Está en la página 1de 16

MINISTERIO DE EDUCACIÓN

COLEGIO PRIMER CICLO SANTO DOMINGO

TRABAJO DE CÍVICA

LOS DERECHOS HUMANOS

REALIZADOS POR:
ARIANIS MARIETH COTO GALLARDO

PROFESORA:
YULISA GARCÍA

GRUPO: 7° - B

AÑO LECTIVO
2018
ÍNDICE

INTRODUCCIÓN ................................................................................................................ 3
LAS CARACTERÍSTICAS FUNDAMENTALES DE LOS DERECHOS HUMANOS
................................................................................................................................................ 4
CLASIFICACIÓN ................................................................................................................ 5
Derechos de Primera Generación o Derechos Civiles y Políticos ................................. 5
Derechos de Segunda Generación o Derechos Económicos, Sociales y Culturales .... 5
Derechos de Tercera generación o Derechos de Los Pueblos ....................................... 6
DESARROLLO HISTÓRICO DE LOS DERECHOS HUMANOS ............................... 6
El Cilindro de Ciro (539 a. C.) ......................................................................................... 6
La Difusión de los Derechos Humanos ........................................................................... 6
La Petición del Derecho (1628) ........................................................................................ 7
La Constitución de Estados Unidos de América (1787) y la Carta de Derechos
(1791) ................................................................................................................................. 7
La Declaración de los Derechos del Hombre y de los Ciudadanos en 1789 ................ 8
La Primera Convención de Ginebra (1864) ................................................................... 8
Las Naciones Unidas (1945) ............................................................................................. 8
La Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) ........................................ 9
LOS DERECHOS HUMANOS PLASMADOS EN LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA
DE PANAMÁ. ..................................................................................................................... 10
LOS DERECHOS HUMANOS BÁSICOS PLASMADOS EN NUESTRA
CONSTITUCIÓN SE ENCUENTRAN EN EL TÍTULO III......................................... 10
CONVENSIÓN DE LOS DERECHOS DE LOS NIÑOS ............................................... 10
Los Estados Partes en la presente Convención, ........................................................... 10
CONCLUSIÓN ................................................................................................................... 13
BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................................ 14
ANEXOS ............................................................................................................................. 15

2
INTRODUCCIÓN

Los derechos humanos rigen las relaciones de convivencia humana, orientan el ordenamiento
jurídico institucional y tienen una función crítica frente al orden establecido.
Todo derecho implica un deber. Según la Declaración Universal de Derechos Humanos,
éstos son el ideal común por el que todos los pueblos y Naciones deben esforzarse, ya que se
fundamentan en el reconocimiento de la dignidad y del valor como cualidades intrínsecas de
los humanos; es decir, que tanto el hombre como la mujer son un fin en sí y no un medio o
un instrumento para otros fines.

3
LAS CARACTERÍSTICAS FUNDAMENTALES DE LOS DERECHOS
HUMANOS
Las características fundamentales de los derechos
humanos proclamados en la Declaración Universal
de los Derechos Humanos son las siguientes:
Universales. Los derechos que incluye la
Declaración Universal de los Derechos Humanos
pertenecen a todos los seres humanos por el mero
hecho de serlo.
Inalienables. No se pueden enajenar, nadie puede
ser despojado de ellos.
Irrenunciables. No se puede renunciar a ellos, aunque sea por propia voluntad, y por lo tanto
son también intransferibles, nadie más que el propio titular puede valerse de ellos.
Imprescriptibles. Son para toda la vida, no tienen fecha de caducidad por ningún motivo.
Indivisibles. Ningún derecho puede disfrutarse a costa de otro derecho, no puede prescindirse
de ninguno.
Estas distintas características en ocasiones son discutidas, empezando por la universalidad:
se argumenta que los derechos humanos se deben interpretar dentro de las distintas culturas,
de forma que estas pueden matizar o alterar los principios contenidos en la Declaración
Universal. Por lo tanto, los derechos humanos no serían siempre los mismos, variarían en
función de los contextos culturales. Es la postura conocida como relativismo cultural. El
ejemplo más claro es el de los países islámicos, que defienden la necesidad de que los
derechos humanos no entren en contradicción con la Ley Islámica.
La realidad es que los particularismos culturales se suelen utilizar para mantener sistemas
opresivos por parte de los respectivos gobiernos (o de las jerarquías religiosas dominantes),
y no suelen ser compartidos por las respectivas poblaciones, especialmente cuando éstas han
tenido acceso a la información y a la educación. Éste es precisamente uno de los motivos por
el que las Naciones Unidas defienden la universalidad del derecho a la educación y a la
información, en la misma medida que algunos gobiernos defensores del relativismo cultural,
de forma harto sospechosa, lo restringen.
También se presentan objeciones al principio de indivisibilidad de los derechos humanos,
argumentando que algunos derechos son prioritarios. Cuando se preparaba el texto de la
Declaración Universal estas discrepancias se pusieron de manifiesto en la prioridad que
asignaban las democracias occidentales a los derechos civiles y políticos y la presión de los
países socialistas para que se reconocieran e incluyeran los derechos económicos y sociales.
En la actualidad estas discrepancias no están del todo superadas.
Pero la necesaria indivisibilidad de los distintos derechos es evidente: las personas no pueden
mejorar sus derechos económicos, sociales y culturales sin espacio y libertad política. Y por

4
otro lado, las libertades políticas, si no se acompañan de un desarrollo económico y social,
no siempre benefician en la práctica a los más necesitados.

A las características de los derechos humanos finalmente hay que añadir la inderogabilidad,
pero con algunos matices, ya que, según las distintas normas internacionales, regionales o
nacionales de derechos humanos, la inderogabilidad no afecta por igual a todos los derechos.
En determinadas circunstancias, de forma excepcional se legitima a los Estados para derogar
algunos derechos. Otros han de ser respetados siempre, sin excepción alguna, como el
derecho a la vida, a no ser esclavizado o a no ser torturado, a no recibir tratos o penas crueles,
inhumanos o degradantes y a la no discriminación por motivos de raza, religión, origen social
o de cualquier otra índole.
La inderogabilidad de algunos derechos se refleja en distintos documentos regionales, como
el Convenio Europeo de Derechos humanos de1950 y la Convención Americana sobre
Derechos Humanos de1969. Asimismo, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales, aprobados
por las Naciones Unidas en 1966, también contienen disposiciones derogatorias; el primero
de forma garantista y concreta en el caso de algunos derechos y el segundo de forma más
genérica, con un enunciado similar al de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

CLASIFICACIÓN
La clasificación de carácter histórico basada en la
aparición o reconocimiento cronológico de los DDHH
por parte del orden jurídico normativo internacional,
distingue entre los Derechos de Primera Generación o
Derechos Civiles y Políticos, los Derechos de
Segunda Generación o Derechos Económicos,
Sociales y Culturales y los Derechos de Tercera
generación o Derechos de Los Pueblos. La mayor
parte de los tratados en el ámbito de los DDHH hacen
una distinción entre los denominados "derechos civiles y políticos" y los derechos
"económicos, sociales y culturales".
Derechos de Primera Generación o Derechos Civiles y Políticos
Los Derechos de Primera Generación o Derechos Civiles y Políticos se refieren a los
primeros derechos que fueron consagrados en los ordenamientos jurídicos internos e
internacionales.
Derechos de Segunda Generación o Derechos Económicos, Sociales y Culturales
Los derechos de Segunda Generación o Derechos Económicos, Sociales y Culturales tienen
como objetivo fundamental garantizar el bienestar económico, el acceso al trabajo, la
educación y a la cultura, de tal forma que asegure el desarrollo de los seres humanos y de los
pueblos.

5
Derechos de Tercera generación o Derechos de Los Pueblos
Los Derechos de Tercera Generación también conocidos como Derechos de Solidaridad o de
los Pueblos contemplan cuestiones de carácter supranacional como el derecho a la paz y a un
medio ambiente sano.

DESARROLLO HISTÓRICO DE LOS DERECHOS HUMANOS


El Cilindro de Ciro (539 a. C.)
Los decretos que Ciro proclamó sobre los derechos
humanos se grabaron en el lenguaje acadio en un cilindro
de barro cocido.
Los decretos que Ciro proclamó sobre los derechos
humanos se grabaron en el lenguaje acadio en un cilindro
de barro cocido.
En el año 539 a. C., los ejércitos de Ciro el Grande, el primer rey de la Persia antigua,
conquistaron la ciudad de Babilonia. Pero sus siguientes acciones fueron las que marcaron
un avance significante para el Hombre. Liberó a los esclavos, declaró que todas las personas
tenían el derecho a escoger su propia religión y estableció la igualdad racial. Éstos y otros
decretos fueron grabados en un cilindro de barro cocido en lenguaje acadio con escritura
cuneiforme.
Conocido hoy como el Cilindro de Ciro, este documento antiguo ha sido reconocido en la
actualidad como el primer documento de los derechos humanos en el mundo. Está traducido
en los seis idiomas oficiales de las Naciones Unidas y sus disposiciones son análogas a los
primeros cuatro artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
La Difusión de los Derechos Humanos
Desde Babilonia, la idea de los derechos humanos se difundió rápidamente por la India,
Grecia y por último a Roma. Ahí nació el concepto de “ley natural”, en la observación del
hecho de que las personas tendían a seguir, en el transcurso de la vida, ciertas leyes que no
estaban escritas, y la ley romana se basaba en ideas racionales derivadas de la naturaleza de
las cosas.
Los documentos que afirman los derechos individuales, como la Carta Magna (1215), la
Petición del Derecho (1628), la Constitución de Estados Unidos (1787), la Declaración
Francesa de los Derechos del Hombre y de los Ciudadanos (1789), y la Carta de Derechos de
Estados Unidos (1791) son los precursores escritos de muchos de los documentos de los
derechos humanos de la actualidad.
Podría decirse que la Carta Magna o la “Gran Carta”, fue la influencia primitiva más
significativa en el extenso proceso histórico que condujo a la ley constitucional actual en el
mundo de habla inglesa.

6
En 1215, después de que el rey Juan de Inglaterra violara un número de leyes y tradiciones
antiguas con que se había gobernado Inglaterra, sus súbditos lo forzaron a firmar la Carta
Magna, la cual enumera lo que después vino a ser considerado como los derechos humanos.
Entre ellos estaba el derecho de la iglesia a estar libre de la intervención del gobierno, los
derechos de todos los ciudadanos libres a poseer y heredar propiedades y que se les protegiera
de impuestos excesivos. Estableció el derecho de las viudas que poseían propiedades para
decidir no volver a casarse, y establece principios de garantías legales e igualdad ante la ley.
También contenía disposiciones que prohibían el soborno y la mala conducta de los
funcionarios.
Considerada ampliamente como uno de los documentos legales más importantes en el
desarrollo de la democracia moderna, la Carta Magna fue un punto de cambio crucial en la
lucha para establecer la libertad.

La Petición del Derecho (1628)


El siguiente hito reconocido en el desarrollo de los
derechos humanos fue la Petición del Derecho,
elaborada en 1628 por el Parlamento Inglés y enviada
a Carlos I como una declaración de libertades civiles.
El rechazo del Parlamento para financiar la impopular
política externa del rey, causó que su gobierno exigiera
prestamos forzosos y que tuvieran que acuartelar las
tropas en las casas de los súbditos como una medida
económica. El arresto y encarcelamiento arbitrarios
por oponerse a estas políticas, produjo en el Parlamento una hostilidad violenta hacia Carlos
y George Villiers, el primer duque de Buckingham. La Petición del Derecho, iniciada por Sir
Edward Coke, se basó en estatutos y documentos oficiales anteriores y hace valer cuatro
principios: (1) No se podrá recaudar ningún impuesto sin el consentimiento del Parlamento,
(2) No se puede encarcelar a ningún súbdito sin una causa probada (reafirmación del derecho
de habeas corpus, del latín, "que tengas el cuerpo”, derecho que determinaba un plazo límite
para resolver si se arresta a un detenido), (3) A ningún soldado se le puede acuartelar con los
ciudadanos, y (4) No puede usarse la ley marcial en tiempos de paz.

La Constitución de Estados Unidos de América (1787) y la Carta de Derechos


(1791)
La Carta de Derechos de la Constitución de EE.UU. protege las libertades básicas de los
ciudadanos de Estados Unidos.
Escrita en el verano de 1787 en Filadelfia, la Constitución de Estados Unidos de América es
la ley fundamental del sistema federal estadounidense y es el documento histórico del mundo
occidental. Es la constitución nacional escrita más antigua en uso y define los organismos
principales del gobierno y sus jurisdicciones, y los derechos básicos de los ciudadanos.
Las primeras diez enmiendas a la Constitución (la Carta de Derechos), entraron en vigor el
15 de diciembre de 1791, limitando los poderes del gobierno federal de Estados Unidos y

7
protegiendo los derechos de todos los ciudadanos, residentes y visitantes en territorio
estadounidense.
La Carta de Derechos protege la libertad de expresión, la libertad religiosa, el derecho de
tener y portar armas, el derecho de reunirse y la libertad de petición. También prohíbe la
búsqueda e incautación irrazonable, el castigo cruel e inusual y la autoincriminación
obligada. Entre las protecciones legales que brinda, la Declaración de Derechos le prohíbe al
Congreso pasar ninguna ley respecto al establecimiento de religión y le prohíbe al gobierno
federal privar a cualquier persona de la vida, libertad o propiedad sin el debido proceso legal.
En casos criminales federales se requiere de una acusación por un gran jurado, por cualquier
delito capital, o crimen reprobable, garantiza un juicio público rápido con un jurado imparcial
en el distrito en el cual ocurrió el crimen y prohíbe el doble enjuiciamiento.

La Declaración de los Derechos del Hombre y de los Ciudadanos en 1789


En 1789, el pueblo de Francia causó la abolición de una monarquía absoluta y creó la
plataforma para el establecimiento de la primera República Francesa. Sólo seis semanas
después del ataque súbito a la Bastilla, y apenas tres semanas después de la abolición del
feudalismo, la Asamblea Nacional Constituyente adoptó la Declaración de los Derechos del
Hombre y de los Ciudadanos (en francés: La Déclaration des Droits de l’Homme et du
Citoyen) como el primer paso para escribir la constitución de la Republica de Francia.
La Declaración proclama que a todos los ciudadanos se les deben garantizar los derechos de
“libertad de propiedad, seguridad y resistencia a la opresión”. Argumenta que la necesidad
de la ley se deriva del hecho de que “…el ejercicio de los derechos naturales de cada hombre,
tiene sólo aquellos límites que aseguran a los demás miembros de la misma sociedad el goce
de estos mismos derechos”. Por lo tanto, la Declaración ve a la ley como “una expresión de
la voluntad general”, destinada a promocionar esta equidad de derechos y prohibir “sólo
acciones dañinas para la sociedad”.

La Primera Convención de Ginebra (1864)


El documento original de la primera Convención de Ginebra en 1864 promovió el cuidado
de los heridos de guerra.
En 1864, dieciséis países europeos y varios países de América asistieron a una conferencia
en Ginebra, por la invitación del Consejo Federal Suizo, y por la iniciativa de la Comisión
de Ginebra. La conferencia diplomática se llevó a cabo con el propósito de adoptar un
convenio para el tratamiento de soldados heridos en combate.
Los principios más importantes establecidos en la Convención y mantenidos por las últimas
Convenciones de Ginebra estipulan la obligación de proveer atención medica sin
discriminación a personal militar herido o enfermo y de respetar el transporte y el equipo del
personal médico con el signo distintivo de la cruz roja sobre fondo blanco.

Las Naciones Unidas (1945)


Cincuenta naciones se reunieron en San Francisco en 1945 y fundaron la Organización de las
Naciones Unidas para proteger y promocionar la paz.

8
La Segunda Guerra Mundial se había librado violentamente de 1939 a 1945, y al aproximarse
el fin, las ciudades de toda Europa y Asia yacían en ruinas humeantes. Millones de personas
murieron, millones más quedaron sin hogar o morían de hambre. Las fuerzas rusas se
acercaban, rodeando los restos de la resistencia alemana en la bombardeada capital de
Alemania, Berlín. En el Pacífico, los infantes de Marina de Estados Unidos todavía estaban
luchando con las fuerzas japonesas atrincheradas en islas como Okinawa.
En abril de 1945, delegados de cincuenta naciones se reunieron en San Francisco, llenos de
optimismo y esperanza. La meta de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre
Organización Internacional era crear un organismo internacional para promover la paz y
evitar guerras futuras. Los ideales de la organización se establecieron en el preámbulo al Acta
Constitutiva que propusieron: “Nosotros, la gente de las Naciones Unidas, estamos decididos
a proteger a las generaciones venideras del azote de la guerra, la cual dos veces en nuestra
vida ha producido un sufrimiento incalculable a la humanidad”.
El Acta Constitutiva de la nueva organización de las Naciones Unidas entró en vigencia el
24 de octubre de 1945, fecha que se celebra cada año como Día de las Naciones Unidas.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948)


La Declaración Universal de los Derechos Humanos ha
inspirado a muchas otras leyes sobre los derechos
humanos y a tratados por todo el mundo.
Para 1948, la nueva Comisión de Derechos Humanos
de las Naciones Unidas se había apoderado de la
atención del mundo. Bajo la presidencia dinámica de
Eleanor Roosevelt (viuda del presidente Franklin
Roosevelt, defensora de los derechos humanos por derecho propio y delegada de Estados
Unidos ante la ONU), la Comisión se dispuso a redactar el documento que se convirtió en la
Declaración Universal de los Derechos Humanos. Roosevelt, a quien se atribuyó la
inspiración del documento, se refirió a la Declaración como la Carta Magna internacional
para toda la humanidad. Fue adoptada por las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948.
En su preámbulo y en el Artículo 1, la Declaración proclama, sin lugar a equivocaciones, los
derechos inherentes a todos los seres humanos: “La ignorancia y el desprecio de los derechos
humanos han resultado en actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad,
y la llegada de un mundo donde los seres humanos gocen de libertad de expresión y creencia
y sean libres del miedo y la miseria se ha proclamado como la más alta aspiración de la gente
común... Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”.
Los países miembros de las Naciones Unidas se comprometieron a trabajar juntos para
promover los 30 Artículos de los derechos humanos que, por primera vez en la historia, se
habían reunido y sistematizado en un solo documento. En consecuencia, muchos de estos
derechos, en diferentes formas, en la actualidad son parte de las leyes constitucionales de las
naciones democráticas.

9
LOS DERECHOS HUMANOS PLASMADOS EN LA CONSTITUCIÓN
POLÍTICA DE PANAMÁ.
Los derechos garantizados en la Constitución de Panamá
Los derechos humanos fundamentales son reconocidos por la Constitución en el Título III,
"Derechos y deberes individuales y sociales", y en el Título IV, "Derechos políticos". El
Capítulo Primero del Título II, por su parte, establece las "Garantías fundamentales". El
Estado asume la obligación de proteger la vida, el honor y bienes de sus nacionales y de los
extranjeros que estén bajo su jurisdicción (artículo 17). Según el artículo 30 no hay pena de
muerte, y los artículos 21 y 23 (habeas corpus) protegen a la persona contra arresto y
privación de libertad arbitrarios. La aplicación de medidas lesivas a la integridad física,
mental o moral de los prisioneros queda prohibida por el artículo 28, mientras que el artículo
20 establece la igualdad de todos ante la ley, con ciertas diferencias entre panameños y
extranjeros.

LOS DERECHOS HUMANOS BÁSICOS PLASMADOS EN NUESTRA


CONSTITUCIÓN SE ENCUENTRAN EN EL TÍTULO III
El derecho a la libertad de religión y culto podrá ser ejercido "sin otra limitación que el
respeto a la moral cristiana y al orden público" por el artículo 35, en el cual se "reconoce que
la religión católica es de la mayoría de los panameños".
Los artículos 37 al 41 consagran los derechos de libertad de expresión, de reunión y de
asociación. Se reconoce el derecho a la propiedad privada (artículos 30, 44-49), así como el
derecho de formular peticiones (artículos 41 y 50), el derecho al proceso regular (artículos
19, 21, 22, 25 y 31-33), la inviolabilidad del domicilio (artículo 26) y de las comunicaciones
privadas (artículo 29) y el derecho de residencia y tránsito (artículos 26 y 27).
Los restantes capítulos del Títulos del Título III tratan de derechos sociales; así, en los
capítulos 2° y 3° se definen las relaciones entre la familia y el Estado y entre éste y los
trabajadores. Los capítulos 4° al 7° fijan las obligaciones del Estado respecto a la protección
y fomento e la cultura nacional, la educación, la salud, seguridad social y asistencia social.

CONVENSIÓN DE LOS DERECHOS DE LOS NIÑOS


Adoptada y abierta a la firma y ratificación por la Asamblea General en su resolución 44/25,
de 20 de noviembre de 1989
Entrada en vigor: 2 de septiembre de 1990, de conformidad con el artículo 49

Los Estados Partes en la presente Convención,


Considerando que, de conformidad con los principios proclamados en la Carta de las
Naciones Unidas, la libertad, la justicia y la paz en el mundo se basan en el reconocimiento
de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de
la familia humana,
Teniendo presente que los pueblos de las Naciones Unidas han reafirmado en la Carta su fe
en los derechos fundamentales del hombre y en la dignidad y el valor de la persona humana,

10
y que han decidido promover el progreso social y elevar el nivel de vida dentro de un
concepto más amplio de la libertad,
Reconociendo que las Naciones Unidas han proclamado y acordado en la Declaración
Universal de Derechos Humanos y en los pactos internacionales de derechos humanos, que
toda persona tiene todos los derechos y libertades enunciados en ellos, sin distinción alguna,
por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen
nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición,
Recordando que en la Declaración Universal de Derechos Humanos las Naciones Unidas
proclamaron que la infancia tiene derecho a cuidados y asistencia especiales,
Convencidos de que la familia, como grupo fundamental de la sociedad y medio natural para
el crecimiento y el bienestar de todos sus miembros, y en particular de los niños, debe recibir
la protección y asistencia necesarias para poder asumir plenamente sus responsabilidades
dentro de la comunidad,
Reconociendo que el niño, para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad, debe
crecer en el seno de la familia, en un ambiente de felicidad, amor y comprensión,
Considerando que el niño debe estar plenamente preparado para una vida independiente en
sociedad y ser educado en el espíritu de los ideales proclamados en la Carta de las Naciones
Unidas y, en particular, en un espíritu de paz, dignidad, tolerancia, libertad, igualdad y
solidaridad,
Teniendo presente que la necesidad de proporcionar al niño una protección especial ha sido
enunciada en la Declaración de Ginebra de 1924 sobre los Derechos del Niño y en la
Declaración de los Derechos del Niño adoptada por la Asamblea General el 20 de noviembre
de 1959, y reconocida en la Declaración Universal de Derechos Humanos, en el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos (en particular, en los artículos 23 y 24), en el
Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (en particular, en el
artículo 10) y en los estatutos e instrumentos pertinentes de los organismos especializados y
de las organizaciones internacionales que se interesan en el bienestar del niño,
Teniendo presente que, como se indica en la Declaración de los Derechos del Niño, "el niño,
por su falta de madurez física y mental, necesita protección y cuidado especiales, incluso la
debida protección legal, tanto antes como después del nacimiento",
Recordando lo dispuesto en la Declaración sobre los principios sociales y jurídicos relativos
a la protección y el bienestar de los niños, con particular referencia a la adopción y la
colocación en hogares de guarda, en los planos nacional e internacional; las Reglas mínimas
de las Naciones Unidas para la administración de la justicia de menores (Reglas de Beijing);
y la Declaración sobre la protección de la mujer y el niño en estados de emergencia o de
conflicto armado,
Reconociendo que en todos los países del mundo hay niños que viven en condiciones
excepcionalmente difíciles y que esos niños necesitan especial consideración,

11
Teniendo debidamente en cuenta la importancia de las tradiciones y los valores culturales de
cada pueblo para la protección y el desarrollo armonioso del niño.

12
CONCLUSIÓN

A modo de conclusión me parece importante resaltar la importancia que tienen los derechos
humanos y el deber de todos los hombres de reconocer tal importancia.
Creo que en un mundo donde todos los valores están confundidos, donde progresar
económicamente es el fin de todos sin tener en consideración el detrimento del otro. Esto es
porque estamos cargados de un terrible individualismo, "solo importo yo y mi propio
bienestar".
Habría que tomar conciencia que para que el mundo avance y no vayamos en retroceso, tiene
gran importancia respetar la dignidad del otro y reconocer en cada uno aquellos derechos que
brotan de su propia condición natural de persona humana.

13
BIBLIOGRAFÍA
https://ayudaenaccion.org/ong/blog/solidaridad/derechos-humanos-universales/
http://www.un.org/es/universal-declaration-human-rights/
https://www.google.com/search?ei=9mbiW7yAAdDszgLDiZHwCw&q=derechos+humano
s&oq=derechos+humanos&gs_l=psy-
ab.3..0i67k1j0i7i30k1l9.4923.4923.0.6223.1.1.0.0.0.0.286.286.2-1.1.0....0...1c.1.64.psy-
ab..0.1.283....0.G9dwIVK3nO8
https://www.derechoshumanos.net/derechos/index.htm

14
ANEXOS

15
16

También podría gustarte