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Autoridad

Te explicamos qué es la autoridad, su origen y qué tipos existen.


Además, su relación con el poder y qué es el abuso de autoridad.

¿Qué es la autoridad?
Con el término autoridad nos referimos al ejercicio legítimo del mando,
esto es, al poder que se le otorga de manera consensuada y
normada a quien posee las competencias necesarias para
el liderazgo o la toma de decisiones.

Así, cuando una persona con autoridad da una instrucción, lo normal es


que sus subordinados se sientan movidos a cumplirla. Esto último, esa
aceptación y reconocimiento del mando, es clave para entender la
autoridad y distinguirla de otras formas no legítimas de poder.

La palabra autoridad proviene del latín auctoritas, derivado


de auctor (“autor”). En la Antigua Roma, este último vocablo no sólo se
refería a quienes crean algo u originan algo de valía, como entendemos
hoy, sino que también aludía a quien se ocupa de hacer crecer algo o de
llevarlo por el buen camino.

Así, la auctoritas era el reconocimiento de lo benéfico del poder que se


ejercía sobre otro, es decir, que un gobernante
tenía auctoritas (“autoridad”) en la medida en que su gobierno fuera
bueno y aceptado por su pueblo.

La autoridad es objeto de estudio de diversas disciplinas como


el derecho, la política y la sociología, entre otras, y ha sido también
abordada filosóficamente por pensadores como Max Weber (1864-1920)
o Alexandre Kojève (1902-1968).

Origen de la autoridad
Toda autoridad posee un origen, en el sentido de que debe su carácter
legítimo y formal al cumplimiento de algún tipo de reglas de juego
sociopolíticas. Así, por ejemplo, en una democracia el cumplimiento de
lo establecido en las leyes y la participación popular son los que deciden
sobre quién recae la autoridad política.

Esta figura surgió junto con las sociedades humanas, fruto de la


necesidad de los seres humanos de agruparse para garantizar la
mutua supervivencia en un mundo hostil.

La necesidad de jerarquías, métodos de organización y formas de poder


político aparecerían entonces como una herramienta para conducir a la
sociedad, para decidir a quién se le hace caso y qué hacer cuando
un líder perece o no puede seguir siéndolo, dado que ha dejado de ser
benéfico para el conjunto de la sociedad que gobernaba.

Tipos de autoridad

La autoridad tradicional se basa en una tradición que permite un poder


hereditario.

De acuerdo a lo postulado por Max Weber, la autoridad se clasifica en


tres tipos diferentes, de acuerdo a la forma en que se reciba o se gane:

Autoridad tradicional. Se fundamenta en el principio de


la costumbre (lo consuetudinario), es decir, a la continuación del modo
en que las cosas se han hecho desde antes. Este tipo de autoridad se
adquiere gracias a la tradición, o sea, a normas y acuerdos que se han
reforzado en la sociedad de generación en generación a lo largo del
tiempo, y permiten un manejo del poder hereditario, transmisible e
irracional, como es el caso de las monarquías, cuyo acceso al trono se
transmite de padres a hijos.

Autoridad racional-legal. Se fundamenta en el pacto o el acuerdo, o


sea, en lo que establecen las leyes (el derecho positivo). Maneja el poder
de acuerdo al principio de obediencia a la ley, no a la persona que
gobierna, y responde a un marco formal a través del cual se debe ejercer
dicho poder, como lo hace un presidente electo para gobernar un país,
cuyo poder es limitado por otros poderes políticos y debe
necesariamente someterse al imperio de la ley.
Autoridad carismática. Se fundamenta en el respeto, la admiración y la
devoción hacia las capacidades de una persona, por lo que propone un
modelo de poder irracional y personalista, que sin embargo acaba con el
tiempo convirtiéndose en una autoridad tradicional. Es el caso, por
ejemplo, de la autoridad de un predicador sobre su feligresía, o bien de
un capitán de un equipo deportivo.

Por otro lado, y leyendo a otros autores, puede también distinguirse entre las
formas de autoridad jurídicas (que se imponen por obligación), y las formas de
autoridad morales (que se imponen por convencimiento).
1. Autoridad formal

Uno de los tipos de autoridad básicos. Se trata del tipo de autoridad que
es ejercido debido a aspectos que no se derivan del respeto por las
capacidades del otro, sino de su posición y la capacidad de administrar
recompensas y castigos. Se considera que la autoridad es impuesta y
asignada por otros, sin que los seguidores tengan en principio
influencia en ella (si bien la asignación de dicha autoridad puede
haberse derivado del respeto previo).

Específicamente, es el tipo de autoridad que proviene de se le haya


proporcionado algún tipo de superioridad posicional a un individuo con
respecto a otros, permitiendo que tenga poder de decisión sobre éstos.
Es la que depende del puesto o estatus quo. Puede subdividirse en lineal
(basada en una jerarquía) o funcional (centrada únicamente en un
ámbito o una tarea específica).

2. Autoridad moral

Se entiende la autoridad moral aquella que es otorgada en base al


respeto por las cualidades manifestadas por el líder, bien por su
experiencia o bien por sus características morales. No se basa en
el carisma, sino en el respeto por lo que representa la persona. Al igual
que la autoridad carismática (que veremos más adelante), surge del
reconocimiento y no de la imposición. Puede subdividirse en técnica
(basada en el conocimiento y experiencia) y personal (basada en lo
moral).

3. Autoridad tradicional

Se trata del tipo de autoridad que confiere poder a través de la


tradición y la costumbre, habiéndose enseñado al subordinado a serlo.
Las órdenes de los superiores son justificadas por los propios
subordinadas. El poder es heredable, irracional y puede ser delegable.

4. Autoridad carismática

Se trata de uno de los tipos de autoridad que se posee con el acuerdo de


los subordinados. Basada en la capacidad de carisma de la persona al
mando, nace del respeto y la admiración de las características de la
persona líder. Se aceptan como justificadas debido a dicho respeto por
las facultades o forma de ser del sujeto en cuestión.
5. Autoridad racional

También conocida como burocrática o legal, las personas obedecen


este tipo de autoridad debido a que sus decisiones son captadas como de
acuerdo con las normas sociales, aceptándose como legítimas.

Relaciones de poder ejercidas en la familia

La autoridad es ejercida en numerosos ámbitos, tanto a nivel social,


como laboral y familiar. En este último ámbito se han destacado cuatro
tipos de autoridad. Si bien se centran en la familia se trata de elementos
que son extrapolables a otras situaciones e instituciones.

6. Autoridad autoritaria o coercitiva

Se trata de un tipo de autoridad inflexible, que tiende a prolongarse a


través de la dominación y al ejercicio de la fuerza. Los seguidores la
aceptan debido al miedo al castigo o retirada de recompensas.

7. Autoridad democrática

Se trata de uno de los tipos de autoridad más valorados. En él, existen


límites a la conducta que son claros y definidos, si bien se valora
y tiene en cuenta la opinión de cada miembro. Ello provoca que sea
más frecuente la generación e implementación de ideas innovadoras. Si
bien los comportamientos pueden ser sancionados, dichas sanciones son
por lo general comprendidas dentro de un marco previamente
establecido entre todos. Se encuentra principalmente en el mundo de la
familia o bien en empresas cooperativas.
8. Autoridad inconsistente

Se trata de un tipo de autoridad que se ejerce de manera poco coherente,


variando las normas y las órdenes y no teniendo su seguimiento los
mismos resultados según el momento o las circunstancias. Los límites
no están claros. Supone un elevado grado de confusión en quien la
sigue, y a la larga puede provocar reactancia y desobediencia.

9. Autoridad permisiva o laissez-faire

Si bien se llega a considerar un tipo de autoridad, el principal problema


de este tipo de relaciones de poder es que no existe una limitación o
regulación propiamente dicha, o bien esta es débil. El subordinado
puede hacer lo que le plazca, no habiendo un ejercicio de autoridad
propiamente dicho.

Otros tipos

Al margen de las clasificaciones anteriores, podemos encontrar otros


tipos de autoridad, siendo algunos considerados subtipos de
clasificaciones anteriores.

10. Autoridad operativa

Este tipo de autoridad es unipersonal, si bien es generalmente


otorgada por otros. En esta ocasión el poder no es ejercido sobre las
personas en sí, sino que la autoridad se tiene respecto a una
determinada temática o acción. Es la que da derecho a actuar de
determinada manera o a tomar decisiones respecto a determinados
aspectos.
11. Autoridad administrativa

Se trata de uno de los tipos de autoridad básicos, en el que las personas


que obedecen lo hacen debido a la pertenencia a un
grupo específico que en principio está comprometido a aceptar dichas
órdenes. Si bien se asemeja a la racional, en este caso no llega a
plantearse si lo que estipula la autoridad sigue preceptos básicos legales.

12. Autoridad informal

Se trata de un tipo de autoridad que no nace de la posición social,


sino de la predisposición a organizarse y a aceptar las órdenes otro.
La autoridad puede pasar de un sujeto a otro con facilidad, no habiendo
un reconocimiento formal de ésta. Nace de la aceptación mutua,
asemejándose en gran medida a la autoridad carismática, personal y
moral.

¿Qué clases de autoridad existen?

Por autoridad entendemos el ejercicio de determinadas potestades de


mando con un carácter legítimo. Es decir, la autoridad es el derecho y
facultad de mandar o de gobernar a personas que están
subordinadas a una figura o institución determinada que ejerce
esta autoridad no a través del mero poder, que se basa en la
implantación por la fuerza, sino a raíz de una relación consensuada con
los susodichos subordinados.

La autoridad se basa en generar normas, leyes o pautas de conducta y


establecer y definir las líneas que una persona que se encuentra en el
rango de actuación de esta figura debe seguir. Así pues, la autoridad
puede entenderse, de forma general, como el poder consensuado que
una persona o institución ejerce sobre una o varias personas
subordinadas.
Ahora bien, la gravedad de no cumplir con lo establecido por estas
autoridades depende no solo del grado de poder de las mismas, sino del
contexto en el que ocurra. Por ello, ha sido necesario diferenciar
distintas clases de autoridad según estos y otros parámetros. Y a
continuación vamos a analizarlos.

1. Autoridad moral
La autoridad moral es aquella que no se impone a través de leyes, sino
que emerge de manera natural a través del respeto y admiración
por las cualidades que un líder manifiesta. Puede ser personal, es
decir, en base a los valores morales que defiende la figura de autoridad, o
técnica, es decir, en base al conocimiento y experiencia que esta figura
tiene y que es muy valorada por las personas de su alrededor. Es una
autoridad basada en el respeto.

2. Autoridad jurídica
La autoridad jurídica o formal es aquella que se impone a través de
leyes. Es decir, la autoridad no se basa en la admiración y respeto por
una figura, sino en la capacidad que tiene esta de administrar tanto las
recompensas como los castigos en una sociedad. Así pues, emerge de la
superioridad impuesta (que no tiene por qué ser malo, pues puede ser
perfectamente democrática) y del poder que esta figura tiene sobre los
demás.

3. Autoridad racional
La autoridad racional, también conocida como burocrática o legal, es
aquella en la que los subordinados obedecen unas normas impuestas por
las instituciones de poder ya que estas se perciben como adecuadas
para la sociedad. Es decir, son normas sociales que se imponen pero
que nosotros mismos, haciendo uso de la razón, asimilamos como
legítimas. Obedecemos a la autoridad pero no por miedo al castigo, sino
porque las normas son racionales.
4. Autoridad tradicional
La autoridad tradicional es aquella en la que el poder se ejerce
fundamentándose en la costumbre. Es decir, la autoridad dispone de
la potestad por tradición, siendo un poder heredable, irracional y/o
delegable. Las normas no se basan en la racionalidad, sino en el hecho
de que son parte de la costumbre de una sociedad. En otras palabras, un
poder existe “porque siempre ha existido”.

5. Autoridad carismática
La autoridad carismática es aquella en la que un líder dispone de
poder gracias a su carisma. El respeto y la admiración por la
personalidad carismática de un líder es lo que hace que unas personas
acepten convertirse en subordinadas del mismo. No se basa en los
valores o en la experiencia como en el caso de la autoridad moral, sino
en el carisma de la figura autoritaria.

6. Autoridad inconsistente
La autoridad inconsistente es aquella en la que el líder o
institución ejerce el poder de forma poco coherente, siendo así el
polo opuesto a la racional. Las normas impuestas por la autoridad son
percibidas por los subordinados como sinsentidos. Las órdenes son
incoherentes y los límites de las normas impuestas no están claros, por
lo que se crea un clima de confusión generalizado.

7. Autoridad coercitiva
La autoridad coercitiva es aquella en la que la autoridad, valga la
redundancia, adopta un carácter más autoritario, en el mal sentido
de la palabra. Se trata de una forma de autoridad que, por lo general, es
impuesta a la fuerza, con características de inflexibilidad, dominación y
tendencia a imponer castigos más severos contra aquellos subordinados
que se rebelan contra la figura autoritaria. Por supuesto, en esta forma
de autoridad se basan las dictaduras.
8. Autoridad democrática
En contraposición a la autoritaria, la autoridad democrática es aquella
en la que el líder e instituciones son elegidas, a través del voto, por el
pueblo. Así pues, es una autoridad consensuada y más flexible,
valorando la opinión de los ciudadanos. También existen castigos por no
cumplir con las normas y leyes, pero estas sanciones son justas y acordes
a la gravedad de la falta.

9. Autoridad permisiva
La autoridad permisiva es aquella en la que la relación de poder entre el
líder y los subordinados es más débil, siendo incluso difusa la
concepción de “autoridad”. Y es que no hay un ejercicio de poder
propiamente dicho, pues los subordinados pueden, a no ser que
rompan con unas pocas y básicas normas, hacer lo que quieren y cuando
quieran.

10. Autoridad informal


La autoridad informal es aquella en la que no hay una figura
autoritaria bien regulada a nivel legal. Se trata, como su propio
nombre indica, de aquella autoridad más efímera que puede ir
circulando entre los miembros de un mismo grupo social. Nace de la
aceptación mutua y del consenso verbal, por lo que no existe una
regulación como tal.

11. Autoridad operativa


La autoridad operativa es aquella en la que el líder o institución
mandataria no ejerce el poder sobre un grupo de personas determinado,
sino sobre una acción o temática. Las decisiones que se toman no
afectan a las personas directamente.
12. Autoridad administrativa
La autoridad administrativa es aquella en la que los
subordinados obedecen porque están comprometidos con la
autoridad. Es similar a la racional, pero en este caso no existe este
ejercicio de considerar si unas normas impuestas son coherentes o no.
Damos por hecho que lo son y, por tanto, nos comprometemos para con
la autoridad, cumpliendo aquello que se nos impone.

13. Autoridad lineal


La autoridad lineal es aquella en la que el poder se ejerce de manera
directa. Es decir, existe una “línea” que une al líder con el subordinado.
Esta forma de autoridad es la que encontramos, como puede deducirse
fácilmente, en las empresas en las que existen distintos rangos de
jerarquía. Nosotros, los empleados, debemos respetar las directrices de
nuestro jefe, el cual, en este caso, adopta el papel de la autoridad.

14. Autoridad funcional


La autoridad funcional es aquella que, siendo aplicada también
básicamente en el entorno laboral, se basa en la idea de que ningún
superior o jefe tiene una autoridad plena sobre los subordinados o
empleados. En contraposición a la lineal, con un carácter más
autoritario, la autoridad es más parcial y relativa.

15. Autoridad familiar


La autoridad familiar es aquella que ocurre en el contexto de la
familia. Se trata de una forma de autoridad que, siendo más o menos
laxa y flexible, se basa en buscar que los pequeños reciban una
educación óptima y que tengan respeto ya no solo por sus padres, sino
por las normas en general. Toda aquella autoridad que los padres ejercen
sobre su hijo o hija de forma lineal es considerada una forma de
autoridad familiar, la cual, para una buena convivencia, debe existir
siempre y cuando sea sana.

¿Cómo la Biblia define la autoridad eclesiástica?


La Biblia ofrece una perspectiva única al tratar la autoridad eclesiástica.
Es un tema importante para comprender la fe cristiana, ya que
los principios bíblicos por lo general se consideran los estándares para
guiar a las iglesias que siguen el cristianismo. Los escritos bíblicos
contienen enseñanzas acerca de cómo los líderes deben servir como
pastores de la iglesia y cómo los miembros de la congregación deben
obedecer a estos líderes.
En primer lugar, el Nuevo Testamento nos dice que los líderes de la
iglesia tienen la responsabilidad de enseñar y predicar la Palabra de
Dios a los demás. Esto incluye la responsabilidad de explicar
correctamente los principios de la Biblia y ayudar a los miembros de la
congregación a seguir los mandamientos del Dios. Los líderes también
tienen la responsabilidad de asegurarse de que la iglesia funcione en paz
y armonía.
En segundo lugar, la autoridad eclesiástica según la Biblia es una
relación de respeto mutuo entre los líderes y los miembros de la
congregación. Como cristianos, somos llamados a ser obedientes a los
líderes de la iglesia y a apoyarlos en sus esfuerzos para guiarnos hacia
Cristo. Esto incluye el respeto a sus opiniones y entendimiento de la
Biblia y su aplicación a nuestras vidas.

Finalmente, la Biblia también nos enseña que nosotros, como miembros


de la congregación, tenemos la responsabilidad de ser colaboradores
leales con los líderes de la iglesia. Esto significa que debemos mantener
una actitud positiva hacia el trabajo de nuestros líderes y orar por ellos
para que sean guiados correctamente en su ministerio. El respeto y la
oración son dos maneras importantes de reconocer y honrar la autoridad
eclesiástica

Qué se entiende por autoridad eclesiástica según la Biblia?


Autoridad eclesiástica según la Biblia se entiende como la soberanía
de Dios sobre la Iglesia. Esta es la base para el ejercicio de autoridad por
parte de los líderes cristianos, quienes son nominalmente los
representantes de Dios y sus principios. La Palabra de Dios nos enseña
que cada iglesia debe estar regida por una junta de administración o
consejo, compuesto por líderes espirituales escogidos por la
congregación o por aquellos que les han dado autoridad en primer lugar.
Además, los líderes o ancianos deben vivir según los principios de la
Escritura. Esto significa que tienen que abrazar la doctrina bíblica, ser
moralmente puros, y representar a Dios fielmente, así como edificar a la
iglesia de acuerdo a Sus enseñanzas. Además, los líderes cristianos,
deben guiar a los miembros de la iglesia, a fin de ayudarlos a alcanzar la
madurez espiritual.
Los líderes de la iglesia también tienen la responsabilidad de gobernar
sus propias congregaciones. Deben tomar decisiones basadas en la
Biblia, en lugar de en la tendencia de la cultura o del mundo. Esto
incluye evitar el uso de herramientas externas para guiar a la iglesia,
como el materialismo, o la influencia de la política o ideologías
humanas.

La autoridad eclesiástica es necesaria para la preservación de la


integridad de una iglesia. Esta es la única manera de mantenerse fiel a
los principios bíblicos y asegurar su desarrollo. Los líderes eclesiásticos
no tienen derecho a imponer su voluntad sobre los demás, sino a servir
como ejemplos de conducta y guía espiritual para aquellos a quienes
representan. Es deber de los líderes eclesiásticos velar por el bienestar y
la unidad de su congregación, siempre obedeciendo la Voluntad de Dios.

Por último, la autoridad eclesiástica según la Biblia es una manifestación


de la soberanía de Dios. Esta prioridad es reconocida por la declaración
de Jesús: “Todo el poder me ha sido dado en el cielo y en la tierra”. Por
tanto, la autoridad eclesiástica se considera como un don divino, que los
líderes deben usar fielmente para la gloria de Dios.

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