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Tereshkova
En una época donde las mujeres apenas podían ir de una ciudad a otra, esta mujer rusa, tripulando una
nave espacial, recorrió la órbita terrestre cuarenta y ocho veces durante casi 3 días.
La nave espacial que abordó Valentina para lograr su hazaña fue Vostok 6 y para tripularla se sometió a
un programa de entrenamiento riguroso donde luego fue seleccionada entre varias participantes.
Aunque parezca increíble, la primera mujer en orbitar la tierra no tuvo una educación especial en
sus primeros años y tampoco se destacó por sus habilidades, pues como cualquier adolescente rusa de
la época trabajaba en una fábrica y realizaba cursos por correspondencia.
Tal vez sería su impulso de hacer las cosas bien por ella y su país la que la llevaron a unirse a un
equipo de paracaidistas y luego a la Liga de Jóvenes Comunistas de la fábrica donde trabajaba, sin
sospechar que esto la llevaría bien alto.
Se dice que su especial inspiración vino de Yuri Gagarin, el primer hombre en viajar por el espacio.
Esto la impulsó a postularse como participante en uno de los programas espaciales desarrollados por la
Unión Soviética.
Tenía 26 años cuando fue seleccionada como la primera candidata a tripular un vuelo orbital. Pero
más que esa hazaña lo que más despierta admiración fue la trayectoria que hizo partiendo de un origen
humilde.
Nacida en Maslennikovo, un pequeño pueblo al noroeste de Moscú, en el seno de una humilde familia,
la enérgica Valentina tal vez nunca pensó que sería la primera mujer en orbitar la tierra.
Igualmente tampoco pensó esta valerosa mujer que llegaría a ser doctora en ciencias técnicas del
espacio en 1977 y mucho menos que se convertiría en una heroína nacional, ejemplo no solo para la
mujer rusa, sino para todas las mujeres del mundo.
La razón por la que Valentina fue seleccionada se debió a su larga experiencia como paracaidista,
recordando que para aquel entonces se necesitaba que los cosmonautas saltaran a tierra una vez que la
capsula ingresara a la atmósfera terrestre y descendiera a una determinada altitud.
Luego de su hazaña en el espacio Tereshkova inició una carrera política que no le permitió seguir
viajando en el espacio, pero si a través del mundo como ejemplo de la participación de la mujer en los
logros de la Unión Soviética.
Antes de su retiro político también fue jefe del Comité Soviético de Mujeres, directora de la Unión
Internacional Cultural y de Amistad y presidenta de la Asociación Rusa de Cooperación
Internacional.
Emblema de la Unión Soviética durante la carrera espacial
Utilizó su exitosa trayectoria en el programa especial ruso para realizar una descollante carrera política
que la mantuvo en la palestra pública hasta hace poco.
Se convirtió en la imagen nacional de la mujer rusa en el mundo durante la era soviética y fue clave
en la carrera espacial que entablaron los Estados Unidos y la Unión Soviética.
Si Estados Unidos fue el primer en colocar al hombre en la luna, la Unión Soviética pudo anunciar
como victoria dentro de un mundo dominado por hombre haber colocado a una mujer en el espacio,
convirtiéndose en un hito histórico de amplia relevancia todavía.
Una falla pudo haber frustrado la hazaña de la primera mujer en orbitar la tierra
La hazaña de este insigne ejemplo de las mujeres rusas estuvo a punto de convertirse en una tragedia
de gran magnitud
De acurdo a reportes divulgados muchos años después, durante el vuelo orbital de esta inspiradora
mujer se produjo una falla en el software de navegación que puso en peligro su vida y el éxito de la
misión.
Aunque por razones estratégicas las fallas y las razones de la misma no fueron hechas públicas se sabe
que gracias a la destreza de Valentina esta pudo crear un nuevo algoritmo de aterrizaje para caer sana y
salva en la región de Altay, entre Mongolia y China.
Como dato curioso se pudo conocer además que aceptó la comida que los aldeanos de la zona le
ofrecieron, lo que alteró el protocolo que debía seguir la astronauta al aterrizar.
Esta violación del protocolo de la fuerza espacial soviética le valió una reprimenda, sin embargo, no
pudo evitar que su hazaña fuera divulgada y proyectada dentro y fuera de la Unión Soviética.
El haberse convertido en la primera mujer en orbitar la tierra y ocupar un prominente puesto político le
hicieron ganar muchos reconocimientos, entre los cuales se cuentan:
Sin duda, al superar las barreras culturales y sociales de la época, cuando Valentina Tereshkova orbitó
la tierra no solo se convirtió en la primera mujer en viajar al espacio, sino que sentó un precedente
para la mujer rusa y todas las mujeres del mundo.