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¿Quieres conocer una de las ciudades más interesantes del mundo? La ciudad de San
Petersburgo, llamada amistosamente Piter, en la región de Leningrado, te ofrece historia,
cultura y entretenimiento.
Es también llamada “Venecia del Norte” porque el diez por ciento de toda su área está
cubierta por las aguas.
Esta famosa urbe es la segunda ciudad más importante de Rusia, después de Moscú, y una
de las más grandes de Europa, albergando una población de casi 5 millones de habitantes.
¿Por qué la ciudad de San Petersburgo es una de las más interesantes del mundo?
Entre sus bien cuidadas edificaciones se encuentran cientos de museos y teatros, por
ejemplo, el Teatro Mariinsky y el Museo Estatal Ermitage.
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Desde mayo hasta septiembre puedes disfrutar de un clima agradablemente templado (la
temperatura alcanza los 12 ºC en verano). Sin embargo, debes ser precavido porque el
clima es bastante cambiante durante el día.
No te preocupes de las temporadas de lluvia, porque en realidad cuando llueve es por poco
tiempo. Aunque si hay humedad porque está ubicada entre la costa del Golfo de Finlandia y
la desembocadura del río Nevá.
Si visitas esta fascinante ciudad rusa en septiembre podrás disfrutar de su frío otoño, pero
si eres de los que disfrutan de una buena nevada es recomendable que vayas en octubre.
Entre noviembre y marzo no resulta muy conveniente hacer turismo en San Petersburgo
porque es pleno invierno y la temperatura puede llegar a -35 ºC.
Una vez que llegues al aeropuerto puedes desplazarte hasta el centro de la ciudad por medio
de:
Taxi: Las tarifas son demasiado costosas (50 euros) cuando se toman directamente a
la salida del terminal aeroportuario. Se recomienda solicitar por teléfono los
servicios de una empresa local de taxi porque de esta manera el precio puede
disminuir a 26 euros.
Esta ciudad rusa tiene la particularidad de contar con varias islas entre los brazos del río
Neva, las cuales puedes visitar para disfrutar de sus encantos.
Hasta los puentes que la atraviesan son dignos de atención, como el puente de Ánichkov
con sus esculturas Domadores de caballos.
La isla Vasílievsky: Accesible a través del Puente del Palacio utilizando diferentes
medios de transporte. En ella encontrarás diversos sitios de interés como el primer
museo ruso, el Malecón Universitario y las antiguas esfinges egipcias, entre otros.
La isla Petrográdsky: En ella podrás disfrutar de la visita a la Fortaleza de Pedro y
Pablo, la obra de mayor valor histórico de la ciudad, así como del Museo Estatal de
Historia.
La clave está en aprovechar el sol, pues el clima es algo difícil de predecir, por lo que
apenas se asoma el sol, visitantes y locales aprovechan para salir a pasear.
Una manera inusual pero bastante interesante y atractiva de disfrutar de una de las ciudades
más más interesantes del mundo es apreciarla desde otra perspectiva: desde los techos de
edificaciones con una arquitectura increíble.
Novedosas compañías turísticas han tenido la idea de organizar paseos por los techos de los
edificios de la Avenida Ligovski. Desde allí podrás apreciar el esplendor de esta gran
ciudad rusa.
En estos techos se han dispuestos pasillos por donde los turistas se desplazan con
comodidad y seguridad para conocer los detalles de la ciudad desde lo alto.
Una visita obligada es al Jardín Botánico, el cual data de la época del emperador Pedro El
Grande y alberga más de 80 mil tipos de especímenes florales.
Una de las cosas que hace de San Petersburgo una de las ciudades más interesantes del
mundo es su jardín botánico. Resulta increíble apreciar como en un clima tan cambiante
como el de San Petersburgo puede crecer tan alta variedad de exuberantes plantas.
Hay desde “jardines colgantes” de especies epifitas sobre altos troncos y hojas de bellos
árboles que solo crecen en el trópico, hasta acacias australianas.
No podrás dejar de admirar “La Reina de la Noche”, una extraña planta con flores cuyo
capullos solo abren una vez al año.
Si te alcanza el tiempo un paseo por los ríos y canales de esta fascinante metrópoli es la
mejor opción para pasar momentos divertidos y a la vez relajantes.