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Capitulo XIII: Mojado, Flotabilidad y Detergencia.

1. Mojado:

Los términos mojado y no-mojado se asocian al ángulo de contacto entre líquido-sólido. Cuando nos
referimos a “mojar” significa un esparcimiento del liquido sobre una superficie, por lo cual en este
caso diremos que el ángulo de contacto es 0 o muy cercano, en contraste, no mojado significa un
ángulo mayor a 90°, en este caso el líquido mantiene una geometría esférica en la superficie.
Matemáticamente, se puede describir lo anterior por la ecuación de Young:

𝛾𝑠𝑣−𝛾𝑠𝑙
𝐶𝑜𝑠𝜃 = y 𝑆𝐿/𝑆 = 𝛾𝑠𝑣 − 𝛾𝑙𝑣 − 𝛾𝑠𝑙
𝛾𝑙𝑣

Entonces, para asegurar un mojado, los términos 𝛾𝑠𝑙 𝑦 𝛾𝑙𝑣 deben ser los más pequeños, por medio
de la adición de surfactantes a la fase líquida. Los surfactantes adsorben en las interfaces L-S y L-V
disminuyendo sus tensiones interfaciales. Es importante destacar la importancia de ambos términos
(𝛾𝑠𝑙 𝑦 𝛾𝑙𝑣) para poder disminuir la tensión superficial en la interfaz, y de igual forma, la naturaleza
del surfactante y de la interfaz S-L.

Estudios recientes se han enfocado en las fuerzas de largo alcance y en la hidrodinámica. El efecto
principal en las fuerzas de rango-amplio es debido a que el líquido no se esparce hasta la formación
de un monocapa, si no, hasta la formación de una estructura tipo “pancake”. En el caso de “mojado
seco” donde 𝑆𝐿/𝑆 es casi cero, se ha encontrado un comportamiento de humectación/mojado entre
parcial y total, siendo la propagación sensible a la polarizabilidad de la superficie.

Existen varios casos donde es deseable un buen contacto, los surfactantes ayudan a conseguir esto.
Consisten, generalmente, en moléculas polares (alcoholes, esteres) y no polares (hidrocarburos),
por ejemplo, los surfactantes de silicona “superpropagadores”, en pequeñas cantidades, permiten
que el agua, moje las superficies hidrófobas sin inhibir el mojado en las hidrófilas. Una gota de
solución de tensioactivo, sufrir una inestabilidad de “Dedos” a medida que se esparce sobre una
superficie, debido a un gradiente de tensión superficial (Efecto Marangoni).

Se puede explicar, de manera similar, el efecto Marangoni, considerando un gradiente de


temperatura. Así, la longitud de onda de inestabilidad estaría dada por:

λ = 2ℎ0 (3𝐶𝑎)−1/3

Donde ℎ0 es el espesor de película, Ca es el número de capilaridad y corresponde a 𝐶𝑎 = 𝑉𝜇/𝛾𝑙𝑣. 𝜇 es


la viscosidad y V está definida por:
ℎ0 𝑑𝛾/𝑑𝑥
V=
2𝜇
Donde 𝑑𝛾/𝑑𝑥 es el gradiente de tensión superficial vertical producido por el gradiente de temperatura
“forzado” por la superficie. Con lo anterior, se aprecie que la longitud de onda varía lentamente con el
gradiente de tensión superficial.

2. Mojado como un fenómeno de capilaridad.


Nombre: Luigi Sebastián Merchán Suárez Código:1233503456

Para algunos tipos de mojado, el ángulo de contacto no es el único mecanismo de acción, por ejemplo,
en el mojado de un tejido, es este cado es necesario que el líquido penetre las fibras del tejido. En estos
casos hablamos de un fenómeno de capilaridad, donde la fuerza impulsora es la existencia de un
gradiente de presión a través de la superficie curva del menisco, y esta dada por:

2𝛾𝑙𝑣 ∗ 𝐶𝑜𝑠𝜃
∆𝑃 =
𝑟
Si 𝜃 no es cero, la anterior ecuación se reescribe como:
2(𝛾𝑠𝑣 − 𝛾𝑠𝑙) 2𝛾𝑠𝑙𝑣
∆𝑃 = ; ∆𝑃 =
𝑟 𝑟

En este caso, para que la diferencia de presión sea grande 𝛾𝑠𝑙 debe ser lo más pequeño posible (𝛾𝑠𝑣 no
se puede manipular). Si 𝜃 es cero, la ecuación toma la descripción de la derecha y el requerimiento
anterior para la presión es que 𝛾𝑠𝑙𝑣 sea grande. El objetivo global es encontrar un surfactante que
reduzca 𝛾𝑠𝑙 sin que, al mismo tiempo, reduzca 𝛾𝑠𝑙𝑣. Los surfactantes afectan, de un modo u otro, ambos
términos en función del sistema.

Además de que ∆𝑃 sea grande, también es deseable para promover la penetración capilar, que la
velocidad o tasa de entrada sea grade. Cuando podemos despreciar la gravedad tenemos:

Esta ecuación es para el caso general de un líquido L1 desplazando un líquido L2 con alturas (l1 y l2) y
viscosidades (η 1 y η 2) respectivas. Para un líquido único desplazando aire, la cantidad 𝛾𝑙𝐶𝑜𝑠𝜃𝑙/η
tiene dimensiones de velocidad por lo cual da una medida del poder penetrante del liquido en una
determinada situación.

3. Repelencia del agua.

En contraste con lo anterior, la repelencia tiene como objetivo aumentar 𝜃 lo máximo posible, por
ejemplo, en los condensadores, la conductividad térmica mejora si el agua no ‘moja’ las superficies sino
que, se escurra en forma de gota, esto se realiza revirtiendo las condiciones anteriores, es decir, ahora
es deseable un ∆𝑃 negativo, si eso es así el ángulo de contacto será mayor a 90° , por lo que el líquido
no penetrara a través de la fibras y no se dará el mojado. En estos casos hablamos de repelencia al agua,
no de “waterproof”.

En la ecuación cuando 𝜃 es diferente de 0, muestra que la tensión del líquido no esta directamente
involucrada, sino que la cantidad (𝛾𝑠𝑣 − 𝛾𝑠) debe ser negativa. Lo anterior es realizable recubriendo el
sólido para reducir 𝛾𝑠𝑣. Una estructura de malla abierta o pantalla conduce a ángulos de contacto más
grandes, se puede realizar agentes impermeabilizantes que aumenten la rugosidad de la superficie para
aumentar el ángulo de contacto (𝜃 > 90°)

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