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Debido a que los argumentos jurídicos suelen incluir falacias o proclama falacias al
momento de analizar la estructura de las normas jurídicas, los criterios para su interpretación
y aplicación, sus valoraciones morales e incluso hasta cuestiones probatorias. Sin embargo,
existen pocos estudios o artículos en el campo de la argumentación jurídica que expliquen el
uso frecuente del error en el ámbito jurídico. Es por esta razón que en este artículo
pretendemos llevar a cabo un listado ejemplificativo de las falacias más frecuentes en el
campo jurídico con el objetivo de que las personas dedicadas a esta área, así como parte de la
sociedad civil interesada en el sistema de justicia pueda analizar críticamente las decisiones
jurídicas que son tomadas en este campo. Las falacias, entendidas como formas de
razonamiento incorrecto, tienen una larga historia en el pensamiento filosófico. El primer
estudio sistemático sobre las falacias fue realizado por Aristóteles en su obra Refutaciones
sofísticas, en la cual se refiere a trece formas de argumentos falaces y para ello las agrupa en
dos tipos: por un lado, falacias en función de la expresión y, por otro lado, falacias al margen
de la expresión (Aristóteles, RS., 165b). Esta división podría expresarse también mediante la
distinción entre falacias lingüísticas y falacias extralingüísticas. Las falacias que dependen de
expresiones lingüísticas son los homónimos, las amputaciones o ambigüedades, la
composición o combinación, la división, el acento y el modo de expresión, mientras que los
errores que dependen de errores extralingüísticos se distribuyen aleatoriamente, sobre todo
cuando se habla de un asunto relativo, por desconocimiento. por refutación por consecuencia,
por presunción de que la proposición a probar está hecha desde el principio,la causa es
lo que no es la causa, y finalmente varios problemas se combinan en uno.
LAS FALACIAS
Como apunta Manuel Atienza, el empleo de una falacia supone la infracción de una
regla de la argumentación. Por ello alude a la existencia de falacias formales, materiales y
pragmáticas; en asimilación, este tipo de falacias consisten en:
Desde un punto de vista lógico, una falacia formal ocurre cuando se usa claramente
una regla de inferencia válida, pero en realidad no es así. Interpretando esto, Atienza (2010)
sugiere que ¨la falacia de la indebida generalización de una regla o solución a todos los
supuestos, aunque no exista semejanza entre los casos vinculados¨(pag.106).
Según la falacia pragmática, el engaño se crea al violar una de las reglas que rigen el
comportamiento de los debatientes en el marco del discurso retórico.
Por su parte Nava Tovar, A. (2019) expone “Las falacias son afirmaciones que
parecen validas, pero no lo son”, en el campo de argumentación jurídica que existen otros
tipos de falacias que acontecen en el mundo jurídico:
¨Las falacias formales son aquellas que pueden refutarse por medio de argumentos
lógico-formales que demuestren la invalidez de su estructura¨. Así lo demuestra Jan C.
Joerden en su análisis de algunas falacias y su respectiva formación mediante el Modus
Barbara. Se explica a continuación las falacias formales más usuales.
Lo hacen quienes afirman que la causa de un evento se puede inferir de otro evento
que ha ocurrido antes. Si bien es cierto que el orden de los eventos describe las consecuencias
de un evento, el orden de dos eventos no significa que el primer evento causó el primero. Por
tal conclusión se podría estar frente a una falacia.
Falacia genética
Es cometida al afirmarse que un argumento está bien o mal en virtud de su origen, sin
considerar más a fondo la autenticidad del argumento. Así se busca dejar indefenso al
oponente por el hecho de apelar al origen de las instituciones.
EL PARALOGISMO
Paralogismo sintáctico
Klug los define como aquellos razonamientos cuya conclusión no se deriva de las
premisas, en consideración a la sintaxis de tales premisas, es decir, a las relaciones formales
que existen entre sus palabras y expresiones.
Paralogismos semánticos
Los paralogismos semánticos son argumentos que tienen un resultado que no se toma
en cuenta en el área donde se considera la semántica del área definida, es decir, del contexto
de sus palabras u oraciones. Los paralogismos semánticos son de dos tipos: de vaguedad y de
desplazamiento de la definición:
Paralogismo pragmático
Sin tal intercambio de opiniones, dejamos el campo abierto a las cantamañanas, a los
cuentistas, a los que aún escalan el monte Camelo. A menudo me pregunto por qué la serie de
abogados tiene tanto éxito. Creo que la razón última radica en el intercambio de argumentos,
la realización de pruebas, el desmantelamiento de esas pruebas y, en última instancia, que
gane el juicio quién esté mejor equipado para exponer los defectos del acusado, las pruebas
del personal y los expertos. Hackett Fisher divide su libro en doce secciones de errores
importantes sobre:
Los conceptos deónticos, han servido para construir los operadores deónticos, estos
muestran las opciones de conducta que conforme a derecho se espera de las personas. Los
operadores deónticos muestran las opciones de conducta que conforme a derechose espera de
las personas. La deóntica jurídica es útil tanto para interpretar como para formular las leyes
porque todos los actos que el Estado espera que sean exclusivos: permitir, obligar o prohibir,
de tal suerte que el contenido normativo redunda siempre en estos tres. A la par, el legislador
se apoya en disposiciones instrumentales que definen el comportamiento esperado de los
destinatarios de la ley (disposiciones descriptivas). Por lo que al interpretar las leyes debe de
tenerse en cuenta los operadores deónticos y la interpretación de cada uno de ellos afín de
evitar desvíos en su interpretación, Es saber utilizar las normas en cada caso, tomar en cuenta
que la misma norma no se puede ubicar en el mismo caso hay casos que son parecidos, pero
no son iguales.
Para entender la deóntica, utilizaremos la lógica modal, que funciona de tres formas:
el método óntico se refiere a "algunos", "todos", "no todos" y "ninguno"; la alética
corresponde a "puede", "necesario", "retroceso" y "no se puede"; y deóntico se refiere a
"permiso", "no permitido", "no permitido" (o prohibido) y "no permitido" (o requerido). Lo
anterior se puede representar gráficamente de la siguiente manera:
La explicación es la siguiente:
• La relación de contradicción o sustitución implica que, en cada expresión, una de las
dos expresiones es verdadera y la otra es falsa; Ninguno puede estar en lo correcto y ninguno
puede estar equivocado.
• La exclusión o subcontradicción implica que cualquiera de las dos expresiones es
verdadero; ninguno puede estar equivocado, pero ambos pueden estar en lo correcto.
Así también que podría definirse a la lógica deóntica como la disciplina que estudia
las relaciones lógico- inferencial entre formulaciones y normativas desde un punto de vista
formal, y que bien podrían constituir una rama de la lógica.
Continuando con el orden de ideas, se estima que se podría definir que La técnica
legislativa aplicada en este país deja mucho que desear tratándose de la redacción de leyes.
Una correcta estructuración de los operadores deónticos (ordenar, prohibir y permitir) se
refleja en una redacción más depurada y clara de los dispositivos legales. Lo cual es deseable
en un para garantizar los principios de certeza jurídica y legalidad. ©2015. Facultad de
Derecho, Universidad Panamericana. Continuando se Sostiene por Alchourrón y Martino que
el significado de los operadores deónticos y de las conectivas lógicas puede quedar totalmente
expresado a través del uso que se les da en lo que llaman "un contexto de deducibilidad" (el
concepto de "contexto de deducibilidad" está tomado de Belnap (1962), quien lo introdujo
para refutar una importante crítica de Prior a la caracterización puramente sintáctica de los
términos lógicos).
Bibliografía
(s.f.).
Gutiérrez Parada, Ó. (2015). Hacia una mejor hechura de las leyes: operadores deónticos y alotropía
lingüistica. Obtenido de https://revistas-colaboracion.juridicas.unam.mx/index.php/ars-
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Nava Trovar, A. (2019). Las falacias más comunes en el derecho penal. Obtenido de Quadripartita
Ratio: http://www.quadripartitaratio.cucsh.udg.mx/index.php/QR/article/view/107/404
Toledo, C. A. (20 de 05. de 2010). La deóntica jurídica como clave en la interpretación de las leyes fiscales.
Obtenido de scielo: https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0186-
10422011000300004