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r Educación Mental y Moral del Niño


POR

Carmela ,\\enéndez de Huaco


Dedica.do a los Maestros y Madres de fa­
rnilia de la América Española y a todos_ aque­ f
llos que tengan Íntima relación con el NINO. el
mis precioso tesoro humano.

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LA MADRI!:

�REQUIPA
TJPOGl\AP'ÍA ''GUTf!NBERG11 - Jl.lR08ALÉN 128
1937

Precio 8/. r.se


Educación Mental y Moral del Niño
POR

Carmela Menéndez de Huaco


Dedicado a los Maestros y Madres de Í&.·
milia de la América Española y a todos. aque­
llos que tengan Íntima relación con el NINO, el •
mis precioso tesoro humano.

LA MADHE

• f1REQUIPA
TIPOORAFÍ.­\ 11
GO'rENBERG11 ­ JERUSALf.�N 128
,
1937
Precio '8/. 1.50

'


LA AUTOR ...

Sra. Carmela Menéndez de Huaco


y !SOS nos Hl,IOS

GEORGE y HENRY

PREMIADOS EN EE. uu.


PALABRAS DE PRESENTACION

De una dama, que es esposa y madre, son eRtas pá·


gioas: su génesis no es, pues, libresca, como la de tanto
y tanto artículo pedagógico que la prensa pone en cir­
culación. Ellas están vivificadas uor el bogar, donde la H·
via es sangre y afectividad. Bien se advierte que, por en·
tre sus r eng lones, suele pasar la ráfaga del goce materno
­ irradiación de las risas frescas de los hijos ­ o dibujarse
el ceno de preocupación del cartño ­ proyección de cuanto
ea sombra al rededor de los mismos tiernos vástagos, De
ah! que las concepciones de la autora no sean rígidas, sino
palpitantes, con la palpitación de lo que lntlmatDente cua­
ja y brota.

Conceptos trae conceptos se urden en estas páginas,


pero con jugosidad de corazón, que es Is que quita al deber
su sequedad. ¿No ea éotR el secreto para dejarse leer y
pa ra ensenar, sobre todo para ensenar, dentro del con·
sorcio de los e•pfritu,. ambientedamente por la compla­
ceocia del sentimiento y el pensamiento? Así hay que
escrtbir cuando sobre educación se escribe, porque 1R educa·
cióo ­ tanto se ha repetido ­ es sugestión, sugestión férvida,
cálida, recóndítamente vibrante, por bajo la idea, y por so­
bre la idea. Mujer que es esposa y madre, no podía dejsr
de ser dueña del secreto surtidor.

Perfilase la autora, en este opúsculo pragtDático, •ola,


como alguna vez se perfiló, con el seudónimo de Elvirn.,
su recordada madre, la. incipiente novellsta de Zarela. El
ambiente social, má.;i pacato que timorato, como todos loe
medtos ea que el fariseo es figura decorativa, contribuye
a que ella se destaque eseueramente. No AD vano se ha
absorbido cultura en urbes meliorizadas, culminantes. La
Sra. Meoéndez de Huaco estudió un eur eo sobre Educacióo
-4-

del Nino en la Universidad de California, y este Estado


norteamericano aprovechó, luego, sus servicios, para lo
referente al Trabajo Social. dentro de elemento demográ·
flco de babia castellsua, en Oakland y ciudades contiguas.
Pero ooco sería el mérito de este manojo de págin•• si
la escritora pedagógica se hubiese concretado a sintetizer
en líneas los conocimientos adquir ldos: lo fecundo está
en que la discreción ba l{uiado a aquélla para adecuar a
su país natal su amplio ideario.

Con estas palabras de presentación, vuelven las pági·


nas de este opúsculo hacia las conciencias de quienes tor­
man la conciencia pedagógica peruana, derramando en
ella ­ tan oficialmente enturbiada ­ sus consejos, plenos de
Intención generosa para la niñes y la juventud, y vayan
basta el auspicioso rincón de los bogares para que las
buenas madree loe canalicen en sus almas moldeadores de
otras almas y los buenos padres cuenten con orientaciones
felices para su criterio rector. Senora Carmela Menéndez
de Huaco, avanzad con vuestra ofrenda al ara. de la niñes
y la juventud, que son la Patria, porque serán su perdu·
ración y deben ser su grandeza.

FRANCISCO MOSTAJO,

Arequipa, 1936
LOS PADRES
"L• Crienze y Educación
del niño depende de la inteli­
gencia de la madre."
TENNYSON.

Lo más maravilloso del mundo es una buena madre.


Oast todos lo dicen pero muy pocos lo reconocen, porque
nohemos llegado aún al desarrollo suficiente para compren­
der que esto es absolutamente verdadero,
La mayor infelicidad que puede existir sobre la tierra,
es una mala madre; sus hijos serán los seres mas desgraciados.
¿ De qué servirá que un niño sea hermoso, esté bien
vesttdo, que tenga numerosos sirvientes o los mas sabios
educadores e institutrices, si una madre egoísta, negligente,
eetulta o vana, ocupa el honroso sitial de una madre altruts­
ta, diligente, culta, buena, cariñosa y abnegada como son
los verdaderas madres, que pa10 honra de la dignídad huma·
na ostenta el mundo?
Afortunadamente, así como hay malas madres, las hay
también buenas.
iQue diferencio entre aquellas mujeres que conaideran­
do a sus hijos como meros juguetes, los dejan, tan luego
que se cansan a manos de nod r isaa mercenarias y strvíen­
tes iuescropulosas que loe cuidan mal, lee enseñan malos
hábf tos y sugieren tendencias aviesas Je tara• fatalee cu·
yas consecuencias macularán su existencia; que diferencia,
decimos de la madre auténtica, de aquella mujer sencilla,
que llene de bondad, henchida de ternura, de virtudes, y
pletórica de salud y de gracia, nos lleva de su regszo a su
seno para brindarnos el néctar de la existencia, el jugo de
sus venas, y que sólo nos deja, y por momento», con la
sonrisa de madre satisfecha de dar vida al tesoro de su CO·
razón, a ese tierno niño tAD dulce como pequenito!
Las sociedades podrán seguir con sus adelantos y sus
portentosos inventos; pero el orbe social y moral desapare­
oerla sin la humilde, sin la bondadosa, la devota, la santa
-6-
mujer que llamamos MADlil!:; la madre que nos endulzó
la vida desde que fuimos pequeñuelos, y que, si de ella de·
pendlera, nos acampanaría cuidándonos siempre, a mparán­
dooos eternamente, sacrificándose por nosotros en todos
loa inetantee de nuestro paso por el camino de la existencia.
Funesta es la consecuencia que se observa en los hijos
sin madre. Basta revisar las eetndíslicas hechas en E E. U U.
de N. A. en prisiones, manicomios y asilos de insanos¡ el
mayor porcentaje lo forman huérfanos de madre o prove­
nientes de bogares disueltos por divorcio y cuyos hijos fue­
ron entregados a la custodia del padre,
Y esos sujetos infelices, cuya vida ha sido tronchada
por el infortunio,¿ arrastran las cadenas de su degeneración
y de su dolor, siempre por su propia oulpa ? Sus delitos o
sus crímenes. aus neurosis o psicopatoglas, ¿ no serán el
incendio prendido por las chispas que recibierou en el se­
no materno o en los primeros anos infantiles?.
La honda verdad que nos revela la Paicologfa actual
ea necesario propalarla, vulgarizarla, socializarla: los niños
dice, conservan consciente, subconsciente o inconsciente­
mente todo cuanto contribuyó biológica y psicológicamente
a estructurar su pequeño ser genésico e infantil, y en el
resto de su vida surgirán los efectos consiguientes, como
en el fruto florece la semilla. Cualquier tragedia que les
ocurra a los ocho anos, seré. más clamorosa y trascendente
que si les hubiera sobreveuido a los veinticuatro.
Los padres previsores, cuando su hijo, entr e tfooido
y asustado, les relata algo que le ha sucedido en el colegio, .. ,
deben escucharle pacientemente, d•epertarle confianza y ex·
plicarle clara y detalladamente, lo bueno y lo malo, al mis·
mo tiempo que aconsejarle Jo que debe hacer dejando al
niño perfectamente satisfecho; en la próxima vez él volverá
donde sus padres cuando tenga alguna duda y nsf se esta·
blecerá entre ellos una especie de camaradería muy preve-
chosa para el niño y también para los padres.
Hay pad res que se f11etidian con las preguntes que sus
hijos les hacen y consideran su tiempo demasiado valioso
para perderlo en ellos, y esto lo hacen porque cruan que
solo se trata de un niño y no saben que ese niño o niña no
-7-
volverá a preguntarles nada y se volverá reservado. pre­
guntando en adelante a cualquier persono. extraüe , me­
nos a sus padres.

••
Los padres inteligentes no consideran a sus hijoa
simplemente como ntños o juguetes síuo como personas.
Hay que tratar a los uiños con el mismo sentido común,
con la misma educación con que tratamos a los adultos;
hay que ser con ellos desinteresados, bondadosos, no herir
su! sentimientos, no dejar que se coosiclereo demás en el
hogar, ni que se sientan solitarios o tristes; responder a
sus preguntas y e scuchar cuando ellos hablen.
Pero muy pocos niños disfrutan de esta consideración
en el bogar. La mayoría de los padres no tienen razón suñ­
ciente, sun rudos e indiferentes. Muchos de ellos tratan a
sus hijos como cosas amadas, psuueüitas y divertidas,
como juguetes, pero no como seres humanos.
Tratando a los hijos como personas se encontrará que
los resultados son infioitamente sausfaetor ios.
Los padres deben ser para sus hijos como amigos,
consejeros y protectores Deben ponerlos en posesión de
toda la verdad, la.cual deben saber sin reservas ni temor
de ofender la moral. Felices de aquellos ninos que se d a n
cuenta de que sus padres no son unos mentirosos. sino
.... aimolemente ntnos grandes y complacientes con quienes
pueden hablar de todo. Infeliz del niño cuyos padres pro­
tejen su ignorancia, porque lo que los niños no lo saben
por loa progenitores, lo sabrán pnr medio de personas ex·
traüas, que les darán uo erróneo concepto de la vida.
Bondad, sentido común y esfuerzo para entender me­
jor las dificultades del niño concluirán por dar una in­
teligente solución a la mayoría de los problemas.
Hay padres que viven con sus hijos eu la misma ca­
­­ sa muchos anos y nunca llegan a comprenderlos, porque
nunca supieron ganar 80 confianza. Para ganar la confían­
zq, del níño bay que emnezar temprano, tao pronto co­
mo el niño comienza a hablar. Si el niño es mayor, bay
-8-
que empezar hoy mismo. Lo9 padres deben reservar una
hora el día pare conversar con sus hijos; es lo más intere­
sante e importante que todo padre debe hacer; general­
mente le hora de acostarse ea la mejor. Deben mostrar el
mayor interés posible en todo aquello que el niñ» desea ha·
blar, y darle consejos senos y honrados; be y que ponerse en
<!I lugar del níno y ver las ccaas por 101 ojos del pequeno.
Nnnca censurar a él o a sus amigos, pues la critica acerba
trae consigo la desconfianza. Hay que respetar sus opi­
niones tratándolo como adulto.
Ante todo, los padres deben dar buen ejemplo a sus
bijns, pues éstos se guiarán más por lo que sus padres
hacen, que por lo que les dicen .

•••
Los niños también educen a sus padres. La oración
siguieote del Senor Andrew Gilliat nos ilustra 'sobre esta
importante verdad en el progreso de la reza bumaua. Dice
ast: '' ¡\Ji hijito me coofPt­6 anoche uno falta que comL�ti6 y a·
r rodillándoae a mis pies rog6 con lágrimas: Dios amado, Tú
que todo lo puedes, hazme un hombre sabio y fuerte como
mi padre. Entonces. cuando el nino se durmió, arrodillán­
dome a los pies de su cama, confesé mis peeados y con la
cabeza inclinada rogué al Todopoderoso: Oh Dios mío,
hazme un niño como el aino que está aquí. puro y bueno,
de corazón noble y fé slncvr a". E�t.a. o tactón 110 sélo es en·
cantadora, sino toca a las ñbras más delicadas del corazón.
Ousndo las madres astaban en estado salvaje, emocio­
nadas por la impotencia y debilidad de sus pequeñuelos,
traboj.1ron por hacer un mundo mejor para la seguridad de
los niños y el bienestar de ellas.
Los seres humanos bao cambiado del estado nómadr­, si n
bogares fijos, al estado actual, porque las madres deseabau
salvar a sus pequenueloe de los peligros y azares del constan­
te vagar.
Los primeros animales salvajes fueron clomflsticndoe por
las madres salvajes pera salvar a sus hijos. (Mr Drummond
eu su libro "Tho ascent of Mnn", relRta como un gorila pa­
­ 9 ­·
dre, permaneció despierto toda la noche al pié de un ár­
bol pa ra proteger a sus bijas que dormían arriba¡ E­ato nos
prueba también los efectos civilizadores que los hijos tienen
sobre los padres.) La Providencie ha trabajado el modo de
civilisar al padre, pnr medio del hijo, y de suavizar su bru­
talidad por medio de la madre.
Todo padre debe considerar para sf este credo: Yo
creo que mi hijo tiene habilidad para el trabajo, yo creo
que el Hogar, el Colegio y l• [glesis deben repartirse las
responsabilidades de desartollar la habilidad del niño, Creo
que mi primer deber es mi propio hijo en mi propio hogar.
Creo que mi próximo deber son lea otr0� nínos de mi ve·
ciudad. Creo que mi deber oompreude a los niños de toda
la ciudad, de toda la Nación, de todo el muodo. Creo que
sólo cooperando todos juntos podremos mejorar y hacernos
grand es y poderosos.

••
Hasta hace poco se ha creído que la madre era la úni­
ca responsable de la educación men ta] y física de los hi­
jos, pero ahora está probado que tanto el padre como la
madre desempenan roles igualmente ímpor tautes en el de­
sarrollo del niño.
Es normal y natural que todo niüo trate de asegurar
su independeneiu tan pronto como le es posible. Hay que
dejarlo actuar y cometer errores, porque por wedio de 11:lB
mismae equivocaciones él aprenderá por propia experiencia
a su bsanar su inexper iencia. Hay que hacerlo inclPíJPDdiente o
de lo contrario le será difícil actuar por si solo en los años
venideros.
Hay que enseñar a loa niños que ellos no pueden !P.­
ner todas las cosas sólo porque las quieren. que se acos­
tumbren a dar y permitir que otros jueguen con sus ju­
guetes, y ellos aneon trarán satisfttcci6n. al hacer e. otros
felices. De este mono crecerá con la hombrta y carácter su­
ficientes para poder afrontar los continuos deseugaños do
la vida.
�osenemos a nuestros hijos a repetir diariamente lo
siguiente: yo trabajo, juego y descanso cada día a la hora
­10­

eonveoieote para conservar mi mente y mi cuerpo sanos


y fuertes, para llevar una vida útil, pera conservar el buen
nombre de mio padree, dar alegría a mi bogar y honor a
mi patria.
Todo buen padre debe tener presente las aiguieutes
reglas:
t •. - Diga siempre la verdad a sus hijos.
2•.­ Cumpla sus promesas, buenas o malas.
3".­ Piense, cuales son las cosas importantes qne un
ntno debe hacer cada día, y bágalo hacer bien, no lo ri·
ña por pequeñeces.
4". ­ No diga "No" y después "Si" respecto a lo
mismo, porque el niño nunca aprenderá a distinguir lo
bueno de lo malo.
5". ­ Quftele loe malos hábitos, dándole una intere­
sante ocupación. .
6".­ No le preste atención cuando él quiere obte­
nar algo con mal genio o descortesía.
7".­ Consérvese tranquilo y háblele con voz dulce.
s".­Vea que él obtenga lo que sea bueno, siempre
que lo pida de un modo educodo y con voz tranquile.
9•. ­ Muestre ol niño su agrado, cuando el pequeño
hace algo bueno.

11

Herencia e Influencia de los Padres


sobre los Hijos
Ten pronto el ser humano nace al mundo civilizado,
muchas y muy abundantes leyes constituyen una salva­
guardia pera proteger su vida, su salud y su hogar.
Pero estas leye� no conciernen a todos aquellos en­
fermos, idiotas, criminales y locos, que vienen e este
mundo y pu pu lan en él para amenaza de la sociedad.
- 11 --

En Estados Unidos, en algunos de sus Estados, se


ha. autorizado el hecer estériles a todos aquellos inental­
mente incurables o criminales. habituados. Tal medida
autorizada por ley y aprobada recientemente por la Corte
Suprema en una decisión leida por el Juez Oliver Hol­
mes , oo e� para castigo de los iudívtduos, sino pata
protección de la sociedad.
Nuestra civilizactóu tienrle a conservar la vida de
todo ser humano, auuque sea defectuoso y " protegerlo de
una muerte preznauu r a por hambre o br e taltdad , que en
estado salvaje desaparecerfan.
Desgraciadamente los unbéctles son a menudo loe
mas prolffiooe teniendo generalmente el mayor número de
ninos. En muchos casos e�pecialmente cuando ambos pa­
dres son imbéciles, sus hijos resultan imbéciles o tontos.
Fouraier d' Albe autor de "Tbe Infran and tbe Su·
per World" y de "Qua Valdio,us" cree que el hacer esté­
rilea a loe degenerados desempeñará un papel im;:,ortante
en el progreso de la raza.
La nit.turalpza ha contribuido enormemente para ha·
cerooe evolucionar desde el hombre de lae cavernas a lo
que somos ahora, capaces Je atravesar por sobre los
mares y sobrevolar los bosques en aereoplano, pero la Na­
turaleza nos muestra solo el primer paso, la. dirección
general, el hombre debe hacer el resto, Algunos con·
quistadores y legisladores llevaron a cabo de un modo bru­
tal la esterilización en las naciones conquistadas. Lo que
en algunas guerras y couqutste s hicieron alguna vez cruel·
mente, la ciencia y la civilización pueden hacerlo huma­
mente y con la aprobación de todos aquellos a quienes con­
cierne.
El bacer estériles • idiotas, crf mina las e imbéciles
es una necesidad, y llegará a ser algún día parte de un
programa mundial.
• ••
Todo aquel que desea ejercer alguna función social
de responaabrlidad debe tener la autorización cor res pon­ '
diente; por ejemplo: ningún médico puede dar prescripcio­
nes a menos que baya pasado muchos a!los de estudio
­12 ­

y haya obtenido título legal; ahora bien, ¿qué diremos de


un asunto. de tan vital imoortaocia como es el de crear
nuevos ciudadanos de loe cuales depende el futuro de los
pueblos, !o cual se hace sin licencia ni reatricciooee?
Ha llegado el tiempo, repito, en que no se permita te­
ner hi¡os sin licencia. Hoy la inteligencia más que el
sentimeutalismo deberla consignar entre lee leyes del mun­
do civilizado, vigorosos estatutos reg o ls r iza ndo la pater­
nidad. "El Estado tiene dos razones o justificooionee pa·
ra regularizar los matr imonios"; dice el Dr. Hart. Se·
cretario del Iuwa Ohild Wtllfare Oomiston, "una ea oa ra
la protección ele inocentes uiños y 1& otra para el futuro
de In r11za11•
Si se llevara a cabo una· ley de esta naturaleza, el
ejército de parásitos y vicioaos enemigos de la sociedad
que llenan las cárceles, que dan trabajo a policías y bos pi­
tales y que constituyen una amenaza para la vida y la pro·
piedad; diomiauirlan de un modo considerable y se obteo·
drfa un gran éxito en dos o tres generaciones.
Es un error pensar el que cada matrimonio debe te­
ner muchos hijos; la sociedad no neceslta muchos niños
sino buenos niños,
Es sabico, generalmente, que tener una familia nu­
merosa significa: poco alimento, malo salud, deficiente edu­
cación y compallía• y olrededores que favorecen muy po·
oo al éxito en la vida.
Hay una familia en los Angeles. EE. UU. Mr. y
Mrs. A. Toombs, quienes no obstante de ser muy pnbres
tienen •elntidos hijos Por lo general, entre los po­
bres es en donde se encuentran familias numerosas y esos
pequeños nacidos a las privaciones y a. la mtserta, son a
menudo, loa que ocupan cárceles y asilos de insanos.
El pri:ner orobt­ms que debernos resolver •• el de
disminuir el número de niños nacidos de padres de baja
mentalidad. Nadie dudará de la venteja de prevenir el
aumento de imbéciles. En EK UU. de N. A. aúo algu­
nos sacardotes católicos y fl'rninentee. os r tlcipan de la
idea de la esterilización y control del nacimiento, aunque
ellos admiten que nuestra religión Católica lo prohibe.
­13­

4 4

La herencia ee una materia que todavía está poco ea·


tudiada y resuelta por los mas aventajados o=naadores y
muy mal entendida por el público en general. PPr ejemplo:
con frecuencia se oye decir que alguno ha beredado la tu·
berculosis, Ee sabido, ahora, que la tuberculosis no se he­
recla., lo que puede hereda rse es una tendencia o predi�­
posicióu a ella y una debilidad ffsica, lo cual puede modi­
ficar se perf..:ictameote vigorizando el organismo con un siR·
tema de vida apropiado. ahuudoute y seleccionada alimen­
tación. sol. luz, ejercicios Ií­Icoa, erc., etc.
Hay dos venenos que podfan ser olasifícsdoe perfecta­
mPote como "veneuos raciales" uorque atacan directamen­
te al gérmen del protoplasma; ellos son: el del alcohol y PI
de la aíñhs.
Loe padree pueden atenuar en algo la herencia que
los niftuq reciben de ellos mismos: pero son incapaces
para porler cambiar en lo máe mínimo, la herencia de
generaciones anteriores. Esta es la razón por la cual loe
jóveuee rle ambos sexos antes de contraer matrimonio de·
ben saber algo de la historia de loe anteceeoree de ambas
famill•e.
El descubrimiento de: iueanidad, epilépsia, idiotis­
mo. alcoholismo, o sffilie, en loe antecesores de un indivi­
duo, debe ser oausa suficiente para dar término a un eom­
prom iso de matrimonio eoLre cer sones inteligentes .

• ••
El obsequio de herencia que dejemos a nuestros hi­
jos, puede decirse que es en parte decidido por nosotros,
Aquellos que van a ser padree deben eetar en la mejor
coodlción física posible antes de aaumlr la grao respon­
sabilidad de traer al mundo otro eer.
La Integridad física del cuerpo del niño, depende
en eu mayor parte de la cualidad del material que ha ali·
mentado la sangre de ll\ madre; tales como: ejercicio, aí-
re puro, alimento, que ella reciba durante loe nueve meses,
el coal e• un tiew p� de vital i en por tanela,
­14­

No solo la condición física del niño puede ser afee·


tada, sino también lll moral, por medto de lae emocío-
nes que ella siente, tales como: miedo, ansiedad, tristeza,
celos, odio etc., todaa estas emociones negativas tienen
un efecto depresivo sobre el organismo y por consiguien­
te, producen venenos que son llevados directamente por
la sangre y pueden reaccionar de un modo ponzoñoso so­
bre el em brióo.
Lo más importante para la madre durante este pe­.
ríodo es permanecer serena y con buen ánimo sabiendo
que este estado de la mente es el que mejor conduce a la
buena coodición del coerpo.
Muchas personas creen que loe niños pueden ser in­
fluenciados durante los nueve meses, induciéndoles a tal
o cual profesión; por ejemplo: una mujer que desea que
su bijo sea un prodigio en escultura, estudia con ahinco
escultura durante ese tiempo; otra trata de producir un
¡reolo en pintura y dedica todo su tiempo a la pin tura,
Esta teoría es muy hermosa, puede ser que en algo con­
tribuya, sin embargo la ciencia no la ha comprabado to·
da vía.
Naturalmente, Ri la madre tiene una verdadera In­
clinación desde su infancia a tal o cual arte, estudie o no
estudie durante loe nueve meses, el aiño puede resultar
con la misma inclinación que su madre; esto es heredita­
rjo.
Lo mas importante para todo ser humano quien quie­
ra que sea, es nacer al muudo lleno de salud, con un
cuerpo proporcione do, vigoroso y mente armoniosa. Todo
padre está en el deber de procurar asegurar a 1ua hijos
estas potencialidades.
Un escrltor ha dicho: "Lo que cada persona babi.
tualmente ea, y no lo que parece ser ocacional o periódi­
camente, es lo que constituye la mas grande base para
determinar el carácter de sus hijos.
º'1

éC"ual de los dos hogares escojería Ud.) El primero está edificado sobre roca, el segundo sobre
arena. El uno se ocupa de la felicidad del hogar y el otro del lujo, los placeres y otras frivolidades.
­16­

lll

EL MEDIO AMBIENTE
'1
Haz criar a tu hijo por
un esclavo y en lugar de
un esclavo tendrás dos".
ARISTIPO.

¿Cuál 09 máR importante herencia o medio ambiente?


Muchas personas refiriéndose a los defectos ftsicos o
morales de un niño, diceo;' es exactamente igual a su pa­
1

dre o a su madre y no se puede baoer nada con él". Otros


creen que nada Importa lo que los padres hayan sido. que
las condiciones y los alrrededores del medio oiroundante
son los que determinan absolutamente lo que el nino •erá
en lo futuro.
Todoe sabemos que niños naoidos en hogares degrada·
dos , habiendo sido adoptados por familias educadas y mo­
ralee y proporcionándoles todas las ventajas de una com­
pleta educación, resultan merecedoree de todo el trabajo y
dinero que en ellos se haya empleado; eu cambio, otros
con las misma.a condiciones resultan deg radados anormales.
¿De qué depende la diferencia en los resultados? He­
reocia o Medio Ambiente?
Hay muchos niños que habiendo nacido de buenos
padres, durante los primeros anos de su vida, han sido ro·
deados de péaimaa oondioiones, ya' sea por haber estado al
cuidado de amas imbéciles. o por haber sido privados del
carillo materno, y ouya madre adoptiva cou sus múltiples
ocupaoiooea socialea solo dedicaba unos minutos cada día
para jugar con él como Jo harta con uno muileoo; tales
níüos, por lo general son desgraciados.
Niiios y niñas tienen los miamos problemas. Su he­
rencia puede ser buena o mala, pero el medio ambiente
puede mejorarlos.

••
­ 17 ­·

Aquellos que van a contraer matrimonie deben tener


una situación económica estable si quieren educar a sus
hijos con buen éxito.
Casas eatrechas y antihigiénicas vuelven a loe niños
pálidos y estos no pueden desar rollar se bien física ni mo­
ralmente. El bogar que carece de las condiciones necesarias
para los ninos loa forza. a buscar diver stoues en las calles
en donde frecuentemente encuentran malas compañías, ten­
taciones y viclos , de los cuales hubieran estado libres si bu·
hieran nacido en un hogar debidamente preparado para ellos.
En esos bogares pobres, en donde los dormitorios no tie­
nen suficiente independencia, en donde todos loe niños
duermen juntos en una promiscuidad espantosa, es don·
de prematuramente se les despierta el interés sexual y
anticipadas experiencias que en otras oondiciones y me­
dios les hubieran desarrollado normalmente.
Por cierto, no todos los niños en esta clase de ho­
gares resultan criminales, mendigos o locos; pero es un
hecho que el mayor número de tipos degenerados se
producen en un ambiente miserable.
Los padres son los que más pueden controlar el
destino de sus hijos proporcionándoles un medio ambien­
te apropiado. Su deaarrollo mental, sus ambiciones, in­
tereses, su moral, el control de sus emociones, dependen
principalmente del medio ambiente en el cual la natura·
leza loe ha colocado.
Aquellos padres que tienen el verdadero interés por
el progreso de sus hijos son los que dedican parte de su
tiempo a leerles historias, a hacerles explicaciones, con­
testar sus preguntas de un modo interesante e inteligente
preparando de este modo un magnífico terreno para el
deaarrollo del niño. Depende de los padres el determinar
la atmósfera en que vivirán sus hijo• ya sea una de
descontento, disputas, engsñce y odios o una de alegria,
amor y sinceridad.
Después de todo lo expuesto, se deduce que tanto la
herencia como el medio ambiente afectan directamente
a todo ser humano y es necesario controlar ambos si que·
remos legar A la patria. buenos ciudadanos.
­ 18­

La verdadera lider del hombre. La educación guiando a la


juventud por �1 camino del éxito.
19 -
IV

EDUOAOION
"La educación ea el principal
negocio de una Repúbllca".

NAPOLEÓN.

"El niño nunca es demasiado pequeño para apren·


der: a los seis o siete anos puede ser muy tarde"; di­
ce felicísimamente el Dr. Bridgmen.
La educación del níüo buena o mala empieza casi
desde el nacimiento, pues el desarrollo del cerebro huma·
DO alcanza su máximun de velocidad durante loe prime·
roa seis meses de vida. La base del carácter del hombre
empieza en sus primeros anos. El níno malcriado no
puede controlarse a el mismo; cuando crezca no podrá
controlar a los demás.
Los padres deben educarse a sí mismos si quieren
educar a sus btios con buen éxito: los colegins y escue­
las deben reformarse porque necesitamos de unos y otros
para conservar la integridad de nuestra Patria. A me·
dida que crezcan los ideales del bogar y laa escuelas,
crecerá la Nación. Cornelia S. Adair, presidenta de la
Asociación Nacional de Educación, dice: "Celebramos Na·
vídad, porque nos dió una grao religión; celebramos el
día de nuestra independencia, porque nos hizo libres, y
celebramos las escuelas, porque por medio de elles de­
sarrollamoa los más grendes valores de nuestra civiliza­
ción:'. ·
¿Qué mejor contribución se puede dar al mundo que
niñoa y uiüas tengan un buen comienzo en la vida?. Es­
te ideal debe inspirar a todo ser humano especialmente a
todo padre.
Pero esto no es suficiente, no podemos comprar la
educación, no podemos decir a los profesores: "aquí es·
tá mi hijo y mi dinero y usted haga el reato".
­ 20 ­
i!¡ducacióo significa no solamente recibir unas cuan­
tas olaaes diarias; es más, mucho más que esto. Signifi­
ca constante relación y entendimiento entre el coleg io y
el hogar, para el bien del niño y la comunidad. Significa
el claro entendimiento de parte de todos nosotros, por
la seguridad del niño, la cual significa la seguridad de la
Nación y de la raza.
Los padres deben visitar las escuelas y los profeso·
rea deben conocer a los pad res, porque debemos recor­
dar que con la fundación de buenos colegios edificaremos
nuestra futura fortaleza y felicidad. El más peligroso
enemigo d"l mundo es la ignorancia.
Recordemos lo que papó con el Zar de Rusia, que go­
bernó una Nación donde se fomentaba la ignorancia; don­
de prufeaores y ciudadanos eran enviados a. Siberia por­
que lo, soberanos juzgaban demasiado peligroso que el
pueblo pensara por sí mismo.
Un gran país no consiste solamente en tener buen
clima y abundantes recursos naturales, sino principal·
mente, en crear un pueblo inteligente y progresista, y es­
to se consigue únicamente por medio de Is educaetón,
La educación que hoy reciben los niños dará a loo
hombres de mañana el coaocimiento 3 la oericia suficien·
tes para que sMn buenos ciudadanos, para que con sano
criterio puedan formar un buen gobierno .V crear un
gran pueblo.
Lo que más neceaits mos son buenos maestros. Los
profesare, 'de escuelas deberían ser nombrados, no porque
tienen título o muchos anos dP. servicio, sinó parque ten­
gan habilidad para enseñar y puedan servir de ejemplo.
Un mal profesor es la ruina del niño.
La civilización se debe en grnn parte a los profeso­
res hombres y mujeres que supieron guiar por el cami·
no que sale de la obscuridad a la luz.
La mejor inveraíón de dinero es la que se hace en
pró de la educación. Los analfabetos cuestan a les na·
ciones millones cada ano. En EE. UU. de N. A. de cada
cuatro criminales tres son analfabetos. ¿Y qué será en
nuestros paisee?
Edificando buenas escuelas, edificaremos a la Nación.
­21­

Un perfecto caso de mal genio. Note la


descomposición de las facciones del niño.

V
EL MUCHACHO MALO
Todo niño tiene el mismo derecho e le vide pare de­
sarrollar un cueroo y mente sanos. Pero así como el
futuro desarrollo del cuerpo de algunos niños es perjudi­
cado por impropia s liments eión e inadacuadoa ejercicio1,
ast la inteligencia de muchos de ellos es dañada por no
saber comprender sus debilidades.
­ 22­·
Desde la más temprana infancia hay niños que tie­
nen arranques de mal genio;' ai principio eatAs explo­
siones son únicamente señales de incomodidad, pero muy
pronto puede notarse ]a diferencia entre una ordinaria
incomodidad y el grito de cólera que es la explosión del
mal carácter.
Estas explosiones de mal carácter son sumamente
perjudiciales para el niño y si continúan en los anos
posteriores puede presentarse una especie de desorden
mental y aún preparar el camino hacia la in sanídad. En
todo caso esta clase de temperamentos canean muchas
mortificaciones y disgustos a los padres y a todos aque­
llo, con quienes tengan relación.
La furia tempestuosa que sigue a una contrariedad
es la más simple forma de esta pasión. En la mayoría
de los casos los niños pueden ser dominados observando
los padres una actitud tranquila. Las mas veces con el
castigo no se consigue mas que agravar la situación, este
debe ser el último recurso después de haber agotado el de
tratarlo con condescendencia. A menudo desaparece deján­
dolos llorar basta cuando quieran, pero esto es muy pe­
ligroso por los malos efectos que produce. pudiendo
dsüar permanentemente la delicada estructura del siste­
ma nervioso del niño,
Si los padres mantienen su serenidad y el niño se
da cuenta de que nada gana con semejantes explosiones,
no las repetirá. a menudo; pero si por el contrario, nota
que con esta táctica conseguirá Jo que él quiere, la repe­
tirá. una y otra vez y rápidamente se desarrollará. en él
un hábito que será muy dificil de quitárselo.
Hay que procurar corregir este cará.cter, conven­
ciendo al pequeño por medio del cariño, con claridad y
buen humor, que nada conseguirá con su mal carácter,
haciéndole ver la diferencia entre lo malo y lo bueno de
su conducta; de Jo contrario se le causará. iacalculable
daño y el futuro desarrollo del niño estará seriamente
amenazado.
• ••
Solo una cosa puede considerarse tan mala como la
suma condescendencia: es la falta de control de loa pa·
­23­

dres. Si ambos, padre e hijo pierden al mismo tiempo el


propio control, el desastre es inminente.
Es absolutamente esencial que el padre pruebe tener·
más .control sobre si mismo que el niño; al final toda
criatura humana cede a la fuerza superior del control de
si mismo el cual se extiende en la forma de una fuerte
sugestión de calma y poder.
Además de mantener un aire de calma y propio
control es necesario distraer la atención del niño de la
inmediata causa que le oroduce el fastidio llamándole la
atención hacia alguna otra cosa. Nunca ioteociooalmen·
te debe tomarse una actitud de pelea, pues el único re­
sultado es un seguro conflicto entre el padre y el hijo.
Mucha� veces no se trata de que el níno tenga
mal carácter, sino de una suma irritabilidad nerviosa.
En este caso el nlñc se encuentra disgustado constante·
mente y es su condición física la que debe atenderse eape­
cialmeate.
¿Duerme el tiempo necessrio para su edad?. ¿Tie­
ne el propio y suficiente alimento?. ¿Tiene algún defacto
en los ojos que le producen molestia?. ¿Respira perfeo­
t&mente?. Antes de calificar a un nlüo como malo hay
que investigar todas las causas que irriten el sistema
nervioso y hacen difícil que el pequeno pueda soportar
con tranquilidad las mas pequeñas contrariedades de la
,ida. Ciertamente esta irritabilidad nerviosa puede ser
la causa de las mas tempestuosas explosiones de carácter.
Aún en el es so de no ser ffeicarnente enfermo se
puede encontrar 110 estado de mas o menos crónica irri­
tabilid•d característica del niDo disgustado. Esto puede
ser el resultado de que los uiños imitan la conducta de
sus padres, la cual puede ser corregida por ellos mis·
mos. Puede también ser el resultado de sobreexitacióo,
excesivo esfuerzo, demaaiadas censuras o constante in­
tervención. Adultos que padecen de sobreexitaoióo ner­
viosa encuentran un gran alivio en un régimen de re­
po�o y tranquilidad. El mismo tratamiento dado a los
nínos ouede prevenir serios desórdenes nerviosos en su
vida futura.
­24 ­
Los principales factores para esta curación por el
reposo son: abundante· y seleccionada alimentación, aire
puro y si es posible, cambio de companías.

***
Es fácil comprender que la excesiva nerviosidad
puede resultar de una constante irritación causada por
mucha reprensión o critica, aúnque esto último sea he­
cho por el bienestar del niño.
Cualquier forma de fatiga puede sel' generalmente
responsable de la irritación nerviosa. Los níüos no son
tan fuertes como los adultos y requieren mucho mas
energía. para subir, bajar o hacer cualquier otra clase de
ejercicio; sin embargo, no pensamos en esto cuando ha­
cemos que un niño suba y baje constantemente las es·
caleras; por otra parte creemos que los niños pueden
caminar tanto como nosotros y casi a igual velocidad,
lo cual determina en ellos el doble desgaste de energfa.
Nosotros esperamos que nuestros hijos permanezcan
tranquilos cuando tenemos visitas; durante las comidas,
en la Iglesia o en largos programas sin interés para los
pequeños lo cual es imposible y contrario a la razón.
Por otra parte, no se puede manifestar claramente
su estado y decir cuando están cansados. Al menos los be­
bés son enteramente incapaces para indicar la fatitza,
excepto por signos indirectos. Como los niños nunca
pueden decir a que hora deben acostarse. porque sus
impulsos de acción son mas fuertes que la fatiga. deben
ser protegidos contra s! mismos indicándoseles cuando de·
ben dejar· de jugar e irse a la cama.
La fundación del carácter del hombre empieza en
los primeros años de la vida. El niño de mal carácter,
demasiado conseotido, no puede controlarse a sí mismo
y será incapaz de forjar mas tarde su propia persoualidad.

* **
Hay muchos muchachos buenos que resultan malo;
esto es debido a las siguientes causas: ociosidad y aueen­
• ­ 25
cia de uoa Iute reeante y útil ocupación, un erróneo es­
pfritu de aventuro, la ausencia de una conducta moral
debida a un erróneo entrenamiento en la infancia y be·
reacia de tendencias viciosas. La desgracia es que nues­
tra juventud vive en una éooca peligrosa en que ellos
consideran ridículo respetar los diez mandamientos y obe­
decer lo ley. Is) remedio estriba en destr uir las cau·
aas t del mal. Necesita carácter y determinación.
La cólera es una emoción que realmente cada indi­
viduo experimenta de tiempo en tiempo y esto es partí·
cularmente cierto tratándose de. niños que debido a su
limitada experiencia, no han aprendido a controlarse a
sí mismos, y por consiguiente, muestran tendencias vi·
ciossa hacia el objeto que les ha despertado la cólera.
Cuando un nlño tiene accesos de cólera, estos nos
dan la señal de alarma para buscar la causa fundamental
que los produce. Hay que tener presente que no sería
normal el niño que dA vez en cuando no tuviera un ac­
ceso de cólera. Por otra parte, aquél que se encoleriza
fácilmente por cualquier cosa. forma una segunda per­
sonalidad malsana que lo harán desgraciado en los años
futuros.
• ••
Hay padres que tratan de controlar a sus hijos a
gritos, pero esto solo los ir r ita , los hace exaltados, y
por consiguiente mas difícil de refrenar. Hay padres
que creen conseguir obediencia de este modo, cuando
en realidad lo que hacen es cometer un gran error. Mu­
chas veces un níno nervioso no es sinó el producto de
un padre nervioso.
En realidad, el muchacho malo no existe; cuando se
encuentra uno de esos muchachos "matea", hay que bus·
car siempre Is causa en la mala madre o ea el mal pa­
dre; porque después de todo, ellos son los culpables; en
vez de castigar al niño; ellos deberfan sor loa castiga­
dos. Ante todo, nuestra mayor preocupación debe ser,
el hacer crecer a nuestros hijos felices y sanos para
que puedan resolver con éxito los problemas de la vida.
­26­

VI

EL GENIO
Han habido niños prodigios desde el comienzo de
la vida si uno quiere retroceder hasta allí .v basta aho­
ra el misterio de su inteligencia superior está sin resol­
ver. Edupadores, a travez de los eíglos, ben escrito mu·
cho sobre este asunto sin llegar a una conclusión difini­
tiva.
Un medio ambiente favorable, una buena herencia,
un cuerpo sano y robusto, una. buen" fortuna para edu­
carse, son factores que pueden producir un ser precoz ¿pe­
ro por qué otros con las mismas condiciones no resul­
tan genios?.
¿Por qué •• que el eerebro en algunos asimila todo
el conocimiento, todas las materias, todas las teortes y
tiene el poder de aprender rápidamente? el misterio es
mas profundo.
El cerebro tiene el secreto; es evidente que un buen
cerebro es el precursor de una buena inteligencia ¿pero
de dónde viene ese buen cerebro?
Hay un muchacho en Nueva York EE. UU. Ed·
ward Rocho Hardy 4ue a la edad de cuatro anos estu­
diaba cuatro idiomas y matemáticas; • los once años ya
era matricul1uin en la Universidad de Nueva York a los
doce años hablaba once idiomas y a los veinte se ha gra­
J uado en la Universidad de Nueva York con ¡rrandes
honores.
Preguntado el padre a cerca del origen de la pre­
cocidad del muchacho, contestó que ni por el lado de la
madre ni por el ,¡.,¡ padre hablan habido genios, que en
ambas familias, babían sido trabajadores, que hablan l u­
chado mucho por la vida, pero que nunca habla habido
un caso anormal en ninguna de las dos familias, y que
él consideraba la inteligencia de su hijo un misterio.
La habilidad mental únicamente, nn forma el éxito;
tiene que estar combinada con la fortaleza fhica; un me­
dio ambiente favorable, padres inteligentes y dinero pa­
­27 ­
ra facilitar el estudio, aún que no todos resultarlan gemo�,
por lo menos, son las factores tendientes a ello,
Ten luego como se nota que un niño es inteligente
se le debe dar todas las oportunidades para que apren­
de tanto como les circunstancias lo permitan; pues el ma­
yor servicio y la mayor ayuda a la humanidad ha sido
dada por este clase de seres extraordinarios. Todo es­
fuerzo debe dedicarse a esta clase de niüos , pues la
recompensa será infinitamente grande,
Pero así como se debe prestar atención a los ninos
precoces no se les debe forzar demasiado, pues puede el
sobre trabajo traer consigo un desa.rreglo del sistema
nervioso y aún a la larga provocar iusanidad.

VII

HABITOS
La mente del muo no sólo es impresionable, BlllO
que algunas cosas se marcan en P.lla de modo indeleble
y una serie de malos háhitos e impresiones puede ser que
nunca se les borre en la vida ni aún con el mejor de
los cuidados.
El niño viene al mundo sin hábitos; el sólo tiene
instintos que lo hacen buscar alimento, calor y protección.
Los hábitos son el re:¡ultado de repltidos actos; ya que
el niño no distingue lo malo o bueno de una costumbre,
es deber de la madre que solo las buenas le sean ense­
ñadas pues es muy difícil hacer olvidar al nene una vez
que ha aprendido una mala costumbre.
La regularidad es lo mas importante tratándose de
IR& funciones ff;¡icas dP.l niüo: debe comer, dormir y fun·
cionarle el estómago a las mismas horas. La regularidad
es uo sistema y �¡ la madre espera tener algún descan­
so rlebe sistematizar el cuidado y atención que dé a su
criatura.
Tal sistema no sólo es un gran factor pnra conservar
al níno bien y dirigirlo pnr el camino que le servirá to­
­28­
da la vida, sino que también reduce el trabajo de la ma­
dre a su mfnimun y le dá mas tiempo de descanso y de
recreo.
Hábitos buenos o malos formados en la niñez pue·
den determinar lee cualidades morales y aún el carácter
del adulto. La salud. felicfdad y eficiencia de las per­
sonas, dependen hasta cierto punto de loa hábitos adquiri­
dos durante la infancia.
Nuestras maneras son una colección de hábitos, no­
sotros hacemos cosas rudas o delicadas stn pensar. La
moral de la mayor parle de nosotros no es sino el resulta­
do de hábitos formados cuando oecuenos. Lo mismo
puede decirse a cerca de nuestroa prejuicios. Ee ya vul­
gar la acertada frase: el hombre es un animal de cos­>
tu m bre.

• ••
Los níüos adquieren hábitos fácilmente sin razona­
miento e imitan lo que ven hacer a los adultos; es por es.
to que nosotros debernos ae rvir de buenos modelos para
nuestros hijos, pues el hogar ea la fábrica donde por me­
dio de los hábitos se modela el carácter.
Malos hábitos son comúnmente el resultado de equi­
vocaciones cometidas por los padres.
Mucha solicitud hacia un niño lo haca egoísta. Un
nino engreído puede rehusar el comer a no ser que su
madre lo ayude con la cuchara; y otro puede rehusar el
iri;ie a la cama a. no ser que su ma d re se acueste con
él al lado; condescendencias de esta clase se pagarán muy
caras en los anos venideros, Un niño debe ser iodepao ..
diente lo mas pronto que sea posible.
Loe niños nunca deben ser eugeñadoa y nunca de­
ben ser pagados por hacer las cosas. Con frecuencia
escuchamos a las madrea decir: "hijito, �¡ haces eato te
regalo cinco centavos" esto es un mal sistema, pues la
próxima vez �I niño no quedará satisfecho con cinco y de·
mandará diez. Se le debe enseñar que él deba hacer
lo que sus padres le dicen porque es bueao sin esperar ser
pagado por ello.
­29­

Siempre que se prometa algo a un niño hay que


cumplirlo; el pequeño esperanzado en esa promesa se
porta lo mejor que pueJe, no cumplirla es un gran error
por parte de los padres; el niño perderá la confianza en
ellos y por imitación aprenderá a mentir.
Malos hábitos no se quitan con castigo, lo mejor
es prevenir y procurar evitarlos con buen modo y pacisu-
cía, porque demanda largo tiempo el desarraigar un
mal hábito.
Muchos padres no se dan cuenta de lo perniciosos
que soo los malos hábitos en la infancia y los toleran;
semejantes hábitos no eólo producen deformidades como
las que aparecen v. gr. en la boca y las manos, en
el caso en que los bebés se chupan los dedos, sino que
puede desarrollarse hábitos peligrosos como la masturbaeión.
Gran precaución debe tomarse para prevenir malos hábi­
los. Si es verdad que algunos niños se corrigen ellos
mismos, otros continúan con ellos toda la vida. Los ma­
los hábitos más comunes en la infancia son: la. mentira.
los celos, el miedo, la desobediencia y el robo.

VIII
LA MENTIRA
Mentir, "hacer creer'' es un hábito demasiado co­
mún en los niños; generalmente lo toman como defensa
para evitar humillacióo y castigo.
Cuando un niño consigue hacer creer que lo que di·
ce es verdad siendo mentira, adquiere un sentimiento de
poder cuando se da cuenta de su éxito, y la próxima vez
mentirá con más tranquilidad.
El mas peligroso tipo de mentira es el provocado por
celos o re�entimieoto hacia algún miembro de la familia,
esta clase puede ser calificada como mentira calumniosa
y es muy perjudicial.
Existe un tioo de mentira que el Dr. Bealy autor
del "Individuo delincuente" llama "mentira patológica"
que puede desarrollarse en la tierna infancia; consiste en
30 ­
que el utno todo lo dice a base de meotiras desviándose
de la normalidad. Cuando se nota uo niño de eata clase
debe llevársele donde un médico para su exámen y trata­
miento especial.
No pocas veces la mentira forma parte de uo cuadro
general de miseria humana de niños indiciplinados, de mal
carácter, que han tenido un pobre ambiente y qua genera J ..
mente va asociado cou el robo, los celos y el miedo,
Muchos padres con su actitud forzan a un niño a mentir;
pues si el niño se da cuenta que evitará el castigo de un
padre intolerante mintiendo, mentirá con frecuencia. Es
mucho mejor hacer entender al pequeño las desventajas y
peligros de la mentira y hacerle ver que diciendo la ver­
dad se obtendrá mas éxito en la vida. ­
Los padres principalmente no deben mentir si no quie­
ren que sus hijos mientan, los ninos generalmente tienen
mny buena memoria y reconocen el embuste y la falsía
cuando confirman uaa mentira en labios de sus pad rns.
ll:s muy malo hacer creer a un niño que va a hacer
una visita a su tía y en lugar de eso es llevado donde el
dentista o el médico. ¿Qué le queda el niño? la convic­
cióo de que su madre ha mentido y eo seguida sufre y
abriga un resentimiento doloroso por el engaño que ha
sufrido.
No se debe engañar a los niños diciéndoles "si
fastidias llamo al policía" o "te llevo donde el dentis·
ta para que te saque la muela". Estas amenazas pueden
resultar la primera vez, pero bien pronto el niño se con­ ,..
vencerá de que no es cierto, y lo qne es peor, aprenderá a
desconfiar de las palabras de sus padres. EngHnar a un
niño de este modo no solo destruye la afección hacia loe
padres, sino se dá lugar a que él mienta en la misma
forma por imitación.
El caetigo exajerado por parte dA los padres con­
duce sin remedio a la mentira como un medio de pro­
tección.
Mucbos niños usan la mentira de un modo instin­
tivo y otros se vuelven mentirosos cuando observan que
al decir la verdad reciben castigo de padres poco inteli­
gentes.
­ 31 ­
No hay modo mejor, mas 16gieo, ni mas seguro de
desarrollar el hábito de la verdad que el permitir al niño
vivir en un ambiente donde la verdad le sirva de ejem·
plo para imitar. Por mucho que loe padree lee hablen a
cerca de la belleza de la verdad nada conseguirán si
ven a sus padree hacer lo contrario. El hábito da decir
a un niño "que no sepa tu papá o que no sepa tu ma­
má" ea el principio de la mentira, del embuste, de la far·
sa y de la falocia.
No es difícil enseñar a loe niños a que sean veraces,
tanto más que con ello, trae la aprobación y la alegría
de sus padree. Hágaselea comprender que la mentira a
la lar�a trae siempre malas consecuencias. Además de­
bemos satisfacer la curiosidad del niño si queremos que
no alienta, pues todo níno para ser normal tiene que
ser curioso. Se debe contestar a sus preguntas con la
mayor veracidad posible pues aquél que miente a un ni·
ño no puede esperar de él que diga la verdad.

IX
CELOS
Desde uu punto de vista social pocas emociones PX·
perimentadas por el hombre son pecres que loe celos,
y probablemente más que ninguna otra depende del en­
trenamiento que se recibe en la infancia. Los celos cau·
san cólera y aún odio baoia el objeto qne loe motiva, hace
al individuo sentirse inferior hacia sus amigos, d111la su
or¡:rullo. disminuye su moralidad, y no con poca frecuen­
cia sugiere el deseo de venganza.
Todos conocemos a alguna persona que no sólo es ce­
losa del ser a quien ama, si no que tiene celos aún si
ve que a otro le ha tocarlo mejor suerte. La felicidad y
la alegría •61o son temp�rale! en esta clase de personas.
Mucbde cosas pueden provocar celos en un niño,
algunas veces es el nacimiento de un hermano menor,
y otras la preferencia que los padree, coociente o incon­
cientemente dtspenssn a otro hermano.
Lo celos son también provocados en los niños por el
­32 ­
continuo elogio que los padres prodigan a otro hermano a
quien se lo mencionan constantemente como ejemplo; lo
cual es un grave error por parte de los padres quienes en
todo caso, deben ser imparciales y considerar que tal
proceder provoca desaatrosae consecuencias.
Los padres deben mostrar igual atención y amor por
todos los hijos si no quieren despertar odios entre ellos, y
padres inteligentes nunca obran de este modo, porque no
ignoran los fatales resultados que en el futuro pod rIan­
aobrevenirles.
Para prevenir celos en un niño, ea necesario infundir­
le el concepto de que ano Jo admtrn por las buenas cosas
que realiza.
Si un niño resulta celoso por el arribo de un nuevo
hermano no hay que burlarse de él ni tampoco consi·
derarlo como "gracia" las emociones de la infancia son
demasiado peligrosaa para jugar de eate modo. Padres
sensatoe encontrarán múltiples e ingeniosos medios para
convencer b un niño de que a él se le quiere tanto co­
mo al otro y que él continúa siendo un importante miem­
bro dP. la familia.
Eneéñeee a los niños que no sean egoístas; que sean
generosos y buenos, que compartan dulces y libros con
otros nrnos y que en los juegos procuren el bien de los
demás. A este respecto no debería citar lo que ocurre
con los míos, pero cuando aurje un problema de esta
clase, mi esposo les hace repetir lo que alguna vez leyó
en inglés y eR: "ta felicidad es un perfume que cuando
se dá a otros siempre a uno le cae algunas gotas". Esto
debe ensenarse oaulatioarnente pues por lo general el
niño por naturaleza es egoísta y sólo se verá libre de este
defecto poco a poco.
Loa celos no son otra colla que una forma de egoís­
mo y si continúan en at.oe posteriores constituye una
gran desvAntaja en la vida del niño. A nadie le gusta
ver un niño celoso y los celos 'ceuaau verdaderas tragedias.
Muchos ntños se manifiestan verdaderamente celosos
cuando sus padres acarician a un niño extraño; entonces
la famila y los padres no comprendiendo la gravedad de
­33 ­

semejante demostración suelen festejar como una gracia el


resentimiento del pequeño. iGrave er rorl.
El niño debe aprender que tiene ciertas obligaciones
hacia su familia y hacia la comunidad en la cual vive y
esto debe haeéreele entender tan pronto como él se dé
cuenta de lo que hace y de lo ·que dice. Hay que repetir­
les que tal actitud (egoísmo) es errónea, de manera que an­
tes de que él pueda razonar "ol por qué" habrá adqui­
rido ciertos buenos hábitos desarrollados principalmente
por mad ío de sugestión e imitación.
Hay que tener presente que el niño celoso será el
adulto celoso, como uarnbién que el único hijo de la familia,
es celoso y egoísta debido a que toda la atención de los
padres está concentrada en él considerándolo un monar­
ca. Tales son los niños que en años venideros rehusan
reconocer superioridad en "otros; son Intolerantes y no
aceptan autoridad.
La acción desinteresada de un níno debe ser aíem­
pre recompensada para que adquiera buenos hábitos.
Estudie a su hijo. Sepa siempre lo que él hace
disfrútese del tiempo con él; hágalo razonar y usted en­
contrará que los momentos empleados en él no han sido
perdidos, han sido aprovechados.
Para curar los celos en una criatura siga las si­
guientes reglas:

! ',­Ensene al nino a gozar de sus jugüetes con los otros


niños y a respetar los derechos ajenos.
2•.­Eosénele a amar y cuidar a otros.
3'.­No aumente los celos infantiles haciendo alarde de
ellos o considerándolos graciosos.
4'.­No muestre preferencias y trate a todos sus hijos
oor igual.
5•.­Ayúdele a tener confianza en sí mismo. Alguien
aconsejaba: "Si quieres que los demás confíen en
tf1 comienza. por confiar en ellos y en tí mismo".
­ 34 ­

Esta expresión es de un miedo genuino. Los padres


deben aprender a diferenciarla de la expresión de la cOlera.

MIEDO
Miedo es la maldición de la raza humana, es el ene·
,nign del prt•greso y que esclaviza a mtllones. El traba·
jo tnas importante es el libertar al hombre del miedo.
Seg u r ídad ffeica, y nlgo infinitamente más impor­
tante, tranquilidad mental, es lo que todo ser humano mas
ardientemente desea. Millones de personas viven poseí·
das de miedo
Hoy dos clases de miedo: el miedo físico y el miedo
mental alimentarlo por 111 imaginación.
�-
..,o­

A través de le vide del hombre, de le cuna al se­


pulcro, el miedo juega una gran parte; tanto la supers
tioión como el odio tienen su origen en el miedo .
.El miedo mental es infinitamente peor que el míe-
do de daño físico. El cuerpo tiene modos de protegerse
contra •1 dolor. Bacon sufrió la peor forma de miedo
"el miedo a la deshonra" que obscureció loe últimos
anos de uno de los mes grandes cerebros.
El miedo del hombre primitivo hacia el relámpago,
al viento y a la obscuridad, dió lugar al invento de los
dioses como un medio de protección.
Supersticiones de otras clases gobiernan y aterran
al hombre de nuestros dtas como el relámpago y el true·
no aterraron a nuestros antecesores de hace millones
ele años. El miedo que hace le vida miserable y llena los
asilos de insanos. hace a los hombres malos e inútiles.
La timidez es una enfermedad de la mente obstinada
y fat!ll, no es sino una forma de miedo. Para sobre­
ponerse a la timidez hay que estor convencido de poder
hacer \11.� cosaa, de lo contrario nunca las haremos,
El miedo es quizá la emoción mas común que expe­
rirnenta el ser humano, f:lin embargo es extremadamente
dudoso el que ningún nlño tenga miedo inherente desde
que nace. El miedo puede llamarse una enfermedad
mental.
Comparando con los miedos que ator m entan a la
mente el miedo ftsico no es nada. El miedo que crece en
la mente nn dándole paz ni de noche ni de d!a es su
peor­ enemigo.
El miedo al ridículo ha mandado a muchos hom­
bree a la tumba. El miedo juega un papel muy grande
en todas nuestra! vidas. Los padres !!0 vuelven nervio­
sos e ineficientes por miedo de que algo suceda a sus hi­
jos y este miedo perjudica a los ninos,
La divisa debe ser: miedo, al miedo; y valor para
valor.

••
El gran problema de la raza humana es la oouquis .


06 ­

ta del miedo. Muchos de nuestrcs miedos desaparece­


rían si realizáramos su falta de importancia.
Algunas casas están llenas de miedos: miedo • que
pasará algo, miedo a lo que la genie diré., miedo a la·
droues, miedo a enfermedades. Aunque estos miedos no
son ensenados a los niños concientemente, ellos se dan
cuenta del sentimiento de sus mayores; aun sieudo loa
niños muy pequeños oon freonencia se lee hace tfmidos y
asustados. por contarles hlstor­laa de enfermedades, muer·
te, desgracia y desastres.
Los padres están en la obligación de ensenar a sus
hijos a protegerse del peligro sin llenar la mente del pe·
quello de miedos y ansiedades inneeeaariaa. Se lee debe
ensenar el peligro del fuego, el de los veblculos etc. pe·
ro no deben tener miedo al médico, ni a la obscuridad,
ni al policía.
Nunca amenace, banca asus te a uu niño; el miedo ea
contagioso y aunque todo nino se asusta de un ruido
fuerte como un trueno, si él ve la serenidad en sue padree
o mayores, aprenderé. a gozar de la belleza y grandeza
Je una tempestad y nunoa tendrá miedo.
El niño no debe obedecer por miedo, sino por con­
vicción.
Un niño miedoleoto es el resultado de un eusr ena­
miento erróneo o de mucho caetigo. El miedo a la obs­
curídad proviene muchas veces por casti¡rar a un ni!lo
encerrándolo en un cuarto obscuro.
El error mas grande se comete cuando se dice a
nn niño: "si no obedeces, te llevará el viejo trapero o el
policía". Xluchas vece, cuando se ha hecho e:1ta clase
rle ameuazae el niño se va a dormir con un miedo espan·
toso, temblando, stn atrever a tapariJe o a voltearse de
un lado a otro y con frecuencia cubriéndose la cara en
la almobada, enfermo de miedo al fin se duerme pero
no descansa.
El miedo altera el estómago e impide la digeatióa,
algunae veces provoca vómitos y diarreas. Tratar de
,
controlar a uo niño por el miedo, es una grab · equivo­
cación; pues puede ser afectado en su edad futura .


- :17 -

Hay muchíaímos métodos mejores que éste para dominar·


los. requiere uoa gran dosis ele paciencia .

• ••
No se debe forzar a las criaturas a hacer aquello
que les causa miedo, sioó que se debe tratar de con­
vencerlos de que oo hay razón de tener miedo. Muchos
Je ellos muestran dasde oequeüitoa instintivo miedo a
los animales pero pronto desaparece cuando se dan cuen­
ta de que aquellos. no hacen daño, •
Los niñoa adquieren con grao facilidad el valor que
ven desplegar a sus padres, El niño miedoleoto tiene
nos grao deaventaja en la vida. Es preciso enseñarle desde
muy pequeño que no hay nada que temer de la obacu­
ridad, que los animales merecen compasión y amor y que
la gente extran.11 puede convertirse en gente amlge.
Muy generalmente aquellos niños que están al cui­
dado de sirvientes igoorantea y estúpidos resultan timi­ •
dns, porque aquellos les llenan las tieruas cabecitas de
historias terribles de muertes y aparecídos, de hechizos,
mouatruos y fantasmas.
Con frecuencia se oye a una madre decir a un niño:
"si me fastidias te llevo donde el dentista e que te saque
los dientes" o "donde el doctor a que te corte los de­
dos" estas amenazaa son un desatino; por el contrario, se
debe convencer al niño que tanto el médico como el den·
tists son sus amigos que lo librarán del dolor y las enfer.
medadas.
Uo miedo muy común en la niñez es el de ser aban­
donados por sus padres lo cual es ocasionado sin duda
alguna por amenazas de esta clase dirigidas por loa padres
a los niüos par a hacertos obedecer, al¡¡:unoa llegan al
extremo de ponerse el sombrero y hacer ver al pequeño
que lo van a dejar. esto provoca eo él1 un miedo
muy grande y beata falta de sueño, pues el niño tiene
toiedo de ser abandonado mientras duerme.
Miedo ea una fuerza en le conducta humana; nos ha·
ce hacer unas cosas y nos impide hacer otra1. Es im­


­ 38 ­

posible el pensar destruir Jel todo al miedo, pero todo ex­


fuerzo debe hacerse al educar un ntno para impedir que
el miedo sea para él una maldición.
Evitaremos el miedo en un nino no bacleodo lo •I·
gnieute: ·
1°.­Aweoazarlo de que va a ser robado por el policía.
2­.­Ameoaza de abandonarlo.
3°.­Amenaza de castigarlo muy fuerte.
4°.­Contarle historias de espíritus, hechizos etc.
5°­Manifostar miedo delante del níno por cualquier
causa.

XI

OBEDIENCIA
Algunos padree .creen que tienen derecho a deman­
dar de sus bijas una obediencia absoluta lo cual cohibe
al niño pri vándalo de usar su propio juioio pues se ve
obligado a acatar irremediablemente lo que el adulto lo
mande esté bien o .esté mal lo cual es erróneo.
Niogúo niño ouede obedecer inetantáoeamente y •I
mismo tiempo detenerse e considerar las consecuencias de
su acto. Si deseamos que los niños aprendan a pensar
y a tener conciencia de lo que hacen, debemos permitirles
tiempo y libertad.
Por otro lado, nadie niega el valor de la obediencia
y el respeto a la ley, pero el respeto a la ley, sin em·
hargo, no aiguiflca el reconocimiento de una autoridad ar­
bitraria¡ en resúmen, sumisión a una autoridad arbitra·
ria no es reconocer la ley. Leyes y reglas son las bien
entendidas y aceptadas¡ y obediencia a estBs leyes es
muy diferente de UM sumisión a una autoridad arbitraria.
Pa­a entrenar a un niüo a obedecer hay que em-
pezar muy temprano y ordenar solo las cosas muy impor­
tantes. dando al oillo la mayor libertad posible. Obedien·
eia se consigue con amor. fé, justicia, calma y firmeza.
Obediencia debe ser un estudio y un plan y no un cas­
tigo dedo en un momento de cólera. ·

- ::!9

Oad a vez que sea posible debe explicarse a un ni­


ño las razones por las que se hacen las cosas. Muchos
niüoe no obedecen porque no saben la razón. Ordenes
deben darse solo cuando realmente sea necesario y no por
mostrar autoridad.
F.l padre debe estar primero seguro de que tiene la
razón y entonces debé ser firme y no permitir hacer
una cosa que otras veces ha prohibido.
Al níüo debe ensenársele que obedezca no por te·
mor al castigo, sino porque es correcto lo que se le orde­
na. =ntonces cuando esté a solas, el bará lo que es co­
rrecto, lo mismo que si estuviera en presencia de sus pa·
dres. El hábito de la obedieocia una vez formado, no
desaparece fácilmente.


••
Esperar de un niño que obedezca ciertas órdenes
como: "quf\date quieto" "siéntate y uo te muevas" es ah­
s urdo. Si el aico· es normal no podrá estarse quieto,
hay que permitirle que jnegue al aire puro lo mas que sea
posible. Ante todo, nunca se deloerla golpear o asustar
a 0011 criatura pera hacerla obedecer: pues, como digo,
hay que convencer.
Una madre que no sabe como hacerse obedecer es
aquella. que ordena en esta forma: "fulanito ven. en es­
te instante tienes que tomar tu bailo y no me hagas per­
' der tiempo" llamando en esta forma al niüo SP. iosi·
ta a la rebelión, pero si por el contrario, le dice: "fulanitn
tan luejlo que acabes de hacer lo que estás haciendo,
vieues pronto a tomar tu baño": el último es un modo
mas ag raba bls al níno, le sugiere obediencia hasta que
se le forme el hábito de disciplina.
Obediencia es el resultado natural de la confidencia
que el niño tiene con sus padres, no del miedo; y por
consiguiente, Jo importante es despertar la confidencia
del niño.
Si el padre espera ver que el ntno obedezca, de·
he darle nn pequeño tiempo para que acabe lo que está
- 40 -

haciendo .v no In ter r uur pn­Ie iooece1Jariat0ente. Uus bue­


na idea es darles un aviso cinco minutos antes de que la
comida esté liata, y de que ya es tlemoo de irse a dor­
mir, eto. de manera que ellos se apresuren a acabar lo
que eetán haciendo. l:!:s mucho mejor ayudar a u.o oillo
para que obedezca y no forzarlo II la obediencia por cu·
tlgo.
Obediencia o desobediencia dependen frecuentemente
de la manera como se dan las 6rdeaea; bay que darlas
de fácil ejecución para que el niño obedezca: no hay que
dar órdenes que no merezcan la pena. El repetir cons­
tantemente: "Haz esto" "No hagas esto" es muy perjudi­
cial. M uchas veces se prohibe al níno cosas sin razón
y dan lugar a no castigo innecesario.
Algunas veces la dssobadíanc¡a es causada por 1•
falta de atención de los padree quienes absorbidos en sus
ocupaciones imparten órdenes sin cuidado y casi sin re­
parar en Jo que están mandando.
Hay que ser generosos y elogiar a una criatura
que obedece; la mayoría de lee veces sólo se les presta
atención cuando desobedecen. Sobre todo hay que hacer
entender al niño que la obediencia trae consigo alegria y
aprobación; que comprenda que uno está seguro de que
obedecerá y no mostrarle jamás temor de desobediencia,
porque las criaturas comprenden muy bien estas sug e­
rencias.

XII

ROBO
La palabra robo es muy dura, piincipalmeute cuan­
do ee Je aplica a los actos de los nínos. El robo eotá
tan íntimamente asociado con una carrera criminal que
inmediatamente que uno la pronuncia piensa en cárcele1
y prisiones. La niñee y este tipo de delincuencia pare­
cen Incompatibles. Sin embargo, cuando un nillo de
ocho anos empieza a agarrar las cosas que pertenecen
­41 ­

a otros miembros de la familia, hay que teuer cuidado y


no pasarlo por alto o disculparlo,
El robo debe ser considerado robo, tan pronto como
un níno ha llegado al desar rolto mental auticiente por
el cual es capaz de diferenciar sus derechos y su propie­
dad de aquellos que pertenecen • las personas con
quienes está en contacto.
Debemos advertir que a la mayoría de los niños
desde una tierno edad se les hace ver que tal acto es del
desagrudo de aus padres, pero a wuy pocos se les dá
buenas explicaciones respecto a la honradez; en tales ca­
sos el robo no es mas que un acto de deaobediencia y
debe ser tratado como tal. Los niños naturalmente ab­
sorben del medio ambiente en que viven las cossumbrea
sociales, por esto loa padres deben fijarse mnoho en el me­
dio ambiente en que colocan a sus hijos. Muchas veces
este mal hábito, que con el tiempo puede convertirse en
cr truen, empieza AD la escuela a donde asisten toda clase
de alumnos cuando un niño ve que otros agarran lo aje­
no sin escrúpulo; ya que la tendencia mas desarroJlada
en la niñes es la imitación.
El robo es uo peligroslsimo hábito en raz6n de
que al comienzo puede resultar temporalmente ventajoso
para el nmo que aprende que de este modo obtiene lo
que de ninguna otra manera podría conseguir. A un ni­
no puede parecerle el camino mas corto hacia la pros·
peridad y es perfectamente natural que continúe usando
este método hasta que comprenda que loa resu ltados
son deaventajosos.

• ••
El robo es una desviación oormal de la tendencia
instintiva de adquisición. El individuo muchas vece•
roba en su deseo de asegurarse contra. la miseria, el
hambre y otras calamidades. Ea una tendencia instinti­
va que necesita ser dirigida cuidadosamente por buen
camino por medio de buen entrenamiento.
El niño que durante sus primeros anos no ha
aprendido a respetar loa derechos ajenos en su propia
­.42­

casa, casi eou seguridud nn los respetad cuando esté en


la escuela y es aei como se desarrolla la tendencia cri­
minal. Es por esto, que los padres no deben desperdiciar
la oportunidad en hacer ver a un niño la importancia de
respetar los derechos ajenos.
Los defectos y malos hábitos que los niños adquieren
durante los prtmeros anos de vida permanecen muchas
veees imborrables.
Venganza y celos muchas veces ocasionan robo, en
muchos casos el robo esta asooiado con una mentalidad
inferior y el único remedio es colocar esos nrñoa en una
institución especial que los corrija lejos del medio familiar ­"
y en muchísimos casos retorna.o al seno del hogar com­
pletamente curados.
Niños muy oequenos no conocen la diferencia entre
"In mio y In tuyo". La idea de posesión tiene que en.
seüarles poco a poco. Con frases sencillas hay que
hacerles comprender el sentido· de la propiedad ajena;
por ejemplo: "este es tu cepillo de dientes y aquel es el
de tu hermane, tu no usas el de ella y ella no usa el In·
yo" lo cual ya le da la idea de propted ad.
Casi todos los problemas relacionados con el robo se
les puede resolver satisfactoriamente; basta estudíar la
peraoualidad del niño y el medio amhiente en que vive.

XI[]

CRIMEN
El criminal de hoy no unció naí, ha sido hecho ori­
mina) por el medio arnbieote malo en que por desgracia
se desarrolló su niñez. El fué el muchacho malcriado
que oegó a su madre eo la cara o que robó los jugue­
tes del vecino.
No debe permitirse a los niños que jueguen antre
ellos a matarse y bagan todo el simulacro de disparar
con revólver.
­· 43 ­
A fin de prevenir una carrera de crimen es impera­
tivo empezar a ensenar a la nueva generación a uoa tem·
praua edad los resultados de causa y efecto, que ellos no
deben violar los derechos ajenos, que deben distinguir lo que
es mfo y lo que es tuyo, que no deben violar las leyes del
pa(s en que viven ni permitir que otros las violen.
Hay que tener en la memoria lo siguiente:
"Siem bra un pensamiento y cosecharás un acto
Siembra un acto y cosecharás un hábito
Siembra un habito y cosecharáa un carácter
1:!iembra un carácter y cosecharás un destino".
Ningún ser humano puede tener malos hábitos y
ser otra cosa que un mal ciudadano. Hay que huir de
los malos hábitos y de las malas compaDfas como si
fueran una plaga.
Aquel que piensa en el crimen constantemente, tar­
de o temprano lo llegará a cometer.
Científicos y criminalogistas están acordes hoy en
considerar al criminal como un enfermo, que los delin­
cuentea soa personas cuyo cerebro 130 ha anormalizado
y que­cuando tenemos un problema de oriminalogfa, tene­
mos una enfermedad social. La mayorla, de los crimi­
nales son mentalmente deficientes. El criminal, ya sea
que herede la enfermedad del crimen, ya sea que la haya
adquirido en sus alrrededores o con sus asociados es víc­
tima de la enfermedad mas contagiosa.
Sin embargo permitimos la existencia de lugares en
donde nace el crimen. Colocamoe a la ju,entud que de·
lingue en cárceles donde de seguro ha de contagiane con
otros mas empedernidos que él. Castigamos la enfer·
medad en vez de curar la causa.
Permitimos a los nínos correr abandonados en ca·
11011 y callejones de nuestros ciudades durante los años
mas impresionables de la ninez: despué• cuando cometen
una falta, un delito, los arrojamos a una prisión en donde
lejos de redimirse, aprenden mayores iniquidades Y pierden
el poco respeto, que así mismo se tenfan. El reme­
dio no es casngar, ea prevenir y educar.
- 4-! -

XIV

INSTRUCCION SEXUAL
Un gran porcentaje de problemas mentales y anor­
me.lidades tanto en ninos como ea adultos, son causados
directa o indirectamente por el sexo.
El solo hecho que a los nínos se trata de ocultar
la verdad a cerca del sexo, determina en la mayorla de
ellos una gran curiosidad que al no verla satisfecha por
sus padres, buscarán cualquier otra persona o compañero
de escuela que satisfaga su currostdad y una. vez gnna­
do este conocimiento se lo guardará para sí mismo y lle­
gará. a ser tao conciente de su vida sexual como los
mismos padres.
Un mno pequeño se da cuenta rápidamente de la
tensión en la atmósfera o de la turbación o embarazo que
causa a sus padr es con sus preguntas y si éstos evao en
las respuestas o contestan de un modo deficiente para el
niño, este no vuelve hacer preguntas al respecto; esto
no quiere decir que ha cesado su curiosidad, por el con·
trario ocultamente tratará de averiguar el objeto de su
curiosidad, pero nunca volverá a preguntar a sus padres.
Los padree deben mostrarse tranquilos cuando un ni·
no hace se mejan tes preguntas y r e spon de r le con fran­
queza y claridad adaptadas a la inteligencia del niño y
su desarrollo h •• ta dejarlo completamente satisfecho ain
decirle jamás "los niños no preguntan esas cosas", por­
que lo obligarán a averiguarlo en otra parte.
Mucho cuidado debe tenerse al educar a un niño so­
bre estos asuntos , no hay que apurarse a darle mas de­
talles de lo que él pueda comprender. hay que ir despacio
y con toda franqueza dfa por dls. No hay que inventar
para el niño historias de la cigueña, del médico que trajo
al bebé en maleta o que fué � encargado de París" por·
1

que estas quimeras serán pronto un insulto a su inteli­


gencia. Por el contrario, en lenguaje simple hay que '
hacerle comprender que va a tener un hermano o berma·
'­45

na y hacerle que se sienta feliz coo aoticipacióo, pues


es mayor misterio para un niño las historias de la cigue­
ña que enser.arle sencillamente que el bebé vive y ere·
ce dentro de su madre exáctamente como una flor planta­
da crece eo la uer ra, que gerrniaa al bebé nueve me­
ses haoiéndolo crecer, y que durante este tiempo es abri­
gado y alimentado por su madre. Semejante explicación
es fáoilmente aceptada por cualquier niño haciéndole eom­
prender que sus padres le explican con toda franqueza
la vida y por consiguiente son asuntos privados, pero que
él no tiene ni debe discutir e stos asuntos en público.
Nunca hay que decir a un niño que me preguntas
son sucias, malas o vergonzosas. Si él hiciera estas
preguntas en público, sin turbación hay que decirle que
se le contestará mas tarde cunado las visitas no estén
presentes, y tenga mas tiempo de hablar con él, pero nun­
ca decirle que se calle.
Hay niños que desarrollan una temprana asnaibili­
dsd con relación a su cuerpo y una gran curiosidad por
verse desnudos o ver a otros miembros de la casa. Nun­
en hay que mostrar interés o despertar la atención del
niño a su cuerpo cuando se viste o se desviste.
Los padres deben tener presente que muchos niños
aún a una temprana edad se dan cuenta que pueden tener
ciertas sensaciones agarrándose o frot&odese los órganos
genitales, uoas veces descubiertas por ellos miemos y
otras eneeeadAe por otros niüos en la escuela o por sir­
vientes inescrupulosos e ignorantes, dando muchas veces
motivo a que desarrollen el habito de la m•eturbación.
Tan luego que se nota esta inclinación a un niño, no se le
debe castigar, pues hay el peligro de que pierda la con·
fianza y el hábito se le arraigue con más fuerza; por el
contratrio hay que explicarle una y otra vez que fleme­
jante hábito lo daña ffsica y moralmente y hay que oh·
servar al pequeno con mucho celo para evitar que los
actos se repitan. Además debe llevársele donde un mé­
dico especialista para un completo exámen.
Es deber de la madre el vigilar que estos órganos en
los niños permanezcan completamente limpios y sin nin·
­4,6­

guna irritación. Hay que procurar que su · ropa sea


suelta, pues pantalones agustadoe llaman la atención del
ni ño hacia su cuerpo.
Hay que conocer la clase de compaütas que tiene
un niño y cuando un grupo de ellos se aparta a jugar por
un largo periodo hay que vigilarlos sin que ellos se den
cuenta de que se sospecha nada, sobre todo hay que ga·
nar la confianza del níno.
Cuando un niño adquiere un mal hábito de esa na­
turaleza hay que hacerlo interesar en algo: libros, pin·
turas, historias, cualquier cose con tal de llamar au aten­
ción hacia algo útil y desviarlo del mal hábito.
Aquetlce que tienen a su cargo niños deben tratar
de comprenderlos bien. Deben conocer sue intereses.
planes y esperanzas y ver que cosas son las qne lee traen
aatlsfacclón y f�licidad .


XV

CASTIGO
"Si quereia que el níno tema
la vergüenza y el calltigo no lo
endurezcais".
MONTA!GNE.

El castigo deberla ser para ayudar al niño a pensar.


Al dar le clase correcta de castigo debe hacerse una
awoneatación para que no •e reincida en la falta. La
ciase de castigo que se dé ee de importancia, pero mu
aún la forma como ee le aplique.
Muchas de las cosas que nn niño hace y que re·
sultan condignas de castigo, dependen de la falta de loa
padree y no pocas veces el castigo ea el modo de desa­
hogar la cólera paterna. El padre entes de castigar de­
­47 ­ •

berta preguntarse: 11
6Et mi culpa o la de mi hijo?".
El caotigo ñsico rara meo te ea neeesario, lo• gol pe•
aigoifican generalmente un ultraje hacia el honor y rea·
peto propio del niño. Todo padre debe hacer el mayor
esfuereo posible para c11ligar sin golpes los cuales de·
ben usarse sólamente como un último recurso y esto rara
•••· Muchos padres adquieren el hábiro de golpear al
niño en la cara lo cual indefeetiblemente causa grao hu­
millación.
Pereonas que se dedican a la orla de perros y caba­
llos finos, no permiten a nadie que lea peguen óqué
diremos ahora de nuestros hijos, inoeentee tesoros huma­
001. a quienes teoemoa el deber de educarj.
Todo se puede obtener de un niño: trabajo, respeto,
obediencia, disciplina, ternura etc. siempre que la cria­
tura sea capaz de pensar y si no •• capaz de esto ¿no es
un crimen e •• tlgarloT. Como ba dicho un educador mo­
derno "Rechazo toda violencia en la educación de un al·
ma tierna que se gula hacia el honor y la libertad.
Hay no ae que de servil en el rl1ror y la contradicción
y aquello que no puede obtenerse por medio de la pacien­
cia, la prudencia y la perauación, no se logra jamás por
la fuerza". Con el látigo se sacaba esclavos y lo único que
se constaue ea volver a las almas cobardes y maliciosa·
mente obstinadas.
"Ningún niño foé golpeado más brutalmente que el
pequeño Luis XIII de Francia, lo cual e:,:pllca la mortal
melancolfa del niño coronado". Bernardino Saint Pierre
dice: "Ue todas las especlea 1enaiblee, la e1pecie huma·
na ea la única en la que lo• pequeños son educados a fuer­
za de golpes".


••
Toda madre medianamente inteligente sabe cuando
el nlño está cansado y lo hace deacansar para evitar
que se ponga fastidioeo. El castigar a un niño mandán­
dolo a la cama ain comida, no a61o e, una crueldad al·
no dañino a la salud. Una expléndida forma de corree·
tlvo ea privarlo de lo que mH le agrade.



- 48 -

Cuando un niño es muy pendenciero y pelea al ju­


gar con sus compaüeros , lo wejor es aepararlo temporal·
mente del grupo; cuando rompe uo juguete, se le hará en­
• tender que por mucho tiempo no podrá tener otro que
lo reemplace. Nuuca encierre a una criatura en un cuar­
to obscuro, porque esté seguro de volverlo tímido'y asus­
tadizo.
Otra falta corriente en los padres es llevar a 101
niños ha hacer compras, al teatro etc. al regreoo loa ui­
nos eatáo generalmeote fastidisdoa y fastidiosos, porque
están oaneados y lejos de hacerlos descansar se les re­
prende.
Todo niño necesita estimulo; cuando se le reprende
conatantemeote por cualquier pequena falta que comete
y por el contrario, no es elogiado por· sus buenos hábitos,
se le quita todo el deaeo de ser bueno. El objeto de
elogiar a un niño ea para hreerle comprender que que­
remos que haga siempre lo corr ecto. Crádito y elo2io
por lea cossa que él hace hieo, dan mucho mejor resnltodo
que casligarlo por au1 faltas. Lo mejor es: trat• Je
conocer a su propio hijo.
Si un niñn tiene que sar cestigl\do coa rrecueacia
probablemente ea porque no recibe sutioieote encomio o
elogio. •
La familia, la oaoióo y los r.Pntros educativos bao
tenido menos éxito con PI casti20 quo con ningún ol.ro
proceso punitivo social. Si examinamos 188 ioatitucionea
penales, nos convenceremos que la mayoría de loa or laío­
ueros son castigadoa por la• mismas f»ltaa que lo fueron.
de pequeños. Esto no quiere decir que el caatlgo oea la.
causa de que ellos continúen por el camino del vioio siuo
sencillamente que el castigo en la forma que •• leo apll­
có, uo lea hizo provecho de ninguna clase; I• parte !1188
liriste es qu a ni las peoiteociarfas oi la1 cárceles refor­
man a loa prisioneros.
Debemos tener preaeot.e que el castigo debe eatar
acorde con la naturaleza de la falta y 'proporcionado a
ella lo cual ea muy fácil dlcirlo, muy fácil entenderlo,
pero muy dificil adminietrarlo; la dificultad eatriba en
­ 49 ­

que no nos detenemos a dtsgnosttcer la oa\uraleu de la


infracción. La mayorfa de leo personae eoueideran IH
Oreosae de loa ntnos según 1011 electos que ea.uilao sobre
ellos mismos, lo cual es absnlutameute erróneo.
El castigo para que our\a efecto debe hacer qoe el
uiño se arrepienta del mal que be hecho y que se muestre
d eseoao de aceptar la ayuda de aquel que lo corrije.
El padre debe oir y ver el arrepentimiento de su hi­
jo, con paciencia, aprobar o desaprobar su confesión. pe·
ro de todoo morloa, perdonar al que be cometido la falta
y restituirle su completa. tranquilidad. Esto requiere
tiempo, mucha inteligencia e infinita paciencia, pero loe
resultados son aaf mismo muy h1tla.euen.oa.
En la mayorte de los caeos el mucho castigo deter­
mina el que loo níüos abandooen su bogar tan pronto
oomo puedan hacerlo y si son mujeres ee casan con el
que pueden. .
Nunca bey que gritar a un niño porque en vez de
obtener el éxito deseado ae provocs nerviosidad. Los
niños aprenden a amar el orden y la ley si sue padres lo
hacen; es demás decirles una cosa y hacer otra, pues
ellos oe guiarán mee de lo que ven qu� de lo que se les di­
ce. En nuestro país desgraclada:nente astamos acoatum­
brados a presenciar actos rle muchos de loe que e nseñan
que pareoao decir: 11
Ba2 como digo, pero no como lo
hago".

••
Mucb88 vMe1 el castigo puedo afeetsr a una criatu­
ra mentalmente. En California, en el asilo de luaanca,
existe una niña de rloce años rematadamente loca, que ha·
. bieodo sido com plara mente normal hasta la edad de seis,
una sirvienta e cuyo cuidado eataba. queriendo hacerle
callar hizo todo el aparato de quer er le hacer worder la
lengua con una· araña, cuando la madre regresó de Ja pa­
lle encontró a su bija foca de terror y loca ealá huta
, ahora,
Para evitar él �atigo tenemos que tener prese'n te
­, la, salud del niño y la inteligencia de la madre. Hay
­50 ­
que dar a los 0!1101 una alimentación sencilla, prohibir
las golosinas entre laa eomidaa y en la noche au alimen­
to debe ser de fácil digestión para que duerman tran·
quilos y ae despierten eontentos. Que tengan lo menos
doce horas de sueno, que su estómago lea funcione re·
gularmente; que la ropa sea amplia y ventilada y tener­
los siempre limpios.
A todo niño que hace una buena acción hay que
alentársele dándole una recompensa.
Lao madrea deberfao hacerse laa siguieutea pre­
guntae:
1•.­¿Son mia hijo1 aanoa, comen y duermen normalmen·
tef.
2".­•Lea doy oportunidad para que gocen del sol y del
aire puroj.
S•.­.¡Le• malogro el eat6mago permitiéndoles comer dul·
ces y pasteles entre laa comidas y loo lle,o al cine­
ma con mucha frecuencia?.
4•.­¿Puedo yo educar a mis hljoa�.
óª.­¿Tengo el suficiente carácter para hacerme obede­
cer?.
6•.­, Lo1 amo suficientemente para perdonarlos?.
7•.­¿Loa amo suficientemente para 1ianar su confianza y
no convertirlos en enemigoa y rebeldes?.
O'Followell grao educador opina que se debe usar
gran dulzura, paciencia, autoridad. juatlcia disciplina,
bondad y firmeza; opina también que el caatigo ea un
arte, que no coosiate en golpear ni humillar, porque la
criatura a quien se humilla si tiene el instinto del honor
eofre una vergüenzo que engendra rebelión.
Padrea en general deben tener presente l11s siguien­
tea reglas:
Jª.­AI ntno no ae le debe castigar jamás en pre1enoia de
otraa personas.
2ª.­Los padrea nunca deben castigar cuando están bajo
la Influencia de la cólera.
8ª.­EI castigo deba ur aplicado inmediatamente deapuéa ·
de la falta para que el niüo sepa y recuerde por
que se le caatiga.
4•.­Nunca debe amenazar al niño con caatlgarlo mu
tarde, paea lo pone nenloao, le quita el apetito y
el aue1!o.
­ 51­

5".­Despué• que se le ba castigado debe perdooároele


inmediatamente. Después de darle una buena expli­
cación hay que olvidarse y no volverle a repetir
pues esto dafla al niño.
6ª.­EI castigo no debe ser nunca demasiado severo pues
si el níno es suficientemente inteligente, empezará a
mentir para sal•arse.

XVI

CONTROL DE sr MISMOS
Todo el mundo eme a una persona enérgica. A loa ni­
nos les gusta'ser fuertes 9 demostrar su superioridad •o­
bre otros. El carácter viene a uno con la propia confianza
de poder hacer las cosas mas difíciles sio la a9uda de nadie.
Todo padre desea que su hijo sea un líder, pero para
ser un líder el niüo debe dominarse a sí mismo. Con nn
eutrenamiento apropiado él puede llegar a ser un llder ya
sea ea los juegos , en los deportes o en la escuela. Al pe­
quei'!o Be le debe enseñar que siempre conseguirá mucho
má• cuotroláodose a sí miamo, que oo dejándose llevar de
arranques de mal genio.
Si un nino llora por alguna cosa· que desea vehemeD­
temente, antes de darle lo que pide hay que hacerle que
cese de llorar y que con voz tranquila diga: "haeme el fa­
vor de darme tal o cual cosa" de este modo él aprenderá
que controlándose a sí mismo ha conseguido lo que pedía,
Pero para conseguir esto bay que dejarlos prudentemente
llorar primero, para que se den cuenta que llorando no con­
siguen Jo que quieren. Después de esto, bey que enseüarle
gradualmenta a no llorar cuando desea algo si es que quiere
conseguir au objeto.
El control de el mismo es el enpremo problema de la
raza humane. El medie am blente ejerce gran influencia pa­
ra conseguirlo De aquf depende la personalidad .



­52­

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Cua.ndo el bebé empieza a caminar y se cae hay que dejarlo


solo para que por medio de sus propios esfuerzos salga de sus
dificultades: pues tiempo lle­e_ará en que no tendr& al papá ni a
Is mamé µora que lo ayuden.

:X \'II

EL f­IOGAR FELIZ
Sólo un hogar feliz merece Is pena de vivir. Para ha­
los d debeo dar le,
ccnña
pa amor, nza
rer a un n íño íPliz r e s
,

protección y libertad.
­· 53 ­
La mayoria de los padres dan a sus bijas amor, pero
muy pocos les dan confianza, protección y libertad, Con­
fianza y protección encuentra el niüo en el hogar donde
reina la justicia, la verdad, regularidad, orden y serenidad.
Libertad es dada al niño por aquellos padres que de­
sean verlo crecer y desarrollar sus propios poderes. El niño
que es llevado en brazos cuando puede caminar, que es a·
limentado cuando él solo puede hacerlo o que se IA consi­
ra bebé mas del tiempo necesario, este níño no goza de
libertad y se le causa un daño muy grande. Hay que hacer·
los independientes, hay que enseñar les lo más pronto que
se­puede que se bagan sus cosas ellos mismos. Tiempo .lle­
gará en que ti niño deba manejarse en el mundo por sf so­
lo y no tendrá al papá o la mamá para que Jo ayuden; por
consiguiente, debe ensenársele a afrontar los problemas de
Jo vida y convertirlos en escalones que conduzcan a la
cumbre del éxito.

ÜARMP.LA MENÉ:NDEZ DE HUACO

J
I a

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