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Carrera:

Lic. Administración y gestión empresarial


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Tema:
Autoridad y Poder

Profesor(a):
Marcela Barrera Hernández.

Alumno:
Leonardo Alberto Acosta Castro

Grupo:
2AM

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Autoridad:
Es la facultad o potestad que se tiene para gobernar o ejercer el
mando. La palabra, como tal, proviene del latín auctorĭtas, auctoritātis,
que a su vez deriva del verbo augure, que significa ‘aumentar’,
‘promover’.
Como tal, la autoridad es el atributo que otorga a una persona, cargo u
oficio el derecho para dar órdenes. Asimismo, es la cualidad que
propicia que una orden de cumpla. De este modo, tener autoridad
supone, por un lado, mandar, y, por el otro, ser obedecido.

1. Autoridad formal:
El formal es uno de los tipos de autoridad más habituales.
Corresponde a aquellas personas o instituciones que ejercen poder
e influencia, en función del cargo que ocupan o de la actividad que
desempeñan. Su eficacia se desprende básicamente de su capacidad
para imponer premios y castigos.
Esta es la forma de autoridad más básica. Es impuesta y no elegida o
necesariamente reconocida libremente. Precisamente por eso,
también es uno de los tipos de autoridad que más potencial
de conflicto encierra. En tanto es impuesta, podría engendrar una falta
de reconocimiento real.

2. Moral, uno de los tipos de autoridad:


Este tipo de autoridad es prácticamente el opuesto al anterior. En este
caso, el poder de la persona o la entidad es reconocido, aunque social
o colectivamente no ostente un cargo o una posición que le conceda
influencia como tal.
En este tipo de autoridad lo que importa es la aprobación o la sanción
subjetiva y no exactamente el premio o castigo. Se le concede poder a
esa autoridad en función del respeto que genera. La fuente de su
influencia son sus valores, su experiencia, sus conocimientos, etc.

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3. Carismática:
Es similar a la autoridad moral, pero en este caso la fuente de
influencia proviene directamente de la personalidad o del encanto
personal del líder. Este no necesariamente es un dechado de virtudes,
sino que ejerce un gran poder de atracción sobre los demás. Por eso
le siguen y le obedecen.
Obviamente, este tipo de autoridad debe estar acompañado de
habilidades personales en el líder. Sin embargo, dichas virtudes no
son necesariamente éticas o morales. A veces es tan solo
una habilidad social especial o cierta destreza en determinadas
actividades.
4. Coercitiva:
Este es uno de los tipos de autoridad más nocivos, pues no se
desprende ni de la posición, ni de las condiciones personales, sino del
uso de la fuerza en algún sentido. La fuente de poder es el miedo y,
por lo general, corresponde a un ejercicio arbitrario de normas y
preceptos.
Es el tipo de autoridad que se ejerce mediante actuaciones
delictivas. Suele ser una forma de contrapoder. Es decir que se
imponen normas que van en contravía de las leyes establecidas o de
las costumbres habitualmente aceptadas. Se trata de un ejercicio
perverso de la autoridad.

5. Democrática:
Es uno de los tipos de autoridad más saludables y valorados. Parte de
una autoridad formal, pero se implementa de tal manera que se
convierte en autoridad moral también. En esta forma de ejercer el
poder lo fundamental son las normas y no las personas que las hacen
cumplir. A su vez, dichas normas son fruto del acuerdo colectivo.
En este caso, la autoridad se comparte colectivamente. Por obvias
razones, no todos tienen el mismo grado de influencia, pero sí la
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tienen en alguna medida. Es una forma de autoridad en la que prima el
interés de la mayoría, sin desconocer los intereses de la minoría.
Aunque nunca es perfecta, sí es la forma de autoridad más sana.
6. Inconsistente:
La autoridad inconsistente está construida a partir de la ambigüedad y
la contradicción. Es decir, se ejerce de forma poco clara, las órdenes e
instrucciones son continuamente cambiadas, al igual que las posibles
consecuencias o sanciones en caso de desobedecer.
Por lo tanto, al no ser consistente a lo largo del tiempo y contradecirse
continuamente, es un tipo de autoridad que genera desconfianza,
malestar e, incluso, puede provocar brotes de desobediencia y
enfrentamientos con las figuras de autoridad.
7. Permisiva:
Por último, al hablar de autoridad permisiva, podríamos hacernos la
pregunta acerca de si realmente es este un tipo de autoridad. Se
caracteriza, justamente, por la ausencia de pautas o limitaciones
claramente definidas, de modo que quien se encuentra dentro de este
sistema de relación, puede hacer todo cuanto le venga en gana, sin
anticipar sanciones o temer consecuencias.
Todos nosotros estamos sometidos, de un modo u otro, a alguna
autoridad. Ese sometimiento genera algún nivel de frustración. Sin
embargo, esas jerarquías son fundamentales para que podamos vivir
en sociedad, de forma pacífica y constructiva.

-Sánchez, E. (2022, 19 enero). 7 tipos de autoridad y sus características. La Mente es

Maravillosa. Recuperado 17 de octubre de 2022, de

https://lamenteesmaravillosa.com/5-tipos-de-autoridad-y-sus-caracteristicas/.

-Significado de Autoridad. (2018, 2 marzo). Significados. Recuperado 17 de octubre de

2022, de https://www.significados.com/autoridad/.

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Poder:
El concepto de poder en las relaciones sociales, en su ámbito más
general, apunta a la influencia de ciertos actores sobre otros para
lograr los propósitos de los primeros. Hemos señalado anteriormente
que todo control social sugiere un sistema de dominación, incluso el
que se ejerce dentro un ámbito de legitimación, por lo que toda
dominación tiene como referente alguna forma de poder, entendido
como una manifestación condicionada a algún aparato de dominio o
un atributo de ciertos individuos para influir a otros en la consecución
de determinados fines.

Fuentes:
1.-Poder de recompensa:
Se fundamenta en un principio de ecuanimidad, en el criterio de
oportunidad y el acierto contingente para asignar responsabilidades a
otras personas y poder alcanzar así los resultados requeridos. Se
suele poner como ejemplo la asignación de tareas dentro del equipo, o
la posibilidad de repartir responsabilidades según capacidades. Si este
criterio nacía en Japón hace ya años, todos los métodos de “gestión
del conocimiento” lo consolidaron. Hoy es práctica extendida, aunque
a veces un colaborador no entienda por qué le quitas (aunque sea
temporalmente) una responsabilidad para dársela a otra persona que
nada tiene que ver con el asunto.
2.-Poder coercitivo:
Sin duda la otra cara de la moneda que representa el lado más
negativo del liderazgo y que se manifiesta en el poder para sancionar
las conductas y comportamientos, los resultados o las relaciones de
determinadas personas dentro de la organización. Herederos del viejo
palo y zanahoria, perfectamente predecible y curiosamente todavía
eficaz.

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3.-Poder legítimo:
Es un poder inmenso y se produce cuando el colaborador reconoce la
capacidad y la influencia que sobre él y su trabajo tiene el superior. En
cierta manera procede del principio de auctoritas que desde Roma
hemos incorporado. Es el reconocimiento de la capacidad lícita para
ejercer influencia, siempre, claro está, dentro de unos límites.
Desde Edward Freeman se le conoce como Autoridad Formal.
4.-Poder experto:
El genial director de orquesta Von Karajan expresó que el director que
se pone al frente de un conjunto orquestal, y por ello delante de un
enorme número de maestros, tiene que saber más que ellos y tiene
que ser reconocido por todos ellos como un verdadero experto. Éste
es un buen fundamento de este poder. El líder o el directivo tiene que
poseer intrínsecamente conocimientos específicos, experiencia
relevante y capacidades intelectuales para ser y ser reconocido como
un experto por encima de sus colaboradores.
5.-Poder referente:
Todo referente debe ser anulado. Tener referentes es tener sujeciones
emocionales o intelectuales, pues sin referentes estaré huérfano. El
poder referente será la capacidad que demuestra intuitiva o
conscientemente el directivo para convertirse en referente a
emular por sus colaboradores o compañeros. El criterio de referencia
se debe fomentar en aquellos aspectos que resulten más atractivos
para el colectivo de influencia.

Las fuentes del poder. (2015, 26 noviembre). Recuperado 17 de octubre de 2022, de

https://www.eoi.es/blogs/fernandobayon/2015/11/26/las-fuentes-del-poder/.

https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0186-10422013000400003.

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