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La formación en clínica de los primeros psicólogos en Córdoba

Para dar cuenta de la formación clínica de los primeros psicólogos en Córdoba, es


indispensable contextualizar el momento en que dicha formación se produjo,
centrándonos en la formación académica, ya que resulta imposible mensurar la
formación por fuera de la academia que cada uno de ellos pudiera haber realizado. Por
lo tanto, situar el momento en que surge la carrera de Psicología en Córdoba, situar los
debates alrededor de la salud mental que se daban entre dos disciplinas – la
psiquiatría y el psicoanálisis – será el marco previo, necesario para pensar el
surgimiento de la carrera de Psicología y la orientación dada en su momento, donde la
cuestión clínica ocupará un lugar paradojal, como podrá verse.
Si bien desde que surgió el Psicoanálisis se produjo un punto de fractura en el saber de
la época, el debate estalló muy puntualmente en 1926 con el juicio iniciado a Reik por
ejercicio ilegal de la medicina, lo que llevó a Freud a escribir su texto “pueden los legos
ejercer el Psicoanálisis”, donde deja de manifiesto que en nada beneficiaría la
formación médica para la práctica del psicoanálisis. Esta posición de Freud no será sin
efectos, y en lo que a nosotros nos importa, diremos que aquí, la filial Argentina de la
IPA, la APA, tomará el modelo de los psicoanalistas, o mejor dicho, de las instituciones
psicoanalíticas de EEUU (luego generalizada) de la necesidad de ser médico para
poder recibir la formación de psicoanalista y ser reconocido por la institución que
monopoliza dicha formación. Si esto nos interesa, es porque permite interrogarnos
acerca de qué lugar tendría el psicoanálisis dentro del área clínica de la naciente
carrera de Psicología.
Por otra parte, al momento de la creación de dicha carrera, en EEUU, el desarrollo de
la Psicología se vio beneficiada por la situación de posguerra -ya que se dejaba atrás la
grave crisis financiera y económica iniciada con el crack de 1929 – con una industria
floreciente, un nuevo crecimiento económico y nuevas necesidades, ligadas a la
adaptación a los nuevos modelos de engranaje social. De este modo, puede advertirse
que el desarrollo de la Psicología iba de la mano del desarrollo de la economía, y en
ese sentido, daba respuesta a los intereses del Estado y del poder económico que se
proponían modelar al hombre, lo que significaba desarrollar técnicas de control social
y desempeño concreto de las personas. Para ello no se requería de un filósofo
contemplativo, sino de un sistema educativo que formara a los futuros elementos del
engranaje social. En ese sentido, el hombre tenía que ser modelado para la adaptación
a un sistema industrial rápidamente racionalizado (Danzinger. 2000).

En este contexto, de un capitalismo en expansión, preocupado por el rendimiento


laboral, el control social y las diferencias subjetivas que pudiesen obstaculizar el
objetivo expansivo, la psicología, aplicada al estudio de la conciencia o la conducta, era
pensada como modificadora activa del ambiente y como órgano de adaptación; por
ende, la doctrina que nos ocupa se desarrolla en función de estas demandas del
sistema, y la formación profesional apuntará a lograr dichos objetivos, con lo cual el

[Escribir texto]
Psicólogo será formado dentro del rol profesionalista en los EEUU. (Villanoba, 1990)
(Danzinger, 2000)

La “Conferencia sobre el entrenamiento de graduados en psicología clínica”, que tuvo


lugar en Boulder, Colorado en 1949, a solicitud del Centro de Veteranos de Guerra,
organizada por el Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH) y bajo el patrocinio de la
Asociación de Psicólogos Americanos (APA), justificó como conclusión la necesidad de
involucrar a los psicólogos para que apliquen sus investigaciones a la práctica, lo que
determinó hasta la actualidad un cambio fundamental en los modelos de formación
académica de los psicólogos.

Cuando en los distintos claustros docentes universitarios, se crea la carrera de


Psicología en Argentina, este modelo tuvo influencia en la constitución de la misma.
Córdoba no fue ajena a este fenómeno, que se expresa en la Resolución Decanal Nº 40
del 23 de Abril del año ‘56, a través de las tres demandas sobre las que se apoya de
manera explícita, el modelo formativo que incluye la investigación como aspecto de la
primera psicología, la psicología del laboratorio y suma de manera jerarquizada las
nuevas prácticas, con su objeto, método y consensos institucionales. (Altamirano, 2011)

En esta dirección y desde los años ‘40, la psicología local como disciplina curricular era
parte del Instituto de Filosofía, de la Universidad Nacional de Córdoba. El primer
instituto de psicología nace dentro de ese espacio académico, donde la psicología ya
tenía entidad de asignatura dentro de la carrera de Filosofía.

En la Ciudad de Córdoba, el 23 de Abril de 1956, se crea la carrera de Psicología y


Pedagogía mediante la Resolución Nº 40 de la Facultad de Filosofía y Humanidades de
la Universidad Nacional de Córdoba1, tal como lo expresa este documento en su
artículo primero:” Transformar la actual Escuela de Pedagogía, dependiente de esta
casa de estudios en la de Psicología y Pedagogía.” La Resolución explícita la
delimitación del campo curricular y la demanda social que justificaría su existencia
como área disciplinar humanística, cita:

1
Resolución 40/56. ( 23/04/1956). Archivo de psicología. Ver anexo

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“(…) Que la madurez alcanzada por los estudios exige su inserción en el
cuadro de los estudios universitarios y por eso mismo, resulta imprescindible incorporar
al grupo de carreras que se estudian en nuestra facultad, una escuela en la que
orgánicamente se incluyan las principales disciplinas de la psicología./ Que la Facultad
de Filosofía no puede permanecer indiferente a los reclamos del medio, cuyo desarrollo
exige un cuerpo de profesionales especialmente habilitados para atender los problemas
que se suscitan en los distintos órdenes de la actividad comunitaria.”

Entonces, puede establecerse que lo planteado en este documento es la necesidad


ineludible de formar profesionales psicólogos para atender las demandas sociales de
Córdoba. Aquí es lícito preguntarse acerca del significado de “actividad comunitaria” y
“demandas sociales” ¿Qué se entiende por comunitaria, por sociales? Pregunta que
vale en sí misma como pregunta, más que por las posibles respuestas, ya que nos ubica
en el punto esencial de este trabajo: ¿qué lugar tiene la clínica (donde la singularidad
es lo que prevalece) en un campo marcado por lo comunitario?
La respuesta nos llega de la mano de la resolución 40/56, que organiza las demandas
sociales de acuerdo a tres ámbitos, que luego serán los de aplicación de la Psicología:

- El desarrollo de la industria:
“(…) Que el crecimiento y complejidad alcanzados por la industria en nuestro país, hace
indispensable el concurso de psicólogos especializados en Psicotecnia, Orientación
Profesional, Socio psicología, Relaciones Humanas, y demás disciplinas aplicadas a la
Industria y al Trabajo”.

- La atención de anormales e inadaptados:


“(…) ya que en la actualidad el médico debe contar con un personal idóneo en el
manejo de los test y las distintas técnicas de exploración psicológica”

- Su aplicación práctica, también debía realizarse en la educación:


“(…) en cuyos establecimientos primarios, secundarios y universitarios, se plantean
problemas de selección, adaptación y reorientación de los educandos.”
En estos tres ámbitos se evidencia y se justifica la influencia de una
psicología dirigida a la adaptación del sujeto a las exigencias de una fuerte
industrialización que hacía necesaria la presencia de especialistas que ayudaran a

[Escribir texto]
situar al sujeto en relación con el rendimiento. De igual manera, serviría para
“normalizar” a los escolares para su mayor adaptación al sistema.
Por otro lado, en la segunda demanda aparece la respuesta: se explicita la necesidad
de la formación clínica para que el médico tuviese un asistente, profesional, que
pudiese distinguir lo normal de lo patológico y ayudar a adaptar a los que se corrían
del “deber ser”. Como puede advertirse, nada que tuviese que ver con la atención
directa de un paciente. El Psicólogo era visto como un paramédico, un profesional
idóneo que manejara ciertas técnicas, cuyos resultados fueran útiles al acto médico. En
el plano formal, aunque no en la práctica, esta visión del psicólogo como un
paramédico, se sostuvo hasta el año 1985, cuando se promulgó la ley de ejercicio
profesional y la ley de incumbencias; sin embargo puede destacarse que aún hoy, en
las empresas suelen rechazar las licencias laborales cuando van firmadas por un
Psicólogo. Esta falta de reconocimiento no es ajena a la historia misma del
Psicoanálisis, al modo en que el psicoanálisis desembarcó en nuestro país, y
particularmente al modo en que se insertó en la vida académica. Brevemente, puede
decirse que, desde que en el campo psicoanalítico se cristalizó la ecuación de que las
psicosis no eran analizables, quedó dividido el terreno de las patologías mentales en
graves y leves, quedando las graves en manos de los psiquiatras, y las leves en manos
de los psicólogos. Cuando se funda la APA, se toma la concepción profesionalis surgida
de la asociación de psicoanalistas de EUU, de que para poder acceder a la formación
psicoanalítica había que ser médico, y el modelo de formación será el instituido en
1926 en el instituto de Berlín fundado por Eitingon, pero, curiosamente, serán
analistas de APA los que llevarán adelante las cátedras de psicoanálisis en las recientes
creadas carreras de psicología.
Es lícito preguntarse por el objetivo de formar psicólogos en psicoanálisis si luego no
podrían acceder a la formación requerida dentro de APA, y tampoco practicar el
psicoanálisis. Si bien no es algo que pueda responderse claramente, lo que puede
observarse es que la carrera de psicología al incluir la formación clínica, incluido el
psicoanálisis, producía un perfil profesional que se convertía en auxiliar del poder
médico.

Es decir, que los tres campos necesitaban de”adaptadores y


reorientadores”.
Continuando con el análisis de la resolución 40/56, se observa que la
misma es radical en ubicar a los psicólogos como auxiliares útiles para los médicos.
La Resolución 40/56 sitúa de manera relevante, la importancia del estudio
de la filosofía y la pedagogía. El argumento a favor de la pedagogía, está vinculado al
campo de aplicación de los conocimientos psicológicos, y a la filosofía en virtud de lo
cual lograran evitar la especialización extrema.

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El plan de estudio de la Carrera de Psicología y Pedagogía anexado la
Resolución 40/56, contempla las áreas de psicología y pedagogía, por lo que la
distribución de materias coordina ambos espacios del conocimiento con preeminencia
del área de psicología. Vinculadas a la formación clínica, se incluyen materias de corte
técnico clínico (Psicoterapia, Teoría y Técnica de Psicoanálisis)

La Formación del Psicólogo profesional:

Es posible advertir, entonces, que al crearse las nuevas carreras de Psicología en


Argentina, tal como se evidencia en el rastreos de los planes curriculares, la presencia
e influencia del Modelo Boulder, que orienta la formación y preparación del psicólogo
como profesional independiente que pueda especializarse y actuar en los múltiples
campos en que se diversifica esta disciplina. Hacia el final de la formación, el plan
permitía opciones según su elección y vocación. Pero los campos que se destacan son
de corte profesionalista (psicólogos clínicos, psicólogos industriales, psicólogos
sociales, consejeros y entrenadores profesionales, etc). Esta formación orientada
hacia un perfil profesionalista, cuenta con la demanda de campos de aplicación y
desarrollos de psicología aplicada.

Del análisis de las materias de la Sección Clínica

Si bien no se encuentran disponibles todos los programas de las materia ligadas al área
clínica, como para profundizar en la orientación, en el plan de estudios general de la
carrera puede advertirse el marcado interés y la intensión en vincular el campo de
demandas clínicas a la formación del psicólogo.

Del listado muy profuso de materias, de las cuales se puede inferir por sus
denominaciones o por algunos de los programas que están disponibles, vemos un
porcentaje importante que tenían como meta la formación en esa psicología aplicada.

La formación clínica en la carrera

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La materia Psicoterapia, tuvo en Pilar filomena Vieta, su primera profesora Titular,
cargo obtenido por concurso en el año 1959. Tenía un doctorado en Psicología médica,
pero no era médica.
En agosto de 1959, mediante la resolución decanal N° 43 2 es designada interinamente,
confirmada por la resolución rectoral N° 111. Finalmente, el 28 de agosto del mismo
año, la resolución rectoral N° 35 3 confirma su nombramiento como encargada de la
Cátedra de Psicoterapia.

Su propuesta curricular4, si bien ecléctica en términos de contenidos, tenía


una fuerte predominancia de autores y textos psicoanalíticos: Stern, Klein, Bárbara,
Hoch, Mitelnnam, Brouer , Freud y Sullivan, entre otros autores donde predomina el
psicoanálisis clínico norteamericano.

En relación al tipo de problemas que intenta abordar, nos encontramos con


una predominancia de temas técnicos: Técnicas psicoterapéuticas, métodos como la
sugestión, el narcoanálisis, la narco terapia, terapia y arte, Psicoterapia infantil, el
juego como técnica, la psicoterapia de grupo, los test como instrumentos en la
psicoterapia, etc. La propuesta incluía una variada gama de test para ser utilizado en
el diagnostico o en la psicoterapia y también acciones terapéuticas para públicos muy
específicos. Menciones particulares tiene la psicoterapia dinámica para el tartamudo,
la psicoterapia del lisiado (vinculado a las neurosis traumáticas), y la psicoterapia del
alcoholismo. Parte de la asignatura se encuentra orientada a la psicoterapia de grupo
desde la perspectiva del tratamiento de sujetos normales, y por lo tanto descentra el
interés por lo patológico.

Este pequeño recorrido muestra dos cosas: la primera, que el interés no


estaba puesto en la formación y reflexión teórica; y la segunda, en consonancia con la
primera, que el interés estaba puesto en una formación técnica que garantizara, tal
como se indicó al inicio de este texto, la adaptación del sujeto al medio para que
cumpla eficazmente su lugar de engranaje.

2 ?
Resolucion Decanal n° 43. (01/08/1958). Archivo de Psicología. Ver anexo.
3
Resolución Rectoral n° 35. (28/08/1959). Archivo de Psicologia. Ver anexo.
4
Carta de Raúl Pierola a la Comisión de enseñansa de la FFyH, fechada 20/05/1958. Archivo de
Psicología. Ver anexo.

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En consonancia con la necesidad de formación práctica, la Dra. Vieta
propone la apertura de una clínica psicológica. Dicha propuesta es acompañada por
las autoridades y su habilitación se produce en el Pabellón Francia en 1958 (cuando
todavía no estaba aprobada la carrera de Psicología), con la confluencia de la Facultad
de Medicina que aporta personal para la conformación de los equipos de trabajo.
Tenía consultorios, espacio para psicoterapias grupales, un taller, un espacio de juegos
y una cancha de basquet-ball. Esto último se vincula al juego como elemento de
integración de la personalidad, utilizado en la psicoterapia de grupo que sigue la
orientación de Sullivan, psicoanalista norteamericano que incluye el juego y la
actividad al aire libre como una forma de terapéutica.

Esta clínica estará a cargo de la Profesora Vieta, y es allí donde


desarrollaran las prácticas. Claro es que el director del instituto advierte 5 que “en
todos los casos de diagnósticos psicológicos se trabaja sobre la base de un diagnóstico
médico y psiquiátrico completo, como exigencia previa ineludible; a tal fin cuenta con
la colaboración de los profesores médicos y con la cooperación de los jefes de clínica de
los hospitales donde los alumnos efectúan su aprendizaje formativo.6”

Si bien esta clínica funcionaba en el ámbito universitario, no difería en demasía con el


modelo de la policlínica de Berlín, fundada por Eitingón en 1921, y la del instituto de
París, fundada en 1953 donde se explicitaba la relación con la Facultad de medicina 7.
La relación con ciencias médicas es óptima, y así lo muestra la profusa articulación
epistolar. El Profesor Piérola, solicita la designación de dos jefes de Clínica Médica
para la Clínica Psicológica del Departamento de Psicología para que asuman funciones
a partir de marzo de 1960. Sus objetivos son la realización de un examen médico
completo. (Uno de Clínica General y otro de Pediatría, ambos con enfoque
psicosomático) 8

5
Carta de Raúl Pierola al Decano de FFyH, fechada 08/1959. Archivo de Psicología. Ver anexo.
6
Informe académico de Raúl Pierola a Adelmo Montenegro, fechado 15/10/1959.Archivo de Psicologia.
Ver Anexo.
7
Al respecto, puede consultarse el libro Escisión, excomunión, disolución, Manantial, Bs. As. 1987; serie
de documentos recopilados por J. A. Miller, fundamentalmente la alocución de S. Natch, el 1 de junio de
1954.
8
Carta de Raúl Pierola al Decano de FFyH, fechada 12/11/1959. Archivo de Psicologia. Ver Anexo.

[Escribir texto]
Puede advertirse entonces, que desde el inicio de la carrera de psicología
y pedagogía, el psicoanálisis fue convocado como la referencia teórico- técnica más
importante, cuando no predominante, pero no para practicar el psicoanálisis sino
como orientación para una formación psicoterapéutica, lo que no hace más que
profundizar el interrogante acerca de los motivos por los cuales la APA podría estar
interesada en participar en la formación de los psicólogos, participando a través de
las cátedras psicoanalíticas.
Varios autores indican que la primera cátedra de psicoanálisis fue fundada
el año 1959, por el Dr. José Bleger, psicoanalista (Pineda 2000) (Carpintero y Vainer,
2004), atendiendo a sus palabras de bienvenida al respecto de valorar la valentía de la
Universidad de Rosario, desconociendo la existencia de un área curricular con esa
denominación en la Universidad de Córdoba, y que estuvo a cargo de diversos
docentes, a instancias del Director de la Escuela de Psicología, Profesor Raúl Piérola.
Bleger, fue un controversial psiquiatra y psicoanalista, miembro de la APA;
adquirió gran relevancia y visibilidad por sus polémicas posiciones que generaba
tensiones tanto al interior del psicoanálisis como del partido comunista, al que
perteneció hasta 1961, cuando fue expulsado luego de un viaje a la Unión Soviética.
(Vezzetti, 1991 y 1998; Ulloa, 1992; L. Bleger, 1992). [2]
Blejer no fue convocado para la formación de la reciente carrera en
Córdoba, y eso pudo ser fruto de su progresivo alejamiento de la APA, atento a las
versiones del psicoanálisis que proponía, alejadas de cierta ortodoxia. Además tenía
sus propias redes que lo llevaron a las cátedras y publicaciones conocidas, con un claro
compromiso político (Dagfal, 1998).
En mayo de 1957, se reúnen en Buenos Aires el Prof. Piérola y el Decano de
FFyH con el presidente de APA, Dr. Ángel Garma, para invitarlo a dar un cursillo de
Psicoanálisis. Para el Prof. Pierola era una necesidad la generación de un espacio
curricular constante dentro del instituto y así puede constatarse en diversas misivas.
APA se muestra interesada, pero ajena al ámbito académico solicita información y
finalmente hace una propuesta que se mantiene por varios años, construyendo el
primer ámbito de enseñanza universitaria del psicoanálisis.9
9
Carta del Dr. Angel Garma a Raul Pierola, fechada…….. Archivo de Psicologia. Ver Anexo.
[

[Escribir texto]
La propuesta de APA es traída por el DR. Garma, que visita córdoba a
solicitud del instituto de psicología. En esa visita propone diversos foros,
conferencias y reuniones con docentes y estudiantes, para poder discutir el futuro
10
de la formación profesional del psicólogo y el psicoanálisis. Garma a su vez trae a
Córdoba programas de la APA, y algunos aportes sobre psicoterapia psicoanalítica de
universidades norteamericanas.11

Garma y otros referentes de la Apa colaboran de manera sistemática con el


instituto de psicología, y en el 58 el decano recibe y da curso a una solicitud del
12
instituto nombrando a García Badaracco como Profesor interino de la cátedra de
Teoría y Práctica del Psicoanálisis. La correspondencia epistolar se intensifica, y
finalmente se genera un flujo permanente de visitas los fines de semanas con un
programa de formación de estudiantes, pero también reuniones docentes que a partir
de documentación y opiniones sobre la formación de psicólogo, permitía a APA influir
13
sobre la gestión institucional.

Continuando con la seguidilla de comunicaciones con la APA, el Profesor Raúl Piérola


escribe el 19 de marzo del ’58 al Dr. Jorge García Badaracco (también miembro de
APA) comunicándole su gestión para incorporarlo como profesor titular interino o
contratado en el Instituto de Psicología de la UNC. En el mismo escrito, también
14
plantea lo siguiente:

Antes de la legalización de la carrera de psicología, en el 59, el instituto se dirige al Sr.


Decanato y propone el llamado a concurso de las cátedras de Psicoanálisis,
Psicopatología general y Psicoterapia. Tres materias que organizan la formación clínica
y psicoanalítica. Las propuestas de tribunales muestran la preferencia por los
miembros APA y también la profunda relación y convivencia de criterios para la

10
Carta de Raúl Pierola a Angel Garma, fechada 28/08/1957. Archivo de Psicología. Ver Anexo.
11
Carta de Angel Garma a Raúl Pierola, fechada 02/09/1957. Archivo de Psicologia. Ver anexo.
12
Carta de Raúl Pierola al Dr. Jorge G. Badaraco, fechada 19/03/1958. Archivo de Psicologia. Ver anexo.
13
Carta de Raul Pierola al Dr. Angel Garma, fechada 05/12/1957. Archivo de Psicologia. Ver anexo.
14
Carta de Raúl Pierola a Garcia Badaraco, fechada…….Archivo de Psicologia. Ver anexo.

[Escribir texto]
elección de las personas que estarán a cargo del núcleo clínico de formación del
psicólogo. 15

La propuesta de la APA no se hace esperar y toma el nombre de “Curso de


psicoanálisis” estructurado con las siguientes temáticas: Psicoanálisis de las Neurosis,
Psicopatías , Psicosis, Trastornos de carácter y Aspectos Psicosomáticos, siendo
parte importante de la formación se centra en las prácticas de los estudiantes. 16
A finales del 59, una cohorte de estudiantes terminaba la asignatura, con el programa
de prácticas y con una excelente relación entablada y resultados valorados por
docentes y estudiantes.17

En conclusión a pesar de la expresa indicación contraria al ejercicio y la formación en


psicología clínica, la carrera desde su inicio tuvo esos expertos en el centro de su
preocupación.

El impacto del modelo Boulder y la conformación de un nuevo rol profesional en EEUU


y luego trasladado a Latinoamérica fueron los elementos decisivos para esta
orientación tan decidida al respecto del rol profesional clínico presente en la
estructura, el dinámico y la formación de los nuevos psicólogos.
Podríamos decir que nuestros psicólogos nacen, con una orfandad legal, pero con una
demanda social y un rol profesional que claramente es clínico.

Esto atenta contra el origen supuesto de la carrera dentro de una Facultad de Filosofía,
y sobre todo dentro de un Instituto de Filosofía y luego humanidades que se
transformara en años en Instituto de Piscología. La supuesta impronta filosófica fue

15
Dr. Angel Garma (Pte. de la APA, Dr. Raúl Usandivaras (Pte. de la Sociedad Argentina de
Psicoterapia de Grupos) , Dr. Enrique Pichón Riviere (miembro de la Apa), Dra. María Langer(miembro
fundadora de la Apa), Dr. Arnaldo Rascovsky (APa y docentes de la Facultad de Ciencias Médicas de la
UBA) , Dra. Telma Reca de Acosta (Facultad de Filosofía y Letras de Buenos Aires), Dr. Raúl
Usandivaras (Presidente de la Soc. Argentina de Psicoterapia de Grupo), Dr. Marcos Victoria
(Universidad Nacional de Buenos Aires). Dr. Alberto Bonhours (Facultad de Ciencias Médicas de
Buenos Aires), Dr. José Belbey (Facultad de Ciencias Médicas de Buenos Aires) , Dr. León Pérez
(Universidad Nacional del Litoral, Rosario), Prof. Enrique Butelman (Rosario), Dra. Fernanda
Monasterio (La Plata, Prof. Jaime Bernstein (Buenos Aires y Rosario)
16
Programa del curso de Maria Langer. 01/07/1959. Archivo de Psicologia. Ver Anexo.
17
Carta de Maria Langer a Raul Pierola, fechada 11/1959. Archivo de Psicologia. Ver anexo.

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minimizada frente a las demandas sociales existentes y la voluntad de formar según
una identidad profesional muy definida. (Danzinger, 2000)
A su vez podemos indicar que la cuna de la carrera dentro de filosofía le otorgaba un
sesgo negado a la especialización y reactivo a que “prospere el espíritu de estrecha
especialización, de modo que nuestros egresados en psicología no sean meros
técnicos del alma, ciegos al fenómeno humano en su totalidad”. Sin embargo la
carrera aprobada tenia limitaciones en relación a tomar el “fenómeno humano
“como una totalidad, y ubicaba al psicólogo como testita en apoyo al médico. Por lo
tanto, esa impronta viabilizo la profunda apuesta por la formación profesional

A su vez tanto la formación teórica como práctica apuntaban a un perfil de egreso


donde la clínica ocupaba un lugar de privilegio. Igualmente como dispositivo para
ser aplicado en ámbitos “no médicos”.
Profundizar en las razones que llevaron a la IPA a interesarse en la formación
psicoanalítica de los estudiantes de Psicología, cuando luego no serían aceptados
dentro de la Institución para continuar con la formación, excede los objetivos de este
trabajo; sin embargo en ese interés y posterior rechazo, quizás radique la razón del
vuelco masivo de los psicólogos argentinos al Psicoanálisis lacaniano, una vez que
Lacan, expulsado de IPA, abrió las puertas de su nueva escuela a todo aquel que
estuviera interesado en el psicoanálisis, recogiendo el guante de la tradición freudiana.

Bibliografía   ojo falta bibliografía de se citada

 Álvarez Fernández, Héctor y Pérez Alejandra (1993) “La psicoterapia en la


Argentina. Evolución de la clínica psicológica en los años 1940/70”. Revista
Argentina de Clínica psicológica. Vol. II – Nº 1 Ed. AIGLE.
 Berman, G. (1964), “Las psicoterapias y el psicoterapeuta” ED Paidos  Bs As.

[Escribir texto]
 Carpintero E., Vainer, A. (2004) “Las Huellas de la memoria” Psicoanalisis y
salud mental en la Argentina de los 60¨y 70. Tomo I, 1957-1969. Ed Topia,  1º
Ed. Bs. As
 Dagfal, Alejandro, (2009), “Entre París y Buenos Aires” La invención del
psicólogo (1942-1966) ED Paidos, 1º Ed. Bs As.
 Falcone, Rosa (2002) “El giro hacia la profesionalización  de la psicología:
discursos y practicas. Ecos de una Polémica”  Revista del instituto de
Investigación de la facultad de psicología/ UBA-Año 7- Nº 1-2002.
 Klappenbach, H. (1998) “La temprana clínica psicológica en Argentina. El caso
de Horacio Piñero” Revista Argentina de clínica psicológica. Vol VII – Nº 1 ED
AIGLE.
 Litvinoff y Gomel (1975) El psicólogo y su profesión. Buenos Aires: Nueva Visión.
 Plotkin, Mariano Ben, (2003) “Freud en las Pampas” Ed Sudamericana,1º Ed. Bs
As
 Rossi, A. Lucia (2001), “Psicología: su inscripción universitaria como profesión”
Eudeba Bs As, 1º Ed.
 Vezzetti, H. “Los comienzos de la psicología como disciplina universitaria y
profesional”, 2004, Editorial Paidos.
 Vezzetti, H. “El nacimiento de la psicología en Argentina” pensamientos
psicologicos y positivismo”
 Vilanova, Alberto. (1990) “Historia de la psicología clínica” BAP (Bolentin
Argentino de psicología) Vol. III- Nº 6, Noviembre/ diciembre de 1990.
 Vilanova, Alberto (1993) “Contribuciones a la psicología clínica. Algunos aportes
teóricos de psicólogos notables”. Ed Raúl Serón-Copello Bs As Argentina.

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