Está en la página 1de 9

IMPACTO E IMPORTANCIA DE FALACIAS, PARALOGISMO Y FUNCIÓN DE

OPERADORES DEÓNTICOS EN EL DERECHO


Este ensayo busca contribuir a uno de los temas de mayor interés actual para los
especialistas, por ende, nuestro propósito es darles a conocer la importancia e influencia para
los abogados y el derecho sobre falacias, el paralogismo y operadores deónticos.
Así mismo iremos resolviendo las interrogantes planteadas que son las siguientes: ¿Por qué
para un abogado es importante conocer acerca de los paralogismos y falacias? ¿Cuáles son
las funciones de los operadores deónticos?

Debido a que los argumentos jurídicos suelen incluir falacias o proclama falacias al
momento de analizar la estructura de las normas jurídicas, los criterios para su interpretación
y aplicación, sus valoraciones morales e incluso hasta cuestiones probatorias. Sin embargo,
existen pocos estudios o artículos en el campo de la argumentación jurídica que expliquen el
uso frecuente del error en el ámbito jurídico. Es por esta razón que en este artículo
pretendemos llevar a cabo un listado ejemplificativo de las falacias más frecuentes en el
campo jurídico con el objetivo de que las personas dedicadas a esta área, así como parte de la
sociedad civil interesada en el sistema de justicia pueda analizar críticamente las decisiones
jurídicas que son tomadas en este campo. Las falacias, entendidas como formas de
razonamiento incorrecto, tienen una larga historia en el pensamiento filosófico. El primer
estudio sistemático sobre las falacias fue realizado por Aristóteles en su obra Refutaciones
sofísticas, en la cual se refiere a trece formas de argumentos falaces y para ello las agrupa en
dos tipos: por un lado, falacias en función de la expresión y, por otro lado, falacias al margen
de la expresión (Aristóteles, RS., 165b). Esta división podría expresarse también mediante la
distinción entre falacias lingüísticas y falacias extralingüísticas. Las falacias que dependen de
expresiones lingüísticas son los homónimos, las amputaciones o ambigüedades, la
composición o combinación, la división, el acento y el modo de expresión, mientras que los
errores que dependen de errores extralingüísticos se distribuyen aleatoriamente, sobre todo
cuando se habla de un asunto relativo, por desconocimiento. por refutación por consecuencia,
por presunción de que la proposición a probar está hecha desde el principio,la causa es
lo que no es la causa, y finalmente varios problemas se combinan en uno.
LAS FALACIAS

Una falacia es un razonamiento no valido o incorrecto, pero con apariencia de ser


validas además de pretender ser persuasivo e incluso convincente siendo un razonamiento
engañoso y que para ser detectadas se necesita de una revisión minuciosa.

Como apunta Manuel Atienza, el empleo de una falacia supone la infracción de una
regla de la argumentación. Por ello alude a la existencia de falacias formales, materiales y
pragmáticas; en asimilación, este tipo de falacias consisten en:

Desde un punto de vista lógico, una falacia formal ocurre cuando se usa claramente
una regla de inferencia válida, pero en realidad no es así. Interpretando esto, Atienza (2010)
sugiere que ¨la falacia de la indebida generalización de una regla o solución a todos los
supuestos, aunque no exista semejanza entre los casos vinculados¨(pag.106).

Conforme al criterio de Atienza, las premisas se construyen utilizando solo criterios


aparentemente correctos, como la falacia de la ambigüedad o la suposición de una analogía
falsa.

Según la falacia pragmática, el engaño se crea al violar una de las reglas que rigen el
comportamiento de los debatientes en el marco del discurso retórico.

Por su parte Nava Tovar, A. (2019) expone “Las falacias son afirmaciones que
parecen validas, pero no lo son”, en el campo de argumentación jurídica que existen otros
tipos de falacias que acontecen en el mundo jurídico:

¨Las falacias formales son aquellas que pueden refutarse por medio de argumentos
lógico-formales que demuestren la invalidez de su estructura¨. Así lo demuestra Jan C.
Joerden en su análisis de algunas falacias y su respectiva formación mediante el Modus
Barbara. Se explica a continuación las falacias formales más usuales.

Negación del antecedente

Cuando alguien niega el antecedente y sugiere también que debe rechazarse el


consecuente, esta implica una falta de compresión de la naturaleza y límites de la
conectiva lógica condicional. La estructura lógica de esta falacia es: Si A, entonces B. No
A. Por lo tanto, no B.

Afirmación del consecuente

La falacia de afirmación es cuando alguien niega el antecedente y sugiere también que


debe rechazarse el consecuente, teniendo como estructura: Si A, entonces B. B. Por lo
tanto, A. esta es llevada al campo de la argumentación jurídica probando no ser valida a
pesar de que las premisas sean veraces.

Las falacias informales si bien cuentan como argumentos inválidos en términos


lógicos, se prefiere enseñar su invalidez mediante un análisis crítico que no se reduce a la
mera comprobación formal. Además de que pueden ser de naturaleza muy diversa, así,
pueden ser de relevancia porque apelan a la evidencia.

Falacia de la falsa causa

Lo hacen quienes afirman que la causa de un evento se puede inferir de otro evento
que ha ocurrido antes. Si bien es cierto que el orden de los eventos describe las consecuencias
de un evento, el orden de dos eventos no significa que el primer evento causó el primero. Por
tal conclusión se podría estar frente a una falacia.

Falacia genética

Es cometida al afirmarse que un argumento está bien o mal en virtud de su origen, sin
considerar más a fondo la autenticidad del argumento. Así se busca dejar indefenso al
oponente por el hecho de apelar al origen de las instituciones.

Falacias de falso dilema

Se comete se presentan dos posibilidades y se da una, entonces la otra inmediatamente


se niega o no es posible; por lo cual la persona que comete esta falacia busca dejar que la
persona no tenga más remedio que apoyarlos.

EL PARALOGISMO

El paralogismo es un razonamiento falso que es construido fundamentalmente a partir


de premisas caracterizadas por esa misma falsedad, estos suelen contener
pseudoconclusiones, presentado explícita o incorrectamente sin saber quién lo sugiere.
Ulrico Klug nos presenta la clasificación de los paralogismos en:

Paralogismo sintáctico

Klug los define como aquellos razonamientos cuya conclusión no se deriva de las
premisas, en consideración a la sintaxis de tales premisas, es decir, a las relaciones formales
que existen entre sus palabras y expresiones.

Un entimema es un caso de paralogismo sintáctico donde faltan los principios


esenciales para establecer una relación adecuada con el resultado. Una forma no acentuada
suele ser una oración no acentuada. Este es un argumento en el que se menciona una de las
áreas. Este es un silogismo válido, pero parece una falacia si se deja falso.

Paralogismos semánticos

Los paralogismos semánticos son argumentos que tienen un resultado que no se toma
en cuenta en el área donde se considera la semántica del área definida, es decir, del contexto
de sus palabras u oraciones. Los paralogismos semánticos son de dos tipos: de vaguedad y de
desplazamiento de la definición:

 El paralogismo de falta de definición en este caso se tiende a pensar en la claridad de


la palabra o grupo de palabras utilizadas, pero esa claridad no existe. Por ejemplo,
elegir al presidente del país por mal carácter, hay diferentes definiciones y situaciones
precaución.
 En el paralogismo de desplazamiento de la definición se encuentra en lugares donde
hay palabras u oraciones con ambigüedad semántica. El mismo argumento tiene dos
significados diferentes. Hay dos significados. Puede parecer anfibólica.

Paralogismo pragmático

Son aquellos razonamientos en que, sin exigir incoherencia sintáctica ni semántica


entre la conclusión y las premisas utilizadas, se enfocan en el error al justificar o razonar las
premisas.

 El paralogismo de fundamentación incompleta se presenta cuando se produce, muy


pronto, una ruptura en la justificación de las premisas del argumento correspondiente.
Se manifiesta en el non sequitur, el error de precipitarse en
llegar a un resultado, o la afirmación de una conclusión que no sigue la premisa con la
que se inició.

 El paralogismo de proton pseudos ocurre cuando se utilizan premisas falsas. La


premisa que establece la norma o la premisa que establece los hechos es falsa. Y
finalmente, premisas superfluas, muchas veces basadas en la máxima "no es dañino",
hacen más artificial y complicada la evaluación del argumento.

La importancia de conocer sobre paralogismos es la de evitar algunos defectos en la


argumentación Todo buen jurista debe usar la lógica para crear buenos argumentos y detectar
malos argumentos, por esta razón es que los juristas usan la lógica inductiva y deductiva en
sus argumentos. La organización y presentación de los datos obtenidos se podrían realizar
mediante tablas estadísticas unidimensionales, si queremos analizar solo una característica; y
mediante tablas estadísticas bidimensionales, si el objetivo es evaluar dos características al
mismo tiempo. Además de las tablas, es posible representar esta información mediante
gráficos estadísticos adecuados.

Porque el intercambio de ideas, las controversias sobre filosofía, sabiduría, derecho,


historia... y comunicación hacen que las disciplinas tengan solidez. Cualquiera que quiera
dedicarse a convertirse en un político o empresario de éxito debe conocer los errores, para no
dejarse sorprender por ninguno de ellos. En efecto, un político serio, y también un hombre de
negocios, debe acostumbrarse a moverse por un campo minado. Porque los errores son un
campo minado. Y quien quiera aportar a la Comunicación Política y Corporativa también
debe estudiarlos, conocerlos y explicar cómo desenredarlos. Y no con el dramatismo de un
empleado sino con el humor que debe acompañar a la Comunicación Política y Corporativa.

Sin tal intercambio de opiniones, dejamos el campo abierto a las cantamañanas, a los
cuentistas, a los que aún escalan el monte Camelo. A menudo me pregunto por qué la serie de
abogados tiene tanto éxito. Creo que la razón última radica en el intercambio de argumentos,
la realización de pruebas, el desmantelamiento de esas pruebas y, en última instancia, que
gane el juicio quién esté mejor equipado para exponer los defectos del acusado, las pruebas
del personal y los expertos. Hackett Fisher divide su libro en doce secciones de errores
importantes sobre:

Preguntar; Verificación de la realidad; Materialidad del evento; Generalización;


Narrativo; Causa y efecto; Motivación; Elemento; analogía falsa; Distorsión y
distracción semántica significativa. Y en cada uno de estos apartados se distinguen distintos
tipos de errores.

LOS OPERADORES DEONTICOS

Los conceptos deónticos, han servido para construir los operadores deónticos, estos
muestran las opciones de conducta que conforme a derecho se espera de las personas. Los
operadores deónticos muestran las opciones de conducta que conforme a derechose espera de
las personas. La deóntica jurídica es útil tanto para interpretar como para formular las leyes
porque todos los actos que el Estado espera que sean exclusivos: permitir, obligar o prohibir,
de tal suerte que el contenido normativo redunda siempre en estos tres. A la par, el legislador
se apoya en disposiciones instrumentales que definen el comportamiento esperado de los
destinatarios de la ley (disposiciones descriptivas). Por lo que al interpretar las leyes debe de
tenerse en cuenta los operadores deónticos y la interpretación de cada uno de ellos afín de
evitar desvíos en su interpretación, Es saber utilizar las normas en cada caso, tomar en cuenta
que la misma norma no se puede ubicar en el mismo caso hay casos que son parecidos, pero
no son iguales.
Para entender la deóntica, utilizaremos la lógica modal, que funciona de tres formas:
el método óntico se refiere a "algunos", "todos", "no todos" y "ninguno"; la alética
corresponde a "puede", "necesario", "retroceso" y "no se puede"; y deóntico se refiere a
"permiso", "no permitido", "no permitido" (o prohibido) y "no permitido" (o requerido). Lo
anterior se puede representar gráficamente de la siguiente manera:
La explicación es la siguiente:
• La relación de contradicción o sustitución implica que, en cada expresión, una de las
dos expresiones es verdadera y la otra es falsa; Ninguno puede estar en lo correcto y ninguno
puede estar equivocado.
• La exclusión o subcontradicción implica que cualquiera de las dos expresiones es
verdadero; ninguno puede estar equivocado, pero ambos pueden estar en lo correcto.

• La relación de incompatibilidad o contradicción implica que cualquiera de las dos


expresiones es falso; ninguno puede estar bien, pero ambos pueden estar equivocados.

• En relaciones sustitutivas o implícitas, la segunda expresión nunca es falsa


si la primera es verdadera; ambos pueden ser verdadero o falso, o falso primero y
falso verdadero.
Tres operadores deónticos a partir de la tabla: permiso,
obtenido de la división (que el permiso y el permiso sin); obligación, que es el resultado de la
primera implicación (permitir y denegar el no) y prohibición, producto de la segunda
implicación (permitir sin y denegar); eso es:
Permiso = Disyunción
Obligación = Implicación 1
Prohibición = Implicación 2
De donde se puede obtener el siguiente cuadro de equivalencias:
Como conclusión luego del análisis de los tipos de paralogismos y falacias es de suma
importancia conocer cuando se está cometiendo alguna falta de este tipo, para así evitar
algunos defectos o contradicciones en la argumentación, en el caso de la falacia esta se
muestra como válida, pero en muchos casos no lo es por ello se requiere de una revisión muy
minuciosa
Según AN Tovar (2019) “En actos jurídico se debe ser muy cuidadoso con los
llamados paralogismos, pues en múltiples ocasiones el intérprete o aplicador de normas, suele
elaborar un argumento basado en ciertas premisas que él cree válidas pero que realmente no
lo son. Por ello, se tiene que interpretar adecuadamente tanto cada norma en particular como
todas las que constituyen el Ordenamiento, a efecto de estar en condiciones de defender un
argumento que justifique racionalmente la decisión jurídica”.
Las falacias son los argumentos inválidos que tienen la apariencia de ser válidos y los
argumentos que no prueban y parecen probar. Por eso son doblemente nocivos y perniciosos:
primeramente, por ser inválidos; pero, sobre todo, porque se disfrazan de validez, y con ello
el engaño que producen se vuelve más difícil de detectar y evitar. También parecen probar y
no lo hacen, y su apariencia de prueba, que hace difícil de desceñir su vacuidad, las vuelve
más nefastas que los meros errores formales, más fáciles de percibir.
De esta manera y luego de haber analizado y reflexionado el tema de los operadores
deónticos, concluimos que son del deber “ser”, en el cual encontramos las nociones de
obligación que implican “hacer”, la de permisión que permite hacer o no hacer una
conducta, y por último la de prohibición que significa no hacer. De modo que la lógica
deóntica va a una interpretación, como lo que debemos hacer, lo que se puede hacer, lo que se
puede o no hacer indistintamente y lo que no debemos realizar. Según Zuleta, H.R. (2006)
Sostienen que el significado de los operadores deónticos, al igual que el de los términos
lógicos en la deducción natural, puede quedar totalmente expresado una vez que se explicita
su uso mediante reglas de introducción y eliminación. Esto lleva a que al aplicarlas
correctamente podremos llegar a una mejor resolución o compresión de tales.

Así también que podría definirse a la lógica deóntica como la disciplina que estudia
las relaciones lógico- inferencial entre formulaciones y normativas desde un punto de vista
formal, y que bien podrían constituir una rama de la lógica.
Continuando con el orden de ideas, se estima que se podría definir que La técnica
legislativa aplicada en este país deja mucho que desear tratándose de la redacción de leyes.
Una correcta estructuración de los operadores deónticos (ordenar, prohibir y permitir) se
refleja en una redacción más depurada y clara de los dispositivos legales. Lo cual es deseable
en un para garantizar los principios de certeza jurídica y legalidad. ©2015. Facultad de
Derecho, Universidad Panamericana. Continuando se Sostiene por Alchourrón y Martino que
el significado de los operadores deónticos y de las conectivas lógicas puede quedar totalmente
expresado a través del uso que se les da en lo que llaman "un contexto de deducibilidad" (el
concepto de "contexto de deducibilidad" está tomado de Belnap (1962), quien lo introdujo
para refutar una importante crítica de Prior a la caracterización puramente sintáctica de los
términos lógicos).

Bibliografía
(s.f.).

Beuchot, M. (28 de 11 de 2013). Argumentación y Falacias en Aristótele. Obtenido de Tópicos,


Revista de Filosofía: https://revistas.up.edu.mx/topicos/article/view/435

Gutiérrez Parada, Ó. (2015). Hacia una mejor hechura de las leyes: operadores deónticos y alotropía
lingüistica. Obtenido de https://revistas-colaboracion.juridicas.unam.mx/index.php/ars-
iuris/article/view/2804/31140

México, U. N. (2015). Instituto de Investigaciones Jurídicas. Obtenido de


https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/9/4057/8.pdf

Nava Tovar, A. (2019). Falacias y derecho penal. Obtenido de Quadripartita Ratio:


http://quadripartitaratio.cucsh.udg.mx/index.php/QR/article/view/107

Nava Trovar, A. (2019). Las falacias más comunes en el derecho penal. Obtenido de Quadripartita
Ratio: http://www.quadripartitaratio.cucsh.udg.mx/index.php/QR/article/view/107/404

Socorro, J. C., & Cruceta, J. A. (2010). Argumentación jurídica. Obtenido de


https://biblioteca.enj.org/handle/123456789/78632

Zuleta, H. R. (2006). Lógica deóntica y verdad. Obtenido de ANÁLISIS FILOSÓFICO:


https://analisisfilosofico.org/index.php/af/article/view/197

Toledo, C. A. (20 de 05. de 2010). La deóntica jurídica como clave en la interpretación de las leyes fiscales.
Obtenido de scielo: https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0186-
10422011000300004

También podría gustarte