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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA


MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION UNIVERSITARIA
UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA
PROGRAMA DE FORMACION DE GRADO DE ESTUDIOS JURIDICOS
EJE GEOPOLÍTICO REGIONAL HEROÍNA “JUANA LA AVANZADORA”
EJE MUNICIPAL “INDIOS WARAO”
ALDEA: ESCUELA BOLIVARIANA CARABOBO
TUCUPITA ESTADO BOLIVARIANO DELTA AMACURO

UNIDAD CURRICULAR: PROYECTO III “CIUDADANIA E IGUALDAD REAL”


LINEA DE INVESTIGACIÓN FORMATIVA: CIUDADANÍA, DERECHOS
HUMANOS Y JUSTICIA SOCIAL

LOS DERECHOS HUMANOS, LA IGUALDAD Y LA JUSTICIA SOCIAL, COMO


REFERENTES IMPORTANTES PARA LA CONVIVENCIA EN LA COMPLEJIDAD
Y DIVERSIDAD, LA DEMOCRACIA, EL RECONOCIMIENTO DEL OTRO Y DE
LAS DIFERENCIAS, PARA SUPERAR LA EXCLUSIÓN Y FOMENTAR LA
INCLUSIÓN

Realizado por:
Alfonzo Moreno Carmen Luisa 9866123
Andrews Hernández Neil José 11205899
Bolívar Figueras Levis Johanny 17210098
Castillo Hospédales Jesús Rafael 5336657
González Marcano Haideé María 9860340
Rodríguez Fabiola 25331958
Salazar Centeno Joelys Del Valle 11210419
Salazar Centeno Yanireth Del Valle 11213886
Suarez Villarroel Karina Del Carmen 13403141

Facilitador:
Profe. Rainer Rasse
PFG-EJ III Trayecto 2022 - I
Ambiente: Sección Única SB-RS

Mayo de 2022
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INDICE

PÁG.

INTRODUCCIÓN
Origen…………………………………………………………………………………… 4
Criterios de clasificación de los Derechos Humanos……………………………… 5
Los Derechos Humanos en el Marco de la Constitución de la República 7
Bolivariana de Venezuela……………………………………………………………… 10
Alcance de la Justicia Social y el Estado de Derecho ……………………………. 12
CONCLUSIÓN………………………………………………………………………….
BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………………… 14
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INTRODUCCIÓN

Los derechos humanos son un conjunto de facultades e instituciones que, en cada momento
histórico, concretan las exigencias de la dignidad, la libertad, y la igualdad humana, las cuales
deben ser reconocidas por los ordenamientos jurídicos a nivel nacional e internacional. Agrega
que los derechos fundamentales corresponden a aquellos derechos humanos que han sido
positivados por el orden constitucional.

Los derechos fundamentales en sus inicios estaban destinados, ante todo, a asegurar la
esfera de libertades del individuo frente a intervenciones del poder público del Estado. No
obstante, esto ha ido evolucionando con la irrupción del Estado Social de Derecho, por lo que los
derechos fundamentales no sólo constituyen un límite al ejercicio del poder estatal, sino también
un deber ser absoluto exigible también en las relaciones entre particulares .En tal sentido, es
necesario señalar que el país ha pasado por uno de los procesos de mayor complejidad que puede
atravesar Nación alguna, dirigido a la reestructuración y reorganización, e incluso a la
refundación de las bases axiológicas, políticas, sociales, económicas y culturales que configuran
la noción del Estado.

En estos momentos tan trascendentales para Venezuela es importante hablar sobre los
derechos fundamentales y los derechos humanos analizando las circunstancias económicas,
políticas y sociales que atraviesan los ciudadanos a lo largo y ancho del territorio nacional, sin
distingo de razas, credo y posiciones políticas. Para ello es esencial tener en cuenta que la
garantía de estos derechos se encuentra establecida tanto en nuestra Carta Magna como en los
tratados, pactos y convenios internacionales suscritos y ratificados por la República.
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Origen.
El origen de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, tuvo su primer precedente
en la conquista de Babilonia por parte de Ciro el Grande, en el 539 a. C. En contra de todo
pronóstico, Ciro liberó a la totalidad de los esclavos y declaró la libertad religiosa, algo
sumamente importante en aquella época.

El Cilindro de Ciro es considerado, de hecho, la primera Declaración de Derechos


Humanos de la Historia. Posteriormente, llegaron La Carta Magna (1215), que establecía que el
rey también estaba sujeto a la ley; y La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano
(1789), en la que se reconocía la igualdad de todos los ciudadanos franceses ante la ley.

No obstante, si hacemos una búsqueda más estricta de los orígenes de la Declaración


Universal de 1948, debemos avanzar en la Historia hasta llegar a la Segunda Guerra Mundial.

La violencia desatada en el periodo que abarca de 1939 a 1945 había dejado incontables
ciudades en ruinas por los continentes europeo y asiático. Millones de personas (combatientes y
civiles) habían muerto y otros tantos se habían quedado sin hogar o estaban a punto de fallecer a
causa del hambre. Por aquel entonces, se aproximaba el final de la contienda: las fuerzas rusas
cercaban la capital alemana, que daba sus últimos coletazos tras haber sido bombardeada; por su
parte, la infantería de Estados Unidos todavía luchaba contra las fuerzas japonesas en el Pacífico.

Era abril de 1945. Delegados de cincuenta países llegaron a la ciudad de San Francisco con
una meta llena de esperanza: crear un organismo internacional que fuese capaz de promover la
paz y evitar cualquier atisbo de guerra futura.

Como resultado de aquella reunión, nació el Acta Constitutiva de la nueva Organización de


las Naciones Unidas; la cual entraría en vigor, finalmente, el 24 de octubre de ese mismo año

La Declaración Universal de los Derechos Humanos es uno de los hitos fundamentales de


nuestra historia. No en vano, hablamos de un documento sin precedentes, en el que se
establecieron los derechos naturales de la dignidad humana, esos de los que toda mujer y todo
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hombre han de poder gozar, independientemente del lugar del mundo en el que vivan o hayan
nacido.

Esta declaración, proclamada en París por la Asamblea General de la ONU el día 10 de


diciembre de 1948, consta de 30 artículos y cuenta con traducciones para más de quinientos
idiomas.

Dicha declaración ha pretendido ser el faro que guiase los pasos de la Humanidad desde
aquel entonces. Sin embargo, casi setenta años después, parece que la luz de ese faro está cada
día más lejos de nuestros pasos.

Es imperativo que recuperemos el rumbo hacia aquella Humanidad que se soñó París en
1948. Por tal motivo, queremos recordar su origen: pues “el humano que olvida de dónde vino
está condenado a repetir sus errores”.

Criterios de clasificación de los Derechos Humanos.

De acuerdo a su contenido, podemos hablar de:

Derechos civiles, que son aquellos que le corresponden a la persona como individuo,
independientemente de su rol social, y que hacen a su vida y a su libertad personal. Son derechos
civiles el derecho a la vida, a la libertad personal, a ejercer libremente su culto, a reunirse, a
asociarse con fines útiles, a la dignidad, al honor, al nombre, etcétera.

Derechos sociales, son los que le corresponden a las personas por su rol en un determinado
contexto social, por hallarse desprotegidos frente a una situación desigual con respecto a otros
que podrían abusar de tal circunstancia. Son derechos sociales fundamentalmente los referidos al
trabajo, ya que la situación de necesidad en que se halla el trabajador, lo coloca en una posición
susceptible de ser objeto de abusos, tal como había sucedido durante la revolución industrial, que
fue una muestra mas que elocuente de lo que pueden hacer los empleadores con sus empleados si
no existen leyes que limiten su accionar.
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Derechos patrimoniales son aquellos que tienen un contenido económico, como por
ejemplo, el derecho a contratar, el derecho de propiedad, el de comerciar, etcétera.

Derechos culturales, son los que tienen un contenido que hace a la capacitación del ser
humano, con vistas a su perfeccionamiento, y es compatible con los derechos sociales: Por
ejemplo, el derecho de enseñar y aprender.

Derechos políticos, son los que le corresponden al ciudadano para participar como
miembro activo del poder político en un gobierno democrático, por sí o a través de sus
representantes. El derecho de sufragio, a afiliarse a un partido político, a ser elegido para un
cargo de gobierno, a participar en la presentación de un proyecto de ley, en un plebiscito, o en
una consulta popular.

Otra clasificación hace referencia a la aparición de los derechos en el tiempo.

Los primeros en ser reconocidos, y que por eso se llaman derechos de primera
generación, fueron los que importaban a la sociedad burguesa que lideró la Revolución Francesa
de 1789. Se trataba de una concepción liberal del estado, que requería su abstención, y un libre
desarrollo de la individualidad. Por lo tanto propiciaron la incorporación a partir de la
Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, los derechos civiles, los patrimoniales
y los políticos. Se buscaba favorecer al individuo libre, propietario y que tuviera un alto grado de
participación política. Recordemos que la Revolución Francesa se realizó para terminar con el
absolutismo monárquico, y permitir la intervención popular en los asuntos de gobierno.

Los derechos de segunda generación incluyen los derechos sociales y culturales, y


surgieron a partir del siglo XIX, cuando los ricos burgueses, dueños de las fábricas, debieron
afrontar ahora el surgimiento de los movimientos obreros, que luchaban por lograr condiciones
dignas de trabajo, que les habían sido desconocidas a partir de la Revolución Industrial, y que no
habían sido contempladas luego de la Revolución Francesa, ya que a los ricos burgueses, sus
patrones, les convenía más tener una masa de trabajadores marginados, como mano de obra dócil
y barata. A partir de esta etapa los trabajadores apoyados por los movimientos socialistas,
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lograrán progresivamente, el establecimiento de jornadas de labor de ocho horas, condiciones


dignas, descanso dominical, el derecho a constituir sindicatos, etcétera. El estado aparece ahora
como garante de la igualdad de oportunidades entre los ciudadanos, impidiendo abusos de parte
de los socialmente más favorecidos.

Los derechos de tercera generación aparecieron en el siglo XX, cuando nuevas


circunstancias en el mundo hicieron palpable la necesidad de proteger no solo a las personas en
su individualidad (derechos de primera generación) o en relación a oros miembros del cuerpo
social (de segunda generación) sino que ahora los sujetos de derechos son colectivos,
considerando el derecho de los pueblos.

Los Derechos Humanos en el Marco de la Constitución de la República Bolivariana de


Venezuela.

Desde su preámbulo se hacen referencias a los Derechos Humanos se establecen los


principios fundamentales de la democracia como modelo de gobierno que reconoce la
participación directa de todas las personas, así como la diversidad de culturas y el derecho de las
mismas a expresarse de acuerdo con sus costumbres.

En el preámbulo también se establece como uno de los fines supremos de la República el


asegurar el respeto de los derechos fundamentales como la vida, el trabajo, la cultura, la
educación, la justicia social y la igualdad.

Asimismo se consagran los principios de universalidad e indivisibilidad de los derechos


humanos, con lo que se ratifica la prohibición de hacer discriminaciones que impidan el goce de
todos los derechos. Igualmente se reconoce que todos los derechos tienen el mismo nivel de
importancia y que entre ellos hay una interdependencia que los hace igualmente significativos.

Título I, Principios Fundamentales, Artículo 2, Preferencia por los DDHH. Toda Ley
aprobada en Venezuela, así como cualquier actuación de los diferentes organismos del Estado,
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debe ser respetuosa y acorde con los principios establecidos en las normas internacionales de
protección de los DDHH.

Artículo 3, Finalidad del Estado. La principal finalidad del Estado es defender a la persona
humana y construir una sociedad justa y amante de la paz y respetuosa de los derechos humanos.
La educación y el trabajo son los procesos fundamentales para alcanzar dichos fines.

Título III, Principios Fundamentales de los DDHH, Artículo 19. El Estado garantizará a
toda persona, con base en el principio de progresividad y sin discriminación alguna, el goce y
ejercicio irrenunciable, indivisible e interdependiente de los DDHH. La responsabilidad por el
respeto y garantía de los DDHH es exclusivamente del Estado, de conformidad con las normas
internacionales de DDHH ratificadas por la nación. (Subrayado nuestro).

Artículo 22. Amplitud de los Derechos. Expresa claramente que los DDHH no son sólo los
que se enuncian o mencionan en la Constitución o leyes internacionales, sino todos aquellos
inherentes a la persona y que reafirman su bienestar integral y dignidad. Otros derechos, aunque
no se los mencione, se los considera igualmente importantes, reafirmando de esta manera el
principio de progresividad de los derechos.

Artículo 23. Constitucionalidad y excepcionalidad de los tratados internacionales, relativos


a DDHH. Las normas establecidas en los tratados de DDHH ratificadas por Venezuela son
superiores a las demás leyes e incluso a la propia Constitución, en caso de tratarse de normas que
favorezcan un determinado derecho, por lo que su aplicación debe ser inmediata y preferente a
aquellas.

Artículo 31. Derecho a recurrir a instancias internacionales para el amparo de los DDHH.
Toda persona tiene el derecho de acudir ante tribunales y demás organismos internacionales de
protección de los DDHH, debiendo el Estado cumplir obligatoriamente las decisiones y
recomendaciones emanadas de esos órganos
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Derechos Sociales y de las Familias: Artículos 75 y 76, Protección Familiar; Artículo 77,
Protección a las Parejas (Introduce el concepto de protección integral de la maternidad y
paternidad). Artículo 78, Régimen Especial para la niñez; Artículo 79 derecho de los jóvenes y
las jóvenes, de ser sujetos del proceso de desarrollo; Artículo 80, derechos de las Personas de la
Tercera Edad; Artículos 81, 101 y 103, derechos de las personas con discapacidad o necesidades
especiales; Artículo 82, derecho a la vivienda; Artículo 83, derecho a la salud; Artículo 84,
características del sistema público nacional de salud; Artículo 85, financiamiento del sistema
público nacional de salud; Artículos 86 y 87, derecho a la seguridad social; Artículo 87, derecho
al trabajo; Artículo 88, derecho a la equidad e igualdad en el trabajo; Artículo 89, principios
básicos de los derechos laborales; Artículo 90, jornada laboral, derecho al descanso y vacaciones
remuneradas; Artículo 91, derecho al salario e inembargabilidad del mismo; Artículo 92, derecho
a las prestaciones sociales por antigüedad; Artículos 93 y 104, derecho a la estabilidad laboral;
Artículo 95, derecho a la sindicalización y a la organización de sindicatos; Artículo 96, derecho a
la negociación y a las convenciones colectivas de trabajo; Artículo 97, derecho a la huelga.

Derechos Culturales y Educativos: Artículo 98, derecho de autor y protección de la


propiedad intelectual; Artículos 99 y 100, derecho de la cultura; Artículo 102, derecho a la
educación; Artículo 103, principios rectores de la educación; Artículo 109, autonomía
universitaria; Artículo 110, derecho a la ciencia y la tecnología; Artículo 111, derecho al deporte
y la recreación.

Derechos Económicos: Artículo 112, derecho a la libertad económica; Artículo 113,


prohibición de monopolios; Artículos 115 y 116, derecho de propiedad; Artículo 117, derecho a
disponer de bienes y servicios de calidad.

Derechos de los Pueblos Indígenas: Artículo 119, reconocimiento jurídico como pueblos.
Derecho a la propiedad de sus tierras; Artículo 120, derecho a ser informados y consultados;
Artículos 9 y 121, derecho a la cultura y a una educación intercultural y bilingüe. Oficialidad de
los idiomas; Artículo 122, derecho a emplear su medicina y terapias tradicionales; Artículo 123,
derecho a ejercer sus prácticas económicas; Artículo 124, protección de la propiedad intelectual
colectiva; Artículo 125, representación indígena en los cuerpos deliberantes.
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Derechos Ambientales: Artículos 127 y 129, derecho a un ambiente sano y seguro.

Alcance de la Justicia Social y el Estado de Derecho.

El Estado Social de Derecho y de Justicia que contiene el artículo 2º de la Constitución de


1999, se fundamenta, primero que nada, en la separación de los poderes y el principio de
legalidad pero siempre unidos a las concepciones de interés social y de solidaridad y
responsabilidad social, a fin de alcanzar el tan deseado equilibrio social; no debemos olvidar que
el Estado Liberal de Derecho, basaba su operatividad apegado al estricto principio de legalidad,
como consecuencia de ello los particulares podían llevar a cabo cualquier actividad que no
estuviese expresamente prohibida por el legislador, aún cuando esa actividad fuera en detrimento
de otros particulares o grupos.

Combellas (1992) afirma que el Estado Social de Derecho, es el Estado en la procura


existencial, es el garante de la satisfacción de las necesidades básicas para una vida digna,
independientemente de las formas y modos de su relación con la economía, pero es
imprescindible salvaguardar el rol del Estado como última instancia de garantía de la ejecución
de la procura existencial, gracias a la protección y fomento de los derechos sociales y
económicos.

Por otro lado, el Estado Social de Derecho y de Justicia, debe ser entendido como la
regulación del Estado por el Derecho, quedando de esta forma subordinado al orden jurídico
preestablecido; sino que se debe garantizar que esa normatividad jurídica cuide de realizar la
justicia social, de hacer que los derechos sociales, económicos y culturales no sean meros
enunciados sino una realidad concreta; de propender a una mejor distribución de la riqueza; de
combatir a la miseria y la falta de trabajo, vivienda, seguridad, salud, educación, entre otros
servicios básicos esenciales para el grupo social.
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CONCLUSIÓN

Los Derechos Humanos y la Justicia Social, de la Unidad Curricular “Sociedad, Estado y


Constitución", tiene como objetivo: Definir al Estado como garante del ejercicio y goce
irrenunciable de los derechos humanos y la justicia social, donde se desarrollaron contenidos de
los cuales se exponen sus conclusiones a continuación:

Las Naciones Unidas marcan el origen de los Derechos Humanos en el año 539 antes de
Cristo. Cuando las tropas de Ciro el Grande conquistaron Babilonia, Ciro liberó a los esclavos,
declaró que cualquier hombre era libre de escoger la religión que quisiera y estableció la igualdad
racial.

Los Derechos Humanos han sido clasificados de diversas maneras, de acuerdo con su
naturaleza, origen, contenido y por la materia que refiere. La denominada Tres Generaciones es
de carácter histórico y considera cronológicamente su aparición o reconocimiento por parte del
orden jurídico normativo de cada país.

Los Derechos Humanos en el marco de la Constitución de la República Bolivariana de


Venezuela, se encuentran plasmados en su Título III, de los Derechos Humanos y garantías, y de
los deberes establece en los artículos 19 al 31.

La identificación del conjunto de derechos Sociales, Civiles, Culturales y Educativos: Los


derechos sociales constituyen presupuestos y complementos indivisibles del goce de los derechos
individuales, al constituir condiciones materiales que posibilitan un mejor y más efectivo
ejercicio de todos de las libertades. El Título III, Capítulo V: De los Derechos Sociales y de las
Familias, en los artículos del 76 al 97; Los Derechos individuales civiles, son aquellos que
conceden a los individuos el derecho a exigir frente al poder del Estado, en el Capítulo III: De los
Derechos Civiles, se refiere en sus artículos 43 al 61; Derechos educativos y culturales, son mal
llamados “derechos sociales”, atendiendo a que todo derecho es social de principio, Capítulo VI:
De los Derechos Culturales y Educativos, en los artículos del 98 al 111.
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BIBLIOGRAFÍA

CONSTITUCIÓN NACIONAL. (1999). Gaceta Oficial 36.860 del 30 de Diciembre de


1999. República Bolivariana de Venezuela.

COMBELLAS, Ricardo (1992). El Estado Social de Derecho. La Constitución de 1961 y la


Reforma del Estado en Venezuela. COPRE. Caracas – Venezuela.

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