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Aprenda lo que más pueda sobre la discapacidad intelectual. Los recursos y organizaciones
listas al final de esta publicación le ayudarán a identificar técnicas y estrategias específicas
para apoyar educacionalmente al alumno. Más abajo hemos incluído algunas otras estrategias.
Reconozca que usted puede hacer una gran diferencia en la vida de este alumno! Averigüe
cuáles son las potencialidades e intereses del alumno y concéntrese en ellas. Proporcione
oportunidades para el éxito.
Si usted no forma parte del equipo del IEP, solicite una copia del IEP. Las metas educacionales
del alumno estarán contenidas en éste, al igual que los servicios y acomodaciones que él o ella
debe recibir.Hable con especialistas en su escuela (por ejemplo, maestros de educación
especial), como sea necesario. Ellos le pueden ayudar a identificar métodos efectivos de
enseñar a este alumno, maneras de adaptar el currículo, y cómo tratar con las metas del IEP
en la sala de clases.
Sea tan concreto como sea posible. Demuestre lo que desea decir en lugar de sólo dar
instrucciones verbales. En lugar de relatar información verbalmente, muestre una foto. Y en
lugar de sólo presentar una foto, proporcione al alumno materiales y experiencias prácticos y la
oportunidad de probar cosas.
Divida tareas nuevas y más largas en pasos más pequeños. Demuestre los pasos. Haga que el
alumno realice los pasos, uno por uno. Proporcione ayuda como sea necesario.
Proporcione al alumno comentarios inmediatos.
Enséñele al alumno destrezas de la vida tales como aquéllas para la vida diaria, sociales,
conciencia, y exploración ocupacional, como sea apropiado. Haga que el alumno participe en
actividades en grupos o en organizaciones.
Trabaje junto con los padres del niño y otro personal escolar para crear e implementar un plan
educacional especial para cumplir con las necesidades del alumno. Comparta información en
una forma regular sobre cómo le va al alumno en la escuela y en casa.
Aprenda lo que más pueda sobre la discapacidad intelectual. Los recursos y organizaciones
listas al final de esta publicación le ayudarán a identificar técnicas y estrategias específicas
para apoyar educacionalmente al alumno. Más abajo hemos incluído algunas otras estrategias.
Reconozca que usted puede hacer una gran diferencia en la vida de este alumno! Averigüe
cuáles son las potencialidades e intereses del alumno y concéntrese en ellas. Proporcione
oportunidades para el éxito.
Si usted no forma parte del equipo del IEP, solicite una copia del IEP. Las metas educacionales
del alumno estarán contenidas en éste, al igual que los servicios y acomodaciones que él o ella
debe recibir.Hable con especialistas en su escuela (por ejemplo, maestros de educación
especial), como sea necesario. Ellos le pueden ayudar a identificar métodos efectivos de
enseñar a este alumno, maneras de adaptar el currículo, y cómo tratar con las metas del IEP
en la sala de clases.
Sea tan concreto como sea posible. Demuestre lo que desea decir en lugar de sólo dar
instrucciones verbales. En lugar de relatar información verbalmente, muestre una foto. Y en
lugar de sólo presentar una foto, proporcione al alumno materiales y experiencias prácticos y la
oportunidad de probar cosas.
Divida tareas nuevas y más largas en pasos más pequeños. Demuestre los pasos. Haga que el
alumno realice los pasos, uno por uno. Proporcione ayuda como sea necesario.
Proporcione al alumno comentarios inmediatos.
Enséñele al alumno destrezas de la vida tales como aquéllas para la vida diaria, sociales,
conciencia, y exploración ocupacional, como sea apropiado. Haga que el alumno participe en
actividades en grupos o en organizaciones.
Trabaje junto con los padres del niño y otro personal escolar para crear e implementar un plan
educacional especial para cumplir con las necesidades del alumno. Comparta información en
una forma regular sobre cómo le va al alumno en la escuela y en casa.
Lo más importante es establecer rutinas. Es bueno que sepan qué va a ocurrir en cada momento y
la mejor manera es adquirir costumbres. Fija un momento al día para el baño, lavaros juntos los
dientes después de comer, crea el hábito de lavarse las manos cuando se va al baño, al llegar de la
calle, etc.
Comida
Para comer también es importante establecer rutinas. Hay que asignarle tareas como a cualquier
otro miembro de la familia. A la hora de la comida, sirve el alimento y no estés excesivamente
pendiente de sus reacciones si no quiere comer. Las felicitaciones por lo que hace bien son más
efectivas que los reproches por lo que hace mal.
No hay que confundir la franqueza con la dureza. Uno puede ser franco al tiempo que utiliza
palabras agradables. Esto quiere decir que cuando hables con tu ser querido con discapacidad
intelectual no debes cambiar la verdad o distorsionar la realidad pensando que no se dará cuenta o
que ya tiene demasiada información. Si lo haces, terminará por perder la confianza en ti. Dile las
cosas como son, con palabras agradables y fáciles de entender, pero sin caer en tratarles como a
niños pequeños, salvo que realmente lo sean.
Cuando te refieras a una persona con discapacidad intelectual, no te olvides de que también está
presente y forma parte de la conversación. Permite que haga sus comentarios, hazle preguntas e
inclúyela en la charla.
No seas tú quien ponga los límites a las capacidades de una persona. Puede que tenga una
habilidad especial para la tecnología o para el arte. Descubre qué es lo que más le gusta o se le da
bien y suminístrale las herramientas necesarias para que pueda desarrollar esa actividad. Que esté
entretenida en alguna actividad será bueno para ella y también para ti, ya que así encontrarás un
tiempo valioso para dedicar a cosas importantes, como tu descanso. Eso sí, cualquier actividad ha
de estar supervisada en todo momento, sobre todo si hay elementos que puedan resultar peligrosos
El ejercicio es muy importante, no solo para el cuerpo, también para estimular la inteligencia y la
creatividad. Haz del ejercicio un juego divertido y aprovecha para jugar juntos. Tal vez se sienta a
gusto jugando a la pelota, bailando o realizando actividades parecidas a esta.
No te pierdas
Una última recomendación para el cuidado de una persona con discapacidad intelectual es no
mostrar nunca desesperación. Puede haber malos momentos, pero es importante transmitir siempre
tranquilidad y que se tiene la situación bajo control.
Esperamos que estos consejos para los cuidados de personas con discapacidad intelectual te sean
de utilidad. Si quieres más recomendaciones, puedes seguir leyendo en nuestro blog. Y, si
necesitas ayuda práctica, no dudes en contactar con nosotros.
Cada familia es un mundo y la situación de cada persona particular también hay que analizarla dentro
de un contexto determinado. Cuando en el núcleo familiar hay una persona con discapacidad que
necesita atención permanente, en muchas ocasiones una residencia especializada es la única
solución plausible.
El hogar residencia para personas con capacidades diferentes está pensado para todas esas
familias que por circunstancias laborales o de otra índole no pueden atender durante las 24 horas a su
hijo, padre o hermano. Imaginemos a una familia de 5 miembros que se compone de padre, madre, 2
hijos en edad escolar y el hermano del padre que vive con ellos. Si este último requiere de un apoyo
constante pero el padre y la madre tienen que trabajar para mantener económicamente a la familia,
¿cuál es la solución?
Vivimos en una sociedad en la que la mujer forma parte activa del mundo laboral y, en la mayoría
de los casos, su sueldo es necesario para mantener la estabilidad familiar y que no haya problemas
económicos a medio y largo plazo.
Pero que nos veamos forzados a trabajar no implica que tengamos que dejar descuidada a la
persona que con discapacidad, sino que las residencias son el apoyo preciso para este tipo de
casos. Hay residencias de día, similar a un centro escolar donde un equipo especializado cuida de las
personas con discapacidad y utilizan juegos y estímulos para conseguir que se adapten bien
fuera de su entorno doméstico. Y, para los casos más complicados, también existen hogares
residencia adaptados a la discapacidad tanto en sus instalaciones como en el personal.
Tenemos que dejar de estigmatizar la palabra “residencia” como si fuese algo malo. Muchas personas
sienten que abandonan a sus familiares y fallan en su cuidado si los dejan ahí unas horas al día o días
enteros, pero la realidad nos dice que el modelo de sociedad en el que vivimos nos obliga a que
existan este tipo de centros, por suerte, cada vez más modernos y con mejores prestaciones.
La prioridad de la familia es asegurar que todos los miembros de la misma estén seguros y tengan una
buena calidad de vida, así que si tenemos que trabajar todo el día, es mucho mejor buscar un centro
para que cuiden de nuestro familiar a dejarlo solo en casa.