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12 de Octubre 1076 y Ramón Roca

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MODELO ACADÉMICO

LÍNEAS EDUCATIVAS BÁSICAS (LEB)

El logro del perfil de egreso mencionado nos lleva a determinar características de nuestra oferta
que estarán presente en todos los niveles y modalidades de aprendizaje, este perfil se concreta
gracias a las líneas educativas básicas que se vuelven los lineamientos que nos guiarán en la
generación de nuestra oferta académica.
1. La persona es el centro del proceso de aprendizaje-enseñanza.
La persona, en el contexto de sus relaciones, es protagonista activa dentro del proceso
educativo; maestros y alumnos reconocen la dignidad de la persona y la diversidad como una
riqueza en el proceso aprendizaje-enseñanza.
2. Formación integral e integradora
Estudiar en la PUCE es una vivencia formativa integral que contempla aspectos físicos,
cognitivos, emocionales, éticos, espirituales y sociales de la persona; lo cual trasciende de
forma significativa a la vida del estudiante y de los actores implicados en el proceso educativo,
en su trabajo autónomo y en las experiencias personales y profesionales que se intercambien.
3. Enfoque globalizador en el desarrollo de capacidades y competencias: flexibilidad,
interdisciplinariedad y transdisciplinariedad
Con este enfoque los procesos de aprendizaje-enseñanza privilegian la investigación formativa,
la co-docencia y la integración de saberes, con base en proyectos, problemas, retos que dan un
conocimiento y una visión holística de la realidad. Los alumnos tienen oportunidades para
explorar y seleccionar diversos caminos de su ruta curricular en función de los intereses y las
competencias que anhelan desarrollar al cursar un plan de estudios, el mismo que es de carácter
inter y transdiciplinar, y cuenta con un currículo flexible, dinámico y adaptable que responde
a las necesidades de aprendizaje y potencialidades del estudiante, así como a las necesidades
del entorno
Para lograr lo planteado anteriormente la PUCE considera importante en su oferta académica
la creación de espacios curriculares, denominados Núcleos integradores (NI), que de una
manera planificada, organizada y flexible se conviertan en los núcleos que permitan la
articulación del aprendizaje y la integración y enriquecimiento de los elementos propios
(epistemológicos, ontológicos y metodológicos) de las disciplinas en el proceso de aprendizaje-
enseñanza referido a la realidad y su problemática, vinculado a procesos de toma de decisiones
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e interacción a fin de estructurarlo, tanto a nivel de contenidos como de métodos, en torno a un

contexto y/o problema social determinado y que a su vez se articulen de manera clara y
coherente entre sí y con el modelo de personal y de profesional que la PUCE ha definido forjar.
4. Impacto personal y social que transforma, con enfoque de servicio
Las experiencias de aprendizaje con enfoque de servicio se articulan con procesos de
investigación y vinculación, a través de lo cual se generan impactos sociales significativos que
transforman la realidad y aportan a la construcción de una sociedad más justa y equitativa, en
respuesta a las necesidades del entorno y en constante interacción con diversos actores sociales,
a fin de generar conocimiento a partir de la experiencia profesional y humanizadora vivida.
5. Ambientes que estimulen y favorezcan el aprendizaje
Los ambientes de aprendizaje son cálidos, motivantes, inclusivos, dinámicos y armónicos,
presenciales y virtuales; con diversidad de escenarios y recursos que responden a las distintas
formas de aprender, acordes con los diferentes estilos de aprendizaje; y con flexibilidad de ser
adaptados en tiempo y espacio, a fin de propiciar la novedad, la experiencia vivencial y
estimular la creatividad.
6. Metodologías activas de aprendizaje-enseñanza
Utilizamos metodologías activas y tendencias innovadoras que centran el proceso de
aprendizaje-enseñanza en el estudiante y que facilitan la construcción del conocimiento desde
una perspectiva crítica, reflexiva y transformadora, enfrentando al estudiante a situaciones
reales del contexto y promoviendo el desarrollo de su potencial para la búsqueda de soluciones
pertinentes, a la vez que favorecen la metacognición, como base para la gestión de los propios
recursos y procesos que van más allá de la simple acumulación de información o
conocimientos.
7. Evaluación formativa, reflexiva y retadora que nos impulsa a ser más para servir
mejor
Las formas de evaluación se enfocan hacia una retroalimentación oportuna del proceso de
aprendizaje-enseñanza y se convierten en un medio motivante para construir procesos
proactivos de mejora continua personal, profesional y de servicio a la sociedad.
8. Aprendizaje-enseñanza colaborativos
Todos los actores involucrados son corresponsables en el proceso de educar; las conexiones
horizontales resaltan el valor propio de cada rol y su complementariedad hacia la construcción
de una comunidad de aprendizaje articulada y con sentido de pertenencia y de impacto futuro.