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Michaelmas Term

[2020] UKSC 48

On appeal from: [2018] EWCA Civ 817

SENTENCIA

Halliburton Company (Solicitante) v Chubb Bermuda Insurance Ltd (Antes, Ace Bermuda
Insurance Ltd) (Primer Demandado)

Ante

Lord Reed

Lord Hodge

Lady Black

Lord Lloyd-Jones

Lady Arden

SENTENCIA DICTADA EL

27 de noviembre de 2020

Audiencia de los días 12 y 13 de noviembre 2019


LORD HODGE: (con quien Lord Reed, Lady Black y Lord Lloyd-Jones concurren)

1. Es axiomático que un juez o árbitro debe ser imparcial; él o ella no debe tender hacia o
contra ninguna de las partes en un proceso o decisión 1. Un juez O árbitro, que no está
sujeto a ninguna parcialidad, tampoco debe dar la apariencia de parcialidad: la justicia
debe ser vista. esta aplicación no se refiere A ningún error o delito o parcialidad real
sino a las circunstancias en las que un árbitro en un arbitraje internacional puede
parecer ser parcial. Concierne las dudas importantes acerca del requisito de no
parecer parcial y la obligación de los árbitros en arbitraje internacional de revelar.
2. La apelación se refiere al arbitraje bajo la Póliza de responsabilidad de Bermuda Form
que surgió del daño causado por la explosión y el fuego en la plataforma de
perforación Deep Water Horizon en el Golfo de México en el 2010 Cuando un pozo
estaba haciendo taponado en el contexto de un abandono temporal. Ese desastre de
origen a varios arbitrajes entre aseguradoras y asegurados. Los principales temas que
surgieron en esta apelación son: (i) si es que, y hasta qué nivel el árbitro puede aceptar
la designación en múltiples procesos concernientes al mismo objeto con sólo una parte
en común y sin dar la apariencia de parcialidad, y (ii) si es que, y a qué nivel, el árbitro
puede hacer lo señalado sin revelar.
3. Por lo tanto, nos referiremos primero al deber de imparcialidad en el contexto del
arbitraje, después, si el árbitro se encuentra bajo un deber legal de revelar los hechos
particulares, seguidamente, que tanto el deber de respetar la confidencialidad y
privacidad del arbitraje delimita su capacidad de revelar, y finalmente, si una falta de
revelación demuestra una falta de imparcialidad. Luego de ello nos referiremos a las
veces en que (a) el deber de revelación y (b) la posibilidad de parcialidad; deben ser
escrutinados.
4. Los solicitantes (“Halliburton”) suscribieron una póliza de responsabilidad de Bermuda
Form (“la Póliza”) con ACE Bermuda Insurance Ltd, hoy llamados Chubb Bermuda
Insurance Ltd (“Chubb”) en 1992 y la póliza era renovada anualmente. Chubb y los tres
árbitros involucrados en el arbitraje que discutimos son los demandados en este
proceso para retirar a uno de los árbitros. Pero Chubb por si solo defiende el proceso y
se presenta como demandado en esta apelación. Dado que la apelación se trata sobre
cuestiones jurídicas de importancia general en el campo del arbitraje, esta corte ha
permitido y admitido declaraciones escritas y orales de la Corte Internacional de
Arbitraje de Cámara de Comercio Internacional (“ICC”) y de la London Court of
International Arbitration (“LCIA”) y escritos del Chartered Institute of Arbitrators
(“CIArb”), la London Maritime Arbitrators Association (“LMAA”) y el Grain and Feed
Trade Association (“GAFTA”). La Corte agradece a quienes intervinieron por su
contribución a la aclaración de los temas tratados en esta apelación.
5. En primera instancia, los nombres de las partes, y los árbitros en los arbitrajes
referidos en este proceso fueron anonimizados. En la sentencia emitida por la Corte de
Apelación, los nombres de las partes en el arbitraje Halliburton/Chubb fueron
revelados y solo los nombres de los árbitros fueron anonimizados. Durante la
audiencia de esta apelación, esta corte se cuestionó sobre la necesidad y la pertinencia
de tal anonimato dado que los nombres de las partes del arbitraje ya habían sido
revelados y les dio a las partes de este proceso, incluyendo a los árbitros, la
oportunidad de presentar argumentos sobre el tema.

1
“Disputa”, de la palabra Referee, o es la decisión por un tercero imparcial
6. El arbitraje en el Reino Unido es, como regla general, una forma de solución de
conflictos privada y tanto el arbitraje como el laudo arbitral no son generalmente
sujetos de conocimiento público 2. en Inglaterra y Gales, las normas procesales (CPR
rule 62.10) permiten a la corte ordenar que las pretensiones presentadas de acuerdo a
la ley de arbitraje de 1996 (“the 1996 Act”) o referida al procedimiento arbitral o a un
acuerdo arbitral, sean atendidas en público o en privado, pero crean la costumbre de
que tales pretensiones sean atendidas en privado. O el deber de confidencialidad que
es usualmente impuesto y los convenios de arbitraje está diseñado para proteger la
privacidad de las partes con respecto al arbitraje y la evidencia presentada en las
audiencias arbitrales. Sin embargo, no se ha sugerido que el interés público sirva de
base para preservar el anonimato de los árbitros mismos un proceso de esta
naturaleza. esta sala está satisfecha el principio de transparencia 3, El cual está corte ha
discutido en Dring (en representación del grupo de apoyo a las víctimas del asbesto) v
Cape Intermediate Holdings Ltd [2019] UKSC 38; [2020] AC 629, §s 41-43, nos impulsa
hacia la revelación. esta corte enfatizado la importancia de evitar excepciones
acumulables al principio de transparencia: Khuja v Times Newspapers Ltd [2017] UKSC
49; [2019] AC 161, §s 12-14 per Lord Sumption; In re S (un menor) (Identificación:
Restricciones a la Publicación) [2004] UKHL 47; [2005] 1 AC 593, § 29 per Lord Steyn,
en apoyo de la advertencia de Lord Woolf MR en R v Legal Aid Board, Ex p Kaim
Todner [1999] QB 966, 977. Los árbitros en el arbitraje entre Halliburton/Chubb eran
demandados en el proceso, pero comprensiblemente no participaron en el. Y el
árbitro, cuya decisión está siendo cuestionada en este proceso, Mr Kenneth Rokison
QC tiene una larga y establecida reputación de integridad e imparcialidad. Pero la
protección de la reputación no son base suficiente para el anonimato, particularmente
cuando las Cortes inferiores han hallado en esa reputación la base de sus argumentos.
En cualquier caso, el presente cuestionamiento no se refiere a ninguna afirmación
sobre la parcialidad, sino que se basa enteramente en una afirmación sobre la objetiva
apariencia de parcialidad. Estamos satisfechos entonces de que no hay motivos para
mantener el anonimato de los árbitros en esta apelación.
7. BP Exploration and Production Inc (“BP”) era el arrendatario de la Plataforma de
perforación Deepwater Horizon. Transocean Holdings LLC (“Transocean”) era
propietaria de la Plataforma y había contratado con BP para proveerle de personal y
equipos de perforación. Halliburton proveía el vaciado de cemento y el servicio de
monitoreo del pozo para BP en relación al abandono temporal y taponeo del pozo.
8. La explosión del pozo causó daño generalizado y perdida de vida. resultó en
numerosas demandas legales por parte del Gobierno de los Estados Unidos y
demandas individuales y asociadas en contra de BP, Halliburton y Transocean. el
Gobierno de los Estados Unidos demandó penalidades civiles bajo sus reglamentos
federales y las pretensiones privadas de daños fueron planteadas por un comité de
representación de los demandantes (“PSC” por sus siglas en inglés). luego de un juicio
para determinar la responsabilidad la corte federal del distrito este de Luisiana en una
sentencia emitida el 4 de septiembre del 2014 (“la sentencia federal”) repartió la culpa
entre los demandados de la siguiente manera: BP 67%, Transocean 30%, y Halliburton
3%.
9. Antes que la sentencia federal fuese emitida, Halliburton llegó un acuerdo con el PSC
para pagar aproximadamente US$1100 millones. Luego de esa sentencia, Transocean
2
“Public Record” no es necesariamente Registros Públicos, aunque lo puede incluir.
3
Open Justice
llegó un acuerdo con PSC por aproximadamente US$212 millones y pago las multas Del
Gobierno de los Estados Unidos por aproximadamente US$1000 millones.
10. Halliburton planteó una solicitud contra Chubb a la luz de la póliza, pero Chubb se
rehusó a pagar la solicitud de Halliburton, argumentando entre otras cosas que el
acuerdo de Halliburton no era razonable y qué Chubb había actuado razonablemente
al no dar su consentimiento a la transacción. Transocean realizó solicitudes similares
contra sus aseguradoras de responsabilidad, incluyendo Chubb. Chubb se opuso a las
solicitudes de Transocean sobre básicamente los mismos fundamentos.
11. ambos Transocean y Halliburton adquirir un seguro de responsabilidad de Chubb en la
Bermuda Form. la póliza de Bermuda Form fue creada en los años 80 para proveer
seguros contra la responsabilidad general sobre los altos excesos comerciales A las
compañías que funcionan en los Estados Unidos luego de qué el mercado para dichos
seguros colapsará en el país. las pólizas de Bermuda Form usualmente contienen una
cláusula de solución de disputas qué refiere a las partes al arbitraje. los arbitrajes de
Bermuda Form son ad hoc los cual es no están sujetos a las reglas de una institución
arbitral. Transocean y Halliburton habían organizado los seguros de responsabilidad en
capas y ambos habían obtenido cobertura en la capa superior de Chubb. Parece ser
que los términos relevantes de la póliza eran los mismos. la póliza se sujetaba a las
reglas y estatutos De Nueva York. la póliza contenía una cláusula de arbitraje estándar
que disponía arbitraje en Londres por un Tribunal de 3 árbitros, 1 designado por cada
parte y el tercero por los dos árbitros en conjunto. si los árbitros de parte no podían
llegar a un acuerdo sobre la designación del tercero La Corte Superior de Londres
debería hacer la designación. los árbitros debían entregar el laudo a los 90 días
contados desde el cierre de la audiencia. no habría apelación para el laudo.
12. Halliburton invocó la cláusula de arbitraje de la póliza y designó al profesor William W
Park, Profesor de Derecho de la Universidad de Boston, EEUU, quién es un árbitro
bastante experimentado, como árbitro de parte con fecha 27 de enero de 2015 . Chubb
designó a Mr John D Cole, Un exitoso Ejecutivo de seguros de los Estados Unidos,
consultor y árbitro como su árbitro de parte. Los árbitros designados no fueron
capaces de llegar a un acuerdo sobre la designación del presidente del Tribunal. como
resultado, luego de una belicosa audiencia en la Corte Superior en la cual cada parte
propuso varios candidatos, con fecha 12 de junio del 2015 el juez Flaux designó al Mr
Rokison, quién era uno de los árbitros que Chubb había propuesto al juzgado, como
tercer árbitro. la principal oposición de Halliburton a los candidatos de Chubb,
incluyendo a Mr Rokison, era que estos eran abogados ingleses y la póliza estaba
sujeta a las leyes y estatutos De Nueva York, pero también se opusieron a la
designación de Mr Rokison como presidente del Tribunal porque las aseguradoras
tienen la costumbre de designar repetidamente jueces retirados o juristas
reconocidos4 que les resultan familiares, tales como Mr Rokison, como árbitros de
parte. Sin embargo, Halliburton no apeló la decisión. Llamaremos a este incidente pre-
arbitral entre Halliburton/Chubb “disputa 1”.
13. Antes de señalar su aceptación, Mr Rokison reveló a Halliburton y a la corte que él
había fungido como árbitro en varios casos donde Chubb era parte, incluyendo como
árbitro de parte designado por Chubb, y que se encontraba en ese momento en dos
procesos pendientes en los que Chubb estaba involucrado. El juzgado superior no

4
QC= Queen’s Counsel = Jurista reconocido por patente Real en los países de la Commonwealth. No hay
equivalente en Iberoamérica.
consideró que estas designaciones fueran impedimento a su designación en la disputa
1.
14. Halliburton notificó su demanda en disputa 1 con fecha 18 de septiembre de 2015.
Chubb notificó su contestación con fecha 11 de diciembre de 2015.
15. En diciembre de 2015, Mr Rokison aceptó la designación como árbitro por Chubb en
relación a la pretensión de exceso de responsabilidad planteado por Transocean
derivado del mismo incidente (“disputa 2”). La designación fue hecha por los
representantes de Chubb, Clyde & Co, quienes los representaban también en disputa
1. Dentro de la estructura de Chubb, el mismo manager, Mr Trimarchi, era responsable
del monitoreo de las solicitudes hechas tanto por Halliburton y por Transocean y tomo
la decisión de rechazar las pretensiones en ambos casos.
16. Antes de aceptar su designación por parte de Chubb en disputa 2, Mr Rokison reveló a
Transocean su designación en disputa 1 y en los otros arbitrajes de Chubb que había
revelado a Halliburton. Transocean no se opuso. Pero, en una omisión que resulta
central para el presente caso, Mr Rokison no reveló a Halliburton su designación por
parte de Chubb en disputa 2.
17. En agosto de 2016 Mr Rokison aceptó la designación en otro arbitraje relacionado con
el incidente de Deepwater Horizon como árbitro sustituto en la nominación conjunta
de las partes en una demanda planteada por Transocean contra otra aseguradora en la
misma cada de seguros que la solicitada en disputa 2. Llamaremos a esta “disputa 3”.
Nadie reveló esta propuesta de designación a Halliburton. Esta nueva omisión es base
para la queja de falta de revelación en esta apelación, pero los argumentos en esta
apelación se han enfocado más en la falta de revelación de la designación en disputa 2.
18. En disputa 2 y 3 había una cuestión previa que podía resolver la controversia si los
árbitros fallaban a favor de la aseguradora. La cuestión era si las multas y penalidades
que Transocean había pagado al gobierno de los Estados Unidos debían ser
consideradas en el agotamiento de las capas subyacentes del seguro y en la retención
de auto-aseguro de Transocean. Esta cuestión se refiere a la construcción de la póliza
de seguros relevante sobre hechos incontrovertidos. La cuestión previa fue
considerada de forma separada en cada una de esas disputas durante noviembre del
2016.
19. El 10 de noviembre de 2016, Halliburton descubrió la designación de Mr Rokison en las
disputas 2 y 3. Mr Thomas Birsic, un abogado con K & L Gates, el estudio de abogados
representante de Halliburton en los Estados Unidos, le escribió a Mr Rokison con fecha
29 de noviembre de 2016 para señalarle estas preocupaciones. Birsic se refirió a las
directrices de la International Bar Association sobre Conflictos de Interés en Arbitraje
Internacional (“Directrices de la IBA”), las cuales, señaló, imponen en el árbitro la
obligación continua de revelar posibles conflictos de interés de acuerdo con la Lista
Naranja de dichas directrices, le solicitó confirmación sobre las dos designaciones y
una explicación sobre la falta de revelación previa por esas designaciones.
20. Mr Rokison respondió por correo electrónico de fecha 5 de diciembre de 2016. Explicó
como había sido designado en las subsecuentes disputas. Explicó, y ambas partes han
aceptado que su explicación es sincera, que no reveló estas designaciones a
Halliburton, porque no se le había ocurrido en su momento que se encontraba bajo la
obligación de hacerlo, de acuerdo a las Directrices de la IBA. Señaló que consideraba,
con la ventaja de la retrospectiva, que habría sido prudente informar a Halliburton a
través de sus abogados y se disculpó por no haberlo hecho. Explicó que, mientras que
las tres disputas surgieron del incidente de Deepwater Horizon, los roles que
Halliburton y Transocean habían cumplido eran muy diferentes. Su papel en los dos
arbitrajes de Transocean se habría reducido a dos audiencias de dos días sobre la
construcción de la póliza en la que la única evidencia habría sido con respecto a las
circunstancias en las que las partes suscribieron el contrato de seguros. Manifestó su
compromiso de permanecer independiente e imparcial y reconoció la importancia de
que ambas partes en el proceso arbitral confíen que su disputa será resuelta de
manera justa sobre la base de la evidencia y la ley sin parcialidades. Concluyó: “No
creo que se haya generado ningún daño, pero, si las inquietudes de su cliente se
mantienen, no tendría inconveniente en presentar mi renuncia a los dos casos de
Transocean si la resolución sobre las cuestiones preliminares sobre los temas de
construcción, que probablemente están prontas a ser emitidas, no les ponen fin”
21. Los abogados de Halliburton respondieron reiterando sus inquietudes sobre la
imparcialidad de Mr Rokison y solicitando su renuncia. Sin embargo, Chubb no aceptó
la renuncia pues, a su parecer, esta causaría que la audiencia de pruebas se pospusiera
y, por lo tanto, se genere perdidas en costos y demoras. Mr Rokison respondió vía
email del día 15 de diciembre de 2016 en el cual señalaba que buscó tomar en
consideración su obligación para con ambas partes. Repitió su parecer de que no había
trasgredido las Directrices de la IBA al no revelar las designaciones subsecuentes, pero
hizo referencia a sus declaraciones previas de que, en retrospectiva, aceptaba que
hubiese sido prudente revelar para evitar cualquier percepción de falta de
transparencia de su parte. Repitió que en las disputas 2 y 3 no había tenido acceso a
ninguna información sobre los hechos del incidente que no fuera de conocimiento
público. Pero, reconociendo que era fundamentalmente importante que ambas partes
tuvieran confianza en la imparcialidad del tribunal arbitral, y en particular del
presidente, señaló que, si pudiera decidir la materia de acuerdo a su propio interés,
renunciaría. Sin embargo, le debía a ambas partes la obligación de culminar la tarea
asignada y sería una abdicación de sus obligaciones el renunciar al encontrar
resistencia de una de las partes. Por lo tanto, propuso que las partes se concentraran
en trata de llegar a un acuerdo sobre un presidente reemplazante aceptable para
ambas partes que estuviera disponible antes de la audiencia (que estaba programada
para finales de enero de 2017). De poder llegar a dicho acuerdo, Rokison renunciaría
con gusto. De no poder, tendría que continuar y dejar en manos del juzgado la decisión
sobre su separación.
22. Halliburton respondió ingresando una demanda ante el Juzgado Superior con fecha 21
de diciembre de 2016, solicitando que, de acuerdo al artículo 24(1)(a) de la Ley de
1996, se separe a Mr Rokison del proceso arbitral. Halliburton entonces presentó
nuevas consultas sobre la coincidencia entre las disputas, a lo cual Mr Rokison
respondió vía email de fecha 4 de enero de 2017, señalando que no estaba al tanto de
ningún asunto en común. Los abogados de Halliburton en un email del 5 de enero de
2017 preguntaron al Mr Rokison si había visto algún documento en el cual Chubb o
cualquier otro demandado en las disputas 2 o 3 había establecido defensas similares a
aquellas formuladas en la disputa 1. Mr Rokison no contestó dicha pregunta. Pero con
fecha 10 de enero de 2017 Chubb entregó a Halliburton las pretensiones de la disputa
2 que revelaban similitudes sustanciales en sus defensas mencionadas en el párrafo
10, que fueron objeciones a la razonabilidad de la transacción que Transocean había
negociado. En su escrito de defensa en la disputa 2, Chubb había propuesto, como
defensa adicional, el tema de la construcción de la póliza que fue objeto de la decisión
preliminar
23. El magistrado Popplewell atendió la solicitud de Halliburton en el Juzgado Superior con
fecha 12 de enero de 2017, en la que Halliburton buscó reemplazar al Mr Rokison por
Sir Stephen Tomlinson quien recientemente se había retirado de la Corte de
Apelaciones, y resolvió, como se discute líneas abajo, con fecha 3 de febrero de 2017,
declarándola improcedente.
24. La audiencia en disputa 1, que incluía la presentación de pruebas y alegatos, se llevó a
cabo entre el 27 de enero y el 6 de febrero de 2017.
25. Con fecha 1 de marzo de 2017, los tribunales de las disputas 2 y 3 emitieron sus laudos
sobre mas cuestiones preliminares sobre la construcción de la póliza, fallando a favor
de Chubb y la otra aseguradora. Los tribunales sostuvieron que, dado que las multas
no contaban hacia el agotamiento de la retención autoasegurada de Transocean, ellos
no podían reclamar una indemnización de acuerdo con la capa pertinente de seguros.
Los laudos terminaron ambas disputas, sin que ningún tribunal tuviera que considerar
las pretensiones relacionadas a la razonabilidad de la transacción de Transocean.
26. Con fecha 5 de diciembre de 2017 el tribunal de la disputa 1 emitió su Último Laudo
Parcial sobre el fondo, fallando a favor de Chubb. El laudo fue suscrito por los tres
árbitros, a pesar de que el profesor Park, el árbitro que Halliburton había designado,
señaló sus reservas a la suscripción del laudo en sus “Observaciones Aparte”. El
Profesor Park estipuló que había suscrito el laudo para confirmar su participación pero
que no podía incorporarse al mismo como resultado de su “profunda intranquilidad
con respecto a la equidad del proceso”. Explicaba que:
“… los árbitros que deciden casos no pueden ignorar la equidad básica en los
procesos en los que participan. Una parte aseguró para sí la designación de su
candidato a presidente del tribunal arbitral, por sobre las protestas de la
contraparte. Sin ninguna revelación, la parte que aseguró para si la
designación designó al mismo individuo como su arbitro de parte en otra
disputa derivada de los mismos hechos. La falta de revelación, que causa
especial preocupación en este patrón fáctico, no puede calzar con las
expectativas compartidas ex ante por las partes sobre imparcialidad y
equidad.”.
Los otros árbitros, Mr Rokison y Mr Cole, respondieron a las observaciones separadas
señalando que no las consideraban parte del laudo del tribunal que lo convirtiera en
un laudo en mayoría. Debido a que las observaciones no contenían ninguna opinión en
discordia con alguna parte de lo manifestado en el laudo, que contenía los hechos,
determinación de la ley aplicable, el iter lógico-procesal y las conclusiones derivadas
de dicho razonamiento.
27. Resulta aparente que el escrito de Chubb y la segunda declaración testimonial de Mr
Birsic sobre la designación del Profesor Park por parte de Halliburton en 3 disputas
iniciadas contras diferentes aseguradoras con relación a los hechos del desastre de
Deepwater Horizon, sin revelación formal. Pero K & L Gates sugiere, en la segunda
declaración testimonial de Mr Birsic, que su propuesta, hecha en el momento de la
solicitud de arbitraje y designación del Profesor Park, de que los arbitrajes fueran
acumulados incluía la revelación de las designaciones. Mr Birsic también sugiere que,
el hecho de que el Profesor Park fuera designado como árbitro de parte en vez de
presidente o referí5 es una diferencia significativa con respecto a la posición de Mr
Rokison. Volveremos sobre esta cuestión sobre si esa distinción es jurídicamente
relevante para el Sistema jurídico inglés.
5
Umpire
Los Argumentos de Halliburton

28. En su demanda Halliburton solicitó la separación de Mr Rokison como árbitro en la


disputa 1 y la designación de otro árbitro como presidente del tribunal. Los
fundamentos de la demanda eran que existían circunstancias que daban lugar a dudas
justificadas con respecto a su imparcialidad y en particular (i) su aceptación de
designaciones por parte de Clyde & Co en las disputas 2 y 3, y su falta de notificación a
Halliburton o darle la oportunidad de oponerse y (ii) Su propuesta de renunciar del
tribunal de la disputa 1 sin perjuicio de la negativa de Chubb.

La sentencia de Primera Instancia y la Corte de Apelaciones

29. En su sentencia del 3 de febrero de 2017 ([2017] EWHC 137 (Comm); [2017] 1 WLR
2280) el magistrado Popplewell se refiere a los tres elementos de la conducta de Mr
Rokison que, se dijo, que daban lugar a la apariencia de parcialidad. La primera fue su
aceptación a las designaciones en los arbitrajes de Transocean en las disputas 2 y 3. El
juez rechazó el argumento de que el árbitro obtendría un beneficio secreto en la forma
de remuneración que obtendría de los arbitrajes. En el Sistema legal inglés, los árbitros
se encuentran bajo la obligación de actuar de manera independiente e imparcial y no
deben lealtad a la parte que los designa. Este principio fue puesto de manifiesto en la
sección 33 de la Ley de 1996. También rechazó la afirmación de que la superposición
entre las disputas era preocupante porque el árbitro obtendría información en las
disputas de Transocean que era relevante para la controversia jurídica en la disputa 1 y
que dicha información estaría disponible para Chubb, pero no para Halliburton. Señaló
que es una característica regular del arbitraje internacional que el mismo hecho
subyacente de origen a más de una pretensión y más de un proceso arbitral sin
identidad de partes. Es común para los árbitros con conocimiento especializado
relevante formar parte de diferentes arbitrajes que surgen de los mismos hechos o la
misma materia. Es deseable que los árbitros sean capases de hacerlo por 3 razones.
Primero, el arbitraje es un proceso consensual que permite a las partes designar su
árbitro de acuerdo con los procedimientos establecidos en el contrato. Segundo, las
partes suelen querer que su tribunal arbitral tenga un conocimiento especializado o
particular con respecto a la ley y las prácticas de negocios y el mercado en el que las
partes operan. Tercero, la Ley de 1996 busca una decisión final y expeditiva, lo que se
consigue cuando el tribunal ya está familiarizado con la materia de la disputa.
30. El magistrado consideró que, como regla general, el hecho de que el árbitro pueda
estar involucrado en un arbitraje entre la parte A y la parte B, donde la materia de la
disputa es idéntica a aquella del arbitraje entre la parte B y la parte C, no le impide
participar en ambos tribunales arbitrales. Esto debido a que un árbitro bajo la ley
inglesa debe decidir el caso sobre la base del material disponible a las partes en la
disputa en particular: sección 33 de la Ley de 1996. Concluye su reflexión sobre el
elemento 1 en los siguientes términos (párrafo 29):
“El observador informado y equilibrado, por lo tanto, no consideraría a [Mr
Rokison] como incapaz de actuar de manera imparcial en la disputa entre
[Halliburton] y [Chubb] solamente a razón de que puede ser arbitro en otras
disputas que surgen del mismo incidente, y puede tener acceso a distintas
evidencias o argumentos propuestos en estas otras disputas. El análisis
objetivo y equilibrado sería que su experiencia y reputación de integridad le
permitiría actuar de acuerdo a la práctica usual de los árbitros de Londres en el
cumplimiento de sus deberes a la luz del artículo 33 mediante el estudio de la
evidencia y los argumentos en la disputa de [Halliburton] con una mente
abierta; y decidir el caso, en conjunto con los otros miembros del tribunal, de
acuerdo con dicho material, con el cual [Halliburton] tendrá plena oportunidad
de familiarizarse.”
31. El magistrado Popplewell también rechazó el argumento de que el presidente del
tribunal tenía una mayor obligación de mantener una imparcialidad demostrable,
como máximo garante de la equidad e imparcialidad. Este argumento, concluyó,
confunde la norma inglesa de arbitraje, en la que todos los árbitros, incluido los
árbitros designados por las partes, deben mantener los mismos altos estándares de
imparcialidad. El magistrado no consideró que hubiera un riesgo de que el tribunal en
disputa 1 tenga que resolver sobre las controversias de las disputas 2 y 3 si las
cuestiones preliminares en las subsecuentes disputas eran decididas a favor de la
aseguradora. Si la decisión del tribunal con respecto a las cuestiones preliminares en
esas disputas resultaban contrarias a las aseguradoras, había muy poco riesgo de
superposición porque (i) el asunto de la razonabilidad de la transacción de Halliburton
era legal y fácticamente distinto de la transacción de Transocean dado que las dos
compañías cumplían funciones distintas en la plataforma, eran acusadas de haber
cometido distintas negligencias y habían llegado a acuerdos distintos y (ii) Mr Rokison
se había ofrecido a renunciar de las disputas de Transocean si las cuestiones
preliminares resultaban contrarias a las aseguradoras.
32. Con respecto al 2 elemento, la supuesta falta de revelación de las designaciones a
Halliburton, el magistrado determinó que, dado que su conclusión en el elemento 1 de
que las circunstancias no daban lugar a dudas justificables sobre la imparcialidad del
árbitro, no había nada que revelar. Incluso si se hubiera tenido que revelar, la falta de
revelación no daba lugar a una verdadera posibilidad de parcialidad aparente contra
Halliburton porque la explicación de Mr Rokison sobre el hecho, que no fue
cuestionada, fue que no se le ocurrió que podría tener la obligación de revelar. Incluso
si ese convencimiento fuera errado, no daba lugar a la posibilidad real de parcialidad.
El magistrado también rechazó el elemento 3, sobre la respuesta de Mr Rokison al
reclamo de Halliburton sobre su imparcialidad. El magistrado Popplewell discute y
rechaza cada una de las reclamaciones sobre esa respuesta, comentando que Mr
Rokison ha lidiado con el cuestionamiento, que – según el magistrado – contenía
insinuaciones “tremendamente ofensivas”, de manera cortés, temperada y justa, lo
que demostraba su equidad.
33. Halliburton presentó una apelación a la decisión del magistrado Popplewell y planteo
su recusación en apelación ante la Corte de Apelaciones en audiencia del 07 de febrero
de 2018. La Corte de Apelaciones (Sir Geoffrey Vos C, Simon y Hamblen LJJ)
desestimaron la apelación con auto de fecha 19 de abril de 2018 ([2018] EWCA Civ
817; [2018] 1 WLR 3361).
34. En la Corte de Apelación, Halliburton no contravino la reseña de principios legales
presentados por el magistrado Popplewell en el § 16 de su sentencia, pero sugirió – y
la Corte aceptó – que, al analizar si había posibilidad real de que el tribunal estuviera
parcializado, debía prestarse atención al riesgo de parcialidad inconsciente. La
cuestión para la Corte de Apelación era la aplicación de esos principios a los hechos del
caso.
35. El primer tema al que se refirió la Corte de Apelaciones era el mismo que en el
presente proceso, básicamente, si y hasta qué punto un árbitro puede aceptar
designaciones en múltiples disputas sobre las mismas materias o materias
superpuestas con solo una parte en común sin que ello de origen a la apariencia de
parcialidad. La corte reconoció que la existencia de designaciones en arbitrajes
conexos podía causar preocupación en la parte que no estaba involucrada en los
arbitrajes conexos y podía ser una buena razón para que el juez rechace la designación
de una persona como árbitro en el ejercicio de los poderes del artículo 18 de la Ley de
1996, de cara a la oposición de esa parte. Pero la Corte sostuvo que la designación de
un árbitro común no justificaba la inferencia de aparente parcialidad; un argumento
más sustancioso era necesario.
36. Aplicando dichas conclusiones a los hechos del caso, la Corte de Apelaciones sostuvo
que el grado de superposición de la disputa 1 y las disputas 2 y 3 era, de hecho,
bastante limitado. Las subsecuentes disputas serían decididas sobre las cuestiones
preliminares. Por lo tanto, la cuestión de la razonabilidad de la transacción de
Transocean y la razonabilidad de la negativa de la aseguradora ante dicha transacción
no surgió. En todo caso, las circunstancias eran distintas: Halliburton llegó a un
acuerdo ante un Juez Federal y Transocean luego de que la sentencia hubiera asignado
la responsabilidad del incidente entre las 3 partes. El hecho de que un árbitro obtenga
un beneficio financiero de su designación no lo descalifica; de otro modo se podría
objetar toda designación de parte.
37. El segundo tema al que se refirió la Corte de Apelación fue la identificación de las
circunstancias en las que un árbitro debía revelar los hechos que den lugar a dudas
razonables con respecto a su imparcialidad. La Corte, citando su amplia jurisprudencia
a favor, señaló (párrafo 56):
“De acuerdo al common law, los jueces deben revelar los hechos y
circunstancias que den o puedan dar lugar a reservas razonables sobre la falta
de imparcialidad.”

Cuando un juez se da cuenta de que un asunto que podía dar lugar a la posibilidad real
de parcialidad y revelaba tal asunto, dicha revelación permitía a las partes considerar
la revelación y decidir si no había problema legítimo, si presentan alegatos ante el juez
o si se refieren a los problemas potenciales con una dispensa. El juez, por su parte,
puede decidir a la luz de esos alegatos, si recusarse o no. La Corte señaló que el test
sobre aparente falta de imparcialidad se aplicaba de igual forma a los tribunales
arbitrales y que las ventajas prácticas de una revelación temprana eran igual de
importantes. La Corte sostuvo que la pregunta sobre si se debía revelar debía ser
contestada de manera prospectiva, en tanto dependía de las circunstancias imperantes
en el momento de la revelación. Cuando toque decidir si las circunstancias existan o
pueden derivar en la conclusión de que había una verdadera posibilidad de parcialidad,
con el resultado de que dichas circunstancias deban ser reveladas, un juzgado no debe
atender a cuestiones que se conocieron solamente en una etapa posterior.

38. Una falta de revelación cuando dicha revelación debió hacerse es en sí mismo un
factor que debe tomarse en cuenta cuando se considera si existe la posibilidad real de
que el árbitro este parcializado. Pero, señala la corte, la falta de revelación de un
asunto que debió haber sido revelado, pero no daba lugar a dudas justificadas sobre la
imparcialidad del árbitro no puede, por sí mismo, justificar una inferencia de aparente
parcialidad; se requiere de algo más.
39. Aplicando estas conclusiones a los hechos del caso, la Corte de Apelación reconoce
que en el contexto del arbitraje comercial internacional es una buena práctica revelar
si una parte tiene reservas. Dicha práctica combinada con otros factores, tales como el
nivel de superposición de las disputas y la naturaleza de otras conexiones, pueden
haber sido sostenidas por las partes para justificar las reservas razonables sobre la
falta de imparcialidad. En esa línea, la Corte disiente con el magistrado y sostiene que
Mr Rokison debe, por mandato de la ley, haber revelado a Halliburton en el momento
en que pasaron, su designación en las disputas 2 y 3. Sin embargo, la corte concuerda
con las conclusiones generales del magistrado de que un observador imparcial e
informado de los hechos, no concluiría que existe la posibilidad real de que Mr Rokison
estuviera parcializado. Para llegar a dicha conclusión la corte tomo en consideración
los siguientes factores: (i) Las circunstancias no reveladas no justificaban la inferencia
de aparente parcialidad, (ii) la falta de revelación fue accidental y no deliberada, (iii) la
superposición de los caso era limitada, (iv) la sola supervisión en dichas circunstancias
no daría lugar a dudas justificadas sobre la imparcialidad, y (v) Las críticas de
Halliburton a la conducta de Mr Rokison luego del cuestionamiento por falta de
revelación no es sustancial. Por ello, la Corte de Apelaciones desestimó la apelación.
Los argumentos de Halliburton y las intervenciones
40. Halliburton renovó sus cuestionamientos antes esta Corte sobre la base de
preocupaciones manifestadas por la LCIA, ICC y CIArb de que la sentencia de la Corte
de Apelación se aleja de los estándares internacionalmente reconocidos.
41. Halliburton en sus argumentos escritos confirma que no considera que Mr Rokison
fuera culpable de actuar malintencionado o de falta de imparcialidad. Su caso es uno
de aparente sesgo inconsciente y se fundamenta en cinco puntos: (i) Aceptó el
beneficio de una designación pagada por Chubb mientras participaba de tribunal
arbitral de la disputa 1; (ii) al hacerlo, le dio a Chubb una ventaja indebida de ser la
parte común en dos arbitrajes conexos con un solo árbitro, mientras Halliburton
permanecía ignorante de los procesos en la disputa 2 y por lo tanto, ignorante de si, o
a que nivel, el árbitro estaría influenciado en la disputa 1 por los argumentos y
evidencia de la disputa 2, por ejemplo por sus consultas y los medios de prueba, sobre
materias que podrían ser relevantes en la disputa 1 y sabiendo su respuesta a estas
comunicaciones mientras Halliburton no sabría que las mismas han sucedido; (iv) No
reveló su designación a Halliburton y por la tanto, le impidió formar su propia opinión
sobre si esta podría conducir a una falta de imparcialidad y de consultar al tribunal en
la disputa 1 o proponer o tomar medidas para mitigar la imparcialidad; y (v) No le
prestó el debido interés al deseo de Halliburton de llevar un proceso justo. De acuerdo
al punto (v) Halliburton también sugiere que Mr Rokison solo tuvo en consideración lo
que él y Chubb deseaban, es decir su designación como árbitro en la disputa 2. A
nuestro parecer, la evidencia presentada al magistrado Popplewell, que ha sido
reseñada líneas arriba, claramente opaca esta afirmación, pero la no por ello debilita el
punto (v). Halliburton afirma que la ley ingles no requiere que la parte en el arbitraje
resuelva sus controversias por alguien que ha actuado de esta manera y argumenta
que un observador justo e informado vería la posibilidad de que estas conductas den
lugar a dudas justificadas sobre la imparcialidad del árbitro.
42. LCIA ha expresado su preocupación sobre el test establecido por la Corte de Apelación
en tanto este no es suficientemente estricto en comparación con las normas
internacionales. El test sobre parcialidad de la common law se aplica, pero al aplicarlo
la Corte debe considerar el contexto del arbitraje y las diferencias entre arbitraje y
proceso ordinario. Dependiendo de los hechos de un arbitraje en particular, las
circunstancias descritas en el primer punto en el §2 (con respecto a las designaciones
en múltiples disputas referidas a la misma materia superpuesta con solo una parte en
común) puede dar lugar a la apariencia de parcialidad. Todo dependerá de los hechos.
El no revelar puede dar lugar a dicha apariencia incluso si el hecho o circunstancia que
debe ser revelado no hubiera dado motive para esta aparente parcialidad. El árbitro, al
considerar que debe ser revelado se encuentra bajo el deber de hacer consultas
razonables sobre si existen circunstancias que den pie a las dudas sobre su
imparcialidad. ICC también cuestiona la aproximación de la Corte de Apelación y
propone que múltiples y superpuestas designaciones con solo una o algunas de las
partes en común sobre la misma materia o materias superpuestas puede,
dependiendo de las circunstancias, dar lugar a dudas razonables sobre la imparcialidad
del árbitro. Sobre el Segundo punto (revelación) ICC opina que, en el Sistema jurídico
inglés, la falta de revelación sobre múltiples designaciones por una parte en común en
disputas superpuestas puede dar, por si misma, lugar a dudas justificadas sobre la
imparcialidad del árbitro. CIArb también propone que (a) la falta de revelación de un
árbitro sobre cualquier hecho o circunstancia que pueda dar pie dudas justificables
sobre la imparcialidad del árbitro puede, por si misma, dar lugar a dudas justificables
sobre su imparcialidad, y (b) que la aceptación de un árbitro de múltiples
designaciones en disputas conexas, sin una revelación total a todas las partes puede,
sin más, dar lugar a dudas justificables sobre su imparcialidad. CIArb también,
inusualmente, expresó su opinión sobre la aplicación del test a los hechos del caso.
43. El otro interviniente fue GAFTA, que lidia con arbitraje sobre commodities agrícolas y
que entrena y certifica a árbitros quienes deben tener una extensa experiencia
práctica en los acuerdos relevantes, y LMAA, que es una asociación de árbitros
orientada a arbitrajes sobre embarques y comercio y que produce manuales y
reglamentos arbitrales ampliamente utilizados en arbitraje marítimo en Londres.
GAFTA explica que las disputas usualmente surgen en contratos de cadena de
proveedores y que los arbitrajes en tales contratos, que usualmente se refieren a
temas sencillos de hecho o de derecho, son regularmente referidos al mismo arbitro o
árbitros. Las Reglas y Código de Conducta de GAFTA para Árbitros y Mediadores
Calificados y Código General de Conducta Aplicable a Todos los Miembros no requiere
que sus árbitros revelen las designaciones múltiples en relación al mismo evento o
tema, lo que es una parte intrínseca y necesaria de los arbitrajes GAFTA. GAFTA
también provee con su propuesta un reporte del Comité de Administración de ARIAS
(UK), la Sociedad de Arbitraje de Seguros y Reaseguros, describiendo la práctica con
respecto al arbitraje de tratado de reaseguros, que es practicado por un número
limitado de árbitros especializados y a menudo involucra múltiples disputas sobre la
misma materia. ARIAS (UK) opina que quienes practican en este campo están muy
conscientes de la posibilidad de superposición de las designaciones y nadie espera que
se revelen tales designaciones.
44. Igualmente, LMAA explica que las designaciones múltiples son relativamente comunes
en sus procesos porque regularmente surgen del mismo incidente. Velocidad y
simpleza son necesarias debido a los ajustados tiempos en los reclamos marítimos.
Hay un pequeño pool de árbitros especializados que las partes designan
constantemente. Los reglamentos de LMAA les dan a los tribunales arbitrales el poder
de ordenar audiencias concurrentes cuando dos o más arbitrajes comparten hechos o
materias jurídicas, sin necesitar el consentimiento de las partes. La revelación de
múltiples designaciones solo será necesaria cuando sea posible que los hechos a ser
revelados dan lugar a la apariencia de parcialidad. LMAA señala que las Directrices IBA
reconocen que en ciertos tipos de arbitraje no es necesario revelar múltiples
designaciones si las partes están familiarizadas con dichos usos y costumbres (vid. infra
§ 133).
45. GAFTA y LMAA señalan que en sus campos específicos la sola designación en arbitrajes
con materias superpuestas, pero sin identidad de partes no da lugar a ninguna
apariencia de parcialidad y es una característica del arbitraje que las partes en dicho
campo aceptan. Señalan que la Corte debe respetar esta autonomía de las partes y
que no hay necesidad de imponer una obligación de revelar en sus campos.
46. Chubb defiende las sentencias de las cortes inferiores. Sin embargo, Chubb también
señala que la Corte de Apelación erró al concluir que Mr Rokison estaba obligado a
revelar su designación en las disputas 2 y 3 porque supone que un árbitro solo está
obligado a revelar los hechos y circunstancias que un observador justo e informado
consideraría que da lugar a la verdadera posibilidad real de parcialidad. La revelación
de circunstancias que pueden dar lugar a la posibilidad de parcialidad es una Buena
práctica, pero no una obligación legal. La falta de revelación de acuerdo a una Buena
Práctica será un factor al que el observador informado e imparcial deberá prestar
atención al determinar si hay duda justificable sobre la imparcialidad del árbitro.

Discusión
47. La ley de 1996 está basada en el principio de libertad de las partes y busca limitar el rol
de las Cortes en la protección del interés público. el artículo 1 de la ley de 1996
dispone qué lo dispuesto en el Capítulo 1 (artículos 1 - 84 ): “se basa en los siguientes
principios, y deben ser interpretados de manera concordantes con ellos – (a) el
objetivo del arbitraje es obtener una resolución justa de las controversias por un
Tribunal imparcial y sin innecesarias demoras o gastos ; (b) las partes deben ser libres
de acordar cómo resolver sus disputas, sujeto solo a tales garantías como sean
necesarios el servicio del interés público; (c) materias regidas por este capítulo la corte
no debe intervenir salvo cuando se ha dispuesto por el mismo capítulo” La Ley de 1996
no es un código completo de la ley de arbitraje pero permite a los jueces desarrollar
las áreas de derecho común que la ley no prevé.
48. En este contexto, es necesario considerar, primero , la obligación de imparcialidad en
el contexto del arbitraje antes de referirnos, Segundo, así un árbitro se encuentra bajo
la obligación legal de revelar una materia específica, tercero, Tanto la obligación de
confidencialidad y privacidad de un arbitraje limita su habilidad de revelar, y cuarto , si
es que la falta de relación de tales asuntos demuestra una falta de imparcialidad.
También consideraremos las situaciones en que (a) la obligación de revelar y (b) la
posibilidad de parcialidad, deben ser evaluadas

(i) La obligación de imparcialidad

49. Imparcialidad siempre ha sido una obligación cardinal de los jueces y árbitros. Por lo
tanto, el primero de los principios al ser señalado en el capítulo 1 de la ley de 1996 es
que las controversias deben ser resueltas de manera justa por un Tribunal imparcial.
esta obligación si encuentra elevada en el artículo 33 de la ley de 1996, que dispone:
“(1) El Tribunal deberá –
(a) actuar de manera justa e imparcial entre las partes, dando a cada
una oportunidad razonable para exponer los argumentos de su caso
lidiar con los argumentos de su contraparte, y
(b) Adoptar los procedimientos adecuados para las circunstancias de
cada caso en particular, evitando demoras o costos innecesarios, de
modo que se provea un medio justo de solución de las materias a ser
determinadas.

(2) El tribunal deberá cumplir con dicho principio general en la conducción del
proceso, en las decisiones procedimentales y sobre prueba y en el ejercicio de
todas las otras facultades que se le otorgue.”

50. el principio (c) en el Artículo 1 de la ley de 1996 (vid. supra §47) Busca limitar la
intervención de la corte en los procesos arbitrales. una de tales posibles
intervenciones surge en el artículo 24(1) de la ley de 1996 que dispone (en lo
relevante):

“una parte en un proceso arbitral puede (notificando a las otras partes, al


árbitro correspondiente y a cualquier otro árbitro) solicitar a la corte que retire
a un árbitro sobre la base de los siguientes argumentos:
(a) las circunstancias existen que generan dudas justificadas acerca de
su imparcialidad; …
(d) Que no ha hecho o se ha rehusado a –
(i) Conducir el procedimiento de manera adecuada, …
y que una injusticia sustancial ha sido o será causada al solicitante.”

Volveremos a considerar el artículo 24(1)(a) más adelante en esta sentencia pero


tengas en consideración lo siguiente (i) que con el uso tiempo presente “existen” la
corte se orienta a circunstancias como existen al momento en que se recibe la solicitud
de remoción del árbitro y (ii) que, en contraste con el artículo 24(1)(d), el solicitante no
necesita demostrar la injusticia sustancial qué le ha sido o le será causada.

51. Una parte en un proceso arbitral también tendrá derecho de acuerdo al artículo 68 de
la ley de 1996 a solicitar la anulación de un laudo sobre la base de serias
irregularidades que afectan al Tribunal, el procedimiento o el laudo, y tales serias
irregularidades incluyen el no cumplimiento con lo dispuesto en el artículo 33 de la
Ley.
52. Llama particularmente la atención de esta corte las alegaciones de aparente
parcialidad. No nos llama la atención algún indebido interés en el resultado por parte
del árbitro ni se nos ha solicitado “el crear ventanas hacia el alma de los hombres” en
busca del animus contra alguna de las partes o cualquier otro sesgo en particular, sea
consciente o inconsciente. No se ha formulado tales acusaciones contra Mr Rokison.
Nos preocupa solamente lo que las cosas aparentan ser, de forma objetiva. No existe
desacuerdo sobre el test aplicable. Como lo estableció Lord Hope of Craighead en
Porter v Magill [2001] UKHL 67; [2002] 2 AC 357, § 103:
“La cuestión es si un observador justo e informado, habiendo tomado
conocimiento de los hechos, concluiría qué existe la verdadera posibilidad de
que el Tribunal estuviera parcializado”.
La corte ha dado mayor referencia sobre esta construcción judicial, el “observador
justo e informado” (a quién en esta sentencia nos referiremos como “el observador
objetivo”). De ese modo, en Helow v Secretary of State for the Home Department
[2008] UKHL 62; [2008] 1 WLR 2416, Lord Hope (§1-3) Explicaba que el epíteto “justo”
significa que el observador no llega a una conclusión en ningún punto antes de adquirir
total comprensión de ambos lados de la controversia. las conclusiones a las que llega
el observador ministra objetivamente justificadas y el test de “posibilidad real”
asegura el ejercicio de un juzgamiento desapasionado. continúa:
“luego está la característica de que el observador es ‘informado’. se refiere a
que, antes de aproximarse de manera equitativa a cualquier información que
se le entregue, se dará el trabajo de informarse a sí misma en todos los
asuntos que resultan relevantes. Es el tipo de persona que se da el trabajo de
leer el texto los artículos al igual que el titular. Hola es capaz de poner lo que
sea que lee o ve, en su contexto social, político o geográfico general. es justa,
de manera que apreciará el contexto forma parte importante de la materia
que debe considerar antes emitir una resolución.” (Énfasis agregado)
Hemos agregado el énfasis en esta cita debido al contexto en el que recae el test que
será aplicado a este caso, pues es particularmente importante.
53. Finalmente, mi parecer sobre las características del observador objetivo, se ciñen al
elegante fraseo del magistrado Kirby en Johnson v Johnson (2000) 201 CLR 488, § 53,
Que los miembros de la cámara de Lores aprobaron en Helow (vid. supra, Lord Hope §
2, Lord Mance § 39) el observador justo e informado es “ni complaciente ni
indebidamente sensible o suspicaz”.
54. este test objetivo mi sobre la apariencia de parcialidad es similar al test sobre “dudas
justificadas” que adopta el artículo 12(2) de la Ley Modelo de Arbitraje Comercial
Internacional de la Comisión Derecho Comercial Internacional de Las Naciones Unidas
(“UNCITRAL”) de 1985 (modificada en 2006) (“Ley Modelo UNCITRAL”) Las Directrices
de la IBA (Regla General 2(c)) y el artículo 10.1 de las Reglas de Arbitraje de la LCIA
(2014). No resulta necesario determinar si es que los tests sobre la naturaleza de las
dudas en la ley modelo UNCITRAL, las directrices de la IBA y las reglas de la LCIA son
precisamente las mismas Qué aquellas del sistema jurídico inglés. Lo relevante es que
el test del sistema jurídico inglés, que involucra a un observador justo e informado,
requiere objetividad y desapasionamiento en relación a la apariencia de parcialidad.
55. El test Objetivo del observador justo e informado se aplica igualmente a jueces y a
todos los árbitros. no hay diferencia entre el test del artículo 24(1)(a) de la ley de 1996,
qué habla de la Hola existencia de circunstancias “que den lugar a dudas justificables
sobre la imparcialidad [del árbitro]” y el test del common law descrito líneas arriba.
Pero, al aplicar el test a los árbitros es importante tener en cuenta las diferencias en la
naturaleza y circunstancia entre la solución de controversias judicial y arbitral.
56. Primero, los jueces solucionan controversias civiles en las Cortes qué son, como regla
general, abiertas al público; por contraste el arbitraje es una forma consensual de
solución y controversias Hola que se conduce generalmente en privado y sobre la cual
se ejerce muy ligero control. una persona que no es parte de un arbitraje puede no
saber nada acerca del proceso y no tener una forma real descubrir su existencia, los
medios de prueba y los argumentos presentados en él, o el contenido del laudo. los
árbitros y las partes se encuentran generalmente bajo un deber de privacidad y
confidencialidad que se opone a tal apertura, en ausencia de revelación. Esto pone una
calidad especial en la sincera revelación.
57. En el sistema judicial inglés el arbitraje es, como regla general, un proceso privado. En
Russell v Russell (1880) 14 Ch D 471, 474, Sir George Jessel MR dijo sobre el arbitraje:
“Como regla general, las personas ingresan a esos contratos con la intención
expresa de mantener sus conflictos alejados del ojo público, y de evitar la
discusión en público, la cual puede ser dolorosa, y resultar dañosa incluso a la
parte ganadora, Pero casi definitivamente lo será para la parte perdedora”.
Es debido a que el arbitraje es privado que los árbitros no tienen el poder de ordenar
audiencias conjuntas sin consentimiento de las partes: Oxford Shipping Co Ltd v
Nippon Yusen Kaisha: “The Eastern Saga” [1984] 2 Lloyd’s Rep 373; [1984] 3 All ER 835.
La ley de 1996 no dice nada acerca de privacidad o confidencialidad. pero ésta fue una
omisión intencional. En su exposición de motivos (febrero 1996), §s 10- 17, el comité
consultor departamental sobre la ley de arbitraje (“DAC” por sus siglas en inglés) mejor
registrado que los usuarios de arbitraje comercial en Inglaterra “considera muy
importante la privacidad y confidencialidad como elementos esenciales del arbitraje”
Pero, reconociendo que existe incertidumbre con respecto a la ex tensión y existencia
de ciertas excepciones a esos principios, recomendaron que no hubiera formulación de
los mismos en la norma y que los juzgados deben tener la oportunidad de desarrollar
la ley de manera pragmática y caso por caso. Discutiremos los principios de privacidad
y confidencialidad en mayor detalle cuando veamos el deber de revelación en los
párrafos 70-116.
58. En segundo lugar, A diferencia de un juez que decide los temas de hecho y de derecho
en primera instancia y a partir de esa decisión las partes usualmente tienen el derecho
a apelar, arbitro no está sujeto apelaciones en temas De hecho y usualmente no lo
está tampoco en temas de derecho. En contraposición con el juez de primera
instancia, existen muy pocos poderes de revisión de la decisión de un tribunal arbitral.
59. En tercer lugar, pues es un funcionario público, y está financiado por la tributación en
general, y tiene un alto grado de seguridad sobre supuesto y por lo tanto su
remuneración. Un árbitro designado para actuar por una o ambas partes sea
directamente o al presentar su nombre a la entidad designadora, Sea ésta una
institución arbitral o en la corte, para su designación. el árbitro es remunerado por las
partes en el arbitraje de acuerdo con los términos establecidos en la disputa, Y
usualmente estos son pagados por la parte perdedora. es designado para una disputa
en particular y, si el trabajo arbitral es parte significativa de la práctica profesional del
árbitro, tiene interés en financiero en obtener más designaciones como árbitro. las
designaciones como árbitro le dan al árbitro un beneficio económico. existen muchos
Profesionales en ejercicio cuyas vidas dependen en un grado significativo de su
actividad como árbitros. Esto podría dar motivo arbitro por evitar acciones que
incomoden a las partes, por ejemplo, administrar agresivamente un caso contra los
deseos del equipo legal de una de las partes. También puede generar un incentivo en
esos equipos legales para ser más agresivos con los intereses de sus representados en
la conducción de un arbitraje de lo que lo serían en un juzgado comercial.
60. En cuarto lugar, O las personas que son designadas como árbitros incluyen abogados y
otros profesionales y expertos en un amplio rango de actividades comerciales.
Algunos, como el árbitro en este caso, Puede que tengan una amplia experiencia
práctica arbitral mientras otros tengan una experiencia muy limitada. más aún, los
árbitros en arbitrajes internacionales vienen de jurisdicciones y tradiciones legales que
pueden diferir opiniones sobre qué cosa constituye una conducta ética aceptable.
61. En quinto lugar, se entiende la naturaleza privada de muchos arbitrajes que cuando
hay varias disputas relacionadas con la misma materia superpuesta Y el mismo árbitro
es un miembro del Tribunal, la parte que no es común a los varios arbitrajes no tiene
forma de informarse sobre la evidencia presentada los cuestionamientos hechos ante
el Tribunal (incluyendo el árbitro en común) o cuál ha sido la respuesta de los árbitros
ante estos cuestionamientos en los cuales no son parte. No es inusual en los juzgados
comerciales una parte instruya a sus abogados A dilatar en caso referido a otras partes
qué pueden tener un interés en separar los procesos. Dicha experiencia en general no
es posible en arbitraje.
62. En sexto lugar, en el campo del arbitraje internacional existen diferentes conceptos del
papel y obligaciones del árbitro de parte. Habido Colorado debates sobre la
justificación para existencia de árbitros de parte y su papel. Veamos, por ejemplo , las
inquietudes sobre sesgo partidario expresado por el profesor Jan Paulsson, “Moral
Hazard in International Dispute Resolution” (2010) 25 ICSID Review, Foreign
Investment Law Journal, p 339 y el profesor Arbert Jan van der Berg, “ Dissenting
Opinions by Party-Appointed Arbitrators in Investment Arbitration” en Looking to the
Future: Essays on International Law in Honor of W Michael Reisman, ed Mahnoush
Arsanjani et al (Brill Academic 2010) y la defensa de los árbitros de parte por el Juez
Charles N Brower y Charles B Rosenberg, “The Death of the Two-Headed Nightingale:
Why the Paulsson-van den Berg Presumption that Party-Appointed Arbitrators are
Untrustworthy is Wrongheaded”, (2013) Arbitration International, Vol 29 No 1, pp 7-
44. Otros comentaristas experimentados han sugerido que, sin comprometer su
independencia imparcialidad, el papel del árbitro de parte Se refiere a atender las
características y sensibilidades y trasfondo legal, cultural, y comercial de la parte
designante y su posición en el arbitraje (Born, International Commercial Arbitration,
2nd ed (2014), p 1808) Y asegurarse que el Tribunal arbitral en tienda adecuadamente
el caso propuesto por la parte designante (Redfern and Hunter, Law and Practice of
International Arbitration, 6th ed (2015), § 4.30). En su escrito, Lord Grabiner, quién
representa a Halliburton, va más allá y se refiere a la selección de los árbitros de parte
como una forma de “forum shopping”. Cita el artículo del profesor Martín Hunter,
“Ethics of the International Arbitrator”, ASA Bulletin, Kluwer Law International 1986,
Vol 4 Issue 4, pp 173-196, at p 189, en el cual el autor delinea la diferencia entre
imparcialidad y neutralidad y señala:
“en efecto, cuando yo represento a un cliente un arbitraje, lo que realmente
busco en un árbitro de parte es alguien con la máxima predisposición hacia mi
cliente, pero la mínima apariencia de parcialidad”
En arbitrajes donde las partes, o una de ellas, tiene una expectativa Gil árbitro de parte
estará predispuesto hacia quién lo designó, se entiende que la persona que preside el
Tribunal sea designada por los árbitros departe de manera conjunta o por una
institución o por la corte, Tiene el papel particular de asegurarse que el Tribunal actúe
de manera justa e imparcial.
63. sin perjuicio de lo señalado esta percepción de la realidad en algunas latitudes, un
árbitro de parte en el sistema judicial inglés está sujeto a la misma alta expectativa de
justicia e imparcialidad que el presidente del Tribunal. El magistrado Popplewell
adecuadamente resumen la posición del sistema judicial inglés, y, me atrevería a decir,
incluso del escocés, cuando señala en su sentencia (§ 19)
“[E]l Deber de actuar de manera independiente e imparcial significa los
árbitros no deban lealtad a la parte que los designa. una vez designados serán
totalmente independientes de la parte que lo designó encaminados a
conducirse y decidir el caso de manera justa e imparcial. No son en ningún
sentido … representantes de la parte que lo designó o en algún sentido
responsables de proteger promover los intereses de esta parte”.
Tal como pasaría señalar el magistrado Popplewell, el deber de todos los árbitros de
actuar justa imparcialmente está consignado en el artículo 33 de la ley de 1996. Lord
Grabiner propone que Londres es el principal foro de arbitraje internacional. apunta a
una encuesta de arbitraje internacional realizada por Queen Mary University of
London llevada a cabo en 2018 que revela que la principal razón por la cual las partes
en arbitraje internacional eligen arbitrar en Inglaterra es la reputación de Londres y
que el sistema legal inglés garantiza la neutralidad e imparcialidad. Es por lo tanto
importante que el sistema jurídico inglés haga cumplir las reglas que sostienen la
integridad del arbitraje internacional.
64. Al aplicar el test del observador justo e informado sería errado tener que considerar
las características de la parte en el arbitraje, incluyendo el hecho de que una o más
fueran extranjeros, cómo lo señala el magistrado Popplewell J en § 16(6) de su
sentencia, refiriéndose a la sentencia del magistrado Flaux J en A v B [2011] EWHC
2345 (Comm); [2011] 2 Lloyd’s Rep 591, § 23-24; ver también ASM Shipping Ltd of
India v TTMI Ltd of England [2005] EWHC 2238 (Comm); [2006] 1 Lloyd’s Rep 375, §
39(2) per Morison J. El requisito en el derecho inglés de todos los árbitros, sean estos
designados por las partes o designados independientemente, cumplan con los mismos
altos estándares de imparcialidad, parece ser Progresivamente más aceptado como la
norma legal internacional: ver el artículo por el presidente de la sala Suprema de
Singapore, Sundaresh Menon, “Adjudicator, advocate or something in between?
Coming to terms with the role of the party-appointed arbitrator”, Arbitration 2017,
83(2), pp 185-202. Esto no niega el hecho de que en algunas latitudes exista la
concepción de un arbitraje sin este requisito. Más aún, algunos sistemas legales tienen
una opinión y acepta la proposición de que un árbitro de parte tiene un rol especial
con relación a la parte que lo designa.
65. Por ejemplo, en Certain Underwriting Members of Lloyds of London v Florida (2018)
892 F 3d 501; 2018 US App Lexis 15377 La Corte de Apelaciones del Segundo Circuito
de los Estados Unidos Atendió un caso en el cual una parte buscaba anular un lado
arbitral sobre la base de evidente parcialidad debido a la falta de revelación dile
árbitro de parte en un Tribunal tripartito relacionado con la cercana relación comercial
con los directores y empleados de la parte que lo designó. la corte delineó la distinción
entre arbitro de parte por un lado y árbitros “neutrales” por el otro. sostuvo que, en el
caso de árbitros de parte, una relación no revelada con la parte que lo designa
constituye parcialidad evidente solo si la relación violaba el Requisito contractual de
objetividad oh afectar el laudo de manera prejuzgada. La corte reconoció que en caso
de arbitraje sobre seguros y reaseguros las partes buscan tribunales arbitrales con
expertise y que era común tener “jugadores repetidos” que tenían conexiones en la
industria. Este concepto se aplica tanto a árbitros de parte como árbitros “neutrales” o
umpires. Más aún, se reconoció que se espera que el árbitro de parte manifieste las
opiniones o perspectiva de la parte que lo designa y que sirva como un abogado de
facto, se consideró que la designación de parte significaba varios grados de parcialidad
a diferencia del árbitro neutral. Queda claro de la sentencia (p 509) qué varios circuitos
delinean esta distinción entre árbitro de parte y árbitro neutral. más cerca de casa, en
el presente caso Mr Birsic busca en su segunda declaración de testigos ante el juzgado
superior distinguir las obligaciones de Mr Rokison como presidente del Tribunal por lo
tanto neutral, y aquellas del profesor Park como árbitro de parte (§ 27 supra).
66. Cuando tales ideas se discuten, las partes imponen una particularmente pesada
responsabilidad en el árbitro que no es designado por las partes y que preside el
Tribunal. Las Cortes, en aplicación del test del observador justo informado, le
concederán a ese observador objetivo tanto el conocimiento de que algunas partes
(quizá muchas) y algunos árbitros internacionales (quizá muchos) tienen esa idea,
como el conocimiento de que existe un debate dentro de la comunidad arbitral con
respecto al rol específico del árbitro de parte y la compatibilidad de ese rol con el
requisito de imparcialidad. Actuar así no es medir la aparente parcialidad de acuerdo
con las ideas subjetivas de las partes y, por lo tanto, abandonar el análisis objetivo que
el observador justo e informado representa. Tampoco es una aceptación de que exista
diferencia en el sistema jurídico inglés entre la obligación de imparcialidad
correspondiente a cada tipo de árbitro, pues esta no existe. Es un reconocimiento del
contexto en el que se desarrolla la decisión del observador objetivo. El observador
objetivo toma en cuenta cómo se comportan algunas partes y sus designados en
dichos arbitrajes, y el debate dentro de la comunidad arbitral sobre el rol de los
árbitros de parte cuando considera el “el parchado” 6 (como lo describe el asesor de la
parte) de los roles de árbitro de parte en una disputa y de presidente del tribunal en
una disputa conexa puede presentar un riesgo para la imparcialidad del árbitro, en
cualquier caso.
67. El observador justo e informado también estaría al tanto de qué en el arbitraje
internacional las partes y sus equipos legales pueden, muchas veces, tener solo cierto
conocimiento de la reputación y experiencia de un profesional que ha sido designado
por una institución o por una corte para presidir el arbitraje. Mientras muchas partes y
sus asesores que están involucrados en arbitrajes internacionales de altos costos,
dedican considerables recursos a investigar los antecedentes de personas que pueden
adecuadamente ser seleccionadas como árbitros de parte o nominados para ocupar la
presidencia del Tribunal, no habría por qué asumir que esta práctica es una práctica
generalizada. La reputación profesional y la experiencia de un árbitro será otro
elemento relevante para el observador objetivo cuando analice si es que existe una
aparente parcialidad, dado que una reputación establecida de integridad y amplia
experiencia en arbitraje puede hacer que esas dudas sean más difíciles de justificar.
Pero el peso que el observador justo e informado le dé a esas consideraciones
dependerá de las circunstancias del arbitraje y de si, objetivamente y como regla
general, uno puede esperar que la gente que inicia una disputa de esa naturaleza sepa
de la experiencia y el desempeño anterior del árbitro. En el contexto de muchos
árbitros internacionales, es probable que sea un elemento de poco peso. El peso de
ese elemento también puede reducirse si las circunstancias dan lugar al riesgo de
sesgos inconscientes en una persona de la máxima solvencia moral: Almazeedi v
Penner [2018] UKPC 3, § 1 per Lord Mance.
68. De otro lado, el observador objetivo se encuentra atento a la posibilidad de
recusaciones oportunistas o estratégicas. Las partes ingresan a un arbitraje para ganar.
Sus equipos legales desarrollan sus casos lo mejor que pueden, y este trabajo puede
incluir objeciones Oposiciones recusaciones estratégicas con la esperanza de hacer
que las disputas sean determinadas por un Tribunal que puede, sin ningún
cuestionamiento a su imparcialidad, Estar más predispuesto hacía su opinión o
6
“Mixing and matching”
simplemente demorar la decisión arbitral. Las Cortes están atentas oposiciones
tácticas similares en el proceso. En Locabail (UK) Ltd v Bayfield Properties Ltd [2000]
QB 451, La Corte de Apelación (Lord Bingham of Cornhill CJ, Lord Woolf MR y Sir
Richard Scott V-C) Se refiere a las circunstancias en que el juzgador deberá abstenerse
de cierto caso. La corte estableció (§ 25) qué sería peligroso y fútil intentar definir o
crea una lista de factores que pueden o no dar lugar a lo que ahora se describe como
la posibilidad real de parcialidad; “[t]odo dependerá de los hechos, qué pueden incluir
la naturaleza de la materia decidir”. La corte señaló (§ 21):
“si la oposición se presenta, será obligación del juez considerar la oposición y
determinarla según su propio juicio. Sería tan incorrecto ceder ante una
objeción inconsecuente o frívola cómo lo sería ignorar una objeción
sustanciosa.”
La corte continuó (§ 22) Quitando con aprobación lo señalado por el magistrado
Mason en La Corte Superior de Australia en caso In re JRL, Ex p CJL (1986) 161 CLR 342,
352:
“A pesar de que es importante que la justicia sea y parezca concretada 7, es
igual de importante que funcionarios judiciales cumplan su deber de presidir y
no alienten, Al aceptar demasiado rápido la sugerencia de parcialidad
aparente, a las partes a creer qué pretendiendo una descalificación del juez,
obtendrán un juez para su caso qué le sea más favorable.”
Un árbitro al decidir si acepta la disputa no se encuentra bajo la misma obligación que
un juez de atender el caso, pero, habiéndolo aceptado, el árbitro puede
razonablemente sentirse bajo la obligación di culminar con el encargo salvo que
existan fundamentos sustanciales para la auto descalificación. de igual manera, un
juzgado, cuando se le pida retira un árbitro, debe ser astuto para ver si es que el
fundamento de posible parcialidad se concreta.
69. Resumiendo, la posición a este punto, los juzgados ingleses que atiendan al argumento
de parcialidad aparente en un arbitraje inglés deberán (i) aplicar el test objetivo del
observador justo e informado y (ii) prestar particular atención a las características del
arbitraje internacional que se han discutido en las subsecciones 56 a 68. dichas
características resaltan importancia de una revelación adecuada como medio para
mantener la integridad del arbitraje internacional, un tema al cual ahora retornamos.
(ii) Revelación
a. El papel de la Revelación
70. El árbitro, tal como el juez, debe siempre estar atento a la posibilidad de aparente
parcialidad o de sesgos inconscientes reales. la posibilidad de sesgos inconscientes de
parte del decidor es conocida, pero su ocurrencia en un caso particular no lo es. el
argumento, que se propone en este caso, aparente sesgo inconsciente es difícil
establecer y refutar. una forma en la cual un árbitro puede evitar la apariencia de
parcialidad es revelando los asuntos que pueden discutiblemente Dar pie a la
posibilidad real de parcialidad. dicha relación permite las partes considerar las
circunstancias reveladas, obtener el asesoramiento necesario, y decidir si es que existe
un problema con la participación del árbitro en la disputa y, si lo hay, si es que
corresponde oponerse o de otra manera mitigar o sustraer el problema: ver Almazeedi
(supra) § 34; Davidson v Scottish Ministers (No 2) [2004] UKHL 34; 2005 1 SC (HL) 7. En
este último caso, Lord Hope of Craighead señaló (§ 54):

7
seen to be done
“[L]La mejor defensa contra una recusación ex post facto, cuando la decisión
resulta contraria al litigante, yace en la oportunidad de hacer una relación
antes de iniciar con las consideraciones del caso. Este es el momento adecuado
para evaluar la imparcialidad del Tribunal. la equidad requiere que la calidad
de imparcial se encuentre ahí desde un inicio, y una adecuada relación al inicio
es en sí mismo un reconocimiento8 de imparcialidad.”

Esta declaración mutatis mutandis se aplica a los árbitros tanto como a los jueces. en
Davidson (supra, § 19) Lord Bingham of Cornhill reflexiona positivamente sobre la
práctica de los jueces de “revelar actividades o asociaciones previas que pueden o
podrían servir como fundamento razonable a las reservas sobre la imparcialidad”
(énfasis agregado). Cuando, al ser consultado sobre su designación, un árbitro sabe de
un hecho qué debe ser revelado a las partes de disputa, la revelación rauda a esas
partes de la materia provee un resguardo ya que la imparcialidad se puede demostrar
como presente desde el principio. pero la obligación de imparcialidad continúa a lo
largo de la disputa y el surgimiento durante el transcurrir de la disputa de hechos que
deben ser revelados significa que la rauda revelación de éstos por parte del árbitro le
permiten mantener lo que Lord Hope llama el “reconocimiento de imparcialidad”.
71. Los varios códigos arbitrarios a los cual es hemos hecho referencia se refiere a la
necesidad de una revelación adecuada en el arbitraje. las directrices de la IBA el 2014
establecen las buenas prácticas arbitrales que son reconocidas internacionalmente, Y
el magistrado Popplewell Al establecer sus principios indiscutidos en § 16 de su
sentencia referido este caso establece correctamente qué pueden ser utilizados para
ayudar al juzgado a identificar qué cosa es un conflicto de intereses inaceptable y qué
situaciones requieren de revelación: § 16(7). pero las Directrices de la IBA no dan lugar
por sí misma obligaciones legales que se sobrepongan a la ley nacional OA las reglas
arbitrales escogidas por las partes: Directrices de la IBA, Iintroducción, párrafo 6. En
contraste, la sujeción arbitraje bajo las reglas arbitrales puede dar pie obligaciones
legales. Un acuerdo de someterse a arbitraje bajo las Reglas de Arbitraje de la ICC del
2017 se entiende como una sujeción a aquellas reglas y una disposición similar se hace
en el preámbulo de las Reglas de la LCIA del 2014 para darle efecto contractual a las
reglas relevantes.
72. Bajo esos códigos, se requiere al árbitro revelar los hechos y circunstancias que
pueden, en opinión de las partes, dar lugar a dudas sobre la independencia e
imparcialidad del árbitro. Por lo tanto, en las Directrices de la IBA, estándar General 3,
el deber de revelar surge por la existencia de hechos y circunstancias que “pueden, en
opinión de las partes, dar lugar a dudas sobre la imparcialidad o independencia del
árbitro” (énfasis agregado). Queda claro de la explicación del Estándar General 3 qué
bajo las directrices de la IBA la obligación de revelar surge del interés de las partes de
estar completamente informados y una relación implica la existencia de un conflicto
de interés. El artículo 11 de las Reglas de Arbitraje de la ICC y el artículo 5.4 de las
reglas LCIA, referidas a la revelación, tienen Un enfoque similar en la percepción de las
partes. Esta aproximación subjetiva al deber de revelación en las Directrices de la IBA y
las reglas de las instituciones arbitrales están referidos a la percepción de las partes
que son personas o entidades relacionadas con disputas estresantes y muchas veces
costosas. el sistema jurídico inglés, por el contrario, adopta un test objetivo al buscar
la decisión de un observador justo e informado. los códigos también usan diferentes
8
badge
expresiones para describir la naturaleza de las dudas. Las directrices de la IBA
(Standard General 3) se refieren simplemente a “dudas” mientras las Reglas de la ICC
(artículo 11) se refiere a dudas razonables y las reglas de la LCIA (artículo 5.4) se
refieren a “dudas justificables”. No consideramos que exista una diferencia real entre
esas diferentes fórmulas, dado que no creemos que las directrices Hola reglas de las
instituciones requieran revelación cuando las Únicas dudas a las cuales las
circunstancias pueden dar lugar sean irrazonables o injustificadas.
73. Queda claro que el árbitro puede faltar a su obligación de hacer una revelación por
razones totalmente honorables, tales como olvidarse, pasarla por alto o no Reconocer
adecuadamente como un observador objetivo puede interpretar las materias. Pero,
como señala Lord Bingham of Cornhill en Davidson (supra, § 19), “Sin importar que tan
comprensible la razón, el hecho de no revelar en un caso que requiere la revelación
debe influir negativamente en la interpretación del observador”.

b. Si existe una obligación legal de Revelar

74. Un tema, En el cual el magistrado Popplewell y la Corte de Apelación llegue a


conclusiones contradictorias y qué es esencial al presente recurso eso sí la revelación
es una obligación legal en el sistema jurídico inglés pon meramente una buena práctica
arbitral salvo que las partes sometan su disputa a arbitraje bajo las reglas que imponen
dicha obligación. la corte de apelación sostuvo (§ 71):
“La posición vigente bajo el sistema jurídico inglés es que la relación debe
darse sobre los hechos y circunstancias conocidos por el árbitro que, en la
redacción del artículo 24 de la Ley, dan o podrían dar lugar a dudas justificables
sobre su imparcialidad”.
La corte continúa:
“bajo el Sistema jurídico inglés esto significa hechos o circunstancias que
podrían instigar a un observador justo e informado, qué ha tenido en cuenta
los hechos, a concluir que existía la posibilidad real de que el árbitro esté
parcializado” (énfasis agregado)
75. La corte de apelaciones sostuvo qué es un deber legal. al hacerlo, la corte de
apelaciones ha desarrollado La ley inglesa de arbitraje. la pregunta surge si es que fue
correcto o no hacerlo
76. a nuestro parecer la corte de apelación hizo lo correcto. un árbitro se encuentra bajo
la obligación reglamentaria, de acuerdo al artículo 33 de la ley de 1996, de actuar de
manera justa e imparcial al conducir el proceso arbitral, y las decisiones referidas al
procedimiento y evidencia, y en el ejercicio de los poderes qué se le confiere (§ 49
supra). Estas obligaciones dispuestas por la norma dan lugar a unos términos implícitos
en el contrato entre el árbitro y las partes de que el árbitro actuará de esa manera. el
árbitro no cumpliría con ese término si es que en y desde la fecha de su designación
Conociera de circunstancias no reveladas que, salvo dispensa de las partes, y si era
posible su remoción de acuerdo al artículo 24 de la ley de 1996.
77. Alejándonos por un momento de las circunstancias del presente recurso, si 1 supone
que un árbitro tiene una estrecha relación financiera con una parte del arbitraje en el
que éste será designado, habrá pocas dudas de que dicha relación puede
inmediatamente dar lugar a dudas justificables sobre la imparcialidad del árbitro. De
hecho, si el árbitro tiene interés financiero en la controversia puede ser descalificado y
el laudo sería pasible anulación: Dimes v Proprietors of Grand Junction Canal (1852) 3
HL Cas 759; 10 ER 301. Pero sin revelación, la otra parte del arbitraje no estaría
consciente del interés descalificante. En estas circunstancias sería, en nuestra opinión,
Recae en el árbitro revelar la relación con el fin de cumplir con sus obligaciones
estatutarias de Justicia bajo el artículo 33 de la ley de 1996. La obligación de justicia
incumbe porque es necesario que la otra parte en el arbitraje este notificada de las
conexiones financieras del árbitro con su contraparte y de esa manera ser capaz de
juzgar su idoneidad como arbitro.
78. sin revelación, las partes pueden muchas veces no estar al tanto de los asuntos que
pueden dar lugar a dudas justificables sobre la imparcialidad del árbitro y con ello
darles derecho a un remedio judicial de acuerdo al artículo 24 de la ley de 1996. dichos
remedios son necesarios para proteger el interés público. una obligación legal de
revelar dichos asuntos bien acompañado de una obligación estatutaria de justicia.
Están bien un corolario esencial A la obligación estatutaria de imparcialidad: un árbitro
qué conscientemente falta a su deber de actuar en justicia en potencial detrimento de
una parte es necesariamente culpable parcialidad. salvo que las partes hallan expresa
o implícitamente dispensado su derecho a la revelación, dicha relación no es
solamente un asunto de buenas prácticas si no una obligación legal.
79. Mientras el deber reglamentario del árbitro de actuar de manera justa e imparcial
surge de su designación, existe una necesaria revelación pre-designación para que el
sistema arbitral pueda operar eficientemente y dicha revelación se reconoce como una
buena práctica. Si un árbitro esperara hasta después de su designación para hacer la
revelación, el árbitro podría tener que renunciar inmediatamente después de su
designación cuando la parte se oponga. Para sorpresa de nadie, hay una práctica
establecida de revelación pre-designación por parte de los posibles árbitros.
80. Resulta sorprendente que la ICC, LCIA y el CIArb, que no tienen interés financiero en el
resultado de este arbitraje, pero tienen interés en la integridad y reputación de los
arbitrajes con sede en Londres, argumenten a favor del reconocimiento dicha
obligación como legal. La existencia de un deber legal promueve la transparencia en el
arbitraje y es consistente con las mejores prácticas como se puede ver en las
Directrices de la IBA y en los requisitos del arbitraje institucional de las instituciones
como la ICC y la LCIA.
81. En conclusión, sostenemos que existe una obligación legal de revelar bajo el sistema
judicial Ingles que deriva de la obligación estatutaria de los árbitros reseñadas en el
artículo 33 de la ley de 1996 y que aseguran la integridad de los arbitrajes con sede en
Inglaterra.
c. La relación entre el deber de revelación y el deber de privacidad y
confidencialidad
82. En el presente caso, que se refiere a el argumento que el árbitro debe haber revelado
la existencia de un arbitraje conexo relacionado con una parte en común, es necesario
considerar la obligación bajo el sistema legal inglés de un árbitro por preservar la
privacidad y confidencialidad de un arbitraje qué tiene sede en Inglaterra y los límites
de dicha obligación.
83. Los arbitrajes con sede en Inglaterra son tanto privados como confidenciales, si la
norma que gobierna la confidencialidad del arbitraje es inglesa. las obligaciones de las
partes mantener la privacidad y confidencialidad de un arbitraje han sido
caracterizadas como obligaciones implícitas que surgen de la naturaleza del arbitraje
en sí mismo: Dolling-Baker v Merrett [1990] 1 WLR 1205 (CA), 1213 per Parker LJ; Ali
Shipping Corpn v Shipyard Trogir [1999] 1 WLR 314, 326 per Potter LJ. En un caso
posterior el Lord Justice Potter estableció, “las partes han indicado su presunta
intención simplemente al ingresar a un contrato al cual la corte le atribuye
características particulares”. Este análisis coincide con la visión expresada por Sir
Patrick Neill QC en su ponencia, “Confidentiality in Arbitration” la cual realizó en 1995,
y que fue publicada en (1996) 12 Arb Int 287-318, el cual el DAC citó con aprobación
en su Exposición de Motivos de la Ley de Arbitraje (§ 12). En esa ponencia se describía
la privacidad y confidencialidad de los procesos arbitrales como “una característica
fundamental del convenio arbitral” (p 316). En Department of Economics, Policy and
Development of the City of Moscow v Bankers Trust Co [2004] EWCA Civ 314; [2005]
QB 207, el Lord Justice Mance señaló (§ 2): “Entre las características asumidas
inveteradamente como implícitas en la elección de las partes por el arbitraje en
Inglaterra están la privacidad y confidencialidad”. Mance continuó (§ 30) Que los
cambios al reglamento de procedimiento civil en 1997 y 2002: “se apoyan claramente
en la filosofía de autonomía de las partes el derecho arbitral moderno, combinado con
la presunción que las partes valoran el arbitraje inglés por su privacidad y
confidencialidad. la autonomía de las partes requiere que la corte en cuanto le sea
posible respete la decisión de las partes arbitrar. su elección de arbitraje privado
constituye una elección por un sistema alternativo de solución de controversias al que
proveen las Cortes públicas. Esa misma filosofía limita la intervención de las Cortes al
mínimo necesario por el interés público, qué debe incluir interés público en asegurar
no que los árbitros necesariamente decían los casos de la misma manera que la corte
entendería correcto, sino que cuando menos los decidan de una forma
fundamentalmente justa: ver artículo 1 de la ley de 1996” En su iluminante sentencia
en Emmott v Michael Wilson & Partners Ltd [2008] EWCA Civ 184; [2008] Bus LR 1361
Lawrence Collins LJ (§ 84) Describe las características fundamentales de la privacidad y
la confidencialidad en un convenio arbitral bajo el sistema jurídico inglés como “O sea
en realidad una regla sustantiva disfrazada determinó implícito”. los árbitros también
deben respetar la naturaleza privada de los procedimientos en los que participan : The
Eastern Saga (§ 57 supra). Están conminados a hacer respetar la privacidad y
confidencialidad del arbitraje, sea como resultado de un contrato o en cumplimiento
de una obligación legal Pues adquirido la información en circunstancias qué importan
una obligación de reserva.
84. El derecho común no limita la obligación de privacidad y confidencialidad a
información, como propiedad intelectual o secretos comerciales, Que son
inherentemente confidenciales, sino que se extiende a los elementos de prueba y
otros documentos revelados o generados durante el arbitraje debido al acuerdo
implícito de que dichos documentos sólo pueden ser usados para los fines del
arbitraje. más aún, la privacidad puede ser vulnerada por la publicación o diseminación
de los documentos empleados en el arbitraje o información relacionada con la
conducción del arbitraje. Vid. Emmott v Michael Wilson & Partners Ltd (supra)
Lawrence Collins LJ (§s 79-83), Thomas LJ (§ 129(i)-(iv)).
85. ¿Cuáles son los límites de la obligación del árbitro a la privacidad y confidencialidad
qué le permiten o lo previenen de revelar? Si bien hay consenso que la obligación no
es absoluta sus límites son poco claros. la ley en esta área aún se encuentra
evolucionando. es suficiente citar el resumen de Lawrence Collins LJ en Emmott (supra)
§ 107 El caso principal en el cual la relación es aceptable:
“A mi parecer el contenido de la obligación puede depender del contexto en el
cual surge y en la naturaleza de la información o documento sobre el cual se
trate. los límites de obligación están aún en el proceso desarrollo y sobre la
base de cada caso específico. Como los autores lo entienden el día de hoy, los
principales casos en los cuales la revelación será permisible son estos: el
primero es cuando existe consentimiento, expreso o implícito; segundo cuando
hay una orden o dispensa de la corte (pero esto no significa que la corte tenga
poder general de levantar la obligación de confidencialidad); tercero, cuando
es razonablemente necesario para la protección de un legítimo interés de la
parte qué arbitro; cuarto, cuando los intereses de la justicia requieren
revelación, y también (quizás) cuando el interés público requiera dicha
revelación”.

como hemos señalado (§ 57 supra), el DAC no apoyaba la definición legislativa, pero


dejo la tarea de desarrollar las reglas relacionadas a la privacidad y confidencialidad del
arbitraje, incluyendo los límites y excepciones a aquellas obligaciones, a la rama
judicial. El Parlamento declaró la ley de 1996 con este trasfondo. en este recurso la
corte no se ocupará de identificar una excepción al deber de privacidad y
confidencialidad, sino que buscará descubrir la extensión hasta dónde las partes han
consentido implícitamente la revelación.

86. Luego de escuchar este recurso, resultó claro que la corte necesitaba mayor asistencia
de las partes y de los interventores referido a las prácticas arbitrales al momento De
realizar una revelación. En particular, la corte buscaba orientación sobre la práctica
con relación a la revelación de hechos concernientes a arbitrajes conexos sin obtener
el permiso expreso de las partes sobre la información que está siendo revelada, Y
cuáles son las consecuencias prácticas del reconocimiento de un deber legal de
revelación en aquellas circunstancias. ambas partes y cada 1 de los interventores
preparo escritos por los cuales esta corte les está muy agradecida.
87. Queda claro de los argumentos originales de las partes y los interventores y de sus
posteriores escritos que existe una variedad de prácticas arbitrales en relación a la
revelación de múltiples designaciones en diferentes contextos. en este contexto
utilizamos la expresión “designaciones múltiples” para referirnos a la aceptación de las
designaciones en múltiples disputas relacionadas a la misma materia superpuesta Con
sólo una parte en común cómo se describió en el punto 1 de la § 2 supra. Lo que
resulta adecuado para el arbitraje en el cual las partes han sometido su controversia a
reglas institucionales tales como la ICC y la LCIA, difiere de la práctica en los arbitrajes
de la GAFTA y LMAA. hay prácticas particulares en arbitraje marítimo, deportivo, y de
commodities, tal como reconocen las directivas de la IBA (§ 133 infra), en Los cual es la
participación en múltiples y superpuestos arbitrajes no necesita ser revelada por qué
generalmente no se percibe como un cuestionamiento a la imparcialidad del árbitro o
que pueda dar lugar alguna injusticia.
88. Cuando la información que debe ser relevada es sujeto el deber de privacidad y
confidencialidad de un árbitro, la revelación puede ser hecha sólo si las partes A qué se
debe la obligación dan su consentimiento. entonces circunstancias, si una persona qué
busca la designación como árbitro en un arbitraje posterior no obtiene el
consentimiento de las partes el arbitraje conexo previo para hacer la relación
necesaria al respecto, o las partes al arbitraje posterior no consienten que el árbitro
revele hechos relevantes a su potencial designación frente a las partes del primer
arbitraje, el árbitro deberá declinar la segunda designación. dicho consentimiento
debe ser expreso o debe ser inferido del convenio arbitral en sí mismo en el contexto
las costumbres y prácticas del campo específico.
89. debe prestarse atención a las costumbres relevantes y la práctica para determinar si es
que el consentimiento puede ser inferido. por ejemplo, en un caso de la Oficina de
Almirantazgo y Asuntos de Marina referido a un arbitraje de Lloyd’s Open Forum
(“LOF”), Peter Gross QC (juez delegado de la Corte Superior) concurrió con las partes
en que “el termino implícito de la confidencialidad en los acuerdos de arbitraje LOF
está calificado por la práctica y costumbre de dar a los árbitros y tribunos LOF acceso a
los laudos de otros casos LOF, con la intención de promover la uniformidad y
consistencia con el sistema de arbitraje LOF”: The Hamtun (owners) v The St John
(owners) [1999] 1 All ER (Comm) 587, 611. Al consentir al arbitraje de acuerdo con los
términos y prácticas de una institución arbitral en particular las partes implícitamente
consienten aquella calificación o limitación de las obligaciones de privacidad y
confidencialidad.
90. En arbitrajes que están regulados por reglas institucionales que requieren revelación a
la institución o a las partes de asuntos que pueden incluir información acerca de otros
arbitrajes (tales como las reglas de arbitraje de la ICC, artículo 11(2), las reglas de la
LCIA, artículo 5.4, y las reglas de arbitraje CIADI, regla 6(2)), la incorporación de tales
reglas a un arbitraje (arbitraje 1) provee la base para entender que las partes de ese
arbitraje consiente la revelación de tal información a las partes de un posible arbitraje
(arbitraje 2) desarrollado bajo esas mismas reglas. De igual manera, uno puede inferir
de la sujeción de las partes en el arbitraje 2 a tales reglas que han consentido a la
revelación a las partes en el arbitraje 1.
91. Como han demostrado GAFTA y LMAA, Es una característica aceptada de sus arbitrajes
que los árbitros actuarán en múltiples procesos, a menudo surgidos de los mismos
eventos. las partes que refieren sus controversias a sus arbitrajes se entiende que
acceden a esta práctica y aceptan que tal envolvimiento por parte de sus árbitros No
genera cuestionamientos sobre su justicia o imparcialidad. En ausencia de un requisito
de revelación de tales múltiples arbitrajes, la cuestión de la relación entre la revelación
y la obligación de privacidad y confidencialidad no llegará a surgir. Como hemos
señalado, existe evidencia de prácticas similares en el arbitraje de reaseguros: § 43
supra.
92. Cuando las partes se someten a un arbitraje ad hoc, esta práctica con respecto a la
privacidad, confidencialidad y revelación puede diferir. dichos arbitrajes pueden incluir
aquellos en los que la parte mantiene la confidencialidad de la existencia del arbitraje
en sí mismo al prohibir cualquier revelación. en tales casos, el consentimiento de
ambas partes será requerido para permitir a un árbitro revelar la existencia del mismo
a las partes en otro arbitraje. o sea que un árbitro puede realizar la revelación de un
arbitraje existente o posible sin obtener primero el consentimiento expreso de todas
las partes del arbitraje acerca del cual se requiere realizar la revelación dependerá del
convenio arbitral y de las costumbres y prácticas del campo relevante.
93. En este recurso la corte atenderá un arbitraje Bermuda Form que es un tipo especial
de arbitraje (§11 Supra). no se encuentra en disputa qué es una práctica común para
las partes, en especial compañías de seguros, el designar árbitros qué tienen
experiencia en interpretar las pólizas Bermuda Form en repetidas ocasiones,
incluyendo en arbitrajes relacionados con la misma ocurrencia. Existen buenas razones
para hacerlo dado que la Bermuda Form contiene provisiones únicas y existe un
interés en obtener consistencia de interpretación de la póliza en ausencia de reportes
publicados sobre los laudos que los árbitros han desarrollado. Como el magistrado
Popplewell señala (en § 23 de su sentencia) las partes a menudo desean que su
Tribunal arbitral tenga un conocimiento particular y expertise en la ley y práctica del
negocio o mercado relevante.
94. Es común que los árbitros en arbitrajes de Bermuda Form revelen su participación en
arbitrajes previos o concurrentes Relacionados con una parte en común sin revelar la
identidad de la otra parte o detalles sobre el arbitraje, como las circunstancias de este
caso demuestran.
95. Pero en este recurso las partes están en desacuerdo sobre la práctica de revelación en
los arbitrajes de Bermuda Form. Halliburton Señala que existe tanto una práctica y una
obligación legal de revelar me información mínima necesaria para conseguir una
relación adecuada mientras que Chubb indica que no existe práctica establecida de
revelación en los arbitrajes de Bermuda Form. Atenderemos esa cuestión en la § 137
infra, Luego de haber considerado el contenido de la obligación de revelar. por ahora
es suficiente señalar que ha quedado establecido que en el sistema jurídico inglés tales
múltiples designaciones deben ser reveladas en ausencia de un acuerdo en contrario.
96. La cuestión que es relevante a este momento es: ¿necesita el árbitro obtener
consentimiento expreso de las partes sobre que revelación debía hacerse antes de
realizar tal relación?
97. Las partes concuerdan que las revelaciones que, De acuerdo con la práctica común en
Inglaterra, Mr Rokison Realizó a la corte en la disputa 1 y a Transocean en disputa 2 No
vulneraron su obligación de confidencialidad a las partes en las disputas que fueron
reveladas. otros candidatos a la designación por la corte en la disputa 1 Es llevaron a
cabo similares revelaciones sin buscar consentimiento.
98. La relación de Mr Rokison, que Clyde & Co trasladaron a Transocean el 23 de
diciembre de 2015, señalaba:
“… He actuado como árbitro de parte y presidente del Tribunal en muchos
arbitrajes ‘Bermuda Form’, un considerable número de los cuales,
previsiblemente, han involucrado a [Chubb], quienes me han designado como
su arbitro de parte en varias ocasiones. También he actuado previamente
como presidente en dos otros arbitrajes, en los cuales [Chubb] ha sido parte.
Actualmente tengo otros tres casos pendientes relacionados con [Chubb]. en
uno, soy su designado; en el segundo, he sido designado como árbitro único
por acuerdo de las partes; y, en el tercero, he sido designado como tercer
árbitro por la corte comercial de Londres. El último de estos también ha
involucrado lo que entiendo es un aspecto diferente del incidente Deepwater
Horizon.
No considero qué los asuntos señalados afecten mi independencia o
imparcialidad, la cual siempre he tratado diligentemente de mantener, pero
sin perjuicio consideró que estos elementos deben ser revelados en esta etapa,
En vez de arriesgarnos a la posible disrupción de los procedimientos arbitrales
luego de que estos hayan iniciado”
99. No se objeta que el deber de privacidad y confidencialidad no se absoluto, Que las
partes pueden determinar por la vía contractual el grado de confidencialidad que le
quieren dar a los asuntos tratados en el arbitraje, o que sea una práctica común de los
árbitros en el arbitraje con sede en Inglaterra el realizar revelaciones de tan alto nivel
sobre su participación en otros arbitrajes relevantes sin obtener el consentimiento
expreso de las partes. La postura de Halliburton es que el deber de confidencialidad
del árbitro no lo previene de revelar los nombres de las partes los nombres de las
partes en el arbitraje revelado. La posición de Chubb es que la obligación de
confidencialidad del árbitro cubre la identidad de las partes pero que la información
que Mr Rokison reveló a Transocean, que no incluía la identidad de las partes fuera de
Chubb misma, que era la parte común que propuso su designación, o el tema en
disputa en el arbitraje revelado, era confidencial de Chubb y la revelación se hizo en
nombre de Chubb. El consentimiento necesario podía, por lo tanto, ser inferido.
100. También parece haber un acuerdo generalizado entre ICC, LCIA y CIArb Qué como
regla general, en el contexto de una propuesta de designación por una parte común,
un árbitro puede revelar la existencia de un arbitraje presente o pasado referido a la
parte común y la identidad de la parte común (pero no la identidad de las otras partes)
Sin obtener el expreso consentimiento de las partes dice arbitraje, salvo que las partes
de ese arbitraje hayan acordado prohibir tal revelación. El árbitro puede igualmente
revelar la propuesta para su participación en un posible arbitraje y la identidad de la
parte común qué busca su designación o nominación. la práctica arbitral generalizada
en arbitrajes con sede en Inglaterra, que describen estas instituciones, apoya la
opinión de que el árbitro puede hacerlo de manera confidencial sin quebrar su
obligación de privacidad y confidencialidad.
101. Esta práctica actual del arbitraje con sede en Inglaterra garantizados cosas. Primera,
como regla general la obligación de privacidad y confidencialidad no se entiende como
prohibitiva de todas las formas de relación de la existencia de arbitrajes conexos en la
ausencia de consentimiento expreso. Segundo, la obligación de revelación no le da el
árbitro carta blanca de revelar lo que sea necesario para persuadir a la parte de que no
hay justificación para las dudas sobre su imparcialidad. habrá muchas materias que no
pueden ser reveladas sin el expreso consentimiento de las partes. como discutiremos
luego en § 146 infra, La información que puede ser revelada en este contexto sin
necesidad de obtener el consentimiento expreso de las partes para revelar el arbitraje
es limitada. en muchos casos dicho límite a la revelación podrá satisfacer A la parte
que la obtiene, como la respuesta de Transocean a la revelación de Mr Rokison
demuestra. Es un árbitro necesita revelar mayor detalle acerca te otro ni traje para
poder cumplir con su deber de revelación, el árbitro o candidato debe obtener el
consentimiento de las partes al arbitraje o posible arbitraje acerca del cual está
haciendo la relación.
102. Que declaró las respuestas a las siguientes preguntas de la corte que los participantes
en arbitraje entienden que la información revelada puede ser usada por su receptor es
sólo para los fines de juzgar la imparcialidad e idoneidad del árbitro qué hace la
revelación. la base legal para esta expectativa o práctica es que existe una obligación
legal del receptor de confinar el uso de la información al propósito para el cual fue
revelada porque (a) la información acerca de arbitrajes conexos es confidencial por
naturaleza y (b) se imparten circunstancias relacionadas como una obligación de
confidencialidad: Coco v A N Clark (Engineers) Ltd [1969] RPC 41, 47 per Megarry J. El
primero de estos criterios se satisface debido a que, por regla general los arbitrajes
con sede en Inglaterra son asuntos privados. El segundo se satisface porque los
receptores de la revelación saben que la información que es objeto de la revelación ha
sido entregada al árbitro en el contexto de una relación confidencial entre el árbitro y
las partes del arbitraje oh posible arbitraje cuya existencia está sido revelada
103. En nuestra opinión, la ley puede y debe reconocer la realidad es de la práctica
aceptada comercial y arbitral como una guía para la formulación de reglas legales y en
la interpretación del contrato entre las partes Cuando dicha práctica ópera en
protección del interés público. En este caso también debe hacerse. en el siglo 18, Lord
Mansfield como presidente de la Corte Judicial del Rey Uso las prácticas comerciales
honestas y las determinaciones informales de la ley mercatoria para darle forma al
derecho común en temas comerciales. más recientemente Lord Goff of Chieveley en
un escrito extrajudicial (“Commercial Contracts and the Commercial Court” [1984]
LMCLQ 382, 391) Describir el papel del juez en la asistencia Hola gente de negocios los
siguientes términos: “estamos aquí para dar efecto a sus transacciones, no para
frustrarlas: estamos ahí para aceitarlos engranes del comercio, no para impedir su
funcionamiento o incluso ensuciar el aceite”. Existe un interés público en mantener la
integridad del arbitraje como un sistema alternativo de solución de conflictos
mediante el aseguramiento De que existe una adecuada relación de la participación
del árbitro en arbitrajes conexos en un campo de arbitraje en el cual sucesivos
nombramientos ocurren, pero en el cual No hay un entendimiento generalizado de
que la revelación no es necesaria. también existe un interés público fuerte en dar
mayor certeza jurídica a la práctica arbitral establecida y a la relación entre el deber de
revelación y el deber de un árbitro de respetar la privacidad y confidencialidad del
arbitraje.
104. En pocas palabras, esta corte debe sostener que un arbitraje Bermuda Form un árbitro
puede, en ausencia del acuerdo en contrario de las partes sobre la información
relevante, revelar la existencia de serví traje y la identidad de la parte común de
acuerdo con la práctica qué se ha descrito sin obtener el consentimiento expreso de
las partes relevantes. el consentimiento de la parte común puede ser inferido de la
nominación o designación del árbitro. El consentimiento de la otra parte no es
requerido para una relación tan limitada. En análisis legal, el contrato contratos bajo
los cuales el árbitro ha sido designado en un arbitraje existente o pasado debe ser
interpretado la luz de las costumbres y prácticas del campo relevante de arbitraje y la
parte o partes a quienes el deber de confidencialidad es debido Se entiende que han
consentido a dicha relación De manera confidencial. La obligación bajo el derecho
común de confidencialidad de vida por un candidato a arbitro debe ser entendida en la
misma línea.
105. Resulta aparente de los escritos de ICC, LCIA y CIArb que la práctica en los arbitrajes
con sede en Inglaterra de realizar una relación confidencial sobre la participación en
un arbitraje referido a una parte común sin obtener el expreso consentimiento de las
partes de ese arbitraje es, para sorpresa de nadie, más amplia que los arbitrajes de
Bermuda Form. Sin embargo, Qué tanto esas decisiones sobre consentimiento, qué se
refieren a los arbitrajes de Bermuda Form, pueden ser aplicadas por analogía a otros
arbitrajes dependerá de sus particulares características y circunstancias y de las
costumbres y prácticas en su campo.
d. El riesgo de futuras recusaciones
106. Para completar, también nos referiremos a la propuesta de Chubb de que el
reconocimiento de un derecho legal de revelación tenderá a incrementar el número de
recusaciones y de anulaciones del laudo y posiblemente dará surgimiento a reclamos
personales contra árbitros. Halliburton, ICC, LCIA y CIArb No están de acuerdo y
ninguna de las preguntas planteadas por la corte a los demandados nos puede ayudar
con evidencia empírica en esa materia. existe evidencia empírica de que, en los años
inmediatamente después de que las directrices de la IBA fueran adoptadas en el 2004,
hubo un incremento en las recusaciones contra árbitros como resultado la revelación.
pero se debe considerar 3 puntos. primero este incremento no fue consecuencia de
convertir a la revelación en una obligación legal, pero puede haber sido el resultado de
una revelación más extensiva que derivó de la formulación de una buena práctica.
Segundo, que el establecimiento de buenas prácticas existe y es influyente
internacionalmente sí o no que dicho sistema jurídico tenga el deber legal de revelar.
Tercero, las recusaciones raramente tenían éxito. más que eso, Investigaciones
realizadas dentro de la corte con relación a competencias jurisdiccionales que
imponen el deber legal de revelar encontraron insignificante evidencia de reclamos
personales contra los árbitros. respetuosamente cuestionamos si es que existe base en
el sistema jurídico inglés para plantear demandas por daños relacionadas la revelación
o falta de ésta, en la ausencia de mala fe, cuando la obligación legal es un componente
de las obligaciones estatutarias de Justicia e imparcialidad que no apoyan tales
demandas. En todo caso, el artículo 29 de la ley de 1996 proteger a los árbitros contra
demandas personales por la falta de revelación en la mayoría de circunstancias
siempre y cuando el árbitro no haya actuado de mala fe. Las reglas de arbitraje de la
LCIA (artículo 31) Y las reglas de arbitraje de la ICC (artículo 41) contienen reglas de
exclusión y partes, árbitros e instituciones, quienes no lo han hecho todavía, pueden
adaptar sus contratos a las reglas que confieren mayor inmunidad contra reclamos
personales a la luz de esta decisión.
e. ¿Cuál es el contenido del deber?
107. También concordamos con la formulación del deber de revelación que realizara la
corte de apelación (§74 supra) con una salvedad, las palabras “conocido por el
árbitro”. Un árbitro puede revelar solo lo que conoce y no es, generalmente, Un
requisito que busque hechos o circunstancias para revelar. Sin embargo, no
descartamos la posibilidad de circunstancias las cual es un árbitro podría hallarse bajo
la obligación de realizar averiguaciones razonables para cumplir con el deber de
revelación. Por ejemplo, si un potencial árbitro tuviera relaciones de negocios como
una persona (A), los cuales, debido a sus intereses financieros, Le hubiesen impedido
ser árbitro en una disputa dónde A era parte, Este si le ofrecen la designación en un
arbitraje en el cual B es parte, podría estar bajo la obligación de hacer las
averiguaciones sobre sí tiene fundamento para pensar qué B puede ser compañero de
negocios de A. Mr Kimmins, en representación de la LCIA, ilustró a la corte con
respecto a las directrices de la IBA, Parte I, Estándar General 7(d), y propuso que un
árbitro se encuentra bajo el deber de realizar averiguaciones razonables sobre la
existencia de hechos o circunstancias que pueden causar que un observador justo y
razonable concluya que existe la posibilidad real de parcialidad. No es necesario, en el
contexto de este recurso, manifestar una visión conclusiva sobre sí la afirmación de
buenas prácticas resulta también una afirmación acertada bajo la ley inglesa, pero no
descartamos esa posibilidad.
108. ¿A qué se refiere la formulación del deber de la Corte de Apelación, y en particular de
las palabras “puede o podría”? Los asesores de las partes casi no se refirieron a este
tema. No es central a la disputa, pero debe ser tratado. Parece ser que, si alguna
materia da lugar a dudas justificables con respecto a la imparcialidad del árbitro, la
revelación de dicha materia no sería fácil de quitar. el actuar debido para el árbitro Siri
a no aceptar o, si el tema surgiera luego, recusarse de la disputa. Por otro lado, el rey
revelación sobre alguna materia que fue trivial y no podía materialmente sustentar la
conclusión de que existiera la posibilidad real de parcialidad, sería arriesgarse a causar
una preocupación innecesaria las partes sobre la imparcialidad del árbitro y además
propiciar recusaciones vejatorias de las partes hacia el árbitro. como estableció Lord
Mance en Helow (supra, § 58): “[T]omando dos extremos opuestos, la revelación no
puede evitar una recusación contra un juez que – a la luz de la materia revelada –
claramente no debe participar del caso; y la falta de revelación no puede ser relevante,
si un observador justo informado habría pensado que no existe siquiera nada que
revelar” Una obligación de revelar un hecho que “podría” dar lugar a dudas
justificables surge solo cuando el hecho podría razonablemente dar lugar a dichas
dudas.
109. Abre elementos entre los dos extremos de los cuales hablaba Lord Mance. Habrá
elementos que, si no son explicados, del lugar a dudas justificadas con respecto a la
imparcialidad del árbitro. estos deben ser revelados y neutralizados con una
explicación. de manera similar, habrá elementos, que son mucho más triviales, que un
árbitro debe reconocer podrían por sí mismos o interpretados con otras circunstancias
(incluyendo la falta de relación de aquellos hechos) dar lugar a dudas justificadas, si se
descubren luego.
110. los comentaristas han buscado expresar el requisito en diferentes maneras. Redfern
and Hunter (supra, § 4.79-4.80) sugieren que los árbitros deben revelar “todos los
hechos que puedan razonablemente ser considerados como base para la
descalificación” y también qué debe haber una relación inmediata de nuevas
circunstancias que surgen “que pueden causar cualquier duda” Con respecto a la
imparcialidad del árbitro. Merkin and Flannery sobre la Ley de Arbitraje de 1996, 6th
ed (2019), pp 286-287, Recomiendan que un árbitro debe revelar “cualquier
circunstancia o hecho de que a su parecer puede no podrían (una vez revelados) dar
lugar a duda justificables con respecto a su imparcialidad” Los autores extraen sus
conclusiones del caso Almazeedi (supra) y sugieren que la propuesta de revelación
puede muchas veces exceder las preocupaciones legítimas acerca de independencia e
imparcialidad que (sin una dispensa) se pueden requerir del árbitro para abstenerse
pues tal revelación le permitiría a las partes considerar sí se trata de un problema, y si
lo es, cómo lidiar con él. Sugieren revelar en casos donde el árbitro “puede no estar
seguro sí la verdad, de ser revelada, puede dar lugar a dudas justificables, pero podría
(o debería poder) saber que la verdad podría hacerlo”. D Sutton et al, Russell on
Arbitration, 24th ed (2015), § 4-131 Establecen que un árbitro debería revelar
intereses previos “que podrían dan lugar a dudas sobre su imparcialidad” pero pasan a
sugerir que la única obligación legal es de revelar materias que pueden entenderse
como parcialidad. Tal como la Corte de Apelación, no nos persuade que la obligación
legal esté limitada como sugieren los autores de Russell en su segundo testimonio.
111. Se ha sugerido que la vulneración de una obligación legal de revelar una materia qué
podría, pero en análisis posterior no lo hizo, generar una posibilidad real de parcialidad
sería un error legal para el cual no hay una sanción. No estamos de acuerdo por dos
razones. Primera, en un caso marginal, en el sentido que uno puede concluir que
existe aparente parcialidad en ausencia de mayor explicación, la falta de revelación
por si misma puede justificar la remoción del árbitro sobre la base de dudas
justificadas sobre su imparcialidad: § 117- 118 infra. Segundo, en casos donde la
materia es seria, pero la falta de relación dicha materia, en revisión posterior, no da
base a la conclusión de que existe un sesgo aparente, el árbitro podría, dependiendo
de las circunstancias, enfrentar una orden de pagar algunos o todos los costos del
demandante perdedor o afrontar los costos de su propia defensa. La existencia de
dicha obligación dar respaldo a la justicia imparcialidad de los procesos arbitrales bajo
el sistema jurídico inglés al permitir que a la falta de revelación se le atribuya mayor
peso entre los factores a ser considerados bajo el artículo 24 (1)(a) de la ley de 1996
que la sola desviación de las mejores prácticas.
112. El desarrollo de la jurisprudencia que impone tal deber es consistente con el desarrollo
en otros territorios. En Escocia, no existía autoridad expresa, pero la doctrina sobre
arbitraje ha sugerido por largo tiempo que “un árbitro es sujeto del deber de
revelación a las partes sobre cualquier factor del cual esté consciente qué podría
proveer la base para una recusación”: F Davidson, Arbitration, 1st ed (2000), § 6.20 y
los comentarios que cita en dicha fuente. Más recientemente, El Parlamento escocés
ha promulgado una regla obligatoria en la ley de arbitraje escocesa del 2010, que
deriva de la ley modelo UNCITRAL. Esta regla (título 1, regla 8) impone el deber al
árbitro o quién pretenda serlo revelar cualquier conflicto de interés. Establece que el
individuo debe sin demora revelar:
“cualquier circunstancia conocida por el individuo (o de la cual el individuo
adquiera conocimiento antes del fin del arbitraje) qué podría razonablemente
ser considerado relevante cuando se evalúa si es que el individuo es imparcial
e independiente.
El Profesor Davidson en la segunda edición de su libro (en 2012) ( § 7.29-7.30) observa
que este es un test objetivo y sugiere que los factores listados en las listas Roja y
Naranja de las Directrices de la IBA usualmente proveerán una guía útil en estos
temas.
113. Muchos territorios han adoptado la Ley Modelo UNCITRAL que provee en su artículo
12(1):
“La persona a quien se comunique su posible nombramiento como árbitro
deberá revelar todas las circunstancias que puedan dar lugar a dudas
justificadas acerca de su imparcialidad o independencia. El árbitro, desde el
momento de su nombramiento y durante todas las actuaciones arbitrales,
revelará sin demora tales circunstancias a las partes, a menos que ya les haya
informado de ellas” (Énfasis agregado)
la palabra “puedan” en la Ley Modelo un central debe ser interpretada en el contexto
de la propia Ley Modelo, qué parece sugerir que la obligación de revelar surge de las
circunstancias que podrían razonablemente dar lugar a dudas justificadas. Esto debido
a que la formulación del artículo 12(1) es en contraste con el artículo 12 (2) que
dispone que un árbitro puede ser recusado “si existen circunstancias que dan lugar a
dudas justificables” (énfasis agregado).
114. Las disposiciones al mismo efecto han sido adoptadas en territorios que han adoptado
la Ley Modelo UNCITRAL, que incluyen Alemania (sección 1036 del libro 10 del
Zivilprozessordnung), Canadá (artículo 12 del título 1 de la Ley de Arbitraje Comercial
de Canadá, RSC 1985), Bélgica (artículo 1686(1) del Código Judicial Belga), Suecia
(secciones 8 y 9 de la Ley de Arbitraje de 1999) y Austria (sección 588 de la Ley de
Arbitraje Austriaca de 2006). En Suiza, aunque la regla no es parte de la norma legal, la
Institución Arbitral de la Cámara Suiza Ha adoptado la aproximación de la Ley Modelo
en su artículo 9(2) de sus “Reglas Suizas sobre Arbitraje Internacional”.
115. Es consistente con este comparativo que la jurisprudencia inglesa en relación a la
obligación de revelar de un árbitro Se desarrolle como la Corte de Apelación ha
establecido.
f. Resumen sobre la revelación
116. En resumen, o la obligación legal del árbitro de revelar impone un test objetivo. esto
difiere de las reglas de muchas instituciones arbitrales que plantan la mirada en las
percepciones de las partes del arbitraje específico Y preguntan si es que ellas tendrán
dudas justificadas sobre la imparcialidad del árbitro. la obligación legal puede surgir
cuando las materias a ser reveladas no lleguen a ser materias que provocarían que un
observador informado concluya que existe la posibilidad real de falta de falta de
imparcialidad. Es suficiente que las materias sean tales Que son relevantes y
materiales a la evaluación sobre la imparcialidad del árbitro y podrían razonablemente
conducir a las señaladas conclusiones adversas. Sí es qué y hasta qué punto un árbitro
puede revelar la existencia de un arbitraje conexo sin obtener el consentimiento
expreso de las partes de ese arbitraje depende de si es que la información a ser
revelada está dentro de la obligación del árbitro de preservar la privacidad y
confidencialidad y, si lo está, si el consentimiento de la parte relevante las partes
puede ser inferido del contrato teniendo en consideración las costumbres y prácticas
del arbitraje en ese campo.
(iii) Si la falta de revelación puede probar la falta de imparcialidad
117. ¿Es la relación importante para la apariencia de parcialidad? Mr Michael Crane QC en
representación de Chubb correctamente apunta que la desigualdad de conocimiento,
que Halliburton señala como una de sus principales preocupaciones surgida D las
múltiples disputas sobre materias superpuestas con una sola parte en común, genera
una pregunta sobre la justicia de los procedimientos arbitrales, qué puede ser resuelta
con el artículo 24(1)(d)(i) de la ley de 1996 si existe prueba de injusticia sustancial . Tal
es la situación; pero una falta de ese árbitro de revelar otras disputas podría dar pie a
dudas justificables sobre su imparcialidad. concordamos con la opinión de Cockerill J
en PAO Tatneft v Ukraine [2019] EWHC 3740 (Ch), § 57 en que: “La obligación de
revelar se extiende … a materias que pueden no probar al fin y al cabo ser suficientes
para establecer dudas justificadas sobre la imparcialidad del árbitro. sin embargo, una
falta de revelación puede entonces ser el factor en ese ejercicio.”
118. cuando un árbitro aceptado una designación en tales múltiples disputas en
circunstancias que podrían razonablemente dar lugar a dudas justificables sobre su
imparcialidad, oh está al tanto die otras razones que podrían razonablemente dar
lugar a tales dudas, una falta en su deber de revelar esas situaciones a la parte que no
es común a las disputas la priva de la oportunidad de referirse y quizás resolver el
asunto que debió haber sido revelado. la falta de revelación puede demostrar una falta
de interés por los intereses de la parte no común y puede en ciertas circunstancias
calificar como parcialidad aparente.
(iv) El tiempo de la evaluación sobre la necesidad revelación
119. La Corte de Apelación (§ 70) sostuvo que, dado que la revelación era necesaria con
respecto a las circunstancias que pueden llevar a la conclusión de parcialidad
aparente, la pregunta sobre qué es lo que debe ser revelado debe ser considerada de
manera prospectiva. una corte que luego evaluará si es que debió haberse revelado
debe tener en consideración las circunstancias prevalentes en el momento en que el
árbitro adquirió el conocimiento requerido de esas circunstancias y hacer caso omiso
los asuntos que el árbitro no podía conocer en ese momento. concordamos con esa
conclusión. una determinación sobre si el árbitro ha faltado a su deber de revelar sólo
puede ser hecha al referirse a las circunstancias al momento en que la obligación
surgió y durante el periodo en el cual la obligación subsistía. la pregunta sobre sí debió
haber habido revelación no debe ser contestada retrospectivamente al referirse a
materias conocidas por el observador justo informado sólo después de la fecha.
120. La obligación de revelar es un deber continuo y las circunstancias pueden cambiar
antes de la revelación. esas circunstancias pueden agravar una falta precedente de
revelar un tema o, aún si no subsanan toda la falta, Pueden transformar cualquiera
falta continua en un factor menos potente al analizar las dudas justificables de
imparcialidad. Por ejemplo un escenario puede ser que I un árbitro acepta una
designación en una disputa entre A y B; (ii) el árbitro acepta una designación en una
referencia superpuesta de la cual A no es parte pero B sí lo es, Sin revelar la
designación a A En circunstancias en las cual es el árbitro debió haberlas revelado; (iii)
el árbitro Dicta una medida cautelar en la primera disputa que ocasiona que A
cuestione su imparcialidad; (iv) La segunda disputa entonces no procede. las faltas al
deber de revelación en las etapas (ii) y (iii) no hubiesen sido negadas por la
terminación de la segunda disputa, pero evaluar la significancia de las continuas faltas
de revelación luego de la etapa (iv) con respecto a la cuestión de dudas justificables, la
corte deberá tener en cuenta el hecho de que el segundo arbitraje no procedió.
(v) El momento para evaluar la posibilidad de parcialidad
121. ¿Cuál es el momento en referencia al cual la corte debe evaluar la cuestión de posible
parcialidad? esta pregunta es, a nuestro parecer, de central importancia para el
resultado de este recurso. como hemos visto, el artículo 24(1)(a) permite a la corte la
remoción de un árbitro sobre la base de circunstancias existentes que dan lugar a
dudas justificables sobre su imparcialidad. el uso del tiempo presente (“exist 9”) Dirige a
la corte a evaluar las circunstancias tal como existen a la fecha de la audiencia di
solicitud de remoción del árbitro preguntándose si un observador justo e informado,
habiendo considerado los hechos disponibles, hubiese concluido que existe la
posibilidad de que el árbitro esté parcializado.
122. Hay apoyo para esta opinión la jurisprudencia referida a la aplicación del test en otras
circunstancias. En R v Gough [1993] AC 646, Lord Goff of Chieveley señaló (p 670E) Que
la corte había obtenido las circunstancias relevantes “la evidencia disponible,
conocimiento de cuáles no hubiesen estado disponibles a un observador en la corte en
el momento relevante”. En AT & T Corpn v Saudi Cable Co [2000] 2 Lloyd’s Rep 127, la
Corte de Apelación (Lord Woolf MR, Potter y May LJJ) Lidiaron con una solicitud para
remover a un árbitro como presidente de un Tribunal ICC sobre la base de parcialidad
aparente. Lord Woolf en la § 42 su sentencia describió la tarea de la corte de esta
manera:
“la corte considera todo el material que expuesto frente a ella para determinar
si es que existe algún riesgo real de sesgo inconsciente de parte del decidor.
Este es el caso sin perjuicio de sí es un juez o árbitro quién es sujeto de la
presunta parcialidad”. (Énfasis agregado)
La formulación del test por Lord Woolf es previa al refinamiento de Lord Hope de la
fórmula de Lord Goff en Porter v Magill. Pero ese refinamiento no es sustancial para el
argumento por el cual deseamos citar este pasaje. En R (Condron) v National Assembly
for Wales [2006] EWCA Civ 1573; [2007] LGR 87 la corte de apelación (Ward, Wall y
Richards LJJ) se refirió a la anulación de una decisión de permitir una solicitud de
licencia planeamiento suscrita por la Comisión de la Asamblea sobre Decisión y
Planeamiento sobre la base de aparente parcialidad surgida de las declaraciones
hechas por un miembro del comité a un opositor el día antes de la decisión. luego de la
9
Exist = presente, en el original “circumstances exist that give rise to justifiable doubts”
decisión, el opositor a la aplicación se quejó ante la Comisión de Estándares quienes
produjeron un reporte varios meses después que señalaba que no había encontrado
evidencia de parcialidad en la consideración de la solicitud. El juez hizo caso omiso de
la evidencia evaluada por el comisionado de qué había ocurrido en la reunión del
comité, debido a que no había estado disponible a los opositores OA los hipotéticos
observadores en el momento de la decisión. Richards LJ, con quién los otros los Lord
Justices concurrieron, desatendió la opinión del juez y señaló (§ 50):
”la corte debe mirar todas las circunstancias cómo aparecieron los materiales
frente a ella, no solo los hechos conocidos a los opositores o disponibles al
observador hipotético en el momento de la decisión.”
En la § 63 de AT & T Corpn Potter LJ En su sentencia concordante describió la tarea de
la corte como la encarnación de los estándares el observador informado observando
los elementos relevantes en el momento, “lo cual es por supuesto el tiempo en que el
asunto llega frente a la corte”.
123. En el presente recurso la corte de apelación estaba en lo correcto en § 95 de su
sentencia al aplicar el test de parcialidad aparente al preguntarse si: “al momento de la
audiencia para retirar” las circunstancias hubiesen llevado al observador justo
informado a concluir que existía de hecho una posibilidad real de parcialidad.
124. Volvemos nuestra mirada a los dos elementos principales de este recurso.
(vi) Los elementos
a. Primer elemento
125. El primer elemento es si es qué y hasta qué punto un árbitro debe aceptar
designaciones en referencias múltiples relacionadas a la misma o materias
superpuestascon sólo una parte en común sin dar lugar a la apariencia de parcialidad.
126. el arbitraje implica la conferencia de poder jurisdiccional por contrato, a través de un
consenso de las partes a la disputa. dado que es jurisdicción sobre la base de un
contrato, el grado de independencia de los árbitros con respecto de las partes y la
extensión de su conocimiento previo de las circunstancias de un Evento que da pie al
arbitraje o del mercado en el cual las partes litigantes operan puede, sujeto a los
requisitos de la ley de 1996, ser determinado por acuerdo de las partes expreso o
implícito. la ley de 1996 no tiene ninguna disposición que directamente se refiera a la
independencia del árbitro y su conocimiento previo, pero impone la obligación
cardinal de Justicia e imparcialidad. por lo tanto, un árbitro caería en incumplimiento
de los requisitos de la ley de 1996 si su falta de independencia comprometiera sus
deberes de Justicia e imparcialidad.
127. En ausencia de una previsión estatutaria que directamente se refiera a las cuestiones
de designaciones superpuestas, el observador justo informado prestar atención a los
términos del contrato o contratos de los que surge el arbitraje y la matriz fáctica al
referirse al tema. al considerar la matriz fáctica, El observador objetivo tomar en
cuenta ambas las percepciones sobre el rol del árbitro de parte y el hecho que en
ciertos materias especiales y campos del arbitraje existen distintas expectativas sobre
el grado de independencia de un árbitro y los beneficios que se obtiene al tener un
árbitro que está involucrado en varios arbitrajes conexos. el observador objetivo
apreciará que existen diferencias entre, por un lado, arbitrajes, en los cuales existe una
expectativa establecida de que la persona antes de aceptar una oferta de designación
en una disputa revelará designaciones previas relevantes a las partes y se espera de él
que similarmente revele sus designaciones durante el curso de la disputa, y, por otro
lado Arbitrajes en qué, como resultado de las costumbres y prácticas relevantes de la
industria, esas expectativas no surgirán normalmente. el observador objetivo
considera si en estas circunstancias Del arbitraje en cuestión sería razonable esperar
que el árbitro no tenga conocimiento o conexión con la parte común la cual múltiples
disputas le darían.
128. Es claro que arbitrajes interrelacionados que calcen en la descripción del primer
elemento son menos comunes en algunas circunstancias que en otras. Mr Constantine
Partasides QC, quién se presenta en representación de ICC, manifiesta la corte que
tales arbitrajes interrelacionados no son comunes en arbitrajes ICC y por lo tanto
dichas circunstancias podrían dar pie más fácilmente a la apariencia de parcialidad.
GAFTA y LMAA explicaban que múltiples designaciones son comunes en sus campos de
operación: vid. supra § 43 y 44 supra. Hay también evidencia de ARIAS (UK) de tal
práctica en los arbitrajes de reaseguros: § 43 supra. Parece que no es poco común para
un número de arbitrajes relacionados con solicitudes contra diferentes aseguradoras
surgiendo el mismo incidente el comenzar aproximadamente al mismo tiempo y para
el mismo árbitro ser designado respecto de varios de esos arbitrajes: ver, por ejemplo,
Jacobs, Masters and Stanley, Liability Insurance in International Arbitration. The
Bermuda Form, 2nd ed (2011), § 14.32. Cabe resaltar que tanto Halliburton como
Chubb realizaron ese tipo de designaciones con relación al desastre de Deepwater
Horizon. no parece que esta práctica sea inherentemente problemática siempre y
cuando el árbitro pueda comprender cada arbitraje individual de manera objetiva y
con una mente abierta; depende de los hechos de cada caso individual: ver, en
procesos judiciales análogos Locabail (UK) Ltd (supra), § 25 (p 480G-H); Stubbs v The
Queen [2018] UKPC 30; [2019] AC 868, § 16. Mr Crane También cito muchas
apelaciones arbitrales en las cual es la corte o instituciones arbitrales han rechazado
recusaciones pasas en la imparcialidad del árbitro fundadas en su participación previa
contemporánea en arbitrajes conexos.
129. Diferentes prácticas en diversos campos son reconocidas en las directrices de la IBA.
cómo lo señala la LMAA, las directrices de la IBA describen la lista naranja cómo “una
lista NO exhaustiva de situaciones específicas que, dependiendo de los hechos de cada
caso, podrían, desde la perspectiva de las partes, dar lugar a dudas sobre la
imparcialidad o independencia de los árbitros” (énfasis agregado). Las directrices de la
IBA imponen una valla más alta para la obligación de declinar una designación que la
obligación de revelación. la primera requiere la existencia de dudas justificables
(Standard General 2; § 54 supra) Y la segunda solo la posibilidad de dichas dudas
(Standard General 3; § 72 supra).
130. La corte de apelación en la § 53 de su sentencia concurrió con el juez de que el solo
hecho de que el árbitro acepte designaciones a múltiples disputas relacionadas con la
misma o materia superpuestas con sólo una parte en común “no da lugar por sí mismo
a la apariencia de parcialidad”. La corte se refirió a la sentencia de Dyson LJ en AMEC
Capital Projects Ltd v Whitefriars City Estates Ltd [2004] EWCA Civ 1418; [2005] 1 All ER
723, § 20 y 21, en apoyo de la opinión de que algo más, que sea algo de sustancia, se
requiere. No interpretamos de esto que la Corte de Apelación Estoy diciendo que la
aceptación de múltiples designaciones nunca será suficiente por sí mismo para dar
lugar a la apariencia de parcialidad. pero si fue eso lo que quisieron decir,
respetuosamente estamos en desacuerdo, especialmente dado que la inequidad de
conocimiento entre la parte común y la otra parte o partes tiene el potencial de
conferir una ventaja injusta de la cual un árbitro debe estar consciente. Dependerá de
las circunstancias del arbitraje en particular, incluyendo las costumbres y prácticas del
arbitraje en el campo relevante, las cuales deben ser examinadas con detenimiento.
131. Por lo tanto, concordamos con el escrito de la LCIA en qué cuando un árbitro acepta
una designación en múltiples disputas relacionadas a la misma o materia superpuestas
con sólo una parte en común, esto puede, dependiendo de las costumbres y prácticas
dar lugar a la apariencia de parcialidad.

b. Segundo elemento

132. El segundo elemento es sí y hasta qué punto un árbitro puede aceptar múltiples
referencias escritas en el primer elemento sin realizar una revelación a la parte que no
es común. El sistema jurídico inglés no es necesario que los hechos o circunstancias
que serán reveladas causen a un observador justo informado al concluir que existe una
verdadera posibilidad de que el árbitro esté parcializado. basta que pueda
razonablemente causar al observador objetivo el llegar a esa conclusión: ver § 108 y
118 supra. De ello se desprende que la obligación de revelar puede surgir en
circunstancias en las cual es el observador objetivo, informado de los hechos a la fecha
cuando la decisión sobre sí revelar es o debería ser tomada (“la fecha de la
revelación”), Podría razonablemente concluir que existe la verdadera posibilidad de
parcialidad, incluso si en fecha posterior, con el beneficio de la información que no
estaba disponible al momento de la revelación, el observador objetivo concluiría que
no había tal posibilidad real.
133. La falta de relación del árbitro de tales hechos y circunstancias es por sí misma un
factor al cual el observador justo e informado tendría que tomar en cuenta al llega a su
conclusión sobre sí había una posibilidad real de parcialidad. Si es que se necesita tal
revelación dependerá las costumbres y prácticas distintivas del arbitraje en cuestión. la
lista naranja de las directivas de la IBA incluyen las circunstancias de un árbitro qué ha
sido designado como árbitro en dos o más ocasiones dentro de los últimos 3 años por
una de las partes o sus afiliados (§3.1.3 de la Parte II (“Aplicación Práctica de los
Estándares Generales”)). sin embargo, el pie de página número 5 de la § 3.1.3
establece: “Puede ser la práctica en ciertos tipos de arbitraje, tales como el marítimo,
deportivo o arbitraje de commodities, El seleccionar a sus árbitros de pools más
pequeños o especializados de individuos. Si en tales Campos es la costumbre y práctica
de las partes el designar frecuentemente al mismo árbitro distintos casos, no se
requerirá revelación de este hecho, cuando todas las partes en un arbitraje deberían
estar familiarizadas con dicha costumbre y práctica”. § 3.1.5 Esa parte también lista
como una circunstancia qué puede requerir revelación: “el árbitro actualmente sirve o
ha servido en los últimos 3 años, como árbitro en otro arbitraje en un hecho
relacionado una de las partes, o un afiliado de una de las partes”
134. Habrá casos donde la costumbre y la práctica del tipo de arbitraje han creado una
expectativa que niega la necesidad de relación. También puede haber casos donde la
falta de revelación implique poco o ningún peso como en Helow v Secretary of State
for the Home Department (supra), § 58 per Lord Mance. Pero un árbitro no puede ser
totalmente equiparado con un juez: ver § 56-68 supra. Habrá por lo tanto
circunstancias en las cual es un árbitro se encuentra bajo el deber de revelar cuando
un juez no lo estaría.
135. puede haber muchas circunstancias en las cual es la combinación de múltiples
referencias como descritas en el primer elemento y una falta de relación de tales
referencias por parte del árbitro a la parte no común dará lugar a la apariencia de
parcialidad. Esto requerirá que el árbitro se recuse de uno o más de los arbitrajes
relevantes o se enfrente a retiro por parte de la corte. También puede haber
circunstancias en que, debido a las costumbres y las prácticas de árbitros
especializados en campos específicos, tales como el marítimo, deportes y commodities
y quizás otros, tales múltiples designaciones son parte del proceso que es conocido y
aceptado por los participantes. En tales circunstancias no surgiría un deber de
revelación. sino más bien en vez de tener Controversia sobre la existencia o ausencia
de dicho deber mediante la prueba de una costumbre o práctica general en un campo
especializado del arbitraje, puede haber mérito en poner la materia más allá de toda
duda como una manifestación expresa en las reglas o directrices de las instituciones
relevantes. Y, en línea con el principio de autonomía de las partes, la parte en un
arbitraje puede pactar limitar la obligación de revelación del árbitro.
136. La respuesta al segundo elemento, por lo tanto, salvo que las partes del arbitraje
partido contrario, es que los árbitros tienen una obligación legal de revelar los hechos
y circunstancias qué pueden o podrían razonablemente dar lugar a la apariencia de
parcialidad. el hecho que un árbitro haya aceptado designaciones en múltiples
disputas relacionadas con la misma materia superpuesta con sólo una parte en común
es un asunto qué debería ser revelado, dependiendo de las costumbres y prácticas en
el campo relevante. En casos en los que la revelación es pertinente, la aceptación de
esas designaciones y la falta del árbitro de revelar las designaciones asumidas en
combinación pueden válidamente dar lugar a la apariencia de parcialidad.
(vii) Debe revelarse las múltiples designaciones en el contexto de los arbitrajes
Bermuda Form?
137. En mi opinión bajo la ley inglesa múltiples designaciones (tal como están escritas en el
primer elemento (§ 2) deben ser reveladas en el contexto de un arbitraje Bermuda
Form Si no existe un acuerdo en contrario entre las partes a quienes se debe hacer la
revelación. a diferencia de en arbitrajes GAFTA y LMAA, no ha sido demostrado que
exista una costumbre o práctica establecida en el caso de arbitrajes Bermuda Form por
la cual las partes hayan aceptado que un árbitro puede recibir tales múltiples
nominaciones sin revelar. eso no es sorprendente dado que el solicitante en esos
arbitrajes puede no ser un jugador repetido mientras que la aseguradora es mucho
más probable de serlo.
138. la necesidad de revelar puede ser ilustrada por las circunstancias de este caso las
cuales discutiremos con mayor detalle la próxima sección. En resumen, ante una
designación como árbitro en la disputa 1, Mr Rokison Se volvió sujeto de los deberes
estatutarios señalados en el artículo 33 de la ley de 1996, de actuar justa e imparcial
mente en la conducción del procedimiento, en las decisiones procedimentales y de
evidencia y en el ejercicio todos los poderes conferidos para él ( § 49 supra). Esas
obligaciones eran debidas tanto a Halliburton cómo a Chubb. una de las reclamaciones
de Halliburton (§41 supra) la información relevante y la oportunidad para la
comunicación con el árbitro común estaban disponibles para Chubb en la disputa 2
que no estaban disponibles para Halliburton. no estando conscientes de la designación
en la disputa 2, Halliburton no era capaz de determinar si es que y hasta qué punto
Este hecho significaba una injusticia y cómo responder a dicha designación. La
designación en la disputa 2 tenía el potencial de dar lugar a una injusticia, a la cual
Halliburton no tendría oportunidad de responder. la falta de esa oportunidad, Señala
Halliburton, podría calificar como apariencia de parcialidad. estamos de acuerdo.
(viii) Aplicación a los hechos del caso
139. Antes de aceptar su designación por el juzgado superior, Mr Rokison reveló su previo
involucramiento en un arbitraje relacionado con Chubb, incluyendo aquellos en los
cuales fue designado por Chubb. el juzgado superior dos designó a la disputa 1 en
contra de los deseos de Halliburton, pero como uno de los nominados de Chubb. la
decisión de la corte de designar a Mr Rokison, Quien no fue recusado, significa que el
deseo de Halliburton detener a otra persona como presidente del Tribunal arbitral es
de poca si alguna relevancia en el análisis objetivo de la reclamación de Halliburton
con respecto a la apariencia de parcialidad.
140. Cuando a Mr Rokison se le ofreció las designaciones por parte de Chubb como árbitro
de parte en las disputas 2 y 3, él reveló su designación en la disputa 1 a las partes en
esos arbitrajes. Transocean no se puso. la designación en la disputa 2 fue hecha
aproximadamente 6 meses después de que el magistrado Flaux lo nombrara como
tercer árbitro en la disputa 1 y la designación en la disputa 3 fue más de un año
después del nombramiento por la corte. Estando así las cosas, el observador objetivo
al momento de cada una de las siguientes designaciones esperaría que la audiencia
sustantiva en la disputa 1 preceda aquellas en las disputas 2 y 3.
141. cada una de las disputas surgió del desastre de Deepwater Horizon y se refería A la
responsabilidad de una aseguradora de indemnizar a una parte relacionada con el
desastre que había llegado a acuerdos. no queda claro si a la fecha de su aceptación de
la designación en la disputa 2 en diciembre del 2015, Mr Rokison habría sabido del
grado de superposición qué surgiría entre la disputa 1 y la disputa 2. No la mayoría de
las circunstancias de trasfondo del desastre serían incontrovertidas, pero no queda
claro si es que las diferentes circunstancias de los dos acuerdos, incluyendo el hecho
de que uno resultará anterior y el otro posterior a la Sentencia Federal, hubiese sido
aparente. Incluso si dicha información estaba disponible entonces, no hay ninguna
sugerencia de que, a la fecha de la designación en la disputa 2, el tema preliminar qué
subyacía a la reclamación de Transocean sobre indemnización había sido identificado
Como una característica que distinguía a la disputa 2 de la disputa 1
142. la posibilidad de que la parte común a dos arbitrajes superpuestos puedo obtener una
ventaja sobre su contraparte en uno u otro de los arbitrajes por tener acceso a
información sobre las respuestas del árbitro común a la evidencia o los argumentos
presentados En el arbitraje qué ha iniciado primero puede ser visto fácilmente como
una causa de preocupación a la otra parte en el arbitraje donde la evidencia y los
argumentos legales son oídos después. Es por ello que, en una solicitud al amparo del
artículo 18 de la ley de 1996, el magistrado Leggatt rehusó designar cómo tercer
árbitro en dos arbitrajes conexos a una persona que había sido designada tercer
árbitro en un arbitraje superpuesto previo, Sosteniendo que habría una preocupación
legítima de qué el árbitro estaría influenciado por los argumentos y evidencias en el
primer arbitraje: Guidant LLC v Swiss, In re International SE [2016] EWHC 1201
(Comm); [2016] 1 CLC 767.
143. 143. En el presente caso, existencia de posibles arbitrajes superpuestos con sólo una
parte en común no necesariamente causarían que el observador justo informado
concluía que existía la posibilidad real de parcialidad, cuando se analiza a la fecha de la
designación en la disputa 2. Pero sí Halliburton hubiese estado consiente la
designación en la disputa 2, podría haber tenido una preocupación sobre la equidad de
su arbitraje por la disparidad de conocimiento y oportunidades para comunicarse con
el árbitro establecidas en § 41 supra. dichas circunstancias podrían razonablemente
causar que el observador objetivo considere el asunto en ese momento y concluye que
había una posibilidad real de parcialidad. las circunstancias eran tanto relevantes y
materiales a este análisis.
144. Hemos establecido en el §27 supra, el hecho de que Halliburton no había revelado
formalmente su designación del profesor Park entre los arbitrajes surgidos del
incidente Deepwater Horizon y la idea de que el hecho de que el profesor Park fuera
un árbitro de parte en vez del presidente del Tribunal Es una diferencia significativa de
la oposición de Mr Rokison. como ya hemos dicho, esa es una distinción que el sistema
jurídico inglés reconozca como sustento para dispensar al árbitro de parte de la
obligación revelación. el desacuerdo entre las personas involucradas en arbitraje
internacional con respecto al rol del árbitro de parte es una circunstancia que apunta
así la relación de tales múltiples nominaciones; no provee amparo para la falta de
revelación.
145. estamos convencidos de que Mr Rokison si encontraba bajo el deber legal de revelar
su designación en la disputa 2 a Halliburton debido que al momento de esa
designación la existencia de potenciales arbitraje superpuestos con sólo una parte en
común era una circunstancia que razonablemente podría dar lugar a la posibilidad de
parcialidad.
146. en mi opinión la revelación en tales circunstancias debió incluir (i) la identidad de la
parte común qué buscaba la designación del árbitro en la segunda disputa (ii) si es que
la designación propuesta en la segunda disputa por la parte común Era como árbitro
de parte o una nominación para la designación por una corte o un tercero (iii) Una
declaración del hecho que la segunda disputa surgió del mismo incidente. La
revelación de esta información afectaría la privacidad de la segunda disputa en lo
referido a la identidad de la parte en común y el prospecto de su participación en un
arbitraje conexo serían revelados, Pero el deber de privacidad y confidencialidad de un
árbitro no debe evitar tal relación dado que uno puede inferir el consentimiento para
ese nivel de revelación: ver § 78 -98 supra. una declaración de alto nivel sobre si
asuntos similares son probables, tales como la que Mr Rokison le dio a Transocean
cuando reveló adecuadamente su previa participación en arbitrajes relacionados con
Chubb incluyendo en un arbitraje acerca del incidente Deepwater Horizon (§ 98 supra),
tampoco implicaría una violación del deber del árbitro de privacidad y
confidencialidad. sí mayor información tuviera que ser impartida para conseguir una
relación adecuada o satisfacer a Halliburton de que la designación en la disputa 2 no
era un problema, Mr Rokison pudo haber obtenido el consentimiento expreso de
ambas partes en la segunda disputa para revelar.
147. la falta de revelación con respecto a sus designaciones en la disputa 2, que
potencialmente se superponía con el arbitraje con sólo una parte en común, pon una
vulneración de su obligación legal de revelar. sin mayor información que la que
discutimos líneas abajo, somos de la opinión que un observador justo e informado,
cielo ella hubiera considerado la cuestión en la fecha aproximada de la aceptación de
la designación a la disputa 2, Abrir concluido que existía una verdadera posibilidad de
parcialidad. pero no es necesario expresar nada opinión concluida sobre este tema
dado que no es el momento correcto para hacer esa pregunta.
148. a la fecha de la audiencia para la remoción en enero de 2017 Mr Rokison había dado
una explicación de su falta de revelación sobre las disputas 2 y 3. los abogados de
Halliburton aceptaron esta explicación te falta de atención como genuino y no
objetaron su declaración de que creía que no existía superposición material entre las
disputas. Chubb también señala que la disputa 2 venia aproximadamente 6 meses
detrás de la disputa 1 y sugiere qué es más probable que Transocean en vez de
Halliburton tuvieran razones para preocuparse acerca de un arbitraje fungiendo como
ensayo para un arbitraje posterior.
149. habiendo atendido las circunstancias conocidas por la corte a la fecha de la audiencia
de primera instancia, no estamos persuadidos de que un observador justo informado
hubiese inferido del descuido que existía una verdadera posibilidad de sesgo
inconsciente por parte de Mr Rokison. Primero, parece haber habido una falta de
claridad en la jurisprudencia inglesa con respecto a si existe una obligación legal de
revelar y si la revelación era necesaria; Esto se puede observar de la sentencia de
primera instancia del capaz y experimentado juez comercial. Segundo, la línea de
tiempo de las tres disputas puede explicar por qué Mr Rokison vio la necesidad de
revelar la disputa 1 a Transocean, pero no identificó la necesidad de decirle a
Halliburton acerca de la disputa 2. Tercero, su respuesta mesurada a la robusta
recusación de Halliburton revela que es probable que las disputas 2 and 3 fueran
resueltas en las cuestiones preliminares y que no habría ninguna superposición en
evidencia o aumentos legales entre ellas y la disputa 1. dado que el Tribunal arbitral
había sostenido audiencias sobre las cuestiones preliminares en noviembre del 2016,
Mr Rokison abrir estado consciente de su probable decisión cuando mantuvo
correspondencia con K & L Gates en diciembre del 2016 y enero de 2017 (§ 19- 22
supra). De hecho, los laudos emitidos el 1 de marzo del 2017 revelan que su discreta
predicción era correcta. si ese hubiese sido el resultado de las cuestiones preliminares,
también había ofrecido considerar su renuncia a las disputas 2 y 3. como resultado de
la respuesta de Mr Rokison, no había probabilidad de que Chubb obtuviera ninguna
ventaja por razón de las disputas superpuestas. Cuarto, no cabe duda de que Mr
Rokison no habiendo recibido ningún beneficio financiero secreto en este caso; sí tal
objeción fuera válida significaría que todo arbitro de parte recibe un beneficio
descalificante. en ese sentido concordamos Con la corte de apelación en § 82 de su
sentencia y con el magistrado Popplewell en la § 20 de su sentencia. Quinto, estamos
convencidos de que no hay base para inferir un sesgo inconsciente en la forma de
mala fe inconsciente en respuesta a la robusta recusación que K & L Gates planteó en
representación de Halliburton. como señaló el magistrado Popplewell (en § 56 de su
sentencia), este respondió en una manera Cortés temperada y justa y no existe
evidencia de que mantenga ningún tipo de resentimiento hacia Halliburton como
resultado.
150. por lo tanto, por razones que difieren en parte de las Cortes previas, estamos
satisfechos el magistrado Popplewell y la Corte de Apelación están en lo correcto al
sostener que un observador justo e informado, viendo hacia los hechos y
circunstancias que serían conocidos en la fecha de la audiencia de enero del 2017, no
concluiría que existe ninguna posibilidad real, o en palabras del artículo 24(1)(a) la ley
de 1996, que existan circunstancias que den lugar a dudas justificables sobre la
imparcialidad de Mr Rokison. la apelación por lo tanto no procede.

Resumen de la ley
151. la obligación imparcialidad principio cardinal de la ley de arbitraje y en el sistema
judicial inglés la obligación D imparcialidad aplica igualmente a los árbitros de parte y
los árbitros designados por acuerdo de los árbitros de parte, pon institución arbitral, o
por las Cortes. (§ 49 y 63)
152. El análisis de un observador justo e informado sobre si existe una posibilidad real de
parcialidad es un análisis objetivo que tome en consideración la realidad del arbitraje
internacional hemos discutido en § 56-68 supra, y las costumbres y prácticas de los
campos relevantes del arbitraje. puede existir circunstancias en que la aceptación de
designaciones en múltiples disputas relacionadas con la misma materia o materias
superpuestas con sólo una parte en común puede razonablemente causar que el
observador objetivo concluye qué existe la real posibilidad de parcialidad. si es que el
observador objetivo llegara a esa conclusión dependerá de los hechos del caso
particular y especialmente de las costumbres y prácticas en el campo relevante del
arbitraje. (§ 127-131)
153. Cuando, como en el contexto del arbitraje de Bermuda Form, dichas circunstancias
pueden razonablemente dar lugar a la conclusión por parte de un observador objetivo
que existía la verdadera posibilidad de parcialidad, el arbitro Está bajo la obligación
legal de revelar dichas designaciones, salvo que las partes al arbitraje pactaran lo
contrario. (§ 76- 81, 132-136)
154. La obligación legal de relación, qué es un componente de la obligación estatutaria del
árbitro de actuar de manera justa e imparcial, no se superpone al deber de privacidad
y confidencialidad en el sistema jurídico inglés; pero, salvo acuerdo contractual que
restrinja o prohíba la revelación o reglas vinculantes que tengan un efecto distinto, La
revelación de información de la naturaleza descrita en la § 146 supra puede ser hecha
sin necesidad de obtener el consentimiento expreso de las partes al arbitraje relevante
dónde el consentimiento necesario se puede inferir. dicho consentimiento puede ser
inferido del mismo convenio arbitral en el contexto de la práctica en los campos
relevantes. (§ 76-81, 88- 104, 146)
155. Una falta de revelación de un árbitro en las circunstancias descritas en la §153 supra Es
un factor a tener en cuenta por parte del observador justo e informado al evaluar si es
que existe la posibilidad real de parcialidad. (§ 117-118)
156. El observador justo informado al evaluar si es que el árbitro ha faltado a su obligación
de revelar debe tener en consideración los hechos y circunstancias como y desde la
fecha en que la obligación surgió. (§ 119-120)
157. El observador justo informado evalúa si es que existe una verdadera posibilidad de que
el árbitro esté parcializado al referirse a los hechos y circunstancias conocidos a la
fecha de la audiencia para retirar al árbitro. (§ 121-123)

Conclusión
158. Denegamos el recurso.

LADY ARDEN:
159. Las partes intervinientes han provisto tan considerable cuerpo de escritos y materiales,
conteniendo tal riqueza de conocimientos, Hola que es casi imposible capturar todos
los argumentos hechos en una sola sentencia o más de una. concuerdo con la decisión
de Lord Hodge, Pero hay algunos otros puntos en los que me gustaría ahondar que, a
mi parecer, refuerzan las conclusiones generales que está corte ha alcanzado, o en la §
164, 171, 185 y 188, para aclararla.
Revelación una obligación secundaria surgida de un deber primario de imparcialidad
160. En mi opinión de los temas ella utilice car las características particulares de la
obligación de revelación. no es una obligación incondicional, o un deber en el sentido
usual de la palabra, sino una parte de una visión más grande. El deber no es una
obligación primaria. La principal obligación es actuar de manera justa e imparcial como
árbitro (artículo 33 de la ley de arbitraje de 1996) (“la ley de 1996”), citado en la § 49
supra). Un árbitro que actúa con sesgos reales o aparentes no actúa con imparcialidad.
Cómo se explica a continuación, para quitar cualquier duda sobre los sesgos aparentes,
el árbitro querrá revelar temas a las partes puntos es de esa consecuencia del deber
de imparcialidad que el deber de revelar se entenderá emanado, pero no es
independiente y autónomo.
161. La corte de apelación describe el deber como una obligación legal y Lord Hodge ha
dejado en claro que es una obligación legal porque está implícita (si bien no expresa)
en el contrato entre todas las partes de un arbitraje cuando el árbitro designado.
Existe espacio para el debate sobre si es un deber del todo en el en sentido estricto . la
obligación sólo surge si el árbitro quiere conseguir una próxima designación en un
arbitraje distinto. La pregunta sobre sí existe entonces un deber en el sentido estricto
o no es análoga al debate en el derecho sobre los fiduciarios con respecto a si un
fiduciario tiene una obligación de no tener conflictos de intereses o solamente se
deshabilita la calidad fiduciaria cuando suscribe una transacción en la que tiene un
conflicto de interés, de manera que la transacción que suscribe es pasible de ser
anulada y él o ella deberán responder por las por las ganancias que obtiene. Lord
Hodge y yo, como colegas Law Commissioners, Dirigimos la atención este debate en el
contexto de los directores de compañías (Company Directors: Regulating Conflicts of
Interest and Formulating a Statement of Duties (1998) (Law Commission Consultation
Paper No 153; Scottish Law Commission Paper No 105, § 11.13)). Pero Sir Robert
Megarry V-C in Tito v Waddell [1977] Ch 106, 248 Sí y otros han opinado sobre este
tema como esencialmente 1 de clasificación y efectivamente la Law Commissions pasó
a recomendar que El Parlamento debe emitir una declaración de deberes. El
Parlamento emitió una declaración que incluye el deber de evitar conflictos de
intereses y el deber de revelar intereses de los cual es el director es consciente en un
contrato propuesto en la sección 175 y 177 de la ley de Compañías del 2006. Por lo
tanto yo también estoy satisfecha de referirme a ella como un deber de revelar (con
las características especiales ya mencionadas).
162. En lo que se refiere al deber de revelar, resulta interesante que el artículo 177(5) de la
ley de Compañías del 2006 Establezca que un director debe presumirse como
consciente de temas “de los cuales debe estar razonablemente consciente”. Si bien
estoy de acuerdo con Lord Hodge (§ 107 supra) en qué está corte debería dejar abierta
la cuestión sobre qué averiguaciones debe realizar un árbitro sobre conflictos de
intereses, la formulación en esta subsección me parece un principio ineludible, y
puede resultar de gran ayuda para guiar a los árbitros. Agregaría que la conclusión de
que, por disposición de la ley, en Inglaterra y Gales un árbitro debe ser tratado como
consiente de un conflicto de intereses del cual no está fácticamente consiente, llevaría
– aparentemente – a la norma inglesa y galesa más allá de la escocesa, que parece
requerir conciencia fáctica (ver § 112 supra). Ello confirmaría el tino del Parlamento
cuando emitió la ley de 1996 dejar los temas tales como este en manos de la rama
judicial en vez de codificarlos en la legislación. al disponer este desarrollo judicial, la
jurisprudencia de Inglaterra y Gales puede seguirle la carrera a la evolución. Puede
tomar en cuenta los estándares en desarrollo y las expectativas en el derecho Del
arbitraje comercial internacional en particular.
163. El debate al cual me he referido puede tomar en consideración cualquier resistencia en
el derecho del arbitraje inglés a referirse al deber de revelar pero no me queda dudas
de que la ley en Inglaterra y Gales es rigurosa en su aproximación con respecto a la
parcialidad y los conflictos de interés del árbitro. asegurar la imparcialidad es un
principio elemental de nuestro derecho arbitral. De hecho, tal como respaldo a la
opinión manifestada por el profesor McKendrick y otros que las Cortes deben estar
particularmente conscientes de estos hechos en relación a los arbitrajes que tienen
lugar en privado y sujeto a estrictas obligaciones de confidencialidad (Ewan
McKendrick, chapter 4: Arbitrations, Multiple References and Apparent Bias: A Case
Study of Halliburton Co v Chubb Bermuda Insurance Ltd (2018), in Axel Calissendorff
and Patrik Schöldstrom (eds), Stockholm Arbitration Yearbook 2019, Stockholm
Arbitration Yearbook Series, Volume 1 (Kluwer Law International; Kluwer Law
International (2019), pp 55-68, ver también Paul Stanley QC, Haliburton v Chubb, 9
May 2018 pp 4-6 y Julia Dias QC Resignation in the Face of Confidentiality? (2020) TDM
2).
164. Recomendaría proceder con cautela frente a la conclusión de la Corte de Apelación
(sentencia § 77) que la sola aceptación de múltiples designaciones en el sentido
descrito líneas arriba no da lugar a una apariencia objetiva de aparente parcialidad. La
corte de apelación considera que, a pesar de que existe el riesgo de que un árbitro
pueda adquirir información privilegiada en un nuevo arbitraje, algo más, qué debe ser
de sustancia, se requiere para establecer la aparente parcialidad. en su laudo, un
árbitro recibe la confianza decidir el caso solo en base a la evidencia y otros materiales
puestos antes sí en la disputa en cuestión (sentencia, § 51, 86). A mi parecer, salvo que
el arbitraje sea uno en el cual es aceptada la práctica de dispensar la necesidad de las
partes de consentir las designaciones subsiguientes, un árbitro debe proceder sobre la
base de que la propuesta de asumir subsiguientes designaciones, relacionadas a una
parte común y a una materia superpuesta (En tanto surge del mismo evento) es muy
probable que requiera la revelación de potenciales conflictos de interés. El hecho de
que a un árbitro pueda confiársele el decidir un caso sobre la base de la evidencia no
es una respuesta completa a las objeciones de desigualdad de armas y asimetría
material de información formuladas por Halliburton Halliburton (ver § 41 y 142 supra).
Mas aún, como señala Paul Stanley QC en la p 18 del artículo precitado, esta confianza
puede no trasladarse con facilidad a las partes en el arbitraje que están familiarizadas
con otros sistemas legales.
165. El hecho de que el artículo 24 de la ley de 1996 (establecido en la § 50 supra) requiere
que la cuestión te remoción sea analizada en la fecha de la audiencia (para cuándo la
materialidad de la no revelación puede haber cambiado) debe ser atribuida al deseo
de la legislatura de mantener un balance entre las partes y de asegurar la remoción,
con todas sus consecuencias, ocurra sólo cuando la falta de relación ha Sido sustancial.
es comprensible qué legislador no deseara el artículo 24 genere satélite de litigación
que puedan negar el laudo qué ha sido debidamente emitido. El balance alcanzado en
el artículo 24 también puede ayudar a mitigar el riesgo de cualquier falta de
experiencia de los árbitros que decidan elegir las partes debido a las dificultades
referidas a revelar las posibles designaciones, Pero de hecho no hay evidencia de que
exista dicha falta de experiencia. El ejercicio de balance se debe ejecutar con las
realidades comerciales en mente, incluyendo el hecho de que las partes que utilizan el
arbitraje deben esperar que los árbitros asuman otras designaciones para adquirir la
experiencia necesaria. Por otro lado, esas futuras designaciones deben ser
consistentes con las obligaciones del árbitro en el arbitraje vigente.
166. Al igual que Lord Hodge, Yo también le atribuyó considerable importancia a los
principios establecidos en el artículo 1 de la ley de 1996 (establecido en la § 47 supra).
es inusual que el Parlamento establezca principios de esta forma. están expresados a
manera de principios fundacionales (“Las disposiciones desde título en la ley están
fundamentadas en los siguientes principios ... “). (Las disposiciones de la ley de 1996,
aparte del título I, contienen un limitado número de disposiciones, por ejemplo, para
la protección de consumidores y cumplimiento del laudo, para lo cual sería
impertinente aplicar los principios del título I) El título primero debe, por lo tanto,
guiar el desarrollo de la ley de arbitraje. el segundo y tercer principio refuerza
autonomía de la parte en el arbitraje, el cual es un importante, aunque naturalmente
no ilimitado, principio.
Revelación: cimentada tanto el contrato designación como el artículo 33
167. concuerdo con Lord Hodge establecer la base del deber de revelación en tanto el
contrato designación y el artículo 33 de la ley de 1996. A mi juicio, mientras el artículo
33 debe informar los términos de designación del árbitro, su obligación está bien un
término implícito su designación (si no ha sido efectivamente expresado). un árbitro al
aceptar una designación cae bajo la obligación ante todas las partes de observar su
deber a lo largo de su función. Además, en mi opinión, en la posiblemente improbable
circunstancia de que a este no se le ha pedido ninguna garantía previa hacer
designado, debe ser Implícito en la designación de un árbitro que ese arbitro no tiene
conflictos deber a la fecha de su designación qué le prevengan, ya de actuar del todo,
o lo vuelvan pasible de ser separado, en el caso posterior salvo las partes decidieran
dispensar el conflicto. La dispensa requiere el consentimiento adecuadamente
informado, y, por lo tanto, revelación del conflicto de intereses. El contrato de
designación da origen a un contrato con todas las partes del arbitraje.
168. Al cimentar el deber tanto en el artículo 33 y el contrato de designación, hay una clara
base legal para la conclusión de Lord Hodge, con la cual también concurro, de que las
partes pueden dispensar cualquier objeción a un conflicto de interés. En teoría al
menos, también pueden establecer limitaciones para la aceptación de futuras
designaciones por parte del árbitro y el procedimiento que debe seguir si lo desea. La
aproximación basada en el contratio también evita el problema, al cual las partes
llamaron la atención, de que el artículo 33 en estricto se aplica solo al tribunal y no a
un árbitro. El término se aplicará, entonces, a la persona que acepte designaciones
sobre intereses que adquirió antes de la designación, al igual que aquellos que
adquirió después. No es necesario referirse al caso de una persona que recibe una
oferta de designación, pero esta no se concreta por la razón que fuere debido a que
los temas en este recurso no se refieren a esa situación.
169. Es una preocupación de que el deber de revelar no acarrea una sanción si se realiza
una solicitud a la corte de no revelación por parte del árbitro y ésta falla (ver § 111
supra. Opino que esta afirmación es desacertada. Aún sería una violación de los
términos de la asignación con tales consecuencias, sin ninguna, entrando la ley de
contratos escribe. Además, una persona puede cometer una violación de contrato sin
incurrir en daños, y la situación postulada cae en esa categoría.
Revelación: no disponible conflictos de intereses incompatibles
170. quiero enfatizar el punto que Lord Hodge señala (ver § 108 supra) Que la relación es
solamente una opción si el conflicto de intereses no es 1 qué prevendría el árbitro de
cumplir con su deber de imparcialidad en el arbitraje vigente y por lo tanto actuar del
todo. Claramente, habiendo aceptado el primer arbitraje, El árbitro no puede después
ir y aceptar otros arbitrajes en esas circunstancias. Nos convoca la situación en qué el
árbitro desee aceptar otras designaciones, pero, como un acto de buena práctica y
cautela, desee dar a las partes la posibilidad de decidir si esto crea un conflicto de
intereses que las partes no desean dispensar (Lord Hodge argumenta algo similar en la
§ 79 supra). Por partes, me refiero a las partes del arbitraje vigente y las del arbitraje
propuesto.
Revelación que involucra más de una forma de arbitraje
171. como corolario, quiero señalar que los arbitrajes que dan lugar a un potencial conflicto
pueden diferir. El arbitraje vigente puede ser un arbitraje Bermuda Form, pero el
segundo puede ser un arbitraje ad hoc de otro tipo. a diferencia de Lord Hodge,
encuentro difícil, por lo tanto, limitar qué se dice en este caso solo a los arbitrajes
Bermuda Form (ver, por ejemplo, § 104 supra), y no a otros arbitrajes a Dogs o
aquellos realizados con reglas institucionales que no contiene una disposición
relevante. los arbitrajes bajo reglas institucionales, tales como las reglas de la LCIA,
pueden involucrar sus propias reglas en lo relacionado a la revelación de intereses
convirtiendo en innecesaria la necesidad de considerar la posición de la Ley General, y
así por conveniencia y sin menospreciar su importante rull en el arbitraje comercial
internacional los dejo de lado en este punto.
Revelación de múltiples designaciones
172. Como Lord Hodge sólo consideró conflicto de interés que surgen porque el árbitro es
propuesto aún arbitraje futuro en el cual una de las partes en el arbitraje vigente
también una parte y que surge del mismo evento con la alta probabilidad de que los
temas sean los mismos o similares (ver, por ejemplo, § 61 supra). Tal designación es
muy probable de generar una potencial disparidad de armas y una asimetría de
información sustancial. en principio las partes tanto del arbitraje vigente como de él
propuesto deben obtener la chance de oponerse a la aceptación del árbitro. Y si hay
más de un arbitraje vigente en el cual surge el conflicto, deberá – de ser necesario –
revelar las partes en esos arbitrajes también.
Confidencialidad – un término implícito importante
173. Existe un término implícito sobre confidencialidad en convenio arbitral qué vincula al
árbitro: ver Ali Shipping Corpn v Shipyard Trogir [1999] 1 WLR 314 y cf Emmott v
Michael Wilson & Partners Ltd [2008] EWCA Civ 184; [2008] Bus LR 1361, citado por
Lord Hodge en la § 83 supra.
174. la confidencialidad de gran importancia para las partes dado que les permite resolver
su controversia sin el riesgo de publicidad comercialmente perjudicial, lo cual hacia el
arbitraje un proceso atractivo de solución de controversias para agentes comerciales
(ver § 57 y 83 supra). las partes pueden incluso aumentar las obligaciones de mantener
la información confidencial en los términos de las órdenes que los árbitros deberán
suscribir y en el propio acuerdo de arbitraje. los reglamentos institucionales que se
aplican arbitraje pueden también contener disposiciones sobre la responsabilidad de
las partes y los árbitros en los arbitrajes sujetos a dichos reglamentos. La exposición de
motivos del DAC (ver sub sección 57 supra) ponían énfasis en la importancia de la
confidencialidad, y, para actualizar el asunto, también se enfatiza en los escritos
presentados en este caso. Así, por ejemplo, la LMAA señala: “La LMAA cree que los
usuarios de arbitraje marítimo ad hoc particularmente valoran la confidencialidad.
Cualquier nueva regla general sobre revelación de información confidencial dispuesta
por el sistema jurídico inglés en contra de los deseos de las partes corre un serio riesgo
de perjudicar el atractivo de Londres como la principal sede de arbitraje marítimo” (§
22)
175. El término implícito sobre la confidencialidad Es independiente del término implícito
referido aquel árbitro debe cumplir con el deber de imparcialidad. es realmente un
término autónomo - Tanto así que los escritos de las partes y las audiencias de este
recurso no incluyen escritos sobre el efecto de la revelación en las obligaciones de
confidencialidad. esos escritos solo se concretaron después cuando las partes y los
interventores amablemente proveyeron mayores argumentos cuando fueron
solicitados por la corte.
176. No toda la información acerca de un arbitraje confidencial. Alguna información puede,
por ejemplo, ya ser parte del dominio público.
177. el principio de confidencialidad no fue codificado en la ley de 1996 (ver § 85 supra).
esto se debe a que era muy difícil alcanzar una formulación estatutaria “a la luz de ‘la
tonelada de excepciones’ Y calificaciones que habría qué seguir”: ver Department of
Economics, Policy and Development of the City of Moscow v Bankers Trust Co [2004]
EWCA Civ 314; [2005] QB 207, § 3. en esas circunstancias, el DAC concluyó que las
Cortes deberían continuar con la libertad de determinar las implicancias “con una
aproximación pragmática caso por caso”.
178. La corte de apelación considera que la revelación que el árbitro tuvo que haber hecho
debía ser “interpretada como una excepción a tal deber, un deber que es reconocido
como no absoluto” (§ 91)
179. Ok claro si la corte de apelaciones se refería aquí a una excepción existente o estaba
creando una nueva. la excepción actual a la confidencialidad es más
convencionalmente establecida en la sentencia de Lawrence Collins LJ, cómo entonces
era, con quién Carnwath y Thomas LJJ (cómo entonces eran) concurrieron en el caso
Michael Wilson & Partners Ltd. Lord Hodge establece los pasajes relevantes en la § 85
de su sentencia y por lo tanto no necesito establecer los nuevamente.
180. solo me concierne la cuestión de confidencialidad de la revelación de alto nivel
descrita por Lord Hodge en la sub sección 146 supra. la revelación no calza, en mi
parecer, dentro de las excepciones existentes a la confidencialidad señaladas por
Lawrence Collins LJ. la revelación de información que surge sustancialmente de la
decisión voluntaria del árbitro dio obtener futuras designaciones (versus 160 supra), y,
como resultado de eso, no considero que tal revelación pueda calzar dentro de las
protecciones del legítimo interés. La LCIA sugieren paréntesis que las excepciones
disponibles a una parte arbitral si extienden “lógicamente” al árbitro pero eso parece
ser sobre la base de las excepciones del legítimo interés. no existe consentimiento, ni
orden judicial, y no hay interés público que ordene la relación porque la revelación
está motivada por el deseo del árbitro de obtener futuras designaciones.
181. Más aún, ni la corte de apelación ni el juez de primera instancia hallaron que hubiera
ninguna costumbre acerca de qué puede ser revelado por un árbitro o un posible
árbitro sin el consentimiento de las partes (sobre cómo se prueba una costumbre, ver
de manera general, Baker v Black Sea & Baltic General Insurance Co Ltd [1998] 1 WLR
974).
182. Sobre la práctica que se queda corta de las costumbres, Hola esto necesariamente
tendría que incorporar en los términos sobre los cual es el árbitro actúa de manera
expresa o implícita. Yo, por lo tanto, dejo de lado a los arbitrajes de GAFTA y LMAA
dado que en esos arbitrajes se ha dicho que existe una práctica aceptada bajo la cual
los árbitros pueden aceptar múltiples designaciones sin el consentimiento de las
partes de los arbitrajes concurrentes previos.
183. más aún, cuando la información es revelada por una parte en su nombre, entonces en
el caso usual esa parte puede entenderse que ha consentido a la revelación de la
información y que ha dispensado cualquier obligación de confidencialidad debida a si
misma. Dicha parte no puede dispensar las obligaciones de confidencialidad debidas a
otras partes.
184. por lo tanto, en mi opinión, no existe necesidad en general, de acuerdo con la corte de
apelación, de buscar – o crear - una excepción Hola confidencialidad relacionada la
información señalada en la lista presente en la § 146 supra. la razón principal es que
las otras partes, a quienes no se les ha pedido el consentimiento para revelar, no han
sido nombradas. esta conclusión es apoyada por los comentarios citados por las partes
(ver, por ejemplo, Derains & Schwartz, A Guide to the ICC Rules of Arbitration, 2nd ed
(2005), pp 135-136 n70 (“Derains/Schwartz”) “En general posible, sin embargo, para
los árbitros revelar relaciones concernientes a otros arbitrajes de tal manera que
eviten infringir cualquier obligación de confidencialidad que puede ser debida a las
partes con respecto del mismo.”) Jeffrey Waincymer, “Part II: The Process of an
Arbitration, chapter 5: Selection, Challenge and Change of Arbitrators” in Procedure
and Evidence in International Arbitration p. 313 (“La mayoría de tales casos una
descripción cuidadosa de la naturaleza los eventos previos sin identificar las partes
debe ser suficiente para satisfacer ambas obligaciones [revelación y confidencialidad]
concurrentemente.”). Mauro Rubino-Sammartano, “chapter 11 - The Arbitrator” en
International Arbitration Law and Practice 3rd ed (2014), p 508 (citado apoyado por
Prodim, Court of Appeal, Reims, enero 31, 2012, Lettre d’info, Versailles, July 2012).
185. En la primera oración del párrafo anterior, use las palabras “en general”. la razón para
ello es que puede haber casos excepcionales donde otras partes (esto es las partes
además del propuesto designador) pueden ser identificadas incluso sin ser nombradas,
y en esas circunstancias su consentimiento será requerido para equilibrar la relación
de alto nivel. Pero eso no sugiere que está calificación sea relevante en el presente
caso.
186. y lo referido a la revelación de alto nivel, la § 146 se refiere a los asuntos que pueden
ser incluidos en la relación a las partes del primer arbitraje sobre una posible
designación en un futuro arbitraje sin vulnera las obligaciones de confidencialidad de
vidas a las partes en el segundo arbitraje. Esta estipulación puede adaptarse para la
situación reversa.
187. La § 146 no establece que la relación de hechos pormenorizados en ese párrafo será
suficiente por sí misma para revertir la obligación de revelación, solo que dichos
hechos pueden incluir sin vulnerar la obligación de confidencialidad, o como yo lo
diría, y como he explicado, pueden en general, ser incluidos sin quebrar dicha
obligación.
188. En función a ello, por lo tanto, no queda duda que el derecho de confidencialidad de la
otra parte está siendo erosionado por la decisión en este recurso. Cómo explica Lord
Hodge, si se requiere más información (o, agregaría, por lo menos si es
razonablemente requerida), no puede ser revelada sin el consentimiento de las partes.
Si el consentimiento no es brindado, el árbitro tendrá que declinar la propuesta de
designación (ver, por ejemplo, Derains/Schwartz en el pasaje citado).
189. como sostiene Lord Hodge, la extensión la revelación requerida dependerá de los
hechos (ver su sección 129 supra, qué cita las directrices de la IBA). las partes para
quienes la revelación de alto nivel se hace pueden también solicitar mayor información
para permitirles evaluar si es que deberían aceptar que el árbitro sea designado en
arbitrajes futuros. Julia Dias QC nos asiste en el artículo citado líneas arriba sobre el
rango de relación al explicar qué es lo que, considera, sería necesario: “… Si es que hay
en realidad una posibilidad real de parcialidad depende de temas tales como la
identidad de las partes en los arbitrajes, la naturaleza de la materia, el grado de
superposición entre los temas y el tipo de evidencia presentada. el problema es que
ninguna de éstas puede ser explorada sin revelar en el primer arbitraje asuntos
relacionados al segundo arbitraje que en principio deberían ser confidenciales ahí se
arbitraje. De hecho, es imposible ver cómo la confidencialidad en el segundo arbitraje
no se vería comprometida por la necesidad de investigar si es que existe superposición
entre las dos disputas en relación a la materia, los temas, etc” (p 12)
Conclusion
190. En conclusión, con y sujeto a estos nuevos argumentos concurro con la sentencia de
Lord Hodge.

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