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La ubicación de los países africanos como factor determinante de dominación

Desde el siglo XV la intervención de los países europeos en África se debía

principalmente a factores comerciales claves para el tráfico de esclavos y de productos

naturales. El interés de las potencias europeas por este continente iba dirigido a la

importancia geopolítica y competencia económica, lo que generó una reducción en las

estructuras económicas africanas a una dependencia colonial por medio del poder del

capital financiero. Esta cuestión fue debatida por múltiples activistas e historiadores como

Walter Rodney, un historiador afroamericano influyente en los derechos civiles.

Existen diversos aspectos primordiales para comprender la economía colonial como las

nuevas relaciones de producción, la cronología de los hechos, la diversidad de las

economías ligadas a la diferencia geográfica, la participación de los africanos en aquellas

economías y finalmente, la conceptualización sobre dependencia y subordinación. Este

autor enfatiza en las acciones de los europeos, quienes ponen en marcha diferentes

modalidades para crear aquellas economías en las áreas, donde, a partir de la repartición de

África en la conferencia de Berlín, ya tenían una fuerte injerencia. Como menciona

Rodney, el contacto entre estos dos continentes no comienza en el siglo XIX, sino que

desde el siglo XV, gracias a los adelantos tecnológicos de la navegación marítima,

predominaba una intervención por parte de los portugueses en el África occidental. La

tipificación y cronología de los procesos históricos es crucial para comprender los cambios

de diferente tipo (económico, social, político, etc.) en fechas y periodos determinados. El

transporte de personas, conocido como la trata negrera, duro cinco siglos y caracteriza la

economía colonial. Este tiempo de esclavitud permitió la existencia de un comercio

particular, donde los africanos intercambiaban seres humanos por mercancías. Dicha
cuestión llevó a la creación de una demanda de esclavos y bienes, generando una economía

europea negrera, que produce bienes de consumo para desarrollar ese intercambio, pero

ignorando el control territorial. Sin embargo, con la repartición de África, aquella relación

bilateral cambia notoriamente, puesto que, empiezan a destacar las pretensiones europeas.

Estos siglos de relación, donde se adquirió un gran conocimiento territorial y de riquezas

del continente africano, se convierten en un deseo de control y dominación. La potencia del

continente occidental es demostrada mediante la búsqueda de una economía industrial con

obreros, aspecto que elimina el carácter esclavista y se convierte en un control territorial,

donde las economías tradicionales africanas que habían subsistido en función de los

diferentes ecosistemas van a ser desplazadas paralelamente a los intereses de las metrópolis

europeas. Esto quiere decir que, dichas economías de autoconsumo, a pesar de la

devastadora trata negrera, se mantuvo aun cuando fue fragmentada por la reducción de

mano de obra.

La substitución de las economías tradicionales también caracteriza la economía colonial.

Los europeos ejecutan su propio modelo de producción y se imponen sobre los africanos

implementando nuevos descubrimientos tecnológicos. Si bien es cierto que no utilizan

violencia para dominarlos, incurren en su territorio y los invaden, devastando su vida

agraria y por lo tanto, su economía, ya que hay una expropiación tecnológica de sus

recursos de subsistencia.

En conclusión, acentuar la cronología histórica es significante, pues se habla del

afianzamiento de la economía colonial antes de la Primera Guerra Mundial (1884-1910), la

cual no obtenía militarización masiva, sino que fue una dominación a partir de la puesta en

marcha de avances tecnológicos como los ferrocarriles. Hay un control de las comunidades
que han vivido históricamente alrededor de sus propias formas de economía global. A su

vez, esta cronología es importante, ya que esta promueve la definición del periodo de

consolidación de las economías coloniales imperiales, ya que las necesidades fomentan una

repartición del territorio, que genera la explotación de los que es de interés económico, ya

que es esa tecnología la que permite la posesión territorial y productividad. Además, se

contemplan las actitudes y disposición de los africanos en vísperas de la época colonial

y se logra afirmar la importancia de la ubicación del territorio como generador de facilidad

de conquista, dominación e intervención, reduciendo la economía a entidades dependientes.


Referencias

G.N. UZOIGWE. “La división y conquistas europeas de África. Visión general” en Historia

General de África, Tomo VI. África bajo el dominio colonial 1880-1935. Madrid,

1985, pp. 41-67.

RODNEY, Walter. La economía colonial en Historia General de África, tomo 6, África

bajo el dominio colonial 1880-1935: Madrid, 1985, pp. 359-377 

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