Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
✓ Procedimientos para controlar que la ejecución del gasto resulte conforme al Derecho; es
a lo que se le denomina el control del gasto.
La regulación del gasto público se estructura en torno a una institución clave: el presupuesto con
la Ley de Presupuestos Generales del Estado, Leyes de Presupuestos de las CCAA y los
Presupuestos de los Entes Locales. En el presupuesto cada ente público decide en que va a gastar
los ingresos, de modo que los gastos solo serán exigibles si constan en el presupuesto. El Derecho
presupuestario, como parte del Derecho financiero, regula la elaboración, aprobación, ejecución
y control del presupuesto de los entes públicos.
La Constitución recoge este punto de vista en el art. 31.1 CE (contribución al gasto público), arts.
31.2, 133.4 CE (principios rectores del gasto público); y arts, 134-135 CE (regulación básica de
los Presupuestos Generales del Estado-Principio de estabilidad Presupuestaria).
El art. 134 CE recoge los aspectos básicos de los Presupuestos Generales del Estado: reparto de
competencias entre el ejecutivo y legislativo, carácter anual, contenido de los PGE y la
tramitación.
4. INGRESOS PÚBLICOS. ASPECTOS CONSTITUCIONALES.
Para financiar los gastos, los entes públicos disponen de diversas fuentes de ingresos. En virtud
del art. 5.2 LGP, las normas reguladoras de un determinado ingreso pueden pertenecer al
Derecho público o privado.
✓ Ingresos públicos de naturaleza pública o de Derecho público (v. gr. recaudación de
tributos, precios públicos o Deuda Pública). La Administración tendrá especiales
prerrogativas y potestades administrativas para su cobranza (Art. 10 LGP).
Art. 5.2 LGP: “Son derechos de naturaleza pública de la Hacienda Pública estatal los tributos
y los demás derechos de contenido económico cuya titularidad corresponde a la Administración
General del Estado y sus organismos autónomos que deriven del ejercicio de potestades
administrativas.”
✓ Ingresos públicos de naturaleza privada o de derecho privado (ingresos
patrimoniales). Su cobranza se realiza conforme el Derecho privado (Art. 19.1 LGP).
No obstante, tienen especialidades en su régimen jurídico por su titular y por los fines
públicos.
El Derecho Financiero se ocupa preferentemente de los ingresos de naturaleza pública.
La constitución recoge este tema en el art. 31.1 CE (los tributos como principal fuente de ingresos
públicos), art. 31.3 CE (reserva de ley), art. 132.3 CE (ingresos patrimoniales, derivados de
bienes patrimoniales), art. .135 CE (regulación básica de la Deuda Pública)
5. LA ACTIVIDAD FINANCIERA Y LA ORGANIZACIÓN TERRITORIAL DEL
ESTADO.
España es un estado con una estructura descentralizada, con varios niveles de gobierno que
desarrollan su propia actividad financiera con gastos propios e ingresos (art. 137 CE).
A) LA HACIENDA DEL ESTADO.
El art. 132.3 CE regula por ley el patrimonio del Estado, art. 133.1 CE, art. 134 CE y art.
149.1.14 CE regula la competencia exclusiva del Estado en materia de Hacienda general y Deuda
del Estado.
2
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
B) LAS HACIENDA AUTONOMICAS Y FORALES.
Se regula en la CE: art. 132.2 (las CCAA pueden establecer y exigir tributos), art. 156.2 CE, arts.
157-158 CE (relación de ingresos públicos de las Haciendas autonómicas); y Disposición
adicional primera (que reconoce los derechos históricos de los territorios forales, que es el
régimen especial de Navarra y País Vasco)
C) LAS HACIENDAS LOCALES.
La CE regula en el art. 133.2 que las corporaciones locales pueden establecer y exigir tributos. El
art. 142 CE habla de la suficiencia financiera; y el art. 142 CE habla de las fuentes más relevantes
de ingresos públicos. Las Haciendas locales se nutrirán fundamentalmente de:
• Tributos propios.
3
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
El mercado interior conlleva, entre otros, los siguientes efectos:
✓ Unión aduanera. Entre los EM no existen derechos de aduana de importación o
exportación. Los EM tienen un arancel aduanero común frente a los territorios
terceros.
✓ Libre movimiento de capitales.
✓ Prohibición de ayudas de Estado que falseen o amenacen falsear la competencia.
✓ Prohibición de gravar los productos de los demás EM con tributos internos
superiores a los que graven los productos nacionales similares.
✓ Armonización de las legislaciones fiscales nacionales relativas a: Impuestos
sobre el volumen de negocio (IVA), Impuestos sobre consumos específicos
(alcohol, y bebidas alcohólicas, labores del tabaco, hidrocarburos, electricidad).
Como consecuencia de la Unión Europea, hay que tener en cuenta una serie de requisitos:
• Política económica: necesidad de evitar déficit excesivos (déficit público que no supere
el 3% del PIB, deuda pública que no supere el 60% del PIB…). En 2012 el Tratado de
Estabilidad, Coordinación y Gobernanza en la Unión Económica y Monetaria (Pacto
Fiscal Europeo), establece un déficit estructural no superior al 0,5% del PIB; y una deuda
pública con una reducción a un ritmo medio de una veinteava parte al año como referencia
si supera el 60% PIB.
Si un Estado miembro incumple esos criterios la Comisión abrirá un procedimiento específico
que puede traducirse, llegado el caso, en la imposición de una multa.
4
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
• Bienes de dominio privado o patrimoniales. Por exclusión, son los bienes de titularidad
pública que no tengan carácter demanial. Entre otros, tienen esta consideración: derechos
de arrendamiento, valores y títulos representativos de acciones y participaciones en el
5
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
capital de sociedades mercantiles o de obligaciones emitidas por éstas, derechos de
propiedad incorpora y, en general, derecho de cualquier naturaleza derivados de la
titularidad de los bienes y derecho patrimoniales.
En su régimen de explotación y enajenación se aplican supletoriamente normas de derecho
privado (civil/mercantil). C.Civil (art. 340) y Ley 33/2003, de 3 de noviembre, del Patrimonio de
las Administraciones Públicas (art. 7).
Las consecuencias de esta distinción son las siguientes:
• Los bienes de dominio público. Su uso por los particulares da lugar al pago de una tasa
(p.e., instalación de quioscos en la vía pública). Normalmente, no generan ingresos
patrimoniales. Pero a veces sí (p.e., el Estado explota directamente una mina o explota
un bien demanial por medio de un contrato privado).
6
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
3. DEUDA PÚBLICA.
A) INGRESOS FINANCIEROS POR OPERACIONES DE CRÉDITO.
La deuda pública son obligaciones pecuniarias asumidas por los entes públicos como
consecuencia de los ingresos obtenidos a través de operaciones de crédito con terceros.
La deuda pública se considera como un ingreso público recurriendo a capitales ajenos ya que los
tributos no son suficientes, por esta vía los entes públicos hacen dos cosas a la vez:
• Carácter bifronte (espada de doble filo), es decir, es una fuente de ingresos públicos
habitual en la actualidad (2.ª en importancia); pero a la vez comporta un gasto (pago de
intereses o rentabilidad y devolución del capital prestado).
• Deuda a corto, medio y a largo plazo. Según el plazo más o menos largo de
amortización del préstamo y recuperación del capital prestado:
7
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
o Letras del Tesoro (plazo a 3, 6, 9 o 12 meses), también se le llama deuda flotante
(aquella que se utiliza para cubrir la falta de liquidez del Estado).
o Bonos del Estado (a 3 o 5 años)
o Obligaciones del Estado (a 10, 15 o 30 años)
• Art. 135.3 Constitución, párrafo 2.º (reformado en 2011). “Los créditos para satisfacer
los intereses y el capital de la deuda pública de las Administraciones se entenderán
siempre incluidos en el estado de gastos de sus presupuestos y su pago gozará de prioridad
absoluta.”
• Art. 135.3 Constitución, párrafo 3.º (reformado en 2011). “El volumen de deuda
pública del conjunto de las Administraciones Públicas en relación con el producto interior
bruto del Estado no podrá superar el valor de referencia establecido en el Tratado de
Funcionamiento de la Unión Europea.”
• Art. 135.3 Constitución Española (tras reforma de 2011). “Los créditos para
satisfacer los intereses y el capital de la deuda pública de las Administraciones se
entenderán siempre incluidos en el estado de gastos de sus presupuestos y su pago gozará
8
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
de prioridad absoluta. Estos créditos no podrán ser objeto de enmienda o modificación,
mientras se ajusten a las condiciones de la ley de emisión.” El Estado se compromete a
ser un deudor “ejemplar”, devolviendo puntualmente el capital y abonando los
intereses o retribución pactada. En la Ley de Presupuestos siempre tendrá que haber una
partida suficiente para atender esos gastos; y así se genera confianza en los mercados
financieros.
En cuanto a la Reserva de ley en materia de Deuda Pública, El Art. 135.3 Constitución, párrafo
1º (reformado en 2011) establece que “El Estado y las Comunidades Autónomas habrán de estar
autorizados por ley para emitir deuda pública o contraer crédito.” Y tiene cierto reflejo en el
art. 94.1 Ley General Presupuestaria (LGP) que establece que “La creación de Deuda del
Estado habrá de ser autorizada por ley.”
El Gobierno del Estado o de las CCAA necesita una autorización del Parlamento para realizar
operaciones generales o singulares de endeudamiento. Se trata de instrumento de garantía y
control del Ejecutivo.
• La Ley de Presupuestos fija para cada ejercicio el importe máximo de la Deuda Pública
y autoriza su emisión o creación por parte del Gobierno.
• Los ingresos obtenidos con la Deuda Pública son voluntarios (no coactivos como los
tributos).
• Permite capacidad de maniobra para competir en el mercado de capitales con los emisores
privados.
• Ingresos tributarios. Tributo sobre los beneficios de la entidad que ostenta el monopolio.
9
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
• Monopolio de tabacos en la venta al por menor, del que es titular el Estado (red de
expendedurías de tabaco y timbre, conocidos como estancos).
• Adquisiciones gratuitas (donación, herencia o legado). Vid. arts. 20-21 Ley 33/2003.
• Producto de las multas y sanciones, que generan ingresos públicos, aunque se exigen con
una finalidad diversa (castigo de conductas antijurídicas)
10
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
TEMA 3: LOS TRIBUTOS.
1. LOS TRIBUTOS. CONCEPTO Y CARACTERÍSTICAS.
A) CONCEPTO.
¿Qué es un tributo? Según la opinión común el tributo supone un pago de una cantidad de dinero
a un ente público; y un “sacrificio” o carga que hay que soportar para financiar el gasto de las
Administraciones públicas.
Desde una perspectiva técnica-jurídica es el término utilizado constantemente en nuestro Derecho
positivo por la Constitución Española (arts. 31, 133,134.7, 142 y 157.1); como en numerosas leyes
y reglamentos.
Aunque la Ley General Tributaria de 1963 no contenía una definición de tributo, la situación ha
cambiado con la Ley 58/2003, de 17 de diciembre, General Tributaria (LGT).
El art. 2.1 LGT establece que “Los tributos son ingresos públicos que consisten en prestaciones
pecuniarias exigidas por una Administración pública como consecuencia de la realización del
supuesto de hecho al que la ley vincula el deber de contribuir, con el fin primordial de obtener
los ingresos necesarios para el sostenimiento de los gastos públicos.”
Los tributos son prestaciones patrimoniales que reúnen las siguientes características:
• Públicas porque son exigidas por los entes públicos (ingresos de Derecho público)
11
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
Sin embargo, los tributos también pueden servir para el logro de fines extrafiscales; al servicio
de políticas y fines económicos y sociales previstos en la Constitución.
Art. 2 LGT, segundo párrafo: “Los tributos, además de ser medios para obtener los recursos
necesarios para el sostenimiento de los gastos públicos, podrán servir como instrumentos de la
política económica general y atender a la realización de los principios y fines contenidos en la
Constitución.”
La conclusión a la que se llega es que la función extrafiscal del tributo se deduce de la inclusión
en la Constitución de unos "Principios rectores de la política social y económica" (arts. 39-52),
cuyo reconocimiento, respeto y protección ha de inspirar la actuación de los poderes públicos
(art. 53.3):
✓ Protección de la familia (art. 39)
✓ Progreso social y económico (art. 40)
✓ Conservación del medio ambiente (art. 45)
✓ Conservación y enriquecimiento del patrimonio histórico, cultural y
artístico (art. 46)
✓ Acceso a una vivienda digna y adecuada (art. 47)
✓ Protección disminuidos y tercera edad (arts. 48 y 49)
Según el Tribunal Constitucional, “nada cabe objetar a que, en general, a los tributos pueda
asignárseles una finalidad extrafiscal". Por tanto, los tributos pueden cumplir dos
funciones: función fiscal (función esencial) y función extrafiscal (constituye una función
eventual).
Algunos ejemplos de utilización extrafiscal de los tributos son:
✓ Desgravaciones por hijos (IRPF).
✓ Impuestos ecológicos de las Comunidades Autónomas (emisión de gases, depósitos
contaminantes o peligrosos, bolsas de plástico, etc.)
✓ Beneficios fiscales referentes a la vivienda habitual (IRPF, I. Patrimonio, IBI, etc).
✓ Menor tributación de los inmuebles destinados a vivienda (IVA).
✓ Deducción por inversiones o gastos en bienes del Patrimonio Histórico Español
(IRPF).
✓ Exención (excluido de tributar) vehículos de personas de movilidad reducida (Impuesto
sobre Vehículos Tracción Mecánica).
C) EXACCIONES PARAFISCALES.
Por ejemplo, los honorarios de un notario son exacciones parafiscales.
Disposición adicional primera de la LGT: “Las exacciones parafiscales participan de la
naturaleza de los tributos rigiéndose por esta ley en defecto de normativa específica.”
Son tributos con un régimen singular, distinto del de los tributos típicos, porque:
12
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
• Tributos exigidos a los ciudadanos “sin contraprestación”, es decir, sin que reciban a
cambio de forma directa ninguna actividad o servicio de la Administración pública.
• Tributos cuyo hecho imponible consiste en un negocio, acto o hecho que pone de
manifiesto la capacidad económica (riqueza) del sujeto pasivo. Las manifestaciones
básicas de capacidad económica susceptibles de ser gravadas a través de impuestos son:
obtención de renta, gasto de renta (consumo), titularidad de bienes y circulación de bienes
(la venta, por ejemplo si una persona vende muchos inmuebles quiere decir que los
posee).
Los impuestos pueden clasificarse con arreglo a varios criterios (combinables entre sí):
13
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
• Según el ente público que haya establecido o sea titular del impuesto:
Impuestos estatales (IVA) /autonómicos (sucesiones) /locales (IBI)
14
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
✓ Que el servicio o actividad no sea prestado o realizado por el sector privado.
Monopolio de hecho o de derecho del sector público. No hay otra forma de
obtener el servicio o actividad en cuestión. Algunos ejemplos (art. 13 Ley de
Tasas y Precios Públicos y art. 20.4 Texto Refundido Ley Haciendas Locales)
son: Expedición de certificados, licencias, matrículas, actividades
administrativas de control en caso de comunicación previa, etc; Valoraciones y
tasaciones; servicios sanitarios; académicos; portuarios y aeroportuarios,
etc; Ejercicio de potestad jurisdiccional (órdenes civil, contencioso-
administrativo y social); Participación en concursos, oposiciones o pruebas
selectivas; Expedición de certificados o documentos a instancia de parte;
Servicios de inspección sanitaria.
• Lo que se recaude con una tasa podrá cubrir como máximo los costes económicos
provocados por el servicio o actividad.
• Lo que se recaude con un precio público deberá cubrir como mínimo los costes
económicos del servicio o actividad. Además, hay diferencias en cuanto al sometimiento
al principio constitucional de reserva de ley en materia tributaria (art. 31.3 CE)
• La tasas, como tributos, están sujetas a dicho.
• Los precios públicos, como no son tributos, no han de obedecerlo.
15
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
5. RÉGIMEN JURÍDICO DE LAS TASAS.
16
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
17
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
6. LAS CONTRIBUCIONES ESPECIALES.
A) CONCEPTOS Y CARACTERÍSTICAS.
Las contribuciones especiales son los tributos cuyo hecho imponible consiste en la obtención por
el obligado tributario de un beneficio o de un aumento de valor de sus bienes como consecuencia
de la realización de obras públicas o del establecimiento o ampliación de servicios públicos (art.
2.2.b LGT).
La definición general se encuentra en el art. 2.2.b) Ley General Tributaria. En cuanto a las
Comunidad Autónomas en el art. 8 Ley Orgánica 8/1980, de 22 de septiembre, de Financiación
de las CCAA (LOFCA) y Estatutos de Autonomía. Por último, respecto a los entes Locales la
definición se encuentra en el art. 28 Texto Refundido de la Ley reguladora de las Haciendas
Locales.
Su hecho imponible consiste en dos aspectos diferentes:
• Obtención por el sujeto pasivo de un beneficio o un aumento de valor de sus bienes; por
ejemplo: mayores ganancias para una empresa, revalorización de un inmueble.
• Lo anterior es consecuencia de una actividad administrativa consistente en la realización
de una obra pública o el establecimiento o ampliación de un servicio público, no la
“prestación” del servicio en sí, que dará lugar al pago de una tasa o de un precio público.
• De esa actividad de la Administración se derivan un beneficio general para toda la
colectividad o un beneficio especial o particular para determinados sujetos, que podrán
ser obligados a “contribuir especialmente” a la financiación de los gastos generados por
esa actuación. Algunos ejemplos son: Construcción carretera, obras en vía pública
• En el ámbito de las haciendas locales su cuantía se encuentra limitada, por ejemplo en el
ámbito local, la contribución especial podrá cubrir, como máximo, el 90% del coste que
soporte la Entidad Local por: Realización de las obras. - Establecimiento o ampliación
de servicios. Parece un límite excesivo, pero el TC ha admitido su constitucionalidad
(STC 233/1999).
• Los sujetos pasivos de las contribuciones especiales son los sujetos especialmente
beneficiados (dueños inmuebles, compañías suministradoras, compañías de seguro,
empresas, etc.)
• Afectación específica de los ingresos recaudados, Las cantidades recaudadas se
destinarán, necesariamente, a financiar gastos de las obras y servicios que las originan.
Excepción al principio general de no afectación de los ingresos públicos.
• Colaboración entre los sujetos pasivos, los afectados pueden constituirse en Asociación
administrativa de contribuyentes para defender sus intereses o incluso promover la
realización de las obras o el establecimiento o ampliación de un servicio público.
18
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
TEMA 4: EL PODER TRIBUTARIO.
1. CONCEPTO DE PODER TRIBUTARIO.
Para delimitar este concepto hay que conocer el proceso que siguen los tributos hasta que se
traducen en ingresos públicos. Este proceso consiste en 3 fases:
1º) Creación y regulación elementos esenciales, mediante ley (reserva de ley).
2º) Posible desarrollo de su régimen jurídico por disposiciones reglamentarias
3º) Aplicación del tributo, mediante su exigencia a los contribuyentes. Mediante
procedimientos administrativos tributarios.
Así mismo podemos diferenciar tres interpretaciones posibles:
• Acepción amplia: según esta el poder de los entes públicos sirve para crear y regular los
tributos (establecimiento y regulación) y gestionar o aplicar los tributos (aplicación).
• Acepción intermedia (nos quedamos con esta): según esta el poder normativo
(legislativo y reglamentario) en materia tributaria permite el establecimiento y regulación
de los tributos a través de ley y reglamento a los entes públicos.
• Acepción restringida: de acuerdo con esta los entes públicos no tienen potestad
legislativa en materia tributaria.
En la actualidad la acepción más reconocida es la acepción intermedia según esta el poder
normativo (legislativo y reglamentario) en materia tributaria permite el establecimiento y
regulación de los tributos a través de ley y reglamento a los entes públicos. El motivo por el
que esta es la más reconocida frente a las otras es que:
• art 133 CE: La potestad originaria para establecer los tributos corresponde
exclusivamente al Estado, mediante Ley. Así mismo las Comunidades Autónomas y las
Corporaciones locales podrán establecer y exigir tributos de acuerdo con la Constitución
y las leyes.
• art 4 LGT: La potestad originaria para establecer tributos corresponde exclusivamente
al Estado, mediante Ley. Las Comunidades Autónomas y las Corporaciones locales
podrán establecer y exigir tributos, de acuerdo con la Constitución y las leyes. Las demás
entidades de derecho público podrán exigir tributos cuando una ley así lo determine.
De esto concluimos que:
19
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
• Las CCAA tienen un poder tributario también originario, pero de segundo grado o nivel
porque deriva directamente de la CE; y está sometido a la CE y a las leyes. Así mismo
las CCAA gozan de potestad legislativa y autonomía financiera (art. 156 CE).
Está sujeto no sólo a los límites constitucionales, sino también a otros límites legales (“de
acuerdo con la Constitución y las leyes”), son:
✓ Límites derivados de los Estatutos de Autonomía
✓ Límites derivados de la ley orgánica prevista en el art. 157.3 CE: “Mediante
ley orgánica podrá regularse el ejercicio de las competencias financieras (…)”
(Ley Orgánica 8/1980, de 22 de septiembre, de Financiación de las Comunidades
Autónomas (LOFCA).
✓ Límites derivados de otras leyes estatales: Leyes reguladoras del sistema de
financiación de CCAA y de la cesión de impuestos del Estado a CCAA; y
posibles leyes de armonización estatales (art. 150.3).
• Los Entes Locales tienen un poder tributario “derivado” porque no tienen potestad
legislativa, así lo reconoce el Tribunal Constitucional (STC 4/1981 – donde se le otorga
a los entes locales autonomía mediante la aprobación de ordenanzas). Tienen que respetar
los límites que derivan de la CE y de las leyes del Estado y de las CCAA y sólo pueden
regular los tributos a través de ordenanzas, en desarrollo de una ley previa que les autorice
a ello.
• Los demás Entes públicos (por ejemplo: organismos autónomos o corporaciones de
Derecho público) no podrán establecer tributos, podrán exigirlos cuando una ley así lo
determine (art. 4.3 LGT). Esta facultad de exigir tributos, pero no de establecerlos ni
regularlos, se denomina competencia tributaria.
Por ejemplo: la UPO es un ente
público con competencia tributaria para cobrar determinadas tasas, pero la universidad
no puede crear tasas, ya que de eso se encarga el Estado.
• Recargos sobre impuestos estatales (art. 157.1.a CE; art. 4.e LOFCA): tributo
adicional creado por cada Comunidad Autónoma a partir de la base o la cuota de un
impuesto estatal.
• Tributos propios de las Comunidades Autónomas (art. 157.1.b CE; art. 4.b
LOFCA): tributos creados por ley del Parlamento de la Comunidad Autónoma, que
regula autónomamente sus diversos elementos y lo exige a los obligados tributarios.
• Impuestos cedidos total o parcialmente por el Estado (art. 157.1.a CE; art. 4.c
LOFCA): tributos estatales, creados y regulados esencialmente por el Estado,
correspondiendo a las CCAA la totalidad o parte de la recaudación (cesión total o parcial)
del impuesto. El Estado ha atribuido a las CCAA competencias normativas para regular
algunos elementos, la normativa reguladora se encuentra en la la LOFCA.
Algunos impuestos cedidos son: el IRPF (cedido 50 % de la recaudación), Impuesto sobre
el Patrimonio (suprimido en 2008/reestablecido en 2011), Impuesto sobre Sucesiones y
Donaciones, ITPAJD (Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y documentos Jurídicos
documentados), Tributos sobre el juego (casinos, bingo, tragaperras, etc, IVA (cedido 50
% de la recaudación), Impuestos Especiales de fabricación sobre cerveza, vino,
alcoholes, tabaco, hidrocarburos (58%) y sobre la electricidad (100%) y Impuesto
Especial sobre Determinados Medios de Transporte (grava la titularidad de los medios de
transporte, por ejemplo un coche).
El Estado ha atribuido a las CCAA competencias normativas para regular algunos elementos,
de esta forma, las CCAA pueden subir o bajar la carga tributaria de sus contribuyentes. En la
actualidad hay, por tanto, un poder tributario compartido sobre estos impuestos, de forma que
el Estado los crea establece su regulación básica y las CCAA tienen la facultad de cambiar
algunos elementos de los impuestos cedidos.
21
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
5. PODER TRIBUTARIO DE LAS CCAA. RÉGIMEN FORAL.
Los Territorios Históricos (TH) de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya y la Comunidad Foral (CF) de
Navarra disfrutan de regímenes financieros especiales distintos de los de las demás CCAA, estos
se fundamentan en derechos históricos de territorios forales, reconocidos en la disposición
adicional 1ª de la CE y la disposición adicional 1ª y 2ª LOFCA.
Estos se caracterizan por tener un poder tributario muy amplio para establecer su propio régimen
tributario, de modo que las Administraciones tributarias de los TH y la CF recaudan la mayor
parte de los tributos en su territorio, el Estado por el contrario recauda muy pocos impuestos en
los territorios forales, así que para contribuir a la financiación de los gastos generales del Estado,
la CA del P. Vasco y la CF de Navarra transfieren a aquél una parte de los ingresos tributarios
que recaudan ( aportación económica en el caso de Navarra y cupo en el caso del PV ).
Esta aportación genera numerosos problemas como disparidades con el sistema de financiación
de las CCAA de régimen general (menor poder tributario) y diferencias en la normativa y la carga
tributaria dentro de España (Impuesto de sucesiones y donaciones, impuestos de sociedades, etc).
6. PODER TRIBUTARIO DE LOS ENTES LOCALES.
La CE les reconoce a las EELL la potestad de establecer y exigir tributos, sujeta a la CE y la
legislación estatal y autonómica. Esto es compatible con la reserva de ley en materia tributaria ya
que como las EELL carecen de potestad legislativa regulan sus tributos mediante ordenanzas
fiscales, es decir, el poder tributario de las EELL no puede ir en detrimento de la reserva de ley,
pero al mismo tiempo esta no puede impedir que las EELL intervengan en la regulación de sus
propios tributos.
A continuación se proporciona un esquema de la Ley Reguladora de las Haciendas Locales (Texto
Refundido aprobado por Real Decreto Legislativo 2/2004-TRLRHL):
22
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
Los impuestos locales de exacción obligatoria (establecidos directamente por la ley estatal),
son:
23
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
TEMA 5: LOS PRINCIPIOS DE LA JUSTICIA TRIBUTARIA.
I. LOS PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES DEL DERECHO FINANCIERO:
ASPECTOS GENERALES Y CLASIFICACIÓN
Los principios constitucionales del Derecho Financiero se pueden describir, de conformidad con
el artículo 53.1 y 3 de la CE, como los criterios generales, plasmados en la Constitución, que
deben informar la actuación de los poderes públicos en el ámbito jurídico-financiero. Como
la Constitución tiene un valor normativo inmediato y directo, ya que su artículo 9.1 dispone
que «los ciudadanos y poderes públicos están sujetos a la Constitución y al resto del
ordenamiento jurídico» , puede decirse que los principios constitucionales del Derecho
Financiero constituyen, asimismo, auténticos límites al ejercicio del poder financiero , que
operan, como se desprende del citado artículo 53.1 y 3 de la propia Constitución, sobre los tres
poderes del Estado: el poder legislativo, al elaborar las normas jurídico-financieras; el poder
judicial, al interpretar e integrar dichas normas; y el poder ejecutivo, al desarrollarlas y aplicarlas
dictando disposiciones generales –reglamentos– y de carácter singular –actos administrativos
singulares–.
En consecuencia, la violación de los principios constitucionales del Derecho Financiero podrá
fundamentar la interposición ante el TC de un recurso de amparo o en su caso una cuestión de
inconstitucionalidad contra las leyes o disposiciones con fuerza de ley que se entienda vulneran
alguno de esos principios. En tanto que, para las normas jurídicas de rango inferior a la ley, la
inconstitucionalidad supondrá directamente su inaplicación por los jueces ordinarios, de acuerdo
con lo preceptuado en el artículo 9.1 de la CE y en el artículo 6 de la LOPJ, el cual establece
que «los jueces y tribunales no aplicarán los Reglamentos o cualquier otra disposición contrarios
a la Constitución…».
Antes de pasar a la clasificación y estudio de los principios constitucionales que se refieren
específicamente a la materia jurídico-financiera, conviene aludir a los de carácter general que,
aun no siendo específicos de ella, son, en cuanto principios generales, informadores de la misma.
La exposición de estos principios constitucionales de carácter general va a seguir el orden
sistemático en que se recogen en el propio texto de la CE.
Dentro del Título Preliminar, debe hacerse referencia al artículo 9.3, el cual establece que la
CE «garantiza el principio de legalidad, la jerarquía normativa, la publicidad de las normas, la
irretroactividad de las disposiciones sancionadoras no favorables o restrictivas de los derechos
individuales, la seguridad jurídica, la responsabilidad y la interdicción de la arbitrariedad de los
poderes públicos» .
Los principios de legalidad y jerarquía normativa son complementarios: el primero se refiere
a la necesidad de regulación por ley de determinadas materias; y el segundo a que la ley está en
lo más alto de la jerarquía normativa. Estos principios de legalidad y jerarquía tienen tanta
importancia para nuestra disciplina, que la propia CE contiene referencias expresas a la necesidad
de regulación mediante ley del Derecho Financiero, concretamente en los artículos 31.3, 133 y
134, que se estudian detalladamente en el apartado III de esta misma Lección.
El artículo 9.3 recoge, asimismo, el principio de irretroactividad de las disposiciones
sancionadoras no favorables y restrictivas de derechos individuales. En épocas pretéritas se
suscitó la cuestión de si las normas jurídico-tributarias tenían carácter sancionador, pero hoy se
entiende que el deber de contribuir del artículo 31.1 de la CE no es equiparable a una sanción.
También se ha planteado si la regulación de los tributos ha de tener carácter irretroactivo por ser
normas restrictivas de derechos individuales, hipótesis que debe ser igualmente rechazada, ya que
se refiere a restricciones básicas o radicales de derechos. Pero, si bien es cierto que las normas
financieras no están afectadas por el mandato constitucional de irretroactividad, pues no son ni
24
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
sancionadoras ni restrictivas de derechos individuales, como ha manifestado el TC en su
Sentencia 173/1996, de 31 de octubre «ello no supone de ninguna manera mantener, siempre y
en cualquier circunstancia, su legitimidad constitucional, que puede ser cuestionada cuando su
eficacia retroactiva entre en colisión con otros principios consagrados en la Constitución» ,
como pueden ser los de seguridad jurídica y de capacidad económica. De hecho, en la citada
Sentencia, el Alto Tribunal declaró inconstitucional el artículo 38. Dos.2 de la Ley 5/1990, de 29
de junio, por el que se establecía un gravamen complementario sobre las tasas devengadas desde
el año 1990, por considerar que aquella norma, dotada de eficacia retroactiva, vulneraba el
principio de seguridad jurídica del artículo 9.3 de la CE.
El principio de seguridad jurídica, presenta diversos matices –uno de ellos incide precisamente
en la retroactividad de las normas–, que en el ámbito del Derecho Financiero no están teniendo
toda la trascendencia que deberían, seguramente porque es difícil declarar inconstitucional una
norma por la oscuridad de sus preceptos o la alteración imprevisible y de gran alcance de su
contenido. Sin embargo, uno de los problemas del ordenamiento tributario español es la
inseguridad jurídica, ya que algunas leyes resultan de muy difícil comprensión por sus
innumerables remisiones, por su oscura y equívoca redacción, y por sus continuas modificaciones.
Consciente de este problema, el TC, en su Sentencia 150/1990, de 4 de octubre, se refirió a la
importancia que para la seguridad jurídica tiene el empleo de una depurada técnica jurídica en la
elaboración de las normas, y singularmente en un sector como el tributario que atribuye a los
ciudadanos un gran protagonismo en la aplicación por ellos mismos de las normas tributarias. Y
años después, la STC 234/2001, de 13 de diciembre, resume la posición de la jurisprudencia del
TC en estos términos: «El principio de seguridad jurídica protege la confianza de los ciudadanos
que ajustan su conducta económica a la legislación vigente frente a cambios normativos que no
sean razonablemente previsibles, ya que la retroactividad posible de las normas tributarias no
puede trascender la interdicción de la arbitrariedad (SSTC 150/1990, de 4 de octubre, FJ 8, y
182/1997, de 28 de octubre, FJ 11). Es decir, la seguridad jurídica ha de ser entendida como la
certeza sobre el Ordenamiento jurídico aplicable y los intereses jurídicamente tutelados (STC
15/1986, de 31 de enero, FJ 1), como la expectativa razonable fundada del ciudadano en cuál ha
de ser la actuación del poder en la aplicación del Derecho (STC 36/1991, de 14 de febrero, FJ
5), como la claridad del legislador y la no confusión normativa (STC 46/1990, de 15 de marzo,
FJ 4)» . Tanto al principio de irretroactividad como al de seguridad jurídica se hará referencia
más pormenorizada en la Lección 5.I.1.1.
En el Título I del texto constitucional, concretamente en su Capítulo II, el artículo 14 recoge el
principio de igualdad, que ha sido invocado con suma frecuencia en el ámbito jurídico financiero.
Este precepto, que trata de preservar la igualdad ante la ley, prohíbe la discriminación por aspectos
subjetivos o personales, y motivó una de las Sentencias más relevantes en materia tributaria, la de
20 de febrero de 1989, que declaró nulos los preceptos de la Ley de 8 de septiembre de 1978,
reguladora del IRPF, que obligaba a las unidades familiares a presentar la declaración conjunta
del Impuesto. Consideró el TC que esa obligación de tributar conjuntamente trataba de forma
desigual a casados y a solteros, ya que, al exigir a aquéllos la acumulación de las rentas de los
cónyuges, la tarifa progresiva del IRPF provocaba que soportaran mayor carga fiscal. Una
exposición sintética de los requisitos que han de concurrir para que se considere vulnerado el
principio de igualdad se recoge en la STC 13/2004, de 9 de febrero: la valoración de la igualdad
requiere unos términos de contrastación que sean homogéneos; sólo debe rechazarse la
desigualdad carente de justificación objetiva y razonable; y aceptarse, en cambio, la desigualdad
que sea proporcional al fin que la norma pretende cumplir.
Dentro de la Sección 1.ª del mismo Capítulo II del Título I, que recoge los derechos fundamentales
y las libertades públicas, se han invocado también en el ámbito del Derecho Financiero los que se
exponen a continuación.
25
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
El derecho a la intimidad personal y familiar, proclamado en el artículo 18.1 de la CE, fue
invocado también para oponerse a la obligación de los cónyuges de declarar conjuntamente, que
establecía la citada Ley del IRPF de 1978, y fue tenido en cuenta por el TC para estimar la
inconstitucionalidad de dicha Ley, en la también citada Sentencia de 20 de febrero de 1989. Esta
postura del tribunal en favor de la aplicación del derecho a la intimidad respecto a las
declaraciones conjuntas de los miembros de las unidades familiares en el IRPF (verdaderamente
sorprendente, sobre todo cuando el régimen económico familiar sea de gananciales, en el que a
cada cónyuge le pertenece la mitad de lo que gana el otro), ha obligado a las sucesivas leyes
reguladoras del Impuesto a contemplar, en todo caso, la posibilidad de que los cónyuges presenten
declaraciones separadas. Esta última exigencia impuesta al legislador no proviene del principio
de igualdad del artículo 14 de la Constitución, que es compatible con la obligación de declarar
conjuntamente, siempre y cuando la ley equipare el régimen de los solteros y los casados
mediante, por ejemplo, la aplicación del splitting , técnica consistente en dividir la renta
acumulada entre el número de miembros de la unidad familiar que aporten renta, para después
proceder a la aplicación de la tarifa del Impuesto. El derecho a la intimidad se esgrimió, asimismo,
en contra del levantamiento del secreto bancario, si bien el TC, en Sentencia de 26 de noviembre
de 1984, consideró que, aun cuando la situación económica del ciudadano sea un ámbito de la
intimidad constitucionalmente protegible, el deber de contribuir del artículo 31.1 de la CE es un
límite al derecho a la intimidad, ya que tal deber sólo puede hacerse cumplir si se permite a la
Administración Pública conocer los datos bancarios de los contribuyentes.
El secreto profesional del artículo 20.1.d) de la CE fue esgrimido en contra del artículo 111 de
la LGT de 1963 (que se corresponde con el 93 de la actual), que obligaba a informar a la
Administración de las relaciones económicas con terceros, si bien la STC de 26 de noviembre de
1984 consideró que no vulneraba este derecho, recurriendo para ello a la argumentación expuesta
en el párrafo anterior. No obstante, el reconocimiento del secreto profesional se plasma en el
artículo 93.5 de la LGT, según el cual, la obligación de los profesionales (con excepción de los
sujetos al deber especial de colaboración del apartado 4 del artículo 93), «no alcanzará a los datos
privados no patrimoniales que conozcan por razón del ejercicio de su actividad cuya revelación
atente contra el honor personal y familiar. Tampoco alcanzará a aquellos datos confidenciales
de sus clientes de los que tengan conocimiento como consecuencia de la prestación de servicios
profesionales de asesoramiento y defensa» . El alcance del secreto profesional sería, pues,
análogo al que ofrecía en otros ámbitos distintos del financiero, si bien, no cubre ni exonera de
responsabilidad al profecioanl que coopera al incumplimiento de los deberes fiscales del cliente.
El artículo 24.2 de la Constitución reconoce determinados principios y garantías del ámbito
procesal penal, como lapresunción de inocencia, el derecho a no declarar contra sí mismos y
a no confesarse culpables , que resultan aplicables sobre todo al ámbito sancionador tributario.
Si bien, para el TC, en su Sentencia 76/1990, de 26 de abril, la presunción de inocencia rige sin
excepciones en el ordenamiento sancionador, y ha de ser respetada en la imposición de
cualesquiera sanciones, sean penales, administrativas en general o tributarias en particular;
aunque no existe un derecho absoluto e incondicionado a la reserva de los datos económicos del
contribuyente, de manera que cuando aporta o exhibe los documentos fiscales pertinentes no está
haciendo una manifestación de voluntad ni emitiendo una declaración que exteriorice su
culpabilidad, por lo cual «se impone de nuevo la prudencia frente a intentos apresurados de
trasladar mecánicamente garantías y conceptos propios del orden penal a actuaciones y
procedimientos distintos y alejados del mismo, como es, en este caso, el de gestión tributaria» .
Sin embargo, debe significarse que en nuestro ordenamiento, en el que no existe una separación
real de los procedimientos de imposición y sancionador, al contribuyente debe reconocérsele el
derecho a guardar silencio en este último procedimiento, como única manera de proteger su
derecho a la no autoincriminación. Y como sostiene C. Palao Taboada, el derecho a no
autoinculparse impide que la información autoincriminatoria aportada por el propio obligado
26
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
tributario en un procedimiento de imposición, pueda ser utilizada por la Administración como
prueba de cargo en un procedimiento sancionador.
Dentro de la Sección 2.ª del Capítulo II del Título I de la CE, se recogen los artículos 33, que
reconoce el derecho a lapropiedad privada y a la herencia , y 38, que reconoce la libertad de
empresa . Estos preceptos inciden en los tributos ya que estos recaen sobre los derechos de
propiedad y a la herencia; si bien tales principios tienen un reflejo específico en el ámbito jurídico-
tributario en el denominado principio de no confiscatoriedad , plasmado en el artículo 31.1 de la
CE, que se estudia en el subapartado II.1.4 de esta misma Lección.
Cabe recordar que la actividad financiera y el Derecho Financiero no están sólo dirigidos a la
obtención de ingresos para sufragar los gastos públicos, sino que pueden servir también para la
consecución de los objetivos recogidos en el Capítulo III del Título I de la Constitución (artículos
39 a 52), rubricado De los principios rectores de la política social y económica . Buena parte
de estos principios van a tener reflejo en la legislación fiscal, sobre todo mediante el
reconocimiento de beneficios fiscales. Así, el artículo 40 de la CE recoge el objetivo del pleno
empleo , y, por eso las normas fiscales contemplan a veces deducciones en favor quienes generan
empleo, lo cual cuestiona el alcance del principio de capacidad económica, ya que nada tiene que
ver que genere empleo con que se minore o bonifique la carga fiscal, desde la perspectiva del
citado principio de capacidad que fundamenta su carga fiscal. Ésta es precisamente la cuestión
más problemática que suscitan los fines no fiscales de los tributos, a que se hará referencia más
pormenorizada al analizar después los principios de capacidad económica, generalidad e igualdad.
Los artículos 44 y 46 de la Constitución se refieren a la promoción de la cultura , y una
manifestación del reconocimiento de este objetivo son las leyes reguladoras de las Fundaciones y
de las demás conocidas como «Leyes de mecenazgo». El artículo 45 recoge el derecho a disfrutar
de un medio ambiente adecuado , precepto que tiene incidencia en diversas figuras, que pueden
catalogarse como tributos medioambientales, como algunos de los establecidos con este fin por
el Estado y por las CCAA. Junto a los anteriores, el artículo 47 del texto constitucional establece
que todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada , y por eso
las normas reguladoras del IRPF han contemplado durante mucho tiempo la posibilidad de que
los contribuyentes minoren la carga de este Impuesto en función de las cantidades invertidas en
la adquisición de su vivienda habitual.
Una vez estudiados los principios constitucionales de carácter general que inciden en la materia
jurídico-financiera, se analizan a continuación los que son específicos de ella. Se recoge, a efectos
fundamentalmente didácticos, la distinción entre los principios jurídico-sustantivos y jurídico-
formales , que se van a estudiar tanto desde el punto de vista de los tributos como de los gastos
públicos, que constituyen, como se recordará, las dos ramas del Derecho Financiero. Se pone así
de manifiesto la esencial unidad del fenómeno financiero, unidad a la que se refiere RODRÍGUEZ
BEREIJO cuando observa que «la justicia en los ingresos públicos –justicia tributaria o equidad
fiscal– no puede realizarse completamente si no va acompañada de la justicia en el gasto
público» . Esta visión unitaria del fenómeno financiero impulsa la búsqueda de unos principios
comunes a todo su ordenamiento, que informen tanto la regulación de los ingresos como de los
gastos públicos, lo que es posible apreciar, como se verá, en varios de los principios que se
estudian a continuación.
II. LOS PRINCIPIOS JURÍDICO-SUSTANTIVOS DEL DERECHO FINANCIERO
1. PRINCIPIOS RELATIVOS A LOS INGRESOS TRIBUTARIOS
1.1. El principio de capacidad económica
El principio de capacidad económica se recoge en el artículo 31.1 de la CE, en el que se establece
que «todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad
27
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
económica mediante un sistema tributario justo...» . También se ha plasmado, innecesariamente,
en leyes ordinarias, como el artículo 3.1 de la LGT, según el cual: «La ordenación del sistema
tributario se basa en la capacidad económica de las personas obligadas a satisfacer los
tributos...» . Como reflejan la CE y un amplio sector doctrinal, el principio de capacidad
económica es el más característico del ordenamiento jurídico-tributario, de manera que los demás
principios sustantivos sirven fundamentalmente para perfilar su alcance. Y en cuanto que tiene
alcance general, ha de informar , tal y como señaló el TC en su Sentencia 37/1981, de 16 de
noviembre, no sólo al sistema tributario estatal sino también el de las CCAA y el de las
Corporaciones Locales.
El principio de capacidad económica significa que los tributos han de recaer sobre quienes
puedan hacer frente a la carga económica derivada de su aplicación, para conseguir así un reparto
justo de la carga tributaria. Pero esta perspectiva del principio de capacidad, que atiende a la
aptitud o posibilidad de pago que han de tener los destinatarios pasivos de los tributos (y que
constituye la acepción subjetiva del referido principio), no debe ser sino la consecuencia de que
las normas reguladoras de los tributos les deben hacer recaer sobre situaciones de la vida social
que reflejen la riqueza de sus protagonistas, de manera que el principio de capacidad tiene también
esta acepción objetiva que ha de inspirar la creación de las normas tributarias. De esta manera,
la función básica del principio es servir como presupuesto legitimador de los tributos, para lo cual
habrá de informar tanto la regulación de sus aspectos subjetivos –personales y familiares– como
de los objetivos –deben recarer sobre la renta, el patrimonio o el gasto–, aunque la doctrina
considera que de estos tres últimos, el índice más significativo de capacidad económica de las
personas es su renta y, en menor medida, su patrimonio y su nivel de consumo o gasto.
Para verificar cómo ha operado este principio en el ordenamiento tributario español, resulta
oportuno analizar lasSentencias más relevantes del TC que se han referido a él, como la
211/1992, de 11 de diciembre, que describe las funciones que debe cumplir el principio de
capacidad económica, afirmando que «sirve de fundamento de la imposición, más aún, de la
tributación; actúa como límite al legislador en el ejercicio del poder tributario; y sirve de
programa y orientación al mismo en el desarrollo del citado poder» . No obstante, conviene
advertir que el TC no ha formulado una doctrina clara ni uniforme sobre este principio, y en
ocasiones ha llegado a relativizarlo tanto, que lo ha convertido en una fórmula prácticamente
vacía de contenido. Así, de algunas sentencias se desprende que la capacidad económica debe
hacer referencia a una capacidad real, individual y efectiva o cierta, esto es, a una riqueza
realmente existente en cada sujeto llamado a satisfacer el tributo, como en la Sentencia 27/1981,
de 20 de julio, en la que se afirma que «el principio de capacidad económica se refiere a la de
cada uno y obliga a buscar la riqueza donde la riqueza se encuentre» , en la Sentencia 45/1989,
de 20 de febrero, así como en la 194/2000, de 19 de julio, en la que se indica que «el
tributo (...) sólo puede exigirse cuando existe capacidad económica y en la medida –en función–
de la capacidad económica» , o en la 26/2015, de 19 de febrero, para las que « el lelgislador
(estatal o autonómico) solo podrá establecer ributos sobre una concreta manifestación de riqueza
o de renta real ». Pero en otros pronunciamientos, el Tribunal ha sostenido que «basta que dicha
capacidad económica exista, como riqueza real o potencial en la generalidad de los supuestos
contemplados por el legislador al crear el tributo, para que aquel principio constitucional quede
a salvo» (Sentencia 37/1987, de 26 de marzo, o también en la Sentencia 221/1992, de 11 de
diciembre). Lo que al menos parece evidente es que este principio se vulnera cuando se somete a
gravamen una renta, no ya potencial, sino inexistente o ficticia [Sentencias 221/1992, de 11 de
diciembre y 194/2000, de 19 de julio, y también en la Sentencia 193/2004, de 4 de noviembre,
según la cual «el principio de capacidad económica establecido en el artículo 31.1 de la CE
impide que el legislador establezca tributos –sea cual fuere la posición que los mismos ocupen
en el sistema tributario, su naturaleza (...) e incluso (...) su fin fiscal o extrafiscal– cuya materia
u objeto imponible no constituya una manifestación de riqueza real o potencial, esto es, no le
28
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
autoriza a gravar riquezas meramente virtuales o ficticias y, en consecuencia, inexpresivas de
capacidad económica» ].
Conviene significar que en ocasiones el principio de capacidad económica queda relegado, o al
menos matizado, por los objetivos de carácter extrafiscal que contempla fundamentalmente el
Capítulo III del Título I de la Constitución, al referirse a los «principios rectores de la política
social y económica» . El TC se ha referido a su compatibilidad, advirtiendo, en la ya mencionada
Sentencia 37/1987, de 26 de marzo, que es constitucionalmente admisible el establecimiento de
tributos que, sin desconocer o contradecir el principio de capacidad económica o de
pago, «respondan principalmente a criterios económicos o sociales orientados al cumplimiento
de fines o a la satisfacción de intereses públicos que la Constitución preconiza o garantiza» . Y
la STC 179/2006 indica que «el tributo puede no ser sólo una fuente de ingresos, una manera de
allegar medios económicos a los entes territoriales para satisfacer sus necesidades financieras
(fin fiscal), sino que también puede responder a políticas sectoriales distintas de la puramente
recaudatoria (fin extrafiscal), esto es, el legislador puede configurar el presupuesto de hecho del
tributo teniendo en cuenta consideraciones básicamente extrafiscales» . Es decir, cabe que el
legislador establezca tributos que, junto a la finalidad de contribuir al sostenimiento de los gastos
públicos de acuerdo con la capacidad económica de quienes deben pagarlos, persigan otros fines
de política social, medioambiental o económica que estén constitucionalmente protegidos. Para
ello, en algunas ocasiones se aprueban tributos o se incrementan los existentes, como sucede con
los que pretenden limitar el consumo de algunos bienes (tabaco, alcohol, gasolinas, etc.); y en
otras por el contrario se prevén bonificaciones en algunos tributos en favor de ciertos bienes o
actividades (la adquisición de la vivienda propia o la contratación de un plan de pensiones). Se
volverá sobre esta cuestión en el epígrafe siguiente, que estudia los principios de generalidad e
igualdad.
Para concluir cabe hacer referencia a las exigencias que debería conllevar , aunque no siempre
se cumplan, la aplicación del principio de capacidad económica en el sistema tributario, además
de tener en cuenta lo señalado ya con carácter general respecto de las circunstancias subjetivas
(personales y familiares) y objetivas (renta, patrimonio y consumo) de los destinatarios de las
normas fiscales. Entre esas exigencias estarían también las siguientes:
- Mayor relevancia de la imposición sobre la renta y el patrimonio (que constituyen la imposición
directa) que de la imposición sobre el consumo (que constituye la imposición indirecta), porque
la imposición directa mide mejor la capacidad económica de quien está obligado a pagar los
impuestos.
- Un tratamiento más favorable de las rentas del trabajo que de los otros tipos de rentas que
presuponen una mayor capacidad económica del titular, como sucede con las rentas del capital.
- La irretroactividad de las leyes tributarias, debido a que la capacidad económica pretérita puede
no perdurar cuando se dicte una ley tributaria retroactiva. Sobre esta cuestión se extiende el
subapartado I.1.1 de la Lección 5.
- La inmediatez en las percepciones, en el sentido de que no haya un gran retraso entre el momento
de la percepción efectiva del tributo por el ente público y el momento en que dicho tributo se
devengó (esto es, el momento a partir del cual pudo exigirse). Y ello por la razón que se expuso
en la conclusión anterior, esto es, porque si se distancian en el tiempo el devengo y la efectividad
del cobro del tributo, puede que el obligado al pago no tenga ya medios para satisfacerlo. Esta
situación no es infrecuente, sobre todo por el retraso en la resolución de las controversias entre la
Hacienda Pública y los administrados.
29
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
1.2. Los principios de generalidad e igualdad
El principio de generalidad está contemplado de forma implícita en el artículo 31.1 de la
Constitución, cuando dice que«todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos...» , y
de forma expresa en el artículo 3 de la LGT, y significaque los tributos han de exigirse a todos
los que manifiesten la capacidad económica tipificada en los tributos y se encuentren en el ámbito
territorial al que extiende su poder tributario el ente público impositor. Ello comporta que los
destinatarios de los tributos – «todos» – no son los nacionales españoles, sino todos los que sin
necesidad de serlo tengan determinadas relaciones económicas vinculadas con el territorio de
aplicación de nuestras normas tributarias.
En cuanto al principio de igualdad , se plasma en el artículo 31.1 de la CE e, innecesariamente,
en el 3.º de la LGT, y no puede equipararse a la igualdad ante la ley del artículo 14 de la CE,
puesto que, como ha declarado el TC en su Sentencia 27/1981, de 20 de julio, «... la igualdad que
aquí se reclama va íntimamente enlazada al concepto de capacidad económica y al principio de
progresividad, por lo que no puede ser, a estos efectos, simplemente reconducida a los términos
del artículo 14 de la CE. Una cierta desigualdad cualitativa es indispensable para entender
cumplido este principio. Precisamente, la que se realiza mediante la progresividad global del
sistema tributario en que alienta la aspiración a la redistribución de la renta». Y el TC ha
advertido también de otra diferencia procesal, en el sentido de que deben rechazarse aquellas
«demandas de amparo en las que, so pretexto de la invocación formal del artículo 14 de la CE,
y sin un enlace subsumible en el marco de este precepto, lo que realmente se denuncia es una
vulneración de los principios de capacidad económica, de justicia, de igualdad tributaria y de
progresividad del artículo 31.1 de la CE» (Sentencias de 15 de febrero de 1993, 2 de octubre de
1997, 16 de marzo de 1998, 27 de febrero de 2006 y 7 de mayo de 2007). En línea con estas
observaciones, la doctrina considera que, como se indicó al analizar su significado, el artículo 14
trata de garantizar la igualdad ante la ley(vinculada, en definitiva, a la condición de las personas);
mientras que el artículo 31.1 trata de preservar la igualdad en la ley , o sea, respecto de la
regulación concreta establecida en nuestro caso por las normas tributarias, de manera que la carga
soportada por sus destinatarios sea igual para todos en quienes concurran iguales circunstancias
o condiciones. Esta doble perspectiva del principio de igualdad es por lo que el TC considera que
contra la vulneración del artículo 31 no cabe un recurso de amparo (que sí cabe, como prevé el
artículo 53.2 de la CE, por vulnerar su artículo 14, de la CE), sino un recurso de
inconstitucionalidad de la ley que pueda vulnerar dicho artículo 31.
Respecto del significado conjunto de ambos principios, si el principio de generalidad propugna
que los tributos recaigan sin excepción sobre todos los que manifiestan capacidad económica, el
de igualdad pretende que estaban gravados con la misma intensidad, esto es, por igual. A su vez,
el significado específico de los principios de igualdad y generalidad para la materia jurídico-
tributaria proviene, como se infiere de lo indicado en los párrafos precedentes, de conectarlos
con el principio de capacidad económica, en el sentido de que éste es el criterio o dato desde el
que se va a demandar el tratamiento en igualdad de todos los iguales. Esta vinculación entre el
principio de igualdad tributaria y los de capacidad económica y progresividad ha sido ratificada
por el TC en las sentencias 128/1987, de 16 de julio, 19/1988, de 16 de febrero, 45/1989, de 20
de febrero y 76/1990, de 26 de abril. El principio de capacidad económica se erige, pues, en el
criterio para valorar si dos situaciones son iguales o diversas en orden a recibir el mismo o
diferente trato fiscal, a salvo de lo que se dirá después a propósito del principio de progresividad
y de las consideraciones que se exponen a continuación.
El TC se ha referido también a la dimensión territorial de los principios de generalidad e
igualdad , por ejemplo en las Sentencias 19/1987, 37/1987 ó 150/1990, abordando el problema
de si atenta contra los principios de generalidad e igualdad tributaria el hecho de que se reciba un
tratamiento fiscal diferente en función del territorio donde se resida, como consecuencia de las
30
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
medidas que pueden adoptar las distintas CCAA o Corporaciones Locales en el ejercicio de su
poder financiero. El TC ha sostenido que la igualdad tributaria no es uniformidad absoluta, ya que
eso sería frontalmente incompatible con el principio de autonomía financiera que la CE reconoce
a las CCAA y a las Corporaciones Locales, y que puede justificar una cierta desigualdad en la
carga fiscal existente en cada territorio, sin que ello atente contra la generalidad e igualdad
tributaria. Ahora bien, para que la diferente presión fiscal soportada por razón del lugar de
residencia se entienda respetuosa con estos principios, esa desigualdad no tendría que afectar a la
posición jurídica básica del deber de contribuir, y estar fundamentada en las diferencias entre los
servicios y demás prestaciones que los entes subestatales correspondientes proporcionan a sus
ciudadanos, así como que las medidas tributarias que ocasionen la desigualdad resulten
proporcionadas al fin que con ellas se pretende conseguir. En la actualidad, sorprendente y
lamentablemente el TC no analiza ( ni, por supuesto, nuestros poderes políticos) los efectos de la
diversidad fiscal que generan los diecisiete sistemas fiscales de las CCAA, diversidad
dudosamente compatible con el significado más elemental de los principios de generalidad e
igualdad.
Los principios de generalidad e igualdad comportan, negativamente, la ausencia de
privilegios o discriminaciones en materia fiscal, lo que no significa que se excluyan en todo caso
las exenciones en la regulación de los tributos. Antes bien, lo que prohíben los principios de
generalidad e igualdad es el establecimiento de beneficios fiscales que constituyan auténticos
privilegios, es decir, normas excepcionales no justificadas en atención a criterios constitucionales.
En este sentido, el Tribunal Supremo, en su Sentencia de 2 de junio de 1986, ha dicho que las
notas de los principios de generalidad e igualdad son «la abstracción y la impersonalidad: su
opuesto, la alusión intuitu personae, la acepción de personas» . Y el TC, en el FJ 4 de su
Sentencia 57/2005, de 14 de marzo, señala que «la exención o bonificación –privilegio de su
titular– como quiebra del principio de generalidad que rige la materia tributaria (artículo 31.1
CE)..., sólo será constitucionalmente válida cuando responda a fines de interés general que la
justifiquen (por ejemplo, por motivos de política económica o social, para atender al mínimo de
subsistencia, por razones de técnica tributaria, etc.), quedando, en caso contrario, proscrita, pues
no hay que olvidar que los principios de igualdad y generalidad se lesionan cuando se utiliza un
criterio de reparto de las cargas públicas carente de cualquier justificación razonable y, por
tanto, incompatible con un sistema tributario justo como el que nuestra Constitución consagra
en el artículo 31 (STC 134/1996, de 22 de julio, FJ 8; y STC 96/2002, de 25 de abril, FJ 7)» .
A la vista de esta jurisprudencia, los autores ponen de manifiesto que los principios de generalidad
e igualdad se verificano comprueban por la íntegra aplicación de los hechos imponibles y de la
deuda tributaria, admitiendo únicamente las exenciones de carácter general que responden a
fines de interés general o tienen una justificación razonable, como las que se relacionan a
continuación. Primeramente, las exenciones referidas al mínimo de subsistencia , entendiéndose
por tal la cantidad que no es objeto de gravamen porque se destina a la satisfacción de las
necesidades vitales mínimas de su titular, lo que se refleja, por ejemplo, cuando el IRPF establece
el denominado mínimo personal y familiar que toma en consideración circunstancias como la
edad, la discapacidad, la convivencia con ascendientes o descendientes, etc., que condicionan las
necesidades vitales de los obligados al pago del impuesto. En segundo lugar, se admiten también
las exenciones derivadas de los límites del poder tributario , que se extiende sólo al ámbito
territorial del Estado o ente territorial respectivo, y que justifica las exenciones para evitar la doble
imposición interna y las previstas en los convenios para evitar la doble imposición internacional.
En tercer lugar, caben exenciones de técnica tributaria , establecidas en favor de los propios
entes públicos, dado que, aun pudiendo también manifestar capacidad económica, la misma está
única e inexorablemente destinada al cumplimiento de unos fines públicos, por lo que no siempre
tiene justificación que contribuyan en su favor o en el de otros entes públicos. Por último, resultan
también admisibles las exenciones con fines extrafiscales, es decir, aquellas que se establecen
31
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
para conseguir los objetivos de política económica y social que contemplan, como se indicó, los
artículos 39 a 52 de la CE, que integran el Capítulo III de su Título I y recogen los fines prioritarios
en materia de gasto público. Por citar algunos ejemplos, las finalidades que se plasman en los
artículos 44 y 46 de la CE en favor de la cultura justifican los beneficios fiscales que se recogen
en la Ley de Fundaciones y Actividades Privadas de Interés General; y los objetivos que establece
el artículo 47 en favor de la vivienda también han dado lugar tradicionalmente a beneficios
fiscales en nuestro ordenamiento. En estos casos, una exención puede estar materialmente
justificada y ser constitucionalmente legítima siempre que sea un instrumento para la consecución
de los objetivos socioeconómicos que gozan de respaldo constitucional, y no podrá hablarse de
privilegios contrarios al principio de generalidad en el levantamiento de las cargas públicas, sino
de fomentar tales objetivos poniendo de relieve la conexión entre las decisiones relativas a los
ingresos y las de los gastos públicos. En definitiva, los entes públicos renuncian, mediante el
establecimiento de las exenciones, a parte de sus ingresos para la consecución de objetivos
públicos prioritarios, supliendo con ello la inversión directa de gasto público que se requeriría
para conseguirlos.
1.3. El principio de progresividad
Se recoge en el artículo 31.1 de la CE y también en el artículo 3 de la LGT. Es un principio que
se plasma por primera vez en nuestro ordenamiento en la CE de 1978, inspirándose en la
Constitución italiana.
Se entiende por progresividad, en opinión de MARTÍN DELGADO, «aquella característica de
un sistema tributario según la cual a medida que aumenta la riqueza de los sujetos pasivos
aumenta la contribución en proporción superior al incremento de la riqueza» . Puede decirse así
que la progresividad supone la conjunción del principio de capacidad económica que consagra el
artículo 31.1 de la CE, y el objetivo de la redistribución de la riqueza a que se refieren los artículos
9.2 y 40.1 de la misma CE. Como ha declarado el propio TC en su Sentencia 27/1981, de 20 de
julio, «... la progresividad global del sistema tributario (...) alienta la aspiración a la
redistribución de la renta» .
Este principio de progresividad afecta al conjunto del sistema tributario pero no a cada uno de
los tributos individualmente considerados, ya que alguna de sus figuras pueden no tener carácter
progresivo (Sentencia del TC 37/1987, de 26 de marzo, que en relación con la progresividad,
manifiesta que «debe apreciarse en términos globales y no en relación a un precepto aislado» ).
Incluso en algún tributo concreto la progresividad no resulta conveniente, como en los impuestos
que gravan el consumo, sobre todo en relación con aquellos bienes considerados de primera
necesidad (no es más «rico» el que más productos básicos adquiere, sino el que, por ejemplo,
tiene familia numerosa). Aunque, como observa E. ESEVERRI MARTÍNEZ, la progresividad en
esta modalidad de impuestos se reflejará teniendo en cuenta el producto consumido, gravando
más a los productos lúdicos (alcohol, joyas) que a los de primera necesidad (alimentos).
Tradicionalmente, la progresividad se ha equiparado a la utilización de tipos de gravamen
progresivos , esto es, aquellos cuya cuantía se incrementa en mayor proporción que la base del
tributo a que se aplican. Sin embargo, no sólo los tipos determinan la progresividad de un sistema
tributario, ya que determinadas exenciones y el resto de los elementos de la estructura del tributo
deben coadyuvar también al cumplimiento del principio de progresividad previsto en el artículo
31.1 de la Constitución.
La verificación o cumplimiento de este principio debe hacerse sobre todo mediante la regulación
de los impuestos que gravan la totalidad de la renta o del patrimonio de las personas físicas, que
son concretamente, en nuestro ordenamiento, el IRPF, el Impuesto sobre el Patrimonio y el ISD.
32
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
1.4. El principio de no confiscatoriedad
El principio de no confiscatoriedad se contempla en el artículo 31.1 de la CE y en el artículo 3
de la LGT. Este principio, según la dicción del artículo 31.1 del texto constitucional, viene a ser
el contrapeso del principio de progresividad o, en otras palabras, el límite a la progresividad del
sistema tributario.
El principio de no confiscatoriedad es, no obstante, un principio difícil de perfilar . El TC le ha
dedicado especial atención en su Sentencia 150/1990, de 4 de octubre, en la que comienza
diciendo que la interpretación de este principio es una cuestión que dista de hallarse
doctrinalmente clarificada, y tratando de ofrecer alguna pauta al respecto, afirma que la
prohibición de confiscatoriedad obliga a no agotar la riqueza imponible de los sujetos pasivos
(por ejemplo, su renta) so pretexto del deber de contribuir; y señala a continuación, a modo de
ejemplo, que cabría apreciar alcance confiscatorio «si mediante la aplicación de las diversas
figuras tributarias vigentes, se llegara a privar al sujeto pasivo de sus rentas y
propiedades»; como «sería asimismo evidente el resultado confiscatorio de un IRPF cuya
progresividad alcanzara un tipo medio de gravamen del 100% de la renta…» . No obstante, el
TC reconoce que, excluidos estos supuestos, a los que él mismo califica de «límite
absoluto» y «evidencia aritmética» , asume la dificultad de situar la frontera en la que lo justo
degenera en confiscatorio. Por su parte, el TC alemán ha entendido que la imposición para no
incurrir en la prohibición de confiscatoriedad no puede superar un límite situado
aproximadamente en el 50% de la renta del contribuyente; límite que en el Derecho español la
Ley del IP establece, con carácter general, en el 60% de la renta calculada a efectos del IRPF.
Otro de los criterios para delimitar la no confiscatoriedad es el de preservar el patrimonio de los
contribuyentes, de manera que la aplicación del sistema tributario en su conjunto no puede
erosionarlo, lo cual vendría a significar que sus destinatarios deberían poder hacer frente al pago
de esos tributos mediante su renta, sin afectar, en definitiva, a los bienes de su propiedad. Por esta
razón, C. PALAO TABOADA considera que el reconocimiento del derecho de propiedad, que
contempla el artículo 33 de la CE, hace innecesario el reconocimiento expreso de este principio
de no confiscatoriedad.
La prohibición de confiscatoriedad afecta o se refiere tanto a cada figura tributaria concreta
como al sistema tributario en su conjunto; es decir, dicha prohibición puede vulnerarse bien
cuando un determinado tributo incide de forma desproporcionada en la riqueza que grava, o bien
como consecuencia de la aplicación de las diversas figuras del sistema tributario.
En cuanto a la verificación de este principio, además de lo dicho respecto de los límites de
gravamen en la renta y el patrimonio, opera también en las presunciones legales , impidiendo
que puedan llegar a contradecir o contraponerse a la realidad económica del individuo. Resulta
necesario, por ejemplo, que las estimaciones objetivas mediante las que se miden la renta y el
consumo a través de signos, índices o módulos, sean siempre optativas para los obligados
tributarios, de manera que puedan optar porque su renta o consumo se calcule conforme a datos
reales. Además, este principio de no confiscatoriedad, al igual que el de capacidad económica,
puede oponerse a la retroactividad de las normas tributarias o al retraso en el cobro de los
tributos por el ente público respecto del momento en que dicho tributo resultó exigible, ya que
podría gravarse una capacidad económica inexistente y por lo tanto confiscatoria.
33
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
2. PRINCIPIOS RELATIVOS A LOS GASTOS PÚBLICOS
2.1. El principio de asignación equitativa de los recursos públicos
Se recoge en el artículo 31.2 de la CE: «El gasto público realizará una asignación equitativa de
los recursos públicos» . Es la primera Constitución española que recoge el principio de equidad
del gasto público, e incluso la primera Constitución de los Estados europeos continentales que lo
hace, fruto de una enmienda presentada por el senador FUENTES QUINTANA; y sin perjuicio
de advertir de la dificultad de llevar a la práctica esta previsión, se debe reconocer que su presencia
en la CE es positiva y refleja la preocupación de los ciudadanos por controlar el destino de los
gastos públicos. El tradicional silencio de las Constituciones sobre este aspecto puede explicarse
teniendo en cuenta que la Hacienda liberal no se preocupaba especialmente por la asignación de
los gastos públicos, que consideraba debían ser los mínimos posibles, y sí lo hacía de los ingresos
públicos, dado que su objetivo fundamental era la protección del derecho de propiedad. Además,
durante mucho tiempo se consideró que las decisiones sobre el gasto público tenían
exclusivamente carácter político, por lo que no eran susceptibles de someterse al control jurídico,
y solamente se arbitraba un control formal de la legalidad presupuestaria (esto es, se controlaba
solamente si lo previsto en la ley de presupuestos se había o no cumplido), pero no al de la justicia
material del mismo. Mientras que en la actualidad es evidente que existe una preocupación social
y doctrinal tanto sobre el qué, como sobre el cuánto del gasto público.
En cuanto al significado de este principio de equidad, equivale al principio de justicia material
del gasto público y propugna el tratamiento igual de los iguales en esta materia, igualdad
relacionada con la capacidad económica de los ciudadanos, que en este caso debe ser entendida
en sentido inverso y a la vez complementario a como se entiende en el ámbito de los ingresos: la
menor capacidad económica debe determinar las correspondientes medidas de gasto público
dirigidas a corregirla. El principio de equidad determinará, concretamente, que las decisiones en
el ámbito de los gastos públicos se inspiren en los preceptos del Capítulo III del Título I de la
Constitución, en el que se recogen, como se ha dicho en varias ocasiones, los llamados principios
rectores de la política social y económica. Como acertadamente resume BAYONA DE
PEROGORDO, la asignación equitativa de los recursos públicos comporta, al menos, tres
exigencias fundamentales: garantizar una satisfacción mínima de las necesidades públicas, la
ausencia de discriminaciones y la interdicción de la arbitrariedad.
La verificación de este principio de equidad ha de hacerse a través del contenido de las Leyes
anuales de Presupuestos, teniendo en cuenta fundamentalmente sus gastos de transferencia, que
tienen un acusado carácter redistributivo, como son los destinados al desempleo, las pensiones o
ayudas familiares, las becas o las prestaciones no contributivas. Son preferibles también los gastos
destinados a bienes y servicios que empleen mayor mano de obra que el factor de producción
capital. En definitiva, este principio de equidad es directamente aplicable a los gastos divisibles,
es decir, a aquellos gastos que tienen un destinatario específico e identificable (los pensionistas,
los becarios, etc.). Sin embargo, para los gastos indivisibles, o sea, aquellos cuyos destinatarios
no están determinados a priori (gastos en infraestructuras, en seguridad ciudadana, en justicia,
etc.), no es posible decidir su destino en función de la capacidad económica de los ciudadanos
que se van a beneficiar, porque no es posible determinarlos, y por ello el principio de equidad ha
de reflejarse necesariamente en los instrumentos para financiar estos gastos, esto es, en los
ingresos tributarios.
En definitiva, los principios de capacidad económica, de generalidad y de igualdad operan, de
una u otra forma, y pese a que la terminología constitucional no sea uniforme respecto de los
ingresos y de los gastos públicos, se hace evidente la conveniencia de su estudio en el marco de
una sola disciplina: el Derecho Financiero.
34
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
2.2. Los principios de eficiencia y economía
Se plasman en el artículo 31.2 de la CE, donde se ordena que la programación y ejecución de los
recursos públicos «responderán a los criterios de eficiencia y economía» .
CAYÓN GALIARDO los considera criterios de racionalidad económica y, por tanto,
auténticos principios o criterios de limitación de las decisiones financieras que, como ha
destacado ORÓN MORATAL, tienen como destinatario natural a las Administraciones públicas.
Comportan también la exigencia de aplicar procedimientos eficaces en la gestión del gasto
público, y así, el artículo 7.2 de la Ley Orgánica 2/2012, de 27 de abril, de Estabilidad
Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, se refiere a la aplicación de «políticas de
racionalización del gasto y de mejora de la gestión del sector público» . Y, aun cuando la
Constitución se refiera a los criterios de eficiencia y economía en relación solo con los gastos
públicos, sin duda afectan también –como ocurría con el principio de asignación equitativa de los
recursos públicos– a los ingresos, por un doble motivo: por la estrecha conexión que existe entre
los ingresos y los gastos públicos; y por la paradoja que supondría que los gastos públicos se
ajustaran a criterios de eficiencia y economía, y que los ingresos públicos no lo hicieran. La
eficiencia y la economía guardan estrecha relación con la eficacia en el análisis de los
procedimientos de gestión tanto de ingresos como de gastos públicos, dando lugar a la conocida
regla de las tres «ees», según la cual: laeconomía relaciona los medios empleados con los fines
perseguidos; la eficacia vincula los fines perseguidos con los resultados obtenidos; y
la eficiencia compara los resultados obtenidos con los medios empleados.
Su verificación en materia de gastos públicos se hará fundamentalmente evaluando las decisiones
de gasto público plasmadas en las Leyes de Presupuestos, así como su adecuada ejecución. Y en
materia de ingresos públicos se verifica a través de las normas reguladoras de la gestión,
inspección y recaudación, de manera que, por ejemplo, la inspección debe centrarse en el
descubrimiento del fraude fiscal, y en materia de gestión y de recaudación se ha de facilitar y
controlar el cumplimiento del pago, así como de las demás obligaciones y deberes tributarios.
2.3. El principio de estabilidad presupuestaria (remisión)
El análisis de este principio de estabilidad, recogido en el artículo 135.1 de la CE, y de los demás
principios que expresa o implícitamente se contemplan en el texto constitucional y en las demás
leyes reguladoras de la ordenación del gasto público, se estudian en la Lección 19, a la que cabe
remitirse, por considerar más adecuado estudiarlos en el marco del Derecho Presupuestario.
III. LOS PRINCIPIOS JURÍDICO-FORMALES DEL DERECHO FINANCIERO
Los principios jurídico-formales del Derecho Financiero son la especificación, en el ámbito
jurídico financiero, de las referencias generales a los principios de legalidad y jerarquía normativa
que recoge el artículo 9.3 de la CE. Son, por otra parte, principios que operan tanto en el ámbito
de los ingresos como en el de los gastos públicos, y se concretan en los denominados principios
de reserva y de preferencia de ley.
1. EL PRINCIPIO DE RESERVA DE LEY
Respecto de los ingresos públicos y más concretamente de los tributarios, el principio de reserva
de ley se contemplafundamentalmente en los artículos 31.3 y 133, apartados 1, 2 y 3, de la CE.
El 31.3 dispone que «sólo podrán establecerse prestaciones personales o patrimoniales de
carácter público con arreglo a la ley» . Por su parte, el artículo 133 prescribe:«1. La potestad
originaria para establecer tributos corresponde exclusivamente al Estado, mediante ley. 2. Las
Comunidades Autónomas y las Corporaciones Locales podrán establecer y exigir tributos, de
acuerdo con la Constitución y las leyes. 3. Todo beneficio fiscal que afecte a los tributos del
Estado deberá establecerse en virtud de ley» . En cuanto a los restantes ingresos públicos de
35
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
naturaleza no tributaria, el artículo 135.3 de la Constitución plasma el principio de reserva de ley
en materia de deuda pública («El Estado y las Comunidades Autónomas habrán de estar
autorizados por ley para emitir Deuda Pública o contraer crédito»); y el artículo 128.2 lo
contempla con relación a los monopolios («… Mediante ley se podrá reservar al sector público
recursos o servicios esenciales, especialmente en caso de monopolio y asimismo acordar la
intervención de empresas cuando así lo exigiere el interés general») .
Por lo que respecta a los gastos públicos, el principio de reserva de ley se recoge en los artículos
66.2, 133.4 y 134.1 de la CE. El artículo 66.2 dispone que «las Cortes Generales ejercen la
potestad legislativa del Estado, aprueban sus Presupuestos…»; el artículo 133.4 establece
que «las administraciones públicas sólo podrán contraer obligaciones financieras y realizar
gastos de acuerdo con las leyes» y, finalmente, el artículo 134.1 preceptúa que «corresponde al
Gobierno la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado y a las Cortes Generales, su
examen, enmienda y aprobación».
El significado de este principio de legalidad tiene una doble dimensión: normativa, supone que
la regulación de la materia financiera debe hacerse mediante ley –principio de reserva de ley–; y
aplicativa, conlleva el sometimiento al control de legalidad de la actuación administrativa en
materia financiera –principio de legalidad administrativa–. El principio de reserva de ley en
materia financiera se justifica debido a que las decisiones sobre ingresos y gastos públicos, dada
su relevancia para el ciudadano, han de ser reguladas por las normas jurídicas de mayor rango
jerárquico, y proceder del órgano legislativo de máxima representación de los ciudadanos.
Por lo que se refiere al análisis y verificación de este principio de reserva de ley, resulta
conveniente analizar separadamente lo relativo a los ingresos tributarios y a los gastos públicos.
Empezando por la primera de las materias indicadas, esto es, la de los ingresos tributarios , hay
que advertir que el principio de reserva de ley ha planteado algunas cuestiones polémicas,
abordadas por el TC en diferentes sentencias que se van a ir examinando. En concreto, se va a
hacer referencia a estas tres cuestiones: a si el principio de reserva de ley resulta aplicable también
a las CCAA; a qué debe entenderse por ley a efectos del citado principio; y a cuál es el alcance
de la reserva de ley en materia tributaria.
En lo que atañe a si el principio de reserva de ley resulta aplicable también a las CCAA , el TC
en la Sentencia 37/1981, de 16 de noviembre, ha mantenido la aplicación de dicho principio a la
regulación por las CCAA de sus propios tributos. Por tanto, los conocidos como tributos propios
de cada Comunidad Autónoma deben regularse mediante ley autonómica.
La segunda cuestión se plantea qué debe entenderse por ley , y concretamente si el término
«ley» comprende cualquier norma jurídica que posea ese rango jerárquico: ley orgánica, ley
ordinaria, leyes de comisión y otras normas jurídicas con fuerza de ley, como son los decretos
legislativos y los decretos-leyes. La discusión más relevante se ha producido con relación a la
posibilidad de regular la materia tributaria mediante decretos-leyes (aspecto que se aborda con
mayor detenimiento en la siguiente Lección 4 apartado II.3), a la vista de lo que prescribe el
artículo 86.1 de la CE, en el sentido de que el Decreto-ley no puede regular los derechos y
libertades del Título I de la Constitución, y de que su artículo 31.1, que contempla el deber de
contribuir, está incluido, precisamente, en ese Título I, lo que llevaría a la conclusión de que el
Decreto-ley no podría regular la materia tributaria. Hay que recordar que la redacción del texto
constitucional pretendía, como demuestra su génesis parlamentaria, la inaplicación del Decreto-
ley a la materia tributaria, si bien el TC, en su Sentencia 6/1983, de 4 de febrero, mantuvo que sí
podía hacerlo, siempre que no alcanzara a los elementos del tributo cubiertos por el principio de
reserva de ley, apreciación carente de significado alguno, entre otras razones porque para la
regulación de las materias no reservadas a la Ley, el Gobierno deberá dictar Decretos y no
36
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
Decretos-leyes. Sin embargo, en la Sentencia 182/1997, de 28 de octubre, el Tribunal revisa esta
tesis, fijando los límites de la utilización del Decreto-ley en no alterar ni el régimen general ni los
elementos esenciales del deber de contribuir, de manera que «vulnerará el artículo 86 de la CE
cualquier intervención o innovación normativa que por su entidad, cualitativa o cuantitativa,
altere sensiblemente la posición del obligado a contribuir según su capacidad económica en el
conjunto del sistema tributario» . En definitiva, para el TC –como ha vuelto a declarar en sus
Sentencias 13/2003, de 3 de julio, 15/2003, de 15 de julio y 189/2005, de 7 de julio–, la posibilidad
o no de utilizar el Decreto-ley en materia tributaria va a depender de la importancia cuantitativa
y cualitativa que para la configuración del deber constitucional de contribuir tenga el tributo
regulado en esa clase de norma. Se trata, no obstante, de criterios demasiados ambiguos que
obligan a un examen de la regulación caso por caso y sin apenas criterio, ni siquiera aproximado,
sobre lo que pueda ser un elemento esencial del deber de contribuir o de importancia cuantitativa
y cualitativa, porque el TC no lo aclara. Con todo, no parece que existan razones suficientes para
considerar siempre improcedente la regulación mediante Decreto-ley de la materia tributaria,
aunque circunscribiendo dicha regulación a solventar los problemas de orden fiscal generados en
situaciones de extraordinaria y urgente necesidad (como la concesión de exenciones en supuestos
de catástrofes naturales), que son las únicas que contempla el artículo 86.1 de la CE en las cuales
el Gobierno puede dictar Decretos-leyes.
En tercer lugar se ha suscitado la cuestión de determinar el alcance de la reserva de ley en
materia tributaria o, en otras palabras, de concretar lo que ha de ser necesariamente regulado por
ley en esta materia, en la que hay que hablar de una reserva de ley relativa. De esta manera, pues,
el principio de reserva de ley alcanza solamente a los elementos esenciales del tributo, según
reiterada doctrina del TC (Sentencias 37/1981, de 16 de noviembre; 6/1983, de 4 de febrero;
179/1985, de 19 de diciembre; 19/1987, de 17 de febrero; 233/1999, de 16 de diciembre; 63/2003,
de 27 de marzo y 150/2003, de 15 de julio). El problema es concretar cuáles son esos elementos
esenciales configuradores del tributo, entre los que deberán entenderse comprendidos, como ha
escrito F. PÉREZ ROYO, los determinantes de la identidad del tributo y de su entidad o cuantía,
por lo que la ley deberá regular, en opinión de este autor, en qué supuestos se origina el deber de
pagar un tributo (hecho imponible), cuáles son las excepciones (exenciones), quién está obligado
a pagarlo (sujetos pasivos), y cuánto hay que pagar (base imponible, tipo de gravamen y deuda).
En la práctica, sin embargo, como ha reiterado la jurisprudencia del TC (SSTC 73/2011, y antes
las 221/1992, 233/1999 y 132/2001), la reserva de ley en materia tributaria no afecta por igual a
todos los elementos del tributo ni a todas las clases de tributos. Así, el grado de concreción
exigido a la ley es máximo cuando se regulan el hecho imponible y las exenciones plenas, pero
es menor cuando se trata de regular otros elementos, como el tipo de gravamen y la base imponible
(en tal sentido, la STC 221/1992, de 11 de diciembre). Y en los tributos de las Corporaciones
Locales, con el fin de compatibilizar el principio de reserva de ley y el de autonomía financiera,
éstas pueden aprobar mediante Ordenanza fiscal –que como se sabe es una norma de rango
reglamentario– los tipos de gravamen de sus tributos, aunque siempre dentro de los límites que
vengan fijados por la ley estatal (así lo consideró la STC 19/1987); y también, dentro de estos
límites, pueden concretar algunas exenciones parciales y bonificaciones, y regular otros aspectos
de la base y la deuda de estos tributos locales. Se produce pues, en todos los supuestos antedichos,
una cierta flexibilización del principio de reserva de ley, especialmente en orden a salvaguardar
el principio constitucional de autonomía financiera de las corporaciones locales, flexibilización
que se manifiesta sobre todo en la regulación de algunas clases de tributos (concretamente en las
tasas y contribuciones especiales), y de los elementos de su estructura determinantes de la cuantía
de la deuda tributaria, como lo son la base y los tipos de gravamen.
En lo referente al papel que ha de cumplir el principio de legalidad en materia de gasto público ,
resulta especialmente relevante a estos efectos el denominado principio de especialidad
presupuestaria, fundamental para determinar el alcance de la legalidad en esta materia. Este
37
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
principio comporta que las habilitaciones para gastar contenidas en las Leyes de Presupuestos no
pueden ser autorizaciones globales o genéricas, sino específicas y condicionadas, en un triple
sentido: cualitativo, lo que significa que ha de especificarse detalladamente por la ley en qué se
ha de gastar el dinero público; cuantitativo, que exige concretar en la ley cuánto se puede gastar;
y temporal, dado que para la realización del gasto la ley concede un tiempo limitado, normalmente
un año; aspectos todos ellos que se analizan más detenidamente en el apartado IV de la Lección
19. Otra de las cuestiones que se ha planteado ha sido el contenido de las Leyes de
PresupuestosGenerales del Estado, teniendo en cuenta que el artículo 134.7 de la CE establece
que «la Ley de Presupuestos no puede crear tributos. Podrá modificarlos cuando una ley
tributaria sustantiva así lo prevea» . La utilización históricamente abusiva de las Leyes de
Presupuestos Generales del Estado como vehículo para introducir reformas tributarias, ha dado
lugar a pronunciamientos del TC en los que se ha fijado el alcance del citado artículo 134.7 de la
CE, de los que se dará cuenta en el apartado IV.3 de la Lección 18.
38
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
TEMA 6: LAS NORMAS TRIBUTARIAS. FUENTES, APLICACIÓN E
INTERPRETACIÓN DEL DERECHO TRIBUTARIO.
1. FUENTES DEL DERECHO TRIBUTARIO SEGÚN LA LGT.
Las Fuentes del ordenamiento Tributario se encuentran recogidas en el Artículo 7 LGT, que
establece que los tributos se regirán por:
• Constitución
• Tratados o convenios internacionales que contengan cláusulas de naturaleza tributaria
(Convenios para evitar la doble imposición internacional, Tratados comunitarios (TUE,
TFUE)
• Normas de la UE o de otros organismos internacionales o supranacionales como el
Derecho de la UE.
• Leyes: La propia LGT., Leyes (estatales o autonómicas) reguladoras de cada tributo y las
demás leyes que contengan normas tributarias. (p.e. leyes anuales de presupuestos del
Estado o CCAA).
• Disposiciones reglamentarias: de desarrollo de la propia LGT, de desarrollo de las
demás leyes tributarias y en el ámbito tributario local, las ordenanzas fiscales.
El sentido y alcance de la LGT se encuentra regulado en el art. 1.1 LGT, el que establece que
esta ley establece los principios y las normas jurídicas generales del sistema tributario español y
será de aplicación a todas las Administraciones tributarias en virtud y con el alcance que se deriva
de la CE, es decir, la LGT no regula ningún tributo concreto, sólo las cuestiones generales
comunes a todos ellos. Su contenido es el siguiente:
Hay un nuevo contenido de la LGT tas el Real – Decreto ley 20/2011; en el art. 1.2 LGT se
recoge lo que se debe hacer para que una Administración tributaria asista a otra siguiente: Esta
ley establece, asimismo, los principios y las normas jurídicas generales (título I) que regulan las
actuaciones de la Administración tributaria por aplicación en España de la normativa sobre
asistencia mutua entre los Estados miembros de la Unión Europea o en el marco de los convenios
para evitar la doble imposición o de otros convenios internacionales.
La asistencia mutua es el conjunto de acciones de asistencia, colaboración, cooperación y otras
de naturaleza análoga que el Estado español preste, reciba o desarrolle con la UE y otras entidades
internacionales o supranacionales, y con otros Estados en virtud de la normativa sobre asistencia
mutua entre los Estados miembros de la Unión Europea o en el marco de los convenios para evitar
la doble imposición o de otros convenios internacionales.
Las normas generales contenidas en la LGT son aplicables a todos los tributos, sin importar su
naturaleza (impuestos, tasas o contribuciones especiales) ni el ente público que los haya
establecido (estatales, autónomos y locales – ver disposición adicional 4º LGT-), salvo la
particularidad de las exacciones parafiscales (disposición adicional primera LGTUNIDAD 3)
Otros aspectos de la LGT relativos a las fuentes del Derecho Tributario con respecto a la LGT
son:
39
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
• Son tratados bilaterales que establecen una serie de reglas dirigidas a delimitar los poderes
tributarios de los Estados firmantes.
• Su finalidad es evitar que una misma manifestación de riqueza (p.e., obtención de renta)
sufra una tributación excesiva en dos Estados diferentes por tributos similares.
• Afectan fundamentalmente a los impuestos sobre la renta y sobre el patrimonio (en
España IRPF, IS e IP).
• Por ejemplo, las rentas derivadas de inmuebles pueden tributar en el Estado donde estén
ubicados los mismos y en Estado de residencia del contribuyente.
En cuanto al Derecho de la Unión Europea; las normas tributarias dictadas por la UE en el
ejercicio de sus competencias son de aplicación inmediata y tienen eficacia directa y primacía
sobre el Derecho de los Estados miembros.
Los diversos actos jurídicos emanados de la UE pueden tener incidencia directa en el ámbito
tributario, algunos ejemplos son :
40
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
leyes sobre cómo alcanzar esos objetivos. Ejemplo de ello es la Directiva sobre los
derechos de los consumidores, que refuerza los derechos de los consumidores en toda la
UE al eliminar, por ejemplo, las tasas y costes ocultos en internet y ampliar el periodo
durante el cual los consumidores pueden desistir de un contrato de venta.
• Las decisiones
• Las recomendaciones
• Garantía del derecho de propiedad: Las restricciones al mismo deben ser decididas
por el Legislativo.
• Garantía de pluralismo político y democracia: Los grandes debates de política fiscal
en el Parlamento.
• Preservar unidad del ordenamiento tributario y la igualdad básica de posición de
los contribuyentes: Evitar excesivas diferencias en los tributos locales.
• La ley ofrece mayor seguridad jurídica.
El ámbito de la reserva de ley (art. 31.3 CE) afecta, en general, a todas las “prestaciones
patrimoniales de carácter público”, es un concepto más amplio que el de tributo (p.ej., engloba
las cotizaciones a la Seguridad Social), ya que se trata de prestaciones caracterizadas por la
coactividad, es decir, la obligación de pago nace sin el concurso de la voluntad del deudor.
Este ámbito incide de lleno sobre los tributos, sobre todas las categorías tributarias, incluyendo:
impuestos, tasas y contribuciones especiales. También afecta a los tributos estatales, autonómicos
y locales, aunque con más flexibilidad en los locales para preservar el poder tributario de los Entes
Locales (art. 133.2 CE). Así mismo afecta también a cualquier prestación que “tenga una
inequívoca finalidad de interés público”, “con independencia de la condición pública o privada
de quien la percibe” (Obligaciones entre particulares resultantes de los tributos-STC 185/1995).
Respecto al contenido de la reserva de ley (Art. 31.3 CE), lo que la CE reserva a la ley es el
establecimiento de los tributos. Según el TC, establecer un tributo supone “la creación ex novo
del tributo y la determinación de los elementos esenciales o configuradores del mismo”. La ley
no puede limitarse a crear el tributo; ha de fijar su régimen jurídico básico, sus señas de identidad.
Los elementos esenciales del tributo cubiertos por la reserva de ley , según la doctrina estos son
los que afectan a la identidad y a la cuantía del tributo. El art. 8 LGT recoge, entre otros aspectos:
41
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
42
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
C) Decretos legislativos
Las Cortes pueden delegar en el Gobierno la potestad de dictar normas con rango de ley (decretos
legislativos) con dos posibles finalidades:
43
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
Aunque esto genera una serie de problemas ya que esta concepción genera cierta indeterminación
y pérdida de seguridad jurídica y parece otorgar un ámbito muy amplio de acción al decreto-ley.
E) El reglamento
Son titulares de la potestad reglamentaria :
1) Administración General del Estado:
• Consejo de Ministros: El Gobierno ejerce “la potestad reglamentaria de acuerdo
con la CE y las leyes” (art. 97 CE), a través de reales decretos, este es el titular
originario de la potestad reglamentaria (STC 185/1995)
• Ministro de Hacienda y Administraciones Públicas: En el ámbito de
competencias del Estado, corresponde al Ministro de Hacienda dictar
disposiciones de desarrollo en materia tributaria, que revestirán la forma de
orden ministerial, cuando así lo disponga expresamente la ley o reglamento
objeto de desarrollo. Dicha orden ministerial podrá desarrollar directamente una
norma con rango de ley cuando así lo establezca expresamente la propia ley. Este
ejerce dos tipos de potestades reglamentarias a través de órdenes ministeriales:
✓ Potestad reglamentaria doméstica: referida a cuestiones internas y de
organización del propio del Departamento
✓ Potestad reglamentaria derivada: normas de desarrollo de una ley o un
decreto [art. 7.1,e) LGT]
2) Administraciones autonómicas (CCAA):
• Consejo de Gobierno: Ejerce la potestad reglamentaria (art. 41 EA Andalucía)
a través de decretos.
• Consejero competente sobre Hacienda: Ejerce potestad reglamentaria
doméstica y derivada a través de órdenes.
3) Administraciones locales (Entes Locales):
• Pleno de la Corporación: Ejerce la potestad reglamentaria mediante ordenanzas
fiscales (art. 106.1 Ley 7/1985, de 2 de abril, reguladora de las Bases del Régimen
Local)
Respecto al ámbito de actuación en materia tributaria de los reglamentos , podrán regularse
mediante disposiciones reglamentarias todos aquellos aspectos del régimen jurídico de los
tributos no reservados a la ley. La LGT prevé varios reglamentos que desarrollen sus preceptos
(recaudación, gestión e inspección, procedimiento sancionador, revisión en vía administrativa,
etc). Las leyes reguladoras de los tributos más importantes (IRPF, IS, IVA, ISD, etc.) tienen su
propio reglamento de desarrollo.
3. NATURALEZA DE LAS NORMAS TRIBUTARIAS
Existe una gran polémica con respecto a la naturaleza de las normas tributarias, ya que a lo largo
de la historia han surgido numerosas tesis con respecto a la naturaleza de las normas tributarias ,
algunas de las más populares son :
44
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
Con respecto a esta polémica en la actualidad, se admite sin discusión que las normas
tributarias:
• Principio de seguridad jurídica (art. 9.3 CE): Según TC, se vulnera cuando una norma
tributaria tiene carácter retroactivo sin justificación razonable.
• Retroactividad auténtica o de grado máximo: La norma se aplica a supuestos
consumados antes de su entrada en vigor. Según el TC, resulta difícilmente justificable,
sólo se admitirá por exigencias cualificadas de interés general; por ejemplo, es
inconstitucional el gravamen retroactivo de adquisiciones de productos exentos en la
45
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
normativa precedente del Impuesto Especial sobre Hidrocarburos (STC 234/2001). En
la EPD no puedo haber retroactividad de impuestos instantáneos; por ejemplo, es
inconstitucional una retroactividad máxima en el régimen fiscal en el IRPF de los
rendimientos derivados del ejercicio de opciones sobre de compra sobre acciones (STC
121/2016).
• Retroactividad impropia o de grado medio: La norma se aplica a supuestos actuales,
iniciados antes de su entrada en vigor pero aún no concluidos. Según el TC, habrá que
estudiar la cuestión caso por caso ponderando las circunstancias concurrentes (alcance
temporal de la medida, su grado de previsibilidad por los contribuyentes y su contenido
y finalidad). ➔ Ej., una subida del IRPF a mitad de año, admitida por ser previsible en la
STC 182/1997. ➔ Ej., subida de tributos sobre el juego dentro del período impositivo,
rechazada en la STC 173/1996.
• Principio de capacidad económica (art. 31.1 CE): No se puede gravar una riqueza “no
actual”, que ya no existe cuando entra en vigor la norma aunque lo hiciera en el pasado,
o que ha disminuido en su cuantía (STC 126/1987).
46
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
6-7. INTERPRETACIÓN E INTEGRACIÓN DE LAS NORMAS TRIBUTARIAS.
A) Criterios de interpretación según la LGT.
Los criterios de interpretación según la LGT se remite, sin especialidad alguna, a los criterios
generales de interpretación de las normas jurídicas, el art Art. 12.1 LGT establece que : “Las
normas tributarias se interpretarán con arreglo a lo dispuesto en el apartado 1 del artículo 3 del
Código Civil.”
Este precepto aparentemente es innecesario, pero es más importante por lo que no dice que por lo
que dice, pues acaba con una vieja polémica en este punto, ya que cierra el paso a las tesis
partidarias de que las normas tributarias se interpreten con criterios específicos, peculiares y
diferenciados de las demás normas jurídicas. ➔Interpretación literal, interpretación restrictiva,
económica, “in dubio contra Fiscum”, etc.
En cuanto a los criterios de interpretación conforme al C. Civil, las normas tributarias se
interpretarán con arreglo a los mismos criterios que los empleados para las normas jurídicas en
general:
47
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
48
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
SIMULACIÓN (art. 16 LGT).
En estos casos se crea una apariencia jurídica, una tapadera que encubre la verdadera realidad,
hay disparidad entre forma y fondo. El Art. 16.1 LGT establece que en los actos o negocios en
los que exista simulación, el hecho imponible gravado será el efectivamente realizado por las
partes. Diferenciamos entre:
• Se prescinde del negocio inexistente, de la forma o denominación utilizada por las partes
(art. 13 LGT).
• Su existencia deberá ser declarada por la Administración tributaria, limitando esta
declaración sus efectos al ámbito tributario (art. 16.2 LGT). Debe demostrar que el
negocio simulado no existe por carecer de alguno de sus elementos esenciales.
• Se exigirán intereses de demora y, en su caso, las sanciones que procedan (art. 16.3
LGT).
En los casos de conflicto en la aplicación:
49
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
TEMA 7: LA RELACIÓN JURÍDICO-TRIBUTARIA. LAS OBLIGACIONES
TRIBUTARIAS.
1. La relación jurídico-tributaria
A) Concepción legal
Conforme a la LGT, la aplicación del tributo se traduce en una relación jurídica entre Hacienda y
los sujetos obligados, en un vínculo sujeto al Derecho que engloba una pluralidad de situaciones
jurídicas activas y pasivas. El art 17 LGT establece que se entiende por relación jurídico-
tributaria el conjunto de obligaciones y deberes, derechos y potestades originados por la
aplicación de los tributos. De la relación jurídico-tributaria pueden derivarse obligaciones
materiales y formales para el obligado tributario y para la Administración, así como la imposición
de sanciones tributarias en caso de su incumplimiento. Son obligaciones tributarias materiales las
de carácter principal, las de realizar pagos a cuenta, las establecidas entre particulares resultantes
del tributo y las accesorias. En el marco de la asistencia mutua podrán establecerse obligaciones
tributarias a los obligados tributarios, cualquiera que sea su objeto, de acuerdo con lo establecido
en el artículo 29 bis de esta Ley.
Contenido fundamental Jurídicamente, el tributo se define como una obligación ex lege de
Derecho público y contenido patrimonial, es decir, como un vínculo obligacional, cuyo objeto es
una prestación pecuniaria exigida por un ente público (art. 2.1 LGT).
El sujeto activo-acreedor de esa obligación de pago, es la Administración tributaria (ente público),
titular del derecho de crédito tributario. Esta no puede disponer de su derecho de crédito, porque
se trata de una obligación ex lege, esto se basa en el principio Indisponibilidad del crédito
tributario (art. 18 LGT - “El crédito tributario es indisponible salvo que la ley establezca otra
cosa.”- ). El derecho de crédito solo se puede modificar por ley, por eso el artículo anterior
establece eso.
El sujeto pasivo-deudor de la obligación de pago es el obligado o deudor tributario, en virtud del
presupuesto de hecho del tributo definido por la ley. Este no puede modificar los elementos de la
obligación tributaria (sujeto, objeto, etc.), porque se trata de una obligación ex lege, en base al
principio Inderogabilidad de la obligación tributaria (art. 17.5 LGT) : “Los elementos de la
obligación tributaria no podrán ser alterados por actos o convenios de particulares, que no
producirán efectos ante la Administración, sin perjuicio de sus consecuencias jurídico-privadas.”
2. Clases de obligaciones tributarias.
La relación jurídico-tributaria tiene un contenido más amplio, más allá del núcleo esencial
configurado por la obligación básica de pagar el tributo. De la relación jurídicotributaria pueden
derivarse para los obligados tributarios dos tipos de obligaciones (art. 17.2 LGT), cuya amplitud
dependerá de las características de cada tributo:
50
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
A) Obligaciones tributarias materiales.
Se componen de:
• Configuración de cada tributo, que tendrá su propio hecho imponible como base de su
estructura y como elemento que permite diferenciar:
o Unas categorías tributarias de otras (impuestos, tasas y contribuciones
especiales).
o Dentro de cada categoría, cada tributo de los demás.
• Fuente o base de la obligación tributaria principal, que nace con la realización del HI
previsto en la ley.
o Se trata de una obligación legal o ex lege.
o Esa obligación tributaria deberá ser después cuantificada o liquidada bien por la
Administración (liquidación), bien por el obligado tributario (autoliquidación
o declaración liquidación).
Así mismo el hecho imponible se caracteriza por:
51
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
La estructura del hecho imponible se compone de dos elementos esenciales:
• Una norma de sujeción (la que define el hecho imponible del tributo).
• Y una norma de exención por la que, pese a que se ha realizado el presupuesto de hecho
previsto en la ley, no se exige el cumplimiento de la obligación tributaria principal.
Las exenciones pueden responder a diversas razones:
• Observancia de los principios de justicia tributaria del art. 31.1 CE (en particular,
principio de capacidad económica). Por ejemplo, se declaran exentas determinadas rentas
del IRPF como mínimo de subsistencia.
• Razones de carácter extrafiscal , para atender a la realización de fines y principios
constitucionales (art. 2.1 LGT).
• Razones técnicas de configuración de algunos tributos o cumplimiento de normas
internacionales (por ejemplo, beneficios fiscales a organismos y sus funcionarios o
agentes).
Las exenciones pueden ser, por tanto:
53
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
Las diferencias entre supuestos de no sujeción y de exención son:
54
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
5. Obligaciones entre particulares resultantes del tributo.
Tienen por objeto prestaciones de naturaleza tributaria exigibles entre obligados tributarios, al
margen de la relación jurídico-tributaria, sin que intervenga la Administración tributaria (art. 24.1
LGT).
¿Qué actos generan este tipo de obligaciones?
55
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
• Entregar certificados de las retenciones o los ingresos a cuenta practicados a los obligados
tributarios perceptores de rentas (p.e., una empresa a sus empleados).
La normativa reglamentaria determinará los casos de aportación de los libros registro de forma
periódica y por medios telemáticos (art. 29.3 LGT, modificado por la Ley 36/2006, de 29 de
noviembre, de medidas de prevención el fraude fiscal).
8. OBLIGACIONES TRIBUTARIAS EN EL MARCO DE LA ASISTENCIA
MUTUA
Nuevo concepto introducido por el Real Decreto-ley 20/2011 para trasponer al Derecho interno
la Directiva 2010/24/UE del Consejo, de 16 de marzo de 2010, sobre la asistencia mutua en
materia de cobro de créditos tributarios y otros derechos.
Se definen como aquellas que se deriven para los obligados tributarios de la normativa sobre
asistencia mutua entre las Administraciones tributarias de los Estados miembros (art. 29 bis LGT,
introducido por RD-ley 20/2011). Esto es reflejo de la importancia creciente de la asistencia y
colaboración entre Administraciones tributarias de los Estados miembros dentro de la UE.
9. DERECHOS Y GARANTÍAS DE LOS OBLIGADOS TRIBUTARIOS
Además de obligaciones, de la relación jurídico-tributaria se derivan también para los obligados
tributarios una serie de derechos y garantías frente a la Administración tributaria. El art 34 LGT
recoge una relación de derechos de los obligados tributarios frente a la Administración tributaria.
Esos derechos y garantías se ejercitan básicamente en el marco de los procedimientos
administrativos tributarios. Pero también en otras relaciones con la Administraciones tributaria
desarrolladas fuera de los procedimientos administrativo tributarios propiamente dichos. En otros,
el art. 34 LGT menciona los siguientes: ( saber sólo algunas )
56
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
10. DERECHOS, OBLIGACIONES Y DEBERES DE LA ADMINISTRACIÓN
TRIBUTARIA
De la relación jurídico-tributaria se derivan para la Administración tributaria un conjunto de
derechos. Algunos de estos Derechos de la Administración tributaria son :
• Derechos de crédito (art. 18). Aquel que establece la ley, de acuerdo con el presupuesto.
• Derecho para determinar la deuda tributaria.
• Derecho para recaudar o exigir el pago. La Administración ejercerá, además, un conjunto
de potestades administrativas para la aplicación de los tributos, con el fin de garantizar el
cobro. Entre otras, ejecución forzosa, comprobación e investigación, obtención de
información, etc. La Administración tributaria está también sujeta a obligaciones de
contenido económico (art. 30.1 LGT), algunas de estas son :
• Devoluciones derivadas de la aplicación de la normativa de cada tributo, como por
ejemplo el IRPF, IS o IVA (art. 31 LGT).
• Devolución de ingresos tributarios indebidos (art. 32 LGT).
• Reembolso de los costes de las garantías aportadas para suspender la ejecución de un acto
recurrido si éste es declarado improcedente por sentencia o resolución administrativa
firme (art. 33 LGT).
• Y la Administración tributaria tiene también deberes (art. 30.2 LGT) establecidos en la
LGT con respecto al desarrollo de los procedimientos tributarios; y en el resto del
ordenamiento jurídico.
57
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
TEMA 8: LOS SUJETOS DEL TRIBUTO
1. EL SUJETO ACTIVO DEL TRIBUTO
Diversas acepciones del término sujeto activo
• como titular del poder tributario: Ente o Entes públicos (Estado, Comunidad
Autónoma o Ente Local) que establecen y regulan el tributo.
• Sujeto activo de la obligación tributaria: Titular del crédito tributario, acreedor de la
deuda tributaria, ente público al que corresponde la recaudación.
• Sujeto activo de la relación jurídico-tributaria, que ejerce las competencias de
aplicación del tributo: Ente público titular o que ejerce por delegación las competencias
administrativas para la aplicación del tributo, que lo exige a los sujetos obligados, que
son Administración tributaria estatal (Ministerio de Economía y Hacienda-Agencia
Tributaria), autonómica o local.
No siempre coinciden estos tres sujetos activos en un mismo ente público (ej., impuestos cedidos).
Algunos ejemplos Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas:
A) Concepto.
Se consideran obligados tributarios todas las personas físicas o jurídicas y las entidades “a las que
la normativa tributaria impone el cumplimiento de obligaciones tributarias”, ya sean materiales o
formales (art. 35.1 LGT).
B) ¿Quiénes pueden ser obligados tributarios?
Son:
58
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
59
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
60
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
5. EL SUSTITUTO.
ART. 36.3, primer inciso LGT “Es sustituto el sujeto pasivo que, por imposición de la ley y en
lugar del contribuyente, está obligado a cumplir la obligación tributaria principal, así como las
obligaciones formales inherentes a la misma.”
Sujeto pasivo que por mandato legal se coloca “en lugar” del contribuyente a todos los efectos
(obligación tributaria principal y obligaciones formales). Al realizar un determinado presupuesto
de hecho queda configurado como sustituto y releva al contribuyente como sujeto pasivo. Lo
desplaza y ocupa su posición jurídica en la relación jurídico tributaria con Hacienda, quedando
como único sujeto obligado. Lo hace con una finalidad de facilitar y garantizar el cumplimiento
de la obligación tributaria principal, de modo que hacienda puede dirigirse contra él, en lugar del
61
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
contribuyente, para satisfacer su derecho de crédito. No obstante, se reconoce al sustituto un
derecho a resarcirse, puesto que no es quien realiza el HI del tributo, así mismo y salvo precepto
legal expreso en contrario, podrá reclamar al contribuyente el importe las cantidades pagadas a la
Administración tributaria (art. 36.3 LGT, segundo inciso).
62
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
Los efectos del ingreso de las cantidades retenidas por el retenedor son 3:
63
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
8. EL RESPONSABLE
A) Concepto
La ley (art. 41.1 LGT) podrá configurar como responsables solidarios o subsidiarios de la deuda
tributaria, junto a los deudores principales, a otras personas o entidades, por mandato legal
(reserva de ley en materia tributaria), una persona o entidad se coloca “junto al” contribuyente
(u otro obligado tributario), a su lado, sin desplazarlo ni ocupar su lugar en la relación jurídico-
tributaria o por un determinado motivo, queda obligado como deudor secundario o
complementario al cumplimiento de la deuda tributaria de otro, con una función de garantía
personal, esto es un mecanismo de aseguramiento del crédito tributario que recuerda, en cierta
manera, a la fianza del Derecho privado.
La ley designa designa a un responsable porque es un sujeto vinculado al presupuesto de hecho
de la obligación tributaria correspondiente y porque es un sujeto que colabora en la realización de
un acto que se considera ilícito tributario.
B) Clases de responsables
El responsable puede ser solidario o subsidiario:
64
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
LGT) . Ese acto ha de notificarse al responsable expresando diversos aspectos (art. 174.4
LGT):
- Texto íntegro del acuerdo de declaración de responsabilidad, con indicación de:
Presupuesto de hecho de la responsabilidad y Deuda(s) reclamada(s).
- Medios de impugnación, órgano ante el que debe recurrirse y plazo para hacerlo. Cabe
impugnar la procedencia del presupuesto de hecho y la deuda reclamada (art. 174.5
LGT).
- lugar, plazo y forma de pago
• Trámites para exigir la responsabilidad (EPD)
• Alcance de la responsabilidad (EPD)
• Derecho de regreso: La LGT reconoce expresamente al responsable el derecho al
reembolso frente al deudor principal (art. 41.6), que se ejercerá en los términos previstos
en la legislación civil.
65
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
C) Sucesores en obligaciones tributarias pendientes de personas jurídicas (art. 40 LGT)
Las obligaciones tributarias pendientes de sociedades y personas jurídicas disueltas y liquidadas
con responsabilidad patrimonial limitada de los socios, partícipes o cotitulares, se transmiten a
los socios, quedando obligados solidariamente hasta el límite del valor de la cuota de liquidación
que les corresponda y demás percepciones patrimoniales recibidas por los mismos en los dos años
anteriores a la fecha de disolución que minoren el patrimonio social que debiera responder de
tales obligaciones. En realidad se trata de una solidaridad impropia. Además, existe una posible
condición de responsables solidarios si han sido causante o colaboradores activos en la comisión
de infracciones tributarias (art. 42.2.a LGT)
Las Obligaciones tributarias pendientes de personas jurídicas disueltas y liquidadas sin
responsabilidad patrimonial limitada de los socios, partícipes o cotitulares, por su parte se
transmiten íntegramente a los socios, quedando obligados solidariamente a su cumplimiento.
Las Obligaciones tributarias pendientes de sociedades mercantiles extinguidas o disueltas sin
liquidación, son operaciones de reestructuración (fusiones y escisiones, cesiones globales de
activo o pasivo), y se transmiten a las personas que sucedan o sean beneficiarias de la operación.
Las Obligaciones tributarias pendientes de fundaciones disueltas: se transmiten a los destinatarios
de sus bienes y derechos.
Las Obligaciones tributarias pendientes de entidades sin personalidad jurídica (art. 35.4 LGT)
disueltas: se transmiten a sus partícipes o cotitulares.
10. SOLIDARIDAD TRIBUTARIA
A) Supuesto de hecho: pluralidad de sujetos obligados
El Art. 35.7 LGT en su primera mitad establece que: “La concurrencia de varios obligados
tributarios en un mismo presupuesto de una obligación…”. De este derivamos que en la
solidaridad tributaria varios sujetos realizan conjuntamente el presupuesto de una determinada
obligación tributaria (p.e. la obligación principal).
B) Tratamiento en el orden tributario
En D.º Civil, existen básicamente tres alternativas:
66
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
al pago de las deudas tributarias del causante. Por ejemplo, varias personas realizan
conjuntamente un mismo presupuesto de hecho de responsabilidad.
Si la Administración tributaria sólo conoce a uno de los sujetos obligados, le reclamará el
cumplimiento íntegro de la obligación, practicando liquidaciones a su nombre. El cumplimiento
de la obligación por uno de los coobligados surte efecto para los demás. Si se trata de una
obligación material, el sujeto obligado a pagar la totalidad de la deuda podrá ejercer la acción de
reembolso en vía civil.
No obstante, la regla de la solidaridad queda suavizada porque se reconoce al obligado el derecho
a pedir la división de la obligación, con 2 requisitos:
67
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
permanente, el domicilio será el que resulte de aplicar a dicho establecimiento
permanente las reglas establecidas en los párrafos a) y b) de este apartado.
68
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
TEMA 9: LA DETERMINACIÓN DE LA DEUDA TRIBUTARIA
1. CUANTIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES TRIBUTARIA.
A) El cálculo de la cantidad a ingresar por el obligado tributario
Realizado el presupuesto de hecho de una obligación tributaria, el siguiente paso consiste en la
determinación de la deuda tributaria o cantidad a pagar por el obligado, ya que sabe que hay que
pagar, pero se desconoce el importe. Las operaciones de cálculo de la deuda tributaria pueden ser
realizadas, dependiendo de lo que ordene la normativa de cada tributo, de dos maneras:
• Tributos fijos o de cuantía o cuota fija: La normativa del tributo establece directamente
una cantidad fija a pagar, no hay que calcular la deuda tributaria.
• Tributos variables o de cuantía o cuota variable: La normativa del tributo señala unos
elementos de cuantificación para realizar el cálculo de la deuda tributaria (base y tipo de
gravamen) en cada supuesto de hecho.
• Tributos mixtos: Parte de la deuda tributaria viene fijada directamente por la normativa
del tributo y parte ha de calcularse a partir de los elementos señalados en ella.
69
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
o Impuestos Especiales sobre alcohol, tabaco o hidrocarburos BI no dineraria =
volumen de alcohol (hectolitros) o gasolina (miles de litros) o cantidad de tabaco
(n.º de unidades) fabricados.
• Estimación directa (art. 51): Método general o de aplicación preferente para determinar
la BI
• Estimación objetiva (art.52): Método alternativo que se aplicará en los supuestos que
establezca la ley (art. 50.3 LGT). Será un método voluntario para los obligados
tributarios.
• Estimación indirecta (art. 53): Método subsidiario que se aplicará en una serie de
supuestos tasados
70
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
La BI se determina por aproximación a partir de datos reales indirectamente relacionados con el
hecho imponible, es decir, a través de Módulos (Personal asalariado, Personal no asalariado,
Superficie local, N.º de mesas local,Potencia eléctrica contratada, etc. ).
Este método mide de forma menos exacta que la ED la capacidad económica real del sujeto
pasivo.
Un ejemplo de módulo es el siguiente:
• Cuyo volumen de ingresos no supere los 150.000 euros anuales, año anterior (Para 2018
250.000 euros)
• Cuyo volumen de compras, sin incluir inversiones, no supere los 150.000 euros del año
anterior (para 2018 250.000 euros).
• No realicen actividades a las que se aplica el tipo de retención del 1%, las cuales quedan
excluidas. Es decir, las actividades de fabricación y construcción (albañilería, fontanería,
instaladores, carpintería, cerrajería, pintura…).
71
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
En resumen, hay una falta de colaboración del obligado tributario, que incumple sus obligaciones,
o circunstancias anómalas o excepcionales que impiden a la Administración determinar la BI por
los otros métodos (ED o EO). La EI actúa como un remedio alternativo in extremis, para
salvaguardar los principios de generalidad y justa distribución de la carga tributaria.
La Administración intentará “reconstruir” la BI, hará “lo que pueda” dentro de los márgenes
permitidos por el Derecho, aplicando los medios indiciarios previstos en art. 53.2 LGT:
4. LA BASE LIQUIDABLE
Es la magnitud que resulta de practicar, en su caso, en la base imponible las reducciones previstas
en la ley reguladora de cada tributo
Base imponible – reducciones previstas en la ley = Base liquidable (BL)
Las reducciones son un tipo de beneficio fiscal que puede obedecer a distintos motivos (mínimo
exento, circunstancias personales y familiares, razones extrafiscales). Ejemplos:
72
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
5. EL TIPO DE GRAVAMEN
A) Concepto de tipo de gravamen
Concepto propio de los tributos variables, es la cifra, coeficiente o porcentaje que se aplica sobre
la base liquidable para determinar la cuota tributaria íntegra:
Base liquidable × Tipo de gravamen = Cuota tributaria (cuota íntegra)
En los tributos fijos, la cuota tributaria se concreta directamente en una “cantidad fija señalada al
efecto”
B) Clases de tipos de gravamen
Diferenciamos 3 tipos de gravamen: tipos de gravamen porcentuales o alícuotas , tipos de
gravamen graduales; y tipos de gravamen específicos
73
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
problema del error de salto, porque a un aumento (pequeño) de la BL
corresponde un aumento desproporcionado de la cuota tributaria.
EJEMPLO 3:
74
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
6. LA CUOTA ÍNTEGRA
En tributos variables, la cuota íntegra (CI) es el resultado de aplicar a la base liquidable el tipo
o tipos de gravamen (tarifa o escala) previstos en la ley (art. 56.1.a LGT).
Base liquidable × Tipos de gravamen= Cuota íntegra (CI)
En los tributos fijos (p. e., algunas tasas) la cuota íntegra (CI) será la cantidad fija señala al efecto.
El importe de la CI puede sufrir modificaciones, si así lo prevé la ley del tributo, mediante la
aplicación de reducciones o límites (art. 56.4 LGT). Ejemplo del Impuesto sobre el Patrimonio
CI de IP + CI del IRPF no podía ser > 60 % de la base imponible total del contribuyente en el
IRPF (art. 31 Ley 19/1991)
7. LA CUOTA LÍQUIDA
La cuota líquida (CL) es el resultado de aplicar sobre la CI las deducciones, bonificaciones,
adiciones o coeficientes previstos, en su caso, en la ley de cada tributo (art. 56.5 LGT).
Cuota íntegra (CI) – Deducciones y bonificaciones + Adiciones × Coeficientes multiplicadores
= Cuota líquida (CL)
Las deducciones y bonificaciones son beneficios fiscales. Por ejemplo, la deducción por
adquisición de vivienda habitual en el IRPF
Las adiciones y coeficientes multiplicadores son una forma de incrementar la cuantía de la cuota
tributaria previstas en algunos tributos .
La CL será igual a la CI:
8. LA CUOTA DIFERENCIAL
La cuota diferencial (CD) es el resultado de descontar de la CL el importe de las deducciones,
pagos a cuenta (pagos fraccionados, retenciones e ingresos a cuenta) o cuotas (art. 56.6 LGT).
Cuota líquida (CL) – Deducciones, pagos a cuenta y cuotas = Cuota diferencial (CD)
A veces la ley prevé deducciones que no se aplican sobre la CI, sino sobre la CL.
La CD es un concepto característico de los impuestos periódicos sobre la renta (IRPF e Impuesto
sobre Sociedades), ya que se anticipa el ingreso de la cuota tributaria mediante los pagos a
cuenta de la obligación tributaria principal.
La CD puede ser, además de 0:
75
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
9. RECAPITULACIÓN: CUOTA TRIBUTARIA
La cantidad final a ingresar como tributo (obligación tributaria principal) se denomina cuota
tributaria, que representa una parte o porción de la base liquidable que corresponde al ente público
acreedor o sujeto activo de la obligación tributaria. Dependiendo de las características y de la
complejidad de la estructura de cada tributo, esta cuota recibe el nombre de:
• Cuota íntegra
• Cuota líquida (si la ley prevé deducciones o bonificaciones, adiciones o coeficientes).
• Cuota diferencial (si la ley prevé deducciones de la cuota líquida o pagos a cuenta).
• Falta de ingreso dentro del plazo de pago en período voluntario de una deuda liquidada
por la Administración.
• Falta de presentación en plazo de una declaración o autoliquidación o presentación
incorrecta, salvo regularización espontánea del art. 27 LGT.
• Suspensión de la ejecución de actos administrativos.
• Obtención de devoluciones improcedentes.
• Solicitud de aplazamiento o fraccionamiento del pago.
Se exigirá sin necesidad de previa intimación de la Administración ni de que el retraso del
obligado sea culpable.
No se exigirá cuando se trate de un retraso imputable a la Administración, porque ésta incumpla
plazos máximos de resolución, notificación, liquidación, contestación, etc. (art. 26.4 LGT).
Forma de cálculo (art. 26.3 LGT) ➔ Se calcula proporcionalmente al número de días de retraso
del obligado y sobre el importe no ingresado en plazo o la cuantía de la devolución improcedente.
La cuantía del interés de demora (art. 26.6 LGT) se calcula de la siguiente forma:
• Regla general: interés legal vigente a lo largo del período de retraso incrementado en un
25%, salvo que la Ley de Presupuestos Generales del Estado (LPGE) establezca otro
interés de demora diferente. En la práctica, el interés de demora viene fijado
específicamente en una disposición de la LPGE de cada año.
76
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
En ninguno de esos casos se exigirán sanciones al obligado tributario, dado que concurre un
arrepentimiento espontáneo.
En el caso de los recargo del 5, 10 ó 15%, tampoco se exigirán los intereses de demora devengados
hasta la presentación tardía de la declaración o autoliquidación.
En el caso de los recargo del 20% se exigirán intereses de demora devengados, pero sólo por el
retraso que exceda de 12 meses.
Si el obligado tributario presenta una declaración extemporánea, la Administración le notificará
la liquidación correspondiente, exigiéndole la cuota, más el recargo (y, en su caso, el interés de
demora) que corresponda.
Si el obligado tributario presenta una autoliquidación extemporánea, la Administración le
notificará la liquidación del recargo (y, en su caso, interés de demora) que corresponda. Si no
paga al presentar la autoliquidación (ni pide aplazamiento o fraccionamiento o compensación),
deberá pagar, además, los recargos del período ejecutivo (art. 28 LGT).
77
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
D) Modificación introducida por la Ley 36/2006, de 29 de noviembre, de medidas de
prevención del fraude fiscal, que añade un nuevo ap. 5 al art. 27 LGT
Reducción del 25% del importe del recargo con determinadas condiciones Ingreso total del
importe restante del recargo (75%) dentro del plazo de pago voluntario abierto tras la notificación
de dicho recargo por la Administración. Ingreso total de la deuda resultante de la autoliquidación
extemporánea; o ingreso dentro de plazo de pago voluntario de la deuda resultante de la
liquidación administrativa derivada de la declaración extemporánea; o ingreso de la deuda dentro
del plazo o plazos fijados en el acuerdo de aplazamiento o fraccionamiento concedido por la
Administración (con garantía de aval o certificado de seguro de caución) y solicitado por el
obligado al presentar la autoliquidación extemporánea o antes de finalizar el plazo de pago abierto
con la notificación de la liquidación resultante de la declaración extemporánea.
E) Recargos del período ejecutivo (art. 28 LGT)
Se devengan cuando se inicia el llamado período ejecutivo, es un período de cobro forzoso que
se abre cuando el obligado no ingresa la deuda dentro del plazo de pago voluntario. Existen tres
tipos de recargos, incompatibles entre sí:
• Recargo ejecutivo (5 %): Si se paga toda la deuda no ingresada antes del inicio del
procedimiento de apremio.
• Recargo de apremio reducido (10 %): Si se paga toda la deuda no ingresada en plazo
voluntario y el recargo dentro del plazo de pago concedido al inicio de la vía de apremio.
• Recargo de apremio ordinario (20 %): Es compatible con los intereses de demora
devengados desde el fin del plazo de pago voluntario. Estos recargos no se devengarán
en caso de deudas de otros Estados o de entidades internacionales o supranacionales cuya
recaudación se realice en el marco de la asistencia mutua, salvo que la normativa en la
materia dispongan lo contrario.
F) Recargos exigibles legalmente (art. 52.2.d LGT)
Se trata de tributos adicionales, aplicados sobre la base o la cuota (íntegra o líquida) de otro tributo
previo. Por ejemplo, las Comunidades Autónomas tiene reconocida la potestad para crear
recargos sobre determinados tributos del Estado [art. 157.1.a) CE y art. 12 LOFCA], aunque
apenas han hecho uso de ella.
G) Sanciones tributarias
Las sanciones tributarias que puedan imponerse por la comisión de infracciones no se consideran
obligaciones accesorias, ni forman parte de la deuda tributaria aunque se recauden con ella
(arts. 25.2 y 58.3 LGT). Tienen una finalidad diversa a las prestaciones tributarias (no tienen
como único fin la obtención de ingresos públicos) y se imponen a través de un procedimiento
sancionador específico y separado (arts. 207-212 LGT).
78
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
11. ESQUEMA DE CUANTIFICACIÓN DE LA DEUDA TRIBUTARIA SEGÚN LA
LGT.
79
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
TEMA 10: Garantías y extinción de las obligaciones tributarias
1. LAS GARANTÍAS DEL CRÉDITO TRIBUTARIO
Los créditos tributarios, como derechos de crédito ex lege vinculados al deber constitucional de
contribuir, gozan de una especial protección jurídica, con el fin de asegurar y facilitar su
cumplimiento y disminuir el riesgo de impago por parte del deudor o deudores tributarios.
La LGT trata de garantizar el cobro a través de una serie de mecanismos de aseguramiento que
constituyen garantías del crédito tributario en un sentido genérico o amplio, estas son: Garantías
personales :
• Sustituto del contribuyente, sujeto que se coloca en lugar del segundo (art. 36.3 LGT).
• Responsable solidario o subsidiario, sujeto que se coloca junta al deudor-es principal-es
por si éste-os no cumplen (art. 41 LGT).
• Solidaridad tributaria (art. 35.6 LGT).
Garantías para suspender la ejecución de actos recurridos: Depósito de dinero o valores, aval o
fianza de carácter solidario.
Y, Garantías para obtener aplazamiento/fraccionamiento del pago
Además, LGT y RGR (Reglamento General de Recaudación,) prevén garantías específicas,
que son:
• El pago o cumplimiento
• La pérdida de la cosa debida.
• La condonación de la deuda. Es decir, perdonar la deuda.
• La confusión de los derechos de acreedor y deudor.
• La compensación.
• La novación. Es decir, extingue la obligación principal, sustituyéndola por otra nueva.
Con respecto a su aplicación en el ámbito tributario, algunas de ellas resultan claramente
inaplicables:
• Pérdida de la cosa debida, puesto que la obligación tributaria es genérica (su objeto es
la entrega de una suma de dinero).
• La novación como negocio dispositivo, dado que el carácter ex lege de la obligación
tributaria impide la alteración de sus elementos por las partes y hace indisponible el
crédito tributario (arts. 17.5 y 18 LGT).
Pero, ¿qué ocurre con las demás? Hay que analizarlas una a una partiendo de lo que disponen
3. EL PAGO DE LA DEUDA TRIBUTARIA
80
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
El régimen jurídico del pago como forma ordinaria de extinción de las obligaciones tributarias
presenta dos vertientes claramente diferenciadas:
• Aspectos sustantivos: sujetos, forma, tiempo, etc. Arts. 60-65 LGT y arts. 33-54
Reglamento General de Recaudación (RGR, Real Decreto 939/2005).
• Aspectos procedimentales: actuaciones y procedimiento de recaudación
Los sujetos legitimados para recibir el pago (art. 33.2 RGR). El pago de la deuda tributaria se
realiza directamente en la caja del órgano competente de la Administración acreedora (Estado,
CCAA o Entes Locales) o de la entidad de depósito que le preste el servicio de caja. Aunque
también existe la posibilidad de realizarlo a través de una entidad colaboradora autorizada por
la Administración tributaria para colaborar en la recaudación (Bancos, Cajas de Ahorro y
Cooperativas de crédito).
¿Qué ocurre si se realiza el pago a un órgano incompetente? En caso de incompetencia
absoluta (órgano no competente para recibir pagos o persona no autorizada), según art. 33.3
RGR, no libera al deudor de su obligación de pago, sin perjuicio de las responsabilidades en que
incurra el perceptor indebido. Por ejemplo, pago del IRPF en el Ministerio de Educación. En caso
de incompetencia relativa, sí libera al deudor, debiendo el órgano incompetente transferir el
dinero ingresado al órgano competente para recibirlo.
Ejemplo de incompetencia relativa para recibir el pago: El Sr. A, residente en Andalucía, hereda
una serie de bienes del Sr. B, residente en Extremadura, quedando obligado al pago del ISD como
adquirente mortis causa. El ISD es un impuesto cedido a las CCAA, que debe pagarse en la
Comunidad Autónoma donde residiera habitualmente el causante en el momento del
fallecimiento. Por error, el heredero paga el impuesto en Andalucía, en lugar de hacerlo en
Extremadura.
Sujetos legitimados para realizar el pago (art. 33.1 RGR). El pago puede ser realizarse por
cualquier persona:
81
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
o En especie (en tributos como IRPF, IS, IP e ISD) : Mediante bienes integrantes del
Patrimonio Histórico Español, conforme al procedimiento previsto en el art. 40 RGR.
Momento del pago
Momento del pago. El art. 61 LGT establece que se entiende pagada en efectivo una deuda
tributaria cuando se haya realizado el ingreso de su importe en las cajas de los órganos
competentes, oficinas recaudadoras o entidades autorizadas para su admisión. En caso de empleo
de efectos timbrados se entenderá pagada la deuda tributaria cuando aquéllos se utilicen en la
forma que reglamentariamente se determine.El pago en especie extinguirá la deuda tributaria en
el momento señalado en las normas que lo regulen.
Plazos para la realización del pago (art. 62 LGT). Hay que tener presente que, según el art.
160.2 LGT, el pago de las deudas tributarias puede realizarse de dos formas: PAGO EN
PERÍODO VOLUNTARIO o PAGO EN PERÍODO EJECUTIVO
1. Plazos de pago en período voluntario. Diferenciamos entre:
• Deudas tributarias resultantes de autoliquidaciones (art. 61.1 LGT):
Deberán pagarse en el plazo que establezca la normativa de cada tributo. En estos
casos coinciden el plazo para presentar la autoliquidación y el plazo para realizar
el pago voluntario.
• Deudas resultantes de liquidaciones practicadas por la Administración
tributaria (art. 62.2 LGT): Si la notificación de la liquidación se produce entre
los días 1 y 15 del mes, desde la fecha de recepción de la notificación hasta el
día 20 del mes posterior o el inmediato hábil siguiente. Si la notificación de la
liquidación se produce entre los días 16 y el último del mes, desde la fecha de
recepción de la notificación hasta el día 5 del segundo mes posterior o el
inmediato hábil siguiente.
Ejemplo liquidación impuesto de sucesiones, donde el contribuyente la recibe el
día 15/11/17, por tanto tiene el periodo voluntario hasta el 20/12/17 (en caso que
sea fiesta sería el día siguiente hábil).
• Deudas objeto de notificación colectiva y periódica (art. 62.3 LGT): Si no
tienen establecido un plazo específico en su normativa reguladora, el pago en
período voluntario deberá efectuarse entre el 1-9 y el 20-11 o inmediato hábil
siguiente. Por ejemplo el IBI, donde se notifica la primera, pero las demás no (el
Ayuntamiento publica los plazos para ingresar en su boletín).
• Deudas que deban abonarse mediante efectos timbrados (art. 62.4 LGT):
Cuando se realice hecho imponible del tributo, salvo plazo específico en su
normativa reguladora.
2. Plazos de pago en período ejecutivo (art. 62.5 LGT), una vez iniciado el
procedimiento de apremio. Diferenciamos entre:
• Si la notificación de la providencia de apremio se produce entre los días 1 y 15
del mes, desde la fecha de recepción de la notificación hasta el día 20 de dicho
mes o el inmediato hábil siguiente, o si la notificación de la providencia de
apremio se produce entre los días 16 y el último del mes, desde la fecha de
recepción de la notificación hasta el día 5 del mes siguiente o inmediato hábil
siguiente.
3. Plazos de pago las deudas de titularidad de otros Estados o entidades internacionales
o supranacionales cuya actuación recaudatoria se realice en el marco de la asistencia
mutua (art. 62.6 LGT). Diferenciamos entre: Si la notificación del instrumento de
ejecución se realiza entre los días 1 y 15 del mes, desde la fecha de recepción de la
notificación hasta el día 20 de dicho mes o el inmediato hábil siguiente, o si la notificación
del instrumento de ejecución se realiza entre los días 16 y el último del mes, desde la
82
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
fecha de recepción de la notificación hasta el día 5 del mes siguiente o inmediato hábil
siguiente.
Consignación del pago (art. 64 LGT). Se admite el pago por consignación en la Caja General
de Depósitos del Estado (u órgano equivalente de las demás Administraciones) o en alguna de sus
sucursales en dos supuestos:
83
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
No todas las deudas tributarias son aplazables o fraccionables (art. 65.2 LGT), de hecho
ninguna de las siguientes puede ser sujeto de estos dos procesos:
84
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
5. LA PRESCRIPCIÓN
A) Plazos (arts. 66, 66 bis y 115 LGT)
Por exigencias de seguridad jurídica, los derechos de la Administración tributaria y los obligados
tributarios se extinguen por falta continuada e ininterrumpida de ejercicio o inactividad durante
un plazo determinado fijado por la ley. Por ejemplo prescriben a los 4 años:
a) Derecho de la Administración a determinar la deuda tributaria mediante la
correspondiente liquidación.
b) Derecho de la Administración a exigir el pago de las deudas tributarias liquidadas
o autoliquidadas.
c) Derecho de los obligados tributarios a solicitar devoluciones y el reembolso del coste
de garantías.
d) Derecho de los obligados tributarios a obtener devoluciones y el reembolso del coste
de garantías.
Aunque el plazo no es siempre de 4 años, por ejemplo, la prescripción del derecho de
Administración a comprobar créditos fiscales nuevos art. 66 bis y 115 LGT, NOVEDADES de
la Ley 34/2015. La prescripción de los derechos anteriores (art. 66 LGT) no afecta al derecho de
la Administración a comprobar e investigar regulado en el art. 115 LGT.
La Administración a comprobar e investigar regulado en el art. 115 LGT, de modo que la
Administración puede comprobar e investigar conceptos tributarios referidos a
ejercicios/períodos respecto de los que ya haya prescrito el derecho a liquidar (hechos, actos,
actividades, explotaciones y negocios realizados o formalizados en ejercicios o períodos
prescritos), si es necesario para la comprobación e investigación de elementos de obligaciones
tributarias correspondientes a ejercicios/períodos no prescritos.
La Administración podrá incluso hacer uso de sus facultades de calificación de actos/negocios y
de declarar la existencia de simulación o conflicto en la aplicación de la norma tributaria (arts.
13, 15 y 16 LGT).
Especialidad (arts. 66 bis, ap. 2): prescripción de derecho de Administración a comprobar
créditos fiscales (bases o cuotas compensadas o pendientes de compensar o deducciones
aplicadas o pendientes de aplicar) tiene un plazo de prescripción de 10 años desde finalización
del plazo de presentaciónde declaración/autoliquidación correspondiente al período/ejercicio en
que se generó el derecho compensar (bases/cuotas) o aplicar (deducciones). Más allá de ese plazo,
el contribuyente tiene obligación de aportar liquidaciones o autoliquidaciones en que se incluyen
bases, cuotas o deducciones en comprobaciones de ejercicios no prescriptos.
B) Cómputo de la prescripción (art. 67 LGT). Inicio de los plazos (dies a quo)
❖ Derecho a determinar la deuda tributaria (art. 66.a LGT)
- Regla general: desde el día siguiente a aquel en que finalice el plazo reglamentario para
presentar la correspondiente declaración o autoliquidación.
- Tributos de cobro periódico (IBI, IAE o IVTM, por ejemplo) : sin presentación de
declaración o autoliquidación: desde el día de devengo del tributo.
❖ Derecho a exigir el pago (art. 66.b LGT)
- Regla general : Desde el día siguiente a aquel en que finalice el plazo de pago de la deuda
tributaria en período voluntario.
85
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
- Reglas especiales con respecto al derecho a exigir la obligación de pago a los
responsables solidarios y subsidiarios (art. 67.2): El plazo de prescripción para exigir
la obligación de pago a los responsables solidarios comenzará a contarse desde el día
siguiente a la finalización del plazo de pago en periodo voluntario del deudor principal.
No obstante, en el caso de que los hechos que constituyan el presupuesto de la
responsabilidad se produzcan con posterioridad al plazo fijado en el párrafo anterior,
dicho plazo de prescripción se iniciará a partir del momento en que tales hechos hubieran
tenido lugar. Tratándose de responsables subsidiarios, el plazo de prescripción comenzará
a computarse desde la notificación de la última actuación recaudatoria practicada al
deudor principal o a cualquiera de los responsables solidarios.
❖ Derecho a solicitar devoluciones o reembolsos (art. 66.d LGT).
- Devoluciones derivadas de la aplicación de la normativa de determinados tributos
(p. e., devoluciones IRPF): Desde el día siguiente a aquel en que finalice el plazo para
solicitar la devolución o, si no hay un plazo fijado, desde el día siguiente a aquel en que
la misma pudo solicitarse.
- Devoluciones de ingresos indebidos : Desde el día siguiente a aquel en que se realizó el
ingreso indebido o desde el día siguiente a la finalización del plazo para presentar la
autoliquidación si el ingreso indebido se realizó dentro de dicho plazo.
- Reembolso del coste de garantías (recursos o reclamaciones): Desde el día siguiente
a aquel en que adquiera firmeza la sentencia o resolución administrativa que declare total
o parcialmente improcedente el acto impugnado.
86
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
❖ Interrupción del plazo de prescripción de los derechos a solicitar (c) y a obtener (d)
devoluciones y reembolsos.
o Por cualquier actuación fehaciente del obligado tributario: Que pretenda la
devolución, reembolso o rectificación (c). O que exija el pago de la devolución o
reembolso (d).
o Por la interposición, tramitación o resolución de reclamaciones o recursos (c y
d).
o Por cualquier acción de la Administración tributaria dirigida a realizar la
devolución o reembolso (d).
❖ Interrupción de prescripción de obligaciones conexas (nuevo art. 68.9 LGT,
NOVEDAD de la Ley 34/2015)
o Regulación específica de los efectos de la interrupción de la prescripción del
derecho a liquidar una obligación respecto de obligaciones conexas , las
o Obligaciones conexas son aquellas en las que alguno de sus elementos resulten
afectados o se determinen en función de los correspondientes a otra obligación o
período distinto.
87
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
❖ Compensación a instancia del obligado (art. 72 LGT). El obligado tributario puede
solicitar la compensación de sus deudas tributarias, tanto si se hallan en período
voluntario de pago como en período ejecutivo. Se dirigirá una solicitud al órgano
competente, que deberá resolver conforme a lo dispuesto por el RGR (art. 56) en un plazo
máximo de 6 meses (silencio negativo). Si la solicitud se presenta en período voluntario
de pago y la resolución es denegatoria porque no concurran los requisitos necesarios, el
obligado deberá ingresar la deuda junto con los intereses de demora devengados hasta la
fecha de la resolución.
B) Efectos de la compensación.
En virtud del acuerdo de compensación se declararán extinguidas las deudas y créditos en la
cantidad concurrente. Si el crédito es inferior a la deuda, se acordarán sucesivas compensaciones
con créditos que se reconozcan posteriormente (deudas de entes públicos) o se reclamará la
obligado tributario el pago de la parte de la deuda que exceda del crédito.
C) Supuestos especiales de compensación.
❖ Compensación a través de cuenta corriente tributaria (art. 71.3 LGT). Sistema
voluntario aplicable a empresarios y profesionales para operar trimestralmente la
compensación de las deudas y créditos derivados de determinados impuestos (IRPF, IS e
IVA).
❖ Compensación de la deuda de un obligado tributario con el derecho a devolución de
un tercero (art. 62.8 LGT). Si así lo prevé la normativa del tributo cabe la posibilidad
de solicitar la suspensión total o parcial, sin necesidad de garantía, del ingreso de la deuda
de un obligado tributario si el derecho a devolución que se reconozca a un tercero (p. e.,
su cónyuge no separado) se destina a la cancelación de aquélla (así sucede en el IRPF).
❖ Compensación de la deuda de un obligado tributario por haber soportado o pagado
previamente otro tributo improcedente por una misma operación (art. 62.9 LGT)
❖ Extinción de deudas tributarias vencidas, líquidas y exigibles con el Estado de
CCAA, EELL y otras entidades públicas mediante deducciones sobre transferencias
(art. 74 LGT)
88
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
procedente, mediante la declaración del crédito como incobrable, total o parcial, en tanto no se
rehabiliten dentro del plazo de prescripción (…)”
La insolvencia probada de los obligados tributarios (en el caso de la obligación tributaria
principal: contribuyente, sustituto, sucesores, posibles responsables) no es una causa de extinción
de la obligación tributaria por sí sola.
No obstante, ante la imposibilidad de cobrar la deuda la Administración procederá a declarar la
baja provisional del crédito por incobrable, con un alcance total o parcial (ver art. 62 RGR).
La baja provisional se cancelará si la deuda tributaria se rehabilita dentro del plazo de
prescripción, porque alguno de los obligados tributarios llegue a mejor fortuna y vuelva a ser
solvente (art. 63 RGR).
Si la deuda tributaria no se ha rehabilitado dentro del plazo de prescripción, por solvencia
sobrevenida de alguno de los obligados tributarios declarados fallidos, al vencimiento de dicho
plazo se producirá su extinción definitiva (art. 76.2 LGT) . Por tanto, la verdadera causa de
extinción es la prescripción, no la insolvencia.
C) La confusión
Dado el carácter abierto de la lista de modos de extinción del art. 59 LGT (“los demás medios
previstos en la leyes”), teóricamente cabría la extinción por confusión de la deuda tributaria, de
coincidir en la misma Administración tributaria la condición de acreedor y deudor (art. 1192
Código Civil). Por ejemplo, un inmueble de titularidad municipal a efectos del IBI. Sin embargo,
en la práctica no llega a operar porque en estos casos la ley suele prever expresamente la exención
del tributo correspondiente. Por tal motivo, el art. 59 de la LGT no recoge la confusión entre las
causas de extinción de las obligaciones tributarias.
89
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
TEMA 11: LA APLICACIÓN DE LOS TRIBUTOS.
1. FUNCIONES DE APLICACIÓN DE LOS TRIBUTOS.
90
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
La aplicación de los tributos, como conjunto de actuaciones y procedimientos necesarios para
lograr que los obligados tributarios satisfagan los tributos, abarca el desarrollo de tres grandes
grupos de funciones:
91
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
B) DESARROLLO REGLAMENTARIO DE LA LGT.
• En muchos casos los propios obligados tributarios aplican los tributos a partir de
autoliquidaciones.
• Crecimiento de las obligaciones y deberes tributarios de los ciudadanos y complejidad
del actual sistema tributario.
• Derecho de los obligados tributarios a ser informados y asistidos para el ejercicio de sus
derechos y el cumplimiento de sus obligaciones tributarias [art. 34.1,a) LGT].
El art. 85.2 LGT enumera, de forma abierta, las principales actuaciones o vías de información
y asistencia a los obligados tributarios. Estas son:
92
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
Publicaciones sobre normas y resoluciones (ART. 86 LGT Y ART. 63 RG-07). A causa de
la complejidad de la normativa tributaria y el constante cambio a que está sometida se articulan
los siguientes mecanismos de información y asistencia:
• Publicación cada año por MEH de los textos actualizados de las normas tributarias
estatales (leyes y reales decretos) modificadas y una relación de las disposiciones
tributarias aprobadas (cuando se devenga el hecho imponible)
• Difusión de las contestaciones a consultas escritas y resoluciones económico-
administrativas más relevantes.
• Acceso gratuito a las publicaciones a través de internet.
Información previa a la adquisición o transmisión de bienes inmuebles (ART. 90 LGT Y
ART. 69 RG-07). La Administración debe informar, a solicitud del interesado y respecto de los
tributos para cuya aplicación sea competente, sobre el valor a efectos fiscales de los inmuebles
que se vayan a adquirir o transmitir. Si la solicitud se presenta antes de que concluya el plazo para
presentar la autoliquidación o declaración y contiene datos verdaderos y suficientes, la
información sobre el valor será vinculante por 3 meses. Lo anterior no impide que la
Administración pueda comprobar más tarde los datos manifestados por el obligado tributario.
Asistencia para la realización de declaraciones, autoliquidaciones y comunicaciones (ARTS.
77-78 RG-07). Mediante: Líneas de atención telefónica y por correo electrónico, programas
informáticos de ayuda para la realización de declaraciones, autoliquidaciones y comunicaciones
(p. e., programa PADRE IRPF, Renta Web, etc.), cita previa para la realización de declaraciones,
autoliquidaciones, etc. Información sobre datos fiscales y elaboración de borrador de
autoliquidación IRPF.
Consultas tributarias escritas (ARTS. 88-89 LGT; ARTS. 65-69 RG-07). Los obligados
tributarios pueden formular consultas “respecto al régimen, la clasificación o la calificación
tributaria que en cada caso les corresponda” (art. 88.1 LGT). El obligado tributario pide a la
Administración que se pronuncie sobre algún aspecto tributario como interpretación autorizada.
Ante la complejidad de la normativa tributaria, se solicita a la Administración que se posicione
acerca de una cuestión tributaria específica, con el fin de conocer cómo entiende que debe
aplicarse la normativa en un caso concreto . Las consultas tributarias pueden ser de dos tipos:
93
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
88.2 LGT). La Administración deberá contestar por consultas tributarias en un plazo máximo de
6 meses, la falta de contestación en ese plazo no implica la aceptación de los criterios expresados
en el escrito de la consulta, los efectos de la contestación a una consulta tributaria escrita en la
relación Administración tributaria-consultante son los siguientes:
94
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
Administración, esta puede referirse al cumplimiento de las propias obligaciones tributarias del
sujeto que la aporta, puede derivarse de sus relaciones económicas, profesionales o financieras
con terceros( las empresas proporcionan a Hacienda información con relevancia tributaria sobre
sus empleados o los notarios proporcionan a Hacienda información con relevancia tributaria sobre
las operaciones en las que interviene como fedatarios públicos).
Hay supuestos concretos de obligados a proporcionar información mencionados en art. 93.1
LGT; entre otros:
95
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
C) Publicidad de listados de deudores (art. 95 bis LGT).
Esta se trata de una novedad introducida por la Ley 34/2015 cuya finalidad es la lucha contra
el fraude fiscal (instrumento preventivo y educativo; conciencia cívica tributaria; transparencia,
etc.).
Esta consiste en la publicación periódica por la Administración tributaria de listados de deudores
con Hacienda Pública por deudas o sanciones tributarias en que concurran dos circunstancias :
96
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
4. NOMAS COMUNES A LAS ACTUACIONES Y PROCEDIMIENTOS
TRIBUTARIOS.
97
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
Las fases de los procedimientos tributarios, son tres:
98
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
situaciones jurídicas individualizadas), se produce inactividad administrativa
desestimatoria
o Procedimientos susceptibles de producir efectos desfavorables o de
gravamen para los obligados tributarios, se produce la caducidad del
procedimiento. Por tanto, se archivan las actuaciones realizadas, que ya no
servirán para interrumpir la prescripción, aunque sí conservan su validez
como elementos probatorios para otros procedimientos posteriores.
Las liquidaciones han de ser notificadas al obligado tributario (arts. 109-112 LGT y arts. 114-
115 RG-07). Según art. 109 LGT, se aplica el régimen previsto en las normas administrativas
(arts. 40 y ss Ley 39/2015) con especialidades. El lugar de práctica de las notificaciones (art.
110 LGT):
99
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
La denuncia pública. Se puede formular denuncia pública para poner en conocimiento de la
Administración tributaria “hechos o situaciones que puedan ser constitutivos de infracciones
tributarias o tener relevancia para la aplicación de los tributos”. Una vez recibida, la denuncia se
remitirá al órgano competente para realizar las actuaciones que pudieran proceder, el cual
decidirá:
100
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
TEMA 12: LA GESTIÓN TRIBUTARIA.
1. ACTIVIDADES Y ACTUACIONES DE GESTIÓN TRIBUTARIA
Dentro de la gestión tributaria están englobadas diversas actividades de la Administración
tributaria y actuaciones de los obligados tributarios. Según el art. 117 LGT, la gestión consiste
en el ejercicio de las funciones administrativas dirigidas a los siguientes fines: (no saber todos)
101
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
2. GESTIÓN TRIBUTARIA INICIADA MEDIANTE DECLARACIÓN
A) Concepto de declaración tributaria
Cuando la normativa del tributo así lo disponga, la gestión tributaria se iniciará mediante la
presentación de una declaración por el obligado tributario [art. 118.a) y 128.1 LGT].
Por declaración tributaria entendemos el documento presentado ante la Administración tributaria,
en cumplimiento de una obligación tributaria formal, a través del cual:
• Utilizar los datos consignados en la declaración del obligado tributario u otros que obren
en su poder (p. e., suministrados por terceros en virtud de las obligaciones de información
y colaboración).
• Requerir al obligado para que aclare los datos consignados en su declaración o presente
justificantes de los mismos.
• Y realizar actuaciones de comprobación de valores.
Si finalmente los datos o valores tenidos en cuenta por la Administración no coinciden con los
consignados por el obligado tributario en su declaración deberá notificarse al interesado una
propuesta de liquidación para que formule alegaciones. Con expresión de los hechos y
fundamentos de derecho que las motiven (motivación).
Al notificarse la liquidación provisional se abre el plazo de pago en período voluntario (art. 62.2
LGT), si la Administración incumple el plazo para notificar la liquidación el procedimiento
concluirá por caducidad (art. 130.b) LGT y art. 135 RG-07). No obstante, la Administración
podrá de oficio iniciar de nuevo el procedimiento para la liquidación del tributo dentro del plazo
de prescripción de su derecho a liquidar (art. 128.2 LGT) .
C) La liquidación tributaria. Concepto y clases (art. 101 LGT).
Por liquidación entendemos el acto resolutorio del procedimiento mediante el cual el órgano
competente de la Administración tributaria realiza las operaciones de cuantificación necesarias y
determina el importe de la deuda o de la cantidad que resulte a devolver o a compensar. Sin
necesidad de ajustarse estrictamente a los datos consignados por el obligado tributario en su
declaración, autoliquidación o comunicación. Las liquidaciones tributarias son provisionales o
definitivas.
102
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
103
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
4. DECLARACIONES O AUTOLIQUIDACIONES FUERA DE PLAZO SIN
REQUERIMIENTO
La presentación de una declaración o autoliquidación fuera de plazo (extemporánea) y sin
requerimiento previo de la Administración tributaria (espontánea) constituye el presupuesto de
hecho para el devengo de los recargos previstos en el art. 27 LGT. Se considera requerimiento
previo “cualquier actuación administrativa realizada con conocimiento formal del obligado
tributario conducente al reconocimiento, regularización, comprobación, inspección,
aseguramiento o liquidación de la deuda tributaria”.
El recargo (5, 10, 15 ó 20 %, en su caso con posible reducción del 25 %) se calcula sobre la
cuota a ingresar resultante de la autoliquidación o de la liquidación derivada de la declaración
extemporánea No se exigirán sanciones ni los intereses de demora devengados hasta la
presentación tardía de la autoliquidación o declaración.
Si no se paga al presentar la autoliquidación tardía o dentro del plazo concedido en la liquidación
resultante de la declaración o autoliquidación tardía, ni se solicita aplazamiento/fraccionamiento
o compensación, se exigirán además los recargos e intereses del período ejecutivo sobre la cuota
resultante de la autoliquidación o de la liquidación
5. GESTIÓN TRIBUTARIA INICIADA MEDIANTE COMUNICACIÓN DE
DATOS
A) Concepto de comunicación de datos
Por comunicación de datos entendemos la declaración presentada por el obligado ante la
Administración, en cumplimiento de una obligación formal, en la que solicita a ésta que determine
la cantidad que, en su caso, resulte a devolver a su favor.
La gestión puede iniciarse mediante la presentación por el obligado tributario de una
comunicación de datos en la que solicita una devolución derivada de la normativa del tributo
correspondiente [arts. 118.a) y 126.1 LGT].
Presentada la comunicación, la Administración deberá practicar la devolución dentro del plazo
previsto en la normativa de cada tributo, salvo que decida abrir un procedimiento de verificación,
de comprobación limitada o de inspección (arts. 126-127 LGT). En caso de silencio
administrativo se entenderá estimada la solicitud de devolución conforme al art. 104.3 LGT.
B) Declaraciones, autoliquidaciones y comunicaciones de datos.
Si por causa imputable a la Administración no se efectúa la devolución en el plazo previsto en la
normativa del tributo, y, en todo caso, en el plazo máximo de 6 meses, deberá abonar interés de
demora por el tiempo que medie entre el fin de dicho plazo y la fecha en que se orden el pago de
la devolución, sin necesidad de que lo solicite el interesado (art. 31.2 LGT)
C) Presentación de declaraciones, autoliquidaciones y comunicaciones de datos (art.
98.3 LGT y art. 117 RG-07).
La Administración tributaria puede (y suele) aprobar modelos y sistemas normalizados de
autoliquidaciones, declaraciones y comunicaciones de datos para los casos en que se produce una
“tramitación masiva de las actuaciones y procedimientos tributarios”, dichos modelos y
sistemas son puestos a disposición de los obligados tributarios.
En el ámbito de la Hacienda estatal, los modelos son aprobados por el Ministro de Hacienda y
Administraciones Públicas, que establecerá la forma, lugar y plazos de su presentación y, en su
caso, del ingreso de la deuda tributaria, además de los supuestos y condiciones de presentación
por medios electrónicos, informáticos y telemáticos.
104
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
D) Declaraciones, autoliquidaciones y comunicaciones complementarias o sustitutivas
(art. 122 LGT y 118-120 RG-07).
Los obligados tributarios puede presentar autoliquidaciones complementarias y declaraciones
o comunicaciones complementarias o sustitutivas dentro del plazo establecido para su
presentación o con posterioridad a la finalización de dicho plazo. Las autoliquidaciones
complementarias sirven para completar o modificar las presentadas con anterioridad cuando
resulte una cantidad a ingresar superior o una cantidad a devolver o compensar inferior. Si
es al revés (menor cantidad a ingresar o mayor devolución) hay que instar una rectificación
conforme al art. 120.3 LGT y a los arts. 126-129 RG-07.
Las declaraciones o comunicaciones complementarias o sustitutivas sirven para completar o
reemplazar las presentadas con anterioridad, estas sólo se admiten bajo ciertas condiciones. En el
caso de las declaraciones complementarias o sustitutivas, sólo cabe su presentación con
anterioridad a la liquidación que corresponda a la declaración inicial.
6. GESTIÓN TRIBUTARIA INICIADA DE OFICIO POR LA ADMINISTRACIÓN
La gestión del tributo puede iniciarse de oficio por la Administración, sin necesidad de
declaración, autoliquidación, comunicación o solicitud del obligado tributario .
EJEMPLO: Tributos gestionados mediante registro, padrón o matrícula: Se trata principalmente
de ciertos tributos periódicos, fundamentalmente de los entes locales (IBI, IAE, IVTM o ciertas
tasas por prestación de servicios o utilización del dominio público local). En el año en que se
realiza por primera vez el hecho imponible se produce el alta en el registro, matrícula o padrón
correspondiente, iniciándose la gestión a partir de la declaración o autoliquidación presentada por
el contribuyente. La Administración tributaria competente le notificará de forma individual la
liquidación correspondiente al alta en el registro, matrícula o padrón
En los años siguientes, mientras el contribuyente no se dé de baja o se modifique la base
imponible, la gestión se iniciará de oficio. La Administración le notificará de forma colectiva las
sucesivas liquidaciones (mediante edictos en el BOP), sin que el contribuyente tenga que
presentar declaración o autoliquidación alguna. Sólo habrá notificación individual al
contribuyente en caso de aumento de la base imponible, salvo que ésta provenga de una
revalorización general autorizada por las leyes (p. e., actualización anual de los valores catastrales
por la LPGE). La Administración le remitirá un recibo con el fin de facilitar el pago (este recibo
no es una liquidación). Este recibo sólo servirá de justificante de pago. ¡ATENCIÓN!: el obligado
debe estar atento al plazo de pago en período voluntario fijado por la Entidad Local para el tributo
correspondiente. Como no hay notificación individual de la liquidación, pasado ese plazo de pago
sin que se haya realizado el ingreso, la deuda entrará en período ejecutivo.
7. OTROS PROCEDIMIENTOS DE GESTIÓN TRIBUTARIA
A) Procedimiento de devolución (arts. 124-127 LGT y 122-125 RG-07).
El procedimiento para la realización de las devoluciones previstas en la normativa de cada tributo
(p. e., IRPF en caso de cuota diferencial negativa) se iniciará mediante la presentación de alguno
de los documentos siguientes (art. 124 LGT):
105
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
B) Procedimiento de verificación de datos (arts. 131-133 LGT y 155-156 RG-07)
Supone un primer control sumario, realizado de oficio por la Administración tributaria, de las
declaraciones o autoliquidaciones que procede exclusivamente en supuestos tasados (art. 131
LGT):
• Examen de los datos consignados por los obligados tributarios en las declaraciones y de
los justificantes presentados o que se les requieran al efecto.
• Examen de los datos antecedentes en poder de la Administración.
• Examen de los registros y documentos exigidos por la normativa tributaria), así como de
las facturas o documentos justificantes de las operaciones.
• Obtención de información de terceros (siempre que no se trate de movimientos
financieros).
D) Procedimiento de comprobación de valores (arts. 134-135 LGT y 157-162 RG-07)
A través de este procedimiento la Administración puede comprobar el valor de las “rentas,
productos, bienes y demás elementos determinantes de la obligación tributaria” (art. 57.1 LGT).
Por ejemplo, puede comprobar si el valor de un inmueble declarado por las partes en una escritura
pública de compraventa se corresponde con su valor real, que es la base imponible a efectos del
ITP.
106
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
IMPORTANTE: La Administración no puede iniciar esta procedimiento en dos supuestos:
107
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
TEMA 13: La recaudación tributaria
1. PERÍODOS DE LA RECAUDACIÓN TRIBUTARIA.
A) Capítulo V del Título III de la LGT: “Actuaciones y procedimiento de
recaudación”
La recaudación de los tributos “consiste en el ejercicio de las funciones administrativas
conducentes al cobro de las deudas tributarias” (art. 160.1 LGT)
La recaudación de las deudas tributarias puede realizarse en dos períodos cobratorios diferentes
(art. 160.2 LGT):
108
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
o El día 5 del segundo mes posterior o el inmediato hábil siguiente, si la
notificación se realiza entre los días 16 y el último del mes.
• Deudas de notificación colectiva y periódica (por ejemplo: el IBI): Si su normativa
reguladora no establece un plazo específico (con una duración mínima de 2 meses), del
1-9 al 20-11 o inmediato hábil posterior.
109
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
Existen 3 PRESUPUESTOS para inicio del período ejecutivo (art. 161.1 LGT), son :
• Deuda líquida y conocida por la Administración, porque haya sido cuantificada, bien por
la propia Administración, a través de una liquidación, o bien por el obligado tributario, a
través de una autoliquidación.
• Falta de pago total o parcial de la deuda tributaria
• Vencimiento del plazo de pago voluntario
Han de darse los tres requisitos de forma simultánea (deuda líquida y conocida, impagada o
pendiente y vencida), si falta cualquiera de ellos no puede iniciarse el período ejecutivo.
Con la excepción en caso de solicitud de aplazamiento o fraccionamiento del pago o por
compensación de la deuda (arts. 65 y 71-72 LGT). Si se presenta una solicitud dentro del
período voluntario de pago, no se iniciará el período ejecutivo mientras dure la tramitación del
respectivo expediente (art. 161.2 LGT). Si se recurre una sanción tributaria en vía administrativa,
el recurso implica la suspensión automática de la ejecución de la misma (art. 212.3 LGT). Por
ello, no se iniciará el período ejecutivo para recaudar la sanción hasta que la misma sea firme en
vía administrativa y concluya el plazo de pago voluntario abierto al notificarse la resolución que
ponga fin a dicha vía administrativa (art. 161.2 LGT).
B) Análisis de diversos supuestos.
• Tributos cuya gestión se inicia mediante declaración presentada por el obligado
tributario.
o El obligado presenta la declaración dentro del plazo establecido para ello y
la Administración tributaria le notifica la liquidación provisional [art.
161.1.a) LGT]. Al notificarse la liquidación se abre el plazo de pago en período
voluntario, si al concluir dicho plazo no se ha pagado la deuda, al día siguiente
se inicia el período ejecutivo, salvo solicitud de aplazamiento, fraccionamiento o
compensación (art. 161.2 LGT).
o El obligado no presenta la declaración dentro del plazo establecido para ello.
Al faltar la declaración del obligado tributario, la Administración no puede
practicar de forma inmediata la liquidación, ni tampoco puede abrirse el plazo de
pago en período voluntario (la deuda no esta líquida ni está determinada), ni
iniciarse el período ejecutivo. A partir de ese momento pueden darse varias
situaciones: a) El obligado tributario presenta la declaración fuera de plazo
(extemporánea) y espontáneamente, sin requerimiento previo. Se devengará un
recargo del art. 27 LGT. b) La Administración inicia actuaciones de
comprobación limitada o de inspección, de las que podrá resultar la imposición
de una sanción por incumplir la obligación de presentar la declaración. c)
Prescripción del derecho de la Administración a determinar la deuda mediante
la oportuna liquidación. Si no practica una liquidación en los 4 años siguientes.
• Tributos cuya gestión se inicia mediante autoliquidación presentada por el obligado
tributario
o El obligado presenta la autoliquidación dentro del plazo establecido para
ello pero no ingresa la deuda tributaria [art. 161.1.b) LGT]: Al día siguiente
de concluir el plazo de presentación de la autoliquidación e ingreso en período
voluntario se inicia el período ejecutivo, salvo solicitud de aplazamiento,
fraccionamiento o compensación (art. 161.2 LGT).
o El obligado no presenta la autoliquidación dentro del plazo establecido para
ello: Al concluir el plazo de presentación e ingreso no puede iniciarse el período
ejecutivo, pues la deuda tributaria no está cuantificada. A partir de ese momento
pueden darse varias situaciones: a) El obligado tributario presenta la
110
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
autoliquidación fuera de plazo (extemporánea) y espontáneamente, sin
requerimiento previo. Se devengará un recargo del art. 27 LGT , si al presentar
la autoliquidación fuera de plazo no se efectúa el ingreso el periodo ejecutivo se
inicia al día siguiente de la presentación extemporánea.
b)La Administración inicia actuaciones de comprobación limitada o de
inspección, de las que podrá resultar la imposición de una sanción por incumplir
la obligación de presentar la declaración.
c) Prescripción del derecho de la Administración a determinar la deuda mediante
la oportuna liquidación. Si no practica una liquidación en los 4 años siguientes.
• Recargo ejecutivo del 5%: Pago espontáneo de toda la deuda no ingresada en período
voluntario antes del inicio del procedimiento de apremio.
• Recargo de apremio reducido del 10%: Pago de toda la deuda no ingresada en período
voluntario y del propio recargo dentro del plazo concedido al iniciarse el procedimiento
de apremio.
• Recargo de apremio ordinario del 20% + intereses de demora devengados desde el
inicio del período ejecutivo (cálculo conforme al art. 72 RGR). Si la deuda se satisface
espontánea o forzosamente transcurrido el plazo concedido al inicio del procedimiento
de apremio.
Estos tres recargos son incompatibles entre sí, pero no lo son con los recargos por
presentación extemporánea del art. 27 LGT.
Una vez iniciado el período ejecutivo, la Administración tributaria podrá proceder a la
ejecución forzosa sus créditos, recaudando las deudas liquidadas o autoliquidadas pendientes,
para lo cual deberá poner en marcha el procedimiento de apremio sobre patrimonio del
obligado al pago (arts. 161.3 LGT y 69.2 RGR). Las costas que genere ese procedimiento
serán exigidas al deudor (art. 161.4 LGT). Por ejemplo, gastos por actuaciones en registros
públicos, de depósito de los bienes embargados, de valoración de los bienes, etc.)
Para asegurar o facilitar el cobro de la deuda, los órganos de recaudación disponen de una
serie de facultades (análogas a las reconocidas de inspección) :
111
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
4. EL PROCEDIMIENTO DE APREMIO.
A) Características generales (arts. 163-166 LGT).
Se caracteriza por :
112
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
113
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
siempre que los bienes que se señalen garanticen el cobro con igual eficacia
y prontitud que el orden legal.
o Aplicación de criterios genéricos : Mayor facilidad para la enajenación de los
bienes o derechos o Menor onerosidad para el obligado tributario del
embargo.
o Aplicación de un orden específico de carácter subsidiario. Si es imposible o
muy difícil aplicar los criterios precedentes
Limitaciones a la práctica del embargo (art. 169.4 y 5 y art. 171 LGT):
• Se dejan para el último lugar los bienes para cuya traba haga falta la entrada en el
domicilio del obligado tributario.
• Imposibilidad de embargar bienes o derechos inembargables por ley y bienes cuya
ejecución no resulte rentable.
• Condiciones para embargo de bienes o derechos en entidades de crédito o de depósito
(art. 171).
Documentación y constancia registral del embargo (art. 170.1 y 2 LGT). Cada actuación
de embargo se documentará en una diligencia, que deberá notificarse al obligado tributario,
a terceros afectados (titular, poseedor o depositario de los bienes) y al cónyuge (gananciales)
o cotitulares (copropiedad) (art. 75 RGR). Si los bienes son inscribibles, cabe practicar
anotación preventiva de embargo en el registro correspondiente (arts. 84-88 RGR).
Motivos de oposición a la diligencia de embargo (art. 170.3 LGT) :
o Extinción de la deuda o prescripción del derecho a exigir el pago,
o Falta de notificación de la providencia de apremio, Incumplimiento de las normas sobre
embargo (v. gr., criterio de proporcionalidad)
o Suspensión del procedimiento.
5) Enajenación de los bienes embargados (art. 172 LGT y arts. 97-107 RGR). Puede
realizar por tres vías diferentes:
• Subasta ➔ Vía ordinaria (arts. 101-105 RGR).
• Concurso ➔ De carácter restringido, por razones de mercado o de interés
público (art. 106 RGR).
• Adjudicación directa a la Administración ➔ Bienes no adjudicados que
interesen a la Administración (art. 107 RGR).
IMPORTANTE (art. 172.3 LGT) : No cabe la enajenación hasta que el acto de liquidación sea
firme, salvo supuestos excepcionales (fuerza mayor, bienes perecederos, riesgo de depreciación
o solicitud expresa del obligado)
114
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
F) Duración máxima del procedimiento.
El apremio no tiene plazo prefijado para su terminación, pues está excluido expresamente del
plazo máximo de 6 meses (art. 104.1 LGT).
No cabe la finalización por caducidad, por lo que sus actuaciones podrán extenderse hasta el
plazo de prescripción del derecho al cobro.
Otros aspectos regulados en el RGR:
115
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
TEMA 14: LA INSPECCIÓN TRIBUTARIA.
1. INTRODUCCIÓN: EL CONTROL TRIBUTARIO
A) Trascendencia del control del correcto cumplimiento de las obligaciones tributarias.
En virtud del art. 115.1 LGT, la Administración tributaria podrá “comprobar e investigar los
hechos, actos, elementos, actividades, explotaciones, negocios, valores y demás circunstancias
determinantes de la obligación tributaria”, con el fin de verificar el adecuado cumplimiento de
la normativa aplicable en cada caso.
Estas potestades y funciones de control resultan hoy en día esenciales para asegurar la
efectividad del deber constitucional de contribuir y la viabilidad de nuestro sistema tributario, así
como para desarrollar la lucha contra el fraude fiscal.
La aplicación de los tributos se basa en la actualidad en la colaboración de los ciudadanos,
especialmente cuando la gestión tributaria se articula a partir de autoliquidaciones. De ahí surge
la necesidad de controlar que los obligados tributarios cumplen debidamente las normas
tributarias.
B) Ampliación de las potestades de comprobación e investigación tras modificación de
la LGT por la Ley 34/2015.
Tras la modificación de la LGT por la Ley 34/2015, estas potestades pueden extenderse incluso a
“ejercicios o periodos y conceptos tributarios” respecto de los que haya prescrito el derecho de
la Administración a determinar la deuda tributaria [art. 66.a) LGT]. Es decir, hechos, actos,
actividades, negocios, explotaciones y negocios realizados o desarrollados en ejercicios o
períodos prescritos. Podrán comprobarse o investigarse si ello resulta necesario a efectos de
comprobar o investigar ejercicios, periodos o conceptos tributarios que no hayan prescrito. Esta
modificación está en consonancia con jurisprudencia reciente del TS, aunque es muy
controvertida.
En virtud del art. 116 LGT, cada Administración tributaria debe elaborar anualmente un Plan de
control tributario, con el fin de planificar las actuaciones que vaya a desarrollar en este ámbito.
Aunque el Plan tiene carácter reservado, son objeto de publicidad los criterios o directrices
generales que lo informan. (Directrices Generales Plan General de Control Tributario Estado 2016
(BOE 23-2-2016))
C) Tipos de control tributario
La Administración tributaria puede realizar dos tipos de controles:
116
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
Son:
117
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
F) Planificación de las actuaciones inspectoras
Las actuaciones inspectoras son objeto de una planificación dirigida a la selección de los
obligados tributarios a los que vayan a afectar. Se pueden entender como una herramienta de
organización interna y garantía de seguridad jurídica e igualdad de los administrados.
El Plan de control tributario (art. 116 LGT) es un mecanismo de planificación que recoge:
• Unas directrices generales donde se describen las principales áreas de riesgo fiscal y las
líneas de actuación prioritarias.
• Planes Parciales de control, entre los que figura el Plan o Planes Parciales de la Inspección
Financiera y Tributaria. En él figuran los criterios para seleccionar los obligados
tributarios a los que vayan a afectar las actuaciones inspectoras previstas.
Los Planes parciales de Inspección (art. 170 RG-07) se basan en criterios de riesgo fiscal,
oportunidad, aleatoriedad u otros pertinentes, estos recogen anualmente los programas de
actuación, ámbitos prioritarios y directrices para seleccionar a los obligados tributarios sobre los
que deban iniciarse actuaciones inspectoras en el año de que se trate.
G) Planificación de las actuaciones inspectoras.
Los planes de inspección, los medios informáticos de tratamiento de la información y los demás
sistemas de selección de los obligados tributarios que vayan a ser objeto de actuaciones
inspectoras tienen carácter reservado. No son objeto de publicidad o comunicación ni se
pondrán de manifiesto a los obligados tributarios ni a órganos ajenos a las tareas de aplicación
de los tributos (art. 170.7 RG-07).
La determinación de los obligados tributarios que van a ser objeto de comprobación en ejecución
del plan de inspección tiene carácter de acto de mero trámite y no es susceptible de recurso.
2. FUNCIONES DE LA INSPECCIÓN TRIBUTARIA.
En orden a comprobar que los obligados cumplen sus obligaciones y deberes con la Hacienda
Pública, los órganos de inspección tienen asignadas diversas funciones administrativas (art. 141
LGT):
118
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
119
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
LGT) y causa de aplicación del régimen de estimación indirecta [art. 53.1.b)
LGT].
o El obligado deberá personarse, por sí o por representante cuando se lo requiera
la inspección para la práctica de actuaciones (cabe exigir comparecencia personal
excepcionalmente).
o Como parte de la obligación de atender a los órganos de la inspección (art. 173
RG-07):
- Se permitirá la entrada libre del personal inspector en los puertos, estaciones de
ferrocarril, y demás transportes terrestres, en los aeropuertos, en los mercados
centrales, mataderos, lonjas, etc., para la toma de datos.
- Posibilidad de recabar información a los trabajadores sobre las actividades en
que participen.
- Posibilidad de realizar mediciones, tomas muestras, obtener fotografías,
croquis o planos.
- Posibilidad de recabar el dictamen de peritos.
- Posibilidad de exigir la exhibición de objetos determinantes de la exacción de
un tributo.
- Posibilidad de verificar los sistemas de control interno de la empresa, así como
los sistemas y equipos informáticos, mediante los que se lleve a cabo la gestión
de la actividad económica.
• De oficio, por propia iniciativa de la Inspección (art. 177 RG-07): en ejecución de los
planes específicos de los distintos órganos con competencias inspectoras, por propia
iniciativa como como consecuencia de orden superior (art. 87 RG-07). La iniciativa
puede derivar de una denuncia pública (art. 114 LGT). En este caso el procedimiento
se inicia mediante una comunicación notificada al obligado tributario o bien directamente
mediante personación (art. 177 RG-07).
• A petición del obligado tributario (art. 149 LGT y art. 179 RG-07): Si el obligado
que esté siendo objeto de una actuación inspectora de carácter parcial solicita una
inspección de carácter general. En realidad no se pide el inicio de las actuaciones, sino
la ampliación de las ya comenzadas de oficio
120
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
D) Plazo de las actuaciones inspectoras (art. 150 LGT y art. 184 RG-07).
La Regla general establece un plazo de 18 meses desde notificación del inicio de las actuaciones.
Las actuaciones finalizan en la fecha en que se notifique o se entienda notificado el acto
administrativo que resulte de las mismas.
Aunque existe una Regla especial que establece 27 meses si concurre alguna de estas
circunstancias en cualquiera de las obligaciones tributarias o periodos investigados:
121
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
Los supuestos de extensión de la duración de las actuaciones inspectoras (art. 150.4 y 5
LGT), son :
• Días de cortesía (máx. 60 días durante todo el procedimiento) solicitados por el obligado
para que no se realicen actuaciones.
• Aportación tardía por el obligado tributario de documentación previamente requerida
(extensión de 3 o 6 meses, según los casos).
• Aportación de documentación por el obligado tributario una vez apreciada la necesidad
de aplicar el método de estimación indirecta de bases (extensión de 6 meses).
Ante la pregunta de si ¿Cabe la caducidad del procedimiento de inspección en caso de
incumplimiento del plazo de duración del procedimiento inspector (18 ó 27 meses, incluyendo
posibles suspensiones y extensiones del plazo)?, la respuesta es que el incumplimiento no
provoca la caducidad del procedimiento, que debe concluir hasta su terminación. Con la
excepción a la regla general de caducidad de los procedimientos iniciados de oficio susceptibles
de producir efectos desfavorables o de gravamen para el obligado tributario [art. 104.4.b) LGT].
Pero las situaciones anteriores producen varios efectos (art. 150.6 LGT):
122
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
F) Tramitación del procedimiento inspector (arts. 180-183 RG-07)
Existe la posibilidad de adopción de medidas cautelares: precinto, incautación, depósito, auxilio
de las autoridades y agentes.
Con respecto al horario de las actuaciones inspectoras :
• Actuaciones en oficinas públicas: dentro del horario oficial de apertura al público de las
mismas y, en todo caso, dentro de la jornada de trabajo vigente.
• Actuaciones en los locales del interesado: se respetará la jornada laboral de oficina o de
la actividad que se realice en los mismos, con la posibilidad de que pueda actuarse de
común acuerdo en otras horas o días.
• Cuando las circunstancias de las actuaciones lo exijan, se podrá actuar fuera de los días
y horas anteriores.
Cabe el trámite de audiencia previo a la formalización de las actas de inspección, cuando la
inspección considere que ha obtenido los datos y pruebas necesarios se notificará al obligado el
inicio del trámite de audiciencia previo a la formalización del acta.
G) Terminación de las actuaciones inspectoras
El resultado de las actuaciones llevadas a cabo por la inspección tributaria se documenta en un
acta, que servirá de base al posterior acto de liquidación y que tendrá el siguiente contenido
mínimo (art. 153 LGT):
123
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
• Informes (art. 99.7 LGT y art. 100 RG-07) : Emitidos, de oficio o a petición de terceros,
preceptivos, a solicitud de otros organismos o poderes públicos o necesarios para la
aplicación de los tributos.
124
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
UNIDAD TEMÁTICA 15: Los ilícitos en materia tributaria
1. ILÍCITOS TRIBUTARIOS
A) Planteamiento general. La reacción ante los incumplimientos de la normativa
tributaria
Ante el incumplimiento de las obligaciones y deberes tributarios (materiales o formales) por parte
de los sujetos obligados, el ordenamiento articula diversas vías de reacción:
125
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
2. DELITOS TRIBUTARIOS
A) Delitos contra la Hacienda Pública relacionados con los ingresos tributarios: delito
de defraudación tributaria (art. 305 CP)
Las características básicas del tipo, son:
126
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
La causa de exclusión de la tipicidad (excusa absolutoria hasta LO 7/2012): Regularización
de la situación tributaria, mediante el completo reconocimiento y pago de la deuda tributaria por
el obligado, antes de que por la Administración se inicien actuaciones de comprobación o
investigación o antes de que, en el caso de que tales actuaciones no se hubiesen producido, se
interponga querella o denuncia por el órgano al que competa o de la realización de actuaciones
por el Ministerio Fiscal o el Juez de Instrucción que permitan al afectado tener conocimiento
formal del inicio de las diligencias oportunas. La exclusión de tipicidad se extiende a las posibles
irregularidades contables u otras falsedades instrumentales que se hubiesen cometido en relación
con la deuda tributaria que se regulariza.
B) Delitos contra la Hacienda Pública relacionados con los ingresos tributarios: delito
contable (art. 310 CP)
Las características del tipo, son las siguientes:
• Es un delito de actividad, que exige la autoría dolosa, y que se origina con independencia
de que se produzca o no perjuicio económico para la Hacienda Pública.
• Sólo se puede cometer por quienes, según las leyes tributarias, resulten obligados a
cumplir determinados deberes registrales (libros o registros) y a llevar contabilidad
mercantil.
• El artículo 310 CP engloba cuatro conductas distintas:
o Incumplimiento absoluto de las obligaciones contables y registrales por un
obligado tributario sujeto al régimen de estimación directa.
o Llevanza de contabilidades distintas, referidas a una misma actividad y ejercicio,
de modo que se oculta o simula la verdadera situación de la empresa.
o Omisiones o falsedades contables, que deben superar 240.000 €.
o Anotaciones contables ficticias por encima de los 240.000 €.
127
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
3. INFRACCIONES TRIBUTARIAS. CONCEPTO Y CARACTERÍSTICAS.
A) Principios de la potestad sancionadora en materia tributaria.
Está sometida a los principios del Derecho Administrativo sancionador y, en particular, a los
siguientes principios (art. 178 LGT):
128
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
• Las infracciones enumeradas en los artículos 191, 192 y 193, cuando no se emplean
medios fraudulentos, no existe ocultación o la base de la sanción es igual o inferior a
3.000 €.
• No presentar en plazo autoliquidaciones o declaraciones, siempre que no exista perjuicio
económico para Hacienda (art. 198.1).
• Incumplimiento de la obligación de comunicar el domicilio fiscal o el cambio del mismo
(art. 198.5).
• Incumplimiento de las obligaciones incluidas en las autorizaciones de las autoridades
aduaneras o las condiciones a que se sujetan las mercancías según la normativa aduanera
(art. 198.6).
5. SANCIONES TRIBUTARIAS
A) Clases de sanciones tributarias (art. 185 LGT)
La sanción principal: multa fija o proporcional.
La sanción accesoria: no tiene carácter pecuniario (por ejemplo, pérdida del derecho a obtener
subvenciones públicas, prohibición temporal de contratar con la Administración pública) y se
aplica cuando se han cometido infracciones graves o muy graves, motivando su imposición tres
hechos distintos regulados en el artículo 186 LGT.
B) Criterios de graduación de las sanciones (arts. 187-188 LGT)
Los criterios de graduación son exclusivamente los siguientes:
129
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
Se tramita de forma separada a los de aplicación de los tributos, salvo renuncia del obligado
tributario. Como regla general, se inicia de oficio mediante la notificación del acuerdo al
interesado. Serán de aplicación las normas especiales sobre el desarrollo de las actuaciones y
procedimientos tributarios, si bien con los principios y garantías propios de los procedimientos
penales y sancionadores en general. Concluida la instrucción (necesaria salvo en los casos
contemplados en el art. 210 LGT), el instructor formulará propuesta de resolución, que recogerá
de forma motivada los hechos, su calificación jurídica y la infracción que constituyan o bien
declaración de inexistencia de infracción, concretándose la sanción propuesta y los criterios de
graduación aplicables. Tal propuesta se notificará al interesado, dándole 15 días para que formule
alegaciones y presente las pruebas oportunas.
En el curso del procedimiento sancionador se podrán adoptar medidas cautelares enumeradas en
el art. 146 LGT.
El procedimiento debe concluir en seis meses, contados desde la notificación de su inicio,
debiendo comunicarse la resolución en dicho plazo para que no se declare su caducidad. Los
órganos competentes para la imposición de sanciones se relacionan en el art. 211.5 LGT.
La resolución expresa del procedimiento contendrá los hechos, la valoración de las pruebas
practicadas, la determinación de la infracción cometida, la identificación del infractor y la
cuantificación de la sanción, con indicación de los criterios de graduación y de la reducción que
proceda (art. 188.3), o, en su caso, la declaración de inexistencia de infracción (art. 211.3).
Terminado el procedimiento, deberá ejecutarse la sanción, debiendo tener en cuenta que el recurso
contra una sanción produce los efectos previstos en el art. 212.3 LGT.
Recursos contra las sanciones (art. 212): El acto resolutorio podrá ser objeto de recurso
independiente. Si se impugna también la deuda se acumularán ambos recursos, siendo competente
para resolver el órgano que conozca la impugnación contra la deuda. Puede recurrirse la sanción,
sin perder la reducción del 30 por 100 obtenida al firmar las actas de conformidad, si no se
impugna la regularización de la deuda tributaria contenida en tales actas. Si son actas con acuerdo
no podrá impugnarse la sanción en vía administrativa, perdiéndose el derecho a la reducción del
50 por 100 si se impugna.
D) Extinción de la responsabilidad derivada de infracciones tributarias (art. 189 LGT)
La responsabilidad derivada de infracciones tributarias se extinguirá por el fallecimiento del
sujeto infractor y por el transcurso del plazo de prescripción para imponer las correspondientes
sanciones tributarias (4 años desde la comisión de la infracción, conforme al art. 189.2 LGT).
E) Extinción de las sanciones tributarias (art. 190 LGT)
Las sanciones tributarias se extinguen por el pago o cumplimiento, por prescripción del derecho
para exigir su pago (4 años, conforme al art. 190.2 LGT), por compensación, por condonación y
por el fallecimiento de todos los obligados a satisfacerlas.
130
Derecho Financiero I
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
TEMA 16: La revisión de actos administrativos en materia tributaria
DIAPOSITIVAS.
131