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Ayudas técnicas de aseo para pacientes con movilidad reducida / adultos

mayores

Por razones obvias a pacientes con movilidad reducida y adultos mayores es necesario
proporcionarle ayudas técnicas de aseo, pero para ello se deben tomar ciertas
precauciones.

Pueden ser frecuentes las ocasiones en las que un ser querido necesita ayuda para llevar a
cabo algunas actividades en su aseo personal, ya sea debido a su edad o a una enfermedad
incapacitante.

Estas ayudas deben proporcionarse en diversas horas del día y comprenden desde una leve
asistencia hasta una ayuda total. Ese ser querido o familiar con limitaciones para
movilizarse puede necesitar ayuda para:

 Cepillar sus dientes

 Lavar y afeitar su cara

 Colocarse y arreglar su vestimenta

 Bañarse

 Maquillarse

La planificación es clave para proporcionar ayudas técnicas de aseo

Puede que haya tareas que no sean tan frecuentes (por ejemplo, cortarse el cabello y las
uñas) pero de igual forma requieren de planificación.

Independientemente del grado o nivel de asistencia que el paciente inmovilizado o adulto


mayor requiera se debe entender que la forma como éste la perciba es importante.

De allí que es esencial que el cuidador asuma en la prestación de esta ayuda una actitud
cordial y respetuosa.

La finalidad es que ese familiar o amigo se sienta orgulloso y satisfecho de las ayudas
técnicas de aseo y cuidados que recibe, haciéndolo sentir que puede lograr cierta
autonomía, no importa que esta sea pequeña.

Formación de hábitos de aseo en pacientes con movilidad reducida y adultos


mayores

Para algunas personas completar un ritual de aseo como el bañarse, vestirse o arreglarse
puede significar un auténtico desafío, requiriendo por ello de la ayuda proporcionada por un
cuidador.

Las dificultades para el paciente y el cuidador varían dependiendo del grado de inmovilidad
o afectación que se tenga en algunos casos. De allí que el cuidador tal vez solo necesite
indicarle o recordarle al paciente la tarea que debe realizar.

Otro detalle importante que debe tener en cuenta el cuidador es el tratar de conocer del
paciente sus hábitos, gustos y preferencias.

Por ejemplo, hay personas que adoptan un atuendo como su favorito y a menudo quieren
usar todo el tiempo el mismo pantalón o la misma camisa. Para superar este inconveniente
se pueden adquirir varias prendas similares a la favorita.

Es conveniente fijar un horario para estas tareas y establecer un lugar para guardar o
colocar los implementos a utilizar. Esto estimulará al paciente a participar en la medida de
sus posibilidades.

Recomendaciones para las técnicas de aseo

 Fijar un horario con el propósito de hacer de estas tareas una rutina diaria . Es
conveniente elegir una hora fija todos los días para llevar a cabo una determinada
tarea.

 Hacer que el paciente vaya progresando en autonomía . Dependiendo de su nivel de


movilidad o habilidades debe estimularse al paciente a realizar algunas tareas, por
ejemplo, acomodar su vestimenta.

 Respetar sus gustos y hábitos en la medida de lo posible: Siempre y cuando no


impliquen un elemento contrario a su estado de salud puede permitírsele al paciente
que mantenga su preferencia por ciertos artículos de aseo personal, por ejemplo una
navaja de afeitar.

 Reducir el grado de complejidad de las tareas : Entre más sencillas sean la forma de
peinarse o maquillarse, por ejemplo, habrá más posibilidades de que el paciente
asuma el desafío de hacerlas por sí mismo.

 No recordarle las tareas en todo momento sino esperar a que éste las recuerde.
Cuando se haya fijado una rutina de aseo le será más fácil al paciente recordar la
hora a la que debe bañarse.

Técnica de aseo mano a mano

Una de las ayudas técnicas de aseo implementadas con pacientes con movilidad
reducida o adultos mayores es la llamada mano a mano.

Dicha técnica consiste en realizar el cuidador la tarea (por ejemplo, maquillarse) mientras el
paciente apoya su mano en la del cuidador. Esto le proporcionará un sentido de
participación.

Es muy posible que tareas como cortarse el cabello o la barba requieran de desplazarse
fuera de casa, lo que podría ameritar ciertas precauciones, especialmente si el paciente tiene
un considerable grado de inmovilidad.

En este caso para reducir las visitas al barbero o peluquería es conveniente adoptar un estilo
sencillo que pueda realizarse en casa.

Precauciones para el afeitado de personas con movilidad reducida

Estas son algunas de las precauciones para el afeitado que deben tenerse en cuenta:

 Utilizar una maquina u hoja de afeitar de seguridad. Esta es especialmente indicada


para pacientes que registran movimientos involuntarios.

 Colocar una toalla para recoger el agua que se desliza por su mejilla.

 Para mojar su cara se puedes utilizar una toalla húmeda y tibia.

 Aplicar crema de afeitar con sustancias emolientes para evitar irritaciones en la piel.
 Evitar afeitar a contrapelo para prevenir cortaduras o halar el vello facial.

 Afeitar trazando desplazamientos cortos.

Para llevar a cabo estas tareas de cuidado personal es importante seleccionar las
herramientas y artículos necesarios.

Por ejemplo, para evitar que el paciente inmovilizado se moje en exceso al lavar su cabello
es recomendable utilizar un gorro para aseo.

Para esas ocasiones en las que la persona tiene dificultades para movilizarse hasta el cuarto
de baño el gorro para aseo es muy conveniente porque permite lograr un completo lavado
de cabello sin necesidad de utilizar agua.

Estos gorros de baño vienen provistos de champú y acondicionador favoreciendo un lavado


sin necesidad de enjuague y con la sensación de una ducha tibia.

Existen también en el mercado bañeras portátiles que facilitan las labores de aseo. Esta se
infla en la misma cama por lo que el riesgo de caídas se reducen al mínimo.

Recomendaciones a seguir para el cuidado de un paciente con movilidad


reducida

 Procurar darle opciones para elegir su vestimenta o productos a utilizar.

 Colocar su ropa en el orden en que se vestirá. Por ejemplo, primero una camisa,
encima un pantalón y luego la ropa interior.

 La identificación de las prendas de vestir ayuda a las personas asistidas a obtener


cierto grado de control, así como ir informándole sobre el orden de colocación de la
vestimenta. Por ejemplo, “primero pasamos la cabeza”

 Solicitar su colaboración en los momentos que se crea oportuno.

Para darle una buena atención a ese ser querido o familiar con movilidad reducida entérate
de cómo reducir el dolor de espalda baja.

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