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DOCENTE JUAN ARIZA

CIENCIAS SOCIALES DURACIÓN Fecha de inicio: 2023/08/15 Fecha de finalización: 2023/09/01

PREGUNTA PROBLÉMICA ¿Cuáles son las principales transformaciones producidas en Europa a finales del Siglo XVIII y
durante el Siglo XIX que permitieron la consolidación del capitalismo y el surgimiento del
imperialismo?

INSTITUCIÓN EDUCATIVA INEM JORGE ISAACS


UNIDOS EN EL AMOR FORMAMOS LA MEJOR INSTITUCIÓN

AÑO LECTIVO 2023


¿QUE ES EL COLONIALISMO?

Es la doctrina que legitima la dominación política y económica de un territorio o de una nación por el gobierno de un
estado extranjero. El colonialismo no debe confundirse con el neocolonialismo. Este último utiliza el control y la fuerza
indirecta para influir, controlar o someter a un territorio como son el mercantilismo, la globalización empresarial, el
imperialismo cultural y otros instrumentos para influir en un país, normalmente estableciendo una élite política y
económica para controlar la población y apropiarse, como en el colonialismo tradicional, de los recursos del país.
El colonialismo tradicional ejerce un control directo mediante la fuerza militar, la ocupación del país, la imposición de
gobernantes procedentes de la metrópolis invasora en el territorio sujeto a la dominación, y la instauración de políticas
económicas, sociales y culturales al servicio del país colonizador.

HISTORIA DEL COLONIALISMO

Aumentados y consolidados los establecimientos coloniales europeos por todo el mundo durante los siglos XVI y XVII,
la situación geográfica de las posesiones europeas en ultramar estaba bien definida en el XVIII. Una de sus más
importantes características era la distribución irregular de las colonias por las diversas partes del mundo.
En el siglo XVIII existían imperios territoriales en América, pero no en Asia, ni en África, y aquellos imperios
americanos diferían de los establecimientos asiáticos y africanos. A comienzos del siglo XIX el colonialismo europeo
experimentó una profunda transformación que se manifestó en la intensificación de la expansión por Asia y África con
la constitución de nuevos imperios coloniales.
Esta transformación fue consecuencia de los movimientos de independencia americanos y de la proyección en el
mundo ultramarino del proceso económico europeo y la Revolución Industrial. Exponentes de esta política expansiva
fueron la penetración europea en Asia meridional, oriental y del sureste, así como en Oceanía, y el colonialismo
económico y político en África.
Desde el último tercio del siglo XIX llegaron a su plenitud el colonialismo y el imperialismo de las potencias
occidentales en su dominio del resto del mundo y se manifestaron en una política de repartos coloniales y la
construcción de los nuevos grandes imperios. Sólo Japón quedó libre de la acción colonial occidental directa y vivió
su propio proceso de transformación.

TIPOS DE DOMINACIÓN COLONIAL

1. COLONIAS DE ADMINISTRACIÓN DIRECTA: territorios que por el derecho de conquista habían caído en la órbita de
la metrópoli. Ésta imponía sus funcionarios y sus instituciones, organizando la administración. Fueron las más
extendidas, por ejemplo el Congo Belga (Bélgica) o Togolandia (Alemania)
2. PROTECTORADOS: territorios donde se respetaba el gobierno indígena responsable de la actividad interior del área,
mientras la política exterior y militar era gestionada por la metrópoli. Fue un modelo utilizado por Francia (Marruecos) y
Reino Unido (Birmania).
3. DOMINIOS: territorios con mayoría de colonos respecto a la población indígena que consiguió un amplio
autogobierno limitado por un gobernador metropolitano. Fueron los casos de Canadá, Australia y Nueva Zelanda
respecto a Gran Bretaña.
4. TERRITORIOS METROPOLITANOS: considerados como una prolongación de la metrópoli. Por ejemplo, Argelia con
respecto a Francia.
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5. CONCESIONES: territorios cedidos o alquilados por estados independientes a la metrópoli, codiciados por su interés
estratégico o comercial. Fue el caso de (Hong Kong), alquilado por China a Reino Unido.

FASES DE LA EXPANSIÓN COLONIAL EUROPEA EN ASIA, ÁFRICA Y OCEANÍA EN LOS SIGLOS XIX Y XX.

1) PRIMERA FASE. Se extiende desde mediados del siglo XV hasta finales del siglo XVIII, y se trata de un
colonialismo moderno mercantilista. En esta fase las posesiones europeas se concentraron principalmente en América,
y a lo largo de la misma se produjeron varios repartos: ya antes de 1660 se registraron varios de ellos, dado que las
potencias que habían llegado tarde a la conquista colonial, como Holanda, Francia e Inglaterra, habían sido excluidas
de la expansión ultramarina por medio de varias bulas promulgadas por la Santa Sede, que había reservado todas las
zonas no cristianas del mundo a España y Portugal.
Entre 1660 y 1756 fueron muy pocas las colonias que cambiaron de soberanía, y entre 1756 y 1815 se procedió a la
primera redistribución. El momento que señala el final de esta fase es la disgregación de la mayor parte de los imperios
coloniales americanos, a finales del siglo XVIII y comienzos del XIX, debida a dos razones: el nuevo reparto de las
posesiones coloniales por las potencias europeas que se consolidó en 1763 y el rechazo de los colonos americanos a
la autoridad y administración europeas.

2) SEGUNDA FASE. Comprende desde comienzos del siglo XIX hasta 1870-1880, y se caracteriza por la mayor
proyección en el mundo colonial de la Revolución Industrial y la evolución del mercantilismo al capitalismo: se trata de
un colonialismo industrial.
En esta fase las posesiones europeas se concentran en Asia y en África y los imperios coloniales europeos se
engrandecieron más rápidamente en los cien años posteriores a 1815 que en cualquier período histórico precedente.
Esta fase se caracteriza, también, por la intensificación de la expansión como resultado de la acción de dos fuerzas: el
impacto de la Europa industrial fuera de su continente y la potencia de los grupos locales europeos activos en la
periferia.

3) TERCERA FASE. Se extiende desde 1870-1880 hasta la Segunda Guerra Mundial. Es la fase plena del domino
político y la explotación económica del gran capitalismo e imperialismo y, también, un período de delimitación de las
esferas de influencia y de redistribución colonial.

Hacia fines del siglo XIX, la colonización europea y la expansión de Estados Unidos, adoptaron unas características
que serían conocidas como la fase imperialista del desarrollo del capitalismo. Estas características fueron:
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a. Concentración de la producción industrial de un determinado producto en unas pocas empresas, dando origen
a los monopolios.

b. Exportación de capitales desde la metrópoli hacia sus colonias y países poco industrializados sometidos a su
influencia. Es decir, además de mercancías, los países industrializados comenzaron a exportar capital, esto es,
dinero para ser invertido en la creación de empresas.

c. Integración del capital industrial con el capital bancario, para dar origen al llamado capital financiero. Como en
la mayoría de los casos la población del país colonizador era de raza diferente a la del país colonizado, las
relaciones que se establecieron estuvieron caracterizadas por fenómenos como la segregación racial. El caso más
dramático se presentó en Suráfrica con la política del Apartheid, o discriminación de las mayorías negras.

CAUSAS Y FACTORES DE LA EXPANSIÓN COLONIAL EUROPEA EN ASIA, ÁFRICA Y OCEANÍA

África poseía grandes riquezas, principalmente de productos tropicales, como el aceite de palma, oro, marfil, caucho,
cacao, coco, diamante, algodón y lana en el sur. Para los europeos, el continente era un lugar propicio para expandir
sus dominios, por cuanto éstos poseían recursos fundamentales para el desarrollo de su industria. Además, podían
fácilmente establecer monocultivos, garantizando el suministro de materias primas a bajos precios. La situación
africana, en los últimos decenios del siglo XVIII, se caracterizó por el dominio de algunas costas por parte de
compañías comerciales europeas, las cuales ejercían un comercio, no sólo de la población (compra y venta de
personas), sino de algunos productos “exóticos” de gran valor, como oro y marfil. Las zonas donde se desarrollaban
este tipo de actividades eran principalmente en el golfo de Guinea y en África meridional. El comercio de esclavos en
África, a pesar de la prohibición, sólo declinó en los últimos años del siglo XIX.

El continente africano cuenta con un tercio de las reservas minerales del planeta y su peso es aún mayor en metales
como el oro, los diamantes o el platino, por lo que se puede considerar la gran mina del mundo.
Bajo el suelo de África se esconden, por ejemplo, más del 40 % de las existencias del oro, el 55 % de los diamantes, el
66 % del cobalto y más del 80 % del platino.
Esa enorme riqueza convive con problemas que acaban afectando, de una manera u otra, a la industria extractiva;
desde conflictos armados -como el del noreste de la República Democrática del Congo (RDC)- a la rampante
corrupción.
La debilidad institucional y el subdesarrollo de las infraestructuras complican la actividad del sector, que tiene que
lidiar, además, con complicados lazos con el pasado colonial.
A ello, se unen la preocupación por el impacto medioambiental y el cambio climático, los potenciales problemas de
salud derivados de la actividad y graves conflictos laborales por las a menudo pésimas condiciones de los
trabajadores.
Pero los desafíos de la extracción intensiva -acaparada por grandes compañías occidentales o sudafricanas con
incipientes inversiones asiáticas- son leves comparados con el descontrol del sector informal o de la minería ilegal,
con condiciones inhumanas, muertes y hasta uso de mano de obra infantil.
Según los expertos, la minería a pequeña escala y la informal son proporcionalmente más dañinas, ya que las grandes
compañías globales han mejorado sus niveles de responsabilidad.

PRESENCIA EUROPEA EN ÁFRICA

En la primera mitad del siglo XIX, misioneros y exploradores


acumularon información geográfica, etnográfica, lingüística e histórica
del continente africano. Tal información y la imagen que estos
individuos trazaron de África contribuyó, por una parte, a estimular el
interés de los mercaderes y conquistadores europeos y, por otra, a
profundizar los prejuicios raciales arraigados entre los europeos.
LOS MISIONEROS
Con los portugueses, en el siglo XV, se inició la presencia de
misioneros cristianos en las regiones costeras de África. Sin embargo,
para comienzos de siglo XIX y en la medida que la exploración del
continente avanzaba, la presencia de misioneros se intensificó y se
dirigió hacia su interior.

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Si bien el interés fundamental de los misioneros era la promoción de la religión y la civilización cristiana, al mismo
tiempo, sirvieron como agentes del colonialismo europeo, ya que consideraban que el éxito de su misión dependía de
la seguridad y protección que les brindaba la potencia imperialista de la cual procedían. Los misioneros actuaban
convencidos de su papel civilizador sobre las diversas tribus a las que pretendían llevar el mensaje de la "religión
verdadera". Con su acción, contribuyeron a la desarticulación cultural de los pueblos africanos y a la imposición de
una cosmovisión eurocéntrica.

LAS MISIONES RELIGIOSAS Y EL EXPANSIONISMO EUROPEO


"Entendemos por 'misión' toda tarea encaminada a la consecución de un alto objetivo religioso, moral,
cultural, científico o de mera realización y satisfacción personal, asumida por un individuo o colectivo
social, que conduce a éste a trasladarse lejos de su lugar de origen para conseguirlo, y que implica
necesariamente la expansión consciente o inconsciente de los valores de la civilización occidental. Los
protagonistas, por tanto, pueden ser individuos, naciones, una comunidad religiosa, una raza o cultura. Su
tarea es servir de cuña o excusa para una expansión ulterior y abrir vías de penetración en territorios
vírgenes, hostiles, de población mayoritariamente no blanca". Historia Universal. Planeta, No. 11, p. 366

EXPLORANDO EL CONTINENTE

La penetración europea se debió, principalmente, a los viajeros y exploradores. Desde los últimos años del siglo XVIII,
los europeos se interesaron por conocer el curso de los ríos Níger y Congo. Las bocas del Níger, visitadas durante
muchos años por los europeos, eran consideradas una simple red de vías fluviales costeras.
Hacia 1830, los hermanos Richard y John Lander exploraron la ruta del Níger por encargo del Gobierno británico.
Aprovechando el conocimiento acumulado por anteriores exploradores, determinaron la posición exacta de todo el
curso del río en un mapa, abriendo así esta ruta para la penetración hacia el interior. Otro explorador fue Henry Morton
Stanley, periodista estadounidense, quien exploró otras rutas de acceso al interior de África, fundamentalmente, los
cauces de los ríos Nilo y Congo.
La labor de los exploradores y los informes que presentaron en diferentes espacios europeos, congresos geográficos
y conferencias, generaron una gran expectativa acerca de las riquezas naturales del continente africano y de las
posibilidades económicas que, para los empresarios e inversionistas, se abrirían con el control político de los
inmensos territorios africanos por parte de las potencias industriales.

EVOLUCIÓN DEL PROCESO

En un comienzo, la acción de los europeos se limitó a compañías comerciales privadas que actuaban sobre puntos
estratégicos, en las costas y en el curso de los ríos importantes, para asegurarse las rutas comerciales y de
navegación. Su presencia estaba limitada, básicamente, a las áreas costeras, con excepción del norte del continente,
donde Francia y Gran Bretaña ejercían control sobre Argelia, Túnez y Egipto.

De esta forma, hacia 1880, pocas zonas africanas estaban dominadas directamente por gobiernos europeos. Francia
ocupaba la zona costera de Senegal, Gabán y Argelia. Inglaterra tenía sus posesiones en Sierra Leona, Ghana y
Sudáfrica. Portugal controlaba Angola y Mozambique. Sin embargo, hacia 1914, toda África, con excepción de Etiopía y
Liberia, estaba dividida en colonias y sometida a las potencias europeas. El control político de África por parte de
Europa se vio estimulado por tres acontecimientos que sucedieron entre 1876 y 1880:

• El interés expansionista de Leopoldo I de Bélgica, que se manifestó con la realización de la Conferencia Geográfica
de Bruselas en 1876. El resultado fue la Organización de la Asociación Africana Internacional, que tenía como objetivo
promover la penetración europea en África y la contratación de Henry Morton Stanley para explorar el Congo, lo cual
culminó con la creación del estado libre del Congo, reconocido por todas las naciones europeas.
• El envío de una oleada de expediciones por parte de Portugal, que pretendía extender sus dominios y contrarrestar
el avance belga.
• El ambiente expansionista que imperaba en Francia, que se expresó a través del control de Tunicia y Madagascar.

LOS MINERALES, COLUMNA DE MUCHAS ECONOMÍAS SUBSAHARIANAS

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Los minerales, sobre todo en la mitad sur del continente, son un componente fundamental de la economía regional y en
algunos países se aprecia una fuerte dependencia. Las exportaciones se dirigen sobre todo a los mercados asiáticos,
entre los que destaca China, primer socio comercial. En países como Botsuana -la democracia más estable de África y
de donde salen los diamantes más valiosos del mundo-, el sector minero acaparaba en 2017 el 19 % del producto
interior bruto (PIB) y el 92 % de las exportaciones, según datos del Banco Mundial (BM).
En Zambia, la minería suponía ese mismo año alrededor del 80 % de las exportaciones.
Estas se componían fundamentalmente de cobre y, en menor medida, de cobalto, un mineral clave para las nuevas
tecnologías cuyos depósitos más importantes se encuentran en la República Democrática del Congo, que alberga
también las mayores reservas mundiales de coltán, mineral usado en las telecomunicaciones.
Sudáfrica -la economía más industrializada del continente- se asienta sobre el suelo considerado más valioso del
planeta si se excluyen los recursos energéticos, con un valor del 2,4 billones de dólares, según el BM.
Más al norte, los buenos resultados económicos de Ghana no pueden explicarse sin la aportación de sus depósitos de
oro.
La dependencia de la minería, sin embargo, deja muy expuestas a estas naciones a las fluctuaciones de demanda y
precios.

REGULACIÓN Y RIQUEZA SIN AHUYENTAR A INVERSORES, UNA ENCRUCIJADA

Pese a los desafíos, la extracción responsable es clave para el futuro de África, siempre que los países sean capaces
de desarrollar un marco legal estable que permita redistribuir la riqueza e impulsar el desarrollo y sea atractivo para los
inversores. Las escasas muestras de mejora económica y social han llevado a algunos países, como Tanzania, Zambia
o la RDC, a incrementar considerablemente los impuestos y barreras sobre las actividades extractivas, algo que ha
puesto a los inversores en jaque. En general, los marcos regulatorios africanos tienden a ser inestables y esto, unido a
problemas como la falta de infraestructuras adecuadas, mantienen al sector en un clima de incertidumbre. Los
expertos consideran que es un momento clave para que la minería contribuya más al desarrollo y el bienestar de los
africanos, pero para ello los gobiernos tienen que afinar sus políticas.

"Detrás de la minería (en África) hay un reguero de desintegración social (...) Una
vez has perturbado la dinámica de una comunidad, encontrar un camino para
involucrarse con ella no es algo obvio, lleva mucho trabajo". "Deberíamos mejorar
el diálogo entre comunidades y agentes para que no se empiece a minar y luego
simplemente se pague a la gente después de hacer sus vidas intolerables",
explica Johan Lorenzen, abogado especializado en derechos humanos del bufete
sudafricano Richard Spoor.

EL REPARTO DE ÁFRICA

IMPERIO BRITÁNICO: Egipto, Sudán, Uganda, Kenia, Somalia británica, Rhodesia,


Becaina, Unión Sudafricana, Nigeria, Costa de Oro, Gambia y Sierra Leona.
FRANCIA: Marruecos francés, Argelia, Túnez, África Occidental, África Ecuatorial, Gabón, Somalia francesa y
Madagascar.
PORTUGAL: Guinea portuguesa, Angola y Mozambique. Alemania: Camerún, África del Suroeste, África Occidental y
Togo.
ESPAÑA: Marruecos español, Río de Oro y Río Muni (Guinea Ecuatorial)
ITALIA: Libia, Eritrea y Somalia italiana.
BÉLGICA: Congo Belga.
ESTADOS INDEPENDIENTES: Abisinia y Liberia.

LA CONFERENCIA DE BERLÍN

Después de sondear las opiniones de las demás potencias, el Canciller Otto von Bismarck promovió y presidió la
celebración de la Conferencia de Berlín, realizada entre el 15 de noviembre de 1884 al 26 de febrero de 1885, la cual
definió el reparto de África entre las potencias europeas.

En la Conferencia, los países que tenían colonias en África por mucho tiempo, como Portugal, reclamaban el derecho a
ocupar esos territorios.
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Alemania y Gran Bretaña, entre otros, sostenían que el derecho de ocupación lo tenían aquellos países que estuvieran
en condiciones económicas de desarrollar tales colonias. Gran Bretaña aspiraba a construir una línea férrea que
atravesara el continente, desde El Cairo en Egipto hasta El Cabo en Sudáfrica, a lo cual se oponían Francia y Alemania.
Portugal intentaba unir Angola y Mozambique mediante el dominio de los territorios que separaban sus dos colonias y
Francia deseaba establecer un enlace entre Senegal, Gabán y Somalia, utilizando el Sáhara y Sudán.

La Conferencia reconoció el Estado Libre del Congo, determinó la libertad de navegación de los ríos Congo y Níger,
estableció la libertad de comercio en África central y avaló la doctrina de la zona de influencia o derecho a que cada
país que tuviera posesiones en las costas, ampliara sus dominios tierra adentro. Esto significaba que la posesión de la
costa permitía también la posesión del inferior hasta una distancia casi ilimitada. Además, según el documento que
firmaron los participantes, cualquier nación europea que en el futuro tornara posesión de una costa africana debía
notificarlo a los firmantes del Acta en Berlín para que sus pretensiones fueran ratificadas.

¿POR QUÉ FUE POSIBLE LA CONQUISTA DE ÁFRICA?

En términos generales, la conquista del continente africano por Europa fue posible por las siguientes razones:

• Gracias a las actividades de los exploradores y misioneros europeos, hacia 1880 Europa estaba bien informada
sobre África: su aspecto físico y su economía, y la fuerza y debilidad de los diferentes estados y naciones africanas.
• Debido a los cambios en la tecnología médica y, en particular, al descubrimiento de la quinina, cura contra la
malaria, pues así los europeos tenían menos miedo de ir a África, del que tenían en siglos anteriores.
• Los recursos- financieros y materiales de que disponía Europa eran abrumadores en comparación con los de los
africanos. Por lo tanto, los países europeos se podían dar el lujo de hacer millonarias inversiones en campañas en
ultramar; los africanos, por su parte, no podían mantener prolongados enfrentamientos militares.

RESISTENCIA FRENTE A LA COLONIZACIÓN

Durante el proceso de colonización africana se crearon formas de gobierno, e instituciones que acabaron con las
tradiciones culturales y la autonomía de los imperios y reinos africanos.

La región del norte africano estaba habitada, como ya lo mencionamos anteriormente, por tribus nómadas,
comerciantes y campesinos con influencia islámica, que ante la arremetida colonizadora de los europeos pusieron
resistencia frente a las diferentes formas de dominación.

Los jefes de las tribus o de los grupos autóctonos, manipulados por los extranjeros que ingresaban, y con ansias de
poder, reprimieron a sus pueblos, quitándoles su libertad y explotando su fuerza de trabajo y sus riquezas.
Los líderes islámicos de las principales tribus y pueblos del norte organizaron ‘'guerras santas" contra la imposición
de las estructuras coloniales europeas. En Argelia, por ejemplo, se destacó el líder Abd el-Kader, quien libró, junto con
su pueblo, una fuerte oposición contra el imperio francés.
En la región conocida como África negra (ecuatorial), eran sustraídos por la fuerza hombres y mujeres para el
comercio de esclavos, en algunos casos con la complicidad de los jefes de las tribus, a cambio de poder sobre las
mismas, y en otros con métodos inhumanos, como el encadenamiento y las torturas. Estas situaciones generaron
rivalidades y odios entre blancos y negros y dentro de las diferentes tribus.
La región de mayor dominio europeo, principalmente inglés, fue Sudáfrica, donde el pueblo zulú opuso una fuerte
resistencia.
En Egipto y Sudán también se presentó una fuerte resistencia contra el dominio inglés, dirigido por Muhammad 8 Alí,
líder árabe, quien también le hizo frente al imperio turco-otomano.
Esta resistencia fue sofocada por el imperio Británico, quién convirtió a Egipto en un protectorado.
De esta manera, puedes concluir que con la colonización europea se desconocieron todos los derechos de los nativos
africanos; acabaron con sus formas de organización, desconocieron los límites y fronteras de las comunidades
étnicas y los convirtieron en objetos de trabajo, reduciéndolos a la condición de “seres inferiores”.

Se fomentó el racismo y la discriminación, a partir del sometimiento a la esclavitud de los negros africanos.
El proceso de colonialismo en África fue total. El único país que logró quedar independiente fue Etiopía. Este
continente fue el que más sintió las acciones del imperialismo europeo y como consecuencia de éstas, presenta los
niveles de vida más bajos de todo el mundo.

¿QUÉ ES EL IMPERIALISMO?

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El termino IMPERIALISMO se aplicó en el Siglo XIX a la realización material y económica que tenía algunos países
de formar imperios caracterizados por la ambición territorial, la dominación, la intervención y la creación de una
estructura administrativa, dirigida desde un poder central y alimentada por determinadas concepciones políticas e
ideológicas. Pero este imperialismo, en su sentido político, influenciaba, además el campo cultural, social y
económico. Entre las ideologías que justificaron la actitud imperialista están aquellas según las cuales:
1. Europa creía ser la civilización más importante, pues consideraba el color blanco de su raza como signo de
superioridad
2. La defensa de los intereses económicos, políticos, sociales, estaba estrechamente vinculada al nacionalismo
europeo
3. Se creía que el imperialismo aportaba beneficios económicos y culturales a las naciones colonizadas

El imperialismo hace referencia al conjunto de prácticas que defienden por el sometimiento de un Estado “poderoso”
sobre otro “débil”, a través del poder, así como la extensión de la autoridad de este en otros territorios.
El imperialismo, por tanto, es la doctrina política que defiende la dominación de un pueblo en base al poder de otro
Estado superior. Para ello, dicha doctrina aboga por extender la autoridad de un Gobierno en otros Estados que, por
tanto, quedan sometidos.

El imperialismo guarda mucha relación con el colonialismo. Ambos abogan por que unos Estados, considerados
superiores, sometan a otros Estados, que son considerados inferiores.
El imperialismo nace durante la expansión europea del siglo XV. Aun así, el movimiento perdura hasta el proceso de
descolonización, tras finalizar la Segunda Guerra Mundial.
El marxismo condena el imperialismo por considerarlo un mecanismo que permite el control de países a través del
capital.

CARACTERÍSTICAS DEL IMPERIALISMO

Podríamos definir el imperialismo a través de las siguientes características:


1. Aboga por la implantación del dominio de una nación sobre otra, mediante el uso de la fuerza.
2. Los medios de producción son controlados por las potencias imperialistas.
3. Se establece el control militar y policial en el territorio dominado.
4. Los beneficios derivados de la explotación son repatriados a la potencia imperialista.
5. Aboga por el monopolio del mercado de la nación dominada, a favor de la potencia imperialista.
6. Aboga por mantener el poder político del país dominado.
7. Se estimula la superioridad de los ciudadanos originarios de la potencia imperialista, sobre los ciudadanos del
Estado dominado.

CONSECUENCIAS DEL IMPERIALISMO

Entre las principales consecuencias del imperialismo en aquellos territorios que fueron dominados cabría destacar las
siguientes:
1. Pérdida de identidad de los pobladores nativos o indígenas.
2. Pérdida de la lengua, así como la religión, de aquellos Estados dominados.
3. Provocó graves incrementos en la desigualdad, al repatriar los capitales y establecer relaciones de servidumbre.
4. Los territorios colonizados sometidos a la dependencia de los imperios, generando conflictos y tensiones.
5. Se perdió la economía autóctona de aquellos Estados dominados, que debían adaptar su economía a los intereses
del imperio.

DIFERENCIA ENTRE IMPERIALISMO Y COLONIALISMO

Aunque estos conceptos guarden una estrecha relación entre sí, existen claras diferencias que distinguen una etapa de
la otra.
Para saber cuáles son las diferencias entre estos dos conceptos, hace falta conocer los objetivos que perseguían
ambos. En este sentido, mientras que el colonialismo se basaba en la conquista militar y el sometimiento a la
servidumbre de pueblos colonizados a los intereses de un Estado superior, el imperialismo aboga por la expansión y la
conquista continuada de nuevos territorios a los cuales someter.
Así, el colonialismo nace como una estrategia capitalista que busca el sometimiento de pueblos colonizados para el
lucro y el control económico, militar, cultural, social y político de los mismos. Mientras que el imperialismo contaba con

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unas connotaciones nacionalistas muy fuertes, las cuales buscaban ampliar el poder de un imperio con el
sometimiento de nuevos territorios que eran conquistados por un Estado superior.

IMPERIALISMO EUROPEO EN ASIA, ÁFRICA Y OCEANÍA

Entre 1870 y 1914 las potencias europeas consolidaron el proceso de ocupación, explotación y dominio de África, Asia
y Oceanía. Este proceso se conoce como la era del Imperialismo, bajo la cual se incrementó el poderío político,
cultural y económico de Europa.

EL IMPERIALISMO Y SUS CAUSAS

La revolución industrial no solo cambió el paisaje y la vida de Europa, también generó procesos que afectaron a la
población de todo el planeta. Como consecuencia de la industrialización, países como Francia e Inglaterra
necesitaban buscar materias primas y expandir sus mercados.

En el siglo XIX, las potencias europeas extendieron sus zonas de influencia y se anexaron territorios en otros
continentes, donde aseguraron, un dominio que abarcó aspectos económicos, sociales, políticos y culturales. Así se
conformaron dos conjuntos de países: metrópolis (países colonizadores) y colonias (países invadidos). Entre las
causas de este fenómeno, podemos enumerar las siguientes:

1. ECONÓMICAS: en Europa se estaban agotando los recursos para materias primas y los mercados se encontraban
saturados. Las potencias industriales necesitaban invertir en otros países, instalando una infraestructura que les
permitiera explotar materias primas y exportar sus productos a nuevos mercados.
2. DEMOGRÁFICAS: el aumento de la población en las metrópolis, llevó a que buena parte de la gente saliera de
Europa, en busca de mejores condiciones de vida.
3. MILITARES: los ejércitos europeos necesitaban instalarse en otros territorios, ya que la mayoría de guerras en
Europa habían terminado.
4. IDEOLÓGICAS: el sentimiento de superioridad de los europeos hizo que muchos sintieran la misión de "civilizar" a
otros pueblos. Así mismo, muchos creyeron que también había sociedades más evolucionadas que tenían derecho a
imponerse sobre otras.
5. CIENTÍFICAS: en la Europa del siglo XIX creció el interés por estudiar nuevas especies animales y vegetales, junto
con accidentes geográficos y pueblos desconocidos hasta el momento.
6. TÉCNICAS: la navegación de vapor necesitaba disponer de puertos y puntos estratégicos para la circulación
mercantil.

LA REPARTICIÓN EUROPEA DEL MUNDO

La Conferencia de Berlín permitió que los países europeos extendieran su influencia a territorios vecinos de sus
antiguas colonias. La ocupación incidió en la eliminación del artesanado local, para favorecer la industria europea. El
principal perjudicado de este hecho fue China, país que perdió sus áreas de influencia a manos de Inglaterra (Tíbet),
Rusia (Mongolia), Francia (Indochina) y Alemania (Sandong).

A excepción de la India, en Asia se instalaron protectorados o territorios con dos gobiernos, uno autóctono y otro
paralelo instalado por la metrópoli. La situación generó la aparición de movimientos que buscaron restaurar las
antiguas tradiciones. En la India aparecieron partidos nacionalistas y en China e Indochina los monarcas dirigieron
rebeliones que fueron violentamente reprimidas.

El desarrollo naval llevó a que desde el siglo XVII Inglaterra se interesara en ocupar varias regiones de Oceanía. Ese
interés fue imitado en el siglo XIX por Francia, Alemania y Estados Unidos. Muchos pueblos nativos fueron
exterminados o desplazados cuando el desarrollo económico atrajo colonos de Europa.
Con la Conferencia de Berlín se aseguró la expansión de Europa desde las costas hacia el interior de África. Inglaterra
lo hizo desde Egipto y Sudáfrica y Francia desde Argelia y Senegal. A su vez, Bélgica ocupó el Congo y Alemania y
Portugal se aseguraron territorios en el índico y el Atlántico. Otros territorios fueron ocupados por Italia y España.
Sólo dos países africanos se mantuvieron independientes: Liberia, un estado creado por inmigrantes esclavos
provenientes de Estados Unidos y el Caribe; y Etiopía, un reino cristiano que resistió y derrotó a los invasores
italianos.

La conferencia de Berlín determinó dos formas de gobiernos colonial la dominación directa, donde se eliminó
a los sectores dirigentes nativos, y el gobierno indirecto, aplicado donde existían profundas diferencias

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culturales, fueran étnicas o religiosas. En esos países la metrópoli respaldaba al grupo local más poderoso para que
sometiera al resto de la colonia, como ocurrió en Ruanda y algunas regiones de la India.

LOS MOVIMIENTOS ANTICOLONIALES

Desde la última década del Siglo XIX, surgieron movimientos de resistencia a la ocupación europea. Esos
movimientos tuvieron matices muy variados.

• RESISTENCIA PASIVA: algunos pueblos, particularmente en África, asumieron actitudes de rechazo al pago de
impuestos o al empadronamiento. Algunas comunidades abandonaron sus territorios y se refugiaron en regiones
inhóspitas.

• REBELIONES ARMADAS: el uso de la violencia fue también frecuente. Allí se destacaron las sucesivas revueltas
africanas de la primera década del Siglo XX y el movimiento de los boxes en China (1900). Estas acciones
fueron duramente reprimidas por los europeos, quienes fortalecieron la ocupación colonial.

• PARTIDOS NACIONALISTAS: la ocupación colonial fortaleció los sentimientos nacionalistas y religiosos en


algunos países. Ese fue el caso de India, donde hindúes y musulmanes se organizaron políticamente para
buscar reformas al sistema colonial.

EL EUROCENTRISMO:

El reparto de África y Asia por parte de las potencias europeas fue el resultado de la expansión mercantil y
progresos materiales generados por la Revolución Industrial. Surgió una modalidad de expansión imperial
diferente a la que existía desde la Antigüedad, la cual implicaba la aplicación de dos fenómenos que se dieron
en Europa en el Siglo XIX:

A. CAPITALISMO: Como sistema económico, se beneficiaba de la expansión colonial, al asegurarse el


enriquecimiento de las metrópolis.

B. EL NACIONALISMO: Estimulaba la defensa de los interés culturales

EL DARWINISMO SOCIAL:

Bajo las ideas imperialistas, empresarios, políticos e intelectuales de las potencias europeas difundieron la idea de que
Europa tenía el derecho de someter a los pueblos “bárbaros e inferiores”, Esta idea se reforzó con el
darwinismo social. Algunos creyeron que las ideas de Darwin sobre la evolución de las especies, podían
aplicarse a la suposición de que había razas más evolucionadas que otras. De acuerdo con estas tesis, los
europeos era “la raza más fuerte”, cuyo deber era civilizar a los demás pueblos.

En el siglo XX, la difusión del darwinismo social permitió que se desarrollaran en países como Alemania,
Turquía, Rusia o Estados Unidos violentas políticas de exclusión contra algunas minorías étnicas. La
manifestación más extrema de este fenómeno fue el exterminio de judíos durante la Segunda Guerra Mundial.
Como ves, las actitudes discriminatorias tarde o temprano pueden resultar en actos violentos y reprobables.

EL IMPERIALISMO NORTEAMERICANO

El imperialismo europeo sirvió de modelo a otras formas de expansión. Cuando Estados Unidos consolidó su
desarrollo territorial industrial, también asumió con América Latina una actitud expansionista, determinada por los
siguientes sucesos: La doctrina Monroe o la política de seguridad continental impulsada en 1823 por el presidente
James Monroe. De acuerdo con esta doctrina, Estados Unidos no permitiría ninguna intervención europea en América.

El destino manifiesto, fue una doctrina desarrollada en el siglo XIX donde se defendió el “derecho natura” de los
Estados Unidos a ocupar territorio en manos de pueblos considerados inferiores. La necesidad de convertir a los
países latinoamericanos en mercados para los productos industriales norteamericanos, condujo a la intervención
imperialista norteamericana. Bajo estos principios, en 1898 Estados Unidos interviene en la guerra de independencia
de Cuba, que aún era una colonia española. Como algunas empresas norteamericanas invertían en ese país, y en el

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resto de América Latina, la intervención imperialista de estados unidos, se justificó como una defensa de los intereses
de ciudadanos norteamericanos. También el interés en Centroamérica y el Caribe, como centros de control geopolítico
y territorial, motivó a Estados Unidos su actitud intervencionista.

EN COLOMBIA ESTADOS UNIDOS EN EL ISTMO

La separación de Panamá en 1903, nace del interés norteamericano por construir un canal interoceánico en la región.
Ante la negativa del gobierno colombiano de firmar un tratado desventajoso, Estados Unidos apoyó un movimiento
separatista organizado por las élites panameñas.

EL IMPERIO TURCO-OTOMANO

El Imperio turco era el estado musulmán más importante al iniciar el siglo XIX, ya que dominaba los Balcanes y la
mitad del Mediterráneo. Sin embargo, la presión europea y la falta de renovación de sus instituciones políticas, le
hicieron decaer. La crisis, conocida en Europa como Cuestión de Oriente, animó a las potencias europeas a dominar la
región. Este dominio se logró mediante las siguientes estrategias:
1. La creación de un mercado para los productos industriales europeos, debilitando la producción artesanal local. 2.
La ocupación de provincias del imperio, con excusas comerciales, para luego convertirlas en colonias.
3. El apoyo a reformas políticas que buscaban la “occidentalización” del imperio, las cuales estuvieron marcadas por
una gran inestabilidad política.

LOS ESTADOS MUSULMANES

En el siglo XIX, el mundo musulmán alcanzó su máxima expansión, pero también se convirtió en una región de interés
estratégico para los países industrializados. De este modo, la región sufrió una serie de transformaciones que
culminaron con la imposición de la influencia europea:
• Egipto, las reformas de Mohamed Allí impulsaron la autonomía del país frente a los turcos. Pero al ser
Egipto un puente entre África y Asia, despertó el interés comercial de Inglaterra, lo cual se reflejó en la
construcción de una red ferroviaria y en 1869, del canal de Suez, que comunicaba el Mediterráneo con el mar
Rojo.
• En Persia y Afganistán se impusieron dinastías que unificaron sus respectivos países. Sin embargo, las
rutas comerciales que atravesaban la región despertaron el interés de Inglaterra y Rusia, por lo que generaron
conflictos y gobiernos dependientes.
• En el norte de África, las provincias turcas de Argelia, Túnez, Libia y Marruecos se fueron haciendo
autónomas; sin embargo, la presión de Francia e Inglaterra las convirtieron progresivamente en colonias.

INDIA:
Las tempranas relaciones comerciales que Occidente estableció con la India, hicieron que esas regiones
fueran una posesión inglesa desde el Siglo XVIII. Desde Londres la Compañía de Indias Orientales, una
entidad privada, administraba comercial y judicialmente el país. De este modo, Inglaterra trató de imponer su
idioma y sus tradiciones culturales.
El dominio inglés se consolidó entre 1845 y 1858, cuando se produjeron revueltas contra ocupaciones
extranjeras, debido a la alteración de las tradiciones y las relaciones sociales. La más famosa de estas revueltas, fue la
rebelión de los cipayos en 1857, que tuvo una violenta represión, produjo la destrucción definitiva del Imperio Mongol
y convirtió a la India en un virreinato, administrado de forma directa por la Corona.

EL EXTREMO ORIENTE
En el siglo XIX, tanto China como los estados del sudeste asiático vivieron una etapa de luchas internas que
favorecieron la penetración europea. Desde el Siglo XVII, la dinastía Manchú gobernada China, en un imperio que se
extendía de Mongolia al Tíbet. La influencia del gobierno y la ruina de los campesinos, sumados a la gran extensión
del territorio, permitieron la decadencia del imperio.

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La situación china indujo a revueltas campesinas que en 1866 dejaron un país arruinado y a merced de Rusia, Francia
e Inglaterra. Mientras tanto, las guerras civiles y la rivalidad entre los reinos de Indochina fueron aprovechadas por
Francia y Holanda. En todo el extremo oriente se abrieron numerosos puertos al comercio europeo y productos como
el carbón, el arroz y la seda se comerciaron en Occidente.

LAS GUERRAS DEL OPIO


En China, la dinastía Manchú prohibió el comercio del opio, un alcaloide cuyo consumo se había extendido en China.
La situación fue aprovechada por los contrabandistas europeos, quienes de manera ilegal introdujeron opio sembrado
en India. La persecución del imperio Chino a estos comerciantes, fue la excusa de Inglaterra para declararle la guerra
en tres ocasiones (1839 a 1842 y de 1856 a 1860) las dos últimas con apoyo de Francia. La victoria europea aseguro la
apertura de puertos y la ocupación inglesa de Hong-Kong.

EL IMPERIO JAPONÉS
Japón era en el siglo XIX un imperio cuyo poder estaba dividido entre el emperador y el shogun, un alto funcionario
con poderes extraordinarios. En muchos aspectos el shogun desplazaba al emperador, al ser respaldado por daimios
y samuráis, grupos de la nobleza local. Su poder se vio reflejado en las concesiones comerciales que desde 1854, éste
hizo a Occidente. Tal situación desencadenó revueltas nacionalistas lideradas por el emperador Museíto. El
movimiento nacionalista buscó preservar la autonomía japonesa, evitando lo ocurrido en el resto de Asia.

Al ascender Mutsuhito, Japón inició una etapa de crecimiento económico, favorable para la industrialización y el
fortalecimiento del ejército. Esta nueva época se le conoció como la era Meiji (que en japonés significa progreso) y
estuvo acompañada de la occidentalización de algunas costumbres. De este modo el país se convirtió en una
monarquía constitucional y emprendió guerras contra Rusia y China que le aseguraron la ocupación de territorios en
Asia continental. Para 1904 Japón ocupaba Corea, Manchuria, el mar Meridional de China y la isla de Sajalín

ACTIVIDAD No. 6: CONTESTA LAS SIGUIENTES PREGUNTAS

1. EXPLICA CON TUS PROPIAS PALABRAS LOS SIGUIENTES CONCEPTOS:

a) POTENCIA:

__________________________________________________________________________________________________

b) COLONIALISMO:

__________________________________________________________________________________________________

c) NEOCOLONIALISMO:

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__________________________________________________________________________________________________

d) METRÓPOLI:

__________________________________________________________________________________________________

e) IMPERIALISMO:

__________________________________________________________________________________________________

f) EUROCENTRISMO:

__________________________________________________________________________________________________

2. Los países europeos se repartieron el continente africano, sin contemplar las particularidades culturales de los
grupos que lo habitaban. ¿Qué consecuencias inmediatas generó esta acción?
3. La Conferencia de Berlín fue convocada por Alemania y Francia, y se desarrolló en 1885. Explica los acuerdos
y reivindicaciones que se lograron durante ella.
4. ¿Cuáles fueron las formas de resistencia de los aborígenes africanos a la colonización?
5. ¿Qué consecuencias crees que ha dejado para su población y su medioambiente estas situaciones de
explotación?

6. ¿Explica ampliamente por qué consideras válidas o no válidas las justificaciones eurocentristas a los proceso de
colonización?
7. ¿Cómo es la situación actual de los pueblos que fueron colonizados y sometidos por los países europeos en el
pasado?

12. ELABORA UNA ORACION COMPLETA CON CADA UNA DE LAS SIGUIENERTES PALABRAS:

a) DOCTRINA:

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b) LEGITIMA:

c) INSTAURACIÓN:

d) TERRITORIOS:

e) METROPOLITANOS:

f) DISGREGACIÓN:

g) INFRAESTRUCTURAS :

h) IMPACTO :

i) ARRAIGADOS :

j) DESARTICULACIÓN :

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k) COSMOVISIÓN :

l) DEPENDENCIA:

m) INCERTIDUMBRE:

n) AUTÓCTONOS:

COMPLETA EL SIGUIENTE CUADRO:

COLONIALISMO CAPITALISMO IMPERIALISMO

DEFINICIÓN

CARACTERÍSTICAS

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