Está en la página 1de 2

Tema 2: la Hispania romana y la monarquía visigoda

Las Guerras Púnicas (enfrentamientos de Roma y Cartago, 264-146 a. C)


tuvieron como consecuencia la intervención de los romanos en la Península.
Fueron tres en total. En la primera, Cartago tuvo que dar a Sicilia y pagar
compensaciones de guerra. En el 226 a. C, Roma tuvo que ceder a las
expansiones cartaginesas con el Tratado del Ebro. En el año 218 a. C, Amílcar
ocupó Sagunto, lo que desencadenó la Segunda Guerra Púnica, que se dividió
en varias etapas: la conquista del litoral Mediterráneo y del los valles del
Guadalquivir y del Ebro (218-170 a. C), la conquista de la Meseta (153-133 a.
C), la conquista de la franja cantábrica (29.19 a. C). Toda la Península Ibérica
acabó dominada por el Imperio Romano. Se produjo un importante desarrollo
económico que frenó en el s. III debido a una crisis. Las fuentes de riqueza más
importantes de Hispania eran la agricultura y la minería. Hispania acabó con la
organización social estamental romana, que iba primero una minoría de
ciudadanos ricos, luego los caballeros, luego la plebe y luego los esclavos. La
crisis provocó una caída en la esclavitud, y los pequeños propietarios y gente
sin medios buscó protección en los grandes propietarios. Respecto a la
organización administrativa, primero se dividieron en las provincias Citerior y
Ulterior, luego en las provincias Bética, Lusitania y Tarraconense, y finalmente
se añadieron Gallaecia y Balleárica. Las provincias eran gobernadas por un
pretor y asesoradas por un Concilium, de la hacienda se encargaba un cuestor
y den la administración de justicia se encargaban los conventos jurídicos. Las
ciudades se conectaban por una serie de calzadas. Se denomina romanización
al lento proceso de asimilación por los pueblos indígenas de las instituciones,
formas de vida y cultura romanas. Fue uniforme pero más intensa en el sur y
en la costa mediterránea, y fue favorecida por la presencia del ejército romano
y el asentamiento de los soldados veteranos. Trajo una progresiva concesión
de la ciudadanía romana, el uso del latín, la imposición del derecho romano, la
adopción de creencias religiosas y el culto al emperador. La Hispania visigoda
(476-711) fue una prolongación decadente de la Hispania romana, y su
evolución quedó cortada tras la invasión musulmana. Los visigodos eran un
pueblo germano que entraron en Hispania para expulsar a otros pueblos
bárbaros, creándose el reino visigodo con capital en Toledo. Eran una minoría
al lado de los hispanorromanos, por lo que se crearon dos comunidades. Los
monarcas visigodos llevaron a cabo la unificación territorial, religiosa y
legislativa. Los reyes visigodos compartían el poder con las instituciones de
gobierno. Las más importantes eran el Aula Regia y los Concilios de Toledo,
produciendo una estrecha relación entre Iglesia y Estado. Se mantuvieron las
comunidades romanas y cada provincia estaba regida por un duque. Era una
economía rural y una sociedad en proceso de feudalización, y se produjo un
proceso de concentración de la propiedad agraria y un desarrollo personal de
dependencia. A finales del s. VII, la inestabilidad de la monarquía aumentó
debido a una guerra civil casi permanente. Rodrigo y Witiza fueron los últimos
reyes, y este último le quiso pasar el poder a su hijo, pero perdió en la batalla
de Guadalete (711), poniendo fin a la dominación visigoda.
Tema 3: Al-Ándalus y sus principales etapas. Sociedad y economía.

Al-Ándalus se dividió en 4 etapas. La primera es la conquista islámica y el


Emirato Dependiente de Damasco (711-756). En el 711 los musulmanes
iniciaron la conquista del Reino Visigodo de Toledo. Los musulmanes
derrotaron a los visigodos en la Batalla de Guadalete (711), y conquistaron toda
Hispania excepto los Pirineos y la Cordillera Cantábrica. Hispania pasó a
llamarse Al-Ándalus y la península fue una provincia gobernada por un emir,
por eso se la denomina Emirato dependiente de Damasco. La mayoría de los
conquistadores musulmanes eran de origen beréber, pero también había
árabes. A los cristianos convertidos en musulmanes se les denominaba
muladíes, y a la minoría de población cristiana de la denominaba mozárabes,
que tenían que pagar impuestos junto a los judíos. La segunda etapa se llama
el Emirato Independiente de Córdoba (756-929). En el año 750 los omeyas
fueron sustituidos por los abasíes al frente del califato. En el año 756
Abderramán se proclamó emir y estableció la capital del emirato en Córdoba.
En los s. VIII y IX hubo continuas crisis internas, destacando la rebelión del
muladí Omas Ibn Hafsun. La tercera etapa es denominada el Califato de
Córdoba (929-1031). En el añoi 929, Abderramán III se proclamó califa.
Pacificó Al-Ándalus, frenó el avance cristiano y extendió los dominios del
califato por el norte de África, frenando la expansión de los fatimíes de Egipto.
Su sucesor fue su hijo Al-Hakam II, con capital en Córdoba. Con su muerte en
el 976 se produjo la decadencia del califato. En el año 1002 hubo un período de
vacío de poder, y desapareció en el año 1031, dividiéndose en una multitud de
pequeños reinos llamados taifas. La cuarta y última etapa son los reinos de
taifas, almorávides y almohades y el reino nazarí de Granada (1031-1492). En
el año 1085 el rey Alfonso VI conquistó Toledo, pero su conquista fue frenada
por los almorávides y almohades, acabando con las taifas. En el 1203 crearon
un nuevo imperio y en 1195 vencieron a Alfonso VIII en la Batalla de Alarcos.
Posteriormente fueron derrotados en la batalla de las Navas de Tolosa (1212).
Todas, salvo la taifa de Granada, fueron conquistadas por los reyes cristianos.
Respecto a la sociedad y economía en Al-Ándalus, las ciudades adquirieron
gran importancia. La mayoría de la población musulmana era libre. Se dividían
en aristocracia, descendientes de bereberes, muladíes, una capa social
intermedia, una base de población libre con comerciantes, y esclavos. Fuera de
esta estructura estaban los no musulmanes. Hubo una creciente intolerancia
hacia ellos. En la economía se desarrollaron los cultivos y las técnicas de
regadío. Se desarrollço la producción textil, la fabricación del papel, de objetos
de cuero y orfebrería, y su economía se basó en el uso de la moneda en el
comercio. Transmitieron conocimientos y avances procedentes de otras
culturas. Destacan la producción de obras literarias y filosóficas como del
escritor Ibn Hazm. El arte tuvo gran influencia en el resto de etapas, y destacan
la mezquita de Córdoba, el palacio de la Aljafería de Zaragoza, la Giralda de
Sevilla y el palacio de los jardines de la Alhambra en Granada.

También podría gustarte