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En principio, regulado en el titulo X del Código Civil Peruano, entre los artículos 1868 al
1905, el Contrato de Fianza se extiende como uno de los contratos base por el cual se rigen
muchas de las acepciones fundamentadas en la garantía nacida de las funciones
contractuales que a lo largo del tiempo la legislación peruana ha regulado, sabiendo que
muchos de los parámetros de la normativa civil tienen concepción tanto de legislaciones
italianas, españolas o argentinas, entre otras, es por ello que este contrato o tipo de
contrato, tiene una singularidad de concepto que ha sido referencia como ya mencioné, a la
garantía, siendo asimismo también un contrato que ha contribuido al contrato de seguro, a
ser uno de los negocios más rentables de la década, es por ello que este contrato es uno de
los más importantes en relación a los caracteres y características que la componen, las
mismas que mis compañeros expandirán en base a los datos ofrecidos por la legislación que
nos rige, para esta primera parte de la exposición puntualizare los aspectos básicos
concernientes a la historia, conceptos, formas, objeto, y una parte de la consistencia del
contrato en sí.
1. HISTORIA
Para el profesor Juan Farina, Etimológicamente, fianza deriva del latín, “fides”
“fiducia”, significado de “fe” “seguridad”.
2. CONCEPTO
El contrato de fianza es un contrato por el cual una persona, que para el caso
concreto denominaremos FIADOR, se compromete a pagar una obligación a un
ACREEDOR en el caso en el que el DEUDOR no lo haga, y esto para que, pues para
garantizar el pago de la obligación por parte del DEUDOR y dar más confianza al
ACREEDOR a la hora realizar el cobro.
Por otra parte, el contrato de fianza nace con una finalidad sustancial, el de
garantizar el cumplimiento de una obligación, por lo tanto podemos decir que es un
contrato de garantía, esta garantía de cumplimiento (como ya lo mencionamos en la
parte introductoria), también amplía las posibilidades crediticias que el deudor
pueda adquirir, de esta forma podemos deducir que el contrato de fianza funciona
como un “seguro” por el cual el deudor cumplirá con sus obligaciones y el acreedor
no podrá ser perjudicado por la no ejecución de esta, ya que existe una especie de
garante pero que para el caso concreto se puede traducir a fiador, quien por su
intermedio responderá responsablemente con la ejecución de la fianza, por la
omisión de cumplimiento, con previa constitución de una fianza.
3. FORMA
En precisión a la forma del contrato de fianza, este se trata de un contrato con
formalidad AD SOLEMNITATEM, que como ya sabemos esta es la forma que, con
independencia de su origen o nacimiento, condiciona la validez del contrato a que
realice esta formalidad, cumpliendo de esta manera la función de certidumbre o
seguridad de la forma, conforme así lo establece el artículo 1871 del Código Civil: “la
fianza debe constar por escrito, bajo sanción de nulidad”. Otros códigos civiles como
el italiano, el español o el francés (que como ya había mencionado anteriormente de
las similitudes y acepciones del código civil peruano con otros códigos) dan al
contrato de fianza libertad de forma, aunque sí exigen que la voluntad de prestar
fianza debe ser expresa; es decir, debe resultar o de una precisa declaración de
voluntad o de un comportamiento inequívoco o cierto, pues lo incierto en todo el
grado de finalidad del contrato o los contratos en general vulneran la condición de
integridad de un contrato, la cual la vuelve importante ya que esta integridad
conforma la base contractual de todo contrato, para evitar un mal funcionamiento
del mismo, o peor aún que se generen vicios que enfermen el contrato, por así
decirlo.
4. OBJETO
En sustancia el objeto de la fianza puede ser directo y a la vez indirecto, explico: (el
objeto directo) vendría a ser la protección del acreedor, que como todos suponemos
es la finalidad del contrato ya que consensualmente busca la seguridad del acreedor,
pese a que en ambos supuestos no se altera el carácter garantista del contrato,
mientras que (el objeto indirecto) vendría a ser el cumplimiento de la obligación
como presupuesto del contrato principal que da origen a la fianza, mas no como
garantía de un tercero (o deudor afianzado) que no es parte sustancial del contrato
de fianza, ni tampoco se requiere su aprobación.