estimar la competencia, se considerará el monto de los valores
reclamados por vía de reconvención separadamente de los que son materia
de la demanda. (Art. 315 inciso segundo)

b) La reconvención debe formularse en el escrito de contestación de la


demanda, sujetándose a lo que disponen los artículos 254 y 261, es decir, a
los requisitos de las demandas y a la facultad del demandante para ampliar o
rectificar la demanda antes de su contestación.nSe considera, para este
efecto, como demandado, a la parte contra quien se dedujo la reconvención.
(Art. 314)

c) Debe estar sujeta al mismo procedimiento que la demanda, pues la


reconvención se tramita y falla conjuntamente con la demanda principal.

Tramitación de la demanda reconvencional


De acuerdo con el artículo 316, la reconvención se substancia y falla
conjuntamente con la demanda principal, pero, no hay término
extraordinario para rendir prueba fuera de la República, cuando no deba
concederse en la cuestión principal. Contra la reconvención, en conformidad
al artículo 317, hay lugar a oponer excepciones dilatorias las cuales deben
oponerse todas en un mismo escrito y dentro del término de 6 días.

Si se acoge una excepción dilatoria formulada en contra de la reconvención,


el actor reconvencional debe subsanar los defectos de que adolece su
demanda reconvencional dentro de los 10 días siguientes a la fecha de la
notificación de la resolución que acogió la excepción. Si no subsana los
defectos en ese plazo, se tiene por no presentada la demanda
reconvencional para todos los efectos legales por el solo ministerio de la ley.

Réplica y dúplica
El escrito de réplica es aquel que tiene por objeto ampliar, adicionar o
modificar las acciones que haya formulado el demandante en la demanda,
pero sin que pueda alterar las acciones que sean objeto principal del juicio.

El escrito de dúplica, a su turno, es aquel que tiene por objeto ampliar,


adicionar o modificar las excepciones que haya formulado el demandado en
la contestación de la demanda, pero sin que pueda alterar las excepciones
que sean objeto principal del juicio. (Art. 312)

El trámite de la réplica corresponde, entonces, al demandante y, para


evacuarlo, tiene el plazo de 6 días luego de la contestación de la demanda.
Posteriormente, el demandado tiene el mismo plazo, luego de la réplica, para
presentar su escrito de dúplica.

El artículo 312, señala como limitación de los escritos de réplica y dúplica, el


que en ellos no se puede alterar las acciones y excepciones, respectivamente,
que sean objeto principal del pleito. Puede sostenerse que se altera una
acción o una excepción, cuando se cambia una por otra, por lo que es
preciso, por ende, abandonar la primera por haberla sustituido por la nueva.

En cambio, no existe esa alteración cuando se mantienen ambas acciones o


excepciones, pero contemplándose la segunda como subsidiaria, y teniendo
una y otra el mismo objeto, por derivarse de actos o hechos iguales o
congruentes.
Con el escrito de dúplica queda terminado el período de discusión del juicio,
debiendo recordarse que si en el juicio ordinario se ha interpuesto
reconvención, de la réplica de ella, se debe conceder traslado por 6 días al
demandante principal y demandado reconvencional para la dúplica en la
reconvención. (Art. 316 inciso segundo)

La conciliación
El artículo 262 del Código dispone que, salvo las excepciones que indica, una
vez agotados los trámites de discusión y siempre que hayan hechos
substanciales, pertinentes y controvertidos, el juez llamará a las partes a
conciliación y les propondrá personalmente bases de arreglo.

Por regla general, la conciliación tiene lugar en todo juicio civil en que sea
admisible legalmente la transacción, con las siguientes excepciones:

Juicio ejecutivo de las obligaciones de dar;


Juicio ejecutivo de las obligaciones de hacer y no hacer;
En las gestiones relativas a la declaración del derecho legal de retención,
pues estas gestiones no importan un juicio;
En la citación de la evicción, pues no hay juicio; y
Juicios de hacienda, porque en ellos se encuentra comprometido el interés
fiscal y tienen una reglamentación propia.
En todo caso, éstas excepciones no son las únicas, pues existen otros juicios
en que el llamado a conciliación tampoco es admisible, como es el caso de los
juicios sobre estado civil de las personas y juicio de separación de bienes, los
que no solo interesan a las partes, sino que, está comprometido el interés de
la sociedad.
El juicio de hacienda es aquel procedimiento judicial en que tiene interés el
Fisco y cuyo conocimiento corresponde a los tribunales ordinarios de justicia.
Que tenga interés el Fisco, implica que él sea parte en el juicio.
Requisitos para llamar a conciliación
Los requisitos que la ley precisa para que el juez pueda llamar a conciliación
son:

1°. Existencia de un juicio civil;

2°. Que no se trate de procedimientos exceptuados por la ley;

3°. Que el juicio en el cual se llama a conciliación recaiga sobre derechos


susceptibles de transarse, que son aquellos en que las partes pueden
disponer libremente y cuya transacción no está prohibida por la ley; y

4°. Que no se trate de los casos mencionados en el artículo 313, esto es:

Cuando el demandado acepta llanamente las pretensiones del demandante;


Cuando el demandado no contradice en manera substancial y pertinente los
hechos sobre los cuales versa el juicio, es decir, cuando no hay hechos
sustanciales, pertinentes y controvertidos, y
Cuando las partes solicitan que se falle el pleito sin más trámite.
Oportunidad de la conciliación
La oportunidad establecida por el legislador para que el juez llame a
conciliación, es una vez agotados los trámites de discusión. Sin perjuicio de lo
anterior, el inciso final del articulo 262 preceptúa que: "El precedente
llamado a conciliación no obsta a que el juez pueda, en cualquier estado de la
causa, efectuar la misma convocatoria, una vez evacuado el trámite de
contestación de la demanda."

Tramitación de la conciliación
El juez debe llamar a conciliación a las partes una vez agotados los trámites
de discusión, pero bien puede hacerlo antes, desde que se evacúe el trámite
de contestación de la demanda. Para ese fin, debe citar a una audiencia a las
partes, no antes de 5 días ni más allá de 15 días, contados desde la fecha en
que se notifica tal resolución. En todo caso, si en el procedimiento
correspondiente se contempla mía audiencia para la contestación de la
demanda, se efectuará también en ella la diligencia de conciliación, una vez
evacuada la contestación.

Esta resolución se notifica por cédula porque ordena la comparecencia


personal de las partes al tribunal. Notificada a las partes, ellas deben
concurrir por sí o por apoderados a esta audiencia. Con todo el juez puede
exigir la comparecencia personal de las partes; sin perjuicio de que concurran
los respectivos abogados o los mandatarios. (Art. 264)

Si en el proceso hay pluralidad de partes se lleva a efecto la audiencia aunque


no concurran todas ellas. En este caso la conciliación solo produce efectos
respecto de las partes que concurrieron, continuando el juicio respecto de
aquellas que no hubieren concurrido o no hubieren aceptado la conciliación.
(Art.264)

Esta audiencia puede suspenderse por solicitud de las partes hasta por media
hora para deliberar. Incluso, si el tribunal lo estima necesario puede
postergar la audiencia hasta dentro de tercero día, a menos que las partes
acuerden un plazo mayor de lo cual se deja constancia y a ese comparendo
las partes concurren sin nueva citación. (Art. 265)
El juez de oficio ordena agregar aquellos antecedentes y medios probatorios
que estime pertinentes. (Art. 266) El artículo 263 señala que el juez obra
como amigable componedor y trata de obtener un avenimiento total o
parcial en el litigio y las opiniones que pueda emitir no lo inhabilitan para
seguir conociendo de la causa si la conciliación no prospera.

Si las partes en este comparendo rechazan la conciliación o no se realiza el


comparendo, el secretario del tribunal certificará el hecho de inmediato,
entregando los autos al juez para su examen a fin de determinar si existen
hechos substanciales, pertinentes y controvertidos para recibir la causa a
prueba. (Art. 268)

La conciliación a que pueden llegar las partes puede ser total o parcial, según
que ellas convengan arreglar la totalidad del litigio o solo una parte de él. De
esta conciliación se levanta acta, en la que se consignan, únicamente, las
especificaciones del arreglo y será firmada por el juez, las partes que lo
deseen y el secretario y se estima como sentencia ejecutoriada para todos los
efectos legales. (Art. 267)

Recepción de la causa a prueba


Si no se está en presencia de alguno de los casos del artículo 313 del Código o
cuando se trata de procesos en que están comprometidas normas de orden
público, concluidos los trámites que deben preceder a la prueba ya sea que
se proceda con la contestación expresa del demandado o en su rebeldía, el
tribunal debe examinar por sí mismo los autos y si estima que hay o puede
haber controversia sobre algún hecho sustancial y pertinente en el juicio,
recibirá la causa a prueba y en la misma resolución fija los hechos
substanciales y controvertidos sobre los cuales debe recaer la prueba.
Solo pueden fijarse como puntos de prueba los hechos substanciales
controvertidos en los escritos anteriores a la resolución que ordena recibirla.
(Art. 318) Esta resolución es conocida, comúnmente, como "autos para el
318", aludiendo al artículo en que se consigna la obligación del tribunal.

La recepción de la causa a prueba es un acto jurídico procesal complejo


emanado del tribunal competente, que determina la existencia de
controversia sobre algún hecho sustancial y pertinente en el juicio.
Requisitos
Para que sea procedente la recepción de la causa a prueba es preciso reunir
ciertos requisitos, estos son:

Que exista controversia;


Que esta controversia se refiera a los hechos en atención a que el derecho no
se prueba;
Que los hechos sobre los cuales recae la controversia deben ser
substanciales, esto es, deben tener una decidida importancia en la litis y
deben ser pertinentes, es decir, que tengan relación con la materia debatida.
La resolución que recibe la causa a prueba es una sentencia interlocutoria de
aquéllas que resuelven un trámite que va a servir de base para el
pronunciamiento de otra sentencia. Esta resolución, denominada "auto de
prueba", se notifica por cédula a todas las partes que figuran en el proceso.
(Art. 48)

La notificación por cédula es aquella que se efectúa entregando en el


domicilio del notificado, con las formalidades legales, una cédula que
contiene copia íntegra de la resolución y los datos necesarios para su
acertada inteligencia.
Contenido de la resolución "auto de prueba"
El mal llamado "auto de prueba" debe contener:

La orden de recibir la causa a prueba por el término legal; y


La fijación de los puntos de la prueba, es decir, los hechos substanciales,
pertinentes y controvertidos que deberán acreditarse.
Eventualmente, aun cuando es lo normal, la resolución puede contener la
fijación de las audiencias para que las partes rindan su prueba de testigos. Si
la resolución nada dice y se va a rendir esta prueba, se debe solicitar al
tribunal que determine esas audiencias.

Recursos en contra de la resolución


Recurso de reposición. Es un medio de impugnación de carácter ordinario en
cuya virtud se pide al tribunal que dictó un auto o un decreto que lo
modifique o lo deje sin efecto. Lo normal, es que este recurso puede
interponerse en cualquier tiempo, si se hacen valer nuevos antecedentes y,
sin ellos, puede intentarse dentro del término de 5 días desde la notificación
a la parte respectiva de la resolución que se impugna. (Art. 181)

Sin embargo, por excepción, tratándose de la resolución que recibe la causa a


prueba, que es una sentencia interlocutoria, las partes pueden pedir
reposición de ella dentro de tercero día. (Art. 319) El recurso, entonces, es
excepcional pues procede en contra de una sentencia interlocutoria y por
cuanto su plazo es de 3 días.

En virtud de la reposición, la parte que la interpone puede pedir:

Que se modifiquen los hechos controvertidos fijados por el tribunal;


Que se eliminen algunos de esos hechos, o
Que se agreguen otros hechos controvertidos.
El tribunal frente a este recuso se pronuncia de plano sobre él o bien se le da
la tramitación incidental. (Art. 326) La resolución que acoge la reposición es
apelable en el solo efecto devolutivo.

Recurso de apelación. Este recurso presenta la particularidad, en este caso,


en que solo puede interponerse en el carácter de subsidiario de la reposición
pedida, para el caso que ella no fuera acogida por el juez.

El plazo, como es obvio, es de 3 días, lo que hace excepción al plazo normal


para apelar de las sentencias interlocutorias que es de 5 días. Si se rechaza la
reposición y el tribunal concede esta apelación subsidiaria, lo hace en el solo
efecto devolutivo. (Art. 319) En este caso, la causa seguirá su tramitación y el
tribunal de alzada conocerá, en su oportunidad, del recurso de apelación.

Ahora bien, lo más frecuente es que cuando la Corte de Apelaciones conozca


del recurso de apelación subsidiario el término probatorio haya vencido y
podría ocurrir que el tribunal de alzada acoja el recurso.

En este caso, el inciso final del artículo 339 del Código proporciona la
solución: "Deberá concederse un término especial de prueba por el número
de días que fije prudencialmente el tribunal, y que no podrá exceder de ocho,
cuando tenga que rendirse nueva prueba, de acuerdo con la resolución que
dicte el tribunal de alzada, acogiendo la apelación subsidiaria a que se refiere
el artículo 319. Para hacer uso de este derecho no se necesita la reclamación
ordenada en el inciso anterior. La prueba ya producida y que no esté
afectada por la resolución del tribunal de alzada tendrá pleno valor."

Por otra parte, la resolución en que explícita o implícitamente se niegue el


trámite de recepción de la causa a prueba, salvo que las partes pidan que se
falle la causa sin más trámite, es apelable. (Art. 326) Esta situación ocurrirá,
en forma explícita, cuando el tribunal, luego de estudiar el proceso una vez
terminado el período de la discusión y sin que se haya producido conciliación,
cuando proceda, señale expresamente que no existen hechos substanciales,
pertinentes y controvertidos y, posteriormente, cita a las partes para oír
sentencia.

Así, luego del análisis que ordena el artículo 318, el tribunal dirá: "No
existiendo hechos substanciales, pertinentes o controvertidos, cítese a las
partes para oír sentencia." También podría decir: "No existiendo hechos
substanciales, pertinentes o controvertidos, no se recibe la causa a prueba.
Cítese a las partes para oír sentencia." O bien: "Tratándose la discusión sobre
un punto de derecho, no se recibe la causa a prueba, y cítese a las partes
para oír sentencia."

En forma implícita, sucede cuando el tribunal, en lugar de recibir la causa a


prueba, cita a las partes para oír sentencia, con lo cual está dando a entender
que no habrá lugar a la prueba. En este caso, luego del análisis del artículo
318, el tribunal dice: "Cítese a las partes para oír sentencia."

Ahora bien, la norma del artículo 326 a que se ha hecho referencia, se debe
relacionar con el artículo 432 del Código que preceptúa: "Vencido el plazo a
que se refiere el artículo 430 (observaciones a la prueba), se hayan o no
presentado escritos y existan o no diligencias pendientes, el tribunal citará
para oír sentencia. En contra de esta resolución solo podrá interponerse
recurso de reposición, el que deberá fundarse en error de hecho y deducirse
dentro de tercero día. La resolución que resuelva la reposición será
inapelable."

En efecto, tenemos, por un lado, que el artículo 432 dispone que la


resolución que cita a las partes para oír sentencia, únicamente, es susceptible
del recurso de reposición fundado en un error de hecho como sería, por
ejemplo, el que no hubiese transcurrido íntegramente el plazo de 10 días
para hacer observaciones a la prueba y, por ende, no procedía citar para oír
sentencia; y, por otra parte, que el artículo 326 dispone que la resolución en
que explícita o implícitamente niega el trámite de la recepción de la causa a
prueba, es apelable.

De este modo, si el tribunal resuelve citar a las partes para oír sentencia,
implicará que no recibirá la causa a prueba y, en consecuencia, se podrá
apelar de su decisión. En este caso, no se estará apelando de la resolución
que cita para oír sentencia, pues ella es inapelable, sino que, se apelará en
cuanto el tribunal al decidirlo de ese modo, explícitamente está negando la
recepción de la causa a prueba.

Por ejemplo, si el tribunal dice "cítese a las partes para oír sentencia", la
parte interesada puede apelar, pero no de esa resolución, sino que, por
cuanto al dictarla el tribunal está señalando, implícitamente, que no recibirá
la causa a prueba. La apelación, en consecuencia, se fundamentará en la
circunstancia de no haberse recibido la causa a prueba.

Ampliación de la prueba
En conformidad al artículo 318 inciso final, solo pueden fijarse como puntos
de prueba los hechos substanciales y controvertidos en los escritos
anteriores a la resolución que ordena recibirla.

No obstante, lo afirmado en el artículo 318, es posible la ampliación de la


prueba en los casos que contempla el artículo 321:
Cuando dentro del término probatorio ocurre algún hecho substancialmente
relacionado con el hecho que se ventila. Esta resolución que acepta la
ampliación es inapelable; y
Cuando la ampliación se refiere a hechos verificados y no alegados antes de
recibirse a prueba la causa con tal que jure el que los aduce que solo
entonces han llegado a su conocimiento.
La solicitud de ampliación se tramita como incidente en cuaderno separado y
sin suspender la tramitación de la causa principal por lo que continuará
corriendo el término probatorio. A su vez, al responder la otra parte el
traslado de la solicitud de ampliación de la prueba, puede alegar nuevos
hechos que reúnan las condiciones del artículo 321 o bien otros hechos que
tengan alguna relación con los que se mencionan en la solicitud de
ampliación. (Art. 322)

Situación especial respecto de la prueba testimonial


La parte que desee rendir prueba testimonial, debe presentar una lista de los
testigos de que se valdrá, debidamente individualizados, y una minuta de los
puntos sobre que piensa rendir prueba de testigos, enumerados y
especificados con claridad y precisión.

La minuta de puntos de prueba es una enumeración de preguntas concretas


y precisas que se dirigen a los testigos por la parte que los presenta y su
objetivo es detallar los hechos controvertidos fijados por el tribunal de tal
manera que estas preguntas no pueden desatenderse de esos hechos
determinados por el juez, sino que, deben amoldarse a ellos.

En la práctica, se presenta un escrito en que, en lo principal, se señala la


individualización de los testigos, es decir, nombre, apellido, profesión u oficio
y domicilio; y, en un otrosí, se contiene la minuta de puntos de prueba.
Cabe señalar que la ley no limita el número de testigos que se pueden
señalar en la lista de testigos, sin perjuicio de que, como se verá, no todos
podrán declarar. Incluso, es conveniente señalar a varios testigos por si,
cuando corresponde, ellos son inhabilitados debiendo advertirse que, por
regla general, solo se examinarán a los testigos que figuren en la lista
respectiva.

El artículo 374 del Código dispone: "Opuesta la tacha y antes de declarar el


testigo, podrá la parte que lo presenta pedir que se omita su declaración y
que se reemplace por la de otro testigo hábil de los que figuran en la nómina
respectiva".

A pesar que el artículo 320 del Código señala que se debe acompañar una
nómina de puntos de prueba, como él no establece sanción para el caso en
que la minuta no se acompañe, la jurisprudencia ha señalado que se
entenderá que los testigos solo declararan al tenor de los hechos
controvertidos que fijó el juez.

Oportunidad de lista de testigos y minuta de puntos de prueba


Sobre el particular, es preciso distinguir dos situaciones:

Cuando no se haya pedido reposición: desde la primera notificación de la


resolución a que se refiere el artículo 318, y hasta el 5° día de la última; y
Si sea pedido reposición: dentro de los 5 días siguientes a la notificación por
el estado de la resolución que se pronuncie sobre la última solicitud de
reposición.
Como dijimos, cada parte debe presentar una minuta de los puntos sobre
que piense rendir prueba de testigos, enumerados y especificados con
claridad y precisión y debe, también, acompañar una nómina de los testigos
de que piensa valerse, con expresión del nombre y apellido, domicilio
profesión u oficio. La indicación del domicilio debe contener los datos
necesarios a juicio del juzgado, para establecer la identificación del testigo.

El Código señala que si se ha pedido reposición y ya se ha presentado lista de


testigos y minuta de puntos por alguna de las partes, no es necesario
presentar nuevas lista ni minuta, salvo que, como consecuencia de haberse
acogido el recurso, la parte que las presenta estime pertinente modificarlas.
Por último, aun cuando el Código señala que cada parte "debe" presentar, es
obvio que ello ocurre en el evento que se piense rendir prueba testifical.

Término probatorio
Es el plazo concedido por la ley, el juez o las partes para rendir la prueba que
resulte pertinente para acreditar sus hechos.

Plazos o términos procesales son los espacios de tiempo fijados por la ley, el
juez o las partes para el ejercicio de una facultad o la realización de un acto
jurídico procesal dentro del proceso.
Características
El término probatorio en juicio ordinario, presenta la siguientes
características:

Es un término fatal para rendir la prueba de testigos. En efecto, esta prueba


solo puede practicarse dentro del término probatorio. (Art. 340)
Es un plazo que puede ser legal, judicial o convencional, pues está
establecido por la ley, sin perjuicio de lo cual puede, en ciertos casos, ser
precisado por el juez y en otros, acordado por las partes.
Es un plazo común, pues empieza a correr para todas las partes desde la
última notificación de la resolución que recibe la causa a prueba a las partes.
(Art. 327)
Es improrrogable.
Es susceptible de reducirse por acuerdo unánime de las partes. (Art. 328)
No se suspende encaso alguno, salvo que todas las partes lo pidan. (Art. 339)
Dentro del término probatorio debe solicitarse toda diligencia probatoria que
no se haya solicitado con anterioridad a su iniciación. (Art. 327).
Cualquier incidente que se formule dentro de este término, debe
substanciarse en cuaderno separado si se relaciona con la prueba, ello, para
evitar la posible suspensión del término probatorio por la vía incidental.
Desde cuando comienza a correr el término probatorio
Para determinar cuándo comienza a correr el término probatorio, se debe
determinar si no se ha deducido reposición apelando en subsidio en contra
de la resolución que recibió la causa a prueba o, por el contrario, si se han
deducido esos recursos.

Si no se ha deducido reposición apelando en subsidio de la resolución que


recibió la causa a prueba: el término probatorio comienza a correr desde la
última notificación por cédula de la resolución que recibió la causa a prueba.
Si se ha deducido reposición en contra de la resolución que recibió la causa a
prueba: en este caso, el término probatorio comienza a correr desde la fecha
de la notificación por el estado diario de la resolución que se pronuncia sobre
la última solicitud de reposición.
Clases de término probatorio
El término probatorio puede ser de tres clases: ordinario, extraordinario y
especial.

El término probatorio en juicio ordinario es el período o espacio de tiempo


que la ley señala a las partes para rendir prueba en el proceso y,
particularmente, para rendir la prueba testimonial, como para ofrecer las
pruebas si no hubieren sido pedidas con anterioridad a su iniciación.
Término probatorio ordinario
Es aquel que tiene una duración de 20 días y en el cuál, necesariamente,
debe rendirse la prueba testimonial. (Art. 328) Este término puede reducirse
por acuerdo unánime de las partes, en cuyo caso estaremos en presencia de
un término convencional.

Resulta conveniente destacar que durante este término se puede rendir


prueba en cualquier punto de la República o fuera de ella pues existe la
creencia errónea de que solamente durante el término extraordinario se
puede rendir prueba en otro punto del país o fuera de él. Así, el artículo 334
dispone: "Se puede, durante el término ordinario, rendir prueba en cualquier
parte de la República y fuera de ella."

Término probatorio extraordinario


Es aquél que la ley concede para el caso que haya que rendirse prueba en
otro territorio jurisdiccional o fuera de la República y consiste en el aumento
del término ordinario por un número de días igual al aumento del
emplazamiento. (Art. 329) Por ende, este término se encuentra compuesto
por el término ordinario más el número de días que señale la tabla de
emplazamiento.

De acuerdo a lo que indica el artículo 335, vencido el término ordinario solo


puede rendirse prueba en aquellos lugares para los cuales se haya otorgado
el aumento extraordinario del término, el que empieza a correr una vez que
se extingue el término ordinario y dura para cada localidad solamente el
número de días que señala la respectiva tabla de emplazamiento. (Art. 333)

El término extraordinario debe pedirse antes del vencimiento del término


ordinario y determinando el lugar en que la prueba debe rendirse. (Art. 332)
En algunos libros o publicaciones suele indicarse que existen dos Términos
Extraordinarios, o bien, que él puede ser de dos clases.

Nosotros, discrepamos de esas opiniones y sostenemos que existe un solo


Término Extraordinario y, lo que sucede, es que existen algunas diferencias
de cuando él se pide para rendir prueba dentro del territorio de la República
o fuera del mismo.

Dentro o fuera del territorio de la República


Si se trata de rendir prueba dentro del territorio de la República, el Término
Extraordinario se concede siempre que se solicite, a menos que haya un justo
motivo para creer que se pide maliciosamente con el solo propósito de
demorar el curso del juicio. (Art. 330). En cambio, si se trata de rendir prueba
fuera del territorio de la República, se requiere determinar que los medios
probatorios existen y, por ello, deben concurrir las siguientes circunstancias:

Que del tenor de la demanda, de la contestación o de otra pieza del


expediente aparezca que los hechos a que se refieren las diligencias
probatorias solicitadas han acaecido en el país en que deben practicarse
dichas diligencias, o que allí existen los medios probatorios que se pretende
obtener;
Que se determine la clase y condición de los instrumentos de que el
solicitante piensa valerse y el lugar en que se encuentran; y
Que, tratándose de prueba de testigos, se exprese su nombre y residencia o
se justifique algún antecedente que haga presumible la conveniencia de
obtener sus declaraciones. (Art. 331)
Si se trata de rendir prueba dentro del territorio de la República, el Término
Extraordinario se concede con citación. (Art. 336). En virtud de la citación, el
término se concede, pero se entiende que no puede llevarse a efecto sino
pasados 3 días después de la notificación de la parte contraria, la cual tendrá
el derecho de oponerse o deducir observaciones dentro de dicho plazo,
suspendiéndose en tal caso la diligencia hasta que se resuelva el incidente.

Cuando se trata de Término Extraordinario para rendir prueba fuera de la


República, se concede con audiencia. (Art. 339) Cuando se decreta con
audiencia, el tribunal, previamente, debe decretar traslado, por lo que se
origina un incidente, y, una vez fallado, el tribunal resuelve.

Por último, tratándose del Término Extraordinario para rendir prueba dentro
de la República, no se exige caución alguna. En cambio, cuando se solicita
aumento extraordinario para rendir prueba fuera de la República, el tribunal
exigirá, para dar curso a la solicitud, que se deposite en la cuenta corriente
del tribunal una cantidad cuyo monto no puede fijarse en menos de medio
sueldo vital ni en más de dos sueldos vitales, cantidad que se manda aplicar
al Fisco si resulta establecida en el proceso alguna de las circunstancias
siguientes:

Que no se ha hecho diligencia alguna para rendir la prueba pedida;


Que los testigos señalados, en el caso del artículo 331, no tenían
conocimiento de los hechos, ni se han hallado en situación de conocerlos, y
Que los testigos o documentos no han existido nunca en el país en que se ha
pedido que se practiquen las diligencias probatorias. (Art. 338)
Sanción común
El artículo 337 del Código dispone: "La parte que haya obtenido aumento
extraordinario del término para rendir prueba dentro o fuera de la República,
y no la rinda, o solo rinda una impertinente, será obligada a pagar a la otra
parte los gastos que ésta haya hecho para presenciar las diligencias pedidas,
sea personalmente, sea por medio de mandatarios. Esta condenación se
impondrá en la sentencia definitiva y podrá el tribunal exonerar de ella a la
parte que acredite no haberla rendido por motivos justificados".
Por último, los incidentes a que dé lugar la concesión de este aumento
extraordinario, dentro o fuera de la República, se tramitan en pieza separada
y no suspenden el término probatorio, pero no se cuentan en el aumento
extraordinario los días que transcurran mientras dura el incidente sobre
concesión de aumento extraordinario. (Art. 336 inciso tercero)

Término probatorio especial


Es aquel que se concede cada vez que durante el término probatorio ocurra
algún entorpecimiento, es decir, cuando sucede algún hecho o sobrevenga
cualquier situación en el proceso que impida real y legítimamente la
recepción de la prueba.

Casos en que procede


El Código dispone, en el inciso 2° del artículo 339: "Si durante él ocurren
entorpecimientos que imposibiliten la recepción de la prueba, sea
absolutamente, sea respecto de algún lugar determinado, podrá otorgarse
por el tribunal un nuevo término especial por el número de días que haya
durado el entorpecimiento y para rendir prueba solo en el lugar a que dicho
entorpecimiento se refiera" y en el inciso tercero de la misma norma, que
"No podrá usarse de este derecho si no se reclama del obstáculo que impide
la prueba en el momento de presentarse o dentro de los tres días
siguientes."

Ahora bien, existen situaciones en que el Código contempla el


entorpecimiento que hace procedente la concesión de un término especial,
pero, no son los únicos casos, ya que cada vez que ocurra un
entorpecimiento puede solicitarse este tipo de término.

Algunos términos especiales a que alude el Código


Debe concederse un término especial de prueba por el número de días que
fije prudencialmente el tribunal, y que no podrá exceder de 8, cuando tenga
que rendirse nueva prueba, de acuerdo con la resolución que dicte el tribunal
de alzada, acogiendo la apelación subsidiaria a que se refiere el artículo 319,
es decir, aquella deducida en subsidio de la reposición en contra del auto de
prueba; (Art. 339 inciso final)
Las diligencias iniciadas en tiempo hábil y no concluidas en él por
impedimento cuya remoción no haya dependido de la parte interesada,
podrán practicarse dentro de un breve término que el tribunal señalará, por
una sola vez, para este objeto. Este derecho no podrá reclamarse sino dentro
del término probatorio o de los tres días siguientes a su vencimiento; y (Art.
340)
Siempre que el entorpecimiento que imposibilite la recepción de la prueba
sea la inasistencia del juez de la causa, deberá el secretario, a petición verbal
de cualquiera de las partes, certificar el hecho en el proceso y con el mérito
de este certificado fijará el tribunal nuevo día para la recepción de la prueba.
(Art. 340)
La prueba y los medios de prueba en particular
Las cuestiones que pueden someterse al conocimiento y decisión de un
tribunal de justicia pueden versar sobre puntos de hecho o de derecho.
Normalmente, la prueba recae exclusivamente sobre los hechos pues el
derecho no se prueba, salvo, excepcionalmente, cuando se trata del derecho
extranjero que no tiene por qué ser conocido por el juez o cuando se trata de
probar la costumbre en los casos en que ella constituye derecho, aun cuando,
sobre el particular, algunos autores sostienen que en este caso no se estará
probando el derecho, sino que, los hechos que constituyen la costumbre.

Concepto de prueba
En su acepción común la prueba es la acción y el efecto de probar; y probar
es demostrar de algún modo la certeza de un hecho o la verdad de una
afirmación". Por otra parte, el objeto de la prueba, es decir, qué se prueba,
es, por regla general, los hechos, siempre que sean pertinentes y
controvertidos.

Carga y valoración de la prueba


Lo que se denomina carga de la prueba obedece a saber quién prueba. El
inciso 1° del artículo 1698 del Código Civil señala: "Incumbe probar las
obligaciones o su extinción al que alega aquéllas o ésta". Esta norma tiene
algunas excepciones cuando la ley invierte el peso de la prueba para
determinadas situaciones.

Valorar la prueba, por su parte, consiste en determinar la eficacia que tienen


los medios de prueba que establece la ley. "El tema se centra en la facultad
que se le confiere al juez para la valoración de la prueba producida y, por
consiguiente, las limitaciones que de ella se formulen por vía Legislativa".

El inciso segundo del citado artículo, como asimismo, el artículo 341 del
Código de Procedimiento Civil, señalan cuales son los medios de prueba,
surgiendo, así, la llamada disponibilidad o indisponibilidad de la prueba y que
consiste en determinar si esos medios de prueba que indica la ley pueden o
no ampliarse con otros.

Por último, se presenta respecto de los medios de prueba, lo referente a su


apreciación comparativa, es decir, de entre los medios de prueba que señala
la ley a cual debe dársele preferencia.

El Código de Procedimiento Civil, en el Párrafo 8 del Título XI del Libro II, se


refiere a "la apreciación comparativa de los medios de prueba", consagrando
el artículo 428 que dispone que "Entre dos o más pruebas contradictorias, y a
falta de ley que resuelva el conflicto, los tribunales preferirán la que crean
más conforme a la verdad" y, luego, en el artículo 429, alude a la forma de
invalidar las escrituras públicas.

Nosotros agregamos que tales normas deben complementarse, para apreciar


los diversos medios de prueba, con las disposiciones que tengan las leyes
especiales, en cuyo caso habrá que dar preferencia al medio de prueba que
ordene la ley; y, con la normativa relativa a las presunciones.

Sistemas de valoración de la prueba


Siguiendo al profesor Couture sostenemos que, básicamente, existen tres
sistemas de valoración de la prueba: el de prueba legal o tasada; el de prueba
libre o libre convicción y el de la sana crítica.

El Sistema de Prueba Legal o Tasada es aquel en el cual la ley señala el grado


de eficacia que tiene cada medio probatorio.

En Chile, algunos artículos aluden al valor de los medios de prueba. Así, los
artículos 1700 a 1707 del Código Civil, aluden al valor probatorio de los
instrumentos; el artículo 384 del Código de Procedimiento Civil, se refiere a la
fuerza probatoria de los testigos; los artículos 398 a 401 contemplan el valor
de la confesión; el artículo 408, se refiere al valor de la inspección personal
del tribunal y los artículos 426 y 427, a las presunciones.

El artículo 1708 del Código Civil y el artículo 402 del Código de Procedimiento
Civil, por su parte, son algunas de las normas especiales que da la ley
respecto a pruebas prohibidas. En todo caso, debe tenerse en cuenta que
cuando la ley confiere facultades al juez para apreciar los medios de prueba,
no estamos en presencia de prueba reglada.
El Sistema de Prueba Libre o Libre Convicción, enseña Couture, es "aquel
modo de razonar que no se apoya necesariamente en la prueba que el
proceso exhibe al juez, ni en medios de información que pueden ser
fiscalizados por las partes". Y agrega: "Dentro de ese método el magistrado
adquiere el convencimiento de la verdad con la prueba de autos, fuera de la
prueba de autos y aun contra la prueba de autos".

El Sistema de la Sana Crítica, por último, es aquel "del correcto


entendimiento humano". Couture nos dice: "Las reglas de la sana crítica son,
ante todo, las reglas del correcto entendimiento humano. En ellas interfieren
las reglas de la lógica, con las reglas de la experiencia del juez. Unas y otras
contribuyen de igual manera a que el magistrado pueda analizar la prueba
(ya sea de testigos, de peritos, de inspección judicial, de confesión en los
casos en que no es lisa y llana) con arreglo a la sana razón y a un
conocimiento experimental de las cosas". Y enseña: "El juez que debe decidir
con arreglo a la sana crítica, no es libre de razonar a voluntad,
discrecionalmente, arbitrariamente. Esta manera de actuar no sería sana
crítica, sino libre convicción. La sana crítica es la unión de la lógica y de la
experiencia, sin excesivas abstracciones de orden intelectual, pero también
sin olvidar esos preceptos que los filósofos llaman de higiene mental,
tendientes a asegurar el más certero y eficaz razonamiento".

¿A quién le incumbe probar?


Hemos visto que si bien es cierto que la prueba no constituye una obligación
porque nadie puede ser obligado a probar, no lo es menos que el litigante
que quiera obtener en el juicio se encuentra en la necesidad de probar los
hechos que alega.

De allí que se diga que la prueba impone al litigante que debe rendirla una
carga que es lo que se conoce como onus probandi. El Código no contiene
disposición alguna de carácter general sobre esta materia, pero, el artículo
1698 inciso 1° del Código Civil, establece que incumbe probar las obligaciones
o su extinción al que alega aquéllas o ésta.

De allí fluye que la necesidad de probar está impuesta por la ley al que alega
un hecho contrario al estado normal de las cosas o al que alega un hecho que
modifica una situación adquirida. Por ende, será generalmente el actor a
quien corresponda acreditar los hechos que alega, ya que es él el que
pretende que el demandado está obligado para con él, o bien, que existe una
situación jurídica determinada en su favor.

Por otra parte, si al probar la existencia de una obligación el demandado


expresa que ella se ha extinguido por alguno de los medios legales, le
corresponde a él probar ese modo de extinción.

Excepciones. Existen situaciones que constituyen una excepción a lo anotado:

Las presunciones legales. La parte favorecida con una presunción queda


liberada del peso de la prueba, lo que no impide que la contraria pueda
destruir los fundamentos de la presunción.
Pacto de las partes. A través de éste, las partes pueden convenir en alterar el
onus probandi, como lo han resuelto nuestros tribunales de justicia.
Los tribunales de justicia son aquellos órganos públicos cuya función consiste
en resolver litigios con eficacia de cosa juzgada y eventual posibilidad de
ejecución, sin perjuicio de cumplir actos de otra índole que las leyes que los
organizan les puedan atribuir.
Prueba instrumental
Es aquella por la cual se tiende a la demostración fehaciente de un hecho que
ya expiró en el tiempo, y al que la ley le otorga determinados efectos de
credibilidad, por estar representados en un documento idóneo. Instrumento
es todo escrito por el cual se consigna un hecho. Tienen este carácter, todos
los escritos que sirven para acreditar los hechos en el juicio.

Instrumentos públicos
Instrumento Público o auténtico es el autorizado con las solemnidades
legales por el competente funcionario. (Art. 1699 C. C.) Además de estos
instrumentos, hay ciertos documentos que se consideran como instrumentos
públicos en juicio.

Ellos, están señalados en el artículo 342 del Código de Procedimiento Civil,


norma que dispone:

Serán considerados como instrumentos públicos enjuicio, siempre que en su


otorgamiento se hayan cumplido las disposiciones legales que dan este
carácter:

1° Los documentos originales: estos documentos son aquellos en que consta


el acto mismo o aquellos en que se ha suscrito el acto mismo y pueden tener
o no matriz.

2° Las copias dadas con los requisitos que las leyes prescriban para que hagan
fe respecto de toda persona, o, a lo menos, respecto de aquella contra quien
se hacen valer: se refiere a las copias que se han obtenido de los originales y
para que éstas tengan valor, deben cumplir con los requisitos que la propia
ley indica para este fin.

3° Las copias que, obtenidas sin estos requisitos, no sean objetadas como
inexactas por la parte contraria dentro de los 3 días siguientes a aquel en que
se le dio conocimiento de ellas: alude a las llamadas copias simples que son
aquéllas que se han otorgado sin haberse cumplido en su dación los
requisitos señalados por la ley y para que ellas puedan ser consideradas
como instrumentos públicos en juicio, es menester que la parte contraria no
las objete dentro de tercero día contado desde la notificación de la
resolución que las tuvo por acompañadas a los autos.

4° Las copias que, objetadas en el caso del número anterior, sean cotejadas y
halladas conforme con sus originales o con otras copias que hagan fe
respecto de la parte contraria: este número se refiere al caso en que la parte,
haciendo uso del derecho de objetar las copias dadas sin haber cumplido los
requisitos legales las objeta, pero cotejadas, han sido halladas conformes con
sus originales o con otras copias que hacen fe respecto de la parte contraria.

Cobra importancia, en esta materia, la institución del cotejo, que es la


diligencia que consiste en comparar un documento con otro, o bien, una
letra, una firma con otra. El cotejo puede ser tanto de instrumento como de
letra.

Es de instrumento, cuando procede tratándose de documentos públicos o


auténticos que tengan una matriz. Es de letras, cuando se niegue la
autenticidad de un instrumento privado o de uno público que carezca de
matriz.

El cotejo de instrumentos, se lleva a cabo por el funcionario que haya


autorizado la copia presentada enjuicio o bien por el secretario del tribunal o
por otro ministro de fe que designe el tribunal. En tanto que el cotejo de
letra se lleva a cabo por peritos;

5° Los testimonios que el tribunal mande agregar durante el juicio,


autorizados por su secretario u otro funcionario competente y sacados de los
originales o de copias que reúnan las condiciones indicadas en el número
anterior: estos testimonios que el tribunal puede mandar agregar durante el
juicio, se ordenan con citación de las partes, y puede constituir una medida
para mejor resolver; y

6° Los documentos electrónicos suscritos mediante firma electrónica


avanzada.

La Ley 19.799, sobre firma electrónica, publicada el 12 de abril de 2002,


señala en su artículo 2° que para los efectos de esa ley, se entiende por: g)
Firma electrónica avanzada: aquella certificada por un prestador acreditado,
que ha sido creada usando medios que el titular mantiene bajo su exclusivo
control, de manera que se vincule únicamente al mismo y a los datos a los
que se refiere, permitiendo la detección posterior de cualquier modificación,
verificando la identidad del titular e impidiendo que desconozca la integridad
del documento y su autoría.

Por otra parte, con arreglo al artículo 348 bis del Código, presentado un
documento electrónico, el tribunal citará para el 6° día a todas las partes a
una audiencia de percepción documental. En caso de no contar con los
medios técnicos electrónicos necesarios para su adecuada percepción,
apercibirá a la parte que presentó el documento con tenerlo por no
presentado de no concurrir a la audiencia con dichos medios.

Tratándose de documentos que no puedan ser transportados al tribunal, la


audiencia tendrá lugar donde éstos se encuentren, a costa de la parte que los
presente.

En caso que el documento sea objetado, en conformidad con las reglas


generales, el tribunal puede ordenar una prueba complementaria de
autenticidad, a costa de la parte que formula la impugnación, sin perjuicio de
lo que se resuelva sobre pago de costas. El resultado de la prueba
complementaria de autenticidad será suficiente para tener por reconocido o
por objetado el instrumento, según corresponda.

Para los efectos de proceder a la realización de la prueba complementaria de


autenticidad, los peritos procederán con sujeción a lo dispuesto por los
artículos 417 a 423.

En el caso de documentos electrónicos privados, para los efectos del artículo


346, N°3, se entenderá que han sido puestos en conocimiento de la parte
contraria en la audiencia de percepción.

En el caso que los documentos electrónicos acompañados puedan ser


percibidos directamente en la carpeta electrónica, el tribunal podrá omitir la
citación a audiencia de percepción, debiéndose entender que han sido
puestos en conocimiento de la parte contraria desde que se notifica la
resolución que los tiene por acompañados bajo el apercibimiento
correspondiente.

Iniciativa para la producción de la prueba instrumental


La regla general, es que la prueba instrumental se produce a iniciativa de las
partes y, por excepción, es de iniciativa del tribunal como medida para mejor
resolver. (Art. 159 N° 1)

Forma de acompañar los instrumentos públicos en juicio


La parte que desee rendir prueba instrumental de acompañar el instrumento
respectivo, si está en su poder, o pedir que la parte contraria o un tercero
exhiba aquellos documentos que obren en poder de ellos.
Documentos que la parte tiene en su poder y que los desea presentar en el
juicio. Los instrumentos públicos se acompañan con citación, por lo cual la
contraparte tiene el plazo de 3 días para objetarlos. Cuando se trata de
documentos que se acompañan con la demanda el plazo para objetarlos,
sean públicos o privados, es el término de emplazamiento. Cuando se agrega
un instrumento extendido en lengua extranjera cuya traducción se acompaña
al juicio, la parte contraria puede pedir dentro de 6 días que esa traducción
sea revisada por un perito. (Art. 347)

Documentos que están en manos de un tercero o en poder de la parte


contraria. En estos casos, se puede pedir la exhibición de tales documentos,
que consiste en mostrar el documento para que se lo examine sin necesidad
de dejarlo agregado a los autos. Para que opere esta exhibición, se precisa
que el documento cuya exhibición se solicita tenga una relación directa con la
cuestión debatida y que él no revista el carácter de secreto o confidencial.
(Art. 349) Los gastos en que se pueda incurrir con ocasión de esta exhibición
instrumental son de cargo de aquél que pide la diligencia. Si se rehúsa la
exhibición ordenada por el tribunal, sin justa causa, el Código contempla
sanciones, dependiendo si se trata de la contraparte o de un tercero. Si se
trata de la contraparte, tiene como sanciones la imposición de multas que no
excedan de dos sueldos vitales o arrestos hasta por dos meses y la pérdida
del derecho de hacer valer esos mismos documentos en apoyo de su
defensa, a menos que el solicitante los haga valer también en apoyo de su
defensa. Si se trata de un tercero que se rehúsa a la exhibición, se le puede
castigar con las mismas multas o apremios. (Art. 276)

Oportunidad para rendir la prueba instrumental


La prueba instrumental puede rendirse en cualquier estado del juicio hasta el
vencimiento del término probatorio en primera instancia y, hasta la vista de
la causa en segunda instancia. (Art. 348) Cuando se acompañan en segunda
instancia, no se suspende la vista de la causa, pero el tribunal no la puede
fallar, sino vencido el plazo de citación cuando haya lugar a ella o al
apercibimiento legal.

Instrumentos otorgados fuera de Chile


Los instrumentos públicos otorgados fuera de Chile deben presentarse
debidamente legalizados. Se entiende que están legalizados, cuando en ellos
conste el carácter público y la verdad de las firmas de las personas que los
han autorizado, atestiguadas ambas circunstancias por los funcionarios que,
según las leyes o la práctica de cada país, deban acreditarlas. La autenticidad
de las firmas y el carácter de estos funcionarios se comprobará en Chile por
alguno de los medios que señala el artículo 345.

Los instrumentos públicos otorgados en un Estado Parte de la Convención de


La Haya que Suprime la Exigencia de Legalización de Documentos Públicos
Extranjeros, no deberán ser sometidos al procedimiento de legalización, si
respecto de éstos se ha otorgado apostillas por la autoridad designada por el
Estado de que dimana dicho instrumento. Así lo ordena el artículo 345 bis
inciso primero del Código de Procedimiento Civil.

Valor probatorio de un instrumento público


En lo referente al valor probatorio de los instrumentos públicos, se debe
distinguir de su valor entre las partes y frente a terceros.

Entre las partes.

Entre las partes los instrumentos públicos hacen plena fe o prueba acerca de
las siguientes circunstancias:
Del hecho de haberse otorgado por las personas y de la manera que en ellos
se expresa;
De su fecha;
Del hecho de haberse efectuado las declaraciones que en ellos se consignan;
y
Respecto de las declaraciones dispositivas.
Las declaraciones dispositivas son aquellas que se hacen con el fin de
expresar el consentimiento. Otro tipo de declaraciones, son las enunciativas,
que son aquellas que se refieren a los hechos. Estas declaraciones, por regla
general, no hacen plena fe, salvo que tengan relación directa con lo
dispositivo del acto, en cuyo caso, también hacen plena fe entre las partes.
Ejemplo, las características de un inmueble en una compraventa. (Arts. 1700
a 1706 del Código Civil).

Frente a terceros.

En este caso, los instrumentos públicos hacen plena fe o plena prueba acerca
de:

De su fecha;
Del hecho de haberse otorgado;
Del hecho de haberse efectuado las declaraciones que en ellos aparecen; y
De las declaraciones dispositivas.
Respecto de las declaraciones enunciativas, la parte que las formula no
puede invocarlas en contra del tercero, pero éste, si puede hacerlo y valen
como confesión extrajudicial.

Impugnación de los instrumentos públicos


La impugnación del instrumento público es la actividad de la parte en contra
de quien se hace valer ese instrumento en un proceso, destinada a destruir
su fe probatoria.

Pese a este valor probatorio casi absoluto que la ley le confiere a estos
instrumentos públicos estos pueden impugnarse por:

a) Por falta de autenticidad: ésta objeción se refiere a la falsedad del


instrumento.

Un instrumento público es falso en los siguientes casos:

Cuando realmente no ha sido otorgado, es decir, existe un forjamiento


completo del documento;
Cuando no se ha autorizado por el funcionario que en él se señala como
autorizante;
Cuando no ha sido otorgado por las personas que en él se indica, y
Cuando las declaraciones que él mismo contiene no corresponden a las
realmente efectuadas por las partes.
Para demostrar la falta de autenticidad de un instrumento, se permite el
empleo de cualquier medio probatorio, porque lo que se trata de probar es
un hecho; incluso es factible utilizar la prueba de testigos. La impugnación
por falta de autenticidad puede ser utilizada por las partes y por los terceros.

Por excepción, tratándose de escrituras públicas, el artículo 429 del Código


estable ciertas exigencias, que son:

Debe tratarse de cinco testigos;


Esos testigos deben reunir los requisitos que señala la regla segunda del
artículo 384, esto es, deben encontrarse contestes en el hecho y sus
circunstancias esenciales, sin tacha, legalmente examinados y que den razón
de sus dichos, y
Con sus declaraciones los testigos deben acreditar que la parte que se dice
haber asistido personalmente al otorgamiento de la escritura o el notario o
alguno de los testigos, ha fallecido con anterioridad, o ha permanecido fuera
del lugar de otorgamiento en el día que ella tenga como fecha y en los 70
días subsiguientes.
Además, en este caso, la prueba testimonial es apreciada por el tribunal
según las reglas de la sana crítica.

b) Por nulidad: los instrumentos públicos se impugnan por nulidad cuando se


acredita que el instrumento público no ha cumplido con las formalidades y
requisitos exigidos por la ley para su validez según su naturaleza, o bien,
cuando se sostiene que el funcionario otorgante era incompetente para
actuar en el territorio jurisdiccional en que autorizó el acto.

Por ejemplo, una escritura pública debe ser otorgada por notario
competente con las solemnidades legales e incorporada a su protocolo o
registro público. Si se omite cualquiera de esos requisitos, el instrumento es
nulo. La nulidad debe ser declarada por resolución judicial, y mientras ello no
ocurra, el instrumento público produce sus efectos.

c) Por falta de verdad de las declaraciones efectuadas en él: este tipo de


objeción no es propiamente una impugnación del instrumento, sino que, dice
relación con las declaraciones que en él se contienen, en el sentido que ellas
no corresponden a la realidad ya sea por error, dolo o simulación. Ahora
bien, no es una objeción propiamente tal, pues ella se refiere al mérito
probatorio del instrumento y, por lo tanto, cuando se impugna por esta
razón, no se genera un incidente, sino que, el juez se pronuncia en la
sentencia.

Esta impugnación puede ser formulada por terceros y, al efecto, se puede


probar con cualquier medio. Las partes mismas, también pueden alegar la
falsedad de las declaraciones, a pesar que el instrumento, en esta parte, hace
plena prueba en contra de ellas, pues, es posible aportar otros medios
probatorios de una naturaleza tal que sean capaces de desvirtuar esa plena
prueba mediante otra plena prueba.

Formas de hacer valer las impugnaciones


Las impugnaciones pueden hacerse valer por dos vías:

Por vía principal. Implica que la parte inicie un procedimiento declarativo en


el cual se demanda, precisamente, que un instrumento público no es válido.
Por vía incidental. Se produce cuando la parte impugna dentro del término
de citación el respectivo instrumento.
Instrumentos privados
Es todo escrito, otorgado por particulares, que deja constancia de un hecho.
Nuestra legislación no le reconoce valor probatorio al instrumento privado,
mientras no haya sido reconocido por la parte contra quien se hace valer o
mandado tener por reconocido.

El reconocimiento de un instrumento privado puede ser expreso o tácito. Es


expreso, cuando la persona que aparece otorgándolo así lo declara en el
mismo juicio en que él es acompañado o en otro juicio diverso o en un
instrumento público. Es tácito, cuando acompañado al proceso y puesto en
conocimiento de la parte que aparece haberlo otorgado, ésta no lo objeta
por falsedad o falta de integridad dentro de sexto día.
El artículo 346 del Código dispone que los instrumentos privados se tendrán
por reconocidos:

1° Cuando así lo ha declarado en el juicio la persona a cuyo nombre aparece


otorgado el instrumento o la parte contra quien se hace valer;

2° Cuando igual declaración se ha hecho en un instrumento público o en otro


juicio diverso;

3° Cuando, puestos en conocimiento de la parte contraria, no se alega su


falsedad o falta de integridad dentro de los seis días siguientes a su
presentación, debiendo el tribunal, para este efecto, apercibir a aquella parte
con el reconocimiento tácito del instrumento si nada expone dentro de dicho
plazo; y

4° Cuando se declare la autenticidad del instrumento por resolución judicial.

Los numerales 1 y 2 aluden al reconocimiento expreso y el N° 3, al


reconocimiento tácito.

Cuando el instrumento privado es objetado, se genera un incidente que debe


ser resuelto por el tribunal y, en caso afirmativo, tiene aplicación el N° 4 del
artículo 346. Por otra parte, al igual que en el caso de los instrumentos
públicos, si los documentos privados se acompañan con la demanda, el
término para objetarlos es el de emplazamiento. (Art. 255)

Forma de acompañar al juicio los instrumentos privados


Si emanan de un tercero, se acompañan con citación de la contraparte para
que ella haga valer, en el término de 3 días, los alcances que el documento le
merezca y, además, se debe citar al tercero al juicio como testigo para que
los ratifique. (Arts. 348 inciso segundo, 795 N° 4 y 800 N° 3)

Si emanan de la contraparte, se deben acompañar bajo el apercibimiento del


N° 3 del artículo 346 del Código, lo que significa que esa parte, puestos en su
conocimiento los instrumentos, debe alegar su falsedad o falta de integridad
dentro de los 6 días siguientes a su presentación, debiendo el tribunal, para
este efecto, apercibirla con el reconocimiento tácito del instrumento si nada
expone dentro de dicho plazo.

Cuando se trata de documentos que se acompañan con la demanda el plazo


para objetarlos, sean públicos o privados, es el término de emplazamiento.

Documentos privados electrónicos


Presentado un documento electrónico, el Tribunal citará para el 6° día a
todas las partes a una audiencia de percepción documental. En caso de no
contar con los medios técnicos electrónicos necesarios para su adecuada
percepción, apercibirá a la parte que presentó el documento con tenerlo por
no presentado de no concurrir a la audiencia con dichos medios.

En el caso que los documentos electrónicos acompañados puedan ser


percibidos directamente en la carpeta electrónica, el tribunal podrá omitir la
citación a audiencia de percepción, debiéndose entender que han sido
puestos en conocimiento de la parte contraria desde que se notifica la
resolución que los tiene por acompañados bajo el apercibimiento
correspondiente.

Causales de impugnación
Los instrumentos privados solamente pueden ser objetados por falsedad, es
decir, por no haber sido otorgados en la forma y por la persona que se señala
como otorgante; y por falta de integridad, o sea, por no ser completos.
Cualquier causal distinta de objeción no genera un incidente ni requiere
pronunciamiento especial del tribunal, sino que, éste determinará su
veracidad al valorar la pruebas rendidas.

Valor probatorio
Documento que emana de la contraparte: si es reconocido expresa o
tácitamente o mandado tener por reconocido por el juez, tiene el valor de
escritura pública respecto de los que aparezcan o se reputen haberlo suscrito
y de las personas a quienes se han transferido los derechos y obligaciones de
éstos. (Art. 1702 del Código Civil)
Documento no reconocido ni mandado tener por reconocido: carece de valor
probatorio.
Documento emanado de terceros: para que tenga valor en juicio, es preciso
que ese tercero comparezca y declare como testigo prestando su
reconocimiento al instrumento. Esta prueba tiene el valor de declaración de
un testigo singular.
Fecha de los instrumentos privados
a) Respecto de las partes: si es reconocido, la fecha será la que el documento
indica.

b) Respecto de terceros: en este caso el documento adquiere fecha cierta en


alguno de los siguientes momentos:

El día del fallecimiento de alguna de las personas que lo firmaron;


La fecha en que ha sido incorporado a un registro público;
La fecha en que conste que ha sido presentado en juicio o que se haya
tomado razón de él; y
La fecha en que lo haya inventariado un funcionario público competente en
el carácter de tal.
Instrumento privado autorizado ante notario
La sola circunstancia de que un notario aparezca autorizando la firma del
otorgante del documento, en general, no produce otro efecto que el de
contar con un testigo abonado para efectos de probar la autenticidad del
instrumento.

No obstante lo anterior, en algunos casos la ley da efectos especiales a la


firma autorizada por un notario, como es el caso, de los instrumentos
mercantiles los que pasan a tener mérito ejecutivo.

Cotejo de letras
El cotejo de letras consiste en comparar la letra o firma de un documento
privado cuestionado con la de otro documento indubitado, es decir, con otro
respecto del cual no exista duda que ha sido escrito o firmado por la misma
persona que aparece haber escrito o firmado el que se ha controvertido.

Prueba testimonial
La prueba testimonial es un medio de prueba que consiste en la declaración
que bajo juramento y en las condiciones que señala la ley hacen o formulan
en el juicio las personas que tienen conocimiento de los hechos
controvertidos en el pleito. Los testigos son personas extrañas al pleito que
exponen sobre hechos controvertidos y sus testimonios son actos procesales
por los cuales una persona informa a un juez sobre lo que sabe de ciertos
hechos.
Reglas aplicables a la prueba testimonial
El Código Civil, en sus artículos 1708,1709 y 1711, alude a la prueba de
testigos. El Código de Procedimiento Civil, a su tumo, señala las condiciones
que deben reunir las personas que van a concurrir a deponer, así como la
forma o manera en que deben prestar su declaración.

Clasificaciones de los testigos


Entre las diversas clasificaciones de los testigos puede citarse a las siguientes:

1. Considerando la forma como conocen los hechos

Testigos presenciales o de vista: son aquellos que relatan los hechos


percibidos por sus propios sentidos.
Testigos de oídas: son aquellos que narran hechos conocidos por el dicho de
otras personas.
Testigos instrumentales: aquellos que han concurrido al otorgamiento de un
instrumento público o privado.
2. Según las circunstancias del hecho pueden ser

Testigos singulares: son los que coinciden en el hecho fundamental sobre el


cual deponen difiriendo en las circunstancias accesorias del mismo.
Testigos contestes: son aquellos cuyas declaraciones coinciden plenamente
en su objeto y en los antecedentes que los rodean o acceden a él. Están de
acuerdo en el hecho y en las circunstancias accidentales.
Oportunidad para rendir esta prueba
Esta prueba puede ser producida en primera instancia y, únicamente, dentro
del término probatorio.
En forma excepcional, puede rendirse prueba testimonial en segunda
instancia. El inciso segundo del artículo 207 del Código dispone: "No obstante
y sin perjuicio de las demás facultades concedidas por el artículo 159, el
tribunal podrá, como medida para mejor resolver, disponer la recepción de
prueba testimonial sobre hechos que no figuren en la prueba rendida en
autos, siempre que la testimonial no se haya podido rendir en primera
instancia y que tales hechos sean considerados por el tribunal como
estrictamente necesarios para la acertada resolución del juicio. En este caso,
el tribunal deberá señalar determinadamente los hechos sobre que deba
recaer y abrir un término especial de prueba por el número de días que fije
prudencialmente y que no podrá exceder de ocho días. La lista de testigos
deberá presentarse dentro de segundo día de notificada por el estado la
resolución respectiva. En lo que respecta a la iniciativa de la producción de
esta prueba, ella generalmente, se produce a iniciativa de las partes.

Esta prueba procede de oficio cuando el tribunal la decreta como medida


para mejor resolver. (Art. 159)

Capacidad para ser testigo


Para testificar enjuicio es capaz toda persona que la ley no declare
inhabilitada. La regla general es la habilidad para declarar en juicio y la
excepción la inhabilidad entendiéndose por tal, el impedimento que obsta
total o parcialmente para que una persona declare como testigo.

Estas inhabilidades pueden ser absolutas o relativas:

Inhabilidades absolutas.
Estas inhabilidades son absolutas pues la persona afectada por ellas no
pueden declarar en ningún juicio. Las inhabilidades absolutas pueden tener
su origen en razón de faltar la capacidad física o intelectual para captar el
hecho controvertido, como los casos de los N°s. 1 a 5 del artículo 357 o
pueden fundarse en razón de carencia de probidad, causales señaladas en los
N°s. 6 al 9 del mismo precepto.

Inhabilidades relativas

En cuanto a las inhabilidades relativas, se encuentran consignadas en el


artículo 358 y ellas obedecen a la razón de faltar la imparcialidad necesaria.
La falta de imparcialidad puede deberse a los siguientes motivos:

Al parentesco. (N°s. 1 y 2)
A la amistad: la amistad o enemistad deberán ser manifestadas por hechos
graves que el tribunal calificará según las circunstancias. (N° 7)
A un vínculo de dependencia. (N°s. 4 y 5)
A la existencia de tutela o cúratela. (N° 3); y
A la existencia de un interés directo o indirecto en el juicio. (N° 6)
Número de testigos que pueden declarar sobre cada hecho controvertido

De acuerdo al artículo 372, pueden declarar solamente hasta 6 testigos por


cada parte y sobre cada uno de los hechos que deban acreditarse. Se
examinan, únicamente, a aquellos testigos que figuran en la lista que ha
presentado la parte respectiva. Sin embargo puede admitirse la declaración
de otros testigos en casos muy calificados y jurando que no tuvo
conocimiento de ello al tiempo de formar la nómina de testigos.
Cabe destacar, que son seis testigos en total, sino que, solo se admite seis
testigos por cada punto de prueba, por lo que, por ejemplo, si son cinco
puntos de prueba pueden declarar hasta 30 testigos. Es preciso recordar,
también, que en la lista de testigos puede presentarse el número d testigos
que cada parte desee y será ella la que decida sobre qué punto va a declarar
el testigo, el que puede hacerlo por más de un punto.

Ante quien se rinde testimonial


Los testigos son interrogados personalmente por el juez y si el tribunal es
colegiado, por uno de los ministros en presencia de las 'partes y de sus
abogados, si concurren al acto. (Art. 365)

Las tachas
Son los medios que establece la ley para hacer efectivas las inhabilidades que
ella señala. Las tachas deben oponerse antes de que preste declaración el
testigo y se deben fundar en alguna de las inhabilidades que indica la ley y
deben expresarse con la claridad y especificación necesaria para que puedan
ser fácilmente comprendidas.

Cuando un testigo es tachado, él puede ser reemplazado por otro que la


parte haya presentado y que figure en la lista de testigos. Hay que tener en
cuenta que las tachas no impiden el examen del testigo, pero el tribunal
puede repeler de oficio aquellos que notoriamente aparezcan comprendidos
en algunas de las causales del artículo 357. Por último, la legalidad de las
tachas y su comprobación las aprecia y resuelve el juez en la sentencia
definitiva.

Valor probatorio de la prueba testimonial


El valor probatorio de la prueba testimonial es señalado por la ley
dependiendo de si se trata de testigos de oídas o de testigos presenciales.
Testigos de oídas.

Los testigos de oídas son aquellos que relatan hechos que no han percibido
por sus propios sentidos y que solo conocen por el dicho de otras personas.
El testimonio de estos testigos, únicamente, podrán estimarse como base de
una presunción judicial. Sin embargo, es válido el testimonio de oídas cuando
el testigo se refiere a lo que oyó decir a alguna de las partes, en cuanto de
este modo se explica o esclarece el hecho de que se trata. (Art. 383)

Testigos presenciales.

Los tribunales apreciarán la fuerza probatoria de las declaraciones de los


testigos conforme a las reglas siguientes:

La declaración de un testigo imparcial y verídico: constituye una presunción


judicial que puede constituir plena prueba cuando, a juicio del tribunal, tenga
caracteres de gravedad y precisión suficientes para formar su
convencimiento. (Art. 426)
La de dos o más testigos contestes en el hecho y en sus circunstancias
esenciales, sin tacha, legalmente examinados y que den razón de sus dichos:
puede constituir prueba plena cuando no haya sido desvirtuada por otra
prueba en contrario;
Cuando las declaraciones de los testigos de una parte sean contradictorias
con las de los testigos de la otra: se tiene por cierto lo que declaren aquellos
que, aun siendo en menor número, parezca que dicen la verdad por estar
mejor instruidos de los hechos, o por ser de mejor fama, más imparciales y
verídicos, o por hallarse más conformes en sus declaraciones con otras
pruebas del proceso. Esta regla implica que los testigos "se pesan" y no se
cuentan, pues, perfectamente, el tribunal puede tener por cierto lo que
declara una menor cantidad de testigos, es decir, prevalece la calidad por
sobre la cantidad;
Cuando los testigos de una y otra parte reúnan iguales condiciones de
ciencia, de imparcialidad y de veracidad: se tiene por cierto lo que declare el
mayor número. En este caso, a igual calidad, prevalece la cantidad;
Cuando los testigos de una y otra parte sean iguales en circunstancias y en
número, de tal modo que la sana razón no pueda inclinarse a dar más crédito
a los unos que a los otros: se tiene igualmente por no probado el hecho; y
Cuando las declaraciones de los testigos de una misma parte son
contradictorias: las que favorezcan a la parte contraria se considerarán
presentadas por ésta, apreciándose el mérito probatorio de todas ellas en
conformidad a las reglas precedentes. (Art. 384)
Prueba confesional
La confesión es el reconocimiento que uno de los litigantes hace de la verdad
de un hecho que puede producir en su contra consecuencias jurídicas. Por
medio de la confesión, una de las partes reconoce o declara sobre la
efectividad de un hecho que sirve de fundamento a las peticiones de la
contraria.

Existen, también, otras formas de obtener una confesión, como sucede


cuando ella se solicita en el carácter de una medida prejudicial. (Art. 273 N°
1) y, asimismo, puede investir la forma de una medida para mejor resolver,
donde la confesión es provocada por el tribunal y no por la otra parte. (Art.
159 N° 2)

Admisibilidad de la confesión
La regla general es que la confesión procede en todo caso salvo las
excepciones que señala la ley.
Así, por ejemplo, no es admisible la prueba confesional en aquellos casos en
que se exige, por vía de solemnidad, un instrumento público. Así lo ordenan
los artículos 1701 y 1703 del Código Civil.
Requisitos de la confesión
Para que la confesión pueda tener eficacia se requiere la concurrencia de los
siguientes requisitos:

El confesante debe ser capaz;


Debe recaer sobre hechos del juicio: todo litigante está obligado a declarar
bajo juramento, contestada que sea la demanda, sobre hechos
pertenecientes al mismo juicio (Art. 385), y
Debe ser voluntaria.
Clasificaciones de la confesión
La confesión como medio de prueba se puede clasificar de diferentes puntos
de vista:

a) Considerando ante quien se presta la confesión: judicial y extrajudicial.

Confesión judicial: en términos generales, es la que se presta ante el tribunal


que esta conociendo de la causa. La confesión judicial puede ser espontánea
o provocada y ésta, a su vez, puede ser expresa o tácita.

Confesión judicial espontánea: es la que se presta voluntariamente.


Confesión judicial provocada: es la que se produce a requerimiento de la
parte contraria o del propio tribunal y se obtiene a través del mecanismo
llamado absolución de posiciones. Esta, es la que regula el Código.
Confesión judicial provocada expresa: es aquella que se rinde en términos
formales y explícitos.
Confesión judicial provocada tácita: se produce en aquellos casos en que la
ley autoriza al juez para tener por confesado un hecho, no obstante no existir
un reconocimiento expreso, en la medida que concurran las circunstancias
que la misma ley señala.
Confesión extrajudicial: es aquella que se efectúa fuera de todo juicio en
presencia de la parte que la invoca o de un tercero, como también aquella
que se presta ante un tribunal incompetente. La confesión extrajudicial
puede ser verbal o escrita.

b) Atendiendo a su naturaleza: pura y simple, calificada y compleja.

Confesión pura y simple: es aquélla en que se reconoce un hecho sin agregar


ninguna circunstancia que restrinja o modifique sus efectos.

Confesión calificada: es aquella que se produce cuando el confesante


reconoce el hecho pero le agrega ciertas modalidades o circunstancias que
alteran su esencia o naturaleza jurídica y lo transforman en un hecho diverso
desde el punto de vista legal. Por ejemplo: diga cómo es efectivo que usted
recibió dinero en préstamo; y se confiesa: recibí el dinero, pero en donación.
Así se enseña, pero lo cierto es que, en este caso, el confesante no reconoce
el hecho. En el ejemplo, le preguntan si recibió un préstamo y dice que
recibió el dinero pero en donación, ¿Dónde está la confesión?

Confesión compleja: es aquella que se produce cuando el confesante


reconoce el hecho, pero le agrega otro u otros hechos nuevos destinados a
destruir los efectos del hecho confesado. Por ejemplo: diga cómo es efectivo
que usted recibió dinero en préstamo; y se confiesa: lo recibí, pero esa suma
se compensó con otra obligación.

c) Según los efectos que produce: confesión divisible y confesión indivisible.


La confesión es divisible o indivisible, según si puede o no dividirse el hecho
material de la misma, como se verá más adelante.

Efectuadas estas clasificaciones, procede analizarlas en detalle.

Confesión judicial
Para que estemos en presencia de ella, es menester que se preste ante el
tribunal que conoce de la causa. La confesión que se presta ante un tribunal
incompetente o diferente es una confesión extrajudicial. También es
confesión judicial aquélla que se presta ante otro tribunal por delegación de
competencia si el litigante que llega a confesar se encuentra fuera del
territorio jurisdiccional del tribunal que conoce de la causa. (Arts. 388 inciso
final y 397 inciso segundo) Por último, es confesión judicial aquélla que se
presta ante el respectivo agente consular chileno, si la parte cuya confesión
se pretende, ha salido del territorio de la república. (Art. 397)

Clasificaciones de confesión judicial


Como ya se indicó, la confesión judicial puede ser espontánea o provocada.

La espontánea, es la que se presta voluntariamente en el juicio,


generalmente, a través de los escritos que presentan los litigantes.

La provocada, es la que presta un litigante a requerimiento de la contraparte


o del tribunal cuando éste la decreta como medida para mejor resolver. A
esta confesión provocada se le llama absolución de posiciones, entendiendo
por tal, el procedimiento que contempla el Código para obtenerla. Las
posiciones, son las preguntas que una parte formula a la contraparte, para
que las conteste bajo juramento, y que se refieren a hechos controvertidos
en el pleito.

Oportunidad para solicitar la absolución de posiciones


Fuera de los casos expresamente previstos por la ley, todo litigante está
obligado a declarar bajo juramento, contestada que sea la demanda, sobre
hechos pertenecientes al mismo juicio, cuando lo exija el contendor o lo
decrete el tribunal como medida para mejor resolver.

La diligencia se puede solicitar en cualquier estado del juicio y sin suspender


por ella el procedimiento, hasta el vencimiento del término probatorio en
primera instancia, y hasta antes de la vista de la causa en segunda.

El derecho solo lo pueden ejercer las partes hasta por dos veces en primera
instancia y una vez en segunda; pero, si se alegan hechos nuevos durante el
juicio, podrá exigirse una vez más. (Art. 385)

Forma de expresar los hechos sobre los que confesar


Los hechos acerca de los cuales se exige la confesión, pueden expresarse en
forma asertiva o en forma interrogativa, pero siempre en términos claros y
precisos, de manera que puedan ser entendidos sin dificultad. (Art. 386)

Un hecho expresado en forma asertiva, implica que la parte que requiere la


confesión, afirma ese hecho para que sea confesado. Por ejemplo, diga cómo
es efectivo que a usted el demandante le prestó $100.000. El mismo hecho,
planteado en forma interrogativa, dirá, ¿es efectivo que a usted el
demandante le prestó $100.000? La forma en que se expresan los hechos a
confesar, tiene una importancia fundamental para el caso que el absolvente
no concurra, como se verá.
Ante quien se efectúa la absolución de posiciones
Si el tribunal no comete al secretario o a otro ministro de fe la diligencia,
mandará citar para día y hora determinados al litigante que ha de prestar la
declaración. Siempre que alguna de las partes lo pida, debe el tribunal recibir
por sí mismo la declaración del litigante.

Si el litigante se encuentra fuera del territorio del tribunal que conoce de la


causa, su declaración será tomada por el tribunal competente, quien
procederá en conformidad a lo expuesto precedentemente. (Art. 388)

Exención de la obligación de comparecer para confesar


Existen personas que están exentas de comparecer ante el tribunal a
confesar. Ejemplo: El Presidente de la República, los Ministros de Estado, los
Senadores y Diputados, etc.

Sanción por la no comparecencia


Si el litigante citado ante el tribunal para prestar declaración no comparece,
se le volverá a citar bajo los apercibimientos que se expresarán. (Art. 393)

Si los hechos están categóricamente afirmados y el litigante no comparece al


segundo llamado, o si, compareciendo, se niega a declarar o da respuestas
evasivas: se le da por confeso, a petición de parte, en todos aquellos hechos
que estén categóricamente afirmados en el escrito en que se pidió la
declaración. En este caso, se produce la confesión judicial provocada tácita.
Si no están categóricamente afirmados los hechos: los tribunales pueden
imponer al litigante rebelde una multa que no baje de medio sueldo vital ni
exceda de un sueldo vital, o arrestos hasta por 30 días sin perjuicio de exigirle
la declaración. Si la otra parte lo solicita, podrá también suspenderse el
pronunciamiento de la sentencia hasta que la confesión se preste.
Cuando el interrogado solicite un plazo razonable para consultar sus
documentos antes de responder, podrá otorgársele, siempre que haya
fundamento plausible para pedirlo y el tribunal lo estime indispensable, o
consienta en ello el contendor. La resolución del tribunal que conceda plazo
será inapelable. (Art. 394)

Como se indicó anteriormente, la forma de redactar las preguntas cobra


capital importancia para el caso que el absolvente no comparezca. En el
primer caso señalado, se trata de hechos formulados en forma asertiva; y, en
el segundo, de hechos planteados en forma interrogativa.

Las declaraciones se consignarán por escrito, conservándose en cuanto sea


posible las expresiones de que se haya valido el confesante, reducidas al
menor número de palabras.

Después de leídas las declaraciones por el receptor, en alta voz y ratificadas


por el absolvente, serán firmadas por el juez, el declarante, si sabe, y las
partes, si también saben y se hallan presentes, autorizándolas un receptor,
que servirá también como actuario en las incidencias que ocurran durante la
audiencia de prueba. (Art. 395>370)

Forma de pedir la confesión


La parte que pide la confesión, debe presentar un escrito al tribunal
pidiéndole que se cite a la contraria para absolver posiciones en el día y hora
que el tribunal señale. Junto a esta solicitud, se debe acompañar el pliego de
posiciones, el que se mantiene en reserva mientras no se contestan las
preguntas por el absolvente. En la práctica, se recurre a guardarlo en un
sobre sellado y a entregarlo junto con el escrito, guardándose el sobre en
custodia.

Presentado el escrito y el sobre con el pliego de posiciones, el tribunal lo


provee citando a la parte para el día y hora que señale, resolución que se
notifica por cédula porque se cita a la comparecencia personal de una de las
partes.

Confesión extrajudicial
Es aquella que se presta fuera del juicio que actualmente se tramita. Según
se desprende del artículo 398, tiene este carácter la confesión que se presta
fuera de todo juicio; la que se presta ante tribunal incompetente pero que
ejerce jurisdicción y la que se presta en otro juicio diverso.

Valor probatorio de la confesión


Extrajudicial. La confesión extrajudicial es solo base o indicio de una
presunción judicial. (Art. 398) Si esta confesión es verbal, ella solo se acepta
en los casos en que se admite la prueba de testigos y la persona que escuchó
la confesión deberá declarar como testigo, por lo que será un testigo de
oídas. Si es escrita y ella se ha prestado en presencia de la parte que la invoca
o ante un juez incompetente, se estima siempre como presunción grave para
acreditar los hechos confesados.

Si la confesión se ha prestado en un juicio diverso, se aplica la misma norma,


es decir, se estima como presunción grave para acreditar los hechos
confesados, pero, si ese juicio diverso se ha seguido entre las mismas partes,
puede dársele el valor de prueba completa cuando existan motivos
poderosos para estimarlo así.
Judicial. En cuanto a la confesión judicial se distingue si la confesión versa
sobre hechos personales del confesante o si no versa sobre esos hechos.

La confesión judicial, sea expresa o tácita, cuando se refiere a hechos


personales del confesante, se haya prestado por éste o por medio de
apoderado especial o representante legal, produce plena prueba, de acuerdo
al artículo 1713 del Código Civil, salvo que se trate de actos o contratos que
solo pueden probarse por su solemnidad u otros casos expresamente
exceptuados por la ley, como cuando se trata de derechos irrenunciables o
asuntos de estado civil. (Art. 1701 C. C.)

Si se trata de confesión sobre hechos no personales del confesante, también


produce plena prueba, de acuerdo al artículo 399 inciso segundo del Código,
el que llenó un vacío del artículo 1713, que no contempla esa posibilidad de
que la confesión verse sobre hechos no personales del confesante.

Importancia de la distinción.

La importancia radica en que, cuando la confesión se refiere a hechos


personales del confesante, no se recibe prueba alguna en contrario, salvo los
casos de excepción que se analizarán, con arreglo al artículo 402 del Código.
Cuando se trata de hechos no personales, la confesión puede desvirtuarse
por otras pruebas.

Revocabilidad de la confesión
Por excepción, aun tratándose de hechos personales, se recibe prueba en
contrario. Se trata de la revocabilidad de la confesión. En efecto, una vez
prestada la confesión, ella es irrevocable, lo que significa que no se admite
prueba alguna contra los hechos personales claramente confesados por el
litigante en el juicio, como se dijo.
Ahora bien, no obstante dicha regla general, puede admitirse prueba en
contrario e incluso abrirse un término especial de prueba, en la medida que
el tribunal lo estime necesario y ha expirado el término probatorio de la
causa, cuando el confesante alega para revocar su confesión que ha padecido
de error de hecho y ofrezca justificar esa circunstancia.

En este caso, primero se reciben las pruebas encaminadas a establecer la


efectividad que la confesión se prestó por error de hecho, y una vez
establecida la efectividad de ello, se pueden rendir las pruebas contrarias a lo
confesado.

La misma norma se aplica a la confesión relativa a hechos no personales, sin


perjuicio que esa confesión puede desvirtuarse con otras pruebas sin alegar
error de hecho.

Divisibilidad e indivisibilidad de la confesión


El problema de la divisibilidad o indivisibilidad de la confesión consiste en
saber si la contraparte de la absolvente puede valerse de la parte de la
confesión que le favorezca y rechazar lo demás que le perjudica.

Por regla general, la confesión no puede fraccionarse en perjuicio del


confesante, por lo que, la parte contraria debe aceptar este medio de prueba
tanto en lo que la favorece como en lo que la perjudica. Esta, es la
característica de la indivisibilidad de la confesión a que se refiere el artículo
401.

El Código establece ciertas excepciones a la indivisibilidad y para examinarlas,


es necesario recurrir a la clasificación de la confesión atendiendo a su
naturaleza, de acuerdo a lo cual puede ser simple, compleja y calificada.
La confesión pura y simple: por su naturaleza es indivisible, ya que se trata de
un solo hecho.

La confesión calificada: que es el reconocimiento que el confesante hace de


un hecho controvertido pero agregándole hechos que destruyen la
naturaleza jurídica del hecho confesado, también es indivisible.

Como ya dijimos, si al confesante se le pregunta si recibió dinero en


préstamo y él señala que lo recibió pero como donación, es obvio que no hay
división posible pues tal absolvente solo ha reconocido la recepción de
dinero como donación.

La confesión compleja: es aquella en que el confesante reconoce el hecho


controvertido, pero, le agrega otros hechos enteramente desligados a él o
ligados entre sí.

A esta confesión se refieren las excepciones del artículo 401, según el cual
puede dividirse la confesión.

En efecto, cuando la confesión compleja comprende dos hechos totalmente


desligados entre sí (confesión compleja de primera clase), esos hechos se
dividen por sí solos, pues se trata de dos confesiones prestadas en el mismo
acto.

Por ejemplo, se confiesa deber $100.000 y el día de su recepción no se


celebró otro contrato. Aquí, se está confesando un hecho y, además, se está
negando un hecho diferente.
Cuando la confesión compleja comprende la agregación de hechos ligados al
reconocido (confesión compleja de segunda clase), si la parte prueba que
ellos no existen, la confesión se divide en su beneficio.

Por ejemplo, Juan confiesa que recibió de José la suma de $100.000, pero,
agrega que pagó esa cantidad y nada adeuda. En este caso, José puede
probar que no ha existido ese pago y la confesión se dividirá en su beneficio,
es decir, se tendrá por cierto que Juan recibió el dinero y que no lo pagó, lo
que aprovechará a José.

El artículo 401 del Código dispone: "En general el mérito de la confesión no


puede dividirse en perjuicio del confesante.

Podrá, sin embargo, dividirse:

1°. Siempre que comprenda hechos diversos enteramente desligados entre


sí; y

2°. Cuando, comprendiendo varios hechos ligados entre sí o que se


modifiquen los unos a los otros, el contendor justifique con algún medio legal
de prueba la falsedad de las circunstancias que, según el confesante,
modifican o alteran el hecho confesado".

Inspección personal del tribunal


Es aquel medio probatorio que consiste en el examen que realiza el tribunal
por sí mismo de hechos o circunstancias materiales controvertidas en el
proceso para adquirir la convicción acerca de su verdad.
Iniciativa para rendir esta prueba
De parte: se puede pedir como medida prejudicial y durante el juicio hasta el
vencimiento del término probatorio. En segunda instancia, no se puede
solicitar esta prueba pues no está expresamente contemplada entre aquellos
medios que pueden producirse en esa etapa procesal a petición de parte.

De oficio: el tribunal debe disponer la práctica de esta diligencia de oficio en


todos aquellos casos en que la ley expresamente lo ordena. Ejemplo,
denuncia de obra ruinosa. También el tribunal debe disponerlo, en aquellos
casos en que lo estime necesario para un mejor esclarecimiento de los
hechos.

En primera instancia, el tribunal puede decretar la diligencia en cualquier


momento y, en segunda, como medida para mejor resolver. Además, la
diligencia se puede pedir o el tribunal la puede decretar, siempre que la
estime necesaria para el esclarecimiento de los hechos.

Valor probatorio
La inspección personal constituye prueba plena en cuanto a las circunstancias
o hechos materiales que el tribunal establezca en el acta como resultado de
su propia observación. (Art. 408) Debe destacarse que la observación debe
referirse a hechos que el tribunal constate y no a apreciaciones personales
que pueda efectuar el juez y que requieran de conocimientos especiales para
formularlas.

Prueba pericial
Es el medio de prueba que consiste en oír el dictamen de personas que
tienen conocimientos especiales en determinadas materias y que dicen
relación con el asunto controvertido que se litiga. El Código trata de este
medio de prueba en los artículos 409 a 425.
Clasificación
Peritaje Obligatorio.

Se oirá informe de peritos en todos aquellos casos en que la ley así lo


disponga, ya sea que se valga de estas expresiones o de otras que indiquen la
necesidad de consultar opiniones periciales. (Art. 409)
Cuando la ley ordene que se resuelva un asunto en juicio práctico o previo
informe de peritos. (Art. 410)
Peritaje Facultativo.

Puede también oírse el informe de peritos:

Sobre puntos de hecho para cuya apreciación se necesiten conocimientos


especiales de alguna ciencia o arte; y
Sobre puntos de derecho referentes a alguna legislación extranjera.
Oportunidad
El reconocimiento de peritos puede decretarse, de oficio, en cualquier estado
del juicio. Las partes solo podrán solicitarlo dentro del término probatorio.

Procedimiento de designación de los peritos


1. Una vez que se ha accedido a la práctica del peritaje, se cita a las partes a
una audiencia, fijando el día y hora de ella, la que se realiza con solo la parte
que asista. La resolución se notifica por cédula. Si alguna de las partes apela,
el recurso se lleva adelante solo después que se haya efectuado la
designación.
2. La audiencia tiene por objeto que las partes se pongan de acuerdo en los
siguientes puntos:

Designar al o a los peritos que deben nombrarse y determinar el número de


peritos que deban nombrarse.
La calidad, aptitudes y títulos que deban tener.
El punto o puntos materia del informe estará a ello.
3. Si las partes no se ponen de acuerdo sobre la designación de las personas
de los peritos el nombramiento lo hace el tribunal, el que no puede nombrar
a ninguna de las dos primeras personas que hayan sido propuestas por cada
parte. Se presume que no están de acuerdo las partes cuando no concurran
todas a la audiencia a la cual fueron citadas. (Art. 415)

4. Cuando el nombramiento se haga por el tribunal, lo hará de entre los


peritos de la especialidad requerida que figuren en las listas a que se refiere
el párrafo siguiente y la designación se pondrá en conocimiento de las partes
para que dentro de 3° día deduzcan oposición, si tienen alguna incapacidad
legal que reclamar contra el nombrado. Vencido este plazo sin que se
formule oposición, se entenderá aceptado el nombramiento

5. Las listas de peritos referidas precedentemente son propuestas cada 2


años por la Corte de Apelaciones respectiva, previa determinación del
número de peritos que en su concepto deban figurar en cada especialidad.

En el mes de octubre del final del bienio correspondiente, se elevan estas


nóminas a la Corte Suprema, la cual forma las definitivas, pudiendo suprimir
o agregar nombres sin expresar causa.
Para formar las listas, cada Corte de Apelaciones convoca a concurso público,
al que pueden postular quienes posean y acrediten conocimientos especiales
de alguna ciencia, arte o especialidad, para lo cual tendrán especialmente en
cuenta la vinculación de los candidatos con la docencia y la investigación
universitarias. El procedimiento para los concursos, su publicidad y la
formación de las nóminas de peritos serán regulados mediante un Auto
Acordado de la Corte Suprema, que se publicará en el Diario Oficial.

6. Posteriormente, el perito debe ser notificado de su designación y él


aceptar el cargo y jurar que lo va desempeñar fielmente.

Esa declaración de aceptación y juramento debe hacerla el perito en el acto


de la notificación de su designación o bien dentro de los 3 días siguientes
presentando nn escrito, dejándose testimonio en los autos de ello. (Art. 417)

Valor probatorio
El juez aprecia la fuerza probatoria del dictamen de peritos de acuerdo a las
reglas de la sana crítica, esto es, conforme a las normas de la lógica y de las
máximas de experiencia. (Art. 425)

Debe recordarse, asimismo, que cuando no resulta acuerdo entre el nuevo


perito designado con los anteriores, el tribunal aprecia libremente la opinión
de cada uno de ellos tomando en cuenta para este fin los demás elementos
del juicio. (Art. 422)

Presunciones
Son las consecuencias jurídicas que la ley o el tribunal infiere de ciertos
antecedentes o de hechos conocidos para llegar a establecer un hecho
desconocido y controvertido en el proceso.
Clasificación de presunciones
Atendiendo a quien las establece las presunciones pueden ser presunciones
legales y presunciones judiciales.

a) Presunciones Legales: son aquellas en las cuales la ley partiendo de un


hecho conocido deduce un hecho desconocido que pasa a ser el hecho
presumido.

b) Presunciones Judiciales: son aquellos hechos desconocidos que el juez


deduce de ciertos antecedentes que constan en el proceso y que constituyen
bases o indicios.

Presunciones legales.

Las presunciones legales se dividen en Presunciones de Derecho y


Presunciones Simplemente Legales.

a) Presunciones de Derecho son aquellas en las que la ley, partiendo de un


hecho conocido, deduce otro hecho desconocido no admitiendo prueba en
contrario. En estas presunciones, es preciso rendir prueba para establecer la
base o premisa, y acreditado ello, se da por establecido el hecho que la ley
deduce de dicha premisa.

b) Presunciones Simplemente Legales, son aquellas en que la ley partiendo


de un hecho conocido y que se denomina base o indicio, deduce otro hecho
desconocido que es el hecho presumido, pero, este hecho presumido, puede
ser desvirtuado rindiendo prueba que acredite que el hecho presumido no es
verdadero.
Presunciones judiciales.

La ley confunde el término "indicio" con la voz "presunción". Los indicios son
ciertos antecedentes o circunstancias conocidas o probadas y que por sí solos
no permiten establecer el hecho controvertido, sino que, requieren que el
juez, a través de un razonamiento lógico, deduzca de ellos la forma como
ocurrió un hecho, es decir, presuma lo que ocurrió.

Los indicios o bases de presunciones judiciales emanan de otras pruebas


rendidas en la causa que no dan una convicción del hecho en forma
inmediata, sino que, para ello es necesario que el juez realice un proceso o
razonamiento lógico.

Las bases o indicios las deduce el juez de cualquier otro medio de prueba
producido en el proceso, pero, hay casos en que la ley establece esas bases o
indicios, como por ejemplo, tratándose de un testigo de oídas o la confesión
extrajudicial.

Valor probatorio
El artículo 426 dispone que las presunciones como medios probatorios, se
rigen por las disposiciones del artículo 1712 del Código Civil. Como la ley
confunde los indicios con las presunciones, el artículo 1712 del Código Civil
exige que las presunciones sean graves, precisas y concordantes, en
circunstancias que debió haber señalado que los indicios o bases eran los que
debían reunir tales características para que de ellos pudiera derivarse una
presunción judicial.

Que los indicios sean graves implica que debe ser ostensible de tal forma que
el hecho presumido sea la consecuencia lógica del indicio. Que sean precisos,
significa que los indicios no deben ser vagos o difusos o susceptibles de llevar
a conclusiones diferentes. Concordantes, quiere decir que los indicios que
llevan al establecimiento de una presunción judicial no deben ser
contradictorios entre sí. A estos requisitos cabría agregar el de ser múltiples,
pues la ley al señalar las otras exigencias habla en plural.

Sin perjuicio de lo señalado, el Código de Procedimiento Civil, en el inciso 2°


del artículo 426 introdujo una innovación al Código Civil ya que dispone: "Una
sola presunción puede constituir plena prueba cuando, a juicio del tribunal,
tenga caracteres de gravedad y precisión suficientes para formar su
convencimiento".

Apreciación comparativa de los medios de prueba


En primer término, señalemos que la ubicación de este tema en el Código
luego de las presunciones, pudiera hacer creer que luego de rendidas las
pruebas el juez hace su apreciación. Sin embargo, es al momento de dictar
sentencia definitiva cuando el juez debe examinar y ponderar las diversas
pruebas rendidas en el juicio con el objeto de dar o no por probados los
hechos controvertidos.

Ahora bien, como en un proceso pueden rendirse numerosas pruebas, si


todas tienen el mismo valor probatorio para un hecho controvertido, no
existirán problemas.

La situación se complica cuando dos o más medios de prueba, que tienen el


mismo valor probatorio, son contradictorios entre sí. Por ejemplo, con la
confesión se acredita que se debe una suma de dinero, pero se presentó un
instrumento público que dice que esa cantidad se pagó. Para solucionar este
problema, el Código establece la apreciación comparativa de los medios de
prueba que, en definitiva, resuelve como actúa el juez en presencia de
pruebas contradictorias. (Art. 428)
Las reglas que el Código establece son las siguientes:

Si la ley contempla alguna disposición legal especial que solucione el


conflicto, dando preferencia a alguna prueba sobre las otras, el juez debe
estarse a ello. Por ejemplo, si se contradice la prueba testimonial con la
prueba confesional sobre hechos personales, el juez debe preferir a ésta
última, pues en contra de la confesión no se admite prueba alguna. (Art. 402)
Entre dos o más pruebas contradictorias y no existiendo ley que resuelva el
conflicto, los tribunales deben preferir la que crean más conforme con la
verdad. En este caso, el juez tiene la facultad de determinar la prueba que
prefiere, pero en su sentencia, debe señalar las razones por las cuales
considera que las pruebas que está prefiriendo las estima más conforme a la
verdad. Ello sucederá, por ejemplo, cuando el juez de encuentra frente a dos
instrumentos públicos contradictorios.
Por último, y aun cuando el Código no lo señala expresamente, resulta obvio
que el juez también debe considerar la existencia de alguna presunción de
derecho pues, si ésta existe, no puede aceptar prueba en contrario.
Trámites posteriores a la prueba
Los trámites posteriores a la etapa probatorio del juicio ordinario son:
observaciones a la prueba, citación para oír sentencia y medidas para mejor
resolver.

Observaciones a la prueba
Vencido el término de prueba, cualquiera que él sea, y dentro de los 10 días
siguientes, las partes pueden hacer por escrito las observaciones que el
examen de la prueba les sugiera. (Art. 430) Este plazo tiene importancia pues
durante él puede agregarse al proceso la prueba rendida fuera del territorio
jurisdiccional del tribunal y pueden rendirse las pruebas confesional, pericial
y la inspección personal si ellas han sido solicitadas antes del vencimiento del
término probatorio. Las pruebas instrumental y testimonial, en cambio, no
pueden rendirse en esta etapa por prohibición de los artículos 340 y 348 del
Código.

Citación para oír sentencia


En primer término, debe destacarse que el Código dispone que no es motivo
para suspender el curso del juicio ni es obstáculo para la dictación del fallo el
hecho de no haberse devuelto la prueba rendida fuera del tribunal, o el de no
haberse practicado alguna otra diligencia de prueba pendiente, a menos que
el tribunal, por resolución fundada, la estime estrictamente necesaria para la
acertada resolución de la causa, en cuyo caso, la reiterará como medida para
mejor resolver y se estará a lo establecido en el artículo 159, que establece
las medidas para mejor resolver.

Por otra parte, si dicha prueba se recibe por el tribunal una vez dictada la
sentencia, ella se agregará al expediente para que sea considerada en
segunda instancia, si hubiere lugar a ésta. (Art. 431)

Precisadas estas circunstancias, el Código dispone que, vencido el plazo para


efectuar observaciones a la prueba, se hayan o no presentado escritos y
existan o no diligencias pendientes, el tribunal citará para oír sentencia.

En contra de esta resolución solo puede interponerse recurso de reposición,


el que debe fundarse en error de hecho y deducirse dentro de tercero día. A
su vez, la resolución que resuelva la reposición es inapelable. (Art. 432)

En esta oportunidad, es preciso reiterar lo señalado anteriormente en orden


a que:
a) La citación para oír sentencia se produce en los siguientes casos:

1°. Si el demandado acepta llanamente las peticiones del demandante;

2°. Si el demandado no contradice en materia substancial y pertinente los


hechos sobre que versa el juicio;

3°. Si las partes piden que se falle el pleito sin más trámite; y

4°. Vencido el plazo para efectuar observaciones a la prueba. (Art. 432 inciso
primero); y

b) Que la resolución en que explícita o implícitamente se niegue el trámite de


recepción de la causa a prueba, salvo que las partes pidan que se falle la
causa sin más trámite, es apelable. (Art. 326)

Resulta, entonces, que el artículo 432 dispone que la resolución que cita a las
partes para oír sentencia, únicamente, es susceptible del recurso de
reposición fundado en un error de hecho; y, por otra parte, que el artículo
326 dispone que la resolución en que explícita o implícitamente niega el
trámite de la recepción de la causa a prueba, es apelable.

De este modo, si el tribunal resuelve citar a las partes para oír sentencia,
implicará que no recibirá la causa a prueba y, en consecuencia, se podrá
apelar de su decisión. En este caso, no se estará apelando de la resolución
que cita para oír sentencia, pues ella es inapelable, sino que, se apelará en
cuanto el tribunal al decidirlo de ese modo, explícitamente está negando la
recepción de la causa a prueba.
Efectos de la citación para oír sentencia
En primer lugar, una vez que se ha notificado por el estado diario la
resolución que cita a las partes para oír sentencia, el proceso queda en
estado de fallo y el juez debe dictar sentencia definitiva dentro del término
de 60 días. (Art. 162 inciso tercero); y

Citadas las partes para oír sentencia, no se admitirán escritos ni pruebas de


ningún género. (Art. 433)

Excepciones. El mismo artículo 433 señala algunas excepciones al hecho de


que citadas las partes para oír sentencia no se admiten escritos ni pruebas de
ningún género y que, por ende, son actuaciones que se van a poder realizar.

Incidentes de nulidad de lo obrado: conforme a las normas generales deben


plantearse dentro del plazo de 5 días contados desde que la parte tuvo
conocimiento del vicio, salvo que se trate de la incompetencia absoluta del
tribunal en el que no rige ese plazo. Estos incidentes, no obstante
encontrarse citadas las partes para oír sentencia, pueden entablarse. (Arts.
83 y 84);
Medidas para mejor resolver: estas medidas, como se verá, las dispone el
tribunal de oficio. (Art. 159);
Medidas Precautorias: por expresa disposición del artículo 290 ellas pueden
solicitarse después de citadas las partes para oír sentencia;
Impugnación de instrumentos: si el plazo respectivo vence después de la
citación para oír sentencia, la impugnación respectiva puede deducirse. El
Código dispone que los plazos establecidos en los artículos 342 N° 3,346 N° 3
y 347 que hubieren comenzado a correr al tiempo de la citación para oír
sentencia, continuarán corriendo sin interrupción y la parte podrá, dentro de
ellos, ejercer su derecho de impugnación. De producirse ésta, se tramitará en
cuaderno separado y se fallará en la sentencia definitiva, sin perjuicio de lo
dispuesto en el artículo 431.
La citación para oír sentencia constituye un trámite esencial del proceso, de
acuerdo al N° 7 del artículo 795 del Código, y, por ende, su omisión faculta
para interponer el recurso de casación en la forma por la causal del N° 9 del
artículo 768, esto es, haberse faltado a un trámite declarado esencial por la
ley.

Medidas para mejor resolver


Son actos de instrucción realizados por iniciativa del órgano jurisdiccional
para que éste pueda formar su propia convicción sobre el material del
proceso.

Oportunidad para decretar las medidas. Los tribunales, solo dentro del plazo
para dictar sentencia, pueden dictar, de oficio, medidas para mejor resolver.
Las que se dicten fuera de este plazo se tendrán por no decretadas. (Art. 159)
Cabe señalar que si el plazo para dictar sentencia se encuentra vencido y el
juez no las ha dictado, no puede decretar alguna de las medidas, y si lo hace,
ellas se tendrán por no decretadas.

Clases de Medidas Para Mejor Resolver. Sin perjuicio de lo establecido en el


inciso primero del artículo 431 los Tribunales pueden dictar alguna o algunas
de las medidas que se indicarán.

El inciso primero del artículo 431 preceptúa que no es motivo para suspender
el curso del juicio ni será obstáculo para la dictación del fallo el hecho de no
haberse devuelto la prueba rendida fuera del tribunal, o el de no haberse
practicado alguna otra diligencia de prueba pendiente, a menos que el
tribunal, por resolución fundada, la estime estrictamente necesaria para la
acertada resolución de la causa, en cuyo caso, la reiterará como medida para
mejor resolver y se estará a lo establecido en el artículo 159.

La agregación de cualquier documento que estimen necesario para


esclarecer el derecho de los litigantes;
La confesión judicial de cualquiera de las partes sobre hechos que consideren
de influencia en la cuestión y que no resulten probados;
La inspección personal del objeto de la cuestión;
El informe de peritos;
La comparecencia de testigos que hayan declarado en el juicio, para que
aclaren o expliquen sus dichos obscuros o contradictorios; y
La presentación de cualesquiera otros autos que tengan relación con el
pleito. Esta medida se cumplirá de conformidad a lo establecido en el inciso 3
del artículo 37, es decir, en aquellos casos en que otro tribunal requiera la
remisión del expediente original o de algún cuaderno o piezas del proceso, el
trámite se cumplirá enviando la correspondiente comunicación de la carpeta
electrónica a la que deben acceder a través del sistema de tramitación
electrónica del Poder Judicial. Lo mismo se aplicará cada vez que la ley
ordene la remisión, devolución o envío del proceso o de cualquiera de sus
piezas a otro tribunal.
Término del juicio ordinario en primera instancia
El Juicio Ordinario puede concluir, en forma normal, a través de la dictación
de la sentencia definitiva o, en forma anormal, mediante alguna de las
formas que se analizarán.

Modo normal de poner término al juicio ordinario


El modo normal de poner término al juicio ordinario es a través de la
sentencia definitiva. "Es sentencia definitiva la que pone fin a la instancia,
resolviendo la cuestión o asunto que ha sido objeto del juicio", según lo
señala el artículo 158 del Código. Estas sentencias deben cumplir los
requisitos generales de toda resolución y requisitos especiales.

Requisitos generales de la sentencia definitiva

Debe encabezarse con el lugar y la fecha escrita en letras; y


Debe concluir con la firma electrónica avanzada del juez o jueces que la
dictan o que las emitan.
Requisitos especiales de la sentencia definitiva

En las sentencias definitivas, como se vio en la publicación de las resoluciones


judiciales, se distinguen tres partes: expositiva, considerativa y resolutiva. A
estas partes se refiere el artículo 170 al aludir a los requisitos de las
sentencias definitivas:

La designación precisa de las partes litigantes, su domicilio y profesión u


oficio;
La enunciación breve de las peticiones o acciones deducidas por el
demandante y de sus fundamentos;
Igual enunciación de las excepciones o defensas alegadas por el procesado;
Las consideraciones de hecho o de derecho que sirven de fundamento a la
sentencia;
La enunciación de las leyes, y en su defecto de los principios de equidad, con
arreglo a los cuales se pronuncia el fallo; y
La decisión del asunto controvertido. Esta decisión deberá comprender todas
las acciones y excepciones que se hayan hecho valer en el juicio; pero podrá
omitirse la resolución de aquellas que sean incompatibles con las aceptadas.
Los tres primeros requisitos integran la parte expositiva; los requisitos de los
N°s. 4 y 5 forman la parte considerativa; y el N° 6, la parte resolutiva. Por
último, cabe señalar que si a la sentencia definitiva le faltan algunos de estos
requisitos especiales, ella es susceptible del recurso de casación en la forma,
con arreglo al artículo 768 del Código de Procedimiento Civil, norma que
contempla, como 5a causal de procedencia de este recurso: "En haber sido
pronunciada con omisión de malquiera de los requisitos enumerados en el
artículo 170."

Modos anormales de poner término al juicio ordinario


Es posible que el juicio termine en primera instancia sin necesidad que el juez
emita un pronunciamiento sobre el asunto controvertido lo que puede
deberse a actitudes positivas o negativas de las partes y que son las
siguientes: desistimiento de la demanda; abandono del procedimiento; la
celebración de un contrato de transacción; la celebración de un contrato de
compromiso; la conciliación; y el avenimiento.

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