Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Hay muchos test de inteligencia porque es fácil de medir. Pero es el tipo de test que más
impacto tiene sobre las personas y muchas veces sus resultados en las instituciones se usan
mal (este tiene tal puntaje en inteligencia, es medio tonto, no podemos hacer nada, sin tener
en cuenta que la inteligencia es estimulable).
No existe un criterio unívoco para definir la inteligencia, motivo por el cual hay diferentes
definiciones que permiten diferentes tipos de tests. Vernos plantea que las definiciones
pueden ser:
Todas tiene en común las suposición de que la inteligencia es una característica de una
persona y que se puede medir a través de las pruebas de inteligencia, lo cual implica que los
sujetos difieren en la misma. El análisis factorial, la base de estas teorías, implica la
correlación de las puntuaciones de una gran muestra de participantes para determinar si las
puntuaciones en ciertas pruebas se relacionan con la otras, su alguna de las pruebas tiene
algo en común. Entre más parecidas sean las puntuaciones más probable será que detecten
la misma capacidad.
1. Eductiva: capacidad de extraer relaciones entre ítems de información, sin que sean
explicadas por otro. Permite emitir un ítem correlativo, seguir una serie. Razonamiento
por analogía. Permite la mayoría del aprendizaje en el hombre.
2. Reproductiva: actualizar conocimientos adquiridos, más relacionada con lo intelectual
y la memoria.
RAVEN
Evalúa capacidad eductiva: medir capacidad intelectual para comparar formas y razonar por
analogía con independencia de los conocimientos adquiridos.
Wechesler
a. A las unidades funcionales las jerarquiza. Podés ser muy inteligente pero si tenés
miedo de andar en bici no vas a poder aprender. Las unidades funcionales dejan de
ser factores mediadores, suben en la jerarquía.
Spearman Wechesler
WISC
Factor general: CI
1. Comprensión verbal
2. Organización perceptual
3. Ausencia de distractibilidad
4. Velocidad de procesamiento
Binet (Francia, 1905)
Por necesidades institucionales debió crear el Test de inteligencia para niños (origen más
práctico que teórico). Él era médico y trabajaba en el Ministerio de Educación.
Los chicos entraban al colegio con diferentes niveles de aprendizaje. Se aburrían. ¿Cómo
podían prever esto de antes para formar grupos parejos?
Edad mental: cantidad de problemas que el nene respondió bien en el test de Binet. Cada vez
que el nene respondía bien se le sumaban meses. El puntaje obtenido se daba en años y
meses. Esta edad se puede comparar con la edad cronológica:
EC 7,11 meses
El cociente intelectual se usó hasta que apareció Wechesler: dice que la división no tiene
sentido, porque sus partes no tienen la misma magnitud, habría que asumir que EM y EC
crecen al mismo tiempo. Cosa que no es cierta, porque desde el momento que nace un chico
hasta el primer año de vida la EM crece más rápido. Siempre crecen de forma despareja.
Curva de aprendizaje:
(El SNC nace prematuro, luego se va mielinizando, la última se produce a los 19 años, luego
comienzan a destruirse (se empiezan a tener errores de memoria a corto plazo). La
desmielinización no nos hace perder inteligencia, sí rapidez y eficacia en aquellas cosas que
fueron entrenadas durante toda la vida.)
Plantea que la inteligencia no es una recta sino una curva. Se reemplaza el Cociente
Intelectual por el Coeficiente Intelectual, es en términos de desvió estándar, es una
puntuación transformada que undica a qué distancia de la media está el sujeto.
Critican los Test de Inteligencia, ya que no permiten medir toda la inteligencia, sólo una
porción, generalmente más anudada a tareas analíticas.
Thurstone (1938)
Personalidad
Inventarios de personalidad
Por estos motivos tienen escalas accesorias, de validez, que le sirven al entrevistador para
saber cuál fue la actitud del sujeto al contestar, si contestó
MMPI
2. Criterio empírico: Observan historiales clínicos y hablan con los especialistas que
trataron esos casos y con los pacientes, para detectar las patologías más importantes.
L : Mentira. Si es alta, el sujeto trata de dar una buena impresión. También aumenta cuanto
más obsesiva sea la persona.
T +65: Patológico
50-65: Promedio
K : Evalúa el monto de recursos yoicos del sujeto, qué mecanismos de defensa tiene el sujeto
para afrontar la angustia, el stress. Si es bajo, es incapaz de afrontarlos, si es alto, es que
soporta mucho, lo esperable es que sea medio.
Triada neurótica:
Si están altas (+70), es un cuadro neurótico seguro. Si están bajas (-35) es un buen indicador,
no recorta malestares físicos, puede trabajar y amar de buena manera.
MIPS
Combinando los tres vectores hablamos de los diferentes tipos de estilos de personalidad. Las
escalas se manejan de a pares.
50: El rasgo está presente, cuanto más se aleja de 50, más marcado está.
DSM
Puntajes
Puntajes transformados:
En los test normativos, se comparan las respuestas dadas por el sujeto con una
muestra representaiva de la población que tiene las mismas características que el
sujeto (baremo)
No son los PB que no dan ninguna información, son puntajes pasados por un tamiz.
Es un cambio que se le hace al PB para poder compararlo y obtener así información.
Si la muestra es significativa, se forma una curva normal.
Puntaje T. MMPI
Indica distancia de la media, porque según donde estés ubicado, estarás más o menos cerca
de donde se ubica la mayoría de las personas de tus mismas características.
X = 50
S = 10 (+/-)
Coeficiente intelectual. WISC
X = 100
S = 15
145: Genios
70 o -: Retrasos intelectuales
Puntaje z. Bender
X=0
S=1
-1 / 1: Puntuaciones medias
Percentil. Raven
No indica distancia a la media, sino la posición relativa del S respecto del resto de los
sujetes de la muestra.
Indica el porcentaje de sujetos superados por el sujeto evaluado, en relación al rasgo
medido
De 1 a 99
Es una medida ordinal
Entre 30 -70 se estaría en la media.
Puntaje de Prevalencia. MIPS
Spearman propone que las habilidades del hombre tienen, un factor general común, además
de un factor específico a cada habilidad. Ambos se encuentran en cada habilidad pero
desempeñando diferentes papeles. El autor creía que las diferencias entre individuos se
pueden atribuir a las diferencias en su G.
Factor g : factor común presente en todas las habilidades del sujeto, permite funcionar al
sistema intelectual. la cantidad de g es contante intrasujeto y varia intersujeto. Distingue 2
capacidades presentes en toda actividad intelectual:
Cuestiona el CI y la idea de una única inteligencia, no es una unidad sino que hay un conjunto
de inteligencias múltiples, cada uno con un sistema de legalidad propio. La inteligencia tiene
que ver con la capacidad de resolver problemas y crear productos en un ambiente rico y de
actividad natural.
· Lingüística (cap. de usar palabras de manera efectiva) –Lógico matemática (cap. de usar
números de manera efectiva) –Espacial (habilidad para percibir de manera exacta el mundo
visual espacial y ejecuta transformaciones) –Corporal Kinética (cap. para usar todo el cuerpo
para expresar ideas y sentimientos) –Musical ( cap. para percibir, discriminar, transformar y
expresar formas musicales) –Interpersonal (cap. para percibir y establecer distinciones en los
estados de ánimo, intenciones, motivaciones de otras personas) –Intrapersonal (conocimiento
de sí y habilidad para adaptar las propias maneras de actuar a partir de ese conocimiento).
Las inteligencias trabajan juntas de manera compleja, ninguna existe sola. Son buen modelo
para observar fortalezas, y las áreas que necesitan mejoramiento en la enseñanza. que
desarrollen depende de 3 factores:
· historia de vida personal: incluye experiencias de vida con padres, docentes, amigos y otros.
· antecedentes culturales e histórico: incluyendo la época y el lugar donde uno nación y se crió
y la naturaleza y estado de los desarrollos intelectuales o históricos en diferentes dominios.
Critica el CI como forma de medir la inteligencia y que el peligro es dejar pasar por alto a
gente talentosa en cualquier campo de estudio. Hay que mirar más allá del CI para ver los
sujetos dotados. Se necesita enseñar de una manera que se reconozca y desarrolle las 3
maneras de la inteligencia exitosa que están relacionados. Stenberg señala que la inteligencia
exitosa es pensar bien de tres manera diferentes: analítica, creativa, y práctica.
+Analítica: sirve para resolver problemas y juzgar a la calidad de las ideas. Son excelentes
para recordar y analizar ideas, no tanto para producirlas. En los test y en el aula solo se valora
esta, sin embargo es menos útil en la vida que las otras dos.
+Creadora: sirve para formular buenos problemas e ideas. Optimizan los recursos escasos,
utilizándolos de maneras innovadores.
+Práctica: es necesaria para usar las ideas y sus análisis de una manera eficaz en la vida
cotidiana. Es el conocimiento simple del sentido común.
El abordaje clínico
Los primeros teóricos que evidenciaron la importancia de las diferencias individuales entre las
personas fueron, sin lugar a dudas, los psicólogos clínicos. Durante la primera mitad del siglo
XX tuvo su auge el estudio de las grandes teorías de la personalidad. Estos psicólogos eran
partidarios de una concepción holística u organísmica y estaban preocupados por entender los
principios de funcionamiento que son comunes a todas las personas, en especial aquellos que
hacen a la singularidad propia de cada sujeto. Estas diferentes líneas teóricas consideraban
que cada individuo es singular, único e irrepetible. Los autores basaban sus afirmaciones en el
estudio clínico de algunos pocos sujetos (pacientes) que estaban realizando tratamiento
psicoterapéutico. En esta línea cobraba importancia el poder comprender las causas del
funcionamiento psicológico individual. Dentro de esta tradición, personalidad era un sinónimo
de psiquismo
El abordaje correlacional
Si bien los seres humanos difieren en sus comportamientos, no difieren al azar ni de modo
incoherente. Los autores de esta línea se preocuparon por identificar en las personas patrones
o pautas comunes que fueran la razón de determinados estilos de comportamiento. Estos
psicólogos fueron denominados “rasguistas” porque intentaron aislar un conjunto de rasgos o
dimensiones que diferenciaban a los individuos. Se basaron en el análisis de las respuestas
dadas por los sujetos a inventarios de personalidad, que eran posteriormente analizados
mediante la metodología del análisis factorial. De este modo, se identificaba la estructura
subyacente a la organización comportamental y se establecían las regularidades del
comportamiento tomando como unidad de análisis los rasgos psicológicos. Los rasgos se
definen como tendencias latentes que predisponen a los seres humanos a comportarse de
determinado modo; son los responsables de las diferencias individuales y predicen la
conducta humana en diferentes situaciones.
El abordaje experimental
Esta escuela, a diferencia de la anterior, hace hincapié en las leyes generales que rigen la
conducta humana y que resultan aplicables a todos los individuos. Si comparamos la tradición
correlacional con la experimental, la primera hace foco en las diferencias individuales, y la
segunda enfatiza más los universales que rigen los comportamientos humanos. En síntesis,
para la tradición clínica (idiográfica), la personalidad es sinónimo de singularidad; para la
tradición correlacional, el origen de las diferencias individuales entre los seres humanos se
debe a ciertas disposiciones básicas –los rasgos psicológicos–, y para el enfoque
experimental, importan las leyes generales (procesos básicos) que rigen los comportamientos
humanos.
Rasgos y tipos psicológicos: los rasgos son una de las unidades de análisis mas estudiadas.
Se trata de tendencias latentes que predisponen a los individuos a comportarse de
determinado modo, son los responsables de las diferencias individuales entre unos y otros, y
predicen la conducta humana en diferentes situaciones. Son de naturaleza inferencial, y por lo
tanto, no observables. Los principios fundamentales que distinguen a los rasgos son la
consistencia y la estabilidad, y son el presupuesto básico de que existe algo que se mantiene
más allá de las diferentes situaciones y a lo largo del tiempo.
La agrupación de varios rasgos distintos se denomina tipo. La consideración del tipo hace
alusión a un perfil y es categorial. Esta conceptualización fue tomada por Millon.
Estilos de afrontamiento: se consignan las acciones que implementan las personas para hacer
frente al estrés.
Son enfoques teóricos que tratan con conceptos de naturaleza inferencial (no observables).
Allí se intenta utilizar pocas unidades de análisis que den cuenta del fenómeno objeto de
estudio.
Este tipo de enfoque está basado en la construcción de un edificio taxonómico teórico que nos
permite clasificar los diferentes tipos o estilos de personalidad y sus desórdenes en una
misma teoría que provea una explicación acabada del fenómeno objeto de estudio. El poder
explicativo de este sistema deriva de generar una taxonomía que reemplace la primitiva
agregación de elementos jerárquicos, organizando un esquema diagnostico real. Se avanza
así hacia la explicación de las relaciones entre los constructos y hacia la explicación de las
relaciones entre los constructos y hacia la conceptualización de las categorías empleadas en
su estudio. Por lo tanto, este enfoque intenta la generación de un marco teórico nuevo para
explicar la personalidad.
Dentro de este enfoque merece destacarse el modelo de Millon (1969, 1981, 1996, 1997) que
propone un continuo entre la personalidad normal y la patológica. El autor afirma que la
personalidad tiene aspectos manifiestos y latentes y se deben tomar en cuenta ambos
aspectos para la construcción de una taxonomía. Millon propone que la personalidad puede
representarse mediante dos dimensiones ortogonales (4x2) en su primer modelo y mediante
tres dimensiones (5x2) en su segundo modelo. Estas dimensiones (actividad/pasividad; fuente
de refuerzo instrumental y placer/dolor) dan lugar a tipos básicos de personalidad, también
llamados prototipos o estilos. Los prototipos son teóricos y difícilmente pueda ubicarse a una
persona en un prototipo. Los estilos de personalidad son el resultado de disposiciones
biológicas que traen los sujetos, en combinación con experiencias de aprendizaje que se
desarrollan en diferentes contextos familiares y educativos. Esta teoría permite entender tanto
los estilos sanos como los patológicos. Las personas no se patologizan al azar, sino que los
estilos tienen una función esencialmente adaptativa en relación con el contexto y serían el
equivalente del sistema inmunológico en el plano psicológico. Este modelo derivó en
instrumentos para la evaluación de la personalidad tanto normal como patológica.
Históricamente, más allá de que la entrevista clínica sea la herramienta de introducción a las
problemáticas personales, mucho se ha escrito y discutido acerca de las limitaciones de
validez y de confiabilidad implicadas en la concreción de diagnósticos de la personalidad por
medio de aquella. Todo ello se ha debatido en virtud de dificultades en cuanto a acuerdos
teóricos y metodológicos. Entre las primeras podemos ubicar, por caso, la falta de consenso
que se advierte en las definiciones de los distintos trastornos que manejan los clínicos o la
influencia de sesgos culturales para decidir qué constituye un diagnóstico de trastorno en
determinado grupo cultural.
Es decir, lo que una persona haga en una circunstancia determinada estará relacionado con
ciertas condiciones antecedentes, prescindiendo del supuesto de que exista un rasgo
psicológico de base que lo fundamente -- si es que puede hablarse de existencia en el caso
de los entes ideales, tal es el caso de los constructos psicológicos-. El énfasis se ubica en el
comportamiento en sí mismo. Sin embargo, este abordaje ha sido objeto de una fuerte
discusión y puesto que a pesar de estos esfuerzos el concepto de rasgo pareciera, de todos
modos, estar sustentando muchas medidas conductuales, su empleo no se encuentra tan
generalizado (Mischel, 1968; Zuckerman, 1979). Otra de sus dificultades consiste en su
aplicabilidad, ya que la puesta en práctica de comportamientos que involucren algo más que el
uso de papel y lápiz, la simple conversación o cualquier otra coordenada por fuera de una
situación de evaluación clásica resulta mucho más costosa y engorrosa desde el punto de
vista pragmático. Imagínese por ejemplo un test situacional donde se ubica al examinado ante
una circunstancia laboral dada, recreada exactamente en tiempo y espacio para evaluar su
aptitud para el trabajo en equipo. Ello implicaría contar con condiciones edilicias, recursos
humanos y temporales equivalentes a una situación laboral real. Ello claramente implica otros
costos y otra infraestructura de varios tipos, que exceden en mucho los procesos de
evaluación a los que estamos habituados (Smith & lwata, 1997).
Según la manera en que los diseñadores de un instrumento hayan generado ideas para
redactar los ítems que suponen indicadores del constructo evaluado, es frecuente categorizar
los inventarios como basados en un diseño racional o en uno empírico también conocido
como clave empírica de criterio (Anastasi & Urbina, 1998)- .
En ambos casos los métodos de análisis psicométrico más comúnmente empleados para
analizar evidencias de validez de constructo son el análisis factorial y estudios de grupos
contrastados (p.ej., de pacientes vs no-pacientes, o de extrovertidos vs introvertidos, o de
psicóticos vs neuróticos). Se sugiere a los alumnos revisar la bibliografía de la Unidad I para
repasar tales conceptos e intentar comprenderlos aplicados a las situaciones que aquí se
refieren.
Según sus propósitos los inventarios o cuestionarios de personalidad pueden perseguir el fin
de evaluar la personalidad "normal" o patológica. Esta decisión dependerá, naturalmente del
enfoque teórico empleado, centrándose en si se trata de una descripción de estilos o de
repertorios de compo1iamientos habituales en la mayoría de las situaciones cotidianas (este
enfoque no hace hincapié en aspectos patológicos sino en descripción del funcionamiento
habitual), o de si se busca distinguir la presencia e importancia de cierta configuración
sintomática o disfuncionaL No obstante ello, la clasificación más extendida suele
circunscribirse a !os instrumentos que evalúan psicopatología, que se dividen en escalas de
diagnóstico vs. Escalas de screening --también llamados de cribado, rastrillaje o despistaje-
(Pedreira Massa & Sánchez Gimeno, 1992).
En consonancia con lo detallado en los apartados anteriores sobre los modelos vigentes en
cuanto a la personalidad normal y patológica, resulta sencillo inferir que actualmente existen
varios instrumentos en el mercado local que representan las diferentes posturas teóricas
mencionadas. Para la evaluación de la personalidad normal en términos de estilos se destaca
el Millon Inventory of Personality Styles (Millon, 1997), que operacionaliza el constructo en
términos en 24 dimensiones que se agrupan en pares psicométricos complementarios,
distribuidos en tres grandes áreas definidas como Metas Motivacionales, Modos Cognitivos y
Conductas Interpersonales. Estos vectores permiten caracterizar la personalidad en términos
no psicopatológicos según la manera en que cada individuo persigue metas eludiendo el
displacer y la frustración, cómo interactúa con su entorno en cuanto a toma de decisiones,
construcción de conocimientos y. creencias, elaboración de juicios y conclusiones, y cómo
establece relación con otras personas en términos simétricos o asimétricos (pares, pareja,
figuras de autoridad, subalternos, etc.). Puesto que se trata de una herramienta de diagnóstico
porque si bien no pretende evaluar patologías sí busca una descripción exhaustiva del estilo
predominante, incorpora escalas de validez (impresión positiva, impresión negativa y
consistencia) en pos de contemplar posibles sesgos o peculiaridades en las respuestas.
Trabaja con puntuaciones de prevalencia y es ampliamente usado en el ámbito laboral, ya que
está diseñado para población adulta y hace foco en los prototipos de funcionamiento habitual.
Por su parte, el NEO PI-R (Costa & McCrae, 1992), adaptado al español por Cordero, Pamos
& Seisdedos (1999) se basa en el modelo de los Cinco Grandes Factores de la personalidad
antes detallados - Neuroticismo, Extroversión, Apertura, Afabilidad, Responsabilidad - siendo
factible descomponer cada uno en seis facetas, que resultan en 35 puntuaciones para
interpretar los resultados con mayor precisión. La adaptación disponible, de 240 elementos,
cuenta con análisis de calidad técnica y un baremo español obtenido a partir de 12000 casos,
pero esta versión no sido adaptada en el país.
Por el lado del screening, el SCL-R-90 (Derogatis, 1977, 1983, 1994) se conoce como una
alternativa tradicional con 90 ítems, 9 escalas, ítems adicionales e índices globales. Más
actualmente el LSB-50 (Rivera & Abuin, 2012) añade brevedad, simplicidad y actualización
con sólo 50 reactivos y una interpretación sumamente sencilla, Su aplicación tarda entre 5 y l
O minutos e identifica síntomas psicológicos y psicosomáticos con propósitos de rastrillaje de
riesgo. Sus baremos locales y estudios de calidad psicométrica en esta población están
siendo elaborados por la Cátedra en colaboración por alumnos de la cohorte 2013. Su uso
puede extenderse a adultos y adolescentes. Distingue síntomas de primer rango, que resultan
más discriminativos desde el punto de vista crítico, generando un índice de riesgo
psicopatológico y tres índices generales. Cuenta con nueve escalas clínicas y, a pesar de
apuntar al rastrillaje de riesgo, añade dos escalas de validez - minimización y magnificación-
que aportan una primera impresión sobre el estilo de respuesta del examinado.
DFH- Dibujo de la figura humana. Técnica de evaluación.
Publicado en 1926 por Goodenogh, reeditaado por Harris en
1963 y por Koppitz en 1968.
Marco teórico Teoría de las relaciones interpesonales de Sullivan.
EM de Binet.
Para cada uno de los trece subtest, la distribución e puntajes directos fue
convertida a una escala de media 10 y DE de 3. Los puntajes de escala para
cada uno de estos subtest van de 1 a 19.
Área de investigación.
Confiabilidad: test-retest
-agotamiento emocional
-despersonalización
Confiabilidad: test-retest
Administració La escala tiene 50 ítems que se responden en una escala de 1 a 4 puntos,
n indicando que el suceso que se nombra tuvo ningún impacto (1), poco (2),
algo (3), bastante (4), mucho (5). Los 50 ítems están agrupados en escalas:
familia, salud, trabajo, problemas personales, escuela, afecto y pareja,
legal.
Tipo de Gráfica.
Respuesta
Material Cuestionario, lápiz
Análisis Se analizan sólo los ítems respondidos con puntaje 4 y 5.
Cuantitativo
Y Cualitativo
SCL-90R – escala
Adaptación del SCL.90R de Derogatis.
Marco
Teórico
Refiere al impacto del contexto en el desarrollo sano como patológico.
Evalúa la posible presencia de patrones de síntomas patológicos en
adolescentes y adultos. No diagnostica patología. Cuenta con 90 ítmes, es una
escala tipo Likert de 5 opciones de repuesta.
Se calculan 3 índices: